Introducción
Introducción
Introducción
CONCEPTO Y DEFINICION
Tal como se señala anteriormente la tutela anticipatoria es una de las
tutelas diferenciada “de urgencia” que, con base en una cognición sumaria y llenado los
requisitos de procedencia, satisface anticipadamente al requirente su pretensión,
otorgándole una atribución o utilidad que pudiera probablemente obtener en la sentencia
futura con autoridad de cosa juzgada material.
Arazi explica que "la tutela anticipada presupone la necesidad de
satisfacer de manera urgente, total o parcialmente la pretensión que el peticionario
formula en el proceso, antes del dictado de la sentencia definitiva por el daño
irreparable que originaria cualquier dilación". En sentido coincidente se la ha definido
como "el instituto procesal que contempla la satisfacción provisoria de una pretensión
urgente, que es coincidente total o parcialmente con lo pretendido en la demanda y que
se funda en la necesidad de evitar un perjuicio irreparable o, en otros casos, en
neutralizar el abuso de la defensa, mediante la decisión y ejecución de una pretensión
material antes del dictado de la sentencia definitiva".
Avanzando en la conceptualización explicativa, la doctrina
especializada en el tema divide la tutela anticipada en tutela anticipada de urgencia y de
evidencia.
En la tutela anticipada de urgencia el papel principal lo cumple la
"urgencia" interpretada como una situación que aqueja al requirente y que lo expone a
sufrir un perjuicio de entidad distinta y mayor que el representado por el hecho de tener
que soportar las molestias y gravámenes propios de la demora que acarrea la
sustanciación de cualquier litigio.
Mientras que en la tutela anticipada de evidencia el factor "evidencia"
(entendida como una fortísima verosimilitud, superior inclusive a la que se reclama en
el caso de tutela anticipada de urgencia, del fundamento de la pretensión contenida en la
demanda correspondiente) es el que asume el papel preponderante para legitimar el
dictado de una sentencia de manera provisoria que satisface, total o parcialmente, lo
pretendido por la actora (o reconviniente), quedando lo percibido sujeto a eventuales
repeticiones si es que la sentencia final resultara adversa al beneficiario de la tutela
anticipada de evidencia del caso.
Tanto uno como otra forma de tutela anticipada se encuentran
justificadas constitucionalmente por el principio de tutela judicial efectiva; consignado
en muchas convenciones internacionales signadas por la Argentina que en la actualidad
poseen fuerza de normativa constitucional.
Es verdad que la tutela anticipada posee caracteres comunes con las
medidas cautelares típicas:
1) Ambas son importantes instrumentos para la efectividad del
proceso (asegura la idoneidad del proceso –la tutela cautelar- y adelanta la provisión de
lo solicitado por el actor –anticipación de tutela-).
2) No producen efecto de cosa juzgada material ya que son dictadas
mediante una cognición necesariamente sumaria.
3) No causan instancia ya que “exige-se reversibilidade jurídica a
quaisquier provimentos a lide, sejam antecipatórios, sejam cautelares”.
4) Son de ejecutabilidad inmediata.
Ahora bien, respecto de otros caracteres propios de las cautelares: la
mutabilidad o flexibilidad, su dictado “inaudita parte” y el grado de conocimiento
judicial para decretarlas, es menester efectuar algunas distinciones.
Como recordáramos la tutela susceptible de ser anticipada es aquella
constitutiva del pedido formulado en inicio, que puede ser anticipada en todo o en parte
y aquí hay una absoluta identidad entre la tutela pasible de anticipación y el pedido
efectuado por el actor, y no puede el juez pronunciarse ni ultra ni extra petita. Como
consecuencia de ello y por aplicación del principio de congruencia que vincula
necesariamente el contenido del pedido y la sentencia de observancia imprescindible
para la anticipación de tutela, hace que no proceda su reemplazo por una tutela diferente
a la pedida, lo cual implica que no rige a su respecto la condición de medidas mutables
o flexibles.
Cabe también señalar que esta medida no se decreta “inaudita parte”,
sino, por el contrario, luego de trabada la litis.
Por último debe destacarse que para decretarlas se requiere que haya
apariencia de daño irreparable o de difícil reparación y habrá también probabilidad de
ineficacia de la sentencia final. Es decir que, a diferencia de las cautelares típicas, no
requiere sólo un grado de apariencia, ni tampoco el grado de certeza como sucede en la
sentencia definitiva, sino que es menester un estado de conocimiento intermedio que se
ha dado en llamar “certeza provisional”.
En este sentido esta medida otorga preponderancia a la actividad del
juez quien ha de atender principalmente a la naturaleza de la relación sustancial en
cautela de la cual es solicitada la medida; apreciar la gravedad y la inminencia del
peligro de su violación; la realidad del daño que la negativa de la medida podría
producir a la parte; apreciar si la tutela normativa originaria y las medidas
conservatorias típicas previstas en la ley se demuestran insuficientes e inadecuadas para
prevenir el daño; y todas las demás circunstancias que le llevan a la convicción de que
la medida anticipatoria de los efectos de la decisión de mérito es necesaria y urgente
para prevenir el daño o hacer cesar la continuidad de la lesión.
En síntesis, medida anticipatoria es aquella que apunta a la
satisfacción inmediata total o parcial de la pretensión contenida en la demanda cuando
de la insatisfacción pueda derivarse un perjuicio irreparable. Son cuatro los
presupuestos de procedencia y pueden resumirse de la siguiente manera:
1) Prestación de contracautela.
2) Que los efectos de la resolución anticipatoria sean fácilmente
reversibles.
3) Prueba inequívoca de la atendibilidad del planteo del requirente,
recaudo que revela que es menester una fuerte probabilidad de que la posición del
requirente sea la jurídicamente correcta.
4) La concurrencia de una suerte de plus del requirente por sobre “el
peligro en la demora” corriente en las medidas cautelares.
En efecto: aquí se exige, además, la existencia de una situación conexa
que aqueje al requirente (riesgo de sufrir un perjuicio irreparable o de difícil reparación
o la circunstancia de que resulte ser víctima de un abuso de derecho de defensa por parte
de la contraria)
Por último recordemos que ya en Calamandrei (año 1949) puede
encontrarse antecedente respecto de la potestad genérica del juez para dictar medidas
cautelares innominadas y de urgencia. El citado autor señala que las providencias
cautelares pueden asumir diversas formas que estima-cabe reducir a cuatro tipos:
“Las providencias instructorias anticipadas” (conservatorias de
pruebas), “Las providencias de aseguramiento de la futura ejecución forzada”.
“Las decisiones anticipadas y provisorias de mérito” (tutela
anticipada) y “Providencias que imponen cauciones judiciales”.
A su entender, “… el tercer grupo está compuesto por providencias
mediante las cuales se decide interinamente, en espera de que a través del proceso
ordinario se perfeccione la decisión definitiva, una relación controvertida, de la
indecisión de la cual, si ésta perdurase hasta la emanación de la providencia definitiva,
podrían derivar a una de las partes daños irreparables..., la providencia cautelar consiste
precisamente en una decisión anticipada y provisoria del mérito, destinada a durar hasta
el momento en que a esta regulación provisoria de la relación controvertida se
sobreponga la regulación de carácter estable que se puede conseguir a través del más
lento proceso ordinario ...” (CALAMANDREI, Piero, “Introducción ...” op. cit., Edit.
“El Foro”, 1997, p.58/59).
REGULACION
El legislador podría haber resuelto expresamente la cuestión relativa al
momento a partir del cual debían aplicarse las normas procesales que incluye, su
aplicabilidad a los juicios en trámite, pero omitió consignar alguna previsión específica
al respecto, por lo cual debe considerarse, siguiendo el criterio histórico de la Corte
Suprema de la Nación, que las leyes que organizan los procedimientos son de inmediato
aplicables a los juicios en trámite, en tanto no se invaliden actuaciones válidamente
cumplidas con arreglo a las leyes anteriores ( CSJN, Fallos: 211:589; 220:30; 306:2101;
241:123; 307:1018; 317:499; 323:1285; 324:1411; 326:2095, entre otros).
Para que se dicte una tutela anticipada se requiere que se cumplan con
determinados requisitos:
a) Demostración de que resulta "evidente" que le asistiría razón al
requirente. Enseña Peyrano que ello se logra no sólo mediante la acreditación de una
fuerte verosimilitud del derecho invocado, sino también gracias a que el peticionante
compruebe que el caso se encuentra incurso en alguna de las causales preestablecidas
para reforzar el grado de verosimilitud del planteo del requirente. Como por ejemplo: a)
existencia de jurisprudencia vinculante u obligatoria que defina la materia debatida, b)
existencia de precedentes reiterados y sostenidos de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación que se hubieran pronunciado inequívocamente sobre los derechos debatidos. c)
existencia de una causa de puro Derecho y respecto de la cual militan precedentes
judiciales de grado y doctrinarios recibidos, que tornan indudablemente predecible el
desenlace del litigio; d) un accionar de la demandada signado por el abuso del derecho
de defensa y el palmario propósito de retardar maliciosamente la marcha del
procedimiento.
b) Contracautela: Para lograr el dictado de una tutela anticipatoria el
peticionario debe prestar contracautela efectiva para asegurar la eventual restitución de
lo percibido anticipadamente salvo que se encuentre eximido de hacerlo.
c) Grave peligro en la demora. Para lograr el dictado de una tutela
anticipatoria de la pretensión se debe acreditar un grado de urgencia tal que si la medida
no se otorgara se causaría un daño tremendo al solicitante.
La gravedad del daño y su irreparabilidad es la circunstancia que
determina que se adelante la tutela en el caso. Piénsese que el riesgo es vital y si la
víctima muere para ella no hay reparación posible, ya que la reparación por equivalente
en caso de muerte la reciben los herederos.
La tutela urgente anticipada, no puede ser acordad para todos los
derechos, sino solo para algunos de ellos: aquellos que vendrían comprometidos en
modo irremediable en la espera de la decisión del juez según las reglas ordinaria. Si, por
consiguiente, todas las posiciones jurídicas relacionadas a los derechos fundamentales
de la persona (como el derecho a la vida, a la salud, a la integridad física, al honor y así
en adelante) pueden encontrar protección, no puede decirse otro tanto para la
generalidad de los derechos patrimoniales, cuya tutela encuentra precisos límites y
respecto a lo cual puede normalmente considerarse que el derecho dañado sea posible
de resarcimiento económico por equivalentes.
d) Sustanciación. La mayoría de la doctrina entiende que la tutela
anticipada requiere sustanciación; es decir, oír al destinatario de ella antes de que el
órgano jurisdiccional se pronuncie. En el precedente analizado la petición se sustanció
ya que se formó un incidente de tutela anticipada.
Los tres primeros requisitos son similares a los de las medidas
cautelares comunes pero no se puede dejar de advertir que hay diferencias entre las
tradicionales precautorias y las actuales anticipaciones, sobre todo por la finalidad que
persiguen. Las medidas cautelares tradicionales tienen por fin asegurar el cumplimiento
de la futura sentencia de condena, mientras que las medidas de tutela anticipada
disponen el cumplimiento total o parcial de la condena, creando un título ejecutivo
cuando se trata de una condena.
Al igual que lo han hecho los países del viejo continente, los países
americanos han acogido en sus legislaciones procedimentales a las medidas
anticipatorios, a saber: El ordenamiento procesal Peruano legisla sobre medidas
anticipadas en su artículo 618 que dispone que "Además de las medidas cautelares
reguladas, el Juez puede adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar un perjuicio
irreparable o asegurar provisionalmente la ejecución de la sentencia definitiva." En el
año 2008 el legislador peruano avanzó sobre el tema estableciendo en el artículo 674 del
Codigo Procesal Civil la posibilidad de dictar medidas anticipatorios a las que llama
Medida temporal sobre el fondo. Textualmente la citada norma dispone
"Excepcionalmente, por la necesidad impostergable del que la pide o por la firmeza del
fundamento de la demanda y prueba aportada, la medida puede consistir en la ejecución
anticipada de lo que el Juez va a decidir en la sentencia, sea en su integridad o sólo en
aspectos sustanciales de ésta." Por otra parte el Código General del Proceso de Uruguay
contiene una norma especifica sobre medida cautelar anticipada en su Artículo 317.1
que establece que fuera de los casos regulados en los artículos anteriores, podrá el
tribunal adoptar las medidas provisionales que juzgue adecuadas o anticipar la
realización de determinadas diligencias, para evitar que se cause a la parte antes de la
sentencia, una lesión grave o de difícil reparación o para asegurar provisionalmente la
decisión sobre el fondo. El código de Brasil dispone que (16) el juez podrá a
requerimiento de parte anticipar, total o parcialmente, los efectos de la tutela pretendida
en la demanda, desde que existiendo pruebas inequívocas, se convenza de la
verosimilitud de la alegación y: I. Haya fundado temor de daño irreparable o de difícil
reparación; o II. Quede caracterizado el abuso de derecho de defensa o en el manifiesto
propósito dilatorio del demandado.
1. En la decisión que anticipa la tutela, el juez indicará, de modo claro
y preciso las razones de su convencimiento.
2. No se concederá la anticipación de la tutela cuando hubiera peligro
de irreversibilidad de la resolución anticipatoria.
3. La ejecución de la tutela anticipatoria observará, en lo que
corresponda, lo dispuesto en los incs. II y III de. Art. 588,
4. La tutela anticipatoria podrá ser revocada o modificada en cualquier
tiempo, mediante decisión fundada.5.Concedida o no la anticipación de la tutela,
proseguirá el proceso hasta la sentencia final" Cabe aclarar que la tutela anticipada en
Brasil no constituye un proceso cautelar sino un verdadero proceso urgente, lo que lo
diferencia de la recepción que el instituto ha tenido en los ordenamientos locales. El
código de Portugal establece Art. 381.
1: "Siempre que alguien muestre fundado recelo de que otro cause
lesión grave y difícilmente reparable a su derecho, puede requerir, la providencia
conservatoria o anticipatorio concretamente adecuada a asegurar la efectividad del
derecho amenazado.
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN LOS ORDENAMIENTOS
PROCESALES EUROPEOS
La Unión Europea se ha mostrado preocupada por la idea de
efectividad ya que a todas luces deviene insuficiente afirmar la ‘inviolabilidad del
derecho de defensa en cualquier estado o grado del procedimiento’ si esa inviolabilidad,
no se expande con pareja eficacia, en la lectura de la efectividad de la realización. De
allí que la corte de Justicia de la Unión Europea ha afirmado en diversos
pronunciamientos que los Estados miembros de la Unión Europea son libres de
disciplinar como crean sus reglas procesales internas pero a condición de garantizar la
eficacia de la tutela. Es en orden a garantizar la eficacia de la justicia se requiere contar
con la tutela de urgencia. La fuerza expansiva de los pronunciamiento de la Corte de
Justicia de las Comunidades Europeas ha llevado a que muchos países aggiornen su
legislación en lo referente a la Tutela Cautelar, entre ellos cabe mencionar, Italia,
Portugal y Alemania. A saber:
El código italiano en el: Art. 700 incluido en la sección sobre las
providencias de urgencia dispone: "Condiciones para la concesión. Fuera de los casos
regulares de las precedentes secciones de este capítulo, quien tuviese fundados motivos
para temer que durante el tiempo que transcurre para hacer valer su derecho por la vía
ordinaria, éste sea amenazado de un perjuicio inminente e irreparable, puede pedir una
medida al juez de proveimiento de urgencia que, según la circunstancias, sea idónea
para asegurar provisionalmente los efectos de la decisión sobre el mérito". Por su parte
el código de Portugal dispon:e
Art. 381. 1: "Siempre que alguien muestre fundado recelo de que otro
cause lesión grave y difícilmente reparable a su derecho, puede requerir, la providencia
conservatoria o anticipatorio concretamente adecuada a asegurar la efectividad del
derecho amenazado. En sentido similar legisla el Código Alemán, según la reforma de
2000-2002, contiene dos artículos que se relacionan con el teme que estamos tratando:
Artículo 935: "Medidas cautelares referidas al objeto litigioso. Son
admisibles medidas cautelares respecto a objeto litigioso, cuando se temiera que a través
de una variación de las circunstancias existentes pudiera frustrarse o dificultarse de
manera considerable la realización del derecho de una parte".
Artículo 940: "También resultan admisibles medidas cautelares con el
objetivo de regular provisionalmente una situación relacionada con una relación jurídica
litigiosa, en tanto esa regulación, en especial ante relaciones jurídicas litigiosas de cierta
duración, resulte necesaria para prevenir perjuicios importantes o para evitar un peligro
inminente o por otros motivos".
JURISPRUDENCIA
Fallo comentado: Corte Suprema de Justicia de la Nación ~ 2011-12-
06 ~ P., H. P. y otro c. Di Césare, Luis Alberto y otro s/art. 250 del C.P.C.
Hechos: El día 17 de abril de 2008 una menor de edad fue embestida
por un auto Fiat Duna en la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza.
A consecuencia del accidente la niña quedó en estado vegetativo con
una cuadriplegia de carácter irreversible. Sus padres, en su representación, iniciaron un
juicio por daños y perjuicios contra el conductor del rodado y su compañía aseguradora
y peticionaron, como tutela anticipatoria, el pago de diversos elementos ortopédicos con
mas un monto mensual de $6300 para pagar los gastos imprescindibles para la vida de
la menor.
La actora demostró la falta de medios económicos y de cobertura
médica privada como así también la imposibilidad del hospital público, de cubrir sus
necesidades vitales. Además acreditó que la demora en el inicio del proceso asistencial,
terapéutico y de equipamiento ortopédico, agrava su estado de salud y pone en riesgo su
vida.
En primera instancia, el juez hizo lugar a la tutela anticipada, pero ésta
fue revocada por los integrantes de la Sala A de Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil, quienes entendieron que no se encontraba acreditado la verosimilitud del derecho
con la intensidad que requiere este tipo de dirigencia precautoria. El fallo fue recurrido
ante la Corte Suprema de Justicia por la víctima y por la Defensora Pública de Menores
e Incapaces. El Máximo Tribunal de Justicia de la Nación revocó el procedimiento de la
Sala A de la Cámara Nacional Civil e hizo lugar a la pretensión de los recurrentes.
Los puntos más importantes del precedente son los siguientes:
1. Se determina como principio, que el derecho procesal moderno
exige poner el acento en el valor eficacia "de la función jurisdiccional" y en el carácter
instrumental de las normas procesales, en el sentido que su finalidad radica en hacer
efectivos los derechos sustanciales, cuya protección se requiere.
2. Se acepta expresamente la tutela anticipada como instituto procesal
diferente a las medidas precautorias normales aun cuando éste no halla encontrado
recepción legislativa nacional.
3. Se reitera el criterio adoptado en el precedente "Camacho Acosta"
Fallo (320:1633) (LA LEY, 1997-E, 653).
4. Se establece como principio que el grado de certeza del derecho
exigible para hacer lugar a una tutela anticipada es superior a la verosimilitud que se
requiere en las medidas precautorias.
CONCLUSIONES