Diego Rivera
Diego Rivera
Diego Rivera
La madurez artística de Diego Rivera llegó entre los años 1923 y 1928, cuando pintó
los frescos de la Secretaría de Educación Pública, en Ciudad de México, y los de la
Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo. El protagonista absoluto de estos frescos
es el pueblo mexicano representado en sus trabajos y en sus fiestas. La intención de
Rivera fue reflejar la vida cotidiana tal como él la veía y para ello la dividió en dos
grandes temas: el trabajo y el ocio.
En 1926, Diego Rivera entró a formar parte de la sociedad ocultista estadounidense
AMORC (Antigua Orden Mística Rosa Crucis). Ese mismo año fundó en Ciudad de México
una logia de esta entidad a la que llamó Gran Logia Quetzalcóatl, donde pintó una imagen
de esta antigua divinidad azteca, la serpiente emplumada. Rivera decía que desde esta
organización ocultista podía expandir las ideas comunistas a Estados
Unidos. También afirmó que la organización era: "Esencialmente materialista, en la medida
en que sólo admite diferentes estados de energía y materia, y se basa en el antiguo
conocimiento oculto egipcio de Amenhotep IV y Nefertiti".
Las obras de Diego Rivera están expuestas en diversos edificios oficiales, y en la
misma época fue expulsado del partido comunista por formar parte de una
sociedad ocultista
Pero donde verdaderamente Diego Rivera creó una imagen visual de la identidad
mexicana moderna fue en los frescos que, a partir de 1929 (año en que fue expulsado
del partido comunista por presentar ciertas discrepancias), pintó en el Palacio Nacional de
México. Es su gran obra, y en ella Rivera ilustra la historia de México desde época
precolombina. Los murales ocupan las tres paredes que se encuentran frente a la
escalinata principal del edificio. Mientras que la pared central abarca el período que va
desde la conquista española de México en 1519 hasta la revolución, en el de la derecha el
artista describe una visión nostálgica e idealizada del mundo precolombino, y en el de la
izquierda plasma la visión de un México moderno y próspero.
El 21 de agosto de 1929, Diego Rivera se casó con la también artista mexicana Frida
Kahlo. Su relación fue tormentosa Estuvo marcada por el amor y a la vez el odio que
se profesaban, por mantener aventuras amorosas con terceros y por su vínculo
creativo. Su matrimonio fue definido como "la unión entre un elefante y una paloma", por
ser él grande y pesado, como un elefante, y ella delgada y ligera como esta ave. Aunque
una de las aventuras de Diego fue con Cristina, la propia hermana de Frida, y a pesar de su
relación amor-odio, ambos parecían complementarse muy bien.
La relación entre Diego Rivera y Frida Kahlo fue tormentosa. Estuvo
marcada por el amor y a la vez el odio que se profesaban, por
mantener aventuras amorosas con terceros y por su vínculo creativo
Entre 1930 y 1934, Rivera estableció su residencia en Estados Unidos, donde pintó
obras para el Instituto de Arte de Detroit y un gran mural para el Rockefeller Center de
Nueva York, al que tituló El hombre en la encrucijada. En esta obra, el artista mexicano
incluyó la figura de Lenin en un lugar destacado, lo que le valió una vehemente crítica por
parte de la prensa norteamericana. Ante la negativa de Rivera de suprimir la figura del
líder soviético, la obra acabo siendo destruida (hay distintas versiones al respecto). Con
algunas modificaciones, Rivera realizó otra pintura a la que llamó El hombre controlador del
universo para el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México.
Rivera pintó la figura de Lenin en un gran mural para el Rockefeller Center de
Nueva York, lo que hizo que fuera rechazado por los impulsores del proyecto
La actividad creativa de Rivera era incesante, y en 1947 pintó otro mural que provocó
un gran revuelo. Titulado Sueño de una tarde dominical en la alameda central, el
artista retrató un paseo imaginario en el que coinciden personajes destacados de la historia
mexicana, desde el período colonial hasta la revolución. En este mural aparece el escritor
ateo del siglo XIX, Ignacio Ramírez, el Nigromante, hecho que provocó virulentas
reacciones entre los sectores religiosos del país.
Tras la muerte de Frida Kahlo en 1954, Diego Rivera cayó enfermo y viajó a Moscu
para seguir un tratamiento Con todo, volvió a casarse por cuarta vez con Emma Hurtado.
A su muerte, las cenizas de Diego Rivera fueron enterradas en la Rotonda de Hombres
Ilustres de Ciudad de México. Diego Rivera ha sido considerado el artista portavoz de
los oprimidos, de los indígenas y, también, el gran ilustrador de la historia de México,
convirtiendo sus obras en el símbolo de una nación. El pintor mexicano legó a su país
sus obras y colecciones: donó al pueblo un edificio construido por él, la Casa-Museo
Anahuacalli, donde se conservan sus colecciones de arte precolombino, y su casa en
Ciudad de México fue convertida en el Museo Estudio Diego Rivera, que alberga obras y
dibujos del artista, así como su colección de arte popular.