Política y Poder
Política y Poder
Política y Poder
“Política” y
“Poder” son conceptos
polisémicos, es decir,
poseen varias
definiciones de acuerdo
a la perspectiva desde la
cual se los aborde. Sin
embargo, en base a todo
lo discutido alrededor
de éstos y a pesar de los
desacuerdos existentes
entre los politólogos, es
Pericles (495 a. C – 429 a. C) exponiendo en el Ágora ateniense.
posible dilucidar qué Recuperado de https://historiageneral.com/2009/05/20/pericles-el-
gran-lider-de-atenas/ [13-03-20]
elementos básicos tienen
para llegar a conclusiones más claras.
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La Antigüedad fue un periodo que los historiadores consideran que va desde la aparición de las primeras
formas de escritura alrededor del 3000 a. C hasta la disolución del Imperio Romano en el 476. Sin
embargo, al referirnos al origen de las polis griegas y su apogeo como forma de vida, estamos haciendo
referencia al periodo comprendido aproximadamente entre el 900 a. C y el 300 a. C.
humanos se instituyen de la forma que mejor les convenga. En este sentido, lo ideal
sería que ésta organización se haga apuntando al Bien Común. Hoy en día, la manera
más generalizada de administración política se basa en gobiernos democráticos con una
Constitución que impone un orden y obligaciones pero que, a su vez, brinda derechos y
garantías. En palabras del politólogo italiano Norberto Bobbio (1998),
Ahora bien, ¿cómo hacen los políticos para gobernar? Aquí entra en escena la
noción del “Poder”. Se trata de un concepto amplio porque puede variar de acuerdo a
los diversos aspectos de la realidad. El poder se trata de la capacidad de un individuo
para hacer algo. El desarrollo de la actividad política se da mediante la formación,
distribución y el ejercicio del poder. Éste tiene tres aspectos:
1. Poder económico: son el conjunto de los bienes con los que cuenta una
persona, lo cual, da poder sobre aquellos que no los tienen.
2. Poder ideológico: refiere a aquellos conocimientos, ideas o formas de saber
que permiten ejercer influencias sobre aquellos que no los tienen para afectar
sus formas de actuar.
3. Poder político: es el que posee los medios de coacción, es decir, el uso de la
fuerza para regular la conducta de aquellos que no los tienen.
Llegados a este punto, surge otra pregunta: ¿es suficiente la fuerza para
persuadir a sus destinatarios de obedecerlo? Para responder, debemos explicar el
concepto de “legitimidad” y “legalidad”. Ambos son similares pero no son lo mismo.
Por un lado, la legitimidad refiere a la aceptación que las personas pueden tener
hacia algo. Por otro, la legalidad implica aquello que está en el marco de la ley y es
reflejo de los valores y creencias de una sociedad. Este último elemento es lo que
garantiza que las personas obedezcan una decisión gubernamental por aceptación y no
por obligación. Sin embargo, lo legal puede no ser completamente legítimo por el
conjunto total de los individuos. La aplicación de la fuerza por parte de un Estado y un
gobierno, no es suficiente para que la sociedad considere legítimo el poder político.
Podemos ubicar dos principios que justifican el poder: