El Proceso de Poblamiento
El Proceso de Poblamiento
El Proceso de Poblamiento
El número de pobladores de los pueblos indígenas que habitaban el actual territorio argentino a la
llegada de los españoles se estima que oscilaba entre los 300.000 y 500.000 y se diferenciaban dos grandes
grupos con formas de vida diferentes, los cazadores recolectores y los que practicaban la agricultura.
El resto del territorio estaba habitado por tribus nómades, de cazadores y recolectores, que pertenecían a
distintos grupos étnicos y poseían culturas muy dispares.
El poblamiento colonial se extiende desde los comienzos del siglo XVI hasta el año 1810. Los colonizadores
españoles se establecían a través de la fundación de ciudades, que servían para controlar y administrar
económicamente los territorios circundantes. Se pueden distinguir tres corrientes principales de poblamiento:
La corriente del Este o de Asunción: provenía de España y penetró por el río de la Plata y el río Paraná.
Fundó las ciudades de Santa Fe, Buenos Aires y Corrientes. Fue la más importante por su duración,
continuidad y cuantía.
La corriente del Norte o del Perú: penetró a través de la Quebrada de Humahuaca. Fundó las ciudades de
Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Córdoba, Salta, San Fernando del Valle de Catamarca, La
Rioja y San Salvador de Jujuy. Esta corriente se proponía encontrar una salida al océano Atlántico para
asegurar la continuidad de la extracción de plata en las minas de Potosí.
La corriente del Oeste o Chile: a través de la Cordillera de los Andes, fundó Mendoza, San Juan y la
Pampa.
Este proceso se caracterizó por la ocupación discontinua del espacio, es decir que quedaron varios territorios
sin ocupar, sobretodo en el Chaco, la Patagonia y la Pampa.
El poblamiento moderno se extiende desde 1810 hasta 1947, año en que se realizó el cuarto censo de
población, poco después de finalizar la Segunda Guerra Mundial.
En los comienzos del período, el número de habitantes se basaba en estimaciones ya que los conflictos
internos y las guerras de independencia dificultaron el establecimiento de políticas poblacionales planificadas. En
1869 se realizó el primer censo de población y, a partir de allí, los recuentos de población presentaron una
periodicidad dispar. (1895, 1914, 1947).
Este período también se destaca por la llegada de grandes contingentes europeos, a partir de 1880. El aluvión
inmigratorio fue favorecido por:
La disponibilidad de tierras para trabajar que hasta ese entonces estaban en poder de los indígenas.
Las situaciones de extrema pobreza que se vivían en algunas áreas rurales de España e Italia.
La aplicación de la máquina a vapor al transporte que abarató y agilizó los viajes.
El censo de 1924 registró el porcentaje más alto de extranjeros de toda la historia argentina (30%). Entre 1912
y 1947 disminuyó la inmigración europea hacia la Argentina por la gran crisis económica mundial desatada a
partir de 1929 y porque en la Argentina ya no se requerían grandes montos de mano de obra agrícola.
El poblamiento actual se extiende desde 1947 hasta la actualidad. En ese tiempo se realizaron seis censos
nacionales de población con periodicidad decenal (1960, 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010).
La llegada de la población extranjera desde Europa en esta etapa se interrumpió y en cambio, los inmigrantes
provienen de los países limítrofes. Paraguayos, bolivianos, chilenos, y en menor medida uruguayos y brasileros,
ingresan en el país en búsqueda de mejores condiciones de vida.
La industrialización en el Gran Buenos Aires y a lo largo del eje fluvial Paraná-Plata atrajo habitantes de las
provincias del interior del país contribuyendo a la concentración de población en la región pampeana. La
desindustrialización de los años 70, caracterizada por el aumento del desempleo y el cierre de las fábricas, frenó
estas migraciones internas y las redistribuyó hacia las ciudades de menor tamaño.
Otra de las características de las últimas décadas, es la emigración de argentinos altamente calificados hacia
países desarrollados que ofrecen mejores condiciones de vida. Este fenómeno es conocido con el nombre de
“fuga de cerebros”.