Funciones Y Sistemas de Referencia
Funciones Y Sistemas de Referencia
Funciones Y Sistemas de Referencia
La idea de función proviene de la necesidad de expresar los fenómenos de la naturaleza mediante leyes abstractas que
relacionen las magnitudes que intervienen en ellos, las cuales se han elaborado a partir de los datos extraídos de las
observaciones cotidianas. Según las crónicas, el primero que utilizó el término «función» fue el alemán Gottfried Wilhelm
Leibniz, uno de los fundadores del cálculo matemático moderno.
Sistemas cartesianos
En las descripciones matemáticas es muy habitual utilizar sistemas de referencia cartesianos ortogonales, que se definen
en virtud de un conjunto de dos (en el plano) o tres (en el espacio) ejes perpendiculares, que se cortan en un punto común
denominado origen.
En los sistemas cartesianos en el plano, los valores representados en el eje horizontal (denotado por X) se
denominan abscisas, mientras que los que se representan en el eje vertical (llamado Y) son las ordenadas.
Representación gráfica de una aplicación (a la izquierda) y una correspondencia que no es aplicación (a la derecha).
Si los elementos de los conjuntos origen e imagen son números, las aplicaciones se denominan preferiblemente funciones.
De especial interés son las funciones reales de variable real, que manejan números reales como elementos de los
conjuntos origen e imagen.
Una función suele representarse por el símbolo f, de manera que si R es el conjunto origen y también el imagen, una función
real de variable real se denota como: f:R R, de manera que si x es un elemento origen, e y es un elemento imagen, tales
que x, y R, se escribe que y = f (x). El elemento x se conoce por variable independiente de la función, mientras que y es
la variable dependiente.
Funciones continuas
Una propiedad importante de las funciones es la continuidad. Aunque la definición estricta de esta característica se realiza
con ayuda del concepto de límite (ver t39), es posible ofrecer también una idea intuitiva de la misma.
Desde un punto de vista gráfico, una función se denomina continua, en un intervalo de valores dado, cuando su trazo se
puede completar a lo largo de ese intervalo sin levantar el lápiz del papel. En caso contrario, la función será discontinua.
De este modo, las funciones continuas se caracterizan porque un cambio suficientemente pequeño de la variable
independiente x produce un cambio tan pequeño como se quiera en la variable dependiente y.
Por el contrario, las funciones discontinuas se caracterizan porque un cambio muy pequeño en la variable independiente x
produce un cambio grande en la variable dependiente y.
La Función Cuadrática
Las relaciones entre las variables dependiente e independiente de una función no siempre siguen una forma de
crecimiento lineal. Una modalidad común de estas relaciones es la familia de las llamadas funciones cuadráticas, cuya
representación gráfica es una parábola.
Función y = x2
La función real de variable real en la que la variable dependiente varía con el valor del cuadrado de la variable
independiente se denomina función cuadrática. La expresión general de la función cuadrática es la siguiente:
y = f (x) = ax2 + bx + c
siendo a, b y c valores constantes, llamados coeficientes de la función.
Interpretación geométrica
Por su naturaleza, las funciones cuadráticas son continuas, y se representan gráficamente mediante parábolas. Así, una
función cuadrática y = ax2 + bx + c se corresponde con la ecuación de una parábola donde las abscisas de los puntos de
intersección de la misma sobre el eje horizontal son las soluciones de la ecuación que resulta de igualar a cero dicha
función, es decir:
La media aritmética de estas dos abscisas proporciona el valor de la abscisa del vértice de la parábola:
xv = -b/2a.
La forma más sencilla de función cuadrática, y = ax 2, es una parábola cuyo vértice se encuentra en el origen de coordenadas,
por lo que corresponde a una función simétrica con respecto al eje vertical.
Toda función cuadrática se puede escribir como y = a(x ? p) 2 + q, cuya forma gráfica es idéntica a la de y = ax 2, aunque
desplazada p unidades en el eje horizontal y q en el eje vertical.
Representación de funciones cuadráticas simétricas con respecto al eje vertical.
Intersección entre recta y parábola
Para hallar los puntos de intersección entre una recta y una parábola, se ha de resolver el sistema formado por las ecuaciones
representativas de estas dos entidades geométricas. En general, dicho sistema se expresaría como:
Por tanto, se trata de determinar los puntos comunes de una función lineal (la recta) y una función cuadrática (la parábola).
Este sistema de ecuaciones puede resolverse por medios algebraicos (por igualación y resolviendo la ecuación de segundo
grado que resulta) o por medios gráficos (ver t8).
Los coeficientes, o valores constantes ai, con i = 0, 1, 2, ..., n. El que multiplica a la variable elevada al mayor grado se
denomina coeficiente principal (denotado por an), mientras que el que no contiene variable se llama término
independiente (a0).
La variable x.
Los exponentes a los que se eleva la variable.
Los polinomios con sólo un término se llaman monomios; con dos, binomios; con tres, trinomios; etcétera. Se conoce
por grado de un polinomio el mayor exponente al que se eleva la variable.
Producto de polinomios
Entre dos monomios de una misma variable puede definirse también la operación producto, que resulta en un nuevo
monomio cuyo coeficiente es el producto de los coeficientes y cuyo grado es la suma de los grados de los dos monomios
originales. Así, si M1 (x) = a1 xn y M2 (x) = a2 xm, el producto M1 (x) M2 (x) = (a1 a2) xn+m.
De esta forma, el producto de dos polinomios se define como la multiplicación de cada uno de los términos (monomios) del
primer polinomio por todos los términos del segundo, sumando y agrupando después los términos resultantes.
El producto de polinomios verifica las propiedades interna (produce un nuevo polinomio), asociativa, conmutativa,
existencia de elemento neutro (el polinomio unidad) y distributividad con respecto a la suma, es decir:
P(x) [Q(x) + R(x)] = P(x) Q(x) + P(x) R(x).
Cociente de polinomios
La división o cociente entre dos monomios semejantes es un nuevo monomio cuyo coeficiente es la división entre los
coeficientes y cuyo grado es la resta de los grados de los dos monomios originales. Para que este cociente sea una operación
interna (es decir, para que el resultado sea otro monomio), el grado del dividendo debe ser mayor o igual que el del divisor.
El cociente entre dos polinomios P (x) y Q (x), es otro polinomio C (x) que verifica:
P(x) = Q(x) C(x) + R(x).
Siendo C(x) el polinomio cociente y R(x) el polinomio resto, de grado menor que Q (x).
Regla de Ruffini
Existe una forma abreviada sencilla de dividir polinomios, ideada en el siglo XVIII por el matemático italiano Paolo
Ruffini. Este procedimiento, que se conoce por regla de Ruffini, se basa en el hecho de que al dividir un polinomio P (x) de
grado n por un binomio del tipo (x - m), se obtiene un nuevo polinomio P? (x) de grado n - 1.
Según esta regla, para dividir el polinomio P (x) = 6x3 - 3x + 5 por el binomio x - 2, se procedería del modo siguiente:
1. Se colocan en una fila los coeficientes del polinomio dividendo ordenado, escribiendo 0 cuando algún término esté
ausente.
2. Se coloca al margen el valor del término independiente del binomio, cambiado de signo.
4. Se multiplica el término independiente del binomio por el primer coeficiente del polinomio y se suma el resultado
al segundo.
7. Los otros valores obtenidos son los coeficientes del polinomio cociente.
Factorización de polinomios
En ocasiones resulta práctico descomponer un polinomio complejo en el producto de otros más sencillos. Este
procedimiento, denominado factorización, se basa en la aplicación de los teoremas del resto y del factor, y aplica como
técnica la regla de Ruffini.
Para factorizar un polinomio, se actúa del modo siguiente:
Se escribe una lista con todos los divisores del término independiente (que son candidatos a raíces del polinomio).
Se determina cuáles de estos divisores son raíces del polinomio, aplicando a cada uno de ellos la regla de Ruffini y
seleccionando aquellos cuyo resto sea cero.
Se toma el polinomio resultante de dividir el original por el binomio con la primera raíz, y se vuelven a repetir los dos
pasos anteriores.
Cuando se llega a una situación en que ninguno de los divisores es raíz (real) del polinomio, éste se
considera irreducible.
Se escribe el polinomio original como el producto del polinomio irreducible final por todos los binomios del tipo (x -
ai), siendo ai cada una de las raíces obtenidas.
P (x) = (x - a1) (x - a2) ? (x - an) Pirred (x)
Potencias de binomios
En el estudio de las expresiones algebraicas resulta de especial interés el análisis de las regularidades de comportamiento
que se aprecian en las potencias de binomios, expresadas genéricamente como (a + b)n, con n = 1, 2, 3, 4, ...
donde el factorial de n, escrito como n!, es igual al producto: n (n - 1) (n - 2) ? 1.
Binomio de Newton
A partir de las propiedades de los números combinatorios, la expresión de la potencia de binomios se puede escribir del
modo siguiente:
Esta expresión recibe el nombre de binomio de Newton, y tiene múltiples aplicaciones en combinatoria, resolución de
ecuaciones algebraicas y desarrollo de series.
Funciones Polinómicas
Las aplicaciones definidas entre conjuntos numéricos que responden a una forma polinómica se denominan funciones
polinómicas. Estas funciones, que son continuas y derivables, constituyen una de las familias más comunes en la
representación de los fenómenos naturales y se utilizan profusamente en los desarrollos algebraicos.
E. neutro f(x) + N(x) = N(x) + f(x) = f(x),siendo N (x) = 0 f(x) I(x) = I(x) f(x) = f(x),siendo I(x) = 1
Por ejemplo, si se definen f (x) = x + 1, y g (x) = x2, la composición de ambas funciones (g º f) (x) se obtiene como:
Función polinómica inversa
De la definición de composición de funciones se deduce el concepto de función inversa de una dada. Si f (x) es la función
original, su inversa se denota por f -1 (x) y define como aquella función que deshace lo que ha hecho la primera. Así, por
ejemplo, si f (a) = b, entonces f -1 (b) = a.
Las funciones inversas verifican siempre que, al componerse con su función original, producen la función identidad:
En sentido geométrico, las funciones inversas mutuamente son siempre simétricas con respecto a la bisectriz del primer
cuadrante.
Interpolación lineal
Cuando se conoce la ley de asociación que relaciona a dos series determinadas de valores, y dicha ley responde a un
modelo de aplicación, es posible definir la función que produce el valor exacto del elemento imagen para cada elemento
origen considerado.
No obstante, esta situación ideal no siempre se refleja en la realidad cuando se manejan relaciones entre series de valores.
Al estudiar empíricamente un fenómeno, se obtiene un conjunto de datos limitado, que no siempre permite inferir la
expresión de una función matemática que explique su comportamiento. En tales situaciones, para conocer cómo se
comportaría la variable dependiente para un valor dado de la variable independiente se suele recurrir a un proceso
de interpolación.
Se define interpolación como el procedimiento que permite conocer de forma aproximada el valor que toma una función
desconocida a partir de un conjunto de datos observados.
Logaritmos
La invención de los logaritmos se debe al matemático escocés John Neper quien, a principios del siglo XVII, intentó idear
un método que aliviara los complejos cálculos que debían realizarse en astronomía para resolver problemas
trigonométricos. Esta idea pronto trascendió el ámbito de la pura aplicación práctica para convertirse en uno de los pilares
de las matemáticas modernas.
Logaritmo de un número
Se define logaritmo en base a (donde a es un valor positivo y distinto de 1) de un número x positivo al exponente al que
hay que elevar la base para obtener este número. El símbolo del logaritmo en base a es loga, por lo que entonces se escribe
que:
loga x = b x = ab.
Los logaritmos de base 10, utilizados con mucha frecuencia, se llaman decimales; los que tienen como base el número e se
denominan naturales o neperianos, y también pueden tener múltiples aplicaciones en ciencia.
loga (x y) =
El logaritmo de un producto es igual a la suma de logaritmos
loga x + loga y
loga (x/y) = loga x
El logaritmo de un cociente es igual a la resta de logaritmos
- loga y
El logaritmo de una potencia es igual al producto del exponente por el logaritmo de la base (este
loga (x)p =
enunciado engloba al logaritmo de una raíz, entendida como una potencia de exponente
p loga x
fraccionario)
Logaritmos decimales
Los logaritmos de base 10, se llaman logaritmos decimales. Normalmente, estos logaritmos se simbolizan por log, sin
indicar la base.
En el valor de un logaritmo decimal pueden distinguirse dos partes complementarias:
La característica, que expresa el orden de magnitud de esta cantidad y tiene valores enteros.
La mantisa, o parte marginal del logaritmo, que expresa su componente decimal.
Por ejemplo, el logaritmo del número 100 es 2, por lo que sólo tiene característica (igual a 2) y su mantisa es nula. En
cambio, el logaritmo del número 2 es 0,301030, característica igual a 0 y mantisa 301030.
Los logaritmos de números mayores o iguales que 1 y menores que 10 tienen característica 0.
Los logaritmos de números mayores o iguales que 10 y menores que 100 tienen característica 1.
Los de los números mayores o iguales que 100 y menores que 1000 tienen característica 2, y así sucesivamente.
En cambio, los logaritmos de los números menores que 1 tienen característica negativa.
Por otra parte, la mantisa de los números que sólo difieren entre sí en potencias de 10 tienen igual mantisa. Por ejemplo:
mantisa (log 2) = mantisa (log 20) = mantisa (log 200) =?= mantisa (log 0,2) = = mantisa (log 0,02) = mantisa (log
0,002) = ?
Logaritmos neperianos
Los logaritmos neperianos o naturales tienen como base el número e = 2,7182818285... Estos logaritmos se simbolizan por
ln o L (por ejemplo, ln 2 o L 2).
La elección de una base aparentemente tan arbitraria responde a las singulares propiedades de la función exponencial e x (ver
t35), de manera que los logaritmos neperianos (que deben su nombre a su inventor, John Neper), tienen aplicaciones en
numerosísimos campos científicos, técnicos y sociales.
Para determinar valores de logaritmos neperianos se utilizan hoy en día calculadoras portátiles. Sin embargo, en el pasado
era necesario recurrir al siguiente procedimiento:
Calcular el logaritmo decimal del número, con ayuda de una tabla de logaritmos.
Calcular el logaritmo neperiano por medio de un cambio de base, sabiendo que log e = 0,434294 ya que:
Función Exponencial
En la naturaleza y en la vida social existen numerosos fenómenos que se rigen por leyes de crecimiento exponencial. Tal
sucede, por ejemplo, en el aumento de un capital invertido a interés continuo o en el crecimiento de las poblaciones. En
sentido inverso, también las sustancias radiactivas siguen una ley exponencial en su ritmo de desintegración para producir
otros tipos de átomos y generar energía y radiaciones ionizantes.
La función ex
Un caso particularmente interesante de función exponencial es f (x) = e x. El número e, de valor 2,7182818285..., se define
matemáticamente como el límite al que tiende la expresión:
(1 + 1/n)n
cuando el valor de n crece hasta aproximarse al infinito. Este número es la base elegida para los logaritmos naturales o
neperianos (ver t34).
La función ex presenta algunas particularidades importantes que refuerzan su interés en las descripciones físicas y
matemáticas. Una de ellas es que coincide con su propia derivada (ver t41).
Ecuaciones exponenciales
Se llama ecuación exponencial a aquella en la que la incógnita aparece como exponente. Un ejemplo de ecuación
exponencial sería ax = b.
Para resolver estas ecuaciones se suelen utilizar dos métodos alternativos:
Igualación de la base: consiste en aplicar las propiedades de las potencias para lograr que en los dos miembros de la
ecuación aparezca una misma base elevada a distintos exponentes:
Ax = Ay.
En tales condiciones, la resolución de la ecuación proseguiría a partir de la igualdad x = y.
Cambio de variable: consiste en sustituir todas las potencias que figuran en la ecuación por potencias de una nueva
variable, convirtiendo la ecuación original en otra más fácil de resolver.
Función Logarítmica
Como la exponencial, la función logarítmica se utiliza con asiduidad en los cálculos y desarrollos de las matemáticas, las
ciencias naturales y las ciencias sociales. Entre otros fines, se usa ampliamente para «comprimir» la escala de medida de
magnitudes cuyo crecimiento, demasiado rápido, dificulta su representación visual o la sistematización del fenómeno que
representa.
Ecuaciones logarítmicas
Cuando en una ecuación la variable o incógnita aparece como argumento o como base de un logaritmo, se llama
logarítmica.
La resolución de ecuaciones logarítmicas se basa en los mismos procedimientos utilizados en la resolución de las
ecuaciones habituales. Aunque no existen métodos fijos, habitualmente se procura convertir la ecuación logarítmica en otra
equivalente donde no aparezca ningún logaritmo. Para ello, se ha de intentar llegar a una situación semejante a la siguiente:
loga f (x) = loga g (x)
Entonces, se emplean los antilogaritmos para simplificar la ecuación hasta f (x) = g (x), que se resuelve por los métodos
habituales.
También puede operarse en la ecuación logarítmica para obtener una ecuación equivalente del tipo:
loga f (x) = m
de donde se obtiene que f (x) = am, que sí se puede resolver de la forma habitual.
Funciones Trigonométricas
La trigonometría es una ciencia antigua, ya conocida por las culturas orientales y mediterráneas precristianas. No
obstante, la sistematización de sus principios y teoremas se produjo sólo a partir del siglo XVI, para incorporarse como una
herramienta esencial en los desarrollos del análisis matemático moderno.
La función seno
Se denomina función seno, y se denota por f (x) 5 sen x, a la aplicación de la razón trigonométrica seno a una variable
independiente x expresada en radianes. La función seno es periódica, acotada y continua, y su dominio de definición es el
conjunto de todos los números reales.
La función coseno
La función coseno, que se denota por f (x) = cos x, es la que resulta de aplicar la razón trigonométrica coseno a una
variable independiente x expresada en radianes. Esta función es periódica, acotada y continua, y existe para todo el conjunto
de los números reales.
La función tangente
Se define función tangente de una variable numérica real a la que resulta de aplicar la razón trigonométrica tangente a los
distintos valores de dicha variable. Esta función se expresa genéricamente como f (x) = tg x, siendo x la variable
independiente expresada en radianes.
Las funciones seno y coseno están definidas para todo el conjunto de los números reales. Ambas son funciones
continuas (no así la función tangente).
Las funciones seno y coseno están acotadas, ya que sus valores están contenidos en el intervalo [-1,1]. La función
tangente no está acotada.
Las funciones seno y tangente son simétricas respecto al origen, ya que sen (-x) = -sen x; tg (-x)=-tg x. En cambio, la
función coseno es simétrica respecto al eje Y: cos (-x) = cos x.
Esta función estaría definida en todo el conjunto de los números reales excepto el punto para el cual se anula el
denominador (esto es, para x = 0).
Representación gráfica
Si se analiza la expresión de la función de proporcionalidad inversa, suponiendo que la constante k > 0, se advierte que:
La función no está definida para x = 0.
Para valores de x > 0, la función es positiva, de manera que tiende a infinito para valores muy pequeños de x y se
aproxima a cero conforme aumenta la variable independiente.
Análogamente, cuando x < 0, la función toma valores negativos de manera que tiende a menos infinito cuando x
tiende a cero y se aproxima a cero cuando x tiende a menos infinito.
De todo ello se deduce que la función de proporcionalidad inversa, para k > 0, se representa a modo de una gráfica de
dos ramas simétricas con respecto al origen y con respecto a la bisectriz del segundo y el cuarto cuadrantes del plano.
Interpretación geométrica
La expresión de la función de proporcionalidad inversa se corresponde con la de una hipérbola equilátera sobre la que se
ha aplicado un giro de 45º.
La función de proporcionalidad inversa es una hipérbola equilátera sobre la que se ha aplicado un giro de 45º.
Dado el punto a, y según la anterior definición, existen dos formas de aproximar x a a: desde valores x > a (por la derecha) y
desde valores x < a (por la izquierda). En cada caso se obtienen valores denominados límite por la derecha (xa+) y límite
por la izquierda (xa-). Por definición, para que exista el límite de una función ha de cumplirse que existan los dos límites
laterales (por la derecha y por la izquierda) y que ambos sean iguales. Ello se expresa como:
Resolución de indeterminaciones
Para calcular el límite de una función complicada suelen aplicarse las propiedades generales de los límites. Sin embargo, en
ocasiones no es posible recurrir simplemente a tales propiedades, por cuanto aparecen indeterminaciones que es preciso
resolver. Se dice que hay una indeterminación cuando el límite de la función no se obtiene directamente de los límites de las
funciones que la componen.
Las más corrientes son:
Infinito entre infinito (/): para resolverla, si se trata de funciones polinómicas, se procede a dividir el numerador y
el denominador por el término de mayor grado; cuando las funciones presentan radicales, se multiplican el
denominador y el numerador por el conjugado de la expresión que contiene al radical.
Infinito menos infinito ( - ): si se trata de una diferencia de funciones, se realiza la operación de manera que se
obtenga una expresión de cociente de una función por otra y se calcula el límite. Cuando aparecen radicales, se
multiplica y se divide por la expresión conjugada de la que contiene al radical.
Cero dividido por cero (0/0): si se trata de funciones polinómicas, se factorizan el numerador y el denominador y se
simplifican los binomios iguales resultantes; en funciones con radicales, se multiplican el numerador y el denominador
por la expresión conjugada de la que contiene al radical.
Cero por infinito (0 ): si f(x) 0, y g(x) , la expresión f(x) g (x) se puede sustituir por f(x)/(1/g(x)), que es del
tipo 0/0.
Uno elevado a infinito (+) e infinito elevado a cero (0): se sustituye por el número e, mediante la siguiente fórmula:
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Las funciones continuas en la naturaleza
Georg Cantor
Continuidad De Funciones
Intuitivamente, es fácil captar el concepto de continuidad. En términos sencillos, puede decirse que una función real de
variable real es continua en un intervalo cuando se puede dibujar sobre el papel a lo largo de dicho intervalo sin levantar
el lápiz. La descripción matemática de esta idea intuitiva recurre al uso de la noción de límite.
Cuando no se cumple alguna de las anteriores condiciones, se dice que la función es discontinua en el punto.
Por otra parte, se considera que la función es continua en un intervalo (a, b) cuando es continua en todo punto x, tal que a
< x < b.
Funciones continuas
Para algunas familias de funciones es posible conocer su continuidad basándose en los siguientes criterios generales:
Las funciones polinómicas son continuas en todo el conjunto de los números reales.
Las funciones racionales obtenidas como cociente de dos polinomios son continuas en todos los puntos del conjunto
R, salvo en aquellos en los que se anula el denominador.
Las funciones potenciales, exponenciales y logarítmicas son continuas en todo su dominio de definición.
Las funciones trigonométricas seno y coseno son continuas en todo el conjunto de los números reales (en cambio, la
función tangente es discontinua en los valores múltiplos impares de /2).
Discontinuidades evitables
Toda función que en un punto dado no cumple alguna de las condiciones necesarias para la continuidad se denomina
discontinua. Cuando la discontinuidad se debe al hecho de que existe el límite de la función en el punto, pero la función no
está definida para el mismo, se habla de discontinuidad evitable.
Para obtener una nueva función que sea continua también en el punto de discontinuidad evitable, se procede del modo
siguiente:
Se calcula el valor del límite de la función en el punto a.
Se añade el punto a al dominio de definición de la función, y se le asigna el valor:
La función f (x) presenta una discontinuidad evitable en el punto x = 2. F(x) sería continua en R.
Discontinuidades no evitables
Existen otros tipos de discontinuidades que no pueden resolverse, por lo que se llaman discontinuidades no evitables.
Estas discontinuidades se clasifican en:
Discontinuidades de salto: cuando existen ambos límites laterales (por la derecha y por la izquierda), pero no
coinciden.
Discontinuidades asintóticas: cuando el límite es infinito.
Discontinuidades por el dominio de definición: cuando existe el límite y la función está definida en el punto, pero
ambos valores no coinciden.
En sentido genérico, se llama discontinuidad de segunda especie a la que tiene lugar cuando uno de los límites laterales es
finito y el otro es infinito o no existe.
El valor de este cociente coincide con la pendiente de la recta que pasa por los puntos de coordenadas (a, f (a)) y (b, f (b)).
Cuando los dos puntos del intervalo [a,b] están lo suficientemente próximos entre sí, el cociente anterior indica la variación
instantánea de la función. En tal caso, el valor de b podría expresarse como b = a + h, siendo h un valor infinitamente
pequeño.
Este límite también puede expresarse de las dos formas alternativas siguientes:
La derivada de una función en un punto coincide con la pendiente de la recta tangente a la función en dicho punto.
Derivadas laterales
Como sucedía con los límites, se pueden definir los conceptos de derivadas laterales de una función en un punto.
Dada una función f (x) y considerado un punto a de su dominio de definición, se define su derivada por la derecha, y se
denota como f ¿ (a+), al límite siguiente:
Por su parte, la derivada por la izquierda de f (x) en el punto a, denotada por f ¿ (a-), se define como el siguiente límite:
Una función se dice derivable cuando tiene derivadas por la derecha y por la izquierda, y sus valores coinciden.
Derivabilidad Y Continuidad
Las nociones de derivabilidad (posibilidad de obtener la derivada) y continuidad (existencia de límite y concordancia del
mismo con el valor de la función) en un punto o un intervalo guardan una estrecha relación. En términos generales, el
concepto de derivabilidad es más selectivo, por cuanto toda función derivable es obligatoriamente continua, aunque no
siempre pueda afirmarse lo contrario.
Derivabilidad
La noción de derivada se asocia a la de límite. Por tanto, una derivada puede no existir por las mismas causas que un límite
(ver t39). Cuando para una función en un punto existen derivadas por la derecha y por la izquierda y ambas coinciden, la
función se denomina derivable en ese punto. De ello se deduce que existen dos clases de funciones claramente no
derivables:
Cuando no existe el límite que define la derivada: por ejemplo, por la presencia de un salto o una discontinuidad.
Cuando existen las dos derivadas laterales, pero no coinciden (puntos angulosos): en este caso, es evidente que
las pendientes de las rectas tangentes por la derecha y por la izquierda, serán distintas.
Ejemplo de función no derivable en m por la existencia de una discontinuidad, ni en n porque no coinciden las derivadas
laterales.
La función derivada
Dada una función f (x) continua y derivable en un dominio de definición dado, es posible definir una nueva función,
llamada derivada y denotada por f ¿ (x), tal que a cada valor de x perteneciente al dominio de la función le asocia la
derivada de f (x) en dicho punto.
Esta definición puede aplicarse a derivadas sucesivas. La derivada de una función es una nueva función definida para un
dominio dado, de manera que si es continua y derivable en dicho dominio, es posible determinar una nueva función
derivada de la misma, que será a su vez la función derivada segunda de f (x).
Las funciones derivadas sucesivas de una función f (x) se denotan del modo siguiente:
Derivada primera: f ¿ (x).
Derivada segunda: f ¿ (x).
Derivada tercera: f ¿¿ (x).
Derivada cuarta: f IV (x), etcétera.
Cociente de funciones
Dadas dos funciones continuas y derivables u (x) y v (x), donde la segunda es distinta de cero, la derivada del cociente de la
primera por la segunda se determina con arreglo a la expresión dada a continuación.
Dada una función:
Composición de funciones
Dada una función f (u) derivable con respecto a u, siendo u derivable con respecto a x, la derivada de la composición de
funciones f [u(x)] con respecto a x es igual al producto de la derivada de f con respecto a u por la derivada de u con respecto
a x.
Es decir, si
La derivada de una función logarítmica, de fórmula general f (x) = log a u(x), se obtiene como el cociente de la derivada de u
(x) por la propia función u (x) y todo ello multiplicado por el logaritmo en base a del número e. Esta fórmula se simplifica
para los logaritmos neperianos, ya que loge e = 1.
Finalmente, para derivar una función exponencial de expresión general f (x) = a u(x), se multiplica la propia función por la
derivada del exponente, y todo ello multiplicado por el logaritmo neperiano de la base. Como caso particular, hay que
resaltar que la función y = ex tiene como derivada ella misma (y¿ = ex).
Funciones trigonométricas
La derivación de funciones trigonométricas se resume en unas reglas muy sencillas de recordar. En esencia, la derivada
del seno es igual al coseno, y la del coseno coincide con el seno cambiado de signo (todo ello multiplicado, claro está, por
la derivada de la función que figura como argumento de la razón trigonométrica). Es decir:
Las restantes funciones trigonométricas se determinan aplicando las reglas de la derivación de un cociente de funciones
(para la tangente, la cotangente, etcétera) y la regla de la cadena (para las funciones circulares inversas).
Tabla de derivadas
A partir de las fórmulas de las derivadas de las funciones potenciales, exponenciales, logarítmicas y trigonométricas y de la
aplicación de las propiedades de derivación, es posible obtener fácilmente la derivada de cualquier función explícita. En la
tabla adjunta se resumen las reglas generales de derivación.
Tabla de derivadas de funciones comunes:
A partir de ellas y aplicando las propiedades y reglas de derivación, puede obtenerse la derivada de cualquier función de
estructura más compleja:
Estudio De Funciones
En el planteamiento de problemas típicos es frecuente manejar funciones matemáticas que describen los fenómenos y
que conviene optimizar. Para ello se procede comúnmente al estudio de los puntos singulares de la función y al análisis de
sus tendencias de crecimiento y decrecimiento dentro de un marco concreto de valores.
Ejemplos de funciones simétricas.
Una función es periódica si se repite a intervalos fijos del valor de la variable, es decir, si f (x) = f (x + p) = f (x ¿ p) = f (x
+ -p) = f (x - 2p) = ..., siendo p el periodo de la función.
El corte de una función con el eje horizontal se determina haciendo f (x) = 0 y resolviendo la ecuación resultante. La
intersección con el eje vertical se obtendrá calculando el valor de la función correspondiente a aquel para el cual se
anula la variable independiente: y = f (0).
Crecimiento y decrecimiento
Otro aspecto importante en el estudio de una función consiste en analizar sus tendencias de crecimiento o decrecimiento.
Una función se denomina estrictamente creciente en un intervalo (a, b) cuando para todo par de puntos de dicho intervalo,
denotados por x1 y x2, se verifica que si x1 < x2, entonces f (x1) < f (x2). Análogamente, será estrictamente decreciente en el
intervalo si para todo x1 < x2 se cumple que f (x1) > f (x2).
Dada una función derivable en un intervalo (a, b), dicha función será:
Creciente en el intervalo, si su derivada es positiva para todo punto del intervalo.
Decreciente, cuando su derivada es negativa en todos los puntos del intervalo.
Constante, si la derivada es nula en todo el intervalo.
Se llama mínimo relativo de una función en un intervalo a cualquiera de los puntos del mismo en que la función pasa
de decreciente a creciente.
Para determinar exactamente la posición de los máximos y mínimos relativos de una función derivable en un intervalo, se
procede al siguiente análisis:
La primera derivada de la función en el punto analizado debe ser nula[f ¿ (a) = 0].
Si la segunda derivada es positiva [f ¿ (a) > 0], el punto es un mínimo relativo.
Cuando la segunda derivada es negativa [f ¿ (a) < 0], se trata de un máximo relativo.
Si esta segunda derivada es nula, se estudia la tercera derivada, con las siguientes posibilidades:
Cuando esta tercera derivada es distinta de cero [f ¿¿ (a) 0], se trata de un punto de inflexión, esto es, un punto en
el que la curva cambia de concavidad (ver t46).
Si esta derivada tercera fuera también nula, habría que analizar las derivadas de orden superior para determinar si el
punto es un máximo o mínimo relativo o un punto de inflexión.
La Integral Definida
Desde su origen, la noción de integral ha respondido a la necesidad de mejorar los métodos de medición de áreas
subtendidas bajo líneas y superficies curvas. La técnica de integración se desarrolló sobre todo a partir del siglo XVII,
paralelamente a los avances que tuvieron lugar en las teorías sobre derivadas y en el cálculo diferencial.
Para todo punto x del intervalo [a,b] al que se aplican dos funciones f (x) y g (x) tales que f (x) g (x), se verifica que:
Función integral
Considerando una función f continua en [a, b] y un valor x [a, b], es posible definir una función matemática de la forma:
donde, para no inducir a confusión, se ha modificado la notación de la variable independiente de x a t. Esta función,
simbolizada habitualmente por F (x), recibe el nombre de función integral o, también, función área pues cuando f es
mayor o igual que cero en [a, b], F (x) nos da el área.
A partir del teorema fundamental del cálculo integral es posible definir un método para calcular la integral definida de una
función f (x) en un intervalo [a, b], denominado regla de Barrow:
Se busca primero una función F (x) que verifique que F¿ (x) = f (x).
Se calcula el valor de esta función en los extremos del intervalo: F (a) y F (b).
El valor de la integral definida entre estos dos puntos vendrá entonces dado por:
Integrales Indefinidas
La idea de la integral indefinida supuso un paso más en el camino de la abstracción emprendido por las matemáticas
modernas. Con ella, la integral dejó de referirse únicamente a un modo de determinar las áreas que forman curvas y
rectas para asumir la condición de función en sí, susceptible de formar parte de ecuaciones y descripciones de modelos en
el gran marco de las teorías del análisis matemático.
Primitivas
Dada una función f (x), se dice que la función F (x) es primitiva de ella si se verifica que F¿ (x) = f (x). La operación
consistente en obtener la primitiva de una función dada se denomina integración, que es la inversa de la derivación.
De esta definición se desprende que la función f (x) posee infinitas primitivas, ya que si F (x) es primhtiva de f (x), también
lo será cualquier otra función definida como G (x) = F (x) + C, siendo C un valor constante.
El conjunto de todas las primitivas de una función f (x) dada se denomina integral indefinida de la función, y se denota
genéricamente como:
Las primitivas de una función forman una familia de curvas desplazadas verticalmente unas de otras. Así, la función f (x) =
x tiene infinitas primitivas que difieren en una constante, tal como se muestra a la derecha.
La integral del producto de una constante por una función es igual al producto de la constante por la integral de la
función.
Tabla de integrales inmediatas
En la tabla siguiente se resumen las reglas de integración de algunas funciones comunes. En general, se llama integrales
inmediatas a las que se deducen directamente de esta tabla y de las propiedades de linealidad de la integración.
Métodos De Integración
Las operaciones de integración de funciones pueden llegar a ser muy complicadas. Para facilitarlas se han ideado diversos
procedimientos generales, de los cuales los más extendidos son los llamados métodos de sustitución o cambio de variable y
de integración por partes.
Método de sustitución
Uno de los dos procedimientos más habituales para la resolución de integrales complicadas es el llamado método de
sustitución o de cambio de variable. Esta técnica consiste en introducir una nueva variable t para sustituir a una expresión
apropiada del integrando, de manera que la expresión resultante sea más fácil de integrar. Por ejemplo, la integral:
se simplifica notablemente si se aplica el cambio t = sen x. Entonces, se cumpliría que dt = cos x dx, con lo que la integral
quedaría reducida a:
Este método resulta indicado particularmente cuando v du es más fácil de integrar que u dv.
Cálculo de áreas
La integral de una función continua entre los dos extremos de un intervalo [a, b] y tal que f (x) 0 x [a, b] coincide con
el área comprendida entre dicha función, el eje horizontal y las dos rectas que delimitan los intervalos, de ecuaciones x = a y
x = b.
Este principio puede servir también para calcular las áreas comprendidas entre curvas, por simples operaciones aritméticas
de adición y sustracción.
Áreas formadas por dos curvas. Por consideraciones geométricas, el área de la intersección se calcula restando a la integral
de f (x) en el intervalo [-1, 1] el valor de la integral de g (x) para ese mismo intervalo.
Integración numérica
En ocasiones, el cálculo de una integral definida en un intervalo resulta tan complicado que se hace casi irresoluble. En
estos casos, se puede aplicar un método de integración numérica aproximada, consistente en dividir el intervalo de
definición en un conjunto de subintervalos iguales, de manera que se trazan sus imágenes sobre la curva y se unen todos
puntos imagen mediante segmentos rectilíneos.
Siendo f (x) la función de origen, y [a, b] el intervalo de integración, que se puede dividir en n subintervalos iguales de
amplitud h tales que a = x0 < x1 < x2 < ¿ << xn = b, la región limitada por la curva de f (x) puede obtenerse
aproximadamente a partir de la siguiente expresión:
Esta ley se llama regla de los trapecios. Evidentemente, cuanto mayor es el número de intervalos escogido, más cerca
estará el valor obtenido del área real situada bajo la curva.