La Creación, Técnica o Genialidad
La Creación, Técnica o Genialidad
La Creación, Técnica o Genialidad
Los escritores trabajan en algo más que inventar historias que nos permiten
seguir viviendo. Lo hacen para sobrevivir, pagar vicios, postergar la pobreza, abrir las
puertas del tiempo, ganarle horas a la muerte… Otros trabajan para olvidar que la
literatura es el verdadero trabajo.
Encontrar el equilibrio perfecto para una obra literaria es algo que Edgar Allan Poe
consiguió en su poema “El cuervo” ejemplo que él, de su vasta producción escrita, tomó
para describir el proceso creativo de un escritor.
Poe describe una serie de pasos como, perdónese la expresión, como el chef que al
momento de que sus comensales alaban los deliciosos platos con los cuales los ha
deleitado, refiere con orgullo
Avanza, los desarrollo más y más, cada vez más claramente. La obra está entonces
terminada dentro de mi cráneo, y puedo abarcarla de una sola mirada como si fuera un
cuadro o una estatua. En mi imaginación no oigo la obra en su transcurrir, como debe
suceder, sino que la veo en bloque, por así decir. ¡Esto es un regalo! La invención, la
elaboración, todo ello supone para mí como un sueño magnífico y grandioso, ¡pero cuando
llego a percibir así la totalidad conjuntada, es el mejor momento! ¿Cómo puede ser que no
olvide todo como un sueño?. ¡Este es tal vez el mayor favor que debo agradecerle al
creador!
Un biógrafo de Mozart dijo acerca de Mozart que este trabajaba como los buenos
ajedrecistas, que elaboraba mentalmente sus composiciones, tal vez mientras jugaba al
billar o practicaba el tiro con arco, mientras viajaba o caminaba y luego sólo necesitaba
escribir de un tirón sus creaciones.
Estoy de acuerdo con Poe cuando afirma que la creación no es algo espontáneo sino que
requiere de un modus operandi y un rigor lógico.