Sindrome Del Impostor
Sindrome Del Impostor
Sindrome Del Impostor
combatirlo?
Julia Martins•20 de septiembre de 2022•16 min de lectura
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1. ¿Qué es el síndrome del impostor?
2. ¿Cómo saber si tienes síndrome del impostor?
3. Tipos de síndrome del impostor
4. Características del síndrome del impostor
5. El ciclo del impostor
6. No eres el único
7. 9 consejos para superar el síndrome del impostor
8. 6 pasos para que los responsables prevengan el síndrome del impostor
9. El síndrome de la impostora, un fenómeno que padecen especialmente las mujeres
10. ¿Síndrome del impostor? Nunca oí hablar de eso
Plantillas
Resumen
Ya sea que estés lidiando con el síndrome del impostor a nivel personal o tratando de
prevenir que se dé en tu equipo, estamos aquí para ayudarte. En este artículo, te
explicaremos qué es el síndrome del impostor y cómo superarlo tanto desde la perspectiva
personal como la de director o responsable de proyectos. Además, conocerás la experiencia
de los empleados de Asana que también han lidiado con el síndrome del impostor y cómo
han superado esos sentimientos. Actualización 28/02/23: En esta actualización hemos
añadido más datos y formas de identificar si tienes el síndrome del impostor.
Nadie quiere sentirse como un impostor en el trabajo. Pero la verdad es que el síndrome del
impostor es algo real. Parece además, que es más frecuente entre las mujeres. El síndrome
del impostor se convierte así, muy a menudo en el síndrome de la impostora. De hecho,
según un estudio encargado por Access Commercial Finance en Reino Unido, dos tercios
de las mujeres consultadas lo habían experimentado alguna vez en sus vidas. Si alguna vez
te sentiste que no pertenecías a un lugar o que no merecías tu trabajo, debes saber que no
eres el único al que le ha pasado.
¿Qué es el síndrome del impostor?
Para poder combatir este fenómeno psicológico es importante primero entender qué es el
síndrome del impostor. El síndrome del impostor es una sensación de inseguridad
relacionada con los logros laborales. Puede que te sientas como un impostor porque no
crees merecer tu trabajo. A menudo, el síndrome del impostor te hace sentir como si
estuvieras engañando a tus compañeros de trabajo para que piensen que eres bueno en lo
que haces y tienes la percepción de ti mismo como si fueras un fraude.
Aunque el síndrome del impostor no está tipificado como un trastorno psicológico clínico,
muchas personas lo padecen. La expresión fue creada en primer lugar por Pauline Clance y
Suzanne Imes en 1978. Las dos autoras hicieron además una indagación mayor sobre el
síndrome de la impostora, es decir, cómo afectaba el síndrome del impostor especialmente
a las mujeres. Así, ese mismo año publicaron el artículo: El fenómeno del impostor en
mujeres de alto rendimiento: dinámica e intervención terapéutica ('The imposter
phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention'). En el
libro, publicado en 1978, se entrevistó a 150 mujeres de alto rendimiento que habían sido
reconocidas formalmente por su excelencia profesional. Sin embargo, muchas de estas
mujeres creían que su éxito se debía a la suerte o que sus logros eran exagerados.
Estos sentimientos de impostor no solo afectaron a las mujeres de la década de 1970, están
presentes, incluso hoy en día, en todo tipo de profesionales y personas de alto rendimiento.
El experto
Las personas que padecen este síndrome del impostor suelen estar buscando continuamente
cursos y certificaciones. Estas personas suelen sentir miedo por no contar con todos los
conocimientos necesarios para afrontar su trabajo.
El individualista
Las personas que padecen este tipo de síndrome del impostor evitan pedir ayuda. Creen que
al pedir ayuda están siendo peores en el ejercicio de su trabajo.
El perfeccionista
Este tipo de síndrome se caracteriza por un sentimiento de insatisfacción constante con el
trabajo realizado. Este sentimiento a menudo genera ansiedad y altos niveles de estrés.
El genio
Si piensas que debes saber de todo y ser experto en todo, y tu autoexigencia se expande a
casi cualquier disciplina, entonces puede que este sea tu caso. Las personas que sufren este
tipo de síndrome del impostor sienten que no son buenas en nada.
El superhéroe o superheroína
Estas personas sienten la necesidad constante de hacer más que los demás y mejor.
Necesitan demostrarse que pueden con todo e incluso con parte del trabajo de los demás
para sentirse bien con ellos mismos.
No eres el único
Es muy difícil lidiar con el síndrome del impostor. Cuando te sientes como un impostor, es
difícil contárselo a otras personas. Como gerente, debes apoyar a tu equipo, pero es
complicado detectar y abordar el síndrome del impostor.
Independientemente de tu situación o de tus sentimientos en particular, no eres el único que
lo experimenta. Si te gustan las estadísticas, recuerda que el 62 % de los empleados de todo
el mundo sienten el síndrome del impostor. Pero si las estadísticas no te dicen nada, a
menudo es más útil conocer la experiencia de otras personas que han vivido lo mismo.
Les pedimos a miembros del equipo de Asana que compartieran sus experiencias con el
síndrome del impostor. Y esto es lo que nos contaron:
“El síndrome del impostor es mucho más común de lo que la mayoría de la gente cree y
ocurre en todos los niveles. En todo caso, empeora a medida que asciendes en tu trabajo y
asumes más responsabilidades. Por eso es tan importante desarrollar estrategias para
reconocerlo y abordarlo”. – Andrew
“Sé que hay una voz que te dice lo contrario, pero préstame atención, es más importante
adónde te diriges que de dónde vienes”. – Rishika
“Todas las personas a las que respetas en tu área de especialización alguna vez no supieron
absolutamente nada sobre el tema. Te sorprendería saber que las personas en general son
más compasivas y están más abiertas a ayudarte y responder preguntas de lo que podrías
esperar”. – John
“El síndrome del impostor se siente con más intensidad cuando no tienes a un compañero
de trabajo físicamente a tu lado para pedirle colaboración inmediata, pero recuerda: tienes
el trabajo que tienes porque el equipo cree en ti”. – Miembro del equipo de Asana
“¡El conjunto único de experiencias personales y profesionales que tú tienes es lo que hace
que tu perspectiva sea diferente y valiosa! Cuando compartes esa perspectiva, incluso si
estás nervioso, nos ayuda a todos a encontrar una mejor respuesta”. – Erica
“Date permiso para tener una mentalidad de crecimiento. Prueba usar la frase “No lo sé,
todavía”. Es una manera de recordar constantemente que el hecho de que no sepas algo no
significa que sea el fin del mundo. Todavía tienes la oportunidad de averiguarlo”. – Leah
“Trata de no compararte con los demás. Todo el mundo transita un sendero diferente y
puede que no veas dónde los demás empezaron su camino. En lugar de sentir que no estás
capacitado, intenta aprender de personas que tengan más experiencia que tú”. – Robert
“A veces, el crecimiento profesional es difícil y aterrador; el hecho de esforzarse y asumir
nuevos desafíos genera un torbellino de dudas sobre uno mismo. ¡No eres el único! Habla
con un compañero o gerente de confianza para ver si puede brindarte el apoyo, la
orientación o la validación que necesitas para ganar algo de confianza. Recuerda que a
veces tú puedes llegar a ser tu crítico más severo”. – Miembro del equipo de Asana
“Me tomó muchos años darme cuenta de que todas las personas sienten inseguridad y
dudas, incluso los líderes con mayor antigüedad y experiencia. No es un problema si sientes
que no sabes lo que estás haciendo, ¡la mayoría sentimos lo mismo! Sé abierto y honesto
con tu gerente acerca de cómo te sientes para que te ayude a ponerte en situaciones en las
que puedas demostrarte a ti mismo que estás en el lugar correcto”. – Jessica
“Hace poco escuché una cita que me llamó la atención: ‘Comparamos nuestra versión más
criticada de nosotros mismos con la versión de los demás que quieren mostrarnos’”. – Dave
“Está bien si no sabes cuál es tu mejor versión o tu verdadero yo. La vida es constante
descubrimiento. Es muy importante ser flexible contigo mismo para que puedas aprender y
adaptarte, en lugar de sentirte como un imitador”. – Rose
Lee: Cómo la moral del equipo afecta el desempeño de los empleados
4. Busca evidencia
Si reconocer o compartir tus sentimientos no te resulta útil, intenta combatir tus
sentimientos con evidencia. A menudo, el síndrome del impostor no se basa en hechos, así
que concéntrate en los hechos reales para combatir estos sentimientos.
Si a menudo sientes que no estás haciendo tu trabajo a tiempo, repasa tus proyectos más
recientes. Revisa el trabajo que has realizado para ver si tus sentimientos se basan en los
hechos. Si es así, habrás identificado algo concreto en lo que puedes trabajar y mejorar. Si
no es así, usa estos hechos cada vez que esa voz interior te diga que no eres lo
suficientemente bueno.
Si no tienes una manera fácil de revisar tu trabajo, intenta usar una herramienta de gestión
del trabajo, como Asana. Estas herramientas te ayudan a organizar tu trabajo, consultar
proyectos pasados y prepararte para el éxito de cualquier iniciativa futura.
En caso de duda, trato de encontrar evidencia
de por qué soy único, talentoso y calificado. Si
es necesario, recurro a experiencias pasadas o
a comentarios que otras personas me han
hecho. De esa manera, cuando siento que los
demás piensan que no estoy calificado o que
soy incompetente, puedo comparar esos
pensamientos con pruebas concretas. Y si hay
evidencia de que debo mejorar, pienso en
formas que estén dentro de mi alcance para
hacerlo.”
—MIEMBRO DEL EQUIPO DE ASANA
6. Busca un mentor
Para combatir el síndrome del impostor, intenta mejorar tus habilidades duras y blandas de
manera activa. De esta forma, cada vez que esa vocecita interior susurre que no eres lo
suficientemente bueno en algo, podrás contestarle que estás en el proceso de mejora.
Una excelente manera de hacerlo es encontrar un mentor. Busca a alguien de tu empresa o
de tu campo de especialización que pueda brindarte consejos prácticos y apoyo. Podría ser
un líder sénior o un líder de otra empresa a quien admiras.
Encuentra a alguien a quien respetes mucho
dentro de tu campo de especialización y busca
aprender de esa persona. Si confías en esa
persona, cuéntale sobre tus sentimientos de
síndrome del impostor. Cuando compartí mis
sentimientos con mi mentor, se sorprendió de
que me sintiera así y eso me llenó de
confianza.”
—JOHN
Lee: La diferencia entre las habilidades duras y las blandas: ejemplos de 14 miembros del
equipo de Asana
El síndrome de la impostora, un
fenómeno que padecen especialmente las
mujeres
Pero, ¿por qué este fenómeno psicológico parece afectar más a las mujeres? Las autoras
Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, en su libro “El síndrome de la impostora“
explican que el actual contexto social puede hallarse entre los motivos fundamentales por
los que el síndrome de la impostora campa a sus anchas entre mujeres de éxito. Las autoras
señalan los siguientes aspectos clave para el aumento del síndrome de la impostora:
Presión elevada y constante de rendimiento e imagen. Esta presión incrementa la
falta de confianza en uno mismo y genera dudas constantes.
La menor representación de mujeres en puestos directivos también puede influir en
que aquellas que están en estos puestos se sientan más solas y expuestas.
Los estereotipos que puedan estar todavía instaurados en la sociedad.