2022 Anexo 3 Discurso Del Santo Padre Francisco 2
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TEMA 7
EUTANASIA
Sala Regia
viernes, 31 de enero de 2020
[ Multimedia ]
AL FINAL DE LA LECTURA, VER EN YOU TUBE: MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO EN LA
CATEQUESIS DEL MIÉRCOLES 21 DE ABRIL DE 2022.
Les doy una cordial bienvenida, participantes en el primer Congreso Internacional para el
cuidado pastoral de los ancianos - "La riqueza de los años" -, organizado por el Dicasterio para
los Laicos, la Familia y la Vida ; y agradezco al cardenal Farrell por sus amables palabras.
La "riqueza de los años" es la riqueza de las personas, de cada persona que tiene muchos años
de vida, experiencia e historia detrás de ellas. Es el tesoro precioso que toma forma en el viaje
de la vida de cada hombre y mujer, cualesquiera que sean sus orígenes, sus condiciones
económicas o sociales. Dado que la vida es un regalo, y cuando es larga es un privilegio, para
uno mismo y para los demás. Siempre, siempre es así.
Así que acogí con interés la iniciativa de esta conferencia, que centró la atención en el cuidado
pastoral para los ancianos y comenzó a reflexionar sobre las implicaciones derivadas de la
presencia visible de los abuelos en nuestras parroquias y sociedades. Pido que esto no siga
siendo una iniciativa aislada, sino que marque el comienzo de un viaje de profundización y
discernimiento pastoral. Necesitamos cambiar nuestros hábitos pastorales para poder responder
a la presencia de muchas personas mayores en familias y comunidades.
La profecía de los ancianos se realiza cuando la luz del Evangelio entra plenamente en su
vida; cuando, como Simeón y Ana, toman a Jesús en sus brazos y anuncian la revolución de la
ternura, las Buenas Nuevas de Aquel que vino al mundo para traer la luz del Padre. Por eso les
pido que no se ahorren al anunciar el Evangelio a los abuelos y ancianos. Ve a conocerlos con
una sonrisa en tu rostro y el Evangelio en tus manos. Sal a las calles de tus parroquias y busca
a los ancianos que viven solos. ¡La vejez no es una enfermedad, es un privilegio! La soledad
puede ser una enfermedad, pero con caridad, cercanía y consuelo espiritual podemos curarla.
Dios tiene una gran cantidad de abuelos en todo el mundo. Hoy en día, en las sociedades
secularizadas de muchos países, las generaciones actuales de padres no tienen, en su mayor
parte, esa formación cristiana y esa fe viva, que los abuelos pueden transmitir a sus nietos. Son
el vínculo indispensable para educar a los niños y jóvenes en la fe. Debemos acostumbrarnos a
incluirlos en nuestros horizontes pastorales y considerarlos, de manera no episódica, como uno
de los componentes vitales de nuestras comunidades. No son solo personas a las que estamos
llamados a ayudar y proteger para proteger sus vidas, sino que pueden ser actores de un
ministerio pastoral evangelizador, testigos privilegiados del amor fiel de Dios.
Por esto les agradezco a todos ustedes que dedican sus energías pastorales a los abuelos y a
los ancianos. Sé bien que su compromiso y su reflexión surgen de una amistad concreta con
muchas personas mayores. Espero que lo que ahora es la sensibilidad de unos pocos se
convierta en patrimonio de cada comunidad eclesial. No tenga miedo, tome iniciativas, ayude a
sus obispos y a sus diócesis a promover el servicio pastoral a los ancianos y con los
ancianos. No te desanimes, ¡adelante! El Dicasterio para Laicos, Familia y Vida continuará
acompañándote en este trabajo.