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América Colonial

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La Población Indígena y el Impacto de la Colonización

Española en América
Distribución y Concentración de la Población Indígenah

Antes de la llegada de los españoles, la población indígena en el Nuevo Mundo era


numerosa, con una distribución desigual. Las zonas de mayor concentración poblacional
estaban en Mesoamérica y los Andes centrales, debido a los altos niveles de organización
económica, social, política y cultural alcanzados por las sociedades autóctonas allí. Esta
distribución demográfica jugó un papel crucial en la conquista y colonización de América,
facilitando o entorpeciendo los esfuerzos españoles según la región.

Contacto Inicial y Mengua de la Población Nativa

Estimaciones Demográficas Precolombinas

El debate sobre la dimensión de la población indígena en vísperas de la invasión europea ha


sido intenso. Las cifras actuales sugieren una población precolombina superior a las
estimaciones anteriores, destacando que la merma poblacional fue drástica durante el
primer siglo de colonización española. Según S. F. Cook y W. Borah, en 1519, el México
central albergaba unos 25 millones de personas, cifra que se redujo a 17 millones en cuatro
años, a 6 millones en 1548, a 3 millones 20 años después, y hacia 1630 apenas quedaban
unos 750,000 habitantes.

Regiones Afectadas y Diferencias Regionales

 México Central: Registró un descenso de población catastrófico, especialmente en


las tierras bajas cercanas al Golfo y las costas del Pacífico.
 Antillas y Área Circuncaribeña: La población indígena disminuyó rápidamente.
En La Española, la población pasó de una cifra controvertida de 8 millones o
100,000 en 1492 a unos pocos cientos en 1570.
 Centroamérica: Aunque el declive fue brusco, la población indígena no se
extinguió completamente debido al temprano estancamiento económico.
 Andes Centrales: La documentación es más precisa aquí. Por ejemplo, en
Chucuito, la población disminuyó de 170,000 personas a 63,012 en 1567.

Factores Contribuyentes al Colapso Demográfico

Violencia y Exacciones Económicas

La violencia ejercida por los conquistadores, junto con la confiscación de alimentos y mano
de obra, jugó un papel significativo en la disminución de la población indígena. La guerra y
las exacciones rompieron el equilibrio alimenticio, provocando hambre y debilitando a los
nativos, lo que los hacía susceptibles a enfermedades.

Epidemias y Enfermedades

Las epidemias traídas por los europeos, como la viruela, la malaria, el sarampión, el tifus y
la gripe, encontraron en los indígenas a huéspedes sin inmunidad, exacerbando el colapso
demográfico. Estas enfermedades provocaron una alta mortalidad, especialmente en
comunidades que ya estaban debilitadas por la guerra y la explotación económica.

Cambios en la Dieta y Producción

La introducción de la alimentación mediterránea por los españoles y la imposición del


cultivo de trigo afectaron negativamente la subsistencia de los indígenas. Los mejores
terrenos de cultivo fueron destinados al trigo para tributo o abastecimiento colonial, y la
invasión de ganado destruyó los cultivos indígenas, forzando el abandono de tierras.

Impactos Psicológicos y Sociales

El cambio drástico en el modo de vida y la pauperización económica afectaron también la


capacidad reproductiva de los indígenas. La pérdida de la cultura propia, junto con el
desánimo y la desesperación, llevaron a una disminución en la fecundidad, con prácticas
como el aborto y el infanticidio documentadas en varias regiones. Además, hubo casos de
suicidio debido a los malos tratos y las presiones tributarias.

Recuperación Demográfica y Transformaciones en la Época Colonial

Recuperación Lenta y Expansión de Mestizos y Blancos

A mediados de la era colonial, se inició una lenta recuperación de la población indígena,


junto con una rápida expansión de la población mestiza y blanca, especialmente en el siglo
XVIII. Esta recuperación se reflejó en el reajuste de las tasas de tributo y en la integración
de migrantes indígenas en las comunidades coloniales.

Diversidad Regional y Adaptaciones

Las tendencias demográficas variaron regionalmente. En el Perú, el declive demográfico se


prolongó más que en México, estabilizándose solo después de la epidemia de 1719. Las
zonas más afectadas, como las tierras altas y la costa peruana, experimentaron una
disminución significativa en la población indígena.

Conclusión

El impacto de la colonización española sobre la población indígena de América fue


profundo y multifacético. La violencia, las epidemias, los cambios en la dieta y producción,
y los efectos psicológicos y sociales se combinaron para provocar una disminución drástica
de la población nativa. A pesar de la recuperación parcial en siglos posteriores, las
transformaciones demográficas y las adaptaciones regionales reflejan la magnitud del
colapso inicial y la compleja interacción entre la población y la colonización.

Notas al Pie

1. Cook, S. F. y Borah, W. “Estudios Demográficos sobre México”.


2. Colmenares, G. “La Historia Demográfica de Colombia”.
3. Sanders, W. T. “Población y Colapso en Mesoamérica”.
4. Diez de San Miguel, V. “Censo de Chucuito, 1567”.
5. Bartolomé de las Casas, “Breve Relación de la Destrucción de las Indias
Occidentales”.
6. Motolinía, Toribio de. “Historia de los Indios de la Nueva España”.
7. Fray Pedro de Córdoba, “Cartas desde Santo Domingo”.

El proceso de inmigración y asentamiento en América durante los siglos XVI y XVII


involucró a diversas poblaciones y presentó múltiples fases, influido por las políticas de la
corona castellana y las necesidades económicas y sociales de la época.

Inmigración y Asentamiento de Europeos

1. Primeras Oleadas de Emigrantes:


o Las primeras conquistas llevaron a América a marineros, soldados,
funcionarios y clérigos. La idea de asentarse permanentemente en el Nuevo
Mundo era rara en esos primeros viajeros.
o Sin embargo, la emigración se reguló rápidamente. La corona prohibió la
entrada de ciertos grupos (moros, judíos, gitanos, y condenados por la
Inquisición) y limitó la emigración a súbditos de la corona de Castilla,
excluyendo inicialmente a los naturales de la corona de Aragón.
2. Regulación y Licencias:
o La emigración legal a América requería autorización oficial. El Catálogo de
pasajeros a Indias (1509-1559) y el Índice geobiográfico de Boyd-
Bowman ofrecen registros de los emigrantes, aunque incompletos,
estimando la emigración en unos 200,000 durante el siglo XVI y otros
243,000 en la primera mitad del siglo XVII.
3. Demografía:
o Predominaban los hombres; sólo el 10% de las licencias fueron concedidas a
mujeres, aunque esta proporción aumentó hacia finales del siglo XVI.
o La política de fomentar la emigración de mujeres y familias fracasó debido a
la alta proporción de hombres solteros que cruzaban el océano.
4. Procedencia de los Emigrantes:
o La mayoría de los emigrantes eran de Andalucía, Extremadura, Castilla y
León, con contribuciones menores de otras regiones y extranjeros, a pesar de
las prohibiciones.
5. Clases Sociales:
o Incluían hidalgos, mercaderes, funcionarios, campesinos y artesanos.
Aproximadamente la mitad provenía de áreas urbanas.
6. Crecimiento de la Población Española en América:
o A mediados del siglo XVI, se estimaba en unos 150,000 individuos de
ascendencia española, aumentando a unos 450,000 hacia 1620, debido tanto
a la inmigración como al crecimiento natural.

Inmigración Africana

1. Involuntaria y Económica:
o La llegada de africanos comenzó como parte de las expediciones, pero
pronto se intensificó para suplir la mano de obra en la agricultura de
plantación tras la drástica reducción de la población indígena.
o La trata de esclavos africanos se reguló bajo un monopolio que duró hasta el
siglo XVIII, con un auge notable hacia finales del siglo XVI.
2. Procedencia y Asentamiento:
o Procedían de regiones como Senegambia, Guinea, el Congo, y más tarde
Angola. El número de africanos traídos a América se estima en unos
200,000 entre los siglos XVI y mediados del XVII.
3. Distribución:
o Los esclavos africanos se emplearon en diversas áreas: tierras calientes,
zonas mineras, haciendas ganaderas, y en servicio doméstico.

Inmigración Asiática

1. Filipinas y Asia Oriental:


o A partir del viaje de Legazpi en 1566, llegaron esclavos filipinos, chinos,
japoneses y algunos de la India, aunque esta corriente fue pequeña y se cerró
en 1597.

Asentamiento y Urbanización

1. Fundación de Ciudades:
o Los españoles preferían asentarse en zonas urbanizadas y establecieron
ciudades nuevas en áreas con poblaciones dispersas, consolidando su
presencia y facilitando el control administrativo y religioso.
2. Segregación:
o Los españoles e indios vivían en lugares separados, aunque los indios eran
necesarios en las ciudades para diversas tareas. Los pueblos indígenas
fueron reagrupados en nuevas localidades bajo la política de concentración.

Conclusión

El asentamiento en América involucró una mezcla compleja de poblaciones que migraron


por diversas razones, y fue influenciado por políticas específicas para controlar la
composición y características de la población en el Nuevo Mundo. Las estrategias y
regulaciones de la corona, junto con la dinámica de las relaciones entre europeos, indígenas
y africanos, configuraron la estructura social y demográfica de la América colonial.

En los siglos XVII y XVIII, la demografía de Hispanoamérica estuvo marcada por altas
tasas de mortalidad, una mortalidad infantil especialmente severa y recurrentes crisis
demográficas impulsadas por epidemias, hambrunas y desastres naturales. A pesar de estas
condiciones adversas, hacia fines del siglo XVIII se observaron señales de recuperación
demográfica en algunas regiones.

Alta Mortalidad y Sus Causas

La mortalidad infantil, conocida como "diezmo infantil," era elevada, afectando a todos los
grupos sociales, aunque con variaciones según el estatus social y étnico. En León, por
ejemplo, a fines del siglo XVIII, la mortalidad infantil era del 19% entre los españoles, 36%
entre las castas y 51% entre los indígenas.

Las epidemias fueron una causa principal de las crisis demográficas, con brotes
significativos de sarampión, tifus, viruela y gripe a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
Estas epidemias, junto con hambrunas recurrentes, especialmente relacionadas con la
escasez de maíz, provocaban picos de mortalidad. Por ejemplo, la región del Bajío
experimentó incrementos en la mortalidad correlacionados con las carestías de alimentos.

Recuperación Demográfica

Pese a las elevadas tasas de mortalidad, se observó una lenta pero notable recuperación
demográfica hacia fines del siglo XVIII. La vacunación contra la viruela, impulsada por la
expedición de Francisco Javier de Balmis en 1803, marcó un hito en los esfuerzos
sanitarios, aunque la cobertura fue limitada y no llegó a todos los necesitados.

Factores de Recuperación:

1. Matrimonios Tempranos y Altas Tasas de Natalidad: Las mujeres indígenas se


casaban a edades tempranas, aumentando el período fértil. En Oaxaca, las mujeres
se casaban entre los 15 y 16 años, y las familias tendían a ser numerosas.
2. Crecimiento Vegetativo: Aunque las tasas de mortalidad seguían siendo altas, en
algunas regiones como Zacatelco, la tasa de natalidad superaba la mortalidad,
resultando en un crecimiento vegetativo positivo. Las tasas de natalidad podían
exceder los 50 por 1,000, mientras que la mortalidad se situaba cerca de 40 por
1,000.
3. Incremento de la Fecundidad: La fecundidad variaba según el grupo étnico y
social, siendo más elevada entre las mujeres de ascendencia europea y mestiza. Las
uniones extramatrimoniales también contribuían a la tasa de natalidad, con altos
porcentajes de ilegitimidad en varias regiones.

Dinámicas Migratorias
El crecimiento demográfico se vio complementado por significativos movimientos
migratorios. La inmigración europea, aunque menor en comparación con los siglos
anteriores, continuó siendo una fuente de población, con una estimación de 53,000
españoles emigrando a América en el siglo XVIII.

Movimientos Internos:

1. Expansión hacia Nuevas Zonas: Las costas, especialmente en la vertiente


atlántica, experimentaron un notable crecimiento debido a la expansión de la
demanda europea de productos agrícolas. Las pampas del Río de la Plata, los llanos
del Orinoco y las islas del Caribe se poblaron rápidamente.
2. Migraciones Indígenas: Los indígenas, inicialmente concentrados en pueblos, se
dispersaron nuevamente, buscando mejores condiciones de vida. En regiones como
Yucatán y la sierra del Perú, se observó una disgregación motivada por la búsqueda
de mejores oportunidades y la evasión de obligaciones fiscales y laborales.
3. Ocupación de Nuevas Fronteras: En Nueva España, el Bajío y las "Provincias
internas" del norte se convirtieron en zonas de atracción debido a su próspera
agricultura y ganadería.

Esclavitud y Comercio de Esclavos

La trata de esclavos africanos fue un componente clave en la demografía colonial,


intensificándose en el siglo XVIII. La administración española, tras diversas fórmulas
comerciales, permitió un flujo considerable de esclavos para satisfacer la demanda de mano
de obra en las Américas.

Aspectos Clave:

 Contratos Asentistas: Inicialmente administrado directamente, el comercio de


esclavos pasó a contratos con asentistas, incluyendo la Real Compañía Francesa del
Golfo de Guinea y, posteriormente, la Compañía de los Mares del Sur inglesa.
 Contrabando y Competencia: A medida que la demanda de esclavos aumentaba,
se intensificó el contrabando, con franceses y holandeses compitiendo con los
ingleses en el suministro de esclavos.

Conclusión

A pesar de los altos índices de mortalidad y las recurrentes crisis, la población de


Hispanoamérica mostró signos de recuperación a fines del siglo XVIII, impulsada por
factores como los matrimonios tempranos, altas tasas de natalidad, y migraciones internas y
externas. Los esfuerzos sanitarios, aunque limitados, marcaron un comienzo en la lucha
contra las epidemias. El comercio de esclavos y las migraciones europeas contribuyeron a
la dinámica demográfica, configurando una población diversa y en crecimiento en la
víspera de la independencia. Recuperación demográfica en el siglo XVII y XVIII

Mortalidad y natalidad
Durante los siglos XVII y XVIII, las tasas de mortalidad se mantuvieron altas,
especialmente la mortalidad infantil, conocida como el "diezmo infantil". Sin embargo, este
término es engañoso, ya que las tasas de mortalidad infantil podían superar con creces el
10%. Por ejemplo, a fines del siglo XVIII en León, una población del Bajío, el 19% de las
muertes entre los españoles eran de párvulos, el 36% entre las castas y el 51% entre los
indios. Las crisis de mortalidad extraordinaria, como las epidemias y hambrunas, también
jugaron un papel crucial en la dinámica demográfica.

En diversas parroquias mayormente indígenas de la región de Puebla Tlaxcala, se observó


que en tiempos de crisis, los bautizos y entierros mensuales seguían tendencias opuestas.
Las defunciones aumentaban abruptamente, mientras que los nacimientos disminuían,
reflejando el impacto fisiológico y psicológico de estas crisis. Las epidemias de sarampión
en 1692 y 1727, de tifus en 1737, 1761 y 1779, de viruela en 1797 y de gripe en 1813,
provocaron elevadas tasas de mortalidad. En Zacatelco, por ejemplo, las defunciones se
quintuplicaron en 1737 en comparación con el año anterior.

Enfermedades y hambrunas
El hambre fue otro factor crucial en las sobremortalidades, ya que debilitaba los cuerpos y
facilitaba la propagación de enfermedades. En el Bajío, las crisis de mortalidad se
relacionaban con la escasez de maíz. Las hambrunas, como las de 1627-1631 y 1648-1656,
llevaron a grandes migraciones de indígenas en busca de alimento. Además, desastres
naturales como terremotos también contribuyeron a las altas tasas de mortalidad.

Intervenciones sanitarias
A fines del siglo XVIII, hubo un retroceso tímido de la mortalidad, en parte debido a la
introducción de la vacuna contra la viruela. La expedición de vacunación encabezada por
Francisco Javier de Balmis en 1803 recorrió gran parte de Hispanoamérica, aunque no pudo
atender a toda la población. La vacunación priorizó a los niños y las grandes ciudades,
enfrentando recelo en áreas rurales.

Incremento de la natalidad
A pesar de las altas tasas de mortalidad, la población comenzó a aumentar gracias a varios
factores. Las mujeres indígenas tendían a casarse a edades más tempranas, lo que extendía
su período fértil. Además, menos mujeres permanecían solteras y las familias tendían a
tener más hijos. En Zacatelco, la tasa de natalidad superaba los 50 por 1000, mientras que
la tasa de mortalidad rondaba los 40 por 1000, resultando en un crecimiento vegetativo
anual de más del 1%.

La procreación fuera del matrimonio fue significativa, especialmente entre las castas
mixtas. En la parroquia de San Sebastián en Lima, a fines del siglo XVI, el 40% de los
niños bautizados eran ilegítimos. En Valparaíso, este porcentaje fue similar durante el siglo
XVIII.
Recuperación y migraciones indígenas
La población indígena en áreas como el centro de México y los Andes centrales comenzó a
recuperarse desde el siglo XVII y XVIII, respectivamente. En Yucatán, el número de indios
encomendados casi se triplicó entre 1688 y 1785. Sin embargo, las migraciones internas
fueron comunes, a menudo como una estrategia para evitar obligaciones tributarias y
laborales. En la sierra del Perú, por ejemplo, los indios abandonaban los núcleos
establecidos para reasentarse como forasteros en tierras "extrañas".

Inmigración europea y africana


La inmigración europea siguió siendo importante para el crecimiento demográfico en el
siglo XVIII. Se estima que 53,000 españoles emigraron a América, muchos de los cuales se
establecieron en altas esferas burocráticas, militares, eclesiásticas o comerciales. La
inmigración también incluyó a numerosos canarios, gallegos, asturianos y montañeses que
se establecieron en el Caribe y las costas de América del Sur.

La migración involuntaria desde África fue significativa, especialmente con la trata de


esclavos. A pesar de la administración fluctuante y los contratos con asentistas, la demanda
de esclavos se intensificó a lo largo del siglo XVIII, con ingleses, franceses y holandeses
participando activamente en el comercio de esclavos.

En resumen, los siglos XVII y XVIII fueron un período de alta mortalidad, pero también de
creciente natalidad y recuperación demográfica en algunas áreas, influenciado por
epidemias, hambrunas, desastres naturales, intervenciones sanitarias y migraciones tanto
voluntarias como forzadas.

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