Física del Int. de la Tierra. J. M.

Espíndola

POSGRADO EN CIENCIAS DE LA TIERRA

Sede Instituto de Geofísica

Física del interior de la Tierra

NOTAS DE CLASE

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En el firmamento nocturno podemos distinguir una multitud de estrellas cuyos

movimientos son muy regulares:

1) un periodo de 23 horas 56 minutos

2) Cada 24 horas se desplazan 4 minutos hacia el este por día (i.e. (1/15 hora)/(24
horas) ~ 1/360). \ Después de un año la estrella se encuentra en la misma posición a
la misma hora de la noche.

Una excepción a estos cuerpos de movimientos tan regulares lo constituyen los planetas,
“estrellas” cuyos movimientos no tenían el mismo patrón y seguían cursos diferentes,
motivo por el cual los antiguos los llamaron planetas (de πλανήτης , vagabundo).

Un par de estos planetas (Mercurio y Venus) tienen un movimiento restringido,

apareciendo como estrellas de la tarde y desplazándose hacia el sol para aparecer luego
como estrellas de la mañana con diferencias en su magnitud.

Otro grupo de planetas (Marte, Júpiter, Saturno) se observaban con un movimiento que en
cierto periodo era retrogrado. Por ejemplo el planeta Marte en 2018 realizo el movimiento
ilustrado en la siguiente figura:

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El movimiento regular señalado al principio sugería que la Tierra se encontraba en el centro

de lo que se concebía como el universo y los demás cuerpos celestes en órbitas a su
alrededor.

Aristóteles amplio y sintetizó el pensamiento de los antiguos astrónomos en un modelo

geocéntrico consistente en esferas cristalinas a las que se encontraban atados las estrellas y
planetas. Estas giraban con velocidades constantes aunque distintas para cada cuerpo:

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¿Cómo se explicaba entonces el movimiento de los planetas?

En la antigua astronomía griega Hiparco propuso que los planetas giraban alrededor de un
centro que a su vez giraba en torno a la Tierra, estas trayectorias fueron nombradas
epiciclos y se ilustran en la siguiente figura:

Ptolomeo en alrededor de 50 A. C. llevó estas ideas a su mejor expresión con la publicación

del Almagesto en la que incluso se consideraban epiciclos dentro de los epiciclos para
mejor ajustar las observaciones, que en aquella época se realizaban con instrumentos
geométricos simples.

Este modelo consideraba como principios básicos los siguientes:

1.- Todo movimiento en los cielos es movimiento circular uniforme

2.- Los objetos celestes están compuestos por un material perfecto y no cambian sus
propiedades intrínsecas (i.e. brillo)
3.- La Tierra es el centro del universo.

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Como puede verse, este modelo permitía explicar las observaciones del movimiento de los
planetas ajustando las velocidades y radios de los epiciclos a las observaciones que se
realizaban en la antigüedad y durante la edad media. En el siglo XIV con el mejoramiento
de los instrumentos de observación (astrolabios e instrumentos similares), empezó a resultar
inadecuado el modelo geocéntrico de epiciclos y se propusieron ajustes a dicho modelo.
Tycho Brahe (1546-1601), uno de los astrónomos mas cuidadosos y notables de su época
estaba, además, dotado de un excelente observatorio y propuso un modelo en el que el sol y
la Luna giran alrededor de la Tierra y los demás planetas alrededor del Sol:

Universo de Tycho Brahe

Sin embargo el cambio en el paradigma lo había realizado Copérnico (1473-1543) en un

modelo expuesto en 1543 en su libro “Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes”, que
comprendía los siguientes proposiciones:

1) El sol está en el centro del universo

2) Las órbitas son circulares
3) Las velocidades de los planetas disminuyen con su distancia al sol

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En este modelo la explicación del movimiento retrógrado se daba al considerar el postulado

3 y la posición relativa de los planetas como se ilustra en el siguiente dibujo:

En la figura anterior no aparece el rizo de la trayectoria que es debido a la pequeña

diferencia de 1º 51’ entre los planos de sus órbitas.

Confirmación del modelo de Copérnico por Galileo (1564-1642)

El sistema de Copérnico fue discutido ampliamente por los astrónomos de la época, pero la
mejor calificación que recibió fue de “ingenioso”, pero no significativo para dejar el
modelo heliocéntrico.

Esto cambió cuando Galileo demostró su validez al utilizarlo para explicar las fases de los
planetas interiores como Venus, como se ve en la figura:

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Con el sistema copernicano Galileo demostró además la relación entre los periodos sideral
y sinódico de los planetas, como se explica a continuación:
-El tiempo transcurrido para que un planeta ocupe su misma posición con respecto a las
estrellas fijas es llamado periodo sideral.
-Por su parte, el periodo sinódico es el tiempo transcurrido para que un planeta ocupe su
misma posición con respecto al sol.
-Para el cálculo del periodo sinódico de Venus en términos de su periodo sideral
considérense lo siguiente:
-Sean E, P y S los periodos sideral de la Tierra, y sideral y sinódico de Venus
respectivamente, entonces las velocidades angulares de la Tierra y Venus son:
ωE= 2π/E y ωP=2π/P
El ángulo α descrito por Venus durante un periodo S sería S. wP y el ángulo β descrito por
la Tierra durante un periodo S sería S. wT
En la figura de la siguiente página puede verse que β=α-2π, de donde sustituyendo los
ángulos en términos de las velocidades angulares se tiene que:

1 1 1
= − (1)
𝑠 𝑝 𝐸

Para el caso de Venus, s= 583.92 días , de donde:

1 1 1
= −
583.92 P 365.26
de donde:

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S=224.7 días
valores que coincidieron con las observaciones y fueron prueba definitiva de la validez del
sistema heliocéntrico de Copérnico.

Las correcciones de Johannes Kepler (1571-1630).

Kepler adoptó el modelo copernicano y, a través de cuidadosas observaciones realizadas

por Tycho Brahe y él mismo, descubrió importantes características del modelo
heliocéntrico que plasmó en lo que posteriormente se conoció como las leyes de Kepler.

1) Primera ley de Kepler. Las órbitas de los planetas son elípticas

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2) Segunda ley de Kepler. Los planetas recorren áreas iguales en tiempos iguales.

4) Tercera ley de Kepler. El cuadrado del periodo de revolución es proporcional al

cubo del semi-radio mayor de la elipse. Para ver como se dedujo esta relación en
términos modernos considérense la siguiente figura donde se ha graficado el
periodo de los planetas (p) contra el semi-radio mayor (a) de la órbita en una escala
logarítmica decimal.

Como puede verse el ajuste es lineal por lo que:

log a = m log p

donde m es la pendiente de la recta que es igual a 2/3, por lo que, por las propiedades de los
logaritmos (log(xn) = n logx. ) se puede escribir lo anterior como:

p 2 = k a3 (2)
que es la tercera ley de Kepler.

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La mecánica newtoniana

Por el tiempo en que Kepler encontraba las leyes que llevan su nombre, Newton establecía
las leyes fundamentales de la mecánica, mismas que se resumen en el siguiente enunciado:
la cantidad de movimiento de un cuerpo de masa m y velocidad v (mv=P) es una constante
del movimiento a menos que se perturbado por una fuerza F en cuyo caso:

dP
F=
dt

Esta es, desde luego, una forma moderna de presentar este principio fundamental de
Newton ya que en su época no se habían definido unidades de fuerza y solo se utilizaban
unidades de peso.
Newton hizo uso del principio anterior y de la 3ª ley de Kepler para derivar la ley de la
atracción gravitacional. n lenguaje moderno podemos derivarla considerando un cuerpo en
una trayectoria circular, la fuerza centrifuga está dada por:

mv
F=
r
2π
dado que v = ω × r = r
p
y por la 3ª ley de Kepler p2 = k r3

sustituyendo en las ecuaciones anteriores se tiene:

4π 2 m
F=
kr 2

Para dos cuerpos de masa m y M girando alrededor de su centro de masa, la ecuación

anterior puede hacerse simétrica y reunificando constantes se tiene que:

GmM
F=
r2

que es la famosa ley de la gravitación universal, donde G es la constante de gravitación

universal.
Newton nunca estableció la ley de la gravitación universal en la forma anterior ya que
como se ha indicado las unidades de fuerza solo fueron introducidas en el s. XIX. Fue a
finales de ese siglo también que se introdujo la famosa constante G. Newton conocía, desde
luego, la diferencia entre peso y masa pero ante la carencia de una forma de medir fuerzas
utilizó cocientes de pesos, que pueden darse en términos de cocientes de densidad
especifica. Así, la determinación de la densidad de la Tierra ocupó por mucho tiempo el
interés central de los físicos de la época de Newton y posteriores. Entre estas
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determinaciones destaca la de Cavendish, quien con un arreglo de laboratorio determinó

este valor en 5.448 g/cm3, muy cercana a la densidad aproximada que habia conjeturado
Newton. De los datos del experimento de Cavendish se ha obtenido un valor de G de:

G =6.67 X 10-11 m3/ Kg. s2

el valor actualmente aceptado por el Comité de Datos (CODATA) del Consejo

Internacional para la Ciencia (ICSU por sus siglas en inglés), es de :

!!
G=6.674 08 ×10−11 !" !"#!

Una vez que se conoce el valor de la constante de gravitación se puede calcular la masa de
la Tierra que ha sido determinada en:

MO= 5.976 X 1024 Kg

Tarea: Demuestre las ecuaciones (1) y (2)

Referencias

http://www.opencourse.info/astronomy/introduction/index.html

Lawrie W. Fundamentals of Geophysics, Cambridge University Press, 1997 (Capitulo 1 )

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