Trabajo Final.
Trabajo Final.
Trabajo Final.
1
José Fuster Retali, “la ausencia de la historia argentina en el cine nacional”, cuadernos hispanoamericanos
624 (2002): 78.
2
Retali 79.
3
Retali.
Para Retali es muy importante el tema histórico en el cine, por lo cual lo realza durante
todo su artículo, menciona lo difícil que fue para los cineastas argentinos, en nombre de
todos los argentinos, crear una película con verdadero sentido histórico, como lo fue Juan
Manuel de rosas (Manuel Antìn, 1972), esto después de 18 años en los que Perón estuvo
en el exilio. Lo importante de que Retali resalte el sentido histórico de las películas
argentinas, es la carga política que estas conllevan, pues era de esperarse que la película
despertase polémicas, una señal de que las posiciones ideológicas no se habían superado. 4
Lo mismo ocurre con películas como Camila, cadetes de san Martin, la guerra gaucha, su
mejor alumno, argentino hasta la muerte. Todas estas películas, filmadas entre los 40’ y los
70’ venían cargadas, sino de un bagaje ideológico-político, de una carga nacionalista y en
un sentido menos importante para Retali, cultural. En este punto hay que tener en cuenta
algo que menciona Retali muy superficialmente, como tal es la restricción del cine que se
podía presentar o no de acuerdo al gobierno de turno, en el caso de los años transcurridos
entre los 50’ y los 70’ que representan turbadores procesos políticos que poco aportan a la
cultura. La restricción de los medios durante la dictadura de Perón mantienen a la industria
cinematográfica al margen, al igual que lo harán con la industria televisiva. Por un lado:
Otro ejemplo es el hecho de que se prohibiera que los capitales extranjeros fuesen
propietarios de canales de televisión6. La consolidación de la televisión en argentina
mantiene una particularidad en comparación de México o Brasil, puesto que cada canal en
argentina tenía una cobertura limitada a la ciudad que cubría. 7 Esto, debido a las
restringidas políticas dictatoriales de turno. Sin embargo a medida que van pasando
gobernantes en argentina, van cambiando las políticas culturales, y de estar en un estado de
censura y restricción, se pasa a liberalidad y avance tecnológico, claro llevara mucho
tiempo, pues durante los 60’ el manejo primitivo de equipos audiovisuales aun dificulta un
4
Retali 80.
5
César Maranghello, breve historia del cine argentino (Barcelona: Laertes, 2005) 114.
6
Guillermo Orozco y otros, historias de la televisión en América latina (Barcelona: gedisa editorial, 2002)
27
7
Orozco.
poco el quehacer de las cosas. En otro punto, entra a jugar un papel importante ¿quién es
dueño de que, como lo controla y para qué? en argentina, dueños de canales televisivos,
eran dueños también, de periódicos, revistas y hasta estaciones de radio, esto combinado
junto con otros sucesos llevan a pensar ¿son acaso las manos de la elites las que controlan
los hilos de la cultura de las masas de madera? Pues ya en los 70’ “un promedio de 52 por
ciento de los programas de TV en América latina eran importados, en su mayoría de
Estados Unidos”8, entonces en lugar de dejar la cultura en manos de hombres
excepcionales, los cuales deberían ser los cineastas (director, guionista, camarógrafo) pasan
a ser los hombres con dinero quienes controlan la cultura, solo por eso, porque la pueden
pagar. Pagar por la cultura es atrofiarla. Sin embargo no se puede negar que a lo largo del
tiempo las comunicaciones se han convertido en una industria, porque tienen la capacidad
de controlar masas enormes, de ahí que se puedan dilucidar tantos movimientos
reaccionarios ante la comercialización de la cultura por medio del cine y la televisión. Estos
reaccionarios quieren hacer una participación constante de lo popular en lo
cinematográfico, en un sentido más amplio “revalorizar la cultura popular” 9. Cineastas del
tipo de Gumucio-Dagron son sujetos, que además de ser reaccionarios, son revolucionarios,
pero más importante aún, críticos. En donde se pueda encontrar una crítica saludable a la
oficialidad de turno, es donde está la interpretación del presente y la visualización del
porvenir, sin embargo el cine reaccionario-revolucionario y el cine oficial de mercado no
eran los únicos que se paseaban en torno a la formación de la cultura, frente a estos se
instalaba el cine nacional que giraba en torno a ambos, un cine que trataba ciertas cosas
diferentes, lo individual y humano, hasta el límite al que puede llegar alguien en cierto tipo
de situaciones determinadas, esto no debido a Perón, pues en cierto punto se utilizaban mas
los noticiarios como vehículo para transmitir la obra gubernamental, por lo que el cine se
dedicaba a difundir la obra cultural.10
Entonces aquí ya se denota una ruptura como tal entre el cine y la televisión, un contraste
más, además del tamaño de la pantalla. Es la función que cumplen. El cine instalado desde
más tiempo que la televisión, aun así tiene solo dos funciones –aunque versátiles- estar al
8
Everrett M. Rogers, “televisión en América latina”, chasqui revista latinoamericana de comunicación 9
(1984): 10.
9
Alfonso Gumucio-Dagron, “cine, historia y memoria popular”, chasqui revista latinoamericana de
comunicación 12 (1984): 15
10
Maranghello.
servicio de la cultura y la economía; mientras que la televisión resulta ser más
polifuncional, en el sentido que funciona como aparato cultural, político y económico. Lo
más interesante de esta polifuncion es que se aúnan y trabajan en equipo. Como en servicio
de lo político el entretenimiento a partir de las telenovelas crea un sentido de nacionalidad,
que al mismo tiempo genera ganancias enormes para las industrias cinematográficas. 11Esto
pues, en la televisión; dentro del cine, se manejan estilos diferentes de difusión, estos son
más libres, sin embargo cuentan con su carga de restricción, el contenido que se manifiesta
en el cine argentino, a veces tiene que ver con cargas existenciales, caída a la locura,
suicidio, básicamente, los límites del individuo, esta formación es importante, aunque el
espectador se confunda y no sepa como tomar el mensaje, esto va generando que el
espectador pierda interés pues a veces, el hombre de letras no entiende al pueblo. Esto
causo en el caso de argentina, que las películas no sean exportadas, que las productoras se
quiebren y por bienestar del resto de la industria se cree un proteccionismo que lo elimina
del mercado mundial.12 Se ha mostrado un poco el contraste y relación del cine y la
televisión argentina, sus servicios a la cultura y su desintegración gracias a otras ramas que
la usan, por suerte para el futuro, aunque con altibajos como todo proceso histórico, irá
mejorando la calidad de ideas representativas para la cultura latinoamericana, en este caso
argentina desde el cine y la televisión.
11
Luis E. Proñao, “la televisión en América latina”, chasqui revista latinoamericana de comunicación 9
(1984): 2.
12
Maranghello. 114-115.
13
Orozco. 204-205.
controlar a los espectadores mexicanos. Esto lo puedo dilucidar en primer sentido, en
cuanto, según Orozco, nunca hubo en México desde el nacimiento de la televisión en el 50’
hasta el 80’, una televisión pública, pues se consideraba según su contenido, más bien el de
una televisión cultural-gobiernista con variaciones en el papel cultural como en el
gubernamental, con un desarrollo que le permitió irse posicionando como una opción
programática para la televisión nacional14. En cuanto al cine, es curioso observar la cantidad
de estilos y géneros que ha producido el cine nacional mexicano, todos en busca de una
identidad nacional que identifique al mexicano como tal. Pasando desde temas como la
revolución, algunos directores se centran en dar cuenta de la realidad social y política del
fenómeno como tal, centrándose en temas de realidad cinematográfica objetiva 15. Desde
este tema que es la génesis del cine mexicano prácticamente se van desligando mas
temáticas que evolucionan con el tiempo, volviendo a los tiempos del porfiriato, la familia
como núcleo central de la identidad mexicana, pero no puede faltar, de las temáticas mas
importantes, la comedia ranchera que representa el más grande estereotipo mexicano, “el
carácter” que de acuerdo con los directores de comedias rancheras podría definirse como el
sumo depositario de los valores de la hombría militante universal. Esta transmisión de
cultura que roza la fantasía estereotípica es con la que se forma el pueblo mexicano en las
salsas de cine desde los treinta, ahora en los 50 con el nacimiento de la televisión y con la
rápida ascensión de televisa, la comunicación visual atrofia las formas de pensar del
espectador, este no sabe qué hacer en cuanto la información que recibe, pues todo es una
fantástica trama de imágenes en secuencia que o tienen un sentido real la mayoría de las
veces, pero el espectador no sabe eso, pues se confunde con la combinación estilos
artísticos que rayan en lo absurdo, atrofiando totalmente el sentido de cultura mexicano.
Desde los años 50’ se debe notar lo que el cine junto con la televisión mexicana consigue:
14
Orozco. 211.
15
Jorge Ayala blanco, la ventura el cine mexicano: en la época de oro y después (México: Grijalbo, 1993) 18-
19
- constituir el refugio probado contra la alienación del trabajo, del transporte y la
política; la evaporación psicológica y cultural de la realidad económica y política
que se consigue con solo prender un aparato.
-definir, como en todas partes, la noción de deporte y la relación del espectador con
el deporte profesional, y del deporte con el sentimiento nacional.
-ajustar por los buenos oficios del melodrama (la telecomedia) el impulso de la
familia (en su versión de clase media) a los requerimientos del individualismo de
consumo. Ante la pantalla, sujeta a un pacto y separada del espacio público, la
familia se “privatiza” de nuevo. 16
16
Carlos Monsiváis, “el difícil matrimonio entre cultura y medios masivos”, chasqui revista latinoamericana
de comunicación 22 (1987): 15.
que quiera apoyar la cultura en pos de la educación de las masas por medios de los medios
de comunicación masiva, por el proceso de las ideas emancipadoras, originales y
representadoras de América latina.
Bibliografía.
Carlos Monsiváis, “el difícil matrimonio entre cultura y medios masivos”, chasqui revista
latinoamericana de comunicación 22 (1987): 64
César Maranghello, breve historia del cine argentino (Barcelona: Laertes, 2005): 365.
Jorge Ayala blanco, la ventura el cine mexicano: en la época de oro y después (México:
Grijalbo, 1993) 295.
José Fuster Retali, “la ausencia de la historia argentina en el cine nacional”, cuadernos
hispanoamericanos 624 (2002) 64.