Sentencia C
Sentencia C
Sentencia C
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Requisitos mínimos
CONCEPTO DE VIOLACION EN DEMANDA DE
INCONSTITUCIONALIDAD-Razones claras, ciertas, específicas,
pertinentes y suficientes
INHIBICION DE LA CORTE CONSTITUCIONAL POR
INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA-Incumplimiento de
requisitos de certeza, pertinencia y suficiencia en los cargos
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD CONTRA
INTERPRETACIONES JUDICIALES Y ADMINISTRATIVAS-
Incumplimiento del requisito de suficiencia
Referencia: Expediente D-13679
Demanda de inconstitucionalidad contra el
artículo 5 (parcial) de Decreto Ley 2245 de
2011.
Demandantes: Álvaro Andrés Díaz
Palacios y Alejandro Sotello Riveros.
Magistrada ponente:
DIANA FAJARDO RIVERA
Bogotá D.C., cuatro (4) de febrero de dos mil veintiuno (2021)
La Sala Plena de la Corte Constitucional, en ejercicio de sus atribuciones
constitucionales y legales, en especial las previstas en el artículo 241, numeral
4, de la Constitución Política, y cumplidos todos los trámites y requisitos
contemplados en el Decreto 2067 de 1991, ha proferido la siguiente
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. En ejercicio de la acción pública prevista en el artículo 241.4 de la
Constitución Política, los ciudadanos Álvaro Andrés Díaz Palacios y
Alejandro Sotello Riveros presentaron demanda de inconstitucionalidad contra
el artículo 5 (parcial) del Decreto Ley 2245 de 2011 “Por el cual se establece
el Régimen Sancionatorio y el Procedimiento Administrativo Cambiario a
seguir por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales”.
2. En síntesis, sostuvieron que el aparte demandado debía ser declarado
inexequible porque desconocía los artículos 13, 29, 93 y 363 de la
Constitución Política, y subsidiariamente, solicitaron la declaración de
exequibilidad condicionada bajo el entendido de que el operador jurídico
debía darle al artículo 5 del Decreto Ley 2245 de 2011, una interpretación
ajustada a la Constitución.
3. En providencia del 3 de marzo de 2020, la Magistrada sustanciadora,
luego de revisar el contenido de la demanda, concluyó que ésta no cumplía
con los requisitos señalados en el artículo 2 del Decreto 2067 de 1991, razón
por la cual la inadmitió.
4. De conformidad con lo previsto en el artículo 6° del Decreto 2067 de
1991, el auto mencionado concedió un término de tres días para que los
actores procedieran a corregir su demanda, decisión que fue notificada por
medio de estado No 034 de 5 marzo de 2020.
5. Los demandantes presentaron escrito de corrección de la demanda en el
que solicitaron la exequibilidad condicionada del aparte demandado
únicamente por vulneración del artículo 29 de la Constitución Política.
6. El 4 de mayo de 2020 se admitió la demanda, por encontrar reunidos los
requisitos previstos en el Decreto 2067 de 1991. En la misma providencia se
ordenó correr traslado al Procurador General de la Nación, comunicar el inicio
del proceso al Presidente de la República y al Presidente del Congreso.
Asimismo se ordenó la fijación en lista y se invitó a participar en este proceso
a las ministras del Interior y de Justicia y del Derecho, al Director de la DIAN
y al Superintendente de Sociedades. Igualmente, al Centro Externadista de
Estudios Fiscales; a la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo -
FEDESARROLLO-; al Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad
Javeriana; el Centro de Pensamiento en Política Fiscal de la Universidad
Nacional; el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad -Dejusticia; y
a las facultades de Derecho de las universidades de los Andes, de la Sabana,
Externado de Colombia, Libre de Colombia, Rosario, EAFIT, Javeriana,
Nacional de Colombia, Sergio Arboleda, Valle y del Norte.
7. Cumplido lo previsto en el artículo 242 de la Constitución Política y en el
Decreto Ley 2067 de 1991, procede la Corte a resolver sobre la demanda de la
referencia.
III. LA DEMANDA
9. Los actores consideran que la interpretación del inciso segundo
del artículo 5 del Decreto Ley 2245 de 2011 vulnera el derecho al debido
proceso y el principio de prescripción contenidos en el artículo 29 de la
Constitución Política. En particular, señalan que el aparte normativo
censurado establece que “[e]n las infracciones continuadas, vale decir, en los
casos en que con varias acciones u omisiones se viole una misma norma
cambiaria, así estas se ejecuten en momentos diferentes, el término de
prescripción se contará a partir de la ocurrencia del último hecho constitutivo
de la infracción.”
10. A juicio de los demandantes la disposición censurada es ambigua, pues
“no estableció de manera precisa los elementos que deben seguirse para
determinar cuándo se está frente a una infracción cambiaria continuada.” Esa
circunstancia resultaría violatoria de la Constitución, pues da lugar a diversas
interpretaciones y, por consiguiente, deja en libertad a la administración para
determinar la existencia o no de una “infracción continuada.” En concreto,
enfatizan que la interpretación que resulta contraria a la Constitución apunta a
que “una operación cambiaria realizada en un momento específico no
prescribiría en el tiempo, simplemente por el hecho de que podría estar
seguida de otra canalización cambiaria, aunque esta segunda canalización
sea autónoma e independiente, es decir, que no tenga nexo o cohesión con la
primera.”
11. Manifiestan que, en la práctica, esta comprensión de la norma conduce a
que “las acciones sancionatorias en materia cambiaria no prescriben en el
tiempo”, pues en todos los casos se puede considerar que se trata de
“infracciones cambiarias continuadas.” De este modo, explican que en
materia cambiaria “los giros y reintegros canalizados voluntariamente a
través del mercado cambiario son considerados hechos independientes”, en
tanto cada “canalización” agota la obligación formal y sustancial cambiaria.
12. En definitiva, sostienen que “[l]a falta de claridad respecto al elemento
de “nexo” o “cohesión” ha generado que sean los funcionarios de la
Administración quienes, a su arbitrio, interpreten cuándo ocurre una
“infracción continuada” lo que deriva en la práctica en la imposibilidad de
establecer un término de prescripción en el régimen cambiario, y por lo tanto,
una violación al artículo 29 de la Constitución Política y al principio de
seguridad jurídica.” Bajo tal óptica, señalaron que la Corte Constitucional ha
admitido su competencia para pronunciarse “en conflictos atinentes a la
interpretación de las normas jurídicas, siempre que dicha interpretación
involucre problemas de interpretación constitucional.”[1] Y que, en ese
sentido, le corresponde a este Tribunal “definir el alcance y la interpretación
que los operadores jurídicos deben otorgarle a esta disposición normativa,
con la finalidad de que la misma resulte compatible con la Constitución
Política.”
IV. INTERVENCIONES
1. Competencia
25. De conformidad con lo dispuesto en el Artículo 241, numeral 4º, de la
Constitución Política, la Corte Constitucional es competente para conocer y
decidir definitivamente sobre las demandas de inconstitucionalidad contra
normas de rango legal, como la acusada en esta ocasión.
3. Síntesis de la decisión
52. La Corte examinó la demanda de inconstitucionalidad presentada contra la
interpretación del inciso segundo del artículo 5 del Decreto Ley 2245 de 2011,
mediante el cual se regula la prescripción de las infracciones cambiarias
continuadas, por vulneración del derecho al debido proceso y el principio de
prescripción contenidos en el artículo 29 de la Constitución Política. Ante la
solicitud de inhibición de la intervención conjunta de la Secretaria Jurídica del
Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y la Dirección
de Impuestos y Aduanas Nacionales, así como del Procurador General de la
Nación, se estudió de forma preliminar la aptitud sustantiva de la demanda.
53. La Sala Plena concluyó que el cargo no cumplía con los requisitos de
certeza, suficiencia y pertinencia. La falta de certeza radicó en que la demanda
desestimó que el aparte censurado sí contiene elementos para definir cuando
se puede configurar una infracción cambiaria continuada, y por ende, fijar el
término de prescripción. La ausencia de suficiencia se evidenció en que la
demanda no identificó una postura o interpretación reiterada y consistente de
la DIAN sobre la norma demandada que pudiera ser objeto de análisis
constitucional. La carencia de pertinencia se constató dado que el cargo se
estructuró a partir de eventuales interpretaciones del precepto acusado o
situaciones meramente hipotéticas. En consecuencia, decidió inhibirse de
realizar un pronunciamiento de fondo.
VII. DECISIÓN
54. En mérito de lo expuesto, la Corte Constitucional, administrando
justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,
RESUELVE
Declararse INHIBIDA para pronunciarse de fondo sobre la constitucionalidad
del inciso segundo del artículo 5 Decreto Ley 2245 de 2011, por ineptitud
sustantiva de la demanda.
Cópiese, notifíquese, comuníquese, cúmplase y publíquese.
ALBERTO ROJAS RÍOS
Presidente
DIANA FAJARDO RIVERA
Magistrada
JORGE ENRIQUE IBÁÑEZ NAJAR
Magistrado
Salvamento de voto
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
Magistrado
ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO
Magistrado
PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA
Magistrada
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Magistrada
CRISTINA PARDO SCHLESINGER
Magistrada
(Impedimento aceptado)
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
Magistrado
MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ
Secretaria General
SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
JORGE ENRIQUE IBÁÑEZ NAJAR
A LA SENTENCIA C-024/21
Ref: Expediente D-13679 Demanda de
inconstitucionalidad contra el artículo 5
(parcial) de Decreto Ley 2245 de 2011.
Demandantes: Álvaro Andrés Díaz
Palacios y Alejandro Sotello Riveros.
Magistrada ponente: Diana Fajardo Rivera
Con el debido respeto, me aparto de la posición mayoritaria de la Sala Plena,
toda vez que, en este caso, los demandantes corrigieron el escrito de la
demanda para cumplir con las amonestaciones de la Sala Unitaria de la Corte
que la había inadmitido por no cumplir las exigencias previstas en el Decreto
2067 de 1991. Admitida la demanda y revisados ahora los requisitos
procesales, considero que la parte actora cumplió con los requerimientos
legales y jurisprudenciales para que la Sala Plena pueda entrar a analizar de
fondo el cargo de inconstitucionalidad planteado.
El respeto por la confianza legítima y el principio pro actione
Discrepo de la decisión mayoritaria, porque considero que, si a un ciudadano
se le señala que sus argumentos son aptos para iniciar el juicio de
constitucionalidad, en tanto se trata de un presupuesto necesario para admitir
la demanda, la Corte debe pronunciarse de fondo, para preservar el derecho
político fundamental previsto en el artículo 40.6 de la Constitución [18] y el
derecho fundamental de acceder a la administración de justicia, conforme a lo
establecido en el artículo 229 ibidem [19]. Incluso si la demanda, como ocurre
en este caso, ha sido admitida en virtud del principio pro actione[20], la Corte
debe pronunciarse sobre el asunto. El proferir un fallo inhibitorio, además de
afectar de manera significativa los referidos derechos, en realidad es una
forma tardía de rechazar la demanda.
En casos como el presente, cuando se han cumplido en su integridad los
presupuestos procesales de la acción de inconstitucionalidad, el actor se
encuentra en la confianza legítima de que obtendrá una decisión de mérito, así
como le asiste esa postura a los intervinientes que acuden al llamado de la
Corte Constitucional en el respectivo proceso, dado que, si la Corte admitió la
demanda y ahora al momento de resolver así se confirma, se infiere el
cumplimiento de las cargas procesales del accionante, ante lo cual, en garantía
del principio pro actione, corresponde pronunciarse, en lugar de acudir a la
decisión inhibitoria basada en un nuevo análisis de los mismos requisitos.
Diferencias entre los presupuestos procesales para admitir la demanda y
los presupuestos materiales para decidir de fondo
En este punto resulta útil advertir que existe una diferencia entre los requisitos
procesales para admitir la demanda, previstos en el artículo 2 del Decreto Ley
2067 de 1991 y a los que se refirió en extenso la sentencia C-1052 de 2001,
entre otras- y los presupuestos materiales para decidir de mérito los cargos o
acusaciones de inconstitucionalidad conforme a las reglas previstas en los
artículos 14 a 22 del mismo Decreto y con fundamento en ellas, las subreglas
adoptadas por la misma Corte, luego de recibir las intervenciones ciudadanas
con las cuales se impugna o se coadyuva la acción, las intervenciones de
quienes hubieren participado en la elaboración o expedición de la norma
acusada, las de los expertos y la del Procurador General de la Nación, lo
mismo que del análisis del acervo probatorio conducente decretado y
practicado conforme al ordenamiento jurídico.
Salvo casos excepcionales y, este no lo es, la Sala Plena no debe detenerse a
revisar de nuevo los presupuestos de la acción para resolver de mérito, sino
que verificado su cumplimiento, como ocurre en este caso, debe revisar los
presupuestos materiales para adoptar una decisión de mérito, a menos que
deba proferir una decisión inhibitoria, pero por razones diferentes a aquellas
que se refieren a la aptitud de la demanda.
En el caso sub examine, existen los cargos que generaron la cuestión o duda
de inconstitucionalidad y a ellos se refirieron de manera precisa quienes
intervinieron dentro de la acción, así como el Ministerio Público.
En el caso concreto, por ejemplo, uno de los intervinientes se refirió a los
elementos de la infracción cambiaria continuada que se estructuró en la norma
demandada y al deber de analizar la existencia o no de un nexo que entrelace
las diferentes operaciones cambiarias para salvaguardar la seguridad jurídica y
el debido proceso administrativo y, al mismo tiempo, el ejercicio de la función
de control cambiario a cargo de la DIAN, lo cual ilustra un análisis válido de
los cargos de la demanda, bajo el cual la Corte Constitucional podría haberse
pronunciado.
En sentido similar, era posible resolver de mérito, si se adoptaba una de las
consideraciones de la vista fiscal, en la parte que se refirió al evento en que la
Corte pudiera examinar de fondo la demanda, frente al cargo de vulneración
del debido proceso. En concepto de la Procuraduría General de la Nación, el
artículo 5 (parcial) del Decreto ley 2245 de 2011, debía ser declarado
exequible, ya que “de esta no se desprende la posibilidad de anular las
garantías constitucionales derivadas del derecho al debido proceso, pues es
evidente que se mantiene incólume el mandato superior que tiene el
procesado a que se le defina su situación jurídica, en conocimiento del
principio de seguridad jurídica y de la protección de los derechos
fundamentales de los imputados”.
Fecha ut supra.
JORGE ENRIQUE IBÁÑEZ NAJAR
Magistrado
[1]
En particular, trascriben fragmentos de las sentencias C-354 de 2015. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza
Martelo y C-135 de 2017. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
[2]
Al respecto reproducen apartes de la Sentencia C-354 de 2015. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
[3]
En la misma dirección, aluden al artículo 150 numeral 19 literal b) de la Constitución y al artículo 2 de la
Ley 9 de 1991 y aseguran que el Decreto Ley 2245 de 2011 tiene el propósito de amparar los bienes jurídicos
señalados en estas disposiciones. En especial, hacen referencia a la regulación del comercio exterior y el
régimen cambiario internacional, así como a la necesidad de fortalecer el desarrollo económico y social y el
equilibrio cambiario.
[4]
Los intervinientes precisan que los numerales 12, 18 y 24 del artículo 3 del Decreto Ley 2245 de 2011
contienen hipótesis de infracciones cambiarias continuadas. Luego de hacer un recuento de los supuestos de
hecho recogidos en esta disposición, explican que “[e]n los eventos precedentes, la infracción continuada se
materializa con la situación irregular de aprovechamiento y de prolongación de la conducta en el tiempo. ||
Lo anterior, por cuanto quien ejerce una actividad de comercio requiriendo de alguna autorización previa,
sin cumplir con este requisito, la conducta se entiende continuada o permanente pues la consumación de la
falta se extiende a tantos actos como permanezca la falta. || Debe entenderse que esa violación periódica de
la norma que impone obligaciones cambiarias, constituye, al tenor del inciso segundo del artículo 5 del
Decreto 2245 de 2011, una infracción continuada, la cual se manifiesta en el incumplimiento sistemático y
reiterado de la obligación cambiaria durante cada periodo” Así mismo, añaden que “[p]ara estos casos, a
pesar de que el hecho comporta una infracción independientemente sancionable, existe concurrencia de (i)
sujeto infractor, (ii) conducta realizada (acción), y (iii) tipo de obligación cambiaria. || En casos como los
citados el término de prescripción de 5 años se contará a partir de la ocurrencia del último hecho
constitutivo de la infracción.”
[5]
Bajo tal perspectiva, señalan los siguientes ejemplos de infracción cambiaria continuada en los que se debe
acreditar la unidad de acción entre las diferentes operaciones de cambio: (i) “[d]urante TODO el tiempo en el
que el profesional de cambio no autorizado ejerció la actividad de compra y venta de divisas de manera
profesional, sin haber sido inscrito en el registro establecido por la DIAN”; (ii) “[d]urante TODO el tiempo
en que el residente en el país se dedicó a celebrar diferentes operaciones sucesivas de transferencias de
divisas no autorizadas por cuenta de terceras personas, sin tener la calidad de intermediario del mercado
cambiario; (iii) “[d]urante TODO el periodo temporal en el que el residente en el país canceló al exterior,
con varias operaciones y declaraciones de cambio, divisas por concepto de pago de supuestos “servicios” sin
existir causa jurídica alguna que soporte estos pagos por haberse desvirtuado la existencia de la prestación
de tales servicios, utilizando esta misma modalidad para sustentar el pago”; y (iv) “[d]urante TODO el
periodo en el cual el residente en el país ingresó o reintegró al país divisas desde el exterior, con varias
operaciones y declaraciones de cambio, por concepto de pagos de supuestas exportaciones de bienes que no
se realizaron o fueron desvirtuadas o fueron sobrefacturadas, utilizando la misma modalidad para sustentar
este reintegro o ingreso de divisas.”
[6]
En representación de la Universidad Externado de Colombia interviene Olga Lucía González Parra,
Directora del Centro Externadista de Estudios Fiscales y la profesora Carolina Acosta Ramos.
[7]
Añade que en materia cambiaria la DIAN fijó su postura en el Concepto 65694 de 1995. De acuerdo con la
interviniente, este documento establece que la infracción continuada se entiende como “aquella conducta
(acción u omisión) realizada por parte de un sujeto sometido al cumplimiento de una obligación cambiaria,
que vulnera o transgrede permanentemente durante un lapso (permanencia), una misma norma u obligación
cambiaria vigente.” El mismo concepto precisaría que frente a las infracciones continuadas “el término de
caducidad de la acción de la administración para investigar y sancionar infracciones cambiarias, se cuenta a
partir de la ocurrencia del último acto constitutivo de la infracción.”
[8]
Al respecto transcribe fragmentos de las sentencias C-551 de 2001 (M.P. Álvaro Tafur Galvis) de la Corte
Constitucional; SP-1942018 (51233) del 14 de febrero de 2018 de la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia; y la dictada por la Sección Cuarta del Consejo de Estado en el expediente radicado
25000232400020030022801.
[9]
Al respecto reproducen apartes de la Sentencia C-354 de 2015. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
[10]
Al respecto transcribe fragmentos de las Sentencias C-551 de 2001 (M.P. Álvaro Tafur Galvis) de la Corte
Constitucional; SP-1942018 (51233) del 14 de febrero de 2018 de la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia; y la dictada por la Sección Cuarta del Consejo de Estado en el expediente radicado
25000232400020030022801.
[11]
Estos criterios fueron recogidos de la jurisprudencia desde la Sentencia C-1052 de 2001 (M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa), y han sido utilizados de manera reiterada, uniforme y pacífica por la Corte Constitucional.
Para un recuento enunciativo ver, entre otras, la Sentencia C-105 de 2018 (M.P. Diana Fajardo Rivera), nota
al pie N° 26.
[12]
Intervención conjunta de Secretaria Jurídica del Departamento Administrativo de la Presidencia de la
República y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). Página 18.
[13]
Ibídem.
[14]
En la Sentencia C-802 de 2008. M.P. Clara Inés Vargas Hernández. La Corte en esta providencia
puntualizó: “El control que ejerce esta Corporación a través de la acción pública de inconstitucionalidad
(art.241 CP) comprende la facultad de examinar la interpretación que en ciertos casos hacen las autoridades
judiciales de normas con fuerza material de ley. Se trata de una suerte de control, verdaderamente
excepcional”. Adicionalmente presentó como sustento de esta afirmación las siguientes sentencias: C-1436 de
2000. M.P. Alfredo Beltrán Sierra; C-426 de 2002. M.P. Rodrigo Escobar Gil; C-207 de 2003; C-1093 de
2003. M.P. Alfredo Beltrán Sierra; C-569 de 2004. M.P. Rodrigo Uprimny Yepes; C-803 de 2006. M.P.
Jaime Córdoba Triviño; y C-187 de 2008. M.P. Humberto Sierra Porto.
[15]
Sentencia C-354 de 2015. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. En esta oportunidad la Corte se inhibió
de proferir un pronunciamiento de fondo sobre la interpretación que el Consejo de Estado había realizado
sobre la expresión “y el monto de la pensión de vejez”, contenida en el inciso segundo del artículo 36 de la
Ley 100 de 1993, por cuanto la demanda solo presentó una decisión que estimaba inconstitucional y no
proporcionó una posición consolidada y mucho menos reiterada de esa Corporación. También pueden
consultarse la Sentencia C-557 de 2001 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), en la que la Corte declaró
exequible la expresión “solamente” contenida en el artículo 59 de la Ley 610 de 2000, de acuerdo con la que
que en los procesos de responsabilidad fiscal, sólo es demandable ante la jurisdicción contencioso
administrativa el acto mediante el cual éste termina, por cuanto no desconocen el derecho al debido proceso ni
a la administración de justicia. En esa ocasión la Corte tuvo en cuenta la interpretación que el Consejo de
Estado había dado a la disposición acusada (derecho viviente): “la expresión "solamente" cuestionada no
impide que los demás actos, generalmente de trámite o preparatorios, sean objeto de control judicial cuando
sea demandado el acto definitivo mediante el cual termina el proceso.” Por su parte, en la Sentencia C-304 de
2013 (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo), la Corte se inhibió de proferir un pronunciamiento de fondo
sobre algunas disposiciones del Estatuto Tributario, entre otras razones, porque la demanda no acreditó una
posición consolidada de los tribunales y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales respecto al
impuesto al patrimonio. Finalmente, en la Sentencia C-136 de 2017 (M.P. Alejandro Linares Cantillo), la Sala
se declaró inhibida para emitir pronunciamiento de fondo respecto del artículo 11 de la Ley 680 de 2001,
entre otros motivos, por cuanto carece de competencia para conocer de demandas de constitucionalidad que
cuestionen la interpretación de actos administrativos.
[16]
La demanda señala a página 7: “Para ilustrar esta situación, ponemos de presente el siguiente ejemplo, el
cual constituye la interpretación que actualmente la Administración realiza sobre la norma demandada, y la
cual es violación ai artículo 29 de la Constitución Política y al principio de prescripción. // 1. Un residente
realizó una canalización a través del mercado cambiarlo, en el año 2012 por concepto de servicios. // 2.
Posteriormente, en los años 2015 o 2016 o 2017 realiza otro giro por concepto de servicios, pero
correspondiente a obligaciones distintas, autónomas e independientes a las que originaron el pago del año
2012. // 3. Debe recordarse, que en materia cambiarla los giros y reintegros canalizados a través del
mercado cambiario deben ser considerados como hechos independientes y autónomos. // 4. Sin embargo, el
operador jurídico sostiene que la canalización del año 2012 no prescribe sino contados 5 años desde la
canalización del año 2017. // 5. Lo anterior, bajo el argumento que esta corresponde a una infracción
continuada en los términos del artículo 5 del Decreto Ley 2245 de 2011. // 6. Lo anterior, aun cuando los
giros por concepto de servicios se efectuaron respecto de obligaciones distintas, autónomas e independientes,
sin que exista una unidad de acción sobre las rnismas. Es decir, que los giros efectuados en 2012 no tienen
relación alguna con los giros efectuados en 2015, 2016 ni 2017. // 7. En otras palabras, bajo la
interpretación efectuada por el operador jurídico, la operación efectuada en el año 2012 NUNCA
prescribiría, ya que estaría ligada al término de prescripción del giro de 2017 o al término de prescripción
de operaciones futuras (inclusive aquellas efectuados en 2020, es decir, 8 años después del primer giro).”
[17]
Intervención conjunta de Secretaria Jurídica del Departamento Administrativo de la Presidencia de la
República y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). Página 19.
[18]
C.P. Artículo 40. Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del
poder político. Para hacer efectivo este derecho puede: (…) 6. Interponer acciones públicas en defensa de la
Constitución y de la ley.
[19]
Artículo 229. Se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia. La ley
indicará en qué casos podrá hacerlo sin la representación de abogado.
[20]
Cfr. C-1052 de 2001. “El rigor en el juicio que aplica la Corte al examinar la demanda no puede
convertirse en un método de apreciación tan estricto que haga nugatorio el derecho reconocido al actor y que
la duda habrá de interpretarse a favor del demandante, es decir, admitiendo la demanda y fallando de fondo”.