Innovación 2..
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educativa?
Por Angel Fidalgo el 9 enero 2007 • ( 63 )
Cambio y mejora, estás son las dos palabras que incluye cualquier
definición de innovación educativa. Una definición de innovación
educativa es “La innovación educativa es la aplicación de una idea
que produce cambio planificado en procesos, servicios o
productos que generan mejora en los objetivos formativos” (*).
Otra opción es conocer qué es innovación educativa, pero además identificar las
características que debe tener la innovación educativa (eficacia, eficiencia,
transferibilidad y sotenibilidad). En este post puede ver dichas características.
Sin embargo, hay cientos de experiencias que realiza el profesorado en el aula (que ni se
publican ni son financiadas por convocatorias nacionales o internacionales) que son buenas
prácticas y, además, son las más interesantes para ser transferidas al resto del profesorado.
El problema habitual es ¿Cómo sabemos si una experiencia en el aula es una buena práctica
de innovación educativa?
A lo ya conocido, que toda innovación lleva asociada un cambio, se debe añadir alguna
característica adicional. Aquí incluyo 4 de esas características (a aplicar tanto a las
experiencias de aula como a las que son publicadas o financiadas por proyectos) que nos
permitirán saber si el cambio realizado es o no una innovación.
Sostenibilidad. Significa que la práctica debe poderse aplicar incluso después de que se
haya agotado la financiación, se haya publicado, o haya finalizado el periodo oficial para
realizar la experiencia (en el caso de que esa experiencia se haya realizado en el marco de
una convocatoria interna de la universidad o el centro), e incluso que se haya presentado un
informe final. Muchos proyectos financiados mueren cuando acaba la financiación o
incluso cuando son publicados. Si es una buena práctica debe seguir aplicándose de forma
habitual en el contexto donde se originó. Esta característica es complicada, ya que la
“etiqueta” de buena práctica se suele dar una vez finalizada la misma, no se suele esperar
dos o tres cursos para ver si se ha consolidado. Hay técnicas que permiten medir la
sostenibilidad, pero esto será objeto de otro post.
Transferibilidad. Significa que la práctica se pueda utilizar fuera del contexto donde se ha
desarrollado. Es decir, si es un proyecto donde han participado 10 centros, es transferible si
se aplica en otros centros distintos una vez que finaliza la práctica. En las experiencias que
el profesorado aplica en su aula, significa que la deben poder utilizar en otras asignaturas.
En este caso será buena práctica si la pueden utilizar en asignaturas de diferentes áreas de
conocimiento a aquella en la que se originó la práctica. Esta característica es difícil de
medir ya que requiere o bien que se haya demostrado de forma previa o bien esperar un
tiempo para ver si se ha transferido. Este tema se ampliará en otro post.
Eficacia en el aprendizaje. La eficacia significa que se consiguen los objetivos que suelen
ser mejorar los resultados académicos, las competencias, o cualquier otro objetivo
relacionado con el aprendizaje. Todas las experiencias que conozco suelen cumplir esta
característica. Pero esto no basta, hay que demostrar de forma inequívoca que se han
obtenido esas mejoras.
Eficiencia de la eficacia. Significa que los beneficiarios (suele ser el alumnado) alcanzan
la característica anterior (la eficacia) con menos esfuerzo que si no se aplicara esa
innovación. Dicho de otra forma, se consiguen mejores resultados que antes pero
empleando, como mucho, el mismo esfuerzo. También se considera eficiencia si consiguen
los mismos resultados que antes de la innovación, pero empleando menos esfuerzo.
Hay otra serie de características que debe cumplir la experiencia en función de otro tipo de
objetivos. Por ejemplo, si se desea que la publiquen en una revista de impacto, además se
debe demostrar que se está aportando nuevo conocimiento que antes no existía. Si se busca
financiación a través de un proyecto, se suelen incluir tecnologías o procesos emergentes y
si simplemente se quiere transferir a otro profesorado, pues miren, para este supuesto no
hay ninguna característica adicional, no porque no sea necesaria, sino porque realmente no
hay convocatorias con este objetivo.
Qué es la innovación educativa y por qué tiene el poder de transformar nuestra educación
La innovación busca cambiar lo que ocurre dentro de la sala de clases, espacio relegado por
las políticas públicas y donde se incuba la actual crisis de nuestro sistema educativo.
Urge un cambio de paradigma. Que las políticas públicas apunten ahora a transformar las relaciones dentro de la sala de
clases: qué, cómo, con quiénes y con qué se aprende. Es decir, innovación educativa.
Educación 2020 está en un proceso de investigación/acción de modelos que inspiren la transformación de nuestro sistema
educativo. La idea es conocer experiencias y desarrollar proyectos piloto junto con escuelas que se atreven a innovar.
“Todas las experiencias innovadoras que hemos conocido comparten características que han sido reconocidas por distintas
investigaciones como los elementos que más impactan el aprendizaje de los estudiantes”, explica Nicole Cisternas,
Coordinadora de Innovación Educativa de Educación 2020.
“Es posible afrontar este desafío de transformación en Chile, se requiere voluntad política y no necesariamente más
inversión. Las mayores barreras que enfrentan escuelas para innovar son la falta de tiempo para el trabajo colaborativo
entre docentes, poca autonomía, excesiva presión por resultados académicos, burocracia y trabajo administrativo”, agrega
Cisternas.
(MÉXICO, CHILE) Redes de Tutoría: modelo educativo cuyo propósito es desarrollar competencias para el
aprendizaje autónomo de las personas, despertando su interés por aprender y su motivación por enseñar. Funciona a través
de la “relación tutora”, un proceso de diálogo personalizado en el que un “tutor”, con experiencia en el manejo de alguna
destreza o habilidad, ofrece a un “tutorado” un desafío de aprendizaje basado en un tema de su interés, guiándole hacia el
aprendizaje a través de preguntas y reflexiones que permiten al propio tutorado descubrir su aprendizaje.
Educación 2020 está implementando este enfoque en diez colegios, de la Región Metropolitana y la Araucanía, en esta
última, en alianza con Fundación Luksic.
(ESTADOS UNIDOS) High Tech High, aprendizaje basado en proyectos: el aprendizaje basado en proyectos es un
modelo educativo en el que niños y niñas adquieren conocimientos y habilidades (aprendizajes significativos) a partir del
desarrollo de proyectos individuales y colectivos. También se enfrentan a desafíos de aprendizajes sobre problemáticas del
mundo real, que vinculan diversas asignaturas o áreas de aprendizaje.
(ESPAÑA) Escuela Saint Gervasi y CASPE: son escuelas que integran un nuevo modelo educativo desarrollado por la
Fundación Jesuitas Educación, que incluye aprendizaje basado por proyectos, elementos de neurociencias y psicología del
aprendizaje. El proyecto incluye un modelo desarrollado para la etapa secundaria (Saint Gervasi) y uno para la etapa
primaria (CASPE).
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OPINION
De allí que afirmar que algo sea “mejor”, depende de los criterios de comparación, de las
razones subjetivas de quien juzga y de los propósitos del juicio. Un elemento que añade
valor al juicio valorativo es la autoridad del emisor y cuando este es un funcionario público,
sus juicios exigen respeto por los valores éticos, pues en razón de sus funciones debe ser
trasparente, veraz y coherente en sus apreciaciones. De allí que cuando un funcionario
publico pregona sus ejecutorias, magnificándolas y ocultando la realidad, esta cayendo en
argucias y engaños propios de la demagogia.
El concepto de calidad es un concepto relativo, que cada uno define desde su
experiencia personal, profesional, su nivel social y según el contexto donde se
desenvuelve.
La noción de calidad es un concepto político, imbuido de valores, impregnado de
ideología, y no una mera cuestión técnica
Está social e históricamente determinada, es decir, que se lee de acuerdo con los
patrones históricos y culturales que tienen que ver con una realidad específica, con
una formación social concreta, en un país concreto y en un momento concreto
Pero la reflexión sobre el concepto lleva a diferenciar que una es la calidad bajo la
racionalidad tecnológica y otra bajo la racionalidad de la complejidad. Por la primera la
calidad implica unos criterios que pretenden ser objetivos y universales, valorando más
los aspectos cuantitativos y mensurables, porque permiten proponer clasificaciones y por
tanto comparaciones. La otra, la racionalidad compleja, considera relevantes las realidades
sociales de las Instituciones y sus sistemas educativos, las dimensiones cualitativas que se
manifiestan en actitudes éticas y valores cívicos, la capacidad de inserción que posee la
educación frente a las estrategias para la consolidación de la democracia, el aporte que la
educación propicia al desarrollo sustentable de ciudadanía y economía nacional, el respeto
a las identidades culturales y los ideales de cohesión de los pueblos.
Se reconoce que la evaluación desempeña una función de primer orden, en cuanto elemento
de información valorativa sobre el estado de la educación. Pero hoy el ejercicio de dicha
función tiene un carácter hondamente político, que no pasa desapercibido a cuantos se
aproximan a la realidad social. Como afirma el documento base discutido en la alguna
Asamblea General de la OEI, «bien podría afirmarse que la evaluación no es sino una
forma distinta y nueva de hacer política y, más concretamente, de explicar las políticas por
medio de los logros alcanzados o, eventualmente, fallidos» (OEI, 1994, pág. 5)
Afirma Alicia de Alba que el discurso educativo ha estado dominado por neopositivistas
impulsados por los centros hegemónicos de poder político-económico y militar, ante lo cual
se impone la necesidad de “desarticular el discurso de la tecnología educativa en tanto
mensaje elaborado desde este centro hegemónico, con intereses explícitos e implícitos de
dominación”. Agrega que el “juicio de valor” producto de la evaluación, no se reflexiona
ni se profundiza, es “un asunto que se soslaya a lo largo del discurso en todas sus
modalidades y variantes; que se presenta como un elemento de continuidad a lo largo del
mismo, conteniendo una serie de implícitos con contenidos políticos e ideológicos que
posibilitan encubrir una intencionalidad de dominación” (1991, pág. 82)
Lo cierto es que si se menciona la calidad educativa esta debe explicitar a qué se refiere,
qué propósito persigue y a quiénes beneficia. Se trata de adjudicarle valor a cada situación
específica y no de generalizar el juicio emitido
El desafío es construir significados precisos que permitan actuar
más eficientemente sobre la desigual realidad educativa con el fin de generar mayor
equidad, pertinencia, eficiencia y eficacia del sistema para producir transformaciones
sociales y culturales desde la escuela, con el propósito de alcanzar una sociedad más justa,
solidaria, equitativa y respetuosa de la dignidad humana (Magendzo, 1996).
Bajo esta miradaes posible tomar como referentes los siguientes modelos propuestos por
Nóchez (2004, págs. 40-44), que se sintetizan en la siguiente tabla:
MODELO CRITERIOS
Calidad = Cobertura ? Cobertura de matrícula.? Inversión
presupuestaria.? Relación alumnos por docente
Calidad = Prestigio. Persigue el prestigio, su meta el exclusivismo,
el elitismo.
Se asocia calidad educativa con:
o Condición económica o social de los
alumnos,
o Recursos: infraestructura, laboratorios,
libros, computadoras, mobiliario
Entonces difícilmente se puede aceptar que un modelo educativo sea calificado como “el
mejor” de Colombia, si frente a argumentos de orden conceptual no resiste tal calificativo.
La investigación muestra que la existencia, lectura y discusión del PEI entre los profesores
es una variable claramente diferenciadora de la calidad de una institución educativa en
Bogotá. Lo anterior ratifica las conclusiones mundiales que asignan un papel central a la
delimitación de propósitos muy claros en las instituciones de calidad. En Bogotá, en las
instituciones de mayor calidad, los maestros han participado activamente en la elaboración
del PEI y este ha sido leído, discutido y compartido entre los profesores. En las
instituciones de menor calidad, o no existe el PEI o existe a nivel formal.
Según el estudio, para diferenciar la calidad de las instituciones educativas debe tenerse en
cuenta si existe un currículo escrito y si este es seguido por los docentes. Esta conclusión es
coherente con los resultados de las investigaciones mundiales.
En todos los colegios bogotanos se realizan pocas reuniones de docentes; pero lo que
diferencia a las instituciones de mayor de las de menor calidad, es el tipo, las características
y la periodicidad de las reuniones académicas, particularmente entre docentes de una
misma área de estudios.
Además de las variables señaladas, es de destacar el papel central que cumplen los docentes
en la calidad educativa. Según la investigación, son ellos quienes constituyen la variable
más importante diferenciadora de la calidad educativa. De su papel en la elaboración del
PEI, de la calidad de la participación en la institución, de su nivel de capacitación, de sus
reuniones académicas y del seguimiento que realicen del currículo, es de lo que en últimas,
depende la calidad de una institución educativa”.
De Zubiría para terminar lanza una pregunta “¿cómo está su institución educativa en cada
uno de los criterios señalados por las investigaciones mundiales y nacionales como muy
asociado y diferenciador de las instituciones de alta calidad académica?”
BIBLIOGRAFIA