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Curso de Biologia

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Conceptos básicos

Vamos a hablar en esta sesión de conceptos básicos sobre virus. 


Primero comenzaremos con una definición. ¿Qué son los virus? 
Los virus son agentes 
infectivos que contienen información genética en forma de ácidos nucleicos, 
que está protegida, generalmente, 
por estructuras de tipo proteico.
Reproduce el video desde ::26 y sigue la transcripción0:26
¿Cuáles son las características que tienen? 
Siempre tienen que contener un ácido nucleico, 
que puede ser tanto RNA como DNA. 
Sin embargo, es importante resaltar que no tienen ribosomas y, 
por lo tanto, no pueden sintetizar por sí mismos las proteínas. 
Tampoco disponen de un metabolismo propio, 
esto les obliga a ser parásitos, 
es decir, son parásitos obligados. 
Y además, el tipo de parasitismo es intracelular, es decir, 
que únicamente pueden replicar en las células de un huésped que sea susceptible. 
También hay que decir que los viriones; es decir, 
las partículas, lo que normalmente denominamos "virus", no crecen, 
en el sentido de que no aumentan de tamaño, 
sino lo que hacen es se ensamblan a 
partir de los componentes que son sintetizados aparte, 
y para esa síntesis es para lo que necesitan la maquinaria del huésped.
Reproduce el video desde :1:17 y sigue la transcripción1:17
Una pequeña nota histórica sobre la virología. 
El primer virus, precisamente, 
fue identificado en plantas. 
Se trata del virus del mosaico del tabaco, TMV. 
Este virus causaba una enfermedad que estaba siendo estudiada por 
un investigador en Holanda, Martinus Beijerinck, 
que a finales del siglo XIX describió un agente infeccioso con unas 
características peculiares que le diferenciaban 
de otros agentes infecciosos conocidos en el momento, 
con microorganismos que eran retenidos en filtros. 
Este era un microorganismo que era filtrable, es decir, 
pasaba los poros más finos de los filtros disponibles en aquel momento, es decir, 
era más pequeño que las bacterias. 
Aprovecho para decir que el virus del mosaico del tabaco 
nos da una idea de cómo se van a denominar los virus de plantas. 
Se utiliza el nombre del huésped principal en el que se encontraron, 
en este caso el tabaco, 
y el síntoma más característico, en este caso, el mosaico. 
Sin embargo, hay que resaltar que la gama de huéspedes, es decir, 
el tipo de las plantas que pueden ser infectadas por un mismo virus, 
no necesariamente está restringido, puede ser más amplia. 
Es decir, el virus del mosaico del tabaco puede infectar a otras plantas ornáceas, 
como el tomate, por ejemplo, 
y además la sintomatología no siempre va a ser la misma; 
es decir, el virus del mosaico del tabaco en otras plantas o en 
otras variedades de la misma planta no siempre va a causar mosaico, 
puede dar lugar a otro tipo de sintomatología.
Reproduce el video desde :2:46 y sigue la transcripción2:46
Continuando con los conceptos. 
Las partículas estas que decimos, 
los viriones, son en definitiva las estructuras de supervivencia. 
Es decir, tenemos la información 
genética que está rodeada o protegida por estas proteínas, 
pero de alguna manera son inertes, es decir, 
que cuando se estudian los virus 
e incluso se discute en ocasiones si los viriones son seres vivos. 
Sí tienen un efecto sobre seres vivos, por lo tanto, 
sí son patogénicos y, por lo tanto, 
no hay una distinción tan clara. 
Pero sí hay que pensar que esas partículas en sí mismas son inertes. 
La necesidad, por lo tanto, 
es de que exista un huésped susceptible, es decir, 
el ciclo del virus precisa de ese huésped en el que vaya a replicarse. 
Además del virión y el 
huésped hay un tercer elemento que es importante, que es el vector, 
porque muy pocos virus de plantas se diseminan por semillas y 
habitualmente utilizan otro organismo para ir de una planta a otra. 
Las plantas son inmóviles o sésiles, 
no tienen la capacidad de los animales de moverse, 
por lo tanto, los contactos que hay entre ellas son menores, 
y el utilizar un organismo que puede ser, por ejemplo, 
un insecto fitófago que se alimenta sobre plantas, 
para ir de una a otra, es un mecanismo muy habitual. 
Esto nos llevaría a establecer lo que sería el triangulo de la enfermedad 
con estos elementos en los cuales tenemos que tener en cuenta: el virus, 
el huésped y, en la mayor parte de los casos, el vector. 
Esto se puede representar, como veis aquí, 
en el caso de una planta de "Nicotiana benthamiana", 
que es susceptible a determinados virus que se muestran abajo, 
virus flexuoso, y que son transmitidos por insectos, 
como por ejemplo, en este caso una mosca blanca. 
¿Por qué es importante tener en cuenta estos elementos? 
Porque la actividad agrícola epidemiológicamente está muy 
en riesgo de sufrir este tipo de infecciones. 
Ya que estamos hablando de huéspedes genéticamente muy uniformes, 
nos interesa una determinada variedad por el motivo agrícola determinado. 
Si es susceptible, todos ellos van a ser susceptibles. 
Lo mismo ocurre con los vectores. 
Los vectores se van a diseminar porque son fitófagos que se 
están alimentando sobre las plantas, 
y si las plantas no tienen una resistencia frente a ellos, 
pueden esparcir el virus. 
La clasificación de virus, 
la que se utiliza actualmente por el Comité Internacional de Taxonomía, 
ICTV, es la clasificación de Baltimore. 
Es un investigador norteamericano que recibió el 
Premio Nobel en 1975 por sus trabajos y que, 
como veis, identifica hasta siete grupos 
de virus dependiendo del material genético en el que codifican su información. 
Todos ellos tienen que pasar, 
como veis en la parte de abajo, 
por un mensajero que da lugar a los productos génicos derivados de ese mensajero. 
¿Cómo se llega a ese mensajero? 
Puede ser de una manera directa, por ejemplo, 
ese mensajero tiene un sentido positivo directamente copiando una cadena negativa, 
tendríamos los virus del grupo cinco; 
o mediante un paso intermedio, 
que sería los grupos del virus cuatro que son muy abundantes, 
RNA de cadena positiva que pasa a negativa y que daría lugar al mensajero. 
En el caso de DNA, 
es necesario en ocasiones pasar el mismo proceso de DNA a RNA hasta llegar al
mensajero, 
y en ocasiones tenemos el caso opuesto, es decir, 
tenemos la información genética en RNA, 
pero necesita pasar por DNA para replicarse y desde allí dar lugar al mensajero. 
Por último, mostrar la variabilidad de morfología. 
Hemos hablado de estos viriones y he mostrado el virus del mosaico del tabaco 
como varillas rígidas y alargadas, 
pero tenemos virus esféricos, virus icosaédricos, 
virus baciliformes o virus [inaudible] , 
pero con una morfología flexuosa, 
sería el caso de los Closterosvirus que muestra aquí. 
También, resaltar a la derecha de la imagen, arriba, 
los Mastrevirus es un grupo dentro del que se conoce como la familia Geminiviridae, 
en el que son dos elementos circulares unidos que por eso 
hace que sean como gemelos y de ahí el nombre de geminivirus.

Fases del ciclo de infección


[MUSIC] 
Hoy vamos a hablar de las fases del ciclo de infección de los virus.
Reproduce el video desde ::13 y sigue la transcripción0:13
En el ciclo de replicación, 
es esencial que los virus pasen por una serie de etapas, 
cuando son capaces de infectar a un huésped. 
Serían tres etapas esenciales, la replicación, 
el movimiento dentro del huésped, y la transmisión.
Reproduce el video desde ::34 y sigue la transcripción0:34
Esta primera etapa de replicación es la más básica, 
porque es la que permite el equivalente a la reproducción. 
Es decir, desde un virus que comienza una infección, 
al que llamaríamos un virus parental, es capaz de derivar una progenielidad. 
Que serían los descendientes. 
Realmente, lo que implica es una multiplicación. 
No es una reproducción en el sentido de lo que utilizamos con animales o plantas, 
no es una reproducción sexual. 
Si no que es una multiplicación a partir de eso, de un parental. 
En el huésped infectado lo que ocurre es que se multiplican los distintos 
componentes. 
Que como hemos visto en la anterior sesión, 
se necesitan ensamblar para formar la progenieridad. 
Volvemos a tener más billones a partir de las piezas que los compone.
Reproduce el video desde :1:24 y sigue la transcripción1:24
Los elementos necesarios para que tenga lugar esta 
replicación se localizan en un punto. 
En alguna región subcelular que forma, 
lo que daría lugar a un compartimiento adecuado. 
Para que tenga lugar el proceso de replicación. 
Y esto es lo que se llamaría una factoría viral. 
Aquí presento una imagen que es derivada de los recursos 
de los que dispone una página web, ViralZone. 
Donde se resumen muchas de estas cosas, 
en el que se muestra el ejemplo de un virus de cadena positiva. 
Que daría lugar a una serie de de proteínas que codifican en su genoma. 
Y para ello necesita multiplicar su genoma en esas estructuras membranosas. 
Normalmente tienen funciones esenciales, que serían las polimerasas, 
que son necesarias para ese proceso de replicación. 
Y también hay participación de elementos del huésped.
Reproduce el video desde :2:29 y sigue la transcripción2:29
La siguiente etapa, una vez que hemos multiplicado, digamos, 
los genomas virales, es el movimiento. 
En el caso de las plantas, el movimiento dentro del huésped es ligeramente 
diferente a lo que sería el movimiento en un organismo como un animal. 
En el que hay un sistema circulatorio. 
Primero porque las plantas tienen una peculiaridad, 
que es la continuidad simplástica. 
Es decir, todas las células están conectadas entre sí a través 
de plasmodesmos. 
De manera que, una vez que se ha establecido la infección en una célula. 
Es posible llegar sin cruzar, digamos, 
barreras membranosas, al resto de las células del organismo. 
Esto es un proceso, que en teoría, facilita la diseminación de los virus, 
pero que también tiene unas limitaciones. 
Los plasmodesmos son unas estructuras de comunicación, 
pero que están muy reguladas, no permiten que las cosas se muevan. 
Por lo tanto, los virus lo que hacen es, utilizan unas proteínas determinadas, 
que se determinan proteínas movimiento. 
Para precisamente facilitar el paso a través de esas estructuras.
Reproduce el video desde :3:38 y sigue la transcripción3:38
Los tipos de estrategias que utilizan los virus para ese movimiento son diversos. 
Y aquí se resumen también en una imagen de ViralZone, algunos tipos como, 
por ejemplo, la estructura de formación de unos túbulos. 
Que aumentan el límite de exclusión de los plasmodesmos, 
y facilitan el paso de la información genética. 
Que, en otros casos, pues utiliza una manera más contenida, 
para pasar sin necesidad de abrir el poro, si no en unas estructuras más alargadas.
Reproduce el video desde :4:18 y sigue la transcripción4:18
A parte del movimiento de célula a célula, existe también el movimiento sistémico. 
En este caso, ya no estamos hablando de las células contiguas, 
sino que el virus tiene la función de aparecer en zonas distales de la planta. 
Es decir, desde un punto de inicio de infección, 
llegaría a toda la planta, utilizando para ello los haces vasculares.
Reproduce el video desde :4:42 y sigue la transcripción4:42
Este movimiento implica entradas y salidas de distintos tipos celulares. 
Por lo tanto, va a volver a depender del paso de plasmodesmos. 
Pero, además, ese movimiento a larga distancia, 
en condiciones normales, aprovecha el flujo de los fotoasimilados. 
De manera que podemos pensar que los virus van a ir buscando las regiones en 
las que hay una demanda de nutrientes. 
Porque van a seguir ese de flujo.
Reproduce el video desde :5:10 y sigue la transcripción5:10
El tercer punto esencial en el proceso del ciclo vital, sería la transmisión. 
Y como hemos mencionado, en muchos casos la transmisión 
depende de la intervención de un organismo vector. 
Un insecto o otros organismos, como veremos. 
En este caso, lo que necesita el vector es seguir unas etapas 
dentro de la transmisión, que sería una etapa inicial de adquisición. 
Es decir, que adquiere el virus, probablemente en la mayor parte 
de los casos, alimentandose sobre una planta infectada. 
Después ese vector es capaz de desplazarse a otra planta, 
donde tendría que inocularlo. 
Por lo tanto hay una adquisición para adquirirlo, 
y una inoculación después para depositarlo. 
Esto es un proceso que inicialmente se pensaba que era mucho más pasivo de lo que 
es, realmente hay unas estructuras dedicadas. 
En las que hay una especificidad. 
Es decir, no todos los vectores, todos los organismos fitófagos que se alimentan 
sobre plantas, son capaces de transmitir todos los virus.
Reproduce el video desde :6:22 y sigue la transcripción6:22
De hecho si nos fijamos en esta imagen, 
se muestra que mayoritariamente los virus son transmitidos por homópteros. 
Y dentro de ellos por pulgones y mosca blanca. 
Las cifras pues están en torno al 40% y el 30% respectivamente, 
de todos los virus conocidos. 
Hay que tener en cuenta que hay muchos más virus que todavía se están descubriendo. 
Pero sí nos da una idea de la importancia que tienen 
este tipo de vectores homópteros que son insectos fitófagos. 
Pero además con un aparato bucal chupador, 
con lo cual están adquiriendo, con muy poco daño, a la planta. 
Por lo tanto, digamos, 
que se han adaptado bien a lo que sería el proceso de transportar los virus.
Reproduce el video desde :7:13 y sigue la transcripción7:13
Otros vectores que también se muestran aquí, 
pues hay otros insectos como escarabajos, que sí son masticadores. 
Los trips que son chupadores pero de superficie, también ácaros, nemátodos, 
y algunos tipos de organismos tipo hongos. 
Como los plasmodifólidos o Ideales.
Reproduce el video desde :7:33 y sigue la transcripción7:33
En esta tabla se muestra un poco el tipo de tiempos, 
y de períodos que se necesita para esa adquisición e inoculación. 
En medio hablaríamos de una retención, 
que sería el tiempo en el que el vector es virulifero. 
Es decir, es capaz de retener el virus para luego ser posteriormente inoculado. 
Y si os fijaís, tenemos una gradación importante, 
aquí solo he representado por pulgones y moscas blancas. 
Que como vimos son los fundamentales. 
Y en la parte superior se ve que hay pulgones que son capaces de una 
transmisión que se denomina no persistente. 
En lo cual tanto la adquisición como el periodo de retención, como la inoculación. 
Es muy breve, en segundos o minutos es capaz de adquirir el virus. 
No necesita un tiempo de retención, no hay una latencia dentro del vector, 
y lo inocula inmediatamente. 
Y si os fijaís, luego hay ejemplos de distintos tipos de virus. 
Y en algunos casos se necesitan unos factores accesorios que son 
importantes para que el proceso tenga lugar. 
Esto es lo que da la especificidad, 
esas interacciones entre determinados elementos. 
Son las que son necesarias para que un vector sea capaz de transmitir un virus.
Reproduce el video desde :8:51 y sigue la transcripción8:51
Lo mismo pasaría en el caso de las moscas blancas, pues, si os fijáis, 
ahí no tenemos virus no persistentes. 
Si no que empezamos con virus semi persistentes. 
En los cuales, la adquisición es relativamente rápida, u ocurre en minutos. 
Pero necesitan una cierta latencia, y un periodo de inoculación más largo. 
Se necesita en torno a horas, o incluso días para transmitir. 
Y según vamos avanzando, después del no persistente y semipersistente, 
tenemos circulativos. 
Y en el caso de los circulativos, necesitan completar parte de su ciclo 
dentro del vector, y por lo tanto el tiempo. 
Se necesita una latencia, hasta que son virulíferos, 
y el proceso de inoculación también necesita esos tiempos. 
Hay uno representado con una hoja de calendario, 
porque la idea de que nos estamos pasando del tiempo de horas a días.
Reproduce el video desde :9:44 y sigue la transcripción9:44
También hay algunos circulativos propagativos, 
son unos virus muy interesantes, porque realmente propagan. 
Es decir, se replican dentro del vector, en este caso del insecto. 
Con lo cual, realmente, la distinción en sí es un virus de plantas que además es 
capaz de replicar en insectos. 
O un virus de insectos que se replica en plantas también. 
Es difícil de establecer. 
Aquí en estas imágenes, 
lo que os muestro es un poco los detalles de lo que os estaba comentando. 
Esa retención específica, por ejemplo, en el caso de los virus no persistentes. 
Pues tiene lugar en lo que sería la punta de los estiletes del aparato 
bucal chupador de los pulgones. 
En este caso, la retención está mediada por algunos factores derivados del virus, 
en este caso de los potyvirus. 
Tienen un factor que se denomina helper component, 
es una proteína muy esencial para muchas funciones. 
E inicialmente se descubrió que era necesaria para esa retención en 
estructuras.
Reproduce el video desde :10:44 y sigue la transcripción10:44
También hay otras retenciones en otros puntos, por ejemplo, 
en los semipersitentes en la mosca blanca. 
Parece que la retención puede tener lugar en unas zonas 
más internas del aparato digestivo. 
Que sería en zonas no tan cercanas a la punta del estilete. 
Y eso explicaría un poco los tiempos necesarios para que se llegue 
hasta esa zona, y se pase desde ahí. 
En la mosca que os muestro abajo, 
veis también lo que sería un proceso circulativo. 
Es decir, el virus es adquirido, pero necesita llegar al digestivo, 
y desde ahí volver a las glándulas salivares para ser inoculado. 
De nuevo, eso nos da un tiempo de latencia. 
Es decir, se necesita una retención dentro del vector y también, 
los tiempos para la inoculación son más largos. 
[MUSIC]

Relación virus-planta
[MUSIC] 
Hoy vamos a hablar de la relación entre virus y plantas. 
No todos los virus, aunque estemos en un curso de salud vegetal. 
No todos los virus son perjudiciales. 
Y, de hecho, en algunos casos se podría hablar de virus beneficiosos, 
ya que no todos ellos causan enfermedades. 
Y de hecho, 
algunos virus son muy importantes para el mantenimiento de equilibrios ecológicos, 
o sea, que controlan las poblaciones de sus huéspedes.
Reproduce el video desde ::34 y sigue la transcripción0:34
Como ejemplos de virus de plantas que son beneficiosos, 
os muestro aquí la imagen del virus de la rotura del color del tulipán, que le 
confiere una característica que es muy apreciada por los productores de flores. 
Y que sabemos hoy en día que está causada por una infección de Potyvirus. 
Y en la imagen de la derecha, 
deriva del trabajo de la investigadora Marylin Roussie, que descubrió 
que unas plantas que resistían en condiciones de alta temperatura del suelo. 
Por ejemplo, en las zonas volcánicas de Estados Unidos, 
en el Parque de Yellowstone. 
Estas plantas, que sobrevivían en esas condiciones tan extremas, estaban 
parasitadas por un hongo, que a su vez necesitaba estar infectado por un virus, 
que era el que confería esa capacidad de supervivencia. 
Digamos, que esas relaciones ecológicas son esenciales para un cierto Beneficio. 
Sin embargo, a nosotros lo que nos interesa, como he mencionado, 
es la patogénesis, es decir, 
los virus de plantas que son capaces de producir enfermedades. 
Y especialmente, los que son capaces de producir enfermedades en cosechas, 
y causar pérdidas en su rendimiento y en su calidad. 
Aquí os muestro algunas imágenes de típicos síntomas que se causan en hojas, 
pero que también pueden afectar a frutos. 
Y a la derecha tenemos un árbol infectado por el virus de la tristeza de los 
cítricos. 
El nombre oficial es citrus tristeza virus, deriva del Castellano, 
porque ese decaimiento que puede llegar a causar la muerte del árbol, es el más 
característico de la infección por este Closterovirus transmitido por pulgones.
Reproduce el video desde :2:11 y sigue la transcripción2:11
La resistencia frente a los virus se establece a distintos niveles. 
Y, de hecho, existen algunos ejemplos en la literatura, 
que nos permiten saber que existen mecanismos muy específicos que 
nos permiten controlar las infecciones virales. 
Por ejemplo, el gen N de resistencia, 
es uno de los primeros genes identificados por presentar resistencia a un virus, 
en este caso, al primer virus identificado, TMV. 
Y, lo que se muestra aquí es como, frente a una planta susceptible que mostraría su 
mosaico, las plantas que tienen este carácter, que además es dominante, 
es decir, contienen este gen N mayúscula. 
Estas plantas lo que hacen es, restringir la infección a focos donde hay una 
necrosis, y por lo tanto el virus no es capaz de diseminarse, 
el resto de la planta queda protegida.
Reproduce el video desde :2:59 y sigue la transcripción2:59
Este conocimiento de mecanismos de defensa, por lo tanto, puede servir, 
dar la base, al el diseño de estrategias de control de virosis. 
Que serían, por ejemplo. 
Pues, directamente se podría adaptar en plantas transgénicas, 
con parte de las secuencias del genoma del virus, una resistencia frente a ellos.
Reproduce el video desde :3:18 y sigue la transcripción3:18
Algo similar es lo que ocurre con la protección cruzada, 
que es muy parecida a lo que sería una vacunación. 
En el caso de las plantas, infectamos la planta con una cepa atenuada. 
Protegemos frente a la llegada posterior de cepas más dañinas.
Reproduce el video desde :3:34 y sigue la transcripción3:34
Y, en algunos casos, la resistencia está mediada por RNA, y se relaciona con el 
silenciamiento génico, que es lo que os muestro en estas imágenes. 
El silenciamiento génico, de hecho, se ha descubierto muy recientemente, 
y es un mecanismo de interferencia con la expresión de genes, 
con la expresión de genes a nivel de RNA. 
Esto se descubrió concretamente en plantas sin nemátodos, 
prácticamente al mismo tiempo, y de una manera un tanto paradójica, porque. 
Cuando se quería sobre expresar un carácter, por ejemplo, 
estas flores de petunia de color azul. 
Si se quería sobre expresar genes que daban lugar a esa coloración, 
paradójicamente lo que se obtenía era un silenciamiento, es decir, 
los genes dejaban de expresarse, y por lo tanto teníamos esas manchas, 
esas zonas blancas en la flor. 
Entender cómo este proceso tenía lugar ha llevado algo de tiempo, 
pero ahora sabemos que lo que ocurre es una degradación mediada por pequeños RNA 
de esos mensajeros, que van a dar lugar a esos caracteres.
Reproduce el video desde :4:33 y sigue la transcripción4:33
Y realmente, ese mecanismo existe en todos los organismos, y deriva de la necesidad 
de controlar parásitos endógenos, como pueden ser los transposones, 
o parásitos, como pueden ser los propios virus. 
Por lo tanto, 
el silenciamiento está en el origen de esta existencia de este mecanismo. 
Es una vía endógena que da lugar a la regulación de muchos genes, 
mediada por microRNAs, pequeños RNAs que controlan la expresión de otros genes. 
Es un mecanismo de regulación por encima de lo que se conocía hasta ese momento. 
Nosotros podemos utilizar los virus también para inducir ese mecanismo. 
Por ejemplo, ahí en las imágenes de la parte baja se muestra cómo 
hay plantas en las que, si sobre utilizamos un virus para expresar 
genes que bloquearían la expresión de la acumulación de clorofila, 
pues, tenemos plantas con esa coloración blanca.
Reproduce el video desde :5:35 y sigue la transcripción5:35
A la derecha os muestro los principales mecanismos, muy simplificados sería, 
a partir de una molécula desencadenante de doble cadena RNA. 
Se trocearía por unos elementos, que se denominan dicer, en pequeños siRNAs, 
que serían esos fragmentitos, que se incorporarían en un complejo, 
donde al menos hay una proteína argonauta. 
Ese complejo se denomina RISC, de RNA-induced silencing complex. 
Y es el que es capaz de utilizar esos RNAs de guía para encontrar los 
mensajeros que son degradados.
Reproduce el video desde :6:8 y sigue la transcripción6:08
Para contrarrestar, digamos, la existencia de este silenciamiento génico, 
todos los virus utilizan supresores virales de silenciamiento. 
Es decir, proteínas que son capaces de bloquear la vía, 
como vemos ahí, en distintos niveles. 
Y además, 
esto lo podemos ensayar en laboratorio si utilizamos una agroinfiltración, es decir, 
expresamos individualmente cada una de las proteínas virales. 
Podemos, utilizando un gen marcador como el que se muestra abajo, 
esas zonas agroinfiltradas de una hoja de en la que utilizamos 
como gen marcador GFP, que es brillante, es una proteína de florescencia verde. 
Este tipo de imágenes lo encontráis frecuentemente en la literatura actual, 
porque nos permite identificar lo que serían los supresores. 
Cuando un supresor impide que esa GFP se silencie, 
vemos el brillo tan característico, que sería el caso del HCPro de la derecha. 
Mientras que, en el mismo ensayo, si utilizamos una proteína que no tiene esta 
capacidad de suprimir el silenciamiento, vemos que la GFP se apaga.
Reproduce el video desde :7:15 y sigue la transcripción7:15
Por último, mencionar que esto lo estamos viendo en cada uno de los virus, 
pero que también existe la posibilidad de que las infecciones mixtas den lugar 
a unas interacciones entre los virus. 
Y esto hace cambios en la acumulación, en la respuesta del huésped, 
e incluso en aspectos como la eficiencia de la transmisión. 
Esto, muy resumidamente, se muestran aquí ejemplos de lo que se puede esperar. 
Y a la izquierda tenéis casos concretos, con los que trabajamos en el laboratorio, 
de infecciones mixtas en melón, y abajo en batata, en la que la presencia 
de más de un virus cambia radicalmente la apariencia de las plantas. 
Por lo tanto, las defensas también están mediadas por esa agresión combinada. 
Y este es el final. 
[MUSIC]
Control de virosis vegetales
En esta sesión vamos a hablar del control de virus vegetales. 
Los virus, como hemos mencionado, 
son patógenos y, por lo tanto, 
la resistencia es la mejor manera de abordar su control. 
Idealmente, si podemos utilizar plantas que de manera natural tienen esa resistencia, 
podemos evitar las infecciones y los daños causados por ellas. 
Algunos puntos importantes a tener en cuenta a la hora de 
utilizar la resistencia genética es que puede ser recesiva o dominante. 
La mayor parte van a ser recesivas, 
ya que se trataría de la ausencia de 
un factor esencial para uno de los procesos del virus, 
tanto replicación como movimiento, como transmisión. 
Si recordáis, los virus son parásitos, por lo tanto, 
utilizan mucha parte de la maquinaria del huésped 
y cualquier elemento de esa maquinaria del huésped que no sea compatible con ellos, 
podría dar lugar a un gen de resistencia. 
En ocasiones, la resistencia, 
sin embargo, no es tan sencilla. 
No existe un gen dominante como el gen N o recesivo claro y, por lo tanto, 
el análisis exige que analicemos "Quantitative Trait Locus" (QTL) para poder identificar 
cuáles son los elementos que dan lugar a ese fenotipo de resistencia. 
No siempre es posible identificar a nivel de gen concreto, 
cuál es el responsable de ese QTL. 
Aunque existan esas plantas que son menos susceptibles que otras, 
muchas veces no se puede llegar a determinar. 
Como ejemplos de los que sí se han llegado a conocer: genes de resistencia, 
tenemos los factores de iniciación de la traducción, 
son genes de resistencia frente a muchos virus de RNA. 
Existen factores de susceptibilidad, 
como hemos dicho, tipo recesivo. 
En el caso de interferencia del movimiento también hay casos muy 
interesantes en los cuales se bloquean determinados 
procesos del paso a través de los plasmodesmos o en el 
movimiento a larga distancia por incompatibilidad con alguno de los elementos
necesarios. 
También en el caso de la transmisión se pueden dar fenómenos de resistencia y, de
hecho, 
hay dos genes de resistencia ampliamente utilizados: el gen VAT y el gen MI, 
que no resisten a los virus, 
sino resisten a los vectores de los virus que, por lo tanto, 
bloquearían el proceso del ciclo de diseminación natural. 
Y un punto a tener en cuenta es que, 
incluso identificando y conociendo un gen de resistencia, 
pueden darse eventos de superación, es decir, 
que la durabilidad de esa resistencia no es siempre la necesaria. 
Esto es lo que se muestra aquí. 
Si nosotros ponemos una presión de selección, es decir, 
utilizamos un huésped que no es muy susceptible a un determinado virus, 
el virus va a intentar evolucionar 
para superar esa resistencia y ser capaz de diseminarse. 
¿Cómo se trabaja con esto de una manera práctica? 
Hay distintas estrategias. 
La más tradicional era, 
una vez que se superaba la resistencia, 
que aparecía un patógeno que era capaz de infectar, 
había que buscar otro nuevo gen de resistencia y se iban colocando uno detrás de otro. 
Sin ser el mismo caso, 
pero pensad un poco en infecciones reiterativas como la gripe en humanos, 
como necesariamente tenemos que ir siempre un paso por detrás de la 
evolución que les está confiriendo esa capacidad de infectar de nuevo. 
Otra posibilidad es que podemos utilizar rotaciones tanto en espacio como en tiempo, 
para simplemente no cultivar las plantas que sean susceptibles. 
Nosotros tenemos problemas con una determinada cosecha y la vamos alternando, 
el tiempo en el que esa cosecha no está presente en el terreno, 
reducimos la posibilidad de que el virus se extienda. 
Otro punto interesante sería el que se muestra, 
en el que podemos piramidal, 
es decir, colocar muchos genes de resistencia en la misma planta, cuando se conocen, 
y de esta manera impedimos o dificultamos realmente que la resistencia pueda 
ser superada porque se exige una evolución muy alta al patógeno. 
También se pueden utilizar maneras más ecológicas como sería, 
tanto a nivel regional o en mezclas de distintos genotipos, 
eliminar esa uniformidad de de las cosechas en las cuales la 
susceptibilidad es un problema grave. 
Un punto esencial del control de virosis es el control de los vectores. 
Como hemos visto, la mayor parte de los virus de 
plantas utilizan un organismo vector para diseminarse, por lo tanto, 
si somos capaces de eliminar o de bloquear las poblaciones de esos vectores, 
también estamos indirectamente reduciendo las posibilidades de diseminación. 
Hay que pensar que los vectores han coevolucionado con los virus, es decir, 
que de alguna manera los virus están manipulando a los 
vectores y modifican la manera en lo que ellos 
pueden hacerlo a sus huéspedes para atraerlos. 
Por ejemplo, el propio color de las infecciones virales, esos amarilleos, 
pueden tener una incidencia en la atracción a los 
vectores que van a ser los que se van a encargar de su diseminación. 
Por lo tanto, también en el caso de los virus circulativos, 
podemos tener una manipulación dentro del vector. 
Están los virus dentro del 
organismo que los está diseminando y pueden modificar su comportamiento, 
les pueden generar distintos cambios que facilitan su dispersión tanto como en movilidad 
o en acciones de rechazo o de acercamiento a las plantas. 
Aquí resumo un poco las 
diferentes estrategias que se pueden aplicar de lucha contra virus, 
porque al día de hoy en plantas no se utilizan antivirales por criterios lógicos, 
no hay una antiviral terapéutico como se puede utilizar 
en humanos o en organismos de más valor, 
pero sí se pueden utilizar métodos preventivos. 
Por ejemplo, si partimos de semillas o propágulos que 
estén libres de virus y para eso existen servicios de inspección, 
eliminamos los focos iniciales de la infección. 
También para eliminar reservorios, por ejemplo, 
las malas hierbas que pueden mantener las 
infecciones virales hasta la llegada del siguiente cultivo, 
si las eliminamos también estamos eliminando esos inicios de la epidemia. 
El control de vectores, como hemos dicho, 
el tratamiento con insecticidas, 
pero no solo con insecticidas, 
también el uso de barreras, de trampas, 
métodos de lucha biológica con enemigos naturales, 
nos va a permitir también reducir las poblaciones de vectores y al reducir 
las poblaciones de vectores reducimos la incidencia de los virus. 
La resistencia genética, ya hemos visto que era un método muy 
importante de control y un uso racional, es decir, 
no utilizar siempre el 
mismo gen de resistencia porque estamos creando una presión hacia su superación, 
sino alternarlos y de una manera racional podemos hacer que su durabilidad sea mayor. 
Para esto es importante y existe al día de hoy, 
sistemas de soporte que dan información en tiempo 
real y geolocalizada sobre los inicios de infección, 
de manera que los tratamientos pueden ser mucho más puntuales y más necesarios. 
Este es el año, el año 2020, 
el Año Internacional de la Sanidad Vegetal, 
en el que en concreto se está 
intentando potenciar esa vigilancia ante situaciones de emergencia. 
Y aquí os muestro la información de la que se 
puede disponer de una manera sencilla, por ejemplo, 
en la base de datos de la EPPO que es la European Plant Phatology Organization, 
tenéis un listado para distintos patógenos de plantas y están los virus recogidos, 
mapas en los que se muestra la incidencia, 
en este caso de una epidemia prácticamente global que afectaría, 
este sería el virus de la cuchara que infecta tomate, 
como veis aquí en las imágenes hay unas 
muestras del tipo de síntomas que causa en hojas de tomate, 
y como veis está diseminado por prácticamente toda la zona de cultivo de esta especie. 
Esta información es muy útil porque en 
casos en los que la epidemia todavía no ha llegado a determinadas regiones, 
podemos tomar decisiones más informadas. 
Ejemplos de control exitoso de virosis, 
existen algunos que merecen la pena ser destacados. 
Por ejemplo, el caso del cultivo de papaya 
en Hawaii estaba siendo muy afectado por un potyvirus, 
el "Papaya Ring Spot Virus", 
y el trabajo de investigadores de la región, 
como el doctor Dennis Gonsalves, 
que utilizaron una estrategia de resistencia transgénica que permitió salvar, 
de hecho, toda la industria relacionada con el cultivo de la papaya en Hawaii. 
Es un caso de éxito, aquí veis la muestra de un campo. 
En el centro tenéis las plantas transgénicas resistentes 
y como alrededor hay plantas de tipo tradicional que no eran 
resistentes y que prácticamente han sido aniquiladas por el virus. 
También hemos mencionado el fenómeno de la protección cruzada con cepas atenuadas. 
Este es un concepto muy antiguo, 
pero que se ha revitalizado en la actualidad, por ejemplo, 
el trabajo que os muestro aquí del investigador 
Miguel Aranda de Murcia con la empresa BIOPEP, 
nos muestra cómo se pueden "vacunar", 
entre comillas, las plantas de tomate con una cepa atenuada del virus del "Pepino 
Mosaic Virus" que es un potexvirus bastante dañino para estas plantas. 
Y si utilizamos una combinación de cepas atenuadas 
que impiden la sobre infección por parte de cepas agresivas, 
podemos proteger las plantas y, 
de hecho, se está aplicando con éxito en este caso y hay un resurgir de estas 
estrategias por el coste tan bajo que tienen y la efectividad que producen. 
Con esto terminamos.

FITOPLASMAS Conceptos generales


En el vídeo de hoy veremos conceptos generales sobre bacterias fitopatogénicas, 
que son aquellas que infectan las plantas. 
Las bacterias fitopatogénicas, como todas las bacterias, 
son microorganismos unicelulares muy pequeños, 
entre una y dos micras, 
que por eso tienen que verse bajo el microscopio. 
Se pueden clasificar de muy diversas maneras, 
pueden ser bien bacterias beneficiosas o perjudiciales 
y causan un daño para el organismo. 
Pueden ser epifitas, si viven en la superficie de la planta o endófitas, 
si viven en el interior y pueden ser residentes, 
si tienen una asociación permanente con el hospedador o transitorias, 
si solamente tienen una relación más temporal. 
La forma más común de bacterias fitopatógenas son los bacilos, 
que son como bastones, 
pero también hay cocos y hay otros tipos como espirales, pleomorfos, etcétera. 
Referente al material genético de las bacterias que infectan las plantas, 
tienen ADN en el cromosoma, 
pero también tienen ADN en plásmidos. 
Los genes que se sitúan en plásmidos controlan los genes de 
virulencia y también otros genes de control biológico. 
Estas bacterias fitopatogénicas suelen tener apéndices, 
que son importantes también para la virulencia. 
Estos pueden ser o bien flagelos para la movilidad, fimbrias, pili. 
Incluso, hay algunas bacterias que no tienen ninguno y siguen siendo infecciosas. 
Las bacterias fitopatogénicas, hay algunas que son bastante difíciles de cultivar, 
algunas crecen muy lentamente, 
los medios son complejos. 
Por ejemplo, aquellas que viven en el floema de las plantas son difíciles de cultivar. 
Por otro lado, la mayoría de bacterias que infectan plantas son aeróbicas, 
aunque algunas son anaeróbicas facultativas y muy pocas son anaeróbicas. 
Por último, las bacterias fitopatogénicas son capaces 
de secretar pigmentos o compuestos volátiles, 
como por ejemplo el etileno, 
que pueden tener también funciones de virulencia. 
Lo que define a una bacteria patogénica es el hecho de que es transmisible; 
es decir, que puede pasar de un hospedador a otro, 
que es capaz de adherirse a las células huésped, 
que puede invadir células y tejidos del huésped. 
Esto en plantas es importante referente a los tejidos, 
porque normalmente las bacterias no entran dentro de las células, 
sino que se quedan en el exterior y por lo tanto, 
es importante la adherencia al exterior de la célula. 
Tienen sistemas para evadir el sistema inmunitario del huésped, 
como hemos visto anteriormente en la parte de inmunidad, 
y por último, son tóxigénicas, es decir, 
son capaces de generar toxicidad en el hospedador. 
Las causas de la enfermedad en plantas pueden ser, 
o bien por la destrucción de tejidos, 
lo cual se conoce por "invasibidad", 
o bien por esta capacidad de producir toxinas que también destruye tejidos. 
O bien, porque se sobre estimula el sistema inmunitario del huésped y 
esto causa una reacción que es dañina para el hospedador, para la planta. 
En cuanto a la supervivencia, es muy importante 
entender los modos de supervivencia de estas bacterias fitopatógenas, 
ya que pueden vivir en muy diversos ambientes 
y no todos ellos están muy bien conocidos dentro de su ciclo de vida. 
Normalmente, se estudian las fases dentro de la planta, 
pero las bacterias tienen la capacidad de sobrevivir en muchos otros 
ambientes que están menos estudiados. 
Pueden vivir en restos de planta, vivos o muertos. 
Pueden vivir en semillas, 
dentro o fuera de estas semillas. 
Pueden mantenerse por largos períodos en el suelo, 
en un suelo que se mantiene infectado. 
Pueden también pasar de un año a otro dentro de 
hospedadores perennes que pueden ser sintomáticos o asintomáticos. 
También hay muchas bacterias que pueden sobrevivir en el agua, 
a bajas densidades, pero sobreviven, y también, 
en objetos inanimados o en insectos que son luego transmisores de las enfermedades, 
ya que al ponerse en contacto con las plantas 
pueden a veces inyectar o transmitir estas bacterias. 
Las bacterias fitopatogénicas se caracterizan, 
también, por una muy fácil diseminación, 
como son tan pequeñas, 
es muy fácil que se dispersen por diferentes medios. 
Además, hoy día, con la expansión del monocultivo, 
hace que los inóculos se aumenten 
muy rápido y esto facilita la diseminación de las bacterias. 
Pueden transmitirse por viento, 
con partículas de suelo o de arena, 
también como aerosoles, cuando hay las fluctuaciones de temperatura entre noche y día; 
y luego, también las semillas que pueden estar infestadas; es decir, 
que tienen bacterias en la superficie o infectadas cuando tienen bacteria en el interior. 
También a través de maquinaria, 
ropa y material agrícola y por último, 
insectos y pájaros también son discriminadores de estas bacterias. 
La forma de entrada de las bacterias suele ser a través 
de aperturas naturales de la planta, como pueden ser, 
por ejemplo, los estomas o las lenticelas, 
pero también entran por heridas. 
Los insectos pueden inyectar directamente las bacterias dentro de la 
planta y también por la actividad humana; es decir, artificialmente. 
En cuanto a la sintomatología más común, 
manchas que se producen en hojas y en frutos, 
también los Blight que se producen en hoja y en tallo, 
podredumbre en raíz y en tubérculo; 
porque son ricos en azúcares y finalmente, 
marchiteces que son vasculares y tienen lugar 
cuando la bacteria colapsa la vasculatura y esto causa que la planta entera se marchite. 
El control bacteriano es muy problemático, 
por ejemplo, en comparación con el control de hongos. 
Esto es debido a que las bacterias cuando encuentran condiciones 
favorables para su dispersión y para su 
supervivencia aumentan muy rápidamente 
y la enfermedad se desarrolla muy rápidamente en estas condiciones favorables. 
Hay diversas estrategias de control, 
que se pueden aplicar varias de ellas al mismo tiempo, es recomendable. 
La primera es exclusión; 
es decir, hacer que la bacteria no llegue a un sitio determinado. 
Entonces hay puntos de control de material que llega de otros países, por ejemplo. 
Pero, el problema aquí, 
es que las bacterias pueden encontrarse latentemente en un material vegetal; es decir, 
que estén por debajo de los umbrales de detección y al plantar ese material, 
entonces empiece la infección y se expanda muy rápidamente. 
La segunda manera es a través de la erradicación del 
inóculo una vez se ha producido esta infección, 
pero las bacterias tienen gran capacidad de supervivencia, 
con lo cual esto también es bastante complicado. 
El control químico es una posibilidad, 
pero en Europa los antibióticos no están autorizados y en 
otros países están muy controlados y además, 
las bacterias desarrollan rápidamente resistencia, 
tanto a los antibióticos como a otros compuestos, 
como puede ser el cobre. 
Otra posibilidad es el control biológico, 
que esperemos que mejore en los próximos años y de hecho, 
hay mucha inversión para mejorar en este sentido, pero hoy día, 
a pesar de que las pruebas en laboratorio funcionan muy bien, 
cuando se pasa a campo, 
este control biológico es poco estable y tiene poca efectividad. 
Y por último, se intenta mejorar la resistencia en 
el huésped a través de modificación genética o "branding", 
introversión de genes de resistencia. 
Y aquí es muy importante conocer las bases de esta 
interacción planta-patógeno para poder crear nuevas variedades. 
Por último, pensando en un futuro, 
¿qué es lo que se busca en la lucha contra las bacterias patógenas? 
Es una resistencia duradera y sostenible. 
Esto pasa por mejorar nuestro conocimiento de cómo la planta reconoce a la bacteria, 
cuáles son las vías de señalización que se activan y como hemos dicho, 
mejorar en las técnicas de biocontrol y también, 
en las técnicas de monitorización 
y predicción de enfermedades para poder actuar más rápidamente.
En el vídeo de hoy veremos conceptos generales sobre bacterias fitopatogénicas,:
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Estrategias de virulencia
[MUSIC] En este video hablaremos de las 
estrategias de virulencia que tienen las bacterias fitopatógenas. 
Las bacterias fitopatógenas entran en el huésped, en la planta. 
A través de espacios intercelulares, a través de heridas o aberturas naturales.
Reproduce el video desde ::23 y sigue la transcripción0:23
Ellas no necesitan penetrar la célula pero deben tener formas de adherirse. 
Es decir, la mayoría de bacterias fitopatógenas viven 
en espacios intercelulares. 
Entonces, es muy importante la adhesión y el poder secretar moléculas que causen la 
enfermedad.
Reproduce el video desde ::39 y sigue la transcripción0:39
Los principales sistemas de virulencia de las bacterias son las enzimas de 
degradación de la pared celular vegetal. 
Sistemas de adhesión, 
sistema de secreción para insertar moléculas dentro del citoplasma. 
Toxinas bacterianas y también polisacáridos extracelulares. 
En las siguientes diapositivas veremos cada una de ellas.
Reproduce el video desde :1:1 y sigue la transcripción1:01
Es importante, aquí hay un resumen de las diferentes determinantes de virulencia. 
Y es muy importante el saber que para que se activen estos sistemas de virulencia. 
La bacteria tiene que percibir que está en contacto con una planta. 
Entonces, hay señales externas que inducen todos estos sistemas de virulencia.
Reproduce el video desde :1:22 y sigue la transcripción1:22
El primer sistema son las enzimas de degradación de la pared celular. 
Esto es importante porque la bacteria tiene que avanzar a través de la pared 
para llegar a estar en contacto con la célula vegetal.
Reproduce el video desde :1:34 y sigue la transcripción1:34
Las paredes celulares de las plantas están compuestas principalmente por tres 
polisacáridos, la celulosa, la hemicelulosa y la pectina. 
En leñosas, además, también está la lignina que es más difícil de degradar. 
Pero las bacterias también poseen sistemas para la degradación de la lignina.
Reproduce el video desde :1:51 y sigue la transcripción1:51
El número de genes que codifica para la degradación de estos diferentes 
polisacáridos varía entre diferentes cepas de bacterias. 
Pero suelen tenerlos porque es esencial para su progresión dentro de la planta. 
Estas enzimas incluyen pectinasas, celulasas, 
proteasas y xilanasas según el polisacárido que degraden. 
Las pectinasas se ha visto que son las más importantes para la patogénesis. 
Porque son las responsables de la maceración de tejidos. 
Al degradar sustancias pécticas que forman parte de la lámina media.
Reproduce el video desde :2:25 y sigue la transcripción2:25
Otro factor de virulencia son las fitotoxinas y los polisacáridos. 
Fitotoxinas y también hormonas vegetales. 
Estas se caracterizan por ser moléculas pequeñas de bajo peso molecular. 
Y causan o bien un daño directo a las células vegetales, 
en el caso de las fitotoxinas. 
O bien modulan el metabolismo de las células vegetales para promover el 
desarrollo de síntomas. 
Por ejemplo, tumores que serían beneficiosos para la bacteria. 
Y esto es a través del crecimiento de tejidos de la planta mediante 
señalización por hormonas. 
O bien toxinas como, por ejemplo, 
la coronatina que existe en la bacteria Pseudomonas syringae. 
Que lo que hace es copiar los mecanismos de una hormona vegetal como el ácido 
jasmónico. 
Para inhibir la señalización por ácido salicílico que es esencial para 
inducir las defensas de las plantas. 
Por otro lado, también son importantes los polisacáridos. 
you que las bacterias tienen capacidad de secretarlos al medio.
Reproduce el video desde :3:24 y sigue la transcripción3:24
Por ejemplo, los polisacáridos extracelulares, conocidos como EPS, 
son muy importantes en la patogénesis de muchas bacterias. 
Estos polisacáridos proporcionan, por un lado, 
resistencia frente al estrés oxidativo. 
you que las plantas, al reconocer la bacteria, inician una respuesta 
de síntesis de especies reactivas de oxígeno contra la bacteria. 
Pero también se ha visto que pueden ser importantes para la formación de un 
biofilm dentro de la planta por parte de las bacterias.
Reproduce el video desde :3:53 y sigue la transcripción3:53
Este EPS es producido por las bacterias fitopatógenas en cantidades masivas. 
Aquí en la imagen pueden ver un ejemplo, por ejemplo, 
es un tallo de tomate infectado con la bacteria vascular ralstonia solanacearum. 
Que ha sido cortado y pueden ver este moco blanco que sale del tallo. 
Todo esto es exopolisacárido producido por la bacteria dentro de la planta.
Reproduce el video desde :4:21 y sigue la transcripción4:21
Otro sistema de virulencia es el sistema de secreción de tipo III. 
Cabe decir que las bacterias tienen diversos sistemas de secreción, 
del I al VII. 
Pero el III es el más importante para la virulencia, 
y por esto es el que veremos aquí.
Reproduce el video desde :4:35 y sigue la transcripción4:35
Su función principal es el transporte de proteínas desde el citoplasma de la 
bacteria hasta el citoplasma de la planta. 
Y, para ello, hace falta formar una estructura muy compleja que es este 
sistema de secreción de tipo tres. 
Los genes que codifican este sistema de secreción de tipo III se pueden 
clasificar como componentes estructurales. 
Que son los que formarían este tipo como de inyección que va de un 
citoplasma al otro. 
Y son genes muy conservados a través de diferentes tipos de bacterias. 
Son los genes hrp que veremos en un momento. 
Por otro lado, están los componentes secretados y estos son proteínas de 
muy diversa índole, hay poca conservación entre ellos. 
Cada cepa bacteriana es capaz de producir un número determinado de estas moléculas. 
Que también se conocen como efectores o factores de virulencia. 
Como pueden ver en la imagen, 
la estructura del sistema de secreción de tipo III. 
Está formada por una especie de aro en la membrana interior de la bacteria. 
Que continúa con otro aro en la membrana exterior de la bacteria. 
Y esto continúa con lo que se conoce como pilus. 
Que tiene una longitud indeterminada hasta que llega a entrar 
en contacto con una célula vegetal. 
Donde forma la estructura final que es el traslocón, 
que forma un poro en la membrana de la planta. 
Y esto permite que estos efectores, en un proceso mediado por energía o ATP, 
pasen de la célula bacteriana a la célula vegetal.
Reproduce el video desde :6:9 y sigue la transcripción6:09
Como hemos dicho, los componentes estructurales de este sistema de 
secreción de tipo III está muy conservado, son los genes hrp. 
Aquí pueden ver en el esquema de la izquierda que estos genes existen tanto en 
bacterias que infectan a animales. 
Como pueden ser Shigella, Salmonella o Yersinia, 
como en bacterias que infectan a plantas, como Ralstonia o pseudomonas. 
Son unos clusters muy conservados de genes y son esenciales para la virulencia. 
Esto se puede ver en las imágenes de la derecha. 
Aquí tenemos tomate que ha sido infectado con una bacteria, Ralstonia solanacearum. 
En la derecha está una bacteria de tipo salvaje y a la izquierda con 
una bacteria donde los genes hrp han sido mutados. 
Pueden ver que la bacteria con los genes hrp mutados no es 
virulenta porque la planta sigue sobreviviendo. 
Mientras que la planta infectada con la bacteria control muere rápidamente. 
Estos genes también son importantes para el reconocimiento en especies vegetales 
que pueden reconocer una determinada bacteria. 
Aquí, por ejemplo, tenemos la misma bacteria, Ralstonia solanacearum, 
que infecta en una planta de tabaco. 
La planta de tabaco puede reconocer a esta bacteria a través de sus efectores, 
a través de sus receptores NLR. 
Pues bien, si el sistema de secreción de tipo III está mutado. 
La bacteria no secreta efectores en el interior del fitoplasma de las células. 
Con lo cual estas no pueden reconocerlas y no se causa una respuesta hípersensible o 
muerte celular. 
[MUSIC]

Percepción
[MUSIC] 
En este vídeo veremos cómo las células vegetales son capaces 
de percibir las bacterias fitopatogénicas. 
Como vimos anteriormente, todas las células vegetales están 
equipadas con un sistema de receptores de membrana. 
Que son responsables de la respuesta PTI. 
Y un sistema de receptores intracelulares, o NLR, 
que son responsables de la respuesta ETI, por Effector Triggered Immunity. 
Para la percepción de la bacteria a nivel de membrana, hay una serie de receptores, 
algunos de ellos bien caracterizados. 
Que reconocen patrones conservados de la bacteria, 
patrones moleculares conservados. 
Como pueden ver en el esquema, 
muchos de estos receptores están compuestos por una parte extracelular. 
Que está formada por leucine-rich repeat. 
Es decir, es un dominio repetitivo de reconocimiento. 
Seguido por un dominio transmembrana, 
y a nivel intracelular tienen un dominio quinasa. 
Que cuando se reconoce el ligando o el patrón conservado de la bacteria. 
Esto inicia una cadena de fosforilación que lleva 
a la activación de la primera fase del sistema inmune. 
De entre estos receptores, el mejor caracterizado es FLC2, 
que reconoce unos epítopos de la flagelina bacteriana. 
Hay diferentes tipos de epítopos que se pueden reconocer por parte 
de este receptor. 
Y en cualquier caso, esto iniciará una señalización común aguas abajo. 
También existe otro receptor bien caracterizado, que es EFR, 
que es capaz de reconocer un factor de elongación de las bacterias.
Reproduce el video desde :1:51 y sigue la transcripción1:51
Y existen otros diferentes receptores de tipo PRR. 
Los dominios pueden ser de diversos tipos, como he dicho, 
los de leucine-rich repeat son los más conocidos. 
Pero también hay otros receptores, que tienen otro tipo de dominios, 
que pueden estar o no fusionados a quinasa en el interior de la célula. 
Y que son activados por otro tipo de molécula bacteriana, 
que es el peptidoglicano, que es parte de su pared celular.
Reproduce el video desde :2:19 y sigue la transcripción2:19
Por último, existen receptores de membrana, 
que se denominan receptor-like proteins, que son huérfanos. 
Es decir, todavía no se conoce el ligando. 
Actualmente hay una investigación muy activa para entender cuáles son los 
ligandos que reconocen estos receptores. 
Y activan las señales intracelulares.
Reproduce el video desde :2:38 y sigue la transcripción2:38
Aprovecho para mencionar aquí que también para esta respuesta inmune es muy 
importante la percepción de peligro. 
Existe en paralelo a estos receptores de DAMPs, 
de MAMPs, perdón, receptores de DAMPs. 
DAMPs son las siglas en inglés de patrones moleculares asociados a peligro, 
por danger. 
Estos receptores estructuralmente son parecidos a los MAMPs, es decir, 
tienen su dominio intracelular. 
Que puede ser quinasa, y su dominio extracelular de percepción de ligando. 
Que puede ser también un leucine-rich repeat, u otro tipo de dominio. 
Y aquí lo que se percibe, no es directamente la bacteria, 
si no los efectos de la infección. 
Por ejemplo, en el caso de los PEPRs que ven en la izquierda, 
lo que perciben son los Pep peptides, los péptidos Pep. 
Estos péptidos, son péptidos que son parte de proteínas de la planta, 
pero que por la acción de la bacteria se cortan. 
Y es la planta que percibe sus propios péptidos que le dan señales de peligro. 
Esto activa de otra manera el sistema inmune, 
y también es importante para una respuesta conjunta y eficiente contra la bacteria.
Reproduce el video desde :3:50 y sigue la transcripción3:50
Una vez se ha percibido la bacteria a nivel de membrana, 
esto activa unas cadenas de señalización que ya se han visto anteriormente. 
Y en gran parte son comunes, 
independientemente del patógeno que las elicite. 
Y es lo que son estos componentes de defensa aguas abajo. 
El reconocimiento del patógeno, lleva a la deposición de callosa en el exterior de 
la célula, que previene el crecimiento de la bacteria. 
Reforzamiento de la pared celular para evitar el movimiento de la bacteria, 
y aislarla de la célula. 
Y secreción de compuestos antimicrobianos, 
y especies reactivas de oxígeno dirigidos contra el patógeno para intentar evitarlo.
Reproduce el video desde :4:28 y sigue la transcripción4:28
Por otro lado, como parte del componente de Effector Triggered Immunity que hemos 
visto anteriormente. 
Existen receptores intracelulares capaces de percibir la bacteria, 
en este caso, indirectamente. 
No perciben a la bacteria directamente, si no a los efectores que son secretados 
a través del sistema de secreción de tipo tres. 
Dentro de la célula vegetal. 
Estos receptores, como hemos visto anteriormente, son proteínas NLR, 
que están compuestos pues por varios dominios. 
Están conservadas entre diferentes plantas, 
pero también tienen un alto grado de conservación. 
Con proteínas receptoras del sistema inmune en animales.
Reproduce el video desde :5:10 y sigue la transcripción5:10
En el sistema innato inmune de animales. 
Los dominios de estas proteínas en plantas. 
Tienen un dominio N terminal, que es el más variable, 
y aquí puede tener diversos motivos. 
El motivo TIR o el motivo CC. 
Y normalmente, esto ha sido discriminatorio para 
clasificar esta proteína según un tipo u otro. 
El dominio central es el nucleotide binding site. 
Y aquí es donde se une la molécula de ADP, que cuando la proteína se activa, 
se intercambiará por un ATP.
Reproduce el video desde :5:41 y sigue la transcripción5:41
Por último, existe el dominio repetitivo, el leucine-rich repeat, 
que se basa en una serie de repeticiones de leucina. 
Y este dominio puede estar adicionado por otros motivos, 
que pueden ser extra, y que pueden servir también de engaño a la bacteria.
Reproduce el video desde :5:58 y sigue la transcripción5:58
Porque imitan dianas de esta bacteria dentro de la planta.
Reproduce el video desde :6:6 y sigue la transcripción6:06
La percepción de las proteínas efectoras por parte de estos NLR puede ser 
directa o indirecta. 
Directa, como se ve en el esquema de la izquierda, 
es que el efector se une directamente a la proteína NLR. 
Es decir, es una unión entre estas dos proteínas. 
Indirecta, se basa en que el efector bacteriano causa una modificación 
en una proteína determinada dentro de la célula vegetal. 
Y es esta modificación lo que es percibido por la proteína NLR, ¿de acuerdo? 
Y esto es lo que se conoce como el guard model dentro de la inmunidad vegetal.
Reproduce el video desde :6:44 y sigue la transcripción6:44
Este reconocimiento, directo o indirecto, puede dar lugar, 
si es suficientemente elevado. 
A una respuesta hipersensible o muerte celular programada. 
[MUSIC]

Epidemiología y modelaje
También en todo el ámbito del modelaje ha sido muy importante 
el desarrollo de nuevas técnicas de fenotipado muy eficientes. 
Este fenotipado se puede realizar a pequeña escala o a gran escala mediante 
los drones que son capaces de fenotipar parámetros 
muy diversos en campos de cultivo muy amplios. 
Aquí lo que yo presento es un fenotipado a pequeña escala, como ejemplo, 
para que puedan observar cómo diferentes enfermedades se pueden diferenciar basadas 
simplemente en imágenes tomadas por una cámara, 
y manipulación posterior de imagen. 
Esto permite ver qué patógeno la ha causado, y esto se puede escalar, 
de manera que los datos obtenidos y la calidad de predicción 
aumenta exponencialmente con estos sistemas. 
Esto está en sus inicios, pero se espera que en el futuro se desarrolle mucho más. 
Finalmente, quería destacar la importancia 
del estudio básico de las interacciones entre plantas y bacterias a la hora 
de desarrollar aplicaciones que tengan utilidad en el campo. 
Y aquí he puesto diversos ejemplos. 
Por ejemplo, estudiando los determinantes de virulencia en bacterias, 
se ha podido desarrollar nuevos fitosanitarios 
a través de inhibidores de la virulencia de estos determinantes bacterianos. 
Por otro lado, un mejor conocimiento de las dianas de los efectores 
bacterianos lleva al descubrimiento de genes de susceptibilidad. 
Aquí se puede plantear de hacer mutantes de la planta de estos genes 
de susceptibilidad, 
que serían más resistentes a la bacteria porque no tendrían esta diana del efector. 
Por último, el estudio del reconocimiento de efectores puede llevar al 
descubrimiento de nuevos genes de resistencia. 
El conocimiento de más de estos genes puede llevar a aproximaciones de 
introgresar o introducir mediante transgénesis estos genes dentro de las 
plantas cultivadas para ampliar el espectro de resistencia frente 
a diversos patógenos. 
[MUSIC]

Fitoplasmas I
En este vídeo titulado "Fitoplasmas I" os presentaré 
las generalidades, la distribución mundial, 
los huéspedes y sus ciclos, a grandes rasgos, 
para comprender cuál es la problemática de estos 
patógenos y cuál puede ser una forma de control. 
Los fitoplasmas son enfermedades de gran importancia económica, 
afectan a más de 1.000 especies vegetales, son procariotas fitopatógenos, 
parásitos obligados del floema de las plantas y de las células de los insectos vectores, 
no son cultivables, son sensibles a tetraciclinas, 
pleomórficos filamentosos o esféricos y sin pared celular. 
Normalmente tienen menos de un micrómetro de diámetro 
y su genoma está extremadamente reducido. 
Por esta razón no son cultivables, 
ya que les faltan metabolitos básicos para su crecimiento. 
Su distribución es prácticamente por todo 
el mundo y afecta a cultivos de gran importancia, 
llegando a provocar colapso y muerte generalizada de 
cientos de miles de hectáreas en algunos casos. 
En el año 1967, 
después de observaciones a través de microscopio electrónico, 
se llega a la conclusión de que eran agentes patógenos 
procariotas y se les llamó "Micoplasma like origanisms", "MLO's". 
A partir del año 92, 
la IRPCM propuso el término "Phytoplasma" y desde 
2004 se propuso el nuevo taxon: "Candidatus Phytoplasma", 
basado en el gen 16 SR para clasificar a los procariotas. 
Su sintomatología es bastante específica, 
donde desarreglos hormonales evidentes y muy 
característicos se detectan mediante técnicas de detección molecular, 
de genética molecular, como serían PCR, QPCR y LAMP, 
y de los cuales disponemos de 
iniciadores generales e iniciadores de cada especie para poderlos diferenciar. 
Son transmitidos de manera natural por diversas familias de insectos del orden hemíptera, 
todos ellos picadores-chupadores del floema 
y también se transmiten por multiplicación vegetativa, 
es decir, injertos, estaquillas o incluso por la planta parásita cuscuta. 
Su transmisión se da en un modo circulativo, propagativo y persistente; 
la adquisición puede variar entre dos horas y dos días y la incubación, 
aproximadamente, tarda más o menos unos 21 días, 
dependiendo del patógeno y del vector concreto. 
Todas las especies transmisoras de fitoplasmas pertenecen al orden de los hemípteros, 
concretamente a los subórdenes. 
"Auchenorrhyncha" y "Sternorrhyncha", principalmente; 
"Auchenorrhyncha" son las cicadellas y los cixíidos y "Sternorrhyncha", 
entre otras moscas blancas, los psílidos. 
Pueden ser vectores polífagos, olífagos o monófagos. 
En función del rango de especies que se alimente el vector, 
tendrá una epidemiología u otra y unos huéspedes alternativos al cultivo diferentes. 
Como ya he dicho, están distribuidos en el mundo. 
Aquí podemos ver un mapa de los fitoplasmas de gramíneas, cómo se distribuyen. 
Los principales grupos serían: el "Aster yellows", 
el "X- Disease", el "Coconut lethal yellows" del grupo cinco, 
el "Elm Yellows" del grupo cinco (el "Coconut lethal yellows", perdón, 
es del grupo cuatro), el "Almond lethal disease" del grupo nueve, 
el grupo diez que serían los fitoplasmas de frutales, 
principalmente presentes en Europa, 
y el grupo 12 que sería el "Stolbur", 
causantes de enfermedades que más adelante veremos en más detalle. 
¿Cómo se pueden combatir estas enfermedades? 
No hay un tratamiento curativo directo, 
por tanto siempre tenemos las medidas de control indirectas que serían: evitar la 
infección o antibióticos que no están autorizados en Europa; medidas de exclusión, 
erradicación y contención del patógeno, 
incluyendo cuarentenas y prohibiciones 
de movimientos de plantas de zonas afectadas; por otro lado, 
se puede controlar la fuente de inóculo a los huéspedes vegetales cultivados o 
silvestres de este patógeno y también se pueden controlar los vectores, 
a través del manejo de las plantas huéspedes del vector, 
a través de insecticidas, 
depredación, captura masiva o barreras físicas. 
También tenemos otra gran herramienta que es la resistencia o tolerancia vegetal. 
Más bien, en el caso de los fitoplasmas sería tolerancia, 
más que resistencia pura, 
y tratamientos de inducción de defensas o de 
organismos que suprimen la acción de los fitoplasmas, 
ocupando su lugar en el floema. 
Como gran tema teórico de control 
indirecto de enfermedades tenemos el triángulo del ciclo patológico, 
en el cual podemos ver que hay tres grandes puntales: uno sería el vector, 
otro sería el huésped vegetal y otro sería la bacteria propiamente dicha, 
y las infinitas combinaciones que se pueden dar entre estos tres factores. 
Siempre la estrategia se dará con las herramientas de control más 
efectivas para cada patosistema y circunstancias de cultivo. 
Aquí tenemos un pequeño diagrama, más bien grande, 
de las posibles opciones que tenemos en función de nuestras alternativas de control, 
que en cada caso sería diferente y cada caso tiene sus especificidades. 
Por mi parte, por esta parte de "Fitoplasmas I", 
más o menos, ya está todo dicho.

Fitoplasmas II
[MUSIC] 
En este video veremos con más detalle los 
fitoplasmas de mayor importancia en Europa. 
Centraremos en su control, su transmisión, y cuáles son sus ciclos patológicos.
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El primer grupo y más importante de los fitoplasmas en Europa, 
es el grupo de los fitoplasmas frutales. 
Entre los cuales tenemos apple proliferation, 
de los género Malus de los manzanos. 
El European stone fruit yellows, de los frutales de hueso. 
El pear decline del peral. 
Y, como anécdota secundaria, el spartium witches' broom, 
o escobas de bruja de la. 
Este grupo de fitoplasmas se transmiten de manera natural mediante insectos de la 
familia de los Psílidos. 
Su genoma es extremadamente reducido, incluso de entre los fitoplasmas. 
Son endémicos de muchas zonas de Europa, en las cuales incluso llegan 
a impedir el cultivo de ciertas variedades o especies frutales. 
Y su epidemiología es dependiente del rango de huéspedes vegetales 
de las poblaciones de Psílidos vectores, 
y de los ciclos vitales de todos estos organismos en cada uno de los lugares. 
Como primer miembro de este grupo de fitoplasmas tenemos 
a Candidatus Phytoplasma mali, está distribuido por toda Europa, 
Oriente Medio, y en el Mediterráneo. 
Como síntomas principales, está la proliferación, o escoba de bruja. 
Estípulas foliares hipertrofiadas. 
Y, perdida de vigor, de producción, y de contenido de azucares en el fruto.
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Sus plantas huéspedes pertenecen al género Malus, ya sean cultivados o silvestres. 
Y sus vectores son los Psílidos que se alimentan del género Malus, 
principalmente, Cacopsylla picta y Cacopsylla melanoneura. 
Cacopsylla picta es el vector principal por su rango de huéspedes y 
distribución geográfica, y su eficiencia de transmisión. 
Y, Cacopsylla melanoneura es un vector mucho más reducido a unas 
condiciones especiales en el Valle de Aosta en Italia. 
Crataegus ssp, pese a no ser malus, también es huésped del fitoplasma y del 
vector, pero tiene un papel secundario hasta el momento.
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Estos vectores tienen una generación al año. 
Pasan las ninfas en primavera sobre los malus, son absolutamente monofagas. 
Después emigran en verano, dispersándose hacia coníferas. 
Y es cuando pasa el invierno cuando transmiten la enfermedad en primavera, 
en recolonizar otra vez los campos de manzano para poner los huevos. 
El ciclo de vector y el fitoplasma son concordantes. 
Y ha habido una gran coevolución entre vector y fitoplasma, 
llegando a manipular el comportamiento del insecto.
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En cuanto a Candidatus Phytoplasma prunorum, el agente causal de 
European stone fruit yellows, sus principales síntomas son la clorosis, 
el desfase fenológico, las proliferaciones, y el colapso. 
Y se halla ampliamente distribuido por toda Europa, 
y por la Cuenca Mediterránea, incluso llegando hasta Irán.
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Sus huéspedes son las plantas pertenecientes al género Prunus. 
Entre ellos tenemos Prunus spinosa, Prunus cerasifera, 
Prunus avium más tolerante, Prunus salicina, armeniaca, 
y Prunus persicae, el melocotonero, que son susceptibles. 
Cacopsylla pruni presenta un ciclo vital muy parecido al de Cacopsylla picta, 
con una generación al año. 
Reproduciéndose principalmente en huéspedes salvajes, 
y llegando a las plantaciones en primavera.
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En cuanto al decaimiento del peral, 
el tercer miembro de este grupo de fitoplasmas, el ciclo es algo diferente. 
Presenta, como síntomas principales, enrojecimiento, 
enrrollamiento, clorosis y colapso de los perales. 
Y como vectores principales, los psílidos del peral, es decir, Cacopsylla pyri, 
Cacopsylla pyricola, y Cacopsylla pyrisuga, en función de su distribución. 
Los huéspedes principales de este fitoplasma son todas las 
plantas del género Pyrus, y secundariamente, 
Prunus persicae, causando el peach yellow leaf roll. 
Aquí en la zona mediterránea, el vector principal es Cacopsylla pyri, 
que es también la plaga principal, en estos momentos, del cultivo del peral. 
Se adquiere como ninfa de manera más eficiente. 
Principalmente, la dispersión, en este caso, es secundaria. 
No como en europenes confluyelus, o en Candidatus Phytoplasma mali, 
donde principalmente el inóculo llega desde fuera de la plantación. 
Aquí son los propios perales que nos infectan el resto de la plantación, 
ya que Cacopsylla pyri se reproduce principalmente en el interior del cultivo, 
y tiene diferentes generaciones al año. 
No es el caso de Cacopsylla picta o Cacopsylla pruni.
Reproduce el video desde :5:21 y sigue la transcripción5:21
El control mediante insecticidas es bastante complicado, ya que Cacopsylla 
pyri es una plaga por sí sola, y presenta muchas resistencias a los insecticidas. 
Uno de los puntos clave sería, el control de la primera generación, 
para no tener un aumento exponencial. 
En la eliminación del inóculo, es decir, de los perales enfermos. 
Y el control de última generación, que es cuando hay más eficiencia de transmisión. 
Y siempre favoreciendo la depredación por enemigos naturales, 
y la disminución del vigor de la plantación. 
Que es un hecho que da mucha capacidad reproductiva al vector.
Reproduce el video desde :6:1 y sigue la transcripción6:01
Por otro lado, tenemos a Candidatus Phytoplasma solani, 
que tiene un gran rango de huéspedes. 
Pero, aquí lo centraremos en la enfermedad llamada madera negra de la vid, 
que afecta principalmente al género Vitis. 
Es una enfermedad circunscrita en Europa, práctica y totalmente. 
Y secundariamente, con otros subgrupos de fitoplasmas, 
también la podemos encontrar en Australia o en Asia.
Reproduce el video desde :6:29 y sigue la transcripción6:29
Los huéspedes de Candidatus Phytoplasma Solani pueden ser fresas, solanáceas, 
maíz, muchas plantas silvestres, como lavanda convolvulus ortiga. 
Y causa diferentes enfermedades en función del huésped. 
En el caso de la vid, se le llamaría bois noir, o madera negra. 
El inóculo de esta enfermedad principalmente es silvestre, o sea, 
tenemos una transmisión primaria. 
El vector se multiplica en estas plantas silvestres, 
adquiere la enfermedad, y la transmite al último. 
En el caso de vid, el cultivo es un huésped sin salida, es decir, 
el vector no es capaz de adquirir el fitoplasma de la propia vid, 
sino que lo tiene que adquirir en las plantas salvajes. 
ya que en la vid no tiene tiempo por vuelo y por ciclo, 
de pasar todo el periodo de adquisición. 
Tenemos múltiples vectores de la familia ephysidae en función de 
las especies huéspedes. 
Inóculo son las plantas silvestres, y su control es mediante el control de 
los aductos, y el control de sus plantas silvestres alrededor de la plantación.
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Finalmente, tenemos a la Flavescencia dorada de la vid, que pertenece al grupo 
cinco, es la enfermedad causada por fitoplasmas más fuerte que hay en la vid. 
En este caso, es principalmente por transmisión primaria, 
y hace que su vector, Scaphoideus titanus, 
se alimenta exclusivamente de plantas del género Vitis. 
Secundariamente, puede haber clematis u otras plantas, 
o incluso otros vectores como Dictyophara europaea, 
pero que no tienen un papel principal en la propia plantación de vid. 
Sino que, tienen un papel importante en los ciclos 
secundarios entre plantas huésped alternativas. 
Como podemos ver, los fitoplasmas afectan a muchísimas plantas distintas. 
A modo de resumen, os he presentado los principales en Europa, 
que son en los cuales nosotros tenemos más experiencia. 
Pero, en cada lugar del mundo hay unos fitoplasmas más ligados a la 
zona geográfica, que se pueden comportar saltando a un huésped o 
a otro en función de su abundancia. 
[MUSIC]

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