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Dirección Estratégica

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Presentación Dirección estratégica

El objetivo fundamental de la misma es propiciar el pensamiento


estratégico de los participantes y a la vez, entrenarlos en un grupo de
herramientas y mecanismos que faciliten una dirección estratégica en la
contemporaneidad, a partir de aceptar la gestión del cambio como algo
inapelable en la medida de la inestabilidad y la variación del entorno, en
que se desenvuelven nuestras organizaciones.

En esta presentación queremos exponer una meditación a nuestro juicio


trascendental. No es la esencia de esta asignatura ofrecer un "know how"
acabado y validado de los diferentes mecanismos y modelos de la
dirección estratégica. Esto es importante, pero la esencia es perfeccionar
el pensamiento estratégico del conjunto de personas que integran la
organización. Los modelos no pueden sustituir los paradigmas y las
reflexiones humanas, porque precisamente fueron los hombres y mujeres
los que lo crearon. Las herramientas nos ayudan, aportan cientificidad a
nuestras valoraciones, pero no son el fin.

Esta asignatura debe contribuir sensiblemente a la variación de las


concepciones de la gestión, a partir de que de una forma asequible y a la
vez profunda en tanto demuestra las posiciones de avanzada en torno a
la práctica en las empresas.

"El futuro se prevé o se padece" se ha sentenciado hoy vigorosamente.


¿Qué hacer? Por supuesto que preverlo, pero esto sólo es posible
alcanzando un sólido pensamiento estratégico que se sustente en la
activa y comprometida participación de los seres humanos que
conformamos las organizaciones, además de una abierta mentalidad
proclive al cambio.

Hoy en día los directivos de las empresas más competitivas son


conscientes de que han de entender el cambio como una oportunidad
para continuar desarrollándose en un entorno cada día más exigente y
en evolución.
Desarrollarse inmersos en el siglo XXI significa para las empresas,
saber monitorear su entorno, adelantarse al futuro y renovarse
constantemente para ser viables, rentables y competitivas en una época
de cambios acelerados a todos los niveles, afectando en mayor o menor
grado a todos los sectores económicos. De todos es sabido que quien
queda rezagado no puede sobrevivir en un mercado de libre
competencia.

Tenemos que tener una posición de vigilancia permanente para detectar


los primeros indicios que nos hacen comprender que se debe comenzar
una nueva etapa en el proceso ininterrumpido de transformación.

Por eso en esta asignatura se detallan y especifican además de los


conceptos necesarios y de las herramientas imprescindibles, algunas
reflexiones acerca de cómo alcanzar esa implicación total. Además en
uno de los capítulos se interconectan el Sistema de Gestión de
Componente Humano y la calidad de la dirección, con todos sus puntos
de contacto e incidencia.

Cada día que pasa, son muchos más lo que se concientizan y sitúan en
un lugar de honor, el estudio del componente o factor humano, como
piedra angular del perfeccionamiento sistemático de cualquier empresa.
Quien no conciba hoy, que los hombres son el activo más importante y
preciado, de cualquier entidad sea del ramo o sector que sea, no tiene la
más mínima posibilidad de éxito.

La dirección estratégica debe contar con la participación y el


compromiso de todos los que trabajan en esa entidad, no se trata de
"dirigir a los seres humanos", si no de "dirigir con los seres humanos".
Cada persona que trabaja en una empresa debe conocer hacia dónde
vamos, qué perseguimos, con qué contamos y cómo alcanzaremos lo
que nos proponemos.

Sólo en un clima de libertad de acción y de diálogo es posible llevar a las


organizaciones a que hallen un terreno en el que los intereses de la
empresa no sean incompatibles con los del ser humano y su trabajo.

Cada empresa o institución es mucho más que un organigrama o


dispositivo que sirve para acopiar valores materiales. Es imprescindible
que se transformen en estructuras humanas, para lograr tal propósito.
En estos vertiginosos tiempos donde lo único estable es la inestabilidad,
sobre todo a nivel de entorno, que como se sabe, es lo que determina en
los cambios a asumir por las organizaciones, no queda otra alternativa
que perfeccionar las mismas y esto en un papel de avanzada lo tiene la
posibilidad que tengan de superar la calidad de los sistemas de dirección,
requisito indispensable para que estas organizaciones crezcan por si
mismas.

Si no se evoluciona con rapidez y anticipación, la posición de los seres


humanos en las organizaciones no se podrá alcanzar lo deseado. El
colectivo tiene que comprender cabalmente que la estrategia es el
programa general para definir y alcanzar los objetivos generales de la
empresa en su entorno en el transcurso del tiempo.

La asignatura comprende tres capítulos.

• El primero versa sobre "La gestión del Cambio como sustrato de la


Dirección Estratégica". Éste lo dedica el autor a garantizar el
sustento teórico práctico para objetivizar que el pensamiento y la
dirección estratégica solo pueden concebirse como un proceso
para transformar, adecuar y anteponernos a los cambios en el
entorno en donde nos desarrollamos. No se trata de una "etapa de
grandes cambios" sino de "cambios grandes de etapas".
• El capítulo segundo aborda el pensamiento y la dirección
estratégica en sí, reflexiones y meditaciones de su evolución en la
contemporaneidad, se presenta un sistema de gestión, validado
internacionalmente, que combina la interacción del pensamiento y
la dirección estratégica.
• Por último el capítulo 3 ofrece un interesante análisis de
la elaboración e implementación de las
estrategias identificadas, así como la implantación del proceso de
dirección estratégica, el cual se complementa con la "dirección por
objetivos y por resultados".

En todos los capítulos se exponen casos y ejercicios prácticos que


pueden contribuir a la comprensión práctica de todo el proceso.

Estos tiempos en que vivimos se han caracterizado por la aparición


de cambios en todas las facetas de la vida económica, política y social.
En esta última década también se han apreciado tendencias
significativas en las empresas y organizaciones.

Muchos son los elementos y circunstancias que están cambiando de


forma acelerada en el entorno empresarial de finales del siglo XX y
principios del XXI y de los cuales es imposible permanecer ajenos. Entre
ellos podemos citar:

• Exigencia de garantía de calidad y reducción de los costos de


producción para entrar a competir en nuevos mercados y/o
permanecer en los mercados habituales.
• Conciencia creciente de la necesidad de motivación y
aprovechamiento de la creatividad de todos los trabajadores para
reducir costos y añadir valor a los productos.
• Tendencia a la evolución de usuarios pasivos a clientes con criterio
y muchos más exigentes.
• Desarrollo acelerado de nuevos sistemas tecnológicos de
información y telecomunicación para la automatización de
procesos.
• Aparición creciente de productos innovadores en todos los sectores
cada vez más competitivos, fruto genuino de la gestión del
conocimiento.
• Nuevas regulaciones legales en materia ecológica en todos los
países desarrollados.
• Aparición de nuevos mercados globales y nuevas áreas
productoras de bajo costo en todo el planeta, sobre todo en el área
asiática.
• Integración de proveedores y clientes en los diferentes procesos de
la empresa, entre otros.
• El enorme crecimiento y consolidación empresarial, con
adquisiciones, fusiones y megafusiones.

Un elemento que intentaremos explicar y desentrañar en esta asignatura


es que sólo es posible elevar verdaderamente la calidad de la
dirección cuando los directivos se convierten en agentes de cambio de
forma permanente, cuando se aprecia el cambio como algo
impostergable.

Estos no son tiempos de "ordeno y mando", sino que, por el contrario,


deben asumirse con un creativo trabajo en equipo, con liderazgo, con
sinergia y consenso.
El producto, el servicio a ofertar, debe estar bien definido y haber sido
presentado a los clientes internos (los propios trabajadores de la
empresa), quienes lo aprobarán, sintiéndose parte del negocio, y sólo
entonces debe ser utilizado.

Para poder comentar y facilitar las explicaciones en torno a ese tema


resulta necesario comprender e interpretar los elementos vitales de la
dirección en los últimos años.

Aproximadamente en los años setenta, comienzan a ocurrir


determinados cambios que van a tener un significado especial en la
sociedad y en las organizaciones.

Ocurre una explosión de los servicios, que constituyen un 70 por ciento


del Producto Interno Bruto en los países desarrollados, lo cual tiene una
incidencia enorme en el desarrollo de este sector.

Comienzan a crecer los procesos de globalización de la economía, lo que


trae consigo importantes cambios socioculturales, y produce clientes más
exigentes, que imponen nuevos retos a la producción y a los servicios.

Estas transformaciones a las que se hace referencia tienen como


peculiaridades principales: la velocidad, la novedad, la profundidad y su
amplitud, que integradas proporcionan un mundo lleno de incertidumbres.

Todos estos procesos expuestos hasta ahora provocan efectos en todas


las organizaciones y empresas, diferenciándose de forma pronunciada
los años setenta de las postrimerías del recién extinguido milenio.

Si se realiza un análisis de la calidad en estos períodos se observa que


se pasa de un control de la calidad, a que la misma surja como una
filosofía de dirección; de una calidad según normas técnicas a una
calidad definida por el cliente.

En una primera etapa se identifican necesidades y en una segunda se


crean necesidades. La tendencia inicial fue vender lo que se producía y
después producir lo que se vendía.

Si en una primera etapa el criterio de expansión era consolidarse en el


mercado nacional, actualmente se habla de mercados internacionales.

Ante las preguntas:


- ¿Qué impactos han provocado estos cambios en la dirección?

- ¿Se dirigen y se implementan los cambios en la dirección al mismo


ritmo que nos imponen la sociedad y el auge del conocimiento y la
tecnología de hoy?

Cada vez más se imponen nuevas concepciones en torno a la dirección y


se requiere de una mayor preparación y profesionalidad para enfrentar
con éxito estos retos.

Todos estos aspectos serán asumidos en esta asignatura. En particular,


en este capítulo, nos adentraremos en la gestión del cambio como
premisa para alcanzar una dirección que eleve el componente humano,
como "motor" de toda empresa, con sus consiguientes ventajas
económicas.

Hace algunos años, se operaba en un medio definido y de una cierta


estabilidad, sin embargo actualmente el entorno está poco definido, y en
constante transformación, por lo que existe la necesidad de aprender a
dirigir inmerso en la incertidumbre, en la que lo único estable es la
inestabilidad.

Se han desarrollado habilidades y capacidades para decidir y asumir


riesgos, así como para conducir equipos de trabajo, y analizar y
reflexionar con detenimiento los procesos de manera integral, y en
especial para captar la esencia del entorno, para su transformación y su
conquista.

La necesidad de cambio en las empresas y organizaciones no solo es


atribuible a razones de supervivencias, existen otros motivos de carácter
ético que también ejercen su influencia y que también pueden
entenderse como cambios estratégicos, incluso al más alto nivel como
la protección del medio ambiente, la eficiencia en el uso del dinero
público y la responsabilidad social corporativa entre otros.

La idea de perfeccionamiento continuo invade al mundo empresarial


en muchas organizaciones de punta en el mundo, impulsando a la
renovación y al cambio siempre para alcanzar el desarrollo y con ello la
mejora continua, contrastando con la ideología predominante de los
mediocres que reconoce la necesidad de cambio sólo cuando se ha
hecho algo mal.
En un sistema tan complejo como es una organización empresarial en
constante esfuerzo de adaptación a su entorno, todo es susceptible de
ser cambiado y mejorado continuamente si desea mantenerse en el
mercado y crecer.

Es bien sabido que la filosofía griega clásica llegó a plantear que "el
cambio es lo único permanente", como diría Heráclito filósofo griego
que nació cinco siglos antes de Cristo y llamado en su época "el oscuro" -
a causa de la difícil comprensión de sus ideas- todo fluye. Para él todo
está en movimiento y nada dura eternamente, por eso decía "no
podemos bajar dos veces por el mismo río, pues cuando desciendo al río
por segunda vez, ni yo, ni el río somos los mismos".

Queda claro que en el ámbito empresarial las creencias y valores que


sustentan las estructuras y procesos se han de ir transformando
continuamente si han de permanecer vivas, es decir, han de tener una
posición proactiva y anticipativa.

Tal como refiere Ernesto Gore "las organizaciones más capaces de


enfrentar el futuro no creen en sí mismas por lo que son, sino por su
capacidad de dejar de ser lo que son, no se sienten fuertes por sus
estructuras sino por su capacidad de hacerse con otras siempre que sea
necesario". El cambio es la realidad y pretender ignorarlo es suicida.

Las organizaciones proactivas se plantean el cambio cuando evalúan a


diario sus competencias, conjugado a una retroalimentación y monitoreo
del entorno y especialmente del mercado, intentan prever el futuro
comportamiento de estos, desarrollando entonces una visión
estratégica que los sitúa en mejor oportunidad para optimizar las nuevas
oportunidades.

La eterna insatisfacción con lo que hacen se convierte en la premisa


clave de las organizaciones que constantemente innovan y perfeccionan
sus resultados, constantemente están, analizando las posibilidades de
mejora por diminutas que parezcan y así identifican anticipadamente
novedosas ventajas competitivas, manteniendo un contacto muy
estrecho con el cliente y proveedores. Estas empresas no sólo practican
el cambio, sino que se apasionan con él.

Mientras tanto las organizaciones reactivas tratan de cambiar cuando ven


seriamente amenazada su posición, disminuye sensiblemente su cuota
de mercado, pierden competitividad, bajan sus niveles de rentabilidad y
cuando se percatan (casi siempre tardíamente) que de continuar como
son serán desplazadas por la competencia

Tomado de Direccion Estratégica FUNIBER 2018

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