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Notación Musical

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Notación musical

Desde la antigua Grecia (en lo que respecta a


música occidental) existen formas de notación
musical. Sin embargo, es a partir de la música
de la Edad Media (principalmente canto
gregoriano) que se comienza a emplear el
sistema de notación musical que evolucionaría
al actual. En el Renacimiento cristalizó con los
rasgos más o menos definitivos con que lo
conocemos hoy, aunque ―como todo
lenguaje― ha ido variando según las
necesidades expresivas de los usuarios.
El sistema se basa en dos ejes: uno horizontal,
que representa gráficamente el transcurrir del
tiempo, y otro vertical que representa
gráficamente la altura del sonido. Las alturas se
leen en relación con un pentagrama (un conjunto
de cinco líneas horizontales) que al comienzo
tiene una «clave» que tiene la función de atribuir a una de las líneas del pentagrama una determinada nota
musical. En un pentagrama encabezado por la clave de sol en segunda línea nosotros leeremos como sol
el sonido que se escribe en la segunda línea (contando desde abajo), como la el sonido que se escribe en
el espacio entre la segunda y la tercera líneas, como si el sonido en la tercera línea, etc. Para los sonidos
que quedan fuera de la clave se escriben líneas adicionales. Las claves más usadas son las de Do en
tercera línea (clave que toma como referencia al Do de 261,63 Hz, el do central del piano), la de Sol en
segunda (que se refiere al Sol que está una quinta por encima del do central), y la de fa en cuarta (referida
al fa que está una quinta por debajo del do central).
El discurso musical está dividido en unidades iguales de tiempo llamadas compases: cada línea vertical
que atraviesa el pentagrama marca el final de un compás y el comienzo del siguiente. Al comienzo del
pentagrama habrá una fracción con dos números; el número de arriba indica la cantidad de tiempos que
tiene cada compás; el número de abajo nos indica cuál será la unidad de tiempo.
Para escribir las duraciones se utiliza un sistema de figuras musicales: la redonda (representada como un
círculo blanco), la blanca (un círculo blanco con un palito vertical llamado plica), la negra (igual que la
blanca pero con un círculo negro), la corchea (igual que la negra pero con un palito horizontal que
comienza en la punta de la plica), la semicorchea (igual que la corchea pero con dos palitos horizontales),
etc. Cada una vale la mitad de su antecesora: la blanca vale la mitad que una redonda y el doble que una
negra, etc.
Las figuras son duraciones relativas; para saber qué figura es la unidad de tiempo en determinada
partitura, debemos fijarnos en el número inferior de la indicación del compás: si es 1, cada redonda
corresponderá a un tiempo; si es 2, cada blanca corresponderá a un tiempo; si es 4, cada tiempo será
representado por una negra, etc. Así, una partitura encabezada por un 3/4 estará dividida en compases en
los que entren tres negras (o seis corcheas, o una negra y cuatro corcheas, etc.); un compás de 4/8 tendrá
cuatro tiempos, cada uno de ellos representados por una corchea, etc.
Para representar los silencios, el sistema posee otros signos que representan un silencio de redonda, de
blanca, etc.
Como se ve, las duraciones están establecidas según una relación binaria (doble o mitad), lo que no prevé
la subdivisión por tres, que será indicada con «tresillos». Cuando se desea que a una nota o silencio se le
agregue la mitad de su duración, se le coloca un punto a la derecha (puntillo). Cuando se desea que la
nota dure, además de su valor, otro determinado valor, se escriben dos notas y se las une por medio de
una línea arqueada llamada ligadura de prolongación.
En general, las incapacidades del sistema son subsanadas apelando a palabras escritas más o menos
convencionales, generalmente en italiano. Así, por ejemplo, las intensidades se indican mediante el uso de
una f (forte, fuerte) o una p (piano, suave), o varias efes y pes juntas. La velocidad de los pulsos
o tempo se indica con palabras al comienzo de la partitura que son, en orden de
velocidad: largo, lento, adagio, moderato, andante, allegro, presto.

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