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Desarrollo y perspectivas de la Etnopsiquiatría

Chapter · March 1996

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DE,SARROLLO Y PERSPECTIVAS
DE LA'ETNOPSIQUIATRIA

Sergio Javier VILLASEÑOR BAYARDO


Alma GARCIA ALCAIL{Z

I. Bl surgimiento de los de las aguas y de los lugares. que con-


conceptos básicos tiene la célebre descripción de la ertfer'
ntedad de los escitas.t El fantoso
La Etnopsíquiatría es tan antigua como rnédico griego no se contentaba corr
la medicina misma. Su historia y desa- describir esta anomalía sirlo que tartt-
rrollo bien podrían expresarse co¡no la bién pretendía erplicar tal a¡tottralía
liistoria de las relaciones entre la natu- como el resultado de los efectos del cti-
raleza y la cultura.
{
ma húmedo y brurnoso de Escitia así
conlo de su alimentación y gérterit de
Ya desde la época de los griegos 1,
vida.
Ia escuela de Cos, la idea de la relación
entre el orden natural y el orden nroral Debido a lo anterior, Pélicier scñala
era una constante del pensarniento grie- el modernisnlo o quiás la sirnple atr-
go. Hipócrates tomaba bastante en con- tenticidad de la obra hipocrática sienr-
sideración la influencia dcl nred io prc reserva sorpresas. ( 1964. p. l9 )
biológico, ,eeológico, el efecto de las
Se puede encontrar utta ttttlltittrd dt-
costumbres. de las leyes y de las pasio-
nes. El pensaba, con justa razón, que en
datos dispersos qLle iltteresatl a lrt
ctrropsiquiatría en las obras de historia-
el arte de la medicina había que consi-
dores, geógrafos. crploradores. ntisiorlc-
derar tres tactores : la enfennedad, el
ros y escritores de la antigüedad v de la
rnédico v el enfermo. Recientemente,
edad media. A partir del rettaci¡rtierlto.
Kleinman (1980) ha propuesto la utili-
los grandes descubrinrietltt-rs georrr'áfi-
zación de los términos Disease, illness
y sichtess cuvos significados precisos
pueden aprorirnarse a la idea original
del rnédico de Cos. | [ntrc ltrs grupos nónratja-s dc las cstc¡as dc [:sc it r¡
De modo que la Etnopsiquiatría ya (actttxltnc¡ttc Rusia rJcl strr ) una cicrta cantidad dc
horrrbrcs sc volr'ían intptrtcntes. sc ptrnian a lrablar
aparece representada en la colección coll ttlla voz [cmcrtirta I rdtrptaban la forma tlc vir ir
Hipocrática con el Tratado de los aires, dc lls nruicres.

A<
cos estimulan la curiosidad por las cos- el l-otah y el Antok, así como sobre las
tumbres de los "salvajes" y de las civi- fonnas particulares que revestían entre
I izaciones no-europeas. Ios malasios Ias psicosis maniaco-de-
presivas, la demencia precoz y offas
En el siglo XIX comieízan las des- en fermedades mentales "clásicas".
cripciones rnás objetivas y fuas siste-
máticas de los médicos coloríiales y de Kraepelin publica en 1904 los pri-
la marina y se habla corrientemente de meros resulLados de su encuesta en un ar-
una "psiquiatría exótica". Los docu- tículo titulado Vergleichende P syclzia tr i e
mentos se welven muy numerosos. (psiquiatría comparada). Pero Kraepe-
lin no tuvo Ia oportunidad de proseguir
En 1843, Moreau (de Tours) Publica su encuesta en otos países "exóticos"
en los Annales Médico-Psychologiques ni sus discípulos se ocuparon de ello.
un primer estudio, prototipo de trabajo Después de é1, fueron sobre todo los
etnopsiquiátrico, titulado L'alíénation médicos coloniales quienes se ocupa-
en Orienf, en donde argumentaba cui- ron de desarrollar la etnopsiquiatría y
dadosamente la rareza de la locura de agregar contribuciones y revisiones
oriental, en especial la ausencia de la generales muy olvidadas hoy en día.
parálisis general árabe. Begue (1993) (Ellenberger 1965 a)
afirma que la conclusión de que el Is-
lam protegía o daba a sus miembros En su tratado de psiquiatría. Eugen
una especie de inmunidad contra Ia Io- Bleuler ya señala las diferencias se-
cura no sería puesta en duda duralite miológicas que él observó en sus pa-
medio siglo y los alienistas se intérro- cientes Ingleses, lrlandeses o Bávaros,
garían largo ii"rnpo sobre las causas del ¡incluso hallaba diferencias en Ia forma
bajo número de alienados en Argelia. de reaccionar de los pacientes de Zü-
rich y de Berna!
Otro médico, un alemán llamado
Obersteiner publica en 1889 en una re- Después de la primera guerra mun-
vista popular una revisión general en dial, el interés por la etnopsiquiatría re-
donde describe y compara las enferme- cibe un nuevo irnpulso proveniente de
dades mentales de muy diversos y va- las nuevas corrientes que en ese lapso
riados grupos étnicos. (Citado por habían renovado la etnología.
Ellenberger 1965 a)
La Antropología psicoanálitica nace
Pero el mérito de haber fundado la con la obra de Freud (1914) "Totem y
.1
etnopsiquiatría' como rarna autónorna tabú".4 El título original de esta obra es
de Ia psiquiahía puede atribuírsele a "algunas concordancias entre la vida
Kraepelin, el cual fue a Singapur y a psíquica de los salvajes y Ia de los neu-
Java con el objeto de informarse sobre róticos", lo cual irrdica su orientación

a
Frcud se inspiró cn los textos ctnográfrcos que l:ra-
r El sentido preciso que utilizó Kraepclin fue el rJc zer y Tylor redactaron a partir dc lucntcs dc inlor-
Ps iquiatrf a comparativa. mación secunda¡ias.
como la prinrera obra de etnopsicoaná- del terre¡ro etnológico lo hará buscar
lisis, en tanto que aplica el método y la las invariantes del funcionantento rnerrtal
teoría psicoanáliticas para su estudio. en el chanranismo y el sr-reño. despla-
La necesidad de probar si las hipó- zando el acento que Freud, de lnanera
tesis de Freud respecto hl cornplejo de completamente teórica había colocado
Edipo y a las fases del desánollo tienen sobre Io arcaico, la regresión y los pro-
una relevancia universal o si sólo eran cesos primarios. (Nathan. 1986, p.28)
aplicables a una sociedad determinada Róheim abordó la cultura de los
generó una serie de estudios entre los aborígenes australianos como prirner
que destacan los de Malinowski ("Sex terreno. A su regreso se vio obligado a
& repression in savage sociesr,', l9Z7) constatar que el psicoanálisis brindaba
quien a partir de su análisis de ta socie- solamente un instrumento relativarnen-
dad matrilinear de los Trobriandeses, te cómodo para establecer relaciones
estima probada la relatividad culturat con los otros, diferentemente "otros,, v
de los esquemas freudiano; el complejo no una ctave para la interpretación sis-
que Malinorvski describe comprende el temática. §athan. 1986, p.l7)
odio hacia el tío matemo y la relación
incestuosa con la hermana. Por su lado, la escuela norteanrc¡-i-
cana de .Antropología Culturat (Abra-
En 1930, en Alemania, R. Thurn- ham Kardiner, Ralph Linton. il.uth
rvald y su escuela inauguran el esrudio Benedict, Margaret Mead), en panc
sistemático de los efectos'del contacto bajo la influencia de las feorías cle
entre Ias "razas" y Ias culfuras de nive- Freud, buscaba establecer correlaciones
les diferentes. entre las técnicas de cuidados 1, de edu-
Los estudios de Thurnwald serán re- cación dadas a los niños con el carácter
tomados por los Norteamericanos. to- colectivo (o "personalidad de base"),
cando uno de los problemas más así como la frecuencia y la forma de las
controvertidos de la etnopsiquiatría neurosis y de las psicosis er) una pobla-
:

por una parte, la correlación entre la ción dada, lo cual ¡los conduce por otnl
confrontación de los grupos étnicos vía, también a la etnopsiquiatría.
1,
las transformaciones culturales rápidas, Otra figura fundanrental para el cie-
y, por la otra, la tasa y la frecuencia de sarrollo de esta disciplina fue Ceorges
las enfermedades me¡ltales. Devereux cuyo nombre quedará lieado
Para Murph), (1978), el verdadero a la etnopsiquiatría, "disciplina que ól
iniciador de la tradición etnopsicoanáli- creó -v cuyos contornos dibujó a trar,és
tica fue G. Róheim. Róheim, el prirner de una docena de libros y de rnás dc
psicoanalista en efectuar un viaje con 250 artículos" Q.Jatlran, I985).
objetivos etnográficos reportara una E¡r 1962. bajo el irripulso de Il. Bas-
constatación inesperada: el psicoanáti_ tide y de Cl. Levi-Strauss, G. Dcvereux es
sis resulta nrás útil al etnólogo en tanto llanrado a Paris para enseñar E,tnopsi-
que intrumento de encuesta, que en tan- quiatría en la VIU sección de la E,scuela
to que modo explicativo. La realidad
Práctica de Altos Estudios dándole un nrental del psiquis¡no hunrano. (Moro.
vigoroso impulso a su desarrollo. I993, p.265)
Devereux postula una etnopsiquia- La Etnopsiquiatría es el estudio de
tría complenrentarista según Ia cual los Ias aflecciones mentales en lunción de
hechos sociales que cuestionan a los in- los grupos étnicos o culturales a los
dividuos responden a dos explicacio- cuales pertenecen los enfermos. Se tra-
nes, una cultural y otra psicológica. Su ta de una investigación multidisciplina-
metodología se basa en la homología y
ria de una práctica terapéutica
de los "Hechos de Ia cirltr¡ra" v de io" f¡rnrlarla en !a !.niqmq F! Ff .r..'-.i¡t¡i,ttr^
Hechos psrcologicos." debe conocer a fondo su trabajo, es decir,
Asombrado por el parecido -entre Ia tanto Ia psiquiatría como los principios,
actividad del antrópologo y la del psi- los métodos y las teorías etnológicas.
coanalista, uno sumergido en la intimi- Los principales problenras que se
dad del extranjero y el otro luchando plantean a Ia etnopsiquiatría son : el re-
contra lo extraño, construirá una episte- Iativismo cultural, la especificidad cul-
mología según Ia cual el útil eséncial fural, los matices culturales de las
de todo investigador será Ia contra- enfermedades mentales, las diferencia-
transferencia. (Nathan, I 985, p.7 l) ciones al interior de un mismo grupo
cultural y el de los factores culturales
patógenos @llenberger, I 965).
II. El concepto de La enfermedad nrental así como
etnopsiquiatría '' todo aquello que la concierne es uno de
esos moldes en donde se frjan las tradi.
La Etnopsiquiafía puede considerarse ciones. Como Ia enfermedad es doloro-
como una parte de Ia Etnomedicina, la sa y
cual se entiende como "aquellas creen-
amenazadora losmodelos
heredados desde antaño : modelos del
cias y prácticas relativas a Ia enferme- escándalo, del miedo, de la burla, se les
dad que son el producto del desarrollo encuentra dondequiera : en el lenguaje
cultural indígena y que no se derivan popular, en los proverbios, en la mito-
explícitamente del marco conceptual de logía; cada grupo cultural acomoda el
la medici¡la moderna" (Foster & An- tema a su manera, con ult sabor que le
derson, 1978). es propio. (Pélicier, 1916 p.2.)
La Etnopsiquiatría se constituye Aunque hay evidencias de que cier-
para responder a las diferentes situacio_ tas manifestaciones conductuales pue-
nes en Ias cuales el campo psicológico den ser normales en una sociedad y
y psicopatológico se encuentra con el anormales en otra, el relativismo cultu-
de la cultura. Un postulado, sin el cual ral ta¡nbién tiene sus límites, pues exis-
la etnopsiquiatría no habría podido ten trastornos que en cualquier parte
construirse, es el de la universalidad del mundo son corisiderados corno pa-
psíquica, es decir, la unidad funda- tológicos. En realidad estc problerna es
mucho más complejo pues rnuclios pue-

68
blos no se conte¡rtan co¡r las categorías el "l{einru'eh" o nostalgia de los solda-
dc "normal" y de "patológico". sino que dos suiz-os: cl "antok" y cl "latah" de
agregarl u¡ra tercera categoría, la de lo nralasia, la histeria artica ¡' el "kavaks-
"sobrenatural". Así, ciertas formas de vi¡nmel" de los esquirnales, el "Bla" de
delirar tanrbién pueden ser considera- los miskitos, etc.
das por el entorno del paciente como En este tipo de manilestaciortes tie-
fe¡rómenos de inspiración sobrenatural
ne mucho que ver la tolerancia de la
o de posesión por buenos'o malos espíri-
cultura y los rnodelos socio-psicológi-
tus. Y, lo que complica aún más las cosas,
cos o la ceremonización de las expre-
es que existe un dominio i¡rtermedio, siones conductuales.
por así decirlo, entre las cieencias "nor-
males" en entidades míticas y sobrena- Podemos decir que las enfermeda-
turales por una parte, y las ideas' des mentales específicas sólo son for-
indudable¡nente patológicas por Ia otra. mas particulares de las aíecciones
Ellenberger afirma que Tanzi (1890) mentales generales, cuyos síntomas es-
había desarrollado esta idea en un céle- tán profundanrente modelados por los
bre artículo en donde hacia paralelis- factores culturales.
mos sorprendentes entre las creencias y Se ha visto, desde hace tienrpo. la
los usos supersticiosos de ciertos pue- influencia de las costunrbres y de las
blos no "civilizados" y las ideas deli- creencias sobre los aspectos c!ínicos de
rantes de ciertos enfermos mentales las fobias, de las obsesiones, de las
(sobre todo aquellos que'actualmente ideas delirantes 1, de las alucinaciones
denominaríamos como esquizofrénicos
en la patología niental de diversos países.
paranoides). Esta misma i(ea sería de-
Hay un interesante estudio mexicano
sarrollada posteriormente por C. G. Jung que ilustra cónro en culturas no E,uro-
en su teoría de los "arquetipos" comu- peas, la frecuencia de las alucinaciones
nes a la hurnanidad que pueden apare-
visuales está e¡l estrecha relación con la
cer en el esquizofrénico de manera de las auditivas. Este trabajo fue reali-
. destructiva, mientras que se les encuen-
zado por Krassoievitch et cols ( 1982)
tra en un estado normal en la forma de
con pacierrtes esquizolrénicos. E,stos
los rnitos, del folklor o de los sueños.
autores incluso lormulan la hipótesis de
que hay lactores culturales que favore-
cen el predominio de lo visual.
III. Los trastornos étnicos o La actitud del entonto r, la reacción
específicos de una cultura del enfenno constituyen Lur lactor pode-
roso que tanrbiérl nrodifica la sitltonra-
Se han descrito ¡nuchos padecimientos
tología de las enlerrnedades rttertlales
específicos de urra cultura en particular
en lunción de los grLrpos étnicos v cttl-
tales corno el "fr¡ror de los berseks" de
tt¡rales. Por ejenrplo, ett la I¡ldia. los es-
la edad rnedia. que desapareció con el
quizofrénicc-rs tto tiencn la pérdida de
advenirniento del cristianisrno: la "en-
contacto afcctivo caracteristica tlc los
fermedad inglesa" del siglo XVll:
pacierrtes occidentales. Esto podr'íl dc-
aproximadamente de la nrisrna época.

69
berse al rechazo, a la hostilidad y a la pérdida de alguna de ellas oc¿rsiona etl-
estignratización que existc err Occiden- f,ennedades diversas (Gendron, I 987).
te co¡l respecto a estos pacientes. Igualnrente, con respecto a los tras-
La i¡lfluencia del ltledio puede, el'l tornos étnicos podemos ntettciottar a
ocasiones, ser más grave que la enfer- las neurosis de imitación. En ellas el
rnedad misma. La forma'en que ciertos enfermo sufre una obligación o apre-
pueblos marginañ y rechhzan a sus etl- nrio interno que lo obliga a repetir lo
fermos mentales provoca mayores difi- que se dice ante él y a imitar los gestos
cultades de restableLirniento. En la y las acciones que se hacen delante
culfura china, se asigna un tremendo suyo. Aderuás se puede preseill'
estigma a Ia enfermedad mental, entell- prolalia. Algunos de los núcleos de po-
diéndose por ello tanto a las conductas blación en donde esto se presenta son :

psicóticas como al retardo tnental. en I¡rdonesia y Malasia do¡rde se le lla-


(Kleinman, 1980, P.125) ma Latah; en Siberia oriental en donde
se llama Miriakit; entre los mie¡nbros
Una de las cuestiones más discuti- de la pequeña tribu de los Ainus en el
das de la etnopsiquiatría es la de la fre-
Japón, en donde se Ie deltonrina Inru, en
cuencia y las formas de depresión Filipinas donde se le llama lufali-Mali;
rnental entre los diferentes pueblos. La
incluso en el norte de Africa. en Arge-
mayor parte de Ios nlanuales clásicos lia, donde Pélicier observó qt¡e a estcrs
de psiquiatría indican la presencia de pacientes se les llanla Hombres-espejo.
sentimientos de culpabilidad como uno
de los signos esenciales de {a depresión
mental, pero ciertas investigaciones in-
dican que la frecuencia de estos senti- lV. Perspectivas
mientos de culpabilidad varía según los de la etnopsiquiatría
y
individuos, los lugares las épocas.
Por ejemplo, las categorías populares Aunque en América Latina contalnos
de la enfermedad en China consideran con una inmensa riqueza étnica. des-
a la depresión como un problema so- graciadamente el grado de desarrollr-r
mático mientras que esa misma catego- de la Etnopsiquiatría no ha sido acorde.
ría en Nortearnérica es considerada Haciendo a un lado el lastre colonialis-
como un problema psicológico. ta que ha caracterizado al desarrollo de
la disciplina es preciso fotnerttar este
En América Latina tenemos la "epide- enfoque etnopsiquiátrico a fin de resca-
mia" del llamado "robo del alma" o "sus- y
tar aprovechar aquellos elenrentos
to". Si traspolamos este concepto de Ia culturales con que se cuenta para me.io-
pérdida del alma o ánirna a otras cultu- rar los programas de prevellciórr v cJe
ras encontraretnos cómo en la nledicilla
tratamiento de Ias enfernteclatles lltett-
China t¡no de los conceptos más irnpor- tales en nuestro hemisferio.
tantes es el de la energía o aliento vital
llamado por ellos '. ch'i. Tanrbié¡r ertlre los La Etnopsiquiatría debe ser tttra itt-
Inuitas o Esquimales se habla de varios terdisciplitta 1, lo mejor es que cste tipo
tipos de almas y se describe córno la de trabajos sea realizado erl eclrripo. E,l

t0
ilrt'cstigador en Etnopsiquiatría aunquc Mcditor/J..1. Lópcz lbor. N4adrid l99l-
conrpro¡uctido con su trabajo no dcbc pp.295.
transformarse en el defensor dc la so- DEVITREUx G. Essois d'etlmopst'cltiutria
ciedad estudiada ni tampoco en el idcólo- générale. Callimard, Paris. 1911.
go de su propia sociedad sino que debe
DEveneUX G. Ethnops¡'¡hd¡1al¡'5e complé'
ser un observador crítico y vigilante de
mentarisfe. Flammarion. Paris. 1912.
arnbas. (Villaseñor-Bayardo,.l 994).
EultrNgencER I-1.F. Ethno-ps¡'ghiatr ie tlúo-
Quizá e[ término nlismo de €tnopsi- rioue et sénérale. E.M.C. 5-1965 311)5
quiatría acentúe las distancias entre las nro pp. í-ta.
diferentes culturas y sus tipos de rnedi-
ELLENBERGER H.F. Ethtto-¡ts,tchiatrie por-
cina pero el objetivo no es señalar esa
distancia u "otredad". sino el reconocer ' tie descriotive et cliniaue. E.N'I.C. 5-

que existen múltiples posibilidades


l96s ¡n)s Bro pp. t-2á.

para comprender y abordar integral- FosrER G.M., ANoensox B. G. lt4edicul


me¡lte al ser humano. Es preciso te¡rer Antltropoiogr,. New York, John Wiley
en cuenta que tanto los factores psico- & sons. 1978.

socioculturales como los hereditarios y Founesre R. Introduction á l'ethnopq,¿17¡6-


fisiológicos tienen un papel importante trie. Editions Privat. Toulouse. 198-5.
en Ia explicación de Ia enfermedad pp. 177.
rnental. el objetivo de una investiga- GeNonoN Alain Etude des maladies tnetl-
ción Etnopsiquiátrica será el no asig- tales au sein des sociétés esquimaudes
narles dominancia a ninguno de estos traditionnneiles. Thése pour le doctorat
factores sino el de colnprender sus inte- en Médecine. 1987. Université d'An-
l
rrelaciones mufuas. gers. No 7 59A. pp. I 32.

Dado que existe un rico y amplio KLerrut'¿aN A. Patients and Healers in tht'
campo por desarrollar en cuanto a la Contexl of Culture. An erploratiort o{
the Borderland betx'een Anthropolon.
Etnopsiquiatría en Arnérica Latina, ¡les
Medicine and Ps.t,chiarl1,. University oI
exhorto a fomentar la i¡rvestigación y el
California Press. 1980. pp.a26.
interca¡nbio de lo nuestro!
Kut,tNun¡l A. Antlrropoloev and
Ps¡,chiatr¡, . Britislt Jotu'nul ol
Psycfi¡otry 1987. I 51. 447-.1-)4.
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72

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