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Señor Jesucristo

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LARRY W.

HURTADO

SEÑOR JESUCRISTO
La devoción a Jesús
en el cristianismo primitivo

EDICIONES SÍGUEME
SALAMANCA
2008
Para la EHCC.
Erudición, amistad,
sentido del humor, laboreo en Highland.

Cubierta diseñada por Christian Hugo Martín

Tradujo Francisco J. Molina de la Torre sobre el original inglés


Lord Jesus Christ. Devotion to Jesus in Earliest Christianity

© Wm B. Eerdmans, Grand Rapids, Michigan 2003


© Ediciones Sígueme S.A.U., 2008
C/ García Tejado, 23-27 - E-37007 Salamanca / España
Tlf.: (34) 923 218 203 - Fax: (34) 923 270 563
ediciones@sigueme.es
www.sigueme.es

ISBN: 978-84-301-1683-6
Depósito legal: S. 1559-2008
Impreso en España / Unión Europea
Imprime: Gráficas Varona S.A.
Polígono El Montalvo, Salamanca 2008
CONTENIDO

Prefacio ................................................................................................ 9
Abreviaturas ......................................................................................... 13

INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 19

1. FUERZAS Y FACTORES ..................................................................... 47


2. EL PRIMITIVO CRISTIANISMO PAULINO ............................................. 105
3. EL JUDEOCRISTIANISMO DE JUDEA .................................................. 187
4. Q Y LA PRIMITIVA DEVOCIÓN A JESÚS ............................................. 255
5. LIBROS SOBRE JESÚS ...................................................................... 301
6. CRISIS Y CRISTOLOGÍA EN EL CRISTIANISMO JOÁNICO ...................... 399
7. OTROS LIBROS PRIMITIVOS SOBRE JESÚS ......................................... 487
8. EL SIGLO II: SU IMPORTANCIA Y SUS AFLUENTES ............................. 553
9. DIVERSIDAD RADICAL .................................................................... 589
10. DEVOCIÓN PROTO-ORTODOXA ......................................................... 637

CONCLUSIÓN .......................................................................................... 731

Bibliografía .......................................................................................... 737


Índice de autores modernos ................................................................. 779
Índice de materias ................................................................................ 789
Índice de fuentes antiguas .................................................................... 793
Índice general ....................................................................................... 825
PREFACIO

Es conveniente ofrecer algunas aclaraciones al comienzo. Esto no es


una cristología del Nuevo Testamento, ni una historia del cristianismo pri-
mitivo, ni una historia del primitivo dogma cristiano. Es un análisis histó-
rico de las creencias y prácticas religiosas que constituían la veneración de
Jesús como figura divina en el cristianismo primitivo. Trata del papel de la
figura de Jesús en la vida y reflexión religiosas de los primeros cristianos.
Tal como explico en la introducción, éste, hasta donde conozco, es el
primer libro de esta índole (en lo que se refiere al enfoque, el horizonte y la
profundidad) desde la obra clásica de Wilhelm Bousset, Kyrios Christos,
publicada en 1913 (al rematar el considerable esfuerzo que ha supuesto ela-
borar esta obra puedo entender con toda claridad por qué no se ha intenta-
do antes). En cualquier caso, este libro no es una edición revisada de aquel
influyente texto. Por el contrario, tal vez debería decir que este libro está
inspirado y determinado en ciertos aspectos por Kyrios Christos. No obs-
tante, ofrezco aquí mi propio análisis histórico de la aparición y temprano
desarrollo de la devoción a Jesús; y el mío es muy diferente al suyo. Admi-
ro la enorme erudición de Bousset. Sin embargo, creo que estaba tremen-
damente equivocado en algunos asuntos trascendentales. No cuestiono sus
grandes conocimientos, pero no tengo la misma confianza en sus juicios.
Además, por supuesto, las cosas han cambiado bastante desde 1913.
Existen importantes adiciones al conjunto de fuentes directas (tal como
ocurre con el material de Nag Hammadi), y el océano de publicaciones eru-
ditas de interés ha transformado los planteamientos y las conclusiones res-
pecto a diversos temas.
Desde el principio sabía que iba a ser un libro voluminoso. Pero ha re-
sultado mucho mayor y tardé mucho más en escribirlo de lo pensado en un
comienzo. Quienquiera que exija a sus lectores dedicar esfuerzos a un libro
tan grande como éste les debe una explicación. Puedo ofrecer una (por su-
puesto, son los lectores quienes deben decidir si está justificado escribir
cualquier libro, grande o pequeño). Básicamente, este libro es inevitable-
10 Prefacio

mente largo a causa del horizonte cronológico, del conjunto de testimonios


considerado y de la profundidad en el tratamiento de los temas.
En cualquier caso, me he propuesto escribir para una amplia audiencia.
Espero que sea un libro lo suficientemente importante para que los expertos
en los campos pertinentes deban leerlo, pero que a la vez se trate de un libro
escrito de una forma lo suficientemente sencilla como para que cualquiera
seriamente interesado en la materia pueda leerlo. He transliterado las pala-
bras en griego, arameo y hebreo, y a menudo he usado notas a pie de pági-
na para ofrecer explicaciones a quienes están menos familiarizados con es-
tos temas y datos. Cuando puse en manos del difunto John Hollar (un editor
mordaz, pero que apoyó a muchos en mi campo) un manuscrito de una obra
anterior en la que me había propuesto lo mismo, me respondió que era una
tarea sumamente complicada. No obstante, una vez leído el manuscrito,
John y otros lectores de aquella y de otras publicaciones me han animado a
pensar que es posible combinar una reflexión seria con la sencillez en la ex-
posición. Así pues, con cierta confianza ofrezco este gran volumen tanto a
lectores serios «profanos» como a expertos, para que «lo tomen y lo lean».
Dado que está destinado a ayudar a (re)configurar la opinión de los exe-
getas, este libro presenta toda una serie de notas técnicas. Ya sean exegetas
y estudiantes de los temas aquí planteados o «lectores generales» con un
serio interés en los orígenes del cristianismo, escribo para quienes no se
sientan particularmente intimidados por las notas a pie de página o no re-
nuncien a leer libros que las tengan. Creo que mis lectores aprecian tener a
su disposición adecuadas referencias a las fuentes directas y al rico conjun-
to de importantes publicaciones técnicas. Además, creo en la transparencia
en la labor académica, de modo que así se puede ver la base del análisis que
ofrezco.
Aquí me ocupo de numerosas cuestiones polémicas, y no me he negado
a «decir lo que pienso» al respecto. Por consiguiente, he ofrecido aquel ti-
po de implicación con la exégesis que los lectores críticos tienen derecho a
esperar en un libro que pretende ser tomado en serio. Aquellos lectores que
puedan no estar tan interesados en estas cuestiones, sino que quieran seguir
el análisis que ofrezco, encontrarán –espero– que mi discusión sea lo sufi-
cientemente comprensible y fundamentada.
Una serie de amigos y colegas del gremio académico han leído frag-
mentos del manuscrito en fases anteriores según lo escribía, ofreciéndome
gratuitamente su tiempo y sus comentarios (en algunos casos, muy am-
plios), tanto críticos como alentadores: Dale Allison, Darrell Bock, David
Capes, April DeConick, Peter Hayman, Alan Kirk, John Kloppenborg Ver-
Prefacio 11

bin, Ian McDonald, Carey Newman, Paul Owen, James Robinson, Marian-
ne Meye Thompson, Catrin Williams y David Wright. Intencionadamente
he elegido personas con distintas perspectivas, cada una de las cuales, sin
embargo, es experta en los temas de los capítulos que amablemente ha leí-
do. Para algunos capítulos he logrado contar con la ayuda de dos o más de
estos colegas, aprovechando sus diversos puntos de vista. En relación con
diversos temas me advirtieron de fuentes y publicaciones que había olvida-
do, me ofrecieron sugerencias para fortalecer mis argumentos y también
me indicaron en qué no estaban de acuerdo y por qué no consideraban per-
suasivas mis razones. Les estoy enormemente agradecido. Incluso cuando
no he podido aceptar su perspectiva, su crítica me ha permitido descubrir
aquellos lugares donde espero haber presentado mis propias ideas de una
forma más clara. Cualesquiera sean los errores que existan (los cuales, sin
duda, serán rápidamente identificados por quienes hacen reseñas), gracias
a los exegetas mencionados este libro es mejor de lo que habría sido.
Detrás de los casi tres años que he tardado en escribir este libro se en-
cuentran las casi dos décadas durante las cuales he estudiado y publicado
otras obras sobre este tema. Han resultado cruciales las becas de investiga-
ción del Consejo de investigación de ciencias sociales y humanidades de
Canadá, una beca de estudios del Consejo de investigación de artes y hu-
manidades del Reino Unido, así como los periodos sabáticos concedidos
por las universidades de Manitoba y Edimburgo. Agradezco la inversión de
todas estas instituciones en mi estudio.
El equipo de Eerdmans me ha apoyado tremendamente y ha sido muy
paciente ante el considerable retraso entre mis primeras esperanzas y la con-
clusión de la obra. Su entusiasmo en este proyecto ha sido constante. Doy
las gracias a los colegas de New College (a la facultad de teología), que me
han alentado y han mostrado suma consideración con las exigencias de es-
te amplio proyecto. Mientras terminaba su tesis doctoral en historia, mi espo-
sa, Shannon, ha aguantado con cariño mi preocupación por esta larga tarea,
escuchándome pacientemente reflexionar sobre este o aquel tema.
Tristemente, uno de los amigos a quien está dedicado este libro, Don
Juel, no vivió para verlo terminado. Admiro su erudición, y he tenido el pri-
vilegio de conocerlo en persona. Todos quienes lo conocieron lo echarán
mucho de menos. Guardo como un tesoro un correo electrónico suyo que
me envió en los últimos días de su larga y difícil lucha con la enfermedad,
en el que expresaba cómo disfrutaba de sus amistades y confiaba emotiva-
mente en la Fidelidad, en cuyas manos se ponía. En el mismo espíritu, por
consiguiente, no «adiós», sino ¡«au revoir», Don!
INTRODUCCIÓN

La indiscutible centralidad de la figura de Jesús en la primitiva devo-


ción cristiana es la premisa de este libro, y mi objetivo consiste en ofrecer
una nueva descripción y análisis históricos de este llamativo fenómeno. De
hecho, el rasgo clave que distinguía a los primeros círculos cristianos era
el eminente lugar de Jesucristo en su reflexión y praxis religiosas 1. Exis-
tían ciertamente muchos otros grupos religiosos a destacar en la época ro-
mana, y algunos de ellos incluso compartían una serie de rasgos importan-
tes con el cristianismo primitivo. Por ejemplo, había otros movimientos y
grupos que hacían prosélitos de acuerdo con motivos étnicos, ofrecían la
posibilidad de establecer relaciones muy cercanas, de llevar a cabo ritua-
les de iniciación y de gozar de banquetes sagrados con la deidad2. Había
movimientos filosóficos con los que podrían asemejarse los primeros gru-
pos cristianos en su interés por definir y promover la ética3. No obstante,
pese a las similitudes con otros grupos y movimientos religiosos de épo-
ca romana, todas las distintas variantes de cristianismo primitivo (cual-
quiera sea su relación con lo que acabó por conocerse como cristianismo
«ortodoxo» o «católico») pueden identificarse por la importancia que atri-
buyen a la figura de Jesús.

1. En este estudio me referiré al Jesús de la primitiva devoción cristiana como «Jesús» y


«Cristo» sin pretender establecer distinción alguna, a menos que dicha distinción exista en la
fuente cristiana primitiva que estudiamos. Por lo general, en los primeros círculos cristianos
Jesús de Nazaret es considerado como una figura que Dios ha ensalzado concediéndole una
autoridad única y otorgándole la dignidad de «Cristo» y «Señor» (por ejemplo, Hch 2, 32-36).
Como los exegetas bien saben, estas convicciones eran tan acusadas que el término «Cristo»
rápidamente se convirtió en otro nombre para Jesús en el primitivo uso cristiano, tal como si-
gue siendo el caso hasta hoy.
2. El estudio clásico de A. D. Nock, Conversion. The Old and the New in Religion from
Alexander the Great to Augustine of Hippo, Oxford 1933, continúa siendo de obligada lectura.
3. E. A. Judge, The Early Christians as a Scholastic Community: JRH 1 (1961) 4-15.125-
137. A. J. Malherbe, Moral Exhortation. A Greco-Roman Sourcebook, Philadelphia 1986, re-
flexiona sobre las tradiciones morales-éticas de época romana. Para reflexiones de ética cris-
tiana primitiva que toman como contexto estas tradiciones, cf. W. A. Meeks, El mundo moral
de los primeros cristianos, Bilbao 1992; J. I. H. McDonald, The Crucible of Christian Mora-
lity, London 1998; T. Engberg-Pedersen, Paul and the Stoics, Louisville 2000.
20 Introducción

Además, la extrema importancia de Jesús aparece sorprendentemente


pronto en los círculos cristianos. Ya en las dos primeras décadas del movi-
miento cristiano (es decir, entre 30 y 50 d.C., para presentar en este mo-
mento de la reflexión un planteamiento cronológico intencionadamente
modesto) Jesús era objeto de devoción religiosa y se le asociaba a Dios de
forma llamativa. De hecho, tal como veremos posteriormente en este estu-
dio, es probable que debamos postular una virtual explosión de devoción a
Jesús en torno al comienzo de ese corto periodo de tiempo4. He propuesto
que en este desarrollo encontramos lo que equivale a una nueva y peculiar
«mutación» o variante de la praxis monoteísta que es característica, de otra
manera, de la matriz religiosa judía de la cual nació el movimiento cristia-
no5. Con este libro pretendo ofrecer un detallado análisis del origen, de-
sarrollo y diversificación de la devoción a Cristo en los trascendentales dos
primeros siglos del movimiento cristiano (ca. 30-170 d.C.).
En los capítulos siguientes pondré de relieve tres ideas. En primer lugar,
como ya he mencionado, increíblemente pronto surge una notable devoción
a Jesús en los círculos de sus discípulos, y no puede limitarse a una fase se-
cundaria de desarrollo religioso ni explicarse como el fruto de fuerzas ex-
trañas. Ciertamente, el movimiento cristiano no estaba herméticamente ce-
rrado a las culturas en medio de las cuales se desarrolló; a fin de expresar
su fe, los cristianos se apropiaron de (y adaptaron para sus propios fines)
términos, categorías conceptuales y tradiciones religiosas. En cualquier ca-
so, la devoción a Jesús no consistió en algo tardío. Hasta donde nos permi-
te afirmar la investigación histórica, inmediatamente constituyó un rasgo
de los círculos de aquellos que se identificaban en relación con él.
En segundo lugar, la devoción a Jesús mostró una intensidad y una di-
versidad de expresiones incomparables, para las cuales no poseemos una
auténtica analogía en el ambiente religioso de la época. Simplemente no
existe precedente o paralelo con el nivel de energía dedicado por los prime-
ros cristianos a expresar la importancia de Jesús para ellos en su praxis y
reflexión religiosas. Todo el modelo de devoción a Jesús que examinamos
en este libro no es un simple ejemplo dentro de un grupo de fenómenos re-
ligiosos análogos en grupos comparables, sino que resulta verdaderamente

4. «Al comienzo no hubo ‘un desarrollo bastante rápido’, sino una ‘explosión’», afirman
M. Hengel-A. M. Schwemer, Paul between Damascus and Antioch: The Unknown Years,
Louisville 1997, 283s, criticando la presentación de Bousset de la primitiva devoción a Jesús.
Cf. también el ensayo programático de M. Hengel, Christology and New Testament Chrono-
logy, en Id., Between Jesus and Paul, London 1983, 30-47.
5. Cf. L. W. Hurtado, One God, One Lord: Early Christian Devotion and Ancient Jewish
Monotheism, Edinburgh 21998; Id., First Century Jewish Monotheism: JSNT 71 (1998) 3-26.
Introducción 21

notable en la historia de las religiones, justificando (de hecho, exigiendo)


un esfuerzo especial para comprenderlo en términos históricos. A tal fin,
propongo un modelo de las fuerzas y factores históricos que configuraron
e impulsaron la primitiva devoción a Jesús, modelo que será particularmen-
te analizado en el próximo capítulo.
La tercera tesis consiste en que esta intensa devoción a Jesús, que inclu-
ye venerarlo como divino, por lo general se ofrecía y articulaba dentro de
una firme actitud de monoteísmo exclusivista, particularmente en los círcu-
los de cristianos primitivos que anticiparon y ayudaron a instituir lo que se
convirtió en la corriente principal del cristianismo (y por lo tanto en la más
conocida). Es decir, con excepciones notables, que serán estudiadas en un
capítulo posterior, estos primeros creyentes generalmente insistieron en la
exclusiva validez del Dios de las Escrituras de Israel, rechazando a las de-
más divinidades del mundo romano; y trataron de expresar y comprender la
identidad divina de Jesús en relación con ese Dios único. En su reflexión
religiosa, es decir, en la manera en que definieron y describieron a Jesús en
su doctrina, por lo general se refirieron a él en relación con Dios (por ejem-
plo, como «Hijo», «Cristo/Mesías», «Palabra» o «Imagen» de Dios). Tam-
bién en sus prácticas devocionales (por ejemplo, en sus esquemas de ora-
ción y culto), trataron regularmente de expresar una veneración a Jesús de
tal forma que afirmara del mismo modo la primacía de Dios «Padre».
A decir verdad, hay muestras de que no siempre fue fácil mantener es-
ta íntima conexión y distinción entre Jesús y Dios. En algunos casos de
cristianismo primitivo «popular», parece que Jesús prácticamente había
eclipsado al «Padre». En otros casos, la preocupación monoteísta puede no
haberse planteado, tal como parece suceder con los llamados sistemas
gnósticos, que postulan múltiples seres y emanaciones divinas. No obstan-
te, la reflexión religiosa y la práctica devocional más características de los
dos primeros siglos, y que acabaron por determinar la tradición cristiana
posteriormente, expresan su veneración por Jesús en el contexto de un
compromiso exclusivista con el Dios uno de la Biblia.

1. Devoción a Cristo

A continuación, como un paso introductorio más, quiero definir los fe-


nómenos que constituyen el objeto de la investigación. «Devoción» es el
término que uso para referirme a las creencias y acciones religiosas relacio-
nadas con ellas, las cuales constituyen la expresión de la veneración religio-
22 Introducción

sa de los primeros cristianos. Hace ya años que he propuesto la fórmula


«devoción a Cristo» en vez de «cristología» para hablar de los distintos ti-
pos de fenómenos que aquí estudiaremos6. Se ha usado el término «cristo-
logía» para el estudio de las creencias cristianas sobre la figura de Jesús,
la(s) doctrina(s) y conceptos implicados, y la terminología empleada por
los cristianos para expresarlas. A decir verdad, todos estos elementos for-
man parte de la presente investigación. Pero hacer plena justicia a las dis-
tintas formas en que Jesús aparece en los primitivos círculos cristianos nos
exige considerar también otras cuestiones, algunas de las cuales no han re-
cibido siempre la atención que merecen.
Por citar un aspecto particularmente importante, podemos hablar del lu-
gar de Jesús en los esquemas cultuales característicos de los primeros gru-
pos cristianos. En un momento asombrosamente temprano, al menos en al-
gunos círculos cristianos, hay una clara y programática inclusión de Jesús
en su vida devocional, lo cual se percibe tanto en las afirmaciones honorí-
ficas como en las prácticas devocionales. Además, Jesús desempeñaba una
importante función en sus ideales y exigencias éticas, tanto en la esfera in-
terpersonal como en ámbitos sociales más amplios.
Otra clase de prueba la encontramos en que ya en la temprana época de
la que nos ocupamos en este libro hallamos los primeros intentos de dejar
constancia de la piedad y la devoción a Jesús en fenómenos que suponen
una cultura material y visual emergente. Por ejemplo, es posible percibir
esto en la forma de preparar los manuscritos cristianos, específicamente los
llamados nomina sacra, abreviaturas sagradas de términos clave que se re-
fieren a Dios y a Jesús7.
Mediante el uso de «devoción a Cristo» y «devoción» a Jesús, por lo
tanto, me refiero a la importancia y al papel de Jesucristo en la vida y refle-
xión religiosas de aquellas variantes de cristianismo que podemos observar
en los dos primeros siglos. En particular, nos centraremos en aquellas for-
mas mediante las cuales los primeros cristianos se referían y se relaciona-
ban con Jesús, y que parecen considerarlo una figura «divina» o, al menos,
una figura de importancia singular en el plan de Dios. Así, este libro no es
una «cristología del Nuevo Testamento» (en el sentido de una presentación
orgánica de todas las expresiones de las creencias cristológicas del Nuevo
Testamento) ni tampoco un mero repaso de todas las creencias cristológicas
del periodo histórico que aquí analizamos. Por el contrario, la particular

6. Por ejemplo, L. W. Hurtado, Christ-Devotion in the First Two Centuries: Reflections


and a Proposal: TJT 12 (1996) 17-33.
7. L. W. Hurtado, The Origin of the Nomina Sacra: A Proposal: JBL 117 (1998) 655-673.
Introducción 23

«historia» que trato de narrar en este estudio histórico se refiere a las distin-
tas formas en que Jesús funciona como alguien divino en la vida religiosa
de los grupos cristianos de los dos primeros siglos, cuándo y cómo aparece
esto en sus creencias y en otras expresiones de su fe, así como qué fuerzas
históricas determinaron probablemente la devoción a Jesús en este periodo.

2. Aclaraciones

Respecto a las razones y el modo en virtud de los cuales Jesús acabó


siendo considerado y tratado como una figura mesiánica y divina entre los
primeros cristianos, podemos mencionar dos grandes planteamientos que
han sido particularmente influyentes, y con los cuales discrepo. Entre los
cristianos con una orientación más ingenua (que puede incluir en cualquier
caso a personas cultas a las que simplemente no se les ha advertido al res-
pecto) y entre algunos apologetas cristianos anticríticos, a menudo nos en-
contramos la idea de que Jesús era considerado divino simplemente porque,
de hecho, era el Mesías y el Hijo divino de Dios, y puso claramente de ma-
nifiesto su mesianismo y su filiación a sus discípulos a lo largo de su mi-
nisterio. Por consiguiente, desde esta perspectiva, no hay proceso histórico
que investigar y nada resulta particularmente difícil a la hora de compren-
der desde un punto de vista histórico la devoción a Cristo en el periodo pri-
mitivo. Las primitivas afirmaciones cristianas sobre Jesús pueden resultar
difíciles de aceptar a los no creyentes por diversas razones, pero la explica-
ción del modo y la razón por los que los primeros cristianos promovieron
estas elevadas ideas sobre Jesús, atestiguadas en el Nuevo Testamento y en
otros escritos cristianos primitivos, se cree simple: Jesús mismo reveló la
verdad sobre su mesianismo y su divinidad, y por eso desde el principio se
aceptó de forma natural en las creencias y la praxis religiosa cristiana. En
efecto, desde esta perspectiva resulta problemático o simplemente inade-
cuado (sobre todo de acuerdo con algunos apologetas anticríticos) aplicar
el análisis histórico a la devoción a Cristo por parte del cristianismo primi-
tivo, tratando de explicar cómo se desarrolló. Según las versiones anticríti-
cas de esta perspectiva, se considera que la validez teológica y religiosa de
la devoción cristiana tradicional sería cuestionada si verdaderamente se tra-
tase como un fenómeno histórico8.

8. El término «apologetas anticríticos» no pretende ser peyorativo, sino un fiel reflejo del
rechazo de la investigación crítica abrazado por algunos tanto en el pasado como en el presen-
te. Obviamente esto no incluye a los estudiosos que llevan a cabo una investigación crítica y
24 Introducción

El otro planteamiento influyente surgió en gran medida como reacción


frente a esta visión ingenua y ahistórica. Aunque las raíces del moderno es-
tudio histórico-crítico de la Biblia se hunden en el deísmo del siglo XVIII,
para nuestros fines el periodo clave lo constituyen las últimas décadas del
siglo XIX y las primeras del XX, cuando la llamada religionsgeschichtliche
Schule (escuela de la historia de las religiones) trató de colocar los orígenes
cristianos exclusivamente en la historia de la época romana9. Estos investi-
gadores prestaron particular atención al modo en que Jesús terminó por
ocupar un puesto tan central en el cristianismo primitivo y cómo se desarro-
lló la primitiva devoción cristiana a Jesús en el periodo anterior a los credos
clásicos sobre Cristo y la Trinidad del siglo IV y los siglos posteriores.
Los estudiosos de la historia de las religiones insistieron en que la dig-
nidad divina de Jesús en el cristianismo primitivo fue el resultado de un
proceso plenamente histórico, de modo que en principio estaba sujeta al
mismo tipo de investigación histórica que podría aplicarse a cualquier otro
fenómeno histórico. Este estudio exigió un enorme esfuerzo por parte de
los investigadores para familiarizarse por completo con todas las fuentes
del cristianismo primitivo y con todo aquello relacionado con la época ro-
mana más en general, especialmente con el ambiente religioso del momen-
to. Las grandes figuras de esta escuela demostraron la amplitud de sus im-
presionantes conocimientos (hoy prácticamente inigualables) en cuanto a
las lenguas y los textos del mundo antiguo.
Sin embargo, en la religionsgeschichtliche Schule todo este impresio-
nante esfuerzo de investigación histórica tuvo el efecto (y probablemente la
intención) de demostrar que la aparición de la devoción a Cristo como figu-
ra divina fue sustancialmente un sencillo y, de hecho, poco notable proceso
de sincretismo. Esencialmente, la devoción a Jesús como alguien divino de-

defienden con fundamentos históricos que las afirmaciones cristológicas del Nuevo Testa-
mento encuentran una firme base en la propia comprensión y en las pretensiones del mismo
Jesús. Independientemente de lo que se consideren los méritos de esa posición, tratan de dia-
logar seriamente con otros estudiosos, usando las pruebas y los métodos de la investigación
moderna.
9. W. G. Kümmel, The New Testament. The History of the Investigation of Its Problems,
Nashville 1972, 206-324 (versión original alemana: Das Neue Testament: Geschichte der
Erfurschung seiner Probleme, Freiburg 1958); G. Lüdemann-M. Schröder, Die religionsge-
schichtliche Schule in Göttingen: Eine Dokumentation, Göttingen 1987; C. Colpe, Die reli-
gionsgeschichtliche Schule. Darstellung und Kritik ihres Bildes vom gnostischen Erlösermy-
thus, Göttingen 1961. Respecto a los orígenes deístas de la crítica bíblica, cf. J. Z. Smith,
Drudgery Divine, Chicago 1990. Como ejemplo de la permanente influencia de la vieja re-
ligionsgeschichtliche Schule, cf. K. Rudolph, Early Christianity as a Religious-Historical
Phenomenon, en B. A. Pearson (ed.), The Future of Early Christianity: Essays in Honor of
Helmut Koester, Minneapolis 1991, 9-19.
Introducción 25

rivó de la influencia de la religión «pagana» de época romana sobre cristia-


nos «helenizados», supuestamente más susceptibles a dicha influencia que
los judeocristianos «palestinos».
Posteriormente diré algo más sobre esta particular visión. De momento,
me limito a destacar algo irónico. Aunque los estudiosos de la historia de
las religiones discreparon de la visión ingenua o precrítica e insistieron en
que la devoción a Cristo reflejada en las primitivas fuentes cristianas podía
ser abordada como un fenómeno histórico, su idea del proceso histórico
que subyace a este fenómeno era prácticamente tan simplista como aquella
a la que se oponían. A su modo, también terminaron por afirmar (aunque, a
decir verdad, por razones muy distintas) que la aparición y el desarrollo de
la devoción a Cristo en el cristianismo primitivo no fue ni muy notable ni
muy difícil de explicar. Presentado como un ejemplo particular de la deifi-
cación de héroes y la aparición de nuevas deidades que se daban amplia-
mente en el mundo romano, la primitiva devoción a Cristo debía ser consi-
derada meramente como el resultado del impacto del ambiente religioso
«pagano» sobre un movimiento cristiano originariamente más puro, en el
cual no pudieron haber aparecido las ideas sobre la divinidad de Jesús.
En este libro discrepo con ambas visiones, que siguen siendo influyen-
tes de formas diversas. Por un lado, estoy de acuerdo con la escuela de la
historia de las religiones en que la devoción a Cristo puede ser abordada co-
mo un fenómeno histórico. Independientemente de la actitud que se adop-
te ante la validez religiosa de la devoción a Jesús reflejada en las distintas
fuentes cristianas primitivas, esta devoción se manifestó en la historia, y
por lo tanto, en principio, puede estudiarse del mismo modo en que inves-
tigamos cualquier otra persona, acontecimiento o movimiento históricos.
Podemos tener, o no, el suficiente conocimiento histórico del tiempo y del
modo en que los movimientos religiosos surgen, para elaborar un análisis
plausible del particular proceso histórico implicado en el nacimiento de la
devoción a Cristo. Creo que podemos, tal como espero mostrar en este li-
bro. No obstante, independientemente de los particulares méritos de mi
propuesta personal, el esfuerzo por comprender la devoción a Jesús desde
una perspectiva histórica resulta, en principio, válido.
Pero, por otro lado, tanto la visión ingenua como el conocido plantea-
miento de la historia de las religiones se equivocan al describir la primiti-
va devoción a Jesús como algo básicamente simple, poco notable y fácil
de entender. Por distintas razones mantengo que la devoción a Cristo es un
fenómeno enormemente notable, y que es el fruto de un conjunto de fuer-
zas y factores históricos. A continuación ofrezco algunas características
ÍNDICE GENERAL

Prefacio ...................................................................................................... 9
Abreviaturas ............................................................................................... 13
Introducción ............................................................................................... 19
1. Devoción a Cristo ........................................................................... 21
2. Aclaraciones ................................................................................... 23
3. ¿Una nueva religionsgeschichtliche Schule? .................................. 30
4. Este estudio .................................................................................... 38

1. FUERZAS Y FACTORES ............................................................................. 47


1. El monoteísmo judío ...................................................................... 49
a) ¿Fue la religión judía verdaderamente monoteísta? ................. 52
b) La naturaleza del monoteísmo judío ........................................ 63
c) El monoteísmo en el Nuevo Testamento .................................. 69
d) Los efectos del monoteísmo sobre la devoción a Cristo .......... 72
2. Jesús ............................................................................................... 76
3. La experiencia religiosa ................................................................. 88
a) Experiencias de revelación en el Nuevo Testamento ............... 94
4. El ambiente religioso ..................................................................... 99
5. Resumen ......................................................................................... 103

2. EL PRIMITIVO CRISTIANISMO PAULINO ..................................................... 105


1. ¿Dónde comenzar? ......................................................................... 105
2. Principales factores personales ...................................................... 112
a) La judeidad de Pablo ................................................................ 113
b) Pablo el converso ..................................................................... 120
c) La misión gentil ....................................................................... 123
3. El lenguaje y los temas cristológicos ............................................. 125
a) Jesús como «Cristo» ................................................................ 126
b) La filiación divina de Jesús ...................................................... 129
c) Jesús como Señor ..................................................................... 136
d) Preexistencia ............................................................................ 148
e) La muerte y la resurrección redentoras de Jesús ...................... 157
f) Jesús como ejemplo ................................................................. 164
826 Índice general

4. Culto binitario ................................................................................ 165


a) Los orígenes primitivos ............................................................ 167
b) Culto ......................................................................................... 168
1) Oración ............................................................................... 170
2) Invocación y confesión de Jesús ........................................ 172
3) El bautismo en el nombre de Jesús .................................... 175
4) La «cena del Señor» ........................................................... 176
5) Himnos ............................................................................... 179
6) Profecía .............................................................................. 182
c) «Binitario» ............................................................................... 183
5. Resumen ......................................................................................... 185

3. EL JUDEOCRISTIANISMO DE JUDEA .......................................................... 187


1. El testimonio paulino ..................................................................... 189
a) El conocimiento por parte de Pablo del cristianismo de Judea .. 189
1) La colecta a favor de Jerusalén .......................................... 191
2) Diferencias ......................................................................... 193
b) Un silencio conspicuo .............................................................. 198
c) Tradiciones judeocristianas en las cartas de Pablo .................. 201
2. La devoción a Cristo en Judea según los Hechos de los apóstoles .. 211
a) Categorías cristológicas ........................................................... 212
1) «Señor» .............................................................................. 213
2) Circunstancias y dinámicas ................................................ 219
3) La muerte redentora de Jesús ............................................. 220
4) Otros epítetos primitivos .................................................... 224
b) Praxis devocional ..................................................................... 230
1) El templo y la iglesia de Jerusalén ..................................... 230
2) El nombre de Jesús ............................................................. 234
3) El nombre de Jesús en el bautismo .................................... 237
4) El nombre de Jesús en curaciones y exorcismos ................ 240
3. Helenistas y hebreos ...................................................................... 244
a) Los helenistas como «proto-paulinismo» ................................ 244
b) Los helenistas como judeocristianos ........................................ 248
4. Resumen ......................................................................................... 252

4. Q Y LA PRIMITIVA DEVOCIÓN A JESÚS ..................................................... 255


1. Opciones insostenibles ................................................................... 257
2. La visión de Kloppenborg de la cristología de Q ........................... 260
3. Verosimilitud histórica ................................................................... 264
4. Un planteamiento inductivo ........................................................... 273
5. ¿Es Q peculiar? .............................................................................. 275
6. El argumento del silencio ............................................................... 279
Índice general 827

7. La devoción a Jesús en Q ............................................................... 285


a) La centralidad de Jesús ............................................................ 286
b) El mundo narrativo de Q y Jesús ............................................. 287
c) Jesús, la cuestión polarizante ................................................... 289
d) Términos cristológicos ............................................................. 292
8. La vida religiosa en Q .................................................................... 296
9. Resumen ......................................................................................... 298

5. LIBROS SOBRE JESÚS .............................................................................. 301


1. Rasgos comunes de los evangelios sinópticos ............................... 304
2. El género literario de los evangelios canónicos ............................. 314
a) Los evangelios y la literatura cristiana primitiva ..................... 314
b) Los evangelios y la literatura judía .......................................... 318
c) El ambiente literario de época romana ..................................... 322
3. Las interpretaciones sinópticas de Jesús ........................................ 327
a) Marcos ...................................................................................... 328
1) El hijo del hombre .............................................................. 335
2) Otros subrayados de Marcos .............................................. 353
b) Mateo ....................................................................................... 363
1) La concepción y el nacimiento de Jesús ............................ 365
2) El relato mateano de lo acontecido tras la resurrección ..... 380
3) Los discursos de Mateo ...................................................... 381
4) Otros rasgos de la presentación mateana de Jesús ............. 387
c) Lucas ........................................................................................ 390
4. Resumen ......................................................................................... 397

6. CRISIS Y CRISTOLOGÍA EN EL CRISTIANISMO JOÁNICO .............................. 399


1. Jesús en el evangelio de Juan ......................................................... 403
a) Algunas observaciones de carácter literario ............................. 405
b) Mesías e Hijo de Dios .............................................................. 358
c) Preexistencia ............................................................................ 415
d) «Yo soy» ................................................................................... 422
e) El Hijo y el Padre ..................................................................... 426
f) Jesús como/y la Gloria de Dios ................................................ 427
g) Jesús como/y el nombre de Dios .............................................. 434
h) El nombre de Jesús ................................................................... 444
i) Subordinación y distinción ...................................................... 447
j) Jesús y el Espíritu ..................................................................... 452
k) El Espíritu y el cristianismo joánico ........................................ 456
l) Cristología y polémica ............................................................. 459
2. La crisis cristológica en el cristianismo joánico ............................ 465
a) La caracterización de los oponentes ........................................ 466
b) La cuestión cristológica ........................................................... 474
828 Índice general

c) Jesús como visitante celestial ................................................... 478


d) Jesús como ejemplo místico ..................................................... 480
e) Resultados históricos ............................................................... 482
3. Crisis y devoción a Jesús ............................................................... 484

7. OTROS LIBROS PRIMITIVOS SOBRE JESÚS ................................................. 487


1. Los libros sobre Jesús .................................................................... 487
a) Rumores ................................................................................... 488
b) Marcos secreto ......................................................................... 493
c) Fragmentos ............................................................................... 497
d) El manuscrito Egerton ............................................................. 501
e) Evangelio de Pedro .................................................................. 502
2. Evangelios de la infancia ............................................................... 508
a) Protoevangelio de Santiago ...................................................... 509
b) El Evangelio de la infancia de Tomás ...................................... 511
3. El evangelio de Tomás ................................................................... 513
a) Un libro sobre Jesús ................................................................. 516
b) Naturaleza literaria ................................................................... 517
c) Conocimiento secreto ............................................................... 520
d) Revisionismo ............................................................................ 522
e) Elitismo .................................................................................... 523
f) Jesús y el cristianismo «tomista» ............................................. 525
g) Resumen y localización ........................................................... 535
h) El Evangelio de Tomás y el evangelio de Juan ......................... 538
4. Diálogos de revelación ................................................................... 544
5. Resumen ......................................................................................... 549

8. EL SIGLO II: SU IMPORTANCIA Y SUS AFLUENTES ..................................... 553


1. El cristianismo del siglo II ............................................................. 554
2. Planteamiento y enfoque ................................................................ 558
3. Definiciones ................................................................................... 560
4. Afluentes del siglo I ....................................................................... 563
a) Carta a los hebreos ................................................................... 563
b) Textos paulinos tardíos ............................................................. 571
1) Carta a los colosenses ........................................................ 572
2) Carta a los efesios .............................................................. 578
3) «Cartas pastorales» ............................................................ 580
c) La confluencia de los testimonios ............................................ 586

9. DIVERSIDAD RADICAL ............................................................................ 589


1. Valentín y el valentinianismo ......................................................... 594
a) «Valentinianismo» en Ireneo .................................................... 596
b) Las novedades valentinianas .................................................... 598
Índice general 829

c) La piedad valentiniana ............................................................. 602


d) Los textos de Nag Hammadi .................................................... 604
1) Problemas ........................................................................... 604
2) Los textos ........................................................................... 608
e) El Evangelio de la verdad ........................................................ 610
2. Marción .......................................................................................... 621
3. Reflexiones a modo de resumen .................................................... 631

10. DEVOCIÓN PROTO-ORTODOXA ............................................................... 637


1. Encontrar a Jesús en el Antiguo Testamento ................................ 638
2. El evangelio tetramorfo ............................................................... 654
3. Visiones y revelaciones ............................................................... 665
a) Apocalipsis ............................................................................ 666
b) Ascensión de Isaías ................................................................ 671
c) El Pastor de Hermas .............................................................. 679
4. Culto y oración ............................................................................ 682
a) Extraños y críticos ................................................................. 683
b) Himnodia ............................................................................... 687
1) Las Odas de Salomón ...................................................... 689
c) Oración .................................................................................. 692
1) La Didajé ......................................................................... 694
5. Martirio ........................................................................................ 698
6. Los nomina sacra ........................................................................ 705
7. Desarrollos doctrinales ................................................................ 707
a) El descenso de Jesús al Hades ............................................... 708
1) Variaciones sobre el tema del descenso ............................. 713
b) Jesús, hombre y Dios ............................................................. 716
c) El Jesús divino y Dios ............................................................ 721

CONCLUSIÓN ............................................................................................... 731

Bibliografía ................................................................................................ 737

Índice de autores modernos ....................................................................... 779


Índice de materias ...................................................................................... 789
Índice de fuentes antiguas .......................................................................... 793

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