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Adrian Santamaria - Universidad Simon Bolivar

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UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR

ESPECIALIZACION DERECHO
ADMINISTRATIVO

LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO


ADMINISTRATIVO Y SU APLICACIÓN EN LA
CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA DE 1991

POR

ADRIAN ALDAIR SANTAMARIA OROZCO

29 NOV 2022
En materia de la nomoárquica o principialística podemos sostener que en la Constitución

Política existen una gran variedad de principios propios del derecho administrativo, y que se hacen

obligatorios por ser normas jurídicas. Desde la doctrina se han tenido como principios propios de

esta disciplina los siguientes: siguiendo a Ayala, J. E. (1999). los principios propios del derecho

administrativo serían el principio del interés general, el principio de la separación de poderes, el

principio de legalidad, el principio de la descentralización, el principio de la moralidad, el principio

de la responsabilidad administrativa, el principio de lo contencioso administrativo, la equidad, la

economía, la celeridad, la imparcialidad, la eficacia, la publicidad, la contradicción, la igualdad, la

coordinación, el control, la delegación, la jerarquía, la autonomía y la autosuficiencia financiera.

Lo que nos conlleva a la intervención del estado en los principios del derecho

administrativo refiriéndose que la idea de intervencionismo existe en el Estado para solucionar,

por medio del Ordenamiento Jurídico, los conflictos sociales. De tal suerte que siempre que exista

un ordenamiento jurídico habrá intervención «por lo que diciendo que hay intervención no se dice

nada, ni jurídica, ni politológicamente pertinente». GIANNINI, Massimo Severo. El Poder Público.

Uno de los principales principios en la historia del derecho administrativo fue el principio

de la legalidad, la Revolución inglesa fue la que consagró por vez primera el Principio de

Legalidad, porque prohibió que la ley pudiera ser modificada por el Rey, y se dispuso que

esta sólo podía ser cambiada por el Parlamento, Adicionalmente también estableció la

independencia judicial para garantizar la supremacía de la ley sobre la voluntad del monarca,

ya que Jacobo II había destituido a los jueces que se habían negado a interpretar la ley según

sus designios. TREVELYAN, George Macaulay. La Revolución Inglesa 1688-1689.

En Inglaterra en la Edad Media se estableció el principio de sujeción del Rey a la ley; así

en la Carta Magna de 1215 se dispuso en su artículo 39 que «Ningún hombre libre podrá ser
detenido o encarcelado, privado de sus derechos o de sus bienes, o puesto fuera de la ley o exiliado,

o privado de su rango de cualquier otro modo, ni usaremos de la fuerza contra él, o enviaremos a

otros para que lo hagan, excepto por sentencia judicial de sus pares y según la ley del país»

FIORAVANTI, Mauricio. Los Derechos Fundamentales. La razón de ser de este artículo es el

juramento que debían prestar los Reyes ingleses al ser coronados, mediante el que se garantizaba

que el monarca actuara según el derecho, circunstancia que protegía los derechos de los súbditos,

quienes al ser juzgados por los jueces del reino estaban en capacidad de exigir que fueran

procesados de acuerdo a la ley. McILWAIN, Charles Howard. Constitucionalismo Antiguo y

Moderno.

A comienzos del siglo XIX esta concepción de la vinculación positiva sufrirá una

transformación que implicará que la administración no sólo ejecute la ley, sino que también busque

los intereses generales basándose en la discrecionalidad, acogiéndose así el principio de

vinculación negativa, "que había sido tradicional a la institución monárquica. La ley se convertirá,

para los franceses, en la principal fuente del derecho, incluso por encima de la Constitución. Esta

únicamente será considerada un texto político que incluye los derechos humanos y la estructura

del estado, es decir que es una regulación que contiene una parte dogmática y una orgánica; no se

entendió que era una norma jurídica porque no existía el con-trol de constitucionalidad de las leyes

y éstas podían vulnerar la norma fundamental sin que esta acción tuviera consecuencias jurídicas

SANTAMARÍA PASTOR, Juan Alfonso. Fundamentos, En Colombia copiamos esta teoría francesa

en 1886 cuando se creó una nueva Constitución y una legislación, obra de la Regeneración

conservadora. Don Miguel Antonio Caro estableció en la ley 153 de 1887, en su artículo 6, que

todas las leyes del país se presumían constitucionales. RODRÍGUEZ PIÑERES, Eduardo.

Relaciones entre los poderes Judicial y Legislativo. En Por el Reinado del Derecho.. En la tercera
década del siglo XX se abandonó el control de constitucionalidad que se había consagrado

ampliamente en la reforma constitucional de 1910 y se volvió a acoger la hipótesis francesa de la

ausencia de control sobre las leyes y sobre las normas con fuerza de ley, circunstancia que

perduró hasta el cambio constitucional de 1991.DUEÑAS RUIZ, Oscar José. Control

Constitucional. .

El Estado constitucional surgido de la institucionalización del poder y de la ruptura

absolutista se desarrolló en Europa no de manera lineal, ni con la misma intensidad en cada una

de sus naciones. Constituyó un proceso salteado que sólo se puede generalizar y caracterizar

prácticamente ya entrado el siglo XIX, cuando la mayoría de los países habían pasado por la

experiencia de encauzar el poder y la soberanía según los dictados de la Constitución y la ley. En

su versión original el Estado constitucional adoptó una modalidad de Estado liberal de derecho en

el que su intervención no era notable, situación que se modificó históricamente ante el creciente

surgimiento de dificultades sociales, que obligaron al Estado a convertirse en interventor y director

de procesos, regulador de la vida pública y privada (Estado de bienestar), y más recientemente,

actor decidido en la gestión social del hombre y la comunidad (Estado social de derecho). En cada

una de estas instancias evolutivas del Estado constitucional, el papel de la administración pública

ha constituido su arma más importante; instrumento adecuado para la actuación rápida y eficaz,

algo que ya habían advertido los franceses en su histórica disidencia a las teorías ortodoxas de la

revolución respecto de la división de poderes. En la medida que el Estado constitucional moldea

su administración, la fortalece y tecnifica, es decir, crece conforme a los dictados constitucionales

y legales, sujeta al imperio de la ley. Este proceso, que encuentra su motor principal en la

experiencia revolucionaria francesa, implicó una transformación del viejo derecho de policía,

típico del absolutismo, en un derecho mucho más concreto y específico encargado de regir
exclusivamente la función y actividad de la que comenzó por entonces a denominarse

administración pública. En la práctica, los primeros contenidos del derecho administrativo vienen

dados por todas aquellas reglas de sujeción a la realidad que hacían a la administración pública

objeto del reino de la ley, esto es, sujeta a reglas de competencia y a procedimientos que la voluntad

general del legislador había determinado de manera previa como garantía ciudadana y reflejo del

principio de la institucionalización del poder. A este proceso de legalización debemos aunar, para

un mejor entendimiento de la formación del derecho administrativo, el aporte francés, luego

generalizado, de la separación entre justicia y administración que llevó a Napoleón a la creación

del Consejo de Estado en 1800 y al establecimiento posterior mente (1806) de una sala de lo

contencioso administrativo encargada de proyectarle las decisiones que resolvían los conflictos

suscitados entre la administración y los asociados. Esta circunstancia que generó el nacimiento de

las acciones subjetivas administrativas y con posterioridad de las objetivas de legalidad: las

primeras destinadas a proteger los intereses individuales o subjetivos violentados por la

administración, y las segundas dirigidas a la protección impersonal de la legalidad y el orden

jurídico. Las razones que también motivaron este proceso de integración del derecho

administrativo se traducían en vicios de incompetencia o exceso de poder. Como se observa, son

dos, pues, los elementos que deben quedar en claro y que coadyuvan a la formación del derecho

administrativo dentro del Estado constitucional: por una parte, el proceso de decantación de la

administración pública como órgano predominante y decisivo en la acción estatal, con un proceso

de fortalecimiento creciente, actualmente en incremento y con poderes especiales, generados a

partir de normas particulares diferentes al derecho privado; y por otra parte, el surgimiento de un

sistema también especial y novedoso de control frente a la ausencia de control judicial, que en

Francia se desarrolla a partir de la justicia impartida por el emperador a través de los proyectos
elaborados por la sala de lo contencioso administrativo del Consejo de Estado. Es decir, todo un

apoyo sustancial fundado en leyes especiales, algo así como una legalidad concreta de la

administración y una justicia también especial. Estos dos elementos conjugados de diversas

formas, según el país en que se adoptaran, vinieron a servir de fuente al crecimiento del derecho

administrativo contemporáneo. El derecho administrativo no es el único modelo de régimen

jurídico y de justicia reinante en las sociedades políticas contemporáneas. Diversos desarrollos

políticos del mundo moderno han propiciado la generación de otros sistemas donde también está

garantizada la legalidad y el control de la administración pública sin necesidad de acudir a

regímenes especiales y autónomos; es el caso de los modelos de sometimiento, que históricamente

se formaron para los países de influencia anglosajona. No obstante, lo anterior debo advertir que

el proceso de formación de la administración pública iberoamericana y de su derecho

administrativo, por obvias razones, no puede considerarse paralelo o simultáneo con los procesos

históricos europeos. Nuestros países formaron sus instituciones a partir de la experiencia heredada

de las potencias colonia - les que dominaron nuestros territorios y del influjo principalmente de las

revoluciones norteamericana y francesa. De esta forma cualquier aproximación al estudio de la

administración y del derecho administrativo colombiano debe iniciarse en los aportes primarios a

nuestras instituciones provenientes del régimen público español en América. Solamente a partir

del entendimiento de esta fuente es factible llegar a entender las características que en muchos

casos hacen particulares las instituciones ibero americanas frente a las de otras latitudes 2 El

carácter finalista y social del Estado.

En síntesis, podemos afirmar que el derecho administrativo moderno se edifica a partir del

respeto al orden jurídico y en la acción efectiva en procura del bienestar y el bien común. Esta

conclusión no es el producto de la simple especulación doctrinal; tiene su sustento en el mismo


sistema normativo que le asigna al Ejecutivo (a través de sus órganos superiores, intermedios o

inferiores) el cumplimiento de las finalidades propias del Estado. De aquí que autores como

Cassese encuentren la fuente de nuestras afirmaciones en la llamada teoría de las funciones, que

no es más que el estudio en concreto de la norma legal para de ella desprender el alcance del marco

de acción de la administración. Aspecto que complementa magníficamente Parejo, al destacar el

papel activo y eficaz que deben asumir las modernas administraciones frente a normas legales

genéricas, descriptivas o indeterminadas, que en la práctica colocan a la función administrativa en

un ámbito de competencia indiscutible para el cumplimiento de las finalidades estatales.

Este fenómeno atributivo de mayores y efectivas responsabilidades a la función

administrativa del Estado no es más que el resultado de la evolución de las instituciones políticas

y el acrecentamiento de las causas económicas y sociales en las diferentes sociedades políticas.

Giannini destaca esta circunstancia y concibe un nuevo tipo de función administrativa para un

nuevo tipo de Estado. El desarrollo de nuestras sociedades encamina a las administraciones

públicas por senderos de extrema complejidad, llegando incluso con su presencia a constituirse en

“el factor más importante de la vida en sociedad”, de modo que sería prácticamente imposible

sobrevivir en un mundo en donde la administración no funcionara. Cual quier acto de nuestras

vidas está signado por la presencia de la función administrativa. Puede que un hombre nunca se

relacione con la jurisdicción, o que de manera general lo haga con lo legislativo, pero lo cierto es

que de la función administrativa no puede evadirse, y su relación con ella será casi que permanente.

De aquí su carácter de activa y decisoria de la administración, en el contexto del actual derecho

administrativo, y la dirección que este le imprime a cualquier aproximación a la materia.

De los anteriores planteamientos doctrinales y en una perspectiva de estricto carácter

jurídico se puede observar la existencia de una moderna administración pública con funciones y
finalidades concretas en la dinámica estatal, objeto de un régimen positivo que la articula con la

legalidad, conocido como derecho administrativo. En este sentido podemos afirmar que el derecho

administrativo es hoy, en su más elemental definición, el derecho de una activa función

administrativa pública y de sus asuntos aledaños. De aquí que el estudio del derecho administrativo

deba estar irremediablemente precedido del conocimiento de la administración pública, sus

conceptos, funciones, finalidades y, en general, de la problemática que nos ofrece dentro del Estado

moderno. No obstante, lo anterior, el crecimiento de la ideología neoliberal, y, sobre todo, la

consolidación de su modelo económico de libre competencia y de mercado, ha tenido profundas

repercusiones en el papel de la administración pública respecto de sus responsabilidades y

funciones de presencia ante la comunidad, llegándose a sostener prácticamente la desaparición de

la administración activa bajo el concepto de un Estado mínimo. En nuestra opinión, los efectos de

la economía de mercado en los destinos de la administración pública han significado sencillamente

una mudanza de papeles, mas no un abandono del carácter estelar de la administración frente a las

responsabilidades sociales; en este sentido el derecho administrativo se ha caracterizado por su

dinámica y adaptabilidad a las nuevas circunstancias.

Bibliografía

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Ley.
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FIORAVANTI, Mauricio. Los Derechos Fundamentales. Apuntes de Historia de las

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McILWAIN, Charles Howard. Constitucionalismo Antiguo y Moderno. Madrid. Centro de

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