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5289-Texto Del Artículo-20911-1-10-20230328

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Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar

Marzo-Abril, 2023, Volumen 7, Número 2.


https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i2.5289

Perfil Sensorial en Autistas

Michelle Stephanie Pozo Paredes Diana Carolina García Ramos


mpozo4837@uta.edu.ec dc.garcia@uta.edu.ec
Universidad Técnica de Ambato Universidad técnica de Ambato
Ambato – Ecuador Ambato - Ecuador
https://orcid.org/0000-0001-8459-3955 https://orcid.org/0000-0002-6005-4532

RESUMEN
El autismo ha sido investigado desde diferentes modelos, el perfil sensorial es una característica de las
personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Existen limitadas investigaciones sobre el perfil
sensorial en personas con trastorno del espectro autista TEA. Los objetivos de esta investigación fueron:
Evaluar el perfil sensorial, determinar el perfil sensorial dominante, identificar las características hiper
e hiposensibles y establecer la correlación con la estructura familiar en personas autistas de entre 2 y 15
años, y a sus cuidadores o padres de las ciudades de Riobamba y Ambato, que asisten a centros
psicológicos privados, mediante un estudio correlacional. Como resultados se obtuvieron que en esta
población existe un perfil sensorial hiposensible dominante (86,7%) en los sistemas propioceptivos y
visual, datos que concuerdan con la evaluación de los padres con la media más elevada de 4,33. Es decir
que, poseen dificultad para entender la posición de su cuerpo en el espacio o sentir sus propias
necesidades corporales, mientras que en el órgano sensorial visual mantienen una percepción disminuida
ante un estímulo percibido por la vista.

Palabras clave: autismo; hipersensibilidade; hiposensibilidad; perfil sensorial

P á g i n a 221
Sensory Profile in Autistic

ABSTRACT
Autism has been investigated from different models; the sensory profile is a characteristic of people
with autism spectrum disorder (ASD). There has been limited research on the sensory profile in people
with autism spectrum disorder ASD. The objectives of this research were to: evaluate the sensory profile,
define the dominant sensory profile, identify the hyper and hyposensitive characteristics and establish
the correlation between these factors and the family structure in autistic people aged 2 to 15 years old,
as well as their caregivers or parents from the cities of Riobamba and Ambato, who attend private
psychological centers. This will be done through a descriptive correlational study. As results, it was
obtained that in this population there is a dominant hyposensitive sensory profile (86.7%) in the
proprioceptive and visual systems, the obtained data agrees with the evaluation of the parents with a
higher mean of 4.33. That is to say, they have difficulty understanding the position of their body in space
or feeling their own bodily needs, while in the visual sensory organ they maintain a reduced perception
of a stimulus perceived by sight.

Key words: autism; hypersensitivity; hyposensitivity; sensory profile.

P á g i n a 222
INTRODUCCIÓN

El trastorno del espectro autista (TEA) forma parte de los trastornos del neurodesarrollo que aparecen

en la infancia de acuerdo a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) y el Manual de

Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5). Se caracteriza por la limitada interacción

social, comportamientos estereotipados, alteraciones sensoriales y deficiencias en el área social,

académica, conductual y comunicativa. La percepción de las personas con autismo es diferente a la

población neurotípica, debido a la respuesta frente a los estímulos sensoriales de hiper o hiposensibilidad

que perciben desde sus sentidos de manera distinta (Geralda, T; Valdez, C; Ortiz, F & Gámez, M, 2020).

El autismo se ha estudiado en los últimos años, con el objetivo de brindar a la ciencia características

asociadas a esta condición, los conocimientos aún son limitados. La palabra autismo se introdujo como

síntoma secundario de la esquizofrenia según Eugen Bleuler (1911). En el año 1943 Kanner marca la

diferencia entre el concepto y los criterios diagnósticos del autismo infantil. Asperger (1944) denominó

“Psicopatía Autista”. Bender y Goldstein en 1959, reconocen al autismo como una reacción definitiva

del sistema nervioso central, actuando como un mecanismo de defensa ante un deterioro orgánico. Se

considera al autismo un trastorno mental irreversible causado posiblemente por una lesión orgánica

(Bettelheim, B 2012). Desde la neurodiversidad el autismo es considerado como una condición de vida,

más no como una enfermedad; este concepto lo inserta Judy Singer (1998) como una opción de estudio

contrapuesta al paradigma positivista (López-Chávez & Larrea-Castelo, 2017).

Las personas diagnosticadas con TEA suelen manifestar deficiencia en la capacidad para interactuar y/o

compartir sentimientos y pensamientos, deficiencias en las conductas comunicativas no verbales y

deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones en los contextos sociales,

personales, laborales y académicos. Mantienen un interés restringido en su foco atencional,

hiperreactividad o hiperactividad sensorial del entorno, patrones ritualizados de comportamiento,

presentan mayor flexibilidad en rutinas habituales que acorde a su gravedad causan un deterioro

clínicamente significativo caracteriza por presentar patrones de comportamiento estereotipado que

suelen ser atípicos dentro de su edad (Clasificación Internacional de Enfermedades [CIE-11], 2018 &

Asociación Americana de Psiquiatría [APA], 2014).

P á g i n a 223
En el mundo al menos uno de cada 100 niños son diagnosticados con autismo, esta apreciación se

presenta como una cifra media. Según varios estudios, se registran cifras considerables en la prevalencia

del autismo, específicamente en países poco desarrollados (Organización Mundial de la Salud [OMS]

2022). Las cifras de autismo en Estados Unidos equivale a un 2,8% de la población infantil donde 1 de

cada 44 niños es diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), estimando que 1, 703,927 de

la población en general es diagnosticada con TEA, además se menciona que el 2.4 – 3.2 de la población

infantil estudiada (2,8%), mantienen dificultad en el Cociente Intelectual (CI). (Child and Adolescent

Health Measurement Initiative [CAHMI], 2018 & Center for Disease Control and Prevention [CDC],

2021).

En Ecuador en el 2018 la OMS refiere que existen 1521 autistas. El sistema informático en línea (SIL)

del Ministerio de Salud Pública (MSP) detalla que al menos 3,037 personas han sido diagnosticadas con

TEA en el año 2019 (SIL, 2019). No obstante, en Ecuador el autismo y varios trastornos mentales son

considerados como una discapacidad. De acuerdo al MSP se considera a la discapacidad como una

condición de vida y salud que posterior a un tratamiento de 12 meses exista aún deficiencia o secuelas

permanentes irreversibles, bajo evidencias científicas (Ministerio de Salud Pública [MSP], 2017).

En el país el proceso para la entrega del carnet de discapacidad inicia con las valoraciones en base a los

criterios correspondientes apoyados en el CIE-11, DSM-5, test Denver II, test M-Chat. Los 3,037

autistas ecuatorianos diagnosticados poseen un carnet de discapacidad y forman parte del grupo

prioritario en Ecuador (CONADIS 2017; MSP 2017; Ley Orgánica de Discapacidades 2012).

El paradigma positivista-racionalista estudia al TEA como una enfermedad multicausal y lo explica a

través de características clínicas (Latorre, Del Rincón, Arnal 2003). El paradigma fenomenológico

describe a los trastornos del neurodesarrollo como una construcción social y subjetiva desde su contexto

provenientes de la acción propia de los procesos sociales de la niñez y adolescencia (Huauquián. C,

2018). El paradigma constructivista en los trastornos de la infancia interpreta la subjetividad, las

percepciones y la ideología sobre la realidad existente de cada individuo. El realismo social vincula a

los trastornos de la infancia con la familia y la comunidad en la interacción de unos con otros. El

paradigma de la neurodiversidad es una nueva forma de comprender al autismo. Este considera que la

diversidad de cerebros en la humanidad es valiosa y natural, mientras que lo normal o correcto del

P á g i n a 224
funcionamiento cognitivo es una construcción social creada por el grupo social neurotípico que deja de

lado las variaciones neurológicas existentes como es el autismo (López-Chávez et al 2017). La

neurodiversidad plantea que el autismo es una condición compartida ya que todos los seres humanos

somos neurodiversos de naturaleza por el modo de ver y reaccionar ante diversas situaciones (Sánchez

Sosa & Cascio, M 2020, 2012).

Las disfunciones o anomalías cognitivas, neurológicas o psiquiátricas pueden surgir durante el

desarrollo del cerebro desde la etapa embrionaria puesto que no existe una conexión y actividad neuronal

correcta originando algún tipo de trastorno del neurodesarrollo, por ejemplo el Trastorno del Espectro

Autista (Marta et al;2019). En los últimos años varios estudios han demostrado que existen alteraciones

en los neurotransmisores como la serotonina o de hormonas como vasopresina y oxitocina, también se

ha demostrado que el crecimiento de la corteza cerebral especialmente en el lóbulo frontal, encargado

de las funciones motoras y lenguaje; la activación de la circunvolución fusiforme encontrando así en los

TEA un déficit motivacional y atencional. Mientras que en áreas importantes como la circunvolución

temporal superior se ve afectada debido a la menor producción de sustancia gris y sustancia blanca; el

área de Wernicke y de Broca, el cíngulo anterior, células nerviosas y la amígdala también presentan

anomalías en los individuos diagnosticados con TEA (Acosta et al., 2016)

Las experiencias sensoriales son fundamentales para el ser humano, sin embargo es importante entender

cómo sentimos y percibimos nuestro entorno desde adentro hacia afuera mediante los órganos

sensoriales exteroceptivos, interoceptivos y propioceptivos a modo de comprender la realidad (Grandin

& Johnson 2010). Los sistemas sensoriales se clasifican en: visión el cual nos permite ver, audición nos

permite identificar sonidos, el sistema vestibular permite detectar los movimientos y cambios de

posición de la cabeza, olfato percibe los olores o fragancias desempeñando un papel importante en la

forma que saboreamos, gusto percibe la sensación de sustancias en la boca y garganta, el sistema táctil

permite percibir la presión, el dolor o temperatura producidos en el interior del cuerpo y el sistema

propioceptivo nos permite identificar el los estímulos producidos por nuestro propio cuerpo u organismo

(Bogdashina, 2003). Todos los estímulos sensoriales percibidos se convierten en señales nerviosas que

pasan por el tálamo, el hemisferio parietal y córtex posterior para su respectivo procesamiento.

Las personas autistas tienden a manifestar ciertas características sensoriales, que están presentes en su

P á g i n a 225
vida diaria, una de ellas es la hipersensibilidad, se describe como una característica principal del perfil

sensorial que usualmente está presente en el autismo (Bogdashina, 2011). Se caracteriza por

experimentar un umbral sensorial alto en el cual en el individuo causa perturbación o molestia,

desencadenando comportamientos desafiantes o rabietas o también evitación a los estímulos. Con

relación a la hiposensibilidad Bogdashina, O (2003) explica como una baja actividad sensorial, dicho

de otro modo, pueden manifestar mayor pasividad a los estímulos experimentados por medio de los

sistemas sensoriales, requieren de estímulos más intensos para obtener una reacción u obtener un

significado de lo que está sucediendo.

La inconsistencia de la percepción que experimentan las personas autistas ante los estímulos sensoriales

fluctúan entre hiper e hiposensibilidad las cuales son bastante comunes (Bogdashina, 2003). Un claro

ejemplo de ello puede ser la presencia de estímulos visuales que pueden parecer brillantes en un

momento mientras que en otra ocasión pueden parecer tenues, del mismo modo también se puede

obtener una reacción ante el dolor, el cual puede variar desde la insensibilidad hasta una reacción

exagerada. Ortnitz & Ritvo (1968) mencionan que en las personas autistas fluctúan la modulación

sensorial, es decir presentan un estado de sobreexcitación desencaminando la inconsistencia de la

percepción.

Las personas autistas también se caracterizan por presentar vulnerabilidad a la sobrecarga sensorial,

esto hace referencia a que pueden sentirse molestas o con exceso de información ante situaciones en que

a otras no las molestaría los estímulos. Varios autores destacan que la hipersensibilidad sensorial puede

producir también la sobrecarga de información, es decir una acumulación de conocimiento desconocido

que se procesa fuera de la conciencia, sin embargo, se mantiene procesando la información en estado de

“monoprocesamiento”, pareciera que no ven, no escuchan, no siente, no huelen si están mirando,

escuchando, probando, tocando algo (Bogdashina, 2003).

Jean Ayres en los años 60 menciona que el perfil sensorial, es la capacidad que posee el sistema nervioso

central para incorporar y ordenar las sensaciones que percibimos de nuestro entorno y también del

interior de nuestro cuerpo a través de los cinco sentidos, de tal modo, nuestro cuerpo posee la habilidad

de generar respuestas motoras eficaces ambientadas al medio (Moya,D 2012). Todos nuestros sentidos

están integrados lo cual nos permite percibir nuestro entorno, si existe deficiencia en uno de ellos puede

P á g i n a 226
generar algún trastorno. Entre los años sesenta y setenta no existían instrumentos que permitan evaluar

el perfil sensorial en niños y adolescentes, sólo abordan la falta de habilidad en ciertas áreas, sin

embargo, en la actualidad existen instrumentos que abordan los fenómenos perceptivos y la disfunción

sensorial (Bogdashina, 2003).

El modelo planteado por Olga Bogdashina permite comprender e identificar cómo se procesa la

información sensorial percibida del exterior y del interior del cuerpo, y de esta manera identificar cómo

influye en el comportamiento e interacción social.

METODOLOGÍA

El presente estudio tiene un enfoque cuantitativo de tipo correlacional, se evaluó el perfil sensorial de

niños y adolescentes con diagnóstico de Autismo, fue un estudio no experimental porque no hay

manipulación de variables, ni control de variables extrañas con corte transversal y prospectivo

(Hernández et al, 2014).

Se aplicó el Sensory Profile Checklist-Revised (SPCR) compuesto por 232 preguntas. Este instrumento

es llenado con información proveniente de los padres, sin embargo es importante observar al participante

por medio de juegos lúdicos y corroborar la información emitida por los padres. El SPCR permite

identificar los ámbitos que ha tenido o tiene más dificultades pero se ha logrado desensibilizar los

canales comunicativos, también nos permite identificar la modalidad sensorial de preferencia que se

utiliza para transmitir la información al niño. Por último esta herramienta nos permite seleccionar las

herramientas de intervención adecuadas en función de cada niño.

La población estaba conformada por 15 niños/niñas y adolescentes que asisten a centros psicológicos

privados de las provincias de Tungurahua y Chimborazo. En primera instancia que contó con el

asentimiento informado por escrito de los padres de familia de cada participante, se elaboró una ficha

sociodemográfica de autoría propia previo a la evaluación del perfil sensorial.

RESULTADOS

El estudio se realizó en 15 participantes, niños y adolescentes de las provincias de Tungurahua y

Chimborazo de los cuales la edad mínima fue de 2 años y máximo de 15 con una media de 7.13 y una

desviación de 3,54.

P á g i n a 227
Tabla 1

Estadística descriptiva de las variables sociodemográficas.

Factores sociodemográficos Frecuencia % del Total % Acumulado

Sexo

Hombre 14 93.3 % 93.3 %

Mujer 1 6.7 % 100.0 %

Provincia

Tungurahua 6 40.0 % 40.0 %

Chimborazo 9 60.0 % 100.0 %

Etnia

Mestizo 15 100.0% 100.0%

Estructura Familiar

Nuclear 7 46.7% 46.7%

Extendida 6 40.0% 86.7%

Monoparental 2 13.3% 100.0%

Tratamiento o terapia

Recibe tratamiento 13 86.7% 100.0%

No recibe tratamiento 2 13.13% 13.3%

Diagnóstico 15 100.0% 100.0%

Nota: Cuadro explicativo de los datos sociodemográficos

Dentro de la investigación el 93.3% (14 participantes) son hombres, y el 7.7% mujeres, el 60.0% residen

de la provincia de Chimborazo y de Tungurahua el 40%, el 46.7% (7 participantes) mantienen

mayormente una estructura familiar nuclear, el 40,0% (6 participantes) pertenecen a una familia

extendida, mientras que el 13.3% (2 participantes) provienen de una estructura familiar monoparental.

El 100% (15 participantes) han sido diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista, el 86.5% (13

participantes) reciben un tratamiento o terapia en su condición.

P á g i n a 228
Tabla 2

Perfil Sensorial Hipersensibilidad e hipo sensibilidad: evaluaciones padres.

Perfil Sensorial Frecuencia % del Total % Acumulado

Hipersensibilidad evaluación Padres 1 6.7 % 6.7 %

Hiposensibilidad evaluación Padres 13 86.7 % 93.3 %

Sin dominancia evaluación padres 1 6.7 % 100.0 %

En la evaluación realizada a los padres se identificó que el 86.7% (13 padres) posee hiposensibilidad

total en sus hijos y el 6,7% (1 padres) identifica a sus hijos como hipersensibles, mientras que en la

evaluación a los niños se determinó que el 86.7% (13 participantes) son hiposensibles y el 6,7% (1

participante) es hipersensibles. Sin embargo, el 6.7% (1) restante determinó que tanto en la evaluación

a los padres como a los niños respondieron similar a los cuestionarios realizados.

Tabla 3

Perfil Sensorial Hipersensibilidad e hipo sensibilidad: evaluación niños.

Perfil Sensorial Frecuencia % del Total % Acumulado

Hipersensibilidad evaluación niños 1 6.7 % 6.7 %

Hiposensibilidad evaluación niños 13 86.7 % 93.3 %

Sin dominancia en evaluación niños 1 6.7 % 100.0 %

En la evaluación del perfil hipersensible a los padres concuerda con la evaluación a los niños y

adolescentes (1), en el perfil hiposensible se evidenció que los padres y participantes puntuaron de igual

forma (13) mientras que el 6,7% (1 participante) tanto en la evaluación a los padres como a los

individuos no concordaron con las respuestas.

P á g i n a 229
Tabla 4

Dominancia Total Perfil Sensorial padres.

Dominancia N Media Mediana DE Mínimo Máximo

Hiposensibilidad
15 17.0 17 6.7 % 7 32
evaluación padres

Hipersensibilidad
15 11.1 12 93.3 % 1 24
evaluación padres

Desde la evaluación a los padres se evidenció que el perfil hiposensible posee una media más elevada

de 17.0 y una media baja de 11.1 en el perfil hipersensible, denotando así una dominancia en el perfil

hiposensible desde esta perspectiva.

Tabla 5

Dominancia Total Perfil Sensorial niños.

Dominancia N Media Mediana DE Mínimo Máximo

Hipersensibilidad
15 12.6 13 100.0 % 1 19
evaluación niños

Hiposensibilidad
15 18.3 18 6.7 % 8 29
evaluación niños

El perfil hiposensible en los niños se encuentra con una media más elevada de 18.3 y el perfil

hipersensible mantiene un promedio bajo de 12.6. En base a la evaluación a los padres y a los

participantes se determinó que existe mayor dominancia en el perfil hiposensible , es decir que presentan

baja actividad sensorial ante los estímulos percibidos de su entorno por medio de los órganos sensoriales

(5 sentidos) y aunque el cerebro procese la información percibida el umbral mantiene una intensidad

inferior mostrando así “desinterés” ante el estímulo, como por ejemplo un niño que ingieren alimentos

con sabores intensos o es resistente al dolor más que otros niños.

P á g i n a 230
Tabla 6

Sistema Sensorial desde la visión de Padres

Áreas Sensitivas N Media Mediana DE Mínimo Máximo Máximo del


test

Perfil Hipersensible

Visión 15 1.867 2 1.060 0 3 4

Audición 15 2.267 2 2.052 0 7 7

Táctil 15 2.667 2 1.877 0 6 7

Olfato 15 0.600 1 0.507 0 1 2

Gustativo 15 1.333 1 1.447 0 4 4

Vestibular 15 1.200 1 1.014 0 3 4

Propioceptivo 15 1.133 1 1.187 0 3 3

Perfil Hiposensible

Visión 15 4.333 4 3.177 2 6 6

Audición 15 3.200 4 1.474 0 6 7

Táctil 15 2.467 2 1.727 0 5 6

Olfato 15 1.133 1 0.640 0 2 4

Gustativo 15 1.333 1 1.113 0 3 4

Vestibular 15 1.467 2 0.743 0 2 2

Propioceptivo 15 3.067 2 2.314 0 7 8

Desde la evaluación a los padres se identificó que presentan mayor hipersensibilidad al tacto (2.66) en

comparación con el olfato que presenta una media baja (0.60). Mientras que en la evaluación a los niños

P á g i n a 231
se determinó que existe mayor hiposensibilidad a la visión (4.33) determinando como el perfil

hipodominante con una puntuación máxima de test de 6.

Tabla 7

Sistema Sensorial: evaluación a Niños y Adolescentes

Áreas Sensitivas N Media Mediana DE Mínimo Máximo Máximo del


test

Perfil Hipersensible

Visión 15 2.267 3 1.438 0 4 4

Audición 15 2.400 2 1.920 0 5 7

Táctil 15 3.000 3 1.363 0 6 7

Olfato 15 0.667 1 0.724 0 2 2

Gustativo 15 1.533 1 1.356 0 4 4

Vestibular 15 1.533 1 1.302 0 4 4

Propioceptivo 15 1.200 1 1.207 0 3 3

Perfil Hiposensible

Visión 15 3.800 4 1.821 0 6 6

Audición 15 3.267 3 1.981 0 7 7

Táctil 15 2.733 3 1.280 0 5 6

Olfato 15 1.000 1 0.845 0 3 4

Gustativo 15 1.933 1 2.915 0 4 4

Vestibular 15 1.267 1 0.704 0 2 2

Propioceptivo
15 4.333 3 3.086 0 8 8

P á g i n a 232
Desde la evaluación a los niños se identificó que se presenta mayor hipersensibilidad al tacto con una

media elevada de 3.0 en comparación con el olfato que presenta una media baja de 0.66. Se determinó

que existe mayor hiposensibilidad al sistema propioceptivo (4.33) en comparación con el olfato que

posee una media baja (1.00), lo cual permite determinar que el perfil sensorial dominante en los

participantes es el sistema propioceptivo con una máxima de test de 8.

Tabla 8

Hipersensibilidad e Hiposensibilidad y correlación con la estructura familiar

Estructura familiar Media DE Mínimo Máximo

Nuclear 12.14 6,64 1 24


Hipersensibilidad

Extendida 8..17 2.32 5 11

Monoparental 16.00 1.41 15 17

Nuclear 15.86 5.40 8 24


Hiposensibilidad

Extendida 15.33 7.00 7 24

Monoparental 26.00 8.49 20 32

El perfil sensorial hipersensible e hiposensible presenta una diferencia estadística con un valor p de

0.022, lo que indica que existe una correlación con la estructura familiar monoparental con una media

de puntuación más elevada de 26.00 en comparación con las otras estructuras familiares que su media

es baja de 8.17 como el tipo de familia extendida.

DISCUSIÓN

En la presente investigación, todos los participantes han sido diagnosticados con TEA desde los 2 años

de edad, el Sensory Profile Checklist-Revised (SPCR) determinó que tanto en la evaluación a los padres

como a los niños, el perfil sensorial está influenciado por el ambiente. Las experiencias sensoriales

desempeñan un papel fundamental en las personas y significativamente en el TEA debido a la

fascinación o perturbación ante las percepciones sensoriales externas. La hipersensibilidad o

P á g i n a 233
hiposensibilidad captadas por medio de los cinco sentidos puede provocar comportamientos propios del

trastorno como retraimiento, comportamiento estereotipado, autolesiones, deficiencias sociales; los

cuales se observaron mediante la evaluación.

Por otra parte, al evaluar el procesamiento sensorial hiposensible e hipersensible en los niños se

identificó que en el perfil hipersensible el sistema táctil posee una puntuación mayor de 3.00 de un

máximo de 6 puntos, los resultados obtenidos de esta investigación muestran que cada participante es

sensible al tacto, concuerda con estudios realizados en los que refieren que la percepción táctil vibratoria

y el contacto con ciertas texturas de la ropa posee un procesamiento inesperado, independiente de la

frecuencia del estímulo, presentados en estudios de Blakemore et al (2006) y Fonseca Angulo et al

(2020) quienes presentan idénticos resultados. Sin embargo, en el sistema propioceptivo del perfil

hiposensible se demostró que los individuos mantienen dificultad para saber la posición de su cuerpo en

el espacio, así como también no son conscientes de las sensaciones corporales, estos datos coinciden

con los resultados obtenidos posterior a la aplicación del cuestionario de Winnie Dunn en participantes

con Autismo, quienes mantienen alteraciones en el procesamiento sensorial a nivel de todos los sistemas

denotando el vestibular y propioceptivo como áreas más sensibles (Dueñas y Tosini et al. 2022, 2020)

datos que concuerdan con la presente investigación.

De igual manera se logró identificar que el perfil sensorial dominante dentro de la hiposensibilidad desde

la evaluación a los padres es el sistema visual, mientras que desde la evaluación a los niños existe un

perfil hiposensible dominante como es el sistema propioceptivo. La hiposensilidad visual corresponde

a la percepción disminuida de algún estímulo percibido por la vista y se evidencian confusiones

visuales, rodea el borde con la mano para identificar el objeto, mira con intensidad a objetos o personas

y fascinación por los reflejos. Estos datos obtenidos en la presente investigación concuerdan con

Fonseca Angulo et al. (2020) en su estudio realizado en una población colombiana mediante el short

Sensory Profile 2 de Winnie Dunn, plantean que el entorno no emite información suficiente para ser

percibida, por lo cual no mantienen ninguna necesidad de satisfacer el umbral, presentando alteración.

Sin embargo, el estudio de Baron-Cohen et al. (2009) denota que así como existe un mayor

procesamiento de estímulos visuales simples, también existe disfunción del procesamiento en el sistema

visual al momento de obtener información compleja (diversidad de elementos percibidos por la visión)

P á g i n a 234
produciendo frustración y falta de interés ante la experiencia sensorial. Dichos resultados fueron

observados y corroborados en la evaluación realizada a los participantes y a sus cuidadores.

Adicionalmente, se determinó que existe una correlación del perfil sensorial hiposensible con la

estructura familiar monoparental con una media mayor de 26, lo cual muestra un impacto e influencia

en el desarrollo del niño o adolescente con autismo que tiene como figura de autoridad a una sola

persona. En la evaluación realizada se corroboró que al mantener una estructura familiar monoparental

en ocasiones puede afectar a un desarrollo y funcionalidad adecuada en los autistas. A pesar de no existir

investigaciones sobre la estructura familiar en autistas, existe investigaciones que vinculan el

funcionamiento familiar propuesto por Maitta-Rosado et al. (2020) quienes hablan de familia funcional

y disfuncional, refiriendo que aquellos niños provenientes de una familia funcional (sistema familiar

asentado y estructurado que favorece al desarrollo y cumplimiento de sus funciones a través de la

interacción e interdependencia de cada miembro) (López & Zambrano, 2021; Montoya & Corona,

2021), no presentan problemas de tipo sensorial ya que su ambiente demuestra mejor comprensión,

calidad de vida y adaptabilidad en su entorno. Sin embargo, la disfuncionalidad familiar desencadena

un perfil sensorial regular o deficiente ya que no garantizan las condiciones adaptables necesarias para

el desarrollo de un niño con TEA, el cual en ocasiones puede agudizar su condición.

Entre las limitaciones del estudio se encontró una muestra reducida e investigaciones limitadas sobre el

tema propuesto, por lo que no se logró obtener una correlación con más datos obtenidos de los factores

sociodemográficos. Por tal motivo, se propone que futuras investigaciones se elaboren en una población

más, con el fin de obtener resultados que generalicen a toda la muestra. Así mismo, se plantea realizar

futuras investigaciones en relación a la estructura familiar y el perfil sensorial, pues se carece de

investigaciones en este ámbito que aporten con datos concretos y favorezcan a la investigación.

CONCLUSIONES

En la presente investigación se evaluó el perfil sensorial de los pacientes con TEA, se identificaron

características que fluctúan entre la hipersensibilidad e hiposensibilidad. El TEA ha sido estudiado e

investigado desde diferentes paradigmas; sin embargo, no se ha profundizado en las características

P á g i n a 235
sensoriales. En la investigación se identificó que estas características, son importantes estudiarlas

durante la intervención ya que cada individuo con autismo tienen diferencias sensoriales.

Se identificó que en cada autista existen características de hipersensibilidad o hiposensibilidad

dominante dentro del perfil sensorial, esto significa que los estímulos que se experimentan en el entorno,

por medio de los sistemas perceptivos sensoriales, pueden ser percibidos con intensidad o pasividad.

Las características hiposensibles más concurrentes en esta población son: fascinación por la presión,

abrazos fuertes, juegos bruscos o baja reacción al dolor, incapacidad de distinguir algunos objetos,

atracción a colores o luces brillantes específicos, incapacidad para identificar las sensaciones corporales

propias o falta de conciencia de la posición del cuerpo, flacidez ya que se apoyan a personas o paredes,

bajo tono muscular, choque con objetos; y las características hipersensibles son: sensibilidad al tacto de

la ropa, baja tolerancia a ciertos sabores, sonidos o ruidos, resistencia a ser tocados, insistencia en llevar

la misma ropa, dificultad para manipular objetos y dificultad para arrastrase por superficies irregulares.

Se determinó que en la evaluación a los padres existe un perfil hiposensible dominante, estos datos

concuerdan con las evaluaciones realizadas a los niños, a pesar de la población limitada. Se estableció

que la hiposensibilidad en los órganos sensoriales táctil, visual y sistema propioceptivo predominan

dentro de esta población estudiada.

En la presente investigación se identicaron que los participantes provienen de tres estructuras familiares

como: la familia nuclear, extendida y monoparental. Con esta última, se determinó que existe una

correlación positiva con el perfil sensorial.

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