La Empresa
La Empresa
La Empresa
“Una empresa es un sistema con su entorno definido como la industria en la cual se materializa
una idea, de forma planificada, dando satisfacción a demandas y deseos de clientes, a través de
una actividad comercial" Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, un plan de
negocio, objetivos, tácticas y políticas de actuación. Se necesita de una visión previa, y de una
formulación y desarrollo estratégico de la empresa. Se debe partir de una buena definición de la
misión, y la planificación posterior está condicionada por dicha definición.1
Finalidad económica interna, que es la obtención de un valor agregado para remunerar a los
integrantes de la empresa. A unos en forma de utilidades o dividendos y a otros en forma de
sueldos, salarios y prestaciones. Esta finalidad incluye la de abrir oportunidades de inversión para
inversionistas y de empleo para trabajadores. Se ha discutido mucho si una de estas dos
finalidades está por encima de la otra. Ambas son fundamentales, están estrechamente vinculadas
y se debe tratar de alcanzarlas simultáneamente. La empresa está para servir a los hombres de
afuera (la sociedad) y a los hombres de adentro (sus integrantes).
Finalidad social externa, que es contribuir al pleno desarrollo de la sociedad, tratando que en su
desempeño económico no solamente no se vulneren los valores sociales y personales
fundamentales, sino que en lo posible se promuevan.
Finalidad social interna, que es contribuir, en el seno de la empresa, al pleno desarrollo de sus
integrantes, tratando de no vulnerar valores humanos fundamentales, sino también
promoviéndolos.
La empresa, además de ser una célula económica, es una célula social. Está formada por personas
y para personas. Está insertada en la sociedad a la que sirve y no puede permanecer ajena a ella.
La sociedad le proporciona la paz y el orden garantizados por la ley y el poder público; la fuerza de
trabajo y el mercado de consumidores; la educación de sus obreros, técnicos y directivos; los
medios de comunicación y la llamada infraestructura económica. La empresa recibe mucho de la
sociedad y existe entre ambas una interdependencia inevitable. Por eso no puede decirse que las
finalidades económicas de la empresa estén por encima de sus finalidades sociales. Ambas están
también indisolublemente ligadas entre sí y se debe tratar de alcanzar unas, sin detrimento o
aplazamiento de las otras.
Esto es lo que conocemos como responsabilidad social empresarial, el rol que la empresa tiene
para con la sociedad que va más allá de la mera producción y comercialización de bienes y
servicios, sino que también implica el asumir compromisos con los grupos de interés para
solucionar problemas de la sociedad. Una enumeración de los beneficios concretos y tangibles que
significa para la empresa:
Mejoramiento de las relaciones con los trabajadores, el gobierno y con las comunidades a nivel
regional y nacional;
Un mejor manejo en situaciones de riesgo o de crisis, ya que se cuenta con el apoyo social
necesario;
Imagen corporativa y reputación: frecuentemente los consumidores son llevados hacia marcas y
compañías consideradas por tener una buena reputación en áreas relacionadas con la
responsabilidad social empresarial. También importa en su reputación entre la comunidad
empresarial, incrementando así la habilidad de la empresa para atraer capital y asociados, y
también con los empleados dentro de la empresa.
Según las relaciones que mantengan con otras empresas y con los clientes
Empresas aisladas o de lazo cerrado: se trata de un conjunto de empresas que son independientes
del resto del mercado, por lo que solo dependen de sí mismas (Este hecho implica que todo el
producto ha sido realizado por ellas mismas, desde la materia prima hasta el producto elaborado,
sin utilizar ningún producto semielaborado). En la actualidad este modelo de empresa es
prácticamente inexistente.[cita requerida]
Redes de empresas o empresas de lazo abierto: Unión temporal de empresas con unos objetivos
comunes, en la que cada una aporta sus competencias principales para ayudar a las necesidades
del mercado y mejorar la situación de competencia. En la actualidad, debido a la globalización es
muy común encontrar empresas especializadas en un subproducto concreto que forma parte de
un producto elaborado. De esta forma también existen empresas especializadas en comprar y
ensamblar las distintas piezas del producto acabado.[cita requerida]
Las empresas pueden clasificarse, de acuerdo con la actividad que desarrollen, en:
De consumo final. Producen bienes que satisfacen de manera directa las necesidades del
consumidor. Por ejemplo: prendas de vestir, muebles, alimentos, aparatos eléctricos, etc.
De producción. Estas satisfacen a las personas de uso de consumo final. Ejemplo: maquinaria
ligera, productos químicos, etc.
Servicio. Son aquellas que brindan servicio a la comunidad que a su vez se clasifican en:
Transporte
Turismo
Instituciones financieras
Educación
Finanzas
Salud
Empresas individuales: si sólo pertenece a una persona. Esta puede responder frente a terceros
con todos sus bienes, es decir, con responsabilidad ilimitada, o sólo hasta el monto del aporte para
su constitución, en el caso de las empresas individuales de responsabilidad limitada o EIRL. Es la
forma más sencilla de establecer un negocio y suelen ser empresas pequeñas o de carácter
familiar.
Empresas societarias o sociedades: constituidas por varias personas. Dentro de esta clasificación
están: la sociedad anónima, la sociedad colectiva, la sociedad comanditaria, la sociedad de
responsabilidad limitada y la sociedad por acciones simplificada SAS.
Según su tamaño
No hay unanimidad entre los economistas a la hora de establecer qué es una empresa grande o
pequeña, puesto que no existe un criterio único para medir el tamaño de la empresa. Los
principales indicadores son: el volumen de ventas, el capital propio, número de trabajadores,
beneficios, etc. El más utilizado suele ser según el número de trabajadores (siempre dependiendo
del tipo de empresa, sea construcción, servicios, agropecuario, etc). Este criterio delimita la
magnitud de las empresas de la forma mostrada a continuación:
Empresas locales: son aquellas empresas que venden sus productos o servicios dentro de una
localidad determinada.
Empresas nacionales: son aquellas empresas que actúan dentro de un solo país.
Empresas multinacionales o empresas internacionales: son aquellas que actúan en varios países.
Empresas Transnacionales: las empresas transnacionales son las que no solo están establecidas en
su país de origen, sino que también se constituyen en otros países, para realizar sus actividades
mercantiles no sólo de venta y compra, sino de producción en los países donde se han establecido.
Empresa aspirante: aquella cuya estrategia va dirigida a ampliar su cuota frente al líder y demás
empresas competidoras, y dependiendo de los objetivos que se plantee, actuará de una forma u
otra en su planificación estratégica.
Empresa especialista: aquella que responde a necesidades muy concretas, dentro de un segmento
de mercado, fácilmente defendible frente a los competidores y en el que pueda actuar casi en
condiciones de monopolio. Este segmento debe tener un tamaño lo suficientemente grande como
para que sea rentable, pero no tanto como para atraer a las empresas líderes.
Empresa líder: aquella que marca la pauta en cuanto a precio, innovaciones, publicidad, etc.,
siendo normalmente imitada por el resto de los actuantes en el mercado.
Empresa seguidora: aquella que no dispone de una cuota suficientemente grande como para
inquietar a la empresa líder.
Todas las empresas de cualquier tipo que sea, realizan una serie de transacciones u operaciones
que requieren registrarse contablemente.
Una transacción contable puede definirse como un acontecimiento comercial23 que produce
efectos financieros sobre los recursos y fuentes de donde proceden esos recursos y que por lo
tanto deben registrarse en los libros contables como Libro diario, mayor, balance que reflejen el
resultado del ejercicio. Ejemplo: Compra de un escritorio, pago de servicios públicos, etc. Las
transacciones u operaciones comerciales. Generalmente deben de estar fundamentadas o
apoyadas en documentos comerciales. Estos documentos constituyen la fuente de datos para los
procesos contables. Pueden ser recibos, letras de cambio, pagarés, facturas, notas de crédito, etc.
Depende de la ley comercial de cada país va a variar los libros contables obligatorios que son
exigidos legalmente para cada tipo de empresa.
De esta manera, se diferencian tres ámbitos en los cuales desarrollan su actividad, y por lo que se
las suele clasificar.
Sector primario. Su área de acción es el sector primario si utiliza como materia prima todo
elemento obtenido directamente de la naturaleza. Un ejemplo en este caso seria las empresas
productoras de cereales, o de cualquier otro producto de cosecha.
Sector terciario. Pero existe aún un tercer sector encargado tanto sea de la comercialización de
productos fabricados por completo por otras empresas (proveedoras), como de la oferta de
servicios para la satisfacción de deseos y necesidades.
Actualmente son muy comunes las llamadas PYMEs. La sigla corresponde a Pequeñas Y Medianas
Empresas, lo cual nos indica que se trata de aquellas que si bien comparten la mayoría de las
características con el resto de las empresas, tienen fundamentalmente una capacidad de
producción y presupuesto limitado.
Pero además, una de las limitaciones más importantes es la ocupacional, es decir, su capacidad de
contratar personal; y es de suma importancia dado que para el crecimiento de una empresa
siempre será el capital humano un factor fundamental.
empresa
Las acciones de una empresa privada se pueden vender en bolsa.
Empresas públicas. Las empresas públicas son aquellas que pertenecen al sector público de cada
Estado, administración central o local. Estas pueden llegar a vender sus acciones en bolsa a
individuos particulares, pero se las seguirá considerando públicas siempre y cuando el 51% de sus
acciones siga en posesión del sector público. Este tipo de empresas tiene como principal objetivo
generar el interés general de la colectividad determinada de la que forma parte. El Estado toma la
decisión de iniciar con la empresa y debe establecer sus objetivos para luego controlar su
actividad.
Empresas privadas. Las empresas privadas, en cambio, son aquellas que están a cargo de
individuos particulares. Además, las acciones de estas empresas se pueden vender en bolsa. Su
principal objetivo es el de maximizar sus beneficios y ventas, así como también sus cuotas de
mercado.
Empresas mixtas. Debido a que la división entre empresas privadas y públicas no es tan simple, en
la mayoría de los casos existe una tercera calificación en la que se describe una empresa, donde
tanto el sector público como el privado tienen participación en la misma. Además, el sector
privado puede tomar la decisión de nacionalizar una empresa privada; así como también ocurre de
forma contraria, cuando el sector privado decide privatizar alguna empresa pública.
Existen diversas maneras de clasificar a las empresas de acuerdo a sus distintas características. Por
ejemplo, según su tamaño:
Empresas grandes. Se determinará que una empresa es grande cuando posea grandes capacidades
tecnológicas, potencial humano y cuando su capital sea de gran cantidad. Al ser una empresa
grande, sus obligaciones, sus necesidades de planeamiento y organización serán mayores que en
las demás.
Empresas medianas. Requerirán capacidades tecnológicas, pero en menor medida que las
empresas grandes. También será necesario el potencial humano y una cantidad importante de
capital.
Empresas pequeñas. Serán aquellas que, para llevar a cabo sus actividades económicas no
necesitan de una gran cantidad de capital, ni potencial humano, así como tampoco una gran
capacidad en cuanto a su tecnología.
Las empresas tienen finalidades externas e internas que respectan a lo social como a lo
económico.
En cuanto a las finalidades económicas, deben servir a los hombres que trabajan dentro y a los que
trabajan fuera de la empresa, y podemos encontrar las siguientes:
Finalidad económica externa. Es la producción de bienes y servicios con el fin de satisfacer todas
las necesidades que surgen de la sociedad.
Finalidad económica interna. Se buscará obtener un valor agregado para poder entonces
remunerar a las personas que forman parte de la empresa. Las formas de remuneración pueden
ser en forma de utilidades, dividendos, salarios, sueldos, así como también prestaciones. Esto
tiene como fin brindar la oportunidad de realizar inversiones y empleos a los trabajadores.
Los aspectos sociales en una empresa son igual de importantes que los económicos debido a que
la misma está compuesta por personas y está dirigida a otras personas. Suele denominarse como
responsabilidad social, lo cual encierra, incluso, temáticas ecológicas.
La finalidad social externa. Consiste en la contribución del desarrollo de cada sociedad, se debe
intentar que en el desempeño económico también se cuiden los valores sociales y los personales
que se consideren fundamentales. Para poder realizar esto de manera satisfactoria, se debe
promover en los empleados y en los socios que esto se cumpla y se lleve a cabo.
La finalidad social interna. Es aquella en la que se contribuye al pleno desarrollo de las personas
que forman parte de la empresa. Se debe lograr que los valores humanos fundamentales no sean
vulnerables y que a su vez, los mismos puedan promoverse a través de los empleados y de los
socios.