Unidad 2
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Lectura académica
La lectura es uno de los medios más importantes para la consecución de los aprendizajes,
fundamentalmente en la vida universitaria. Mediante la lectura se accede al campo de
saberes de las distintas carreras que, como se ha dicho, poseen una especificidad respecto a
sus procesos de construcción del conocimiento.
Los estudiantes universitarios se ven en la compleja tarea de llevar adelante una “…] lectura
sostenida, crítica, analítica, de textos extensos, complejos, ante los que en la mayoría de los
casos es la primera vez que se enfrenta [n]” (Arnoux: 2016: p. 7). Y es que, por medio de la
lectura, se accede a los distintos cuerpos teóricos, conceptuales y de razonamiento, para ser
puestos en relación socio-histórica y a disposición de nuevas discusiones, valoraciones y
recreaciones.
Cuando hablamos de lectura nos referimos a una actividad que va más allá del
reconocimiento y verbalización de lo leído; consiste en relacionar, evaluar, reformular y ser
capaces de elaborar una nueva perspectiva combinando lo saberes previos con los saberes
nuevos. En otras palabras, la lectura está ligada al aprendizaje: se lee para saber; pero a partir
de la aprehensión, el verdadero conocimiento no consiste solamente en repetir lo aprendido
sino en producir algo nuevo, en transformarse uno mismo.
El significado que un escrito tiene para el lector no es una réplica o traducción del significado
que el autor quiso imprimirle, sino una construcción que implica al texto, a los conocimientos
previos del lector y a los objetivos con que éste enfrenta la lectura.
Para comenzar, se pueden distinguir tres clases de lecturas: una de distracción, poco
profunda, en la que interesa el argumento pero no el fijar los conocimientos; otra lectura es
la informativa, con la que se pretende tener una visión general del tema, e incluso de un libro
entero; y por fin, la lectura de estudio o formativa, que es la más lenta y profunda y pretende
comprender un tema determinado.
En todos los casos, esta primera tarea con los materiales bibliográficos permite hacer
inferencias e hipotetizar acerca del desarrollo, cuestiones que se corroborarán en la etapa
de la lectura atenta y comprensiva.
b- Lectura: es la lectura propiamente dicha, atenta y comprensiva, que permite
adentrarnos al contenido del material, identificar sus elementos, valoración y relaciones más
importantes.
c- Poslectura: en este momento se puede realizar una relectura y selección de las
partes más importantes o necesarias para la tarea a desarrollar. Cada estudiante efectuará
esta etapa de lectura las veces que considere necesarias para alcanzar el objetivo de verificar
que se comprende el texto.
La lectura necesita plasmarse en algún tipo de producto que sirva como registro de la
actividad realizada para que sea considerada verdaderamente productiva. Es muy ventajoso
realizar fichajes, resúmenes, cuadros, síntesis de acuerdo a las posibilidades que ofrece el
texto.
Los paratextos.
El término paratexto designa al conjunto de los enunciados que
acompañan al texto principal de una obra, como pueden ser el
título, subtítulos, prefacio, índice de materias, etc. (Nogueira;
2010). Constituyen el primer contacto del lector con el material
impreso y, desde este punto de vista, funcionan como un
instructivo o guía de lectura, ya que permiten anticipar
cuestiones como el carácter de la información y la modalidad
que ésta asumirá en el texto. Pueden ser entendidos como
elementos que ayudan a destejer, a visibilizar el contexto -o
aspectos de- en que se inscribe el texto (sobre esto,
trabajaremos hacia el final de la unidad temática).
Maite Alvaredo (s/f) nos propone una clasificación sumamente útil para ordenar las formas
que puede asumir el paratexto en los libros:
➢ Paratexto icónico: Transmite información significativa mediante el
recurso a la imagen. Esto se puede hacer por medio de: fotos, dibujos, el
diseño gráfico, mapas, cuadros o diagramas. La función fundamental es
la de atraer al público. Las imágenes se hallan en tapa, solapa y
contratapa.
➢ Paratexto verbal: son textos que acompañan al escrito principal con el
objetivo de organizar la información y las ideas que se propone
desarrollar el autor. Algunos de ellos son: el título, que guarda diversos
tipos de relación con el contenido del texto; la dedicatoria, que se
encuentra al principio del libro; el epígrafe, que siempre es una cita
ubicada al principio de algún capítulo; el índice, que puede estar al
comienzo o al final del libro, cuyo objetivo es el de organizar la lectura del
texto; las notas, que se ubican en el pie de página que pueden pertenecer
al autor de la obra o al traductor de la misma; la bibliografía, que es una
huella de algunas de las relaciones intertextuales que atañen a un texto
particular; glosario, que es un diccionario de términos técnicos que suele
encontrarse al final del libro, entre otros.
Comprensión lectora
Planteamos la comprensión lectora como una interacción. En ella, un autor comunica unas
ideas y un lector interpreta el mensaje del autor. Para que la interacción sea posible, el lector
debe activar los conocimientos que posee sobre el tema, las experiencias que ha adquirido
a lo largo de su vida, el conocimiento que tiene de su lengua materna y la visión del mundo
que ha configurado con sus conocimientos y experiencias. La comprensión de un texto o de
un discurso oral siempre es un acto interactivo, no un acto unidireccional en el que un emisor
comunica algo que debe ser asimilado o entendido por otro.
Para comprender el texto, el lector debe no sólo reconocer el tema, sino además componer
o recomponer un orden entre las ideas o proposiciones. Para ello los textos ofrecen una guía.
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En: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=93109
Este orden entre las ideas se denomina hilo o progresión temática.
Comprender un texto es también ir más allá y trascenderlo, integrando sus ideas con las
nuestras. Sabemos que comprendemos cuando podemos ordenar, diferenciar e
interrelacionar ideas.
Para leer y comprender debemos, en primer lugar, reflexionar sobre el título que permitirá
ubicarnos en el tema retomando nuestros conocimientos previos sobre el mismo. Como
segundo paso debemos efectuar una lectura rápida para tener una idea global del mismo.
Por último, es necesario volver a leer lentamente buscando las ideas esenciales,
deteniéndonos en los conceptos nuevos o en las nociones técnicas.
Descubrir el texto como un sistema de ideas integradas en un todo implica varias lecturas
del mismo. Requiere que, después de comprenderlo globalmente y en sus elementos
menores, el lector pueda comenzar a identificar esas partes que lo componen.
2. De acuerdo con el sentido global del texto, leer uno a uno los párrafos.
3. Comprobar que está comprendiendo cada una de las palabras del texto porque puede
entender la oración.
4. Verificar que está comprendiendo cada oración porque puede parafrasear el párrafo.
5. Subrayar los elementos del párrafo que considera importantes dentro de él.
7. Con esos elementos tratar de escribir una oración que parafrasee el párrafo.
Para lograr una lectura comprensiva, podés hacer uso de las siguientes herramientas:
El subrayado de textos es una excelente fórmula para aprender y sacar mucho partido a la
lectura. Dentro de las técnicas de estudio, el subrayado es una pieza clave a la hora de
ponerse a estudiar.
El subrayado es una estrategia intelectual que permite realizar una discriminación de los
elementos de un texto en función de la lectura que se realiza. Cada lector encontrará su
propia manera de remarcar en los textos las consideradas ideas principales, accesorias,
relaciones, e inclusive realizará escrituras al margen del escrito.
Si el subrayado nos permite destacar las palabras claves y las frases más importantes, ¿cómo
las identificamos? La lectura general antes del subrayado nos habrá dado una visión general
muy útil, pero hay además algunas preguntas que podemos hacernos en cada apartado,
incluso en cada párrafo, dependiendo de la temática de la lectura en cuestión:
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Cómo estudiar. En: http://como-estudiar.estudiantes.info/2007/10/cmo-subrayar.html
Si nuestro subrayado puede responder a estas preguntas, estaremos dando un gran paso.
Incluso es interesante anotar estas palabras-preguntas en los márgenes del texto. Así, el
repaso y la comprensión del texto será mucho más fácil. Otros tips que pueden servir al
momento de subrayar son:
• Para encontrar las ideas principales es importante que tengas en cuenta el título o
tema del texto.
• Leé buscando siempre un esquema. Preguntate de qué habla cada párrafo y qué dice
de eso de lo cual habla.
• A veces el autor explicita las ideas centrales a través del uso de giros lingüísticos
como: en síntesis, lo fundamental, lo más importante, etc. ¡Considerá las pistas que
el autor te brinda!
• No temas hacer doble o incluso triple subrayado para diferenciar ideas claves,
elementos complementarios y demás informaciones que te resulten relevantes
respecto al tema del texto. No te preocupes si tus libros y apuntes quedan “muy
subrayados”, será una buena señal.
• Las preguntas: qué, cómo, cuándo, quién, por qué, en qué se diferencia.
Todo esto le dará un excelente valor añadido a tus lecturas (libros apuntes y otros
materiales), y te facilitará la comprensión y la memorización de los textos.
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Por lo general, cada una de las partes o párrafos de un texto contiene una idea principal,
desarrollada y ampliada. Esta idea puede resumirse en una o dos palabras clave que
anotadas al margen, te permitirán recordar de que trata el párrafo.
La notación marginal favorece la visualización rápida de los temas que plantea el autor y
permite obtener el “esquema conceptual” del texto que estás leyendo. Podemos decir que
se trata de una síntesis de la idea principal expresada como título del párrafo. La notación
marginal permite:
➢ Sintetizar el subrayado;
• Comenzá con la prelectura o lectura rápida del texto. Si es muy extenso, sólo leerás
el título, subtítulos, esquemas, dibujos, gráficos y subrayado.
• Realizá la lectura por párrafos. Releé la idea subrayada y pensá un concepto que la
sintetice.
• Cada dos o tres párrafos subrayados y anotados al margen, leé la notación marginal
para descubrir el esquema de desarrollo.
¿Qué es resumir?
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Síntesis elaborada a partir de: Jiménez Ortega, José y Gonzalez Torres, Juan (2004). Técnicas de estudio para bachillerato
y universidad. México, Alfaomega.
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«El resumen», Colección Pluma, papel y tijera 1 del Departamento Académico de Lenguas del Instituto Tecnológico
Autónomo de México (ITAM) (S/F)
Según el Diccionario de uso del español de María Moliner, resumir es “dar nueva forma a
una exposición dejándola reducida a lo esencial de ella”. También ofrece una segunda
definición, más adecuada al propósito de este apartado: “Abreviar: exponer una cosa más
brevemente de lo que se tenía intención”.
Como se ve, entonces, resumir es una práctica tanto cognitiva como textual. Al resumir, se
reduce un texto, para lo cual se deben realizar ciertas operaciones mentales que permiten
llevar a cabo esa reducción; pero, al mismo tiempo, el producto de esa reducción suele
presentarse como un nuevo texto. Aprender a resumir, desde este punto de vista, implica
tanto el dominio de las facultades cognitivas que lo permiten como el de la capacidad de
producir cierto tipo de textos, a los que se llama “resúmenes”: resumir, para los propósitos
de este apartado, es una actividad que tiene que ver tanto con la comprensión como con la
producción. Para realizarla, llevamos a cabo un proceso de selección de información que nos
permite asignarles a ciertas partes de las que leemos o escuchamos una relevancia mayor y
descartar otras.
Todo lo anterior viene a plantear, en síntesis, que la actividad de resumir debe reconocerse
en su doble articulación cognitiva y textual. Resumir es, en primer lugar, poder someter un
determinado texto oral o escrito a un proceso de reducción y, posteriormente, producir otro
texto que guarda relaciones particulares con el original, en tanto reproduce brevemente su
contenido.
Operaciones resuntivas.
El lingüista Teun A. Van Dijk (1997) ha propuesto, desde la lingüística del texto, una teoría de
la comprensión textual que aquí se toma como base a partir de la cual se articulará la primera
parte de la propuesta de trabajo. En su libro “La ciencia del texto”, Van Dijk plantea que la
posibilidad de resumir depende de la realización de un proceso, esencialmente siempre
idéntico, independientemente de las situaciones en las que se produzca. Dicho proceso está
como estructurado en una serie de “reglas generales y convencionales” a las que Van Dijk
llama “macrorreglas”. Pero aclara, “distintos hablantes pueden producir diferentes
resúmenes del mismo texto: esto significa que elementos como el contexto en el que se
resume, o las características e in- tenciones de los que resumen, entre otros facto-res, van a
determinar, por un lado, el modo de funcionamiento de las macrorreglas y, por otro, las
características generales de los textos que se ofrecen como resúmenes.” (Van Dijk: 1997)
La aclaración resulta pertinente toda vez que explica un hecho obvio: la selección de
información que podemos hacer de un mismo texto en diferentes situaciones no es
necesariamente la misma. Un economicista que lea en el diario de la crónica de la actividad
económica del día no seleccionará las mismas informaciones que un lector no especializado
ante el mismo texto (ni, por supuesto, les conferirá la misma importancia).
Hasta aquí debería quedar claro que resumir no es “recortar y pegar”: al contrario, el
resumen resulta de la aplicación, como hemos dicho, de una serie de actividades que pueden
ser caracterizadas como macrorreglas. Éstas son, según Van Dijk, cuatro: omitir, seleccionar,
generalizar y construir o integrar. Formalmente, las dos primeras reglas son reglas de
anulación, es decir que suprimen información únicamente; las dos últimas, en cambio, son
reglas de sustitución, que integran en, por ejemplo, una proposición, varias otras
proposiciones. Se procede, a continuación, a caracterizar cada una de estas macrorreglas.
1. Omitir
Esta macrorregla es bastante simple, y significa, según Van Dijk, que toda información de
poca importancia y no esencial puede ser omitida.
Un caso típico de información son los ejemplos: normalmente, cuando resumimos un texto
teórico, los ejemplos, entendidos como ilustración de un concepto, pueden resultar
eliminados por la aplicación de esta macrorregla.
Desde este punto de vista, las informaciones que se omiten cuando se aplica esta
macrorregla son no esenciales, en el sentido de que no están integradas o no son inherentes
al texto considerado en su contenido global.
2. Seleccionar
Al igual que en la regla anterior, al seleccionar se omite cierta clase de información. Pero, en
este caso, la relación entre las informaciones es distinta, ya que una de ellas implica a las
demás, que puedan ser eliminadas. Si, por ejemplo, se toman como base las siguientes
proposiciones:
3. Volvió a lijar.
Según la regla seleccionar, se pueden omitir las proposiciones (1), (2) y (3) dado que son
condiciones, parte integrantes, presuposiciones o consecuencias de otra proposición no
omitida, en este caso la proposición (4). A partir de nuestro conocimiento general del
mundo, y en particular del hecho de pintar paredes, sabemos que para hacerlo es
normalmente necesaria que antes sean lijadas, reparadas, etc. La relación entre las
informaciones es en este caso de implicación: la proposición que se mantiene implica a las
informaciones eliminadas (que, al contrario de lo que sucedía con la macrorregla anterior,
pueden recuperarse parcialmente a partir de ella: si sabemos que Juan pintó las paredes de
su casa podemos deducir que previamente las lijó, enduyó, etcétera.
3. Generalizar
Al igual que en el caso de la macrorregla anterior, la generalización también omite
informaciones, pero en este caso de forma tal que no pueden ser recuperadas a partir de la
resultante. Al sustituir una serie de proposiciones por otra nueva, se omiten componentes
esenciales de un concepto. Por ejemplo, las palabras “mesa”, “silla”, sillón”, “mesa de luz”,
etc., pueden ser sustituidas según esta regla por el concepto de “muebles”.
3. Tomó el colectivo.
7. Entró.
Estas macrorreglas, en la propuesta teórica de Van Dijk, no deberán ser consideradas las
únicas existentes.
Ahora bien: una limitación importante para la aplicación de las macrorreglas está dada por,
como se ha dicho, los contextos pragmáticos. Pero también, el tipo de texto resulta
determinante para el funcionamiento de las macrorreglas. Esto significa que las actividades
cognitivas implicadas en la comprensión y el resumen de un texto narrativo no son las
mismas ni se aplican de la misma forma que las necesarias para un texto argumentativo, por
ejemplo (de hecho, el modelo de Van Dijk parece funcionar de manera menos discutible en
el caso de los primeros).
➢ En tercer lugar, quizá resulte obvio señalar que una cierta disciplina científica supone
un conjunto de conceptos que no “valen” todos lo mismo: hay una jerarquía entre
ellos, además de que no pueden ser pensados de manera aislada sino en su
integración. O sea, el eje teórico (niveles y relaciones conceptuales).
La escritura de un resumen.
Como se ha dicho ya, escribir un resumen no es “recortar y pegar”. Esta afirmación significa
que la escritura de resúmenes implica actividades de reformulación y conceptualización.
El resumen mantendrá del texto resumido una serie de rasgos específicos; el léxico de
espacialidad, por ejemplo, que la aserción saussureana de que la lengua es un sistema de
signos no debe necesariamente ser reformulada, en tanto sintetiza en sí misma todo un
desarrollo teórico.
Se trata, entonces, de dejar claro que resumir no implica únicamente eliminar información,
dejando el resto intacto; al reducir conceptos, es necesario reescribir el texto fuente, sin
descuido de la coherencia, para que sea una una sucesión de fragmentos sin conexión
evidente entre ellos. Un problema habitual que poseen los resúmenes es que se presentan
como una mera yuxtaposición de enunciados; en un resumen coherente, sin embargo, éstos
deben estar conectados de acuerdo con el tipo de relación que poseían en el texto fuente.
✓ Presenta las ideas más importantes del texto base de forma breve, clara y objetiva,
sin incluir ninguna opinión ni observación personal.
✓ Debe ser fiel a la información que ofrece el texto base y respetar siempre las ideas
expuestas por el autor original.
✓ Debe ser autónomo, es decir, requiere ser comprendido en sí mismo, sin necesidad
de recurrir al texto base.
✓ Su extensión varía, aunque siempre debe ser menor a la del texto base.
Tomar apuntes es una manera particular de escribir para uno. En ella hay en juego una alta
concentración e intento por captar las ideas que el profesor menciona. En un inicio se
intentará registrar todo, aunque con la experiencia y la práctica la toma de apuntes será una
manera de registro más «afinada» y hasta con un lenguaje propio.
El apunte será para estudiar, con lo cual el registro tiene que servir para que uno se entienda.
En este sentido, crear abreviaciones servirá para evitar la reiteración en la escritura y así
perder menos tiempo. Por otro lado, hay que tener en cuenta que a veces los profesores no
somos tan ordenados al exponer y de un tema derivamos a otro, con lo cual las llamadas
(colocación de asteriscos) deben servir para lograr el orden que faltó en la exposición del
profesor (también pueden dejarse espacios en blanco, si se está trabajando sobre papel,
aunque a veces suele no ser suficiente).
Tomar apuntes NUNCA es perder el tiempo en clase o es prestarle poca atención al docente.
Por el contrario, es un elemento central en el estudio, ya que en esa escritura -que casi nunca
será textual- se debe sintetizar y realizar funciones mentales complejas en escaso tiempo:
escuchar, entender, conectar y escribir. Al principio parecerá difícil, pero se irá
perfeccionando luego de un poco de práctica y de captar la manera de exposición de cada
docente. Por otro lado, conocer de antemano el tema de la clase (siguiendo el cronograma
del programa de la materia) ayudará a contextualizar las palabras del docente y a mejorar la
toma de apuntes.
Por último, y por lo antes expuesto, el apunte de clase es MUY PERSONAL. En este sentido,
estudiar de apuntes realizados por otros no logra la misma eficacia en términos de
resultados, que realizar el proceso de toma de apuntes por uno mismo.
o Mapa/esquema de Ideas
Forma de organizar visualmente las ideas que permite establecer relaciones no jerárquicas
entre diferentes ideas. Son útiles para clarificar el pensamiento mediante ejercicios breves
de asociación de palabras, ideas o conceptos. Se diferencian de los Mapas Conceptuales
porque no incluyen palabras de enlace entre conceptos que permitan armar proposiciones.
o Esquema de llaves
o Mapa conceptual
Es un gráfico, un entramado de líneas que confluyen en una serie de puntos. Los puntos de
confluencia son los conceptos importantes, que se escriben dentro de elipses o recuadros.
Los conceptos relacionados se unen mediante una línea, y el sentido de relación se aclara
con palabras-enlace, que se escriben en minúscula y junto a las líneas de unión. Dos
conceptos y sus palabras de enlace forman una proposición.
Elementos Fundamentales:
- Palabras-enlace: Son palabras que sirven para unir los conceptos y señalar el tipo de
relación.
Características:
- Impacto Visual: Debe ser conciso y mostrar las ideas principales de un modo
llamativo. Se enmarcan en elipses o rectángulos.
3) Ordenarlos a partir del más general y siguiendo por orden de concreción de los mismos.
4) Situar el más general en la parte superior del mapa y a partir de él los más concretos.
En tanto mensaje, todo texto es producido por un emisor que comunica algo a un receptor
(destinatario de su comunicación). El mensaje siempre da cuenta de un tema que el lector
debe identificar. Para que el intercambio entre emisor y destinatario sea posible, es
necesario que compartan un canal por el que la comunicación circula. Además, el mensaje
se comprende porque tanto el emisor como el receptor comparten el mismo código
(conjunto de normas, saberes y competencias que los hablantes de una lengua poseen sobre
esta y su uso), y ambos tienen conocimiento o idea del referente (de lo que el mensaje trata),
así como los saberes culturales e ideológicos que en la comunicación se ponen en juego y la
hacen posible.
(extraído de Portal Académico:
https://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/tlriid1/unidad2/distintosDestinatarios/situacionComunicativa )
Lo mismo sucede con el referente, que no debe ser confundido con el enunciado del
mensaje, “los enunciados revelan el modo en que es observado el mundo”. (Arnoux: 2016: p.
14). Un tema puede desprender enunciados diferentes, dependiendo del enunciador y de
las condiciones de producción de dicho enunciado. Lo central, expresa Arnoux (2016), es
considerar el significado de los enunciados como un acontecimiento material, que está
determinado por el contexto en que fue producido: importan el origen de esa situación
comunicativa que lo alberga, el tiempo y espacio, y la relación entre los participantes. “El
referente construido por el enunciado depende en gran parte de esa situación enunciativa
desde la que se observa y se valora lo real.” (Arnoux: 2016: p. 14).
Por lo dicho al momento, sabemos que tomar contacto con un texto, es también estar
interactuando con un contexto que habilita dicha situación enunciativa. Y en este punto
volvemos al lugar de los paratextos como elemento que ayudan a destejer, a visibilizar el
contexto -o aspectos de- en que se inscribe el texto.
Mijaíl Bajtin se abocó a este concepto, para advertir la presencia simultánea de diversas
autorías, lenguajes, puntos de vista, visiones del mundo y voces sociales en un mismo
discurso e, incluso, en un mismo enunciado. A continuación, algunas nociones básicas.
La polifonía Bajtiniana resiste la idea de que hay un yo individual, pues, el sujeto no puede
ser más que un sujeto plural, en el sentido en que está atravesado por el lenguaje: los sujetos
interactúan con muchas otras voces ajenas, muchos otros discursos que han asimilado y que
se activan en el momento mismo en el que se habla. Si el texto puede contener otras voces,
entonces se asume que la lengua no es monolítica, sino que conviven en su interior variados
elementos que remiten a otras voces.
Como dice Arnoux, “La identificación de las distintas voces presentes en un enunciado es
indispensable para comprender el enunciado mismo.” (Arnoux: 2016: p. 17). Mas no hemos
de desconocer que las mismas pueden estar semiocultas y manifestarse bajo la forma de
negación, ironía o interrogación, por ejemplo.
Estas otras voces se introducen por medio de enunciados referidos, cuyos modos a su vez,
pueden ser el Estilo Directo o el Estilo Indirecto. La citas textuales nos dan cuenta estas voces
6
Síntesis elaborada a partir del material publicado en: https://www.literarysomnia.com/articulos-literatura/que-es-la-
polifonia-en-un-texto-la-polifonia-teoria-bajtinana/
que se introducen; a continuación el link de Normas APA para ahondar en las maneras de
citar y referenciar textuales: NORMAS APA