SU074-20 Fertilización in Vitro
SU074-20 Fertilización in Vitro
SU074-20 Fertilización in Vitro
Magistrada Ponente:
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Antonio José Lizarazo Ocampo, Gloria Stella Ortiz Delgado, Cristina Pardo
Schlesinger y José Fernando Reyes Cuartas, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, ha proferido la siguiente
SENTENCIA
1 El expediente de la referencia fue seleccionado y repartido a la Magistrada Ponente por la Sala de Selección
Número Nueve de la Corte Constitucional en sesión del 27 de septiembre de 2016, de acuerdo con dos
criterios orientadores del proceso de selección de carácter objetivo denominados “asunto novedoso” y
“exigencia de aclarar el contenido y alcance de un derecho fundamental.”
2 Reglamento Interno de la Corte Constitucional (Acuerdo 02 de 2015). “Artículo 61. Revisión por la Sala
Plena. Cuando a juicio de la Sala Plena, por solicitud de cualquier magistrado, un proceso de tutela dé lugar
a un fallo de unificación de jurisprudencia o la transcendencia del tema amerite su estudio por todos los
magistrados, se dispondrá que la sentencia correspondiente sea proferida por la Sala Plena”.
3 La Sala de Selección Número Once escogió los expedientes de la referencia de acuerdo con el criterio de
selección “unificación de jurisprudencia”.
4 La Sala de Selección Número Uno escogió el expediente de la referencia de acuerdo con el criterio de
selección “unificación de jurisprudencia”.
5 Dicha circunstancia fue informada a la conjuez mediante oficio de 4 de agosto de 2017.
5
ADVERTENCIA PRELIMINAR:
De acuerdo con el artículo 34 del Decreto 2591 de 1991, la Sala Plena procede
a dictar la sentencia correspondiente, con fundamento en los siguientes
I. ANTECEDENTES
Cuadro No. 1. Resumen de los aspectos más relevantes expuestos por las
actoras
16 El centro educativo propendió por evitar el uso del término infertilidad y sustituirlo por la expresión
“disfunción reproductiva” (Folio 197 del Cuaderno No. 1 C.C.).
17 El Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá)
aclaró también que la clasificación que distingue entre infertilidad originaria y derivada “no es la utilizada en
la mayoría de las escuelas”. Igualmente, insistió en que “el término infertilidad derivada no es sinónimo de
secundaria”. En este sentido, “la infertilidad primaria se refiere a la pareja que nunca ha logrado alcanzar y
desarrollar el embarazo, en un tiempo razonable de 2 años y la infertilidad secundaria hace referencia a la
pareja que no logra alcanzar y desarrollar el embarazo en el tiempo razonable de dos años cuando ha
existido embarazo o hijos previamente, en la misma pareja”. (Folio 197 del Cuaderno No. 1 C.C.).
18 Folio 197 del Cuaderno No. 1 C.C.
19 Folio 198 del Cuaderno No. 1 C.C.
14
fecundación. Por ende, “la denominación más técnica, real y quizás la más
utilizada es fertilización in vitro” 20.
Para terminar, recalcó que los riesgos del tratamiento de fertilización in vitro
son: embarazo múltiple, síndrome de hiperestimulación ovárica y embarazo
extrauterino.
Además, aclaró que las tecnologías que no se financian con cargo a la UPC no
se consideran exclusiones pues estas se encuentran señaladas por el artículo
15, tal como fue expuesto anteriormente. De esta manera, sostuvo que tanto
las tecnologías cuya subvención se realiza mediante el Plan de Beneficios en
Salud con cargo a la UPC como aquellas que no son sufragadas a través de
tales recursos, se encuentran dentro de los beneficios integrales que deben
prestarse a todo usuario para lograr la promoción, prevención, atención y
rehabilitación en salud de todos los colombianos.
26 La contestación del Ministerio de Hacienda y Crédito Público obra a folios 356 y 357 del Cuaderno No. 1
C.C.
27 Folios 356 y 357 del Cuaderno No. 1 C.C.
28 Con base en esta disposición, en ningún caso podrán destinarse los recursos públicos asignados a la salud a
financiar servicios y tecnologías en los que se advierta alguno los siguientes criterios:
“a) Que tengan como finalidad principal un propósito cosmético o suntuario no relacionado con la
recuperación o mantenimiento de la capacidad funcional o vital de las personas;
b) Que no exista evidencia científica sobre su seguridad y eficacia clínica;
c) Que no exista evidencia científica sobre su efectividad clínica;
d) Que su uso no haya sido autorizado por la autoridad competente;
e) Que se encuentren en fase de experimentación;
f) Que tengan que ser prestados en el exterior.”
17
En primer lugar, se señala que la infertilidad puede ser tratada a través de tres
tipos de mecanismos: (i) medicamentos32, (ii) intervenciones quirúrgicas33; y
(iii) tratamientos de reproducción asistida (TRA), de los cuales se ocupa el
referido AIF. A continuación, se describen las tecnologías que, en particular,
serán objeto de evaluación, las cuales son: (i) la inseminación
artificial/intrauterina (IIU) homóloga, esto es, con semen del cónyuge o de la
pareja (IAC) o heteróloga, es decir, con semen de donante (IAD) 34; y (ii) la
fertilización in vitro (FIV), que puede incluir la técnica de inyección
intracitoplasmática de esperma (ICSI)35.
29 En el documento anexo a la Resolución 5975 de 2016 denominado “Cobertura Plan de Beneficios en
Salud con cargo a la UPC”, se registra la siguiente situación para los Tratamientos de Reproducción Asistida:
se encuentran en la categoría de “otros procedimientos de reproducción asistida”, con el estado “no
cubierta.” Igualmente, como subcategorías se incluyen “inseminación artificial” y “fecundación
[fertilización] in vitro” que también figuran con el estado “no cubierta.”
30 La contestación del Ministerio de Salud y Protección Social al auto del 18 de enero de 2017 obra a folios
368 a 383 del Cuaderno No. 1 C.C.
31 Debido a la importancia de la citada prueba dentro del presente proceso, así como a su extensión (89
páginas), se presenta el resumen del referido documento técnico con el fin de presentar su contenido (Folio
383 del Cuaderno No. 1 C.C.).
32 Por ejemplo, fármacos para inducir la ovulación.
33 Se cita como ejemplo la laparoscopia para la ablación de endometriosis.
34 La técnica de inseminación artificial intrauterina consiste en la inserción del semen en la cavidad uterina
que, a diferencia de la que se lleva a cabo en un ciclo natural, se desarrolla por medio de estimulación ovárica,
con anti estrógenos o gonadotropinas. “[L]a paciente recibe un tratamiento destinado a asegurar la
ovulación tratando posibles defectos del ciclo espontáneo en unos casos y, en otros, a aumentar el número de
óvulos que puedan resultar fecundados.” En el AIF, estos tratamientos de reproducción asistida son
considerados como de baja complejidad (AIF, páginas 8 y 9).
35 El tratamiento de fertilización in vitro “consiste en la obtención de gametos masculinos y femeninos para
que la fecundación tenga lugar fuera del organismo de la mujer (in vitro) al poner en contacto tales células
en el laboratorio.|| Por su parte, la técnica ICSI consiste en intervenir aún más activamente sobre el proceso
de la fecundación, mediante la introducción de un espermatozoide en cada ovocito.|| El procedimiento de
fecundación in vitro se realiza mediante ciclos de fertilización. Un ciclo es el término utilizado para definir
un tratamiento de fecundación in vitro completo, que debe incluir un episodio de estimulación ovárica y la
transferencia de los embriones frescos y congelados resultantes.|| Cada ciclo de FIV implica varios pasos y
cada uno se produce en un momento específico durante un período de aproximadamente seis semanas.|| Las
18
Fuente: AIF
40 “En el caso de los medicamentos, estos representan entre la tercera parte y mitad del costo total. En
cuanto a los procedimientos, estos son de mayor relevancia en los tratamientos de alta complejidad, en los
que pueden representar dos terceras partes del costo total.” (AIF, página 61). Las tarifas se encuentran en
pesos de 2015.
41 “Ahora bien, por término medio en un tratamiento IIU se llevan cabo tres a cuatro ciclos de inseminación
debido a que la mayoría de los embarazos ocurren dentro de los primeros 4 ciclos de tratamiento y, en ese
sentido, se intentan 3 a 4 ciclos de inseminación con inducción ovulatoria. Las probabilidades de éxito por
mes disminuyen después de cuatro intentos y más aún después de seis intentos no exitosos antes de sugerir
otras técnicas de reproducción asistida (27). Por su parte, debido a los costos y a los riesgos asociados con
los tratamientos FIV/ICSI, lo que suele hacerse en los mismos es generar suficientes embriones de buena
calidad y criopreservarlos para posteriores transferencias en caso de que falle un ciclo de fertilización. Sin
embargo, también en este caso se realiza más de un ciclo en un tratamiento.” (AIF, página 71).
20
42 Igualmente, se concluyó que “el número de parejas que podrían ser beneficiarias de tratamientos
FIV/ICSI es de 43.350 y que el PBS les suministre esos tratamientos tendía un impacto fiscal en promedio de
poco menos de un billón de pesos: $983.200.907.895 en un sólo ciclo.” (AIF, páginas 31-34).
43 Folios 352 y 353 del Cuaderno No. 1 C.C. (Expediente T-5.761.833).
44 En el caso de la accionante Paula, se valoró el tratamiento en $19.117.000 debido a que solicitó un
tratamiento con óvulos donados. En el caso de las demás actoras, el costo se estimó en $14.300.000. Cabe
indicar que el expediente de la accionante Andrea no se había acumulado al proceso de la referencia al
momento de solicitar el valor estimado de dichos tratamientos.
45 Folios 360 a 365 del Cuaderno No. 1 C.C. (Expediente T-5.761.833).
46 Folios 366 y 367 del Cuaderno No. 1 C.C. (Expediente T-5.761.833).
21
Así mismo, se le ordenó al Ministerio de Salud que informara: (i) cuáles son
las fuentes de las que proviene el capital requerido para sufragar las
prestaciones incluidas en el conjunto de beneficios integrales del SGSSS que
no se subvencionan con cargo a la UPC; (ii) cuál es el monto total de recursos
destinados a la financiación de las prestaciones incluidas en el SGSSS y la
cifra específica que corresponde a aquellas que no tienen cargo a la UPC; (iii)
cuál es el presupuesto total asignado a las prestaciones y tecnologías que se
financian con recursos públicos destinados a la salud, tanto aquellas que se
sufragan con cargo a la UPC como aquellas que se subvencionan sin dicho
capital; y (iv) cuál es el porcentaje del total del presupuesto asignado a las
prestaciones y tecnologías incluidas en el SGSSS que se destina a
procedimientos médicos en salud.
De igual manera, expuso el marco normativo general que regula los servicios
y tecnologías en salud, el cual se divide entre: (i) el régimen de protección
colectiva de riesgos individuales mancomunados54, conformado por aquellas
prestaciones que forman el conjunto del PBSUPC (regulado por las
Resoluciones 5975 y 6408 de 2016); (ii) el régimen de protección individual 55
que se compone de las tecnologías y servicios que no se encuentran cubiertos
por el PBSUPC (que está reglamentado por las Resoluciones 3951 y 5884 de
2016 y 532 de 2017 para el Régimen Contributivo y la Resolución 1479 de
2015 para el Régimen Subsidiado); y finalmente, (iii) las exclusiones
explícitas previstas por el artículo 15 de la Ley 1751 de 2015, en donde se
sitúan las prestaciones que no deben ser reconocidas con cargo a los recursos
públicos destinados a la salud.
(45) días hábiles, prorrogables hasta por diez (10) días adicionales; toma de decisión y publicación de la
misma treinta (30) días.” Folios 65 y 66 del Cuaderno No. 2 de la Corte Constitucional (Expediente T-
5.761.833).
60 La institución enlistó, entre otros: “los recursos destinados a financiar la subcuenta de Promoción de la
Salud del Fosyga, los de solidaridad del Régimen de Subsidios en Salud que financian la Subcuenta de
Solidaridad del Fosyga, los recursos que el Sistema reconoce a las EPS y a las EOC por concepto de
Unidades de Pago por Capitación (UPC), los valores para cubrir las prestaciones económicas de las
incapacidades por enfermedad general y licencias de maternidad, y los otros conceptos de gasto de la
Subcuenta, tales como apoyo técnico, auditoria y remuneración fiduciaria.” Folio 68 del Cuaderno No. 2 de
la Corte Constitucional (Expediente T-5.761.833).
61 En relación con el porcentaje o monto total destinado únicamente a procedimientos dentro del presupuesto
general asignado a prestaciones y tecnologías, el Ministerio de Salud indicó que dicha entidad reconoce que
“el total de recursos para cubrir las prestaciones y tecnologías incluidas en el Sistema General de Seguridad
Social en Salud a través de la UPC, y no realiza discriminaciones entre procedimientos médicos,
procedimientos de laboratorio y medicamentos. En ese sentido los valores que se reconocen para dichas
prestaciones se encuentran incluidos en los rubros Servicios y tecnologías con cargo UPC Régimen
Subsidiado y Servicios y tecnologías con cargo UPC Régimen Contributivo”. Folio 69 del Cuaderno No. 2 de
la Corte Constitucional (Expediente T-5.761.833).
25
III. CONSIDERACIONES
Competencia
3. Sin embargo, sus solicitudes han sido denegadas por las entidades
accionadas con fundamento en múltiples razones, entre las cuales se
encuentran que: (i) los tratamientos de fertilidad no están incluidos en
el Plan de Beneficios en Salud y que, en esa medida, las EPS no se
encuentran obligadas a garantizarlos; (ii) la jurisprudencia
constitucional ha considerado que la tutela no es procedente para
ordenar tratamientos de fertilidad excluidos de los planes obligatorios
de salud; (iii) los tutelantes pueden acudir a la adopción como
alternativa para desarrollar su proyecto de conformar una familia; (iv)
las accionadas han prestado todos los servicios médicos requeridos por
las peticionarias; y (v) la ausencia de los tratamientos de reproducción
asistida solicitados no implica una vulneración, riesgo o amenaza de la
vida o la integridad de las pacientes.
63 Expediente T-5.761.833
64 Expediente T-5.861.646
65 Expediente T-5.931.125
66 Expediente T-5.868.783
67 Expediente T-5.884.441
68 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y José Fernando Reyes Cuartas.
27
Por lo tanto, la legitimidad por activa en este tipo de casos también puede
darse de forma conjunta. Lo anterior no implica que cada uno de los tutelantes
tenga dicha legitimidad por separado respecto de la misma situación, sino que
la ostentan simultáneamente. Ello se justifica en la medida en que se trata de
un proyecto de vida en pareja. De acuerdo con lo precedente, el señor Roberto
no tendría ninguna legitimidad si la señora Laura abandonara el propósito de
concebir un hijo, más aún cuando es ella quien sufre de la infertilidad y,
potencialmente, el tratamiento que se reclama se llevaría a cabo en su propio
cuerpo.
En este sentido, la Sala debe aclarar que la legitimación del señor Roberto en
este caso es circunstancial, pues se encuentra supeditada a la titularidad de su
compañera en relación con sus derechos reproductivos, en la medida en que
ella sería la paciente del tratamiento de reproducción asistida. Así las cosas, se
reitera que, en caso de que la actora desistiera de practicarse dicho
tratamiento, el peticionario no podría solicitar dicha intervención clínica en
contra de la voluntad de quien se sometería al procedimiento de fertilización
in vitro.
Inmediatez
Subsidiariedad
86 Artículo 41 de la Ley 1122 de 2007. Esta norma, “con el propósito de garantizar la efectiva protección
de los derechos de los usuarios del sistema de seguridad social en salud, otorgó facultades jurisdiccionales a
la Superintendencia Nacional de Salud para que conozca y resuelva controversias relacionadas con: i) la
denegación por parte de las entidades promotoras de salud de servicios incluidos en el P.O.S.; ii) el
reconocimiento de los gastos en los que el usuario haya incurrido por la atención que recibió en una I.P.S.
no adscrita a la entidad promotora de salud o por el incumplimiento injustificado de la E.P.S. de las
obligaciones radicadas en su cabeza; iii) la multiafiliación dentro del sistema y iv) la libre elección de la
entidad promotora de salud y la movilidad de los afiliados.” (Sentencia T-603 de 2015 M.P. Gloria Stella
Ortiz Delgado).
87 Dado el carácter informal del trámite, en el artículo 126 de la Ley 1438 de 2011 se enumeraron los
siguientes requisitos de la demanda: (i) el nombre y residencia del solicitante; (ii) la causal que motiva la
solicitud; (iii) el derecho que se considere violado y (iv) las circunstancias de tiempo, modo y lugar que
sustentan la petición.
88 Artículo 126 de la Ley 1438 de 2011.
89 Sentencia T-065 de 2018 M.P. Alberto Rojas Ríos; T-529 de 2017 M.P. Alberto Rojas Ríos; T-558 de
2016 M.P. María Victoria Calle Correa; T-306 de 2016 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. En igual
sentido, ver la Sentencia T-061 de 2014 M.P. Nilson Pinilla Pinilla, en la cual sostuvo esta Corporación:
“Cabe recordar que, al asumir el análisis sobre la competencia preferente de la Superintendencia Nacional
de Salud, es necesario hacer una distinción entre la naturaleza de los asuntos sometidos a su conocimiento;
de un lado, deben observarse los relativos a (i) conflictos sobre multiafiliación, el reconocimiento y pago de
prestaciones económicas por parte de la EPS o el empleador, movilidad dentro del SGSSS y reembolsos por
asunción de gastos médicos; y del otro, (ii) los casos que envuelvan el acceso a las actividades,
procedimientos e intervenciones, con relación al POS. Tal distinción permite discernir que no puede
predicarse, indistintamente, la idoneidad del recurso judicial que se analiza frente a todos los asuntos sujetos
a su competencia, dadas las garantías que devienen comprometidas en unos u otros conflictos y el nivel de
intensidad con que resultan lesionados los atinentes derechos fundamentales. En ese orden, no debe
asimilarse la naturaleza de los conflictos contenidos en el primer ítem, a la relativa, exclusivamente, al
acceso efectivo al servicio, en razón a las garantías fundamentales que envuelve este último y su conexión
indefectible con derechos tan sensibles como la dignidad humana, la salud y la vida misma”.
34
fallo: “(…) se ha estimado que para analizar la eficacia e idoneidad del trámite judicial adelantado por la
Superintendencia Nacional de Salud se debe tener en cuenta que dicha entidad “no tiene presencia en todo
el territorio colombiano ya que su sede principal está ubicada en la ciudad de Bogotá y sus oficinas
regionales están en algunas capitales departamentales. Por otra parte, también se debe evaluar que los
usuarios puedan (…) adelantar el procedimiento vía internet”.
100 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
101 M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
102 Al respecto, es oportuno precisar que, en la Sentencia T-375 de 2018 (M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado)
la Sala Sexta de Revisión ya había llamado la atención de la Superintendencia Nacional de Salud por el
incumplimiento de los términos otorgados por las normas legales para decidir las controversias a su cargo. En
aquella oportunidad, la Corte evidenció que “transcurrió un mes y 23 días entre la fecha en que se presentó
la demanda jurisdiccional ante la Superintendencia Nacional de Salud y el momento en que se admitió dicha
acción (…) No obstante, de conformidad con el parágrafo 2° del artículo 41 de la Ley 1122 de 2007, el fallo
de la Superintendencia de Salud debe dictarse “dentro de los diez días siguientes a la solicitud”. De esta
manera, resulta notorio que los términos para decidir sobre la admisión del asunto sobrepasaron el período
total con el que cuenta para decidir la autoridad administrativa con funciones jurisdiccionales, aspecto que
puede impactar sobre los derechos fundamentales de quienes acuden a este medio judicial”. Por
consiguiente, se advirtió a la Superintendencia Nacional de Salud que, en razón de sus deberes
constitucionales y legales, debe adoptar las medidas necesarias que le permitan proferir sus fallos dentro de
los términos estipulados por la normativa vigente.
103 Audiencia Pública del 6 de diciembre de 2018. Ante la pregunta de la Magistrada Gloria Stella Ortiz
Delgado sobre la capacidad de respuesta de la Superintendencia de Salud en sus funciones jurisdiccionales, el
jefe de la entidad señaló: “en Colombia es imposible, Magistrada, hoy, hacer un fallo muchas veces en 10
días de una actuación que amerita hacer un debido proceso (…) hoy no tenemos la infraestructura, la
Superintendencia, para responder en los términos que quieren todos los colombianos desde el área
jurisdiccional, tenemos un retraso que puede estar en dos y tres años, por qué le menciono esto Magistrada,
porque el 90% de los procesos que llegan a la Superintendencia al área jurisdiccional son económicos:
licencias de paternidad, licencias de maternidad (…)” (extracto transcrito).
37
(ii) de eficacia, hasta tanto sean resueltos los problemas administrativos que
afronta dicho mecanismo judicial. Por tal motivo, se abordará el análisis de
fondo de las solicitudes elevadas por los peticionarios.
107 En el presente caso se reiterarán algunas de las líneas jurisprudenciales que fueron desarrolladas en las
Sentencias C-093 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y José Fernando Reyes Cuartas; T-528 de 2014
M.P. María Victoria Calle Correa; T-274 de 2015 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-306 de 2016 M.P.
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo y T-398 de 2016 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
108 Véanse, entre otras las sentencias T-341 de 1994. M.P. Carlos Gaviria Díaz; T-1104 de 2000 M.P.
Vladimiro Naranjo Mesa; T-689 de 2001 M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-946 de 2002 M.P. Clara Inés
Vargas Hernández; T-512 de 2003 M.P. Eduardo Montealegre Lynett; T-752 de 2007 M.P. Clara Inés Vargas
Hernández; T-424 de 2009 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; T-311 de 2010 M.P. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub; T-226 de 2010 M.P. Mauricio González Cuervo; T-009 de 2014 M.P. Nilson Pinilla Pinilla; T-528
de 2014 M.P. María Victoria Calle Correa; T-274 de 2015 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-306 de 2016 y
T-375 de 2016 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; T-398 de 2016 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
39
109 Dicha postura fue establecida en la sentencia T-1104 de 2000 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa y fue
reiterada por esta Corporación mediante sentencias T-689 de 2001 M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-633 de
2010 M.P. María Victoria Calle Correa; T-311 de 2010 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
110 Sentencia T-274 de 2015. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
111 Sentencia T-1104 de 2000. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
112 Sentencia T-1104 de 2000 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa. “Mediante la sentencia T-1104 de 2000 la
Corte conoció el caso de una señora a quien le fue diagnosticada “infertilidad secundaria por síndrome
adherencial”, por lo cual su médico tratante le ordenó la realización de una “cirugía de recanalización de
su trompa izquierda”. Ante el silencio de la entidad prestadora del servicio de salud sobre la solicitud de la
cirugía, la accionante acudió a la tutela para que la misma le fuera practicada “con el propósito de generar
su fertilidad”. En aquella oportunidad la Corte confirmó la decisión de segunda instancia, que denegó el
amparo invocado, sustentada en los siguientes argumentos: (i) La patología de la accionante no pone en
peligro su vida ni su dignidad; únicamente le impide ser madre biológica. Además, el servicio médico
solicitado estaría encaminado solo a permitirle la posibilidad de procrear. (ii) Aun cuando se admitiera que
la maternidad es un estado esencial para la realización personal de la mujer y el Estado tuviera el deber de
garantizar el goce del derecho prestacional correspondiente, no tendría que acudirse a la atención en salud
para hacer efectivo ese supuesto deber estatal, porque “el ordenamiento jurídico nacional provee la
posibilidad de satisfacción al derecho mencionado mediante la maternidad adoptiva, previo el cumplimiento
de los debidos requisitos legales”. (iii) El derecho a la procreación no puede extenderse “hasta el punto de
constreñir a la administración a garantizar la maternidad biológica de una persona cuyo condicionamiento
biológico per se no le permite su goce (…) mal podría sobreponer el goce de un derecho de segunda
generación -como lo es el de hacer posible un embarazo de imposible viabilidad sin la intervención positiva
estatal-, al derecho fundamental a la vida de una persona cuya patología la pone en riesgo de muerte,
verbigracia un caso de urgente trasplante de hígado. En efecto, la escasez de recursos de un país como
Colombia implica una clara determinación de prioridades en materia de gasto público y social, elemento
indispensable para la efectividad de los derechos prestacionales”. (Sentencia T-274 de 2015. M.P. Jorge Iván
Palacio Palacio).
40
36. Por otra parte, las Sentencias T-424 de 2009122 y T-311 de 2010123
reiteraron la posición jurisprudencial anteriormente reseñada acerca de
la improcedencia de la acción de tutela para acceder a procedimientos
de fertilidad. Sin embargo, en los casos concretos se declaró la
existencia de un hecho superado debido a que los jueces de instancia
habían ordenado que se llevara a cabo el tratamiento de fertilización in
vitro solicitado por cada una de las accionantes124.
120 Ibídem.
121 Sentencia T-760 de 2008 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa
122 Sentencia T-424 de 2009 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
123 Sentencia T-311 de 2010 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
124 Sentencias T-424 de 2009 y T-311 de 2010 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
125 Sentencia T-226 de 2010 M.P. Mauricio González Cuervo.
126 Ibídem.
127 Sentencia T-550 de 2010. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. En la citada decisión, pese a haberse
configurado un hecho superado consistente en que la accionante ya tenía varias semanas de gestación debido
a la orden proferida por el juez de segunda instancia, la Sala optó por revocar dicho fallo.
42
134 Ibídem.
135 Ibídem.
136 Ibídem.
137 Ibídem.
138 “[L]a Sala determina que la solicitud de fecundación in vitro hecha por la ginecóloga (…) no puede
suplir el procedimiento que establece Resolución No. 3591 de 2016, pues no cumple con los requisitos y
criterios señalados en ese acto administrativo para considerarse “orden médica” y aunque se le diera ese
valor, no resulta suficiente para ordenar por vía de tutela tratamientos de reproducción asistida con el objeto
de lograr la procreación, pues las prescripciones de los servicios y tecnologías en salud no cubiertas en el
Plan de Beneficios en Salud con cargo a la UPC deben ser sometidas a la aprobación de una Junta de
Profesionales de la Salud adscrita a la EPS a la que se encuentre afiliado el paciente”.
139 Sentencia T-316 de 2018. M.P. Cristina Pardo Schlesinger.
44
(iv) Las personas o parejas con infertilidad pueden acudir a la adopción como
alternativa para satisfacer su deseo de conformar una familia y proyectarse
vitalmente en su descendencia144;
(v) Los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud son
escasos y deben ser priorizados. En tal sentido, se deben destinar tales fondos
a la atención de patologías y enfermedades que ameriten un riesgo para la vida
antes que garantizar el derecho a la procreación, pues el alto costo de este tipo
de tratamientos supone una disminución en el cubrimiento de otras
prestaciones prioritarias145.
146 Sentencias T-512 de 2003 M.P. Eduardo Montealegre Lynett; T-226 de 2010 M.P. Mauricio González
Cuervo.
147 Sentencia T-572 de 2002. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
148 Ibídem.
149 Sentencia T-633 de 2010. M.P. María Victoria Calle Correa.
150 Ibídem.
151 Sentencia T-644 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
152 Ibídem.
46
b. Suministro de medicamentos
51. Por otra parte, como fue expresado anteriormente, las Salas de
Revisión de esta Corporación han distinguido entre la infertilidad
“originaria” (es decir, que no es una consecuencia de otras
enfermedades) y la derivada de otras patologías que, en ocasiones, es
denominada secundaria159. Sobre el particular, la Corte Constitucional
ha destacado la relevancia de esta distinción, en la medida en que “de
ella ha dependido la protección excepcional a través de la acción de
tutela para aquellas personas que solicitan tratamientos de
fertilidad”160.
162 Sentencia T-904 de 2001. M.P. Clara Inés Vargas Hernández. En dicha oportunidad, “[e]sta Corporación
conoció el caso de una paciente a quien le fue diagnosticado “miomas uterinos”, por lo que le fue prescrito
un tratamiento con “acetato de leuprolide”, previo a la cirugía de extracción de los miomas a la cual debía
ser sometida. Dicho tratamiento fue negado por la EPS accionada bajo el argumento de encontrarse
excluido del POS. Sin embargo, en esta ocasión la Corte encontró que la accionante padecía “un problema
de infertilidad ‘no originario’, que podría impedirle la concepción, producido por una enfermedad en su
aparato reproductor”. Ante ello, ordenó suministrar el medicamento requerido por la accionante, al
considerar que este no tenía como fin último o exclusivo tratar la infertilidad generada por la patología que
la aquejaba, sino que buscaba la disminución del tamaño de los miomas para facilitar la cirugía.
(Infertilidad secundaria).” (Tomado de la recopilación jurisprudencial presentada en la sentencia T-274 de
2015. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio).
163 Sentencia T-605 de 2007. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. En este fallo, la Corte se pronunció sobre
“el amparo invocado por una paciente que solicitó la autorización de una “cirugía desobstructiva de las
trompas de Falopio y el retiro de adherencias del ovario izquierdo”, negada por su EPS bajo el argumento
de estar excluida del Plan Obligatorio de Salud por tratarse de un procedimiento contra la esterilidad… la
Corte concluyó que se trataba de una cirugía que tenía directa incidencia en el bienestar general de la
paciente y que si bien fue prescrita por el médico tratante adscrito a la EPS, dentro del marco de un
tratamiento general de infertilidad, este procedimiento no era en sí un tratamiento de este género, sino
simplemente una intervención quirúrgica que busca la recuperación de la salud perdida de la peticionaria y
que a la postre podría incidir de manera positiva en su función procreativa. (Infertilidad secundaria).”
(Tomado de la recopilación jurisprudencial presentada en la sentencia T-274 de 2015. M.P. Jorge Iván Palacio
Palacio).
164 En relación con dicha distinción, pueden consultarse los conceptos del Departamento de Obstetricia y
Ginecología de la Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá), del Departamento de Ginecología y
Obstetricia de la Universidad del Valle y de la especialista Beatriz Eugenia Vinueza Núñez, cuyo resumen se
presenta en los antecedentes de esta providencia.
165 La divergencia entre ambas clasificaciones se presenta en algunas sentencias de revisión, entre las cuales
se destaca la Sentencia T-890 de 2009 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. Véase supra nota 159.
166 Entre estos derechos fundamentales se enlistan, entre otros: la libertad, la vida privada y familiar, la salud
reproductiva, el libre desarrollo de la personalidad y la igualdad.
49
toda vez que este procedimiento se encontraba excluido del Plan Obligatorio
de Salud y que el mismo no era “necesario para salvaguardar la vida, la
salud o la integridad personal, incluyendo la salud sexual y reproductiva, de
quien lo solicita172”. Pese a lo anterior, afirmó que existía una insuficiencia en
la regulación de salud en lo concerniente a la exclusión absoluta del POS de
los tratamientos de reproducción asistida, la cual resultaba contraria al carácter
progresivo del derecho a la salud, específicamente en cuanto a la protección
de los derechos reproductivos.
176 Sentencia T-274 de 2015. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. El fallo estableció los siguientes requisitos:
“(i) Que la falta del medicamento o tratamiento excluido por la normativa legal o administrativa del Plan de
Beneficios vulnere o ponga en inminente riesgo los derechos fundamentales a la salud reproductiva, a la
igualdad, al libre desarrollo de la personalidad y a conformar una familia. Como se expuso previamente,
tratándose de tratamientos de fertilidad debe ampliarse el ámbito de protección en la medida que, si bien
esta enfermedad no involucra gravemente la vida, la dignidad o a la integridad personal del paciente, sí
podría llegar a interferir negativamente en otras dimensiones vitales desde el punto de vista del bienestar
sicológico y social, el derecho a la salud reproductiva, a la igualdad, al libre desarrollo de la personalidad y
a conformar una familia, facetas que igualmente deben ser protegidas por el juez constitucional. // (ii) Que se
trate de un medicamento, servicio, tratamiento, prueba clínica o examen diagnóstico que no tenga sustitutos
en el Plan Obligatorio de Salud o que, pudiendo sustituirse, el sustituto no obtenga el mismo nivel de
efectividad que el excluido del plan. Cuando se han agotado otros medios y los mismos no han dado
resultado, los tratamientos de fertilidad in vitro no cuentan con un homólogo o sustituto dentro del POS,
precisamente por la naturaleza de los mismos y su considerable costo. // (iii) Que el paciente no tenga
capacidad económica para sufragar el costo del medicamento o tratamiento requerido, y que no pueda
acceder a él por ningún otro sistema o plan de salud. Debe exigirse un mínimo de diligencia del afiliado en
demostrar a la EPS a la que se encuentre afiliado o, de ser el caso, al juez de tutela que conozca el asunto,
de su condición económica y la imposibilidad de asumir los costos del tratamiento solicitado. // El afiliado
deberá realizar cierto aporte para financiar, así sea en una mínima parte, los tratamientos de fertilidad que
eventualmente sean autorizados. El monto que deberá sufragar el paciente para acceder a tales
procedimientos, a través de la cuota moderadora o el copago según corresponda, obedecerá a su capacidad
de pago y sin que se vea afectado su mínimo vital. (….) (iv) Que el medicamento o tratamiento haya sido
prescrito por un médico adscrito a la EPS a la cual se encuentre afiliado el demandante; o que en el evento
de ser prescrito por un médico no vinculado a la EPS, dicha entidad conozca la historia clínica particular de
la persona al tener noticia de la opinión emitida por el médico ajeno a su red de servicios, y no la descarte
con base en criterios médico-científicos. En caso de ser prescrito por un galeno particular, la entidad deberá
conformar un grupo interdisciplinario integrado por médicos especialistas que, luego de evaluar las
condiciones específicas de salud de la solicitante, justifiquen científicamente la viabilidad o no del
procedimiento. // (v) Que el galeno haya prescrito el tratamiento evaluando las condiciones específicas de la
paciente, en factores como: (i) la condición de salud; (ii) la edad; (iii) el número de ciclos o intentos que
deban realizarse y su frecuencia; (iv) la capacidad económica; previendo los posibles riesgos y efectos de su
realización y justificando científicamente la viabilidad del procedimiento”.
177 Sentencia T-274 de 2015 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. En la parte resolutiva de la decisión, la Sala
reiteró el exhorto que había formulado la sentencia T-528 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa) para
que revisara la situación de las personas con infertilidad que carecen de los recursos económicos para acceder
a los tratamientos de reproducción humana asistida y para que iniciara una discusión pública y abierta de la
política pública que incluya en la agenda la posibilidad de ampliar la cobertura del Plan Obligatorio de Salud
a dichas técnicas científicas.
178 Sentencia T-274 de 2015 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. De este modo, se ordenó al Ministerio de Salud
y Protección Social que “inicie las actuaciones pertinentes que conduzcan a (i) promover la investigación en
materia de salud, en los sectores público y privado, sobre las diversas causas de la infertilidad y los
tratamientos que podrían coadyuvar a prevenirla, tratarla y curarla; (ii) ofrecer a la población el acceso
oportuno a la información relacionada con la prevención de la infertilidad; (iii) fomentar la formación de los
profesionales de la salud en el área de la infertilidad, desde una perspectiva integral; y (iv) impulsar
campañas dirigidas a la población, relativa al problema de la infertilidad y su abordaje terapéutico por
parte del sistema de salud, en temas como: hábitos de vida saludables que actúan como factores protectores
de la infertilidad sobreviniente; la relación entre las causas de la infertilidad y otras patologías asociadas;
los programas y tratamientos de infertilidad; y otros temas relevantes para la atención integral de esta
enfermedad.”
52
Ministerio, a partir de los resultados del análisis de impacto fiscal, evaluar los
factores que inciden para la realización de los tratamientos de reproducción
asistida como la condición de salud del paciente, la edad, el número de ciclos
o intentos que deben realizarse y su frecuencia, la capacidad económica del
afiliado, entre otros que considere pertinentes.
protección constitucional de la que son titulares las personas con VIH, amparó
los derechos fundamentales invocados por la accionante y dispuso que se
autorizara el tratamiento requerido por la actora, previo consentimiento
informado de la tutelante y preferiblemente con la asesoría de un cuerpo
médico interdisciplinario.
Así mismo, la Corte reiteró que los derechos reproductivos son derechos
fundamentales y se encuentran previstos en la Constitución y en las normas
internacionales que componen el bloque de constitucionalidad. A partir del
carácter vinculante de estas normas, indicó que el Legislador tenía la potestad
de desarrollar tales derechos mediante la expedición de una norma que
dispone el establecimiento de lineamientos para desarrollar una política
pública de prevención de la infertilidad. Además, consideró expresamente que
los tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad, entre los cuales
se encuentra la fertilización in vitro, se encuentran dentro del ámbito
prestacional de los derechos reproductivos.
Mientras que, por una parte, algunas Salas han negado el reconocimiento a
través de la acción de tutela de estos procedimientos cuando su finalidad
principal sea la de facilitar la capacidad reproductiva de los pacientes, por
otra, las Salas de Revisión han amparado los derechos fundamentales de
quienes solicitan tales procedimientos y han autorizado su realización, desde
la perspectiva de los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la
igualdad y no discriminación y a conformar una familia, así como de los
derechos reproductivos.
200 Entre estos derechos fundamentales se enlistan, entre otros: la libertad, la vida privada y familiar, la salud
reproductiva, el libre desarrollo de la personalidad y la igualdad.
201 Véase, entre otras las sentencias T-946 de 2002 M.P. Clara Inés Vargas Hernández; T-752 de 2007 M.P.
Clara Inés Vargas Hernández; T-424 de 2009 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; T-311 de 2010. M.P. Jorge
Ignacio Pretelt Chaljub; T-226 de 2010 M.P. Mauricio González Cuervo; T-550 de 2010 M.P. Humberto
Antonio Sierra Porto; T-935 de 2010 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto y T-009 de 2014 M.P. Nilson
Pinilla Pinilla.
202 Véase, entre otras: Sentencia T-644 de 2010 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; Sentencias T-424 de 2009 y
T-311 de 2010 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
203 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. Como fue indicado anteriormente, es indispensable destacar las
sentencias T-341 de 1994 M.P. Carlos Gaviria Díaz y T-528 de 2014 M.P. María Victoria Calle Correa como
antecedentes jurisprudenciales de la postura expuesta en la citada decisión.
204 Sentencias T-377 de 2018 M.P. Alberto Rojas Ríos; T-126 de 2017 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; T-
375 de 2016 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; T-306 de 2016 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza
Martelo; T-274 de 2015 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. En contra de esta postura: Sentencias T-316 de 2018
M.P. Cristina Pardo Schlesinger y T-398 de 2016 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
205 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
58
213 “Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las
que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”.
214 “La pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos”.
215 Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, por sus siglas en
inglés.
216 “Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra
la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en
particular para asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres: (…)
h) Acceso al material informativo específico que contribuya a asegurar la salud y el bienestar de la familia,
incluida la información y el asesoramiento sobre planificación de la familia” (subrayado fuera de texto).
217 “1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra
la mujer en la esfera de la atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y
mujeres, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la
familia” (subrayado fuera de texto).
218 Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de Naciones
Unidas. Artículos 1 y 16. Ratificada por Colombia el 8 de diciembre de 1987.
219 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas. artículos 7 y 17. Ratificado por
Colombia el 29 de octubre de 1969.
220 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Artavia Murillo y otros (“fecundación in vitro”) vs.
Costa Rica. Sentencia de 28 de noviembre de 2012. En esta decisión la Corte determinó que los artículos 11 y
17 de la CADH protegen el derecho a la autonomía reproductiva y el acceso a servicios de salud reproductiva,
lo que también involucra el derecho de acceder a la tecnología médica necesaria para ejercer ese derecho.
221 “[L]os derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en las leyes
nacionales, en los documentos internacionales sobre derechos humanos y en otros documentos pertinentes de
las Naciones Unidas aprobados por consenso. Esos derechos se basan en el reconocimiento del derecho
básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el
espaciamiento de los nacimientos y el intervalo entre éstos y a disponer de la información y de los medios
para ello y el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva. También incluye su
derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia,
de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos”.
61
(iii) Medidas que garanticen una maternidad libre de riesgos en los periodos
de gestación, parto y lactancia y que brinden las máximas posibilidades de
tener hijos sanos240, es decir, el acceso a cuidado obstétrico oportuno, de
calidad y libre de violencia.
En esta decisión, la Corte IDH fijó por primera vez el alcance del artículo 4.1
de la CADH, al analizar si la determinación de la Sala Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, que entendía la protección a la vida
de los embriones como absoluta, había restringido de forma desproporcionada
el ejercicio de la autonomía reproductiva, como una garantía que se desprende
de los derechos a la integridad personal, a la libertad personal y a la vida
privada y familiar, reconocidos en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos247.
244 Sentencias C-093 de 2018, M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y José Fernando Reyes Cuartas y SU-096 de
2018, M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
245 Sentencia SU-096 de 2018, M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
246 Sentencia SU-096 de 2018, M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
247 Las consideraciones acerca de esta decisión de la Corte IDH se reiteran a partir de la sentencia C-327 de
2016 (M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado).
65
De este modo, consideró que la vida privada abarca “una serie de factores
relacionados con la dignidad del individuo, incluyendo, por ejemplo, la
capacidad para desarrollar la propia personalidad y aspiraciones,
determinar su propia identidad y definir sus propias relaciones
personales”249. Conforme a lo anterior, estableció que la decisión de ser o
padre o madre hace parte del derecho a privacidad el cual, en ese caso, incluía
la posibilidad de optar por la paternidad genética o biológica, la cual se
encuentra ligada al ejercicio de la autonomía reproductiva250.
248 Corte IDH, Caso Artavia Murillo y Otros (“Fecundación in Vitro”) vs. Costa Rica, Sentencia del 28 de
noviembre de 2012, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de
2012 Serie C No. 257, Pár. 142.
249 Corte IDH, Caso Artavia Murillo y Otros (“Fecundación in Vitro”) vs. Costa Rica, Sentencia del 28 de
noviembre de 2012, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de
2012 Serie C No. 257, Pár. 143.
250 Corte IDH, Caso Artavia Murillo y Otros (“Fecundación in Vitro”) vs. Costa Rica, Sentencia del 28 de
noviembre de 2012, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de
2012 Serie C No. 257, Pár. 146. “En segundo lugar, el derecho a la vida privada se relaciona con: i) la
autonomía reproductiva, y ii) el acceso a servicios de salud reproductiva, lo cual involucra el derecho de
acceder a la tecnología médica necesaria para ejercer ese derecho. El derecho a la autonomía reproductiva
está reconocido también en el artículo 16 (e) de la Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, según el cual las mujeres gozan del derecho “a decidir libre y
responsablemente el número de sus hijos y el intervalo entre los nacimientos y a tener acceso a la
información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos”. Este derecho es vulnerado
cuando se obstaculizan los medios a través de los cuales una mujer puede ejercer el derecho a controlar su
fecundidad. Así, la protección a la vida privada incluye el respeto de las decisiones tanto de convertirse en
padre o madre, incluyendo la decisión de la pareja de convertirse en padres genéticos””.
251 Corte IDH, Caso Artavia Murillo y Otros (“Fecundación in Vitro”) vs. Costa Rica, Sentencia del 28 de
noviembre de 2012, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de
2012 Serie C No. 257, Pár. 147.
66
79. Ahora bien, como todos los derechos fundamentales, los derechos
reproductivos tienen una faceta de cumplimiento inmediato y otra
sujeta al principio de progresividad. Si bien ambas facetas pueden
incluir componentes prestacionales, el deber de exigibilidad es
diferente253.
252 Es preciso advertir que la jurisprudencia constitucional ya ha acudido a esta decisión como criterio
relevante de interpretación de derechos fundamentales en las sentencias C-182 de 2016 y C-327 de 2016 M.P.
Gloria Stella Ortiz Delgado. Por ejemplo, la Corte, en la sentencia T-274 de 2015, estudió el caso de varias
accionantes quienes consideraban que se les habían vulnerado sus derechos fundamentales a la igualdad, al
libre desarrollo de la personalidad, sexuales y reproductivos, y a la vida privada y familiar, por la negación de
sus EPS a la autorización del tratamiento de fertilización in vitro, bajo el argumento de que dicho tratamiento
se encontraba excluido del Plan Obligatorio de Salud (POS).
253 Sobre este particular, es pertinente resaltar que la Sentencia C-093 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz
Delgado y José Fernando Reyes Cuartas fijó por primera vez este parámetro en materia de derechos
reproductivos.
67
84. Así pues, como todos los derechos fundamentales, los derechos
reproductivos tienen una faceta de cumplimiento inmediato y una de
cumplimiento progresivo (ambas incluyen dimensiones
prestacionales). Esta última abarca, entre otros aspectos, la garantía de
acceso a las técnicas de reproducción asistida para la procreación.
en materia de estos derechos262 en tanto que, cuando éste adopte una medida
que produzca una disminución en el nivel de protección alcanzado, tiene un
deber estricto de justificación conforme al principio de proporcionalidad, aun
cuando exista un amplio margen de configuración263; (iii) la prohibición de
regresividad también es aplicable a la Administración 264; (iv) en virtud de este
principio no es posible avalar la inactividad del Estado en su tarea de
implementar acciones para lograr la protección integral de los derechos 265; y
(v) en relación con las facetas prestacionales de los derechos que no son
exigibles de forma inmediata, es posible solicitar judicialmente “(1) la
existencia de una política pública, (2) orientada a garantizar el goce efectivo
del derecho y (3) que contemple mecanismos de participación de los
interesados”266.
General No. 3 del Comité DESC, las disposiciones deliberadamente retroactivas deben ser plenamente
justificadas por parte del Estado. Y puntualizó que, de conformidad con la Observación No. 14 sobre el
derecho a la salud del mismo Comité, corresponde al Estado demostrar que las medidas regresivas se aplican
“tras el examen más exhaustivo de todas las alternativas posibles y que esas medidas están debidamente
justificadas por referencia a la totalidad de los derechos enunciados en el Pacto en relación con la plena
utilización de los recursos máximos disponibles del Estado Parte”.
262 La Sentencia C-038 de 2004 M.P. Eduardo Montealegre Lynett indicó que la libertad de configuración
normativa del Legislador se reduce cuando adelanta reformas o establece nuevas regulaciones asociadas al
desarrollo de los derechos sociales. En caso de que el Congreso adopte una medida que produzca un retroceso
en el nivel de protección alcanzado, ésta deber estar justificada conforme al principio de proporcionalidad. A
juicio de la Corte, en tal escenario corresponde a la autoridad política “justificar que esas disminuciones en la
protección alcanzada frente a los derechos sociales, como el derecho al trabajo, fueron cuidadosamente
estudiadas y justificadas, y representan medidas adecuadas y proporcionadas para alcanzar un propósito
constitucional de particular importancia”.
263 Así mismo, esta Corporación determinó en la misma sentencia que el análisis de la reforma laboral citada
estaba atravesado por debates acerca de los efectos de las políticas económicas, y en ese contexto, la
justificación de la medida era más compleja, pues las que diversas escuelas teóricas señalaban consecuencias
diferentes. Por ese motivo, este Tribunal consideró que al analizar la necesidad y adecuación de la medida,
debía ser deferente con las decisiones del Legislador, salvo en caso de encontrar que sus razonamientos fueran
abiertamente desorbitados.
La sentencia señaló que cuando la Corte no tiene los elementos técnicos suficientes para abordar la
adecuación y necesidad de la reforma, será necesario verificar “(i) que las medidas no fueron tomadas
inopinadamente sino que se basaron en un estudio cuidadoso, y (ii) que el Congreso analizó otras
alternativas, pero consideró que no existían otras igualmente eficaces que fueran menos lesivas, en términos
de la protección del derecho al trabajo. Y (iii) finalmente debe el juez constitucional verificar que la medida
no sea desproporcionada en estricto sentido, esto es, que el retroceso en la protección del derecho al trabajo
no aparezca excesivo frente a los logros en términos de fomento del empleo”.
En ese caso, la Corte consideró que no estaba demostrado que la reforma constituyera una medida
abiertamente inadecuada o innecesaria, pues existía un debate inconcluso sobre los efectos económicos de ese
tipo de medidas y su potencialidad para alcanzar el propósito trazado por el Legislador. Por lo tanto, el juez
constitucional no podía controvertir la justificación expuesta por el Congreso. Además, consideró que las
nuevas normas eran proporcionadas porque no restringían intensamente otros derechos constitucionales.
264 Ver: Sentencias C-443 de 2009 y T-1318 de 2005 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
265 Así por ejemplo, la Sentencia T-1213 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto señaló que en el
marco de las discusiones sobre lo que establece el PIDESC, debe entenderse que aquel obliga solo a no
deshacer el nivel de protección alcanzado, sino también, a lograr estándares mínimos de protección de los
derechos. Expuso: "(...) en opinión del Comité, la firma del Pacto supone la aceptación de una `una
obligación mínima de asegurar la satisfacción de por lo menos niveles esenciales de cada uno de los
derechos (...) Si el Pacto se ha de interpretar de tal manera que no establezca una obligación mínima,
carecería en gran medida de su razón de ser´".
266 Sentencia T-760 de 2008 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa: “3.3.9. Para la jurisprudencia
constitucional, cuando el goce efectivo de un derecho constitucional fundamental depende del desarrollo
progresivo, “lo mínimo que debe hacer [la autoridad responsable] para proteger la prestación de carácter
programático derivada de la dimensión positiva de [un derecho fundamental] en un Estado Social de
Derecho y en una democracia participativa, es, precisamente, contar con un programa o con un plan
encaminado a asegurar el goce efectivo de sus derechos. Por ello, al considerar un caso al respecto, la Corte
señaló que si bien el accionante ‘no tiene derecho a gozar de manera inmediata e individualizada de las
prestaciones por él pedidas, sí tiene derecho a que por lo menos exista un plan’ .” Ver también Sentencia T-
595 de 2005. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
71
Corte señaló que la Observación General 14 del Comité DESC es vinculante en relación con la aplicación del
principio de progresividad, así como los elementos del derecho a la salud, a saber, disponibilidad,
accesibilidad, aceptabilidad y calidad. El caso concreto planteaba una tensión entre la dimensión de acceso y
la de calidad de la salud, pues la EPS ordenó la atención y tratamiento médico de una persona en una ciudad
distinta a aquella en la cual había recibido atención hasta ese momento y que, además, era más cercana a la
residencia del paciente. El fallo determinó que una entidad promotora de salud no vulnera el derecho a no
desmejorar las condiciones de un paciente “cuando (i) las razones del cambio tienden a garantizar el disfrute
del nivel más alto de salud posible de la persona, en especial, garantizar la vida en condiciones dignas; (ii) el
cambio no constituye una afectación injustificada del principio de progresividad del derecho a la salud ni
afecta el contenido esencial de los postulados de accesibilidad y calidad; y (iii) el cambio no implica una
barrera que impida específicamente el acceso del paciente”. Aunque la Sala determinó que, prima facie, la
medida era contraria al principio de progresividad porque imponía condiciones menos favorables al paciente
para su tratamiento médico, esta Corporación verificó que la EPS tenía fuertes razones para realizar el
traslado por la disponibilidad de centros médicos con los que contaba en ese momento. Acto seguido, la Corte
pasó a analizar si la decisión afectaba el contenido mínimo del derecho a la salud, en sus elementos de
accesibilidad y calidad. La Sala, primero, determinó que no se configuró un retroceso en la medida de
protección del derecho y, una vez verificado esto, analizó una posible afectación a los componentes del
derecho a la salud.
273 En relación con los servicios que se dejan de ofrecer, es pertinente lo expuesto en la Sentencia T-760 de
2008 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. En ese fallo, la Corte ordenó a la Comisión Nacional de Regulación
en Salud actualizar el POS. En este sentido, indicó que, en caso de que se dejaran de entregar tratamientos o
medicamentos que antes se brindaban a los afiliados como parte del POS, la exclusión de servicios debe tener
una justificación, a partir de criterios técnicos, de priorización en el servicio de salud, o de la evaluación del
impacto social. Además, precisó que “[s]iempre que los fundamentos por los cuales se supriman servicios
estén encaminados a la protección efectiva del derecho a la salud según las necesidades de la población, la
Sala considera que, prima facie, la mencionada eliminación no es regresiva”.
274 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
275 A su vez, en la misma sentencia esta Corporación determinó que una medida es regresiva “i) cuando
recorta o limita el ámbito sustantivo de protección del respectivo derecho; ii) cuando aumentan
sustancialmente los requisitos exigidos para acceder al derecho y iii) cuando disminuye o desvía
sensiblemente los recursos públicos destinados a la satisfacción del derecho”.
73
276 Sentencias C-111 de 2006 M.P. Rodrigo Escobar Gil y T-614 de 2013 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
277 Esta Corporación ha reconocido que el derecho a la seguridad social se encuentra presente en
“instrumentos internacionales tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 22), la
Declaración Americana de los Derechos de las Personas (artículo 16), el Pacto Internacional de Derechos
Sociales y Culturales (artículo 9), el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (artículo 9) y el Código
Iberoamericano de la Seguridad Social (artículo 1º ); que al haber sido aprobados y ratificados por
Colombia, obligan el Estado a garantizar este derecho humano y de interpretar las normas jurídicas en la
materia a la luz de los parámetros fijados en el derecho internacional.” (Sentencia T-383 de 2016. M.P.
Jorge Ignacio Pretelt Chaljub).
74
(ii) El principio de solidaridad, el cual implica que todas las personas que
participen en el sistema de seguridad social tienen el deber de contribuir a su
sostenibilidad, equidad y eficiencia, independientemente del sector económico
al cual pertenezcan, y sin importar el estricto orden generacional en el cual se
encuentren280. Ello explica que exista, en términos generales, una obligación
278 Véanse, entre otras las sentencias T-383 de 2016 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; T-057 de 2016 M.P.
Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; T-262 de 2012 M.P. Nilson Pinilla Pinilla; T-293 de 2011 M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva; T-414 de 2009 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
279 Ver, entre otras, las sentencias C-111 de 2006 M.P. Rodrigo Escobar Gil; C-823 de 2006 M.P. Jaime
Córdoba Triviño; C-543 de 2007 M.P. Álvaro Tafur Galvis; C-174 de 2009 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio;
T-716 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; C-313 de 2014 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
También, Artículo 6 de la Ley 1751 de 2015, literal a).
280 Sentencia C-1000 de 2007 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. En esta decisión se sintetizaron las
reglas establecidas por la Corte Constitucional en relación con la aplicación del principio de solidaridad en
materia de seguridad social. Así, el citado principio: (i) permite que el derecho a la seguridad social se
realice, si es necesario, a través de la exigencia de prestaciones adicionales por parte de las entidades que
han cumplido con todas sus obligaciones prestacionales, conforme a lo establecido en las leyes (…) el
principio aludido también impone un compromiso sustancial del Estado en cualquiera de sus niveles
(Nación, departamento, municipio), así como de los empleadores públicos y privados en la protección
efectiva de los derechos fundamentales de los trabajadores y de sus familias (…) (iv) los aportes deben ser
fijados de conformidad con criterios de progresividad, que permitan que quienes más capacidad
contributiva tengan, aporten en proporciones mayores (…) (vi) conforme a lo prescrito por el artículo 95
superior, el principio de solidaridad genera deberes concretos en cabeza de las personas, no puede en
cambio hablarse de correlativos derechos subjetivos concretamente exigibles en materia de seguridad social,
emanados directamente de tal principio constitucional;(…)(viii) exige la ayuda mutua entre las personas
afiliadas, vinculadas y beneficiarias, independientemente del sector económico al cual pertenezcan, y sin
importar el estricto orden generacional en el cual se encuentren; (ix) implica las reglas según las cuales el
deber de los sectores con mayores recursos económicos de contribuir al financiamiento de la seguridad
social de las personas de escasos ingresos, y la obligación de la sociedad entera o de alguna parte de ella, de
colaborar en la protección de la seguridad social de las personas que por diversas circunstancias están
75
de cotizar, no sólo para poder recibir los distintos beneficios, sino para
preservar el sistema en su conjunto281. De este modo, el SGSSS en particular
se encuentra basado en “el mutuo apoyo entre las personas, generaciones, los
sectores económicos, las regiones y las comunidades282”.
95. Así pues, la Sala considera necesario hacer una breve referencia a la
jurisprudencia constitucional que ha desarrollado el aludido principio,
en atención a su significativa importancia para la resolución del
presente asunto.
285 Ver Auto 066 de 2012 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
286 Ver sentencias T-361 de 2014 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, T-073 de 2013 M.P. Jorge Ignacio
Pretelt Chaljub y T-775 de 2002 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
287 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
288 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
289 Sentencia C-559 de 2004 M.P. Álvaro Tafur Galvis y Alfredo Beltrán Sierra.
290 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
291 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
292 Sentencia T-774 de 2009. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
77
293 Ver sentencia C-978 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
294 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
295 Sentencia T-683 de 2011. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
296 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
297 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
298 Ver Auto 411 de 2016. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. Esto, en concordancia con el literal i) del artículo
6º de la Ley 1751 de 2015, que consagra los elementos y principios del derecho fundamental a la salud, entre
ellos, el de “disponer, por los medios que la ley estime apropiados, los recursos necesarios y suficientes para
asegurar progresivamente el goce efectivo del derecho fundamental a la salud, de conformidad con las
normas constitucionales de sostenibilidad fiscal”.
78
299 Ver sentencias SU-508 de 2001 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra, C-252 de 2010 M.P. Jorge Iván
Palacio Palacio y C-978 de 2010 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
300 Ver Sentencia T-760 de 2008 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa y C-978 de 2010 M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva.
301 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
302 Sentencia C-313 de 2014. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
303 Artículo 152 de la Ley 100 de 1993.
79
(iii) Los servicios y tecnologías que cumplan los anteriores criterios, deberán
ser excluidos explícitamente por el Ministerio de Salud o la autoridad
competente que asigne la ley ordinaria. Para tal efecto, se deberá
adelantar de forma previa un procedimiento técnico-científico, de
carácter público, colectivo, participativo y transparente307.
En todo caso, se debe resaltar que las tecnologías que no se sufragan con
cargo a la UPC no se consideran exclusiones, pues estas últimas son las
señaladas de conformidad con los criterios previstos en el artículo 15 de la
Ley 1751 de 2015, contenidas actualmente en la Resolución 244 de 2019308.
307 “En cualquier caso, se deberá evaluar y considerar el criterio de expertos independientes de alto nivel,
de las asociaciones profesionales de la especialidad correspondiente y de los pacientes que serían
potencialmente afectados con la decisión de exclusión” (Artículo 15 de la Ley 1751 de 2015).
308 Con todo, es pertinente recordar en este punto que, mediante Resolución 244 de 2019 el Ministerio de
Salud y Protección Social incluyó dentro del listado de prestaciones y tratamientos excluidos el procedimiento
de fertilización in vitro con técnica ICSI. Sobre el particular, la Sala llevará a cabo el análisis respecto de esta
circunstancia en el fundamento jurídico 145.
309 En el presente acápite, se retoman algunas consideraciones contenidas en la Sentencia C-093 de 2018
M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y José Fernando Reyes Cuartas.
81
Por una parte, (i) los servicios incluidos en el Plan de Beneficios en Salud
con cargo a la Unidad de Pago por Capitación 310 (PBSUPC) –mecanismo
de cobertura colectiva– y, por otra (ii) aquellos beneficios que no se
financian por medio de los recursos destinados a la UPC, que deben ser
prescritos por el médico tratante a través del aplicativo MIPRES –mecanismo
de cobertura individual–. En este último caso, aunque los servicios no son
sufragados por dicha prima de aseguramiento, anteriormente eran asumidos
por el Estado mediante la modalidad de recobro. No obstante, desde el 17 de
febrero de 2020311, se estableció el denominado “presupuesto máximo para la
gestión y financiación de los servicios y tecnologías en salud” no financiados
con cargo a la UPC.
310 Puntualmente, el artículo 182 de la Ley 100 de 1993 estableció la UPC con el fin de garantizar el
suministro de los servicios integrados al plan, en los siguientes términos: “Artículo 182. De los ingresos de
las entidades promotoras de salud. Las cotizaciones que recauden las entidades promotoras de salud
pertenecen al sistema general de seguridad social en salud. Por la organización y garantía de la prestación
de los servicios incluidos en el plan de salud obligatorio para cada afiliado, el sistema general de seguridad
social en salud reconocerá a cada entidad promotora de salud un valor per cápita, que se denominará
unidad de pago por capitación, UPC. Esta unidad se establecerá en función del perfil epidemiológico de la
población relevante, de los riesgos cubiertos y de los costos de prestación del servicio en condiciones medias
de calidad, tecnología y hotelería, y será definida por el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, de
acuerdo con los estudios técnicos del Ministerio de Salud.”
311 Resoluciones
312 Ley 100 de 1993, artículo 153, literal l: “Existirá un Fondo de Solidaridad y Garantía que tendrá por
objeto, de acuerdo con las disposiciones de esta ley, garantizar la compensación entre personas de distintos
ingresos y riesgos y la solidaridad del Sistema General de Seguridad Social en Salud, cubrir los riesgos
catastróficos y
los accidentes de tránsito y demás funciones complementarias señaladas en esta Ley”.
313Artículo 66: “Del manejo unificado de los recursos destinados a la financiación del Sistema General De
Seguridad Social en Salud (SGSSS). Con el fin de garantizar el adecuado flujo y los respectivos controles de
recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, créase una entidad de naturaleza especial del
nivel descentralizado del orden nacional asimilada a una empresa industrial y comercial del Estado que se
denominará Entidad Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud
(SGSSS). La Entidad hará parte del SGSSS y estará adscrita al Ministerio de Salud y Protección Social
(MSPS), con personería jurídica, autonomía administrativa y financiera y patrimonio independiente. (…) La
Entidad tendrá como objeto administrar los recursos que hacen parte del Fondo de Solidaridad y Garantías
(Fosyga), los del Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud (Fonsaet), los que financien el
aseguramiento en salud, los copagos por concepto de prestaciones no incluidas en el plan de beneficios del
Régimen Contributivo, los recursos que se recauden como consecuencia de las gestiones que realiza la
Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la Protección Social
(UGPP); los cuales confluirán en la Entidad. En ningún caso la Entidad asumirá las funciones asignadas a
las Entidades Promotoras de Salud. (…)”
82
Es pertinente anotar que esta Corporación ha definido la UPC como “la prima
del seguro en el Sistema de Seguridad Social en Salud, esto es, el monto
percibido anualmente por las Empresas Promotoras de Salud (EPS) como un
valor fijo por cada afiliado, con un ajuste según edad, género y ubicación
geográfica y que además es complementado con las cuotas moderadoras y los
copagos de los afiliados. La finalidad de la UPC es garantizar que esas
entidades cuenten con los recursos necesarios para la prestación y
administración de los servicios definidos en el POS314”315. En la actualidad, el
pago de la prima de aseguramiento se encuentra a cargo de la ADRES, por
mandato del literal a, inciso 2º, artículo 67 de la Ley 1753 de 2015.
que establezca la autoridad de aplicación, la cual no podrá introducir requisitos o limitaciones que
impliquen la exclusión debido a la orientación sexual o el estado civil de los destinatarios. También quedan
comprendidos en la cobertura prevista en este artículo, los servicios de guarda de gametos o tejidos
reproductivos, según la mejor tecnología disponible y habilitada a tal fin por la autoridad de aplicación,
para aquellas personas, incluso menores de dieciocho (18) años que, aun no queriendo llevar adelante la
inmediata consecución de un embarazo, por problemas de salud o por tratamientos médicos o intervenciones
quirúrgicas puedan ver comprometidas su capacidad de procrear en el futuro”. El artículo 3 establece que la
autoridad de aplicación de la ley es el Ministerio de Salud de la Nación, y el artículo 7 consagra lo referente a
los beneficiarios en los siguientes términos: “Tiene derecho a acceder a los procedimientos y técnicas de
reproducción médicamente asistida, toda persona mayor de edad que, de plena conformidad con lo previsto
en la ley 26.529, de derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud,
haya explicitado su consentimiento informado. El consentimiento es revocable hasta antes de producirse la
implantación del embrión en la mujer”.
327 Sentencia T-528 de 2014. M.P. María Victoria Calle Correa. En los considerandos del Decreto, se indica:
“Que el derecho humano al acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de
reproducción médicamente asistida, reconocido por la Ley Nº 26.862, se funda en los derechos a la dignidad,
a la libertad y a la igualdad de toda persona humana (conforme la Constitución Nacional y los fundamentos y
principios del Derecho Internacional de los Derechos Humanos). || Que la Ley Nº 26.862 se fundamenta en la
intención del legislador de ampliar derechos; ello, en tiempos de cambios y de más inclusión en el ámbito
social y en el de la salud; en el marco de una sociedad que evoluciona, aceptando la diferencia y la diversidad
cultural y, promoviendo de tal modo, una sociedad más democrática y más justa”.
328 El artículo 2 del Decreto 956 de 2013, dispone: “Definiciones. Se entiende por técnicas de reproducción
médicamente asistida a todos los tratamientos o procedimientos para la consecución de un embarazo. Se
consideran técnicas de baja complejidad a aquellas que tienen por objeto la unión entre óvulo y
espermatozoide en el interior del sistema reproductor femenino, lograda a través de la inducción de
ovulación, estimulación ovárica controlada, desencadenamiento de la ovulación e inseminación intrauterina,
intracervical o intravaginal, con semen de la pareja o donante. || Se entiende por técnicas de alta
complejidad a aquellas donde la unión entre óvulo y espermatozoide tiene lugar por fuera del sistema
reproductor femenino, incluyendo a la fecundación in vitro; la inyección intracitoplasmática de
espermatozoide; la criopreservación de ovocitos y embriones; la donación de ovocitos y embriones y la
vitrificación de tejidos reproductivos…”.
329 La reglamentación argentina considera TRA de baja complejidad “aquellas que tiene por objeto la unión
entre óvulo y espermatozoide en el interior del sistema reproductor femenino, lograda a través de la
inducción de ovulación, estimulación ovárica controlada, desencadenamiento de la ovulación e inseminación
intrauterina, intracervical o intravaginal, con semen de la pareja o donante” (Decreto 956/2013, artículo 2º).
330 “Aquellas donde la unión entre óvulo y espermatozoide tiene lugar por fuera del sistema reproductor
femenino, incluyendo a la fecundación in vitro; la inyección intracitoplasmática de espermatozoide; la
criopreservación de ovocitos y embriones; la donación de ovocitos y embriones y la vitrificación de tejidos
reproductivos” (Decreto 956/2013, artículo 2º).
86
331
que las realizan. Entre estos procedimientos, “se incluyeron la
inducción de la ovulación, la inseminación artificial, la microinyección
espermática (ICSI), el diagnóstico genético preimplantacional, la
fecundación in vitro, la transferencia de embriones, la transferencia
intratubárica de gametos, cigotos y embriones, la criopreservación de
gametos y embriones, la donación de gametos y embriones y la
gestación subrogada en la situación excepcional contemplada en el
artículo 25” 332 de la Ley333. Tales tratamientos “pueden aplicarse a
toda persona como principal metodología terapéutica de la
infertilidad, en la medida en que se trate del procedimiento médico
idóneo para concebir en el caso de parejas biológicamente impedidas
para hacerlo, así como en el caso de mujeres con independencia de su
estado civil”334.
Así, define como técnicas de baja complejidad aquellas en las que “la unión
entre el óvulo y el espermatozoide se realiza dentro del aparato genital
femenino”335. Tales procedimientos “quedan comprendidos dentro de los
programas integrales de asistencia que deben brindar las entidades públicas
y privadas que integran el Sistema Nacional Integrado de Salud y serán
financiados por este, cuando la mujer no sea mayor de cuarenta años”336.
344 Sentencia T-528 de 2014. M.P. María Victoria Calle Correa. En relación con el Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), para acceder a los tratamientos de fertilidad es
indispensable que exista una pareja legalmente establecida, ya sea matrimonio o concubinato. El único
requisito para su aceptación es que sean derechohabientes del ISSSTE, sin importar la lengua indígena que
hable la pareja. En todos los casos se incluye atención psicológica. Entre los tratamientos de reproducción
asistida disponibles en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE, se encuentran:
inseminación artificial intrauterina IAH; fertilización in vitro convencional FIV-TE; fertilización in vitro con
mínima estimulación ovárica (lA, FSHr, LHr y antagonista) MiniFIV; fertilización in vitro en ciclo natural
modificado, y fertilización in vitro por descongelación de ovocitos. La información puede ser consultada el
portal del ISSSTE en http://www2.issste.gob.mx:8080/index.php (información de junio de 2014).
345 En la mencionada Ley, por fecundación artificial se entiende la inseminación artificial y la fecundación
extracorpórea o in vitro (Ley 56 de 1994, artículo 2.1.). Disponible en la página web
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/5/2292/72.pdf.
89
122. De este modo, la Ley 1953 de 2019352, recogió buena parte de las
propuestas que se habían formulado en las iniciativas legislativas
anteriores y, en esencia, tuvo como propósito “establecer los
lineamientos para el desarrollo de la política pública de prevención de
la infertilidad y su tratamiento”. Así, la normativa se compone de los
siguientes elementos353:
(iv) establece los criterios que el Ministerio deberá tener en cuenta para la
reglamentación dispuesta en el punto anterior. Para dicho efecto, la
entidad deberá: (a) determinar los requisitos de acceso a los tratamientos,
entre los cuales se encuentran “edad, condición de salud de la pareja
infértil, números de ciclos de baja o alta complejidad que deban
realizarse conforme a la pertinencia médica y condición de salud,
capacidad económica de la pareja o nivel de Sisbén, frecuencia, tipo de
infertilidad”; (b) definir los mecanismos de protección individual para
garantizar las necesidades en salud; y la infraestructura técnica requerida
para la prestación del servicio y (c) establecer los demás criterios que
352 “Por medio de la cual se establecen los lineamientos para el desarrollo de la política pública de
prevención de la infertilidad y su tratamiento dentro de los parámetros de salud reproductiva”.
353 Versión publicada en el Diario Oficial No. 50.873 del 20 de febrero de 2019.
92
123. Ahora bien, conviene resaltar que, tras surtir la aprobación de las
cámaras, el proyecto de ley que culminó en la Ley 1953 de 2019 fue
objetado por el Presidente la República, por razones de
inconveniencia y de inconstitucionalidad354 con fundamento en que la
norma vulneraba: (i) la Ley Estatutaria de Salud (LES) y la democracia
participativa355; (ii) el principio de sostenibilidad fiscal 356; (iii) los
principios de eficiencia y equidad357; Además, consideró que era
innecesaria esta normativa (iv) dado que, en su criterio, el país ya
contaba con una política pública de prevención de la infertilidad358.
354 Las objeciones gubernamentales fueron presentadas por el entonces Presidente de la República, doctor
Juan Manuel Santos Calderón, el 19 de julio de 2017.
355 Consideró que el proyecto de ley desconocía la Ley Estatutaria de Salud (LES) y el principio de
democracia participativa, dado que, en su criterio, resultaba inconstitucional que a través de la vía legislativa
ordinaria, se incluyeran o establecieran directamente prestaciones de salud, por cuanto ello implicaría: (i) un
desajuste para el esquema de establecimiento de beneficios cubiertos por el sistema de salud, adoptado por la
ley estatutaria; (ii) una limitación de las competencias del Ministerio de Salud y Protección Social; y (iii) una
violación del derecho de los ciudadanos a participar de forma directa y efectiva en la toma de decisiones sobre
los servicios de salud que se deben financiar con recursos públicos”.
356 Estimó que la norma vulneraba el principio de sostenibilidad fiscal, pues partía de la premisa según la
cual el citado proyecto de ley (específicamente en su artículo 4°) incorporaba los tratamientos de
reproducción asistida en el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la Unidad de Pago por Capitación, con
fundamento en el Análisis de Impacto Fiscal (AIF) elaborado por el Instituto de Evaluación Tecnológica en
Salud (IETS). Para el Gobierno Nacional, aumentar los costos con nuevas prestaciones de salud sin que
simultáneamente se crearan nuevas fuentes de ingresos o se modificaran las existentes (i) genera
desequilibrios financieros al Sistema de Salud con efectos fiscales; (ii) limita el acceso de la población
afiliada a los demás servicios y tratamientos que el Sistema suministra; y (iii) compromete la progresividad
del gasto público social ordenada en la Constitución Política.
357 Consideró que el proyecto de ley violaba los principios de eficiencia y equidad, toda vez que, a su juicio,
implicaba la destinación de un monto significativo de recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud para
sufragar tratamientos de infertilidad para un grupo pequeño de la población, en los cuales las tasas de éxito no
serían representativas. Agregó que el déficit financiero que produciría la expedición del proyecto de ley
amenazaba en mayor medida a la población con menor capacidad de pago o cuya atención implicaba costos
más altos para el sistema de salud, los cuales no pueden ser sufragados por los pacientes.
358 El Gobierno Nacional formuló una objeción por inconveniencia respecto de todo el proyecto de ley y
añadió que el país ya contaba con una política pública de prevención de la infertilidad. En efecto, mencionó
que la Política Nacional de Sexualidad y Derechos Sexuales y Reproductivos 2014 -2021 (PNSDSDR) y la
Política de Atención Integral en Salud suplían las necesidades existentes en relación con dicho particular.
93
363 Sentencia C-093 de 2018. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y José Fernando Reyes Cuartas.
364 Sentencia C-093 de 2018. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y José Fernando Reyes Cuartas.
95
En ese orden de ideas, la Corte aclaró que el acceso a estas tecnologías está
sujeto a varios parámetros y requisitos de acuerdo con la regulación que
expida el Ministerio de Salud y Protección Social. Por ende, el posible costo
sólo puede ser determinado una vez sea dictada la reglamentación respectiva.
Además, agregó que el criterio de sostenibilidad fiscal no puede invocarse
como sustento para menoscabar, restringir el alcance o negar la protección
efectiva derechos fundamentales en virtud de lo dispuesto por el parágrafo del
artículo 334 Constitucional.
(ii) La Ley 1953 de 2019 no puede ser considerada como una ampliación
puntual y directa de beneficios, en la medida en que no se dispuso la
inclusión de los tratamientos de reproducción humana asistida en el Plan
365 Ibídem.
96
Lo anterior, por cuanto todos los casos que son objeto de revisión por la Corte
Constitucional en esta oportunidad se originan en solicitudes de tratamientos
de fertilización in vitro, por lo cual el ámbito de decisión de esta Corporación
se circunscribe a estos procedimientos. En consecuencia, los tratamientos de
reproducción humana asistida objeto de la presente providencia son
únicamente los de fertilización in vitro (FIV), que pueden incluir la técnica de
inyección intracitoplasmática de esperma (ICSI)367.
366 “Análisis de impacto fiscal de las técnicas de reproducción asistida de inseminación artificial homóloga
y heteróloga y fecundación in vitro/micro-inyección intracitoplasmática espermática para población infértil
en Colombia”.
367 El tratamiento de fertilización in vitro “consiste en la obtención de gametos masculinos y femeninos para
que la fecundación tenga lugar fuera del organismo de la mujer (in vitro) al poner en contacto tales células
en el laboratorio.|| Por su parte, la técnica ICSI consiste en intervenir aún más activamente sobre el proceso
de la fecundación, mediante la introducción de un espermatozoide en cada ovocito.|| El procedimiento de
fecundación in vitro se realiza mediante ciclos de fertilización. Un ciclo es el término utilizado para definir
un tratamiento de fecundación in vitro completo, que debe incluir un episodio de estimulación ovárica y la
transferencia de los embriones frescos y congelados resultantes.|| Cada ciclo de FIV implica varios pasos y
cada uno se produce en un momento específico durante un período de aproximadamente seis semanas.|| Las
terapias de reproducción asistida FIV se consideran de alta complejidad y requieren personal especializado
y de infraestructura y equipamientos apropiados. Generalmente se compone de cinco fases: la estimulación
ovárica, la aspiración folicular, la selección de la muestra y la capacitación espermática, la fertilización in
97
370 Para arribar a tales conclusiones, la Sala se fundamenta en las pruebas allegadas al presente proceso en
sede de revisión, en particular en el concepto del Departamento de Psicología de la Universidad de Antioquia
(Folio 250. Cuaderno No. 1 Corte Constitucional - Expediente T-5.761.833);
100
371 Ver Sentencias C-443 de 2009 y T-1318 de 2005. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
372 Así por ejemplo, la Sentencia T-1213 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto señaló que en el
marco de las discusiones sobre lo que establece el PIDESC, debe entenderse que aquel obliga solo a no
deshacer el nivel de protección alcanzado, sino también, a lograr estándares mínimos de protección de los
derechos. Expuso: "(...) en opinión del Comité, la firma del Pacto supone la aceptación de `una obligación
mínima de asegurar la satisfacción de por lo menos niveles esenciales de cada uno de los derechos (...) Si el
Pacto se ha de interpretar de tal manera que no establezca una obligación mínima, carecería en gran medida
de su razón de ser´".
101
En este sentido, resulta indispensable señalar que, de acuerdo con la Ley 1953
de 2019 y la Sentencia C-093 de 2018, el acceso a los tratamientos de
reproducción asistida con cargo a recursos públicos no puede considerarse
como la regla general, por los siguientes motivos:
(i) No se encuentran dentro de las prestaciones que deben ser garantizadas por
los recursos destinados a la UPC, las cuales forman parte de la protección
general y mancomunada establecida en el Plan de Beneficios de manera
general para toda la población;
148. Así las cosas, en virtud de lo previsto por la Ley 1953 de 2019,
esta Corporación considera que, en circunstancias excepcionales
(situaciones límite) en las cuales los derechos fundamentales
anteriormente referidos se encuentren especialmente vulnerados o
amenazados y dicha afectación se encuentra efectivamente acreditada,
se debe garantizar, con cargo a recursos públicos, la financiación
parcial de los tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad
requeridos por las personas o parejas con infertilidad, con el fin de
asegurar la plena vigencia de tales garantías constitucionales.
(iii) Debe definir los mecanismos de protección individual para garantizar las
necesidades en salud y la finalidad del servicio, así como la infraestructura
técnica requerida para su prestación.
Así las cosas, pese a que desde el año 2015 la Corte le ordenó al Ministerio de
Salud evaluar los aspectos que inciden en los tratamientos de reproducción
asistida390 —los cuales coinciden en gran medida con los factores que se
encuentran enunciados en el artículo 4° de la Ley 1953 de 2019 391—, se
advierte que este deber no ha sido completado, de modo que corresponde a
esta Corporación, en su rol de juez constitucional, garantizar la efectividad
de los derechos fundamentales. En el presente caso, ello implica dotar de
contenido las categorías que el Legislador definió para el acceso a
tratamientos de reproducción asistida de manera provisional, esto es,
hasta que el Gobierno Nacional expida el acto administrativo
correspondiente.
(i) Edad:
392 Entre los derechos reproductivos que resultan involucrados en la garantía de tratamientos de reproducción
asistida, se encuentran: autonomía reproductiva, libre desarrollo de la personalidad, vida privada y familiar,
salud reproductiva, derecho a la procreación y a conformar una familia.
393 La Sala Plena tiene en cuenta los requisitos que fueron establecidos por las sentencias T-274 de 2015
M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-306 de 2016 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; T-375 de 2016
M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo y T-126 de 2017 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
113
394 En este punto, resulta indispensable aclarar que el artículo 4° de la Ley 1953 de 2019 hace referencia a la
“pareja” infértil. No obstante, este término debe entenderse como extensivo a personas y parejas con
infertilidad.
114
395 Este número de ciclos se basa en la indicación médica contenida en el Protocolo para el tratamiento de la
infertilidad elaborado por el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud -IETS- y el Ministerio de Salud y
Protección Social. En este sentido, se recomienda: “Se deben ofrecer 3 ciclos completos de FIV con o sin
ICSI, a mujeres menores de 40 años quienes no han podido concebir después de 2 años de relaciones
sexuales sin protección y no tienen indicación de inseminación intrauterina, o quienes han recibido 3 ciclos
de inseminación artificial. Si la mujer cumple 40 años durante el tratamiento se debe completar el ciclo
actual pero no ofrecer nuevos ciclos”. (ver: Buitrago-García D., Fuentes JC., Pinzón C., Mendoza JC., Sarria
C., Fandiño C., Glujovsky D., Torres D., Gómez A., Bernal D. Tratamiento de la Infertilidad: un protocolo de
manejo basado en la evidencia. Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud -IETS y Ministerio de Salud y
Protección Social; 2018). No obstante, la Sala aclara que este aspecto, en la medida en que se encuentra
comprendido en la faceta prestacional de los derechos reproductivos, se encuentra sujeto a la valoración de
conveniencia y ligado al análisis de política pública que, en su momento, realice el Ministerio de Salud y
Protección Social en la regulación que deberá expedir en cumplimiento del artículo 4º de la Ley 1953 de
2019.
115
(v) Frecuencia:
(vi)Tipo de infertilidad
396 Véanse, entre otras, las Sentencias T-922A de 2013 M.P. Alberto Rojas Ríos; T-781 de 2013 M.P. Nilson
Pinilla Pinilla; T-622 de 2012 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; T-1314 de 2005 M.P. Rodrigo Escobar
Gil; T-884 de 2004 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
397 Sentencia T-622 de 2012. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
398 Fundamento jurídico 52.
116
Con todo, se reitera que los parámetros que, en esta oportunidad, define la
Sala Plena de la Corte Constitucional permanecerán vigentes mientras el
Ministerio de Salud y Protección Social dicta la regulación pertinente, de
acuerdo con el artículo 4° de la Ley 1953 de 2019.
(ii) Una vez se cuente con dicho concepto, corresponde a la ADRES recibir
la solicitud respectiva y verificar el cumplimiento de los requisitos de
capacidad económica y la vulneración o afectación de los derechos
fundamentales a la dignidad humana, los derechos reproductivos, al
libre desarrollo de la personalidad, a la vida privada y familiar y a
conformar una familia, a la igualdad y, potencialmente, del derecho a la
salud.
(iii) Una vez se cuente con el segundo concepto, emitido por ADRES, se
remitirá a la EPS respectiva para que se practique el procedimiento de
fertilización in vitro a través de los médicos de su red de prestadores o
mediante los convenios respectivos.
409 Este término podrá ser prorrogado con autorización del profesional de la salud tratante por un período
igual, en caso de que se requiera por razones médicas.
123
410 Este término podrá ser prorrogado con autorización del profesional de la salud tratante por un período
igual, en caso de que se requiera por razones médicas.
411 Fundamento jurídico 160.
124
182. Si bien se observa que, prima facie, dadas sus condiciones de salud y los
conceptos médicos allegados, el tratamiento adecuado para la accionante sería
la fertilización in vitro, la Sala advierte que, en la medida en que se trata de
recursos públicos, se debe constatar que la situación de salud descrita por la
actora persiste al momento del fallo, en consideración al tiempo transcurrido
desde la presentación de la acción de tutela. En tal sentido, se debe verificar la
viabilidad médica del tratamiento de reproducción asistida para que la
tutelante acceda a la financiación parcial y excepcional del tratamiento, en
cumplimiento de lo previsto por la Ley 1953 de 2019.
412 Aunque el análisis de este requisito, por regla general, corresponderá a la ADRES en los términos de
esta sentencia (fundamento jurídico 161), en el presente caso la Corte Constitucional asumirá la verificación
de este presupuesto, en su calidad de juez constitucional.
125
186. En este orden de ideas, la Sala revocará la decisión del juez de segunda
instancia para, en su lugar, conceder el amparo de los derechos
fundamentales invocados. En consecuencia, se ordenará a la EPS accionada
o a la entidad promotora de salud a la cual se encuentre afiliada la actora al
momento de proferirse esta sentencia que: (i) asigne una cita con un médico
especialista adscrito a su red de prestadores en el término de los 5 días
siguientes a la notificación de la presente decisión para que se pronuncie
sobre la viabilidad del procedimiento. Dicho concepto deberá rendirse en el
término máximo de 15 días413 contados a partir de la fecha de notificación de
este fallo; y (ii) en caso de que la accionante acuda a un médico particular y,
en el evento en que aquel prescriba dicho procedimiento, la EPS deberá
conformar un grupo interdisciplinario integrado por médicos especialistas
para que se pronuncie sobre la viabilidad del procedimiento. Este grupo
deberá decidir dentro de los 15 días posteriores a su designación.
413 Este término podrá ser prorrogado con autorización del profesional de la salud tratante por un período
igual, en caso de que se requiera por razones médicas.
126
191. Paula presentó acción de tutela en contra de Cruz Blanca EPS, por
considerar que la negativa de la accionada a autorizar el procedimiento
denominado “estimulación de la donante, fertilización in vitro con
donación de óvulos”, desconoce sus derechos fundamentales a la salud,
a la vida y a la dignidad humana. El Juzgado Tercero Civil Municipal
de Oralidad de Itagüí denegó la acción de tutela de la referencia.
195. Si bien se observa que, prima facie, dadas sus condiciones de salud y los
conceptos médicos allegados, el tratamiento adecuado para la accionante sería
la fertilización in vitro, la Sala advierte que, en la medida en que se trata de
recursos públicos, se debe constatar que la situación de salud descrita por la
actora persiste al momento del fallo, en consideración al tiempo transcurrido
desde la presentación de la acción de tutela. En tal sentido, se debe verificar la
414 La copia de la historia clínica se encuentra a folios 6 a 12 del Cuaderno de Revisión de la Corte
Constitucional correspondiente al expediente T-5.884.441.
415 Este término podrá ser prorrogado con autorización del profesional de la salud tratante por un período
igual, en caso de que se requiera por razones médicas.
416 Fundamento jurídico 160.
128
199. En este orden de ideas, la Sala revocará la decisión del juez de segunda
instancia para, en su lugar, conceder el amparo de los derechos
fundamentales invocados. En consecuencia, se ordenará a la EPS accionada
o a la entidad promotora de salud a la cual se encuentre afiliada la actora al
momento de proferirse esta sentencia que: (i) asigne una cita con un médico
especialista adscrito a su red de prestadores en el término de los 5 días
siguientes a la notificación de la presente decisión para que se pronuncie
sobre la viabilidad del procedimiento. Dicho concepto deberá rendirse en el
término máximo de 15 días contados a partir de la fecha de notificación de
este fallo420; y (ii) en caso de que la accionante acuda a un médico particular
y, en el evento en que aquel prescriba dicho procedimiento, la EPS deberá
conformar un grupo interdisciplinario integrado por médicos especialistas
para que se pronuncie sobre la viabilidad del procedimiento. Este grupo
deberá decidir dentro de los 15 días posteriores a su designación.
417 Aunque el análisis de este requisito, por regla general, corresponderá a la ADRES en los términos de
esta sentencia (fundamento jurídico 161), en el presente caso la Corte Constitucional asumirá la verificación
de este presupuesto, en su calidad de juez constitucional.
418 Folio 43, Cuaderno C.C.
419 Folio 43, Cuaderno C.C.
420 Este término podrá ser prorrogado con autorización del profesional de la salud tratante por un período
igual, en caso de que se requiera por razones médicas.
129
204. Si bien se observa que, prima facie, dadas sus condiciones de salud y los
conceptos médicos allegados, el tratamiento adecuado para la accionante sería
la fertilización in vitro, la Sala advierte que, en la medida en que se trata de
recursos públicos, se debe constatar que la situación de salud descrita por la
actora persiste al momento del fallo, en consideración al tiempo transcurrido
desde la presentación de la acción de tutela. En tal sentido, se debe verificar la
viabilidad médica del tratamiento de reproducción asistida para que la
tutelante acceda a la financiación parcial y excepcional del tratamiento, en
cumplimiento de lo previsto por la Ley 1953 de 2019.
421 La copia de la historia clínica se encuentra a folios 4 a 36 del Cuaderno de Revisión de la Corte
Constitucional correspondiente al expediente T-5.931.125.
422 Este término podrá ser prorrogado con autorización del profesional de la salud tratante por un período
igual, en caso de que se requiera por razones médicas.
423 Fundamento jurídico 160.
131
208. En este orden de ideas, la Sala revocará la decisión del juez de segunda
instancia para, en su lugar, conceder el amparo de los derechos
fundamentales invocados. En consecuencia, se ordenará a la EPS accionada
o a la entidad promotora de salud a la cual se encuentre afiliada la actora al
momento de proferirse esta sentencia que: (i) asigne una cita con un médico
especialista adscrito a su red de prestadores en el término de los 5 días
siguientes a la notificación de la presente decisión para que se pronuncie
sobre la viabilidad del procedimiento. Dicho concepto deberá rendirse en el
término máximo de 15 días contados a partir de la fecha de notificación de
este fallo425; y (ii) en caso de que la accionante acuda a un médico particular
y, en el evento en que aquel prescriba dicho procedimiento, la EPS deberá
conformar un grupo interdisciplinario integrado por médicos especialistas
para que se pronuncie sobre la viabilidad del procedimiento. Este grupo
deberá decidir dentro de los 15 días posteriores a su designación.
Conclusiones
212. Así mismo, la Corte destacó que la Ley 1953 de 2019 ordena el
desarrollo de una política pública de infertilidad, garantiza el derecho
de acceso a los tratamientos de infertilidad mediante técnicas de
reproducción humana asistida con cargo a recursos públicos y establece
una serie de condiciones para tales efectos.
(ii) Una vez se cuente con dicho concepto, corresponde a la ADRES recibir
la solicitud respectiva y verificar el cumplimiento de los requisitos de
capacidad económica y la vulneración o afectación de los derechos
fundamentales a la dignidad humana, a la autonomía reproductiva, a la
libertad, al libre desarrollo de la personalidad, a la vida privada y
familiar, a la procreación y a conformar una familia, a la igualdad y,
potencialmente, del derecho a la salud.
135
(iii) Una vez se cuente con el segundo concepto, emitido por la ADRES, se
remitirá a la EPS respectiva para que se practique el procedimiento de
fertilización in vitro a través de los médicos de su red de prestadores o
mediante los convenios respectivos.
IV. DECISIÓN
RESUELVE:
Magistrada
ANEXO No. 1
A. Hechos y pretensiones
4. Ante esta circunstancia, manifiestan los tutelantes que los médicos tratantes
concluyeron que la actora “necesita una técnica de reproducción asistida
428 A folio 11 del Cuaderno de Primera y Segunda Instancia (en adelante Cuaderno No. 1) se encuentra la
copia de la cédula de ciudadanía de la accionante. Esta es la edad de la actora al momento de la presentación
de la acción de tutela.
429 Consta a folio 10 del Cuaderno No. 1 la copia auténtica del registro civil de matrimonio entre Laura y
Roberto, en el que se demuestra que los accionantes contrajeron matrimonio religioso el 19 de febrero de
2011. Esta es la edad del accionante al momento de la presentación de la acción de tutela.
430 A folio 12 del Cuaderno No. 1 se encuentra la copia de la cédula de ciudadanía de la accionante. Esta es
la edad del actor al momento de la presentación de la acción de tutela.
431 Según lo narrado en el escrito de tutela, en marzo de 2013, la señora Laura asistió a una cita de control
ginecológico, en la cual le manifestó a su médica tratante adscrita a la EPS Coomeva que llevaba más de un
año intentando quedar en embarazo sin éxito. En razón de ello, la especialista ordenó una serie de exámenes,
que arrojaron como resultado un diagnóstico de “hallazgo ecográfico de ovarios poliquísticos” (Folio 18,
Cuaderno No. 1).
El día 28 de enero de 2014, la actora acudió a consulta con la ginecóloga. La profesional indicó que la
paciente presentaba hallazgo de ovarios poliquísticos, que en los seis meses anteriores a la cita médica había
iniciado un proceso de inducción de ovulación en el Centro de Reproducción Fecundar y que allí había
completado 3 ciclos. Así mismo, la médica tratante prescribió un tratamiento de progesterona (Folios 18-19.
Cuaderno No. 1). El día 11 de marzo de 2014, la accionante fue diagnosticada con síndrome del ovario
poliquístico y displasia cervical leve (Folios 14-15, Cuaderno No. 1).
Al día siguiente, la señora Laura nuevamente fue atendida por la especialista. En esta ocasión, a la paciente se
le diagnosticó con “infertilidad femenina no especificada, con sospecha de enfermedad primaria” y se
ordenaron exámenes de ultrasonografía pélvica ginecológica transvaginal y coloscopia con biopsia (Folios 20-
21, Cuaderno No. 1).
144
B. Actuación procesal
toda vez que el artículo 130 de la Resolución 5521 de 2013 establece los
tratamientos para la infertilidad como prestaciones excluidas de cobertura. En
esta medida, la EPS Coomeva añadió que, en el caso de la peticionaria, la
institución no ha afectado el derecho fundamental a la salud con la decisión
de negarse a autorizar la intervención médica.
Aseveró que no existe justificación para que el Estado asuma el costo del
tratamiento de fertilización in vitro, dado que es una intervención especial que
no se encuentra dentro del POS y que no se relaciona con los derechos a la
vida e integridad de la tutelante. Además, señaló que se trata de un
procedimiento cuyos resultados son inciertos.
Impugnación
Alejandra presentó acción de tutela en contra de la EPS Salud Total S.A., por
estimar vulnerados sus derechos fundamentales a la seguridad social, a la
salud, a la vida, a la familia, a la vida digna, así como sus derechos sexuales y
reproductivos. Indica la accionante que la entidad demandada se ha negado a
suministrarle el tratamiento de fertilización in vitro, sugerido por su médico
tratante, para que pueda desarrollar su “derecho a ser madre”.
A. Hechos y pretensiones
447 A folio 10 del Cuaderno de Primera Instancia (en adelante Cuaderno No. 1) se encuentra la copia de la
cédula de ciudadanía de la accionante. Esta es la edad de la actora al momento de la presentación de la acción
de tutela.
448 Los registros que evidencian la atención médica que la accionante ha recibido desde 2009 hasta 2015 se
encuentran entre los folios 11-42 (del Cuaderno No. 1).
449 A folios 15-42 del Cuaderno No. 1 figuran las historias clínicas que dan cuenta de estos diagnósticos.
149
3. Indica que las referidas condiciones clínicas han sido atendidas por los
médicos tratantes adscritos a Salud Total EPS450. Sin embargo, dicho
tratamiento ha sido insuficiente para permitir un embarazo.
B. Actuación procesal
Impugnación
A. Hechos y pretensiones
6. La actora manifiesta que esta decisión afecta su salud, en la medida que sus
planes hacia el futuro se ven truncados debido a la negativa de la entidad
accionada.
B. Actuación procesal
Aseguró que la peticionaria cuenta con capacidad económica, toda vez que
tanto la accionante como su cónyuge registran un ingreso base de cotización
(IBC) elevado462. En tal sentido y, habida cuenta de la presunción de
capacidad económica contenida en el artículo 33 de la Ley 1438 de 2011, la
entidad accionada sostiene que la tutelante puede costear el tratamiento de
fertilización in vitro que solicitó.
460 A folio 27 del cuaderno No. 1 figura la prescripción médica de la fertilización in vitro, fechada el 27 de
agosto de 2015.
461 A folio 21 del Cuaderno No. 1 figura la respuesta del Comité Técnico Científico de Coomeva EPS.
462 La EPS accionada indicó que tal ingreso asciende aproximadamente a seis salarios mínimos en el caso de
la actora, mientras que su cónyuge figura con un ingreso base de cotización correspondiente a 9,3 salarios
mínimos.
153
Resaltó que los tratamientos para la infertilidad son una de las exclusiones
específicas del Plan Obligatorio de Salud (POS) y que tales prestaciones no
deben ser financiadas con cargo a la Unidad de Pago por Capitación.
Finalmente, indicó que en el presente caso no se cumplen los requisitos
fijados por la Corte Constitucional para que procedan los tratamientos de
fertilización in vitro.
463 Conviene recordar en este punto que los artículos 66 de la Ley 1753 de 2015 y 1° del Decreto 1429 de
2016 crearon la Entidad Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud
(SGSSS) – ADRES, como una Entidad adscrita al Ministerio de Salud y Protección Social, con personería
jurídica, autonomía administrativa y financiera y patrimonio independiente, encargada de administrar los
recursos que hacen parte del Fondo de Solidaridad y Garantía (FOSYGA).
464 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. Como se expresó anteriormente, en dicho fallo se recopiló la
jurisprudencia constitucional en materia de tratamientos de fertilidad y se identificaron las siguientes
situaciones en las cuales se ha permitido su acceso a través de la tutela: (i) cuando el procedimiento fue
iniciado y es suspendido por la EPS sin mediar concepto médico que lo justifique; (ii) cuando se requiere la
práctica de exámenes diagnósticos; y (iii) cuando la infertilidad es producto o consecuencia de otra
enfermedad que sí ponga en riesgo los derechos fundamentales a la vida, a la salud o a la integridad de la
paciente.”
465 El fallo de instancia recordó las reglas establecidas en algunos fallos de revisión por la Corte
Constitucional para la autorización de servicios no incluidos en el POS a través de la acción de tutela: “(i)
que la falta del medicamento o tratamiento excluido por la normativa legal o administrativa del Plan de
Beneficios vulnere o ponga en riesgo los derechos fundamentales a la vida y a la integridad personal; (ii)
que el servicio no pueda ser sustituido por otro que se encuentre incluido en el POS o que pudiendo
sustituirse, el sustituto no tenga el mismo nivel de efectividad que el excluido del plan; (iii) que el interesado
no tenga capacidad económica para sufragar el costo del tratamiento requerido y no pueda acceder a él por
ningún otro sistema o plan de salud; (iv) que el tratamiento haya sido ordenado por un médico adscrito a la
EPS o que en el evento de ser prescrito por un médico no vinculado a la EPS, dicha entidad conozca la
historia clínica particular de la persona al tener noticia de la opinión emitida por el médico ajeno a su red
de servicios, y no la descarte con base en criterios médico científicos” (Folio 64, Cuaderno No.1).
154
Impugnación
466 El juez de primera instancia encontró demostrada la afirmación de la EPS demandada en relación con la
capacidad económica de los actores, pues se estableció que tal ingreso asciende aproximadamente a seis
salarios mínimos en el caso de la actora, mientras que su cónyuge figura con un ingreso base de cotización
correspondiente a 9,3 salarios mínimos.
467 La accionante afirma que su divorcio ocurrió en 2012 y que dicha situación fue informada a la EPS.
468 A folios 15 a 26 del Cuaderno de Segunda Instancia (en adelante Cuaderno No. 2) consta copia de la
escritura pública No. 0455 de marzo 26 de 2012, por medio de la cual los otorgantes protocolizaron la
cesación de efectos civiles de su matrimonio católico.
469 A folios 13 y 14 del Cuaderno No. 2 obra copia de la declaración extrajuicio de la accionante y otra
persona, en la cual indican que conviven en unión marital de hecho.
470 A folios 28 a 34 del Cuaderno No. 2 se encuentra copia del contrato de leasing en el que aparecen como
locatarios la accionante y su compañero permanente.
155
Paula presentó acción de tutela en contra de Cruz Blanca EPS, por considerar
que la negativa de la accionada a autorizar el procedimiento denominado
“estimulación de la donante, fertilización in vitro con donación de óvulos”,
desconoce sus derechos fundamentales a la salud, a la vida y a la dignidad
humana.
A. Hechos y pretensiones
5. De los documentos aportados por la actora se colige que acudió, con cargo
a sus propios recursos, al Centro de Fertilidad Humana InSer 477 y que su
diagnóstico fue: “Factor endocrino-metabólico: falla ovárica E283 –
Osteoporosis”478.
B. Actuación procesal
A. Hechos y pretensiones
483 La decisión de primera instancia sostiene que tales casos son: “(i) cuando el procedimiento fue iniciado y
es suspendido por la EPS sin mediar concepto médico que lo justifique; (ii) cuando se requiere la práctica de
exámenes diagnósticos; y, (iii) cuando la infertilidad es producto o consecuencia de otra enfermedad que sí
ponga en riesgo los derechos fundamentales a la vida, a la salud o a la integridad de la paciente.” Además,
hace referencia a las sentencias T-935 de 2010 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto), T-009 de 2014 (M.P.
Nilson Pinilla Pinilla) y T-528 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa).
484 Folio 1, Cuaderno de Primera y Segunda Instancia (en adelante Cuaderno No. 1).
485 Este hecho se demostró mediante la declaración de la propia actora, la cual fue verificada con las historias
clínicas aportadas en sede de revisión. Esta es la edad de la accionante al momento de la presentación de la
acción de tutela.
486 La accionante no presentó medios de convicción orientados a demostrar este hecho.
158
B. Actuación procesal
Pese a haber sido debidamente notificada 490, la entidad guardó silencio dentro
del término procesal oportuno.
487 A folio 36 del Cuaderno No. 1 obra copia de la petición presentada el 17 de noviembre de 2015 ante
SaludCoop EPS.
488 La accionante manifestó que anteriormente se encontraba afiliada a SaludCoop EPS. La atención en salud
de dicha entidad fue asumida por Cafesalud EPS.
489 A folio 1 del Cuaderno No. 1 se encuentra el escrito de tutela, en donde figura la manifestación de la
accionante en este sentido.
490 Folio 35 del Cuaderno No. 1.
159
Impugnación
491 Los supuestos identificados por el juez de primera instancia para la procedencia de los tratamientos de
fertilidad fueron los siguientes: (i) cuando el procedimiento fue iniciado y es suspendido por la EPS sin
mediar concepto médico que lo justifique; (ii) cuando se requiere la práctica de exámenes diagnósticos; y (iii)
cuando la infertilidad es producto o consecuencia de otra enfermedad que sí ponga en riesgo los derechos
fundamentales a la vida, a la salud o a la integridad de la paciente.
492 M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
493 Folio 49. Cuaderno No. 1.
160
No obstante, puso de presente que la accionante no adjuntó las pruebas 495 que
demuestran los problemas de infertilidad que refirió en su escrito de tutela,
sino que, simplemente, transcribió apartes de la jurisprudencia de la Corte
Constitucional sin siquiera probar sumariamente su estado médico. Tales
evidencias resultaban indispensables para que pudiera estudiarse de fondo la
actuación de la EPS accionada y constatar la situación médica alegada por la
tutelante para determinar si se configuraban los requisitos para la procedencia
excepcional del amparo en relación con los tratamientos de fertilidad.
Así las cosas, aseveró que a diferencia de la inseminación artificial (la cual se
encontraba dentro de los procedimientos “que se cubren con la Unidad de
pago por Capitación”), la fertilización in vitro no se hallaba en tal momento
descrita en la CUPS, “por lo que se considera, como se mencionó
anteriormente, una exclusión del sistema”.
o fecundación in vitro son el único tratamiento posible para que la accionante pueda concebir hijos
biológicos”; (ii) solicitó a la EPS Coomeva especificar los tratamientos que se le habían suministrado a la
accionante Laura desde 2013 hasta la fecha e indicar si se ha pedido cita médica alguna a nombre de la actora
a partir del 9 de diciembre de 2014; (iii) pidió al Centro de Reproducción Humana Fecundar aportar copias de
todas las historias clínicas de la accionante Laura que tuviera en su poder, relacionadas con las patologías
indicadas en la acción de tutela. Cabe anotar que esta última petición se formuló también a los tutelantes; (iv)
ordenó a los actores informar acerca de su situación económica actual, de sus ingresos y egresos mensuales y
demás elementos relevantes para determinar sus condiciones económicas y allegar los documentos necesarios
para acreditar tales afirmaciones.
497 La referida providencia fue proferida por la Sala Quinta de Revisión, a la cual correspondió originalmente
el conocimiento del asunto de la referencia en virtud de su reparto a la Magistrada Sustanciadora, hasta que el
momento en que la Sala Plena asumió la competencia para fallar el citado proceso.
498 El Ministerio de Salud y Protección Social explica que el numeral 38 del artículo 8 de la Resolución 5592
de 2015 define como tecnología en salud las “actividades, intervenciones, insumos, medicamentos,
dispositivos, servicios y procedimientos usados en la prestación de servicios de salud, así como los sistemas
organizativos y de soporte con los que se presta esta atención en salud.” (Folio 79 del Cuaderno No. 1 de la
Corte Constitucional, en adelante Cuaderno No. 1 C.C.)
499 Sin embargo, mediante Resolución 5975 de 2016 ("Por la cual se modifica la Resolución 4678 de 2015,
que adopta la Clasificación Única de Procedimientos en Salud —CUPS— en su Anexo Técnico No. 1 y se
sustituye el Anexo Técnico No. 2") se incluyó el procedimiento de fecundación (fertilización in vitro) en dicha
clasificación con el código 96.7.0.02.
162
500 Indica la especialista que la accionante, en su cirugía laparoscópica, evidenció endometriosis severa por
compromiso de las trompas uterinas y peritoneo pélvico (Folio 88. Cuaderno No. 1 C.C.)
501 El concepto de la médica Beatriz Eugenia Vinueza Núñez obra a folios 87 a 89 del Cuaderno No. 1 C.C.
163
502 El concepto del médico Carlos Germán Díaz Reyes obra a folios 94 a 96 del Cuaderno No. 1 C.C.
503 En este sentido, expuso que el síndrome de ovario poliquístico afecta aproximadamente al 8% de las
mujeres y es uno de los principales motivos de infertilidad, además de causar complicaciones en el embarazo
para aquellas que lo padecen. Igualmente, estableció que la endometriosis se presenta cuando existen
crecimientos endometriales por fuera del útero. Dicha patología puede dar lugar a hemorragias internas,
descomposición de la sangre y tejido de las lesiones, inflamación, dolor y es una causa de infertilidad.
Adicionalmente, refirió que puede ocasionar preclamsia y problemas de salud en el embarazo. (Folios 99-100
del Cuaderno No. 1 C.C.).
504 Folio 100 reverso del Cuaderno No. 1 C.C.
505 La respuesta del Centro de Reproducción Humana Fecundar obra a folio 322 del Cuaderno No. 1 C.C.
506 Aportan factura de servicios públicos domiciliarios que demuestra tal hecho (Folio 109 del Cuaderno No.
1 C.C.).
507 Indican los accionantes que el señor Roberto culminó un contrato de prestación de servicios con la
Universidad Católica en junio de 2016 (Folio 107 del Cuaderno No. 1 C.C.). Sin embargo, la certificación
aludida fue expedida en febrero de 2016, por lo cual no se acredita si tal contrato se renovó.
508 Las copias de las historias clínicas que fueron anexadas con la tutela son las mismas que fueron aportadas
con el escrito de tutela y que figuran hasta el 9 de diciembre de 2014, salvo: (i) un resumen de historia clínica
del Centro de Reproducción Humana Fecundar que reitera las patologías diagnosticadas a la accionante
(fechado el 30 de noviembre de 2016); y (ii) resultado de citología datado el 25 de mayo de 2016 y en el cual
se atiende a la accionante en virtud de una póliza de salud de seguros de vida Suramericana (Folios 154 y 157
respectivamente del Cuaderno No. 1 CC).
164
económica509, entre ellos una relación de ingresos y egresos 510. Por último, se
quejaron de la atención que han recibido en Coomeva EPS y justificaron las
razones por las cuales no han vuelto a acudir a la misma511.
509 Los accionantes aportan: (i) relación de ingresos y egresos del grupo familiar (Folio 106 del Cuaderno
No. 1 CC); (ii) certificado laboral de la Fundación Universitaria Católica (Folio 107 del Cuaderno No. 1 CC);
(iii) recibo de administración de propiedad horizontal (Folio 108 del Cuaderno No. 1 CC); (iv) recibo de
servicios públicos domiciliarios (Folio 109 del Cuaderno No. 1 CC); (v) de cuenta de Coomeva EPS (Folio
109 a 111 del Cuaderno No. 1 CC) en el cual figuran créditos por $93.000.000 aproximadamente; y (vi)
declaración de renta del señor Roberto con saldo a favor (Folio 113 del Cuaderno No. 1 CC).
510 En ella se indica que los accionantes tienen ingresos por aproximadamente 7,2 salarios mínimos (Folio
106 del Cuaderno No. 1 CC).
511 Folio 105 del Cuaderno No. 1 C.C.
512 Folio 105 del Cuaderno No. 1 C.C.
513 En el caso de la accionante Alejandra (Expediente T-5.861.646), mediante Auto de 18 de enero de 2016,
la Corte Constitucional decretó las siguientes pruebas: (i) Ofició al médico especialista tratante adscrito a la
EPS accionada para que profiriera, a partir de su diagnóstico, un concepto preciso en el cual explicara las
patologías de la tutelante y expusiera “si los ciclos de fertilización o fecundación in vitro son el único
tratamiento posible para que la accionante pueda concebir hijos biológicos”.; (ii) Solicitó a la EPS Salud
Total para que aportara copias de todas las historias clínicas de la accionante que tuviera en su poder,
relacionadas con las patologías indicadas en la acción de tutela. Dicha petición se formuló también a la actora;
(iii) Ordenó a la peticionaria que informara acerca de su situación económica actual, de sus ingresos y egresos
mensuales y demás elementos relevantes para determinar sus condiciones económicas y allegara los
documentos necesarios para acreditar tales afirmaciones.
514 Folio 111 del Cuaderno No. 1 C.C.
515 Folio 110 del Cuaderno No. 1 C.C.
516 Folio 112 a 115 del Cuaderno No. 1 de la Corte Constitucional.
517 Folio 116 y 117 del Cuaderno No. 1 de la Corte Constitucional.
165
518 En el documento de fecha 23 de febrero de 2017 se indica que el costo de cada ciclo sería de
aproximadamente 16.000.000. Folio 110 del Cuaderno No. 1 C.C.).
519 Folios 111 a 115 del Cuaderno No. 1 C.C.
520 La EPS reconoció que, en el año 2010, la actora acudió a consulta con un ginecólogo asociado a su red de
prestadores y afirmó que le habían ordenado un tratamiento de fertilización in vitro. Sin embargo, manifestó
que en dicho momento nunca se radicó el debido soporte. (Folio 20. Cuaderno No. 1 C.C.).
521 Folios 76 a 83. Cuaderno No. 1 C.C. La historia clínica más reciente corresponde a enero de 2017.
522 En el caso de la accionante Teresa (Expediente T-5.868.783), mediante Auto de 18 de enero de 2016, la
Corte Constitucional decretó las siguientes pruebas: (i) Ofició a los médicos especialistas tratantes adscritos a
la EPS accionada para que profirieran, a partir de su diagnóstico, un concepto preciso en el cual explicaran las
patologías de la tutelante y expusieran “si los ciclos de fertilización o fecundación in vitro son el único
tratamiento posible para que la accionante pueda concebir hijos biológicos”.; (ii) Ordenó a la EPS Coomeva
que suministrara información a la Corte Constitucional acerca del cumplimiento de la sentencia de segunda
instancia. Concretamente, se le pidió que señalara si se acató el mandato judicial y las circunstancias de
tiempo, modo y lugar de su ejecución; (iii) Solicitó a la peticionaria que informara acerca de su situación
económica actual, de sus ingresos y egresos mensuales y demás elementos relevantes para determinar sus
condiciones económicas e indicara si, con anterioridad a la presentación de la tutela de la referencia, le había
sido practicado algún procedimiento de fertilización o fecundación in vitro. En caso de ser afirmativa dicha
respuesta, se le pidió que precisara el número de intentos llevados a cabo a lo largo de su vida y que
expusiera, en forma detallada, cómo fueron sufragados económicamente tales intentos. Finalmente, se le
formuló una solicitud para que allegara los soportes necesarios para acreditar sus afirmaciones; (iv) Ordenó a
la peticionaria que informara acerca de su situación económica actual, de sus ingresos y egresos mensuales y
demás elementos relevantes para determinar sus condiciones económicas y allegara los documentos
necesarios para acreditar tales afirmaciones.
166
523 De igual forma, se ordenó poner a disposición de Coomeva EPS copia de las comunicaciones que fueron
recibidas por la Corte Constitucional en acatamiento de los autos del 18 de enero y del 15 de febrero de 2015,
con el fin de que la institución tuviera la posibilidad de ejercer sus derechos de defensa y contradicción.
167
Por otra parte, en cuanto a su estado de salud, aportó algunas historias clínicas
que demuestran que su infertilidad persiste y que la “única alternativa de
524 La respuesta del doctor Eduardo Otero figura a folio 18 del Cuaderno No. 1 C.C.
525 La respuesta del doctor Eduardo Otero figura a folio 18 del Cuaderno No. 1 C.C.
526 En el caso de la accionante, Paula (Expediente T-5.884.441), mediante Auto de 18 de enero de 2017, la
Corte Constitucional decretó las siguientes pruebas: (i) Ofició al médico especialista tratante adscrito a la EPS
accionada para que profiriera, a partir de su diagnóstico, un concepto preciso en el cual explicara las
patologías de la accionante y expusiera “si los ciclos de fertilización o fecundación in vitro son el único
tratamiento posible para que la accionante pueda concebir hijos biológicos”.; (ii) Solicitó a la EPS Cruz
Blanca y al Instituto de Fertilidad Humana InSer que aportaran copias de todas las historias clínicas de la
accionante que tuvieran en su poder, relacionadas con las patologías indicadas en la acción de tutela. Dicha
petición se formuló también a la actora; (iii) Ordenó a la peticionaria que informara acerca de su situación
económica actual, de sus ingresos y egresos mensuales y demás elementos relevantes para determinar sus
condiciones económicas y allegara los documentos necesarios para acreditar tales afirmaciones.
527 La certificación laboral aportada por la accionante figura a folio 35 del Cuaderno No. 1 C.C.
168
1.
2.
3.
4.
5.
5.1. Mediante Auto de 15 de febrero de 2017 la Magistrada Sustanciadora,
solicitó las pruebas que requirió (en forma general) para cada una de las
accionantes.
528 La actora aportó las mismas copias de historias clínicas que ya había anexado s a su escrito de tutela y, de
forma adicional, allegó un resumen de su historia clínica expedido por el Centro de Fertilidad Humana InSer,
el cual figura a folios 42-43 del Cuaderno No. 1 C.C.
529 El concepto de acompañamiento psicológico se encuentra firmado por una profesional en la salud en
dicha área. Folio 43 del Cuaderno No. 1 C.C.
530 La respuesta de Cruz Blanca EPS obra a folios 28 y 29 del Cuaderno No. 1 C.C.
531 La respuesta del Centro de Fertilidad Humana InSer obra a folios 16 a 24 del Cuaderno No. 1 C.C.
532 En el caso de la accionante, Andrea (Expediente T-5.931.125), mediante Auto de 15 de febrero de 2017,
la Corte Constitucional decretó las siguientes pruebas: (i) Solicitó a la EPS Cafesalud para que aportara
copias de todas las historias clínicas de la accionante que tuviera en su poder, relacionadas con las patologías
indicadas en la acción de tutela. Dicha petición se formuló también a la actora; (ii) Ordenó a la peticionaria
que informara acerca de su situación económica actual, de sus ingresos y egresos mensuales y demás
elementos relevantes para determinar sus condiciones económicas y allegara los documentos necesarios para
acreditar tales afirmaciones.
169
ligadas con su sistema reproductor desde 2013 533; (iii) le fueron practicadas
dos salpingectomías534; y (iv) tuvo dos embarazos ectópicos535.
533 Las historias clínicas dan cuenta de algunos episodios del estado de salud de la accionante desde marzo de
2013 hasta noviembre de 2015. Folios 4-36 del Cuaderno No. 1 C.C.
534 Folios 4-36 del Cuaderno No. 1 C.C.
535 Folios 4-36 del Cuaderno No. 1 C.C.
536 La actora aporta copia del acta de posesión del 8 de septiembre de 2015 (Folio 37 del Cuaderno No. 1
C.C.).
537 La accionante fue nombrada en provisionalidad a partir del 7 de septiembre de 2015 (Folio 38 del
Cuaderno No. 1 C.C.).
538 Folios 39 del Cuaderno No. 1 C.C.
539 Esta conclusión ha sido acogida por la Corte Constitucional en las Sentencias T-489 de 2018 M.P.
Antonio José Lizarazo Ocampo, T-375 de 2018 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado, T-298 de 2018 M.P.
Alberto Rojas Ríos, T-218 de 2018 M.P. Cristina Pardo Schlesinger, T-171 de 2018 M.P. Cristina Pardo
Schlesinger y T-673 de 2013.M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
170
Magistrada Ponente:
Gloria Stella Ortiz Delgado
Fecha et supra,
De otro lado, los argumentos que ha usado esta Corte para sostener tal
posición son en extremo ambiguos. Consisten, como se dijo, en reducir la vida
humana, o por lo menos la vida humana en gestación, a la categoría de valor o
bien abstracto, despojándola de su verdadera naturaleza: la de constituir para
el ser humano viviente su mismo ser. Así pues, si la vida ya no es para el
viviente su mismo ser, el titular de la misma, en este caso el nasciturus, queda
reducido al mundo de las cosas, y por lo tanto, su protección constitucional se
ve reducida frente a la de los demás sujetos titulares de cualquier otro derecho,
considerados, éstos sí, como seres humanos vivientes.
Adicionalmente, la diferenciación entre las nociones de persona humana y
vida humana tiene como principal objetivo dar una pretendida fundamentación
teórica a la desprotección jurídica de la vida del no nacido, y a la supuesta
prevalencia de los derechos en cabeza de terceros. En efecto, la vida en
gestación entendida sólo como un “bien” o “cosa” y no como un verdadero
derecho puede entonces ser objeto de disposición por parte de otros:
justamente por aquellos cuyos derechos entran en conflicto con tal vida
humana.
172
Así pues, considero constitucionalmente inaceptable la distinción según la
cual la vida del ser humano no nacido es tan sólo un “valor” o un “bien
jurídico”, del cual se puede disponer, al paso que la vida de las personas
nacidas sí constituye un derecho subjetivo fundamental.
A juicio de la suscrita, debe hacerse énfasis en el hecho de que el individuo
humano es viviente, y que la vida es de suyo un proceso, un irse manifestando
en el tiempo, un continuo desarrollo. Siendo la vida humana un único
proceso, y no una sucesión de vidas de distinta entidad, hay que concluir que
la humanidad que se predica de la vida en general debe predicarse también de
todas las etapas y estados del proceso vital. En este sentido, la apariencia, el
grado de desarrollo, el grado de sensibilidad y demás características de una
etapa específica de la vida humana, son tan humanos como las características
que el individuo humano adquiere en las etapas antecedentes y subsiguientes
del proceso vital.
540 La fusión entre el óvulo y el espermatozoide producen una célula primaria cuyo ADN se conforma por
una combinación del ADN de los gametos. El óvulo fecundado (cigoto) se divide varias veces mientras se
desplaza por la trompa de Falopio hasta llegar al útero. En primer lugar, el cigoto se convierte en una bola
sólida de células. Luego, se convierte en una esfera hueca de células que se denomina blastocito. Dentro del
útero, entre 5 y 8 días luego de la fecundación, el blastocito se implanta en la pared uterina, donde se
transforma en un embrión unido a una placenta, rodeado de membranas llenas de líquido. Ver:
https://www.msdmanuals.com/es-co/hogar/salud-femenina/embarazo-normal/etapas-del-desarrollo-del-feto
173
En primer lugar, respecto del marco fáctico que rodea la práctica médica de
reproducción asistida en sí misma, hay una serie de elementos que requieren
de un amplio debate legislativo y un consenso democrático porque implican
una serie de cuestiones que trascienden del plano jurídico al plano ético.
Actualmente en Colombia no existe una regulación suficiente sobre la relación
entre el donante de gametos y los límites del uso de los mismos en materia de
experimentación o de reproducción.
Tampoco hay regulación sobre los límites a la experimentación con los genes
de un embrión humano. El Código Penal en el artículo 132 541 solo limita la
experimentación de genes humanos cuando se “altere el genotipo” siempre
que se use en investigación científica y con el “consentimiento, libre e
informado, de la persona de la cual proceden los genes”. Cuando se trata de
genes de un embrión, dichos genes son individuales y diferentes a los de sus
progenitores, pero evidentemente no hay posibilidad de que el embrión
manifieste el consentimiento para dicha experimentación, y tampoco puede
reclamar u oponerse a la misma. En cualquier caso, la norma penal es tan
amplia e insuficiente que básicamente deja un vacío total de regulación en la
materia.
Ese vacío legal se suma a aquel respecto del manejo de embriones producidos
in vitro que no son escogidos para ser implantados en úteros maternos. No
existe en el país una regulación legal sobre su manejo, conservación o
manipulación, lo cual abre una puerta que puede ser aprovechada por actores
interesados en la experimentación biológica con células y genes humanos que
se encuentran limitados por las legislaciones de otros países. La falta de una
postura jurídica clara sobre el reconocimiento de la vida humana del embrión
genera un amplio espectro de posibilidades, dentro de las cuales el embrión es
usado sin ningún límite como si se tratara de un residuo biológico. Es un
asunto de absoluta importancia que implica altos riesgos y que requiere de una
normatividad precisa y rigurosa, ajustada a los estándares constitucionales y
que actualmente no existe en Colombia.
decisiones como ésta es una ventana de oportunidad para que se cometan toda
clase de excesos y arbitrariedades en detrimento de los derechos y bienes
jurídicos de la mayor trascendencia para la sociedad colombiana.
Pese a que en la sentencia se indique que esta decisión no implica una toma de
postura de la Corte sobre la validez ética de estos procedimientos, claramente
sí lo es. En primer lugar, porque nada dice la Sentencia respecto de la
necesidad de establecer un marco regulatorio claro sobre el uso, modificación,
experimentación genética, almacenamiento y eliminación de los cigotos y
embriones no implantados, sobre las prácticas de “donación” de óvulos y de
espermatozoides para fertilización de terceros y de sus efectos en cuanto a la
filiación. La Sentencia claramente parte del concepto por el cual se desconoce
la naturaleza humana del cigoto y esa es una toma de posición, no solo ética y
moral, sino sobre todo jurídica, a partir de la cual el valor de la vida del
embrión está en la utilidad que represente para otros, abriendo las puertas a
todo tipo de manipulación y experimentación genética sin ningún límite ni
control.