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Himno Nacional Mexicano

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Himno nacional mexicano

En 1853 el General Antonio López de Santa Anna, ocupó por última vez
la Presidencia de nuestro país. En noviembre del mismo año, ordenó se
publicara una convocatoria en el Diario Oficial, para invitar a los poetas a
participar en el concurso para escoger la mejor composición para
utilizarse como canto patriótico.

Entre las diversas composiciones propuestas para el Himno Nacional, la


de Francisco González Bocanegra resultó elegida, convirtiéndose en el
canto a la Patria.Para la musicalización del Himno, se realizó una nueva
convocatoria para que los músicos enviaran sus obras, resultando
elegida la composición del Español Jaime Nunó y aprobada por el jurado,
compuesto por José Antonio Gómez, Agustín Balderas y Tomás León.

El propio Nunó, hizo las adaptaciones al Himno Nacional Mexicano,


siendo adoptado por el gobierno a partir de entonces, se tocó por primera
vez en el teatro Santa Anna, hoy Teatro Iturbide, el 15 de septiembre de
1854, e interpretado por la soprano Claudina Florentini y el tenor Lorenzo
Salvi.

Nuestro Himno Nacional es un poema lírico, donde se enaltece la lucha


por resguardar la soberanía e independencia nacional, haciendo alusión
a las batallas libradas por los mexicanos en contra de las amenazas
extranjeras. Es la esperanza, valor y unión del pueblo mexicano cuando
de defender la patria se trata. Actualmente este símbolo patrio se
encuentra regulado por la “Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno
Nacionales”.
Bandera de mexico

El día de la Bandera mexicana fue establecido el 24 de febrero de


1934. Sin embargo, esta conmemoración nacional fue
oficialmente reconocida hasta 1940, por decreto del Presidente
Lázaro Cárdenas del Río. En 1821 Agustín de Iturbide se inspiró en
dar garantías a los mexicanos declarando la Independencia de
México, es entonces cuando nace nuestra Bandera. En la
declaración del plan de Iguala, Iturbide llevaba la bandera
trigarante (verde, blanca y rojo), pero en franjas diagonales. Los
colores de la bandera garantizaban algunos derechos: el blanco
representaba la religión católica; el verde representaba la
independencia de México ante España y el rojo la igualdad y la
unión de los mexicanos con los españoles y las castas.Al finalizar
el Imperio de Agustín de Iturbide en 1823, el Congreso
Constituyente instauró oficialmente la Bandera Nacional
conservando los colores verde, blanco y rojo, pero con algunos
cambios: al águila se le quitó la corona imperial y se agregaron
los símbolos republicanos de las ramas de laurel y encino.A
mediados del siglo XIX, con la llegada de Benito Juárez a la
presidencia del país, se cambió el significado de sus colores ,
como consecuencia de la separación del estado con la iglesia:
Verde: Esperanza; Blanco: Unidad y Rojo: la sangre de los héroes
nacionales.

Y es así que el 24 de febrero de 1984 entró en vigencia la nueva


Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, en la que
se establece:
Labaro patrio

El Escudo Nacional está constituido por un águila mexicana, con el perfil


izquierdo expuesto, la parte superior de las alas en un nivel más alto que el
penacho y ligeramente desplegadas en actitud de combate; con el plumaje de
sustentación hacia abajo tocando la cola y las plumas de ésta en abanico
natural. Posada su garra izquierda sobre un nopal florecido que nace en una
peña que emerge de un lago, sujeta con la derecha y con el pico, en actitud de
devorar, a una serpiente curvada, de modo que armonice con el conjunto. Varias
pencas del nopal se ramifican a los lados. Dos ramas, una de encino al frente del
águila y otra de laurel al lado opuesto, forman entre ambas un semicírculo
inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres franjas que, cuando se
representa el Escudo Nacional en colores naturales, corresponden a los de la
Bandera Nacional.

Antecedentes del Escudo Nacional

El diseño del Escudo Nacional se remonta a la leyenda de la Fundación de la


Gran Tenochtitlan. Los mexicas viajaron desde Aztlán, actualmente Nayarit,
buscando la señal que Huitzilopochtli les había dado para establecerse y fundar
su imperio: un águila posándose sobre un nopal florecido, en un pequeño islote
ubicado en medio de una laguna. El prodigio se sitúa, según códices y crónicas
de diversos autores, hacia el año de 1325. La imagen del acontecimiento se tomó
desde entonces como Escudo y su narración se transmitió oralmente por varias
generaciones.

Para los antiguos mexicanos, el Águila era el símbolo con el que se representaba
la fuerza cósmica del Sol, mientras que las fuerzas potenciales de la Tierra
estaban fundidas en la imagen de la Serpiente. De esta forma, el Águila
devorando a la Serpiente significa la comunión de esas fuerzas vitales.
Asimismo, el Nopal, además de representar un alimento prehispánico por
excelencia es una planta propia del paisaje mexicano y que nos ubica
simbólicamente en el lugar rodeado por cactáceas.

Al consumarse la Conquista, los pobladores de la nueva ciudad solicitaron a la


Corona Española conservar el mismo escudo, pero enmarcado con pencas del
nopal que simbolizaban a los tlatoanis vencidos en el transcurso de la
Conquista. Durante el Virreinato se utilizó ese escudo y era ampliamente
conocido su origen prehispánico.

Durante la lucha de Independencia, en 1811, la Suprema Junta Nacional


Americana, establecida en Zitácuaro y conformada por Ignacio López Rayón,
José Sixto Verduzco y José María Liceaga, utilizó como sello en su
documentación oficial el Águila mexicana.
Por su parte, José María Morelos y Pavón adoptó ese símbolo para su bandera y
correspondencia, y hubo de expedir, desde Puruarán, los Decretos del 3 de julio
de 1815, relativos a la adopción de los primeros símbolos de una Nación en lucha
por su Independencia.

Concluido el Imperio de Agustín de Iturbide y triunfante la República, el


Congreso Constituyente expidió un decreto el 14 de abril de 1823, para rediseñar
el símbolo de acuerdo con la tradición indígena: el Águila de perfil posada sobre
un nopal, devorando a la Serpiente. Ramas de encino y de laurel, emblemas de
la fortaleza de la victoria, adornaban la figura que ya no ostentaba la corona
imperial.

Durante el gobierno del primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, se


acuñó moneda con el Escudo Nacional en la forma ya descrita, y no sería sino
hasta la época del Presidente Porfirio Díaz, cuando en la Bandera Nacional
apareció el Águila de frente con las alas extendidas. A partir de la presidencia de
Venustiano Carranza, por medio del decreto del 10 de Septiembre de 1916 se
determinó retornar a las raíces indígenas, adoptando el emblema que
actualmente está montado en nuestro Lábaro Patrio.

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