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Sindrome Del Impostor

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Qué es el síndrome del impostor y cómo

combatirlo?
Julia Martins•20 de septiembre de 2022•16 min de lectura
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IR A UNA SECCIÓN ESPECÍFICA
1. ¿Qué es el síndrome del impostor?
2. ¿Cómo saber si tienes síndrome del impostor?
3. Tipos de síndrome del impostor
4. Características del síndrome del impostor
5. El ciclo del impostor
6. No eres el único
7. 9 consejos para superar el síndrome del impostor
8. 6 pasos para que los responsables prevengan el síndrome del impostor
9. El síndrome de la impostora, un fenómeno que padecen especialmente las mujeres
10. ¿Síndrome del impostor? Nunca oí hablar de eso
Plantillas

Resumen

Ya sea que estés lidiando con el síndrome del impostor a nivel personal o tratando de
prevenir que se dé en tu equipo, estamos aquí para ayudarte. En este artículo, te
explicaremos qué es el síndrome del impostor y cómo superarlo tanto desde la perspectiva
personal como la de director o responsable de proyectos. Además, conocerás la experiencia
de los empleados de Asana que también han lidiado con el síndrome del impostor y cómo
han superado esos sentimientos. Actualización 28/02/23: En esta actualización hemos
añadido más datos y formas de identificar si tienes el síndrome del impostor.

Nadie quiere sentirse como un impostor en el trabajo. Pero la verdad es que el síndrome del
impostor es algo real. Parece además, que es más frecuente entre las mujeres. El síndrome
del impostor se convierte así, muy a menudo en el síndrome de la impostora. De hecho,
según un estudio encargado por Access Commercial Finance en Reino Unido, dos tercios
de las mujeres consultadas lo habían experimentado alguna vez en sus vidas. Si alguna vez
te sentiste que no pertenecías a un lugar o que no merecías tu trabajo, debes saber que no
eres el único al que le ha pasado.
¿Qué es el síndrome del impostor?
Para poder combatir este fenómeno psicológico es importante primero entender qué es el
síndrome del impostor. El síndrome del impostor es una sensación de inseguridad
relacionada con los logros laborales. Puede que te sientas como un impostor porque no
crees merecer tu trabajo. A menudo, el síndrome del impostor te hace sentir como si
estuvieras engañando a tus compañeros de trabajo para que piensen que eres bueno en lo
que haces y tienes la percepción de ti mismo como si fueras un fraude.
Aunque el síndrome del impostor no está tipificado como un trastorno psicológico clínico,
muchas personas lo padecen. La expresión fue creada en primer lugar por Pauline Clance y
Suzanne Imes en 1978. Las dos autoras hicieron además una indagación mayor sobre el
síndrome de la impostora, es decir, cómo afectaba el síndrome del impostor especialmente
a las mujeres. Así, ese mismo año publicaron el artículo: El fenómeno del impostor en
mujeres de alto rendimiento: dinámica e intervención terapéutica ('The imposter
phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention'). En el
libro, publicado en 1978, se entrevistó a 150 mujeres de alto rendimiento que habían sido
reconocidas formalmente por su excelencia profesional. Sin embargo, muchas de estas
mujeres creían que su éxito se debía a la suerte o que sus logros eran exagerados. 
Estos sentimientos de impostor no solo afectaron a las mujeres de la década de 1970, están
presentes, incluso hoy en día, en todo tipo de profesionales y personas de alto rendimiento.

¿Cómo saber si tienes síndrome del


impostor?
Puede que quizá tengas dudas sobre si tienes el síndrome del impostor o tal vez
simplemente estés experimentando falta de confianza en ti mismo. Los síntomas del
síndrome del impostor pueden ser los siguientes:
 Sentir que solo has llegado a donde estás hoy por un golpe de suerte, y no por tus
habilidades o capacidades. 
 Basar tu autoestima en la forma en que percibes tus propias habilidades.
 Sentir que necesitas ser un perfeccionista para producir un trabajo satisfactorio. 
 Sacrificar tu propio bienestar para realizar más trabajo.
 Dudas de tus propias capacidades y no crees que hayas llegado hasta dónde estás
por ellas o por tu valía.
 Sentirte solo, o la necesidad de aislarte, para que nadie descubra tu “secreto”. 
 Deterioro de tu salud mental como resultado del exceso de trabajo y el agotamiento.
 Sentir que, en cualquier momento, alguien se va a “dar cuenta” de que no eres tan
competente como pareces ser, especialmente cuando no hay pruebas de que ese sea
el caso.
Si te sientes identificado con alguna de estas sensaciones, no eres el único. De hecho,
según nuestra investigación, casi dos tercios (62 %) de los trabajadores del conocimiento de
todo el mundo manifestaron haber experimentado el síndrome del impostor. 
Todo tipo de personas experimentan el síndrome del impostor. El síndrome del impostor
tampoco es exclusivo de los empleados que recién comienzan su carrera profesional. Los
empleados que tienen puestos de mayor jerarquía tienen más probabilidades que el
promedio de experimentar el síndrome del impostor.

Tipos de síndrome del impostor


Además de las mujeres, lo padecen especialmente personas que están en puestos de gran
responsabilidad y, a menudo, personas con una carrera profesional de éxito. De hecho, las
autoras Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, en su libro “El síndrome de la impostora“,
explican que a mayor éxito de las personas, más dudas de lo que se ha conseguido. Así, este
fenómeno psicológico aumenta y persiste cuantos más logros alcanza la persona y se
alimenta de continuos pensamientos negativos acerca de estos grandes logros.
La especialista en el síndrome del impostor, doctora Valerie Young, estableció 5 tipologías
o grupos de personas más propensas a padecer el síndrome:

El experto
Las personas que padecen este síndrome del impostor suelen estar buscando continuamente
cursos y certificaciones. Estas personas suelen sentir miedo por no contar con todos los
conocimientos necesarios para afrontar su trabajo.
El individualista
Las personas que padecen este tipo de síndrome del impostor evitan pedir ayuda. Creen que
al pedir ayuda están siendo peores en el ejercicio de su trabajo.

El perfeccionista
Este tipo de síndrome se caracteriza por un sentimiento de insatisfacción constante con el
trabajo realizado. Este sentimiento a menudo genera ansiedad y altos niveles de estrés.

El genio
Si piensas que debes saber de todo y ser experto en todo, y tu autoexigencia se expande a
casi cualquier disciplina, entonces puede que este sea tu caso. Las personas que sufren este
tipo de síndrome del impostor sienten que no son buenas en nada.

El superhéroe o superheroína
Estas personas sienten la necesidad constante de hacer más que los demás y mejor.
Necesitan demostrarse que pueden con todo e incluso con parte del trabajo de los demás
para sentirse bien con ellos mismos.

Características del síndrome del impostor


Todas las personas experimentan el síndrome del impostor de manera ligeramente
diferente, pero entre las características comunes se incluyen las siguientes:
 Dudar de uno mismo
 No ser capaz de evaluar de manera realista tus propias habilidades y competencias
 Atribuir tu éxito a factores externos, como la suerte. Sientes que no mereces tu
éxito.
 Tener miedo de no ser lo suficientemente bueno
 Sabotear tu propio éxito inconscientemente
 Estar desconectado de los miembros del equipo
 Ser perfeccionista
 Exceso de trabajo y agotamiento
 Ponerte una vara tan alta que es imposible de alcanzar
 Baja autoestima
 Sentir un miedo intenso al fracaso
 Disminución de la confianza en uno mismo
El síndrome de burnout es una de las consecuencias habituales del síndrome del impostor.

El ciclo del impostor


En 1985, la Dra. Pauline Rose Clance llevó su investigación sobre el síndrome del impostor
un paso más allá y publicó la primera escala para medir el síndrome del impostor, a la que
llamó la escala del fenómeno del impostor de Clance (CIP, por sus siglas en inglés). En la
escala se mide el síndrome del impostor en seis dimensiones: 
1. El ciclo del impostor
2. La necesidad de ser especial o el mejor
3. Características de superhombre o supermujer
4. Miedo al fracaso
5. Negar las capacidades propias o restarles importancia a los elogios 
6. Sentir miedo y culpa por el éxito

¿Qué es el ciclo del impostor?


El ciclo del impostor describe la naturaleza circular de los sentimientos del impostor.
Comienza cuando se le asigna una tarea. En este punto, el individuo con síndrome del
impostor experimenta ansiedad y duda de sí mismo. Estos sentimientos conducen a la
procrastinación o al perfeccionismo.

El síndrome del impostor durante la pandemia


La situación de pandemia de 2020 fue única y sin precedentes, y además provocó un
aumento del síndrome del impostor. De hecho, el 47 % de los trabajadores del
conocimiento de todo el mundo manifestaron que los sentimientos de síndrome del
impostor aumentaron en 2020. Sentirte aislado de tu equipo mientras trabajas desde casa o
de forma descentralizada es algo normal.
Dado que ofrece menos oportunidades para
conectarse y celebrar el éxito, el trabajo
remoto está intensificando el síndrome del
impostor. Las organizaciones deben asegurarse
de que, cada día, los trabajadores sigan
recibiendo apoyo y reconocimiento por el
trabajo que realizan en entornos remotos, y
que los empleados nuevos cuenten con
estructuras de apoyo que les infundan
confianza.”
—DRA. SAHAR YOUSEF, ESPECIALISTA EN NEUROCIENCIA COGNITIVA,
UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA EN BERKELEY

No eres el único
Es muy difícil lidiar con el síndrome del impostor. Cuando te sientes como un impostor, es
difícil contárselo a otras personas. Como gerente, debes apoyar a tu equipo, pero es
complicado detectar y abordar el síndrome del impostor. 
Independientemente de tu situación o de tus sentimientos en particular, no eres el único que
lo experimenta. Si te gustan las estadísticas, recuerda que el 62 % de los empleados de todo
el mundo sienten el síndrome del impostor. Pero si las estadísticas no te dicen nada, a
menudo es más útil conocer la experiencia de otras personas que han vivido lo mismo.
Les pedimos a miembros del equipo de Asana que compartieran sus experiencias con el
síndrome del impostor. Y esto es lo que nos contaron:
“El síndrome del impostor es mucho más común de lo que la mayoría de la gente cree y
ocurre en todos los niveles. En todo caso, empeora a medida que asciendes en tu trabajo y
asumes más responsabilidades. Por eso es tan importante desarrollar estrategias para
reconocerlo y abordarlo”. – Andrew
“Sé que hay una voz que te dice lo contrario, pero préstame atención, es más importante
adónde te diriges que de dónde vienes”. – Rishika
“Todas las personas a las que respetas en tu área de especialización alguna vez no supieron
absolutamente nada sobre el tema. Te sorprendería saber que las personas en general son
más compasivas y están más abiertas a ayudarte y responder preguntas de lo que podrías
esperar”. – John
“El síndrome del impostor se siente con más intensidad cuando no tienes a un compañero
de trabajo físicamente a tu lado para pedirle colaboración inmediata, pero recuerda: tienes
el trabajo que tienes porque el equipo cree en ti”. – Miembro del equipo de Asana
“¡El conjunto único de experiencias personales y profesionales que tú tienes es lo que hace
que tu perspectiva sea diferente y valiosa! Cuando compartes esa perspectiva, incluso si
estás nervioso, nos ayuda a todos a encontrar una mejor respuesta”. – Erica
“Date permiso para tener una mentalidad de crecimiento. Prueba usar la frase “No lo sé,
todavía”. Es una manera de recordar constantemente que el hecho de que no sepas algo no
significa que sea el fin del mundo. Todavía tienes la oportunidad de averiguarlo”. – Leah
“Trata de no compararte con los demás. Todo el mundo transita un sendero diferente y
puede que no veas dónde los demás empezaron su camino. En lugar de sentir que no estás
capacitado, intenta aprender de personas que tengan más experiencia que tú”. – Robert
“A veces, el crecimiento profesional es difícil y aterrador; el hecho de esforzarse y asumir
nuevos desafíos genera un torbellino de dudas sobre uno mismo. ¡No eres el único! Habla
con un compañero o gerente de confianza para ver si puede brindarte el apoyo, la
orientación o la validación que necesitas para ganar algo de confianza. Recuerda que a
veces tú puedes llegar a ser tu crítico más severo”. – Miembro del equipo de Asana
“Me tomó muchos años darme cuenta de que todas las personas sienten inseguridad y
dudas, incluso los líderes con mayor antigüedad y experiencia. No es un problema si sientes
que no sabes lo que estás haciendo, ¡la mayoría sentimos lo mismo! Sé abierto y honesto
con tu gerente acerca de cómo te sientes para que te ayude a ponerte en situaciones en las
que puedas demostrarte a ti mismo que estás en el lugar correcto”. – Jessica
“Hace poco escuché una cita que me llamó la atención: ‘Comparamos nuestra versión más
criticada de nosotros mismos con la versión de los demás que quieren mostrarnos’”. – Dave
“Está bien si no sabes cuál es tu mejor versión o tu verdadero yo. La vida es constante
descubrimiento. Es muy importante ser flexible contigo mismo para que puedas aprender y
adaptarte, en lugar de sentirte como un imitador”. – Rose
Lee: Cómo la moral del equipo afecta el desempeño de los empleados

9 consejos para superar el síndrome del


impostor
Si estás buscando información sobre cómo superar el síndrome del impostor a nivel
personal, hay muchas medidas que puedes tomar para reducir esa sensación. Lo más
importante que debes hacer es recordar que no es algo que solo te sucede a ti y que tales
sentimientos no son anormales. Cuando buscas el éxito, es común sentir que no estás
haciendo un trabajo suficientemente bueno. Con el tiempo, esos sentimientos pueden
convertirse en el síndrome del impostor. 
Pero con tiempo y trabajo duro, puedes superar el síndrome del impostor. A continuación,
compartimos algunos consejos para lograrlo:

1. Centra tu atención en los hechos


El síndrome del impostor te hace sentir que no eres bueno en tu trabajo. Pero, a menudo,
esa sensación se basa en el miedo, no en la realidad. La mejor manera de combatir el
síndrome del impostor es separar tus sentimientos de los hechos. 
El Grupo de liderazgo consciente llama a esto “hechos vs. historias”. Los hechos son
verdades observables, cosas que una cámara de video puede captar. Las historias son la
manera en que interpretas esos hechos. 
No puedes evitar que tu cerebro cree historias, pero puedes centrar tu atención en los
hechos. La próxima vez que te encuentres en una situación que te haga sentir como un
impostor, examina los hechos y sepáralos de las historias de la situación. Por ejemplo, si te
sentiste mal después de hablar en una reunión de equipo, concéntrate en lo que realmente
dijeron los miembros de tu equipo. ¿Cómo superar el síndrome del impostor? La respuesta
es: primero hechos, después hechos y finalmente hechos.

Combate el síndrome del impostor con hechos.


Dedica un tiempo con frecuencia para
reflexionar sobre cómo te sientes y sobre los
hechos. De esa manera, podrás identificar
pasos prácticos para dejar de preocuparte por
lo que no puedes controlar.”
—MIEMBRO DEL EQUIPO DE ASANA

2. Reconoce, valida y da la vuelta a la página


El hecho de que tus interpretaciones de un evento sean historias (en lugar de hechos) no
significa que tus sentimientos tengan menos validez. Combatir el síndrome del impostor no
es ignorar tus emociones. Más bien, la mejor manera de combatir ese sensación es
reconocer que te sientes mal, validar que es normal sentirse así y luego olvidar esos
sentimientos si no están basados en la realidad.

Yo utilizo un marco simple para reconocer,


validar y seguir adelante. Notar, identificar y
reconocer el síndrome del impostor te
devuelve el control de tus sentimientos. Me
ayuda a hacer introspección o validar el
sentimiento. Me pregunto: “¿Hay algún
aspecto real en el que tenga que trabajar o solo
estoy dudando de mí mismo?”. La mayoría de
las veces, este paso me ayuda a asegurarme de
que, si bien el sentimiento es real, solo me lo
estoy imaginando. Por último, doy vuelta la
página. Eso no significa ignorarlo, solo que
puedo seguir con lo que debo hacer ese día y
lograr mis objetivos, con sentimientos y todo.”
—ANDREW
3. Comparte cómo te sientes
El síndrome del impostor es un sentimiento que te aísla. Pero como compartimos
anteriormente, estos sentimientos son muy comunes en el lugar de trabajo. Casi dos tercios
(62 %) de los trabajadores del conocimiento de todo el mundo han experimentado el
síndrome del impostor. Por lo tanto, si te estás preguntando cómo combatir el síndrome del
impostor o síndrome de la impostora, la próxima vez que te sientas así, intenta compartir
esos sentimientos con otra persona. 
Hay dos ventajas de compartir cómo te sientes:
1. En lugar de interiorizar las emociones, reconoce que las tienes y sigue
adelante. Cuando mantienes en secreto tus sentimientos de síndrome del impostor,
se hacen más grandes y más difíciles de manejar. El hecho de compartir estos
sentimientos con otra persona es una excelente manera de reconocerlos, lo que es
parte del proceso hacia la superación del síndrome del impostor.
2. Es posible que encuentres a alguien que también haya experimentado el síndrome
del impostor. Desafortunadamente, el síndrome del impostor es un fenómeno
común en el lugar de trabajo. Podría suceder que descubras que la persona a la que
le están contando lo que te sucede también haya experimentado el síndrome del
impostor en algún momento. Esto será de ayuda porque te sentirás acompañado y
sabrás que no eres el único que se siente así.

Cuando llegué a Asana, estaba haciendo la


transición de un equipo de 50 personas a una
empresa con más de 1000 empleados. Estaba
segura de que me sentiría abrumada. Pero
todas mis inseguridades, las dudas y las
máscaras se desvanecieron cuando le conté a
mi equipo cómo me sentía. Todos hicieron un
gran esfuerzo por apoyarme. Compartieron
historias de cómo habían llegado hasta donde
estaban hoy. Me dieron confianza y me
animaron.”
—ROSE

4. Busca evidencia
Si reconocer o compartir tus sentimientos no te resulta útil, intenta combatir tus
sentimientos con evidencia. A menudo, el síndrome del impostor no se basa en hechos, así
que concéntrate en los hechos reales para combatir estos sentimientos. 
Si a menudo sientes que no estás haciendo tu trabajo a tiempo, repasa tus proyectos más
recientes. Revisa el trabajo que has realizado para ver si tus sentimientos se basan en los
hechos. Si es así, habrás identificado algo concreto en lo que puedes trabajar y mejorar. Si
no es así, usa estos hechos cada vez que esa voz interior te diga que no eres lo
suficientemente bueno. 
Si no tienes una manera fácil de revisar tu trabajo, intenta usar una herramienta de gestión
del trabajo, como Asana. Estas herramientas te ayudan a organizar tu trabajo, consultar
proyectos pasados y prepararte para el éxito de cualquier iniciativa futura.
En caso de duda, trato de encontrar evidencia
de por qué soy único, talentoso y calificado. Si
es necesario, recurro a experiencias pasadas o
a comentarios que otras personas me han
hecho. De esa manera, cuando siento que los
demás piensan que no estoy calificado o que
soy incompetente, puedo comparar esos
pensamientos con pruebas concretas. Y si hay
evidencia de que debo mejorar, pienso en
formas que estén dentro de mi alcance para
hacerlo.”
—MIEMBRO DEL EQUIPO DE ASANA

5. Replantea tus pensamientos


Nuestros pensamientos son muy poderosos. La actitud con la que encaramos al mundo tiene
el poder de moldear nuestra realidad, tanto de manera positiva como negativa. 
Si a menudo tu voz interior es negativa, comienza a monitorearla y modifícala en la medida
de lo posible. Esta técnica no dará resultados inmediatos, pero con el tiempo, te ayudará a
abordar situaciones de una manera más positiva y prevenir el síndrome del impostor. 
Por ejemplo, la próxima vez que cometas un error, en lugar de decirte “Eso fue horrible”,
intenta pensar lo siguiente: “Ese no fue mi mejor trabajo, pero la próxima vez será mejor”.
Al replantear tu lenguaje mental, estás reconfigurando tu cerebro para que te brinde más
apoyo. 

Algo que me ha ayudado mucho es cambiar


los términos que uso. En lugar de usar
términos pasivos, como ‘ayudé’, ‘apoyé’ y
‘coordiné’, utilizo términos más fuertes y
seguros, como ‘dirigí’, ‘colaboré’ o ‘trabajé
junto a’.”
—KATHERINE

6. Busca un mentor
Para combatir el síndrome del impostor, intenta mejorar tus habilidades duras y blandas de
manera activa. De esta forma, cada vez que esa vocecita interior susurre que no eres lo
suficientemente bueno en algo, podrás contestarle que estás en el proceso de mejora. 
Una excelente manera de hacerlo es encontrar un mentor. Busca a alguien de tu empresa o
de tu campo de especialización que pueda brindarte consejos prácticos y apoyo. Podría ser
un líder sénior o un líder de otra empresa a quien admiras.
Encuentra a alguien a quien respetes mucho
dentro de tu campo de especialización y busca
aprender de esa persona. Si confías en esa
persona, cuéntale sobre tus sentimientos de
síndrome del impostor. Cuando compartí mis
sentimientos con mi mentor, se sorprendió de
que me sintiera así y eso me llenó de
confianza.”
—JOHN
Lee: La diferencia entre las habilidades duras y las blandas: ejemplos de 14 miembros del
equipo de Asana

7. Aprende de los miembros de tu equipo


Un síntoma común del síndrome del impostor es compararte con tus compañeros y pensar
que el trabajo que realizas no llega a ser tan bueno como el de ellos. Y aunque compararte
con otras personas es tentador, hay muchas cosas que puedes hacer para reprogramar estos
sentimientos. 
La próxima vez que te sientas tentado a compararte con tus compañeros, detente un
momento y, en cambio, fíjate qué puedes aprender de ellos. El hecho es que hay personas
de tu equipo que son mejores que tú en algunos aspectos. Eso no te hace menos valioso,
pero genera la oportunidad de que aprendas de ellos. Al mismo tiempo, tú tienes ciertos
talentos y habilidades que puedes compartir con tus compañeros para ayudarlos a tener
éxito en sus funciones.

En lugar de sentirme incapaz cuando veo algo


grandioso que hizo otra persona, elijo
asimilarlo. Intento reconocer el buen trabajo
que otras personas hacen como una
herramienta para mejorar mi propio trabajo, en
lugar de pensar que es algo con lo que tengo
que compararme. A veces, solo hace falta un
plan para producir un trabajo de muy alta
calidad. Además, muchas veces, ¡otras
personas también han utilizado fragmentos del
trabajo de un tercero!”
—ROBERT

8. Anticípate al síndrome del impostor para


reducir sus efectos
Con el tiempo, es posible que notes que experimentas el síndrome del impostor cuando
sucede algo específico. Si ese es el caso, prepárate de antemano a esa situación para
combatir los efectos. 
Descarga nuestra plantilla de planificación diaria
Por ejemplo, supongamos que con frecuencia padeces el síndrome del impostor mientras
completas tu autoevaluación durante el ciclo de desempeño de tu equipo. Si ese nivel de
reflexión te incomoda, prueba tener una lista de las cosas que has logrado en el transcurso
del trimestre o del año en tu software de colaboración. De esa manera, cuando llegue el
ciclo de revisión de desempeño, ya tendrás tu autoevaluación escrita, sin siquiera
preocuparte por ello.

Acepta el miedo, pero no dejes que tome el


control. Reconozco que tengo miedo de hablar
en una reunión. Sin embargo, cuando decido
no hablar, trato de reflexionar sobre qué es lo
que me motiva para no hacerlo. ¿Es porque no
tengo nada que agregar o es porque tengo
miedo de quedar mal? Si es la segunda opción,
acepto que sentiré miedo al hacer algunas
cosas en lugar de esperar a que llegue el día en
que no sienta miedo.”
—RISHIKA

9. Tírate flores (celebra tus propios logros)


A veces, la mejor forma de combatir el síndrome del impostor es ir de frente. La próxima
vez que sientas que hiciste algo bien, ¡celébralo! Si te sientes cómodo, comparte tu logro
con tu equipo. Pero si te parece que ese es un paso demasiado grande en este momento,
compártelo con alguien externo al trabajo, como un amigo o un miembro de tu familia. 
Y este consejo no solo se aplica cuando estás realizando un buen trabajo. También puedes
crear una lista de las cualidades y habilidades que posees. Pueden estar asociadas a tu
puesto de trabajo, como ser un gran vendedor, o más generales y referirse a tu persona,
como estar siempre para apoyar a los miembros de tu equipo. Conserva esta lista, junto con
una serie de comentarios adicionales que hayas recibido de tu gerente y compañeros a lo
largo del tiempo, y consúltala cada vez que necesites un empujoncito.

Tengo una selección de comentarios que he


recibido de miembros de mi equipo. Cualquier
cosa, desde un pequeño mensaje en Slack
hasta una revisión de desempeño más
interesante. Cuando tengo un mal día, me
gusta ir a esta sección para recordarme a mí
misma que solo es un mal día de una carrera
que, al margen de esto, es buena o excelente.
Cuando tengo días buenos, me gusta consultar
esta sección para revisar los comentarios
honestos que me han marcado a lo largo del
camino.”
—RISHIKA

6 pasos para que los responsables


prevengan el síndrome del impostor
Si gestionas un equipo, querrás apoyarlo y reducir cualquier posibilidad de síndrome del
impostor. Esto deberás ponerlo de manifiesto durante la incorporación para garantizar que
los empleados nuevos puedan prosperar desde el primer día. Pero también existen técnicas
que puedes implementar en cualquier momento para apoyar a tu equipo. Echemos un
vistazo.
Lee: La guía para gerentes sobre cómo prevenir el agotamiento en el equipo

1. Establece expectativas claras desde el


principio
Puedes —y debes— comenzar a combatir el síndrome del impostor desde el primer día.
Explicar claramente las expectativas laborales, las métricas de éxito y los puntos de
verificación del progreso es la mejor manera de dar a tus subordinados directos una idea
precisa de cómo les está yendo. 
Durante el primer día de trabajo del empleado puedes comunicarle cuáles son las
expectativas mediante la implementación de un plan de 30-60-90 días. Debes
establecer objetivos a corto plazo que esta persona pueda alcanzar a medida que se
incorpora y aprende más sobre la empresa. Luego, una vez que el empleado nuevo esté más
establecido, trabajen juntos para definir indicadores clave de desempeño, o KPI, a largo
plazo. La clave aquí es asegurarte de que los objetivos sean siempre medibles y de duración
limitada. Si es necesario, utiliza una metodología para establecer objetivos, como
el acrónimo SMART.

Mi gerente ha validado mis sentimientos,


destacó mis fortalezas y me ayudó a idear
pasos prácticos que me ayudarán a avanzar en
mis áreas de mejora.”
—MIEMBRO DEL EQUIPO DE ASANA
Lee: Redacta mejores objetivos SMART con estos consejos y ejemplos

2. Brinda oportunidades inmediatas de


conexión
Además de trazar el camino hacia el éxito desde el primer día, asegúrate de que los
miembros nuevos del equipo también tengan suficiente ocasión de conectarse con otros
miembros del equipo. 
Una de las mejores formas de hacer esto es asignarle un mentor al miembro nuevo del
equipo desde el principio. El mentor debe ser un compañero de un equipo adyacente, para
que tenga alguien con quien hablar que no sea su gerente.
Del mismo modo, asegúrate de que los miembros nuevos del equipo estén al tanto de las
comunidades de empleados que tu organización ofrece. Los recursos como los Grupos de
recursos para empleados (EGR) o incluso las florecientes comunidades de Slack de
personas con ideas afines les ayudarán a encontrar personas con las que se identifiquen.
También puedes ponerlos en contacto con personas con las que compartan similitudes,
como el grupo de madres y padres si tienen hijos o el grupo de amantes de los perros si
tienen perros. Esto evitará el aislamiento que se genera el síndrome del impostor.

3. Aclara cuáles son las normas de


comunicación
Para los empleados nuevos, el no saber dónde hacer preguntas o con quién hablar puede
resultar intimidante. Esto se intensifica en el caso de los miembros del equipo que se
incorporan de forma remota. Dado que no tienen claro cuáles son las normas de
comunicación del equipo y la empresa, los miembros del equipo pueden tener dificultades
para superar ese primer obstáculo en la comunicación. 
Como gerente puede ser difícil notarlo, ya que estás muy familiarizado con las normas de
comunicación de tu equipo. Así que, desde el principio, asegúrate de sentarte con los
miembros de tu equipo y responder cualquier pregunta que tengan. Por ejemplo, asegúrate
de abordar los siguientes temas:
 Qué herramienta usar para cada situación
 A quién acudir si tienen preguntas
 Costumbres del equipo para aspectos como hacer preguntas durante las reuniones
Un plan de comunicación reduce las suposiciones y elimina las barreras para facilitar la
comunicación.

En el pasado, mi gerente me animó a


compartir contenido con los participantes antes
de una reunión importante. Esto me permitió
recibir comentarios o preguntas con
anticipación, y como resultado no me sentí
expuesta ni insegura de mí misma durante la
reunión.”
—ERICA
Lee: 12 consejos para lograr comunicaciones efectivas en el trabajo

4. Realiza seguimientos con frecuencia


El síndrome del impostor no solo ocurre cuando el miembro del equipo es nuevo. Al
implementar las medidas antes mencionadas, ayudarás a prevenir el síndrome del impostor
desde el principio. Pero asegúrate de dar seguimiento a los miembros de tu equipo
continuamente para saber cómo les está yendo. 
Considera implementar la metodología del tipo “rosas y espinas” o del semáforo durante
tus reuniones individuales de revisión. Al ofrecer un espacio en el que el empleado pueda
compartir cómo le está yendo, y al corresponder esa experiencia con sinceridad acerca de
cómo te está yendo a ti también, abres la puerta a la conversación sobre las emociones.

Me exigí mucho para tener un buen


desempeño durante los primeros seis meses.
Mi gerenta me ayudó a darme cuenta de que
nadie me estaba presionando y cómo hacer
para dejar de exigirme tanto. También me dio
varios comentarios positivos que me ayudaron
a reconocer mi crecimiento.”
—ROBERT

5. Comparte tus comentarios desde el principio


y con frecuencia
Si te preocupa un miembro del equipo que está experimentando el síndrome del impostor,
puede ser un desafío ofrecer comentarios, ya que te puede parecer que estás alimentando su
miedo. Pero los comentarios, tanto positivos como constructivos, ayudan a los miembros
del equipo a tener una mejor idea de cómo les está yendo. 
La mayoría de las veces, el síndrome del impostor no se basa en la realidad de la situación
de un miembro del equipo. Al implementar los comentarios con frecuencia en tus
interacciones, ayudarás a que entienda cómo le está yendo realmente. 

Mi gerente hace un buen trabajo al


proporcionar microcomentarios en tiempo real,
generalmente a través de Slack. Por lo general,
es solo una oración sobre lo que salió bien y
tal vez una oración o dos sobre lo que podría
haberse hecho mejor. Este nivel de
microcomentarios me quita la necesidad de
construir mis propias “historias” sobre cómo
me está yendo. En lugar de construir historias,
me baso en los comentarios auténticos y
concretos que mi gerente me proporciona.”
—RISHIKA
Lee: Cómo hacer críticas constructivas y cómo recibirlas

6. Apoya el crecimiento profesional de tus


colegas
A veces, el síndrome del impostor aparece porque los miembros del equipo no creen que
sean lo suficientemente buenos en lo que hacen. La mejor manera de combatir esto como
gerente es comprometerte con los intereses profesionales de tus colegas y apoyar su
desarrollo profesional. 
Por ejemplo, si un miembro del equipo está interesado en la gerencia, ofrécele un papel
como mentor de un empleado nuevo o la posibilidad de hacerse cargo de un proyecto de un
pasante nuevo durante el verano. Mostrarle al miembro de tu equipo que crees en él y que
estás comprometido con el crecimiento de su carrera, refuerza la idea de que es bueno en lo
que hace.

En el pasado, otros gerentes me han pedido


que organice sesiones de capacitación en mi
área de especialización. Escucharme explicar
el tema a los demás me ayudó a darme cuenta
de que no solo estaba a la altura y estaba
calificado, sino que ya estaba en condiciones
de ayudar a los demás.”
—JOHN

El síndrome de la impostora, un
fenómeno que padecen especialmente las
mujeres
Pero, ¿por qué este fenómeno psicológico parece afectar más a las mujeres? Las autoras
Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, en su libro “El síndrome de la impostora“
explican que el actual contexto social puede hallarse entre los motivos fundamentales por
los que el síndrome de la impostora campa a sus anchas entre mujeres de éxito. Las autoras
señalan los siguientes aspectos clave para el aumento del síndrome de la impostora:
 Presión elevada y constante de rendimiento e imagen. Esta presión incrementa la
falta de confianza en uno mismo y genera dudas constantes.
 La menor representación de mujeres en puestos directivos también puede influir en
que aquellas que están en estos puestos se sientan más solas y expuestas.
 Los estereotipos que puedan estar todavía instaurados en la sociedad.

¿Síndrome del impostor? Nunca oí hablar


de eso
El síndrome del impostor puede ser un sentimiento abrumador y puede hacerte sentir
aislado. Pero si te sientes así, no eres el único. La próxima vez que sientas el síndrome del
impostor, o notes el ‘impostorismo’ en un compañero de equipo, prueba poner en práctica
las 15 estrategias anteriores para superar esta situación. 
Si deseas aprender a escuchar de forma activa y comprometida, lee nuestro artículo
sobre  cómo practicar la escucha activa.

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