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Texto Crítico

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ACTIVIDAD #4

TEXTO
CRÍTICO
ECONOMÍA POLÍTICA DE LA EDUCACIÓN

Ing. Flor Judelkis Torres Torres


El Financiamiento De La Educación

Dentro del mandato del expresidente de la Republica Mexicana, Enrique


Peña Nieto, destacaron 5 ejes de desarrollo del país: México en paz, México
incluyente, México con educación de calidad, México próspero y México con
responsabilidad global.

Pablo Latapí1, escribió un ensayo en el cual habla sobre la influencia de la


educación como derecho y la relación de este, para con los demás derechos
humanos: “La educación potencia el desarrollo de la persona y por ello es condición
esencial para el disfrute de todos ellos; por ello se considera a éste como un
derecho clave. No se puede ejercer ninguno de los derechos civiles, políticos,
sociales, económicos o culturales sin un mínimo de educación” (2009:258).

Es importante aclarar que este derecho no consta de tener un lugar, un


espacio o una banca en un salón de clases, va mas allá, implica permanecer y
mantenerse en ella con una trayectoria exitosa en la que se aprendan cosas
importantes para la vida y un futuro laboral.
La escolarización no es un fin en sí mismo, sino el medio considerado idóneo
para que todos los alumnos adquieran o desarrollen ciertos conocimientos,
habilidades y valores necesarios para su inserción social (Ramírez y Chaves, 2006).

Con el planteamiento del derecho a la educación y el significado de este


para la vida social, señalamos como principales los siguientes problemas del país:
primero, el acceso desigual al derecho a la educación manifestada en momentos
diversos; el acceso a las condiciones en las que se da el proceso escolar y en el
aprendizaje que se logra con los estudiantes en su paso. Segundo, la baja calidad
de la educación y el bajo desempeño docente, que es importante mencionar que
1
Fue coordinador de asesores del secretario de educación pública Fernando Solana de 1978 a 1982
esto no tiene nada que ver con el tipo de educación con la que se cuente, sea esta
pública o privada.

La cobertura de la educación básica, durante el siglo XX avanzo de manera


notable pero, de manera desigual. Para los sectores indígenas de la población, el
acceso a la educación fue tardía en comparación el resto de la población nacional.
De igual forma, en algunas zonas rurales, se impartía únicamente hasta tercer grado
de primaria; también había escuelas unitarias, es decir, un profesor para los seis
grados de primaria.

Para la política educativa, el primer desafío es proporcionar mayor y mejores


recursos a quienes menos tienen, es decir, aplicar principios de equidad.

Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser


gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y
fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica
y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores
será igual para todos, en función de los méritos respectivos…
Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948: Art. 26).

Actualmente, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, dentro de


sus principales objetivos a favor del sistema educativo, destacan: Cumplimiento del
derecho de todos los jóvenes del país a la educación superior, Universidades para
el Bienestar, Becas “Benito Juárez”, etc.

El Programa Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez está dirigido


a niñas, niños y jóvenes menores de 18 años que se encuentren en situaciones de
pobreza extrema y que estén adscritos en alguna institución pública. Está limitado a
una beca por familia y es entregada de manera bimestral ya se mediante deposito
en tarjeta bancaria o mediante mesas de pago.

Por otra parte, Jóvenes escribiendo el futuro es un programa nacional


dirigido a jóvenes que estén inscritos en algún centro de educación superior en
modalidad escolarizada, tengan menos de 29 años, no reciban otra beca del
gobierno federal, y vivan en un hogar en situación de pobreza.

Durante el periodo neoliberal el sistema de educación pública fue devastado


por los gobiernos; se pretendió acabar con la gratuidad de la educación superior, se
sometió a las universidades públicas a un acoso presupuestal sin precedentes, los
ciclos básico, medio y medio superior fueron vistos como oportunidades de negocio
para venderle al gobierno insumos educativos inservibles y a precios inflados, se
emprendió una ofensiva brutal en contra de las escuelas normales rurales y en el
sexenio pasado se operó una mal llamada reforma educativa que era en realidad
una contrarreforma laboral, contraria a los derechos laborales del magisterio y
orientada a crear las condiciones para la privatización generalizada de la
enseñanza.

Bajo esta circunstancia, el gobierno federal se comprometió desde un inicio a


mejorar las condiciones materiales de las escuelas del país, a garantizar el acceso
de todos los jóvenes a la educación y a revertir la mal llamada reforma educativa.

En años anteriores, el fracaso escolar, es decir, cuando los estudiantes no


avanzan en el sistema como se espera y lo abandonan con conocimientos,
competencias y habilidades insuficientes y/o truncas, era debido a la falta de
recursos económicos pues inciden directamente en la movilidad social y la calidad
de vida. Esto genera a su vez, un costo elevado tanto para los sistemas educativos
como para las personas en general, siendo también, una ineficiencia en el país.
El fracaso escolar se vincula con el hecho de que el sistema educativo
asigna sus recursos en función de un patrón “tradicional” en el que los alumnos que
progresan hasta el final de la educación básica son tratados, desde una perspectiva
de financiamiento, como que requieren mayor gasto, mientras que los que están al
principio de la educación básica reciben menos recursos.

Una reducción en el bajo rendimiento en la educación básica, podría ayudar


a aumentar el flujo de alumnos hacia programas de educación exigentes a nivel
cognitivo y reducir los niveles de abandono.

Los estudiantes en riesgo de abandonar el sistema educativo, regularmente


son las personas con menores competencias y por lo tanto, las menos preparadas
para dejar el sistema educativo e ingresar al mundo laboral. Estas mismas
personas, son aquellas que también poseen la falta de recursos económicos que
reincide tanto en los hogares, por la ausencia de empleos, etc.; así como en las
instituciones educativas ya que, a veces el equipamiento de las aulas y de las
escuelas mismas, excede del financiamiento otorgado por los gobiernos.

El financiamiento de la educación es la preocupación principal de los


responsables de los procesos del cambio educativo, la cual, se ve reflejada en la
sanción de la Ley 26075 en su artículo 1º, en el que se dispone el incremento de la
inversión en educación, ciencia y tecnología.

La mayor parte del financiamiento que va dirigido al sistema educativo


proviene de presupuestos públicos (gobierno) y ante esta situación, es importante y
necesario asignar este recurso de manera correcta entre las distintas prioridades
existentes, lo cual es de suma preocupación para el gobierno. Sin embargo, la
mayoría de las veces, este recurso es limitado, lo que impide utilizar éste de manera
eficiente.

Como mencionamos, el financiamiento que va dirigido al sistema educativo


proviene del gobierno federal en su mayoría, aunque existen otros actores en la
misma misión como son el gobierno estatal y municipal, que lo complementan con
sus propios ingresos, mientras que el gasto privado, dentro de los centros
educativos en los últimos años ha aumentado considerablemente.

La rentabilidad del sistema educativo, consta de dos enfoques: una privada y


una social.
El enfoque privado comprende de los costos y de los beneficios de una
persona, es decir, que no toma en cuenta las intervenciones públicas a la educación
en el cálculo de los costos, debido a que estos subsidios no son pagados por el
mismo individuo y tampoco tiene beneficios sociales.
Se cree que la educación conlleva beneficios externos y sociales, beneficios
que en determinado momento van a parar a otras personas que no son las que
adquieren directamente la educación.

En muchas ocasiones, dependiendo de dónde provenga el financiamiento de


una institución educativa, hacia ahí mismo va dirigida la fidelidad de la misma, es
decir, si el financiamiento es de carácter público, la pedagogía va en línea con lo
que ya está establecido; mientras que, si el financiamiento es privado, existe una
libertad en cuanto a la pedagogía y hasta una autonomía en cuanto a las políticas
de admisión y matriculas.

Lastimosamente, la educación pública al tener una matrícula abierta o el


utilizar criterios no académicos para el ingreso de nuevos estudiantes y por otra
parte, la educación privada, posea lineamientos estrictos; origina que, en ocasiones
los mejores estudiantes se inclinen solo por un tipo de educación y que alguno de
estos tipos sea beneficiado por el desempeño del estudiante.

La elección entre escuelas y colegios lleva a una mayor competencia entre


las mismas, mejorando así, la eficacia de dichas instituciones con respecto al
desempeño escolar del alumno. Por otro lado, las familias deberían tener el derecho
a elegir el tipo de escuela que quieren para sus hijos. Aún entre escuelas de un
mismo tipo, los padres deberían poder elegir las que mejor se ajusten a las
necesidades específicas de sus hijos.

También, hay que tener claro que, en su mayoría, las instituciones


educativas publicas piden aportes económicos a los padres de familia, situación que
en un momento dado podría originar una segregación socioeconómica, ya que, si se
ve en ocasiones los contextos de los alumnos que acuden a una institución pública
o privada.

Muchas veces la acción de escoger a qué tipo de institución educativa a


acudir a clases es manejada como una “mercantilización” de la educación, es decir,
la libertad de elegir. Sin embargo, la libre elección de los padres de familia en
relación a las instituciones educativas a las cuales deben asistir sus hijos puede
tener consecuencias desastrosas desde el punto de vista social.
Realmente para que el sistema educativo sea el satisfactorio, es necesario,
prever mecanismos financieros para que las familias, aún las de recursos
económicos aún más bajos, puedan elegir.

El problema del financiamiento del sistema educativo es un problema que


tiene años bajo la misma situación. Los ingresos que llegan al sistema no son los
suficientes o simplemente no existen tales ingresos.
Al analizar el origen del financiamiento de la educación, se deben tratar
aspectos como el que el gasto público en la educación es ineficiente, además de
esto, los subsidios a la educación comúnmente se distribuyen de manera errónea
entre los diferentes grados escolares.
Dentro de las razones más conocidas para el financiamiento público a la
educación, podemos mencionar las siguientes: los subsidios públicos buscan
resolver las desigualdades sociales; también, el financiamiento de la propia
educación aun cuando se carecen de recursos.

El sector privado contribuye al financiamiento de la educación por dos


puntos: el gasto de las familias y el aporte de las empresas.
El primero, el aporte de las familias comprende desde la vestimenta, útiles y
demás materiales escolares, hasta el pago de colegiaturas en escuelas de gestión
privada. La excepción la constituyen los alumnos a quienes el gobierno facilita los
medios para la adquisición o entrega en forma directa de esos materiales, etc.
Por otra parte, alentar la creación de escuelas privadas por un problema de
financiamiento que no aporta una solución efectiva y, mucho menos, equitativa.
El segundo, el aporte de las empresas, haciendo referencia al desarrollo de
actividades con objetivos focalizados en premios, becas de estudios y otros
beneficios, además de una capacitación en su ámbito de trabajo.

Como bien señala Tedesco (1994)2, la sociedad es la realmente preocupada,


lo cual nos dirige directamente a plantearnos cuál es el rol del gobierno en la
actualidad. Dentro del documento de la OEA, dice con respecto al rol del gobierno:
“Los nuevos modelos de desarrollo y la consolidación de los regímenes
democráticos están generando cambios sustantivos en el papel del gobiernos y de
la institucionalidad pública. El rol de los gobiernos nacionales se ve directamente

2
Director de la sede regional del Instituto Internacional de Planeacion de la Educación de la UNESCO.
Ocupó la Secretaría de Educación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina
(2006-2007) y fue Ministro de Educación (2007-2009).
afectado por el papel que cumplen las empresas transnacionales en el nuevo
modelo de desarrollo a nivel mundial. La acción del Estado ha pasado desde un rol
protagónico central como ejecutor o productor económico, a uno de crear incentivos,
estimular las innovaciones, establecer normas y garantizar condiciones de real
equidad (Braslavsky, 1997).”

A pesar de que es el gobierno el responsable de la asignación de recursos al


sistema educativo, en estos, debe existir un responsable para los gastos corrientes
(como lo son los salarios del personal educativo y administrativo, así como los
gastos operativos); también debe hacer un responsable para los gastos de capital
(infraestructura, equipamiento, etc.), o bien, un solo responsable para estos gastos
mencionados. De igual manera el gobierno, debería tener el personal capacitado
para decidir las condiciones y en qué medida (de acuerdo a las necesidades) se les
asignaran los recursos a las instituciones educativas; esto hablaría de una
discreción administrativa y una buena administración.

Dentro del gasto gubernamental, el 47% del financiamiento público a la


educación se destina a kínder, primaria y secundaria, el 33% a la educación media y
el 5% a la educación media superior. El bajo nivel de este último porcentaje se debe
a que las universidades estatales se atienden, con recursos meramente de los
estudiantes en sí. Por otro lado, el gasto educativo está concentrado en el pago de
salarios.

El sistema educativo, en su papel de receptor de recursos, debería aplicar


ciertas licitaciones y negociaciones respondiendo a competencias para obtener
financiamientos adicionales basándose a las necesidades de cada institución
educativa ya que, como bien es sabido, cada institución posee sus propias
carencias.
El financiamiento del sistema educativo se rige bajo tres funciones
generales, la primera, promover la equidad para garantizar que sean asignados
recursos similares a tipos similares de prestación, llamada coloquialmente, equidad
horizontal; el segundo, una función directiva apuntada a promover conductas de los
receptores de los recursos; y para finalizar, el tercero, la regularización del mercado.

Un trabajo realizado por la OCDE (2016a) encontró que, un mayor


presupuesto educativo no es garantía para obtener mejores resultados en los
estudiantes, es necesario contar con un nivel mínimo de gasto para poder asegurar
una provisión educativa de buena calidad.
Un sistema educativo que carece de docentes y directores de calidad, de
una infraestructura adecuada y de libros de texto, tendrá más dificultades para
promover una educación de calidad. A su vez, el nivel general de financiamiento
educativo no parece ser un factor clave para el éxito de los sistemas educativos de
alto desempeño (OCDE, 2016ª).
El financiamiento del sistema educativo es importante para el funcionamiento
del mismo, de la buena práctica docente y del desempeño de los alumnos.

La eficiencia educativa hace referencia de la capacidad de alcanzar el


máximo potencial educativo al menor costo posible. Este potencial, se podría
alcanzar de dos formas: manteniendo niveles idénticos de resultados reduciendo el
monto del financiamiento o bien, logrando mejores resultados con el mismo nivel de
financiamiento.

El recurso más importante de una institución educativa son los docentes, y


tanto la efectividad como la calidad de su desempeño docente es fundamental para
el aprendizaje y buen desempeño de los alumnos (Rockoff, 2004; OCDE, 2005).
La falta de efectividad y calidad del desempeño docente se puede ver
reflejado al no invertir lo suficiente en la preparación y capacitación profesional de
los mismos docentes; perdiéndose así el atractivo de la profesión, creando desafíos
para la calidad, equidad y eficiencia de la educación a largo plazo.

Alfred Marshall3, señala que: “El capital más valioso es el invertido en los
seres humanos”, confirmando así, la importancia de la educación para lograr un
desarrollo sustentable en el tiempo. Los mayores ingresos que tienen las personas,
el progreso en la planificación familiar o el aumento en la salud de la población, son
beneficios económicos y sociales evidentes que nos proporciona la educación.

A manera de mejorar la competitividad de la economía mediante el aumento


de la calidad de los recursos humanos y de esta manera favorecer la democracia
basado en la formación cívica de los ciudadanos, algunos países de América Latina
han emprendido reformas en sus sistemas educativos.

Bibliografía

3
Profesor de economía política en el Balliol College de Oxford (1883-1885) y en la Universidad de
Cambridge (1885-1908)
Blog UVM, academia 2018

OECD (2017), The Funding of School Education: Connecting Resources and


Learning, OECD Publishing, Paris. http://dx.doi.org/10.1787/9789264276147-
en 2018 Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) de esta edición
en español

Calderón, Mónica Iris; Ríos Rolla Mariela Alejandra; Ceccarini María Fernanda.
Economía de la Educación. Págs. 261-299. Primera Edición. Mendoza, Junio
de 2008.

Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. “La política educativa del


sexenio 2013-2018, paginas 1-56. Agosto de 2015.

Plan Nacional de Desarrollo, Gobierno de México, 2019-2024.

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