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Círculo Militar

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Círculo Militar Libro de la Biblioteca del Oficial

"IN MEMORIAM I"


"EN HOMENAJE A LOS CAIDOS DEL EJÉRCITO ARGENTINO POR ACCIONES TERRORISTAS"

Versión completa para Internet

web:  http://members.fortunecity.com/inmemoriam1/    mail: komunikando@fibertel.com.ar  

INDICE INTERACTIVO
 Prefacio >>>
Dedicatoria a nuestros caídos >>>

Relación de los fallecidos en la Guerra contra la subversión >>>

Primera Parte: 1960 y 1970 a 1973 en todo el país >>>

Segunda Parte: 1974 en todo el país >>>

Tercera Parte: 1975 y 1976 en Tucumán >>>

Cuarta Parte: 1975 en el resto del país >>>

Quinta Parte: 1976 y 1977 en el resto del país >>>

Sexta Parte: 1989 ataque a la Guarnición de La Tablada >>>

Bibliografía >>>

*********************************
"In Memoriam"

Prefacio
Esta obra tiene por finalidad rendir el homenaje que merecen quienes han ofrendado sus
vidas en defensa de la sociedad argentina, en una lucha que culminó durante la aciaga década
de los años setenta.

En su mayoría cayeron asesinados por combatir o tan solo por integrar las fuerzas que
constituyeron el obstáculo insalvable para que se instaurara en nuestro país un sistema
político contrario al sentir nacional y a los valores de nuestra Constitución; junto a ellos
cayeron también familiares, esposas e hijos, víctimas inocentes del fanatismo ideológico.

La agresión sufrida adquiere su real dimensión si recordamos, además de las causas internas
existentes en su momento, el contexto mundial reinante en el lapso en que todas aquellas
víctimas fueron inmoladas. En última instancia, fueron víctimas de un conflicto ideológico
internacional desarrollado durante la denominada Guerra Fría, en la que uno de los bloques
más poderosos del mundo - la ex UR,SS y sus países satélites - exportó a nuestras tierras una
mesiánica aspiración de dominación mundial. William J. Donovan escribió que ante la
irracionalidad del empleo del poder nuclear, el bloque antes indicado adoptó como forma
alternativa para lograr sus objetivos una estrategia indirecta mucho menos costosa y riesgosa:
la subversión armada, a la que calificó como "una de las armas más formidables y efectivas
empleadas por el poder mundial".

Obviamente, no importaba cual fuese el sistema de gobierno imperante en cada país, inclusive
en el nuestro, en la mencionada década. En algún momento sólo sirvió como excusa; lo
demuestra el hecho de que el 70% de los cruentos acontecimientos aquí relatados ocurrieron
durante la vigencia de gobiernos constitucionales.

En esa lucha cayeron obreros, profesionales, sindicalistas, militares, empresarios, integrantes


de las fuerzas de seguridad (Gendarmería Nacional y Prefectura Naval), Policía Federal y
Policías de todas las provincias del país, sacerdotes, jueces, políticos, mujeres y niños, por no
admitir que la Argentina se transformara en otro país más bajo la influencia y dominación del
bloque marxista-leninista. En síntesis: releyendo los nombres de todas estas víctimas
advertimos que fue la sociedad toda la agredida por esta demencial actitud.

Pretendemos que no sean olvidados los mártires que verdaderamente sirvieron a nuestra
sociedad, al precio de sus vidas o del sufrimiento que aún sobrellevan, como los de nuestros
lisiados o de quienes sufrieron pérdidas irreparables.

En el título de la obra está implícita nuestra memoria, que el tiempo no podrá borrar. Las
FF.AA., FF.SS., FF.PP., y sectores de la sociedad argentina que fueron agredidos, incluyendo
sus familiares, así lo sienten, ahora y por siempre; memoria que no está cargada de
sentimientos de venganza ni de revanchismo. Ha llegado la hora de unir y no de dividir;
dejemos que el tiempo y la historia dicten en el futuro su veredicto.

El contenido de la obra, pese a ser dramático, lleva un espíritu de reconciliación nacional.


Todas sus páginas están exentas de subjetividades para dar cabida a un rigor histórico,
muchas veces corroborado por los mismos victimarios a través de sus expresiones escritas.

Las agresiones y distorsiones promovidas, aún en la actualidad, tanto dentro de nuestro país
como desde el extranjero, nos han movido a revivir en la memoria colectiva de nuestros
conciudadanos y hacer conocer a los más jóvenes, las imágenes de horror que a diario
suscitaban en nuestro país los procedimientos subversivos terroristas: el asesinato como
extorsión ideológica; secuestros y robos millonarios como soporte financiero; las sombras y la
clandestinidad como forma operativa. En síntesis, el clásico método del terror para someter a
una sociedad.

No renunciamos a superar el pasado y es en esencia lo que proponemos. Sí pretendemos


ofrecer los elementos que permitan un ecuánime juicio histórico, donde los agresores y los
agredidos no sean confundidos.

Para que así sea se ha recurrido a documentos oficiales como son los diarios de sesiones del
Honorable Congreso de la Nación, artículos y libros de reconocidos autores cuya capacidad y
objetividad son indiscutibles, publicaciones de los más importantes diarios y revistas de la
época, antecedentes biográficos y familiares de cada una de las víctimas, extraídos de los
archivos oficiales y, en última instancia, de los relatos dados a publicidad por las mismas
organizaciones subversivas terroristas, autoadjudicándose la autoría de los hechos
producidos, que no eran otros que el asesinato de la mayoría de las víctimas que esta obra
contiene.

Es necesario que todos, equivocados o no según la óptica de cada uno, sumemos nuestras
voluntades en beneficio del bien común, única forma de avanzar como país.

Este homenaje a nuestros muertos a través del recuerdo, no se limita a los miembros del
Ejército Argentino y algunos de sus familiares caídos en una guerra que no deseamos ni
comenzamos. Nuestra memoria la hacemos extensiva hacia todos aquellos que pertenecieron a
otras fuerzas y a sectores civiles que también cayeron víctimas de la demencial irracionalidad
terrorista. Este homenaje aspiramos hacerlo en forma explícita en el futuro.

Para concluir deseo atraer la atención de los lectores sobre dos importantes aspectos.

Las víctimas de la subversión, civiles, militares, fuerzas de seguridad y policiales, de todas las
edades, suman muchos miles. Entre esas víctimas hubo muertos, y también mutilados,
lisiados, heridos, secuestrados y otros que abandonaron el país tras sufrir amenazas. En el
primer tomo de esta obra nos limitamos a las víctimas mortales pertenecientes al Ejército
Argentino. No están incluidas otras víctimas que sobrevivieron como el General Pita, que
permaneció recluido durante más de seis meses en un pozo ("cárcel del piieblo") del que logró
evadirse.

El segundo aspecto, apunta a la necesidad de hacer una comparación y reflexionar. Es, a mi


juicio, de particular importancia que el lector compare el contenido de los comentarios y
editoriales de los principales diarios y revistas reproducidos en este libro, y en particular al
final del tomo I, con los numerosos que hoy leen, o se difunden por radio y televisión. La gran
mayoría de éstos olvida y hasta niega la existencia de la guerra contra la subversión,
explícitamente reconocida en documentos por miembros de los poderes del Estado nacional y
de los Estados provinciales. Frecuentemente se juzgan los acontecimientos del pasado
prescindiendo intencionalmente del terror desatado por la guerrilla subversiva. Hay
organizaciones y organismos claramente identificables que en la actualidad siguen utilizando
las mismas palabras y expresiones que emplearon las organizaciones subversivas armadas.
Ello se percibe claramente si se lee el comunicado que el ERP imprimió para distribuir
después de asaltar el cuartel de La Tablada.

Entre los múltiples artículos aquí reproducidos, llamo la atención sobre los que escribieron
Horacio Mayorga y Joaquín Morales Solá, que figuran al final del Tomo I. Allí se menciona a
Baños, guerrillero del Movimiento Todos por la Patria (MTP) vinculado a notorios personajes
y miembros de organizaciones defensoras de los derechos humanos, hasta que perdió la vida
en el asalto al cuartel de La Tablada. La lectura, cotejo y reflexión son necesarias para los que
han olvidado, y para los que no conocieron la cruenta e inhumana guerra que desataron los
"ejércitos" guerrilleros que asolaron a nuestro país.

No debe quedar el menor atisbo de duda. Las Fuerzas Armadas, como instituciones de la
República, fueron empeñadas por el Gobierno de la Nación para aniquilar al terrorismo
subversivo. Pero una progresiva y persistente acción se desarrolla para distorsionar, degradar
y desvincular a las Fuerzas Armadas de la sociedad.

La memoria de los argentinos no debe olvidar a aquellos que ofrecieron sus vidas para
defender la Patria.

Esta obra, desarrollada en dos tomos, es el fruto de una minuciosa investigación histórica
llevada a cabo por el Centro de Estudios del Círculo Militar, dirigido por el Tte. Grl.
Francisco Eduardo Gassino.

General de División Ramón Genaro Díaz Bessone


Presidente del Círculo Militar 

*****************************************

Biblioteca del Oficial

Publicación fundada en 1916 por iniciativa del Gral de División D. RODOLFO MARTÍNEZ PITA

Premiada con Medalla y Diploma de Honor en la exposición de Río de Janeiro-Brasil.

*****************************************

Círculo Militar

Presidente General de División RAMÓN GENARO DIAZ BESSONE


Presidente de la Subcomisión de Cultura Coronel ÁNGEL GÓMEZ POLA
Director de la Editorial Militar Coronel RAFAEL B. DE PIANO

*****************************************

Centro De Estudios Del Círculo Militar

Director: Tte. Grl. Francisco Eduardo Gassino


Coordinador: Grl. Br. Enrique Benjamín Bonifacino
Grl. Br. Francisco Ricardo Salas
Grl. Br. Eduardo Antonio Cardoso
Grl. Br. Jorge Norberto Apa
Grl. Br. Walter Francisco González
Subof. My. Alberto Angel Alfano

*****************************************

"In Memoriam"
Dedicatoria

De nuestros caídos:
"Desde donde ya nadie nos puede escuchar

y sólo Dios lo puede hacer,

pedimos justicia;

no aquella que castigue las manos

y las mentes asesinas, sino la

justicia histórica,

la justicia de los derechos humanos

que siempre nos fue negada.


Aquella que aleccione a

las nuevas generaciones sobre

la verdadera historia.

Si esa justicia algún día llega

servirá para darle sentido a nuestras muertes y

a las de muchos

que cayeron al igual que nosotros".

***********************************

"In Memoriam"
Fallecidos en la
Guerra contra la Subversión
Apellido, nombre y fecha - ------------------------Presidencia de:

Niña Cabrera, Guillermina, 12/03/60 -----------Dr. A. Frondizi

Tte. Grl. Aramburu, Pedro Eugenio, 02/06/70 Tte. Grl. J. C. Onganía

Tte. Asúa, Mario César, 29/04/71 ----------------Tte Grl. A. A. Lanusse

Tcnl. San Martino, Julio Ricardo, 29/07/71

Grl. Div. Sanchez, Juan Carlos, 10/04/72

Tte. lro.Naccarato, Jose María, 0l/02/73

Cnl. Iribarren. Héctor Alberto,04/04/73

Tcnl. Duarte Ardoy, Raúl Juan, 06/09/73 -------Sr. R. Lastiri

Cnl. Gay, Camilo Arturo, 19/0l/74 ----------------Tte Grl. J. D. Perón

Sra. Cazaux de Gay, Nilda Irma, 19/01/74

Sold. González, Daniel O., 19/0l/74

Cap. Arteaga, Carlos Eduardo, 29/08/74 ------Sra. M. E. Martínez de Perón

Cnl. Grassi, Jorge Oscar, 25/09/74

Tte. Brzic,Luis Roberto,25/09/74

Cap. Paiva, Miguel Angel, 02/10/74

My. Gimeno, Jaime, 07/10/74

Tte. Gambandé, Juan Carlos, 10/10/74

Tcnl. Gardón, Jose Francisco, 24/10/74

My. López. Néstor Horacio. 07/11/74

Tte Carballo, Roberto Eduardo, 1/11/74

Tcnl. Ibarzabal, Jorge Roberto 19 11 74


Cap Viola, Humberto Antonio, 0l/12/74

Niña VIola, MaRÍa Cristina, 0l/12/74

Grl. Br. Salgado, Enrique Eugenio, 05/01/75

Grl Br Muñoz, Ricardo Agustín, 05/0l/75

Cnl Cano, Eduardo Wilfredo, 05/0l/75

Tcnl. Bevione, Oscar Rubén, 05/0l/75

Tcnl. Petracca, Pedro Santiago, 05/0l/75

Tcnl. Schilardi, Pompilio, 05/l/75

My. Biscardi, Roberto Dante D., 05/0l/75

My. Zelaya, Pedro Antonio, 05/0l/75

My Sánchez, Héctor Abel F.,05/0l/75

My Pepa, Aldo Emilio, 05/0l/75

Cap. Aguilera, Roberto Carlos, 05/0l/75

Tte. 1ro. Correa, Carlos Eduardo, 05/0l/75

Cabo lro. Linares, Aldo Ramón, 05/0l/75

Sold. Vacca, Alberto, 14/02/75

Tte. 1ró. Cáceres, Héctor, 14/02/75

Tte. lro. Casagrande, Carlos M., 24/02/75

Subt. López, Gustavo Pablo, 24/02/75

Vol. lra. Pérez, Desidero D., 28/02/75

Cnl. Rico, Martín, 23/03/75

Tcnl. Colombo; Horacio Vicente 02/04/75

Cnl. Carpani Costa, Arturo H., 13/04/75

Subt. García, Raúl Ernesto, 11/05/75

Tte Mundami, Jose Conrado, 07/08/75


Cabo lro. Juárez, M. D., 11/08/75

Cap. Keller, Miguel Alberto, 18/08/75

Tcnl. Larraburu, Argentino del Valle 19/08/75

Sarg. Ay. Ríos Anselmo, 03/09/75

Sold. Maldonado, Ismael, 04/09 75

Subt. Berdina, Rofolfo Hernán, 05/09/75

Subt. Massaferro, Ricardo Eduardo, 05/10/75

Sarg. Ay. Sanabria, Victor, 05/10/75

Sold. Salvatierra, Dante, 05/10 75

Sold. Sánchez, Tomás, 05/10/75

Sold. Sánchez, Ismael, 05/10/75

Sold. Luna, Hermidio, 05/10/75

Sold. Arneta, Antonio, 05/10/75

Sold. Coronel, Mercedes, 05/10/75

Sold. Sosa, Edmundo, 05/10/75

Sold. Dávalos, Heriberto, 05/10/75

Sold. Vi1lalba, Alberto, 05/10/75

Sold. Torales, Marcelino, 05/10/75

Sold. Fernandez, Pio R., 08/10/75

Sold Espinosa, Rogelio R., 08/10 75

Sold. Castillo, Juan Carlos, 08/10/75

Sold. Guastoni, Enrique, 08/10/75

Sold. Ordoñez, Fredy, 08/10/75

Cabo Ramírez, José Anselmo, 10/10/75

Subt. Barceló, Diego, 24/10/75


Sold. Vizcarra, Carlos H., 24/10/75

Sold Moya, Orlando A., 24/10/75

Cabo lro. Méndez, WilfredoN., 08/11/75

Sold. Pérez, Benito E., 08/11/75

Sarg. Moya, Miguel A., 16/11/75

Grl. Div. Cáceres Monie, Jorge E., 03/12/75

Sra. Sasiaiñ de Cáceres Monié B., 03/12/75

Gabo lro Rojas, Bruno, 15/12/75

Sold. Papini, René, 15/12/75

Cap. Petruzzi, Luis María, 23/12/75

Sarg. Ay. Cisterna, Roque G., 23/12/75

Sold. Caballero, Roberto, 23/12/75

Sold. Sessa, Raul F., 23/12/75

Sold. Rúffolo, Manuel B., 23/12/75

Tte. lro. Spinassi, José Luis, 24/12/75

Cabo lro. D'Alesandro, Edgardo A., 29/0l/76

Cnl. Reyes, Rafael Raúl, 11/02/76

Cnl. Dalla Fontana, José E., 24/03/76 ----------- Tte. Grl. J. R. Videla

Sold. Gutiérrez, Mario, 10/04/76

Cnl. Cavagnaro, Abel Héctor E., 26 04 76

Cap. Ramallo, José Antonio, 05/05/76

Tte. Ledesma, César G., 05/05/76

Sarg. Parra, Carlos A., 05/05/76

Sarg. Gómez, Walter H., 05/05/76

Sarg. Záraté, Ricardo, 07/05/76


My Reyes, Osvaldo Elio, 09/05/76

Subt. (Art. 17) Tuledo Pimentel, J., 18/05/76

Sarg. Lai, Alberto, 18/05/76

Sold. Cajal. Carlos A., 18/05/76

Sold. Cucurullo, Miguel, 28/05/76

Cnl. Mendieta, Juan Carlos, 15/06/76

Grl, Br. Cardozo, Cesário Ángel, 18/06/76

Sarg. Favale, Rubén G., 0l/07/76

Sarg. lro. Molina, Eligio 0., 14/07/76

Cap Leonetti, Juan Carlos, 19/07/76

Cabo Bulacio; Jorge A., 10/08/76

Grl. Br. Actis, Omar Carlos, 18/08/76

Tenl. Peralta Astudillo, Geofredo G., 02/09/76

Sarg. 1ro. Montesano Verna, Jose A. 14/09/76

Sarg. 1ro Tejeda, Rosario E., 23/09/76

Cap. CatIva Tolosa, Fernando, 18/10/76

Tte. 1ro Lucioni Oscar Abel, 30/10/76

Cnl. D'Amico, Leonardo Roberto, 0l/12/76

Sarg lro. Cabezas, Oscar A., 0l/12/76

Subof. Pr. Gil, Carlos H., 09/12/76

My. Ziehl, Leonidas Cristián, 15/12/76

Cnl. Mutto, Alberto Eduardo, 15/12/76

Cnl. Fernández Cendoya, Andrés J., 27/12/76

Cnl. Castellanos, Francisco B., 25/12/76

Sold. Dimitri, Guillermo F., 04/0l/77


Cabo 1ro. Rios, Osvaldo R., 15/02/77

Cabo 1ro. Costilla Ortiz, Juan C., 05/04/77

Cnl. Sureda; Ángel Arturo, 31/05/77

My. Servidio, Romeo Antonio, 24/06/77

Tte. lro. Anaratone, Jorge, 24/08/77

Sold. Barbusano, Luis, 06/09/77

Cnl. Triaca, Numa Osvaldo, 25/12/77

My. Fernández Cutiellos, H. (h)., 23/0l/89 --------Dr. R. Alfonsín

Tte. Rolón, Ricardo Alberto, 23/0l/89

Sarg. Ay Esquivel,Ricardo R., 23/0l/89

Cabo lro. Albornoz, Jose G., 23/0l/89

Sold. Taddia, Roberto Tadeo, 23/0l/89

Sold. Grillo, aulio D., 23/0l/89

Sold. Díaz, Leonardo H., 23/0l/89

Sold. Cardozo; Héctor, 23/0l/89

Sarg. Orué, Ramón W., 02/02/89

Nota: Como se dice en el Prefacio, las víctimas agredidas por la subversión suman -
entre muertos y heridos - muchos miles de civiles, militares, miembros de fuerzas de
seguridad y policiales. Esta lista solo incluye a los muertos pertenecientes al Ejército.
"In Memoriam"

Primera parte: 1960 y 1970 a 1973


*****************************************************

Índice de la primera parte


(Las partes subrayadas contienen link directo)
- Inicio de las acciones terroristas contra personal de las Fuerzas Armadas y sus familiares. La primera
víctima: + Guillermina Cabrera
- Declaración de Guerra del ERP y Montoneros
+ Teniente General Pedro Eugenio Aramburu
- Repercusiones de la prensa en el país
- Repercusiones en el exterior
- Robo del feretro del Teniente General Pedro Eugenio Aramburu
- Asalto a un camión militar en Pilar: + Teniente Mario César Azúa y + Soldado Hugo Alberto Vacca
+ Mayor Julio Ricardo San Martino
+ General De División Juan Carlos Sánchez
- Declaraciones de distintos sectores sociales
+ Teniente Primero José María Naccarato
+ Coronel Héctor Alberto Iribarren
- Asalto al Comando De Sanidad Militar: + Teniente Coronel Raúl Juan Duarte Ardoy

*************************

INICIO DE LAS ACCIONES TERRORISTAS CONTRA PERSONAL DE LAS FUERZAS


ARMADAS Y SUS FAMILIARES. LA PRIMERA VÍCTIMA

La primera víctima fatal producida por la acción terrorista de organizaciones subversivas integradas
por miembros de ideologías extremistas, fue una niña de apenas 4 años, hija de un oficial del
Ejército Argentino.

Nos estamos refiriendo al atentado terrorista perpetrado en la noche del 12 de marzo de 1960 contra
el domicilio particular del entonces capitán del Ejército David René Cabrera, sito en la calle Díaz
Vélez casi esquina Maipú de La Lucila, provincia de Buenos Aires. En dicha circunstancia resultó
muerta su hijita Guillermina, de 4 años de edad y con heridas graves su hijo Jerónimo Luis,
de 6 años.

Dicho atentado se produjo mediante el empleo de dos paquetes de gelinita de 3 Kgs. cada uno,
colocados en el acceso principal junto a la estructura central de la vivienda, que al explotar ocasionó
el derrumbe casi total de la casa.
Los autores materiales del hecho fueron identificados como: Héctor Rodolfo Gringoli, Berolegui
y Leonelli, quienes actuaron por indicación de Alberto Campos; los materiales explosivos fueron
suministrados por Juan Carlos Brid.

La organización, actuación y orientación política ideológica de las organizaciones terroristas que


comenzaban a actuar a partir de fines de la década del 50, estaban centradas especialmente en la
Unión de Guerrilleros Andinos, comandados por Ciro Ahumada y por los denominados
"Uturuncos" (Tigres de la sierra).

La primera de las organizaciones definió su doctrina sobre la base del denominado Manual del
Guerrillero y el folleto 150 preguntas a un guerrillero. La segunda de las nombradas respondía á una
clara y definida filiación marxista leninista.

El accionar de ambas, con la intervención de un definido sector político, produjo en el país entre
1958 y 1961 (gobierno constitucional del Dr. Arturo Frondizi) la cantidad de 1.566 atentados
terroristas (colocación de explosivos, bombas, ataques a miembros de las Fuerzas Armadas,
Fuerzas de Seguridad, civiles, etc.) con el resultado de 17 víctimas fatales, entre las cuales
estaba la pequeña Guillermina y 89 heridos. Uno solo de dichos atentados ocurrido el 15 de
febrero de 1960 en el depósito de combustible de la Shell Mex Argentina, sito en la ciudad de
Córdoba, ocasionó el incendio por destrucción del tanque madre de tres millones de litros de nafta,
dos tanques menores de doscientos mil litros de gasoil cada uno, varios tambores de 200 litros de
nafta y de un camión tanque.

El siniestro, según fehacientes comprobaciones realizadas después de producido el hecho, resultó de


la explosión de una bomba colocada en la base del tanque madre. Este atentado costó la vida a 13
civiles y numerosos heridos.

*************************

DECLARACIÓN DE GUERRA DEL ERP Y MONTONEROS

Las citadas organizaciones terroristas serían el germen que diez años después dieron origen a las
dos organizaciones subversivas y terroristas más importantes que actuaron con extrema
criminalidad en la década del 70: Montoneros y el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP).
La primera de las nombradas hizo su presentación en el escenario nacional el 29 de mayo de 1970,
con el secuestro y posterior "fusilamiento" del teniente general Pedro Eugenio Aramburu.

A fines de la década del 69 y principios de la del 70 ambas organizaciones subversivas terroristas ya


tenían planificado y decidido iniciar una verdadera guerra contra las FF.AA. por considerarlas el
obstáculo más importante que se oponía a la conquista de sus objetivos político-idelógicos
para la toma del poder. En tal sentido resulta esclarecedor para el lector señalar textualmente
dichos objetivos y la forma de alcanzarlos, que incluían abiertamente la lucha armada contra las
instituciones de la república.

Con respecto al Partido Revolucionario de los Trabajadores - Ejército Revolucionario del Pueblo
(PRT - ERP) cabe señalar el contenido textual de la resolución adoptada a mediados de 1970,
que dice:

Julio de 1970.

Resolución del V Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT):


Fundación del Ejército Revolucionario del Pueblo. (ERP):

Considerando:

Que en el proceso de guerra revolucionaria iniciado en nuestro país, nuestro partido ha


comenzado a combatir con el objeto de desorganizar a las Fuerzas Armadas del régimen para
hacer posible la insurrección del proletariado y del pueblo.

Que las Fuerzas Armadas del régimen sólo pueden ser derrotadas oponiéndoles un ejército
revolucionario... Que durante toda una larga etapa, nuestra guerra revolucionaria adquirirá
formas guerrilleras, urbanas y rurales, extendida a distintas ciudades y zonas campesinas, sobre la
base de cuya ampliación y extensión política y militar será posible pasar a la guerra de
movimientos en el campo y a la constitución de importantes unidades estratégicas en las ciudades.

Que el otro principió fundamental de la guerra revolucionaria a aplicar por nuestra Fuerza militar es
la ejecución de operaciones militares con una línea de masas, es decir, orientadas hacia la
movilización de las masas y su participación directa o indirecta en la guerra.

El V Congreso del PRT resuelve:

1 °) Fundar el Ejercito Revolucionario del Pueblo y dotarlo de una bandera.

2°) Considerar al ERP y sus distintos destacamentos armados ,

como los instrumentos militares del Partido para su política en la presente etapa de la lucha de
clases y el embrión del futuro Ejército revolucionario y popular.

En lo que respecta a la organización subversiva terrorista Montoneros adoptó una actitud similar
acerca de la lucha armada en el país. La planificación para la conquista de los objetivos
seleccionados por esta organización fueron publicados en setiembre de 1971 en la revista
Cristianismo y Revolución, cuyo director y fundador fue Juan García Elorrio y directora
responsable Casiana J. Ahumada, con Registro Nacional de Propiedad Intelectual N° 1.110.238.
Dicha publicación constituyó un verdadero órgano de difusión de los movimientos subversivos
vigentes en el país en es época. Sus párrafos más significativos señalaron:

De la resistencia a la ofensiva

Llegado el año 1969, el Movimiento, aprovechando toda su experiencia de lucha, comienza a pasar
a la ofensiva. Es el comienzo de la guerra por el poder: las movilizaciones violentas masivas de
Corrientes, Córdoba, Rosario, Tucumán, Catamarca, y los hechos armados de envergadura como
la detención y ejecución de Aramburu, las ejecuciones de Vandor y Alonso (cabezas del
sindicalismo peronista ortodoxo), la toma de La Calera, de Garín, la Prefectura de Tigre, Radio
Rivadavia, asestan al régimen los golpes duros en los últimos tiempos. . . hoy en 1971, la
movilización violenta de las bases y los golpes de las organizaciones armadas, han bajado
gobiernos provinciales, ministros y presidentes.

La lucha por el poder: hacia el peronismo en armas

Las organizaciones armadas del Movimiento son las primeras unidades de ese ejército. Nuestra
Organización (Montoneros), las Fuerzas Armadas Peronistas, las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y otros grupos, marchan en ese camino hacia la formación del Ejército Popular.
Sólo la guerra del pueblo salvará al pueblo.

Porque ésta es la guerra del Pueblo, que no se va a terminar de un día para el otro, sino que será
de larga duración... Es el pueblo organizado en Unidades Básicas Revolucionarias el que realizará
las tareas de información, comunicación y propaganda para facilitar la tarea de las Unidades
Básicas de Combate. Son los activistas y los militantes de base los que darán la cara para encubrir
a los combatientes clandestinos. De ellos deberá provenir la red de depósitos y refugios necesarios
para el desarrollo de las tareas armadas. ... Por último aquellos más preparados y decididos
tomarán las armas y se incorporarán a las unidades de combate. La Guerra Popular es una tarea
gigantesca porque supone incorporar todo el pueblo a La lucha.

Las etapas de la guerra

Esta guerra tiene sus distintas etapas, algunas ya se han cumplido... Ahora hay que corregir
errores... La regla de la etapa actual es atacar y protegerse, golpear y desaparecer, donde el
enemigo es vulnerable, golpearlo con fuerza; donde es fuerte, esperar... debemos elegir nosotros el
momento, el lugar y el modo con que nos enfrentaremos con él. Durante el transcurso de la lucha el
pueblo de la misma manera que va formando su Ejército debe ir forjándose su doctrina, su justicia,
su moral, sus leyes.

Ambas declaraciones de las citadas organizaciones subversivas terroristas constituyen la forma más
clara y categórica de enunciar, y luego ejecutar, una verdadera declaración de guerra a las
instituciones de la República, en particular contra las Fuerzas Armadas de la Nación. No
constituyeron meras declaraciones teóricas; las pusieron en práctica durante toda la década del 70.

Como ya se expuso, el 12 de marzo de 1960 se produjo el atentado contra el domicilio del entonces
capitán Cabrera y de su esposa Selmira Rojo, falleciendo su hija Guillermina. A1 día siguiente de
tan trágica e inexplicable muerte, el presidente Frondizi, ante la ola de terrorismo que venía
asolando al país que ya había cobrado muchas víctimas inocentes (civiles y familiares de militares),
dispuso poner en vigencia el denominado Plan Conintes (conmoción interior) mediante el cual las
Fuerzas Armadas asumen, por orden del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), el control directo de la
represión del terrorismo, con la subordinación de las policías provinciales. Los acusados de
promover o participar en actos subversivos podrían ser juzgados por los tribunales militares.
Muchos de ellos, procesados y condenados por dichos tribunales, fueron liberados el 25 de mayo de
1973, al asumir la presidencia de la Nación el Dr. Cámpora, con el aval, prácticamente unánime, de
todo el Congreso Nacional. Los beneficiados, en su gran mayoría, se reintegraron de inmediato a
sus respectivas organizaciones, que durante los restantes años de la década del 70 sembraron el
terror en toda la república. Los 137 muertos que a continuación detallamos son una palpable
demostración de lo expresado.

La Prensa

( I 3 de marzo de 1960)

Una bomba causó la muerte de una niña y heridas a cinco

personas. Hizo explosión en la madrugada de ayer en la casa de un oficial del Ejército, en Olivos.

Una explosión de extraordinaria potencia, producto de un acto de terrorismo cometido en la


madrugada de ayer en el barrio residencial de Olivos, partido de Vicente López, causó la muerte de
una niña de 4 años, lesiones a sus padres y a tres hermanos, destruyó totalmente una casa de dos
plantas y produjo daños materiales de importancia en las dos casas linderos y menores en otras de
la vecindad.

Poco antes de las 3, en muchas cuadras a la redonda se oyó una fuerte detonación que alteró la
tranquilidad del vecindario de una vasta zona... Poco minutos después fue localizado el sitio en que
se produjo el estallido, que era la finca de la calle Díaz Vélez 1850, hacia donde partieron el
comisario de la Seccional 1ra. del distrito, el subcomisario y un oficial inspector. . .

El espectáculo que se ofreció a la vista de muchos vecinos y las autoridades que acudieron al lugar
era impresionante, ya que por efectos de la onda explosiva se derrumbaron los muros de la casa
que era de dos plantas y consiguientemente los pisos y techos de ésta.

La finca era habitada por el mayor David René Cabrera, su esposa Selmira Rojo de 31 años y sus
hijos Guillermina de 3 años, que falleció poco después a consecuencia de las graves lesiones
recibidas, Mario de S años, Jerónimo Luis de 4 y María Elina de 6 meses de edad, todos los
cuales se encontraban entregados al reposo al producirse la explosión.Todos los hijos y sus
padres habían quedado bajo los escombros recibiendo heridas de diverso carácter.

Cabe destacar que por una fracción de segundos, la explosión no alcanzó a un microómnibus que
con varios pasajeros acababa de pasar frente a la casa del mayor Cabrera y cuyo conductor detuvo
la marcha a unos 100 metros del lugar.

... Según pudimos establecer, en horas de la tarde se efectuó una reunión a la que asistieron jefes y
oficiales superiores de las tres armas, en la que fue considerado el hecho, así como toda la
campaña terrorista desatada en los últimos tiempos en distintas partes del país. . . En esa reunión -
en la que se mencionó el caso de la mujer Teresa Aráoz de Lamadrid, complicada con el atentado
que costó la vida a un ciudadano en esta Capital y cuya libertad condicional fue dispuesta poco
después - se habló de la posibilidad de un vasto plan de sabotaje y terrorismo a ejecutarse antes de
las elecciones del 27 del mes en curso por parte de los adictos a la dictadura depuesta y del partido
comunista...

A1 día siguiente (14 de marzo de 1960) La Prensa publicó en primera plana una información
dada por el Servicio de Prensa de la Presidencia de la Nación que decía:

El presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi, ha hecho llegar su más absoluta solidaridad al
Ejército Argentino con motivo del bárbaro atentado de que ha sido objeto uno de sus integrantes.
Al condenar enérgicamente este nuevo acto de terrorismo, el Presidente de la Nación destacó que
el propósito fundamental es alterar la paz social y crear un estado de confusión colectiva, con el
objeto inmediato de evitar la realización de los actos electorales fijados por la Constitución y la
ley...

En otro título se leía:

Tribunales militares juzgarán a terroristas. Será aplicado totalmente el Plan Conintes.

*************************

Teniente General

PEDRO EUGENIO ARAMBURU


Nació en la provincia de Córdoba el 21 de mayo de 1903. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el
1 de marzo de 1919, egresó como subteniente de infantería el 22 de diciembre de 1922.

Cursó la Escuela Superior de Guerra donde obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor.

Pasó a situación de retiro voluntario con el grado de teniente general el 8 de setiembre de 1958,
cuatro meses después de haber entregado el cargo de Presidente Provisional de la Nación, función
que desempeñó desde el 13 de noviembre de 1955, al renunciar el Grl. Div. Eduardo Lonardi.

El 1 de mayo de 1958 hizo entrega de la Presidencia de la Nación al Dr. Arturo Frondizi, quien
había sido elegido democráticamente en los comicios del 23 de febrero del mismo año.

Estaba casado con la señora Sara Herrera. Fue padre de dos hijos.

Murió asesinado en la madrugada del 2 de junio de 1970, por la cúpula de la organización terrorista
Montoneros.

El 29 de mayo de 1970 (día del Ejército Argentino), en horas de la mañana y mientras se encontraba
en su departamento de la calle Montevideo de la ciudad de Buenos Aires, fue secuestrado por los
principales responsables de la autodenominada Organización Revolucionaria Peronista Montoneros
entre los cuales se encontraba Mario Firmenich, Norma Arrostito, Fernando Abal Medina, Emilio
Maza, Capuano Martínez, Carlos Gustavo Ramus y ocho integrantes más.

El citado día, dos integrantes de dicha organización terrorista, Abal Medina y Maza, vestidos con
uniforme de oficiales del Ejército lograron ingresar al departamento del Tte. Grl. Aramburu, con el
pretexto de darle seguridad, en cumplimiento de una orden del Comando en Jefe del Ejército.
Ambos fueron recibidos por la esposa del señor general. Ya presente Aramburu y luego de un
diálogo intrascendente se lo impuso del motivo de su presencia en el lugar conminándole a que lo
acompañaran, decisión que adoptó la víctima sin ofrecer resistencia alguna.

A partir de allí y utilizando varios vehículos de recambio fue trasladado a la localidad de Timote
(Pcia. de Bs. As.), donde después de un denominado juicio revolucionario fue sentenciado a muerte,
resolución concretada en la madrugada del 1 de junio, siendo el autor material del asesinato
Fernando Abal Medina mediante disparos de pistola 9mm. y 11,25mm. A posteriori fue sepultado
en una fosa cavada en el sótano de la misma casa donde se lo tuvo secuestrado y se lo asesinó.

El 31 de mayo la organización Montoneros en forma subrepticia hizo llegar a distintos medios de


comunicación social los siguientes comunicados:

COMUNICADO N° 3

31 de mayo de 1970

Al Pueblo de la Nación:

En el día de la fecha, domingo 31 de mayo de 1970, la conducción de nuestra organización,


constituida en Tribunal Revolucionario, luego de interrogar detenidamente a Pedro Eugenio
Aramburu, declara:

I) Por cuanto Pedro Eugenio Aramburu se ha reconocido responsable:


1 °) De los Decretos 10362 y 10363 de fecha 9 de junio de 1956 por los que se legaliza la matanza
de 27 argentinos sin juicio previo ni causa justificada.

2°) Del Decreto 10364 por el que son condenados a muerte 8 militares, por expresa resolución del
Poder Ejecutivo Nacional, burlando la autoridad del Consejo de Guerra reunido en Campo de Mayo
y presidido por el general Lorio, que había fallado la inocencia de los acusados.

3°) De haber encabezado la represión del movimiento político mayoritario del pueblo argentino,
proscribiendo sus organizaciones, interviniendo sus sindicatos, encarcelando a sus dirigentes y
fomentando la represión en los lugares de trabajo.

4°) De la profanación del lugar donde reposaban los restos de la compañera Evita y la posterior
desaparición de los mismos, para quitarle al Pueblo hasta el último resto material de quien fuera su
abanderada.

II) Por cuanto el Tribunal lo ha encontrado culpable de los siguientes cargos, que no han sido
reconocidos por el acusado:

1 °) La pública difamación del nombre de los legítimos dirigentes populares en general y


especialmente de nuestro líder Juan Perón y nuestros compañeros Eva Perón y Juan José valle.

2°) Haber anulado las legítimas conquistas sociales instauradas por la Revolución Justicialista.

3°) Haber iniciado la entrega del patrimonio nacional a los intereses foráneos.

4°) Ser actualmente una carta del régimen que pretende reponerlo en el poder para tratar de burlar
una vez más al pueblo con una falsa democracia y legalizar la entrega de nuestra patria.

5°) Haber sido vehículo de la revancha de la oligarquía contra lo que significaba el cambio del
orden social hacia un sentido de estricta justicia cristiana.

El Tribunal Revolucionario, resuelve:

1 °) Condenar a Pedro Eugenio Aramburu a ser pasado por las armas en lugar y fecha a
determinar.

2°) Hacer conocer oportunamente la documentación que fundamenta la resolución de este Tribunal.

3°) Dar cristiana sepultura a los restos del acusado, que sólo serán restituidos a sus familiares
cuando al pueblo le sean devueltos los restos de su querida compañera Evita.

¡¡Perón o Muerte!! ¡¡Viva la Patria!!

AL Pueblo de la Nación:

La conducción de los Montoneros comunica que hoy a las 07,00 horas fue ejecutado Pedro
EugenioAramburu. Que Dios nuestro señor se apiade de su alma.

¡¡Perón o Muerte!! ¡¡viva la Patria!! Montoneros


Carta enviada por la organización terrorista Montoneros al teniente general Juan Domingo
Perón el 9 de febrero de 1971 dando cuenta del secuestro, juzgamiento y posterior ejecución del
Tte. Grl. Pedro Eugenio Aramburu (fragmentos).

Los Montoneros a Perón

Argentina, 9 de febrero de 1971.

Al General J. D. Perón:

Como hemos hecho en oportunidades anteriores, aprovechamos la comunicación que con Ud. tienen
los compañeros del Movimiento, para hacerle llegar nuestras inquietudes con respecto al proceso
revolucionarlo del pueblo argentino...

Deseamos hacerle conocer algunas consideraciones nuestras sobre hechos claves que determinan
los pasos a dar por el Movimiento, tanto en el futuro inmediato, es decir tácticamente, como en el
futuro a largo plazo, es decir dentro de la concepción estratégica.En primer lugar, creemos
necesario explicar las serias y coherentes razones que nos movieron a detener, juzgar y ejecutar a
Pedro Eugenio Aramburu.

Nos preocupan algunas versiones que hemos recogido, según las cuales nosotros con este hecho
estropeamos sus planes políticos inmediatos. Demás está decir que no está en nuestros propósitos
entorpecer la conducción de conjunto que Ud. realiza para la marcha del Movimiento en su
totalidad. Desgraciadamente, además, nuestros actos apuntan a señalar la única estrategia que
consideramos correcta, sin tener, en general, vinculación táctica con otros sectores del Movimiento.

Perón o Muerte Viva la Patria

Carta enviada por el Tte. Grl. Perón el 20 de febrero de 1971 a la organización terrorista
Montoneros (fragmentos).

Perón a los Montoneros

Madrid, 20 de febrero de 1971.

A los compañeros Montoneros Buenos Aires

Mis queridos compañeros:

Por mano y amabilidad del compañero Don... he recibido vuestras cosas y él les podrá comentar de
viva voz mis pensamientos al recuerdo y saludo que retribuyo con mi mayor afecto. .. Comienzo
por manifestar mi total acuerdo con la mayoría de los conceptos que esa comunicación contiene
como cuestión de fondo:

1 °) Estoy completamente de acuerdo y encomio con todo lo actuado. Nada puede ser más falso que
la afirmación que con ello Uds. estropearon mis planes tácticos porque nada puede haber en la
conducción peronista que pudiera ser interferido por una acción deseada por todos los peronistas.
Me hago un deber en manifestarles que si eso ha sido dicho, no puede haber sido sino con mala
intención. El compañero les hará conocer mi apreciación de situación y resolución para el año 1971
y por ella podrán quedar perfectamente en claro sobre la acción futura.
2°) Otro tanto sobre el asunto que este apartado menciona en su carta: es totalmente falso que haya
perturbado plan táctico alguno.

Esta lucha también concurre a la Guerra Revolucionaria que es capaz de hacerlo. Si Uds. leen la
apreciación, resolución y consideraciones podrán percatarse que, en el fondo, estamos totalmente de
acuerdo, como no podría haber sido de otra manera...

En estos planes intervienen todos los elementos de las organizaciones de superficie, como los
grupos activistas empeñados en la Guerra Revolucionaria.Como les explicará el compañero,
mientras las organizaciones de superficie obedecen a una conducción centralizada, las
organizaciones que se encargan de la Guerra Revolucionaria tienen absoluta independencia en su
conducción y coordinación más que nada por los objetivos.

3°)...............................

4°)..............................

5°) Totalmente de acuerdo en cuanto afirman sobre la Guerra Revolucionaria. Es el concepto cabal
de tal actividad beligerante. Organizarse para ello y lanzar las operaciones para pegar cuando duele
y donde duele es la regla. Donde la fuerza represiva esté: nada; donde no esté esa fuerza: todo.
Pegar y desaparecer es la regla porque lo que se busca no es una decisión sino un desgaste
progresivo de la fuerza enemiga...

Finalmente compañeros, les ruego que hagan llegar a los compañeros mis más afectuosos saludos y
acepten mis mejores deseos. También les ruego les hagan presente y trasmitan mis saludos a todos
los compañeros que están presos o perseguidos por la dictadura y les lleven la persuasión que tal
situación no ha de durar mucho.

Un gran abrazo PERÓN

El mismo año del asesinato del Tte. Grl. Aramburu, el 16 de diciembre la revista porteña Premisa
reprodujo las declaraciones formuladas en Madrid por Perón.

Allí el exiliado manifestaba: La revolución mundial va hacia formas socialistas; es legítimo


asociarse a Rusia para luchar contra el imperialismo; quizás si en 1955 los rusos hubieran estado en
condiciones de apoyarme, yo hubiera sido el primer Fidel Castro del continente. (El Terrorismo en
la historia universal y en la Argentina, Ambrosio Romero Carranza, Colección Humanismo y
Terror,1980, página 182).

Cuatro años después del asesinato del Tte. Grl. Pedro Eugenio Aramburu, el 3 de setiembre de
1974, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón, en una publicación denominada La
Causa Peronista, Año 1, N° 9, Mario Firmenich y Norma Arrostito relataron cómo planificaron,
secuestraron y ejecutaron al citado Tte. Grl.

El texto de dichas declaraciones se transcribe a continuación:

MARIO: El ajusticiamiento de Aramburu era un viejo sueño nuestro. Concebimos la operación a


comienzos de ! 969. Había de por medio un principio de justicia popular - la reparación por los
asesinatos de junio del 56 -, pero además queríamos recuperar el cadáver de Evita, que Aramburu
había hecho desaparecer
Pero hubo que dejar transcurrir el tiempo, porque aún no teníamos formado el grupo operativo.
Entretanto trabajábamos en silencio: la ejecución de Aramburu debía significar precisamente la
aparición pública de la organización.

A fines del 69 pensamos que ya era posible encarar el operativo. A los móviles iniciales, se había
sumado en el transcurso de ese año la conspiración golpista que encabezaba Aramburu para dar una
solución de recambio al régimen militar, debilitado tras el cordobazo.

Por la importancia política del hecho, por el significado que atribuíamos a nuestra propia aparición,
fuimos a la operación con el criterio de todo o nada. El grupo inicial de Montoneros se juega a cara
o seca en ese hecho.

ARROSTITO: Toda la organización éramos doce personas, entre los de Buenos Aires y los de
Córdoba. En el operativo jugamos diez.

Lo empezamos a fichar a comienzos del 70, sin mayor in formación. Para sacar direcciones,
nombres, fotos, fuimos a las colecciones de los diarios, principalmente de La Prensa. En una revista,
Fernando encontró fotos interiores del departamento de la calle Montevideo. Eso nos dio una idea
de cómo podían ser las cosas adentro.

MARIO: Pero dedicamos el máximo esfuerzo al fichaje externo. El edificio donde él vivía está
frente al colegio Champagnat, y averiguamos que en el primer piso había una sala de lectura o una
biblioteca. Entonces nos colamos, íbamos a leer ahí. El que inauguró el método fue Fernando, que
era bastante desfachatado. Más que leer, mirábamos por la ventana. Nos quedábamos por períodos
cortos, media hora, una hora. Nunca nadie nos preguntó nada.

ARROSTITO: Allí lo vimos por primera vez, de cerca. Solía salir alrededor de las once de la
mañana, a veces antes, a veces después, a veces no salía. Lo vimos tres veces desde el Champagnat.

Después fichamos desde la esquina de Santa Fe, en forma rotativa. Llegamos a hacer relevos cada
cinco minutos. Teníamos que hacer así porque en esa esquina había un cabo de consigna, uno rubio,
gordito, y no queríamos llamar la atención.

MARIO: A medida que chequeábamos, fuimos variando el modelo operativo. La primera idea había
sido levantarlo por la caIle cuando salía a caminar, pensábamos usar uno de esos autos con cortina
en la luneta, y tapar las ventanilla con un traje a cada lado. Le dimos muchas vuelas a la idea hasta
que la descartamos, y resolvimos entrar y sacarlo directamente del octavo piso.

Para eso hacía falta una buena "llave' : La mejor excusa era presentarse como oficiales del Ejército.
El Gordo Maza y otro compañero habían sido liceístas, conocían el comportamiento de los
militares. Al Gordo Maza incluso le gustaba, era bastante milico, y le empezó a enseñar a Fernando
los movimientos y los órdenes. Ensayaban juntos.

ARROSTITO: Compraron parte de la ropa en la casa Isola, una sastrería militar en la Avenida de
Mayo, al lado de Casa Muñoz. FernandoAbal tenía 23 años, Ramus y Firmenich 22; Capuano
Martínez, 21. Cortándose el pelo, pasaban por colimbas. Así que allí compraron las insignias, las
gorras, los pantalones, las medias, las corbatas. Para comprar algunas cosas, hasta se hicieron pasar
por boyscouts. Un oficial retirado peronista donó su uniforme: simpatizaba con nosotros, aunque no
sabía para qué lo íbamos a usar. El problema es que a Fernando le ,quedaba enorme. Tuve que
hacer, de costurera, amoldándoselo al cuerpo. La gorra la tiramos - era un gorrón, le bailaba en la
cabeza- pero usamos la chaquetilla y las insignias.
?Cómo entrar?

MARIO: Una cosa que nos llamó la atención es que Aramburu no tenía custodia, por lo menos
afuera. Después se dijo que el ministro Imaz se la había retirado pocos días antes del secuestro, pero
no es cierto. En los cinco meses que estuvimos chequeando, no vimos custodia externa ni ronda de
patrulleros. Solamente el portero tenía pinta de cana, un morocho corpulento.

A alguien se lo ocurrió: Si no tenía custodia, ¿por qué no íbamos a ofrecérsela? Era absurdo, pero
esa fue la excusa que usamos.

El terreno

Justo en esos días. que la operación iba tomando forma, a alguien se le ocurre arreglar la calle
Montevideo, una de esas reparaciones de luz o de gas que siempre están haciendo; vaya a saber. Lo
cierto es que rompieron media calle, justo del lado de su casa. Y nosotros teníamos que poner la
contención ahí.

Era un problema: Pensarnos cortar la calle con uno de esos letreros que dicen "en reparación';
"Hombres trabajando'; pero lo descartarnos.

Después nos fijamos que el garage del Champagnat daba justo frente a la puerta del edificio y en
dirección a Charcas había otro garage, y que ahí el pavimento no estaba roto. Entonces la
contención iba a estar en un coche sobre la vereda del Champagnat, el otro en el garage.

La hora señalada

La planificación final la hicimos en la casa de Munro donde vivíamos Capuano Martínez y yo. Allí
pintamos con aerosol la pick-up Chevrolet que iba servir de contención. La pintamos con guantes,
hacíamos todo con guantes para no dejar impresiones digitales. No sabíamos mucho sobre el asunto,
pero por las dudas no dejábamos huellas ni en los vasos, y en las prácticas llegamos a limpiar
munición por munición con un trapo.

ARROSTITO: La casa operativa era la que alquilábamos Fernando y yo en Bucarelli y


Ballivián,Villa Urquiza, allí teníamos un laboratorio fotográfico. La noche del 28 de mayo
Fernando lo llamó a Aramburu por teléfono con un pretexto cualquiera. Aramburu lo trató bastante
mal, le dijo que se dejara de molestar o algo así. Pero ya sabíamos que estaba en su casa.

Dentro de Parque Chas dejamos estacionados esa noche los dos autos operativos: la pick-up
Chevrolet y un Peugeot 404 blanco; y tres coches más que se iban a necesitar: una Renoleta 4L
blanca, mía, un taxi Ford Falcon que estaba a nombre de Firmenich, y una pick-up Gladiator 380, a
nombre de la madre de Ramus.

La mañana del 29 salimos de casa. Dos compañeros se encargaron de Ilevar los coches de recambio
a los puntos convenidos.

La Renoleta quedó en Pampa y Figueroa Alcorta con un compañero adentro. El taxi y la Gladiator
cerca de Aeroparque, en una cortada, el taxi cerrado con Ilave y un compañero dentro de la
Gladiator.

En el Peugeot 404 subieron Capuano Martínez, que iba de chofer, con otro compañero, los dos de
civil pero con el pelo bien cortito.Y detrás, Maza con uniforme de capitán y FernandoAbal como
teniente primero.
MARIO: Ramus manejaba la pick-up Chevrolet y la "flaca" (Norma) lo acompañaba en el asiento
de adelante. Detrás íbamos un compañero disfrazado de cura, y yo con uniforme de cabo de la
policía.

ARROSTITO: Yo Ilevaba una peluca rubia con claritos y andaba bien vestida y un poco
pintarrajeada.

El Peugeot iba adelante por Santa Fe. Dobló en Montevideo, entró en el garage. Capuano se quedó
al volante y los otros tres bajaron. Le pidieron permiso al encargado para estacionar un ratito.
Cuando vio los uniformes, dijo que si enseguida. Salieron caminando a la calle y entraron en
Montevideo 1053.

Nosotros veníamos detrás con la pick-up. En la esquina de Santa Fe bajé yo y fui caminando hasta
la puerta misma del depar tamento. Me paré allí. Tenía una pistola.

MARIO: Nosotros seguimos hasta la puerta del Champagnat y estacionamos sobre la vereda. "El
cura"y yo nos bajamos. Dejé la puerta abierta con la metralleta sobre el asiento, al alcance de la
mano. Había otra en la caja al alcance del otro compañero. También Ilevábamos granadas.

Ese día no vi al cana de la esquina. Mi preocupación era qué hacer si se me aparecía, ya que era mi
"superior'; tenía un grado más que yo. Pasaron dos cosas divertidas. Se arrimó un Fiat 600 y el
chofer me pidió permiso para estacionar. Le dije que no. guiso discutir: Y por qué la pick-up si?':
Le dije: "Circule!" Se fueron puteando.

En eso pasó un celular. Le hice la venia al chofer y el tipo me contestó con la venia.

Y de golpe, lo increíble. Habíamos ido allí más bien dispuestos a dejar el pellejo, pero no: era
Aramburu el que salía por la puerta de Montevideo y el gordo Maza lo llevaba con un brazo por
encima del hombro, como palmeándolo y Fernando lo tomaba del otro brazo. Caminaban
apaciblemente.

Adentro (Fernando y Emilio)

Sus voces no están, se perdieron en La Calera y en William Morris. Pero su testimonio ha


traspasado el tiempo en la evocación de sus compañeros.

Un compañero quedó en el séptimo piso con la puerta del ascensor abierta, en función de apoyo.

Fernando y el Gordo subieron un piso más. Tocaron el timbre rígidos en su apostura militar,
Fernando un poco más rígido por la "metra"que llevaba bajo el pilotín verde oliva.

Los atendió la mujer del general. No le infundieron dudas: eran oficiales del Ejército, los invitó a
pasar, les ofreció café mientras esperaban que Aramburu terminara de bañarse.

Al fin apareció sonriente, impecablemente vestido. Tomó café con ellos mientras escuchaba
complacido el ofrecimiento de custodia que le hacían esos jóvenes militares. A Maza le descubrió
en seguida el acento.

"Usted es cordobés' :
"Si; mi general" : Las cortesías siguieron un par de minutos mientras el café se enfriaba, y el tiempo
también, y los dos muchachos agrandados se paraban y desenfierraban, y la voz cortante de
Fernando dijo:

Mi general, usted viene con nosotros.

Así. Sin mayores explicaciones. A las nueve de la mañana.

¿Si se resistía? Lo matábamos ahí. Ese era el plan aunque no quedara ninguno de nosotros vivo.

Afuera MARIO: Pero no, ahí estaba caminando apaciblemente entre el gordo Maza que le pasaba el
brazo por el hombro, y Fernando que lo empujaba levemente con la metra bajo el pilotín.
Seguramente no entendía nada. Debió creer que alguien se adelantaba al golpe que había planeado,
porque todavía no dudaba de que sus captores eran militares.

Su mujer había salido. De eso me enteré después, porque no recuerdo haberlo visto.

Subieron al Peugeot y arrancaron hacia Charcas, dieron la vuelta por Rodríguez Peña hacia el Bajo.
Y nosotros detrás.

El viaje

Cerca de la Facultad de Derecho detuvieron el Peugeot y transbordaron a la camioneta nuestra.


Capuano, la Flaca, y otro compañero subieron adelante. Fernando y Maza, con Aramburu, atrás.
Allí se encontró por primera vez con "el cura" y conmigo. Debió parecerle esotérico: un cura y un
policía; y el cura que en su presencia empezaba a cambiarse de ropa.

Se sentó en la rueda de auxilio. No decía nada, tal vez porque no entendía nada. Le tome la muñeca
con fuerza y la sentí floja, entregada. Maza, "el cumpa; la Flaca y otro compañero se bajaron en
Pampa y Figueroa Alcorta, Ilevándose los bolsos con los uniformes y par te de los fierros. Fueron a
la casa de un compañero a redactar el Comunicado N°I. quedamos Ramus y Capuano
adelante,Aramburu, Fernando y yo atrás. Seguimos hasta el punto donde estaban los otros dos
coches. Bajamos. Capuano subió al taxi, y nosotros nos dirigimos a la otra pick-up, la Gladiator,
donde había un compañero.

La Gladiator tenía un toldo y la parte de atrás estaba camuflada con fardos de pasto. Retirando un
fardo quedaba una puertita. Por allí entraron Fernando y el otro compañero con Aramburu. Adelante
Ramus, que era el dueño legal de la Gladiator, y yo, siempre vestido de policía.

Durante más de un mes habíamos estudiado la ruta directa a Timote, sin pasar por ningún puesto
policial y por ninguna ciudad importante. Delante iba el taxi conducido por Capuano, abriendo
punta. Un par de walkie-talkies aseguraba la comunicación entre él y nosotros. Otro par entre la
cabina de la Gladiator y la caja.

En toda mi vida operativa no recuerdo una vía de escape más sencilla que ésta. Fue un paseo. El
único punto que nos preocupaba era la Gral. Paz, pero la pasamos sin problemas: no estaba tan
controlada como ahora. Salimos por Gaona, y a partir de ahí; empezamos a tomar caminos de tierra
dentro de la ruta que habíamos diseñado. El río Luján lo cruzamos por un viejo puente de madera,
entre Luján y Pilar, por donde no pasa nadie. Si la alarma se hubiera dado enseguida, creo que igual
nos hubiéramos escapado, porque la ruta era perfecta. Tardamos ocho horas en hacer un camino que
puede hacerse en cuatro, pero no entramos en ningún poblado ni nos detuvimos a comer o cargar
nafta. Para eso estaba el taxi, legal, que traía las provisiones.
Aramburu no habló en todo el viaje, salvo cuando los compañeros tuvieron que buscar el bidón en
la oscuridad "Aquí está'; dijo.

A la una de la tarde la radio empezó a hablar del "presunto secuestro" : Ya estábamos a mitad del
camino.

Serían las cinco y media o la seis cuando Ilegamos a La Celma, un casco de estancia que pertenecía
a la familia de Ramus. El taxi se volvió a Buenos Aires y nosotros entramos. La primera tarea de
Ramus fue distraer la atención de su capataz, el vasco Acébal.

Eso no fue fácil porque la casa de Acébal y el casco de estancia estaban casi pegados y Ramus tuvo
que arrinconar al vasco a un costado de la entrada, hablándole de cualquier cosa, mientras Fernando
y el otro compañero metían a Aramburu en la casa de los Ramus. Ese compañero estaba tan boleado
que bajó con la metra en la mano. Pero Acébal no sintió nada, y los únicos que aparecimos frente a
él fuimos Ramus y yo, que me había cambiado el uniforme de policía.

Empieza el juicio

Metimos aAramburu en un dormitorio, y ahí mismo esa noche le iniciamos el juicio. Lo sentamos
en una cama y Fernando le dijo:

  
 General Aramburu, usted está detenido por una organización revolucionaria peronista, que
lo va a someter a juicio revolucionario.
  
 Recién ahí pareció comprender. Pero lo único que dijo fue: -Bueno.

Su actitud era serena. Si estaba nervioso, se dominaba. Fernando lo fotografío así, sentado en la
cama sin saco ni corbata, contra la pared desnuda. Pero las fotos no salieron porque se rompió el
roIlo a la primera vuelta.

Para el juicio se utilizó un grabador. Fue lento, fatigoso, porque no queríamos presionarlo ni
intimidarlo, y él se atuvo a esa ventaja, demorando la respuesta a cada pregunta, contestando :"No
sé': "De eso no me acuerdo"; etc...

El primer cargo que le hicimos fue el fusilamiento del general valle y los otros patriotas que se
alzaron con él el 9 de junio de I 956. AI principio pretendió negar. Dijo que cuando sucedió eso, él
estaba en Rosario. Le leímos sílaba a sílaba los decretos 10.363 y 10.364, firmados por él,
condenando a muerte a los militares sublevados. Le leímos las crónicas de los fusilamientos de los
civiles en Lanús y José León Suárez.

No tenía respuesta. Finalmente reconoció: "Y bueno, nosotros hicimos una revolución y cualquier
revolución fusila a los contrarrevolucionarios" :

Le leímos la conferencia de prensa en que el almirante Rojas acusaba al general Valle y a los suyos
de marxistas y de amorales. Exclamó: `¡Pero yo no he dicho eso!': Se le preguntó si, de todos
modos, lo compartía. Dijo que no. Se le preguntó si estaba dispuesto a firmar eso. El rostro se le
aclaró, quizás porque pensó que la cosa terminaba ahí.

"Si era por esto, me lo hubieran pedido en mi casa; dijo, e inmediatamente firmó una declaración en
que negaba haber difamado a Valle y los revolucionarios del 56.
Esa declaración se mandó a los diarios y creo que apareció publicada en Crónica.

El proyecto del GAN

El segundo punto del juicio a Aramburu versó sobre el golpe militar que él preparaba y del que
nosotros teníamos pruebas. Lo negó terminantemente. Cuando le dimos datos precisos sobre su
enlace con un general en actividad, dijo que era "un simple amigo' : Sobre ésto, frente al grabador,
fue imposible sacarle nada. Pero apenas se apagaba el grabador, compartiendo con nosotros una
comida o un descanso, admitía que la situación del régimen no daba paro más, y que sólo un
gobierno de transición -que él se consideraba capacitado para ejercer- podía salvar la situación. Su
proyecto era, en definitiva, el proyecto del GAN, que luego impulsaría Lanusse: la integración
pacifica del peronismo a los designios de las clases dominantes.

Eva Perón

Es posible que las fechas se me confundan, porque los que Ilevamos el juicio adelante fuimos tres:
Fernando, el otro compañero y yo. Ramus iba y venía continuamente a Buenos Aires. De todas
maneras creo que el tema de Evita surgió el segundo día del juicio, el 3 I de mayo. Lo acusábamos,
por supuesto, de haber robado el cadáver. Se paralizó. Por medio de morisquetas y gestos bruscos se
negaba a hablar, exigiendo por señas que apagáramos el grabador. Al fin. Fernando lo apagó.

"Sobre este tema no puedo hablar'; dijo Aramburu, "por un problema de honor. Lo único que puedo
asegurarles es que ella tiene cristiana sepultura' :

Insistimos en saber qué había ocurrido con el cadáver. Dijo que no se acordaba. Después intentó
negociar: él se comprometía a hacer aparecer el cadáver en el momento oportuno, bajo palabra de
honor.

Insistimos. AI fin dijo: `Tendría que hacer memoria".

`Bueno, haga memoria".

Anochecía. Lo llevamos a otra habitación. Pidió papel y lápiz. Estuvo escribiendo antes de
acostarse a dormir. A la mañana siguiente cuando se despertó, pidió para ir la baño. Después
encontramos allí unos papelitos rotos, escritos con letra temblorosa.

volvimos a la habitación del juicio. Lo interrogamos sin grabador. A los tirones contó la historia
verdadera: el cadáver de Eva Perón estaba en un cementerio de Roma, con nombre falso, bajo
custodia del Vaticano.

La documentación vinculada con el robo del cadáver estaba en una caja de seguridad del Banco
Central a nombre del coronel Cabanillas. Más que eso no podía decir, porque su honor se lo
impedía.

La sentencia

Era ya la noche del 1 °. Le anunciamos que el Tribunal iba a deliberar. Desde ese momento no se le
habló más.

Lo atamos a la cama. Preguntó por qué. Le dijimos que no se preocupara. A la madrugada Fernando
le comunicó la sentencia:
-General el Tribunal lo ha sentenciado a la pena de muerte a ser ejecutada en media hora.

Ensayó conmovernos. Habló de la sangre que nosotros, muchachos jóvenes, íbamos a derramar.

Cuando pasó la media hora lo desamarramos, lo sentamos en la cama y le atamos las manos a la
espalda.

Pidió que le atáramos los cordones de los zapatos. Lo hicimos. Preguntó si se podía a afeitar.
Le dijimos que no habla utensilios. Lo llevamos por el pasillo interno de la casa en dirección al
sótano. Pidió un confesor. Le dijimos que no podíamos traer un confesor porque las rutas estaban
controladas.

`Si no pueden traer un confesor ¿cómo van a sacar mi cadáver?' :

Avanzó dos o tres pasos más.

"¿Qué va a pasar con mi familia?" preguntó.

Se le dijo que no había nada contra ella, que se le entregarían sus pertenencias.

El sótano era tan viejo como la casa, tenía setenta años. Lo habíamos usado la primera vez en
febrero del 69, para enterrar los fusiles expropiados en el Tiro Federal de Córdoba. La escalera se
bamboleaba. Tuve que adelantarme para ayudar su descenso.

"Ah, me van a matar en el sótano'; dijo.

Bajamos. Le pusimos un pañuelo en la boca y lo colocamos contra la pared. El sótano era muy
chico y la ejecución debía ser a pistola.

Fernando tomó sobre sí la tarea de ejecutarlo. Para él, el jefe debía asumir siempre la mayor
responsabilidad. A mi me mandó arriba a golpear sobre una morsa con una llave, para disimular el
ruido de los disparos.

- General- dijo Fernando-, vamos a proceder.

-Proceda- dijo Aramburu. Fernando disparó la pistola 9 milímetros al pecho. Después hubo
dos tiros de gracia con la misma arma, y uno con una 45.

Fernando lo tapó con una manta.

Nadie se animó a destaparlo mientras cavábamos el pozo en que ibamos a enterrarlo.

Después encontramos en el bolsillo de su saco lo que había estado escribiendo la noche del 31.
Empezaba por un relato de su secuestro y terminaba con una exposición de su proyecto
político.Describía a sus secuestradores como jóvenes peronistas bien intencionados pero
equivocados.Eso confirmaba a su juicio, que si el país no tenía una salida institucional, el
peronismo en pleno se volcaría a la lucha armada.La salida de Aramburu era una réplica exacta del
GAN de Lanusse.

Este manuscrito y el otro en que Aramburu negaba haber difamado a Valle, fueron capturados por
la policía en el allanamiento a una quinta en González Catán.
El gobierno de Lanusse no los dio a publicidad

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Repercusiones en el país
Historia integral de la Argentina - Félix Luna, Fascículo 96, páginas 191O y 1911- Ilda.
Edición - I998.

.. .A principios de 1970 el grupo (Montoneros) seguía siendo muy reducido, no contaba con más de
una docena de miembros, incluyendo la incorporación de Emilio Maza e Ignacio Vélez en Córdoba,
y de Norma Esther Arrostito (una de las pocas militantes provenientes del comunismo), Capuano
Martínez y Carlos Maguid en Buenos Aires. Según los usos que iban configurando el extraño
"Código de Honor" de este tipo de organizaciones, no podía demorarse la producción de un acto
espectacular para darse a conocer, una prueba casi inciática que los consagrara como un núcleo
combatiente digno de respeto ante los ojos del pueblo y que le permitiera comprender, por esta vía,
la magnitud del drama social argentino.

Esta prueba fue cumplida con un éxito que sobrepasó las esperanzas de Montoneros, el 29 de mayo
de I 970 (Día del Ejército Argentino). Ese día en la mañana, Maza y Abal Medina, vestidos con
uniformes militares secuestraron de su domicilio al general Pedro Eugenio Aramburu y lo Ilevaron
en automóvil hasta una estancia propiedad de familiares de Carlos Ramus en la localidad de Timote,
en el oeste de la provincia de Buenos Aires.

Allí fue sometido a un juicio. Se le imputó la responsabilidad de los fusilamientos de junio de 1956
y de la desaparición del cadáver de Evita. Aramburu fue sentenciado a muerte y ejecutado con un
disparo en la cabeza el 2 de junio. El éxito del "Operativo Pindapoy" había sido total La opinión
pública, incrédula al principio, con estupor después, leyó los cinco comunicados con que
Montoneros marcó la secuencia de los hechos. El último de ellos hacía la presentación de la
organización, una unión de hombres y mujeres profundamente argentinos y peronistas, listos para
luchar con el fusil en la mano por la devolución del poder a Perón y su pueblo y la construcción de
una nación justa, libre y soberana.

Revista Gente

Enero de 1985

INVESTIGACIÓN 1963-1973

LA DÉCADA QUE CAMBIÓ AL PAÍS, CAPÍTULO VII

Periodista Horacio de Dios

Comienzan los sangrientos años 70... y la resignación o complicidad que muchos iban tomando ante
la violencia creciente, la ambigüedad para tomar una posición dura de rechazo, la forma en que se
incubaron todos los demonios, tiene una dualidad que no debe perderse de vista. No sólo caía
Onganía en 1970 sino que la irracionalidad del magnicidio en el asesinato del general Pedro
Aramburu (como el año antes Vandor) crecería geométricamente en los sangrientos años setenta.

La Nación
26 de noviembre de 1972 - Declaraciones del Tte. Grl. Perón al regreso a Ia Argentina en
1972, en una conferencia de prensa a corresponsales extranjeros.

En este sentido, la guerrilla es el escape natural de los pueblos oprimidos, porque generalmente las
violencias populares son provocadas por las violencias gubernamentales. Las guerrillas se explican
en Ia Argentina porque... una de las mayores fortunas que tiene la República Argentina en estos días
es disponer de una maravillosa juventud, esclarecida, valiente y patriótica... Las guerrillas son
siempre movimientos espontáneos de los pueblos. Nadie puede organizar guerrillas si no existe el
caldo de cultivo necesario para que ellas proliferen...

La alternativa propuesta por Perón, para el caso de que no se le entregara el poder, era de una
violencia total. "Si yo hubiera previsto - dice - lo que iba a pasar (en 1955), entonces hubiera
fusilado a medio millón o a un millón si era necesario.Tal vez ahora eso se produzca. Porque frente
a la contumacia de esta gente, va a venir un movimiento revolucionario o una guerra civil. Entonces
va a morir el millón". (El Terrorismo en la Historia Universal y en la Argentina, Ambrosio Romero
Carranza, 1980, página 183).

Expresiones del Dr. Ángel Federico Robledo (ministro de Defensa en la tercera presidencia
del general Perón) en un reportaje televisivo, (reproducción en La Nación Edición
Internacional, 4 de agosto de 1980), quien manifestó, entre otras cosas, lo siguiente:

Quedaron superadas (respecto al retorno de Perón a Ia Argentina) Ias dificultades que se podían
presentar con la juventud, que el general denominaba formaciones especiales, las cuales
sustentaban un enfoque abiertamente marxista-leninista y con directivas y aspiraciones
internacionales y en definitiva el peronismo (el Grl. Perón) aceptó su aporte. Eso me !o confesó un
día conversando e! general Perón, sencillamente porque eran los enemigos de sus enemigos, vale
decir, los tuvo que aceptor como aliados inevitables y esos aliados inevitables terminaron
resultando, a !a postre, aliados carísimos. (Guerra Revolucionaria en la Argentina 1959/1978, del
general de división Ramón Genaro Díaz Bessone, Círculo Militar, 3ra. Edición, Buenos Aires,
1996, página 115).

Derechos Humanos y Terrorismo

Ismael G. Montovio, Colección Humanismo y Terror, Ediciones Depalma, Buenos Aires I 980,
página 105.

No pretendemos hacer una reseña detallada de los 1025 atentados terroristas producidos en Ia
Argentina durante esta década (años 60 y 70) por los artífices de! terror, porque este comentario se
convertiría en una catálogo de hechos que el diario La Nación ocupó más de dos páginas con letra
menuda... La década importante de atentados comenzó con el secuestro y posterior muerte de
Aramburu, que conmovió a la opinión pública argentina, que se resistía a creer, sin embargo, que
ello era sólo el inicio de un largo y difícil ciclo en el cual nuestro país viviría una experiencia no
solamente inédita, sino sumamente amarga; nadie podía imaginar lo que ocurriría, y cuando
volvemos la mirada hacia atrás no podemos menos que Ilenarnos de horror al ver el desfile de
acontecimientos siniestros que se sucedieron.

Respecto del asesinato de Aramburu, conviene grabar muy bien el nombre de Firmenich, que ahora
está colaborando en Nicaragua y que se halla entre quienes pretenden que para él tengan vigencia
los derechos humanos; pues bien, en 1974, en declaraciones hechas junto con la Arrostito -otra
terrorista- a una revista montonera, relataron muchos episodios referidos al secuestro de Aramburu,
el juicio al que fue sometido, la sentencia que se le dictó y su posterior muerte; reconocen en la nota
la valentía y la entereza con que se condujo el alto jefe militar; lo que queremos destacar ahora es
que reconocieron públicamente su responsabilidad en los hechos, con pormenores suficientes para
detenerlos y procesarlos; demás está decir que nada de eso ocurrió, y tampoco se adoptó ninguna
medida en ese sentido desde los ámbitos oficiales, lo que puede ser considerado como una prueba
más de la complicidad existente. Recordemos también que en ese momento era presidente de la
República el general Juan Domingo Perón.

La Universidad de la Violencia

Gustavo Landívar, Colección Humanismo y Terror Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1980,
páginas 1 y 2

. . . El cordobazo marcó el clímax que viviría la Argentina a partir de ese momento y por más de
seis años. Su primer aniversario (29 de mayo de 1970) mostró hasta dónde podía Ilegar el
terrorismo. El secuestro y posterior asesinato del ex presidente de la República, teniente general
Pedro Eugenio Aramburu, sacudieron hasta sus raíces las estructuras de la Nación. Pero ni aquel
alzamiento ni este crimen fueron suficientes para que las autoridades y la ciudadanía misma
tomasen plena conciencia de los hechos que se avecinaban.

Fue precisamente a partir de aquella época en que los recintos universitarios fueron
transformándose en el campo de adoctrinamiento nihilista. Ideólogos y activistas podían actuar a
sus anchas, casi impunemente, pese al gobierno militar y al gobierno de las propias universidades.

La Razón

1970, Edición especial:

75 Aniversario ( 1905 - 1980), Historia Viva, (página 142)

16 de julio: la espera angustiosa inciada el 29 de mayo al conocerse la noticia del secuestro del
teniente general Pedro Eugenio Aramburu se cierra trágicamente ante el anuncio del hallazgo de su
cadáver. El país entero repudia este acto vandálico del extremismo, cometido contra un ciudadano
ilustre.

Clarín

3 de junio de 1970, página 25

Justicialismo: Condenamos sin reticencias el hecho.

El movimiento Nacional Justicialista dio a conocer una declaración donde condena sin reticencias el
hecho de que ha sido protagonista el teniente general Pedro Eugenio Aramburu, haciendo un
Ilamamiento a la conciliación nacional que debe conducir, como una cuestión de vida o muerte de
la Nación, al reconocimiento unánime del derecho del pueblo a gobernarse por sí mismo. La
declaración fue leída en una nutrida conferencia de prensa por Jorge Dávice Paladino, delegado
personal del ex presidente Perón y secretario general del movimiento, y en ella se sostiene que el
país está a un paso de la guerra civil, agregando que nadie tiene el derecho de esconder la cabeza en
un hoyo, como el avestruz, cuando lo que está en juego es el destino de la patria.

De la U.C.R.

Rosario,Agencia Clarín, 3 de junio de 1970


Juan Carlos Mare y Rubén Horacio Martínez, suscriben una declaración hecha pública del Comité
Departamental de la U.C.R del Pueblo en la que dirigida a la ciudadanía se advierte que lo que está
ocurriendo desde hace tiempo en el país -asesinatos, raptos, secuestros, asaltos, terrorismos, etc:
significa expresión de la violencia producida por organizaciones perfectamente establecidas a las
que el gobierno es impotente para controlar, evitar o extinguir, y todos estos hechos culminan con
un acto de extrema gravedad como es el secuestro del Tte. Grl. Pedro Eugenio Aramburu.

Clarín 3 de junio de 1970, página 26

C.G.T.: No podemos convalidar ese procedimiento repudiable

También en la Confederación General del Trabajo tuvo naturalmente repercusión el secuestro del ex
presidente provisional, teniente general Pedro Eugenio Aramburu. Ello dio origen a que la comisión
nacional reorganizadora y normalizadora celebrara anoche reunión extraordinaria, para fijar
públicamente posición, haciendo una exhortación en general y, en especial, a los trabajadores a
mantener la serenidad e impedir el caos que se pretende sembrar en el país. La reunión estuvo
presidida por el dirigente Estanislao Rosales, y contó con la presencia de representantes de todos los
sectores que componen la conducción provisoria, a cuyo término dio un comunicado oficial.

En dicho comunicado se enfatiza que:. .... el pueblo trabajador no puede convalidar procedimientos
repudiables para dirimir diferencias políticas, así como tampoco legitimar revanchismo y odios.
Agregando que: que ante la convicción de hallarnos frente a una provocación de inspiración
foránea, tanto en sus formas como en sus propósitos, es necesario que los sectores nacionales
estrechemos filas para impedir que el caos que se pretende sembrar sobre el país, sea el campo
propicio para las aventuras de quienes, sin reparar en medios, procuran resucitar las divisiones del
pasado o de aquellos que tratan de imponernos formas de vidas extrañas a nuestro sentir.

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Repercusiones en el exterior
Clarín 2 de junio de 1970, página 19

En Chile

1 de junio, Agencia AFP

El crimen de que es víctima el ex presidente provisional de Argentina, teniente general Pedro


Eugenio Aramburu, es doblemente odioso, dice en su editorial de hoy el matutino La Tercera. -
Puntualiza que el secuestro del general Aramburu merece ampliamente Ilegar a la claridad rodeado
del respeto y adhesión de sus conciudadanos. Agrega además dicho periódico chileno que la
Argentina, sabe que gracias a las convicciones y a la firmeza de carácter del general Aramburu
pudieron celebrarse elecciones libres.

En Colombia

I de junio, Agencia ANSA

El periódico El Tiempo en su editorial de hoy, dice:


Justamente conmovida se encuentra la opinión pública no sólo argentina sino del continente por el
secuestro ocurrido el viernes pasado en Buenos Aires, del Grl. Pedro Eugenio Aramburu.

Clarín

3 de junio de 1970

La personalidad del teniente general Pedro Eugenio Aramburu ha dado lugar a que el hecho que es
de público conocimiento, tenga resonancia mundial. Todos los órganos de información y de
difusión condenan el secuestro, así como también los actos de terrorismo. Los más importantes
países del viejo mundo y los de América latina reflejan a través de los columnistas de la prensa el
estupor que ha provocado el secuestro del ex presidente de los argentinos.

En Inglaterra

2 de junio, Agencia NSA

El diario Financial Times escribe hoy en una correspondencia sobre el rapto del general Pedro
Eugenio Aramburu, ex presidente argentino, que la eventualidad más preocupante de este episodio
es el espectro de nuevos actos de violencia entre peronistas, radicales y quienes apoyan a las fuerzas
armadas.

En Bolivia

2 de junio, Agencia Reuter

El matutino católico Presencia en su editorial de hoy afirma:

Tenemos que acabar con estas prácticas de violencia, secuestros y represalias porque ya sabemos
que no conducen a ninguna solución constructiva y duradera.

En Santo Domingo

2 de junio, Agencia Reuter

El matutino Listín Diario dice hoy en su editorial que: El secuestro del ex presidente de los
argentinos general Pedro Eugenio Aramburu, señala a América como fortísimo aspirante al
campeonato mundial del salvajismo.

En Brasil

1 de junio, Agencia EFE

En primera plana y con gran despliegue, el periódico Última Hora dice:

Guerrilla peronista tiene horas para fusilar al general Aramburu.

El diario Journal do Brasil

del 2 de junio dice:


Se asiste a una escalada de terror, que culmina ahora con el execrable recurso del secuestro de un
hombre público, retirado del poder. Cualquiera sea el epílogo de este episodio, el terrorismo
demuestra una vez más que no propone ninguna solución.

En Venezuela

I de junio, Caracas, Agencia ANSA

Destaca que el hecho es deplorable (expresión del canciller Arístides Calvani).

En Uruguay

2 de junio, Montevideo, Agencia Clarín

Además de la violencia desatada en esta capital en la lucha con la organización de conspiradores


(Tupamaros) ha conmocionado también la noticia del secuestro del general Aramburu. Además de
este hecho y en íntima relación con el mismo, en el día de ayer (1 de junio), en las últimas horas de
la tarde se recibió en la Embajada Argentina en la ROU la siguiente Ilamada "Nosotros tenemos
prisioneros a Aramburu aquí en Uruguay".

Dijeron que a las 15 horas iban a recibir en la sede de la nombrada Embajada otra Ilamada
haciéndoles saber el lugar en que dejaremos, para que la retiren, una cinta magnetofónica en la que
hemos grabado un mensaje del General, para certificar lo que estamos diciendo.

La voz misteriosa añadió que junto a la cinta dejaría una carta con las condiciones exigidas para
poner en libertad al ex presidente: Se identificó como integrante de la organización FARO (Fuerzas
Armadas Revolucionarias Orientales). Agregó, además, nosotros no somos los autores del
secuestro. Aramburu fue secuestrado por una organización argentina, lo sacaron de Buenos Aires
Ilevándolo a La Plata de allí lo trasladaron en una avioneta hasta un lugar del Uruguay. Aramburu
nos fue confiado a nosotros (FARO) en custodia.

Los hechos posteriores demostraron que estas informaciones transmitidas a nuestra Embajada en la
República Oriental del Uruguay eran una maniobra de distracción de la propia organización
Montoneros, o un oportunismo aprovechado

por la organización FARO. De cualquier manera la opinión pública uruguaya, que sentía hondas
simpatías por el ex presidente secuestrado, mostró una natural congoja sobre la presunta presencia
del general Aramburu en tierra uruguaya y que allí fuese ajusticiado.

En España

I de junio, Madrid Agencia AFP

Personas allegadas a Juan Domingo Perón desmintieron hoy aquí que el general ex Presidente haya
lanzado un Ilamamiento a los secuestradores del general Aramburu para que no lo maten.

El viernes, Perón había dicho que el secuestro de Aramburu le era totalmente ajeno y que no
intervendría de modo alguno en el caso.

3 de junio, Madrid, Agencia AFP


El ex presidente de la Argentina, Juan Domingo Perón, que vive exiliado en Madrid, negó hoy toda
vinculación con el secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu, en declaraciones a esta agencia.

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ROBO DEL FERETRO DEL TTE. GRL. PEDRO EUGENIO ARAMBURU

El martes 15 de octubre de 1974, entre las 18:00 y 18:30 horas un grupo extremista integrado
aproximadamente por veinte individuos, entre hombres y mujeres, se apoderaron del féretro con los
restos del ex presidente provisional de la Nación, Tte. Grl. Pedro Eugenio Aramburu, que se hallaba
en su bóveda en la Recoleta. En la calle central del cementerio y en el mausoleo del Tte. Grl. Pablo
Riccheri, apareció estampada la palabra Montoneros. El operativo de los subversivos no habría
durado más de quince minutos. El féretro abandonado en una camioneta apareció el mismo día que
trajeron al país los restos de Eva Perón.

La revista Gente comentó el hecho como: Un canje siniestro, vergonzoso, en un escenario donde se
habían sobrepasado todas las barreras morales.

El Dr. Eugenio Aramburu, hijo del Tte. Grl., en una declaración expresó lo siguiente:

"La profanación de los restos de mi padre y los crímenes que se cometen a diario son consecuencia
del estado de impunidad en que vivimos.

Estamos desamparados frente al crimen y a merced de bandas asesinas.

La república y el régimen democrático no se agotan en el juego normal de las instituciones. Ellas


son sólo un medio para asegurar la justicia, la verdad, un régimen civilizado de vida que afirme la
dignidad del hombre.

Siento que guardar silencio a esta altura de los acontecimientos significaría hacerme cómplice de
quienes por cobardía o especulación reniegan de la verdad, obstruyen la acción de la justicia
fomentando así el descreimiento en las instituciones republicanas.

Los argentinos necesitamos creer en las leyes y en quienes las aplican. Pero los que ejercen el
poder e invocan la paz y pregonan la vigencia de las leyes y de las instituciones, si todo eso lo
quieren y de veras lo respetan, están obligados a buscar y declarar la verdad y demostrar que la
ley y la justicia rigen para todos, cualquiera fuera su ideología y posición social. Es por eso que
pregunto:

1) Qué disposiciones se tomaron respecto de los responsables de las publicaciones en que se


describe el secuestro y el ase-sinato de mi padre y sus actos terroristas? (EL Dr. Aramburu se
refiere concretamente a la publicación La Causa Peronista del 3 de setiembre de 1974, en la cual
Mario Firmenich y Norma Arrostito cuentan cómo secuestraron y asesinaron al Tte. Grl.
Aramburu).

2) Se investigó la autenticidad de la carta atribuida al ex presidente Juan Domingo Perón por los
protagonistas del relato mencionado en la pregunta anterior y por lo que se pretende involucrarlo
en el crimen?

3) La organización que se adjudica el asesinato de mi padre publicó una lista de los crímenes
cometidos después del 25-5-73 2 . Por qué no fue declarada, como otras, fuera de la ley?
4) Cómo se explica la impunidad con que operan las bandas que asesinan, roban y asolan al país?

Los poderes públicos tienen la obligación moral de dar inequívoca respuesta a los interrogantes
propuestos". (Era presidente de la Nación la señora de Perón).

Revista Trespuntos

5 de agosto de 1998, páginas 81, 82 y 83

Una de las periodistas de la citada revista, Claudia Acuña, en un artículo titulado Verbitsky:

El Ciudadano, relata los pormenores de una entrevista personal que le efectuó a Horacio Verbitsky.
Fragmentos de dicha entrevista se transcriben a continuación:

Acuña: en este libro Ud. reproduce un artículo sobre aquel encuentro en el programa de Bernardo
Neustadt entre la conducción de Montoneros y el hijo del asesinado general Aramburu. Si hay un
sentimiento que trasluce esa crónica es uno: bronca.

Verbitsky: Sí. Me impresionó mucho ese encuentro. Esos Montoneros habían sido mis
compañeros de militancia y, por decirlo en términos de entonces, ese hombre era el hijo del
enemigo. Y la verdad es que en ese encuentro hubo una diferencia tan abismal de integridad,
dignidad e inteligencia a favor de Aramburu... Voy a decirle algo más. A mí me impresionó
profundamente el episodio del asesinato de Aramburu. Me impresionó el relato de la escena de su
último deseo. Cuando se lo preguntan, Aramburu expresa el deseo de que le aten los cordones
de los zapatos. Y Firmenich se agacha y se los ata, sin siquiera darse cuenta de lo que estaba
ocurriendo. Creo que hay en esa escena una metáfora espantosa que me persigue desde hace
muchos años. Me parece que es la mejor representación del error trágico que significó el
rumbo que posteriormente tomó la organización Montoneros.

Acuña: ¿Por qué cree que gente ton sensible e inteligente como Walsh o Urondo se dejó dar
órdenes por ese atador de cordones?

Verbitsky: Esa es una de las perplejidades más grandes de mi vida. ¿Cómo puede ser que
gente de ese nivel intelectual y moral pudiesen ser reconocidos por nosotros como
conducción? Y la única explicación que tengo es la clandestinidad. La clandestinidad diluía las
aristas personales. Uno se relacionaba con la organización, no con Firmenich, Perdía o Vaca
Narvaja. La conducción se expresaba a través de documentos, no de gestos.

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Teniente

MARIO CESAR ASÚA

Nació el 18 de mayo de 1942, en Ramos Mejía provincia de Buenos Aires e ingresó al Colegio
Militar de la Nación el 12 de marzo de 1962, de donde egresó como Subteniente de infantería el 17
de diciembre de 1965.

Su primer destino fue el Regimiento 2 de Infantería Aerotransportado, siendo trasladado en


diciembre de 1970 a la Compañía de Policía Militar de Campo de Mayo, donde revistaba cuando
fue asesinado el 29 de abril de 1971, en Pilar provincia de Buenos Aires. Estaba casado con la
señora Elsa Sonia Gardella.
Siendo aproximadamente las 18 horas del citado 29 de abril, el teniente Asúa alcanzaba las
proximidades de Pilar (provincia de Buenos Aires), en un camión militar que transportaba
armamento y munición desde el Arsenal José María Rojas, sito en la localidad de Holmberg,
provincia de Córdoba, hasta la Guarnición de Campo de Mayo.

La custodia que comandaba el teniente estaba compuesta por dos suboficiales y seis soldados, que
viajaban en la caja del vehículo. Al alcanzar una zona despoblada próxima al puente sobre el
río Luján, en la ruta nacional número 8, un camión particular proveniente de un camino
secundario se cruzó bruscamente delante del vehículo militar, mientras otro lo embestía desde
atrás, dejándolo así inmovilizado y logrando sorprender a su personal.

Aproximadamente unos treinta terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR),


entre los que había algunas mujeres, surgen de ambos lados de la ruta, con pistolas y pistolas
ametralladoras, intimando a la custodia a que levantara las manos. El teniente Asúa, que viajaba
en la cabina del camión, intentó reaccionar respondiendo con su pistola, pero cae herido por
una ráfaga que también alcanza al soldado Alberto Hugo Vacca, conductor del vehículo.

Al iniciarse la agresión, otros terroristas con uniformes de la policía detenian a cierta distancia a los
pocos vehículos particulares que circulaban, quitándoles las llaves de contacto para bloquear la ruta.
Se formó así una larga columna de vehículos cuyos ocupantes ignoraban lo que pasaba, cosa que
luego facilitó la huida de los terroristas.

Mientras tanto, luego de dominar a la custodia, el resto de los subversivos trasladaron las armas y la
munición a una pick up, que previamente habían robado, al igual que los dos camiones empleados
para detener al camión militar. Luego se dieron a la fuga en automóviles particulares, esparciendo
clavos miguelitos para dificultar aún más su persecución.

El teniente Asúa falleció antes de poder ser asistido y fue ascendido post mortem al grado de
teniente 1ro.

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Soldado

HUGO ALBERTO VACCA

Nació el 3 de mayo de 1950. Cumplía su servicio militar en la Compañía de Policía Militar 201, de
la Guarnición Campo de Mayo, provincia de Buenos Aires y el 29 de abril de 1971 formaba parte
de la custodia de transporte de armas bajo el mando del teniente Mario Cesar Asúa.

En las actuaciones que se labraron con motivo de dichos hechos, consta su declaración en la que
dice que a raíz del choque frontal inicial, fue a dar contra el piso de la cabina del camión y al querer
incorporarse para hacer uso del arma que tenia en su poder, notó que le era imposible, sintiendo al
mismo tiempo un fuerte dolor abdominal. Las ráfagas de pistola ametralladora que ultimaron al
teniente Asúa, lo habían alcanzado a él también.

Al mismo tiempo observó que desde la parte posterior del camión militar, eran encañonados, él y el
resto de los soldados por las armas de los subversivos atacantes.

La grave herida recibida le produjo una paraplejía definitiva, falleciendo cuatro años más
tarde, el 5 de febrero de 1975.
La organización terrorista ejecutora del asalto, mediante un llamado telefónico anónimo, hizo saber
la dirección de una casa desocupada frente a la cual había dejado un comunicado, refrendado por
las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Su texto entre otras cosas
decía:

"A nuestro pueblo. Este nuevo golpe de nuestros comandos, está dirigido á
rescatar las armas que el Ejército (brazo armado de la oligarquía) usa
contra el pueblo y que éste a través de sus combatientes recupera para
proseguir con mayor intensidad la construcción del ejército popular...".

Las crónicas posteriores informaban que al sepelio del teniente Mario César Asúa, concurrió el
presidente de la Nación Teniente General Alejandro Agustín Lanusse, quien, al arribar el cortejo
fúnebre al cementerio de Chacarita, trasladó el ataúd junto con otros oficiales superiores hasta el
peristilo de esa necrópolis, en una actitud que reafirmaba el homenaje del Gobierno al caído y el
compromiso que asumiera de erradicar el flagelo subversivo.

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Mayor

JULIO RICARDO SAN MARTINO

Nació en Córdoba el 4 de marzo de 1922 e ingresó al Colegio Militar de la Nación el 16 de agosto


de 1938, de donde egresó como subteniente de infantería el 22 de diciembre de 1942.
Posteriormente cursó la Escuela Superior de Guerra, obteniendo el título de Oficial de Estado
Mayor.

El 2 de abril de 1958 pasó a situación de retiro a su solicitud, con el grado de Mayor.

Radicado en la ciudad de Córdoba se desempeñó en distintos cargos dentro de la policía provincial.


Primero desempeñó su Jefatura y desde el 16 de junio de 1971 la Dirección General del Servicio
Penitenciario, en cuyo ejercicio lo sorprendió la muerte.

También ejerció la docencia en la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Católica


Argentina, donde dictó las materias de Geopolítica y Defensa Nacional, desempeñándose además
como Subdirector durante 1970. Estaba casado con la señora Emmy Lidia Garbino Fudickar y
tenían tres hijas.

Fue asesinado el 29 de julio de 1971, en Córdoba y ascendido post mortem al grado de teniente
coronel.

El atentado se produjo a las 13:15 horas de ese día, cuando llegaba a su domicilio, en la calle
Isabel La Católica de aquella ciudad; fue sorprendido por un grupo que se trasladaba en una
camioneta, de donde partió un disparo de escopeta que lo ultimó en forma instantánea.

Los autodenominados Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Fuerzas Armadas Revolucionarias


(FAR) y Montoneros, distribuyeron un extenso comunicado conjunto, fechado el 3 de agosto
de ese año, para fundamentar la "máxima sentencia" dictada contra Julio Ricardo San
Martino. Expresan:

"Nuestro pueblo ya lo había juzgado, pero los tribunales del régimen no


están hechos para interpretar ni ejecutar las sentencias populares...Las
organizaciones armadas peronistas hemos aplicado otra justicia; la
justicia revolucionaria".

Posteriormente, la revista Estrella Roja, órgano de prensa y propaganda del ERP, en su N° 5 del
mismo mes de agosto, publica su adhesión. Luego de relatar y fundamentar el asesinato del mayor
San Martino, dice:

"El ERP se solidariza con la acción de las organizaciones hermanas FAP,


Montoneros y FAR y les hace Ilegar su saludo revolucionario".

En el ejemplar N° 6, correspondiente a setiembre siguiente, dicha revista repite el comunicado


conjunto antes mencionado de las autodenominadas organizaciones armadas peronistas.

El diario La Prensa del 30 de julio de ese año, en su página 11 informa que:

"La Universidad Católica de Córdoba dio a publicidad una comunicación en


la que destaca que el mayor San Martino era un distinguido docente de la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, al frente de cuyas cátedras de
geopolítica y defensa nacional se encontraba desde la fundación de éstas".

Más adelante expresa:

"Su muerte, además de enlutar a esta universidad merece el mayor repudio


de toda la comunidad, a la cual el mayor San Martino sirviera con
autenticidad y patriotismo, desde sus funciones de Jefe de Policía de la
Provincia".

Este mismo diario, en otro espacio publica que:

". . . el Gobierno de la Provincia, dio a conocer un decreto por el cual se


adhiere al duelo provocado por el fallecimiento... y dispone que el ministro
de Gobierno, Dr. Pedro E Oviedo Jocou, hable en el acto de sepelio".

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General de Division

JUAN CARLOS SANCHEZ

El General Sánchez nació en Villa Guillermina (Provincia de Santa Fe), el 25 de setiembre de 1919.
Ingresó en el Colegio Militar de la Nación el 02 de marzo de 1937, egresando como Subteniente de
Infantería el 19 de diciembre de 1940. Curso la Escuela Superior de Guerra de donde egresó como
Oficial de Estado Mayor, en diciembre de 1953. Se desempeñó más tarde como Agregado Militar a
la Embajada Argentina en Italia en los años 1961 y 1962, donde fue condecorado con la Orden al
Mérito en el Grado de Caballero Oficial por el Gobierno de esa República.

El General Sánchez estaba casado con la señora OLGA LIS DEL VALLE HERRERA y era padre
de tres hijos.

Fue asesinado el 10 de abril de 1972, mientras se desempeñaba como Comandante del Cuerpo
de Ejército II, con asiento en Rosario y fue ascendido al grado de Teniente General "Post
Mortem".
El mismo día de su fallecimiento, también fue asesinado el gerente de FIAT Argentina Dr.
Oberdan Sallustro, quien había sido secuestrado tres semanas antes.

El atentado contra el citado General puso en manifiesto por parte de los victimarios una minuciosa
preparación, sin dejar nada a la improvisación.

El 10 de abril en horas de la mañana el General se dirigía a la sede de su Comando, como lo hacía


habitualmente, con ligeras variantes en los que ha recorrido se refería. El vehículo con que se
desplazaba era conducido por el Suboficial Juan Barreneche, por la calle Alvear. Al llegar a la calle
Córdoba fue abordado por un automóvil Peugeot mientras que un rastrojero se cruzaba adelante, lo
que obligó al vehículo que transportaba al general a disminuir la velocidad. En esta circunstancia
del vehículo agresor (Peugeot) se desplazó el techo corredizo y por la abertura emergió un
individuo armado con una fusil automático liviano (FAL) que disparó una ráfaga contra el General
Sánchez quien fue alcanzado por varios disparos que dieron todos en la espalda, cayendo tendido en
el piso de la parte trasera del vehículo e hiriendo de gravedad también al conductor.

Los disparos efectuados por los elementos subversivos alcanzaron también a la Sra. DORA
CUCCO de AYALA, que atendía un puesto de venta de diarios y revistas en la esquina donde
se produjo el atentado, falleciendo como consecuencia de las heridas recibidas.

Las organizaciones subversivas terroristas que cometieron el atentado fueron el autodenominado


"Ejército Revolucionario del Pueblo" (ERP) y la "Fuerzas Armadas Revolucionarias" (FAR),
quienes, en forma conjunta, dejaron un comunicado en el Monumento a la Bandera, adjudicándose
el asesinato del General Sánchez.

Posteriormente en la Revista "Estrella Roja" del ERP, en su N° 12 que señalaba todos los actos
terroristas producidos durante marzo y abril del corriente año (l972) se incluyó un comentario sobre
el asesinato llevado a cabo "conjuntamente con la organización hermana FAR, al que
denominaran ejecución de la sentencia que el pueblo le había impuesto".

Las repercusiones de este hecho fueron muchas, tanto del ámbito gubernamental como de casi todos
los MCS y distintas organizaciones sectoriales.

El diario La Nación decía:

"Algo inesperado que conmovió a la ciudad (de Rosario) en sus más diversas manifestaciones
fue el atentado perpetrado contra la más alta autoridad del Ejército en Rosario, el General Juan
Carlos Sánchez, militar de prestigio y antecedentes de valor que le daban significación a través
de su distinguida carrera".

El mismo periódico en su edición del martes 11 de abril de aquel año, destaca en su página 10 la
personalidad del General Sánchez, diciendo "Ha sido asesinado un soldado en cuya espada podía
confiarse la República. Lo que significa para todos nosotros la pérdida de este servidor resuelto a
las instituciones del país, lo suspendieron con exactitud estremecedora quienes abatieron su vida.
Hoy todo un símbolo de este holocausto compartido como consecuencia del acto vesánico de la
mañana de ayer, en una calle de Rosario, las víctimas son un General de la Nación, un
Suboficial del Ejército y una modesta mujer del pueblo. Mucho antes de esta tragedia múltiple, a
partir, precisamente de la primera expresión criminal de un movimiento subversivo que cabalga
sobre la política por los caminos de la delincuencia, debía saberse que nadie en particular,
absolutamente nadie, sino el pueblo como entidad colectiva, era la víctima propiciatoria de furia
absurda....."
"Pero, ha sido víctima, a un mismo tiempo, como si el destino hubiera querido a cualquier costo
marcar a fuego, ante los ojos impávidos de los indiferentes, que el peligro es colectivo, quien
nada ni nadie está a salvo cuando hay voluntades decididas a arremeter contra la República, ha
sido víctima también, decimos, una humilde trabajadora".

En otro comentario, bajo el título La subversión y el militar desaparecido, La Nación destaca "su
actitud enérgica ante el extremismo", diciendo también que el General Sánchez, "censuró
aquellos que apelan a la violencia para imponer sus ideas, ........ quieren masificar primero para
estructurar después un nuevo orden político social (cuyo verdadero estilo no se animan a
exponer integralmente ............. y se amparan en el contexto ético y jurídico de las formas
democráticas que pretenden sepultar ......... que paradójico resulta al confrontar la forma en que
ciertos argentinos cuestionan la legitimidad de las defensas con que se arma nuestra democracia
y en cambio de ello, como comparten, disculpan o silencian la represión del nuevo orden
marxista en Budapest, Praga y otros tantos lugares".

Termina el artículo señalando lo que el General asesinado, digiera en una reciente alocución,
referente a quienes "se solidarizan con los desviacionistas o guardan especulativos silencios que
no son otra cosa que artera complicidad".

El mismo diario La Nación define la situación del país con una cruda reseña de recientes actos de
terrorismo:

"La ola trágica de atentados terroristas –asesinatos, secuestros, robos y otros crímenes- cobró
caracteres de frecuencia y de índole política organizada en nuestro país en los últimos dos años.
Hubo antecedentes aislados anteriormente, pero los hechos fueron aparentemente producto de
una acción individual o, a lo sumo, por grupos reducidos, como en los casos del jefe de policía,
Ramón L Falcón; el gobernador de San Juan, Dr. Amable Jones; del senador Enzo
Bordabehere; de la señora Lastenia F Antoni de Gentiluomo, hechos a los que se atribuyen
motivos políticos y gremiales, como en el caso del gremialista Rosendo García, en una reyerta en
una pizzería de la ciudad de Avellaneda. Pero más recientemente las organizaciones clandestinas
terroristas se atribuyeron directamente otra serie de intentos contra la seguridad de las personas.
Corresponde recordar un casi centenar de copamientos de unidades policiales en todo el país y la
sucesión de los secuestros, como los de los cónsules Waldemar Sánchez del Paraguay, y Stanley
Silvester, de Gran Bretaña la interminable sucesión de policías asesinados en plena vía pública".

"Indudablemente el tono de esta época de violencia está dada por el secuestro y asesinato del
expresidente de la República, teniente general Pedro Aramburu, por el movimiento de los
Montoneros, ocurrido el 29 de mayo de 1970. El crimen del dirigente gremial Augusto Timoteo
Vandor, el 30 de junio de 1969, en la Unión Obrera Metalúrgica hecho que no se atribuyó sector
subversivo alguno y que marcó indudablemente la iniciación de la época de violencia actual.
Luego de Aramburu llegó la muerte en plena calle de José Alonso, el 27 de setiembre de 1970, a
pocas cuadras de su casa, en Colegiales. Era secretario general del gremio que agrupa a los
sastres. Podría decirse que a punto de iniciarse el juicio oral donde se pondría ante la justicia a
varios presuntos implicados en el caso Aramburu, el 14 de noviembre de 1970, fue asesinado a
tiros, en una estación de servicio de villa Urquiza; el subjefe de la División Asuntos Políticos de
la Policía Federal, subcomisario Osvaldo Sandoval, que había investigado, precisamente, el caso
Aramburu y otros hechos gremiales y terroristas en distintos puntos del país."

"Otros atentados contra las personas que suscitaron el interés público fueron el que se consumó
el 29 de marzo de 1970 contra el ingeniero Iouri Pivovarov, representante comercial de la
embajada rusa, consumado frente al garaje de Peña 2627; el fallido secuestro del niño Andrés
Keh Chi Chen, de 8 años hijo del agregado civil de la embajada de la República China, el 22 de
abril de 1970, en Martínez; el secuestro de Juan Andrés Carnevale (Hijo), el 19 de mayo de 1970,
liberado seis días después en La Reja, provincia de Buenos Aires; en La Plata, el 10 de julio de
1970, el escribano Juan Carlos Fernández Lecce –que resultó ileso-, secretario del juzgado del
Dr. Rómulo Dalmaroni, en el que se tramitó la causa por la desaparición del obrero Felipe
Vallese; el 7 de octubre de 1971, el grupo FAL secuestró al empresario Jorge Raúl Vázquez
Iglesias, liberado en Villa Devoto 36 horas después, tras el pago de 900.000 pesos".

"Así llega 1971, año en que la violencia fue en aumento de muy variadas formas. Un miembro
del Ejército el teniente Mario Cesar Asúa, fue muerto en pilar cuando traía de Córdoba en un
vehículo armas cortas y municiones. Al mismo tiempo que caían policías por un lado –casi medio
centenar-, también eran ultimados y detenidos terroristas de distintas organizaciones, que a su
vez tomaban represalias sangrientas. El 29 de julio el mayor Julio Ricardo Sammartino, jefe del
servicio penitenciario de Córdoba, fue muerto frente a su casa particular en aquella ciudad."

"En el último mes, la escalada del crimen político llegó a su punto cumbre: ayer Oberdan
Sallustro y el general Juan Carlos Sánchez, dos muertes acaecidas a pocos días de la del
dirigente político de la Nueva Fuerza Roberto Mario Uzal, asesinado al ser copado su domicilio
en Olivos, el 18 de marzo; y la del comandante principal de Gendarmería Pedro Agarotti, baleado
y muerto en el jardín de su domicilio de Quilmes, el 17 de marzo a poco más de un año de dejar
sus funciones de jefe de policía de Tucumán".

Declaraciones de distintos sectores sociales

Con un manifiesto repudio se hicieron públicas declaraciones de la Unión Industrial Argentina


(UIA); de Acción Coordinadora de las Instituciones Empresarias Libres (ACIEL) donde cabe
destacar cuando dice que "El caos perseguido es el medio al que se apela para imponer un régimen
totalmente contrario a las tradiciones y a la historia de los argentinos que quieren convivir como
seres civilizados en un estado de derecho".

La Confederación General Económica (CGE) "condena enérgicamente este hecho doloroso,


como todos los que vienen sucediéndose en contra de la vida y los bienes de los habitantes de
nuestro país y cuya autoría debe buscarse entre los integrantes de grupos que procuran impedir
que la Argentina alcance la normalización institucional a que todo el pueblo aspira", (haciendo
referencia indirecta al proceso preelectoral que se estaba instaurando y que culminó con la asunción
de un nuevo presidente electo, al siguiente año).

Según el diario La Nación, de la citada fecha Jorge Daniel Paladino ex delegado personal de
Perón y ex Secretario General del Movimiento Nacional Justicialista, luego de señalar que
"nuestro pueblo no tiene vocación terrorista", expresa que los dirigentes políticos están en mora en
lo relativo a denunciar la verdadera naturaleza de quienes perpetran tales agresiones. "Estamos,
dice, frente a un terrorismo de fraseología izquierdoide y de contenido netamente reaccionario".

"Al referirse a los terroristas, a quienes califica de neo – mafia el ex dirigente peronista señala que
"hay que desarmarlos, desarmando primero a sus apologistas e instigadores, a los que por miedo o
especulación hacen el juego al terrorismo antipopular".

La Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) dijo que "ante la ola de violencia criminal que
se abate sobre la República".... "expresa su rechazo total a estas formas deshumanizadas de la
acción política...".
"El Colegio de Abogados de Córdoba se identifica en el pensamiento de la Federación
Argentina de Colegio de Abogados y repudia la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones,
señalando "el estupor general producido por el acontecimiento ocurrido ayer en Rosario....."

La Asociación cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y el Movimiento Unión y


Reorganización Radical, suman su rechazo a la subversión, lo mismo que la Cámara Junior de
Buenos Aires.

El Presidente de la Nación, Tte. Grl. Agustín Lanusse convocó a los dirigentes políticos,
empresariales y gremiales de las distintas corrientes y sectores del país, para ratificarles la decisión
del Gobierno Nacional de continuar con toda firmeza el proceso de institucionalización de la
Nación, que desembarcaría en la convocatoria a elecciones presidenciales y posterior entrega del
poder, así como la más terminante condena a los hechos luctuosos ocurridos el día anterior.

A la reunión con los políticos concurrieron treinta dirigentes provenientes de todo el espectro
nacional y al término de la misma hicieron declaraciones.

El Dr. Ricardo Balbín, presidente del Comité Nacional de la U.C.R, dijo: "Nuestra posición
sobre la violencia y los motivos que la desencadenan es muy clara y muy conocida" ......... "son
estos, actos de violencia desesperados y no una escalada predeterminada".

El ex presidente Dr. Arturo Frondizi, entregó una declaración del Movimiento de Integración
y Desarrollo que él lideraba, que expresaba: "Consideramos el crimen político con toda la
fuerza de nuestro espíritu" ....... "Repudiamos, pues, la violencia individual estéril en la
búsqueda de soluciones y que nos precipita a los más cruentos enfrentamiento". "Repudiamos
también la violencia que ejerce el estado cuando se agobia al pueblo......"

El señor Ariel Dulevich Uzal de Nueva Fuerza, también entregó una declaración que "condena la
violencia sin condicionamiento de ninguna clase. No comparte en absoluto calculadas y
demagógicas declaraciones de dirigentes, grupos y partidos políticos tales como: "la violencia de
arriba justifica la de abajo", "repudiamos la violencia individual (pero no la organizada), estos
hechos se producen porque no se profundizó la resolución y otras similares"......El Estado "debe
atender a lo que fundamentalmente le concierne: la seguridad y tranquilidad de la población".

El comunicado del Encuentro Nacional de los Argentinos, suscrito por su presidente Dr. Raúl
Bustos Fierro "reitera su conocida y terminante condenación de todos los métodos de crimen
político y terminante condenación de todos los métodos de crimen político que ya ha privado de
vida a obreros, estudiantes, ciudadanos y militares, colocando a la República en el nivel de los
países más castigados, reaccionarios e incivilizados". "Convencido que solamente la acción
organizada del pueblo puede remediar la penosa situación del país, el ENA exhorta a todos los
responsables de tal estado de cosas, a cesar la represión desatada" "y a buscar con el esfuerzo
común....... los caminos que devuelvan la soberanía política y el ejercicio del poder legítimo a la
voluntad popular".

El Dr. Juan Balestra y el escribano Ignacio Echichiqui del Movimiento Social del Centro entregaron
también una declaración con "su más enérgica condena al empleo de la violencia como instrumento
político que agravia a ala Nación........." Convocando a que todos los sectores "hagan expresivo su
repudio indiscriminado al terrorismo sin ningún tipo de especulaciones ni condicionamientos que
impliquen de algún modo justificar métodos de acción reñidos con nuestra tradición y atentatorios
contra el futuro institucional que se avecina" y "reclama el más severo castigo de quienes resulten
responsable de estos vergonzosos sucesos".
El Doctor Oscar Alende, titular de la Unión Cívica Radical Intransigente dijo: "yo siempre he
condenado la violencia........ Agregó también que condena las causas que generan la violencia... y
tras expresar que la Argentina no da para más con el sistema de dependencia......" añadió: "el
país necesita una auténtica revolución nacional por las armas o por las armas".

El Partido Renovador a través de su Secretario General, Ingeniero Ricardo M de la Torre entregó


una declaración que llamaba "a todos los argentinos a la serenidad y reflexión, no puede un grupo
de delincuentes alterar la marcha del país....... Los autores de los crímenes deberán quedar aislados
y su castigo será la demostración de su impotencia".

El empresariado, representado por el Consejo Empresario Argentino (CEA) y la


Confederación General Económica (CGE) en la titularidad del Dr. Ricardo Gruneissen y José
B. Gelbard respectivamente, así como en la presencia de numerosos empresarios de primera línea,
expresó su condena a la violencia.

La Confederación General del Trabajo (CGT) encabezada por su Secretario General José
Rucci y con la participación de los secretarios de los gremios componentes, así como las 62
Organizaciones con Casildo Herrera, Rogelio Coria, Estanislao Rosales y Nestor Carrasco,
presentaron al Presidente de la República e hicieron públicas, sendas declaraciones donde
repudian los asesinatos cometidos por la subversión el 10 de abril. La CGT comienza su
documento diciendo "El pueblo se ve conmovido en lo más profundo de sus sentimientos
cristianos ante el asesinato de seres humanos. Frente a este nuevo acto de violencia planificada y
ejecutada a sangre fría...."....."no hay lugar para especulaciones mezquinas y menos aún
silenciar el espontáneo y categórico repudio a quienes desde las sombras intentan torcer el
supremo objetivo de la Nación"......."otorgar al pueblo" ..... "ser dueño de su propio destino".

Luego reitera ser "repudio a los integrantes y ejecutores de los asesinatos".... y prosiguen diciendo
que "el pueblo y las Fuerzas Armadas unidos por lazos de indiscutible solidaridad, deben
constituir la síntesis de unidad patriótica, desterrando de nuestro suelo todas las fuerzas
antinacionales......".

Firman el documento José Rucci y Hugo Barrionuevo.

Las 62 Organizaciones luego de la reunión en Casa de Gobierno, también difundieron un


documento que expresa: "Los hechos de violencia que se suceden en el país – a los que se suma
hoy el asesinato de un General de la Nación – exigen definiciones claras en todos los sectores de
la vida nacional".

Más adelante "Consideran necesario deponer todo otro sentimiento y acercar la solidaridad de
los trabajadores peronistas a las Fuerzas Armadas enlutadas por un crimen repudiable", para
terminar expresando que "la institucionalización de la República ....aparece como la vía más
concreta"...... para que "una vez más, pueblo y Ejército unidos derroten a los enemigos de la
Nación....".

Recordando que el mismo día que fue asesinado el General Sánchez, también lo fue el empresario
de Fiat, Oberdan Sallustro, la revista Premisa, en un suplemento especial de enero de 1977
expresaba: "El asesinato del General Sánchez tampoco sacó de su inmovilidad a quienes conducían
el proceso en 1972 (Gobierno del General Lanuse), permaneciendo obstinados en el rumbo fijado,
institucionalización del país, aún cuando era evidente que se hacía urgentemente necesario destruir
en su raíz a la hiedra que amenazaba hacer de la Nación una bola de fuego y muerte".

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Teniente Primero

JOSE MARIA NACCARATO

Nació el 03 de octubre de 1945, en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 20 de enero de 1964, egresando como Subteniente del arma de Artillería el 17 de
diciembre de 1965.

Prestó servicios en el Grupo de Artillería 7, en la ciudad de Resistencia, Chaco y en el Grupo de


Artillería Antiaérea 101, Ciudadela, Provincia de Buenos Aires. Realizó el Curso Avanzado de las
Armas en 1971, y luego el Curso Técnico de Inteligencia en la Escuela de dicha especialidad,
pasando por último a prestar servicio en el Destacamento de Inteligencia 124.

Fue asesinado el 01 de febrero de 1973, mientras prestaba servicios en dicho Destacamento, en


la ciudad de Resistencia. Estaba casado con la señora Cecilia Teodora María Mehest y era padre
de tres hijos.

Siendo las 13.50 horas del mencionado día, mientras viajaba en su coche particular por la Avenida
Castelli de la ciudad de Resistencia, al llegar a la altura de la calle 16, hizo explosión un artefacto
previamente colocado en el vehículo, la magnitud del estallido destrozó el coche y mutiló el
cuerpo del Teniente 1ro, quien falleció en el acto. Sus restos fueron diseminados en un radio
de alrededor de 20 metros y los del automotor hasta una distancia de 80 metros.

La proximidad de las elecciones presidenciales (un mes), en las que la ciudadanía tenía esperanzas
de pacificación así como las expectativas políticas vigentes, probablemente inhibieron las
manifestaciones que desde distintos sectores surgieron ante hechos similares previos y posteriores.

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Coronel

HECTOR ALBERTO IRIBARREN

El Coronel Iribarren nació el 04 de marzo de 1925, en Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires.

Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 01 de febrero de 1943, egresando como Subteniente de


Ingenieros el 14 de diciembre de 1945.

Prestó servicios en distintas unidades de su arma, iniciando en 1949 su especialización al realizar un


curso en la Escuela Superior de Informaciones. Dos años más tarde participó en la Escuela
Usarcarib en la Zona del Canal de Panamá, obteniendo más tarde en la Escuela Superior antes
mencionada el título de Oficial de Informaciones de Ejército. En 1967 realizó el curso Superior de
Estrategia y en 1969 aprobó el IV Curso Interfuerzas en el Centro de Altos Estudios de los Estados
Unidos.

Desde diciembre de 1969 se desempeñaba como Jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 141,
cargo que desempañaba al ser asesinado el 04 de abril de 1973, en Córdoba. Fue ascendido al
grado de General de Brigada "Post Mortem". Estaba casado con la señora Dora Sofía Jockers y
era padre de dos hijos.
El atentado se produjo poco antes de las 08 horas, cuando el Coronel Iribarren abandonaba su
domicilio en avenida Belgrano al 1700 del Barrio de las Rosas en las afueras de Córdoba, ciudad
ésta donde se encontraba el asiento de la unidad de inteligencia que comandaba.

A unos 80 metros de su casa el automóvil del Coronel fue interceptado por una pickup que lo
embistió frontalmente. Rápidamente descendieron de la camioneta tres hombres jóvenes, dos
de los cuales estaban armados con escopetas de grueso calibre y el tercero con una pistola
ametralladora, los que abrieron el fuego sobre el Coronel ocasionándole la muerte en forma
instantánea.

Su esposa, que tras despedirlo había entrado en su domicilio, al sentir el estruendo del choque y los
disparos, salió nuevamente y se dirigió corriendo hacia el automóvil del Coronel, presa de un ataque
de nervios. En esas circunstancias alcanza a ver que dos de los delincuentes atacantes efectuaban
nuevos disparos contra su marido, tras lo cual ascendieron a la camioneta y se dieron a la fuga
seguidos por otro vehículo que presuntamente les servía de apoyo.

"Montoneros" dio a conocer un mensaje a los distintos medios de información referido tanto al
asesinato llevado a cabo como ala actitud que adoptarían las organizaciones armadas subversivas, a
partir de la asunción del gobierno por las nuevas autoridades de los comicios del reciente 11 de
marzo.

Empieza diciendo: "Con sangre o sin sangre la raza de los oligarcas explotadores desaparecerá
de este siglo". A continuación en lo que titulan "parte de guerra" informan que "la unidad de
combate Mariano Pujadas – Susana Lesgard, procedió a ejecutar al Coronel Iribarren" .........
"Cumplimos así un nuevo acto de justicia popular revolucionaria...."

Más adelante, respondiendo a la consigna "con los votos al gobierno; con las armas al poder" y
luego de arrogarse la representación del pueblo dice: "Por todo ello nuestra respuesta fue
aceptar las elecciones como una herramienta más de la lucha .... nos largamos a la conquista del
gobierno. Con las armas conseguimos el gobierno, pero tanto nosotros como nuestros enemigos,
sabemos que el poder brota de la boca del fusil, por eso con el mismo fervor con que trabajamos
para ganar el gobierno mediante las elecciones, seguimos apoyando nuestras, ideas, nuestras
organizaciones y nuestras armas en la persecución del enemigo, para impedirle su
reorganización y destruirlo".

Sin ello "no hay toma del poder para trabajadores y el pueblo ...... Para ello en cada fábrica, en
cada barrio, en cada facultad debemos constituir comisiones de fiscalización y defensa del
gobierno, que vigilen su accionar y pulsen su desarrollo revolucionario y se armen para su
defensa, construyendo el ejército que nos permitirá acceder definitivamente al poder .....
garantizará la patria justa, libre y soberana, la patria socialista"

En sus párrafos finales promueve "la inmediata sanción de una amplia ley de amnistía y la
liberación de todos los presos políticos, gremiales y conexos".

Esto último se concretó el 25 de mayo de ese año, con la liberación de todos los terroristas
condenados por la justicia federal.

Una idea de las confusas actitudes que se asumían con respecto a las actividades armadas
subversivas son las siguientes afirmaciones del entonces Vicepresidente electo, Dr. Vicente
Solano Lima. "...... Atribuir al Estado y a los sectores dominantes del mismo, ser una fuente de
injusticia, determinante de lógicas reacciones. Cuando la injusticia era agresiva, la respuesta
adquiría una violencia no siempre proporcional. Ambos factores carecían de medida y de
límite ............... El Estado, en nuestra tierra ha ido más allá de esas injusticias primitivas al utilizar
sus poderosos medios para contener y reprimir las necesidades populares.....".

"Por ello causan dolor público las víctimas caídas al pie de la violencia del Estado o al pie de las
armas de quienes se le oponen".

......... "afirmo que existe una fuente de violencia gubernamental originante de una respuesta de
idéntica magnitud".

A su vez el Presidente electo Dr. Hector J. Cámpora también afirmaba que "la violencia había
sido generada desde arriba, por lo cual la respuesta surgió desde abajo" ........ "Si el Gobierno
cumple con sus objetivos las armas estarán demás".

Cabe señalar que a partir del 25 de mayo de 1973, durante los gobiernos electos del Dr.
Cámpora, el General Perón e Isabel Perón, se produjeron aproximadamente 522 atentados,
desde intimidaciones a asesinatos.

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Teniente Coronel

RAÚL JUAN DUARTE ARDOY

Oriundo de la provincia de Corrientes, nació el 30 de octubre de 1929 e ingresó al Colegio Militar


de la Nación el 1 de marzo de 1948, egresó como subteniente de infantería el 12 de diciembre de
1950. Cursó la Escuela Superior de Guerra donde obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor y
estaba casado con la señora Eva Ruth Ortega y era padre de 2 hijos.

Falleció el 6 de setiembre de 1973, mientras desempeñaba el cargo de 2do. jefe del Regimiento
de Infantería 1 Patricios, en el intento de recuperar las instalaciones del Comando de Sanidad,
que habían sido copadas por un grupo subversivo. Fue ascendido post mortem al grado de
coronel.

A los tres meses y medio de haber asumido el Gobierno Constitucional de la República el Dr.
Héctor J. Cámpora, al que reemplazó el Sr. Lastiri, y una semana antes de que se llevaran a
cabo las elecciones presidenciales (por renuncia de Cámpora) que consagrarían presidente de
la Nación al teniente general Perón, la subversión produce un nuevo hecho que conmocionó al
país.

Durante la noche del 5 al 6 de setiembre fue copado el Comando de Sanidad en Buenos Aires con la
intención de apoderarse de 150 FAL y de la munición existente para esas armas. Contaron con un
entregador, el soldado dragoneante Hernán Invernizzi, perteneciente a ese Comando. Durante el
desarrollo de los acontecimientos fueron gravemente heridos el teniente 1ro. Eduardo Rusch y el
soldado dragoneante Osvaldo Degdeg.

Dos soldados que habían sido maniatados luego del asalto inicial, lograron liberarse y eludiendo a
sus custodias, pudieron dar parte en la comisaría más próxima. Con ello se transmitió la alarma y se
movilizaron los efectivos policiales, que inicialmente rodearon la zona hasta la llegada de los
efectivos del Regimiento 1 Patricios que, previa intimación de su jefe, iniciaron el ataque para
recuperar las instalaciones.
En esas circunstancias, el Tcnl. Duarte Ardoy, que encabezaba una de las fracciones
organizadas para llevar a cabo la recuperación de las instalaciones, fue abatido por un
francotirador, al transponer el portón sobre la avenida Caseros. Casi simultáneamente, el
ataque que dirigía el jefe de la unidad sobre el frente del comando, recibía la rendición de los
terroristas, cerca de las 07:00 horas.

El grupo subversivo actuante pertenecía al ERP. Los 13 delincuentes capturados fueron


condenados por la justicia federal a penas entre 16 y 20 años de cárcel, entre los cuales estaba el
soldado dragoneante Invernizzi.

La revista Estrella Roja Nº 25 del mes de setiembre de 1973 (página 13), hace un breve relato de
los hechos y en la Nº 39 de agosto de 1974, conmemoran el primer aniversario del asalto. Ambas
publicaciones corroboran el relato anteriormente realizado, señalando en particular que:

…el Comando de Sanidad pudo ser copado gracias a la colaboración del compañero Invernizzi.

Los diarios hicieron una amplia cobertura del hecho, pudiéndose señalar uno de los titulares del
diario La Prensa del 7 de setiembre de ese año:

Son conocidos varios de los terroristas apresados… por haber participado en hechos que en su
momento y como el de ayer, conmovieron a la opinión pública.

Se trata de Miguel López, Ramón Gómez, Martín Marcó y Carlos Ponce de León, liberados el 25
de mayo de 1973. Ponce de León había sido condenado por el secuestro y asesinato del doctor
Oberdan Sallustro. Alejandro Francisco Beltrán, quien huyó a Chile y luego a Cuba durante la
recordada evasión de la cárcel de Rawson; Rubén Oscar Juárez, Rodolfo Rodríguez, fugado
cuando iba a declarar en el Palacio de Tribunales; Gabriel Di Benedetti, hermano del conocido
terrorista Osvaldo Sigfrido De Benedetti; Oscar Mathews; Arturo Vivanco; Ricardo Anguita y el
soldado dragoneante Hernán Invernizzi.

En recuadro aparte este diario destaca que el teniente coronel Duarte Ardoy:

…murió al frente de sus soldados. Al mando de una sección de tropas de su unidad… se adelantó
hasta uno de los portones… Iba acompañado de un suboficial a quien apartó en el momento de
intentar abrir un candado, haciéndolo él. En esas circunstancias recibió un balazo en la zona
hepática y conteniendo el dolor, había expresado cuídense, cuídense, mientras caía herido de
muerte.

Bajo el título Declaraciones formuladas en el Congreso ese mismo diario cita lo expresado por el
entonces presidente de la Cámara de Diputados Salvador Bussaca:

Se trató de un hecho protagonizado por marginados de las luchas populares…

Destacó también que:

…el enfrentamiento se produce en momentos que el Comandante en Jefe del Ejército, teniente
general Raúl Carcagno, expone ante la Conferencia Interamericana del Arma la vocación
latinoamericana de independencia.

El bloque de diputados del Frente Justicialista de Liberación en una declaración condena el


ataque extremista. En uno de sus párrafos dice:
así como el movimiento peronista no olvida el sacrificio de sus mártires… la derecha trasnochada
y la izquierda cipaya quieren enfrentar nuevamente a nuestro pueblo…

El diputado Antonio Tróccoli, titular del bloque de diputados de la UCR, definió como:

un hecho inusitado en la cadena de episodios de este tipo.

El presidente de la Unión Conservadora de Buenos Aires, diputado Francisco J. Falabella, dijo


entre otras cosas que :

El objetivo fijado por los extremistas es un país alterado y sin seguridad para la vida y el trabajo…

También afirmó que:

En los últimos cuatro meses, como consecuencia de distintos actos extremistas, muchos
empresarios y rentistas llevaron gran cantidad de dinero al exterior.

Bajo otro titular: La CGT condenó los hechos, transcribe la declaración que emitió dicha
central obrera, donde se destaca que:

…durante los últimos años (es decir que abarca el gobierno de facto precedente al 25 de mayo de
1973) las organizaciones armadas marxistas leninistas… pretendieron justificar sus actos de
violencia utilizando consignas populares. El atentado criminal efectuado por el ERP demuestra con
absoluta claridad que se trata de elementos antinacionales y antipopulares… Quienes se dicen
peronisnas y revolucionarios pero no se atreven a romper sus lazos con la guerrilla marxista,
deben terminar con sus vacilaciones o sacarse la careta.

Refiriéndose a la organización extremista dice:

No son un ejército, sino una banda armada… agentes de una contrarrevolución fomentada desde el
exterior, como lo viene denunciando Perón.

A su vez las 62 Organizaciones dieron a conocer una comunicación condenando el hecho. En


ella señala:

Estos asesinos han puesto otra nota de trágica… En ellos, dicen luego, no hay romanticismo ni
justificativo valedero. Sólo la artera conducta que pone constante luto en nuestro pueblo y que
merece la repulsa de todos los argentinos sin distinción de clases ni de banderías.

El castigo no va a demorar. Nadie llorará cuando estos asesinos, sin Dios y sin Patria, reciban la
condena que ellos mismos se han buscado.

Por su parte la CGE dio a conocer una declaración también condenatoria, diciendo que:

…en momentos en que las instituciones del país funcionan normalmente y en plenitud; en momentos
en que todos los sectores sociales y todos los partidos y agrupamientos, tienen la posibilidad de
expresarse libremente y sin cortapisas… un nuevo hecho de violencia conmueve a la opinión
pública…

La CGE en nombre del empresariado nacional que representa expresa su más enérgico repudio
por esta agresión a la voluntad de la inmensa mayoría del pueblo, expresada el 11 de marzo (fecha
de las elecciones presidenciales).
El general Juan D. Perón, que una semana después del copamiento, triunfó en las elecciones
presidenciales del 12 de setiembre, expresó:

…es un delito común, agregando… si tienen pauta ideológica (el hecho) allá ellos… el gobierno no
tiene nada que considerar. El bandido de cualquier ideología que sea, es bandido.

El Poder Ejecutivo Nacional, presidido por el Sr. Raúl Lastiri, tras la reunión de gabinete
convocada, dio a conocer una declaración que decía:

…con el más decidido repudio al intento de ocupación y robo… El repudio ante el fracasado
intento es aún mayor teniendo en cuenta que varios integrantes del grupo invasor recobraron su
libertad el 25 de mayo último merced a la amnistía concedida…

También es de destacar que en el Comando de Sanidad del Ejército asaltado, se elaboran y


almacenan productos medicinales destinados a satisfacer no sólo necesidades de las Fuerzas
Armadas, sino del resto de la población.

La persistencia de los elementos antinacionales en producir hechos como los de esta madrugada,
demuestra que esos grupos sólo buscan crear el caos y son enemigos del Estado argentino. Además
evidencia su total desvinculación del pueblo al que en alguna oportunidad pretendieron engañar,
fingiendo apoyarlo en sus reinvindicaciones sociales… ese pequeño sector antinacional,
absolutamente minoritario, que no exhibe respaldo popular alguno, representa la subsistencia de
una mentalidad dependiente… Termina el documento del Poder Ejecutivo afirmando la decisión de
poner fin a la acción disolvente de los grupos minoritarios que están al servicio de intereses ajenos
al ser nacional.

Días más tarde el PEN (Lastiri) firmó un decreto, el Nº 1453/73, por el que se declaró ilegal la
actividad del auto denominado Ejército Revolucionario del Pueblo

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Segunda Parte: 1974
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Índice de la segunda parte

(Las partes subrayadas contienen link directo)


- Ataque e intento de copamiento de la Guarnición Militar Azul (RC TIR. BL. 10 Y GA BL.1) el 19 de
enero de 1974: + Coronel Camilo Arturo Gay y su esposa + Ilda Irma Cazaux; + Teniente Coronel Jorge
Roberto Ibarzábal y + Soldado Daniel González
- Actitud del gobierno nacional
- Ataque y copamiento de la Fábrica Militar De Villa María (Córdoba): + Teniente Coronel Argentino
Del Valle Larrabure
- Expresiones en el Senado de la Nación
- Atentado: + Capitán Carlos Eduardo Arteaga
- Atentado: + Coronel Jorge Oscar Grassi
- Atentado: + Teniente Primero Luis Roberto Brzic
- Atentado: + Capitán Miguel Ángel Paiva
- Atentado: + Mayor Bioquímico Jaime Gimeno
+ Repercusiones políticas
- Atentado: + Teniente Juan Carlos Gambandé
- Atentado: + Teniente Coronel Médico José Francisco Gardón
- Atentado: + Mayor Néstor Horacio López
- Atentado: + Teniente Primero Roberto Eduardo Carbajo
- Atentado: + Capitán Humberto Antonio Viola y María Cristina + Viola (hija de 3 años)

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Ataque e intento de copamiento de la Guarnición Militar Azul (RC Tir Bl 10 y GA
Bl 1) el 19 de enero de 1974

En Azul, provincia de Buenos Aires, tienen su emplazamiento el Regimiento de Caballería de


Tiradores Blindados 10 cuyo jefe era el coronel Camilo Arturo Gay y el Grupo de Artillería
Blindado 1 a cargo del teniente coronel Jorge Ibarzábal. Ambos cuarteles se hallan situados en
una zona perimetral de la ciudad.

A las 22:30 hs. del sábado 19 de enero de 1974, la guarnición fue atacada por la compañía
"Héroes de Trelew" del ERP. El asalto y copamiento se llevó a cabo de la siguiente manera:

A 200 metros de distancia de los fondos del cuartel había una vivienda habitada por el Dr. Inza; fue
copada por un grupo del ERP a las 20 horas. Dicha casa sirvió como base de operaciones; allí
concurrieron los otros grupos fuertemente armados.
A las 22:15 horas el primer grupo del ERP atacó por la parte posterior del cuartel y tomó prisionero
al soldado centinela, quien no logró dar la alarma a la guardia de prevención. Por allí ingresaron tres
grupos, de los cuales dos se dirigieron al interior del cuartel y un tercero denominado "Grupo
Secuestro" se desplazó a las casas habitadas por los dos jefes de unidad.

Los primeros atacantes penetraron al cuartel en plena oscuridad, asaltaron el local de la guardia de
prevención y otros puestos.

Estaban armados con fusiles automáticos livianos y granadas antitanques. Perdida la sorpresa,
se inició el combate con intenso intercambio de disparos. Los subversivos no alcanzaron a controlar
el cuartel. La resistencia principal al asalto, en un primer momento, estuvo a cargo de los oficiales
desde el casino, desde un puesto de guardia dominante ubicado en el tanque de agua del cuartel y
desde un vehículo blindado de la guardia.

Los subversivos hicieron ingresar tres camiones en los que debían cargar el armamento secuestrado.
Dos fueron destruidos por el fuego y el tercero optó por abandonar el cuartel.

Pasada la confusión inicial, se pasó al ataque contra los delincuentes por parte del personal de
oficiales y suboficiales que concurrieron desde sus domicilios. Algunos subversivos consiguieron
escapar mientras que otros fueron rodeados, entre ellos parte del "Grupo Secuestro".

Cuando los subversivos se dirigian a la casa de los jefes, se encuentran con ellos en el camino. El
coronel Camilo Arturo Gay, estaba acompañado por su familia; al encontrarse con los
guerrilleros es asesinado. Mientras tanto el teniente coronel Jorge Ibarzábal cesa su resistencia
ante la amenaza de los guerrilleros de asesinar a la familia de Gay y es introducido en un
vehículo. La familia del coronel Gay es conducida hasta la herrería del cuartel, donde
ejecutan a la señora delante de sus hijos.

Durante el combate resultó muerto el soldado Daniel González y gravemente herido el teniento
1ro. Carullo. Los guerrilleros abandonaron tres muertos y un herido.

Mientras se desarrollaba la acción en el cuartel, guerrilleros en motocicletas cortaron los accesos.


La mayoría de ellos logró escapar.

El relato de este hecho fue obtenido del libro "Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959 –
1978)" del general de división Ramón Genaro Díaz Bessone, Círculo Militar, 3ra. Edición,
Buenos Aires, 1996.

La decidida y rápida reacción de los oficiales y suboficiales de la Guarnición Militar que se


encontraban en sus respectivos domicilios no permitió que el grupo terrorista ERP copara las
dos unidades militares; desgraciadamente no se pudo evitar el secuestro del teniente coronel
Ibarzábal, quien luego de 10 meses de calvario fue asesinado el 10 de noviembre de 1974.

El suplemento de la revista Estrella Roja, al iniciar el relato de los hechos, hace una descripción
pormenorizada de los acontecimientos, con fotografías, planos y características de los cuarteles, lo
que evidencia la minuciosa preparación del atentado.

También transcribe el llamado Plan Original de Operaciones, encabezado por los objetivos
perseguidos:

Copamiento de una unidad militar importante.


Recuperación (léase robo) del armamento.

Apresamiento de los jefes de la unidad.

Asímismo, incluye el texto de un comunicado que dice:

Parte de Guerra N° 1

A las 22:30 del sábado 19 de enero, la Compañía Héroes de Trelew (reforzada) del Ejército
Revolucionario del Pueblo realizó una incursión en la ciudad de Azul (Provincia de Buenos
Aires) y atacó la guarnición del Ejército contrarrevolucionario establecido en esa ciudad,
compuesta por el Regimiento 10 de Caballería Blindado y el Grupo 1 de Artillería Blindado.
Luego de tomada la guardia central y el puesto N° 3, se generó una resistencia en dos centros
secundarios de la guardia (tanque y herrería) que hizo posible la intervención del resto del
personal del cuartel e imposibilitó su total copamiento. Entablado el combate, la Compañía
Héroes de Trelew redobló sus esfuerzos y mantuvo la ofensiva durante una hora hasta que se
comprobó la imposibilidad de doblegar la resistencia atrincherada de fuerzas superiores.

Un grupo especial de nuestra compañía guerrillera atacó simultáneamente el sector de viviendas


de los jefes enemigos con el propósito de tomarlos prisioneros. Tomó los puestos 6 y 7 e intimó la
rendición del Cnl. Gay y el Tcnl. Ibarzábal, jefe y subjefe de la guarnición. Ibarzábal se resistió a
balazos lo que provocó un tiroteo donde murió el Cnl. Gay y obligó a Ibarzábal a rendirse.

En la retirada, un grupo de compañeros quedaron aislados en campo enemigo y aún no ha sido


posible determinar su suerte, aunque por el comunicado del enemigo es probable que dos de ellos
hayan sido asesinados o muertos en combate.

El Ejército Revolucionario del Pueblo reafirma su decisión de continuar sin desmayos la


verdadera lucha por la liberación nacional y social de nuestra Patria y de nuestro pueblo, por
destruir el injusto sistema de explotación y opresión que sufren los trabajadores argentinos y una
de cuyas principales fuerzas son las FF.AA. contrarrevolucionarias.

Ni el engaño ni la fuerza podrán doblegar la resistencia popular que continuará creciendo hasta
convertirse en poderosa fuerza y barrer definitivamente de la Patria argentina a todos los
explotadores y opresores.

¡Ninguna tregua al ejército opresor!

¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras!

El buró político del PRT condecoró con la orden Héroes de Trelew a 28 de los guerrilleros que
atacaron al cuartel de Azul, según lo publicó Estrella Roja del 11 de febrero de 1974 en página 3.

**********************
CAÍDOS DURANTE LOS HECHOS

Coronel

CAMILO ARTURO GAY y su esposa ILDA IRMA CASAUX


El coronel Gay nació en la provincia de Mendoza el 26 de abril de 1927. Ingresó al Colegio Militar
de la Nación el 15 de febrero de 1946 y egresó como subteniente del arma de caballería el 14 de
diciembre de 1948. Cursó la Escuela Superior de Guerra donde obtuvo el título de Oficial de Estado
Mayor.

Su último destino fue el de jefe del Regimiento de Caballería Blindado 10, con asiento en Azul
(provincia de Buenos Aires) lugar donde fue asesinado por el autodenominado ERP el 19 de enero
de 1974. Fue ascendido post mortem al grado de general de brigada.

En esa circunstancia también fue asesinada su esposa, la señora Ilda Irma Cazaux, en presencia
de sus dos hijos.

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Teniente Coronel Jorge Roberto Ibarzábal

Nació en Pehuajó (provincia de Buenos Aires) el 28 de marzo de 1928. Ingresó al Colegio Militar
de la Nación el 1 de abril de 1947, egresó como subteniente del arma de artillería el 12 de diciembre
de 1950. Cursó la Escuela Superior de Guerra graduándose como Oficial de Estado Mayor.

Su último destino fue el de jefe del Grupo de Artillería Blindado 1, con asiento en la Guarnición
Militar Azul, donde fuera secuestrado. Fue asesinado en circunstancias en que era transportado
por sus captores el 19 de noviembre de 1974, luego de haber soportado en condiciones
infrahumanas diez meses de sufrimiento.

Estaba casado con la señora Nélida Teresa de Agreda y tuvo tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de coronel.

El 19 de noviembre en la localidad de Quilmes, una patrulla control de ruta de la policía provincial


advirtió a las 19:00 horas el paso de tres vehículos sospechosos (dos automóviles y una camioneta)
que se desplazaban aparentemente en convoy. Al advertir el hecho, los efectivos policiales iniciaron
la persecución de los citados vehículos, que ya habían emprendido la fuga.

En esas circunstancias se produce la detención de la camioneta, y quien se encontraba a cargo de


la misma extrajo un arma corta y efectuó un disparo al interior del armario metálico que
transportaba en la caja del vehículo, arrojó el arma al suelo y se entregó con los brazos en
alto, sin ofrecer resistencia. Cuando los policías lo detuvieron, comprobaron que había dado
muerte a un hombre que se encontraba dentro del armario aludido. Presentaba un impacto en pleno
rostro y su fallecimiento se produjo en forma instantánea. Era el teniente coronel Ibarzábal. Su
estado físico era deplorable, como consecuencia del prolongado encierro en las denominadas
cárceles del pueblo, en las que se lo hacía rotar periódicamente para evitar su localización por
las fuerzas del orden.

El 17 de febrero de aquel año 1974, mediante un panfleto, el ERP hace saber a los medios de
difusión que:

…habiendo tomado conocimiento que los dos subversivos reclamados fueron detenidos fuera del
perímetro del C 10 (Regimiento de Caballería Blindado 10) donde actuó la Policía Federal y la
Justicia Federal,… el estado mayor del Ejército Revolucionario del Pueblo resuelve:
Suspender la ejecución del Tcnl. Ibarzábal.…, se aplicará la justicia popular sin juicio sumario a
la Policía Federal.

Las repercusiones periodísticas de este criminal hecho fueron publicadas, entre otros medios de
comunicación social, por el diario Clarín, el cual después de relatarlo objetivamente expresó:

… El extremista… que tras consumar el crimen se entregó sin resistir, fue identificado más tarde
como Sergio Gustavo Licowsky, polaco, de 23 años.

Prosigue la crónica de Clarín, y expresa:

…al efectuarse un reconocimiento de la camioneta donde sus captores transportaban al


infortunado jefe militar, se comprobó que ésta se hallaba preparada como una verdadera cárcel
móvil.

Durante su cautiverio era trasladado en dicho vehículo, de una a otra cárcel del pueblo para
evitar ser descubiertos, manteniéndolo adormecido bajo los efectos de una droga.

En los primeros días de cautiverio, la organización terrorista había amenazado con la ejecución de
Ibarzábal buscando la permuta por dos subversivos que creían detenidos, durante el asalto al cuartel.
Más adelante esa misma edición de Clarín señala:

Otro elemento que introdujo una mayor cuota de dramatismo a su cautiverio fueron las
solicitadas que sus familiares publicaron periódicamente en busca de vías de comunicación con
el cautivo y reclamando su libertad. Ese escueto como dramático epistolario comenzó a hacerse
habitual en los diarios porteños.

Otro apartado expresa:

Durante los diez meses que el teniente coronel Ibarzábal pasó en el poder de sus secuestradores,
avisos como el que se reproduce se publicaron en varios diarios metropolitanos. Resultó un
medio de comunicación utilizado por su familia para llevarle tranquilidad al militar asesinado.

Los avisos publicados tenían las siguientes características:

Para la organización declarada ilegal (lo fue por decreto del Poder Ejecutivo – Lastiri – N°
1453/73), Ibarzábal y el subdirector de la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de Villa María,
mayor ingeniero Julio Argentino Larrabure, eran prisioneros. Ello hacía guardar cierta
esperanza respecto de la suerte que corrían en manos de sus captores.

El episodio de ayer –similar al protagonizado por los extremistas en el caso Oberdan Sallustro–
constituyó una dolorosa comprobación, con la que se cierra otro sangriento capítulo de la acción
extremista en la Argentina.

El 20 de noviembre de ese año, en un nuevo comunicado titulado Parte de Guerra, publicado en el


Nº 45 de la revista Estrella Roja, el ERP reconoce la forma y autoría del asesinato diciendo en su
primer párrafo:

Al pueblo

En el día de ayer, siendo las 19:30, aproximadamente, en el transcurso de un traslado de rutina


del prisionero de guerra teniente coronel Ibarzábal, fue interceptado el vehículo en que se lo
transportaba, por un control caminero de las fuerzas represivas, en la intersección de las
avenidas San Martín y Donato Alvarez, en Francisco Solano, produciéndose un enfrentamiento
que obligó a ajusticiar al detenido…

**********************
Soldado

Daniel González

Prestaba servicios en el RC Tir. Bl. 10.

Durante el ataque e intento de copamiento de la Guarnición Militar Azul (noche del 19 de enero de
1974) el citado soldado se encontraba apostado como centinela en el puesto del polígono de tiro.
Por dicho lugar penetró la masa de los subversivos, pretendiendo copar las unidades. El soldado
González fue muerto en una acción comando ejecutada por los extremistas, siendo la primera
víctima del atentado. (nota del sitio: Para las organizaciones que se llaman de derechos
humanos, este soldado conscripto no era un "chico de la guerra", como muchos otros víctimas
del terrorismo marxista que no les sirven para su propaganda falaz)

Las repercusiones en los distintos sectores del quehacer nacional, inmediatamente después del
intento de copamiento, fueron, entre otras:

Carta del presidente Juan Domingo Perón al personal militar de la Guarnición Azul:

Buenos Aires, 22 de enero de 1974.

Señores Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados

de la Guarnición Azul

S…/…D.

Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de
sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis
felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque
de la noche del sábado 19 de enero de 1974.

Los ejemplos dados por los jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo la
misma repercusión en los suboficiales y soldados que –con su valentía y espíritu de lucha-
repelieron la agresión, con la colaboración de los efectivos de la Armada y Fuerza Aérea.

Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en que estamos empeñados, es larga y requiere
en consecuencia una estrategia sin tiempo.

El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a
cabo una agresión integral.

Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está
empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran más
agresiones y secuestros.
La estrategia integral que conducimos desde el Gobierno, nos lleva a actuar profundamente
sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de
toda la población, las fuerzas policiales y de seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas.

Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973
pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una
revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de
psicópatas que va quedando, sea exterminado uno a uno para el bien de la República.

Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron sus seres queridos, de aliento
para los heridos y de esperanza para las familias del coronel Gay y teniente coronel Ibarzábal.
Tengan la certeza que todo el poder del Estado está siendo empleado para lograr su liberación.

Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo.

Juan D. Perón

Presidente de la Nación

**********************
Actitud del gobierno nacional

(Presidente de la Nación, General Perón)

Pocas horas después que la guerrilla atacó el cuartel de Azul, el presidente Perón dirigió al
país un mensaje por los medios de difusión entre cuyos conceptos señalamos (diario de
sesiones, Cámara de Diputados, enero 24/25 de 1974, Pág. 5497).

… todo tiene un límite. Tolerar por más tiempo hechos como el ocurrido en Azul, donde se ataca
a una institución nacional con los más aleves procedimientos, está demostrando palmariamente
que estamos en presencia de verdaderos enemigos de la patria, organizados para luchar en
fuerza contra el Estado, al que a la vez infiltran con aviesos fines insurreccionales…

… (se trata de) una organización que, actuando con objetivos y dirección foráneas ataca al
Estado y a sus instituciones como medio para quebrantar la unidad del pueblo argentino… En
consecuencia, ni el gobierno ni el pueblo… pueden permanecer inermes ante estos ataques
abiertos… ni tolerar el abierto desafío a su autoridad, que pone en peligro la seguridad de la
ciudadanía…

… se trata de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma
de la patria y de sus instituciones…

La subversión fue caracterizada con una precisión hoy olvidada y a su vez le respondió a
Perón:

Perón perdió la serenidad y se colocó sin simulaciones a la cabeza de la cruzada


contrarrevolucionaria, haciendo de la lucha antiguerrillera el centro de la política
gubernamental. Esta importante definición… da abruptamente por tierra con lo que quedaba de
las ilusiones de un Perón progresista o revolucionario y lo muestra tal cual es, el jefe de la
contrarrevolución.
Es parte del artículo que escribió Mario Roberto Santucho, el jefe del PRT y del ERP con el título:
Después de Azul; balance y perspectiva, que publicó El Combatiente (30 de enero 74, Pág. 2).

La ruptura Gobierno - ERP era total desde ese momento, culminando con la expulsión de
Montoneros de la Plaza de Mayo por el presidente Perón, el 1 de mayo de ese año.

Ocho meses después de haber sido derogada toda la legislación represiva sancionada por la
"Revolución Argentina", el Poder Ejecutivo eleva al Congreso el proyecto de reformas al
Código Penal. En el mensaje dice, entre otras cosas… obedece a la necesidad de reprimir severa
y adecuadamente conductas que… han llenado de zozobra a la población.

(Diario de sesiones, Cámara de Diputados, enero 24/25 de 1974 Pág. 5493). El proyecto fue
enviado el 6 de diciembre de 1973, seis meses después de las derogaciones del 25 de mayo.

En la sesión de la Cámara de Diputados de los días 24/25 de enero de 1974, se dijo lo que a
continuación sintetizamos (-Íbid. Pág. 5497 y siguientes).

Diputado Porto

–Estamos ante un hecho gravísimo ejecutado por individuos… que pretenden sembrar el caos y
el terror, oponiéndose a la voluntad prácticamente unánime del país, pretendiendo la destrucción
de la República y del régimen de vida de sus habitantes.

–Nadie podrá negar que el Estado tiene como una de sus principales obligaciones la de defender
a la sociedad contra la delincuencia… defenderla contra las agresiones externas e internas, en
primer término, y luego conseguir su bienestar material y espiritual.

–Cuando dictamos las leyes (de amnistía, derogaciones de normas, supresión de la Cámara
Federal en lo Penal…) quisimos efectuar un acto de justicia con los guerrilleros y combatientes
populares, muchos de ellos verdaderamente héroes y mártires… Pero un grupo… ha seguido
ejecutando los mismos actos de violencia que antes; siguen las bombas, los atentados a las
instituciones, la tenencia de armas de guerra, los secuestros, los asaltos. Tales actos de violencia
van ahora dirigidos, no contra la tiranía, como antes, sino contra el estado de derecho
republicano… (¡!)

Diputado Musacchio

–El actual Presidente de la República manifestó desde Madrid frente a los hechos que asolaban
al gobierno de facto, que la violencia de arriba justifica la violencia de abajo… Pero es que de
acuerdo con la lectura del pensamiento expuesto por el señor Presidente estos últimos días,
parecería que la interpretación de la violencia de arriba se reduce a las actividades dictatoriales
del gobierno de facto…

–Y yo recuerdo que hace poco tiempo dictamos en esta Cámara una ley de reforma al Código de
Procedimientos que era más benigna en esta materia…El señor Presidente de la República ha
manifestado que si no sancionamos esta ley el gobierno se encontrará indefenso frente a la
subversión y el terrorismo… Nosotros sostenemos que no es así.

Diputado Valenzuela

El Presidente de la República ha dicho… que el Estado argentino se halla prácticamente en


situación de indefensión frente a grupos armados que están haciendo esta escalada de violencia.
Sostengo que no es exacto. Toda vez que nuestro Estado para su defensa cuenta con una
estructura jurídica, política y social idónea… cuenta con una institución prestigiosa como son
las fuerzas armadas… no ya exclusivamente para la defensa de la soberanía… sino también para
contrarrestar ataques internos, entre los que se encuentra precisamente la subversión.

Diputado Monsalve

–En aquel momento (25 Mayo 73), a la ley de amnistía que se esperaba ansiosamente se sumaba
otro factor, el de la prometida derogación de la legislación represiva. En esta oportunidad… se
piensa que de aquí puede salir la reimplantación del aparato represivo y de las leyes que entonces
se derogaron. Esta reimplantación de la legislación y del aparato represivo se torna una
realidad… Entre ambos proyectos de ley (remitidos por el Poder Ejecutivo) se establece pues la
nueva legislación represiva, aquella que se derogó hace unos meses…

–Esta Cámara, en aquella oportunidad, aprobó la derogación de las leyes represivas presionada
por las manifestaciones callejeras alentadas por quienes habían triunfado en las elecciones de
marzo y abril del año pasado; manifestaciones que integran seguramente buena parte de las
fuerzas que hoy están colocadas en la subversión…

–Cabe preguntarse por qué hoy, después de casi un año de gobierno popular, subsiste, aún
agravada, la violencia que todos repudiamos… vemos que nuestro país se ha transformado en
una nación en la que los hombres no pueden tener, cuando salen de su casa para ir a trabajar y
ganarse la vida, la seguridad de que volverán a ella enteros para reunirse con sus familiares.

–Los diarios dan un promedio de uno a dos secuestros diarios…

–Lo afirmó el propio Presidente de la República con todas las letras… yo a eso lo he conocido
"naranjo" cuando se gestó ese movimiento que no es argentino (la subversión). Ese movimiento
se dirige desde Francia, precisamente desde París…

Diputado Moyano

–Tal vez las mismas manos asesinas que segaron vidas inocentes en Azul, son también las que
han matado… desde el asesinato del general Aramburu hasta la actualidad… Suman centenares
de víctimas argentinas… la civilidad toda ya no sabe qué va a hacer con su vida. Los secuestros
están a la orden del día… la vida de las personas está desamparada.

–… Lo ha dicho el propio Presidente de la Nación, desde algunos gobiernos provinciales se ha


facilitado la acción de estos agentes del caos o se los ha tolerado con complicidad.

Diputado Sueldo

–Asesinar soldaditos conscriptos que cumplen con su período militar… así como oficiales y
suboficiales, es algo que no empieza en los últimos meses. Se practicó abundantemente bajo la
dictadura militar… ¿Entonces era bueno y ahora es malo?

–… Antes se aprobaron y se alentaron actividades que ahora se quiere eliminar, olvidando que
quien siembra vientos cosecha tempestades.

Un diálogo esclarecedor
El 8 de febrero se realizó una conferencia de prensa en la residencia presidencial. En tal
oportunidad se produjo un áspero diálogo entre Perón y la periodista Ana Guzzetti del diario
El Mundo orientado por la JP, desde donde se hacía la apología de la subversión. El diario La
Nación del 9 de febrero reproduce el diálogo:

Periodista: "Sr. Presidente, cuando Ud. tuvo la primera conferencia de prensa con nosotros yo le
pregunté qué medidas iba a tomar el gobierno para la escalada de atentados fascistas que sufrían
los militantes populares. A partir de Azul… y después de su mensaje llamando a defender al
gobierno, esa escalada fascista se ha ampliado mucho más. En el término de dos semanas hubo
exactamente 25 unidades básicas voladas… hubo doce militantes muertos… Evidentemente, todo
está hecho por grupos parapoliciales de ultraderecha.

Perón: ¿Ud. se hace responsable de lo que dice? Eso de parapoliciales lo tiene que probar. Y
dirigiéndose al edecán le dijo: Tomen los datos necesarios para que el Ministerio de Justicia
inicie la causa contra esta señorita.

Periodista: ¿Quiero saber qué medidas va a tomar el gobierno para investigar tantos atentados
fascistas?

Perón: Las que está tomando; esos son asuntos policiales provocados por la ultraizquierda y la
ultraderecha. La ultraizquierda que son ustedes (señalando a la periodista con el dedo) y la
ultraderecha que son los otros… El Poder Ejecutivo lo único que puede hacer es detenerlos a
Uds. y entregarlos a la Justicia. A Uds. y a los otros. Lo que nosotros queremos es paz, y lo que
Uds. no quieren es paz.

El 13 de febrero El Combatiente, publicación del PRT (también Estrella Roja del 4 de marzo de
1974 le dedica su editorial) anunció con grandes titulares: Se formó la Junta Coordinadora
Revolucionaria, integrada por el ERP de Argentina, Tupamaros de Uruguay, el ELN de
Bolivia y el MIR de Chile. A esa creación se refería el editorial, firmado por un guerrillero, Benito
Urteaga. Insiste en los ataques a Perón y cita al jefe del ERP, Santucho, para fundamentar tales
ataques. Transcribimos algunos párrafos:

Hasta ahora han coexistido, cada vez más dificultosamente, dos peronismos dentro del mismo
movimiento. Un peronismo burgués, burocrático, contrarrevolucionario, pro imperialista (no pro
soviético) al que Perón ha venido dando su aval creciente. Otro peronismo popular,
revolucionario, combativo… Hoy Perón lanza su anatema. Ya no hay dos peronismos, Hay uno
solo, el burgués…

… El frente revolucionario peronista… señaló en reciente conferencia de prensa: Consideramos


que desde el momento en que el gobierno no está cumpliendo con un plan de liberación nacional,
da lugar a que todas las organizaciones revolucionarias asuman la actitud que crean
conveniente… Creemos que Perón ha tratado muy mal a la juventud peronista.

Aclaración: Las expresiones del nivel Ejecutivo y Legislativo Nacional fueron obtenidas del libro
Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959 – 1978) del Grl. Div. Ramón Genaro Díaz Bessone.
Círculo Militar, 3ra. edición,Buenos Aires,1996.

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Ataque y copamiento de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María
(Córdoba)
El 10 de agosto de 1974 se llevaron a cabo en forma simultánea dos ataques terroristas: un intento
de copamiento al Regimiento de Infantería 17 con asiento en Catamarca y el otro a la mencionada
fábrica militar. En el primero de ellos (al RI 17) el resultado fue muy adverso para la
organización subversiva ERP, ya que el mismo fue repelido muriendo tres terroristas.

En la fecha señalada, siendo aproximadamente las 21:30 horas, un grupo subversivo perteneciente
al autodenominado ERP se apoderó de un motel ubicado a un kilómetro de la fábrica militar, en las
afueras de la ciudad de Villa María, con la colaboración de varias parejas de sediciosos que habían
ocupado habitaciones simulando ser "clientes", tras lo cual oscurecieron el sector. Poco después
comenzaron a arribar otros grupos extremistas, cuyos integrantes vestían uniformes militares. Una
pareja ajena al grupo terrorista que arribó al hotel circunstancialmente, al advertir anormalidades
optó por retirarse, ante lo cual los subversivos le efectuaron varios disparos sin dar en el blanco lo
que permitió que alertaran a la policía. Al aproximarse al motel los efectivos que ésta destacó, se
generalizó un intenso tiroteo que culminó con la muerte del cabo 1ro.Marcelino Cuello y con
heridas el oficial Miguel A. Liendo Moral y los agentes Juan Carlos Gutíerrez, Pedro Aguilera
y Juan Bruno. Entre los extremistas también se produjeron bajas (muertos y heridos), pero fueron
todos recogidos por sus secuaces para evitar su identificación, como hacían normalmente. Mientras
se desarrollaban estas acciones, otros grupos extremistas se dirigían a la fábrica militar donde
contaban con el apoyo y complicidad de un soldado entregador: Mario E. Petiggiani, cuyo
nombre fue dado a conocer por la revista subversiva El Combatiente, del 14 de agosto de 1974.

En primer término fue reducida la guardia de ingreso, actuando en total unos 60 terroristas,
operando con un riguroso sincronismo. En diferentes grupos se dirigieron al polvorín, al depósito de
arsenales y al casino de oficiales, donde se estaba desarrollando una reunión social en la cual
participaba el mayor Argentino Larrabure y otros oficiales. Otro de los grupos se dirigió a la
residencia del director de la fábrica, teniente coronel Jorge A. Guardone, que se encontraba en ella
sólo con su esposa, por estar enfermo, con la intención de secuestrarlo. Este objetivo se vio
frustrado por la decidida acción del teniente coronel quien desde su domicilio abrió fuego contra los
elementos subversivos, dando muerte a uno de ellos. Éstos, no habiendo logrado su objetivo, se
retiraron con el resto de los atacantes, llevándose al fallecido.

Simultáneamente era copado el casino de oficiales. En él, el mayor Larrabure, que vestía de
civil, se identificó y pidió que se respetara la vida de mujeres y niños, siendo tomado como
rehén junto con el capitán Roberto A. García.

Mientras se desarrollaban estas acciones, en otros lugares de la fábrica se registraban


enfrentamientos entre extremistas y soldados. Cuando éstos caían heridos eran maltratados
mediante culatazos de fusil y puntapiés; los de mayor gravedad fueron el soldado José Carlos
Fernández y el suboficial principal Alberto Albornoz.

Reducida esta resistencia, los subversivos lograron acceder a los depósitos de explosivos y de
arsenales, apoderándose de un número importante de fusiles, granadas, pistolas, proyectiles de
distintos calibres, uniformes y otros efectos militares, los que fueron cargados en un camión que
emprendió rápida retirada. El resto de los subversivos huyeron en varios vehículos, algunos de los
cuales pertenecían a los jefes y directivos de la fábrica, llevándose como rehenes al My.
Larrabure y al Cap. García. Todo el operativo duró aproximadamente dos horas.

El capitán García, después de haber sido golpeado ferozmente y herido de consideración, fue
abandonado al medio día, en el interior de una ambulancia en la intersección de la avenida
Colón y Neuquén de la ciudad de Córdoba. Presentaba, al ser encontrado, fractura de un brazo
y una pierna y varias quemaduras producidas con cigarrillos. También recibió impactos de
bala en el abdomen. Todo ello se debió a que el capitán intentó desarmar a su custodio durante el
traslado.

Respecto del cautiverio del My. Larrabure nada se supo del o de los lugares donde se lo mantuvo
inicialmente.

Cuando tomó estado público el hallazgo de su cadáver en las afueras de la ciudad de Rosario, La
Prensa, en su edición del día siguiente (24 de agosto de 1975), expresaba:

Durante su prolongado cautiverio (casi trece meses) en manos de la organización terrorista, el


teniente coronel Larrabure pudo mantener una espaciada y dramática correspondencia con su
familia, que a su vez para responder a sus inquietudes, se valió de solicitadas que aparecieron en
diarios de esta Capital. En una de ellas, publicada en marzo de 1974, su esposa le dice: Tenemos
que darte buenas y malas noticias. Yo sigo bien con el tratamiento psiquiátrico. Nuestros hijos
terminaron bien el colegio. Tus amigos te apoyan. Y una noticia que nos duele: ha fallecido tu
mamá sin sufrimientos.

En otra solicitada, dos meses después, angustiada por falta de noticias, su esposa le anuncia que ha
resuelto trasladarse a esta ciudad… Tenemos fe en que pronto te tendremos a nuestro lado,
concluye.

En abril de 1975, mediante un documento aparecido en el diario Córdoba y fechado en Tucumán,


su hermano Narciso Aurelio Larrabure pide a la organización extremista entrevistarlo para certificar
fehacientemente si se le da el trato de prisionero de guerra y más aún, el estado de su salud.

En otra solicitada, su esposa, que celebra su cumpleaños, le dice: A pesar de la fe que tenemos los
chicos y yo, cada día que pasa se nos hace más difícil sin vos. Te necesitamos, por eso te pido que
no decaigas.

Al cumplirse un año de cautiverio, sus hermanos dan a publicidad una solicitada en la que expresan:
Nuestra espera ha sido dolorosa, pero nuestra esperanza no ha caído. El teniente coronel
Larrabure no merece tanto infortunio y sufrimiento, ni nosotros tanta angustia. Pedimos,
rogamos, imploramos su liberación. Confiamos en Dios e imploramos comprensión.

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Expresiones en el Senado de la Nación

Estas fueron las expresiones en el Senado con motivo del asesinato del coronel Argentino del Valle
Larrabure. (Diario de sesiones de la H.C. de Senadores del 28 de agosto de 1975, Pág. 1844 y
siguientes).

Senador Paz

Su muerte se suma a la de tantos oficiales de las fuerzas armadas que han caído en el
cumplimiento de la obligación de velar por la seguridad del país.

Alguna vez dijimos que somos conscientes de que fuerzas poderosas, de contenido esencialmente
antinacional, se han conjurado para impedir que el proceso institucional llegue a término.
Es así como no han vacilado en segar vidas de ciudadanos de todos los sectores sembrando la
confusión, el terror y la muerte en numerosas familias argentinas.

A esta verdadera conspiración contra la Nación, que no reconoce precedentes en nuestra


historia, habrá que responderle con la máxima energía. Larrabure y su doloroso cautiverio son
ya un ejemplo en esta tremenda lucha que nos toca vivir. De ahí que su valerosa actitud, que es
en definitiva una expresión de la valentía, el coraje y la dignidad con que están dotados los
hombres de nuestras fuerzas armadas, sea evocada hoy por el Senado Nacional como justiciero
homenaje que todos nosotros, los representantes del pueblo, debemos rendir a quienes se han
constituido en verdaderos mártires de la patria.+

Senador de la Rúa

El coronel Larrabure murió como un mártir después de sobrellevar con dignidad un cautiverio
prolongado en el tiempo; después de sufrir en su cuerpo el dolor de la vejación y la tortura; luego
de haber padecido el aislamiento total. Hechos como éstos nos llevan a preguntarnos qué clase
de violencia es ésta que ignora la dignidad del ser humano; qué clase de lucha puede ser ésta que
ya arrasa con los valores esenciales del mínimo respeto al hombre.

… muertes como ésta parecería que tienen algo más que la muerte; llevan consigo el calvario del
secuestro, la tortura y la cobardía del que asesina a una persona inerme y prisionera.

Este crimen se parece a los del general Pedro Eugenio Aramburu y del coronel Ibarzábal, en la
crueldad de la prisión y de la muerte y en la dimensión del coraje de los muertos.

Vivimos un momento crucial y decisivo en el que este clima va llegando a su límite crítico y
constituye un grave problema frente al cual debe centralizarse la acción para asegurar el orden.

Hay que eliminar este clima de terror. El Estado tiene el monopolio de la fuerza y la fuerza de la
ley. Con ésta como divisa y con las instituciones como escudo hay que acabar con la violencia y
alcanzar la paz; terminar con todas las violencias, de todos los signos, orígenes y fines, porque si
esto continúa acabaremos viendo enfrentamientos demasiado vastos y dolorosos, y entonces no
habrá orden ni ley ni Estado, y así no podrá sobrevivir la sociedad.

Senador Brizuela

… un hecho reciente, que denigra al ser humano, profana hasta lo más profundo los principios
de la ley de Dios y que preocupa por sobre todas las cosas por la irracionalidad de actuar de estos
sujetos, que torturaron primero y asesinaron después, de la manera más repudiable, al señor
coronel del Ejército Argentino don Argentino Larrabure.

Senador León

En nombre del bloque radical me voy a permitir leer un proyecto de resolución referido a la
muerte del coronel Larrabure, que dice así: El Senado de la Nación resuelve condenar el cruel y
bárbaro asesinato del coronel Argentino del Valle Larrabure, víctima de una nueva injusticia
contra los derechos humanos y un nuevo ataque a las fuerzas armadas, que están
consustanciadas en la acción común de defender los derechos del pueblo y la institucionalización
republicana del país.

El radicalismo, y todos los que estamos aquí, podemos decir que no se trata de que algunos
maten invocando una revolución confusa, que no se define y que otros lo hagan en nombre de
una represión que no puede justificarse, porque no es posible exponer con exactitud los
barómetros de la justicia.

Los argentinos –la multitud nacional– están hartos y saturados de violencia. Por eso las minorías
al servicio de actitudes extranjerizantes, con ideas que no salen de nuestra propia tierra sino, a lo
mejor, de libros que se escriben en idiomas extranjeros, tratan de alterar la actitud pacificadora
de las grandes mayorías del país.

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Teniente coronel

Argentino del Valle Larrabure

Nació en la provincia de Tucumán el 6 de junio de 1932. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el


1 de marzo de 1949, y egresó como subteniente de infantería el 1 de diciembre de 1952. Siendo
oficial subalterno cursó la Escuela Superior Técnica y obtuvo después de cuatro años el título de
Ingeniero Militar. Por sus antecedentes profesionales fue becado por dos años al Brasil para
perfeccionarse en su especialidad de ingeniero químico. Al término de su comisión fue condecorado
por el Ejército Brasileño. Su último destino fue el de Subdirector de la Fábrica Militar de Pólvoras y
Explosivos Villa María. (Pcia. de Córdoba), lugar donde fue secuestrado en la noche del 10 de
agosto de 1974, permaneciendo en esa situación por más de un año.

Por informes técnicos forenses se estima como muy probable que su fallecimiento se haya
producido el 19 de agosto de 1975 ya que su cuerpo fue encontrado días después envuelto en
bolsas de nylon, en las afueras de la ciudad de Rosario.

Estaba casado con la señora María Susana San Martín y era padre de dos hijos.

Alcanzó el grado de teniente coronel durante su cautiverio; fue ascendido post mortem a
coronel.

La forma en que fue secuestrado se ha indicado en el relato anterior referido al copamiento de la


fábrica militar.

Los esfuerzos para ubicarlo fueron inútiles, incluidos los de su familia que sólo quería comprobar si
aún vivía. Sólo tres misivas le fue permitido hacer llegar a su familia (8 y 22 octubre 74 y enero 75).

En ellas trataba de infundir ánimo a su señora e hijos e inclusive les hacía llegar consejos de padre,
impregnados de su profunda fe religiosa.

Ya en enero de 1975, a cinco meses de su secuestro, la letra de Larrabure se hacía, por párrafos,
difícil de descifrar.

Los detalles que llegan hasta nosotros sobre su martirologio, son los que él mismo escribió en hojas
que fueron halladas en su celda durante el allanamiento posterior a su muerte y la huida de sus
captores.

En el libro Así sangraba la Argentina de Antonio Petric, dedicado a las muertes del industrial
Sallustro, del almirante Quijada y del Tcnl. Larrabure, podemos leer:
Las hojas desordenadas, sucias muchas, de escritura muy irregular, se suceden, dando cuenta de
su negativa rotunda a colaborar con sus carceleros a cambio de su vida (pretendían sus servicios
como ingeniero químico en sus fábricas clandestinas de explosivos); de su sufrimiento por el
asma que lo aquejaba, estimulada por el encierro, el humo de los cigarrillos de sus
guardianes… ; de sus desvaríos al final, cuando creyendo oír la voz de su hija intenta una fuga:
lamentablemente (escribe) mi estado de alucinación y mi cuerpo quebrantado, no me ayudan en
la gresca que hubo. Sé que rompí un vidrio, pero fui desvanecido y cuando desperté estaba
maniatado de pies y manos en el camastro…

En otros tramos se lee:

Mis carceleros me han brindado entrevistas para hablarme de política. Por supuesto de política
revolucionaria empapada de Mao Tse Tung, Regis Debray, Giap, Ho Chi Minh, Guevara y
demás.

El recinto donde estuvo más de nueve meses tenía dos metros de largo por uno y medio de
ancho y junto al catre había un retrete portátil. La celda se hallaba bajo un negocio de
mercería atendido por una mujer joven, con quien convivía su marido, su madre y dos
criaturas de la pareja. Típico cuadro inofensivo de cualquier barrio suburbano.

A la celda subterránea se llegaba a través de la pared del placard de la cocina de la pareja. Había
otra celda contigua desde donde sin verlo, otros secuestrados transitorios, que sobrevivieron, fueron
testigos (por los sonidos).

En otras páginas vemos pruebas de su temple, invocando a Dios, cantándole a la Patria o a su mujer
y sus hijos o escribiendo fórmulas químicas, para conservar sus facultades intelectuales; también
hacía crucigramas, que él mismo armaba.

Un párrafo dice:

Un encapuchado que viene me dice hoy: mayor no desespere y no trate de quebrantar su prisión.
Ud. permanece en la cárcel del pueblo porque el Ejército al que Ud. pertenece lo ha abandonado.
No estoy abandonado, estoy acompañado por la fe infinita en Dios y por el amor de mis seres
queridos, amigos y mi Ejército, que no me abandonará jamás, porque él hizo mi carácter, él
perfeccionó mi intelecto y en él aprendí a esperar también a la muerte, con templanza.

En otras hojas leemos:

Calladamente pido a Dios que no me abandone a una locura que sería humillante…, quiero
morir de pie como el quebracho que al caer hace ruido, que es un alarido que estremece el
monte. Quiero morir de pie invocando a Dios en mi familia, a la Patria en mi Ejército y a mi
pueblo no contaminado…

Pasado el mediodía del sábado 23 de agosto la comisaría 18ª de Rosario recibe una llamada en
la que la voz de un hombre (anónimamente) informó que en un zanjón próximo al cruce de la
Av. Ovidio Lagos y Muñoz, había un bulto que les va a interesar.

En un posterior comunicado el ERP se adjudica el hecho. Se encontró dentro de un revestimiento


plástico un cadáver de impresionante delgadez, en el que el posterior peritaje médico constató
importantes contusiones craneanas, escoriaciones en diversas partes del cuerpo, evidencias de
pasaje de corriente eléctrica y en definitiva, muerte por ahorcamiento.
Era Argentino Del Valle Larrabure.

Como último testimonio de este hecho, se reproduce a continuación la homilía pronunciada el 24 de


setiembre de 1975, en el día de su sepelio, por el Pro Vicario Castrense, Monseñor Victorio
Bonamín.

Dios está redimiendo,

mediante el Ejército a la Nación

Homilía en memoria del


Tcnel. Argentino del Valle Larrabure

24 de Septiembre de 1975

He aquí la muerte de un coronel. Es un hombre que de antemano ofreció su vida. Desde que
entró al Colegio Militar y aceptó la carrera militar con todas sus consecuencias hizo como un
voto de aceptación de la muerte. El juró, si era el caso, dar la vida, en defensa de la bandera.

Su muerte es muerte de amor, como lo es ésta de los oficiales y suboficiales que han muerto en
acción de guerra en Tucumán. Son muertes que tienen una finalidad trascendente.

Cuando hay derramamiento de sangre hay redención. Dios está redimiendo, mediante el Ejército
Argentino, a la Nación Argentina.

Hay muchos pecados, muchos crímenes. Hay mucha cobardía. Mucha traición. Mucha
desvergüenza. Mucho y en todos los niveles. En los más superiores. hasta el punto de
avergonzarme. Todo eso hay que pagarlo compañero, todo eso hay que expiarlo delante de Dios.

¿Es audacia decir que el Ejército Argentino es el que ahora está expiando por todos? ¿Por qué?
Se dirá, porque no es una persona física, sino una persona moral.

Y ¿cuántas veces Dios se ha servido de personas morales como si fueran personas físicas,
individualidades, para sus fines?

Y ¿no querrá algo más de las Fuerzas Armadas que esté más allá de su función de cada día en
relación a una ejemplaridad sobre toda la Nación?

Debe alzarse lo que está tan caído y que bueno es que sean los primeros en alzarse los militares.

Que se pueda decir de ellos que es una falange de gente honesta, pura, hasta ha llegado a
purificarse en el Jordán de la sangre para poder ponerse al frente de todo el país hacia grandes
destinos futuros.

Le toca sufrir por lo que los demás gozan. Les toca velar con las armas en la mano los festines de
los corruptos, que gozan de la vida gracias a que otros les defienden las fronteras físicas,
geográficas, morales, para que no se los moleste en sus convites.

Yo venero a este Ejército Argentino. Yo estoy orgulloso de este Ejército Argentino. Yo sé que es
un motivo, un argumento, que surge ahí del altar, lo que le está pasando al Ejército Argentino.
Pido a Dios que él, el Ejército Argentino, lo advierta, y lo acepte generosamente como hay
cuantos que lo aceptan.
¿Quién no se estremece, al ver a esos chicos del Colegio Militar de la Nación, que saben, sobre
todo los de 4to. año, saben, que el año que viene van a ir Tucumán y lo aceptan? Esa sangre
pura la quieren ofrendar a la Patria.

Estamos viviendo horas de grandeza increíble en el Ejército Argentino, verdadero orgullo de


nuestro país.

Victorio Bonamín

Monseñor Por Vicario Castrense

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Capitán

Carlos Eduardo Arteaga

Nació el 14 de julio de 1925 en la ciudad de Buenos Aires; ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 12 de marzo de 1945, de donde egresó como subteniente de caballería el 18 de diciembre de
1947. Revistó como oficial en el mencionado Colegio Militar, en el Regimiento de Granaderos a
Caballo General San Martín, y como cursante en la Escuela Superior de Guerra donde obtuvo el
título de Oficial de Estado Mayor. El 4 de noviembre de 1960 pasó a retiro a su solicitud, con el
grado de capitán. Estaba casado con la señora Elena Medina y era padre de tres hijos.

Fue asesinado el 29 de agosto de 1974. El sábado 24 de agosto de ese año, siendo


aproximadamente las 21:00 horas, al salir del Centro Regional General Sarmiento, dependiente
de la Universidad Nacional de Luján, donde participaba de un curso sobre ecología, fue
secuestrado.

El hecho se produjo en la intersección de las calles Gaspar Campos y Arias, de José C. Paz,
provincia de Buenos Aires, donde varios individuos intentaron reducirlo y al resistirse le efectuaron
varios disparos hiriéndolo presuntamente en el tórax, tras lo cual lo introdujeron en un automóvil,
desconociéndose su paradero a partir de ese momento. En el lugar quedó herida otra cursante, la
señora María Alliendo, quien recibió un impacto en una pierna y otro en la pelvis, siendo
asistida y puesta fuera de peligro.

Unos días más tarde, aproximadamente a las 02:00 horas del 29 de agosto, los escasos vecinos de
una despoblada zona próxima a Grand Bourg (provincia de Bs. As.), oyeron la llegada de varios
automóviles, luego disparos de armas de fuego y finalmente la partida de los vehículos.

Más tarde, y ya de día, trabajadores que concurrían a sus tareas encontraron en el camino el
cuerpo de un hombre con disparos en la cabeza y dieron aviso a la policía.

Era el capitán Carlos Eduardo Arteaga.

La Prensa en su inicial crónica del secuestro y la persona herida, registra un informe del rector
normalizador de la mencionada Universidad de Luján, Dr. Emilio Fermín Mignone, que dice:

Puede afirmarse, sin la menor duda, que este hecho es totalmente ajeno a esta casa de estudios y
al igual que los últimos acaecidos en distintas regiones del país, contribuyen a acentuar el clima
de inseguridad y violencia atentatoria del espíritu de pacificación pregonado… Por ello,
haciéndome eco de la comunidad universitaria, no puedo sino repudiar este episodio vandálico
cometido en perjuicio de dos de sus miembros.

Coincidentemente con estos hechos, el mismo diario en su edición del 25 de agosto de 1974 (Pág.
2), transcribió bajo el título: Comentario chileno sobre la guerrilla chilena parte de un artículo de
El Mercurio de Santiago de Chile, que entre otras cosas dice:

Es probable que el cambio estratégico, se haya originado en la reunión que los movimientos
extremistas latinoamericanos realizaron a comienzos del presente año en Argentina. Según otros
antecedentes, en ella se acordó que las organizaciones terroristas coordinarán su labor y que sus
acciones estarían integradas a un plan de subversión general para los países del Cono Sur de
América latina.

Luego expresa:

…que este tipo de operaciones parecería indicar que el ERP estuviera realizando actos
especialmente provocativos para las FF. AA., con el objeto de obligarlas a intervenir
políticamente en la esperanza de ridiculizar a varios sectores del peronismo y dejarlos en una
posición propicia para las actividades del grupo extremista.

El matutino señala que la guerrilla sólo es posible mientras cuente con una cierta pasividad del
régimen constituido y agrega:

Hay un momento de la historia de este conflicto en que el Estado emplea los medios de que
dispone y empiezan a actuar conjuntamente efectivos policiales y militares en el terreno que los
extremistas han elegido.

Y la historia reciente de América latina, muestra cómo ese momento marca el fin de tal actividad
subversiva que se ha nutrido hasta entonces de la inercia de los regímenes…

Dicho esquema podría también aplicarse a la Argentina. Termina diciendo el artículo de El


Mercurio.

El 27 de agosto (dos días antes del asesinato), también La Prensa trasunta la preocupación creciente
por los sucesos que casi a diario protagoniza el terrorismo subversivo, al transcribir declaraciones
del Dr. Alberto Rocamora, ministro de Interior del Gobierno de Isabel Perón:

Admitió que está en estudio la modificación del Código Penal, donde se legalizarán las medidas
necesarias para que el gobierno nacional cuente con los elementos para combatir el delito y la
guerrilla con mayor eficacia. Agregó el ministro que había recibido sugerencias de algunos
partidos políticos opositores para implantar el estado de sitio… Admitió además que en el curso
de las deliberaciones que se iniciaban en el Salón Blanco, con todos los gobernadores e
interventores de las provincias, el tema de la subversión y del delito será analizado.

Ese mismo diario informa que una vez descubierto el cadáver del capitán Arteaga, la Universidad
de Luján decretó duelo con suspensión de actividades por dicha causa.

Asimismo, el rector Emilio Mignone, dispuso que una delegación de la universidad,


encabezada por el Secretario académico, concurra al sepelio.

A su vez el secretario general del Gremio del Personal Aeronáutico, Rodolfo Beotegui, refiriéndose
al desaparecido capitán, dijo: que su presencia hizo que fuera menos dolorosa la intervención al
sindicato… A pesar de las diferencias que tuvimos, debemos señalar que el capitán Arteaga fue
un caballero y repudiamos este crimen totalmente inútil… Actuó como un militar, con sentido
del honor.

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Coronel

Jorge Oscar Grassi

Nació el 4 de abril de 1925, en Tornquist, provincia de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de
la Nación el 25 de febrero de 1944, de donde egresó como subteniente del arma de ingenieros el 22
de julio de 1947. Prestó servicios en numerosas unidades de su arma, en las guarniciones de Curuzú
Cuatiá, Posadas, Olavarría, Las Lajas (Neuquén), Uspallata, Campo de los Andes y Mendoza.

En 1968 y 1969 ocupó el cargo de jefe del Batallón de Ingenieros 141, en La Rioja, donde se
desempeñó en una tarea de apoyo a la comunidad con singulares resultados prácticos. Pasó luego a
dirigir una tarea similar (acción cívica) como oficial de ingenieros del Comando del Tercer Cuerpo
de Ejército, a partir de 1970, en Córdoba, mereciendo destacar que durante su gestión se entregaron
en distintas poblaciones, diez escuelas y cuatro dispensarios. Cumplia dicha función cuando fue
asesinado el 25 de setiembre de 1974. Estaba casado con la señora Esther Correa y era padre de
dos hijos. Fue ascendido post mortem al grado de general de brigada.

Como lo hacía diariamente, a las 07:10 horas del mencionado día, el Cnl. Grassi abandonaba su
domicilio en la calle 8 N° 35 del Barrio Parque Vélez Sársfield. Luego de cruzar un pequeño jardín
llegó a la acera y advirtió la llegada de un automóvil del cual se apearon dos sujetos armados que le
abrieron fuego. Parapetándose tras la camioneta que lo esperaba, logró eludir la primera ráfaga,
pero nuevos disparos lo alcanzaron en la pierna izquierda y en el abdomen. Los terroristas iniciaron
la huida, no sin antes lanzar una ráfaga contra el soldado, el que salvó su vida arrojándose al piso de
su vehículo.

El coronel Grassi, gravemente herido, fue socorrido por su propia esposa y vecinos que acudieron al
cesar el tiroteo, pero falleció antes de poder ser intervenido en un nosocomio próximo a su
domicilio.

Se tomó conocimiento a través de la revista del ERP Estrella Roja, que con motivo del fracasado
intento de copamiento del Regimiento 17 de Infantería en Catamarca, donde murieron 16
extremistas, El Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores, dirección político
– militar del Ejército Revolucionario del Pueblo, tomó la grave determinación… de responder
con una ejecución de oficiales indiscriminada. Dichas acciones fueron iniciadas el señalado 25
de setiembre con los asesinatos del coronel Grassi en Córdoba y del teniente 1ro. Brzic en
Rosario, y un atentado del que resulta herido el teniente coronel Roberto López Paz, también
en Córdoba. Como veremos más adelante, en los dos meses siguientes se produjeron ocho
muertes más.

Los diarios del 26 de setiembre mostraban en amplios titulares la conmoción causada por los
atentados del día anterior, mencionando las adhesiones y expresiones de pesar que distintas
entidades civiles hicieron llegar a las autoridades del Ejército.

La Nación expresa:
Por su parte, legisladores integrantes de las Comisiones de Defensa de las dos Cámaras del
Congreso Nacional testimoniaron al teniente general Anaya (Comandante General del Ejército)
su pesar por la trágica muerte de los dos oficiales (Cnl. Grassi y Tte. 1ro. Brzic).

Más adelante, dicho diario, transcribe la nota de pésame que remitiera al Comando del Ejército el
comisario general Alberto Villar, jefe de la Policía Federal Argentina:

Una vez más la historia de la Patria enluta sus páginas de dolor y enuncia un himno de gloria;
unidos en la trascendencia de su vocación argentina, han caído, en cumplimiento de su más alto
juramento, el coronel Jorge Oscar Grassi y el teniente 1ro. Roberto Luis Brzic…

Asimismo transcribe el mensaje que el interventor nacional en la provincia, brigadier mayor (R)
Raúl Oscar Lacabanne, difundió por la red local de radio y televisión:

A sólo cinco días de que la excelentísima señora presidente de la Nación… María Estela M. de
Perón convocara a todos los argentinos… para que marchemos por la ancha senda de la unión
nacional… un nuevo acto de barbarie criminal, vil y cobarde enluta a las Fuerzas Armadas de la
Nación y al Pueblo. Es decir a la Patria misma.

… deseo expresar… nuestra indignación, nuestro repudio y nuestra enérgica condena por el
atentado perpetrado por bandas criminales, empeñadas en destruir los cimientos de la
nacionalidad…

Otro titular dice:

Ejército: firme actitud ante los atentados. El general Anaya pronunció un enérgico discurso.

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Teniente Primero

Luis Roberto Brzic

Nació el 27 de agosto de 1939, en la ciudad de Buenos Aires. En 1957 ingresó a la Escuela de


Mecánica del Ejército de donde egresó con el grado de Cabo 1ro., siendo destinado al Regimiento
de Caballería 3. El 3 de marzo de 1961 ingresó al Colegio Militar de la Nación, de donde egresó
como subteniente del arma de comunicaciones el 11 de julio de 1964, prestando servicios en varias
unidades de su arma, hasta que en enero de 1971 fue destinado al Batallón de Comunicaciones
121, con sede en Rosario, donde revistaba al ser asesinado el 25 de setiembre de 1974.

Estaba casado con la señora Susana Inés Quiroga y era padre de un hijo. Fue ascendido post mortem
al grado de capitán.

El atentado se produjo siendo las 19:50 horas del mencionado día, próximo a la intersección de las
calles Mitre y Santa Fe, de Rosario, (lugar muy concurrido) por lo que causó gran conmoción.
Cuando el teniente 1ro. Brzic se disponía a descender de su automóvil para entrar a un
edificio frente al que se había detenido, fue ultimado por los cuatro ocupantes de un taxi, que
había sido hurtado momentos antes y cuyo conductor fuera abandonado en los límites de
Rosario.
Los terroristas, entre los cuales había una mujer, descendieron rápidamente del vehículo y le
efectuaron varios disparos, al mismo tiempo que otros subversivos le hacían fuego desde la acera
opuesta, tomándolo con fuego cruzado.

El teniente 1ro. recibió cuatro impactos en la cabeza y uno en el cuello, que determinaron su
muerte instantánea, quedando caído junto al volante.

El autodenominado ERP hizo llegar a los distintos medios informativos un comunicado


adjudicándose el atentado, el que fuera concretado (expresan) en represalia por los 16 extremistas
muertos durante el intento de copamiento del Regimiento 17 de Infantería de Catamarca.

Los comentarios periodísticos, políticos y de distintas autoridades y entidades, mencionados


precedentemente por la muerte del Cnl. Grassi, tienen igualmente como destinatario al teniente 1ro.
Brzic, fallecido el mismo día.

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Capitán

Miguel Ángel Paiva

Nació el 31 de mayo de 1941 en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 19 de febrero de 1958, y egresó como subteniente del arma de infantería. Su último destino fue la
Escuela Superior de Guerra, en calidad de alumno. Poseía la especialidad de paracaidista militar.
Estaba casado con la señora Raquel Elvira Villegas, con quien tuvo cuatro hijos.

Falleció el 2 de octubre de 1974. Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

Siendo las 07:30 horas del día 2 Octubre de 1974, el capitán Paiva, se encontraba en una parada
de ómnibus, para dirigirse a su destino. De improviso, tres individuos jóvenes que lo habían
seguido, le dispararon con un arma automática, hiriéndolo mortalmente y dándose a la fuga en
un vehículo que los esperaba, conducido por una mujer.

El autodenominado ERP publicó en su órgano de prensa y propaganda N° 43 Estrella Roja (4 de


noviembre de 1974, página 18), bajo el título Crónica de la Guerra Revolucionaria,
correspondiente a las acciones del mes de octubre, lo siguiente:

Día 2, Buenos Aires. El ERP ejecutó al capitán del Ejército contrarrevolucionario Miguel Ángel
Paiva.

Los diarios del día 3 de octubre de 1974, publicaron los detalles del asesinato, mientras que otros
títulos expresaban que la Presidente denunció la actividad de mercenarios al servicio de intereses
extranjeros, en el mensaje dirigido al país desde Santiago del Estero.

Clarín tituló en su primera página:

Asesinaron en Palermo al capitán Miguel Paiva

y en el desarrollo del artículo expresa:


Ayer, a las 07:20 el capitán Miguel Angel Paiva abandonó su domicilio ubicado en Córdoba
4665 y se dirigió caminando hacia la parada de los ómnibus de la línea 15, en los que
habitualmente viajaba hacia la Escuela Superior de Guerra. Paiva, que vestía de civil, cruzó la
avenida Córdoba en diagonal, en dirección a un portón negro por el que se ingresa a un salón de
fiestas. Mientras el capitán detenía su marcha por unos segundos para comprar un diario, tres
individuos jóvenes que llevaban abrigos colgados de sus brazos, se acercaban a él. El militar
siguió caminando y al llegar al poste indicador de la línea 15 los tres hombres que lo seguían
sacaron de entre los abrigos, armas de fuego –dos ametralladoras y un revólver– y comenzaron a
dispararle desde corta distancia. El capitán Miguel Angel Paiva no tuvo ninguna posibilidad
para intentar defenderse y cayó herido mortalmente, alcanzado por no menos de 12 impactos de
bala.

El día 3 Octubre 74, dos días después de su asesinato, el Jefe de Policía anunció en conferencia de
prensa que había sido identificado el asesino y sus cómplices. Al respecto, el 4 de octubre de 1974,
Clarín tituló:

Capitán Paiva, fue identificado el asesino

y más abajo:

La policía indicó como autor material a Mario Favario. Dos cómplices.

En su contenido entre otras cosas, dice que Favario había sido detenido en 1972 y amnistiado el
25 de mayo de 1973 y que el autor del asesinato de Paiva fue Jorge Carlos Molina (a) Molina
Chico y que la conductora del vehículo era Sara Albertina López Dupuy, esposa de Favario.

La Prensa tituló en su primera página:

Asesinaron a balazos al capitán Miguel A. Paiva

La víctima presentaría 12 impactos de bala calibre 9 y 38 mm., mientras otros proyectiles


disparados por los homicidas, presuntamente con una ametralladora, hicieron blanco en la
puerta de acceso de una confitería.

Según este diario los delincuentes se movilizaban en un Fiat 128 y fueron apoyados por otros
hombres que estaban en un automóvil, huyendo ambos vehículos a gran velocidad.

Declaraciones políticas

La mesa directiva del Comité Nacional de la U.C.R., que presidía el Dr. Ricardo Balbín, emitió un
documento en el que luego de analizar la situación nacional, dice:

Frente al ataque indiscriminado de que son objeto los integrantes de la Fuerzas Armadas,
volvemos a levantar nuestra voz de repudio y solidaridad. Más adelante agrega: Nos consta que
la empresa de consolidar en plenitud las instituciones de la República no es tarea fácil ni de
pocos, sino de esfuerzo del conjunto, en el cual las Fuerzas Armadas, que las sabemos hoy
consustanciadas con el pueblo y de cuyas entrañas emergen, están ofreciendo con espíritu de
soldado, el noble y silencioso sacrificio de sus vidas como aporte significativo a la
democratización de Argentina.

Cabe también señalar lo expresado por distintos legisladores durante el debate de la Ley 20.840 de
represión de actividades subversivas, que constan en el Diario de Sesiones de la H.C. de Senadores,
pocos días antes de la muerte del Cap. Paiva (26 y 27 de setiembre) pues traducen la situación que
estaba viviendo el país.

Senador Leopoldo Bravo

Creo que lo que estamos haciendo hoy no puede llevar a la convicción de los argentinos la idea
de que se trata de un programa para detener esto que constituye ya realmente una guerra civil.

Senador Díaz Bialet

Prefiero la injusticia al desorden, dijo Goethe, desesperado. El concepto que no puede ser
integralmente compartido, encierra sin embargo una gran verdad, porque el desorden o la
subversión no es fundamento de los justos y lesiona inexorablemente los esenciales valores de
una sociedad…

Senador Cerro

La Argentina está viviendo una situación límite, es cierto. También es verdadero que hay
urgencia en salir de esto.

Senador Cornejo Linares

… esta es la hora de actuar, de defender lo más caro que tenemos, no ya las instituciones y el
Estado sino la misma nacionalidad, que se ve comprometida por esta conspiración de raíz
internacional. … el país vive una escalada de violencia que pone en peligro los supremos valores
morales del Estado y de la Nación misma.

Senador de la Rúa

Lo cierto, señores senadores, es que debe ponerse término a la violencia. Y para esto el Estado –
que como estado de derecho es el único que puede tener el monopolio de la fuerza– debe utilizar
medios idóneos.

Senador Caro

Después de esto, tal vez nos tocará empuñar el fusil en vez de los códigos y las leyes.

Hay una imagen de la Justicia que anda rondando por allí: una Temis que en vez de venda sobre
los ojos lleva antifaz, que en lugar de la balanza tiene una metralleta y en reemplazo de la espada
tiene una escopeta Itaca. Debemos volver a la verdadera imagen de la Justicia.

(Textos tomados del libro Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959-1978), del Grl. Div.
Ramón G. Díaz Bessone).

**********************
Mayor bioquímico

Jaime Gimeno
Nació en Salta el 28 de diciembre de 1920. Ingresó al Ejército en el año1944. Se desempeñó en el
Hospital Militar de Salta, en el Regimiento 4 de Caballería, en el Comando de Sanidad del Ejército
y dictó cursos de su especialidad en la Escuela del Cuerpo Profesional General Lemos. Prestaba
servicio en el Hospital Militar Central cuando fue asesinado el 7 de octubre de 1974.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel y estaba casado con la señora Rosa María
Bassi, siendo padre de dos hijos.

El atentado se produjo en la localidad de Banfield, provincia de Buenos Aires, el 7 de octubre


de 1974, siendo aproximadamente las 07:40 horas, cuando el mayor abandonaba su domicilio
particular, como lo hacía diariamente, hacia el Hospital Militar Central.

En instantes en que iniciaba su desplazamiento por la avenida Hipólito Yrigoyen, se apareó al


coche que conducía una pick up ocupada por cuatro individuos que le abrieron fuego con
armas automáticas, logrando el mayor Gimeno contestar el fuego con su arma reglamentaria.

Al oír las detonaciones un hijo del jefe agredido de diecinueve años, salió al balcón del edificio
con una carabina 22, disparando sobre los terroristas . Ante esto, varios sujetos que se
hallaban en dos vehículos próximos, descendieron y abrieron a su vez el fuego sobre el mayor
Gimeno ultimándolo.

De resultas del tiroteo, un terrorista falleció inmediatamente, otro al llegar a un nosocomio y


un tercero, internado en grave estado, murió posteriormente.

La organización subversiva autodenominada ERP, reconoce la autoría del hecho en el N° 43 de su


revista Estrella Roja. En su página 18 vemos una crónica de la guerra revolucionaria del mes de
octubre de 1974, donde entre otros hechos señala:

Bánfield, el ERP ejecutó al mayor de sanidad Jaime Gimeno. En la operación cayeron muertos
nuestros combatientes…

Repercusiones políticas

Los diarios en general expresan la unánime condena a la violencia del gobierno y de los distintos
sectores nacionales, frase con la que encabezó su primera plana La Nación del 10 de octubre de
aquel año.

Con la muerte del mayor Jaime Gimeno, los atentados de toda índole que conmovieron a la opinión
pública sólo durante nueve meses de 1974, habían superado los cientos cincuenta.

Esto lleva a la presidente Isabel Perón a convocar una asamblea multisectorial el día 8 de octubre
con dirigentes de los partidos políticos, de la CGE, de la CGT y de las 62 Organizaciones
Sindicales, para analizar los hechos de violencia que perturban la marcha normal de las
actividades del país, como expresa la crónica del mencionado diario.

En la apertura del acto en la Casa de Gobierno, la Presidente dijo que la finalidad de esa
convocatoria era intercambiar opiniones sobre la necesidad de erradicar definitivamente del
ámbito nacional, a toda expresión de terrorismo y subversión.

Más adelante dijo: Estas fuerzas, que procuran someter a los países bajo su dependencia, se
nutren con el caos y la inseguridad de los pueblos, aliándose con elementos dispares que se
colocan a su servicio, así como mercenarios, proclives a todo lo que signifique anarquía y
destrucción del orden y del progreso, proclamando la violencia por encima de la razón y negando
con cada uno de sus actos criminales, la esencia misma de nuestra nacionalidad.

Del resto de lo expresado cabe destacar:

No estamos inmunes ni tampoco inertes. Contamos con todos los medios y todas las fuerzas para
emprender una operación de enjundia, si ello se hace necesario… mi mano será firme y el
castigo severo cuando se atente contra la seguridad de la Patria y sus instituciones.

Deseo… hacer llegar mi solidaridad para con ese bizarro Ejército Argentino, que soporta en
estos instantes el traidor ataque del mercenario enemigo…

A quienes dieron su vida en holocausto patriótico, vaya nuestro profundo reconocimiento y la


seguridad de que sus nombres y el ejemplo de sus vidas fortalecerán y templarán nuestro espíritu
para cumplir la misión que Dios nos ha encargado.

Es evidente que este tipo de enfermedad endémica del terrorismo, no es patrimonio exclusivo de
nuestro país sino que viene de mucho tiempo atrás y se desenvuelve en la mayor parte de los
pueblos del mundo.

No nos engañemos: todas estas cosas que se hacen a través de la violencia, están organizadas
contra el Estado mismo, contra el país y contra cada uno de los ciudadanos argentinos…

Terminada la exposición presidencial los dirigentes asistentes fueron invitados a dialogar. De lo


expresado por cada uno de ellos, cabe resaltar:

Martínez Raymonda:

Para nosotros, todos los muertos nos resultan un ultraje a nuestra condición humana… no hay
muertes buenas porque están cerca de los otros o muertes malas porque están cerca de nosotros.

Segundo Palma, secretario general de la CGT:

Estas nefastas prácticas repugnan a nuestras conciencias.

Francisco Manrique, refiriéndose a las metas de la subversión:

Su primer objetivo es el derrocamiento del gobierno que llevaría a la destrucción de un sistema


de vida.

Dr. Arturo Frondizi:

Quiero declarar en primer término y de manera absolutamente enfática que el Movimiento de


Integración y Desarrollo condena al terrorismo no sólo como un acto de barbarie, sino por
cuanto contribuye al intento de desintegración nacional en que están interesadas fuerzas
internas y externas del país.

Estamos en presencia de una crisis social que no afecta solamente a las formas institucionales y
democráticas… sino que afecta la existencia misma del Estado. Sin el cual no puede existir una
nación organizada, puesto que la facultad para establecer el orden y de mantenerlo, es función
de él y está cuestionada por la presencia de grupos armados que se arrogan la facultad de decidir
sobre la vida, sobre la tranquilidad, sobre los habitantes de todo el país.
Y agregó finalmente que:

El Gobierno tiene la necesidad y el deber imperioso de asegurar la tranquilidad y la vida de todos


los habitantes de la República.

Sr. Arturo Ponsatti del Partido Revolucionario Cristiano:

Estamos en contra, repudiamos, censuramos enérgicamente a las vanguardias iluminadas que se


erigen en tutores del pueblo y pretenden imponer modelos de ciudad, comportamiento que el
pueblo rechaza y que la Nación no ha decidido. Esa violencia, drásticamente, enérgicamente e
imparcialmente, debe ser reprimida y prevenida.

Dr. Ricardo Balbín, presidente del Comité Nacional de la U.C.R, entre cosas dijo:

contra la subversión existe un ejército imbatible que es el pueblo… podrán matar a unos, podrán
matar a otros, será víctima hoy un militar, mañana un sacerdote, puede ser un diputado; son los
cuantiosos dolores que sufren los dramas de las familias. Pero el pueblo vencerá a la
subversión…

No me preocupa tanto el que aprieta el gatillo, sino el que hace apretar el gatillo y lo digo, por mi
honor, que estoy en la búsqueda de esos responsables. El día que los tenga los pondré sobre el
despacho de la Sra. Presidente…

De las Fuerzas Armadas dijo:

están dando un amplio ejemplo

y de las Fuerzas de Seguridad:

es el más alto ejemplo y la mejor contribución que se ha hecho en esta instancia argentina.

De Américo Ghioldi, titular del Partido Socialista Democrático:

Es una violencia que por su magnitud y por operar en capas humanas muy profundas, que toca
la parte subjetiva de la que constituye el orden jurídico, va contra el Estado mismo y contra el
sistema de vida que los argentinos estamos siguiendo. Agregó que con el terror se está
desequilibrando la vida subjetiva de las personas y cuando eso se desequilibra, se desequilibra
también la vida objetiva y jurídica de la sociedad.

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Teniente

Juan Carlos Gambandé

Nació el 16 de diciembre de 1949, en Rosario. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 1 de


marzo de 1968 y egresó como subteniente de intendencia en diciembre de 1970, siendo destinado
al Comando del IIdo. Cuerpo de Ejército. Revistaba en el Liceo Militar General Belgrano
cuando fue asesinado.
Un año antes, el 4 de octubre del 73, había contraído enlace con la señora Juana Elsa Morelli.
Fue ascendido post mortem al grado de teniente 1ro.

El 11 de octubre de 1974, cerca de las 06:30 horas el teniente Gambandé retiraba su automóvil de
un garage, en la ciudad de Santa Fe, cuando llegaron hasta allí dos jóvenes desconocidos, los que
armados con pistolas automáticas le dispararon a quemarropa, y emprendieron una veloz
retirada en el mismo vehículo con que habían llegado.

El teniente recibió nueve proyectiles que le interesaron el tórax y la cabeza.

Un vendedor de leche que circunstancialmente pasaba por el lugar auxilió al oficial, trasladándolo
al Hospital Italiano donde falleció momentos después.

El Nº 43 de la revista Estrella Roja, de fecha 4 de noviembre de ese año, en su página 5, publica lo


que llama un Parte de Guerra, encabezado con una foto del oficial asesinado y que comienza
diciendo:

Al pueblo:

En el día de la fecha siendo las 06:30 horas, el Comando "Luis Billinger", perteneciente al ERP,
procedió a ejecutar al teniente primero Juan Carlos Gambandé; una vez concluido el operativo
los combatientes se retiraron ordenadamente a sus bases operativas…

Este fue un nuevo asesinato en represalia contra el Ejército opresor, por los subversivos muertos
durante el fracasado ataque al Regimiento 17 de Catamarca, ocurrido dos meses antes, el 11 de
agosto.

Asimismo, en la Crónica de la Guerra Revolucionaria de la mencionada revista subversiva, se lee:


Santa Fe; el ERP ejecutó al teniente del Ejército contrarrevolucionario Juan Carlos Gambandé.

Los comentarios políticos y periodísticos transcriptos de los atentados precedentes y


subsiguientes, con su rechazo a estos alevosos asesinatos y su sentido de homenaje a los caídos,
tienen también por destinatario al teniente Juan C. Gambandé, dado los escasos días de
diferencia con que se produjeron.

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Teniente coronel médico

José Francisco Gardón

Nació el 4 de junio de 1922 en la ciudad de Córdoba. Realizó sus estudios primarios y secundarios
en el Colegio Lasalle de esa ciudad, recibiéndose de médico en la facultad cordobesa.

Ingresó al Ejército el 31 de diciembre de 1955 como teniente 1ro. médico en comisión. Desde 1965
se encontraba destinado en el Hospital Militar de Campo de Mayo. Estaba casado con la señora
Sara Capra y era padre de un hijo.

Falleció el 23 de octubre de 1974. Fue ascendido post mortem al grado de coronel.


Siendo las 18:05 horas del día 23 de octubre de 1974, el teniente coronel Gardón, luego de
estacionar el automóvil de su propiedad en proximidades del Hospital Municipal de San
Miguel, donde se desempeñaba como jefe de hemoterapia, fue atacado imprevistamente por dos
hombres jóvenes que sin mediar palabras le efectuaron varios disparos y huyeron en un
automóvil que los esperaba.

El doctor Gardón fue socorrido por personal del hospital, alertado por los disparos, que lo llevó a la
sala de emergencias y al quirófano, donde dejó de existir a las 20:30 horas. Tenía dos impactos en
la cabeza, uno en el tórax y otro en el brazo.

El autodenominado ERP publicó en el Nº 43 de su órgano de prensa y propaganda Estrella


Roja (4 de noviembre de 1974, página 18), bajo el título Crónica de la guerra revolucionaria
correspondiente a las acciones ejecutadas durante el mes de octubre, lo siguiente: Campo de
Mayo. El ERP ejecutó al teniente coronel Francisco Gardón, sin ningún otro tipo de
comentario.

Los diarios del día jueves 24 de octubre de 1975 publicaron el asesinato en primera plana.

La Prensa tituló: Fue asesinado un teniente coronel en San Miguel. Inició su artículo de un cuarto
de página con lo siguiente:

En la zona céntrica de San Miguel, partido de General Sarmiento, fue herido mortalmente a
balazos, en las últimas horas de la tarde, el teniente coronel médico del Ejército Argentino José
Francisco Gardón. El militar fue atacado por dos hombres jóvenes cuando se disponía a penetrar
en el Hospital Municipal de San Miguel, en el que se desempeñaba como jefe de hemoterapia.

Clarín tituló en primera plana: San Miguel; a la salida de hospital, matan a un teniente coronel
médico, y en la página 17, donde relata el hecho expresó:

Asesinan a un teniente coronel médico y a continuación: En otro atentado dieron muerte al


secretario de una unidad básica y a su custodia. Resultó herida una joven. Allí hace un relato de la
forma que fue ametrallado el militar frente al hospital y agrega: El causante era jefe del servicio de
hemoterapia del Hospital Militar de Campo de Mayo. Además de las actividades desarrolladas en
dicho hospital y en el Hospital Municipal, asistía a menudo a personas de condición humilde que
residen en los barrios de emergencia aledaños al hospital, entre quienes gozaba de general
simpatía por ser de trato afable y cordial.

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Mayor

Néstor Horacio López

Nació el 17 de enero de 1932 en Hurlingham, provincia de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar
de la Nación el 1 de marzo de 1949, y egresó como subteniente del arma de artillería. Su último
destino fue el Liceo Militar General Belgrano, sito en Santa Fe, donde se desempeñaba como jefe
de la Agrupación Tropas.

Estaba casado con la señora Nélida Iris Vargas, con quien tenía tres hijos. Falleció el 7 de
noviembre de 1974; fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.
Siendo las 06:30 horas del día 7 de noviembre de 1974, el mayor López junto con un soldado
conductor del vehículo que debía trasladarlo a la unidad, fue atacado en la puerta de su casa
por un grupo terrorista y por otro, desde el edificio de enfrente, con armas cortas y largas. El
mayor recibió dos impactos en la cabeza y seis en el cuerpo. Murió instantáneamente. El
soldado Oscar A. Sales quedó herido con 4 disparos en el cuerpo. Se supo por testigos, que los
asesinos habían sido dos hombres y dos mujeres jóvenes que en la noche anterior habían
copado un departamento en el edificio de enfrente y mantuvieron de rehenes a sus moradores.
Luego del hecho huyeron en dos automóviles.

El autodenominado ERP publicó en el Nº 44 de su órgano de prensa y propaganda Estrella Roja,


(18 de noviembre de 1974, página 16), un Parte de Guerra que decía:

Santa Fe 7 de noviembre de 1974, al pueblo: Comunicamos que en el día de la fecha, el


Comando "Luis Billinger" procedió a ejecutar al mayor Néstor López del Ejército
contrarrevolucionario. Esta ejecución es parte de la respuesta que nuestro ejército da a las
Fuerzas Armadas opresoras, por la masacre de Catamarca… De esta manera la justicia popular
no permitirá que se torture y masacre a los combatientes populares con total impunidad e incluso
con el expreso aval del gobierno peronista, manifestado en las felicitaciones y condecoraciones
que recibieron los asesinos de Catamarca de manos de la misma Presidente de la Nación…

Los diarios del 8 de noviembre de 1974 publicaron el asesinato en primera plana.

La Prensa tituló:

Fue asesinado a balazos un mayor del Ejército

y a continuación:

Santa Fe: en la mañana de ayer, un grupo terrorista mató a balazos al mayor del Ejército Néstor
López e hirió al soldado conscripto que lo acompañaba. El jefe militar fue asesinado por un grupo
que se había apostado frente a su domicilio, sito en avenida General López 4350 casi esquina
Córdoba, y lo sorprendieron cuando salía para dirigirse a la unidad donde prestaba servicios…

El artículo de casi un cuarto de página, se refiere también a cómo coparon la casa desde donde
dispararon y a otros detalles aportados por los vecinos, además de transcribir el comunicado del
Ejército y los datos biográficos del mayor asesinado.

Clarín tituló en su parte superior Rige el Estado de Sitio. El Poder Ejecutivo fundamentó la medida
en las amenazas a maestros y alumnos, y más abajo, con otro título: Atentado. Asesinaron a un
mayor del Ejército en Santa Fe.

En la página, con el mismo título, comienza la información con un recuadro que expresaba:

Un grupo comando integrado por tres hombres jóvenes, asesinó ayer en la ciudad de Santa Fe al
mayor del Ejército Argentino Néstor Horacio López. La víctima fue atacada en el momento en que
abandonaba su domicilio, y en el hecho resultó gravemente herido un soldado conscripto
integrante de su custodia…

El día sábado 9 de noviembre de 1974, el mismo diario en su titular de página 18 expresaba:

La Confederación General del Trabajo, rendirá homenaje a los muertos del Ejército y más abajo:
Fueron inhumados ayer, los restos del mayor Néstor López, asesinado en Santa Fe. A
continuación: La CGT realizará un homenaje al Ejército, por sus caídos en la lucha contra la
subversión apátrida.

Así lo expresa un comunicado de la Central Obrera, que señala también como objetivo la defensa
de las instituciones de la Nación…

Finalmente se refiere al sepelio del mayor.

**********************
Teniente Primero

Roberto Eduardo Carbajo

Nació el 7 de octubre de 1943 en Tostado (provincia de Santa Fe). Ingresó al Colegio Militar de la
Nación el 7 de marzo de 1962, y egresó como subteniente del arma de ingenieros.

Su último destino fue el Batallón de Ingenieros de Combate 101, sito en San Nicolás. Poseía el
título de aptitud especial para tropas de montaña "cóndor plateado".

Estaba casado con la señora María Inés Espinoza Viale y era padre dos hijos. Falleció el 12 de
noviembre de 1974 y fue ascendido post mortem al grado de capitán.

El día 12 de noviembre de 1974, la CGT rendía un homenaje a los muertos del Ejército a
manos de la subversión, repudiando los asesinatos de soldados en manos de la ultra izquierda
contrarrevolucionaria (Clarín 13 Noviembre 74, Pág. 19). Ese día, cerca de las 20:00 hs, en San
Nicolás (Pcia. de Bs. As.) el teniente 1ro. Carbajo, fue asesinado.

El mencionado oficial, que procedía de la unidad donde prestaba servicios, concurrió a buscar a
su esposa e hijos al domicilio de sus suegros. En el momento que bajaba de su automóvil –se
encontraba su esposa esperándolo en la puerta y se dirigía a su encuentro– seis individuos que
bajaron de dos automóviles Peugeot estacionados en las proximidades, dispararon desde dos
direcciones con todas sus armas, hiriéndolo mortalmente. El mayor cayó al suelo en la vereda
delante de su esposa; sin vida. Tenía impactos en la cabeza, en el cuerpo y en las piernas.

El autodenominado ERP, se adjudicó el hecho por medio de su publicación de prensa y propaganda


Nº 45 Estrella Roja (2 de diciembre de 1974, página 18) donde, bajo el titulo Crónica de la Guerra
Revolucionaria, y correspondiente a las acciones realizadas en el mes de noviembre dice:

Día 12, San Nicolás. Un comando del ERP, ajustició al teniente primero Roberto Carbajo, del
Batallón de Ingenieros de Combate de San Nicolás.

Los diarios del día 13 de noviembre publicaron la noticia en primera plana.

La Prensa:

Asesinaron en San Nicolás a un teniente primero del Ejército

San Nicolás (Buenos Aires) En un atentado terrorista cometido anoche en esta ciudad fue
asesinado a balazos el teniente primero del Ejército Roberto Eduardo Carbajo, de la guarnición
local.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 20:00 horas cuando el oficial que prestaba servicios en la
Agrupación de Ingenieros de Combate 101 se dirigió en su automóvil a la residencia de su padre
político, el escribano Espinosa Viale, donde lo esperaba su señora y los pequeños hijos. El teniente
1ro. Carbajo descendió de su coche, frente a la casa en cuya puerta lo esperaba su esposa. En ese
momento desde un automóvil Peugeot amarillo con techo negro, ocupado por cuatro desconocidos,
abrieron fuego presumiblemente con ametralladora, contra el militar. Varios proyectiles hicieron
impacto en la cabeza y el cuerpo del teniente 1ro. Carbajo, quien se desplomó sin vida sobre la
acera.

… Según vecinos el Peugeot estaba estacionado en proximidades hacía más de dos horas…

Clarín tituló:Asesinaron a un teniente primero en San Nicolás

y en la Página 17:

Le tendieron una emboscada cuando bajaba de su auto en compañía de su pequeña hija.

El relato de este periódico difiere del anterior en que los vehículos eran dos con cuatro hombres
cada uno, expresando, según testigos, que fueron seis hombres los que dispararon de a pie, mientras
que los conductores esperaban al volante de los respectivos Peugeot, para luego darse a la fuga por
la calle Guardia Nacional.

**********************

Capitán y su Hija de 3 años

Humberto Antonio Viola María Cristina Viola

El capitán Humberto Antonio Viola nació el 15 de febrero de 1943 en Tucumán. Ingresó al Colegio
Militar de la Nación el 3 de marzo de 1960 y egresó como subteniente del arma de infantería el 28
de diciembre de 1963.

Luego de prestar servicios en distintas unidades del arma y en la Escuela de Suboficiales Sargento
Cabral, realizó el curso en la Escuela de Inteligencia de la que egresó como Oficial de Inteligencia.
Su último destino fue el Destacamento de Inteligencia de Tucumán.

Estaba casado con la señora María Cristina Picón y tenía dos hijas, María Fernanda (6 años)
gravemente herida en el atentado y María Cristina (3 años), asesinada junto a su padre el 1 de
diciembre de 1974.

El capitán Humberto Antonio Viola cumplía sus funciones profesionales en la Guarnición Tucumán
(ciudad de San Miguel de Tucumán). Oriundo de la Capital antedicha, el 1 de diciembre de 1974 en
horas del mediodía, cuando se dirigía con su familia a la casa paterna, sufrió el atentado terrorista
en el que fue asesinado junto a su hija María Cristina de 3 años de edad. Además de lo
expresado, su otra hija, María Fernanda de 6 años, fue gravemente herida.

Relato del hecho

Este atentado fue autoadjudicado por el ERP. En su parte de la Operación, relata:


A las 12:45 hs. se colocaron los coches en posición de espera; a las 13:13 pasó el Objetivo y se
aproximan el auto operativo y el de apoyo… queda el de apoyo semicruzado en la calle cortando el
tránsito… El automóvil operativo se aproxima hasta la altura del objetivo, quedando medio auto
adelantado. Situación extraordinaria. Siempre en los chequeos el sujeto descendía; en esta
oportunidad la que descendió fue la esposa… disparan el primer escopetazo que da en el parante
delantero izquierdo del parabrisas, el sujeto se agacha en ese momento y los balines dan de
rebote a la pibita de 3 años que estaba atrás. El compañero de la ametralladora desciende y
metiendo el arma por la ventanilla dispara una ráfaga corta (4 tiros) que dan al sujeto que
igualmente desciende… los disparos le dan a la base del pulmón izquierdo… Al bajarse del auto
le disparan el segundo escopetazo que pasa sobre el sujeto (agachado)… el sujeto corre hacia la
calle San Lorenzo. El compañero de la ametralladora dispara con pistola… erró, adelanta y
dispara otro (tiro) que frena al sujeto… El compañero ametralladorista remata con un tiro en la
cabeza… inmediatamente el compañero de la escopeta le dispara a quemarropa un escopetazo y
otro tiro de gracia… las heridas de la hija de 5 años no hallan explicación, salió de rebote en los
disparos de gracia…

Transcripción de un documento secuestrado a la banda PRT-ERP, relacionado con el asesinato del


capitán Viola y de su hija.

Ejecución de Oficialidad enemiga

U-Cñía del Monte RRJ

Fecha: 1/ 12 / 74

Habiendo aprobado la realización de la acción Santiago y Sergio se trasladaron a la ciudad. Días


antes se había enviado a Servicios una nota donde se pedía alojamiento para 5 Comb., una casa
para concentración y revisión de armamento y berretín para transportarlas, que desde allí
garantizábamos la llegada de armamento a la ciudad y que ellos deberían tomarlo. A la llegada de
los compañeros, Santiago y Sergio no tenían nada preparado, debiendo el compañero Sergio dar
vuelta 3 horas por la ciudad, antes que lo ubicaran en un lugar que no era lo mejor.

Ese día Santiago activó la búsqueda de más casas, garages, para garantizar tener automóviles, etc.
Al día siguiente llegó Oscar y Lin con armas y no había nada todavía. Las armas fueron a parar a
la pensión donde para un compañero que casualmente lo encuentra Oscar en la calle. Oscar va a
parar junto a Sergio, y Lin va solo a otra casa. Como personal teníamos a Raúl que salía de la
convalecencia, lo mismo que Miguel que estaban listos. Roque que bajó por cuestiones familiares y
estaba en la ciudad y personal de servicios.

Pechando, se consiguieron las cosas, salvo el garage que al final condicionó la acción. La acción
comenzó en los distintos grupos así:

A las 9:30 concentración de armas y compañeros en el lugar donde se retuvieron a los taxistas,
Raúl, Roque e Isidoro.

A las 10:00 "cita de encuentro" de armas y compañeros que llevaban los autos.

A las 10:30 levante de taxis. 1) Sergio y Lin; 2) Oscar y Miguel entregaron a los taxistas a horario
y levantaron las armas, tuvieron que aguantar cerca de 1 hora antes de la acción, ya que el tiempo
se calculó con holgura.

A las 12:15 se colocó Mariano (Servicios) en el lugar para señalar el paso y llegada del objetivo.
A las 12:15 se colocaron los autos en posición de espera.

A las 13:13 pasó el objetivo. Se marca la señal y se retira el compañero. Se aproximan el auto
operativo y el de apoyo separados 50 a 60 mts; queda el de apoyo semicruzado en la calle cortando
el tráfico y apoyando a los otros compañeros.

El automóvil operativo se aproxima hasta la misma altura que el objetivo, quedando medio auto
adelantado.

Situación extraordinaria. Siempre en los chequeos el sujeto descendía, en esta oportunidad la que
descendió fue la esposa, esperando él al volante a la espera de guardar el auto en el garage.

Al frenar el automóvil operativo disparan el primer escopetazo que da en el parante delantero


izquierdo del parabrisas, el sujeto se agacha en ese momento y los balines dan de rebote a la pibita
de tres años que estaba atrás.

El compañero de la ametralladora desciende y metiendo el arma por la ventanilla, dispara una


ráfaga corta (4 tiros) que dan en el sujeto que igualmente desciende, la ametralladora se traba, los
disparos le dan a la altura de la base del pulmón izquierdo desde atrás.

Al bajarse del auto le disparan el segundo escopetazo que pasa sobre el sujeto –hizo rasante a la
altura del capot– sujeto agachado.

El sujeto corre hacia calle San Lorenzo. El compañero de la ametralladora dispara con pistola 1
tiro, erra, adelanta y dispara otro que frena al sujeto. Mientras ha descendido el compañero de
escopeta y el auto se corrió unos 10 mts para adelante, el auto de apoyo se aproxima lentamente.

El compañero ametralladorista remata con un tiro en la cabeza, retorna al auto; inmediatamente


el compañero de la escopeta le dispara a quemarropa un escopetazo y otro tiro de gracia con un
revólver Cal. 38.

El compañero que maneja el auto de apoyo observa en ese momento que la hija de 5 años corre
hacia delante a la altura del automóvil.

Observaciones: Las heridas de la hija de 5 años no hallan explicación, salió de rebote en los
disparos de gracia. Las de la menor, son las del primer escopetazo que se disparó, desviadas al
atravesar la chapa.

Luego de la ejecución, la retirada se cumple correctamente. Al entregar las armas por descuido el
compañero de Servicios no espera el desarme del FAL del automóvil de apoyo, debiendo los
compañeros esconderlo entre los yuyos. Se lo recupera al día siguiente. El abandono de los autos
se realizó según lo planificado, lo mismo que la retirada de los compañeros.

Los Compañeros retuvieron a los taxistas, los largaron a las 14 hs según lo planificado y
encontrándose ya con una pinza grande del Ejército. Por suerte no revisaron a los pasajeros del
ómnibus, ya que entraba en la ciudad. Después de todo perfecto según lo planificado.

Las armas entraron al… sin problemas. Sgo (¿Santiago?) planificó y coordinó, no intervino.

Síntesis numérica:

Compañeros participantes: 11
Coordinación 1 Santiago

Grupo operativo 3 Sergio – Isidoro – Lin

Grupo apoyo 2 Oscar –Roque

Grupo retención 2 Raúl – Roque

Grupo observación 1 Mariano

Pase de armas 2 Federico y otro de…

Nota: (los nombres destacados en negrita son los responsables del grupo). Como responsable de la
acción Santiago.

Armamento por grupo:

Grupo operativo

1 Fal – 1 escopeta – 1 metra.

1 Pistola Browning

1 Pistola Ballester 11,25

1 Revólver 38

3 Granadas

Grupo apoyo

1 FAL

1 Pistola Colt 11,25

1 Revolver 38

2 Granadas

Grupo de retención

1 Pistola 9 mm

1 Pistola 11,25

Demás grupos

Sin armas

Por olvido de detonantes, quedaron sin participación 5 granadas. POI. Responsable Isidoro.
Este relato, realizado por los propios ejecutantes de este doble asesinato, nos exime de todo
comentario a quienes redactamos estas páginas. El lector sacará sus conclusiones.

Declaración del Comité Nacional de la U.C.R. (La Nación, 2 Diciembre de 74).

La mesa directiva del Comité de la Unión Cívica Radical, con la firma del Dr. Ricardo Balbín,
emitió una declaración de repudio por el doble asesinato del capitán Viola y su hijita de apenas 3
años de edad. Los términos de dicha declaración fueron:

El 3 de octubre pasado con motivo de un atentado criminal contra un miembro del Ejército dijimos
que frente al ataque indiscriminado de que son objeto integrantes de las Fuerzas Armadas,
volveremos a levantar nuestra voz de repudio y solidaridad.

Las Fuerzas Armadas que las sabemos hoy circunstanciadas con el pueblo y de cuyas entrañas
emergen, están ofreciendo con espíritu de soldado, el noble y silencioso sacrificio de sus vidas
como aportes significativos a la democracia de Argentina.

Hoy frente al horrendo crimen cometido en Tucumán, reiteramos nuestra severa condenación; pero
advertimos con inocultable preocupación, que en este caso la violencia ataca y abate, no sólo al
hombre sino a la familia, cuya preservación como elemento substancial de la Nación es
fundamental. Ello define un designio en los ejecutores que supera cualquier excusa ideológica y
pone de relieve el inexplicable e imposible propósito de desintegrar la comunidad.

La Nación

2 de Diciembre 1974

Córdoba. El Gobierno de la Intervención Federal dio a conocer un comunicado…

Las fuerzas de la antipatria asesinan a mansalva a un integrante del Ejército Argentino… que cayó
bajo las balas del terrorismo internacional juntamente con su pequeña hija e hiriendo gravemente
a otra. Esta intervención nacional declara, una vez más, que quienes atentan contra la paz de
nuestros hogares destruyen la Patria misma, procurando crear el caos para implantar el
desgobierno por la fuerza y el terror. La intervención repudia este vandálico atentado perpetrado
por mercenarios y bandas subversivas, adhiriéndose al dolor del auténtico pueblo que no cejará en
la defensa del orden y la tranquilidad hasta lograr la Patria…

En otro apartado expresa:

Severa condena al terrorismo contiene un mensaje de los obispos argentinos.

Al finalizar su asamblea plenaria, la Conferencia Episcopal Argentina dio a conocer un mensaje…

Dicen los obispos que ni la fuerza ni el terror pueden imponer legítimamente una opción política a
asegurar algún tipo de desorden. Sin embargo – agregan – la expansión alcanzada, las
características asumidas, el doloroso saldo de víctimas y la destrucción de bienes públicos y
privados nos llevan a describir, a la luz de la fe, las causas profundas de pecado que subyacen.

Señalan los prelados en el documento una serie de signos que según expresan configúrase una
endémica crisis moral, con hechos y situaciones que ciertamente irritan a Dios y alejan su paz.
Entre ellos observan la difusión irresponsable de doctrinas e ideologías totalitarias y marxistas que
también contrarían nuestras sanas tradiciones y llevan a la confusión a muchas mentes juveniles e
inexpertas.

Edición especial de la revista Gente titulada: Fotos – Hechos – Testimonios de 1035 Dramáticos
Días, impreso el 5/10/79, Págs. 172 y 173.

El caso Viola será un símbolo. A partir del episodio de la calle Ayacucho los argentinos saben a
qué atenerse. Saben ya sin dudas a qué clase de enemigo tienen que enfrentar. Saben que las balas
de ese enemigo no reconocen límites. Que para esas balas no hay diferencia entre los hombres de
uniforme, sus mujeres, sus hijos. Muchas veces el capitán Viola le había dicho a María Cristina (su
esposa): Todos corremos peligro. Ésto es una guerra, pero no te preocupes, con las familias no se
meten… Se había equivocado dolorosamente, trágicamente. Ese enemigo había atravesado todas
las barreras morales. Lo que se entabla no era una lucha convencional. Era una lucha sórdida,
desconocida para los argentinos… Por primera vez la Argentina enfrentaba la lucha contra la
subversión en forma profesional, organizada, masiva y sin cuartel. La guerra se libraría en la
ciudad y en el monte. Muchos soldados caerían en el frente, pero el terrorismo sufriría golpes
mortales…

A casi trece años del atentado terrorista que le costó la vida al capitán Viola y a su hijita María
Cristina, el 13 de octubre de 1987 el periódico La Nación publicó el siguiente artículo:

Había sido condenado a reclusión perpetua.

Liberaron a uno de los asesinos del capitán Viola.

San Miguel de Tucumán – Fermín Ángel Nuñez, uno de los asesinos del capitán Humberto
Antonio Viola y de su hija María Cristina, fue puesto en libertad condicional.

Nuñez había sido condenado a reclusión perpetua en 1979, como uno de los autores del
mencionado asesinato, ocurrido en pleno centro de la ciudad de Tucumán en 1974. El juez
federal Jorge Luis Parache dispuso la medida, que provocó airadas reacciones.

Los diputados radicales Alfredo Terraf y Carlos Muiño, en una dura crítica, expresaron su
estupor ante la resolución, que no ayuda precisamente a la invocada reconciliación, porque abre
aún más las heridas y agrede la memoria colectiva de nuestro pueblo…

… Reacción.

En el mencionado comunicado de los legisladores radicales Terraf y Muiño, se expresó, entre


otros conceptos:

El terrorismo, más aún el que busca sorprender a la víctima rodeada de su familia para tomarla
indefensa, no tiene como meta inmediatala la toma del poder político sino solamente la muerte y
el terror subsiguiente.

La limpieza de una celda y la buena conducta de un penado no bastan para inclinar la facultad
discrecional de un magistrado para otorgar libertades.

El bien jurídico atacado bárbaramente no puede ceder ante la urbanidad del condenado, y la
potestad del juez debe inscribirse en la conciencia pública.

Hay libertades que no ayudan a la libertad de los argentinos.


Tercera parte: 1975 y 1976
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Índice de la tercera parte

- Operación INDEPENDENCIA.
- Antecedentes.
- Caída del avión del III Cuerpo de Ejército (5 enero 1975): + General De Brigada Enrique Eugenio
Salgado; + General De Brigada Ricardo Agustín Muñoz; + Coronel Eduardo Wilfredo Cano; + Teniente
Coronel Oscar Rubén Bevione; + Teniente Coronel Pompilio Schilardi; + Teniente Coronel Pedro Santiago
Petrecca; + Mayor Roberto Dante David Biscardi; + Mayor Pedro Antonio Zelaya; + Mayor Héctor Abel
Sánchez; + Mayor Aldo Emilio Pepa; + Capitán Roberto Carlos Aguilera; + Teniente Primero Carlos Eduardo
Correa y + Sargento Primero Aldo Ramón Linares
- Resolución adoptada por el gobierno nacional (Decreto secreto Nº 261/75)
- Inicio de la operación INDEPENDENCIA
- Combate del rio Pueblo Viejo: + Teniente Primero Héctor Cáceres.
- Accidente aéreo: + Teniente Primero Carlos María Casagrande; + Subteniente Gustavo López
Bomba cazabobo: + Voluntario de Primera Desiderio Pérez
Tiroteo en control de ruta: + Subteniente Raúl Ernesto García
Accidente con explosivos: + Teniente José Conrado Mundani
- Enfrentamiento en Las Mesadas: + Cabo Primero Miguel Dardo Juárez
- Enfrentamiento de Potrero negro: + Subteniente Rodolfo Hernán Berdina
- Otras acciones
- Emboscada de Los Sosas: + Soldado Juan Carlos Castillo; + SoldadoEnrique Guastoni; + Soldado Fredy
Ordoñez; + Soldado Pio Fernandez y + Soldado Rogelio Espinosa
- Combate de Acheral: + Cabo Primero Anselmo Ramirez.
- Promulgación de los Decretos Nº 2770/75,Nº 2771/75 y Nº 2772/75
- Combate de Arroyo Fronteritas:+ Subteniente Diego Barceló; + Soldado Orlando Moya; + Soldado Carlos
Vizcarra
- Combate de Los Higuerones: + Cabo Primero Wilfredo Mendez y + Soldado Benito Edgardo Perez.
Escaramuza: + soldado Mario Gutiérrez
Escaramuza: + Sargento de Artilleria Miguel Arturo Moya
- Caida de helicóptero en operaciones: + Capitán José Antonio Ramallo; + Teniente César Ledesma; +
Sargento Walter Hugo Gómez y el + Cabo Primero Carlos Parra
Escaramuza: + Cabo Primero Martín Zárate
Atentado del 17 de mayo de 1976: + Subteniente Médico Juan Toledo Pimentel; + Sargento Enfermero
Alberto Eduardo Lai; + Soldado Carlos Cajal

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Operación "INDEPENDENCIA"

La Operación Independencia fue una acción militar ordenada por el poder político constitucional
de la Nación (Presidencia de la señora María Estela Martínez de Perón), planeada a nivel estratégico
militar por el Comando en Jefe del Ejército (EMGE – Jefatura III – Operaciones) y ejecutada por el
Comando del IIIer. Cuerpo de Ejército a través de sus elementos dependientes (Br. IV y otros
elementos del citado Cpo. Ej.).

Su nombre tiene una relación directa con nuestro día de la independencia nacional (9 de julio de
1816) concretada en la misma provincia donde se desarrolló el operativo.

El mismo fue planeado por distintos niveles del Ejército a fines de 1974 y principios de 1975. Se
puso en ejecución el 9 de febrero de este último año, por expresa orden del PEN y mediante la
promulgación de un decreto cuyo contenido será descripto más adelante.

En los antecedentes que dieron origen a este operativo militar se incorporarán informaciones y datos
estadísticos. La finalidad de esta puntualización es que los lectores, particularmente de esta
generación y las venideras, conozcan la verdad histórica de este trascendental hecho, de carácter
político-ideológico-militar, que tuvo una duración de casi dos años y que costó muchas vidas, para
que la República sea en la actualidad lo que es: libre y democrática.

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Antecedentes

Para comprender la crítica situación por la que transcurría la vida del país, debemos recordar que
entre los meses de mayo de 1969 y diciembre de 1974 se produjeron aproximadamente 1386 hechos
terroristas de significación, los que tuvieron en vilo a toda la Nación. El terrorismo subversivo
acrecentó su accionar durante los años 1972, 73 y 74. Para aquellos que aún no vivían en esa época
y puedan apreciar la gravedad de lo expresado es conveniente señalar los siguientes datos:

Se cometieron 541 asesinatos (ejecuciones) según los partes de las organizaciones guerrilleras.

Es importante puntualizar que el 70% de los crímenes se concretaron desde el 1º de mayo de 1973 y
en el transcurso de 1974, es decir durante el ejercicio del poder por parte de gobiernos
constitucionales.

Se ejecutaron 384 sabotajes y atentados de significación.

Se produjeron 254 copamientos de importancia de distinta naturaleza (localidades, instalaciones


policiales, escuelas, registros civiles, clínicas médicas, empresas, universidades e instalaciones
militares) con fines de robo para equipamiento de las organizaciones guerrilleras, propaganda y
acción sicológica.

Se realizaron 86 expropiaciones (robos de gran significación).


Se secuestraron a más de 50 personas por las que se pagaron millones de dólares por sus rescates.

Se produjeron 71 fugas violentas de terroristas de establecimientos de máxima seguridad.

Es importante señalar que las acciones mencionadas tuvieron una tremenda repercusión nacional y
que además de los hechos ocurridos sucedieron otros de menor efecto pero no menos graves para la
República.

Atento a lo expuesto, podemos señalar que en el lapso mayo de 1969 a diciembre de 1974
transcurrieron 2070 días y que la cantidad de hechos de significación ocurridos suman 1386.
Concluimos que la población del país era conmovida por un acto terrorista cada 35 horas
(promedio). Lo antedicho nos da una idea aproximada del clima que se vivió y el peligro en el que
se encontraban las instituciones de la República.

Esta situación impulsó al Gobierno Nacional, en mayo de 1973, a declarar Zona de Emergencia a
la Capital Federal y a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Tucumán.

En enero de 1974 el Congreso Nacional debió aprobar las reformas al Código Penal. En uno de los
considerandos se expresó:

Obedecen a la necesidad de reprimir severa y adecuadamente conductas que han llenado de


zozobra a la Nación. Naturalmente, se refería a las conductas de las organizaciones terroristas que
en su publicación Estrella Roja editaban los hechos cometidos mensualmente bajo el título Crónica
de la Guerra Revolucionaria o Crónica de Guerra.

A pesar de las medidas adoptadas, los actos terroristas continuaban azotando al país, especialmente
en las provincias a las que se declaró zona de emergencia pero con una singular característica en
Tucumán. Debe aclararse que las Fuerzas Policiales y de Seguridad habían sido sobrepasadas en
su capacidad para reprimir y proteger los bienes públicos y privados.

A fines de febrero del 74 el autodenominado ERP, (aparato armado del PRT), en su publicación El
Combatiente ponía en conocimiento su futuro accionar y finalidad: El comité central del partido ha
decidido encarar un nuevo enfoque estratégico de la propaganda armada con el criterio aprobado
de la Operación Azul (intento de copamiento de la Guarnición Militar de Azul llevado a cabo el 19
de enero de 1974), que tiene por objeto mostrar a las masas la fuerza de la guerrilla, su capacidad
militar y la posibilidad de liquidar a la larga al ejército contrarrevolucionario y mostrar que los
trabajadores, por medio de la actividad guerrillera, están en condiciones de estructurar poderosas
unidades capaces de infligir duras derrotas al enemigo. De esa manera se contribuye
poderosamente a abrir a las masas una perspectiva de poder por medio de la lucha armada. En
junio del 74 el ERP publicó en El Combatiente:… Siguiendo el exitoso ejemplo del pueblo y del
ejército de liberación de Vietnam, ya se activan nuestras unidades rurales, transitando el concurso
de la guerra revolucionaria hacia la patria socialista. La nueva etapa del desarrollo de la lucha
revolucionaria indica como tarea más importante en el terreno militar, la generalización de la
guerra a todo el ámbito del país incorporando así a la misma, regiones y sectores de la población
que hasta el presente no han participado activamente. …Para ir destruyendo paulatinamente a la
fuerza oponente se necesita construir un ejército popular de carácter regular. Ese es el objetivo
hacia el que se dirige la iniciación de la guerrilla rural. La actividad de ésta debe asegurar la
existencia de unidades militares que disputen el terreno y logren en determinado lapso la existencia
de bases de apoyo y posteriormente de zonas liberadas.

Con estos fines resuelven operar en la provincia de Tucumán. En efecto, para el tipo de operaciones
a ejecutar en el ambiente rural y objetivos a alcanzar, la provincia referida posee características
fitogeográficos, orográficos y socioeconómicos muy ventajosos. Si practicamos un corte transversal
de la provincia podemos observar de Este a Oeste una planicie no muy diferente de otras zonas del
país, incluso en su vegetación, hasta la ruta 38 y desde ésta hacia el límite Oeste de la provincia,
zonas con plantaciones de caña de azúcar y luego faldas que van en ascenso en altura y densidad de
vegetación (monte) hasta culminar en las sierras del Aconquija. El monte o selva se hace más denso
a medida que el terreno asciende y en forma transversal transcurre el cauce de varios ríos no muy
importantes pero aptos para diversos fines (abastecimiento de agua, riego, sendas para
desplazamientos, aspectos importantes por la densidad de vegetación, facilitan el ocultamiento al
rastreo, etc.).

Sobre la ruta 38 están los asentamientos poblacionales rurales, aspecto importante y ventajoso para
el abastecimiento, la acción sicológica, la captación, el reclutamiento y los puntos para acceder a
personal y abastecimientos, a los medios de transporte hacia y desde el resto del país.

Desde el punto de vista socio-económico, la provincia presentaba características ideales para la


propaganda, captación y reclutamiento; en efecto, como región azucarera por excelencia la zafra se
realiza durante seis meses del año, época en que la población de menores recursos consigue trabajo
con relativa facilidad, incluso para trabajadores golondrinas de provincias vecinas, lo que implica
que el resto del año una importante masa poblacional quede sin trabajo, situación a la que se debe
agregar el bajo desarrollo de infraestructura para necesidades básicas (escuelas, atención sanitaria,
viviendas, etc.).

Los aspectos referidos conformaban un lugar inmejorable para el accionar subversivo, tanto político
como militar y además de facilitar las operaciones de guerrilla en el monte hacían posible la
mimetización de los subversivos en la población. Durante el año 1974, la situación del país, desde
el punto de vista que nos ocupa y sumado a la decisión del PRT – ERP descripta anteriormente,
podemos resumir los siguientes hechos:

Guerrilla urbana: operando en forma simultánea en los grandes centros poblacionales (Buenos
Aires, Santa Fe, Rosario, Córdoba, Mendoza , Tucumán, Catamarca y Chaco).

Guerrilla rural: apertura del frente rural en Tucumán al Oeste de la ruta 38 y creación de la
Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, inicialmente con un efectivo aproximado de 100
hombres y algunas mujeres.

El campamento inicial se establece en proximidades del ingenio Fronterita y se instalan otros


campamentos menores en lugares no muy lejanos.

En el mes de mayo la policía detiene a cuatro guerrilleros y el 30 del mismo mes se produce el
copamiento de la localidad de Acheral, de aproximadamente 1900 habitantes. Los guerrilleros
ocupan la comisaría, la estación ferroviaria, bloquean los caminos y cortan las comunicaciones
mediante la toma de instalaciones de teléfonos. Se arengó a la población, se pegaron afiches, se
realizaron pintadas y se distribuyeron banderas.

Durante el mes de junio se produce el copamiento de la localidad de Siambón.

En el mes de julio los subversivos continúan incursionando sobre algunas poblaciones sobre la ruta
38, realizan propaganda, adquieren mercaderías y se organizan los campamentos guerrilleros
Rinconada y Potrero Negro.

El día 26 del mismo mes se realiza el copamiento de la fábrica Norwinco, en Bella Vista. El 10 de
agosto se produce el intento de copamiento del Regimiento de Infantería Aerotransportado 17 de
Catamarca y ante su fracaso, debido a que tropas del Ejército abaten a gran parte del grupo
subversivo, el resto se repliega hacia Tucumán.

El 12 de agosto el Ejército es empeñado por primera vez en operaciones de monte. En tal sentido,
efectivos de la Vta. Brigada de Infantería con asiento en Tucumán iniciaron operaciones de
rastrillaje contra los terroristas replegados desde Catamarca, pero los resultados fueron negativos.

En el transcurso del mismo mes son ajusticiados un policía y un poblador que sirvieron de guías a
la operación de rastrillaje ejecutada por la Vta. Brigada. Consumados los asesinatos se arengó a los
pobladores de Santa Lucía introduciendo el terror de esta forma.

Desde setiembre hasta diciembre de 1974 se producen los siguientes hechos:

Incorporación de nuevos integrantes a la Compañía Ramón Rosa Jiménez. Adoctrinamiento e


instrucción militar.

Copamiento del pueblo Los Sosas.

Asesinato del capitán Humberto Viola y su hija María Cristina, ya relatado.El 15 de diciembre se
otorgan grados militares a diversos integrantes de la Compañía Ramón Rosa Jiménez.

En un puente sobre el río Caspinchango, camino a Tafí del Valle, es colocado un cartel de grandes
dimensiones, con la siguiente inscripción Zona tomada. Compañía Ramón Rosa Jiménez.

Integrantes uniformados del ERP incursionan en los pueblos de Santa Lucía, Los Sosas y Las
Mesadas. Realizan propaganda, tareas de captación y adquieren abastecimientos.

Son detectados los campamentos de La Rinconada y otros más, ubicados entre La Quebrada y el
puesto Aguadas y Aguaditas; además de los existentes en Fronteritas y Potrero Negro.

A fines de 1974 la Compañía Ramón Rosa Jiménez estaba organizada con:

  
 1 jefe de compañía.
  
 1 estado mayor (áreas personal – inteligencia – operaciones y logística, cada una con
un comisario político).
  
 3 pelotones de combate; cada uno con 3 escuadrones (1 sargento y 8 combatientes cada
uno).
  
 1 pelotón de apoyo logístico.

En total se apreciaba un efectivo aproximado a los 130 hombres. Además de lo expresado existía un
aparato de apoyo que operaba en las localidades aledañas a la ruta 38 y en la ciudad de Tucumán.
Se estimó que entre los elementos que operaban en el monte, en los pueblos referidos y la capital
ascendían a 450 hombres. Por otra parte accionaban elementos de apoyo clandestinos, forzados,
simpatizantes y efectivos de otras organizaciones terroristas, entre las que se destacaba Montoneros.

Se calcula que al promediar el año 1974, la organización subversiva tenía unos 3000 hombres en
todo el país. En lo referido a personal, los reemplazos de combatientes provenían de Córdoba,
ciudad de Tucumán, Santa Fe, Buenos Aires y La Plata; asimismo el ERP contaba con el apoyo
externo (logística y personal) de otras organizaciones subversivas tales como el MIR (Chile),
Tupamaros (Uruguay), FNL (Bolivia) y de Cuba.

Al promediar el año se repitieron los copamientos de localidades en las que se izaba el estandarte
del ERP y un militante dirigía una arenga a los pobladores reunidos.

Se iniciaron los ajusticiamientos de aquellos remisos en colaborar o acusados de dar apoyo a las
fuerzas legales.

Debido a la gravísima situación que imperaba en el país y especialmente en Tucumán, (provincia en


la que el ERP estuvo muy cerca de conformar una zona liberada, es decir la segregación de la
porción de territorio provincial y conversión a un estado independiente que fuese reconocido por las
Naciones Unidas como estado beligerante) el Gobierno Nacional instruyó a las FF. AA. Para que
iniciasen los estudios y el planeamiento, especialmente al Ejército, para operar militarmente a fin de
neutralizar y/o aniquilar a la subversión en Tucumán.

En cumplimiento de ello, el Ejército (Estado Mayor General), como es natural en estos casos, inicia
las tareas previas de planeamiento y determina la participación del IIIer. Cuerpo de Ejército con sus
efectivos, entre los que se encontraba la Vta. Brigada de Infantería cuyo Comando tenía asiento en
la ciudad de Tucumán, como también algunas de sus unidades dependientes.

La decisión del Gobierno impuso, a pesar de no haberse decretado expresamente la intervención del
Ejército, que el Comandante General del mismo fuera adoptando las previsiones necesarias para su
empeño inminente.

**********************************

Caída del avión del


III Cuerpo de ejército

(5 Enero de 1975)

Una de las tareas esenciales de todo planeamiento son los reconocimientos del terreno donde se va a
operar. Durante la ejecución de éstos cae accidentalmente un avión en proximidades de Tafí del
Valle perdiendo el Ejército Argentino a trece de sus integrantes; entre ellos el Comandante del IIIer.
Cuerpo de Ejército, el Comandante de la Vta. Brigada de Infantería y miembros de los Estados
Mayores de ambos. El accidente se produjo como consecuencia del mal tiempo reinante, ya que
para cumplir con eficiencia la actividad prevista se debía volar a baja altura sobre zonas de cerros y
quebradas, circunstancias en la que la máquina, debido a la escasa visibilidad chocó contra un cerro
y perecieron todos sus ocupantes.

Podemos afirmar que esas víctimas fueron los primeros muertos de la Operación Independencia.
Asimismo, como consecuencia del accidente, la operación vio postergada su iniciación debido a que
debía nombrarse a los comandantes del Cuerpo de Ejército y Brigada y sus estados mayores.

En este accidente perdió la vida el siguiente personal:

Grl. Br. Enrique Eugenio Salgado (Cte. IIIer. Cpo. Ej.)

Grl. Br. Ricardo Agustín Muñoz (Cte. Br. IV)

Cnl. Eduardo Wilfredo Cano


Tcnl. Oscar Rubén Bevione

Tcnl. Pompilio Schilardi

Tcnl. Pedro Santiago Petrecca

My. Roberto Dante David Biscardi

My. Pedro Antonio Zelaya

My. Héctor Abel Sánchez

My. Aldo Emilio Pepa

Cap. Roberto Carlos Aguilera

Tte. 1ro. Carlos Eduardo Correa

Sarg. 1ro. Aldo Ramón Linares

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General de brigada

Enrique Eugenio Salgado

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 19 de diciembre de 1925. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 3 de marzo de 1942 y egresó como subteniente del arma de artillería el 21 de diciembre
de 1944.

Cursó la Escuela Superior de Guerra donde obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor y egresó
como Oficial de Inteligencia del Ejército de la entonces Escuela Superior de Informaciones.

Falleció el 5 de enero de 1975, en el accidente aéreo mencionado.

Estaba casado con la señora Ana María Cicogna y tenía tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de general de división.

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General de brigada

Ricardo Agustín Muñoz

Nació en la provincia de Buenos Aires el 25 de mayo de 1925. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 24 de febrero de 1944 y egresó como subteniente del arma de ingenieros el 22 de julio de
1947. Luego de prestar servicios en distintas unidades del arma cursó la Escuela Superior de Guerra
en la que obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor. Al producirse su fallecimiento se
desempeñaba como Comandante de la Vta. Brigada de Infantería con asiento en Tucumán, cargo en
el que fuera nombrado poco tiempo antes.
Su muerte se produjo en las mismas circunstancias en las que falleciera el Grl. Salgado junto a 11
personas más.

Estaba casado con la señora Lidia E. Sainz y tenía tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de general de división.

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Coronel

Eduardo Wilfredo Cano

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 17 de abril de 1928. Ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 25 de febrero de 1944, instituto del que egresó como subteniente del arma de caballería el 18 de
diciembre de 1947.

Cumplió servicios en unidades del arma y con posterioridad cursó la Escuela Superior de Guerra
donde obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor.

Su fallecimiento se produjo en acto del servicio junto a los generales Salgado y Muñoz.

Estaba casado con la señora Marta María Gaca y tenía un hijo.

Fue ascendido post mortem al grado de general de brigada.

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Teniente coronel

Oscar Rubén Bevione

Nació en la provincia de Buenos Aires el 24 de noviembre de 1928. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 1 de abril de 1947 y egresó como subteniente del arma de infantería el 12 de diciembre de
1950.

Luego de prestar servicios en distintas unidades del arma cursó dos años de la Escuela Superior de
Guerra en la que obtuvo el título de Auxiliar de Estado Mayor.

Estaba casado con la señora María Cristina del Valle Cabanillas Barbosa y tenía tres hijos.

Falleció en acto del servicio junto a los oficiales anteriormente mencionados y fue ascendido post
mortem al grado de coronel.

****************************

Teniente coronel

Pompilio Schilardi

Nació en Mendoza, el 28 de marzo de 1929. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 1 de marzo


de 1949 y egresó en diciembre de 1952, como subteniente de infantería. Luego de prestar servicios
en unidades del arma y en la Escuela de Servicios para Apoyo de Combate General Lemos, ingresó
a la Escuela Superior de Guerra de la que egresó como Oficial de Estado Mayor.

Su fallecimiento se produjo en acto del servicio y en las mismas circunstancias que los oficiales
mencionados precedentemente.

Estaba casado con la señora Nora Edith Corona Cano y tenía dos hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de coronel.

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Teniente coronel

Pedro Santiago Petrecca

Nació en la provincia de Buenos Aires el 9 de marzo de 1929. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 1º de marzo de 1949 y egresó como subteniente del arma de ingenieros el 1º de diciembre
de 1952.

Prestó servicios en distintas unidades del arma hasta que el 5 de enero de 1975 murió en acto del
servicio, en las circunstancias expresadas.

Estaba casado con la señora la señora Beatriz Leonor Amiestoy y tenía un hijo.

Fue ascendido post mortem al grado de coronel.

****************************

Mayor

Roberto Dante David Biscardi

Oriundo de Tucumán, nació el 17 de enero de 1929. Ingresó al Colegio Militar el 1 de marzo de


1950, y egresó como subteniente del arma de infantería. Prestó servicios en unidades del arma y
luego cursó la Escuela Superior de Guerra de la que egresó como Oficial de Estado Mayor.

Falleció el 5 de enero de 1975 en acto del servicio, en el accidente aéreo mencionado.

Estaba casado con la señora Celia Valdez Albornoz y tenía tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.

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Mayor

Pedro Antonio Zelaya


Nació en la provincia de Tucumán el 10 de marzo de 1933. Ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 27 de marzo de 1951 y egresó como subteniente del arma de infantería el 7 de diciembre de 1954.

Cursó la Escuela Superior de Guerra de la que egresó como Oficial de Estado Mayor.

Integraba el Comando de la Vta. Brigada de Infantería (Tucumán) cuando murió en acto del
servicio, en idénticas circunstancias que los oficiales anteriores.

Estaba casado con la señora Josefina Antonieta Alzobe.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.

****************************

Mayor

Héctor Abel Sánchez

Nació en la ciudad de Córdoba el 24 de enero de 1933. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 27


de marzo de 1951 y egresó como subteniente de infantería el 7 de diciembre de 1954. Cursó la
Escuela Superior de Guerra y la Escuela de Inteligencia, institutos en los que obtuvo el título de
Oficial de Estado Mayor y la aptitud de Oficial de Inteligencia, respectivamente. Prestaba servicios
en el Comando del IIIer. Cuerpo de Ejército (Córdoba) cuando falleció en circunstancias del
reconocimiento aéreo en Tucumán.

Estaba casado con la señora Berta L. Inda y era padre de dos hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.

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Mayor

Aldo Emilio Pepa

Nació en Santa Fe, el 5 de julio de 1933. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 16 de febrero de
1952 y egresó como subteniente del arma de comunicaciones el 17 de diciembre de 1955.

Luego de prestar servicios en unidades del arma, ingresó a la Escuela Superior de Guerra de la que
egresó tres años más tarde como Oficial de Estado Mayor.

Murió en cumplimiento del deber, en el vuelo de reconocimiento aéreo, como integrante del Estado
Mayor del IIIer. Cuerpo de Ejército (Córdoba).

Estaba casado con la señora Zulma Stella Babilu y tenía tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.

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Capitán
Roberto Carlos Aguilera

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 1º de setiembre de 1943. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 3 de marzo de 1961, instituto del que egresó el 11 de julio de 1964 como subteniente del
arma de artillería.

Luego de prestar servicios en unidades del arma realizó el curso de piloto y obtuvo la especialidad
de Aviador de Ejército.

Estaba destinado en el Comando del IIIer. Cuerpo de Ejército, como piloto del avión de dicho
comando. Murió en acto del servicio piloteando la aeronave accidentada durante el reconocimiento
aéreo de la zona de la Operación Independencia.

Estaba casado con la señora María Teresa Begni y tenía un hijo.

Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

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Teniente 1ro.

Carlos Eduardo Correa

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 19 de octubre de 1944. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 8 de marzo de 1961 y egresó de dicho Instituto el 17 de diciembre de 1965, como
subteniente de artillería.

Cumplió servicios en unidades del arma y con posterioridad realizó el curso de piloto y adquirió la
especialidad de Aviador de Ejército.

Prestaba servicios como piloto en el Comando del IIIer. Cuerpo de Ejército (Córdoba).

Falleció en cumplimiento de su deber mientras se desempeñaba como copiloto en la aeronave


empleada en el reconocimiento aéreo previo a la Operación Independencia.

Estaba casado con la señora Alma Amancay Cañizal Cué y tenía un hijo.

Fue ascendido post mortem al grado de capitán.

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Sargento 1ro.

Aldo Ramón Linares

Nació en Tucumán el 20 de mayo de 1946. Ingresó a la Escuela de Servicios para Apoyo de


Combate General Lemos, el 26 de febrero de 1962, de la que egresó como mecánico de aviación. Su
último destino fue el Comando del IIIer. Cuerpo de Ejército y su muerte se produjo en
cumplimiento de su deber, cuando integraba la tripulación del avión siniestrado.

Estaba casado con la señora Malba Marina Jamid y tenía un hijo.


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Resolución adoptada
por el Gobierno Nacional

Como se expresó anteriormente, el Poder Ejecutivo había adoptado tiempo atrás la resolución de
emplear el poder militar en Tucumán para combatir a la subversión. Ello se materializó en las tareas
de planeamiento desarrolladas por el Estado Mayor General del Ejército, el Comando del IIIer.
Cuerpo de Ejército y el Comando de la Vta. Brigada de Infantería. Con posterioridad al 5 de enero
de 1975, fecha del accidente relatado, se efectúa el nombramiento de los comandantes del IIIer.
Cuerpo y de la Vta. Brigada. Concluidas las tareas preliminares de la operación, el Poder Ejecutivo
dictó el Decreto Secreto Nº 261 con fecha 5 de febrero de 1975. Su texto es el siguiente:

Visto las actividades que elementos subversivos desarrollan en la provincia de Tucumán y las
necesidades de adoptar las medidas adecuadas para su erradicación:

LA PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA

En Acuerdo General de Ministros:

DECRETA:

Art. 1º El Comando General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean
necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que
actúan en la Provincia de Tucumán.

Art. 2º El Ministerio del Interior pondrá a disposición y bajo control operacional del Comando
General del Ejército los efectivos y medios de la Policía Federal que sean requeridos a través del
Ministerio de Defensa para su empleo en las operaciones a que se hace referencia en el Art. 1º.

Art. 3º El Ministerio del Interior requerirá al PE de la Provincia de Tucumán, que proporcione y


coloque bajo control operacional al personal y los medios policiales que le sean solicitados por el
Ministerio de Defensa (Comando General del Ejército), para su empleo en las operaciones
precitadas.

Art. 4º El Ministerio de Defensa adoptará las medidas pertinentes a efectos de que los Comandos
Generales de la Armada y Fuerza Aérea presten, a requerimiento del Comando General del Ejército,
el apoyo necesario de empleo de medios para las operaciones.

Art. 5º El Ministerio de Bienestar Social desarrollará en coordinación con el Ministerio de Defensa


las operaciones de acción cívica que sean necesarias sobre la población afectada por las operaciones
militares.

Art. 6º La Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación a indicación del Ministerio


de Defensa (Comando General del Ejército) ejecutará las operaciones de acción psicológica
concurrentes que le sean requeridas.

Firman la señora Presidente y los ministros Benítez, Rocamora, Savino, Ivanissevich, López Rega,
Gómez Morales, Vignes y Otero.
Cabe destacar los siguientes aspectos del mencionado decreto:

1. El Art. 1º al no establecer una fecha de iniciación significa, en el ámbito militar, cuanto antes.

Al no imponer límites concretos y referirse al ámbito total de la provincia, proporcionó un elevado


grado de libertad de acción al Ejército, el que en su momento, sin dejar de prestar atención al
ámbito general de la provincia, resolvió delimitar una zona de acción rural (al oeste de la ruta 38) y
una zona de acción urbana (ciudad de Tucumán); teniendo en cuenta el accionar de la subvesión.

En cuanto a la finalidad de la misión no caben aclaraciones.

2. Los Art.(s). 2º y 3º implican la puesta a disposición del Ejército del personal y medios de ambas
policías, ya que como la subversión operaba simultáneamente en el ambiente rural y urbano, éstas
fueron empleadas principalmente en localidades.

3. El Art. 4º implica, por lo menos inicialmente (sin poder ponderar este lapso) la responsabilidad
total para el Ejército, en coherencia con lo señalado en el Art. 1º.

4. El Art. 6º establece el apoyo de acción psicológica a la propia operación y a su vez contrarrestar


la ejecutada por la subversión.

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Inicio de la
Operación Independencia

El 9 de febrero de 1975, el Ejército Argentino, en cumplimiento de la misión impuesta por el poder


político, comenzó la operación respondiendo al planeamiento realizado que contemplaba, muy
sintéticamente y en forma general, lo siguiente:

1. La operación recibió el nombre de Independencia, como homenaje y en recuerdo a la


independencia proclamada en Tucumán.

2. Consistió, principalmente, en establecer un cerco para evitar la fuga y simultáneamente aislar a


los efectivos de la Compañía R. R. Jiménez y posteriormente, en una 2da. fase, incursionar en el
monte en la dirección E - O para aniquilar al enemigo.

3. La zona a cercar estaba ubicada al SO de la capital, encuadrada por los siguientes límites: Norte
(río Lules), Sur (río Pueblo Viejo), Este (ruta 38, que comunica a Tucumán con Concepción) y
Oeste (sierra del Aconquija).

4. Las tropas empeñadas inicialmente, debido a que con posterioridad al desplazamiento y accionar
de la guerrilla motivó el incremento de las fuerzas, estaban constituidas básicamente por las que
dependían orgánicamente del Comando de Brigada de Infantería V y elementos de apoyo de
Aviación de Ejército y del Comando de Cuerpo Ejército III. A tal fin se estructuraron y empeñaron
el Comando de Brigada y las siguientes fuerzas de tareas (FF.TT.), magnitud equivalente a unidad.

Comando Brigada Infantería V (Puesto Comando Táctico) en Famaillá.

Fuerza de Tarea "Chañi" en Los Sosas.

Fuerza de Tarea "Aconquija" en Santa Lucía.


Fuerza de Tarea "Rayo" en Las Fronteritas.

Fuerza de Tarea "Cóndor" en Lules.

En proximidades de las localidades citadas, las FF. TT. instalaron sus bases de combate, lugares
aptos para iniciar las misiones, descansos, aprovisionamiento, mantenimiento, etc. Además, las
tropas realizaban incursiones en el monte ejecutando tareas de censo en las poblaciones para
facilitar el conocimiento y control de los habitantes, actualizar cartografía y/o elaboración de
croquis necesarios a los fines de la operación. Se reunía información proporcionada por la
población, tarea inicialmente dificultosa por los ajusticiamientos llevados a cabo por la guerrilla y
se realizaban tareas de apoyo sanitario. Se debe tener en cuenta que este tipo de guerra muy
particular exige como condición necesaria para detectar la ubicación, actividades, desplazamientos,
lugares de aprovisionamiento, armamento disponible, etc. del subversivo, concientizar al lugareño
del por qué de la lucha y ganar su confianza en el sentido que pierda el temor por el accionar y
propaganda de las organizaciones terroristas. El 14 de febrero de 1975 se produce el primer
combate contra la guerrilla rural y debido a la información obtenida se concluyó que en el Sudoeste
de la zona de acción de la FT "Chañi", el oponente realizaba acciones tendientes a sus fines con
mayor intensidad. Los acontecimientos se sucedieron –cronológicamente– como se expresa
seguidamente.

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Combate del río Pueblo Viejo

La FT "Chañi" intensificó las tareas de control y patrullaje e instaló un Equipo de Combate (EC) en
las proximidades de Yaguchina, el que debía efectuar reconocimientos al Sur del río Pueblo Viejo.

El 14 de febrero realizó una marcha motorizada y luego a pie y llegó a las 16:00 horas hasta las
compuertas del río. Luego de cumplir con su misión, el EC regresaba a su base y a las 17:00 horas,
aproximadamente, el teniente que marchaba como punta de infantería (seguridad) descubrió un
subversivo en la senda montuosa; de inmediato inició el combate y se lanzó en su persecución,
sobrepasando a la carrera a los subversivos que a pocos metros abrieron el fuego, hiriendo
gravemente a un oficial, produciéndole total inmovilidad. Cáceres estoy herido gritó, momento en
que el teniente 1ro. Cáceres concurrió a socorrerlo recibiendo intenso fuego enemigo ¿Qué hace mi
teniente 1ro.? expresó el oficial herido a quien Cáceres contestó, Quedate tranquilo que ya te saco;
cuando intentaba arrastrarlo, un disparo hirió de muerte al teniente 1ro. Cáceres, quien antes de
morir alcanza a ordenar ataquen. El combate finalizó con un muerto y cuatro heridos del Ejército
Argentino y tres subversivos muertos.

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Teniente 1ro.

Héctor Cáceres

Nació en Río Negro el 19 de febrero de 1946. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 19 de


febrero de 1963, instituto del que egresó como subteniente de infantería el 17 de diciembre de 1966.
Murió heroicamente en cumplimiento del deber el 14 de febrero de 1975.

Fue ascendido post mortem al grado de capitán. Es importante señalar que como homenaje a su
espíritu de soldado y hombría de bien otra FT fue bautizada con su nombre.
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Accidente aéreo
El 24 de febrero, dos aviones de Aviación de Ejército realizaban un vuelo de reconocimiento en
apoyo de las operaciones terrestres. Uno de ellos incursionó en una estrecha quebrada y en medio
de una intensa niebla. A partir de ese momento se perdió contacto; regresando sólo uno de ellos.

Las intensas búsquedas fueron vanas y a los dos años del accidente fue encontrada la aeronave. Su
tripulación estaba compuesta por el teniente 1ro. Casagrande y el subteniente técnico piloto López
hallados en esa circunstancia.

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Teniente 1ro.

Carlos María Casagrande

Nació en la provincia de Buenos Aires el 26 de julio de 1947. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 19 de febrero de 1963 y egresó como subteniente de infantería el 17 de diciembre de
1966. Cumplió servicios en unidades del arma y realizó el curso de piloto, en el que obtuvo la
especialidad de Aviador de Ejército.

Murió en cumplimiento de su deber, en la zona de operaciones Independencia, mientras realizaba


un reconocimiento aéreo el 24 de febrero de 1975.

Fue ascendido post mortem al grado de capitán.

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Subteniente técnico piloto

Gustavo López

El subteniente López se desempeñaba como copiloto de la aeronave conducida por el teniente 1ro.
Casagrande, que como fue mencionado en el caso anterior murió en cumplimiento de su deber.

En un artículo publicado por el diario Clarín en su edición del 28 de febrero de 1975, se destaca lo
siguiente:

Vecinos de Santa Lucía, al tener conocimiento que los resultados de la búsqueda habían sido
negativos, resolvieron hacer oficiar una misa para rogar por la localización del avión y…

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Bomba cazabobo

Voluntario de 1ra.

Desidero Pérez
El 28 de febrero de 1975 una patrulla del Ejército Argentino cumplía tareas de exploración y
seguridad en proximidades de Famaillá, asiento del puesto de comando de la Vta. Brigada de
Infantería. El voluntario de 1ra. Pérez, en cumplimiento de su misión fue a revisar un vehículo
abandonado que le llamó la atención y mientras cumplía su cometido el rodado explotó
ocasionándole la muerte instantánea.

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Tiroteo en control de ruta

Subteniente

Raúl Ernesto García

Nació en la provincia de Buenos Aires el 15 de enero de 1953. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 3 de marzo de 1969 y egresó como subteniente de comunicaciones el 7 de diciembre de
1973.

El día 12 de mayo de 1975 en cumplimiento de una misión impuesta, se encontraba a cargo de una
patrulla realizando un control de ruta en proximidades del río Colorado sobre la ruta 301, en la
provincia de Tucumán.

En uno de los vehículos fueron detectados varios guerrilleros, produciéndose un intenso tiroteo,
hecho en el que pierde la vida el subteniente García.

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Accidente con explosivos

Teniente

José Conrado Mundani

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 27 de setiembre de 1950 e ingresó al Colegio Militar de la


Nación, el 28 de febrero de 1966, egresó como subteniente de artillería el 16 de diciembre de 1970.
Participó de la Operación Independencia formando parte del Grupo de Artillería 1 General Iriarte
oportunidad en la que accidentalmente perdió la vida en acto del servicio, el 5 de agosto de 1975.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente primero.

Su muerte se produjo en circunstancias que se encontraba manipulando material explosivo; al


estallar éste le provoca la muerte instanstánea.

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Enfrentamiento en Las Mesadas

El 16 de agosto de 1975 en un enfrentamiento contra un grupo subversivo en Las Mesadas muere en


combate, integrando una patrulla destacada por la FT "Aconquija", el Cabo 1ro. Miguel Dardo
Juárez; el oponente tuvo seis muertos.

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Cabo 1ro. Miguel

Dardo Juárez

Oriundo de la ciudad de Tucumán, había ingresado a la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral en


diciembre de 1971; egresó de dicho instituto como cabo de infantería. Revistaba en el Regimiento
19 de Infantería con asiento en la ciudad de Tucumán.

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Combate de Potrero Negro

Quebrada de Artaza

Un EC, perteneciente a la FT "Aconquija", llevaba unas cuarenta horas operando en el monte, lapso
en el que se desarrollaron intensos enfrentamientos sin que se produjeran bajas en los efectivos del
Ejército Argentino.

El 4 de diciembre de 1975, el EC recibe la orden de replegarse a su base y en cumplimiento de ella


se encontraba el subteniente Rodolfo Hernán Berdina al mando de una sección, cuando tomó
contacto con el enemigo en el paraje Potrero Negro, abriendo el fuego en forma instantánea. El
subteniente Berdina sobrepasó a la carrera a sus hombres lanzándose al ataque, seguido por el
soldado Ismael Maldonado. Al llegar a una distancia muy cercana al grupo subversivo, ambos caen
alcanzados por el fuego enemigo. El soldado Maldonado murió instantáneamente; el subteniente
cayó herido de gravedad. Finalizado el combate con el repliegue de varios subversivos heridos, el
subteniente Berdina fue evacuado al Hospital Militar de Tucumán, nosocomio en el que fue
operado. Falleció a medianoche.

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Subteniente

Rodolfo Hernán Berdina

Muerto en cumplimiento de su deber, nació en Puerto Belgrano, provincia de Buenos Aires, el 7 de


noviembre de 1952. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 2 de marzo de 1970 y egresó como
subteniente de infantería el 6 de diciembre de 1974.

Fue destinado al Regimiento de Infantería de Monte 28 (Tartagal), unidad dependiente de la


Brigada de Infantería V, participó intensamente en la Operación Independencia y encontró la
muerte el 4 de diciembre en las circunstancias narradas.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente.

Consideramos de significación el contenido de la Carta de la madre de un soldado escrita por la


madre del subteniente Berdina, en la que nos da un ejemplo de aceptación y grandeza personal.
Transcribimos su texto:

Me dirijo a aquellos que troncharon la vida de mi hijo, a los que sin mostrarse a la luz pretenden
destrozar los pilares indestructibles de nuestra Patria. Soy la madre del subteniente Berdina, de ese
Subteniente con mayúsculas porque supo defender sus ideales como argentino y como militar,
dando la cara, peleando de frente y de pie. Ni él, ni sus soldados necesitaron drogarse para ello.
Porque el valor es así, consciente, claro, sin elixires que empañen su acción y sus ideas.

No los maldigo, les doy las gracias en nombre de él y de todos los héroes que dejaron su vida por
amor a Dios, a la Patria y a la familia, porque todavía ésa es la fe del soldado, ésa es su meta.

Mi pérdida es irreparable, pero me siento henchida de orgullo porque sé que mi Rodolfo está en la
gloria de Dios y en el corazón de todos sus compañeros que lucharon o no a su lado. Gracias.

El diario La Opinión, en su edición del 7 de setiembre de 1976 publica un elocuente artículo


firmado por el subdirector del matutino, señor Ramiro de Casasbellas. Su texto es el que sigue:

Rodolfo Hernán Berdina,

muy joven cuando murió

Una misa en Stella Maris

El señor Ramiro de Casasbellas subdirector de La Opinión, concurre todos los domingos a una misa
en la iglesia del Carmen, junto con su hijo. El domingo, sin embargo, pensó que, dados los
dramáticos momentos que vive el país, debía asistir a una misa que unía su fe católica con el
patetismo de estos tiempos argentinos y oyó el oficio rezado en la capilla Stella Maris, en sufragio
del Subteniente Rodolfo Hernán Berdina. Éste es su dolido testimonio.

"Y yo me atrevo a exclamar, ¡Feliz martirio! Porque el martirio de nuestro hermano añadió una
página de heroísmo y de fe en la Nación, y porque nos ha reunido aquí para evocarlo y
encomendarlo una vez más a Dios".

Avanzaba la fría y soleada mañana del domingo por los vitrales de la capilla Stella Maris, cerca del
puerto de Buenos Aires. El sacerdote José Menestrina decía el sermón en homenaje del Subteniente
Rodolfo Hernán Berdina, caído un año antes –el 4 de septiembre de 1975, por la noche– en
Tucumán cuando su patrulla fue atacada por elementos subversivos.

Habíamos escuchado, durante la lectura del Evangelio, el episodio de Lázaro según San Juan. A
Marta, hermana de Lázaro, Jesús le anuncia: "Yo soy la resurrección y la vida; el que creé en mí
aunque esté muerto, vivirá. ¿Crees ésto?

Marta lo cree. Todos los que estábamos allí, frente al altar, y tantos millones en el mundo entero, lo
creemos. También lo creía el Subteniente Rodolfo Hernán Berdina. Pero la cita de San Juan iba,
acaso, más allá de los credos, de ese templo vasto donde la luz distribuía su gracia. Iba más allá,
porque el bíblico hecho de la resurrección de Lázaro y la muerte del joven militar se equivalen en el
tiempo y aun en el espacio.

Berdina era un argentino y perdió la vida –esta vida, la que apuramos sobre la Tierra– por defender
su Patria, a la sociedad que integraba. Murió para que la Patria sea el hogar, no la tumba de la
guerra. Oía yo el Evangelio, y pensé que las bellas palabras de Cristo podían aplicarse a nuestra
circunstancia de argentinos en la lucha contra la sedición armada y la ignominia política. Cristianos
y no cristianos, ¿no es la Patria la que a su modo nos señala: "El que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá?
Sí, a su modo –cálido, simple, alentador– la Patria nos señala esta persistencia, que es un camino
angustioso y abrupto muchas veces, pero camino recto y único. Nos lo señala hace más de un siglo
y medio; nativos y extranjeros, asociados bajo una misma bandera, lo vienen recorriendo desde
entonces, en el perpetuo combate contra las sombras de la barbarie.

Sí, hay otra vida, la vida eterna, enseña el Evangelio hablando por boca de Jesús. Y hay otra Patria,
la del mañana, tan eterna como lo llegue a ser la humanidad. Y hay, al cabo de aquel camino áspero
y certero, otro juicio final: el de los ciudadanos que quedan después que nosotros partimos. Ante ese
tribunal compareció el subteniente Berdina, un año atrás, alta la frente, y salió indemne, de él, como
saldrá indemne del juicio de Dios, de quien está cerca, más cerca que nunca.

Invocando la Biblia, el padre Menestrina recordó que era santo y saludable el habernos congregado
en el templo y el participar de la misa en sufragio de nuestro hermano Rodolfo. ¡Y cómo! Fue
Cristo quien mandó celebrar estos misterios, poco antes de marchar hacia el Calvario y expirar en la
Cruz. Había venido al mundo para predicar el amor y la esperanza, para que los hombres depusieran
sus odios y sus abyecciones. Esa prédica le costó la muerte, pero su muerte significaba la vida, la
verdadera vida, el nacimiento de la fe y la bondad.

Berdina y sus camaradas que corrieron y corren igual suerte, los civiles caídos, como ellos, en la
lucha contra el enemigo subversivo, se baten también por el amor y la esperanza, frente a los odios
y las abyecciones. Tienen fe y bondad. Tienen una Nación que defender. Tenemos fe y bondad.
Tenemos una Nación que defender. Como nuestros antecesores y quienes nos sucedan, no importa
el color de la piel, el lugar que ocupamos en la sociedad, la religión que profesamos.

Es la perdurable batalla de las generaciones por robustecer el país, por engrandecerlo, por
desarraigar la perversión y el encono, por afianzar la libertad y la unión, por amar al prójimo como
a nosotros mismos. Y esa batalla se inició hace más de un siglo y medio, con el arma y la pluma,
con las manos sudadas de sembrar y martillar. Los fundadores de la Nación crearon la Patria a partir
de la lucha: lucha de ejércitos y de ideas. Detrás de ellos, otros gobernantes y otros gobernados
siguieron su ejemplo. Setenta años de combate y efusión de sangre, de polémicas y de iniciativas,
fueron necesarios para que la Argentina se consolidase en 1880.

Transcurrida una centuria, observamos que la barbarie tornó a surgir; pero también, que nuevos
brazos y nuevas cabezas trabajan para aplastarla, para exterminarla.

Las instituciones acabaron demolidas; la venalidad volvió por sus fueros; la injusticia sustituyó a la
igualdad que establece nuestra Constitución; el asesinato y el terrorismo se adueñaron de nuestra
realidad cotidiana. Muchos cristianos olvidaron el mensaje de Jesús, y muchos argentinos olvidaron
el mensaje de nuestros antepasados. Aquéllos pusieron a Dios en una nueva Cruz; todos mataron a
la Patria.

Ya es tiempo de saberlo plenamente. Como lo sabían el Subteniente Rodolfo Hernán Berdina y el


soldado Horacio Maldonado, que cayó con él en los montes tucumanos. Ya es tiempo de saber que
la barbarie nos acosa y que la Patria no puede, no debe morir. Que quienes creen en ella, vivirán.

Quise decirle todo esto al padre de Berdina, en el atrio de la capilla Stella Maris. Sólo atiné a
estrecharle la mano y a musitar unas frases de condolencia. Ahora, las escribo. Las escribo para mí
y para él, para mi hijo y para mis conciudadanos. Para el joven subteniente y el soldado. No soy un
héroe, no soy un mártir: conozco el dolor, apenas; detesto la sangre, y repudio la intolerancia.
Permítaseme, al menos, esta contribución a la lucha de todos, por todos.

Ramiro de Casasbellas.
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Otras acciones

Se considera conveniente detenernos en el relato de las acciones en las que murieron nuestros
oficiales, suboficiales y soldados para actualizar la situación que se vivía a esta altura del año
(octubre de 1975), aspecto que nos permitirá una mejor comprensión de las acciones que ocurrieron
con posterioridad. En tal sentido debemos tener en cuenta lo siguiente:

Ž Luego del combate de Potrero Negro, se produjeron otros enfrentamientos en Arroyo Machado,
Laureles Norte, Tres Almacenes y Santa Lucía, en los que la subversión sufrió 17 muertos.

Ž En la ciudad de Tucumán se detectó una casa operativa y a partir del mes de julio el Comando de
Brigada le dio particular importancia a las operaciones urbanas, especialmente a las desarrolladas en
la capital provincial. Como consecuencia de ello, se obtuvieron excelentes resultados en la
destrucción de la estructura de apoyo de la guerrilla. La mencionada casa operativa era utilizada
como lugar de tránsito de personal que se dirigía al monte o regresaba del mismo y además como
depósito logístico y lugar de atención sanitaria. Mediante una operación ejecutada por tropas de la
Br. I. V con apoyo de policía y Gendarmería Nacional, se secuestró armamento y valiosa
documentación, por lo que se apreció que el PRT-ERP preparaba una escalada en las acciones para
los meses de octubre y noviembre del año 1975.

Ž La escalada subversiva, que se inició en octubre, se enfrentó a una vigorosa acción del Ejército
Argentino. Dos FF.TT. se sumaron a la Operación Independencia, conformando los siguientes
efectivos:

- Cdo. Br. I. V

- FT "Cap. Cáceres" (ex Chañi)

- FT "Aconquija"

- FT "Cóndor"

- FT "San Miguel" (especialmente en el ámbito urbano)

- FT "Águila"

- FT "Ibatín".

- FT "de Gendarmería Nacional".

- Elementos de apoyo de ingenieros, comunicaciones, construcciones, logística e inteligencia

proporcionados por el Cdo. Cpo. Ej. III.

- Elementos de apoyo de Aviación de Ejército y Fuerza Aérea Argentina.

- Fuerzas de la Policía Federal Argentina y Policía Provincial.

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Emboscada de Los Sosas

El 17 de octubre, en proximidades de Los Sosas, una sección perteneciente a la FT "Cáceres", en


oportunidad de realizar actividades de patrullaje, es emboscada por un grupo subversivo y en la
acción pierde la vida el siguiente personal:

Soldado Juan Carlos Castillo

Soldado Enrique Guastoni

Soldado Fredy Ordóñez

Soldado Pío Fernández

Soldado Rogelio Espinosa

Éstos, incorporados al Ejército Argentino en cumplimiento de una Ley de la Nación (Servicio


Militar Obligatorio), operaron en los montes tucumanos y cayeron cumpliendo con su deber; a ellos
nuestro eterno recuerdo y reconocimiento.

Cometeríamos un grosero acto de ingratitud, tanto para los soldados que ofrendaron sus vidas como
para aquellos que combatieron y aún viven, si no damos testimonio de que casi el 90% de este
personal se ofrecía como voluntario aun para las misiones más riesgosas y en algunos casos
llegaron a la súplica en su petición.

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Combate de Acheral

Se produjo el 10 de octubre de 1975. El mismo fue, quizás, el más encarnizado y prolongado de la


campaña.

Se inició aproximadamente a las 10:30 horas debido a una acción ofensiva ejecutada por la FT
"Ibatín", a través de una zona de cañaverales, y concluyó a las 19:45 horas del mismo día, con un
saldo de 13 guerrilleros muertos y el cabo 1ro. Anselmo Ramírez, del Ejército Argentino. Éste había
egresado de la Escuela de Suboficiales de los Servicios para Apoyo de Combate General Lemos
como mecánico de aviación; el mismo prestaba servicios como especialista en la Sección de
Aviación de Ejército en Tucumán.

Antes de iniciarse la operación, el cabo 1ro. Ramírez volaba como artillero en el helicóptero en que
el jefe de la FT "Ibatín" sobrevolaba el cañaveral a muy baja altura con el objeto de detectar al
grupo subversivo. En esas circunstancias el helicóptero recibió una ráfaga de disparos que lo
averiaron resultanto muerto el cabo 1ro. Ramírez. La aeronave pudo regresar y aterrizar, deteriorada
en su sistema eléctrico.

Lo que sigue lo publicó la revista Gente en su edición del 16 de octubre de 1975:

Testimonio directo de

una guerra sin cuartel.

Así se lucha y se muere en Tucumán


por Alfredo Serra

El viernes 10 de octubre en Agua Blanca, Acheral, entre el mediodía y las últimas horas de la tarde,
se libró el más importante combate desde que empezó el Operativo Independencia. El Ejército
sorprendió a una patrulla extremista y la aniquiló después de una larga lucha a sangre y fuego. El
grupo subversivo tuvo 14 bajas. Murió también un cabo artillero al entrar en emergencia su
helicóptero. Gente estuvo allí… Frías y yo volamos en un helicóptero militar rumbo a Acheral
donde ha estallado un combate. Estamos sentados junto a un hombre silencioso, pensativo, que se
ha puesto un casco. Lleva su cintura ceñida por cartuchos y tiene en las manos una escopeta
recortada. Ese hombre es el general…, comandante de la lucha contra la subversión. El general que
va a ponerse al frente de su tropa… un minuto después hablo con un oficial. Le pregunto para qué
lleva una pequeña pistola en una cartuchera. Es para mí –me dice– si me capturan sé perfectamente
lo que tengo que hacer. … Un general llora a su soldado. Sábado 11, en la mañana. Solo, sin
custodia, el general atraviesa el patio de la Vta. Brigada. Entra en un gran salón, lentamente camina
hasta el féretro donde yace el artillero muerto el día anterior en el combate de Acheral. Dice en voz
baja, una oración. Es un instante íntimo, sin testigos. El general no advierte la presencia del
fotógrafo de Gente, que captura esta única imagen. Este reverso de la guerra en Tucumán… Habla
el médico de Famaillá, se hace difícil para la gente del pueblo vivir en medio de escenas bélicas.
Hay cierta psicosis colectiva, temor, inquietud. Sin embargo la indiferencia del principio se ha
terminado. Ahora todos saben que están metidos en esta guerra. Nadie quiere la guerra, por
supuesto, pero desde el primero hasta el último han entendido que no hay otra salida. Y la moral de
la tropa, que es muy alta, los contagia…

El periodista en otro párrafo relata:

…Nadie que no haya estado en este monte puede imaginarlo. Es un laberinto, un infierno. De día
abrasa. De noche hiela. Lo azotan temporales. Lo anegan dos metros de agua por año. Hay víboras,
insectos, trampas. Es muy fácil perder el rumbo. Todo es infinito e igual. Así se pelea en
Tucumán… y muy pocos lo saben. …

Posdata: el periodista que escribió estas líneas…, no se ha dejado arrastrar por la emoción de un
primer combate… El periodista que escribió estas líneas estuvo, en 1968, un largo mes en la guerra
de Vietnam. Por lo tanto su relato carece de efectismos y exageraciones…

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Cabo 1ro.

Anselmo Ramírez

Era el artillero en un helicóptero en que el jefe de la FT "Ibatín" sobrevolaba el cañaveral a muy


baja altura con el objeto de detectar al grupo subversivo, durante el combate de Acheral. En esas
circunstancias el helicóptero recibió una ráfaga de disparos que lo averiaron y mataron al cabo
Ramírez.

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Promulgación de los Decretos

Nº 2770 / 75 - Nº 2771 / 75 - Nº 2772 / 75


A esta altura del relato es importante señalar lo siguiente, a efectos de tener una idea clara de lo que
ocurría en el resto del país. El 6 de octubre de 1975, un día después del sangriento ataque
subversivo contra el Regimiento de Infantería 29 (Formosa), donde perdieron la vida un oficial, un
suboficial y diez soldados conscriptos, el Poder Ejecutivo promulgó tres decretos, que en sus partes
esenciales expresaban:

Decreto 2770: Visto la necesidad de enfrentar la actividad de elementos subversivos que con sus
acciones vienen alterando la paz y la tranquilidad del país, cuya salvaguardia es responsabilidad
del Gobierno y de todos los sectores de la Nación y considerando lo propuesto por los señores
Ministros, el Presidente Provisorio del Senado de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo, en
acuerdo general de Ministros:

DECRETA

Art. 1º Constitúyese el Consejo de Seguridad Interior que estará presidido por el Presidente de la
Nación y será integrado por todos los Ministros del Poder Ejecutivo Nacional y los señores
Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas…

Art. 2º Compete al Consejo de Seguridad Interior:

a. La dirección de los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión.

b. ...........................

Decreto 2771: Visto lo dispuesto por el Decreto 2770 del día de la fecha, y la necesidad de contar
también con la participación de las fuerzas policiales y penitenciarias de las provincias en la lucha
contra la subversión…

DECRETA

Art. 1º El Consejo de Defensa (Ministro de Defensa y señores Comandantes de las FF. AA.) a
través del Ministerio del Interior suscribirá con los gobiernos de las provincias convenios que
coloquen bajo su control operacional al personal y los medios policiales y penitenciarios que les
sean requeridos por el citado consejo para su empleo inmediato en la lucha contra la subversión…

Decreto 2772: Visto los decretos 2770 y 2771 del día de la fecha y la necesidad de reglar la
intervención de las Fuerzas Armadas en la ejecución de operaciones militares y de seguridad y a
los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país.

Por ello el Presidente Provisorio del Senado de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo. En
acuerdo general de Ministros.

DECRETA

Art. 1º Las Fuerzas Armadas, bajo el Comando Superior del Presidente, que será ejercido a través
del Consejo de Defensa, procederán a ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean
necesarias a los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio
del país.

Que el Gobierno haya resuelto, tardíamente extender la intervención de las FF. AA., FF.SS. y
policiales a la totalidad del territorio nacional, exime de cualquier comentario o evaluación referida
a la situación interna. No obstante es importante contabilizar lo siguiente:
Acciones autoadjudicadas por el ERP y Montoneros durante 1975:

  
 Asesinatos (ajusticiamientos): 137
  
 Intentos de asesinatos: 77
  
 Atentados con bombas: 283
  
 Intimidaciones: 201
  
 Robos significativos: 68
  
 Incendios: 127
  
 Total de hechos: 893
  
 Promedio: 3 hechos cada 24 horas, aproximadamente.

No se computaron otras acciones ejecutadas por otras bandas tales como FAP o FAR.

El lector puede extraer sus propias conclusiones.

Volviendo a la Operación Independencia se agregan otros hechos a los ya relatados.

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Combate arroyo Fronteritas

24 de octubre de 1975

En proximidades del arroyo Fronteritas se produce un enfrentamiento nocturno entre una patrulla
del Ejército Argentino y un importante grupo subversivo. En acción y en cumplimiento de su deber
caen muertos el subteniente Diego Barceló y los soldados Orlando Moya y Carlos Vizcarra.

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Subteniente

Diego Barceló

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 7 de setiembre de 1953. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 2 de marzo de 1970, instituto del que egresó como subteniente de caballería el 6 de
diciembre de 1974.

Su muerte se produjo en acto de servicio como consecuencia de los impactos recibidos.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente.

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Soldado Orlando Moya


Soldado Carlos Vizcarra.

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Los Higuerones

A principios de noviembre de 1975 se intensificó el accionar subversivo en proximidades de la


base de combate de la FT "Cáceres". Ello motivó que se destacaran patrullas a la zona de
Colonia 5, en la que se apreciaba que podrían detectarse elementos subversivos.

Un grupo que iba al mando del cabo 1ro. Wilfredo Méndez, al llegar a un pequeño claro en el
monte, avanzó extremando las medidas de seguridad y el alistamiento para el combate, pero las
medidas adoptadas no impidieron la emboscada enemiga, tanto que una banda subversiva oculta en
la zona montuosa abrió fuego a quemarropa. Como consecuencia de la acción varios soldados
fueron heridos perdiendo la vida el soldado Benito Pérez. El Cabo 1ro. Méndez, también alcanzado
por el fuego enemigo, cayó herido de gravedad y alcanzó a gritar Viva la Patria antes de ser
ultimado con una ráfaga de ametralladora. En fracciones de segundos, con un Viva la Patria
contestó un soldado, el que de inmediato abrió un intenso fuego con su fusil y se lanzó a la carrera
hacia los subversivos, imitado por el resto de los soldados quienes mediante esta ejemplar acción
provocaron la huida del oponente que en una posterior acción sufrió seis bajas.

La Prensa

9 de noviembre de 1975, Pág. 2

Hubo ayer ocho muertos en otro enfrentamiento… Los subversivos pertenecientes a la organización
ERP sufrieron 6 bajas y la fuerza del Ejército dos muertos en combate: el cabo Wilfredo N. Méndez
y el soldado Benito Edgardo Pérez.

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Cabo Wilfredo N. Méndez

Soldado Benito Edgardo Pérez

Ambos pertenecían al Regimiento de Infantería de Montaña 22 –con asiento en San Juan– que
actuaba con parte de sus efectivos integrando una FT en la zona de acción. Mueren en combate en
Los Higuerones

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Escaramuza

Sargento de artillería

Miguel Arturo Moya

El 16 de noviembre en otro enfrentamiento contra elementos subversivos en la zona de operaciones


muere en cumplimiento de su deber el sargento de artillería Miguel Arturo Moya.
El mismo había nacido en Villa Luján (Tucumán), el 23 de octubre de 1948. Ingresó a la Escuela de
Suboficiales Sargento Cabral el 30 de enero de 1967, instituto del que egresó dos años después
como cabo de artillería y fue destinado al Grupo de Artillería 5 con asiento en Jujuy.

Estaba casado con la señora Emma Delia Flores.

__________________________

La Prensa

18 de noviembre de 1975, Pág. 8

Un militar y tres terroristas

mueren en enfrentamiento

El Comando General del Ejército informó que el día 16 de noviembre (anteayer) en la zona de
operaciones de Tucumán una patrulla que realizaba tareas de control tomó contacto con un grupo de
10/12 elementos subversivos. Inmediatamente se produjo el enfrentamiento armado. El comunicado
del Ejército indica que como consecuencia de dicho enfrentamiento fueron abatidos tres elementos
subversivos y heridos una cantidad no establecida. Por parte de la patrulla se sufrió la baja por
muerte del sargento Miguel Angel Moya.

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Escaramuza

Soldado

Mario Gutiérrez

El 10 de abril de 1976, cayó abatido en un enfrentamiento el soldado Mario Gutiérrez. Su


comportamiento fue ejemplar; encontró la muerte en cumplimiento de su deber. Tras el hecho se
procedió a la persecución de los elementos enemigos pero sin resultados positivos.

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Accidente de un helicóptero

El 5 de mayo de 1976 se tuvo información sobre un grupo subversivo que trataba de obtener
alimentos en proximidades de Santa Mónica. Una fracción propia fue destacada a la zona, reforzada
por personal de inteligencia, a órdenes del capitán Antonio Ramallo, sin llegar a localizar al
oponente. Con posterioridad se recibieron noticias del posible movimiento de los subversivos hacia
Zavalía, oportunidad en la que se requirió el apoyo de un helicóptero artillado. Cuando llegó la
aeronave, el capitán Ramallo embarcó en la misma a efectos de realizar un reconocimiento para
tratar de localizar al enemigo.

Siendo aproximadamente las 22:00 horas se perdió contacto con la aeronave la que fue declarada en
emergencia.

Tras intensa búsqueda se encontró al aparato que se había estrellado. En el lugar se hallaban los
restos del mismo y del siguiente personal muerto:
Capitán

José Antonio Ramallo

Nació en Posadas (Misiones) el 30 de junio de 1942. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 8 de


marzo de 1961, del cual egresó como subteniente del arma de infantería el 22 de diciembre de 1964.
Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

Teniente

César Ledesma

Nació en la ciudad de Buenos Aires, el 29 de mayo de 1948. Ingresó a la Escuela de Servicios para
Apoyo de Combate General Lemos el 31 de diciembre de 1972, instituto del que egresó el 7 de
diciembre de 1973 como Piloto de Ejército.

Sargento

Walter Hugo Gómez

Nació en Río Cuarto (Córdoba) el 18 de enero de 1950. Ingresó a la Escuela de Suboficiales


Sargento Cabral, el 1º de marzo de 1968 y egresó como cabo conductor motorista el 19 de
diciembre de 1969.

Cabo 1ro.

Carlos Parra

Nació el 30 de noviembre de 1950 en Monte Caseros (Corrientes). Ingresó a la Escuela de


Suboficiales Sargento Cabral el 1º de marzo de 1968 de la que egresó el 19 de diciembre de 1969,
como cabo.

Todos ellos murieron en cumplimiento del deber el 5 de mayo de 1976 en el helicóptero


accidentado en la zona de Santa Mónica, aproximadamente a 4 km. De Santa Lucía.

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Escaramuza

Cabo 1ro.

Martín Zárate

El 7 de mayo de 1976, en un enfrentamiento contra elementos subversivos pierde la vida, en


cumplimiento de su deber, el cabo 1ro. de infantería Ricardo Martín Zárate.

El citado suboficial nació en Corrientes el 9 de junio de 1951. Ingresó a la Escuela de Suboficiales


Sargento Cabral el 2 de marzo de 1970 y egresó como cabo del arma de infantería el 17 de
diciembre de 1971.

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Atentado del 17 de mayo de 1976

El día señalado y en circunstancias en que una ambulancia militar se dirigía a Caspinchango al


pasar por una alcantarilla cuya base contenía una carga explosiva, elementos subversivos la hicieron
detonar por control remoto provocando la muerte del siguiente personal:

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Subteniente médico
Juan Toledo Pimentel

Cumplía su servicio militar como subteniente médico en comisión. Ello debido a que los
profesionales (médicos, abogados, bioquímicos, etc.) podían solicitar próroga para cumplir con la
ley.

Este es el caso del subteniente médico Pimentel, muerto en y por acto del servicio.

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Sargento Enfermero General

Alberto Eduardo Lai

Nació en Paraná (Entre Ríos), el 1º de setiembre de 1948. Ingresó a la Escuela de Servicios para
Apoyo de Combate General Lemos, el 30 de diciembre de 1966 y egresó como cabo enfermero el
20 de diciembre de 1968. Estaba destinado en la Compañía de Comunicaciones 5 (Tucumán) y fue
muerto en oportunidad de ser destinado a la ambulancia que se dirigía a Caspinchango.

Fue ascendido post mortem al grado de sargento 1ro.

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Soldado

Carlos Cajal

Su muerte se produjo en las mismas circunstancias que las anteriores. Cayó cumpliendo el servicio
militar obligatorio impuesto por una Ley de la Nación.

Nuestro eterno reconocimiento para este valeroso joven.

Luego de narrar únicamente los hechos de la Operación Independencia en los que ofrendaron sus
vidas oficiales, suboficiales y soldados, resulta pertinente hacer las siguientes consideraciones:

El Ejército Argentino, en cumplimiento de la orden de un Gobierno constitucional, entró en


operaciones rápidamente, evidenciando la calidad del soldado conscripto argentino y la
capacidad de sus cuadros para conducirlo, pese a tratarse de una lucha (en el monte)
reconocida internacionalmente como de muy difícil ejecución.

 
La falta de destreza inicial fue ampliamente superada por la abnegación, valentía y hombría
de bien de los oficiales, suboficiales y soldados y es así como, prácticamente, en año y meses, se
cumple con la misión en la zona de operaciones de Tucumán.

Es de suma importancia señalar que el Comandante en Jefe del Ejército dispuso que debía
intervenir la totalidad de los cuadros (oficiales y suboficiales) mediante un sistema de rotación
cada dos o tres meses, aproximadamente, según las necesidades del servicio.

Cabe mencionar que hasta los mayores y capitanes cursantes de la Escuela Superior de
Guerra y Escuela Superior Técnica, respectivamente, concurrieron por turno en los meses de
vacaciones a incorporarse a las distintas fuerzas de tareas o al Comando de la Brigada V,
para participar en la Operación Independencia.

De los 43 muertos en la operación, 31 fueron cuadros (22 oficiales y 9 suboficiales, incluido un


voluntario) y 11 fueron soldados conscriptos. Esta proporción nos indica claramente que el
soldado no estuvo solo, sino siempre con un oficial o suboficial en el lugar decisivo, que por
otra parte es lo que corresponde. Así lo hicieron.

 Del total de cuadros en actividad en esa época se puede concluir que el 90% de los
mismos combatió en Tucumán, debido al sistema de rotación establecido y cumplido
estrictamente.
  
 Los soldados conscriptos merecen una especialísima consideración. Basta recordar lo
narrado en páginas anteriores para observar que pusieron un espíritu de sacrificio
singular, férrea resistencia a la fatiga, una lealtad ejemplar, pues sobraban los
voluntarios para concurrir con sus oficiales o suboficiales a las misiones más riesgosas,
como así también un enaltecedor valor. Esta consideración es la que en gran medida
coadyuvó al logro del éxito en las operaciones y posibilitó que en la actualidad toda la
provincia de Tucumán forme parte de nuestro territorio nacional.
Cuarta Parte
1975 - Resto del país
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Índice de la tercera parte


(Las partes subrayadas contienen link directo)
- Atentado: + Coronel Martín Rico
- Atentado: + Teniente Coronel Horacio Vicente Colombo
- El ataque al Arsenal Fray Luis Beltrán: + Coronel Arturo Horacio Carpani Costa
- Comunicado terrorista sobre el ataque
- Asalto al Tiro Federal: + Capitán Miguel Alberto Keller
- Escaramuza en Tucuman: + Cabo Primero D. Juarez
- Emboscada a un vehiculo militar: + Sargento Ayudante Anselmo Ríos
- Ataque e Intento de Copamiento del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa: + Subtenie
Ricardo E. Massaferro; + Sargento Víctor Zanabria; soldados conscriptos: + Antonio Arrieta; + Heriberto Ával
José Coronel; + Hermindo Luna; + Dante Salvatierra; + Ismael Sánchez; + Tomás Sánchez; + Edmundo Sosa
Marcelino Torates y + Alberto Villalba
- Atentado: + General de División Jorge Esteban Cáceres Monié y su esposa + Beatriz Isabel Sasiaiñ
- Ataque a un vehiculo militar: + Cabo Primero Bruno Rojas y el + Soldado René Alfredo Papini
- Ataque e intento de copamiento al Batallón de Arsenales 601 Domingo Viejobueno: + Capitán Luis Ma
Petruzzi; + Teniente Primero José Luis Spinassi; + Sargento Ayudante Roque Cisterna; + Soldado Robe
Caballero; + Soldado Benito Manuel Rúffolo y + Sodado Raúl Fernando Sessa

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Atentado

Coronel

Martín Rico

Nació el 27 de octubre de 1924 en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 22 de agosto de 1943, y egresó como subteniente del arma de infantería. Su último
destino fue el Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., donde se desempeñaba en la Jefatura II.
Poseía el título de Oficial de Estado Mayor.

Era casado y tenía un hijo.

El cadáver del coronel Rico fue encontrado a las 06:40 horas del día 27 de marzo de 1975 en una
plazoleta situada en el cruce de las calles Montes de Oca y Almafuerte, del partido de Avellaneda
(Pcia. de Buenos Aires). Tenía varios balazos en la cabeza y en el cuerpo y no hubo testigos de la
forma en que se produjo el hecho.

Aunque ninguna organización subversiva se adjudicó el atentado, el mismo tenía características


comunes a los asesinatos efectuados en ese tiempo, durante la guerra desatada por las
organizaciones terroristas.

Los periódicos del día sábado 29 de marzo de 1975, publicaron la noticia en primera plana con fotos
del extinto.

La Prensa:

Fue asesinado a balazos el coronel Martín Rico

En un paraje despoblado de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, el jueves último fue hallado el
cadáver del coronel del Ejército Argentino, Martín Rico, integrante del Estado Mayor Conjunto de
la Fuerzas Armadas, quien había sido muerto a balazos por personas que huyeron sin dejar rastros.

Como se recordará, en los últimos días fueron asesinados casi medio centenar de personas en
distintos puntos del país…

… A las 06:40 horas del jueves último, se recibió un llamado en la comisaría primera de Avellaneda
informando que junto a la acera, en una plazoleta situada en el cruce de las calles Montes de Oca y
Almafuerte, había un cadáver… Una brigada acudió al lugar y efectivamente encontraron el cuerpo
de un hombre de unos 50 años de edad, que presentaba heridas de arma de fuego en la cabeza y en
el cuerpo…

Clarín

Inhumaron los restos del coronel Martín Rico

El teniente general Leandro Anaya presidió ayer la ceremonia de inhumación de los restos del
coronel Martín Rico, quien fuera asesinado el jueves último en la vecina localidad de Avellaneda.

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Atentado

Teniente Coronel

Horacio Vicente Colombo

Nació el 6 de enero de 1929, en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 1 de marzo de 1948, de donde egresó con el grado de subteniente del arma de caballería. Su
último destino fue la Escuela Superior de Guerra, en la que se desempeñaba como profesor. Poseía
el título de Oficial de Estado Mayor.

Casado con la señora Ana María Agustina Fournier; tenía tres hijos.

Falleció el 2 de Abril de 1975.

Fue ascendido post mortem al grado de coronel.


El miércoles 2 de abril de 1975, siendo aproximadamente las 09:00 horas, el teniente coronel
Colombo junto con otro oficial estacionó su automóvil próximo a las Caballerizas Buenos Aires
pertenecientes al Comando de Remonta y Veterinaria para práctica de equitación. Al bajar del auto
sobre la calle Huergo, escuchó gran estruendo de disparos provenientes de la avenida Dorrego y
sacó de inmediato su arma reglamentaria. En esos momentos una camioneta con varios individuos
dobló a gran velocidad por Huergo hacia el Norte. Al ver a los oficiales, los terroristas dispararon
con armas largas produciéndole heridas mortales al teniente coronel Colombo.

El autodenominado ERP publicó en su órgano de prensa y propaganda Estrella Roja Nº 53 del 5 de


mayo de 1975, página 20, bajo el título Crónica de la Guerra Revolucionaria correspondiente a las
acciones del mes de abril, lo siguiente:

Buenos Aires. En un atentado contra el comisario mayor retirado Gabriel Morales, resultaron
muertos el suboficial Durand y el teniente coronel Colombo, quien intentó defenderlo, quedando
heridos el suboficial Berse y el chofer. Montoneros se adjudicó la acción.

La organización Montoneros en su publicación Evita Montonera Nº 5 de Junio/Julio 75, en la


página 8, dirige una carta a la esposa del teniente coronel confirmando su autoría y expresando que
lo mataron por defender al comisario mayor (R) Morales.

Los periódicos del jueves 3 de abril de 1975, publicaron la noticia en primera plana.

La Prensa

Fue asesinado un jefe militar


por terroristas

Acabaron de atacar a varios policías , uno de los cuales también falleció

Un grupo de terroristas, ocupando varios vehículos, alrededor de las 09:00 horas emboscaron en la
calle Dorrego, entre Luis María Campos y Huergo, al comisario mayor (R) Juan R. Morales (quien
se desempeñaba en el Ministerio de Bienestar Social) y a sus custodios, matando a un suboficial de
policía e hiriendo a Morales y al otro custodio, también suboficial. En su huida, uno de los
vehículos de los terroristas dobló a la izquierda por Huergo, chocando a un auto estacionado, pero
continuando su carrera. El teniente coronel Colombo que estaba por entrar a las caballerizas, que en
el lugar tiene el Comando de Remonta y Veterinaria, junto con otro oficial, al escuchar los disparos
y percatarse de los vehículos que se acercaban a gran velocidad con varios sujetos (eran los que
habían producido el atentado contra el comisario Morales) saco su arma reglamentaria pero fue
muerto por los ocupantes de la camioneta que dispararon con armas largas y granadas,
provocándole la muerte.

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Ataque al Arsenal Fray Luis Beltrán:

Coronel

Arturo Horacio Carpani Costa

Nació el 29 de diciembre de 1926 en Pergamino (provincia de Buenos Aires). Ingresó al Colegio


Militar de la Nación el 25 de febrero de 1944, y egresó como subteniente del arma de caballería. Su
último destino fue el Comando del IIdo. Cuerpo de Ejército, donde se desempeñaba como Jefe de
Operaciones. Poseía el título de Oficial de Estado Mayor.

Estaba casado con la señora María Josefina Iturrioz y tenía cuatro hijos. Falleció el 13 de marzo de
1975 y fue ascendido post mortem al grado inmediato superior.

Siendo las 13:00 horas del domingo 13 de abril de 1975, efectivos del autodenominado ERP con el
apoyo de un soldado conscripto de esa organización que se desempeñaba como telefonista y ofició
de entregador, aprovechando el horario de visitas al Batallón de Arsenales 121 (sito en la localidad
de Fray Luis Beltrán, provincia de Santa Fe), ingresaron y atacaron simultáneamente a la unidad por
varios lugares, mientras otros grupos copaban la comisaría del pueblo y la estación de ferrocarril,
asesinando a la dotación de dos patrulleros de la policía local.

El coronel Carpani Costa vivía en una casa próxima; al escuchar los disparos dentro del cuartel y
presumiendo que era un ataque terrorista se dirigió armado a un puesto de guardia próximo,
haciéndose reconocer ante un grupo de personal uniformado. El coronel creyó que pertenecían al
Batallón de Arsenales atacado. No lo eran y le dispararon, muriendo en el acto.

En esta acción, además del coronel asesinado, hubo cuatro suboficiales y dos soldados heridos
y dos terroristas muertos. En estas circunstancias los terroristas se llevaron 170 FAL, 5 fusiles
pesados (FAP), 3 ametralladoras pesadas (MAG), 27 pistolas, 5 escopetas, 2 pistolas
ametralladoras, cascos y municiones.

El autodenominado ERP, además de diseminar panfletos en la vía pública con el título de Combate
de San Lorenzo (localidad próxima al lugar) y parte de guerra, publicó en su órgano de prensa y
propaganda Estrella Roja Nº 53 del 5 de mayo de 1975, con el título El Combate de San Lorenzo, al
Pueblo y firmado por Estado Mayor Regional Rosario, ratifica la hora de ataque a la guardia y
puestos de acceso al cuartel, el copamiento de dos subunidades de soldados, el robo de armamento,
el asesinato de la dotación de los dos patrulleros, etc. y su retiro del cuartel a las 14:00 horas (no
hacen referencia al asesinato del coronel Carpani Costa, ni a los heridos del Batallón de Arsenales).

A continuación se transcribe textualmente dicho documento:

El combate de San Lorenzo

Al pueblo

Rosario, 13 de abril de 1975

A las 13 horas del día de la fecha, la Unidad de "Combate San Lorenzo" del Ejercito
Revolucionario Del Pueblo, procedió a tomar por asalto el batallón de Arsenales 121, ubicado en
la localidad de Fray Luis Beltrán, de las Fuerzas Armadas Contrarrevolucionarias, a 23 km. de
esta ciudad. Fueron copadas las Guardias Puesto Belgrano, Guardia Prevención, Guardia
Central y Compañías A y B, siendo retirados de las dos Compañías que componen el Batallón,
gran cantidad de armamento cuyo número aproximado es de 150 fusiles FAL, 5 FAP, 3 M.A. G.,
un número no determinado de metralletas y pistolas, así como pertrechos varios.
Simultáneamente se copó la comisaria y la estación ferroviaria de la localidad y se aniquiló la
dotación de dos patrulleros que circulaban por la Ruta Nacional Nº 11. Los efectivos de esta
Unidad se retiraron siendo la 14 horas, habiéndose cumplido satisfactoriamente el objetivo.
Nuevamente el Ejército Revolucionario del Pueblo demuestra su inalterable consigna de no dar
tregua al Ejército opresor proimperialista, fiel a los objetivos deseados por nuestro pueblo en
aras del socialismo y contra la explotación.

Una vez más los mejores hijos del pueblo, emulando la gloriosa gesta del 3 de Febrero de 1813,
donde se libró el combate contra las fuerzas invasoras españolas, combate que ha dado nombre a
nuestra Unidad, hoy nuevamente infligen una nueva derrota a este Ejército defensor de los
intereses del capitalismo y del imperialismo, demostrado a través de sus gobiernos dictatoriales y
de la represión contra el pueblo y sus luchas.

El Ejército contrarrevolucionario, cuyos oficiales asesinos desatan hoy su furia contra el pueblo
en Tucumán, en Villa Constitución (con la mentira del "complot"), en todo el país intentando
ahogar en sangre la creciente lucha de nuestro pueblo, muerde nuevamente el polvo de la
derrota con esta heroica acción de la guerrilla del pueblo.

Nuestro ERP obtiene otra victoria militar y política sobre las huestes contrarrevolucionarias en
esta larga guerra que día a día acerca la victoria final del pueblo argentino, que abrirá una
nueva era de felicidad y prosperidad, la era del socialismo.

¡NO HAY TREGUA AL EJÉRCITO OPRESOR Y A LAS EMPRESAS IMPERIALISTAS!

¡MUERA LA OFICIALIDAD ASESINA, PERRO GUARDIÁN DEL IMPERIALISMO


YANQUI!

¡VIVA EL COMBATE DE SAN LORENZO!

¡LA COMPAÑÍA DE MONTE VENCERÁ!

ESTADO MAYOR REGIONAL ROSARIO

Los periódicos del jueves 14 de abril de 1975, publicaron la noticia en grandes titulares de primera
plana.

La Prensa

14 de abril de 1975

Un grupo subversivo atacó ayer


el Arsenal Fray Luis Beltrán

Fue repelido tras intenso tiroteo, muriendo en su transcurso un coronel y dos terroristas. Hay
heridos. Luego, la información indicaba: Rosario (Santa Fe); integrantes de un grupo terrorista
vestidos con ropas similares a la de los soldados del Ejército, intentaron copar el Batallón 121
Arsenal San Lorenzo, ubicado en la localidad de Fray Luis Beltrán, unos 23 km. al norte de
Rosario… Falleció en las acciones originadas por tal tentativa un coronel, además de dos de los
atacantes y resultaron heridos cuatro (4) suboficiales y dos (2) soldados:…

Se pudo determinar que uno de los grupos terroristas con ropas civiles, entre ellos una mujer muy
joven aparentemente menos de veinte (20) años, con blusa oscura y pantalón vaquero, entraron con
las personas que concurren a visitar a los conscriptos recientemente incorporados. Aduciendo que
no hallaban al soldado que buscaban, la mujer se dirigió hacia el puesto de guardia, donde en un
descuido golpeó con violencia al jefe de la misma en tanto que sus acompañantes extraían armas de
fuego sometiendo a los soldados allí apostados… tuvo decisiva participación en el ataque, el
soldado que se desempeñaba como telefonista al producirse el hecho terrorista. Éste al iniciarse el
hecho comunica a la guardia central que los terroristas ingresaban por un puesto, cuando no era así,
ocasionando el desplazamiento de efectivos hacia el lugar equivocado…

La Nación tituló en su página seis:

El copamiento de un Arsenal frustróse, reproduciendo más abajo los comunicados del Comando
General del Ejército y del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército.

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Asalto al Tiro Federal

Capitán

Miguel Alberto Keller

Nació el 29 de setiembre de 1943 en Paraná (Pcia. de Entre Ríos). Ingresó al Colegio Militar de la
Nación el 3 de marzo de 1960, de donde egresó con el grado de subteniente del arma de
comunicaciones. Su último destino fue la Agrupación de Comunicaciones 601, sita en Capital
Federal.

Estaba casado con la señora María Inés Callerno y tenía tres hijos.

Falleció el 18 de agosto de 1975.

Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

El día lunes 18 de agosto de 1975, siendo aproximadamente las 09:30 horas, el capitán Keller
ingresó con una camioneta del Ejército, acompañado por un suboficial y cinco soldados, a las
instalaciones del Tiro Federal Argentino, con la finalidad de efectuar una comprobación de
armamento. Al llegar, se le acercó una persona con uniforme del Ejército y grado de teniente
coronel, por lo que bajó del vehículo para hacer la presentación de rigor. En ese momento cinco
sujetos, desde dos coches próximos, le efectuaron gran cantidad de disparos, hiriéndolo
mortalmente. Posteriormente y apoyados por otros cuatro guerrilleros redujeron al suboficial y
soldados de la camioneta en cuyo interior había 70 FAL, 4 FAP y 21 pistolas 11,25 mm. El falso
teniente coronel, los que dispararon y uno de los soldados, que actuó como entregador, huyeron con
dos autos y el vehículo del Ejército.

El autodenominado ERP publicó en su órgano de prensa y propaganda Estrella Roja Nº 60 un parte


de guerra titulado Armas para el Pueblo y en su contenido expresa que:

… un comando de la unidad Guillermo Rubén Pérez de nuestro ejército procedió a dar el alto y
desarmar una camioneta del Ejército contrarrevolucionario ocupada por un capitán, un sargento
y cinco soldados… Durante la misma, una avanzada de seis compañeros, a los que se sumó uno
de los soldados, (que es integrante de nuestro ERP) redujeron a la patrulla enemiga apoyados
por otros cuatro combatientes que estaban en las inmediaciones, recuperando para la lucha
popular 70 fusiles FAL, 4 fusiles FAP, 21 Pistolas 11,25 y una subametralladora PA3.

El capitán del Ejército apresado de apellido Keller, al mando de la patrulla, resistió la intimación
de rendición de nuestra unidad por lo que se produjo un tiroteo en el que murió.
Los periódicos del día martes 19 de agosto de 1975 se refirieron al hecho en primera plana, junto
con otras acciones de enfrentamiento en Tucumán.

Clarín

19 de agosto de 1975

Enfrentamiento: mueren dos militares

y seis guerrilleros

Dos enfrentamientos con elementos subversivos dejaron el grave saldo de dos militares y seis
extremistas muertos. Uno de los episodios tuvo lugar en Tucumán, donde en acción de combate,
una patrulla del Ejército eliminó a los seis guerrilleros. El otro fue un ataque a un grupo militar que
se produjo en el Tiro Federal, en la Capital. Allí murió un capitán. También acompañaban al título,
dos fotos con las siguientes leyendas: capitán Miguel A. Keller muerto en Buenos Aires y cabo 1ro.
Miguel D. Juárez muerto en Tucumán. En la página 16, relata el hecho del asesinato del capitán
bajo el título: Ultimaron a un capitán en el ataque al Tiro Federal y expresa: Todo comenzó pasadas
las 09:30 horas cuando el capitán Miguel Alberto Keller, de la Agrupación Comunicaciones 601,
dependiente del Comando General, acompañado por un suboficial y tres soldados ingresaba al Tiro
Federal por una puerta ubicada en las inmediaciones de Leopoldo Lugones y Udaondo, cerca del
estadio de River Plate.

A la hora indicada el capitán Keller en una pick up ingresó al lugar y de inmediato se le presentó un
sujeto vestido con uniforme de teniente coronel del Ejército. Los testigos indicaron posteriormente
que el oficial se acercó a saludar al presunto superior y entonces una cantidad no determinada de
sujetos que se encontraban en dos coches, le efectuaron varios disparos de armas automáticas,
hiriéndolo de muerte.

Otros integrantes del grupo dominaron violentamente al suboficial y a los soldados, uno de los
cuales (quizás el entregador) fue trasladado hasta uno de los automóviles. Mientras otra parte del
grupo extremista se alejaba del lugar llevándose la camioneta con los 73 fusiles FAL que habían
sido trasladados hasta el Tiro Federal, a fin de ser calibrados.

Clarín

5 de setiembre de 1975

Esclarecen el asesinato

del capitán Miguel Keller

La policía abatió al autor del hecho y al entregador.

En el desarrollo del artículo explica cómo se llegaron a realizar varios procedimientos, en los que
además de encontrarse el uniforme de teniente coronel usado en el Tiro Federal se recuperaron
varias armas, entre las que estaban 23 de los fusiles FAL y fueron detenidos otros 10 integrantes de
esa organización.

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Escaramuza en Tucuman
Cabo Primero

Miguel D. Juárez

En acción de combate una patrulla del Ejército elimina a seis guerrilleros y muere combatiendo
valientemente el Cabo Juárez

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Emboscada a un vehiculo militar

Sargento ayudante

Anselmo Ríos

Pertenecía al servicio de intendencia y su especialidad era la de panadero. Cuando se produjo su


asesinato revistaba en la Compañía Comando y Servicios del Batallón de Comunicaciones 601,
como encargado de la panadería. De estado civil soltero.

Fue ascendido post mortem al grado de suboficial principal.

En homenaje a sus destacadas dotes militares y civiles se le impuso su nombre a la panadería de la


unidad, como así también a una calle de su unidad (B. Com. 601), con asiento en City Bell
(provincia de Buenos Aires).

El B. Com. 601 disponía por aquel entonces de una panadería militar, que abastecía al RI 7, Distrito
Militar La Plata, Batallón de Infantería de Marina 3, hospital de Gonnet y hospital Melchor
Romero.

El Sarg. Ay. Ríos quien se desempeñaba como encargado de la panadería, efectuaba diariamente
desde las 05:00 horas, la provisión de pan y derivados a los citados organismos y unidades.

Finalizaba su recorrido, –siempre el mismo– con la entrega al hospital Melchor Romero, con un
circuito de calles y oportunidad de entrega a horas tempranas del día, utilizando un camión M B 114
de guarnición.

El 3 de setiembre el Sarg. Ay. Ríos regresaba de su recorrido finalizando con la entrega diaria. En el
camino General Belgrano, en la zona denominada Parada La Cumbre y en oportunidad de disminuir
la marcha para detener el vehículo frente a las barreras del FCGB que se encontraban bajas, una
camioneta bloquea su avance por el lado del acompañante del conductor (donde iba él), y por detrás
otra, impide su retroceso.

La acción se sucede con notable rapidez y precisión por parte de los delincuentes terroristas, que
impiden cualquier acción por parte de los integrantes de la comisión (un soldado conductor y el
suboficial Ríos en la cabina y cuatro soldados en la caja del camión, portando FAL y el suboficial,
pistola y PA 3).

Los terroristas del vehículo, que bloquea por atrás al camión, apuntan con sus armas a los soldados
que iban en la caja del mismo y los intimidan diciéndoles… no hagan ninguna estupidez, porque la
cosa no es con ustedes.
Los otros delincuentes del vehículo que bloquea el frente del camión se dirigen a la cabina del
mismo, más precisamente a la puerta donde estaba ubicado el suboficial, quien intenta responder a
la agresión tomando su arma, pero al momento de abrir la puerta recibe de una mujer una descarga
con ametralladora que le provoca la muerte en forma instantánea.

En esta acción delictiva intervinieron ocho hombres y dos mujeres.

Producido este hecho se dan a la fuga con la misma celeridad y coordinación que con las que habían
atacado.

Los soldados integrantes de la comisión descendieron de inmediato para auxiliar al Sarg. Ay. Ríos,
pero nada pueden hacer ante la cantidad de disparos recibidos.

De su personalidad merece destacarse que era un hombre austero, muy responsable y un enamorado
de su condición de soldado.

Ante la escalada terrorista de aquellos años, la unidad había preparado un camión para comisiones
en el medio civil, pintándolo de color azul y con accesorios característicos de un transporte de carga
civil.

El suboficial Ríos, desistía de esta propuesta, porque consideraba que él como soldado tenía el
orgullo de vestir el uniforme y ser integrante del Ejército, y que ello, además, le permitiría dar el
ejemplo a sus soldados.

En una oportunidad se dirigió a su jefe de compañía con estos términos …¿ Por qué voy a vestir de
civil, si soy milico?… ¡¡visto de verde porque soy como el mate, bien argentino!!

En otra oportunidad, en rueda de camaradas en el casino de suboficiales, uno de los presentes le


preguntó porqué siendo él encargado de la panadería, siempre hacía entrega del pan, a lo que
respondió toda mi gente trabaja durante la noche y es necesario que descanse desde temprano,
además con todo lo que está pasando me moriría si algunos de estos subversivos les hacen algo a
mis milicos.

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Ataque e intento de copamiento del Regimiento de Infantería


de Monte 29 (Formosa)

El domingo 5 de octubre de 1975, la organización terrorista Montoneros realizó una compleja


operación armada que demostró la capacidad militar alcanzada en esa época. En forma simultánea
secuestró en vuelo un avión Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas con pasajeros, robó un avión
Cessna de 4 plazas, tomó un campo en la localidad de Susana (provincia de Santa Fe) y asaltó el
cuartel del Regimiento 29 de Infantería de Monte, situado al Norte de la capital referida.

En esa múltiple operación utilizó alrededor de 70 combatientes, 19 vehículos, variadas armas de


fuego, explosivos y elementos de comunicaciones. Utilizó para el comando y control de la misma 5
bases de operaciones (Capital Federal, Rosario, Santa Fe, Resistencia y Formosa).

Como era normal en circunstancias en las que se atacaba a unidades militares, un soldado
conscripto de apellido Mayol, que pertenecía a la organización terrorista, ofició de entregador,
facilitando la entrada por el puesto de guardia posterior del cuartel y asesinando al soldado de
guardia en el lugar; su camarada.
A los pocos segundos que los vehículos con los terroristas se desplazaban por el cuartel para llegar
a los objetivos previstos, fueron detectados, iniciándose el combate con la guardia central y los
soldados del Grupo Retén que se encontraban en la subunidad comando, en descanso y tareas de
mantenimiento de su vestuario y armamento. Éstos fueron intimados a rendirse, pero se negaron y
resistieron con todas sus armas. En este lugar se produce la mayor parte de muertos y heridos del
regimiento por acción especialmente de las granadas arrojadas por los terroristas por las ventanas de
los baños. Murieron varios soldados que estaban bajo la ducha.

El subteniente Ricardo Massaferro que se encontraba en la Compañía "A", al escuchar los disparos
intenta salir junto con un soldado. Ambos murieron por efectos de una granada arrojada por los
subversivos.

Otros terroristas que atacaron la guardia, matan allí al radiooperador sargento Víctor Sanabria.

Mientras tanto, los oficiales y suboficiales que vivían en los barrios próximos se organizaron en
pelotones y a los diez minutos ya estaban participando en el combate.

Como resultado de esta operación los terroristas alcanzaron a robar 50 FAL y un FAP, los que
sacaron de la compañía de servicios, antes de fugar hacia el aeropuerto. Dejaron 16 muertos dentro
del cuartel, entre ellos el soldado Mayol, muerto en un enfrentamiento con un oficial. El regimiento
tuvo que lamentar 12 muertos (un oficial, un suboficial y diez soldados) y 19 heridos.

Nuestros muertos fueron:

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Subteniente

Ricardo e. Massaferro

Nació el 24 de julio de 1954 en Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 28 de


febrero de 1972, y egresó como subteniente en el arma de infantería. Su primero y último destino
fue el RI Mte. 29, donde falleció el 5 de octubre de 1975. Fue ascendido post mortem al grado de
teniente.

Sargento

VÍCTOR SANABRIA

Nació el 10 de marzo de 1943, en la localidad de Comandante Fontana, provincia de Formosa.


Ingresó como aspirante a la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral el 20 de febrero de 1961,
egresó como cabo en el arma de infantería.

Estaba casado con la señora Dora Alba Medina.

Soldados conscriptos

 Antonio Arrieta
 Heriberto Ávalos
 José Coronel
 Hermindo Luna
 Dante Salvatierra
 Ismael Sánchez
 Tomás Sánchez
 Edmundo Sosa
 Mercelino Torates
 Alberto Villalba

La organización terrorista Montoneros publicó su versión sobre el ataque al RI Mte 29, en su


órgano de prensa y propaganda Evita Montonera, Nº 8, de octubre de 1975. Tituló su tapa:
Formosa, victoria del ejército montonero.

Allí destaca el planeamiento del operativo que constaba de tres fases. La 1ra. de aproximación
(debían recorrer 1000 km. desde Buenos Aires hasta el objetivo). La 2da. de ataque (con objetivo
principal en el Regimiento 29 de Infantería de Monte y condicionado a efectuarse un día domingo
en que el personal estaba franco) y la 3ra. de retirada (sólo posible por vía aérea). Necesitaron
sincronizar la llegada del avión con el ataque, lo que también afectaba el horario de este último.
También se refieren a otros aspectos o problemas que afectaban la operación y que había que
resolver:

 Copamiento del avión.


 Copamiento del aeropuerto.
 Reabastecimiento de combustible del avión.
 Lugar para aterrizar el avión de regreso.
 Dispersión.
 Reintegro de los compañeros a sus actividades normales.
 Guarda del equipo y armamento.

Con respecto a la descripción del combate en sí, a continuación se transcriben algunos párrafos del
texto de referencia, que permiten apreciar su visión del enfrentamiento:

…Cuando ingresa el móvil comando –en quinto lugar– aproximadamente 20 segundos después
del primero, ya se escuchan los primeros disparos. A partir de este momento comienza una
verdadera batalla. Los soldados –armados o desarmados en algunos casos –desobedecieron la
orden de rendición, en todos lados presentaron fuerte resistencia y en algunos lugares esa
resistencia fue suicida…

… En la puerta de la cocina del casino de suboficiales estaba un soldado con FAL, que en vez de
acatar la orden de rendición se parapeta tras unos troncos y se apresta a abrir fuego. El jefe de
pelotón ordena cubrirse y abre el fuego con ametralladora Halcón y le arroja una granada para
obligar al soldado a abandonar su posición. El soldado, efectivamente, se guarnece dentro del
casino. Un compañero que no había escuchado la orden de cubrirse, entra por la puerta de la
cocina y el soldado lo recibe con el fuego de su FAL hiriéndolo en el abdomen…

Adentro del casino, un suboficial y dos soldados armados con FAL organizan la resistencia…
primero salió un soldado que quedó tendido, seguramente muerto, en la salida del casino. El
suboficial recibió esquirlas de granada en las piernas que lo dejó fuera de combate y debió
rendirse. El último soldado finalmente se rindió cuando se le trabó el FAL y hubo que reducirlo
cuerpo a cuerpo…

… En la toma de la compañía de retén, los soldados desobedecen la orden de rendición y tiran


desde donde se encontraban… en este ataque se ve la eficacia de las granadas de guerra…
Suponemos que es en el retén donde tienen el mayor número de bajas los soldados… A los 10
minutos después de iniciado el ataque, se suman oficiales y suboficiales de los barrios y por lo
menos cinco soldados más que estaban allá de guardia…

… En el cuartel perdemos los pelotones dos, tres y cuatro completos, salvo dos compañeros que
pudieron retirarse de la guardia… las armas se cargan en la Ford 350 y emprendemos la
retirada. Allí surge un problema, el pelotón seis que está en el casino de suboficiales y un
compañero del pelotón cinco, no reciben la orden…

Por último, el jefe del pelotón Nº 6 hace un relato en el artículo de cómo fue su accidentada
retirada finalizando:

Superado estos obstáculos, pudimos llegar al aeropuerto en el momento que estaban por
despegar los dos aviones empleados para la retirada…

El Boeing 737 aterrizó en un campo situado entre las localidades de Angélica y María Susana, y
quedó averiado. Cerca del lugar –en un pozo– las autoridades policiales encontraron 16 de los 53
fusiles automáticos robados.

Los periódicos del 6 de octubre de 1975, destacaron con grandes titulares en primera plana el ataque
al RI Mte. 29 y las operaciones complementarias.

Clarín

6 de octubre de 1975

Fallido golpe terrorista en Formosa;

27 muertos

Una formación extremista fracasó ayer en su intento de copar el Regimiento 29 de Infantería de


Formosa. Se registró un cruento enfrentamiento que dejó como saldo 27 muertos; 15 guerrilleros, 1
oficial, 1 suboficial, 9 soldados y un policía. Los agresores contaron con el apoyo de otros dos
grupos. Uno secuestró una máquina de Aerolíneas y la desvió a Formosa y el restante copó el
aeropuerto de esa ciudad. Los terroristas huyeron en el avión que aterrizó en un campo de Rafaela.

En dos de sus páginas interiores, se refirieron al hecho y a los casos de piratería aérea en Argentina.

La Prensa

6 de octubre de 1975

Atacaron en Formosa

un Cuartel del Ejército

Murieron 11 militares y 15 terroristas. Otros grupos sediciosos coparon el aeropuerto del Pucú y
secuestraron un avión de Aerolíneas Argentinas.

En páginas interiores desarrolla los hechos sobre la base de relatos de testigos, explayándose
también sobre el aterrizaje del Boeing 737 y explicando que al tocar tierra se rompió el tren de
aterrizaje delantero, y quedó con el fuselaje apoyado en el suelo. Según el comunicado de
Aerolíneas Argentinas, el avión habría partido a las 17:15 horas del aeropuerto de Formosa.
El día martes 7 de octubre, con fotos del oficial y suboficial muertos tituló:

El Ejército amplió informaciones del hecho y en otro espacio: Hubo en Formosa más bajas
terroristas, cuatro fueron muertos al intentar liberar a un cabecilla internado en un hospital…

Como se expresara oportunamente al tratar la Operación Independencia (combate de Acheral), el


ataque al RI Mte. 29 fue la gota que faltaba. Efectivamente, al día siguiente del ataque, el PEN dictó
los Decretos 2770, 2771 y 2772 mediante los cuales se creó Consejo de Seguridad Interior, se puso
bajo control operacional del Ejército a las policías provinciales y se dispuso la ejecución de
operaciones necesarias a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el
territorio del país.

Firman los tres decretos: Ítalo A. Luder (como Presidente provisorio del Senado, en ejercicio del
Poder Ejecutivo), Carlos F. Ruckauf (actual Vicepresidente de la Nación), Antonio Cafiero (actual
Senador por la Pcia. de Buenos Aires), Ángel F. Robledo, Tomás Vottero, Carlos Émery y Manuel
Arauz Castex.

También influye esta operación realizada por Montoneros para que la Cámara de Diputados de la
Nación, el día 29 de octubre de 1975 (Diario de Sesiones, Pág. 4920 – Capítulo 14) ratificando el
espíritu de los tres decretos dictados por el PEN, exprese entre otros conceptos:

 Reitera su más terminante repudio a la violencia criminal que está asolando al país, con
diversas formas de terrorismo y guerrilla en perjuicio de toda la población: intimidación
pública; destrucción de barcos, aviones y otros elementos valiosos del patrimonio nacional;
atentados domiciliarios y callejeros, a menudo causantes de víctimas inocentes; asesinatos
de miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de Policía; ejecuciones masivas,
sistemáticas y sádicas de civiles…; asaltos insensatos a unidades militares … con una
espantosa secuela de víctimas.
 Ninguna variante del crimen político organizado tiene posibilidades de acceder al poder…
Lo cual torna doblemente inútil e inhumana su acción…
 La perspectiva de esta campaña delictuosa aleja las posibilidades de distensión del proceso,
cuya consecución normal y pacífica no es de responsabilidad exclusiva de los poderes
públicos …

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Atentado

General de División

Jorge Esteban Cáceres Monié

y su esposa Beatriz Isabel Sasiaiñ

Nació el 14 de abril de 1917 en Paraná (provincia de Entre Ríos). Ingresó al Colegio Militar de la
Nación el 2 de marzo de 1917, y egresó como subteniente del arma de caballería. En los años 1970
y 1971 se desempeñó como jefe de la Policía Federal. Su último destino fue como comandante del
IIdo. Cuerpo de Ejército. El 21 de setiembre de 1972 pasó a revistar en situación de retiro
voluntario. Poseía el título de Oficial de Estado Mayor y había sido condecorado con la "Estrella al
Mérito Militar", otorgada por la República de Chile, con la "Orden Nacional al Mérito" en el grado
de Gran Oficial, otorgada por la República del Paraguay y con la "Gran Estrella al Mérito Militar"
otorgada por el Ministerio de Defensa de la República de Chile.
Estaba casado con la señora Beatriz Isabel Sasiaiñ, con quien tenía un hijo. Falleció junto con su
esposa, el 3 de diciembre de 1975.

Siendo aproximadamente las 19:00 horas del 3 de diciembre de 1975, el general (R) Cáceres Monié,
que manejaba una camioneta, en compañía de su señora esposa, se disponía a atravesar en una balsa
el arroyo Las Conchas, que cruza el camino que une Villa Urquiza con la ciudad de Paraná, cuando
fue chocado de atrás por un vehículo y atacado por cinco componentes de Montoneros, con armas
de fuego. El general Cáceres Monié –herido gravemente– fue sacado de la camioneta y rematado en
el suelo por un hombre y una mujer, jóvenes ambos. Después del hecho, los asesinos escaparon
con un auto y con la camioneta en la que estaba herida la esposa del general. En la huida, los
terroristas, después de recorrer aproximadamente 15 kilómetros, arrojaron a la señora de
Cáceres Monié en una zanja profunda a la vera del camino. Posiblemente murió
desangrándose.

Al día siguiente, un lugareño que se desplazaba por el lugar, descubrió por casualidad el cadáver
que tenía dos disparos.

La organización Montoneros, en su medio de prensa y propaganda Evita Montonera Nº 10 del mes


de diciembre de 1975, expresó en su página 30, bajo el título Crónica de la Resistencia, lo
siguiente:

3 de diciembre. Un pelotón de combate de Montoneros "ejecutó" al general Jorge Cáceres


Monié, ex jefe de policía de la dictadura militar de Lanusse, ex comandante del II Cuerpo de
Ejército y torturador.

Durante la acción también cayó muerta su esposa. La ejecución se realizó cuando el general
Cáceres Monié intentaba cruzar el arroyo Las Conchas en una balsa, luego de pasar un fin de
semana en su quinta de Villa Urquiza, 20 kilómetros al Norte de Paraná (Entre Ríos).

Los periódicos del día jueves 4 de diciembre de 1975, publicaron la noticia en primera plana:

Clarín

4 de diciembre de 1975

Asesinaron al
general Jorge Cáceres Monié

Un comando extremista asesinó ayer en las proximidades de Paraná, al general (RE) Jorge Esteban
Cáceres Monié y secuestró a su esposa. El hecho ocurrió cuando volvían de una quinta. El extinto
fue jefe de la Policía Federal y comandante del Segundo Cuerpo de Ejército.

Luego, en sus páginas interiores desarrolla el tema de acuerdo con testigos, versiones y
comunicados oficiales.

La Prensa

4 de diciembre de 1975

Asesinaron al
General Jorge Cáceres Monié
El hecho se cometió en Entre Ríos, cerca de Paraná; los autores secuestraron a la señora.

En dos hojas interiores relata lo que se supo por testigos y se refiere al operativo de bloqueo y cierre
de rutas efectuado para encontrar a los responsables y a la señora esposa del extinto, que había sido
secuestrada.

5 de diciembre de 1975, Pág 8

El Justicialismo condenó el asesinato

En un comunicado conjunto el Comando Superior y el Consejo Nacional del Partido Justicialista,


condenan el asesinato. Dice entre otros conceptos: que el cobarde asesinato constituye un nuevo
acto de salvajismo perpetrado por las fuerzas apátridas e integradas por cobardes mercenarios que
atentan contra la patria y su pueblo… finalmente rinden homenaje al Ejército y a sus muertos. El
documento está suscrito por la señora Isabel Perón como presidenta de ambas organizaciones y por
Ángel Federico Robledo, Eloy Camus, Lorenzo Miguel, Casildo Herreras, Esther Fadul de Sobrino
y Lily de la Vega por el Comando Superior y José Baez, Manuel Torres y demás componentes del
Consejo Nacional.

La Prensa

6 de diciembre de 1975

Otros pormenores del asesinato del general Cáceres Monié y de su esposa

El hallazgo del cadáver de la señora

Beatriz Sasiaiñ de Cáceres Monié

En un camino vecinal de El Brete, a 13 km. de Paraná, fueron localizados los restos de la


víctima, los que presentaban impactos de bala de 9 milímetros en la nuca y en la espalda. El
cuerpo había sido arrojado a una zanja de un metro y medio de profundidad… y encontrado el
jueves 4 aproximadamente a las 07:00 horas por el arrendatario de un campo próximo que había
pasado con unos perros….

Con otro subtítulo:

Declaraciones de protesta

A través de una declaración conjunta, los partidos Unión Cívica Radical, Revolucionario Cristiano,
Popular Cristiano, Línea Popular, Comunista, Socialista Popular, Intransigente y Socialista
Democrático, manifiestan su más enérgica protesta a estas acciones y en especial su condenación al
hecho incalificable de la muerte del general Cáceres Monié y su esposa.

En igual sentido lo hicieron por separado la Confederación Económica de Entre Ríos, la Delegación
Paraná de la Confederación General del Trabajo y los bloques de legisladores provinciales
justicialistas.

El día 12 de diciembre de 1975, la Cámara de Senadores de la Nación realiza un homenaje al


general Jorge Cáceres Monié y a su esposa, asesinados 9 días antes (diario de sesiones, Pág. 3421).
A continuación se transcriben partes de las declaraciones de algunos senadores.
Senador Frúgoli:

Realmente frente a tanta violencia, tanta sangre, confieso que me estoy quedando sin palabras.

Senador Perette:

…este asesinato alevoso que costó la vida del general Jorge Esteban Cáceres Monié y de su digna
esposa enluta a las Fuerzas Armadas Argentinas y demuestra la grave lucha que debe librar el
pueblo argentino en defensa de su estilo de vida y de sus instituciones republicanas. Es un acto de
vandalismo y una agresión que se suma a todos los actos de violencia que ha padecido la República
en los últimos tiempos. Las Fuerzas Armadas están luchando para asegurar el estilo de vida de la
Nación.

Senador Paz:

… urge sancionar normas y adoptar medidas para que pongan fin a esta larga secuela de crímenes
perpetrados en la más absoluta impunidad.

Senador Brizuela:

La República vive momentos de extrema gravedad dentro de una verdadera encrucijada, por la ola
de violencia que ha costado muchas víctimas de compatriotas… una violencia desatada, inhumana,
bestial, que asesina brutalmente, que secuestra, que tortura sin piedad, rapta, bajo pretexto de servir
a ideales políticos…

Senadora Minicheli de Constanzo:

Esta de hoy no puede ser mi patria.

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Ataque a un vehiculo militar

Cabo 1ro. Bruno Rojas

Soldado René Alfredo Papini

El Cabo 1ro. Rojas nació en 1949 en la provincia de Jujuy, ingresó en la Escuela de Suboficiales
Sargento Cabral en 1968, completó los cursos para su graduación y egresó como cabo, un año más
tarde.

Prestó servicios en la Escuela de Ingenieros, en el Batallón de Ingenieros de Combate 101 y en la


Compañía de Policía Militar 181, con asiento en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos
Aires.

Estaba casado con la señora Porfidia Cristaldo y era padre de dos hijos.

El 15 de diciembre de 1975, aproximadamente a las 12:30 horas, un vehículo del Cuerpo de Ejército
V, que cumplía una misión del servicio en la ciudad de Bahía Blanca, fue atacado por un grupo
extremista.
Como consecuencia de la acción resultaron muertos el cabo 1ro. Bruno Rojas y el soldado René A.
Papini.

En la revista Evita Montonera Nº 11, órgano de prensa de la organización subversiva Montoneros,


de enero de 1976, se da a conocer la preparación y desarrollo de la operación.

La información

Finalmente nos llegó la información necesaria. Una camioneta militar, conducida por un
suboficial, chofer y 4 soldados entraba al barrio Palihue al medio día y realizaba el cambio de
guardia en las mansiones de los generales Suárez Mason y Olivera Róvere, luego volvía al cuartel
que se encuentra a 10 cuadras del barrio. El armamento: 4 FAL, 1 ametralladora y varias pistolas.
Los soldados pertenecían a la Policía Militar y estaban sujetos a un entrenamiento especial. La
regularidad era buena; con 20 minutos de tolerancia, la camioneta entraba al barrio por un paso a
nivel en la calle Casanova; este punto era el único en el recorrido que se repetía diariamente, el
resto variaba permanentemente. Permanecía en el barrio entre 5 y 10 minutos. La zona era apta
para una emboscada y así se comenzó a planificar el operativo.

La planificación

De Palihue salió "Patricia" y la operación tuvo nombre. Constituimos un estado mayor de


conducción, formamos el grupo de combate "Arturo Lewinger", integrado por los pelotones
"Carlos Rovil", "Marcos Osatinsky", "Fernando Alduvino" y "Héroes de Formosa".

Cuando el EMC analizó la factibilidad, observamos que había aspectos críticos y que de su
correcta resolución dependía buena parte de la operación. Ellos eran: 1º - Tener la información
previa al montaje del operativo con respecto al móvil enemigo (si venía tal cual lo previsto, si
traían el armamento, etc.); 2º - La necesidad de garantizar la detención del vehículo en el lugar
donde tendríamos concentrada nuestra fuerza de asalto; 3º - La necesidad de una buena cobertura
en la zona, que no tenía mucho movimiento, que garantizara la sorpresa y evitara el alerta
enemiga; y 4º - La posibilidad de tener enfrentamientos "laterales", ya que las características de la
zona (alta densidad del gorilaje) había permanente paso de vehículos militares, vehículos civiles
"fastosas" y patrulleros.

El primer problema lo resolvimos planteando la operación en el momento en que salían del barrio,
de esta forma verificaríamos la información y no nos veríamos obligados a montar la operación
durante un lapso demasiado grande. El segundo aspecto lo resolvimos con una pick up cargada de
arena y con un buen cinturón de seguridad en la mano contraria, con la que chocaríamos de frente
la F-100 del Ejército. La coordinación del arranque se debía dar por un sistema de señas visuales.
Esta maniobra era factible ya que el móvil enemigo disminuiría su velocidad al cruzar las vías.

El tercero lo resolvimos mientras se hacían las observaciones. En la zona trabajaba una cuadrilla
de ferroviarios con los azules uniformes de trabajo, quemando pasto en la zona de vías. La idea era
buena y de paso se resolvía otro problema que era el imprescindible uso de uniforme por parte de
toda nuestra fuerza.

Finalmente, la posibilidad de presencias inesperadas la resolvimos ubicando contenciones


adecuadas; una a 50 metros del lugar de la emboscada cubría por 400 metros la avenida que une
la zona con los cuarteles del V Cuerpo. Por el otro extremo, y para controlar las calles interiores
del barrio Palihue, quedaban dos "ferroviarios" sobre el vehículo que los aproximaba a la zona
(una camioneta) y que tomaba ubicación a una decena de metros del paso a nivel.
El operativo

Tras una postergación debida a la baja de uno de los vehículos operativos, llegó el día de
"Patricia". A las 12:05 entraba la camioneta al barrio, el chequeo fue positivo, todo tal cual lo
previsto. A partir de ese momento había que tomar ubicación y esperar su salida.

El Falcon de nuestra contención se ubicó en su puesto. El FAL y la metra ya estaban sobre los
asientos. El chofer de la pick up de interceptación se ubicó en la misma, se ajustó el cinturón de
seguridad y la puso en macha. El equipo responsable de la reducción de la cabina se ubicó en la
puerta de una boite a unos 15 metros del paso a nivel.

La camioneta con el pelotón de asalto (los ferroviarios) estacionó y los compañeros comenzaron a
bajar picos, palas, bidones y carretillas que llevaban herramientas especiales: una metra y una
escopeta.

El carnicero, como si estuviera al tanto del operativo, también tomó posición en la puerta del
negocio y entró a mirarnos (¡Claro!, un calor bárbaro y un montón de tipos con camperas y
pantalones azules empezaban a ser sospechosos; pero ya no importaba).

Los hechos comenzaron a precipitarse. El pelotón de asalto no alcanzó a tomar posición y ya la


camioneta militar se encontraba sobre el paso a nivel. El chofer del vehículo de interceptación,
ante la emergencia, no recibió la seña, sin embargo, en cuanto la vio sobre el paso a nivel, picó
produciéndose el impacto. A partir de allí y por pocos segundos fue un infierno.

En la cabina, el suboficial (que aparentemente traía la 45 en la mano) hizo fuego sobre los
compañeros, éstos respondieron y los dos (suboficial y chofer) se tiraron al piso de la cabina. Dos
veces se les dio orden de entregarse y no acataron. Nuestra resolución fue terminante, se dio la
orden al ametralladorista que hizo fuego sobre la cabina. Fue la actitud irresponsable del sumbo la
que llevó a su eliminación y a la del chofer.

Mientras tanto, atrás, producido el impacto, 3 soldados se entregaron, el cuarto saltó y corrió en
dirección a las vías; mientras corría se daba vuelta haciendo fuego de arma corta, también aquí se
respondió al fuego produciéndose una nueva baja en las filas enemigas.

Pero la situación ya estaba controlada. Fueron recuperados 4 FAL, una PAM 2 y 2 pistolas 45. Se
tiraron mariposas (las armas del Ejército represor de Sierra Grande, pasan al ejército montonero),
y se pintó la camioneta: Montoneros.

En las contenciones, las emergencias no fueron graves; la operación estaba terminada, Los jefes de
pelotón presentaron los partes respectivos de terminación y se dio orden de retirada.

La Nación

16 de diciembre de 1975

Asesinaron a un cabo y a un soldado

En el día de la fecha, en horas del mediodía, en circunstancias que una camioneta tipo pick up
perteneciente a una unidad del Comando de Cuerpo V, transportaba personal militar que cumplía
una comisión del servicio, al atravesar el paso a nivel de las vías de ferrocarril General Roca,
ubicado en el cruce con la calle Casanova, de esta ciudad, fue embestida, ex profeso, por una
camioneta particular; los ocupantes del vehículo militar fueron sorpresivamente atacados utilizando
armas de fuego automáticas desde dicho vehículo y, simultáneamente, por un grupo de delincuentes
subversivos que simulaban estar efectuando reparaciones en las vías del ferrocarril, vistiendo
uniformes similares al personal de la empresa ferroviaria; entre los grupos que atacaron como apoyo
se detectaron elementos subversivos del sexo femenino.

Producido el ataque, el grupo extremista se dio a la fuga utilizando vehículos dispuestos en el lugar.

Como consecuencia de dicho enfrentamiento, resultó muerto el cabo 1º Bruno Rojas, quien se
encontraba al mando de la comisión y el conductor del vehículo, soldado conscripto clase 1954
René Alfredo Papini, de 21 años de edad e hirieron a los soldados Jorge Martelliti, Héctor Natali y
Osvaldo Ramírez.

Se atribuyó la autoría del hecho la organización últimamente declarada ilegal por el Poder Ejecutivo
Nacional. El atentado es similar al realizado por la misma organización subversiva, en La Plata, el 3
de setiembre de este año, cuando perdió la vida el sargento ayudante Anselmo Ríos.

El intendente de la ciudad de Bahía Blanca, señor Eugenio Martínez, en un telegrama enviado al


comandante del Cuerpo de Ejército V expresaba:

En nombre del pueblo de Bahía Blanca y propio reciba sentidas condolencias y cristiana solidaridad
ante nuevos asesinatos; gloria e historia de nuestra patria no se podrán borrar asesinando a jefes y
familia argentina; no se romperá jamás asesinando a suboficiales y soldados que son nuestros hijos.
Venceremos en el bien. Dios no podrá dejarnos de lado. La angustia y la congoja de nuestro espíritu
nos hará fuertes en el dominio de la victoria y de la patria.

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Ataque e intento de copamiento


al Batallón de Arsenales 601
Domingo Viejobueno

Durante el ataque, por parte de efectivos del ERP, al Batallón de Arsenales 601 Domingo
Viejobueno, en la localidad de Monte Chingolo provincia de Buenos Aires y otros objetivos
secundarios, murió el siguiente personal militar:

 Capitán Luis María Petruzzi


 Teniente 1ro. José Luis Spinassi
 Sargento ayudante Roque Cisterna
 Soldados: Roberto Caballero
 Benito Manuel Rúffolo – Raúl Fernando Sessa.

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Capitán

Luis María Petruzzi

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 5 de noviembre de 1938. Ingresó a la Escuela de los


Servicios para Apoyo de Combate General Lemos el 8 de febrero de 1955 y egresó como
subteniente del servicio de intendencia.
Revistó en el Regimiento 14 de Caballería, en el Grupo 3 de Artillería, en el Grupo de Artillería
Blindado 1, en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral y en la Dirección General de
Administración del Ejército.

Ascendió a capitán en diciembre de 1970 y pasó a revistar en la Escuela de Instrucción Andina. Al


momento de su muerte, revistaba en el Comando de Aviación de Ejército.

Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

En oportunidad que el capitán Petruzzi se dirigía a Avellaneda conduciendo su vehículo, fue


detenido mediante señas por individuos a quienes, al parecer, se les había descompuesto una
camioneta. Al detenerse fue asaltado exigiéndosele la entrega de su automóvil, y al intentar
resistirse, fue alevosamente asesinado.

En la camioneta descompuesta se encontraron una cantidad considerable de granadas de mano.

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Teniente Primero

José Luis Spinassi

Nació el 27 de marzo de 1946 en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 19 de febrero de 1963 y egresó con el grado de subteniente del arma de infantería el 19 de
diciembre de 1968.

El 26 de noviembre de 1975 pasó a revistar en el Regimiento 3 de Infantería.

Fue ascendido post mortem al grado de capitán.

El 23 de diciembre de 1975, en momentos que anochecía, una columna con efectivos del
Regimiento 3 de Infantería, que desde La Tablada se dirigía a Monte Chingolo, en apoyo del
Batallón de Arsenales 601, fue atacada por elementos subversivos.

El teniente 1ro. Spinassi fue herido gravemente por varios proyectiles en el vientre. Fue evacuado al
Hospital Militar, donde falleció.

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Sargento Ayudante

Roque Cisterna

Nació en Nogoyá, provincia de Entre Ríos, el 16 de agosto de 1935.

Fue dado de alta como aspirante en la Escuela de Mecánica del Ejército Fray Luis Beltrán el 1 de
febrero de 1954, de donde egresó como cabo 1ro. mecánico motorista, el 5 de diciembre de 1957.

El 12 de enero de 1976 fue ascendido post mortem al grado de suboficial principal.

El sargento ayudante Cisterna, se desempeñaba como jefe de guardia en el Batallón de Arsenales


601 (Comandante Domingo Viejobueno), conjuntamente con los soldados Caballero, Rúffolo y
Sessa. Murieron defendiendo el cuartel ante el intento de tomar la guardia por parte de un grupo de
subversivos. Los delincuentes formaban parte del autodenominado Batallón José de San Martín,
comandado por Mario Roberto Santucho, jefe del ERP; penetraron a las 19:45 horas, en nueve
automóviles y camionetas, embistiendo el portón de la entrada principal del citado Batallón.

Simultáneamente otros delincuentes atacaron el cuartel desde distintos lugares de sus instalaciones.

Al citado suboficial, después de haber sido ultimado con armas de fuego, le destrozaron la cabeza a
culatazos.

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Soldados

Roberto Caballero

Benito Manuel Rúffolo

Raúl Fernando Sessa

Murieron heroicamente en la defensa del Arsenal.

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En un comunicado difundido posteriormente, la organización ERP, decía:

Esta batalla librada por las fuerzas revolucionarias se enmarca en un proceso general de guerra
prolongada, de varios años de accionar urbano y rural de las fuerzas guerrilleras. La guerra
revolucionaria se ha generalizado en la Argentina.

En la edición del 14 de enero de 1976 de El Combatiente, órgano del PRT, dice bajo el título :

Héroes de Monte Chingolo

Hasta la victoria

Sólo conocemos la identidad de los siguientes compañeros muertos en combate o fusilados por el
enemigo una vez capturados, y los menciona.

Agrega, además, una lista de personas como desaparecidas, expresando:

Algunos de estos compañeros quedaron heridos en el cuartel, otros fueron capturados más tarde,
otros no regresaron a los lugares de concentración o a sus bases operativas. Nuestra clase obrera
y nuestro pueblo no olvidará jamás los centenares de crímenes de las FF.AA.
contrarrevolucionarias, y tarde o temprano, la justicia popular descargará, sobre los militares
asesinos, su inflexible brazo de acero.

La Prensa

24 de diciembre de 1975, hace un relato de los hechos


Atacaron terroristas

un arsenal militar

Anoche grupos terroristas, actuando en forma concertada, en una operación de tales alcances como
no se recuerda otra en nuestro país, atacaron diversos objetivos en la zona sur del Gran Buenos
Aires, y desataron acciones de diversión en otros puntos, con el propósito de distraer a las fuerzas
represivas.

El objetivo principal de los atacantes fue el cuartel del Batallón de Arsenales 601 Comandante
Domingo Viejobueno, situado en el camino General Belgrano, a la altura de Monte Chingolo.

Según las primeras apreciaciones, en el ataque principal, habían intervenido unos 70 hombres,
apoyados por otros 200. Estas cifras indican la importancia de esa acción, en la que, por la tarde,
fueron utilizadas armas pesadas.

Las fuerzas agresoras llegaron a la zona de operaciones en camiones pintados de igual modo que los
vehículos del Ejército Argentino.

Las operaciones de diversión se realizaron en otros puntos de la zona del Gran Buenos Aires. Se
sabe que hubo tiroteos y ataques a medios de transporte colectivo en Bernal, Villa Domínico, el
llamado Camino Negro, Lanús, puente Avellaneda, el puente 12 en la autopista Riccheri y camino
de Cintura.

En estos enfrentamientos se habría producido un número elevado de bajas, que a medianoche era
aún imposible establecer, debido a lo incierto de la situación.

Enseguida que se tuvo conocimiento de la gravedad de lo ocurrido en el Batallón de Arsenales 601;


se dispuso el envío de fuerzas militares en ayuda de los atacados. Según los primeros informes, los
insurgentes consiguieron entrar al cuartel; pero los defensores resistieron tenazmente en algunos
sectores manteniendo sus posiciones hasta que llegaron los refuerzos pedidos.

Las Fuerzas del Ejército iniciaron la represión. Esos efectivos procedían de diversas guarniciones,
tanto de esta Capital, como de La Tablada, City Bell y La Plata.

Las primeras operaciones contra los guerrilleros fueron practicadas por helicópteros artillados de la
VII Brigada Aérea, con asiento en Morón. También actuaron aparatos de las policías provincial,
federal y del Ejército.

Los irregulares, que contaban con morteros y otras armas pesadas, según un informe recogido por
nuestros cronistas, utilizaron tales armas para alejar a los helicópteros.

Los atacantes disponían de aparatos radiotransmisores mediante los cuales interfirieron las ondas
utilizadas por las fuerzas del orden, que tuvieron, así, grandes dificultades para comunicarse, en los
primeros momentos. Este hecho habría demorado el envío de refuerzos, dado que resultó imposible,
al principio, obtener una versión coherente de lo que ocurría.

Alrededor de las 22 se oían disparos de armas pesadas, y se dijo que los atacantes estaban cercados
y eran objeto de fuerte presión por las fuerzas del orden. La situación, por entonces, continuaba
incierta, porque los agresores habían ocupado viviendas particulares en las proximidades de los
cuarteles y, desde ellas, atacaban a las tropas de refuerzo que ya tenían dominada la situación.
En reunión del Senado de la Nación del 29 de diciembre el senador Perette (UCR), expresó: (diario
de sesiones, Pág. 3640) … en la seguridad que interpreto también el sentimiento general, quiero
expresar nuestra adhesión al duelo que provocan tantas muertes y, asimismo, rendir tributo al
comportamiento de las Fuerzas Armadas y de Seguridad con motivo del hecho grave y significativo
que representó la agresión directa cometida por la subversión contra las guarniciones militares…
los hechos producidos en Monte Chingolo son de una extraordinaria gravedad y demuestran hasta
qué grado la guerrilla pretende atacar las bases esenciales de la paz interna de la República.

La Nación

26 de diciembre de 1975

Mensaje del gobernador

Victorio Calabró

Al acusar recibo y agradecer en nombre de mi gobierno y en el mío propio, la satisfacción del


Ejército Argentino por la valerosa y eficiente acción desarrollada por la policía de la provincia y
por la presteza y diligencia de todos los organismos provinciales que intervinieron en el triunfo de
las fuerzas del orden, en el Batallón de Arsenales 601, señalo a su consideración que, como lo
hicieron sus hombres, lo han hecho los nuestros, fraternalmente unidos en la lucha que venimos
realizando hacia el logro de la grandeza de la Nación.

Las Fuerzas Armadas encontrarán siempre a mi gobierno al servicio de los altos intereses de la
patria, con serenidad y con energía, y con la sola pasión de su futuro de paz y grandeza.

Este mensaje es en respuesta al que, previamente, le había mandado el Comandante General del
Ejército.

Ante el requerimiento periodístico sobre el discurso que el teniente general Videla pronunció en el
comando de operaciones en Famaillá, provincia de Tucumán, el gobernador expresó: Es la
auténtica expresión del Ejército Nacional al servicio de los altos intereses de la República y que
tiene el respaldo de todo el pueblo.
Quinta Parte
1976 y 1977- Resto del país
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Índice de la quinta parte

- Atentado: + Coronel Rafael Raúl Reyes


- Atentado: + Coronel de Intendencia José Esteban Dalla Fontana
- Atentado: + Coronel Abel Héctor Cavagnaro
- Atentado: + Mayor Osvaldo Elio Reyes
- Enfrentamiento en Campo de Mayo: + Soldado Miguel Ángel Cucurullo
- Atentado: + Coronel Juan Carlos Mendieta
- Atentado: + General de Brigada Cesario Ángel Cardozo
- Atentado: + Sargento Rubén Godofredo Favale
- Atentado: + Sargento Primero Eligio Osvaldo Molina
- Enfrentamiento con la cúpula del ERP, muerte de Santucho y Urteaga: + Capitán Juan Carlos Leonetti
Atentado: + Cabo Jorge Antonio Bulacio
Atentado: + General de Brigada Omar Carlos Actis
Atentado: + Sargento Primero José Ángel Montesano
Atentado: + Teniente Coronel Godofredo Gualberto Peralta Astudillo
- Enfrentamiento durante irrupción en imprenta clandestina terrorista: + Sargento Primero Rosario
Elpidio Tejeda
- Enfrentamiento durante patrulla urbana: + Teniente Primero Fernando Cativa Tolosa
- Atentado: + Teniente Primero Oscar Abel Lucioni
- Atentado: + Coronel Leonardo Roberto D'Amico
- Combate contra terroristas urbanos: + Sargento Primero Oscar Alberto Cabezas
- Asesinado por terroristas urbanos: + Suboficial Principal Carlos Honorato Gil
- Atentado a la Subsecretaría de Planeamiento del Ministerio de Defensa: + Coronel Andrés Jorge
Fernández Cendoya; + Coronel Eduardo Alberto Mutto y + Mayor Leonidas Cristian Ziehl
- Atentado: + Coronel José Bonifacio Castellanos
- Enfrentamiento de una patrulla control de tránsito urbano con vehiculo de terroristas, muere
Montonera Ana María Gonzalez: + Soldado Guillermo Félix Dimitri
- Enfrentamiento con terroristas urbanos: + Cabo Primero Osvaldo Ramón Ríos
- Enfrentamiento de una patrulla control de tránsito urbano con vehiculo de terroristas: + Cabo Primero
Juan Clemante Costilla Ortiz
- Atentado: + Coronel Ángel Arturo Sureda
Atentado: + Mayor Antonio Servidio
Atentado: + Teniente Primero Alberto Ángel Annaratone
Combate contra terroristas urbanos: + Soldado Dragoneante Luis Alberto Barbusano
Atentado: + Coronel Numa Triaca

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Atentado

Coronel

Rafael Raúl Reyes

Nació el 20 de marzo de 1926, en La Carlota provincia de Córdoba. El 15 de febrero de 1946


ingresó al Colegio Militar de Nación, de donde egresó el 14 de diciembre de 1948, como
subteniente del arma de artillería. Su ascenso a coronel se produjo el 31 de diciembre de 1973.

Realizó cursos en la Escuela Superior de Guerra donde obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor
y en la Escuela Superior de Informaciones, de la que egresó como Oficial de Informaciones del
Ejército.

Durante su carrera militar cumplió destinos en el 5to. Grupo de Artillería, Escuela de Artillería,
Escuela Superior de Informaciones del Ejército, Secretaría de Guerra, Centro de Instrucción de
Artillería, Servicio de Seguridad del Ejército – Córdoba, Escuela Superior de Guerra, 4to. Grupo de
Artillería Aerotransportado, Comando IV Brigada de Infantería Aerotransportada y Grupo de
Artillería de Defensa Aérea 601.

Al ser asesinado se desempeñaba como jefe de este último, con asiento en la ciudad de Mar del
Plata, provincia de Buenos Aires. Estaba casado con la señora Beatriz Emilia Jofre y tenía 4 hijas.

Se lo ascendió post mortem a general de brigada.

Fue asesinado el 11 de febrero de 1976, mientras se dirigía en automóvil al cuartel acompañado


por los soldados Tempone y Gómez.

En una esquina, en pleno centro de la ciudad de Mar del Plata, fue encerrado por dos vehículos. El
chofer, uno de los soldados, intentó eludir el cerco, frenando y tratando de retroceder. Pero
los delincuentes descendieron con rapidez y, armas en mano, dispararon sobre los ocupantes.

Una mujer parada en la esquina, bajó a la calzada y se sumó a los atacantes con una pistola
ametralladora. El coronel murió en el acto; los soldados resultaron heridos y el grupo de
asesinos huyó.
La revista Estrella Roja, medio de difusión de la organización subversiva ERP, en su Nº 71, del 10
de marzo de 1976, expresó:

Justicia popular

Ejecución de un jefe contrarrevolucionario

El 11 de febrero pasado el comando Tito Martinelli de las Brigadas Rojas, procedió a ejecutar al
Jefe de la Guarnición Militar de Mar del Plata.

Este oficial del ejército contrarrevolucionario se venía desempeñando desde diciembre de 1974
como jefe del Comando de la Agrupación de Artillería de Defensa Aérea 601 y como jefe del
comando de represión antisubversiva, desde donde dirigió, en los últimos meses, numerosos
operativos represivos contra el pueblo y la guerrilla.

El Ejército Revolucionario del Pueblo saluda esta exitosa y justa acción de enjuiciamiento de
Brigadas Rojas con la cual se ha puesto fin a la vida de un miembro más de la oficialidad
criminal de las FF. AA. contrarrevolucionarias.

Ninguna tregua al Ejército opresor.

La Prensa

Del 2 de febrero de 1976, difundió:

Atentado de una organización terrorista

Por los medios habituales se hizo llegar a diarios y emisoras locales, comunicaciones de una
organización terrorista denominada Brigadas Rojas de Poder Obrero, en las que se dice que un
comando Tito Martinelli fue el que dio muerte al coronel Reyes. En ellas se expresan, además,
duros conceptos contra los miembros de las fuerzas armadas.

Un diario de Mar del Plata –en la misma fecha– expresó:

Víctima de un atentado terrorista cometido ayer a la mañana, falleció aquí el coronel Rafael Hugo
Reyes, jefe del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, con asiento en Camet.

El hecho ocurrió en la esquina de la avenida Juan Bautista Alberdi y Córdoba, a 150 mts.,
aproximadamente, del lugar de residencia del jefe militar, quien vivía en el vigésimo piso del
edificio de Córdoba 1777.

Tal como lo hacía todos los días el coronel Reyes, salió ayer de su casa a las 06:00 hs. para dirigirse
a la mencionada unidad militar. Iba en el asiento posterior de un Ford Falcon, en compañía del
chofer y otro soldado conscripto, ubicados en el asiento delantero.

El automóvil tomó por la calle Córdoba y después de trasponer la avenida Luro, se detuvo por
hallarse los semáforos en rojo, en la intersección con la calle Alberdi. En ese instante, dos
vehículos, un Peugeot 404 verde y una camioneta Ford F-100, estacionados en doble fila y con los
motores en marcha interceptaron al coche en que viajaba el jefe militar.

El soldado chofer intentó eludir la encerrona frenando bruscamente y dando marcha atrás, pero los
ocupantes de aquellos dos vehículos descendieron rápidamente, armas en mano y rodean al
automóvil militar disparando ráfagas de ametralladora contra el coronel Reyes, hiriéndolo de
muerte. Los dos soldados que lo acompañaban resultaron heridos en el episodio.

Consumado el atentado, los terroristas, que serían seis, -entre ellos una mujer, todos jóvenes-
emprendieron la huida en sus automóviles, tomando por la calle Córdoba y doblando luego de
contramano por 9 de Julio hacia el norte, oportunidad en que chocaron con tres automóviles que se
hallaban estacionados en ese lugar, no obstante lo cual pudieron seguir la marcha.

El jefe militar y los dos soldados fueron trasladados a clínicas de esta ciudad. Se comprobó
entonces que el coronel Reyes había fallecido en el acto a consecuencia de más de 50 disparos de
ametralladora. Los soldados, de apellidos Tempone y Gómez, quedaron internados, informándose
más tarde que el estado de ambos no revestía gravedad.

El intendente municipal Luis Fabrizio, decretó duelo en todo el ámbito del partido de General
Pueyrredón y a través de un documento califica el hecho como un cobarde atentado, trágico y
repudiable, que enluta y conmueve a la ciudadanía y ofende incalificablemente a las instituciones
marplatenses y al Ejército Argentino. Así se transcribe en el diario La Prensa del 12 de febrero de
1976.

En términos similares se expresó la Presidencia del Concejo Deliberante de este partido, luego
de tener conocimiento del bárbaro asesinato del coronel Reyes.

Además, se dio a conocer un comunicado de la Regional Mar del Plata de la Confederación


General del Trabajo (CGT), 62 Organizaciones Gremiales y Juventud Sindical Peronista,
condenando al atentado terrorista y responsabilizando de él a la subversión apátrida.

También el bloque de diputados nacionales del partido Línea Popular dio a conocer una
declaración, en la que expresa su más enérgica condenación a la delincuencia subversiva cuyo
accionar criminal agrega una nueva víctima, la muerte del jefe de la Agrupación de Defensa Aérea
601, coronel Rafael R. Reyes, a la larga nómina de hombres de las Fuerzas Armadas que, con
abnegación y sacrificio, combaten valerosamente para exterminarla.

Se agrega que el bloque reitera anteriores expresiones al manifestar que la lucha contra el
extremismo en el campo militar Exige con urgencia que el poder civil restablezca el imperio del
orden y el trabajo y ejecute una política que resuelva la honda crisis moral, económica, social y
cultural que padece la República.

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Atentado

Coronel de Intendencia

José Esteban Dalla Fontana

Nació en la localidad de Calchaquí, departamento Vera, provincia de Santa Fe, el 5 de febrero de


1921. Ingresó a la Escuela de Servicios para Apoyo de Combate General Lemos, y egresó entre los
primeros, lo que le permitió concursar para incorporarse al cuadro de oficiales en el Servicio de
Intendencia.
Fueron sus destinos: el Batallón de Pontoneros de Santo Tomé, el Distrito Militar Paraná, el
Segundo Cuerpo de Ejército y la Contaduría General de Intendencia. Estaba casado con la señora
María Elena Ratti y tenía cinco hijos.

El coronel Dalla Fontana se hallaba de vacaciones en su residencia veraniega del paraje


denominado El Vallecito, a 3 km. de la ciudad de La Falda, provincia de Córdoba.

Fue asesinado por un grupo extremista cuando, luego de efectuar algunas compras, retornaba
a su hogar en su automóvil, que fue acribillado a balazos por los ocupantes de dos vehículos que
lo aguardaban a unos 70 metros de su vivienda.

En la revista Estrella Roja, medio de difusión del ERP, número 72, del 14 de marzo de 1976, en su
página 10, se transcriben las acciones ejecutadas en el mes de febrero. Entre ellas:

Córdoba – El comando "Guillermo Barros" de las Brigadas Rojas, procedió a "ejecutar" al


coronel del Ejército contrarrevolucionario Dalla Fontana.

La Nación,

Del 26 de febrero de 1976 expresa:

Córdoba – El hecho

Cuando el coronel Dalla Fontana regresaba por un camino de tierra, a las 20:15 hs. de anteayer,
cerca de su vivienda donde residía con su familia, se le acercó un Peugeot que con viraje por
sorpresa le obstaculizó la marcha. Los ocupantes de otro automóvil (un Fiat 128, estacionado en el
lugar), aprovecharon para abrir fuego contra el militar.

Los dos grupos rápidamente huyeron en distintas direcciones y por los canales habituales enviaron
comunicados a los medios informativos locales, mediante los cuales se adjudican el atentado.

En un comunicado se formulan acusaciones políticas y se señala que la causa de la muerte del


coronel Dalla Fontana fue por su condición de jefe máximo de la Guarnición Militar de la provincia
de Santa Fe.

Poco después de registrado el hecho, llegó personal de la policía de La Falda, que verificó la
existencia de numerosos impactos de bala en la carrocería del rodado. Los extremistas usaron
ametralladoras y escopetas Itaka.

También se comprobó que su deceso se produjo casi instantáneamente, a raíz de las numerosas
heridas recibidas.

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Atentado

Coronel

Abel Héctor Cavagnaro


Nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de diciembre de 1919. Ingresó al Colegio Militar de la
Nación el 4 de marzo de 1940 y egresó el 28 de diciembre de 1943 con el grado de subteniente del
arma de infantería.

Fueron sus destinos el Regimiento de Infantería de Montaña 6, Regimiento de Infantería 27,


Batallón Motorizado Buenos Aires, Escuela de Mecánica del Ejército, Distrito Militar 56, Grupo de
Columna de Abastecimiento Zapala y Colegio Militar de la Nación.

Promovido a coronel en 1966, cumplió funciones en la Escuela Superior de Guerra, y en el


Comando en Jefe del Ejército, hasta 1970, cuando pasó a revistar en situación de retiro. Estaba
casado con la señora Rita María Lucotti Albornoz y tenía un hijo.

Fue asesinado el 26 de abril de 1976 en oportunidad de ingresar a su domicilio.

En el Nº 76 de la revista Estrella Roja, de fecha 17 de mayo de 1976, bajo el título Crónica de la


Guerra Revolucionaria, en la página 19, se relatan las acciones realizadas durante el mes de abril.
Entre ellas:

Un comando procedió a "ajusticiar" a un miembro del ejército contrarrevolucionario, coronel de


infantería A. Cavagnaro.

La Nación

Del 27 de abril de 1976, expresa:

Fue asesinado el coronel A. Cavagnaro

Anoche, el Comando General del Ejército, por intermedio de la División Prensa y Difusión, dio el
siguiente comunicado: El Comando General del Ejército informa que hoy, 26 de abril, siendo las
16:15 horas, en la calle Méndez de Andés, entre Portugal y Acevedo, delincuentes subversivos
dieron muerte al señor coronel de infantería (R) D. Abel Héctor Cavagnaro. El hecho se produjo
cuando el señor coronel, acompañado de su esposa, se disponía ingresar en su domicilio. El coronel
Cavagnaro cayó herido en presencia de su señora, siendo ultimado en el suelo por varios disparos.

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Atentado

Mayor

Osvaldo Elio Reyes

Nació el 5 de febrero de 1927 en la provincia de Santa Fe. Ingresó al Colegio Militar de la Nación
el 12 de marzo de 1945, y egresó como subteniente del arma de ingenieros el 18 de diciembre de
1947.

Obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra.

Se retiró el 17 de junio de 1963.


Fueron sus destinos el Regimiento de Zapadores 5, Escuela de Ingenieros, Batallón de Zapadores
Blindado 1, Destacamento de Zapadores 3, EMGE y Comando del III Cuerpo de Ejército. Estaba
casado con la señora Luisa Angélica Taddía y tenía tres hijos.

Fue asesinado el 9 de mayo de 1976, aproximadamente a las 10:30 horas, por delincuentes
subversivos, frente a su domicilio de Antártida Argentina 4171, de la localidad de Ezpeleta,
provincia de Buenos Aires.

La revista Estrella Roja, en su Nº 77, de fecha 31 de mayo de 1976 relata, en la página 19, las
acciones realizadas durante el mes de abril. Entre ellas:

Ezpeleta. Un comando procedió a ajusticiar al mayor (RE) Osvaldo Reyes, miembro de las FF.
AA., contrarrevolucionarias.

La Prensa

Del 10 de mayo de 1976, informa:

Asesinaron a un mayor retirado del Ejército

El Comando General del Ejército informa que hoy 9 de mayo, siendo aproximadamente las 10:30
horas, delincuentes subversivos atacaron y mataron al mayor (RE) Osvaldo Elio Reyes.

Los restos del mayor Reyes fueron conducidos ayer al anochecer al Batallón de Arsenales 601
"Domingo Viejobueno" donde se levantó la capilla ardiente. Posteriormente, concurrieron a
presentar sus condolencias a los parientes del extinto, comisiones del personal superior y subalterno
de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales.

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Enfrentamiento en Campo de Mayo

Soldado

Miguel Ángel Cucurullo

Fue asesinado el 28 de mayo de 1976, en un enfrentamiento con subversivos en Campo de Mayo,


mientras cumplía con el servicio militar obligatorio

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Atentado

Coronel

Juan Carlos Mendieta

Nació en la provincia de La Pampa el 17 de noviembre de 1926. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 2 de agosto de 1943, egresó el 17 de diciembre de 1946 como subteniente del arma de
caballería. Cursó la Escuela Superior de Guerra recibiendo el título del Oficial de Estado Mayor.
Se retiró el 2 de julio de 1971.

Fue ascendido post mortem a general de brigada.

Siendo aproximadamente las 07:00 horas del 15 de junio de 1976, en proximidades del Parque
Centenario de la ciudad de Buenos Aires, el coronel Mendieta fue asesinado por elementos
subversivos pertenecientes al autodenominado ERP.

El ERP emitió un Parte de Guerra, que fue distribuido en la vía pública:

"Ajusticiamiento" de un

coronel contrarrevolucionario

15 de junio de 1976

En el día de la fecha, un comando de la unidad Sosa Leiva Orlando, perteneciente al Batallón


José de San Martín, intentó detener al coronel (RE) del ejército contrarrevolucionario Juan
Carlos Mendieta. En momentos que se procedía a verificar si estaba armado el oficial enemigo,
absurdamente, intentó resistirse con un arma, obligando a nuestros combatientes a abrir fuego
con lo que fue muerto en el acto.

La Nación

Del 16 de junio de 1976, expresa:

Delincuentes subversivos

asesinaron a un coronel

En las proximidades del Parque Centenario delincuentes subversivos asesinaron ayer al coronel
Juan Carlos Mendieta.

Con frecuencia, el oficial superior asesinado ayer, asociaba en sus conversaciones el lugar de su
nacimiento: Unanué, en la provincia de La Pampa, como queriendo rubricar el arma que había
elegido en su profesión, la caballería, a la que se vinculó desde su paso por el Colegio Militar hasta
su retiro en 1971, antes de su convocatoria para prestar servicios en el Comando de Intendencia,
donde se desempeñaba actualmente.

El coronel Juan Carlos Mendieta, de 49 años, cumplió funciones en unidades de caballería, en


institutos de esa arma, en la Escuela Superior de Guerra, en el Comando del II Cuerpo, así como en
la entonces Secretaría de Guerra y en la Presidencia de la República.

La capilla ardiente se instaló en el Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín".

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Atentado

General de Brigada

Cesario Ángel Cardozo


Nació en Hurlingham, provincia de Buenos Aires, el 27 de febrero de 1926. Ingresó al Colegio
Militar de la Nación el 25 de febrero de 1944, y egresó como subteniente del arma de infantería el
22 de agosto de 1947; pasó a revistar en el Regimiento 11 de Infantería. Posteriormente, continuó su
carrera en los siguientes destinos: Escuela de Infantería, Colegio Militar de la Nación y Regimiento
7 de Infantería.

Cursó la Escuela Superior de Guerra, donde obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor. Fue
destinado al Comando de la 2da. División de Infantería y luego al Estado Mayor General del
Ejército. En 1959 ascendió a mayor y pasó a revistar en el Regimiento 6 de Infantería, como oficial
de operaciones. El 12 de febrero de 1963 es destinado al Comando en Jefe del Ejército. En 1964
ascendió a teniente coronel, desempeñándose en la Subsecretaría de la Secretaría de Guerra; luego
en la Secretaría General del Comando en Jefe del Ejército. El 8 de diciembre de 1967 fue nombrado
jefe del Regimiento 11 de Infantería de Montaña. En el año 1969 retorna al Estado Mayor General
del Ejército. En 1970 ascendió al grado de coronel, realizó el Curso Superior de Estrategia y se lo
destina al Estado Mayor General del Ejército. En 1974 fue designado subdirector de la Escuela
Superior de Guerra y luego director de enseñanza del cuerpo de comando del Comando de Institutos
Militares. Se desempeñó como agregado militar en Chile.

El 31 de diciembre de 1975 ascendió a general de brigada y fue nombrado comandante de la VIIma.


Brigada de Infantería. El 6 de febrero de 1976 es nombrado director de la Escuela Superior de
Guerra.

A partir del 24 de marzo fue delegado de la Junta Militar en el Ministerio del Interior y el 31 de
marzo se lo designó jefe de la Policía Federal. El general Cardozo estaba casado con la señora
Susana Beatriz Rivas Espora y era padre de tres hijos.

Fue ascendido post mortem a general de división.

El general Cesario Cardozo murió el 18 de junio de 1976, por efectos de la explosión de una
bomba de 700 gramos de trotyl, colocada bajo el colchón de su cama por Ana María González,
de 18 años de edad, compañera de estudios y amiga de una hija del extinto , la que en la tarde
del día anterior concurrió a la casa con el pretexto de estudiar, como solía hacerlo habitualmente.

El explosivo fue detonado mediante un mecanismo de relojería.

Como consecuencia de la onda expansiva, también sufrió heridas su esposa, Susana Beatriz
Rivas y su hija María Mercedes.

La revista española Cambio 16 difundió un reportaje, que el periodista Cerecede le hizo a Ana
María González y a su jefe Horacio Mendizábal, pertenecientes a la organización Montoneros,
donde se narraban todos los detalles del atentado perpetrado contra el general Cardozo. En esa
entrevista llamada conferencia de prensa, estuvo presente el citado Mendizábal, secretario militar
de Montoneros.

La revista Evita Montonera de octubre de 1976 reprodujo lo esencial de ese artículo. Mendizábal
dijo:

La explosión contenía 700 gramos de trotyl y estaba dentro de un paquete del tamaño de una caja
de colonia… La compañera es soldado de la organización… refleja la moral de nuestra tropa.
Después de haber sido detenida quince días antes de la operación, sigue yendo a la casa del jefe
de policía (Grl. Cardozo). Esto demuestra algo más que sangre fría; demuestra un
convencimiento ideológico muy sólido. Esto apunta a demostrar que en una guerra popular el
enemigo no tiene posibilidad de retaguardia.

Transcripción del libro Guerra Revolucionaria en la Argentina 1959-1978, del Grl. Div.
Ramón G. Díaz Bessone.

Entre las numerosas publicaciones que informaron sobre el atentado, se transcriben las
siguientes:

Fue esclarecido el asesinato del jefe de policía general Cardozo.

Causó un sentimiento general de estupefacción y condena el asesinato del jefe de la Policía Federal,
general de brigada Cesario Ángel Cardozo, como consecuencia de un atentado terrorista, en su
domicilio de la calle Zabala 1762, entre la avenida Luis María Campos y Villanueva.

Como es sabido, a causa del atentado, resultó herida de cierta consideración su esposa Susana
Beatriz Rivas, quien fue atendida en el Hospital Militar.

Los restos del general Cardozo, después de practicada la autopsia, fueron llevados al Salón Dorado
del Departamento de Policía, donde quedó instalada la capilla ardiente. Sus restos serán inhumados
en el panteón militar de la Chacarita, oportunidad en que serán rendidos los honores
correspondientes por fuerzas militares y policiales.

Según los detalles del suceso, recogidos por nuestro cronista, los esposos Cardozo, tienen tres hijos,
un varón y dos mujeres, María Graciela, de 18 años de edad y María Marcela de 12. La primera
cursa estudios en el instituto de Lenguas Vivas, establecimiento en el que conoció a una compañera
de su misma edad, cuyo nombre no fue dado en el primer momento y que a la postre resultó ser la
autora del atentado criminal y se halla prófuga.

Esa adolescente tenía libre acceso al departamento segundo del edificio de la calle Zabala 1762,
ocupado por la familia Cardozo.

La muchacha, según trascendió, en horas de la tarde del jueves último colocó un artefacto
explosivo, confeccionado en forma de fuelle en la cama de los esposos Cardozo, aprovechando,
para cumplir esa acción, un momento de distracción de las hijas del militar. Cabe destacar que la
comunicación oficial consigna que el explosivo fue detonado por un mecanismo de relojería.

Cuando el oficial superior se disponía a entregarse al reposo, y hallándose cerca de él su esposa, se


apoyó en el lecho haciendo accionar el poderoso explosivo que causó heridas mortales al general
Cardozo, y de menor consideración a su cónyuge, mientras que una de las hijas sufrió los efectos de
la onda expansiva, aunque afortunadamente, sólo padeció una conmoción leve.

La autora del atentado no estaba presente en el momento de ocurrir la explosión, por cuanto había
abandonado el departamento en las primeras horas de la noche de ese día y no pudo ser localizada
aún.

La onda expansiva provocó daños de mucha consideración en el departamento, observándose la


destrucción de moblaje y la caída de trozos de mampostería y de los tabiques interiores.

Entre los moradores del edificio cundió la alarma y poco después fue conocido el saldo del
atentado.
Los primeros pasos de las autoridades policiales fueron encaminados a averiguar por qué medio los
delincuentes subversivos habían logrado colocar en su departamento el artefacto explosivo.

Las referencias obtenidas permitieron establecer que una amiga de la hija mayor del
matrimonio Cardozo, había permanecido durante la tarde del jueves último en el
departamento de la calle Zabala 1762.

Inmediatamente, las autoridades ordenaron el allanamiento del domicilio de la principal sospechosa,


no hallándose a nadie en el lugar. Ni siquiera a sus parientes más cercanos, por lo que se acrecentó
la certeza de que la joven estaba implicada en el hecho.

Había estado detenida la joven que colocó la bomba. Se supo anoche que la menor autora del
atentado que causó la muerte del general Cesario Cardozo, Ana María González, argentina de
18 años de edad, se domiciliaba en Brasil 1792, en San Isidro, provincia de Buenos Aires. Es
hija de Abel Roberto González y Ana María Corbiján.

La nombrada tiene un hermano de 21 años de edad. Después de cometer el atentado, los padres y
los dos hijos abandonaron su domicilio precipitadamente y hasta el momento están prófugos.

Las cuatro personas tenían antecedentes por pertenecer a la organización terrorista que secuestró y
asesinó al teniente general Pedro E. Aramburu. La autora del atentado había estado detenida
recientemente y recuperó la libertad hace poco tiempo.

La bomba que causó la muerte del general Cardozo contenía aproximadamente 700 gramos de
trotyl, y según los técnicos eran similares a las utilizadas en los atentados contra los anteriores jefes
de la institución, comisarios generales Alberto Villar y Luis Margaride.

La prensa escrita ha señalado que: Organismos del Estado y provinciales, instituciones privadas y
distintas entidades hicieron llegar a la Policía Federal y a parientes de la víctima, su pesar y
condolencias por el trágico suceso, condenando, al mismo tiempo, la acción terrorista desatada
en nuestro país.

La Nación

En su editorial del 19 de junio de 1976, expresa:

Crimen y traición

No es la primera vez que el jefe de la Policía Federal es asesinado. Un ácrata lo mató al coronel
Ramón Falcón, en 1909, y la explosión habida en el yate en el cual iniciaban un paseo puso fin, en
1974, a las vidas del comisario general Alberto Villar y de su esposa. La forma en que se produjo
este último atentado nunca estuvo debidamente aclarada para la opinión pública. Sigue siendo, en
efecto, un motivo de misterio saber cómo la subversión pudo ese día conocer de antemano los
movimientos del entonces jefe de la Policía Federal y cómo pudo actuar, en consecuencia, a fin de
eliminarlo.

Pero en el asesinato del general Cesario Cardozo, hecho en el que recibieron heridas su esposa y
una de sus hijas, la investigación se ha orientado, desde un primer momento, detrás del móvil de la
traición. Es ésta una palabra tremenda, que bajo cualquier circunstancia resume la mayor
descalificación posible de que pueda ser moralmente objeto una persona. La traición convierte en
alguien despreciable al autor del más leve de los delitos, y cuando la traición es vehículo del
crimen, ya nadie duda que se ha descendido al más ruin de los comportamientos humanos.
Todo indica que el general Cardozo ha sido asesinado por una joven estudiante que ingresó en
su hogar por la confianza que se le había dispensado. Frente al crimen había, pues, que
anteponer esta vez la aberración de la infidelidad como expresión de los efectos, de una anestesia
moral por la cual los ideólogos de la subversión han dejado inertes los resortes más primarios del
hombre. La traición no está condenada sólo por las leyes morales de esta época; lo estuvo en todas
las épocas, y quienes la cometieron fueron sometidos a las penas más infamantes, porque siempre se
entendió que la traición violaba principios apriorísticos, naturales, cuyo valor el ser humano intuye
sin que nadie haya alcanzado a explicárselos. Es de la condición humana conocer el significado de
la traición e independiente de un mayor o menor grado de ilustración.

Seguramente el asesinato del general Cardozo no levante ninguna voz de condena en los foros
internacionales o en los ámbitos políticos de ciertos países donde, deliberadamente o no, se prepara
el caldo propicio para esta locura colectiva de la subversión y el terrorismo. Pero es de confiar, sin
embargo, que muchas conciencias indiferentes a estas manifestaciones de violencia como fenómeno
global, se sienten por fin tumbadas por la acción monstruosa que mató a un hombre y destrozó a
una familia en su propio hogar.

No hay ninguna hazaña militar, para emplear una expresión con la cual querría regodearse la
subversión, en esta felonía. Tiempo atrás, el soldado que debía una mínima consideración de lealtad
al jefe que lo había puesto al lado suyo, en atención al pedido de su padre, entonces gobernador de
la provincia, trató de realizar un asesinato de igual carácter. Es éste el tipo de crimen más horrendo,
pero, ¿por qué no?, también, el más fácil de llevar a cabo porque se funda en el quebranto de la
lealtad.

Episodios como el de ayer, pues, pueden volver a repetirse. Mas son episodios de los que emana
una sangre que unifica a la Nación. Costo muy alto, sin duda, pero la evidencia de la infamia
ayudará a aislar, aún más, a estas sectas subversivas del resto de la población. Es lo menos que
puede esperarse en un país cuya opinión ha dado muestras de deseo ferviente porque se erradique,
cuanto antes, el terrorismo, en cualquiera de sus formas o en cualquiera de sus ostentaciones
ideológicas de signo trágico.

El diario La Opinión, en su edición del 20 de junio de 1976, transcribe la nota editorial del matutino
The Buenos Aires Herald que bajo el título El crimen más detestable, reflexiona en el sentido que
la subversión, debilitada pero dueña aún de la acción sicológica, redobla sus crímenes con el
objetivo de enturbiar la misión en el exterior del ministro de Economía, doctor José Alfredo
Martínez de Hoz, con el fin de que la Argentina no logre ayuda económica para resolver su difícil
posición en la balanza de pagos.

El matutino de habla inglesa concluye afirmando que:

No debe permitirse que el terrorismo pueda triunfar en esto. Por eso debemos evitar el caer en
su trampa actuando de manera exagerada y sin pensar. Los fines que persigue la subversión no son
solamente aterrorizar, sino también suscitar la represión indiscriminada, con el objeto, según las
esperanzas de los terroristas, de debilitar el apoyo que la población confiere a las fuerzas armadas.
Debe tenerse en cuenta que, para los terroristas, lo peor es lo mejor. Cuanto más violencia haya,
más los favorece el clima. En términos de poderío militar efectivo, los guerrilleros están débiles. Su
mayor arma es psicológica. De manera que no debemos dejarnos engañar y pensar que porque los
marxistas subversivos quebraron la seguridad del jefe de la Policía Federal, son fuertes. Utilizaron
una amiga falsa. Fue el crimen más detestable pero fácil y sin riesgos para aquellos que colocaron la
bomba en manos de esa joven chica. Por consiguiente, no debemos sobreestimar ni desestimar al
enemigo común. Debemos tratar que nuestra ira no nuble nuestra inteligencia, haciendo que nuestra
respuesta sea templada como el acero; enérgica, pero flexible. Pero recordemos que todos estamos
involucrados en esta lucha. Nuestra fuerza es nuestra decencia. Su debilidad es su vileza. Nuestra
defensa, basada en los altos valores y las más nobles tradiciones de nuestra sociedad, puede ser
inexpugnable. Pero como nos advirtió anoche el general Harguindeguy, en particular a los padres,
debemos estar constantemente en guardia.

La Opinión

En su edición del 20 de junio de 1976

Reacciona a través de su editorial, por una nota enviada por líderes socialistas europeos. Firman la
nota periodística Jacobo Timerman y Ramiro de Casasbellas, Se transcriben algunos párrafos
de interés.

Respuestas a siete líderes

socialistas europeos

Cuando la violencia subversiva es cómplice de la destrucción de una sociedad pluralista. Siete


líderes socialistas europeos, tres de los cuales son jefes de Gobierno, publicaron ayer en Le Monde
de París un "Llamado a la Junta Militar Argentina", solicitándole la urgente adopción de una serie
de medidas en el campo de los derechos humanos. Nuestro deseo es contribuir al restablecimiento
de la Ley y de la democracia en la Argentina para evitar una lucha fratricida que comprometería el
futuro de un pueblo industrioso y una nación próspera.

Firman el documento los primeros ministros Olaf Palmer de Suecia; Anker Jorgensen, de
Dinamarca; y Bruno Kreisky, de Austria; además de Mario Soares, jefe del Partido Socialista
Portugués; Francesco de Martino, titular del Partido Socialista Italiano; Francois Mitterrand, jefe del
Partido Socialista Francés, y Ron Hayd Ward, del Partido Laborista Británico.

Se trata de hombres públicos relevantes fogueados en la lucha contra los totalitarismos de derecha
pero también contra los de izquierda, amplia corriente a la que pertenecen. Defensores de una
democracia abierta a la mayor participación ciudadana, hasta directa, en muchos casos, del
pluralismo ideológico, de las libertades civiles, son enemigos acérrimos de quienes, políticos,
partidos, regímenes, empezando por los de izquierda, disfrazan la dictadura, el terror, la opresión y
el desequilibrio social de sistemas populares y justicieros.

Así, su combate en el vasto reino de la izquierda, ha sido fundamentalmente un combate contra los
partidos comunistas de sus países y aquellos Gobiernos del signo que ejercen el poder en otras
naciones, después que muchos de ellos, aún con las armas en la mano, bajo la bandera legal o
dentro de la resistencia, ayudaron a aplastar la vesania Nazi.

Es una actitud que Jean Francois Revel comprendía en su último ensayo "La Tentación Totalitaria",
señalando que el máximo adversario del socialismo es el comunismo y los Estados Nacionales.
Dentro de sus posibilidades, estos hombres alcanzaron una victoria cuantiosa; de un modo u de otro,
los partidos comunistas de la Europa Occidental depusieron su autoritarismo, aun malquistándose
con la URSS y los regímenes hermanos.

Mitterrand aspiró en 1974 a la presidencia de Francia, aliado con el PC; el Partido Socialista
Italiano mantiene con los comunistas una solidaridad como no se había visto desde principios de la
década del 20. De igual manera Soares no ceja en su campaña contra el PC de Alvaro Cunhal,
todavía atrincherado en los antiguos esquemas.
Pero si la lucha de estos hombres y sus seguidores por imponer ideas de libertad y democracia, de
justicia social y creación cultural, los llevó a denunciar las persecuciones cometidas en la URSS, en
China, en Cuba, en Argelia, en Checoslovaquia y la complicidad de tantos socialistas admirados de
ella, también los condujo a la censura inexorable de la ultraizquierda vocinglera, violenta,
sanguinaria. No sólo se pronunciaron contra el régimen de Gustav Husak; también contra la banda
de Baader – Meinhof. No sólo criticaron a Wladislaw Gomulka; hicieron lo mismo con el "Ejército
Rojo", nipón.

Son, en síntesis, personalidades respetables, valiosas, dignas de la mayor atención. Dignas, en


fin, de advertirles que el documento publicado en Le Monde, de ayer, es sumamente
unilateral. Porque circunscribe la defensa de los derechos humanos a un sector de la sociedad
argentina, despreciando a su conjunto. Porque el restablecimiento de la paz y la democracia en la
Argentina sólo procederá cuando se extirpe del país a la subversión, pues la subversión es la que ya
comprometió el futuro de un pueblo industrioso y una nación próspera.

Se preocupan estos líderes a que las Fuerzas Armadas hayan ocupado el poder antes de las
elecciones generales establecidas por la ley, y ven en ese acto un ataque a la democracia. Pero
olvidan que la democracia estaba aniquilada en la Argentina ya antes del 24 de marzo y
aniquilada por el fascismo populista, esto es, el grupo de gobernantes que se adueñara de un
tiempo electoral y las bandas subversivas de izquierda o que esgrimían con lemas de izquierda
con apenas leer o releer la prensa de la izquierda argentina sensata, legal; habrían
descubierto la enorme contradicción en que se basa su documento.

En la Argentina de hoy se libra una guerra, de la cual depende la supervivencia de la Nación;


no es una guerra colonialista, como la de Indochina o la de Argelia, que Francia empeñara en
las décadas del 40 y 50 y contra las que Mitterrand se expidió tantas veces. Es una verdadera
guerra de liberación, que a de Martino debe hacerle evocar la resistencia de los italianos
democráticos contra el fascismo y el nazismo, hace 30 años, y a Soares el seguro freno puesto por
las autoridades militares de Portugal a los desbordes de la ultraizquierda y el PC, tras la revolución
de 1974.

Paralelamente con esta guerra, en la que acompaña a las Fuerzas Armadas todo el pueblo argentino,
avanza otra contienda no menos enjundiosa y necesaria: se trata de asentar la paz que surja de la
victoria, reorganizando el Estado demolido por la corrupción, la venalidad, la democracia entendida
como el totalitarismo sacramentado por las urnas y conjugando a la sociedad en la busca de un
sistema de gobierno eficaz, pluralista, donde la soberanía popular no sea una frase para pintar en los
cartelones o cincelar en las placas de bronce.

Todos estos hombres, hijos de la Segunda Guerra Mundial, no deben sino mirar hacia las
experiencias de sus países para entender lo que sucede en la Argentina. Pero, si ello fuera poco,
tienen a su disposición los medios más concretos para enterarse y deducir.

En el caso de Palme, Jorgensen y Kreisley, el simple hecho de encabezar gobiernos les obliga a
colocarse por encima de las veleidades políticas y la democracia que suele flotar en estas ocasiones.

En cuanto a Mitterrand, de Martino, Soares y Hayward, que a menudo viajan por Europa para
conocer in situ los problemas de sus vecinos, acaso, valdría la pena que hubiesen visitado la
Argentina, antes de proferir opiniones tan rotundas.

En última instancia queda la tentación de preguntarse si estos siete hombres públicos respetables,
valiosos y dignos de la mayor atención, sabían lo que están firmando, o si, apenas, se limitaron a
autorizar la inclusión de sus nombres al pie de un documento redactado, por asesores apresurados e
ignorantes. La tentación existe porque, desde la Argentina, es fácil ver que los tres jefes de
Gobierno y los cuatro líderes socialistas no debieron dirigirse a la Junta Militar sino a las
bandas subversivas para exigirles que pongan fin a sus asesinatos, sus tropelías y permitan
que gobernantes y gobernados se dediquen a reordenar el país, en calma.

¿Acaso el señor Soares piensa que la ultraizquierda portuguesa, una vez dueña del poder, le dejaría
actuar en su tierra? El señor Mitterrand, ¿sumaría a su coalición a los grupúsculos de la izquierda
enardecida? Si la guerrilla empezara a desbastar Suecia, ¿se cruzaría de brazos el señor Palme, o
volvería contra ella el peso de las armas del Estado, precisamente para preservar ese Estado y esa
democracia pluralista que defiende? Invadida Gran Bretaña por la subversión ¿estaría el señor
Hayward del lado de los delincuentes o de los combatientes legales? ¿Por qué es antifascista el
señor de Martino? ¿Por moda, deporte o convicción profunda? ¿Cree el señor Jorgensen que si las
bandas que operan en la Argentina tomasen el gobierno de Dinamarca, aceptaría su disidencia
socialista, tolerarían siquiera que la manifestara?

Y continúa:

Pero ninguno de ellos, hasta ahora, ha levantado la voz para condenar los asesinatos cometidos en la
Argentina por bandas o movimientos a cuyos similares en Europa han escarnecido sin tregua. Todo
lo contrario, facilita con un documento como el de Le Monde, la glorificación de los extremismos.
En una palabra, el "Llamado a la Junta Militar" antes de ayudar, deteriora la marcha hacia el
establecimiento en la Argentina de la sociedad que ellos preconizan.

Anuario revista Somos

Año 1976.

Radiografía de una asesina

El coche policial llevaba a las alumnas del Instituto Argentino de Lenguas Vivas, entre las que se
encontraban María Graciela Cardozo, hija del jefe de la Policía Federal, y su compañera de estudios
Ana María González, de 18 años. Iban hacia la casa del alto funcionario policial para estudiar. La
fecha: 17 de junio de 1976. Ana María González llevaba en su cartera una caja de perfume, dentro
de ese inocente envoltorio, una bomba de 700 gramos de trotyl, accionable por un mecanismo de
doble tiempo, destinada a terminar con la vida del padre de su compañera y, tal vez, con la de ella
también.

La actuación importante de Ana María González comenzó el 25 de mayo de 1976, cuando


comunica a sus superiores de la banda subversiva Montoneros que es compañera de clase de la hija
del jefe de la Policía Federal y ellos le sugieren un acercamiento estratégico. Como con María
Graciela Cardozo habían discutido sobre temas políticos y eso las había distanciado, la González
apeló a un recurso sentimental para lograr un nuevo acercamiento: le arrimó varias páginas en las
que confesaba sus angustias. Le contó que sus padres –el cirujano Abel Roberto González,
expulsado del hospital de San Fernando por izquierdista, y la psicóloga Ana María Corbiján- se
habían separado un año y medio atrás, y que se la había hecho sufrir lo indecible. Así consiguió
sacudir las fibras más sensibles de María Graciela Cardozo y de sus padres.

La opinión de los vecinos de los González, en Beccar, es simple: La madre tenía cara de sufrida; el
padre era un hombre de aspecto serio; la chica, en cambio, parecía algo frívola. Siempre andaba
dando vueltas en su Gordini: novio, novio, no se le conoció nunca.
El 1º de mayo, por primera vez, Ana María consigue entrar en la casa de los Cardozo. La suerte
parecía estar de su lado, pero durante ese mes la detienen por su entonces supuesta vinculación con
la organización terrorista declarada ilegal en 1975. En una dantesca conferencia de prensa
clandestina ante un enviado especial de una revista española, la propia González declaró:

Fui liberada por mi amistad con la hija del general. El 17 de junio volví a entrar a la casa. A las
18:40 horas pedí permiso para ir al baño donde puse en marcha el mecanismo de tiempo de la
bomba. Después entré en el dormitorio de los padres de María Graciela y la coloqué debajo de la
cama, del lado que ocuparía el jefe de la Policía. Pero al salir volví sobre mis pasos y la corrí un
poco hasta ubicarla justo sobre el lugar donde apoyaría la cabeza, a ver si todavía fallaba.

A 01:30 de la mañana el cuerpo del general Cardozo volaba en pedazos, Ana María recordó con
cinismo:

Y pensar que cuando me detuvieron y me dejaron en libertad gracias al general Cardozo, los
policías me regalaron chocolatines.

Epílogo

Estos palmos de biografías quizás no alcancen para definirlas y unir sus carreras delictivas pero hay
ciertos detalles en común, ambas (la citada Ana María González y Norma Arrostito), pertenecían a
la clase media alta; ninguna había sufrido los esfuerzos que decía no tolerar ver sufrir a los demás
(el trabajo, por ejemplo); ellas mismas se automarginaron en una clandestinidad suprema, de la cual
suponían que surgiría una gloria también suprema. Primero se rebelaron contra un orden de cosas;
después contra todo, inclusive con lo poco de humanidad que les quedaba.

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Atentado

Sargento

Rubén Godofredo Favale

Nació en la Capital Federal el 8 de abril de 1952 e ingresó al Ejército como aspirante a la Escuela
de los Servicios para Apoyo de Combate General Lemos, en el mes de febrero de 1966. En 1969
egresó con el grado de cabo 1ro. de la especialidad mecánico motorista. Su primer destino fue la
Compañía de Ingenieros 7. En 1971 pasó a revistar en la Escuela de Comunicaciones, en Campo de
Mayo. El 31 de diciembre de 1973 ascendió a sargento.

Falleció el 1 de julio de 1976, en momentos que salía de su domicilio en la calle Martín Céspedes
2150, de la ciudad de Ramos Mejía. Lo ametrallaron desde un vehículo ocupado por delincuentes
subversivos. Como consecuencia de las heridas, dejó de existir en el Instituto de Cirugía de Haedo.

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Atentado

Sargento Primero

Eligio Osvaldo Molina


Ingresó a la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, el 1 de enero de 1963, y egresó como cabo el
31 de diciembre de 1964. Estuvo destinado en la Escuela de Artillería, en la ciudad de Córdoba; en
el Grupo de Artillería 9, en la localidad de Sarmiento, provincia de Chubut; en el Grupo de
Artillería 101, en Ciudadela, provincia de Buenos Aires; en la Escuela de Inteligencia y a partir de
1975, en el Comando del IIIer. Cuerpo de Ejército. Ascendió a sargento 1ro. en 1973.

Era soltero, de 33 años de edad y único sostén de dos hermanas ciegas.

Falleció el 14 de julio de 1976, en circunstancias en que formando parte de una fracción que
efectuaba un control de rutas en la ciudad de Córdoba, participó en un enfrentamiento con
elementos subversivos.

La Prensa,

En su edición del 15 de julio de 1976 informa:

El Comando del III Cuerpo de Ejército informó con pesar que en el día de la fecha ha fallecido el
sargento 1º Elvio Osvaldo Molina, perteneciente al Tercer Cuerpo de Ejército, que fuera
gravemente herido el 8 de julio próximo pasado en un enfrentamiento con delincuentes subversivos.

El mencionado día, en oportunidad de ejecutarse en la ciudad de Córdoba un control de ruta sobre el


camino a Pajas Blancas, mientras la patrulla militar identificaba a los ocupantes de un vehículo, el
sargento 1º advirtió que en un rodado que se encontraba detenido y esperando para su
control, se iniciaban movimientos sospechosos, aparentemente para dar vuelta el vehículo y
eludirlo. De inmediato extrajo su arma reglamentaria y, en un exceso de valor, corrió hacia el
vehículo ocupado por tres individuos, que sorpresivamente abrieron el fuego hiriendo de
gravedad al representante de las fuerzas legales.

Pese a haber sido alcanzado por los disparos de los delincuentes, el suboficial los persiguió
durante un trecho abriendo fuego con su arma e hiriendo a uno de ellos, los cuales,
imprimiendo velocidad a su vehículo lograron huir del lugar. De inmediato fue trasladado al
Hospital Militar Córdoba, donde se lo intervino quirúrgicamente, teniendo afectado el estómago,
riñón, páncreas, bazo e intestinos. Dado la gravedad de su estado, fue evacuado al Hospital Militar
Central, en Buenos Aires, donde se le realizaría un trasplante de riñón, oportunidad en que dejó de
existir.

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Enfrentamiento con la cúpula del ERP, muerte de Santucho y Urteaga

Capitán

Juan Carlos Leonetti

Nació el 28 de agosto de 1944 en la localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires. El 8 de


marzo de 1961 ingresó al Colegio Militar de la Nación, de donde egresó con el grado de subteniente
del arma de ingenieros el 22 de diciembre de 1964, siendo destinado a la Escuela de Ingenieros.

En junio de 1965 fue destinado a prestar servicios en el Escuadrón de Ingenieros 2, y dos años
después fue promovido al grado de teniente. En 1971 ascendió a teniente 1ro. y en 1975, a capitán.

Estaba casado con la señora María del Carmen Viola y era padre de tres hijos.
Fue ascendido post mortem al grado de mayor.

El 19 de julio de 1976, una patrulla del Ejército localizó en Villa Martelli, provincia de Buenos
Aires, el refugio del jefe del ERP, Roberto Santucho, el cual se encontraba reunido con su
segundo, Benito Urteaga y otros subversivos de su organización.

La operación la encabezó el capitán Juan Carlos Leonetti. Una vez cercados se intimó la rendición a
los guerrilleros. Éstos abrieron el fuego originándose un intenso tiroteo. El capitán Leonetti cayó
herido de muerte; las fuerzas militares continuaron el asalto que terminó con la muerte de
Roberto Santucho, Benito Urteaga y otros tres subversivos.

La Nación

21 de julio de 1976 publicó:

Un duro golpe a la subversión

Oficialmente confirmó el Ejército que en el enfrentamiento de Villa Martelli, registrado poco


después de las 00:30 horas de anteayer, en un departamento del segundo piso del inmueble sito en
Venezuela 3149, murieron el cabecilla ideológico y principal miembro del buró militar de la
organización extremista declarada ilegal en 1973, Mario Roberto Satucho y uno de sus
lugartenientes, José Benito Urteaga. Los efectivos militares y de la Policía Federal y su similar
bonaerense, que participaron de la acción, en la que fue asesinado el capitán del Ejército Juan
Carlos Leonetti, dieron muerte a otros elementos subversivos quienes, como los dos nombrados,
lejos de acatar la orden de rendición, atacaron a balazos a los miembros de las fuerzas combinadas.

El departamento ocupado por Santucho, se encuentra ubicado en un lugar estratégico ya que se halla
en las proximidades de la avenida General Paz y la ruta Panamericana, lo que, en otras
circunstancias y en caso de necesidad, hubiese permitido contar con vías de escape propicias. En el
lugar se secuestró importante material, entre el cual se hallaron listados de personas que se adherían
a ese movimiento subversivo.

La Razón

En su edición del 20 de julio de 1976, informa:

La guerrilla descabezada

Comienza el operativo

Conforme a las fuentes, las autoridades comenzaron a trabajar sobre pistas surgidas a raíz de otro
procedimiento realizado el 10 del actual en la vecina localidad de San Andrés, sobre la cual
informamos oportunamente. Según se recordará, en esa oportunidad fue allanada por fuerzas
conjuntas la finca ubicada en Ecuador 170, en la que disimulaban sus verdaderas actividades con
una fábrica de bolsas de polietileno. Allí se encontró el cadáver del vicecomodoro Roberto Moisés
Echegoyen, asesinado por los extremistas que lo mantenían cautivo, poco antes de irrumpir los
efectivos militares y policiales. En la ocasión fue ultimado un irregular y se capturó a otro, el que
dio informaciones que condujeron a nuevas comprobaciones. Dentro del inmueble, de modesto
aspecto, en un sótano prolijamente acondicionado, se descubrió lo que se consideró la central de
propaganda subversiva, y también fueron incautados importantes documentos que servirían para
continuar las batidas contra el extremismo en otros lugares. Dos días más tarde, se llegó a la ciudad
de Córdoba, donde en el barrio Observatorio, se concretó otro operativo de significativa
trascendencia. En el inmueble ubicado en Achával Rodríguez 1035, que aparentaba un pequeño
taller metalúrgico, funcionaba en realidad otra central de la subversión. Bajo la planta baja de la
casa habían construido un amplio sótano en el cual se instalaron valiosas máquinas impresoras
destinadas a difundir la acción subversiva en todo el país. El costo de las instalaciones superaba
holgadamente los 20.000 millones de nacionales, siendo las maquinarias del tipo más modernas que
puede obtenerse en plaza. Pese el hermetismo de las autoridades, pudo establecerse que aparte de
dichos elementos en el lugar, se encontró el archivo principal de la organización proscrita en 1973,
conteniendo valiosísima información sobre hechos subversivos, así como respecto a los refugios y
claves habitualmente utilizados por los sediciosos.

La hora decisiva

Con los datos acumulados, siempre conforme a trascendidos de buena fuente, la maquinaria de los
organismos de seguridad prosiguió su marcha actuando en base a pistas firmes, y en la seguridad
que se acercaba la "hora 0" para la subversión. Fue así que en la víspera, poco después del
mediodía, montose un operativo de control de automotores en las avenidas General Paz y la ruta
Panamericana, en la zona de Villa Martelli. En el procedimiento se concentraron importantes
fuerzas militares, con la colaboración de efectivos de la Policía Federal y de su similar bonarense.
Paulatinamente y procurando no despertar sospechas, las tropas fueron desplazándose y tomando
posiciones por las inmediaciones del lugar, como si se tratara solamente de verificar la identidad de
los automovilistas que circulaban por la zona. Así se internaron unos 200 metros en el sector
provincial, hasta llegar a un barrio en construcción, cuyas calles no tienen todavía nomenclatura
municipal. Entre los inmuebles ya levantados figura un edificio de 12 pisos, evidentemente el
objetivo principal de las fuerzas actuantes ya que sobre él convergió el grueso de los efectivos.
Aproximadamente a las 14:30 horas se inició el asalto al edificio ingresando en él varias patrullas
encabezadas por el capitán Juan Carlos Leonetti. Este militar llamó a la puerta de uno de los
departamentos, siendo atendido por una mujer que, al darse cuenta de quien se trataba, alertó a
varios individuos que estaban en el interior. Mientras la mujer retrocedía y se parapetaba tras la
puerta, sus compañeros abrían nutrido fuego contra los efectivos. Las primeras descargas tomaron
de lleno al capitán Leonetti que se desplomó sin vida. La reacción de los efectivos fue instantánea y
la agresión respondida enérgicamente. Entablose así, furioso tiroteo, en el cual se utilizaron por una
y otra parte, armas de grueso calibre. Finalmente, el fuego de los agresores pudo ser acallado y
cuando las fuerzas del orden ingresaron a la vivienda hallaron los cadáveres de por lo menos siete
extremistas, entre los cuales figuraban Santucho, Urteaga y Mena. Informaciones fragmentarias
surgidas en la confusión de los primeros momentos, hicieron pensar que entre los muertos figuraba
Gorriarán Merlo, pero las fuentes consultadas aseguraron poco después, que entre los cadáveres
encontrados no había sido identificado ninguno como el de dicho sedicioso.

Segunda fase

Revisando prolijamente el inmueble, pudo comprobarse que allí tenían refugio los principales
cabecillas de la organización proscripta en 1973. Así lo demostró la gran cantidad de
documentación incautada, entre la cual existía un archivo de los hechos subversivos cometidos
desde largo tiempo atrás con pormenorizados detalles sobre quiénes los habían cometido; pruebas
de las conexiones establecidas con la organización proscripta el año pasado, para su accionar
común, tanto en el plano político como en actos extremistas, y diversos domicilios que se usaban
como refugios en todo el país. También se hallaron pruebas de los contactos establecidos con otras
organizaciones sediciosas que actúan en países vecinos, especialmente en Uruguay, Paraguay,
Bolivia y Chile, así como en México, Colombia y Venezuela. Entre los documentos que ahora son
objeto de severo análisis, se encuentran los referentes a la financiación que obtenían los irregulares
para su actividad y especialmente, la que se obtenía de algunos países europeos y la forma en cómo
se la distribuía.
Dentro de la reserva que guardan las autoridades no se oculta un optimismo despertado por los
últimos golpes asestados a la subversión, considerándose que la misma ha sido prácticamente
desarticulada a raíz de los procedimientos cumplidos en los últimos 10 días. Sobre la base de la
importante documentación secuestrada, se proseguirá acosando a los sediciosos prófugos.

La Nación

En su edición del 21 de julio de 1976, difunde un artículo denominado:

Cómo fue desbaratada


la acción subversiva

La decapitación, por así denominar la caída de las máximas figuras de la organización clandestina
trotskista, ocurrida en los últimos días fue precedida de un progresivo debilitamiento de sus
cuadros, no sólo en las jerarquías, sino también en cantidad. Podría asegurarse que otro tanto
ocurrió con la restante agrupación delictiva declarada ilegal en 1975. A estas dos calificaciones
dadas a los golpes aplicados a la guerrilla, podemos sumar un hipotético gráfico – estadística de los
distintos procedimientos en que cayeron muertos casi cuatro centenares de extremistas, desde
aquella noche del 23 de diciembre último, cuando convergieron sobre el Batallón Viejobueno, en
Monte Chingolo, numerosos grupos de subversivos dispuestos a dar el más espectacular golpe
contra un instituto de las Fuerzas Armadas. Fueron rechazados en la más sangrienta lucha que se
recuerda en nuestro país, en esta sucesión de enfrentamientos. Tomemos como punto de partida ese
hecho de Monte Chingolo, donde perdieron la vida un centenar de militantes de las dos
organizaciones guerrilleras.

Entre el 24 de diciembre de 1975 y el 24 de marzo de 1976, exactamente tres meses, la represión de


la subversión dejó un saldo de tres muertos en la provincia de Tucumán. Con la fecha citada en
segundo término, en que inicia el gobierno nacional una decidida lucha antisubversiva, comienza
una segunda etapa de 70 días.

Éste ha sido un estilo de la lucha, un sello de cada día, hasta sumar hoy, desde aquella tarde de
Monte Chingolo, la cantidad de 351 muertos.

Desde el 24 de marzo último, la zona donde más terroristas fueron muertos es en la provincia de
Buenos Aires, con 107 bajas; luego aparece Córdoba con 67; Tucumán, con 40 y la Capital Federal,
con 27; el resto, en otros lugares.

La Razón

En su edición del 20 de julio de 1976, publica un artículo con comentarios sobre los antecedentes
subversivos de los dirigentes caídos en Villa Martelli.

Descabezamiento del extremismo

Mario Roberto Santucho, un contador público nacional que abandonó las tranquilas columnas del
"Debe y el Haber" para convertirse en un feroz terrorista, cayó ayer en su ley, al ser muerto por las
fuerzas de seguridad durante un enfrentamiento que se registró a 200 metros del cruce de las
avenidas General Paz y Panamericana, a las puertas de esta capital.
Santucho, considerado como uno de los principales jefes de la organización extremista declarada
ilegal en 1973, comenzó a tener triste notoriedad a principios de esta década, cuando en Tucumán,
su provincia natal, organizó una célula terrorista de neto corte extremista. Tres veces se fugó de la
cárcel. La primera de ellas ocurrió cuando, detenido por las autoridades, fue internado en el penal
de Villa Urquíza, en Tucumán y luego, mediante un parte de enfermo, fue trasladado al hospital
Padilla, de donde fugó. Tiempo después reapareció en la ciudad de Rosario, donde fue detenido, y
nuevamente logra evadirse, a los pocos días.

En 1971, el extremista fue aprehendido en Córdoba, encontrándose en su poder documentos


fraguados. Por disposición de la Cámara Federal en los Penal de la Nación fue trasladado a Villa
Devoto y de allí, por razones de seguridad, internado en el penal de Rawson, en la provincia de
Chubut. En ese lugar es donde protagonizó su tercera y más espectacular fuga, al encabezar una
rebelión de presos el 15 de agosto de 1972 y donde tras dar muerte a dos guardianes, un grupo de
delincuentes subversivos se dirigió hacia el aeropuerto de Trelew. Allí, tras tomar como rehenes a
pasajeros y familiares de éstos que aguardaban el momento de embarcarse en una aeronave afectada
al servicio regular, se apoderaron de la máquina.

Las fuerzas de seguridad, en tanto, habían iniciado la represión de la cruenta rebelión, retomando el
control del penal y cercando la aerostación. Un total de diez sediciosos, entre ellos Santucho,
lograron subir a la máquina, perteneciente a la empresa Austral, y tras reiterar amenazas al pasaje y
tripulación, en un verdadero acto de piratería aérea, lograron aterrizar en Puerto Montt, Chile, desde
donde, tras reabastecer a la máquina de combustible, enfilaron a Santiago de Chile. En el país
vecino, el grupo - nueve hombres y una mujer - obtuvo salvoconductos para trasladarse a Cuba,
pese al oportuno pedido de extradición cursado por las autoridades argentinas a la Cancillería del
país transandino. Incluso, horas después de la rebelión, el presidente argentino, teniente general
Alejandro Agustín Lanusse, habló telefónicamente con el mandatario chileno, doctor Salvador
Allende, quien le dio seguridades en el sentido que los prófugos serían tratados como delincuentes
comunes.

El grupo de fugados estaba integrado, además de Santucho, por algunos personajes que cobraron
posteriormente triste fama en la crónica roja del terrorismo. Ellos eran Enrique Haroldo Gorriarán
Merlo, Jorge Roberto Quieto, Marcos Osatinsky, Domingo Mena, Fernando Vaca Narvaja, Juan
Carlos Fernández Goldenberg, Alejandro Enrique Ferreira, Víctor José Fernández y Ana Weissen,
la única mujer.

En Trelew, en tanto, entre las bajas de la guerrilla cayó la mujer de Santucho, Ana María Villarreal.
Los prófugos, tras una corta permanencia en Cuba reingresaron a nuestro país, por diversos lugares,
y a principios de 1973, Santucho convocaba a conferencias de prensa y otorgaba entrevistas
exclusivas a periodistas de medios extranjeros. Una ley de amnistía, sancionada por el Congreso de
la Nación, a poco de asumir la presidencia Héctor J. Cámpora, "redimió" a los subversivos y les
posibilitó reanudar, otra vez, su tarea.

José Benito Urteaga ocupaba un lugar clave en los cuadros de la subversión. De 31 años, alcanzó
notoriedad al participar con otros extremistas en el asalto perpetrado en 1970 contra la sucursal 9 de
julio del Banco Comercial del Norte, en Tucumán, donde los irregulares obtuvieron un botín de $
20.000.000. Posteriormente se lo vinculó con el secuestro y asesinato del ejecutivo de Fiat, Oberdan
Sallustro, así como con la muerte del capitán Roberto Eduardo Carbajo, al que los extremistas
ultimaron en San Nicolás, en noviembre de 1974. Estaba casado con la señora María de los Angeles
Dávila, de quien se separó. Intensamente buscado a raíz del mencionado atraco al banco tucumano,
pudo ser capturado y remitido al penal de Villa Urquiza. Pero en setiembre de 1971 protagonizó,
juntamente con otros subversivos presos, sangriento motín durante el cual murieron cinco
guardiacárceles y otros tres recibieron graves heridas, aprovechando Urteaga para fugar.
Domingo Mena, de 28 años, era, al igual que los anteriores, uno de los más conspicuos ideólogos y
hombres de acción de la organización de extrema izquierda ilegalizada en 1973. Nacido en Italia, se
desconoce cuándo ingresó a nuestro país, pero desde muy joven comenzó a actuar en hechos
subversivos. Durante 1970 protagonizó numerosos hechos de resonancia, como copamiento de
locales policiales y estaciones ferroviarias. Detenido en 1971, en la provincia de Entre Ríos, fue
trasladado a Rawson, donde participó en la fuga de 1972.

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Atentado

Cabo

Jorge Antonio Bulacio

Nació en San Fernando del Valle de Catamarca el 2 de noviembre de 1954. Ingresó al Ejército el 6
de marzo de 1972, para realizar los cursos en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, de donde
egresó como cabo del arma de comunicaciones el 15 de diciembre de 1973.

Desde febrero a abril de 1974 realizó el Curso de Perfeccionamiento Básico de Suboficiales en la


Escuela de Comunicaciones.

Pasó a continuación a prestar servicios en el Batallón de Comunicaciones de Comando 141 en la


provincia de Córdoba, lugar que resultó ser su primer y último destino militar.

Murió el 10 de agosto de 1976, víctima de un atentado. Era soltero.

Fue ascendido post mortem al grado de cabo 1ro.

El martes 10 de agosto de 1976, cerca de las 14:00 horas, el entonces cabo Bulacio transitaba por la
ruta nacional Nº 9 a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba. Iba en comisión del servicio
conduciendo un camión de su Batallón que transportaba el apoyo logístico a un destacamento de
protección de objetivos que se encontraba próximo.

En estas circunstancias observó a dos personas detenidas al costado de la ruta con aparentes
inconvenientes mecánicos en el automóvil. Ante las señas de auxilio, Bulacio no dudó en
detener el vehículo para ayudar a quienes se lo requerían. Disponía de medios aptos como para
solucionar problemas mecánicos.

Este proceder le costó la vida pues resultó una emboscada más dentro de las acciones del marxismo
subversivo. Fue rodeado y asesinado a sangre fría de varios disparos en la cabeza.

Seguidamente los terroristas arrojaron bombas molotov incendiando el camión militar. La tarea de
emboscar, asesinar y destruir estaba cumplida, tras lo cual los atacantes huyeron presurosos en su
propio vehículo.

Dos soldados que lo acompañaban en la misión que estaba cumpliendo, lograron salvar sus vidas
por el celo de Bulacio, quien como adivinando su último y definitivo riesgo, les había ordenado
descender y resguardarse como precaución ante cualquier atentado.

La organización denominada Montoneros fue la responsable de la agresión, según lo difundió el


comunicado de las fuerzas legales poco después del hecho.
A esta altura de los acontecimientos y dada la cantidad de atentados cometidos por las
organizaciones subversivas terroristas con características muy similares al ejecutado contra el cabo
Bulacio, el 10 de agosto de 1976, el periódico La Nación publicó aspectos de la situación
reinante y transcribió el contenido de una conferencia de prensa realizada por comandos
responsables en la lucha contra la subversión.

En dicha conferencia se dieron a conocer los objetivos autoimpuestos por las fuerzas legales
para dar respuesta al ideario marxista de las organizaciones subversivo-terroristas que
azotaban al país.

Lo publicado expresaba que se luchaba contra la subversión:

1. Para que se pueda seguir creyendo en Dios.

2. Para que el progreso siga siendo el núcleo de la vida social argentina.

3. Para poder vivir en libertad.

4. Para que todos los habitantes del suelo argentino tengan iguales oportunidades de

trabajo, educación, salud y progreso.

5. Para que el ciudadano común siga teniendo el derecho de optar y elegir.

6. Para que se practique la amistad sin desconfianza.

7. Para que se pueda disentir con la opinión de los demás y aun criticar al gobierno.

8. Para que se pueda seguir siendo dueño de lo que se gana con el propio trabajo.

9. Para que se pueda seguir disponiendo de la vida privada sin control del Estado.

10. Para que los principales educadores de los hijos sigan siendo sus padres.

11. Para que el progreso sea pacífico y fundado en el trabajo y la capacidad.

12. Para que nuestra patria siga siendo la de San Martín y nuestra bandera la azul

celeste y blanca con el sol.

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Atentado

General de Brigada

Omar Carlos Actis

Nació en Oliva, provincia de Córdoba, el 25 de abril de 1920 e ingresó en el Colegio Militar de la


Nación el 4 de marzo de 1941, de donde egresó como subteniente del arma de ingenieros el 15 de
julio de 1944, alcanzando el primer puesto en el orden de mérito de su promoción.
Luego de desempeñarse en distintas unidades de su arma, cursó la Escuela Superior Técnica del
Ejército donde obtuvo el título de Oficial Ingeniero Militar.

Unidades de zapadores y fábricas militares lo vieron desenvolverse con destacada eficiencia. Por
sus méritos fue comisionado por el Ejército y el Gobierno argentinos a la República de Francia;
revistó asimismo en el Comando de Ingenieros y en la Dirección General de Ingenieros hasta
ascender el 31 de diciembre de 1969 al grado de general de brigada.

Luego de pasar a retiro por su voluntad el 22 de junio de 1973, fue nombrado administrador general
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y en el momento de su muerte se desempeñaba como
presidente de Ente Autárquico Mundial 78.

Estaba casado y tenía dos hijos; su esposa la señora Delia Santanni, recibió posteriormente la
medalla al Honor Militar, en un homenaje del Ejército Argentino.

Fue ascendido post mortem a general de división.

Aproximadamente a las 09:45 horas, del 19 de agosto de 1976 un comando subversivo, que
por semanas chequeara los movimientos del general Actis, ejecutó finalmente la acción de
eliminación. La calle Las Flores de la localidad de Wilde, sería el escenario propicio para el primer
disparo que lo hirió gravemente en el hombro y la cabeza, mientras guiaba sin acompañantes su
automóvil particular.

Herido y con el coche sin gobierno fue ultimado desde ambos lados del vehículo por tres o
cuatro subversivos. Algunos disparos impactaron sobre un transeúnte que resultó gravemente
herido.

Días antes del suceso que le arrebatara la vida al general Actis los diarios decían:

La Opinión

Del 20 de junio de 1976, en su editorial de páginas 14 y 15:

En la Argentina de hoy se libra una verdadera guerra de la cual depende la supervivencia de la


Nación, y el restablecimiento de la paz y de la democracia sólo procederá cuando se extirpe del país
a la subversión, pues la subversión es la que ya comprometió el futuro de un pueblo industrioso y de
una nación próspera.

La Nación

Del sábado 21 de agosto de aquel año, analizó editorialmente en su página 14 la trascendencia del
asesinato del general Actis:

Para hacer más daño al país

Comienza diciendo: que el asesinato de un general de la Nación tiene, inevitablemente, una amplia
repercusión que excede nuestras fronteras. Pero si ese general es el titular del organismo que tendrá
a su cargo la preparación del campeonato mundial de fútbol que se disputará en la Argentina en
1978, la repercusión de esa noticia, es aún mayor… por tratarse del deporte que congrega más
espectadores en el mundo; el fútbol. Y todavía… el momento de comisión del alevoso asesinato,
pareció también elegido para que el hecho alcanzara una repercusión más grande aún: muy pocas
horas antes de la realización de una conferencia de prensa a la que iban a asistir decenas de
corresponsales extranjeros y en la que se aventarían dudas acerca de la realización en nuestro país
de ese certamen…

Todas estas circunstancias han concedido al atentado que concluyó alevosamente con la vida del
general de brigada (RE) Omar Carlos Actis, una repercusión internacional desmesurada y han
avivado las reservas –alentadas por algunos– acerca de la conveniencia o no de que la Argentina sea
sede de esa competencia por disputarse antes de dos años. Sin duda los autores –tanto materiales
como intelectuales– de este frío asesinato, pensaron cuanto antecede, advirtieron que no se podría
elegir mejor víctima para hacer un gran daño al país. Si este es el objetivo buscado y sin dudas lo es,
han acertado. La noticia ha dado rápidamente la vuelta al mundo y mereció especial atención en los
ámbitos deportivos. Si hacía falta otro testimonio para demostrar quiénes atentan permanentemente
contra la Nación, éste es irrefutable.

Este mismo periódico, en su editorial del domingo 29 de agosto, define uno de los aspectos
principales de la agresión internacional que sufría nuestro país en aquel momento: el
propagandístico.

El mismo hace un análisis coherente con el que hiciera ante la muerte del general Actis, pero
señalando el encuadramiento rector internacional dentro del que se desenvolvía el terrorismo
subversivo en la Argentina. Dice, bajo el título:

Para responder con


lenguaje argentino

En su programa noticioso de la noche del domingo anterior, la primera cadena de la televisión


francesa –organismo del Estado– dedicó un largo reportaje al fenómeno de la violencia en la
Argentina. Los comentarios que acompañaron a esa emisión, para la cual se seleccionaron
cuidadosamente las imágenes más sugerentes de dramatismo, fueron preparados por un enviado
especial cuyas conclusiones sombrías casi eran innecesarias después de las pruebas visuales
escogidas. Con breves diferencias de tiempo, el diario Le Monde –cuyas tendencias de opinión
hacen previsibles los ángulos de la mayoría de sus enfoques- describió un panorama de la situación
argentina en el cual no faltaba ninguno de los ingredientes con que habitualmente se pinta una
guerra civil. El virtual complemento de ese panorama era un reportaje al príncipe Sadruddin Aga
Khan –Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados- sobre los supuestos peligros
que amenazan a más de dos mil latinoamericanos refugiados en Buenos Aires, coronado con
declaraciones relativas a las gestiones hechas ante diferentes gobiernos para que acepten descargar a
la Argentina del fardo que representan sus refugiados.

Los mencionados son sólo algunos de los testimonios acerca de la forma en que fue enjuiciada por
la prensa europea –particularmente la francesa– la situación por la cual atravesaba nuestro país. Por
cierto que las deformaciones interesadas y los hechos prolijamente fragmentados abundan más de lo
conveniente, pero lo que a los argentinos debe importarnos en primerísimo término es la producción
de hechos que, por sí mismos, contengan las afirmaciones catastróficas con las cuales diversos
sectores internacionales, además de los manejados directamente por las centrales del comunismo
internacional, parecieran regodearse con el vaticinio de una verdadera guerra interior.

El terrorismo fue una realidad; el Gobierno de entonces anunció que ponerle fin era uno de los
objetivos primeros de su gestión expresando: "En el combate interno no debe haber ninguna tregua,
porque es evidente que ella sería beneficiosa para las bandas ahora diezmadas, en razón de que
experimentan en carne propia los métodos impuestos por ellas en la acción subversiva. Se trata,
pues, de un terreno en el cual no son concebibles las concesiones, pero las características de la lucha
exigen que no se deje sin respuestas al amplio aparato propagandístico, aplicado a inducir a error a
quienes juzgan la peripecia argentina sin más elementos que los ofrecidos por los núcleos afines con
los agentes de la subversión".

"Es necesario que la opinión pública mundial disponga de una documentación fehaciente de la
magnitud del ataque a la República consumado por la subversión terrorista. Por último, es
insoslayable que una parte no secundaria de la política exterior argentina constituya un factor
concurrente en el esfuerzo que hace la Nación para batir al fascismo de la derecha y al fascismo de
la izquierda. En efecto, el terrorismo existe en nuestro país como existe en Irlanda del Norte, en el
Medio Oriente, en África, en zonas de Asia y en forma aislada existe también en Europa. El
terrorismo es, entonces, una materia exportable y ningún país está cubierto del riesgo consiguiente.
Pero si todo Estado tiene la obligación de reprimir el terrorismo, es imperioso lograr acuerdos
internacionales para combatirlo. En rigor, todos los países que ahora están expuestos al contagio de
esa lepra política, debieran sentarse cuanto antes alrededor de una mesa de conferencias".

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Atentado

Sargento Primero

José Ángel Montesano

Nació en la Capital Federal el 15 de mayo de 1920.

Ingresó al Ejército al presentarse como aspirante en la Escuela de Artillería de Campo de Mayo en


febrero de 1942 y ascendió a cabo de artillería el 31 de diciembre de ese mismo año.

Su primer destino fue el entonces Regimiento 2 de Artillería con asiento en Azul, provincia de
Buenos Aires.

Alcanzó el grado de sargento 1ro. el 31 de diciembre de 1948 y pasó a situación de retiro con fecha
25 de diciembre de 1952.

Fue asesinado en un atentado el 14 de setiembre de 1976.

Estaba casado y tenía una hija.

Fue ascendido post mortem a sargento ayudante.

El martes 14 de setiembre de 1976, el sargento 1ro. Montesano se encontraba en el local de su


pequeño negocio que tenía sobre la calle Rivadavia, en Valentín Alsina, cuando dos personas
irrumpieron dentro de la oficina donde se encontraba y lo asesinaron. Dispararon desde corta
distancia y por sorpresa y los numerosos impactos recibidos le ocasionaron la muerte instantánea.

La organización denominada Montoneros sería la que ejecutó el crimen, según difundieron


posteriormente las fuerzas legales.

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Atentado
Teniente Coronel

Geofredo Gualberto Peralta Astudillo

Nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires el 21 de marzo de 1903. Ingresó al Colegio Militar
de la Nación el 1 de marzo de 1922 y egresó como subteniente del arma de infantería el 22 de enero
de 1925.

Su primer destino fue el Regimiento 6 de Infantería.

Ascendió el 31 de diciembre de 1941 al grado de mayor. En 1942 fue nombrado jefe del IIIer.
Batallón del Regimiento 11 de Infantería, en Rosario y en 1945, jefe del IIdo. Batallón del
Regimiento 18 de Infantería en Santiago del Estero.

Ascendió a teniente coronel el 31 de diciembre de 1945 y fue nombrado 2do. jefe de Regimiento y
en 1946, jefe del Distrito Militar 35, en Cañada de Gómez, Santa Fe, hasta que pasó a situación de
retiro el 6 de junio de 1951.

Posteriormente fue convocado y se incorporó a la situación de retiro activo, para prestar servicios en
la Obra Social del Ejército hasta el año 1953.

Estaba casado con la señora Aída Tadeo, con quien tuvo 3 hijos.

El día 22 de setiembre de 1976, en horas de la madrugada, Peralta Austudillo se aproximaba a


su domicilio en las inmediaciones de las calles Paracaldo y Quesada, en Escobar, cuando fue
interceptado por 4 individuos. Uno de los atacantes le disparó directamente al corazón dejándolo
mortalmente herido, tras lo cual huyeron en un automóvil.

Por la hora y las características del lugar no pudo conocerse otros detalles del atentado.

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Enfrentamiento durante irrupción

en imprenta clandestina terrorista

Sargento Primero

Rosario Elpidio Tejeda

Nació el 3 de octubre de 1943 en Las Cañas, provincia de Catamarca. Ingresó al Ejército el 22 de


febrero de 1960, cuando se incorporó a la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, y egresó de
dicho instituto como cabo de infantería en diciembre de 1962.

De 1963 a 1965 prestó servicios en unidades patagónicas y ascendió a cabo 1ro.

En 1966 y hasta 1971 fue destinado a la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, donde se
desempeñó como subinstructor del Curso Básico de Aspirantes y auxiliar de la División Justicia y
ascendió al grado de sargento.
Por sus destacadas aptitudes deportivas, fue designado para representar a la Escuela de Suboficiales
y al Ejército Argentino en pentatlón y otras competencias.

En el año 1972 ingresó a la Escuela de Inteligencia del Ejército, y egresó con la aptitud especial de
Auxiliar de Inteligencia en diciembre del mismo año.

Pasó a prestar servicios en 1973 al Cuerpo de Ejército III, con destino en el Destacamento de
Inteligencia 141.

Ascendió al grado de sargento 1ro. y se desempeñó como auxiliar de la sección operaciones.

Murió en acto de servicio el 23 de setiembre de 1976 en un enfrentamiento armado con elementos


subversivos.

Estaba casado con la señora Alicia Amanda Aguilera y tenía 3 hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de sargento ayudante.

Dentro de las acciones de las fuerzas legales, el jueves 23 de setiembre de 1976 se intentaba ubicar
una imprenta clandestina en la calle Rosario de Santa Fe, de la ciudad de Córdoba. Al llegar los
efectivos de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada al domicilio sospechoso, fueron
recibidos con disparos de armas de fuego desde el interior, contestados de inmediato por los
efectivos militares, en el transcurso del cual perdió la vida en acción el sargento 1ro. Rosario
Elpidio Tejeda y resultó herido otro suboficial, salvando apenas su vida el oficial jefe de la
sección que junto con los suboficiales encabezaba su fracción.

El resultado de la operación significó el desmantelamiento de la capacidad de propaganda y


falsificación que disponía la organización subversiva denominada Montoneros.

Nada difundirían los subversivos sobre el hecho, luego de que la acción resultara un rudo golpe a
sus cada vez más escasos medios y significaba además la evidencia de otra sacrificada pero exitosa
acción de las fuerzas que procuraban resguardar las instituciones de la democracia.

Por disposición de la superioridad correspondiente, se le impuso el nombre de Sargento Ayudante


Rosario Elpidio Tejeda a la plaza de armas de la unidad donde revistaba al momento de su heroica
muerte. Mereció la medalla Muerto Heroicamente en Combate, que recibió la familia en ceremonia
especial del Ejército realizada en la ciudad de Córdoba.

Está incluido su nombre en el Campo de la Gloria de su unidad, grabado al lado de otros héroes
como el general Iribarren y el personal civil Richetti, entre otros.

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Enfrentamiento durante patrulla urbana

Teniente Primero

Fernando Cativa Tolosa

Nació en la Capital Federal el 14 de abril de 1946. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 15 de


febrero de 1965, de donde egresó como subteniente del arma de artillería el 16 de diciembre de
1969. Como cadete integró el cuadro de honor.
Su primer destino fue el Grupo de Artillería 141 en José de la Quintana, Córdoba, donde
permaneció dos años. En 1972 pasó a prestar servicios en el Grupo de Artillería Aerotransportado 4
y el 31 de diciembre de ese año alcanzó su primer ascenso, siendo promovido al grado de teniente.

En el año 1975 fue destinado al Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 en Mar del Plata, donde
ascendió a teniente 1ro. el 31 de diciembre de ese mismo año. Con ese grado, en su corta carrera
militar, lo encontró la muerte el 8 de octubre de 1976, cuando fue asesinado por elementos
subversivos terroristas.

Estaba casado con la señora Adriana Elisa Sofía Sappia y era padre de 2 hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de capitán.

Ese día, el entonces teniente 1ro. Cativa Tolosa se encontraba en una misión de patrullaje urbano
con efectivos a su mando, desplazándose por diversas calles de la ciudad de Mar del Plata. En la
ejecución de esa misión, al llegar a la intersección de Rivadavia y avenida Jara, la patrulla
observó estacionado un automóvil Fiat 1500 celeste, frente al restaurante Real Madrid,
vehículo que era sospechoso de servir de movilidad a terroristas que actuaban en la ciudad.

El jefe de la patrulla resolvió entonces ingresar en el local para hacer un reconocimiento y tratar de
identificar a los que estarían utilizando el coche detectado. En esas circunstancias y cuando se
dirigía hacia una de las mesas del local ocupada por tres personas, inesperadamente desde
otra mesa y por la espalda recibió varios disparos en el tórax que le produjeron la muerte.

Una vez abatido Cativa Tolosa, los subversivos se tirotearon con el resto de la patrulla resultando
un extremista muerto y otro herido, el que no obstante logró huir asaltando un taxi para que lo
alejara del lugar. Asimismo los restantes consiguieron alejarse en otro vehículo que
presumiblemente los aguardaba como apoyo.

Se conocería más tarde que la organización subversiva terrorista denominada Montoneros se


adjudicaría la agresión armada, que se iba a reflejar en el último número del año del órgano de
difusión Evita Montonera.

Apenas dos días después de asesinado este oficial, el 10 de octubre de 1976, el diario La Prensa
señalaba parte del contexto que se vivía en nuestro país. En su página 1 destacaba las declaraciones
del Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, quien expresaba que aún continuaba la
infiltración subversiva en América latina. En Nueva York, con toda claridad, el Gobierno uruguayo
junto a las naciones afectadas de América pedía una acción conjunta contra la subversión
comunista, aunque siempre conservando en la acción la individualidad de cada uno de los países
agredidos. En ese mismo momento, expresaba, su país tenía una gran preocupación por la futura
infiltración marxista de los agentes del caos que eran entrenados en Cuba en un número de 300, y
próximos a completar su aprendizaje para introducirse seguidamente en los países libres del
continente.

También el obispo de San Juan, Alfonso María Sansierra, había sido terminante en la denuncia de
la infiltración en todos los estamentos de la sociedad y advertía sobre los acontecimientos por
venir. Habló con elocuente claridad hace más de 20 años sobre la guerra desatada por el marxismo y
el futuro de las acciones de esta ideología, que él como pastor de la Iglesia deseaba con todo su
corazón que desaparezca (diario La Prensa 24 de agosto de 1976).

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Atentado

Teniente Primero

Oscar Abel Lucioni

Nació el 10 de febrero de 1944 en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación en febrero de 1964, y egresó como subteniente del arma de caballería en diciembre de 1967.

Prestó servicios en varias unidades del arma y en 1975 fue destinado a la Compañía Comando y
Servicios del Estado Mayor General del Ejército, su último destino antes de su muerte.

Fue ascendido post mortem a capitán y su familia recibió la medalla Al Honor Militar, que le fuera
otorgada en un homenaje especial del Ejército Argentino realizado en los cuarteles de Palermo en
diciembre de 1976. Estaba casado con la señora Ana María Domínguez, y era padre de tres hijos.

El 21 de octubre de 1976, poco después de la siete de la mañana, el teniente 1ro. Lucioni salió de su
domicilio próximo a la calles Zapiola y Mendoza para dirigirse a su actividad diaria en el Estado
Mayor General del Ejército. Luego de dejar el edificio donde vivía caminó pocos metros hasta
llegar a su automóvil estacionado en la calle. Llegó hasta el coche y en el momento en que lo
abría recibió el primero de los nueve impactos que acabaron con su vida.

Aunque el ataque se produjo por sorpresa y por la espalda, Lucioni alcanzó a empuñar su arma
contra los subversivos que lo emboscaron. La reacción aceleró la fuga de los 6 atacantes y
permitió que aún sangrante y desfalleciente, regresara hasta encontrar al encargado de su edificio a
quien entregó su arma para que ésta no le fuera arrebatada. Seguidamente auxiliado por la rápida
reacción de un joven vecino, fue llevado en un vehículo conducido por una mujer, al hospital
Pirovano desde donde más tarde fue trasladado al Hospital Militar.

El teniente 1ro. Lucioni falleció a los nueve días del atentado, el día 30 de octubre a las 16:00 horas.

La organización marxista denominada Montoneros se adjudicó el asesinato. (Nota del sitio: el


atentado fue realizado por una célula del G.E.C. -Grupo Especial de Combate - de Montoneros,
al mando del terrorista Ojea Quintana, posteriormente caido y años después por supuesto en la
lista de la CONADEP, como "un inocente disidente más, víctima del terrorismo de estado").

Revista Mundo Bancario

De enero – febrero de 1977

La subversión cobarde quiso cumplir otra etapa más del cruel plan de crímenes para esconder su
derrota seleccionando al teniente 1ro. Lucioni…

Revista Gente

De diciembre de 1976

Mencionaba con recogimiento al capitán asesinado, mientras mostraba las imágenes de su familia
recibiendo la Medalla al Honor Militar, durante el acto de diciembre en Palermo. Allí se dijo:

Hoy venimos a demostrar nuestro respeto y admiración a quienes hicieron honor a su juramento a la
Bandera.
La Prensa

31 de octubre de 1976, Pág. 1

El mismo día que se publicó la muerte del teniente 1ro. Lucioni, los diarios transcribieron
también en sus primeras planas las claras afirmaciones de los obispos de la Iglesia Católica
Argentina sobre el carácter de la guerra que se estaba librando. Dijeron clara y tajantemente:

Los Obispos condenan inequívocamente la ideología y la praxis marxista.

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Atentado

Coronel

Leonardo Roberto D’amico

Nació en la provincia de Mendoza el 23 de marzo de 1927. Ingresó al Colegio Militar de la Nación


el 15 de febrero de 1946, y egresó como subteniente del arma de caballería el 14 de diciembre de
1948.

Su primer destino fue el Destacamento de Exploración Mecanizado, para pasar luego al Regimiento
de Granaderos a Caballo General José de San Martín. Como capitán obtuvo el título de Oficial de
Estado Mayor, tras lo cual realizó una visita a los Centros de Instrucción de los Estados Unidos.
Posteriormente, luego de un curso de orientación de arsenales, se desempeñó como profesor en la
Escuela Superior de Guerra para realizar, a continuación, el Curso Superior de Estrategia, con el
grado de coronel. Fue nombrado jefe de curso de la Escuela Superior de Guerra, su último destino.

Estaba casado con la señora Hebe Milored Varni y era padre de 6 hijos. Fue ascendido post mortem
al grado de general de brigada.

El coronel D’Amico abandonó su domicilio en la mañana del 1º de diciembre de 1976, para


dirigirse a la Escuela Superior de Guerra. Ese día debía alcanzar hasta la escuela primaria a una
de sus hijas menores a quien ubicó en el asiento trasero de su automóvil.

Pasadas las 07:30 horas se produjo la emboscada próxima a las calles Honduras y Godoy Cruz, en
el barrio de Palermo. Tres coches interceptaron y cercaron el vehículo del coronel,
descendiendo los subversivos terroristas quienes lo ultimaron. Para entonces el coronel y su
acompañante habían descendido con sus armas, pero el fuego rápido y sorpresivo los abatió con
incontables disparos, tras lo cual los subversivos huyeron en dos de los rodados, dejando
abandonado el tercero. La hija del coronel D’amico, que permaneció aterrada en el interior del
vehículo, salvó milagrosamente la vida al ser cubierta por la acción de su padre y el
acompañante.

Los boletines clandestinos que emitían las organizaciones subversivas iban a consignar (Evita
Montonera, Nº 15 de febrero de 1977, Pág.27), entre otros hechos, lo siguiente:

El 1º de diciembre un pelotón del ejército montonero ejecutó al coronel Leonardo D’Amico,


director de cursos de la Escuela Superior de Guerra. Lo escrito describía con toda claridad los
métodos a los que recurría la izquierda y lo expresaban abiertamente: se lo ejecutó.
Las editoriales y artículos de los diferentes periódicos expresaron:

La guerrilla no ha planteado una nueva forma para la acción política sino un choque frontal, una
subversión en regla y con las armas en la mano. Por donde se lo busque, constituye una sucesión de
actos de guerra, trazados en el marco de una estrategia internacional (La Prensa, 9 de diciembre de
1976).

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Combate contra terroristas urbanos

Sargento Primero

Oscar Alberto Cabezas

Nació en Palpalá, provincia de Jujuy el 1º de setiembre de 1944. Ingresó al Ejército el 1º de marzo


de 1963; cursó la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, de donde egresó como cabo de
infantería en diciembre de 1964.

Luego de realizar el curso básico en la Escuela de Infantería, fue destinado al Regimiento 26 de


Infantería, en Junín de los Andes, Neuquén.

Durante su carrera adquirió la aptitud especial de paracaidista militar y posteriormente realizó el


curso técnico de Auxiliar de Inteligencia que culminó con resultados sobresalientes.

Con el grado de sargento 1ro. se encontraba prestando servicios en el Destacamento de Inteligencia


121, de la provincia de Santa Fe, cuando lo sorprendió la muerte en acto del servicio el 1º de
diciembre de 1976.

Estaba casado con la señora Betty Sara González y era padre de 2 hijos. Fue ascendido post mortem
al grado de sargento ayudante.

La tarde de ese 1º de diciembre el sargento 1ro. Cabezas integraba una patrulla que seguía de
cerca a un grupo subversivo en el centro de la ciudad de Santa Fe.

En ese cometido detuvieron a un colectivo de la línea 3, y lo abordaron en la esquina de 25 de Mayo


y Lisandro de la Torre para el control de pasajeros. En esta circunstancia una terrorista al verse
descubierta disparó y arrojó una granada sorpresivamente contra la patrulla que
inmediatamente contesto el fuego.

La acción fue rápida y sangrienta, perdieron la vida el sargento 1ro. Cabezas, el conductor del
colectivo Arnaldo Martinazzo y Roberto Herrera, un señor jubilado como ordenanza de la
Casa de Gobierno de Santa Fe. También fue abatida la subversiva terrorista de apellido
Ponti; el resto logró escapar.

Se conoció posteriormente que los subversivos pertenecían a la organización denominada


Montoneros.

La muerte en acción del sargento 1ro. Oscar Alberto Cabezas tuvo gran repercusión, en especial en
Jujuy, su provincia natal, que lo recordó en un comunicado de la Guarnición Militar exaltando sus
virtudes al servicio de la libertad en peligro.
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Asesinado por terroristas urbanos

Suboficial Principal

Carlos Honorato Gil

Nació en la localidad de Balde, San Luis, el 22 de diciembre de 1928. Ingresó al Ejército en el


Comando de la 2da. División en San Luis como voluntario el 17 de abril de 1950. Ascendió a cabo
el 31 de diciembre de 1950 en el escalafón de dibujantes.

Su impecable foja de servicios le permitió ascender en su escalafón donde había alcanzado la


máxima jerarquía el 31 de diciembre de 1972.

Se desempeñó en diversas unidades y comandos del Ejército, pasando por el Cuerpo de Ejército II
en Rosario y el Cuerpo III en Córdoba. Asimismo, revistó en la Agrupación Patagónica, en la
Escuela de Artillería y en el Estado Mayor General del Ejército.

La muerte lo encontró prestando servicios en el Comando de Artillería del Ejército. Estaba casado
con la señora Alba Argentina Braver y era padre de una hija.

El nueve de diciembre de 1976, como en otras oportunidades, había ascendido al colectivo para
dirigirse a su domicilio. Al llegar a la esquina de Rocha y Patricios, en el barrio de Barracas, el
transporte fue sorpresivamente tomado por 3 subversivos que viajaban en él, los cuales
desenfundaron sus armas y amenazaron a todo el pasaje, que no era numeroso. Gil pretendió
detenerlos pero fue inmovilizado. Luego obligaron a descender a todos los que viajaban
menos al suboficial a quien retuvieron adentro del colectivo.

El asesinato no se hizo esperar. Fue muerto a quemarropa con numerosos disparos en


distintas partes del cuerpo.

Los subversivos terroristas descendieron del colectivo y huyeron en un automóvil con dos apoyos
que los esperaban en el lugar previamente convenido.

El órgano de propaganda interno de los subversivos Evita Montonera, Nº 15 de febrero de 1977,


Pág. 27, dio cuenta del asesinato expresando que un pelotón de Montoneros ejecutó al suboficial
Carlos Gil en la Capital Federal.

También el llamado Parte de Guerra Montonero adjudica el crimen a la acción decidida del
principal cuando trató de impedir la difusión de panfletos marxistas subversivos, que los agentes
internacionales pretendían hacer como agitación gremial en un conflicto de la fábrica Alpargatas.

Dicho parte de guerra de la organización subversiva terrorista, es el que se transcribe a


continuación:

Milicias Montoneras PARTE DE GUERRA

Al pueblo

A los compañeros de Alpargatas:


El día 9 de diciembre en circunstancias que un pelotón de las Milicias Montoneras realizaba
desde un colectivo una volanteada en apoyo a la lucha que los trabajadores de ALPARGATAS
llevan adelante, se procedió a la ejecución del suboficial principal Carlos Gil, cuando éste intentó
impedir la tarea y detener a los compañeros. La actitud de Gil (reprimir la acción popular y ante
la justa reivindicación) no es ajena a la de la Dictadura Militar que valiéndose de la represión, el
terror, y la tortura salvaje, quiere acabar con el PUEBLO.

Los compañeros de ALPARGATAS, en conflicto con la patronal desde hace dos semanas, son
ejemplo de resistencia y es así como debemos darle batalla a los milicos, como ya lo hicieron los
compañeros de Segba, Ítalo, Fiat, Mercedes Benz, etc., debemos combatirlos en todas las formas
posibles, saboteándoles la producción, resistiendo, organizándonos.

La Milicias Montoneras deberán ser cada vez más y al igual que a Gil, a estos sirvientes del
imperialismo les daremos un escarmiento.

El pueblo organizado y movilizándose en torno a cada reivindicación, a cada conflicto, es el que


garantizará que esta lucha por la liberación definitiva de nuestra Patria llegue hasta las últimas
consecuencias.

Montonero es todo aquel que ama a su Patria y a su Pueblo, que ama la paz, y la justicia social.
Montonero es todo hombre del Pueblo que lucha desde su puesto, con las armas que tenga a su
alcance, por la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.

La Prensa

Del 9 de diciembre de 1976, en su editorial expresó:

La guerrilla en la Argentina terminaría siendo una manifestación subordinada de la gran conjura


internacional del comunismo contra la forma de vida occidental…

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Atentado a la Subsecretaría de Planeamiento

del Ministerio de Defensa

El día 15 de diciembre de 1976 los entonces coronel Andrés Fernández Cendoya, coronel Alberto
Mutto y mayor Leonidas Ziehl, participaban de una reunión de trabajo junto a casi medio
centenar de funcionarios y miembros de las Fuerzas Armadas. La cita era en la Subsecretaría de
Planeamiento del Ministerio de Defensa ubicada en la calle Bartolomé Mitre a la altura del 1400 de
la Capital Federal. Eran aproximadamente las 19:15 horas cuando en el microcine, en el que se
encontraban diplomáticos, oficiales y profesionales civiles, se produjo una tremenda explosión
producto de una poderosa carga con capacidad para arrasar con todo el local donde fue
colocada.

La bomba había sido ubicada por un agente de la Subsecretaría, con diez años de antigüedad
en el Ministerio, que se había enrolado en las organizaciones subversivas. Se trataba del
asesor sociólogo José Luis Dios.

El lugar quedó totalmente destrozado, pasando la onda explosiva a locales vecinos y al piso inferior
del edificio. Los muertos y los heridos fueron numerosos. En la calle, quedaron también algunas
personas que pasaban por el lugar, con serias heridas que requirieron internación.
El coronel Mutto y el mayor Ziehl perdieron la vida en ese momento. El coronel Fernández
Cendoya, con heridas de extrema gravedad, falleció el 27 de diciembre de 1976.

El atentado causó en total 14 muertos y más de 30 heridos de diversa gravedad.

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Coronel

Andrés Jorge Fernández Cendoya

Nació en Bartolomé Mitre, provincia de Buenos Aires el 28 de diciembre de 1921. Ingresó al


Colegio Militar de la Nación en febrero de 1938, y egresó como subteniente del arma de artillería en
diciembre de 1941.

Diplomado como Oficial de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra, revistó en la 7ma.
División de Ejército, en el Destacamento de Montaña 4, en el Ministerio de Ejército y en la
Inspección de Artillería y de Artillería Antiaérea.

Como oficial superior fue designado agregado militar en la República de Francia, 2do. comandante
de la Brigada de Infantería 9 y Subjefe III – Operaciones del Estado Mayor General del Ejército.
Fue condecorado con la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Oficial, por el Gobierno de la
República de Francia.

Ya en retiro, se incorporó a la Subsecretaría de Planeamiento del Ministerio de Defensa donde


siguió volcando sus conocimientos y experiencias, hasta que lo sorprendió el atentado que le costó
la vida.

Estaba casado con la señora Dolly Beatriz Reba y tenía dos hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de general de brigada y su familia recibió la Medalla al Honor
Militar otorgada por el Ejército Argentino en una ceremonia realizada en el Regimiento 1 de
Infantería Patricios.

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Coronel

Eduardo Alberto Mutto

Nació el 24 de octubre de 1914 en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Ingresó al Colegio
Militar de la Nación y egresó como subteniente del arma de artillería en diciembre de 1935.

En la Escuela Superior de Guerra recibió el título de Oficial de Estado Mayor.

Pasó a situación de retiro en abril de 1958 pero fue reincorporado en junio de 1960 y nombrado
Secretario de los Tribunales de Honor en el período 1960-1964, donde alcanzó el grado de coronel.
Posteriormente pasó a desempeñarse en la Subsecretaría de Planeamiento del Ministerio de
Defensa, donde encontró la muerte.

Estaba casado con la señora Susana N. Quiroga y tenía 2 hijos.


Fue condecorado por el Ejército Argentino, otorgándole la Medalla al Honor Militar en una
ceremonia especial en los cuarteles de Palermo.

Fue ascendido post mortem al grado general de brigada.

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Mayor

Leonidas Cristian Ziehl

Nació en Buenos Aires el 5 de diciembre de 1927. En marzo de 1945 ingresó al Colegio Militar de
la Nación de donde egresó en diciembre de 1948 como subteniente del arma de comunicaciones.

Su último destino en actividad fue el Comando de Institutos Militares y pasó a situación de retiro en
1969. Posteriormente se incorporó al Ministerio de Defensa donde resultó ser una de las víctimas
fatales del sangriento atentado terrorista.

Estaba casado con la señora Elsa J. Caprioli y tenía una hija.

Recibió la Medalla Arcángel San Gabriel, del Arma de Comunicaciones y el Ejército Argentino lo
condecoró con la Medalla al Honor Militar.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.

El hecho se lo adjudicó el pelotón de combate "Norma Arrostito" (conocida delincuente marxista


que había sido recientemente abatida), de la organización subversiva Montoneros. El procedimiento
empleado para dar a conocer su autoría fue el panfletario, enviado a algunos domicilios de oficiales.

La publicación clandestina Evita Montonera Nº 15, de febrero de 1977, Pág. 27, daba cuenta del
atentado tomándolo como gran hazaña. Entre otras cosas decía:

En el momento de la explosión llenaban el microcine altos oficiales de las tres armas y de la


Gendarmería, así como personal civil de los servicios de informaciones. Todos los que estaban en
el microcine fueron muertos o heridos por la explosión. La explotación y la entrega, es la que
genera la decisión de luchar.

El 17 de diciembre de 1976 la señalada organización subversiva terrorista envió al domicilio


particular de un coronel en situación de retiro el siguiente comunicado:

Buenos Aires, 17 de diciembre de 1976.

Pelotón de combate

"Norma Arrostito"

El día 15 de diciembre de 1976, a las 19:20 horas, nuestro ejército Montonero procedió a
dinamitar el Ministerio de Defensa. Ministerio que sirve de infraestructura del ejército de
ocupación. Una vez más el pueblo montonero resiste a la dictadura militar.

Resistencia obrera venceremos resistencia montonera.


Asimismo, en otra publicación de la organización subversiva terrorista Montoneros denominada
Resistencia Obrera – Resistencia Montonera, señalaba:

Otro golpe al corazón del enemigo

El 15 de diciembre un pelotón del ejército montonero colocó un explosivo en el microcine del


servicio de informaciones del Ministerio de Defensa, Bartolomé Mitre y Paraná, Capital Federal.
En el momento de la explosión llenaban el microcine altos oficiales de las tres armas y de la
Gendarmería Nacional, así como personal civil de los servicios de informaciones. Esta gente era
el principal cuerpo asesor en materia de informaciones de las fuerzas armadas cipayas. Todos los
que estaban en el microcine fueron muertos o heridos por la explosión. La información oficial
reconoce 14 muertos y alrededor de 30 heridos. Una vez más los ojos, oídos y brazos del pueblo
llegan a los lugares donde los cipayos deberían sentirse seguros. Pero no es así; la decisión
popular de luchar y vencer hace vulnerables todos los refugios de esta fuerza militar y económica
de ocupación de nuestra patria.

Estas acciones no son el resultado de una decisión individual, como pretende hacer creer el
ejército cipayo. Es que la explotación y la entrega generan día a día la decisión de luchar en los
hombres del pueblo, civiles y militares, cualquiera sea el lugar donde trabajen y esa decisión
colectiva es la base de la información que posibilita el éxito en este tipo de combates.

Los comentarios editoriales de importantes diarios reflejaban:

La ironía que significaba el hecho de que sean justamente los regímenes comunistas, que ante los
ojos del mundo eran precisamente los sojuzgadores de millones de ciudadanos, quienes
mencionaran constantemente los términos de explotación y entrega.

Y decían también que:

…los argentinos no se dejarían engañar. En este punto fracasarían rotundamente los comunistas. Y
quien le negaba el éxito era la sociedad entera con su abnegado sacrificio a través de estos civiles y
militares que fueron cobardemente asesinados en el atentado que mencionamos y muchos otros
ciudadanos más, que al igual que éstos eran amantes de la libertad y la democracia.

La Nación

16 de diciembre de 1976

Un poderoso artefacto explosivo. Se estimó, en principio, una carga de 5 a 6 kg. de trotyl, en el


artefacto que estalló ayer a las 19:30 horas en el tercer piso del inmueble sito en Bartolomé Mitre
1471. El atentado habría producido la muerte de más de diez personas y otras treinta resultaron
heridas, algunas de ellas de suma gravedad.

El estallido se produjo en un microcine de la Subsecretaría de Planeamiento del Ministerio de


Defensa. Dicho microcine, en cuyo interior se produjo el atentado terrorista, quedó totalmente
destruido y la onda expansiva provocó daños en el resto del edificio e inmuebles linderos…
Moradores de fincas vecinas de la que fue objeto del atentado, coincidieron en señalar que tras el
estallido, observaron volar hacia Cangallo gran cantidad de papeles que habían sido arrojados por la
violenta explosión.

18 de diciembre de 1976
Ha sido identificado el terrorista que colocó el explosivo en la Subsecretaría de Planeamiento del
Ministerio de Defensa. Se trata de José Luis Dios, un sociólogo que trabajaba en dicha
Subsecretaría.

El causante de 29 años de edad, poseía la matrícula individual 7.606.663; casado, separado de su


esposa y 2 hijos. El causante se encuentra prófugo y es buscado intensamente por la Policía Federal
Argentina y policías provinciales.

El homicida se desempeñaba en el organismo desde 1969 y cometió el atentado, mediante el empleo


de un artefacto explosivo de ¾ kg. de trotyl que además contenía perdigones y otros metales
destinados a producir heridas de importancia a quienes pudiesen escapar de la onda explosiva.

En el recinto donde se colocó dicho artefacto se encontraban compañeros de trabajo del homicida
Dios. La mayoría de ellos lo eran desde la fecha indicada (1969).

La Prensa

21 de agosto de 1976

Apenas meses antes el arzobispo de Santa Fe, monseñor Vicente Zazpe, había expresado al pueblo
de su provincia una seria advertencia diciendo:

El marxismo es una ideología inhumana, anticristiana, esencialmente atea y radicalmente opresora.


No tiene redención, no aporta salvación y no logra la liberación.

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Atentado

Coronel

Francisco Bonifacio Castellanos

Nació en Bahía Blanca el 22 de noviembre de 1925 e ingresó al Colegio Militar de la Nación el 1º


de marzo de 1947.

Desde su egreso como oficial del arma de ingenieros en diciembre de 1949, prestó servicios en la
Inspección Regional Cuyo, en la Escuela de Ingenieros, en la Dirección General de Ingenieros y en
el Centro de Instrucción de Ingenieros de Construcciones.

Ingresó posteriormente como alumno en la Escuela Superior Técnica del Ejército y obtuvo el título
de Oficial Ingeniero Militar. Realizó el curso Avanzado de Ingenieros en los Estados Unidos.
Revistó en el Comando de Ingenieros y fue llamado para el Curso de Estrategia del Ejército en
1975, con el grado de coronel.

Como ingeniero militar en materiales de guerra fue nombrado -su último destino- jefe del Batallón
de Arsenales 601 Esteban de Luca con asiento en Boulogne, cargo que se encontraba
desempeñando cuando cayó asesinado por una emboscada ejecutada por terroristas subversivos,
cuando se dirigía a su unidad.

Estaba casado con la señora Norma Gandini y era padre de 2 hijos. Fue ascendido post mortem a
general de brigada.
El 29 de diciembre de 1976 el coronel Castellanos dejó su domicilio familiar para dirigirse al
cuartel que comandaba. Cuando todavía no eran las siete de la mañana, su vehículo se había
desplazado pocos metros desde su partida en Agüero y Haedo, de Florida (Vicente López), cuando
desde otro automóvil que se desplazaba confundido con el tránsito y que se le puso a la par, le
abrieron fuego quitándole la vida. Después recibió un ametrallamiento final desde los
costados de su coche. Los disparos a mansalva dejaron también gravemente herido al
acompañante del coronel, el soldado Alberto Gutiérrez.

Más tarde el órgano de difusión de la organización subversiva terrorista Montoneros, en febrero de


1977 decía:

El 29 de diciembre un pelotón del ejército montonero ejecutó al coronel Francisco Castellanos,


… (Evita Montonera, Nº 15, Pág. 28).

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Enfrentamiento de una patrulla control de tránsito urbano con vehiculo de terroristas, donde
muere la Montonera Ana María Gonzalez:

Soldado Conscripto

Guillermo Félix Dimitri

Pertenecía a la clase 1965 y estaba seleccionado entre los aptos absoluto para el servicio militar.
Fue incorporado en marzo de 1976, a la Compañía de Comunicaciones 10 con asiento en Arana,
provincia de Buenos Aires, próximo a la ciudad de La Plata.

Nació en Buenos Aires y era soltero. Murió el 4 de enero de 1977 víctima de una agresión
subversiva.

Alcanzó la jerarquía de suboficial del Ejército Argentino, al ser ascendido post mortem al grado de
cabo, como reconocimiento a sus servicios.

Dentro del ámbito de la Brigada X de Infantería, el día martes 4 de enero de 1977 la Compañía de
Comunicaciones 10 realizaba un control de tránsito próximo a la fábrica Chrysler en San Justo,
provincia de Buenos Aires. A las 10:30 horas de ese día el soldado Guillermo Félix Dimitri, que
se encontraba entre los más alejados del grupo porque debía iniciar el encauzamiento de
vehículos, recibió heridas mortales de numerosos disparos que le fueron efectuados desde un
coche Fiat 128, que se desplazaba a alta velocidad.

De inmediato se repelió el ataque de los ocupantes del vehículo (dos hombres y una mujer), pero
los autores de esta cobarde agresión, que le produjo la muerte casi instantánea a Guillermo, lograron
huir de las fuerzas legales.

El vehículo utilizado por los delincuentes terroristas fue hallado poco más tarde en las calles
Brandsen y Oro de la misma localidad. En su interior se encontró numerosa propaganda
comunista subversiva de la organización denominada Montoneros y de la llamada CGT en la
resistencia.

Los subversivos al abandonar el vehículo despojaron a una mujer de su automóvil para continuar la
fuga. Los testimonios y los rastros encontrados en el coche hacían presumir que por lo menos dos
de ellos resultaron seriamente heridos.
El comunicado que difundió el Comando de Zona 1, con el relato de lo ocurrido, confirmó la
pertenencia de los subversivos a la organización Montoneros.

Expresando: El Comando lamenta la muerte del soldado Guillermo Félix Dimitri de la Compañía
de Comunicaciones 10, que se une a la larga lista de soldados que ofrendaron su vida en resguardo
de las instituciones de la Libertad y para lograr la tranquilidad que la población tanto anhela. Una
familia llora a un hijo muerto por asesinos, se añadía.

(nota del sitio: en el vehículo viajaba la terrorista Ana María Gonzalez - asesina del Gral.
Cardozo - , quien es herida por la ráfaga de fusil FAL que heroicamente alcanza a disparar el
soldado Dimitri mientras caia herido de muerte. Fallece a las pocas horas en un aguantadero de
Montoneros y sus cabecillas ordenan incinerar el cuerpo, manteniendo oculta su muerte a la
familia, público y demás terroristas. Dada la fama mediática que había alcanzado mediante
conferencias de prensa ante la revista Cambio 16 de España y otros, con motivo del asesinato del
Jefe de Policía, su caida era interpretada como un serio golpe a la moral de los guerrilleros)

La Prensa

6 de enero de 1977

Con afortunada coincidencia, el editorial del diario La Prensa dos días después hacía clara alusión
al tema de la subversión y los derechos humanos, comentando la amplia repercusión que tuvieron
las declaraciones que hiciera un representante del Congreso Norteamericano por esos días en
Montevideo. Entre otras cosas este legislador decía:

Amnistía Internacional está infiltrada de comunismo y éste siempre trata de utilizar la libertad
existente en los países democráticos para favorecer sus propios objetivos políticos de dominación
mundial; particularmente interesante –agregaba La Prensa– fue su observación de que la lucha
contra los Tupamaros en el Uruguay y otras organizaciones subversivas en la Argentina, no
constituye sino un aspecto de la que libra Occidente contra el comunismo. Es propósito de esa
tendencia –insistía el legislador– la destrucción de la forma de vida occidental y de la civilización
cristiana, y que aquélla recibe directivas de Rusia, Cuba y otros países comunistas

La familia del soldado Guillermo Félix Dimitri ascendido post mortem al grado de cabo, recibió de
manos del Presidente de la Nación la medalla Muerto en Combate, que le fuera entregada en una
ceremonia especial del Ejército Argentino realizada el 8 de diciembre de 1977 en los cuarteles del
Regimiento 1 de Infantería Patricios.

En la Compañía de Comunicaciones 10, que hoy tiene asiento en la ciudad de Santa Rosa, provincia
de La Pampa, se conserva aún como reliquia y motivo de permanente recuerdo, el uniforme que
vistiera Dimitri en el supremo momento de su sacrificio por la Patria.

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Enfrentamiento con terroristas urbanos

Cabo Primero

Osvaldo Ramón Ríos

Nació en la localidad de Luján de Cuyo en la provincia de Mendoza, el 23 de febrero de 1952.


Ingresó al Ejército para cursar en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral el 6 de marzo de
1972, de donde egresó como cabo del arma de infantería.

Realizó el curso básico para suboficiales en la Escuela de Infantería, tras lo cual pasó a revistar en
el Regimiento 3 de Infantería con asiento en La Tablada, donde ascendió a cabo 1ro. En éste –su
primero y único destino– encontró la muerte el 17 de febrero de 1977.

Estaba casado con la señora Graciela Mónica Lares, con quien tenía un hijo.

Fue ascendido post mortem al grado de sargento.

Debido a informaciones obtenidas por vecinos de Ezpeleta (partido de Quilmes) se supo que
mientras fuerzas legales realizaban un allanamiento en un domicilio denunciado de dicha
localidad, fueron recibidas con disparos de armas de fuego y granadas de mano, desde su
interior.

Como resultado de esta agresión quedó gravemente herido el cabo 1ro. Ríos y dos subversivos
muertos.

Trasladado de urgencia al hospital Fiorito, Ríos falleció esa noche por las múltiples heridas
recibidas en el enfrentamiento de la tarde.

El Comando de la Zona 1 informó del encuentro armado en un comunicado donde se identificaba a


los subversivos que participaron como pertenecientes a la organización denominada Montoneros.
Los escritos de difusión de los subversivos nada dijeron, como era su costumbre cuando se trataba
de las bajas propias que le iba produciendo la acción de fuerzas legales.

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Enfrentamiento de una patrulla control de tránsito urbano

con vehiculo de terroristas

Cabo Primero

Juan Clemente Costilla Ortiz

Nació en Lules, provincia de Tucumán, el 19 de agosto de 1951. Ingresó al Ejército cuando se


incorporó como soldado conscripto de la clase 1951, al Regimiento 19 de Infantería, que por
entonces tenía asiento en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

Por sus destacadas aptitudes militares, en febrero de 1972 es incorporado directamente a IIdo. año
de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral, de la cual egresa como cabo de infantería en
diciembre de ese mismo año.

En febrero de 1973 fue destinado al Regimiento 5 de Infantería, unidad con asiento en Paso de los
Libres.

Murió en un encuentro con subversivos terroristas el 6 de abril de 1977. Fue ascendido post mortem
al grado de sargento.
El día 5 de abril de 1977 el cabo 1ro. Costilla Ortiz se encontraba integrando una patrulla que
realizaba control de rutas en proximidades de la localidad de Granadero Baigorria en la provincia
de Santa Fe.

Cerca de las 13:00 horas, al detener un automóvil para efectuar los reconocimientos
acostumbrados y se acercaba a éste, la patrulla recibió intenso fuego de sus ocupantes.

Los efectivos militares respondieron el fuego al tiempo que el vehículo con los terroristas
emprendió la fuga.

Como resultado de este enfrentamiento varios civiles y el cabo 1ro. Costilla Ortiz quedaron
heridos de extrema gravedad. Éste perdió la vida horas después, en el hospital adonde fue
trasladado para su atención.

Luego se tuvo conocimiento que el terrorista subversivo Daniel Oliveira (alias Poli, de
Montoneros) había resultado también abatido y que había sido el que disparó contra el cabo
1ro. Costilla Ortiz.

En la actual Guarnición Villaguay del Ejército, hoy se lo recuerda y se le rinde homenaje. El club de
suboficiales del barrio militar Coronel Brandsen, lleva su nombre.

Se hizo merecedor a la Medalla del Ejército Argentino, entregada a los que con valor ofrendaron su
vida por la Patria en cumplimiento de su elevada misión de soldado en operaciones.

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Atentado

Coronel

Ángel Arturo Sureda

Nació en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, el 4 de setiembre de 1923. Ingresó al Colegio
Militar de la Nación el 1º de febrero de 1943, y egresó como subteniente del arma de artillería el 14
de diciembre de 1945.

Ingresó a la Escuela Superior Técnica de donde egresó con el título de oficial Ingeniero Militar,
pasando a desempeñarse como subjefe del Taller de Mantenimiento Córdoba.

Ascendió al grado de mayor en diciembre de 1957, fue comisionado a los Estados Unidos de
América como auxiliar del agregado militar en ese país. A su regreso en 1959 fue destinado a la
Escuela de Artillería como jefe de la sección técnica y de gabinete. Al año siguiente pasó al Cuartel
Maestre General del Ejército, y se desempeñó simultáneamente como delegado de la Junta
Interministerial de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas.

En 1962, ya como teniente coronel, es destinado al Comando en Jefe del Ejército-Subjefatura IV


Logística, como ingeniero militar.

Ascendió a coronel el 31 de diciembre de 1969 y prestó servicios sucesivamente en el Instituto


Superior de Enseñanza del Ejército, en el Estado Mayor General del Ejército y en el Comando de
Arsenales.
En 1972 es destinado al Comando en Jefe del Ejército y el 1º de febrero de 1973 pasó a situación de
retiro. Estaba casado con la señora Beatriz Cordella Thomas y era padre de 2 hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de general de brigada.

El coronel Sureda fue asesinado en inmediaciones de su domicilio en Temperley el 31 de mayo


de 1977. Salió a pie de su casa para dirigirse a la estación del ferrocarril cuando
imprevistamente descendieron –disparando sus armas– dos terroristas subversivos de un
automóvil Peugeot 404 blanco, estacionado próximo a una esquina.

Murió instantáneamente por los disparos recibidos, tras lo cual los asesinos huyeron rápidamente
apoyados por un segundo vehículo. Todo había ocurrido con increíble velocidad.

La organización denominada Montoneros se adjudicó el asesinato mencionando el hecho en la


publicación clandestina Evita Montonera (Nº 18, de setiembre – octubre de 1977, Pág. 19). No
sería extraño observar en uno de los párrafos el término ajusticiado por un pelotón del ejército
montonero… y en el otro unas líneas más abajo Fue ejecutado por Montoneros.

El 23 de diciembre de 1977, el diario La Prensa, publicó que los autores del asesinato de
Sureda habían sido abatidos en diversas acciones antiterroristas.

Los diarios de esos días difundieron las palabras de despedida al general Sureda:

Las balas con que alevosamente os agredieron, en ningún modo podrán exterminar lo que vuestra
existencia construyera. Eso queda para honra de vuestros familiares y amigos y queda para
nosotros, que aun cuando amargamente lo recogemos como preciado valor, nos servirá para
realimentar nuestra convicción nacional.

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Atentado

Mayor

Romero Antonio Servidio

Nació en San Isidro el 12 de junio de 1927. Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 15 de marzo
de 1946 y egresó como subteniente del arma de artillería en diciembre de 1949.

De 1961 a 1963 cursó la Escuela de Informaciones del Ejército y a su egreso fue destinado al
Estado Mayor General del Ejército-Jefatura II Inteligencia. Ya como mayor permaneció en ese
destino hasta el año 1968 en que pasó a situación de retiro.

Posteriormente desempeñó funciones en el Ministerio del Interior hasta el 24 de junio de 1977, en


que fue asesinado por un comando subversivo.

Estaba casado con la señora Irma Luisa Buleo con quien tenía tres hijos.

Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel y su familia recibió en su nombre la
Medalla al Honor Militar, otorgada por el Ejército Argentino en una ceremonia especial realizada
en los cuarteles del Regimiento 1 de Infantería Patricios.
El 24 de junio de 1977, poco antes de las siete de la tarde, el mayor Servidio salió a pie de su
domicilio en Castelar, para dirigirse hasta la parada de colectivos en la que su hija descendía cuando
regresaba del colegio. Aproximadamente a las 19:15 horas retornaba con su hija, y fue
asesinado por disparos de ametralladora que también hirieron a la niña. El mayor Servidio
perdió la vida inmediatamente y su hija Marisa Gladys, aún herida, logró escapar y se
introdujo en una casa de la vecindad.

El grupo terrorista había aparecido sorpresivamente desde una casa desocupada. Sus integrantes
huyeron después del crimen, valiéndose de los apoyos que los aguardaban.

Cuando sonó el teléfono en la casa del mayor, su esposa escuchó la voz de su hija avisándole de la
muerte de su padre muy cerca de la casa.

La llamada columna Oeste de la organización denominada Montoneros se adjudicó el asesinato


empleando la palabra ajusticiado.

El parte de este crimen se incluyó en la revista Evita Montonera (Nº 18, de setiembre – octubre de
1977, Pág.19).

Los diarios La Razón, La Nación y Clarín, entre otros, destacaron en su edición del 8 de diciembre
de 1977 las expresiones vertidas en la ceremonia realizada para honrar a los caídos en la guerra
contra la subversión, en cuyo transcurso la esposa del mayor Servidio recibió la Medalla al Honor
Militar.

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Atentado

Teniente Primero

Alberto Ángel Annaratone

Nació en Buenos Aires el 28 de marzo de 1951. Cursó sus estudios secundarios en la localidad de
Munro, partido de Vicente López, para luego ingresar a la Universidad de Buenos Aires donde
obtuvo el título de odontólogo.

Hizo su servicio militar en la Guarnición Militar de Junín de los Andes, al sur de la provincia de
Neuquén, ejerciendo ya funciones como profesional odontólogo en 1975.

Durante 1976, atraído por la carrera militar, se incorporó y realizó los cursos correspondientes en la
Escuela de los Servicios para Apoyo de Combate General Lemos, y egresó en diciembre con el
grado de teniente 1ro.

En el año 1977 revistaba en comisión en el Hospital Militar Central. Fue asesinado por subversivos
el 21 de agosto. El teniente 1ro era hijo único y soltero.

Pasada la medianoche del 19 de junio de 1977, cinco subversivos irrumpieron en el domicilio de


Leandro N. Alem 2450 de Munro, donde vivía el teniente 1ro. Annaratone con sus padres.
Como el oficial aún no había regresado de la casa de su novia, los terroristas cortaron la línea
telefónica y se ubicaron en la puerta de entrada y en los techos de la vivienda, mientras el
matrimonio era retenido en otra dependencia. No pasaría mucho tiempo hasta que
Annaratone regresara y sus padres lo vieran por última vez.
No se tuvieron noticias hasta que el teniente 1ro. fue encontrado asesinado el 21 de agosto de
1977 a las 09:00 horas en un camino secundario de Los Cardales, próximo a Capilla del
Señor. Luego se supo que fue muerto en ese lugar, apoyado contra la puerta de su pequeño
automóvil; presentaba 16 impactos.

El Comando de la Zona 4 del Ejército difundió más tarde la noticia del asesinato, expresando
además que el hecho se lo adjudicaba la banda de delincuentes subversivos autodenominados
Montoneros (La Prensa, 22 de agosto de 1977).

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Combate contra terroristas urbanos

Soldado Dragoneante

Luis Alberto Barbusano

Perteneciente a la clase 1957 fue incorporado en el Batallón de Comunicaciones 601 con asiento en
la ciudad de City Bell, provincia de Buenos Aires, y destinado a la Compañía B donde fue ubicado
en el Pelotón Comando (Detall).

Por sus destacadas condiciones militares ascendió a soldado dragoneante cuando promediaba su
servicio militar.

Murió en acto del servicio el 6 de setiembre de 1977. No estaba casado.

Fue ascendido post mortem al grado de cabo.

El martes 6 de setiembre de 1977 la Compañía B había recibido la misión de cerco y registro sobre
algunas viviendas sospechosas de ser frecuentadas por integrantes de la organización Montoneros.

Ese día Barbusano fue asignado a la 1ra. Sección que tenía por misión completar el cerco frente a
un complejo de viviendas de la calle 148 entre la 27 y la 28 de Villa España.

Como resultó real la existencia de subversivos en el lugar, éstos intentaron romper el cerco
mediante intenso fuego con armas largas y granadas desde una de las casas, mientras se
observaba que otros terroristas pretendían fugar a pie. En este momento el dragoneante
abandonó su cubierta y se desplazó abriendo fuego para bloquear la fuga, lo que logró,
aunque lamentablemente recibió dos disparos que acabaron con su vida.

En esta operación se logró secuestrar gran cantidad de pistolas, revólveres, granadas de guerra,
pólvora y municiones de diversos calibres, así como panfletos y documentos del Registro Nacional
de las Personas del partido de Berazategui.

La valentía y decisión de este soldado fue largamente comentada en las formaciones de los
cuarteles, y mereció la Medalla Muerto en Combate que le otorgara el Ejército Argentino en una
formación especial que se realizó el 8 de diciembre de 1977 en el asiento de su Batallón.

Desde el 4 de setiembre del año 1980, una de las calles internas del Batallón de Comunicaciones
601 lleva como nombre Dragoneante Barbusano.

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Atentado

Coronel

Numa Triaca

Nació en Pigüé, provincia de Buenos Aires el 19 de julio de 1924. Ingresó al Colegio Militar de la
Nación el 12 de marzo de 1945 y egresó el 18 de diciembre de 1947 como subteniente del arma de
infantería. Fue destinado al Regimiento 25 de Infantería Motorizado en Sarmiento, Chubut.

Alcanzó el grado de coronel el 31 de diciembre de 1975, y permaneció con destino en Campo de


Mayo hasta el 6 de enero de 1977, en que pasó a situación de retiro.

A lo largo de sus años de servicios en el Ejército, realizó numerosos cursos de perfeccionamiento en


comunicaciones, computación automática de datos, de tropas mecanizadas, para oficiales de
mantenimiento y de montaña.

Estaba casado con la señora Olga Elvira Christoph con quien tuvo cuatro hijos.

Falleció el 25 de diciembre de 1977, luego de que fuera víctima de un atentado el día 19 del mismo
mes.

Este día, el coronel Triaca regresaba a su domicilio, en Alberdi 2442 de Olivos, provincia de
Buenos Aires, acompañado de uno de sus hijos. Abierto el garaje y cuando su hijo ya había
entrado en la vivienda, se produjo el ataque que hiere mortalmente al coronel. Pese a lograr
empuñar y accionar su arma, los tres disparos recibidos serían mortales y los tres atacantes
amparados por la sorpresa y la oscuridad lograron huir. Traslado al hospital de Vicente López
y más tarde al Hospital Militar Central murió en la fecha indicada.
Sexta Parte
1989 y La Tablada
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Índice de la sexta parte

- Ataque al Regimiento de Infantería Mecanizado 3, General Belgrano y Escuadrón de Exploración de


Caballería Blindado 1, con asiento en La Tablada el 23 de enero de 1989: + Mayor Horacio Fernández
Cutiellos (h); + Teniente Ricardo Alberto Rolón; + Sargento Ayudante Ricardo Raúl Esquivel; + Sargento
Ramón Wladimiro Orué; + Cabo Primero José Gustavo Albornoz; + Soldado Héctor Cardozo; + Soldado
Martín L. Díaz; + Soldado Roberto T. Taddía y + Soldado Julio D. Grillo
- Documentos capturados
- Editoriales:
- La Nación, 25/1/1989: Panorama desolador despues del final
- Clarín: 25/1/1989: El retorno de la subversión
- La Nación, 26/1/1989: El desafío más grave y decisivo
- Revista Gente, 26/1/1989: Reconocimiento
- Revista Gente, 26/1/1989: Otra vez el ERP
- Clarín, 29/1/1989: Ante otro país de Joaquín Morales Solá
- La Prensa, 5/2/1989: Después de la batalla, por Horacio Mayorga
- Revista Gente, 29/2/1989:
- Carta abierta a un padre que sufre
- El Times enjuicia a la subversión terrorista argentina

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Ataque y compamiento del Regimiento de Infantería Mecanizado 3

General Belgrano y del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 1,

con asiento en La Tablada el 23 de enero de 1989

El 23 de enero de 1989, siendo las 06:15 hs. un grupo de aproximadamente 45/50 personas, entre
las cuales se incluían varias mujeres, irrumpió en los cuarteles de la unidad y subunidad señaladas,
tras embestir y derribar el portón de entrada de la guarnición, utilizando un camión de transporte de
gaseosas –que había sido robado minutos antes– y cinco o seis automóviles. En dicha operación
inicial fue asesinado el soldado apostado en esa entrada sin que tuviese la oportunidad de hacer
uso de su arma reglamentaria. Acto seguido fue tomado el local de la guardia de prevención,
permaneciendo en él varios subversivos, mientras el resto ingresaba con los vehículos al interior del
cuartel.

En esta operación participaron dos grupos debidamente identificados: uno que ingresó al
cuartel en la forma ya indicada y otro, no identificado, que actuó fuera de las instalaciones militares,
en actividades de hostigamiento (francotiradores), como así también en agitación popular y apoyo
sanitario, llevadas a cabo por personal mimetizado entre la población civil que rodeaba a los
cuarteles.

Las acciones posteriores tuvieron como objetivos prioritarios, además de la tarea inicial de la
guardia de prevención, apoderarse de las instalaciones de la plana mayor de la unidad de infantería,
los casinos (oficiales y suboficiales) y una o más subunidades, con la finalidad de sustraer
armamento y municiones.

Inicialmente sólo pudieron concretar la toma del edificio de la plana mayor, donde fue
asesinado el 2do. jefe del Regimiento 3, mayor Horacio Fernández Cutiellos y del casino de
suboficiales, en el que mantuvieron como rehenes un número importante de suboficiales y soldados.

Debido a los escasos efectivos que se encontraban en el cuartel como consecuencia de la licencia
anual y a la hora en que se produjo el ataque, oportunidad en que el personal aún no había regresado
del franco de fin de semana, el grupo terrorista logró el copamiento de la unidad militar en un
reducido lapso, explotando el factor sorpresa y la capacidad de fuego con que contaban.

El concepto de esa operación, planeada y comandada desde fuera de las instalaciones


militares por Enrique Gorriarán Merlo, fue claramente determinado por la documentación
secuestrada durante y después de las acciones de recuperación de las instalaciones militares, entre
la cual se encontraba la proclama inicial que pretendían difundir por emisoras radiales, previo
copamiento de éstas; una segunda proclama en la cual se instrumentaba un plan de emergencia
luego que el "gobierno del pueblo" accediese al poder.

En dicho plan se incluía la disolución de las FF. AA. y su reemplazo por las milicias populares; por
último, una serie de comunicados en los cuales se detallaban las organizaciones políticas, gremiales,
estudiantiles y educacionales que se adherían al movimiento insurreccional subversivo y a la toma
del poder nacional.

Consolidada la primera fase de la operación (toma del cuartel) comenzaría la fase agitación
popular con la ayuda de altavoces que poseía el grupo de apoyo externo, justificando su
actitud de que la toma de la unidad militar era para desalojar a rebeldes adictos al ex teniente
coronel Rico y al coronel Seineldín que tenían el propósito, según el grupo subversivo del
Movimiento Todos por la Patria (MTP), de dar un golpe de estado. Para ello, los terroristas
tenían impreso una gran cantidad de falsos volantes en los cuales los citados militares
llamaban a la rebelión contra el Gobierno de la Nación. Dichos panfletos también fueron
secuestrados al grupo atacante junto con el resto de la documentación ya indicada.

A partir de lo planificado y con posterioridad a la toma del cuartel, la agitación popular que
pretendían lograr estaba destinada a convocar una marcha multitudinaria, desde varios puntos de la
Capital Federal, Gran Buenos Aires y aun del interior del país, para dirigirse a Plaza de Mayo y
ocupar la Casa Rosada. Ésto se haría para evitar el supuesto golpe de estado de Seineldín y de
Rico.
Si esta operación hubiera tenido éxito, igual actitud se habría adoptado en otras zonas del país,
particularmente en Rosario y Córdoba, lugares donde se comprobó que existían grupos similares al
que actuó en La Tablada el 23 de enero.

La reacción inicial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que de inmediato estableció


un cerco de las unidades tomadas, y el progresivo regreso de personal franco destinado a la
unidad y subunidad del cuartel que por la parte posterior accedió al empleo de algunos
vehículos blindados estacionados en las instalaciones correspondientes, impidieron concretar
la parte inicial del plan subversivo previsto que, sintéticamente, consistía en tomar la unidad,
apoderarse de armamento y munición, distribuir los supuestos panfletos de Seineldín y Rico y
posteriormente retirarse del cuartel para iniciar la segunda fase: agitación popular.

A esta altura de los acontecimientos, encontrándose cercados los elementos subversivos, el Estado
Mayor General del Ejército, con autorización del Sr. presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín,
ordenó el traslado y posterior empleo de efectivos militares y de Gendarmería Nacional bajo las
órdenes de un comando unificado, en la persona del general de brigada Alfredo Arrillaga, quien se
desempañaba como Inspector General del Ejército.

Las acciones militares se llevaron a cabo durante todo el día 23 y hasta las 10:30 hs. del día 24
de enero, oportunidad en que, ya abatidos la mayor parte de los subversivos que siguieron
combatiendo hasta la hora indicada, se materializó la rendición de 14 de ellos, uno de los cuales
(una mujer) falleció a los pocos minutos como consecuencia de las heridas recibidas. Junto con
esta rendición se produjo la liberación de los rehenes (suboficiales) que mantenían en su poder los
integrantes del MTP que aún permanecían con vida.

Por expresa orden del Presidente de la Nación, el personal detenido fue puesto a disposición del
juez federal correspondiente, Dr. Larrambebere, quien de inmediato se hizo presente en el lugar de
los hechos.

El saldo de muertos de propias tropas fue de nueve integrantes del Ejército Argentino y dos
de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. La cantidad de heridos y mutilados alcanzó a
treinta y siete hombres, algunos de ellos de suma gravedad y otros con lamentables
mutilaciones corporales (pérdida de ambas piernas, pérdida de un ojo, etc.).

La identificación de muertos y detenidos, secuestro de documentación, armamento y munición


utilizada -en su mayoría de origen ruso y chino- y gran cantidad de bibliografía y material
ideológico capturado a los subversivos, permitieron determinar fehacientemente que el grupo,
integrado en su mayoría por el Movimiento Todos por la Patria (MTP), era un
desprendimiento del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), liderado por Enrique
Gorriarán Merlo y con la participación, en este operativo, de elementos pertenecientes a las
siguientes organizaciones:

• Partido de la Liberación (PL)

• Movimiento de Liberación 29 de Mayo (ML-29)

• Montoneros (Columna Sur-Oeste)

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Personal militar fallecido
en la recuperación de los cuarteles de La Tablada

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Mayor

Horacio Fernández Cutiellos (h)

Nació el 27 de setiembre de 1951, en la provincia de Corrientes. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 1º de marzo de 1968, y egresó como subteniente de infantería el 17 de diciembre de 1976.
Cursó la Escuela Superior de Guerra de donde egresó como Oficial de Estado Mayor. Además tenía
la especialidad de paracaidista militar.

Estaba casado con la señora Liliana Inés Raffo y era padre de cuatro hijos.

Su último destino fue como 2do. jefe del RI Mec. 3, lugar donde fue asesinado el 23 de enero de
1989. Fue ascendido post mortem al grado de teniente coronel.

Ni bien se inicia el ataque al cuartel, el mayor Fernández Cutiellos, que había pernoctado en la
plana mayor de la unidad, al tomar conocimiento de lo que estaba ocurriendo comienza a disparar
contra los subversivos que podía observar. Esta actitud llevada a cabo desde la jefatura de la
unidad, impidió la toma de la compañía comando y del edificio de la plana mayor.

Siendo aproximadamente las 07:20 hs. logra comunicarse con el jefe del regimiento, teniente
coronel Jorge Luis I. Zamudio y le informa que el ataque al cuartel está siendo llevado a cabo por
elementos subversivos. Dicho jefe, desde su domicilio, se comunica telefónicamente con el
CENOPE (Centro de Operaciones del Ejército del EMGE) enterándolos de la situación y de
inmediato se traslada a la zona del cuartel. Conjuntamente con otros oficiales y suboficiales que
regresaban de franco ingresan por los fondos del cuartel para intentar la recuperación. En
horas de la tarde, aproximadamente a las 14:30 horas, el teniente coronel Zamudio mientras
intentaba reconocer a pie la entrada lateral del casino de suboficiales, ocupado por los
subversivos, es herido gravemente por un disparo en la espalda.

Mientras estas acciones se llevaban a cabo el mayor Fernández Cutiellos efectúa desplazamientos
para poder continuar el fuego hacia la guardia de prevención, en poder de los subversivos.
Encontrándose en la entrada principal de la jefatura, que da a la plaza de armas, fue
alcanzado por un disparo en la espalda, cayó hacia adelante, donde fue ultimado por un
disparo de Itaka en el rostro. Con su actitud había impedido, hasta el momento de su muerte, que
los terroristas accedieran al edificio de la jefatura, donde se encontraba el centro de las
comunicaciones alámbricas y radiales.

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Teniente

Ricardo Alberto Rolón

Nació en la ciudad de Buenos Aires el 11 de diciembre de 1963. Ingresó al Colegio Militar de la


Nación el 16 de febrero de 1982, y egresó como subteniente de infantería el 13 de diciembre de
1985.
En el grado de teniente realizó el curso de comandos obteniendo dicha especialidad.

Su último destino fue la Compañía de Comandos 601 con asiento en Campo de Mayo.

Fue ascendido post mortem al grado teniente 1ro.. El citado oficial era de estado civil soltero.

Durante la noche del 23 al 24 de enero, aprovechando la oscuridad, el teniente Rolón


conjuntamente con personal de su compañía, utilizando un vehículo blindado logran
acercarse al casino de suboficiales, último reducto de los terroristas que aún combatían.
Logran acceder al primer piso y al tratar de irrumpir en el dispositivo de los subversivos es
descubierto y abatido por un nutrido fuego de armas portátiles. Su cuerpo gravemente herido
es recuperado por el personal que lo acompañaba y evacuado al Hospital Militar Central,
donde fallece.

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Sargento ayudante

Ricardo Raúl Esquivel

Oriundo de la provincia de Santa Fe había nacido en la ciudad de Rosario, su último destino fue el
Colegio Militar de la Nación.

Estaba casado con la señora Ana María Bessone y tenía un hijo. Fue ascendido post mortem al
grado de suboficial principal

En oportunidad que se trataba de recuperar una compañía en poder de los subversivos, el sargento
ayudante Esquivel participaba de dicha acción. Ante la imposibilidad de que una ambulancia
que transportaba dos heridos pudiese cruzar la zona en la cual se estaba combatiendo, el
citado suboficial se hizo cargo de dicho traslado al puesto de socorro, circunstancia en que
recibe un disparo que le ocasiona la muerte.

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Sargento

Ramón Waldimiro Orué

Nació en la provincia de Formosa. Tenía la especialidad de comando y al producirse el hecho en La


Tablada revistaba en la Compañía Comando 601 con asiento en Campo de Mayo, subunidad que
participó activamente en la recuperación de las instalaciones

Era casado y no tenía hijos. Fue ascendido post mortem al grado de sargento 1ro.

El sargento Orué formaba parte del cerco instalado en la noche del 23 al 24 de enero, alrededor del
casino de suboficiales donde aún permanecía un importante grupo de terroristas tratando de resistir
el ataque de propia tropa. Dos subversivos tratan de huir del lugar, el sargento advierte la
maniobra, los intercepta y se produce un intercambio de disparos. Los dos delincuentes
terroristas son abatidos y el sargento Orué es herido de gravedad. Se lo trasladó al Hospital
Militar Central. Luego de varios días de sufrimiento, falleció el 2 de febrero de 1989.

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Cabo Primero

José Gustavo Albornoz

Nació en la Capital Federal y falleció cuando sólo contaba 24 años. A su egreso de la Escuela de
Suboficiales Sargento Cabral como cabo de infantería, fue destinado al RI 8 con asiento en
Comodoro Rivadavia, donde prestó servicios durante tres años. Posteriormente fue destinado al RI
Mec. 3, lugar donde murió combatiendo contra el grupo subversivo del MTP que copó la unidad.

Estaba casado y era padre de un hijo de apenas un mes de vida.

Al iniciarse el ataque a la guardia de prevención, ya en poder del grupo subversivo, con la finalidad
de rescatarla, el cabo 1ro. Albornoz, con personal de la guardia que tenía como misión
resguardar el polvorín de la unidad, se adelanta a su fracción, siendo sorprendido por el fuego
de los terroristas que le producen la muerte. Ante esta situación los soldados se repliegan hacia
las caballerizas y parque de automotores, oportunidad en que también es alcanzado por el fuego
enemigo el soldado Grillo, produciéndole la muerte.

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Soldado clase 1969

Héctor Cardozo

Revistaba en el RI Mec. 3. Mientras permanecía como rehén en el casino de suboficiales tomado


por los elementos subversivos, el fuego de artillería de propia tropa produjo el derrumbe de una
pared que lo aplastó produciéndole la muerte. En tal circunstancia el soldado Cardozo estaba
socorriendo a otro soldado que se encontraba herido y que no podía desplazarse, dada la confusión
reinante entre los terroristas como consecuencia del intenso fuego que estaban recibiendo.

Posteriormente el cuerpo del soldado Cardozo fue utilizado como escudo por los subversivos que
aún permanecían en el casino.

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Soldado clase 1969

Martín l. Díaz

Pertenecía al RI Mec. 3. Desempeñándose como centinela apostado defendió su puesto hasta ser
abatido por el grupo terrorista con un disparo en el pecho.

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Soldado clase 1969

Roberto t. Taddía

También pertenecía al Regimiento y al producirse el ingreso de los atacantes por la guardia de


prevención mediante el empleo de varios vehículos, el soldado Taddía se encontraba barriendo
las inmediaciones de dicha dependencia. Fue asesinado mientras tenía una escoba en la mano.
Fue el primer muerto de La Tablada.

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Soldado clase 1969

Julio d. Grillo

Revistaba en el RI Mec. 3. Formaba parte de una patrulla que trataba de evitar que el parque de
automotores donde estaban los vehículos blindados cayese en poder de los atacantes; recibió un
impacto de bala efectuado por éstos lo cual le produjo la muerte.

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Documentos capturados

Proclama del MTP a difundir en el caso que tuviese éxito la primera fase de la operación.

Proclama del grupo subversivo MTP que darían a conocer a través de emisoras radiales.

El ejército de Seineldín y Rico, se sublevó de nuevo. Quieren dar un golpe de estado. Quieren
asesinar a todos los que no aceptan vivir bajo las botas. En la medianoche de hoy, los
carapintadas se sublevaron en el Regimiento Tres de Infantería de La Tablada. Allí se
preparaban y habían empezado a marchar contra la Casa Rosada. Iban a asesinar a todos los
que se le opusieran. Como ya mataron a más de 30 mil compatriotas durante la dictadura militar.
Todos sabían que los milicos conspiraban y preparaban esto. Pero nadie hacía nada en concreto
para pararlos.

Ya estamos hartos de la prepotencia de los milicos. Hartos de sus crímenes y de sus robos, que
después tenemos que pagar todos. Hartos que nos impongan la injusticia social. Hartos de que
no nos dejen vivir en paz. El pueblo se alzó contra ellos. El pueblo de los alrededores de La
Tablada ya ha recuperado el cuartel sublevado. Lo dirige este Frente de la Resistencia Popular
que se formó allí mismo. Tomamos las armas de los amotinados y les incendiamos su cuartel.
Basta de milicos asesinos. En Semana Santa, en Villa Martelli, cantábamos: "Si se atreven les
quemamos los cuarteles". Los milicos empezaron de nuevo, y esta vez sí les quemamos el cuartel
de La Tablada

Como siempre en la historia de la Patria, el pueblo hizo verdaderas proezas. Al saber que los
carapintadas lo habían tomado, el pueblo entró en masa al cuartel. Mujeres, jóvenes, hombres
del pueblo atacaron con revólveres, con escopetas, con piedras y palos. Hicieron trincheras,
tiraron bombas molotov. Frente a tanto heroísmo, algunos de los soldados y algunos suboficiales
dieron vuelta sus armas y junto al pueblo participaron de la ejecución de los oficiales traidores.

Una columna de carapintadas había salido del cuartel con rumbo a la Casa de Gobierno. Pero el
pueblo armado levantó barricadas y luego la aniquiló.

Ahora es el pueblo el que ha ocupado la casa Rosada. Vamos a impedir que Seineldín, Rico y los
otros traidores den el golpe de Estado. Vamos a impedirles que remachen la injusticia social, que
le impongan más hambre todavía al pueblo. Vamos a impedirles repetir lo que hicieron en el 30,
en el 55, en el 66 y en el 76.
El pueblo quiere un nuevo sistema de libertad y de justicia social. Sin milicos asesinos, ni
políticos corruptos, ni ladrones de la patria financiera. Vamos a formar un verdadero gobierno
del pueblo. Para que no se avergüence y no arruge ante los militares. Ni de cuatro ladrones de
las mesas de dinero, que se hacen ricos a costa de nuestro sudor. Vamos a hacer un gobierno del
pueblo que garantice el trabajo, la producción y la dignidad de la inmensa mayoría de los
argentinos. Vamos a terminar con este Ejército que no sirve para nada, que sólo tiene coraje con
la picana eléctrica en la mano y se caga y se rinde ante los ingleses en Malvinas. Vamos a
terminar con este Ejército que sólo sirve para esclavizarnos y para asesinarnos. El gobierno del
pueblo declara disuelto el Ejército profesional y traidor. Ahora lo reemplaza el pueblo en armas.
Los soldados y suboficiales únanse al pueblo; ejecuten a sus oficiales traidores. O váyanse de los
cuarteles. El que se quede en un cuartel está con los verdugos del pueblo.

Este Frente de la Resistencia Popular exhorta a todos a cumplir con el artículo 21 de la


Constitución Nacional, que manda: "Todo ciudadano está obligado a armarse en defensa de esta
Constitución". Vamos a armarnos a los cuarteles y a terminar para siempre con esta lacra.
Vamos a imponer para siempre en la Argentina la soberanía del pueblo, sólo la voluntad del
pueblo. No hay nada por encima de ella en la Nación. Vamos a la Plaza de Mayo para empezar
una nueva Argentina, sin milicos traidores y asesinos. Sin políticos corrompidos.

Vamos pueblo argentino, con dignidad y sin miedo, que somos más fuertes que ellos y que la
historia nos da la razón. Vamos a Plaza de Mayo. Llamamos a todos, a todos:

a las madres que no quieren ver de nuevo caer a sus hijos bajo la represión o desaparecidos, ni
vendidos por jefes cobardes en otra guerra como la de Malvinas;

a los jóvenes que no pueden estudiar ni trabajar porque el actual sistema no les da cabida y sólo
se acuerda de ellos para perseguirlos en los barrios o asesinarlos;

a los jóvenes que estudian o trabajan, pero saben que no tienen ningún futuro; que el título que
obtengan no les va a servir para nada y que van a tener que trabajar como esclavos para mal
vivir;

a los trabajadores que viven cada vez más en la miseria, amargados porque no pueden hacer vivir
con dignidad a su familia, no la pueden alimentar ni vestir bien, que gastan gran parte de su
salario sólo en viajar, que no pueden pagar la luz, que ahora tampoco tienen, que ven a sus hijos
expuestos a las enfermedades, morir por el agua contaminada, que viven desesperados porque
sus fábricas cierran mientras se enriquecen los ladrones, la mafia de las mesas de dinero;

a los desocupados, que necesitan trabajar para poder cuidar de su familia, para poder ser seres
humanos;

a los jubilados, que después de trabajar toda la vida reciben una jubilación o una pensión de
hambre, y que quieren pasar con decoro sus últimos años;

por nuestro hijos, que necesitan crecer con afecto y seguridad, para no heredar toda esta
tremenda injusticia;

a los industriales nacionales, que se ven absorbidos por las grandes corporaciones, por los
monopolios y que están ahorcados por las altas tasas de interés;
a los productores agropecuarios, que reciben una paga miserable por su producción y que son
explotados por los intermediarios, que se enriquecen a costa del duro trabajo del hombre de
campo;

a los habitantes de los asentamientos, que les niegan el techo y la tierra para levantar una casa
para su familia;

a los comerciantes, que son víctimas de los precios abusivos de los intermediarios y los
monopolios que dominan el mercado;

a los profesionales y técnicos, que necesitan que el país se desarrolle para prestar sus servicios y
vivir con honradez;

a los intelectuales y artistas, a los que los milicos siempre les quitan la libertad para expresarse
en sus canciones, sus películas, sus libros y sus pinturas;

a todos, a todos los que quieren vivir en paz para siempre, con justicia social y con libertad
garantizadas para siempre;

a todos, a todos los convocamos a reunirse en Plaza de Mayo para imponer el gobierno del
pueblo; a rodear los cuarteles, cortarles el agua y la luz; impedir que los milicos asesinos salgan
de ellos, levantar barricadas, controlar las calles y los barrios, hacerse cargo del poder en todas
partes, unidos contra el golpe de Estado, unidos por la justicia social y la libertad.

Además de esta proclama, que nunca pudo ser difundida, tenían previsto un comunicado con las
adhesiones que irían recibiendo; un plan de emergencia económica y otros comunicados, entre los
cuales figuraba la disolución del Ejército Argentino, y la creación de las milicias populares del
Frente de Resistencia Popular.

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Editoriales

La Nación 25 de Enero de 1989

Panorama desolador después del final

Sólo quedaban cuerpos mutilados, municiones dispersas y edificios destruidos donde se había
desarrollado un cruento combate.

A las 14,30 (23-1-89) ya había sido abierto el tránsito a los vehículos particulares por la avenida
Crovara que pasa por delante del Regimiento. Ese detalle y los innumerables curiosos que se
comenzaron a congregar por centenares delante de las cámaras de televisión y frente al alambrado
del cuartel, pese al agobiante calor, eran los signos de que las dramáticas horas vividas ya habían
quedado atrás.

Distribuidos en varios grupos y acompañados por el jefe de prensa del Estado Mayor General del
Ejército, coronel Roque Troiano, los periodistas realizaron una luctuosa visita al lugar, minutos
después de que el presidente Alfonsín se retirara de allí.
Participaron en la invasión aproximadamente cincuenta delincuentes. Más de veinte fueron abatidos
y hay unos diez detenidos. Desconocemos si algunos lograron escapar. Entre el armamento
encontrado hay granadas de origen soviético.

En el pasillo que forman esas dos construcciones estaban los cuerpos de tres atacantes abatidos: dos
hombres y una mujer. A pesar de las horas transcurridas y del estado de descomposición en que
habían entrado los cadáveres, podía calcularse que las edades oscilaban entre los 25 y 30 años.

Los vehículos con que habían ingresado los agresores al cuartel estaban literalmente aplastados, ya
que las tanquetas les habían pasado por arriba. La mayoría tenían los baúles repletos de panes de
trotyl y de proyectiles antitanques.

Había cinco Renault 12, una camioneta Ford y un Ford Falcon incendiados. También estaba el
camión de reparto de gaseosas con el frente totalmente destruido y con el que habían roto el portón
de la entrada principal de la unidad militar.

Los edificios de la guardia principal y donde están los calabozos fueron también escenario de las
escenas más violentas. Después de los disparos de grueso calibre y con las bombas incendiarias, los
dos lugares se incendiaron completamente. Adentro yacían en una habitación los cuerpos de tres
personas calcinadas, ubicados uno al lado del otro.

El coronel Troiano confirmó que el segundo jefe de la unidad, el mayor Fernández Cutiellos, tuvo
una actuación realmente heroica, tal como se había dicho en la crónica de anteayer. Indicó que
repelió la agresión, pero que después de haber caído herido fue liquidado por los subversivos con un
balazo en la garganta.

El teniente coronel Jorge Echezarreta acompañó a Fernández Cutiellos en los últimos momentos de
su vida. "Lo llamé como lo hacía siempre, por su apodo. Me acerqué y me tomó la mano
fuertemente al tiempo que levantaba el pulgar de la otra mano para darme a entender que todo
estaba bien", dijo el militar con la cara crispada por la emoción.

"Tenía burbujas de sangre que le salían por la cara y poco después murió", dijo Echezarreta.

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Clarín Editorial, 25 de enero de 1989

El retorno de la subversión

Como una pesadilla recurrente, la subversión volvió a irrumpir el lunes con estrépito en la
escena política argentina.

Los hechos ocurridos en una unidad militar de La Tablada, cuando un grupo de sediciosos copó a
sangre y fuego las instalaciones y las retuvo con armas sofisticadas contra la policía provincial y
efectivos del Ejército, constituyen un episodio confuso. Pero indudablemente forma parte de la
crónica de la subversión, esa crónica que creíamos cerrada para siempre en el país. Se trató, además,
de un episodio de inusitada crueldad por los métodos usados en el combate. Y demencial, pues
nadie advierte cuál pudo ser en definitiva su propósito ni su objetivo. Todo lo cual no impide que
pueda ser apreciada claramente su importancia. Habrá, evidentemente, un antes y un después del 23
de enero.
La guerrilla parecía sepultada tres lustros atrás. ¿Por qué renace? Esta pregunta y sus posibles
respuestas llenarán el análisis político de las próximas semanas. Entretanto, sorprende que el
Gobierno no haya podido vislumbrar la magnitud del riesgo que se aproximaba y alarma que los
insurrectos hayan podido exhibir una libertad tan amplia para agruparse, entrenarse, aprovisionarse
y atacar.

La realidad ha mostrado que había una guerrilla esperando en las sombras para operar. Ante ello,
será del caso replantearse con todo cuidado el papel de las Fuerzas Armadas en casos de conmoción
interna. Es otro tema para el debate próximo. Lo que sí está claro es que necesitamos Fuerzas
Armadas integradas a la Nación y conscientes de su dignidad.

Repitámoslo: la Argentina necesita de un gobierno democrático y representativo, consagrado a los


fines nacionales. Necesita Fuerzas Armadas preparadas para defender la soberanía en forma idónea
e integradas al cuerpo de la Nación.

Declaraciones del vocero presidencial


Sr. José Ignacio López

24-I-89

1. Antes de la visita del Dr. Raúl Alfonsín a La Tablada (11:30 hs)

El "Frente de la Resistencia Popular" sería quien se atribuye esta operación, fundamentando a través
de lo que permito calificar, desde ya, como una patraña y una novela. Aparentemente, una
operación destinada –según se lo pretende hacer creer– a defender la Constitución por esta vía
inaceptable, como si la Constitución ayer hubiera estado en peligro por vía de otros elementos a
quienes allí se les pretende atribuir la responsabilidad que no ha existido en ningún momento, al
menos, en la situación de ayer.

Porque allí, como ustedes los habrán visto por alguna comunicación que ha obtenido ayer alguna
agencia de noticias, se pretendía hacer creer como que se estaba en vísperas de un golpe y que esto
se hacía para salvar a los argentinos de un golpe.

Esta es una patraña, una novela.

2. Al regreso de la visita presidencial (17:00 hs)

Periodista: ¿Qué nos puede decir de la visita?

Vocero Presidencial: Éstas son situaciones en las que uno debe confesar que no tiene palabras; no
tengo palabras para expresar lo que acabo de ver. Es realmente muy difícil tratar de exteriorizar el
sentimiento que a uno le provoca ver la demencia puesta en acción.

Ahí vemos lo que puede la alucinación si es que se puede emplear esta palabra para calificar de
alguna manera este ataque a mansalva, esta entrega de vidas, esta muerte.

Realmente, los argentinos, creíamos que ya habíamos pagado la cuota de dolor y sangre que toda la
sociedad está pagando para construirse. Realmente creo que esto nos puede llenar de estupor y
también nos debe estimular el coraje, la decisión, la valentía, la disposición de esos hombres de las
Fuerzas Armadas, del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad: esos hombres, con cara pintada y
sin cara pintada, que se dispusieron a dar la vida para que nosotros podamos seguir viviendo
en libertad.
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La Nación Editorial del 26 de enero de 1989

El desafío más grave y decisivo

El Presidente de la República expresó en su mensaje de anteayer por la noche que los episodios
vividos en La Tablada constituyen "el desafío más grave y decisivo de mi gobierno". El doctor
Alfonsín reconoció también, sin medias tintas, que el país se encuentra "bajo la agresión de
elementos irregulares de filiación ultraizquierdista", con lo cual salió del paso de los sectores que,
desde dentro del Gobierno y fuera de él, se empeñaron inicialmente en disimular una filiación que
resultaba innegable desde el primer instante.

Del discurso presidencial se desprenden algunas consecuencias vinculadas con el acontecimiento


del pasado reciente de los argentinos cuyos ecos no están extinguidos. "Hemos podido repeler este
acto subversivo –dijo el Presidente– porque hubo hombres en disposición y con la decisión de
pelear". Esta expresión podría aplicarse, también, a la lucha que las Fuerzas Armadas sostuvieron
con anterioridad a la restauración del régimen constitucional y el mismo reconocimiento formulado
anteayer por el primer mandatario lo merecen por aquellos hechos del pasado cercano. Porque si es
verdad que en aquella lucha hubo excesos y que los responsables debieron ser juzgados y
condenados –posición que siempre hemos compartido desde esta columna editorial– no es
menos cierto que esos excesos no pueden llevar a ignorar ni los méritos de la defensa contra la
subversión ni la existencia de una guerra que no fue declarada ni iniciada por las Fuerzas
Armadas.

Cuando el Presidente dijo con referencia a los sucesos de La Tablada "...hubo argentinos que
murieron para que otros argentinos pudiésemos mantener nuestra libertad, preservar nuestro
estilo de vida, nuestra convivencia..." bien puede extenderse ese agradecimiento a los hombres de
las Fuerzas Armadas y de seguridad que en los años anteriores al 10 de diciembre de 1983
murieron, igualmente, detrás del mismo objetivo.

El Presidente se refirió, más adelante, al "legítimo orgullo de ver a los hombres del Ejército que
nuevamente han dado prueba fehaciente de su valentía, de su decisión de defender nuestra
independencia y de resguardar, por consiguiente, la soberanía popular". Hay, asimismo, en este
párrafo, una palabra clave: "nuevamente". Quiere decir que se acepta que el lunes último y anteayer
los hombres del Ejército y de las fuerzas de seguridad hicieron lo que ya tuvieron que hacer años
atrás. Es justo, entonces, que el "legítimo orgullo" de que habla el Presidente, sea válido,
también, para las acciones de aquel entonces y no sólo para las de estos días.

Ayer, en La Nación en la página en la cual se transcribe íntegro el mensaje presidencial, se publica


una foto que muestra al Presidente de la República recorriendo las instalaciones del Regimiento 3
Infantería Blindado General Belgrano. Lo rodean, armados, con ropas de combate, en actitud
vigilante, efectivos del Ejército, a modo de muralla humana para protegerlo de eventuales nuevos
disparos como los efectuados poco antes por un francotirador. El simbolismo salta a la vista: el
Presidente encarna la soberanía legítima de orden constitucional y el Ejército es el brazo armado de
la República que lo protege. Así debe ser siempre y cuando las Fuerzas Armadas y de seguridad
entregaban sus vidas en la guerra cruel desatada por la subversión estaban haciendo posible esta
realidad de hoy.

 
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Revista Gente Nº 1227 del 26 de enero de 1989

Reconocimiento

Hoy al mediodía fui a la Tablada. Quienes estuvimos allí, asistimos a un espectáculo


estremecedor. Era una pesadilla. La muerte. Otra vez la muerte. La brutalidad, la barbarie.

A cada metro encontramos expresiones tangibles de la dimensión de la agresión que había sufrido
no sólo un regimiento, sino el conjunto de los argentinos. También a cada momento, recogíamos las
evidencias del coraje de quienes hoy merecen el reconocimiento de la Patria. Hemos podido repeler
este acto subversivo porque hubo hombres en disposición y con la decisión de pelear. Quiero
decirles a ellos que ésta también es mi pelea. Aquí nadie se hará el distraído mientras otros
arriesgan sus vidas. Esta es mi pelea y la conduciré hasta el final…

Todos sentimos un gran dolor y pesar al honrar a quienes dieron sus vidas por la tranquilidad de
todos. Sentimos estupor e indignación frente a la sanguinaria y cruel acción de esos personeros de la
muerte.

Pero al mismo tiempo experimentamos el legítimo orgullo de ver a los hombres del Ejército que
nuevamente han dado prueba fehaciente de su valentía, de su inquebrantable decisión de defender
nuestra independencia y de resguardar, por consiguiente, la soberanía popular.

Como Presidente de la Nación y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas felicito a todos los
hombres del Ejército que han actuado con decisión y coraje para contener la acción de los
delincuentes.

Mi reconocimiento también a las fuerzas de seguridad, particularmente a la policía de la


provincia de Buenos Aires. Y mi solidaridad, que es la de todos los argentinos, con las familias de
los caídos.

(Párrafos del discurso del presidente Raúl Alfonsín, el martes 24 de enero a las 22,55 hs.)

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Revista Gente Nº 1227 del 26 de enero de 1989, Pág. 33

Otra vez el ERP

Una historia de violencia y muerte

Antes del ERP fue el FRIP. En 1963, los hermanos Francisco René y Mario Roberto Santucho,
santiagueños, fundaron el Frente Indoameticano Revolucionario Popular, que daría origen, dos
años después, al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que se autodefinió como
marxista, adherido a la IV internacional trotskista. El 25 de mayo de 1966 –a casi un mes del golpe
de Estado que derrocaría a Arturo Illia– el PRT celebró su primer congreso. Una fracción de ese
partido se apartaría de él en 1968 para unirse al Partido Socialista Argentino que lideraba por
entonces Juan Carlos Coral y para formar, en 1972, el PST, el Partido Socialista de los
Trabajadores. Lo que queda del PRT celebra en 1970 el quinto congreso partidario: es en ese
congreso donde se decide constituir el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), desde ese
momento, "brazo armado del PST".

¿Por qué un ejército revolucionario? Porque los ideólogos del PST consideraban imposible que "el
proletariado conquiste el poder político, sin construir previamente, y mediante la lucha armada, el
partido revolucionario formado por su vanguardia, que lo dirigirá contra el Estado burgués y su
ejército". Los dirigentes iluminados del PST afirmaban que "Tan sólo un partido marxista leninista
podrá acaudillar y dirigir a la clase obrera en una auténtica lucha por la liberación nacional y
social". En ese marco, empezaron a partir de los primeros años de la década del '70, su sangriento
accionar. Hasta la asunción en mayo de 1973 del gobierno constitucional elegido el 11 de marzo de
ese año, el ERP atacó las comisarías 20 y 24 de Rosario; secuestró al cónsul británico y gerente de
Swift de esa misma ciudad, Stanley Silvester; protagonizó una sangrienta fuga de reclusos del penal
de Villa Urquiza, en Tucumán, donde fueron asesinados varios guardiacárceles; asaltó el Banco
Nacional de Desarrollo en Buenos Aires; raptó y asesinó a Oberdam Sallustro, director general de
Fiat Concord y encaró el 16 de agosto de 1972 (en un operativo conjunto de ERP, FAR), una fuga
de detenidos del penal de Rawson.

Entre los subversivos del ERP que fugaron, primero a Chile y luego a Cuba, en esa ocasión,
figuraban los fundadores e ideólogos de la organización terrorista: Mario Roberto Santucho,
Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Mena, Víctor Fernández Palmeiro y Alejandro Ferreira Beltrán.
El 18 de febrero de 1973, un mes antes de las elecciones de ese año, el ERP atacó y copó la guardia
del Comando de Comunicaciones 141 de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada de Córdoba:
hirió a un oficial y a dos soldados y huyó con armas y municiones.

El 6 de setiembre de 1973, ya instalado el gobierno constitucional del peronismo (1973/1976) el


ERP copó el Comando de Sanidad, en Capital Federal. La unidad fue entregada por el entonces
soldado dragoneante Hernán lnvernizzi. Rodeados por la policía y el Ejército, dieron muerte al 2º
jefe del Regimiento 1 de Infantería Patricios, teniente coronel Raúl Duarte Ardoy, antes de
entregarse. El 20 de enero de 1974 el ERP atacó el regimiento 10 de Tiradores Blindados "Húsares
de Pueyrredón" en Azul. Degollaron al conscripto Daniel Osvaldo González y asesinaron al jefe de
la unidad, coronel Camilo Arturo Gay y a su mujer, Hilda Irma Cassaux. El teniente coronel Jorge
Roberto Ibarzábal fue tomado como rehén: sería asesinado tras 10 meses de cautiverio. El 11 de
agosto de 1974 el ERP atacó la fábrica de pólvora y explosivos de Villa María. Allí fue secuestrado
el mayor Argentino del Valle Larrabure, que sería hallado torturado y muerto más de un año
después de su secuestro.

Para entonces, el ERP enfrentaba abiertamente al Ejército en los montes tucumanos. Tenía
establecida allí a la Compañía Ramón Rosa Jiménez, cuyos primeros integrantes se establecieron en
los primeros meses de 1974. La estrategia de la guerrilla rural era lograr "en determinado lapso la
existencia de bases de apoyo y posteriormente de zonas liberadas" para pedir y obtener el
reconocimiento de "un territorio independiente" por parte de las Naciones Unidas. Así se explicaba
en el órgano oficial de prensa de la organización subversiva El Combatiente. El Operativo
Independencia encarado por el Ejército, y ordenado por el gobierno constitucional de entonces,
impidió que se cumpliera la conjura terrorista. En diciembre de 1975, el ERP y Montoneros
intentaron copar el Batallón Depósito de Arsenales Domingo Viejobueno, de Monte Chingolo.
Cayeron en una trampa tendida por el Ejército y fueron diezmados. Tras dos escisiones (una
fracción roja trotskista se separó en 1972 y una peronista, 22 de agosto, lo hizo en 1973); tras la
eliminación de sus máximos jefes a los que sólo sobrevivió Enrique Gorriarán Merlo (Mario
Roberto Santucho fue abatido por el Ejército el 19 de julio de 1976 en Villa Martelli y, junto a él
murieron José Benito Urteaga y Domingo Mena) el ERP se consideraba extinguido, sin capacidad
operatoria.
A 13 años de su accionar delictivo, parece haber reaparecido haciendo gala de la locura criminal
que ensangrentó a la Argentina por más de una década.

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Clarín 29 de enero de 1989

ANTE OTRO PAÍS

Por Joaquín Morales Solá

La ceguera política de los insurgentes, las características mismas del episodio, plantean todavía
interrogantes que los investigadores no pueden responder. Pero, entre todo eso, sobresale la más
tenaz y cruel de las preguntas ¿ha sido sólo un hecho loco y aislado o ha sido, en cambio, el
principio de una ola de violencia cuya dialéctica le dará una dinámica propia a la política?

Con un ejército nuevamente lacerado por muertos y heridos, la administración y los políticos en
general debieron replantear rápidamente su relación con los militares. Ya no es el pasado lo que
signa esa convivencia sino el duelo del presente y el estado de necesidad del que advierte un futuro
incierto.

Una operación supuestamente rápida y no frontal no necesitaba complicar a dos jefe del nivel de
Gorriarán Merlo y Jorge Baños. Si bien la presencia de Gorriarán Merlo es confusa aún, el cadáver
de Baños con las armas en las manos elude toda polémica.

Es un caso sorprendente. Baños había logrado perfilar cierta imagen como abogado defensor de
derechos humanos y se había abierto paso en publicaciones de centro izquierda o de izquierda como
articulista. ¿Por qué mandar al sacrificio a un hombre de esa importancia?

… Recurren al ejemplo de los montoneros, cuando el propio Firmenich debió protagonizar el


secuestro y el posterior asesinato del ex presidenle Aramburu.

Una certeza no es cuestionada por nadie: Gorriarán Merlo fue jefe supremo de esta irrupción
guerrillera con el nombre de guerra de Richard o Ricardo, seudónimo el primero que aparece a la
cabeza del organigrama de la célula hallado entre las ropas de un sedicioso.

La presencia de Gorriarán Merlo ha desdoblado la investigación. Hombre de extrema confianza del


ministro del Interior de Nicaragua y dirigente fuerte del régimen sandinista, Tomás Borge,
Gorriarán fue entrenador del sector del ejército nicaragüense que responde directamente a Borge.

Estupor tras estupor

Ese lunes de lágrimas deparó dos sorpresas al presidente Alfonsín. Una de ellas fue que su gobierno
se encontró jaqueado por la subversión de izquierda; en verdad, la administración demoró muchas
horas en convencerse a sí misma que estaba ante un rebrote del extremismo que asoló la década
pasada.

Para las concepciones políticas del Presidente era imposible que el terrorismo se solazara con un
gobierno de origen democrático. ¿No había visitado él personalmente a Fidel Castro para reclamarle
que frenara el extremismo chileno porque éste le hacía daño al proceso de democratización en el
país de Pinochet?
..... Sin mirar el detallismo legal, creó por sí solo el Consejo de Seguridad que, por primera vez en
cinco años, reúne en un ámbito común a dirigentes civiles y a la cúpula militar.

Ya no había dos Ejércitos como él había dicho apenas días antes. La reaparición del viejo enemigo
abroqueló a los hombres uniformados y quita todo margen a los arabescos internos de unos y otros.
La situación en el Ejército ha entrado en un statu quo que no puede modificarse hasta donde llega la
mirada.

Expresiones oficiales que trabajaron estos días con jefes uniformados dicen que han advertido un
cambio ostensible en ellos: Han encontrado una razón de ser, una mística nuevamente, aseguran.
Señalan, inclusive, que hubo oficiales rebeldes que abandonaron su prisión domiciliaria para
combatir en La Tablada y luego retornar a la anterior condición.

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La Prensa 5 de febrero de 1989

Después de la batalla

Por Horacio Mayorga

Domingo de reflexión

El domingo 29 de enero, día que debió ser de luto nacional para todos los argentinos, según lo pidió
el gobierno, fue también una magnífica oportunidad para reflexionar sobre los hechos que han
lastimado al país más allá de toda ideología.

Fue un horror, pero un horror del que se había advertido al gobierno que podría ocurrir. La
respuesta fue siempre la misma: la democracia hacía imposible la vuelta de la guerrilla, estos
anuncios eran cosas de militares para influir en la búsqueda del poder perdido.

Las FF.AA. fueron denostadas, perseguidas, injuriadas durante cinco años desde el gobierno
y desde la mayor parte de los medios de comunicación, infiltrados por la izquierda.

Los militares y la SIDE

Dentro de esa política un hecho que tuvo fundamental importancia: la exclusión de casi la totalidad
de los militares, retirados o no, que revistaban con enorme antigüedad y experiencia en la Secretaría
de Inteligencia del Estado (SIDE). Fueron reemplazados por los muchachitos del partido y de la
Coordinadora a quienes se envió por pocos meses al extranjero para capacitarlos en la tarea. Para
extirpar todo lo militar del ambiente gubernamental se prohibió la participación de los servicios de
inteligencia de las FF.AA. en el estudio de la situación interna del país. Ese aspecto lo cubriría
solamente la SIDE.

¿Cuál fue el resultado? La sorpresa de La Tablada. El horror. La SIDE no supo nada, no podía
haberlo manejado tampoco, pese a que no le faltaron avisos e indicios de sucesos anormales,
operaciones de ensayo, presencia nueva de guerrilleros viejos… así ocurrió lo que no podía ocurrir.
Daba pena ver a políticos y en especial al vocero presidencial recurrir a eufemismos y divagaciones
tristes para no llamar a los guerrilleros lo que eran: guerrilleros…
Allí estaba Baños, hasta hace poco perteneciente al CELS (Centro de Estudios Legales y
Sociales), camarada de ruta de Zamora, Mignone, Parrilli, Meijide y de otros que ayudaron a
condenar a las FF.AA. como "genocidas", aliados a las Madres de Plaza de Mayo, cuyos hijos en
muchos casos también sembraron el terror. Baños y otros como él colaboraron con la CONADEP
del preclaro Sabato, ayudados por el gobierno para lo que fue realmente una "caza de brujas" para
la familia militar. Lloraban a los desaparecidos que luego aparecieron cuando el terremoto de
México, pero no por Larrabure o Viola o Quijada o el juez Quiroga o peor aún por los cientos de
conscriptos o agentes de policía muertos.

El Presidente y los "carapintadas"

Las revistas mostraron fotos impresionantes. En mi reflexión me detuve en una: la del Presidente
rodeado, protegido, amparado por los "carapintadas" a quienes hubo que recurrir para
tomar el cuartel. ¿ Dónde quedaron los epítetos contra ellos de pocos días atrás?

Dentro del ambiente político surgió entonces otra verdad a medias: "Hoy se ha reprimido
dentro de la ley, mostrando que eso es posible…". Hoy se pudo hacer porque La Tablada no
fue una guerra sino un combate. Hoy el Dr. Alfonsín está sentado donde está porque hubo
muchas Tabladas, muchos muertos, muchos Fernández Cutiellos y conscriptos y suboficiales y
policías que dieron su vida en pos de la victoria final.

Se asustaron los jueces y el Congreso y la población toda. Sabían lo que pasaba y cómo
pasaba, pero nadie quería otra cosa que la victoria sobre el terrorismo a todo trance y de
cualquier forma. Si vuelve esa guerra se volverán a asustar y rogarán que aparezcan unos
pocos que arriesguen su vida para que otro Alfonsín pueda iniciar otro gobierno
democrático… pero restablecida la calma la suerte de los militares será incierta, como lo fue
ayer.

Dos posturas del Presidente me mueven a una respetuosa pero vehemente crítica. La primera,
cuando a la vista de los muertos en La Tablada dijo: No olvidaré jamás lo que vi. Me alegro que
se sienta así hoy, porque parecía que hasta ayer no hubiera reparado en lo que debe haber
experimentado el almirante Lambruschini al rescatar de entre los escombros los restos
deshechos de su hija Paula. Ella pagó por la democracia, por los Alfonsines, por los Caputos, por
los Manzanos y tantos otros.

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Revista Gente Nº 1229 del 29 de febrero de 1989

Carta abierta a un padre que sufre

Ángel Horacio Luque, en la edición anterior de Gente, dijo: "No quiero flores para mis hijos.
Que vayan para los soldados y policías, ellos se las merecen…"

Muy estimado señor Luque:

He leído y releído sus valientes declaraciones periodísticas acerca de las actividades de sus hijos
abatidos en el copamiento de La Tablada recientemente.

Quiero expresarle mi admiración por su madurez y su coraje, y por no tenerle miedo a la realidad.
Asumir esa dolorosa certidumbre exige una alta dosis de hombría y Ud. ha demostrado tenerla.
También quiero disculparme ante Ud. y pedirle perdón, porque no siempre las actividades de un
sacerdote están en consonancia con la misión recibida del Buen Pastor. Ese sacerdote cuya
presencia en el movimiento donde militaban sus hijos le inspiraba confianza y tranquilidad, había
sido privado de toda licencia sacerdotal por nuestro obispo en esta diócesis en 1987. Por entonces,
con ocasión de una vista que este señor hiciera a Campana con fines políticos bajo cobertura de
compromiso religioso, quedó manifiesta su ya conocida militancia y su desprecio por la Iglesia
jerárquica. Cuando reapareció en Zárate, un tiempo después, lo hizo contraviniendo al obispo y a
sus propios superiores religiosos, actitud totalmente esperable. Por todo ello le reitero mis disculpas.

Y también quiero hacerle saber que comparto su perplejidad y su dolor. El sacerdote es padre de
todos: los tranquilos y los traviesos, los mansos y los violentos. Y porque Dios es Padre providente
y misericordioso, y no niega su gracia a los que vuelven a Él, no sabemos si en los últimos instantes
sus hijos no hayan podido arrepentirse. Por ello no podemos dejar de rezar por todos los muertos,
inclusive por los terroristas muertos, no para imitar sus conductas, sino para implorar por su
purificación si murieron arrepentidos. La esperanza de la eterna salvación, la Iglesia no la niega a
nadie, ni a los grandes criminales, ni a los suicidas, ni al mismo Judas. El último momento es de
Dios.

Reciba un fuerte abrazo de este sacerdote, y le prometo a mi regreso visitarlo y estrecharle la mano.
Participe mis respetos a su familia y no deje de encomendarse y de encomendar a los suyos, los
vivos y los muertos, a la Misericordia Divina. Los héroes de La Tablada: militares y policías,
muertos e inválidos, heridos y sobrevivientes merecen todo nuestro reconocimiento, pero no deje de
rezar por sus hijos como yo lo hago, y no vacile en llevarles un día una flor. Que esta cuota de dolor
nos haga a todos más humanos y sinceros, y nos permita sin odios construir una patria donde cada
uno considere a su prójimo con un corazón de hermano.

Lo bendice:

Néstor Daniel Villa

Obispado de Zárate-Campana

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Llamado del jefe de inteligencia del Ejército de los EE.UU

Texto del mensaje militar conjunto enviado por el agregado militar a la embajada argentina en
Washington (EE.UU.) al Estado Mayor General del Ejército Argentino, el 27 de enero de 1989, con
motivo de los sucesos ocurridos en el cuartel del RI Mec.3 en La Tablada

1. Del Pentágono

Llamado del jefe de inteligencia del Ejército de los EE.UU. (Tte. Grl. Weinstein) solidarizándose
con la actitud del Ejército Argentino y transmitiendo palabras de elogio de parte del JEMGE
estadounidense (Grl. Vuono) para el personal superior del Ejército Argentino.

2. De la Junta Interamericana de Defensa (JID)

Durante la sesión del Consejo de Delegados del 26 de enero de 1989 el jefe de la delegación de El
Salvador, Cnl. Ricardo Camizález hizo una moción para rendir un homenaje al Ejército Argentino
por la "valiente y decidida" actitud asumida para derrotar al grupo terrorista que había copado el RI
Mec. 3 de La Tablada.

La moción fue aprobada por la mayoría, absteniéndose México y Venezuela por razones de política
propia.

3. Del presidente de la JID

Llamó al agregado militar argentino en Washington y le expresó que se sentía "alegre y


reconfortado" por lo que había demostrado el Ejército Argentino en capacidad y reacción ante los
hechos ya señalados. Expresó además que "Estoy orgulloso, como soldado, de tener militares de la
calidad del Ejército Argentino".

4. Otras consideraciones

En la reunión organizada por el Pentágono para presentar las actividades de la Guardia Nacional el
26 de enero de 1989 a los agregados militares acreditados, la mayor parte de ellos expresaron:

Solidaridad con el Ejército Argentino y pesar por las víctimas producidas.

Sorpresa por la violenta explosión subversiva, ya que cre ían que la misma ya no existía en la
Argentina.

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El Times en juicio a la subversión

A modo de epílogo de lo que fue y produjo la subversión terrorista en la República Argentina,


especialmente en la década del '70, transcribimos a continuación el juicio que sobre dichas
organizaciones emitió el diario The Times en Londres en diciembre de 1977 y que fuera
publicado por La Nación a fines de dicho año.

El siguiente comentario ha sido efectuado por este periódico, el más antiguo del mundo, el cual
acredita lo siguiente:

"...Se ha olvidado en el extranjero que cuando los militares argentinos lanzaron su campaña
contra el terrorismo, en marzo de 1976, la sociedad y el Estado estaban al borde del colapso, que
el terrorismo comenzó al final de los años 61 y había alcanzado proporciones que hacen los
secuestros en Alemania Occidental y los disparos a las piernas de Italia como juegos de niños
contra la sociedad.

En parte porque tuvo muchos otros problemas, la Argentina fue lenta para responder
decisivamente al terrorismo, aún después de varios secuestros y asesinatos tan renombrados
como el del señor Schlever. Los del ex presidente general Pedro Aramburu, por los Montoneros
en 1970, y el señor Oberdan Sallustro, el jefe de FIAT en la Argentina, por parte del trotskista
ERP en 1972, son sólo ejemplos.

Cuando la respuesta vino, mucha sangre se había derramado como para esperar demasiada
cautela en la misma.
Los terroristas italianos y germano occidentales no pueden ser comparados con la fuerza y la
ferocidad de los dos grupos argentinos, ambos actualmente casi aniquilados...

Los terroristas de la Argentina –agrega Times– casi controlaron el corazón de una provincia
montañosa, asaltaron cuarteles militares y una capital provincial armas en mano, y virtualmente
tomaron, a veces, distritos enteros de ciudades.

Ellos "ejecutaron" a 14 oficiales del Ejército en las calles durante 1974 mientras un gobierno
elegido democráticamente estaba en el poder, secuestraron a centenares de hombres de negocios,
balearon a muchos líderes sindicales y sacerdotes opuestos a su acción, y durante seis años
estuvieron colocando bombas en cafés, hoteles, supermercados, diarios, fábricas, exposiciones,
instalaciones militares, elevadores de granos, aeropuertos, casas de familia y estaciones de
policía.

Esto contribuye a explicar la falta de preocupación pública local por los 7000 u 8000 terroristas
muertos o capturados por los militares, los otros miles de horribles "desapariciones", las torturas
y las ejecuciones sumarias.

Los guerrilleros ayudaron a hacer de todo esto una rutina aquí, y una sociedad cansada,
frustrada, corrompida por tamaña violencia, no es capaz, probablemente, de otra clase de
respuesta.

El gobierno militar argentino argumenta que el terrorismo ataca los derechos humanos, y que
los gobiernos que restauran el orden están fundamentalmente protegiéndolos.

Cuando Amnesty International publicó su informe de 92 páginas sobre la represión en la


Argentina, un editor de un diario inglés de aquí comentó:

si ellos hicieran un informe sobre las atrocidades terroristas, probablemente sería mucho más
voluminoso.

Pero Amnesty dedicó seis líneas a los seis años de atrocidades guerrilleras, describiéndolas como
"actos de violencia o bien como "incursiones temerarias".

Los propagandistas de los terroristas han presentado ese informe como si fuese la verdad, toda la
verdad, y nada más que la verdad sobre la situación argentina".

La Nación, 2 de diciembre 1977

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