Agua
Agua
Agua
“AGUA”
NARRADOR:
En el pueblo De San Juan, se puede apreciar un lindo paisaje lleno de flores, cerros, sembríos, pero con un gran
problema con las personas de la comunidad andina que es la falta de agua. Se puede apreciar la plaza de la
comunidad de San Juan, los corredores estaban todavía
desiertos, todas las puertas cerradas, las esquinas de don Eustaquio y don Ramón sin gente. El pueblo
silencioso, rodeado de cerros inmensos, en esa hora fría de la mañana, parecía triste.
ESCENAS 1:
PANTALEONCHA:( Preocupado)! San Juan se está muriendo! La plaza es corazón para el pueblo. ¡Mira nomás
nuestra plaza, es peor que puna! (Se dirige a la plaza y apunta con sus manos todas las cosas)
PANTALEONCHA: (Molesto y alterado) ¡Mentira! Eso no es gente; en Lucanas sí hay gente, más que hormigas.
Se dirigen como todos los domingos hacia los corredores de la cárcel (salen del escenario)
PANTALEONCHA :( Preocupado) Agua, niño Ernesto. ¡No hay pues agua! San Juan se va a morir porque don Braulio
hace dar agua a unos y a otros los odia.
ERNESTO: (Recordándole) Pero don Braulio, dice, ha hecho común el agua quitándole a don Sergio, a doña Elisa, a
don Pedro.
PANTALEONCHA: (Molesto) −Mentira, niño, ahora todo el mes es de don Braulio, los repartidores son
asustadizos, le tiemblan a don Braulio. Don Braulio es como el zorro y como perro.
Llegaron a la puerta de la cárcel.
PANTALEOCHA: (dirigiéndose hacia el público) Antes, cuando había minas, sanjuanes eran ricos. Ahora chacras no
alcanzan para la gente.
ERNESTO: (Apuntando a los sembríos) Chacra hay, Pantacha, agua falta. Pero mejor haz llorar a tu corneta para que
venga gente.
PANTALEONCHA: (Agarra su corneta y sopla fuertemente hasta que resonó en todo el pueblo) ¡Como me gusta esta
canción! (Agarrando su corneta y acariciándola)
NARRADOR:
En ese momento espesaron a llegar a la plaza, la gente. Primero vinieron los escoleros (escolares): Vitucha, José,
Bernaco, Froylán, Ramoncha y luego todos los comuneros de San Juan.
Todas las personas que iban llegando estaban alegres, ellos tenían ganas de bailar, acompañado de la corneta de
Pantacha.
ERNESTO: ¡Hierra! ¡Hierra!. ¡Mak'tillos, zapateo (empieza a zapatear y cantar), mak'tillos! ¡Yaque! ¡Yaque!
PANTALEONCHA: (Tocaba la corneta cada vez más fuerte y con mucho más entusiasmo)
POBLADORES: (dirigiéndose al público empezaron a cantar,) …Kanrara, Kanrara, cerro grande y cruel, eres negro
y molesto; te tenemos miedo, Kanrara, Kanrara
POBLADORES: (Haciendo una ronda empezaron a cantar) Utek'pampa, Utek'pampita, tus perdices son los ojos
amorosos, tus calandrias engañadoras cantan al robar, tus torcazas me enamoran, Utek'pampa, Utek'pampita.
(La gran mayoría de pobladores se reunió en la plaza de San Juan, entonces se pusieron a cantar haciendo coros,
las mujeres en voz alta y los hombres en voz baja).
COMUNEROS: (Dirigiéndose hacia los demás comuneros) ¡Si hubiera traguito! (Agarrando su botella vacía)
COMUNEROS: (Se pusieron a cantar alegremente) Taytakuna, mamakuna los picaflores reverberan en el aire, los
toros están peleando en la pampa, las palomas dicen: ¡tinyay tinyay! Porque hay alegría en sus pechitos.
Taytakuna, mamakuna.
El Taita Vilcas resondro del extremo del corredor y todos se quedaron asustados y perplejos.
TAYTA VILKAS: (con tono irónico) ¡Sanjuankuna: están haciendo rabiar a Taytacha Dios con el baile. Cuando la
tierra está seca, no hay baile. Hay que rezar al patrón San Juan para que mande lluvia!
PANTALEOCHA: (Puso su corneta sobre el empedrado) Don Vilkas es enemigo de nosotros. Mírale nomás su cara;
como de misti es, molestoso.
ERNESTO: (DIRIJIENDOSE A PANTALEONCHA) Verdad, Pantacha. Don Vilkas no es cariñoso con los mak'tillos; su
cara es como de toro peleador; así serio es.
ERNESTO (mirando a los escolares y diciendo en voz baja a Pantaleoncha) Seguro de don Vilkas están hablando.
¡Seguro!
Todos estaban muy asustados y hablaban en voz baja en presencia de don Vilcas
FELISCHA: Yo estoy de rejón, tayta
DON VILCAS: (Con tono autoritario) Corre donde don Córdova, pídele el rejón y mata a los chanchitos mostrencos.
Hoy es domingo.
FELISCHA: (De manera sumisa y asustada) Está bien, tayta (tira las puntas de su poncho sobre su hombro y sale del
escenario, pero antes de salir se queda escuchando a Pantaleoncha)
MUJER DE DON BRAULIO: (Dirigiéndose a Don Vilcas) Parece que estamos en nuestra estación de K'oñani
DON VILCAS: (Dirigiéndose hacia Pantaleoncha con un tono burlón) Pantacha toca bien puna estilo.
COMUNEROS:Es pues nacido en Wanaku. Los wanakupampas tocan su corneta en las mañanas y
atardeciendo, para animar a las ovejas y a las llamas. Los wanakus son buenos comuneros.
PANTALEONCHA: (mirando los cerros y los campos) Así blanco está la chacrita de los pobres de Tile, de Saño y de
todas partes. La rabia de don Braulio es causante. Taytacha no hace nada, niño Ernesto.
ERNESTO: (afirmando lo que dijo Pantaleoncha) Verdad. El maíz de don Braulio, de don Antonio, de doña Juana está
gordo, verdecito está, hasta barro hay en su suelo. ¿Y de los comuneros? Seco, agachadito, umpu (endeble); casi no
se mueve ya ni con el viento.
PANTALEONCHA: ¡Don Braulio es ladrón, niño!
PANTALEONCHA: Más todavía que el atok' (zorro).
BERNACO: (uno de los escolares, se dirigió a la conversación) ¿Don Braulio es ladrón, Pantacha? ¿Robando le han
encontrado? (se quedó juguetón viendo a Ramoncha cuando mostraba su barriga de tambor)
BERNACO: (Asustado y tapándose la boca para que nadie escuche) ¿Robando le han encontrado?
PANTELEONCHA: ¡¿Dónde hace plata don Braulio?! (Se agarra de la cintura y empieza a señalar a los comuneros)
De los comuneros pues les saca, se roba el agua; se lleva de frente de hombre, los animales de los "endios". Don
Braulio es hambriento como galgo.
BERNACO: (sentándose al lado de ERNESTO) Este Pantacha ha regresado molestoso de la costa. Dice todos los
principales son ladrones.
PANTALEONCHA: ¡Mak'tillos! ¡Mak'tillos! (Levantó su corneta y comenzó a tocar el huayno que cantaban los
sanjuanes en el acerve de la sequía) (Zapateando)
RAMON: (Agarrándose el cuerpo) Por Pantaleoncha yo me haría destripar con el barroso de doña Juana. ¿Y tú, niño
Ernesto? (con mucha curiosidad)
ERNESTO: (Con tono gracioso) BERNACO: (Agarrándose el cuerpo) Por Pantaleoncha yo me haría destripar con el
barroso de doña Juana. ¿Y tú, niño Ernesto? (con mucha curiosidad) (entonces empezó a reír) ¡Jajayllas!
RAMON: (Ramoncha daba vueltas, sobre un talón, agarrándose su barriga de hombre viejo)
ERNESTO: Seguro hasta Nazca se habrá oído (entro a carcajadas tapándose la boca para que no escuchen otros)
CORNETERO: Viseca grita más fuerte. ¡Claro pues! Viseca es quebrada padre; el tayta Chitulla es su patrón; de
Ak'ola es Kanrara nomás.
ERNESTO: ¿Kanrara? Tayta Kanrara le gana a Chitulla, más rabioso es. (Asegurando)
ERNESTO: ¿Y Chitulla? A su barriga segura entran cuatro Kanraras.
COMUNEROS: Al río Viseca le resondra para que no cante fuerte dicen los comuneros de San Juan.
(Pasado dos minutos los tinkis entraron por una parte de la esquina de la plaza).
CORNETERO: ¡Tinkis, de verdad comuneros!
DON WALLPA, VARAYOK: ¡Buenos días!, taytakuna, mamakuna
(Don Vilcas se acercó y le dio la mano)
CORNETERO: Buenos días, taytakuna, mamakuna.
DON WALLPA, VARAYOK: ¡Mak'ta Pantacha!
CORNETERO: De tiempo has regresado de la costa.
DON WALLPA, VARAYOK: Seis meses, tayta.
(Los demás tinkis hicieron lo mismo saludaron a los demás, dándole la mano a don Vilcas y Abrazando a
Pantaleoncha. Después Pantaleoncha pasó hablar con los pobladores de San Juan).
(Después de un rato los Escolares se fueron retirando).
PANTALEONCHA: Bernaco, ¿te gustaría ser tinki?
BERNACO: (Acercándose a la oreja del niño Ernesto) ¿No ves? De otro modo ha regresado el Pantacha, está rabioso
para los platudos. ¿Acaso? En la costa también, el agua se agarra las principales nomás, al último ya riegan, junto
con los que tienen dos, tres chacritas; como de caridad le dan un poquito, y sus terrenos están con sed de año. Pero
principales de Nazca son más platudos; uno solo puede comprar a San Juan con todos sus maizales, sus alfalfares
y su ganado. Casi gringos nomás son todos carajeros, como a Taytacha de iglesia se hacen respetar con sus
peones.
VARAYOK’ WALLPA: (se acercó al grupo de estos hablantes)
Como en todas partes en Nazca también los principales abusan de los jornaleros
PANTALEONCHA: Se roban de hombres el trabajo de los comuneros que van de los pueblos: San Juan, Chipau,
Santiago, Wallawa. Seis, ocho meses, le amarran en las haciendas, le retienen sus jornales; temblando con
terciana le meten en los cañaverales, a los algodonales. Después le tiran dos, tres soles a la cara, como gran
cosa. ¿Acaso? Ni para remedio alcanzo la plata que dan los principales. De regreso, en Galeras−pampa, en
Tullutaka, en todo el camino se derrama la gente; como criaturitas, tiritando, se mueren los andamarkas, los
chillek'es, los sondondinos. Ahí nomás se quedan, con un montón de piedra sobre la barriga. ¿Qué dicen
sanjuankunas?
PANTALEOCHA: Pero comunkuna somos tanto, tanto; principales dos, tres nomás hay. En otra parte, dicen,
comuneros se han alzado; de afuera a dentro, como gatos nomás, los han apretado a los platudos. ¿Qué dicen,
comunkuna?
PANTALEOCHA: ¡Principales para robar nomás son, para reunir plata, haciendo llorar a gente grande como a
criaturas! ¡Vamos matar a principales, como a puma ladrón!
Don Vilkas empezó a empujar a los indios para llegar hasta donde estaba el Pantacha.
Al oír la amenaza de Pantaleón, don Inocencio sujetó al viejo.
DON WALLPA: (DESAFIANTE) ¿Manchu? Don Vilkas es abusivo. ¿Acaso? "Endio" nomás es, igual a sanjuanes.
PANTACHA: (se puso el cuerno en la boca y tocó) Akakllo de los pedregales, bullero pajarito de las peñas; no me
engañes, akakllo. Akakllo pretencioso, misti ingeniero, te dicen. ¡Jajayllas akakllo!
Muéstrame tu barreno ¡jajayllas akakllo! Muéstrame tus papeles.
(El viejo Vilkas se enrabió de veras, botó a las mujeres que le atajaban y salió a la
plaza; pero no fue a pelear con don Wallpa, ni resondró a Pantacha, siguió de frente,
hacia la esquina de don Eustaquio. Casi del centro de la plaza volteó la cabeza para mirar a los comuneros, y gritó)
ERNESTO: Sanjuanes son como don Vilkas: ¡maula!
BERNACO: Con las balitas que don Braulio echa por la noche en las esquinas, están amujerados.
ERNESTO: Vamos a ver qué dice el sacristán.
INOCENCIO: ¡Sanjuankuna! Don Braulio tiene harta plata, todos los cerros, las pampas, son de él.
Si entra nuestra vaquita en su potrero, la seca de hambre en su corral; a nosotros también nos latiguea, si quiere.
Vamos defender más bien a don Braulio. Pantacha es cornetero nomás, no vale.
COMUNEROS: (rodeando) ¡Sanjuankuna, ayalaykuna, tinkikuna oí la voz de Pantaleoncha; don Pascual va a dar
k'ocha10 agua a necesitados. Seguro don Braulio rabia; pero don Pascual es primero. ¿Qué dicen?
Don Sak'sa, de Ayalay : ( Protestando y dirigiéndose a los demás comuneros ) Don Braulio abusa de comuneros.
Comunidad vamos hacernos respetar. ¡Para endios va a ser k'ocha agua!
MAK'TA PANTACHA: (Asegurando) Seguro don Braulio carajea. ¿Acaso? Vamos esperar; aquí en su delante voy a
dar agua a comuneros.
(Los mak'tas se miraron consultándose. Recién entendían por qué Pantacha, don Wallpa, don Pascual, se
levantaron contra el principal, contra don Vilkas y don Inocencio).
LOS MAK'TAS: Verdad, compadre, en nuestro pueblo, dos, tres mistis nomás hay; nosotros, tantos, tantos… Ellos
igual a comuneros gentes son, con ojos, boca, barriga, ¡K'ocha agua para comuneros!
(La comunidad de San Juan estaba para pelear con el principal del pueblo, Braulio Félix).
DON SAK'SA: ¡Tayta Inti, ya no sirves! En todo el corredor se oyó su voz de viejo, triste cansada
por el Inti rabioso.
(Los domingos, don Braulio se desayunaba con aguardiente en la tienda de don Heraclio)
Heraclio: la tiendecita de don Heraclio está en la misma calle del principal. Como loco
don Braulio hacía tomar cañazo a uno y a otro, se reía de los mistis sanjuanes, les hacía
emborrachar y les mandaba cantar huaynos sucios. Hasta media calle salía don Braulio, riéndose a gritos)
(De repente, don Braulio entró a la plaza. Los mistis sanjuanes venían en tropa, junto al principal).
SAK'SA, DE AYALAY: ¡Sanjuankuna, pobrecitos!
Don Wallpa, Pascual, Pantacha, se reunieron.
DON WALLPA, PASCUAL, PANTACHA: Rato se ha esperado don Vilkas, sentado como perro en la puerta de don
Heraclio. Don Inocencio también. Escaces
PANTACHA: Principal cuando toma, no hace caso.
SANJUANES: Don Pascual, firme vas a parar contra el principal
BERNACO: Estoy asustadizo, capaz hay pelea, niño Ernesto
ERNESTO: Seguro hay pelea, Bernaco; Pascual y Pantacha están molestosos.
BERNACO: Pero Pantacha está valiente.
ERNESTO: (observando) Mírale a don Braulio. Seguro hay pelea. Capaz don Braulio ha traído su
revolvercito.
BERNCACO: (replico) ¡No digas, niño Ernesto! Don Braulio revolvea nomás, es como loco. Don Braulio subió las
gradas del corredor.
DON PASCUAL: (saltó sobre la mesa; desde lo alto miró) ¡K'allary!
(Lunes para don Enrique, don Heracleo; martes para don Anto, viuda Juana, don
Patricio; miércoles para don Pedro, don Roso, don José, don Pablo; jueves para…)
PASCUAL: Viernes para don Sak'sa, don Waman…
TINKIS: ¡Don Braulio, k'ocha agua es para necesitados!
PANTACHA: ¡No hay dueño para agua!
WALLPA: ¡Comunkuna es primero!
BRAULIO: (se puso a gritar moviendo la mano para que todos se fueran) Los demás carneros, a sus punas. ¡Fuera!
(Entonces en es momentos los tinkis salen del escenario)
(Insieran silencio todos)
BRAULIO: (Empezo a desesperar mirando a todas partes y encontró a Cayetano) Usted don Cayetano
FIN