Demanda Por Daños Dpto
Demanda Por Daños Dpto
Demanda Por Daños Dpto
RUT : 16.264.925-6
S. J. L. EN LO CIVIL DE SANTIAGO
I. ACLARACIÓN PRELIMINAR
II. ANTECEDENTES
Los departamentos fueron adquiridos por los propietarios durante el año 2019 y,
desde aquel momento, se han presentado múltiples fallas derivadas de problemas en la
construcción. Así, los demandantes han sufrido daños y molestias de diversa magnitud en
cada uno de sus departamentos, tales como filtraciones de agua, malos olores, problemas en
el piso, entre otros. Al mismo tiempo, las áreas comunes exhiben problemas análogos, a raíz
de los defectos que se explicitarán más adelante en este escrito.
Las conversaciones con la contraria han sido contantes, siendo las últimas en el mes
de agosto de este año. Se hace presente que las lluvias del mes de julio han dejado a los
departamentos en un estado deplorable, así, los comparecientes, quienes ya tenían que
soportar humedad en sus viviendas, han debido soportar que ahora se hayan mojado por
las lluvias pasadas.
En segundo lugar, había enchufes inútiles, es decir, que sólo tenían la apariencia de
ser tales, pero luego de conversar esta situación, fueron reparados por la constructora.
El piso, por otra parte, se encuentra descuadrado, por lo que los muebles se han
desplazado y exhiben un desnivel que ha provocado diversos inconvenientes: algunos
artefactos que se han caído con diversa fortuna, rompiéndose y quedando inutilizados en
algunos casos. Las cerámicas, tal vez por el mismo problema del suelo, se hallan en mal
estado.
Todos estos problemas también se han traducido en el sufrimiento de accidentes. Por
ejemplo, en octubre del 2020, la suegra del demandante se encontraba en la cocina y, al
hallarse en el espacio que existe entre la encimera y la campana de la cocina, una tabla mal
puesta se desprendió del mueble y golpeó fuertemente sus manos, provocándole un fuerte
dolor y que le impidió cocinar. Por lo demás, debido a esta situación, se descubrió que la
encimera estaba mal instalada por lo que, nuevamente, la empresa debió enviar a alguien
para repararla.
Por otra parte, el ventanal y las ventanas, se encuentran descuadrados, por lo que
durante los inviernos se siente un intenso frío, a causa del viento que ingresa por los
recovecos de la instalación.
Finalmente, cabe agregar que los problemas relativos a la habitación de los espacios
del edificio no se agotan al interior del departamento, dado que tampoco se ha logrado hacer
uso áreas comunes que también presentan diversos defectos que impiden su utilización.
Finalmente, se hace presente que las rejillas que daban al desagüe, en el sector del
estacionamiento, se encontraban sueltas por lo que se dañó su vehículo. Mediante
conversaciones telefónicas, el Gerente General Sr. Patrick Mihalicka le informó que se harían
cargo de la reparación del vehículo, e incluso le solicitó 2 presupuestos de reparación, los
cuales se le hicieron llegar a través de WhatsApp, pero, posteriormente, se retractaron. Por
esta razón, el demandante tuvo que vender su vehículo a un valor bastante inferior al precio
de mercado.
Para empezar, el dormitorio principal, que cuenta con una terraza, posee un ventanal
que se encuentra descuadrado, lo que impide que cierre adecuadamente y quede hermético,
entrando fuertes corrientes de aire.
Las paredes del departamento también presentan desperfectos, dado que la pintura
se descascara sólo con colgar objetos livianos, como, por ejemplo, colgar paños de cocina,
las paredes no tienen anclaje. El cielo del departamento es raso y también se descascara.
Al igual que en los casos anteriormente descritos, el departamento cuenta con piso
flotante mal instalado, dado que se encuentra levantado, tanto en los dormitorios, el pastillo,
como los espacios comunes. De ahí que la demandada debiera concurrir a cambiarlo en tres
ocasiones sin lograr arreglar el problema de manera óptima. En el caso del piso de la cocina,
aun cuando no es del mismo material, también se encuentra levantado. En la entrada
principal el piso se encuentra levantado y además roto.
El baño principal presenta problemas en las cerámicas ya que están solapadas, tanto
las de las paredes como las del piso; existen filtraciones en el borde del mueble del vanitorio
y, desde que se recibió el departamento, las tapas del baño se encuentran en mal estado. Por
su parte, el baño de visitas presenta problemas similares en relación con las cerámicas
solapadas y, según lo mencionado, la tapa del baño en mal estado.
La pintura del departamento se descascara con facilidad, no sólo al colgar cosas
(como un cuadro pequeño), sino también al pegar adhesivos (como huinchas “masking
tape”). La pintura de la cocina tiene las mismas fallas y ni siquiera se pueden colgar paños
de cocina. El cielo es raso y las paredes no tienen anclaje, por lo demás, las terminaciones
que separan el cielo del piso son deficientes.
Otro gran problema que presenta el departamento son las conexiones eléctricas. En
la habitación secundaria hay problemas en el soporte eléctrico, lo que ha ocasionado que se
quemen distintos equipos electrónicos, entre estos se encuentran: un computador, una
consola de Nintendo y dos celulares. A pesar de que la compareciente avisó de esta situación
a la contraria y pidió que le pagaran los productos, ésta no lo ha hecho. En dos
oportunidades el termo hizo cortocircuito (salía humo y había olor a quemado) se llamó a
la inmobiliaria quienes realizaron una reparación superficial y riesgosa, conectando el termo
directamente a al automático de la electricidad.
Finalmente, la bodega se inundó dos veces por aguas lluvias, toda vez que tiene un
mal sistema de cierre. En las dos ocasiones se tuvo que sacar todo de la bodega, se
estropearon distintas cosas: un órgano musical, dos notebooks, carteras, botas y zapatos,
además artículos de valor sentimental; los artículos eléctricos se echaron a perder, mientras
que las otras cosas se llenaron de hongos por lo que hubo que botarlas.
Según las estimaciones del contratista, los trabajos tardarían dos meses, plazo en el
cual los comparecientes deberán vivir en otro lugar para lo cual debe alquilar un
departamento por este tiempo. El valor que se calculó por concepto de arriendo es el mismo
para cada demandante, pues todos tienen departamentos de características similares (dos
habitaciones y dos baños).
Se calcula que el arriendo de un departamento por dos meses alcanza $1.800.000, este
monto se calculó al promediar valores de departamentos de la página web “Airbnb”. Todos
los departamentos fueron cotizados en la comuna de La Florida y cuentan con características
similares a los de su actual vivienda. Se hace presente que la cotización se realizó entre las
fechas del 05 de septiembre al 05 de noviembre, ambas del 2022, por buena fe esta parte
escogió esas fechas, ya que haberlo hecho en temporada de verano habría subido mucho los
costos, asimismo, y amparándonos en el principio de la buena fe no se cotizó hoteles ya que
el valor sería bastante superior. Se hace presente, además, que esta página contiene
departamentos que pueden ser arrendados por un tiempo breve, no como en los arriendos
comunes que, por lo general, tienen duración de un año. Sin perjuicio de todo lo anterior, si
pensáramos en un arriendo común habría que pagar los dos meses de renta más un mes de
garantía, lo que genera un gasto bastante similar al ya señalado.
El daño emergente será detallado para cada uno de los demandantes más adelante,
sin embargo, a cada monto se le sumará $1.800.000 correspondiente a la renta que deberán
pagar durante los dos meses que duren las reparaciones.
En relación al daño moral, éste puede presumirse, toda vez que las personas que
ahora ejercen su pretensión se han visto fuertemente perjudicadas al tener que vivir en
condiciones que no iban acorde a las expectativas que tenían al momento de comprar
departamentos nuevos, los que prometían ser de un alto estándar de calidad. Así, los
comparecientes han tenido que soportar todo tipo de incomodidades derivados de los
defectos en la construcción, asimismo, el hecho de que la contraria no se haga responsable
de las reparaciones que por derecho corresponden es lo que hizo menester el tener que llegar
a estas instancias para exigir sus derechos; las reparaciones ineficientes hicieron que los
demandantes perdieran tiempo y algunas posesiones.
El daño moral demandado por cada uno de los demandantes alcanza $80.000.000,
este monto engloba los múltiples malestares que han sufrido durante más de dos años,
malestares que son consecuencia inmediata y directa de las deficiencias en la construcción
del edificio y que se detallarán en lo sucesivo.
Daño emergente
Los problemas son múltiples, dentro de los más evidente y que fueron constatados
como tales por el contratista son:
- Cambio de cielo de todo el departamento
- Cambio puertas todos los closets, además de las corredoras
- Cambio salida extractores de los baños.
- Cambio de todo el piso.
- Cambio de ventanales termopaneles
- Pintura en todo el departamento.
Además, se debe revisar el sistema eléctrico, pues si bien es cierto que al ducharse
ya no le da la corriente, el arreglo que se hizo no es el óptimo.
Daño moral
Por otro lado, y mucho más importante, son las dificultades producidas por los
desperfectos eléctricos. En efecto, según se relataba, al demandante le dio la corriente en
más de una oportunidad mientras se duchaba, por lo que optaron por realizar esta actividad
en la casa de un familiar que vive en las cercanías hasta que lograron obtener algún tipo de
arreglo por parte de la empresa.
Daño emergente
• Reparación departamento
Parte del monto por concepto de daño emergente se calculó en $20.000.000, monto
que corresponde a los materiales que se deben utilizar, la mano de obra que incluye el retiro
de escombros. El contratista realizó las siguientes observaciones concernientes a las
reparaciones necesarias:
Daño moral
Sin perjuicio de lo anterior, tuvo que soportar que le diera la corriente en la ducha
durante tres meses, situación que no sólo produce incomodidad, sino también dolor y
miedo, al no tener certeza de que pueda electrocutarse al algún momento.
En relación al punto anterior, debemos hacer presente el artículo 2331 del Código
Civil, el cual excluye la reparación del daño moral cuando el fundamento de éste son las
deshonras. Sin perjuicio de ello, debemos hacer presente que esta norma ha sido objeto de
múltiples críticas y el Tribunal Constitucional en reiterados fallos ha establecido que esta
norma no tendría aplicación puesto que la indemnización por daño moral sería la idónea
para la reparación de las imputaciones al honor, ya que el perjuicio que le genera a la
víctima, por lo general, será extrapatrimonial.
En las mismas, este Tribunal ha declarado inaplicable, ya total, ya parcialmente, el precepto ahora
impugnado;”
SÉPTIMO: También en las sentencias roles N°s 943-08 y 1.185-09, esta Magistratura
reflexionó sobre la naturaleza del derecho a la honra, contemplado en el Nº 4° del artículo 19 de la
Carta Fundamental, concluyendo que el derecho a la honra, cuyo respeto y protección la Constitución
asegura a todas las personas, alude a la “reputación”, al “prestigio” o el “buen nombre” de todas las
personas, como ordinariamente se entienden estos términos, más que al sentimiento íntimo del propio
valer o a la dignidad especial o gloria alcanzada por algunos. Por su naturaleza es, así, un derecho
que emana directamente de la dignidad con que nace la persona humana; un derecho personalísimo
que forma parte del acervo moral o espiritual de todo hombre y mujer, y que no puede ser negado o
desconocido por tratarse de un derecho esencial propio de la naturaleza humana.
OCTAVO: En definitiva, el artículo 2331 del Código Civil restringe la tutela civil por
responsabilidad en la lesión deliberada o negligente del derecho a la honra de otro, dando lugar a
indemnización únicamente por aquellos daños que pueda probarse que produjeron un
empobrecimiento patrimonial de la víctima y prohibiendo la indemnización pecuniaria del daño
exclusivamente moral ocasionado por imputaciones injuriosas contra el honor o el crédito de una
persona, aun cuando dicho daño estuviere, a juicio del juez de la causa, suficientemente probado; (…)
En suma, el artículo 2331 no debe tener aplicación en autos, toda vez que es una norma
excepcional respecto a la normativa que regula la materia de autos, por lo que debe preferirse
esta última sobre la primera. Asimismo, es una norma que transgrede los derechos
consagrados en nuestra Constitución y, por tanto, procede la indemnización moral.
Por estas consideraciones y los perjuicios causados se avalúa el daño moral producto
del desprestigio en $10.000.000.
- Verónica Hernández
Daño emergente:
Los problemas son múltiples, dentro de los más evidente y que fueron constatados
como tales por el contratista son:
Departamento:
- Cambios cerámica del baño principal y cambio de planchas de volcanitas.
- Cambio total de piso flotante.
- Cambio de todo el cielo del departamento.
- Pintura todo el departamento.
- Cambiar ventanales termopanel
- Cambio de puertas de closet y corredoras.
Bodega.
- Cambio de puerta y reparación de los marcos.
- Reparación de todos los muros interiores.
- Reparación cielo.
- Reparación del suelo
- Pintura general.
Otras pérdidas
Para culminar con el daño emergente, debemos tener presente que a la demandante
se le ha inundado la bodega en dos ocasiones, inundaciones que hizo que se perdieran
distintas pertenencias que se avalúan en $1.500.000.
Daño moral
Verónica ha sufrido en términos análogos a los otros demandantes, sin embargo, ella
además ha debido lidiar con la indolencia y la falta de respuestas por parte de la inmobiliaria
de manera particular. En efecto, además de la decepción que significó solicitar la reparación
de un espejo para darse cuenta de que el embaldosado ni siquiera había sido completado, a
la fecha se ha encontrado con una absoluta falta de respuesta para volver a instalar este
elemento en la pared de su baño.
Reparación departamento
Los problemas son múltiples, dentro de los más evidente y que fueron constatados
como tales por el contratista son:
Las fallas señaladas anteriormente sólo son las más visibles, sin embargo, es
menester revisar exhaustivamente, sobre todo en lo concerniente a desperfectos eléctricos,
pues, como ya se mencionó, ya se le han quemado aparatos electrónicos tales como celulares
y computadores. Este problema debe ser subsanado por el riesgo que presenta la
electricidad.
Bodega
- Cambio de puerta y reparación de los marcos.
- Reparación de todos los muros interiores
- Reparación cielo.
- Reparación del suelo.
- Pintura general.
Otros daños:
Daño moral
Como se desprende del relato de la compareciente, su departamento ha presentado
diversos desperfectos eléctricos, que no sólo repercuten en una serie de pérdidas materiales,
sino en la imposibilidad de llevar una vida tranquila. En efecto, la cantidad de aparatos
quemados no permite confiar en las instalaciones básicas necesarias para llevar una vida
con normalidad, como lo haría cualquier persona en condiciones normales. Más aún, existe
el temor fundado de que en cualquier momento un aparato quemado pueda producir un
incendio y una tragedia mayor, lo que por supuesto implica un daño de orden emocional y
psicológico.
1 Corte Suprema, Gustavo Rementeria Rojas y Otros con Terranorte S.A, No. 5905/2007 (Enero de 2009).
2 Hernán Corral Talciani, “Responsabilidad civil en la construcción de viviendas: Reflexiones sobre los regímenes
legales aplicables a los daños provocados por el terremoto del 27 de febrero de 2010”, Revista chilena de derecho 37, no
3 (diciembre de 2010): 460, https://doi.org/10.4067/S0718-34372010000300003.
3 Carlos Pizarro Wilson, “Daños en la construcción, fuerza mayor y terremotos”, Revista de derecho (Valparaíso), no 34
Si bien las disposiciones que se invocan no exigen culpa, son claras en señalar que,
aquello que da origen a la responsabilidad del artículo 18 de la Ley General de Urbanismo
y Construcción, son “todos los daños y perjuicios que provengan de fallas o defectos” de la
construcción, abarcando los que se produzcan “durante su ejecución o después de
terminada”. De estos daños ya se ha dado cuenta en el relato de los demandantes. Por lo
demás, en la etapa probatoria correspondiente se acreditará la existencia de estos defectos
mediante actividad pericial.
Esa prueba –de naturaleza técnica–, que exigen ambos preceptos, deja en
condiciones al adquirente de reclamar la reparación en naturaleza o por
equivalencia y cualquier otro perjuicio que pueda derivarse.4
Así las cosas, las cosas, por ahora basta tener presente el relato de los demandantes.
c. Daños y perjuicios
En cuanto a los daños provocados, basta con estarse a los hechos relatados y a los
antecedentes que se acompañarán en la oportunidad procesal correspondiente para
acreditarlos, sin embargo, vale la pena detenernos en ciertos puntos de derecho que serán
relevantes para su apreciación conforme a las reglas respectivas.
En cuanto al daño moral, respecto del cual no cabe duda de que resulta indemnizable
en el régimen que se invoca, nuestra jurisprudencia ha señalado que:
En este sentido, no cabe duda de que los daños que se mencionan en el apartado
relativo a las circunstancias fácticas que fundan la acción, son tales, y se han prolongado
Ocurre, sin embargo, que por la naturaleza del daño moral, que significa
una afectación en la esfera extra patrimonial de la víctima, el tribunal ha
de establecer su procedencia a través de una prueba indirecta, en la
medida que se trata de apreciar el dolor, aflicción o perturbación que el
o los hechos le han ocasionado y la forma en que le han impactado.
Y agrega que:
El punto relevante, en este sentido, se halla en que los defectos que se acusan
presentan la magnitud suficiente como para presumir razonablemente que la prueba
rendida para acreditarlos cumple a su turno la función de demostrar las dificultades,
sufrimientos, dolores y perturbaciones que relatan los demandantes, y que constituyen el
daño moral cuya indemnización se requiere. De esta suerte, si bien existen dificultades para
dar cuenta de los estados psicológicos de las personas, resulta posible presumir que se
producen daños graves, de naturaleza extra patrimonial, en las circunstancias materiales
que se constatan. Estos daños constituyen las consecuencias negativas que sufriría cualquier
persona puesta en el lugar de los demandantes, en tanto se vería imposibilitada de desplegar
una vida con normalidad a causa de las diversas fallas del edificio y la mala calidad de lo
construido.
d. Causalidad
Finalmente, corresponde dar cuenta del vínculo causal existente entre los daños cuya
reparación se demanda, toda vez que acreditadas las fallas y defectos de la construcción, así
como los daños cuya reparación se alega, la única excusa posible para la demandada
consiste en sostener que los primeros no tienen origen en los segundos. Como ha sostenido
nuestra excelentísima Corte Suprema:
Con todo, como se dará cuenta a continuación, dicha excusa no resulta aplicable en
la presente acción, por cuanto existe claridad en lo que respecta al vínculo causal, tanto en
Tratándose de una pluralidad de daños que se alegan, no cabe duda de que todos de
ellos constituyen una consecuencia empírica natural de las fallas en las construcciones, en
el sentido de que estos defectos aparecen como un eslabón constitutivo al interior de la
cadena de hechos que desemboca en los sufrimientos que se alegan, tanto a nivel
patrimonial como extra patrimonial. En lo que respecta a los primeros, el vínculo resulta
más bien trivial, por cuanto los defectos en las construcciones han requerido una serie de
desembolsos pecuniarios que no habrían sido necesarios si el edificio cumpliera con las
exigencias de calidad. En cuanto a los segundos, la relación sigue siendo suficientemente
clara, dado que las afectaciones de salud provocadas por el frío y la humedad, o los malos
olores que impiden desarrollar una vida con normalidad, así el deterioro estético de los
espacios en los que los habitantes deben pasar la mayor parte de su tiempo, son todos
consecuencia de los defectos de construcción.
Por otro lado, el elemento normativo de la causalidad suele estar asociado a la idea
de que los daños que se imputan causalmente deben ser directos. Este carácter directo, sin
embargo, resulta en cierta medida problemático porque constituye una valoración de los
8 Enrique Barros Bourie, Tratado de la responsabilidad extracontractual (Editorial Jurídica de Chile, 2009), 373.
hechos naturales y no una mera constatación respecto de lo que tiene lugar en el mundo. A
partir de lo anterior, la teoría más aceptada para determinar el carácter directo de este daño
se asocia con la “causa adecuada”
Así las cosas, formulamos la pregunta de si concurre algún elemento que pudiera
tornar inverosímiles los daños que se describen, en tanto consecuencias de las fallas en la
construcción que se observan, y la respuesta es un no rotundo. La circunstancia de que los
daños sean tantos y que repercutan en tantas personas, se explica precisamente en la
gravedad de los defectos y, en caso alguno, dice relación con elementos externos que
pudieran interrumpir la cadena de causalidad. En el curso ordinario de las cosas, cualquier
observador experimentado podría comprender que los daños, patrimoniales y extra
patrimoniales, se explican por las fallas del edificio, desde los desniveles en el piso, hasta la
ventilación defectuosa, pasando por los espacios que se llueven y la humedad, que repercute
en un malvivir y la afectación de la salud de los demandantes.
En suma, y a modo de resumen, los daños que experimentó cada compareciente son:
$1.800.000 (bienes
destruidos)
Andrea Reyes $12.000.000 (reparación $80.000.000
departamento y bodega)
$1.800.000 (arriendo dos
meses) $96.800.000
$3.000.000 (bienes
destruidos)
POR TANTO, y en virtud de los argumentos, normas legales citadas y demás pertinentes,
1. $96.800.000 a don Boris Paredes Bustos, que comprende: $80.000.000 por daño moral
y $16.800.000 por daño emergente;
2. $158.800.000 a don Marco Canales Tapia, que comprende: $130.000.000 por daño
moral y $28.800.000 por daño emergente;
3. $100.600.000 a doña Verónica Hernández Torres, que comprende: $80.000.000 por
daño moral y $20.600.000 por daño emergente; y
4. $96.800.000 a doña Andrea Reyes Hernández, que comprende: $80.000.000 por daño
moral y $16.800.000 por daño emergente.
En subsidio de los montos anteriores, los montos que S.S. estime conforme a principios de
justicia y equidad, todo con intereses, reajustes y costas.
PRIMER OTROSÍ: Sírvase S.S. tener por acompañados los siguientes documentos, con
citación:
1. Mandato judicial suscrito mediante escritura pública por doña Andrea Reyes
Hernández, con fecha 01 de octubre del año 2021 en la Notaría Luis Alberto
Maldonado Concha, anotado bajo el repertorio 1990-2021.
2. Mandato judicial suscrito mediante escritura pública por don Marco Canales Tapia,
con fecha 07 de marzo de 2022, en la Notaría Jorge Andres Ossa Cuevas, anotado
bajo el repertorio 7652 - 2022.-
TERCER OTROSÍ: Sírvase S.S. tener presente que los comparecientes Boris Paredes Bustos
y Verónica Hernández Torres designamos patrocinante y conferimos poder a la abogada
habilitada para el ejercicio de la profesión doña VIVIANA PAREDES MARTÍNEZ, cédula
de identidad 18.569.280-9, correo electrónico vivianaparedesmartinez@gmail.com
asimismo, conferimos poder al abogado habilitado para el ejercicio de la profesión don
HERNÁN GÓMEZ YURI, cédula de identidad 19.124.468-0, correo electrónico
hgomezyuri@gmail.com, ambos domiciliados en Doctor Sótero del Río 326, oficina 707,
comuna de Santiago.
CUARTO OTROSÍ: Sírvase S.S. tener presente que, yo, Viviana Paredes Martínez, en mi
calidad de abogada habilitada asumo el patrocinio de esta causa y retengo el poder que me
ha conferido doña Andrea Reyes Hernández y don Marco Canales Tapia, según consta en
los mandatos judiciales acompañados en el segundo otrosí de este escrito. Asimismo, dicha
escritura otorga poder al abogado Hernán Gómez Yuri, ya individualizado, para que actúe
conjunta o separada, indistintamente, con esta patrocinante en la tramitación de los
presentes autos.