Cirrosis
Cirrosis
Cirrosis
Causas de Hipertensión portal: Las causas principales de la HP son la obstrucción al flujo sanguíneo hepático,
el incremento de la resistencia a este flujo y el aumento tanto del flujo como del volumen sanguíneo venoso
intraportal
Las enfermedades difusas del hígado son entidades que comprometen globalmente el parénquima hepático.
Las enfermedades difusas del hígado, como la cirrosis (de origen infeccioso, alcohólico y bilar), la infiltración
de grasa hepática (esteatosis) y la hemocromatosis secundaria.
Cirrosis: proceso difuso caracterizado por fibrosis y transformación de la estructura normal en nódulos
estructuralmente anormales.
Inicialmente se utilizó para estratificar el riesgo quirúrgico en pacientes con descompensación portal.
Posteriormente pug al cambiar el parámetro de estatus nutricional por el tiempo de protrombina, es el
sistema más usado para clasificar el grado de disfunción hepática en hepatopatías en fase de cirrosis, siendo
validado como buen predictor pronóstico para las complicaciones de la hipertensión portal.
Diagnóstico:
Laboratorio:
Paracentesis: es la extracción de líquido peritoneal (ascitis o líquido ascítico) del abdomen mediante
aspiración percutánea con aguja.
1-Identicación del sitio de punción: Lo habitual es realizar un abordaje lateral en la fosa iliaca izquierda,
donde se traza una línea imaginaria entre el ombligo y la espina ilíaca antero-superior. Este segmento se
divide en tres tercios iguales y la punción se realizará en la unión entre los dos tercios proximales con el tercio
distal. Además debe mantenerse una distancia de 2-4 cm de la línea media. Se utiliza esta zona de la pared
abdominal debido a la acumulación preferente del líquido en las zonas laterales y por existir a ese nivel una
pared abdominal delgada en relación a otras zonas del abdomen. En caso de no encontrar líquido en la zona
lateral, se debe puncionar en la línea media, dos centímetros bajo el ombligo.
2- Asepsia: debe desinfectarse la zona de punción con clorhexidina, aplicándose en espiral desde el punto
elegido hacia afuera y sin pasar dos veces por el mismo punto.
3- Anestesia local: El procedimiento requiere un anestésico local, preferiblemente lidocaína 2%, infiltrando
mayor cantidad de anestésico local en la zona más superficial de la piel y la zona más cercana al peritoneo
parietal. Sin embargo, algunos clínicos prefieren no utilizar anestesia local ya que la punción es breve y
produce un dolor transitorio similar al que produce la inltración.
4- La punción debe realizarse lentamente pasando desde la piel hasta el peritoneo, aspirando de forma
alternada para corroborar que no exista daño en alguna estructura vascular. Al alcanzar el peritoneo se sentirá
una disminución en la resistencia de la aguja, hito que indicara la finalización de la administración del
anestésico y de la punción. Se debe evitar la administración de anestesia en el peritoneo, debido al riesgo de
crear una hemorragia y crear un falso positivo en el estudio etiológico del líquido.
5- Punción: Para efectuar la punción existen tres posibles herramientas: trócar multifenestrado, teflón de 14-
16 mm acompañado de una jeringa de 20 mm y un Pigtail. En caso de paracentesis evacuadora, la más eficaz y
que asegura la extracción de casi la totalidad del líquido ascítico sin obstruirse, es el trocar multifenestrado.
6-La técnica de inserción angular consiste en que la aguja se inserta en la piel con una inclinación de 45
grados, y continúa con esta trayectoria a través del tejido subcutáneo y la cavidad peritoneal.
7- Mientras la aguja avanza debe aspirarse suavemente, pero no de manera continua para evitar atraer el
intestino o el omento, disminuyendo de esta manera los riesgos de perforación. Una vez ubicada la aguja en la
cavidad peritoneal se procederá a estabilizar la aguja para asegurar el flujo.
Indicaciones Post-Procedimiento
- Reposición de albúmina 8g/ litro extraído en todos aquellos paciente que tuvieron una paracentesis
evacuadora radical, de más de 5 litros, para evitar la disfunción circulatoria post paracentesis (aumento de
renina plasmática a >50% del basal al octavo día con mayor riesgo de desarrollo de síndrome hepatorrenal e
hiponatremia dilucional).
- Ante la sospecha de PBE, es preferible hacer una punción diagnóstica, ya que la punción evacuadora está
contraindicada por el riesgo de desarrollo de Síndrome hepatorrenal.
Complicaciones
Como ya se ha mencionado en epígrafes anteriores, las principales complicaciones de la cirrosis incluyen
ascitis, síndrome hepatorrenal, varices esofágicas, encefalopatía hepática, peritonitis bacteriana espontánea y
carcinoma hepatocelular.
Varices:
Ascitis: es la acumulación anormal de líquido en la cavidad peritoneal, que se produce por retención de agua y
sodio en cavidad peritoneal, secundaria a hipertensión portal, inflamación crónica y/o infiltración tumoral. La
ascitis es semiológicamente evidente a partir de 1500 m
Diagnostico ascitis:
Los síntomas característicos son el aumento de la circunferencia abdominal el aumento de peso y el edema de
extremidades inferiores.
Examen físico:
Inspección - Abdomen distendido - Edema de EEII. - Ombligo aplanado o evertido, posible separación de rectos
abdominales y hernia umbilical. - Presencia de Circulación colateral (porto-cava): venas en disposición radiada
desde el ombligo y región epigástrica.
* En el caso de Cirrosis Hepatica, el paciente puede presentar disminución del vello pubiano y de otras
regiones, signos de deshidratación de con piel, lengua y mucosas secas. Eventualmente acentuada
disminución de las masas musculares de las extremidades y derrame pleural más frecuentemente a derecha.
b. Matidez que se desplaza con los cambios de posición (Matidez desplazable) Para detectar este signo se
delimita la zona de matidez, enfocándose en los límites superiores. Luego se coloca al paciente en decúbito
lateral derecho o izquierdo y se percute, siempre desde la zona timpánica hacia la de matidez. Si la matidez
aumenta en el flanco derecho y desaparece del -flanco izquierdo, y ocurre lo mismo al repetir la maniobra con
el paciente en decúbito latera izquierdo, se confirma la presencia de ascitis. Si el desplazamiento del límite
sonoro-mate entre ambos lados supera 4 cm, se considera signicativo.
Palpación
- Signo de la Ola: Consiste en efectuar un pequeño golpe en un -anco para producir “ondulaciones” del líquido
ascítico, mientras un ayudante coloca el borde de su mano sobre la línea media del abdomen. Si las
ondulaciones se sienten en el hemiabdomen opuesto, el signo es positivo.. Los signos y maniobras que mayor
rendimiento han demostrado son edema de EEII (+), matidez desplazable (+) y singo de la ola (+).
Estudio con imágenes Exámenes como la ecografía, la tomografía axial computarizada o la resonancia
magnética nuclear son muy útiles en el momento de evaluar a los pacientes con ascitis. Además de ser
técnicas muy sensibles (detectan cantidades de líquido pequeñas: 100 - 200 ml), con frecuencia pueden
determinar las causas de la ascitis por las características de los órganos y vasos sanguíneos intraabdominales.
Diagnóstico: Debe indicarse una paracentesis diagnóstica si se identifica alguno de los siguientes elementos:
1. Primer episodio de ascitis, con el fin de investigar su causa y descartar infección.
2. En todos los pacientes cirróticos que ingresan en el hospital, para descartar PBE(peritonitis bacteriana
espontanea) adquirida en la comunidad.
3. Siempre que un paciente con cirrosis y ascitis presente alguna de las siguientes condiciones:
e) PBE en tratamiento antibiótico. Se recomienda repetir la paracentesisa las 48 h del inicio del tratamiento
para documentar esterilidad del LA o disminución del número de PMN > 25%. Se considera especialmente
necesaria si aparecen síntomas o la respuesta es atípica
f ) Bacteriascitis. Debe repetirse la paracentesis de forma inmediata para evaluar si se trata de una
colonización espontánea de bacterias intestinales que se ha resuelto espontáneamente (PMN < 250/μl y
cultivo negativo; si persiste la infección bacteriana (cultivo positivo), pero sin criterios de PBE (PMN < 250/μl),
o si ha evolucionado a una PBE (PMN = 250/μl y culSe eliminan y analizan aproximadamente de 50 a 100 mL
de líquido para determinar el aspecto general, el contenido de proteínas, el recuento celular y el diferencial,
el cultivo
- Alteraciones morfológicas del hígado compatibles con CH, como la presencia de una ecogenicidad alterada y
de contornos irregulares o nodulares.
- Aumento del tamaño del bazo (esplenomegalia) y del calibre de la vena porta como signos ecográcos de la
existencia de hipertensión portal (HTP).
- Aumento del calibre de la vena cava inferior y de las venas supra hepáticas como signo de insuciencia
cardíaca. - Engrosamiento peritoneal, adenopatías y engrosamiento del intestino en la unión ileocecal sugieren
etiología tuberculosa.
- En algunos casos se puede observar loculaciones, estructuras anecogénicas múltiples y septos que sugieren
la presencia de restos de brina presentes en ascitis exudativas.
Índice de GASA:
Gradiente de albúmina plasma-líquido ascítico (GASA) es en la actualidad el parámetro de elección para
clasificar la ascitis. Un gradiente de albúmina de > de 1,1 gr% indica que la hipertensión portal es el
mecanismo productor de la ascitis con una especificidad superior al 95%.
Cálculo del GASA: Albúmina del suero (g/dl) – Albúmina del líquido ascítico (g/dl)
Sindrome de Budd – Chiari: Consiste en una obstrucción completa o parcial del flujo venoso localizada en
cualquier lugar desde las pequeñas venas hepáticas hasta la porción suprahepática de la vena cava inferior. De
acuerdo con su etiología puede clasificarse en: primario (cuando la obstrucción se debe a una enfermedad
venosa), o secundario (cuando se atribuye a una compresión extrínseca o a la invasión por una lesión que se
origina fuera de las venas como neoplasias o quistes)