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Cap 11

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Chapter #11

Emily

Hola abuela – fingí alegría.

Jackeline- Hola mi vida, ¿Cómo te fue? – Aparto la vista de


su teléfono.

En momentos como estos, solo quiero dormir-.

Jackeline- ¿Tan mal te fue? ¿De verdad? – se me acerco.

Es que… era Horacio Ólafsson, tu más que nadie sabes que


es mi ícono arquitectónico, y tal vez no trabaje con el – me
excuse.

Jackeline- No pienses nada negativo, él se lo pierde, mejor


ve a bañarte, mientras yo te preparo algo rico – acaricio mis
mejillas, yo asentí tristemente y subí.

_La abuela es la mejor, a pesar de no estar mucho con


nosotros, sabe cómo hacer que nos sintamos mejor, en todos
los casos, es comprensiva, amorosa, y un solcito muy lindo,
el único que la hace salirse de sus cabales es el abuelo Dave,
es tan sangrón, el máximo cariño que he recibido son
palmadas en la cabeza, diciendo, ya, ya, es muy tosco, pero
luego de un rato reconfortante con la abuela, y la excelente
explicación del sueño de mi abuelo, menos mal que estaba
muy preocupado, nos despedimos, ya que mañana
regresarían a Massachusetts.

***

Ewan- Hermanita – me despertó dulcemente, él estaba


recostado mi lado - ¿estás bien? – Me tomo de la mejilla
derecha.

Si – lo abrace.

Ewan- Algo te pasa, tu nunca me abrasas – correspondió.

Aprovéchame – lo abrace más fuerte - ¿Qué quieres hacer


hoy? – Me aleje un poco para ver su rostro.

Ewan- Has estado ocupada estas últimas semanas-.


Como te dije, aprovéchame – me levante y encendí el
teléfono, viendo un largo historial de llamadas, y una
entrando, provocando que lo lanzase por la ventana de la
impresión - ¡Merde! – Exclame en francés – ve a prepararte
Ewan, vamos a la feria-.

Ewan- ¡SI!-.

***

Ewan- ¡Fue increíble! – Bajamos de mi auto, el con un


peluche enorme y yo con un rifle de juguete, que lanza
balines.

Hacía tiempo que no me divertía así-.

Ewan- Es… Alessandro – inmediatamente me escondí, ósea


me hice bolita detrás del auto, ¿Qué hace aquí? ¿Qué no le
basto con romper mi corazón en trocitos?

Alessandro- Si sabes que te veo ¿verdad?-.

No me hables – entre corriendo a la casa y atrás Ewan,


encerrándome en mi habitación, tirándome bajo las sabanas
de mi cama, no quiero verlo, su presencia me lastima, es
como dice Horacio, por mi culpa lo perderé, tarde… o
temprano.

**********************************

Alessandro

¡Abran! – Toque la puerta como por milésima vez, hasta que


por fin, alguien la abrió, pero no desde adentro.

Ama- Joven, ¿aún no lo atienden? – Abrió la puerta y entro –


pase-.

Gracias – entre y vi como Ewan bajaba corriendo – Ewan –


exclame.

Ewan- Mi hermana dice que no está – de detuvo al pie de las


escaleras.

Déjame subir-.
Ewan- No – extendió sus brazos, yo solo lo cargue,
haciéndolo a un lado y subir para tocar otra puerta – soy un
pésimo hermano – lo escuche decir mientras subía las
escaleras.

Emily, Emily, Mily, voy a entrar – abrí la puerta y vi un


bulto bajo las sabanas – amor-.

Emily- No me digas así, ¿Dónde dejaste a Camil?-.

No pasó nada – me acerque a la cama – tus celos están fuera


de control – reí.

Emily- No es gracioso – se removió.

Mily – le arrebate la sabana y vi su rostro lloroso – Emily


mírame-.

Emily- No – su voz era temblorosa, entonces me coloque


sobre ella - ¿Qué haces? – Se sonrojo de inmediato, yo no
dije nada, porque lo que ella necesitaba no era con palabras,
sino una acción. Así que lentamente uní nuestros labios,
moviendo los míos con delicadeza, acariciando los suyos,
acción a la que accedía, poco a poco, pero lo hacía, gracias a
eso los deguste con todo el placer el mundo, provocando que
ambos volviéramos ese beso más candente, así que me vi
inmensamente provocado a entremezclarme con su cuerpo,
aprisionándolo más en la cama.

Ewan- ¿Qué le haces a mi hermanita? – Grito.

Emily- Coño – se quejó apartándome - ¡Quítate estorbo! –


Me empujo.

¿Ahora si soy un estorbo?, no hace un momento nos…-.

Emily- Sssssssssssssssssssssshhhhhhhhhh – siseo colocando


una mano en mi boca.

Ewan- Hermanita te quedas sin aire-.

Emily- Cállate estorbo – aparte su mano de mi boca.

Ahora le dices estorbo a él, además, debemos hablas lo de no


hace mucho-.
Emily- ¡CALLA ALESSANDRO! – Se sonrojo hasta sus
orejas - ¿Ewan que haces aquí?, te dije específicamente que
lo detuvieras en las escaleras, no lo hiciste, despedido, vete
de la habitación-.

Ewan- Pero no me grites – salió viéndola receloso.

Amor – tome de la cintura – sé que no quieres hablar, pero


por lo menos ve una película conmigo – eleve una de sus
manos hasta la altura de mi rostro y la bese sonoramente.

Ewan- ¡Veamos un Amigo Abominable!-.

Emily- ¡¿Sigues aquí?!-.

***

Callo rendido – recosté al dormido Ewan en su camita.

Emily- Él ya estaba cansado – lo acobijo – vamos a dormir –


salimos de la habitación, entramos a la de ella y luego se
giró, ya que yo estaba tomando la que era mi almohada -
¿Qué haces?-.
Tomo una almohada, ¿o quieres que duerma contigo? –
Sonreí.

Emily- ¿Qué acaso tu cabeza esta hueca?, tú no te quedaras


aquí-.

Pero, y lo que paso…-.

Emily- ¿Creías que todo se arreglaría y quedaría amoldado a


puras rosas que adornan un lindo caminito hasta el final de
un arcoíris?-.

Pues, si-.

Emily- Pues estas muy equivocado, esto no es un lindo


cuento – empezó a empujarme fuera de la habitación,
pasando por las escaleras, hasta llegar a la puerta principal,
para abrirla y señalar a afuera.

Pero…-.
Emily- Pero nada – las lágrimas se hicieron presentes ante la
situación.

No llores, ¿Qué pasa? – Le tome las mejillas, pegando su


frente a la mía - ¿Qué puedo hacer por ti?-.

Emily- Es que… es que… - empezó a sollozar – quiero que


seas feliz – levanto la mirada sonriendo con más lagrimas
saliendo de sus ojitos hinchados, ¿Cuánto tiempo tiene
llorando exactamente?

¿Qué estas tratando de insinuar? – Limpie las lágrimas que


no querían marcharse.

Emily- Yo no soy lo suficiente para ti – soltó ya sin


aguantarse las palabras – lo único que te provocó es
desdicha, no soy la indicada para hacerte feliz, mi orgullo te
alejara de mi tarde o temprano *sollozó*, he sido muy dura,
difícil y mala contigo, te hartaras de mí, y aunque no quiero
que te vallas de mi lado, lo harás, porque soy una persona
muy cruel, malvada, egoísta, insensible y… - la abrace.

Yo no te quiero, sino que te amo con un fuego incandescente


en todo mi ser, no te extraño, sino que quiero despertar a tu
lado por el resto de mi vida, no te deseo, sino que quiero
llegar a hacer el amor contigo, porque eres la única a la que
he permitido y permitiré que haga lo que quiera conmigo,
porque yo te pienso, te sueño, y te idolatro por ser una
grandiosa mujer, que salió adelante con muchos baches en el
camino, así que te repito – me aleje para ver su lindo rostro –
yo no te quiero, yo te amo – la bese sin miedo de lo que
pueda pasar, no me contuve para nada, y mucho menos tuve
pudor, rodee su cintura con mi brazo derecho para aferrarla a
mí, con mi mano izquierda la tome detrás del cuello,
asentándola en su nuca, sus manos fueron tímidamente una a
mi pecho y la otra a mi mejilla derecha, para así profundizar
ese beso, sacando la pura lujuria y sin pensarlo demasiado,
pasear mi lengua por toda su boca, sentí como ella se
sobresaltó al no saber qué hacer exactamente ante esto,
entonces yo torpemente cerré a puerta principal y la guie
hasta el sofá de la sala, era lo más cercano que tenía, yo
tirándome sobre él y ella sobre mí, es decir, yo sentado y ella
aferrando mis caderas con sus piernas, no porque quisiese
seguir adelante, sino por el miedo incesante que se nota de a
leguas.

Emily- Yo… - su voz temblaba acompañado de todo su


cuerpo.

Tu relájate – acaricie sus cabellos – solo disfruta el momento


– hundí mi rostro en su cuello, empezando a dar tiernos
besos, de apoco me volví un poco descarado y la mordisquee
un par de veces, literal, me estaba devorando su delicioso
cuello, y teniendo la gracia de que contenía sus gemidos con
espasmos pequeños, mi mano izquierda la apoye en su
espalda, pero la derecha iba a hacer de las suyas, entrando
por su camisa, y levantando su sostén, para tener campo
abierto hasta sus senos, para acariciarlos de manera delicada,
sintiendo como ella se estremecía y sus pezones se
endurecían, sacándome de quicio y levante esa camisa que
estorbaba para comenzar a comerme esos dulces y suaves
senos.

Emily- Alessandro – dijo casi en un suspiro.

Eres mi razón de ser – la recosté en el sofá para yo estar


sobre ella, así besar y mordisquear a gusto todo su pecho,
hasta su abdomen, para subir nuevamente hasta su rostro
rojo como una hermosa y jugosa fresa que quieres degustar
cuantas veces quieras, creo que mi caballerosidad se fue a la
verga cuando la bese en su cuarto, porque este exaltado y
excitado beso, lo estoy usando para desbotonar sus jeans y
meter mi mano con rabieta por la desesperación que tengo
encima.

Emily- Ale – dijo avergonzada y cubriendo su rostro.


No te preocupes – sonreí apartando sus manos con mi mano
libre de su colorado rostro para besarla con más lujuria que
antes, y bajar a su cuello, el que es su punto sensible, por lo
menos, el que he notado por lo cegado que me tiene la
concupiscencia, así poder hacer ligeros círculos en su
entrada y al fin poder escuchar lo que se ha callado en todo
el rato.

Emily- Alessandro – gimió temblando, con eso afirmo que


podía proseguir y sí que seguí, pero mi mente no estaba del
todo nublada en la excitación, sino que sabía que ella no ha
tenido este tipo de actividad, así que solo es cuestión de
tiempo – Alessandro – dijo agitada – siento… siento una…
corriente en mi…-.

No te preocupes, ya acabare – devore intensamente sus senos


y aumente la rapidez de mis ya tres dedos en su entrada, sus
manos estaban en mi cabeza, halando suave y débilmente
mis cabellos, guiándome tímidamente a su cuello.

Emily- Yo… yo ya… no… no aguanto – se vino en mi mano


– perdón – desvió la mirada al espaldar del sofá y hundió su
rostro en él.

Está bien, te llevare a tu habitación – me levante, le acomode


ligeramente la ropa toda desarreglada y la tome en mis
brazos – hay que dormir – le di un tierno beso, y empecé a
andar hasta su habitación, la recosté, cubriéndola con las
frazadas – descansa – acaricie su cabello y le di un beso en la
frente.

Emily- Te amo Alessandro – fue cerrando los ojos – no lo


olvides – se adentró más en las sabanas.

No lo hare – le acaricie el rostro a la dormida Emily – ahora


me desharé de mi situación – vi mi entrepierna – y no sé si el
agua fría baste-.

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