Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Torture Princess Vol 5

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 226

Torture Princess

Volumen 5

1|Página
Torture Princess
Volumen 5

2|Página
Torture Princess
Volumen 5

1|Página
Torture Princess
Volumen 5

1|Página
Torture Princess
Volumen 5

1|Página
Torture Princess
Volumen 5

1|Página
Torture Princess
Volumen 5

2|Página
Torture Princess
Volumen 5

3|Página
Torture Princess
Volumen 5

4|Página
Torture Princess
Volumen 5

Una Historia de Hace Mucho, Mucho Tiempo


No había nada ahí.

No obstante, al mismo tiempo, había todo.

Si uno fuera a describir ese lugar, la más pertinente comparación sería un lienzo vacío y
blanco. Nada significativo estaba pintado sobre él. En otras palabras, uno podría pintar
sobre él hasta estar satisfecho.

Para uno con el privilegio de hacer uso de un pincel, era similar a un paraíso ideal y
perfecto. Después de todo, podría crear el paraíso ahí, uno que se alienara exactamente
con sus deseos. Si quería hacerlo, podría incluso crear el infierno. Pero tales libertades no
se le permitieron al que llevaba el pincel.

La razón por eso se encontraba en el hecho de que era una pecadora sin igual. Portaba
graves crímenes sobre su espalda.

No tenía opción más que cargar la responsabilidad por las cicatrices que había tallado en el
predecesor del pincel.

Por eso, tuvo que construir los cielos, construir la tierra, y dar luz a los océanos.

Tuvo que hacer la vegetación floreciera por la tierra. Tuvo que crear la luna y las estrellas.
Tuvo que liberar los peces y aves y bestias y ganado en el mundo.

Entonces, después de hacer a los humanos, la gente bestia, y los demi-humanos,


descansó.

Ese fue el destino que se impuso a sí misma. Huir de su expiación habría sido
imperdonable.

Lo sabía. Sabía que en el mundo que vendrá, todos la venerarían. A diferencia de las voces
resentidas de aquellos al borde de la aniquilación que había escuchado una vez, sin duda
sería aclamada como una “Santa” y se le ofrecerían incontables reconocimientos. Sería la
madre de todos los que existían, después de todo. Probablemente incluso la alabarían,
aclamada como la “Santa Sufriente” quien se sacrificó a sí misma por sus hijos. Pero por el
resto de la eternidad, nadie consideraría alguna vez lo que en verdad había sentido.

Sin intentar aprender cómo había sido antes de convertirse en la Santa y su historia fuera
embellecida, no tendrían manera de siquiera hacerlo. Pero no tenía la intención de
condenarlos por ese hecho. Simplemente esa era la manera en que eran las masas. Lo
mismo había sido cierto en el mundo anterior. Solían escuchar sólo lo que querían
escuchar, ver sólo lo que querían ver.

Los rebaños de ovejas eran, fundamentalmente, estúpidos. Y esa era la manera en que las
cosas deberían ser.

Si ese era el caso, entonces, ¿es no hacía que su forma de vida estuviera
fundamentalmente mal?

5|Página
Torture Princess
Volumen 5

Completamente sola, finalmente se obsesionó con esa idea.

Después de preocuparse por ese hecho por bastante tiempo, creó cierto algo. Era
completamente diferente a la tierra y el mar y las plantas y la luna y las estrellas,
completamente diferente a los peces y las aves y las bestias y el ganado, y completamente
diferente a los humanos y la gente bestia y los demi-humanos. Eligió un demi-humano como
su base, pero con el fin de concederle una vida larga, mezcló tantas otras cosas que se
volvieron completamente irreconocibles.

Y así fue cómo creó su espantoso y adorable asistente, uno que le serviría sólo a ella.

Actualmente, estaba de pie delante de él, meciendo un bulto envuelto en tela roja en sus
brazos.

No había derramado lágrimas de sangre aún, ni había sido colgada boca abajo.
Simplemente miró el bulto en sus brazos con una sonrisa afectuosa en sus labios. La
reconstrucción todavía estaba en sus etapas iniciales entonces, y el mundo era una tabula
rasa. Incluso el viento aún no había soplado. Pero por algún milagro, el bulto se asomó de
detrás de la tela. Duró sólo un momento, pero su extraña forma negro rojizo fue revelada.

La cosa que estaba meciendo era un bulto de carne de demonio.

Encorvándose hacia abajo, le presentó bulto a su asistente. Entonces le pasó suavemente


la semilla del mal a él, como si le estuviera confiando su propio hijo. Y el asistente
obedientemente lo tomó.

Él abrazó el repugnante bulto de carne con fuerza, como si estuviera intentando protegerlo.

“Qué buen chico eres,” susurró ella.

“Qué buen, buen chico eres,” lo alabó con su dulce, dulce, y teñida de locura voz.

Era una historia de hace mucho, mucho tiempo. Una historia demasiado horrible para ser
llamada Génesis, demasiado trágica.

Pero también demasiado retorcida para hacerla pasar por cuento de hadas.

6|Página
Torture Princess
Volumen 5

7|Página
Torture Princess
Volumen 5

1: Víctimas Inocentes
Gracias a los esfuerzos de la Torture Princess y su sirviente, los catorce demonios fueron
exitosamente derrotados y asesinados.

La desesperada pelea de la humanidad finalmente había llegado a su conclusión. Pero la


batalla dejó al mundo sumamente herido, como un tablero de ajedrez con grietas por su
superficie.

La Capital, en particular, había sido cicatrizada y manchada. Y eso había provocado un


nuevo problema.

Los altos grados de la Iglesia, varios de sus fanáticos, y algunos de los que deseaban
escapar de la carga de tener que restaurar la Capital buscaban despertar al primer
demonio, expandir la destrucción, y al hacerlo instar a Dios a reconstruir el mundo.

Creían que cuando el mundo fuera arreglado, los devotos fieles permanecerían. Pero esa
manera de pensar era ingenua al extremo y más superficial que los sueños de un niño.

Dios creaba el mundo, y el Diablo lo destruía. Ese era el alcance de sus existencias.

Reconstruir no era nada más que el acto de eliminar el retrato actual, luego pintar uno
nuevo sobre él.

Aparte del que sostuviera el pincel, todos morirían. Esa era la respuesta que les aguardaba.

También, en el punto débil del mundo, ahí existían aquellos que habían trabajado para
provocar esos eventos, y ahí existían aquellos que habían trabajado para prevenirlo. El
Butcher era del primer grupo, y le había vendido carne de demonio a Vlad con el fin de traer
la calamidad sobre el mundo. Los catorce demonios fueron destruidos, pero el tamaño que
dejaron fue más que suficiente para empujar a la gente a desear la reestructuración del
mundo.

La flor de la malicia estaba floreciendo orgullosa y vibrante.

El último grupo, aquellos que trabajaron para prevenirlo, eran un grupo de alquimistas, y
sacrificaron a todo su clan para crear una nueva Torture Princess. Era una doncella de la
salvación, una autoproclamada opresora de esclavos, salvadora del mundo, santa, y puta.

Jeanne de Rais.

Con su guía, Kaito y los otros actualmente estaban en las muy selladas y profundas
entrañas de la tumba subterránea de la Capital.

8|Página
Torture Princess
Volumen 5

La habitación en la que estaban fue moldeada en base a una guardería. A primera vista,
parecía estar adorablemente adornada. Pero la verdadera naturaleza de las decoraciones
era la de una grotesca agonía. Cabezas humanas vivas estaban incrustadas en los muros
en lugar de un tapiz floral, y los intestinos colgaban de los estómagos rasgados en el techo
en lugar de lazos.

Y en el centro de la habitación estaba una cuna. Parecía casi cruel cuan puro un tono de
blanco era.

La cuna se estaba meciendo, como para calmar al primer demonio durmiendo dentro.

Mientras estaba ante esa abrumadoramente poderosa y retorcida entidad, Jeanne hizo su
altiva proclamación.

“Ahora, queridos amantes, comprenden la verdad, y la gravedad de la situación. Kaito Sena.


Elisabeth Le Fanu. Sé que los dos están destinados a pelear con el otro hasta la muerte.
Pero ahora deben desechar todo eso y servirme como fieles esclavos.”

Dirigió su mirada rosada directamente sobre los dos.

Y cuando lo hizo, Jeanne de Rais, la Torture Princess artificial, continuó como si fuera sólo
natural.

“A este ritmo, nuestro mundo será destruido, y ni siquiera un rastro quedará.”

Sus palabras resonaron por la cámara como un veredicto final.

***

“…Hmph.”

“…Hmm.”

Al escuchar lo que Jeanne tenía que decir, tanto Kaito como Elisabeth cruzaron
abruptamente sus brazos. Entonces cerraron sus ojos, como escudriñando su petición
similar a una orden. El hermoso rostro de Elisabeth se endureció, su expresión seria, y el
juvenil rostro de Kaito hizo lo mismo. Unos cuantos segundos pasaron. Entonces los dos
abrieron sus ojos al unísono.

Ninguno de ellos había consultado al otro. Sin intercambiar siquiera una mirada, dieron sus
respuestas.

Ni siquiera un aliento separó sus respuestas coincidentes.

Jeanne parpadeó repetidamente. Su cabeza se desplomó mientras se inclinaba al costado.

9|Página
Torture Princess
Volumen 5

“Tomaron sus decisiones sin demora alguna, ¿no es así, Amantes? Además, sus
respuestas mismas estuvieron fuera de mis expectativas. Y ‘sorprendente’ difícilmente
comienza a describir la velocidad con la cual respondieron. Por favor, manifiesten sus
razones.”

10 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

11 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Primero, es completamente incierto qué acciones tienes intención de tomar de ahora en


más en búsqueda de esta salvación tuya o qué tienes.”

Elisabeth levantó su dedo índice.

El barniz negro en su uña brilló mientras lo giró al azar en el aire.

“Incluso si me dices que me convierta en tu sirviente, no tengo intención de aceptar


mientras no pueda verificar la validez de tus planes e indicaciones. Y aún antes de eso, otro
problema se presenta. ¿Te parezco ser una mujer lo bastante loable para trabajar como una
esclava bajo la dirección de otro?

“Sí, nope, no se ve.”

Elisabeth se señaló a sí misma, su rostro diabólico y cruel. Detrás de ella, Kaito asintió con
la cabeza con seriedad.

Los dos intercambiaron un intercambio inane. “No tengo ningún deseo de escuchar eso de
ti. Te mataré por eso más tarde.” “¡Espera, ¿por qué?!” Viéndolos con su comportamiento
normal a pesar del tiempo y lugar, Jeanne ladeó su cabeza al costado.

“Ya veo. Eso parece bastante lógico. Incluso la última parte se sintió extrañamente
persuasiva. ¿Y sus otras razones?”

“Segundo, claramente tienes intenciones de arrastrarnos a alguna batalla por el bien de la


salvación, ¿verdad? Y sin tomar en consideraciones nuestras ideas sobre el asunto,
además. ¿Por qué, entonces, deberíamos estar contentos con ser tus sirvientes? Veo poco
beneficio. Tenemos pocas pruebas de que tus verdaderos motivos son merecedores de tal
fe.”

“Ya veo, ya veo. ¿Qué más?”

“Tercero, Kaito, tú dile.”

Elisabeth se giró hacia Kaito y le dio un gesto agudo con su barbilla. Los dos todavía no lo
habían consultado con el otro. Pero a pesar de eso, tomó la palabra con extrema
tranquilidad.

“La cosa es, no nos agradas tanto. Eso es todo.”

“Ya veo. Ilógico en extremo.”

Jeanne levantó y bajó su cabeza. Pero ese fue el grado de su reacción. No parecía
satisfecha, pero no parecía desalentada, tampoco. Simplemente comenzó a girar en el
lugar, su pie izquierdo actuando como su eje.

12 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Las cadenas colgando de sus delgadas muñecas como las de un prisionero sonaron como
cascabel.

“¿Entonces puedo asumir que no tienen intención de volverse mis sirvientes, pero
planean mantener nuestra relación de cooperación? ¡Después de contarles a ustedes
imbéciles sin cerebro tantos de los secretos del mundo, tener que ser enemigos con
ustedes idiotas suena como un mal trago! ¡Como pueden ver, soy solo una dulce
pequeña, después de todo!”

“La manera en que te las arreglas para ofender es realmente magnífico, y tu manera hablar
es tan inconexa como siempre. Pero no tengo quejas con tu conclusión. La estupidez y
naturaleza de santito de mi sirviente no conoce límites, así que estoy casi segura de que se
habría involucrado de todos modos, por supuesto. Pero yo no soy él. Normalmente, habría
perdido el interés completamente en el momento en que mencionaste salvación.”

“Oh, ¿tienes intención largarte? ¡Me gustaría verte intentarlo, perra!”

“No, te prestaré mi fuerza. Y regocíjate, porque tengo intención de darlo todo.”

Una cruel sonrisa acompañó la declaración de Elisabeth. Kaito asintió con la cabeza, su
expresión desprovista de sorpresa. Aunque había sido quien pidió ayuda, sin embargo,
Jeanne ladeó su cabeza al costado de nuevo con asombro.

“¿Por qué razón?”

“Maté a los catorce demonios. Los derribe, todos y cada uno. Los destruí.”

De repente, el tono de Elisabeth se volvió frío y racional. Sus ojos carmesíes se


entrecerraron.

Sed de sangre intensa bailó sobre su lengua mientras las palabras se deslizaban de su
boca.

“¿Pero para que ese sea el solo acto de apertura del mundo siendo reconstruido? Qué farsa
tan insípida. Los que se reían de los cadáveres que he dejado a mi paso y los acusaban de
haber muerto en vano perecerán a mi mano. Los mataré a todos. Y de una manera
adecuada al nombre de la Torture Princess, no menos.”

Elisabeth dio una gran risa. Su sonrisa era hermosa, retorcida, y malvada.

Pareciendo medio probable a lamer sus labios, le dio voz a su blasfema proclamación.

“Aunque sean la Santa, aunque sean el Diablo, y aunque sean Dios.”

“Bravo. No esperaría menos de ti. No esperaría menos de la primera Torture Princess, la


mujer que voluntariamente se entregó al pecado.”

13 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Jeanne aplaudió fuertemente, las cadenas en sus muñecas tintineando como una
pandereta. Entonces, colocando una palma abierta sobre su pecho, dio una elegante
reverencia. Con una gran muestra de orgullo, Jeanne respaldó la declaración de Elisabeth.

“En efecto, precisamente. No serviría de nada que no fuéramos altivas y arrogantes. Porque
sin nuestros actos humanos que superan a los de Dios y el Diablo, ¿cómo podríamos
esperar provocar la salvación?”

“Hmm,” Kaito reflexionó. En términos generales, Jeanne mostraba la misma tendencia


arrogante sin importar con quién estaba tratando. Pero con Elisabeth, sus reacciones
parecían ser de una propensión ligeramente más positiva.

El plan de crear una Torture Princess debe haber comenzado hace mucho. Pero en
ese entonces, probablemente no habían llegado al nombre “Torture Princess” aún. Y es
probable que no solo su forma de hablar—probablemente usó a Elisabeth como punto de
referencia para sus acciones, también.

Quizás Jeanne tenía un grado de respeto hacia la mujer que había usado como plantilla.
Elisabeth, sin embargo, parecía que no podía preocuparse menos por la admiración de
Jeanne. Le dio un pequeño encogimiento de hombros.

Mientras lo hacía, Izabella interrumpió su conversación.

“Me disculpo por la intrusión, pero ¿no es bastante peligroso estar haciendo tal alboroto
aquí abajo? Si me disculpan, han sido bastante ruidoso los últimos minutos… ¿Qué planean
hacer si esa cosa despierta?”

Ahora mismo, Izabella estaba siendo cargada por Deus Ex Machina, el arma viviente cuatro
en uno que Jeanne había invocado como su sirviente. Sentada en sus brazos de metal,
estaba mirando la cuna con una expresión pálida en su rostro. Sus ojos estaban llenos de
terror prístino.

Kaito y Elisabeth dirigieron sus miradas al primer demonio también. Todavía estaba
profundamente dormido.

Pero si está dormido, eso significa que con el tiempo va a despertar.

En realidad, el grupo conspirando hacer que el mundo se reconstruya estaba deseando


activamente que esa cosa despertara. Pero justo cuando la ansiedad comenzó a brotar
dentro de Kaito, una voz de repente habló junto a él para refutarlo.

“Tranquilízate. No necesitas preocuparte por eso, me atrevo a decir.”

Kaito se giró para ver al dueño de la voz. Un hombre vestido con un abrigo aristócrata con
un pañuelo estaba flotando junto a él, sus piernas cruzadas elegantemente en el aire. El
hombre era Vlad Le Fanu, el antiguo contratista del Káiser y el padre adoptivo de

14 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Elisabeth—o, para ser más precisos, una réplica de su alma. La sonrisa que se extendió por
su rostro rozaba lo hermoso.

“Después de todo, su contrato con su amo todavía está.”

Vlad era un simple fantasma, y como tal, las fuerzas de la gravedad no tenían ninguna
influencia sobre él. Flotó ligeramente por el aire hacia su destino, el cual era, de todos los
lugares, directamente sobre la cuna del Diablo. Izabella le habló en voz baja, intentando
detenerlo.

“Espera, alto, alto, eso es peligroso. No deberías acercarte más que eso.”

“Santo cielo, pensar que la comandante de los Caballeros Santos sería tan cobarde.
Timidez y virginidad van de la mano, supongo, lo cual le da a tu reacción un cierto encanto.”

“Voy a necesitar que le bajes la intensidad, hombre. Eso fue una violación de DH bastante
descarada.”

“¿Exactamente qué podría ser una ‘dea-che*,’ mi querido sucesor? Me temo que los
de este mundo no estamos familiarizados con esa palabra.”

[Nt: Difícil traducir, pero aquí la explicación: Kaito se queja de que lo que dijo Vlad puede ser
acoso sexual, y viola los derechos humanos. En inglés es “HR violation”, entonces Vlad se
burla de la pronunciación “ay-char” en inglés, este es mi mejor intento de traducir, si algo la
explicación, por si no queda claro, si lo entendiste, felicidades, tienes más IQ que yo.]

Vlad tranquilamente se deshizo de la reprimenda fría de Kaito. Luego se giró de nuevo


hacia la entidad ante él y la miró, un acto que habría sido suficiente para volver loco a
cualquier humano normal. Mientras colocaba su mano al lado de la cuna, soltó un seductor
susurro.

“Tras la manifestación, los demonios de rango más alto usan a sus invocadores
como referencias y obtienen de ellos lenguaje y ego. Y al obtener ego, muchos, como
nuestro amistoso Káiser presente, van contra los deseos de sus inexperimentados amos. El
invocador de esta cosa, sin embargo, fue de primera clase. La iglesia le construyó esta
retorcida y pequeña habitación, pero incluso con el sosiego del dolor de la habitación, no
despertaría. La orden que recibió fue tan efectiva, que bordea con una maldición, verán.”

Kaito respondió a las palabras de Vlad con shock. Entonces, todavía atónito, se giró para
inspeccionar la habitación.

Las personas incrustadas en los muros estaban gritando con agonía. Pero sus cuerdas
vocales les habían sido arrebatadas, y sus aullidos eran silenciosos. Las únicas cosas
viniendo de sus rostros eran lágrimas y saliva. Y las personas colgando del techo con
estómagos rasgados eran iguales. Toda la habitación era perpetuamente llenada del dolor
de los vivos, diseñada para calmar al demonio dentro.

15 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Pero según Vlad, todo esto era carente de propósito.

“Espera, la iglesia se esforzó en construir esta cámara de tortura… ¿y resulta que ni


siquiera necesitaban hacerlo?”

“No lo necesitaban, querido. Desde tiempos inmemoriales, ha sido un hábito


recurrente de los débiles dar ofrendas con miedo a los fuertes a pesar de que ninguna parte
lo deseaba. Es una historia trágica, en verdad, y estoy seguro de que las desafortunadas
víctimas alrededor de nosotros la encuentran más espantosa que cualquiera.”

Vlad se rio entre dientes, y Kaito apretó sus puños. Mientras lo hacían, Diablo seguía
respirando pacíficamente. Parecía un niño satisfecho, uno que nunca siquiera había
experimentado tristeza.

Vlad acercó su rostro al del niño, lo cual fue repulsivo en una manera difícil de cuantificar.
Esta vez, su risa estaba teñida de ironía.

“He, sin importar cuán competente es la orden de su amo, ver una entidad con el
poder suficiente para destruir el mundo simplemente durmiendo de esta manera después de
manifestarse no tiene precedente alguno. Y digo eso como alguien que vive en ese mundo.”

“No, fuiste quemado de la cabeza a los pies hasta que estuviste bien y en verdad muerto.
Me aseguré bien de eso.”

“Ah, tienes razón. Quemado hasta la muerte por mi amada hija, ha-ha-ha-ha-ha.
Espera, no, supongo que eso no es algo sobre lo que reírse. Pero, bueno, existo en alguna
capacidad, en todo caso. Y por eso, sería bastante problemático si el mundo fuera y se
destruyera. Pero al mismo tiempo, como un mago, dejar al diablo en paz parece un
desperdicio en general. En todo caso, sin embargo, no despertará a menos que reciba una
nueva orden de su contratista.”

Mientras escuchaba la declaración de Vlad, Hina entrecerró sus ojos esmeraldas un pelo.
Mientras estaba junto a Kaito, colocó sus manos sobre el pecho de su uniforme de maid y
las juntó con fuerza.

“Su contratista…”

Viendo su inquietud, Kaito se acercó a ella. Después de intercambiar una mirada, los dos
asintieron con la cabeza.

Jeanne ya les había dicho quién era el contratista.

La Santa Sufriente venerada por la Iglesia.

Ella es la que hizo un contrato con el primer demonio.

16 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

La muy cantada leyenda de la reconstrucción del mundo a manos de la Santa tenía otro
lado oculto.

Antes de volverse conocida como la Santa, había formado un contrato con el demonio más
poderoso. Aunque no estaba claro cuál fue su objetivo, fue incapaz de mantener el control y
terminó destruyendo el mundo. En su arrepentimiento, invocó a Dios, formó un contrato con
Él, y reconstruyó el mundo. Pero fue incapaz de soportar sus dos contratos, ni fue capaz de
morir, así que, en cambio, cayó en un profundo letargo—y desde entonces, la verdad había
sido corrompida, dejando el foco únicamente en el hecho de que había llevado a Dios
dentro de su cuerpo como la salvadora que reconstruyó el mundo. Y por eso, se había
vuelto adorada como la “Santa Sufriente.”

Parte de la razón por la que la orden que le dio al Primer Demonio fue tan efectiva
probablemente fue porque usó el poder de Dios para ella también

Mientras ese pensamiento cruzaba su mente, una pequeña pregunta se alzó con ella. La
Santa se suponía era la única capaz de despertar al primer demonio. Eso significaba que
las personas que tramaban poner en marcha la reconstrucción del mundo no podían
despertarlo, tampoco. Pero si ese era el caso, ¿entonces dónde estaba descansando la
mujer que poseía ese poder?

Un letargo eterno, ¿huh?

La muerte y el reposo eran muy diferentes. Y a diferencia de Diablo, era concebible que
cualquiera humano sería capaz de despertar a la Santa. Si la Iglesia ponía sus manos en
ella, serían capaz de implorarle provocar el milagro de la reestructuración.

¿Pero dónde diablos podría estar?

“Hey, ¿tenemos alguna idea de dónde podría estar la santa? No está muerta, ¿verdad? Por
qué si no lo está, tenemos que encontrarla antes de que la Iglesia lo haga.”

“Has hecho una pregunta atípicamente pertinente, mister. Permíteme responderla. Nosotros
la Iglesia, y para ese asunto toda la humanidad, no tenemos ni idea de dónde descansa
actualmente la Santa. Y la Iglesia no ha estimado esfuerzos en intentar localizarla. Pero
después de todas sus investigaciones y expediciones, las únicas cosas que fueron capaz de
localizar fueron reliquias. ¡Y eran pedazos de basura, todas! Y los otros magos y
creyentes buscándola no han encontrado más éxito que ellos.”

“Bueno…supongo que esas son buenas noticias. Eso significa que no hay manera de
provocar la reestructuración del mundo. Quiero decir, sin la Santa, Diablo no despertará. Y
ellos no pueden rezarle a Dios para que comience la reconstrucción, tampoco, ¿verdad?”

Kaito sintió una profunda sensación de alivio. Cuando lo hizo, sin embargo, los ojos de
Jeanne brillaron como si estuviera mirando un cabeza hueca incorregible. Era
impresionante, dado que el resto de su rostro era tan inexpresivo como siempre. Elisabeth
soltó un pesado suspiro.

17 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito ladeó su cabeza al costado, inseguro de qué había tan estúpido sobre lo que había
dicho. Incluso después de repasar todo en su cabeza, no pudo encontrar contradicciones.
Jeanne encogió sus desnudos hombros con sorna.

“Realmente eres El Tonto, ¿no es así, mister? La Iglesia desea la reestructuración del
mundo debido a su fe ciega en la Santa. A pesar de saber de la existencia del primer
demonio, la secta de reconstrucción todavía cree que la Santa posee misericordia ilimitada.
Por eso, creen que sin importar cómo aborden la destrucción del mundo, la Santa
naturalmente aparecerá en medio de los escombros y realizará la reconstrucción. Diablo no
es más que un método a su disposición. Por supuesto, indudablemente preferirían
encontrarla ellos mismos y presenciar el milagro de primera mano.”

“Espera, ¿p-pero esas personas siquiera son capaces de tal destrucción a gran escala por
su cuenta?”

“Con facilidad. Y especialmente ahora que la Iglesia puede producir tanta carne del
Monarca como deseen.”

Elisabeth respondió de manera práctica a las dudas de Kaito. Sin una pizca de vacilación,
presentó una cruel suposición.

“Digamos, como un ejemplo… Todo lo que tendrían que hacer es llevar un pequeño de
ejército de pecadores transformados a la frontera que guía las tierras de la gente bestia y
los demi-humanos. La guerra estallaría, los bosques arderían, y la tierra sería destruida. Y
no hay ninguna escasez de métodos que uno podría concebir. Solo recuerda tu vida
pasada. Deberías estar familiarizado con la capacidad de tiranía de la humanidad, y los
medios de destrucción a su disposición son innumerables.”

“La Iglesia… ¡la Iglesia nunca recurriría a métodos tan inhumanos!”

De repente, Izabella gritó. Kaito y los otros la miraron. La mirada de Kaito se tiñó
inconscientemente de pena. Su armadura plateada, que una vez había sido prueba de su
estatus como paladín, aún brillaba. Pero había acabado de derrotar a un monstruo creado
por su sumo sacerdote llamado el Grave Keeper, y su armadura ahora mostraba manchas
oscuras de su sangre.

Irónicamente, su cuerpo servía como una refutación a su protesta. Aun así, siguió su
apelación emocional.

“Admitiré que, desde la subyugación de demonios, un grupo dentro de la Iglesia ha estado


actuando sospechosamente. Dentro de los paladines, también. Y soy perfectamente
consciente de lo inusual que es este lugar, junto al hecho de que trabajaron para ocultarlo.
Pero la gran mayoría de los sumo sacerdotes son gente buena y respetable. ¿Por qué son
tan incapaces de confiar en su dignidad y virtud? ¡Mis paladines no representan las clases
de atrocidades de las que hablan!”

18 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Entre más hablaba, más afirmaba la perversión merodeando dentro de la Iglesia. Su voz
estaba llena de desesperación, como si se estuviera aferrando a algo. Pero Jeanne
simplemente la miró de la manera en que uno lo haría con un niño obstinado.

“¿Te importaría callarte, miss? ¡Se necesita a un ladrón para atrapar a otro*, dicen!
¡Incluso si tú y tus amigos se enojan, no va a cambiar una puta mierda! Las
organizaciones con como ciempiés. El cuerpo sigue a la cabeza, aunque no sabe bien qué
está haciendo. Y las personas preferirían desechar su dignidad y virtud a ser dejados atrás.
Para ponerlo amablemente, es prueba de su lealtad. Para ponerlo menos amablemente,
bueno, a veces abandonar el juicio de uno termina funcionando hacia el bien más grande.
Esta vez, sin embargo, la cabeza está más allá de la salvación. La mierda está podrida
hasta el núcleo.”

[Nt: Es como el “si quieres atrapar a alguien, piensa como él.”]

“P-Pero…”

“La muerte de Godd Deos fue el punto de inflexión, sin duda. Con nadie cerca de la cabeza
para evitar que se desenfrene, la situación rápidamente puede irse para lo peor, con poca
consideración por las opiniones de aquellos involucrados.”

Izabella se tragó su refutación. Probablemente era perfectamente consciente de ejemplos


dónde las organizaciones habían sufrido transformaciones sin que sus miembros lo notaran.
Todavía en silencio, se mordió el labio.

Jeanne, por otro lado, continuó. Su tono era el de un instructor.

“Existen pastores que gustosamente se lanzarían al fuego para contemplar un milagro. Y la


mayoría de su rebaño los seguirá ciegamente. Sólo cuando la situación se vuelve
irremediable la gente gritará. ¿Cómo las cosas llegaron a este punto? Dirán, todos.”

Izabella no ofreció ninguna respuesta, en cambio eligió permanecer completamente en


silencio. Pero no se había rendido—claramente estaba pensando en serio sobre algo.
Preocupado sobre cuán profundamente parecía estar pensativa, Kaito le habló.

“Hey, Izabella—”

“Por lo tanto, antes de que la situación alcance el punto de no retorno, debemos localizar y
obtener a la Santa.”

Jeanne, sin embargo, siguió hablando, sin ponerle atención a la angustia mental de Izabella.
Kaito se quedó en silencio de momento.

En ese momento, determinar su siguiente curso era de suma importancia.

19 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Si la situación se deteriora a una guerra de razas, revertirla sería casi imposible, después
de todo. ¡Sería como cargar directo al infierno! ¡No hay mierda que un grupo de
nuestro tamaño pudiera hacer sobre eso!”

“Pero no tienes información sobre el paradero de la Santa, tampoco, ¿verdad? ¿Qué tienes
intención de hacer al respecto?”

“Cierto. Pero eso no es decir que la información no existe.”

Jeanne ofreció una respuesta inesperada a la pregunta de Elisabeth. Kaito frunció el ceño.

¿Quién podría tener información respecto a la ubicación de la mujer que había estado
desaparecida desde la misma creación del mundo?

“Su ubicación puede que sea conocida por una sola…o más bien, quizás es mejor no
intentar contar, pero existe. He pasado tiempo investigándolo. Pero al aprender los secretos
de esta tumba subterránea, encuentro que mis sospechas finalmente han pasado a
confianza.”

La cadena en la muñeca de Jeanne tintineo mientras levantaba un brazo. Entonces señaló


el muro sobre el que habían roto la barrera y que atravesaron. Actualmente estaba
funcionando como una puerta y descansando entreabierta, y sobre su superficie estaba un
tallado complejo de un apóstol que usaba trapos andrajosos y estaba junto a la Santa.

Mientras observaba la familia figura del apóstol, Kaito murmuró significativamente.

“…El Butcher, huh.”

“Esto, también, es una razón por la que busqué la asistencia de ustedes dos Amantes. Es el
comerciante de la leyenda, uno de los fundadores de los Cinco Grandes Gremios, y
conocido por todos con incluso una intervención pasajera en el comercio. Y también es el
apóstol de la Santa, el Butcher. Después de trabajar para construir los cimientos para la
circulación de mercancías dentro de la sociedad, se ocultó por incontables eras. Pero ha
habido avistamientos de él en años recientes, todos los cuales han sido ubicados alrededor
de ustedes dos.”

Kaito por reflejo bajó la vista. Todavía no había puesto sus emociones en orden sobre todo
este calvario. Hina, de pie junto a él, era igual. El Butcher los había salvado varias veces,
así que era difícil pensar en él como enemigo. Pero según Elisabeth, se había declarado a
sí mismo el enemigo de nadie individualmente, sino de cada persona viva en el mundo.

Y supuestamente había dicho algo más también.

“Son de poca importancia para el resultado. Nunca había pensado que alguien se
alzaría para oponerse al espantoso fin de la historia que las catorce tragedias marcan el
comienzo. Y Mr. Dim-Witted Servant es lo mismo. Aunque sus dos historias puede que sean

20 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

pequeñas en el alcance de las cosas, los resultados que dan puede que sean masivos
ciertamente… ¿Quién sabe, después de todo, cómo el mundo puede girar desde aquí?”

Eso no suena como algo que el “enemigo del mundo” diría, ¿verdad?

Ese pensamiento atrapó la mente de Kaito espontáneamente. Las palabras del Butcher no
sonaban como las que vendrían que alguien que quisiera que el mundo terminara. Pero se
tragó las dudas brotando dentro e hizo una pregunta diferente en cambio.

“¿Dónde está el Butcher ahora mismo?”

Elisabeth respondió a su pregunta con cruzar sus brazos. Cuando habló, su voz tenía un
timbre misteriosamente tranquilo.

“Está dentro de un Gibbet dentro de mi castillo.”

“Tú, uh, mencionaste de camino aquí que lo habías capturado. Pero no simplemente lo
dejaste de esa manera, ¿verdad?”

“Lo hice. ¿Qué hay con ello? Difícilmente puedo liberar a un hombre que se proclama a sí
mismo mi enemigo. Sería una estupidez.”

“Quiero decir, supongo…”

Seguramente hay opciones aparte de solo dejarlo encadenado, pensó Kaito para sí
mismo. Pero el Butcher era notablemente escurridizo. Cualquier restricción menor
probablemente habría terminado con él simplemente escapándose.

Finalmente, satisfecho, Kaito apartó su vista de Elisabeth. Terminó en el primer demonio.

No importa si despierta o sigue durmiendo, huh. Pero no podemos dejarlos destruir


el mundo, sin importar qué método intente usar… Espera, espera un segundo.

Si ese era el caso, entonces encontrar a la Santa no sería suficiente para evitar que la
Iglesia ande desenfrenada, ¿verdad? ¿Jeanne quizás estaba esperando obtener la Santa
para convencer a los fanáticos de detenerse? Ese plan parecía completamente dudoso, así
que Kaito le hizo una pregunta a Jeanne.

“Hey, ¿cuál es tu plan para después de que encontremos a la Santa?”

“Duch, vamos a matarla.”

Kaito se encontró sin palabras, y sus ojos se abrieron con shock. No había pensado que su
plan involucraba matar a la Santa. Los labios de Jeanne curvaron un poco. Luego, con el fin
de aplastar completamente su ingenuidad, explicó.

21 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Por qué pareces tan sorprendido? Si matamos a su contratista, Diablo será incapaz de
quedarse manifestado y desaparecerá. Y Dios, quién aún reside dentro de su cuerpo, no es
diferente. Cuando eso pase, los dos regresarán a un estado dónde los deseos de la
humanidad no pueden alcanzarlos. Además, si entregamos su cabeza a nuestros
oponentes, ellos, también, lo entenderán. ‘El milagro se perdió para nosotros.’ ‘Incluso si
destruimos el mundo, no será reconstruido.’”

“Pero no tenemos que matar a nadie… Si hacemos que haga entrar en razón a sus
fanáticos—”

“Oh my, ¿nos harías depender de la mujer que una vez destruyó el mundo? Por favor no me
digas que recién te diste cuenta, Hanged Man. El camino sin elogios que por el que
caminamos está pavimentado con espinas, y en su final, nos convertiremos en los
verdaderos enemigos de este mundo.”

Jeanne sacudió su cabeza con exasperación, su abundante cabello rubio miel suavemente
dispersándose por sus hombros.

Todavía no llevaba ninguna expresión, pero sus ojos rosáceos se abrieron alarmantemente
mientras hacía su declaración.

“Nuestra salvación yace en matar a Diablo, matar a Dios, y, sí, matar a una humana.”

***

Un pesado silencio se esparció por la penumbra de la tumba subterránea.

Kaito aún no ofrecía respuesta. Hina suavemente colocó su mano sobre su brazo. El Káiser
soltó una grave risa casi humana. Mientras rascaba gentilmente su cabello negro, Elisabeth
habló con un tono irritado.

“Hmm… La Santa lleva a Dios dentro de su cuerpo, así que tengo dudas sobre nuestra
capacidad de realmente matarla. Supongo que lo sabremos una vez lo intentemos. Calma
tu resolución, si no hay otra opción.”

“Sí, no, estoy bien. Estaría bien incluso sin que me dijeras eso.”

“Muy bien, entonces.”

“Lo aprecio, sin embargo.”

“Ha. ¿Aprecias qué exactamente?”

Elisabeth se burló de las palabras de agradecimiento de Kaito. Aun así, le asintió con la
cabeza en respuesta. La declaración de Jeanne había llegado como un golpe para él, pero
ya lo superó. Había visto horripilantes montañas de cadáveres antes, y comenzando con
Marianne, había matado su cantidad justa de personas.

22 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

No había ninguna razón para que estuviera obsesionado con la supervivencia de la Santa.

Y, además, una vez que nos encontremos en persona, todo podría cambiar de
inmediato. Ahora mismo, deberíamos preocuparnos en hacer que el Butcher hable.

“Parece que no hay objeciones para nuestro curso actual, entonces, así que cree que mejor
nos vamos. Volver por donde vinimos no es demasiado glamoroso, pero así es la vida.
Todas las barreras están destruidas, pero el edificio mismo está diseñado para bloquear la
teletransportación. Para ir al castillo de la Torture Princess, necesitamos primero salir de
aquí.”

Y con eso, Jeanne prácticamente bailó al salir del cuarto del bebé. El Káiser se mojó con
disgusto, pero él, Vlad, Elisabeth, e Izabella, quién todavía era llevada por Deus Ex
Machina, la siguieron.

Acompañado de Hina, Kaito comenzó a caminar para salir de la habitación también. Pero
cuando se acercó a la entrada, se detuvo de golpe. Sus suelas de cuero chirriaron contra el
suelo. Entonces se dio la vuelta, el dobladillo de su abrigo largo de estilo militar crujiendo
mientras lo hacía.

Mientras miraba fijamente la horrífica habitación de bebé, llamó a una de las personas
detrás de él.

“Hey, Vlad. Dijiste que incluso sin el arreglo hecho mierda de esta habitación…incluso sin él
el sosiego del dolor, el Primer Demonio no despertará, ¿verdad?”

“Ciertamente, mi querido sucesor. Esta habitación fue creada por una profusión de
miedo. No tiene propósito, y me atrevo a decir que es incluso cómico…así que tengo mis
sospechas en cuanto a tus intenciones.”

“¿No vas a detenerme, aunque me conoces?”

“¡No quiero ni pensarlo! ¡Cierto, tus acciones son hipócritas, basadas en un trivial
sentido de piedad! Pero, al mismo tiempo, te llevarán un paso más cerca a convertirse un
recipiente digno de heredar mi voluntad—¡después de todo, lo que estás pensando hacer es
un privilegio que se extiende sólo a los fuertes! ¡La hipocresía lleva a la arrogancia, y de
ellas florecen los orígenes de todo sadismo y tiranía! ¡Por favor ensúcialos todo lo que
desees!”

“Huh… Bueno, si esa es la manera en que lo ves, al menos no me molestarás.”

Kaito asintió mientras daba su respuesta sincera. Luego dio un breve vistazo fuera de la
habitación.

23 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Vlad estaba extendiendo sus brazos de manera exagerada. En algún momento, Jeanne y
los otros se habían detenido también. Elisabeth se estaba encogiendo de hombros al borde
de su visión, como si lo llamara tonto. Pero Kaito lo sabía.

Si no me hubiera detenido, habría pensado en alguna excusa para hacerlo tú misma,


¿no es así?

La única integrante desconcertada del grupo era Hina. Miró entre Kaito y la habitación. En
breve, sin embargo, su expresión se puso rígida con resolución. Agarrando su alabarda con
fuerza, dio un paso delante de Kaito.

“Mi querido Amo Kaito, yo, también, he comprendido tus intenciones. Eres mucho más gentil
que cualquier otro y mucho más compasivo…y es precisamente por eso que te lastimará.
Por favor, déjame—”

“No. Esto no es algo que debería estarle imponiendo a mi esposa. Voy a hacerlo. Tengo
que.”

Su oferta fue amable, pero Kaito la rechazó. Con Hina pareciendo estar al borde de las
lágrimas, palmeó su cabeza, luego le hizo un gesto para que se fuera. Después de esperar
hasta que Hina estuviera a una distancia segura, Kaito respiró hondo y levantó un brazo
sobre su cabeza.

Entonces chasqueó sus dedos.

Seis cuchillas aparecieron del aire vacío, desplegándose en un círculo con la cuna en su
centro como el centro de una flor. Brillaron ávidamente mientras se giraban hacia los muros
y el techo. Después de detenerse de forma espeluznante y precisa, esperaron la señal de
su amo.

Kaito murmuró en voz baja, como si intentara convencerse a sí mismo.

“Es un trabajo adecuado para el enemigo de la humanidad.”

Entonces chasqueó sus dedos de nuevo.

“La (mátenlos a todos).”

Las cuchillas salieron disparadas a la velocidad de una guillotina cayendo, las seis cortaron
en pedazos los muros y el techo a la vez. Es decir, cortaron a las víctimas instaladas allí.

Habían sido maldecidos para evitar dejarlos morir. Pero la maldición no era por poco lo
suficientemente efectiva para proteger contra el ataque empoderado mágicamente de Kaito.
Sus vidas, las cuales habían sido mantenidas perpetuamente al borde del alcance de la
muerte, instantáneamente llegaron a su fin.

Uno tras otro, los gritos mudos se desvanecieron.

24 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Pero la masacre continuó.

La sangre manchó todas partes, empapando la habitación con un horrible tono de rojo. Se
veía casi como si seis bestias hubieran saltado de la cuna de Diablo y salvajemente se
abrieron paso por la habitación. Y el ruido de los muros y el techo sonaron como una
orquesta. Kaito, con su uniforme negro, interpretaba el rol del conductor, moviendo su brazo
tanto violenta como delicadamente. Las cuchillas eran sus instrumentistas, y sonaban su
melodía cortadora de acuerdo a sus direcciones.

El tiempo que se tomó dio la impresión de durar una eternidad. Pero cada actuación debe,
con el tiempo, llegar a su fin.

Diez o veinte segundos después, Kaito balanceó su brazo hacia afuera, entonces lo detuvo.

Todas a la vez, las cuchillas desaparecieron. El silencio descendió sobre la habitación. El


único sonido restante era el débil goteo de la sangre.

La habitación parecida a la habitación de un bebé había sido completamente arruinada.


Trozos de carne y vísceras contaminaban el suelo, y todo a la vista era rojo. Un sofocante y
rancio olor comenzó a llenar el aire.

En medio del trágico espectáculo, el primer demonio dormía suavemente, como si nada
hubiera cambiado. Kaito apartó su mirada de él, en cambio miró la sangre reunida a sus
pies. Mientras observaba la gran piscina de rojo, soltó un suave susurro.

“Buenas noches a todos. Dulces sueños.”

En cierto modo, sus palabras estaban teñidas de locura. Pero vinieron desde el corazón.

Después de todo, había escuchado un grito continuo desde el momento en que había
puesto un pie por primera vez en la habitación. Era una notable y triste súplica, una que sólo
alguien que hubiera experimentado dolor extremo podría percibir.

Por favor mátanos, habían estado diciendo.

Por favor haz que termine todo.

Las personas siendo usadas para apaciguar a Diablo hace mucho se habían vuelto locas
por el dolor. Pero a pesar de eso, nunca habían detenido su súplica desesperada. Y ahora
Kaito no podía escuchar sus lamentables gritos.

Le dio un vistazo a la habitación, su expresión llena de afecto y tristeza. Tenía la intención


de asegurarse de que todos estaban muertos, de que no había sacrificios restantes en la
habitación. Después de determinar que ese era el caso, dejó que su rostro se pusiera serio
de nuevo.

25 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Después de fríamente eliminar su expresión, el contratista del Káiser se giró sobre su talón.
Entonces, solo, comenzó a caminar.

Apresuradamente, Hina regresó a la habitación de bebé. Agarrando el dobladillo de su


falda, observó el horrible espectáculo y ofreció una profunda reverencia. Después de cerrar
sus ojos como si orara, corrió de regreso al lado de su compañero. Acercándose a Kaito,
Hina apretó su mano en la suya.

Kaito se mantuvo mirando hacia delante, como si nada hubiera pasado. Pero le regresó el
agarre a su esposa y entrelazó sus dedos con los de ella.

Muy débilmente, la mano de Kaito estaba temblando.

26 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

27 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

28 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

2: La Elección de Damita
Oficialmente, el piso seis de la tumba subterránea no existía.

Todo más allá de él estaba bloqueada por una barrera colorida, y la arquitectura cambiaba a
lo extraño. Pero una vez que Kaito y los otros ascendieron las aparentemente interminables
escaleras y regresaron al quinto piso, el resto de la tumba era tan tranquila y santificada
como siempre.

Caminaron por el largo corredor. Mausoleos creados individualmente de los reyes de antaño
forraban ambos lados. Incluso con los secretos más íntimos de la tumba revelados, los
reyes descansando en los pisos superiores estaban impasibles.

Mientras le daba una mirada de soslayo a los mausoleos extravagantemente decorados,


Kaito le hizo una pregunta a Jeanne.

“¿Alguno de estos reyes sabía sobre el Primer Demonio?”

“Nadie sabe realmente. Imagino que depende de lo cercanos a la Iglesia y lo devotos que
fueron. Por ejemplo, creo que las probabilidades de que el tercer rey, aclamado como el
‘Rey Fiel,’ fue informado son bastante altas. Le dio derechos especiales al Grave Keeper de
su generación, después de todo, y su relación era bastante cordial. ¡Todos están locos!”

“Tiene sentido. Aun así, sin embargo, para que algunos de los reyes se enteren de ello y
aun así den su aprobación… El fanatismo es una droga tremenda, supongo.”

Kaito desvió su vista hacia lo que parecía ser el mausoleo del tercer rey. Comparado con
los mausoleos de los otros reyes, su diseño era bastante simple. Ni siquiera tenía flores,
aunque las toscas armaduras rodeando el sarcófago dentro daban a entender que el tercer
rey se había especializado en la batalla. La única pieza de ornamentación que podría ser
descrita como hermosa era la estatua de la Santa colgando de cabeza desde el techo.

Quizás la causa de su fe había sido un deseo por protección divina en sus innumerables
batallas. Ahora la Santa siempre cuidaba de él. Gemas rojas estaban incrustadas en la tapa
del sarcófago, incluso replicando las lágrimas de sangre de la Santa.

Es una farsa desquiciada la que están haciendo.

Kaito presentó un rechazo contundente de las creencias del rey a las que claramente se
estaba adhiriendo incluso en la muerte. Pero eligió no expresar esa impresión suya. En
cambio, hizo una pregunta diferente.

“¿Qué hay del rey actual, entonces?”

29 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Su predecesor murió pronto, así que sigue siendo un pequeño. Apostaría que no le han
dicho nada. Ha, probablemente se desmayaría de inmediato.”

Esta vez, fue Elisabeth quién respondió. Jeanne entonces ofreció un seguimiento.

“También le confió la batalla contra los demonios completamente a la Iglesia y ha hecho


poco relativo a movilizar tropas por su cuenta. Como resultado, los Caballeros Reales
generalmente solo obedecen las órdenes de los Caballeros Santos. La Iglesia sin duda vio
eso como una oportunidad de apoderarse de gran poder, pero Godd Deus se negó a usar
su fuerza como un pretexto para entrometerse en asuntos domésticos. Ese viejo era un
dolor en el culo, pero tengo que darle crédito por ser un tipo decente. En algún
momento, sin embargo, los consejeros del rey comenzaron a dar el diezmo más y más, y
sus filas se llenaron de devotos. Siendo ese el caso, no es posible saber qué pasaría si el
rey se enterara del primer demonio.”

Las dos Torture Princess intercambiaron una mirada, luego se encogieron de hombros. Sus
ondulantes cabezas de cabello rubio ondulante y negro lacio se agitaron.

Kaito suspiró. Casi no sabía nada sobre el rey actual. Pero a diferencia de la tercera
princesa imperial de la gente bestia, Vyade Ula Forstlast, no parecía que sería
particularmente fiable, las cosas llegaban a un momento decisivo.

Va a ser difícil, sin tener ningún humano influyente que simpatice con nuestra causa.

Kaito se sumergió en sus pensamientos. Una vez que dejó de hablar, sus alrededores se
volvieron silenciosos también.

Finalmente, el grupo llegó al hueco de la escalera de la entrada. Cuando lo hicieron, Kaito


alzó su vista, pensando que había escuchado algo. Ruido de la superficie finalmente estaba
llegando a ellos, bajando por las escaleras y resonando los gruesos muros.

Alguien está gritando órdenes. Y eso es un grupo de armaduras, espadas, y pasos


lo que escucho.

Kaito con cautela se centró en sus oídos para determinar los sonidos entremezclados.
Como consecuencia, se encontró involuntariamente frunciendo el ceño.

“Suena a que hay una buena multitud ahí arriba, huh.”

“Ciertamente, eso creo. Izabella y yo originalmente vinimos con órdenes de la Iglesia de


matarte, después de todo. Y por casualidad destruí el dispositivo de comunicación de Yah
Llodl antes de que entráramos a la tumba, por no mencionar el hecho de que dejamos a los
paladines atrás. Habría sido más extraño si ellos no hubieran llamado refuerzos.”

“…Oh, cierto. Eso tiene sentido.”

30 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras resistía el embate de la exasperación de Elisabeth, Kaito recordó su batalla de


hace unas horas. Él y Elisabeth habían intercambiado golpes directamente delante de la
tumba subterránea. Sin embargo, había estado tan absorto en la pelea que no había
pensado mucho en lo que vendría después. Y después, toda su cosmovisión había dado un
giro muy brusco.

Todo acaba de cambiar tan rápido.

La mirada de Kaito se volvió distante. Mientras estaba delante de él, Elisabeth continuó.

“La única razón por la que no fuimos atacados mientras investigábamos este lugar eran las
estrictas órdenes que los paladines recibieron de no entrar. Entre menos personas sepan la
verdad, mejor para ellos, así que la secta de reconstrucción sin duda planea destruirnos en
el momento en que asomemos la cabeza. Sin embargo, en eso se encuentra un problema.”

“¿Un problema?”

“En efecto. Nuestro oponente es la Iglesia.”

“¿Qué tiene que ver eso con algo?”

“Lo olvidaste tan rápido, tonto. La Iglesia me tiene atada con grilletes.”

La boca de Kaito colgó boquiabierta al darse cuenta. Ahora que lo mencionaba, lo


recordaba,

A Elisabeth le habían ordenado asesinar a los catorce demonios como una oportunidad de
expiar sus pecados. Pero ya que era una pecadora sin igual, la Iglesia había colocado
grilletes en su cuerpo para que no pudiera traicionarlos. Si uno de sus sacerdotes recitaba
las escrituras, los grilletes se activarían.

Eso significaba que la capacidad de oponerse a la Iglesia de Elisabeth estaba reducida.


Pero Jeanne simplemente sacudió su cabeza.

“No creo que encontremos eso como un gran problema. Esta es la Capital. La secta de
reconstrucción no será capaz de desplegar sus paladines transformados. Y aunque
quisieran usar un santo, les tomaría demasiado tiempo emitir una autorización. En otras
palabras, la fuerza a su disposición actualmente es bastante baja. Sin importar cuánta carne
llamen, la carne de cañón sigue siendo carne de cañón. Después de que Deus Ex Machina
se deshaga de ellos de un tirón, puedo activar mi círculo de teletransportación. Cazar
ratones es una especialidad mía, ya ven. No me importa tomar la iniciativa esta vez.”

“Ya veo, qué fiable de tu parte. No tengo objeciones.”

Elisabeth asintió a la sugerencia de Jeanne sin reparos. Kaito, también, estaba aliviado.

31 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Deus Ex Machina de Jeanne era aún más robusta y poderosa que él, el contratista del
Káiser, y Hina, una autómata. Comprar suficiente tiempo para activar un círculo de
teletransportación sería pan comido para ella. Pero, aunque le dio su aprobación al plan, se
aseguró de añadir una advertencia, también.

“Solo asegúrate de no matar ninguno de los paladines. Sólo están siguiendo sus creencias,
después de todo.”

“Dada la situación actual, eso solo es temerario en extremo. Abandonar el pensamiento


crítico es un crimen. La ignorancia es pecado. El borrego termina como chuleta,
como dicen. Pero si consideramos lo que se viene, es verdad que el derramamiento de
sangre innecesario probablemente resultará desventajoso. Y mi damita objetaría, también.
Acordado. Deberíamos evitar dejar que las cosas se compliquen demasiado aquí.”

Sorprendentemente, Jeanne obedientemente asintió. Detrás de ella, Izabella se tranquilizó


mientras soltaba un suspiro de alivio. Parecía que había estado a punto de gritar. Si las
cosas hubieran salido mal, podría haber terminado incluso en una pelea.

Kaito se alegró de que se hubiera resuelto pacíficamente. Todos de acuerdo, se dirigieron a


la entrada. La luz desde afuera caía sobre las escaleras de piedra. Entonces Kaito se
detuvo, hablándole a Jeanne mientras lo hacía.

“Espera un minuto. Antes de que envíes a Deus Ex Machina, deberíamos hacer que uno de
nosotros de un vistazo de la situación ahí arriba. Iré yo—si disparan alguna clase de ataque
de alto alcance, puedo bloquearlo con mis cuchillas.”

“…Bueno, supongo que eso es verdad. Tu muñeca tiene una expresión bastante ansiosa en
su rostro, mister, pero de hecho estás cualificado. Supongo que finalmente puedes ser
útil para variar, ¿huh? Después de ti, entonces.”

A pesar del abuso verbal que estaba recibiendo, Kaito subió las escaleras.

Ya que habían sido hechas de un material diferente, los escalones cerca a la cima habían
sido derretidos cuando el demonio atacó la Capital. Asegurándose de no caer, Kaito
cuidadosamente saltó por encima del agujero. Entonces asomó su cabeza a través de la
entrada.

“Veamos, aquí… Hombre, esa es una gran multitud.”

Las tropas plateadas estaban alineadas sobre la tierra gris a intervalos regulares como
piezas de ajedrez. Había también un grupo con el que Kaito no estaba familiarizado junto a
ellos, cubiertos de la cabeza a los pies en tela escarlata. Debido a que sus rostros estaban
cubiertos, se veían casi como verdugos.

Hombre, no estoy recibiendo una buena vibra de esos tipos… ¿Hmm?

32 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

En ese momento, una sensación de incongruencia inundó a Kaito. Aunque era verdad que
la tumba subterránea estaba completamente rodeada, sus enemigos estaban todos
extrañamente lejos. Kaito frunció el ceño mientras intentaba encontrar la razón.

Entonces notó al hombre de aspecto extraño que estaba delante de las tropas reunidas.

¿Qué…mierda?

El hombre tenía una complexión robusta, lo suficiente para que Kaito pudiera distinguir su
género a pesar de la distancia entre ellos. Tenía hombros fornidos, y era bastante alto. A
pesar de eso, sin embargo, el dobladillo de su túnica llegaba hasta el suelo, al igual que su
abundante y erizado cabello. Eso solo habría sido suficiente para calificar su apariencia
como extraña, pero su rasgo más llamativo eran las gruesas cadenas amarrando sus
brazos alrededor de él en un abrazo.

Kaito no pudo evitar compararlo con la otra santa con la que estaba familiarizado.

¿H-Huh? Se parece…algo a La Mules, ¿verdad?

Mientras ese pensamiento cruzaba la mente de Kaito, las cadenas amarrando la mitad
superior del hombre se soltaron sin advertencia. Lentamente abrió sus brazos ampliamente.
Cuando Kaito vio lo que estaba entre ellos, un escalofrío de terror atravesó su cuerpo.

“¡…!”

El pecho del hombre había sido excavado, ropa y demás. La carne roja dentro había sido
removida, y su caja torácica estaba al descubierto. Por alguna razón, sin embargo, no había
sangre saliendo. El corazón, los pulmones, y otros órganos a los que una caja torácica
normalmente estaba diseñada para proteger estaban ausentes también. En su lugar había
un gran número de criaturas blancas con plumas.

Un segundo después, entendimiento golpeó a Kaito. El hombre estaba usando su caja


torácica como una pajarera.

“¡La (fly)!”

Estimulado por miedo instintivo, Kaito chasqueó sus dedos. Una cuchilla salió disparada
hacia el hombre. Al mismo tiempo, luz blanca se encendió en el pecho del hombre, luego
estalló. Las dos chocaron de frente. Aunque la cuchilla estaba bloqueando exitosamente la
luz, se derritió como un dulce en el proceso antes de evaporarse. Kaito disparó su segundo
ataque. Pero para su incredulidad, el hombre era más rápido. Disparó más luz, estaba vez
aún más brillante que la primera. La entidad blanca se tragó la cuchilla, pero esta vez, no se
detuvo.

Los ojos de Kaito se abrieron con shock. La luz se le vino encima.

Un desagradable ruido de voladura resonó.

33 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras lo hacía, lo luz arrasó con la entrada de la tumba.

***

“¡Amo Kaito, no!”

“¿Qu—?”

Pasó en un solo momento.

Justo antes de que la luz hiciera impacto, algo agarró a Kaito del cuello y lo tiró hacia atrás.
Su espalda se cayó en el pecho de Hina. Después de abrazarlo, volvió a saltar sobre el
pozo derretido en la escalera, luego se agachó.

Mientras la luz estalló sobre sus cabezas, acompañada por el sonido de una explosión.

Kaito alzó la vista. Cuando lo hizo, vio que las decoraciones de metal en la entrada de la
tumba que milagrosamente habían sobrevivido estaban irradiando rojo y goteando. Si Hina
hubiera sido incluso un pelo más lento, él habría muerto de inmediato.

“Gra-Gracias, Hina… Geez, juzgué mal el poder de ese tipo.”

“Oh, Amo Kaito… Menos mal, menos mal estás bien… Estaba tan preocupada por ti.”

Todavía sentada en el suelo, Hina apretó a Kaito con fuerza.

Como uno podría esperar del hecho de que había sobrevivido a la invasión de demonios,
todo desde la mitad de las escaleras hacia abajo estaba intacto. El material del edificio
mismo debe haber tenido un poderoso efecto anti magia. Pero el bombardeo no mostró
señales de aflojar.

Habían perdido la capacidad de descuidadamente ir afuera. Jeanne parpadeó, sus ojos


rosáceos destellando.

“…Bueno. Esto está fuera de mis expectativas.”

“Sí, sorprende. ¿Exactamente cuál es el significado de esto? ¿Abstenerse de todos los


procedimientos apropiados para desplegar un santo, luego un bombardeo de bestias
convocadas sin siquiera emitir un veredicto sobre nosotras? ¿Se han vuelto locos? No,
espera… ¡Ah!”

Elisabeth chasqueó su lengua, luciendo como si se acabara de dar cuenta de algo. Cuando
habló, su tono estaba lleno de irritación.

“¡La solicitud completa, la que presentaron como parte del plan para defender la Capital
inmediatamente después de la muerte de La Mules! ¡Maldición, lo pasamos por alto!”

34 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Sospecho que tu hipótesis es correcta. Deberíamos asumir que usaron la autorización que
obtuvimos en ese entonces. Bajo el pretexto de matar al contratista del Káiser y ponerle un
fin a la batalla contra los demonios, acelerar su traslado ciertamente sería posible. Y en
cuanto a esa luz…”

Quien respondió a Elisabeth fue Izabella. Todavía acunada en los brazos de Deus Ex
Machina, pensativamente observó la blanca luz que explotaba. Kaito siguió su ejemplo.

Ahora que miraba atentamente, podía ver que la luz estaba hecha de diminutas criaturas
parecidas a alondras. El poder de los santos venía de las bestias sagradas. Las aves del
hombre claramente eran mucho más débiles que la que La Mules había sido capaz de
desplegar, pero a cambio, era capaz de dispararlas repetidamente.

Jeanne sacudió su cabeza enfadada.

“Por lo que a la secta de reconstrucción respecta, el fin está cerca, después de todo. Están
comenzando a moverse más desvergonzadamente. ‘¡El cielo se cae: el cielo se cae!
¡Bailemos todos, chicos, memento puto mori*!”

[Nt: Es una expresión que quiere decir “recuerda que estás cerca de morir”, y lo de “el cielo
se cae” es un libro y ya ha sido algo utilizado en varias películas como referencia.]
[NC: ¿Morí en este momento, pvto? :v ]

“Ugh, tengo la impresión de que destruir ese dispositivo de comunicación no nos hizo
ningún favor.”

Kaito introdujo su comentario con un gemido mientras recordaba el dispositivo que Yah
Llodl había estado usando para comunicarse.

El orbe que Elisabeth había atravesado sin piedad había sido innecesariamente
extravagante y llamativo. No sabía dónde Yah Llodl clasificaba en la Iglesia, pero el orgullo
del hombre era demasiado evidente.

Kaito no tenía dudas de que la ira de Yah Llodl sólo estaba empeorando su animosidad
hacia él y los otros. Con eso dicho, descubrir qué estaban pensando sus oponentes no iba a
ayudarlos mucho en este punto.

Esto es un problema… Si no podemos salir, no podemos activar el círculo de


teletransportación.

Kaito frunció su ceño. El bombardeo no mostró señales de aflojar. Elisabeth chasqueó su


lengua con frustración.

“Tch, los intervalos son demasiado cortos. Qué hacer. ¿Enviar a Deus Ex Machina, quizás?
Es rápido y robusto. Aun así, sin duda sería reducida en rápidamente. Y tienes que
desmontarla temporalmente para activar el círculo de teletransportación, eh… En el casi

35 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

improbable de que tengan un segundo santo en reserva, eso resultaría problemático. No me


importaría activarlo yo misma, pero si activan los grilletes mientras voy a la mitad,
mantenerlo resultaría una hazaña nada despreciable.”

“Coincido. Parecemos tener un gran problema en nuestras manos. Si el Káiser ofreciera su


ayuda, haría las cosas mucho más fáciles, pero… ¡El perrito malo tiene un montón de
orgullo, por encima de todo!”

“¿Hmm? ¿La enclenque humana dijo algo? Me parece que quieres que te muerdan
en dos.”

“Dejen de pelear, todos. Iré yo.”

Una voz digna resonó, protestando les. Todos se giraron a ver al hablante: Izabella. Todavía
sentada en el agarre de Deus Ex Machina, su brazo estaba levantado y su rostro era serio.

Jeanne abrió y cerró sus ojos rápidamente unas veces. Unos segundos después, su cabeza
se desplomó bruscamente al costado.

“¿Has perdido la cabeza, miss?”

“Supongo que probablemente sí. Pero sospecho que mis posibilidades de éxito son mejores
de lo que piensas. Ahora, ¡déjame! ¡En! ¡El! ¡Suelo!”

Izabella contorsionó su cuerpo, sus comentarios cínicos acompañados por una sonrisa. De
alguna manera, fue capaz de zafarse de los brazos de Deus Ex Machina. Después de saltar
al suelo elegantemente, dio una larga exhalación.

Entonces movió sus ojos azul y púrpura hacia las incesantes explosiones de luz explotando
sobre ellos. Entrecerró su mirada.

“Conozco al hombre que convoca a esas bestias—La Christoph, el Modest Birdkeeper*. He


tenido el honor de charlar con él varias veces. Posee un espíritu firme. Incluso después de
formalmente convertirse un santo, todavía me reconocía y ofrecía amables consejos.”

[Nt: El Más Humilde Cuidador de Aves,]

“Eso es…impresionante.”

Las palabras de Izabella llenaron a Kaito de una honesta admiración. Después de todo, La
Mules, una santa similar, había perdido su razón y humanidad y se había vuelto poco más
que un animal. Tal vez solo había sido el caso de que la conexión de La Christoph con Dios
era más débil que lo que había sido la de ella, pero era más probable que su fuerza de
voluntad era asombrosa.

Al mismo tiempo, al recordar cómo desvergonzadamente la Iglesia retenía a sus santos hizo
que Kaito se diera cuenta de cuán perversa era la organización.

36 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Las grietas siempre estuvieron ahí—la situación actual solo las puso al descubierto.

El tiempo finalmente había llegado. El cascarón de la Iglesia se había agrietado, y la terrible


monstruosidad ahora estaba libre.

Eso era realmente todo lo que había. Mientras la retorcida imaginaría estaba flotando por la
mente de Kaito, Izabella siguió explicando su plan.

“Incluso después de ser reconocido como un santo, La Christoph persistió en su profundo


amor por la gente. Dudo fuertemente que sepa algo sobre el plan de reconstruir el mundo.
Necesitaré que alguien bloquee dos o tres de sus ataques por mí, pero si le hablo, creo que
hay una buena posibilidad de que se detenga.”

Izabella hablaba completamente en serio. Pero Elisabeth cruzó sus brazos y sacudió su
cabeza.

“¿Esperas que un santo entre en razón mientras dispara un bombardeo? Las probabilidades
son menos que bajas.”

“Si muero, entonces todo significará que mi trabajo hasta ahora no era digno de ser
recortado. En ese caso, aceptaré mi destino. Y me disculpo, pero tendrán que pensar en un
nuevo plan.”

La voz de Izabella era tranquila, y la uniformidad de su tono sirvió para ilustrar cuán serena
estaba. Kaito por reflejo se estremeció. El grado de seguridad en su voz era alarmante.

“¡Izabella, no!”

“Oh, Amo Kaito—”

Kaito apresuradamente se levantó, liberándose de los brazos de Hina. Entonces se giró


para ver a Izabella.

Miró directo a sus desiguales ojos similares a unas gemas.

“¡Izabella, no puedes! ¡Si ese tipo santo te recordará o no es el problema! Es lo que te


pasará después. Si tu plan funciona, no podrás regresar a la Iglesia. Diablo, incluso
intentarlo estará fuera de discusión. ¡No voy a dejarte llevar a cabo algún plan que hará que
te mate, funcione o no!”

La voz de Kaito se elevó a ser un grito. Cuando Izabella respondió con silencio, Kaito apretó
sus puños.

Las probabilidades de que el llamado de Izabella detendría el bombardeo eran bajas, pero
no eran cero. Pero si querían usar esa oportunidad para activar un círculo de

37 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

teletransportación, significaría dejarla atrás. En el momento en que Izabella mostrara


señales de darse a la fuga, el santo sin dudas recomenzaría su ataque de inmediato.

Ella, por supuesto, era una miembro de la Iglesia, y la comandante de los Caballeros Santos
encima. Pero dado el estado actual de la Iglesia, incluso alguien de su posición no sería
capaz de regresar a salvo. La situación allí no era cualquier cosa menos honorable.

Así de profundas eran las semillas del mal que se habían en ella. Toda la organización se
había vuelto completamente loca.

“Aunque solo fue porque Jeanne te secuestró, todavía terminaste entrando en la tumba
subterránea. Puedes pretender no haber visto nada, pero no hay manera de que te crean. Y
apuesto a que el Grave Keeper estará especialmente molesto.”

Los pensamientos de Kaito volvieron a la perversa habitación de cuna abajo en las


profundidades de la tumba. Ahí había estado un monstruo con la cabeza de una lechuza
blanca y una gran masa de tentáculos estacionadas delante como un guardia. Había sido
hecha al tomar una bestia santa invocada, alimentada con carne de demonio, y mezclada
con partes humanas.

Esa habitación de tortura, su guardián… Se requiere más que el fanatismo común y


corriente para hacer mierda tan jodida como esa.

El Grave Keeper debe no haber tenido un hueso moral en su cuerpo.

Y en la ciudad natal de Jeanne, Kaito había visto a esos horriblemente transfigurados


paladines, también. No estaba claro si lo habían hecho por voluntad propia, pero todos
habían comido carne de demonio.

En todo caso, aunque los habían dejado vivos, no había manera de salvar a personas que
habían sufrido transformaciones así.

“Si regresas, solo van a deshacerse de ti. Si tienes suerte, todo lo que harán es matarte. No
puedes regresar; ¡se acabó!”

“¡Me niego a creer eso! O, mejor dicho, quiero hacerlo…pero hasta yo puedo ver la verdad.”

Izabella respondió honestamente. Su voz era tranquila. Tan tranquila, de hecho, que llenó a
Kaito de presagios ominosos. Izabella ni siquiera estaba intentado negar el mal acechando
dentro de la Iglesia ya. Pero, aun así, su sonrisa permanecía intacta.

“Normalmente no habría ninguna escasez de personas que me defenderían y aseguraran


de que mi sentencia fuera justa. Pero a este ritmo, probablemente seré juzgada tras puertas
cerradas, sin que mis aliados sepan de ello. Aun así, hay cosas que todavía debo hacer.
Verás, quiero regresar a la Iglesia.”

“Eso es una locura…”

38 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Tengo que asegurarme de que tantos Caballeros Santos como sea posible sepan la
verdad. Si las cosas siguen como están, están expuestos a que se aprovechen de ellos.”

“Pero no puedes pensar seriamente que vas a tener oportunidad de—”

“Incluso si no lo hago. No puedo simplemente sentarme de nuevo y ver morir a mis


subordinados.”

Las palabras de Izabella eran objetivas. Claramente se había decidido hace rato.

Fue en ese momento que Kaito se dio cuenta de algo. Él y Elisabeth no tenían tantas
personas a las que necesitaban proteger. Al final del día, ambos eran criminales. Pero
Izabella era diferente. Muchas personas habían puesto su confianza y lealtad en ella.

“La fuerza principal de los Caballero Santos tiene que recibir alguna orden inapropiada.
Pero es sólo cuestión de tiempo. Es como Ms. Jeanne dice: Las organizaciones son, para
bien o para mal, como largos ciempiés. Me niego a dejar que mi gente destruya
inconscientemente a la misma gente, al mismo mundo que están intentando proteger.”

“Aun así, tú aún—”

“Entiendo cómo te sientes. O, mejor dicho, permíteme pretender simpatizar a pesar de ser
completamente incapaz de entender. Aun así, sin embargo, ingenua damita, debo pedirte
que pares.”

Una inesperada voz sonó para retener a Izabella. Jeanne dio un paso adelante y se colocó
junto a Kaito. Ella, también, no dudó en dar su advertencia. Deus Ex Machina se encorvó,
como si intentara alzar a Izabella en brazos de nuevo.

Alejándose un paso, Izabella tomó una pose defensiva.

Jeanne la señaló con un dedo pálido. Colgaba en el aire mientras Jeanne intentaba elucidar
la situación.

“No te traje solo para dejar que la Iglesia emita juicio sobre ti, miss. Necesitaba a alguien
aparte de la Torture Princess que conociera la verdad del mundo y fuera capaz de
transmitirla. Alguien que estuviera afiliada con la Iglesia, pero pudiera aceptar la verdad sin
romperse. Por eso es que te escogí de entre las ovejas descarriadas.”

“Eso supuse. Tuve la sensación de que tus expectativas para mí eran algo por el estilo.”

“No fue para que pudieras tener la muerte de un perro. No lo olvides. La muerte es
absoluta. Si mueres, eso es todo. Game over.”

39 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“…Perdóname. Entiendo la importancia de la tarea que me has dado. ¿Pero podrías


encontrar alguien más que la lleve a cabo? Tengo mi propia tarea que necesito cumplir, ya
ves.”

Izabella se negó completamente a acatar la advertencia de Jeanne. Entrecerrando sus ojos


rosáceos, Jeanne puso a Deus Ex Machina en movimiento*. Como estaban las cosas,
Izabella no tenía manera de resistirse. Pero con una expresión gentil, repitió las palabras
que Jeanne una vez le había asestado.

[Nt: Usa “make to…” y esto es una manera de decir “lo ibas a hacer, pero algo te
interrumpe.”]

“Soy una comandante, aunque quizás sólo de nombre.”

“…”

Tomando su señal, Dues Ex Machina se movió. Pero en lugar de capturar a Izabella esta
vez, fue directamente hacia delante. Parecía que el gigante de acero tenía intención de
servir como escudo de Izabella, justo como había solicitado.

“No puedes…”

Todavía negándose a rendirse, Kaito alzó la voz. Pero la sincronización con la cual Izabella
se dio la vuelta indicó que había visto venir eso. Mientras la luz seguía explotando a sui
espalda, su voz era la imagen de la compostura.

“Adiós, damas y caballeros. Aunque fue espantoso, me alegro de lograr aprender la verdad.
Incluso ahora, todavía sostengo que las enseñanzas de la Iglesia son maravillosas. Usar la
fe como una manera de apoyar una vida vivida noble y correctamente es algo honorable.
Las personas son débiles. Necesitan creer en algo. Así que, como miembro de la Iglesia,
pelearé hasta el final para enmendar sus errores.”

Kaito tragó su aliento. Incluso después de aprender tantas feas verdades, Izabella mantenía
su devoción y orgullo como la comandante de los Caballeros Santos. Sus siguientes
palabras fueron severas, y su voz resonó con convicción.

“Es por eso, Kaito Sena, Elisabeth Le Fanu, Jeanne de Rais, incluso si la historia termina
validando sus acciones, no me puedo ser como ustedes.”

Con tranquilas pero decididas palabras, Izabella emitió un completo rechazo a Kaito y los
otros.

Las Torture Princess de ébano y dorada no dijeron nada. Kaito, también, miró en silencio las
laceraciones atravesando la piel de Izabella y sus tranquilos ojos. Sus pensamientos
volvieron a la metáfora que había escuchado recién.

40 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Existen pastores que gustosamente se lanzarían al fuego para contemplar un


milagro.

Y su rebaño los seguiría, ciegos de la estupidez de sus propias acciones,

Aunque era una sola oveja, Izabella estaba intentando gritar advertencias al resto.
Probablemente iba a encontrarse liquidada en un abrir de ojos. Pero, aun así, se negaba a
abandonar su rebaño.

Izabella Vicker es una persona noble de pies a cabeza.

Autoridad y marrullería no lograrían hacerla flaquear. Y tenía el raro poder de no sólo creer
en su propio sentido de justicia sino de ponerlo en acción, también.

Lo que significa que no hay manera de que ella se convierta en un enemigo del
mundo.

Kaito ahora sintió ese hecho profundamente. En otras palabras, era inútil intentar hacerla
quedarse a su lado más tiempo.

Kaito y los otros eran enemigos del mundo, y el camino ante ellos estaba pavimentado con
espinas.

Al final del día, lo que estamos intentando hacer es matar a Dios y la Santa.

Intentar obligar a alguien que estaba viviendo su vida noble y correctamente no era posible.
Satisfecho con ese hecho, Kaito tiró la toalla.

Elisabeth chasqueó su lengua. Su brillante cabello negro crujió mientras sacudía su cabeza.

“Ha, haz lo que quieras. Si uno persiste con su tontería, eso, también, es una forma de
convicción. Si no tienes ningún arrepentimiento, entonces avanza y muere aliviada. Tu estilo
de idiotez puede diferir del mío, pero ambas somos idiotas, no obstante.”

“Eso somos, supongo. Idiotas, todos.”

La sonrisa de Izabella estaba teñida de un toque de vergüenza. Las laceraciones


atravesando su cuerpo se retorcieron de manera no atractiva.

Pero, aun así, Izabella Vicker era hermosa.

Al momento siguiente, subió las escaleras con prisa. Su cabello plateado se ondeaba
mientras arrancaba a correr.

Explosiones de luz blanca sacudían la entrada a la que se dirigía.

***

41 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Con movimientos sorprendentemente fluidos, Deus Ex Machina se adelantó a Izabella.

El gigante de acero fue el primero en salir. Izabella siguió de manera resuelta. El


bombardeo explotó en todo Deus Ex Machina. Protegido por su enorme cuerpo, Izabella
gritó.

“¡Por favor pare, La Christoph! ¡Soy yo, Izabella Vicker! ¡Tengo algo que deseo reportar!
¡Todos, por favor, tienen que escucharme!”

Trágicamente, su voz se ahogó. Parecía que los ataques continuarían. Pero no se rindió.

“¡Rgh!”

Aprovechando el más diminuto de los intervalos entre las explosiones, Izabella hizo su
movimiento, saltando de detrás de Deus Ex Machina. Habiendo abandonado su escudo,
Izabella se encontraba expuesta ante La Christoph.

“Es hora de movernos.”

“En efecto.”

Si no se fueran en ese momento, no lo lograrían a tiempo. Sin espacio para dudar si


Izabella tendría éxito o no, Jeanne y Elisabeth corrieron hacia delante. Kaito y Hina las
siguieron. Con un aire singularmente tranquilo, el Káiser sacudió su cabeza con
exasperación e hizo lo mismo. Vlad flotó detrás, una amplia sonrisa plasmada en su rostro.

Juntos, pasaron por la entrada.

Increíblemente, el bombardeo había parado. Fue casi milagroso cuán tranquilos estaban
sus alrededores.

Podían ver a un sacerdote que llevaba un uniforme fastuoso gritando algo a La Christoph.
Indudablemente estaba intentando hacerlo reanudar el bombardeo. Pero mientras miraba a
Izabella con desconcierto, La Christoph obstinadamente se negaba a abrir sus brazos. El
sacerdote gritó de nuevo, aún más fuerte.

“¿Qué diablos estás haciendo? ¿Por qué mostrar piedad a alguien que ha sido vencida por
los demonios?”

Mientras lo hacía, los subordinados de Izabella comenzaron a moverse enseguida. Todos


corrieron hacia el sacerdote. El grupo que parecía verdugos intentó hacerlos retroceder,
pero los paladines dieron gritos determinados.

“¡Por favor, no es eso! ¡Nuestra comandante fue tomada contra su voluntad!”

“¡Bah! ¡Atrás, retrocedan, atrás! ¡¿Qué están pensando?!”

42 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Usted es el que está intentando deshacerse de nuestra comandante secuestrada por su


cuenta! ¡¿Qué está pensando usted?!”

“¡Ha caído en las garras de los demonios!”

“¡Se lo dijimos, fue secuestrada! ¡No vamos a dejarlo liquidar a nuestra comandante!”

El desorden se intensificó a través de sus filas. Tomando completa ventaja de la


oportunidad, Deus Ex Machina colapsó en pedazos. El cuerpo del gigante de acero se
separó en varios pedazos. Desde ellos, cuatro máquinas aterrizaron sobre la tierra
cenicienta.

Una de ellas era una bestia hecha de nada más que colmillos. Otra era una autómata, con
la forma de un humano excepto por su constitución fatalmente retorcida. Uno de los
monstruos era un lagarto con extremidades hechas de tubos y alas de vidrio. Y el último era
una armadura bípeda sin ninguna costura visible en alguna parte de su cuerpo.

Las cadenas en las muñecas de Jeanne tintinearon. Siguiendo su ejemplo, las máquinas
comenzaron a girar.

La luz blanca comenzó a brillar en un círculo alrededor de ellos, y pétalos de flor dorados se
elevaron bailando por el aire. El círculo de teletransportación comenzó a activarse, dejando
a Izabella atrás. El sacerdote se quedó con la mandíbula colgando. La Christoph seguía
mirando únicamente a Izabella. No hizo movimientos de huir, así que La Christoph eligió no
reanudar su ataque.

“¡Tranquilícese! ¡No los dejen huir, mierda—deténganlos!”

Mientras gritaba órdenes a los paladines peleando, el sacerdote comenzó a corear para
activar los grilletes de Elisabeth. Mientras estaba junto a Kaito, su piel comenzó a arder, y
soltó un pequeño grito de dolor.

“Urk—”

“Elisabeth…”

“Lady Elisabeth.”

Kaito y Hina apoyaron sus hombros. Sin embargo, Elisabeth no era la que daba el canto
para el círculo de invocación—era Jeanne. La luz poco a poco creció en fuerza. Los
paladines y el grupo parecido a verdugos corrieron frenéticamente hacia ellos.

Mientras lo hacían, Jeanne suavemente extendió su mano. Asegurándose de que no fuera


vista por la gente acercándose a ellos, alzó un mechón del cabello de Izabella. Entonces la
besó, como un caballero besando la mano de una princesa.

43 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Los hombres de Izabella se sacudieron. Pero no se dio la vuelta.

Finalmente, Jeanne ofreció un murmullo subrepticio a su magnífico cabello.

“No odio ver a un simple humano intentar oponerse a ellos. Después de todo, tales acciones
son las que se supone cambian el mundo. Puede que seas una idiota, una cabeza hueca,
una tonta, miss, pero elijo creer que tus acciones ayudaron a atrasar las agujas del reloj en
su marcha hacia el final. Atrapaste mi ojo*, y los ojos nunca mienten.”

[Nt: También puede ser “llamaste mi atención.”]

Con ligeros vestigios de tristeza, Jeanne soltó el cabello plateado. Mientras lo hacía, ofreció
un tranquilo adiós.

“Adiós, mi estúpida y galante damita.”

44 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

45 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

***

Al momento siguiente, los paladines y el grupo parecido a verdugos se acercaron a toda


prisa. Pétalos de flor metálicos y luz blanca bloquearon sus figuras, pero en el momento
antes de que desaparecieran de la vista, una escena se quemó en los ojos de Kaito.

Perdiendo una pelea reñida con el grupo ejecutor, los paladines fueron obligados a
retroceder. Incontables brazos envueltos en tela carmesí se estiraron. Entonces, uno tras
otro, agarraron a Izabella.

Y entonces, por último, fue arrojada al suelo a la fuerza.

46 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

47 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

3: Algo Dejado Atrás


Los pétalos dorados y la luz blanca se fusionaron para formar un sólido y cilíndrico muro.
Entonces, inmediatamente después, se desmoronó. Los fragmentos cuidadosamente se
derritieron, transformaron en gotitas, y chocaron contra el suelo de piedra. Cuando cada uno
aterrizaba, enviaba una pequeña salpicadura carmesí al aire.

“… ¿Carmesí?”

Kaito ladeó su cabeza al costado confundido. Entonces notó el segundo círculo mágico a
sus pies.

La sangre del que estaba constituido estaba retrocediendo por el maná de Jeanne,
haciendo que rebotara en el suelo. Como resultado, sus alrededores eran como una lluvia
de luz derramándose sobre un mar de sangre.

“¿Huh? Espera, no me digas que este es…”

“Jeanne, pequeña… Debo decir, estaba esperando que llegáramos al bosque cercano. ¿Por
qué es que puedes saltar directamente a mi castillo? ¿Cuándo fue que modificaste mi
círculo de teletransportación?”

Su piel todavía cubierta de marcas de quemaduras por los grilletes de la Iglesia, Elisabeth
cruzó sus brazos.

Todos habían llegado exitosamente a la amplia cámara debajo del castillo de Elisabeth que
tenía su círculo de teletransportación permanente. Pero teletransportarse directamente a él
no se suponía que fuera posible para alguien que no lo hubiera activado previamente.

Todos se giraron para mirar a Jeanne. Sus copiosos bucles se sacudieron cuando ladeó su
cabeza al costado.

“¿De qué estás hablando, miss? Pues, osadamente dejaste tu castillo expuesto con el fin de
invitar ataques de los catorce demonios, ¿no es así? ¡Mierda, tenía aperturas en todos
lados! En otras palabras, enviar un familiar a invadir tu castillo y alterar tu círculo de
teletransportación no fue gran tarea. ¡Pero venga, no veas los detallitos!”

Su respuesta descarada le ganó una mirada asesina de Elisabeth. Pero era verdad que,
gracias al hecho de que habían viajado directamente al castillo, su llegado había sido más
rápida de lo que habían anticipado. Soltando un corto suspiro, Elisabeth comenzó a
caminar. Sus tacones sonaron fuertemente mientras avanzaba.

“Muy bien. Difícilmente estoy contenta, pero dejaré pasar esto una vez. Esta única vez.
Ahora bien, vamos.”

48 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Um, Lady Elisabeth, deberíamos tratar tus heridas primero…”

Hina le habló tímidamente. Cuando se detuvo de golpe, la expresión severa de Elisabeth se


suavizó. Pero a pesar de las frenéticas súplicas de Hina, suavemente sacudió su cabeza.

“Qué amable eres con la mujer que una vez traicionaste… ¡No, no, deja de mirarme con
esos ojos llorosos! Da la impresión de que estoy pateando un cachorro. No tenía intención
de ser sarcástica contigo, Hina. Lo que estaba intentando decir era que no necesitas
preocuparte, que usaría magia de curación yo misma luego, cuando tengamos tiempo libre.
Sí.”

“Espera… ¿eso no significa que, si estuvieras hablando conmigo, lo dirías


sarcásticamente?”

“¡Qué astuto que es! Seguramente lo haría. Es tu culpa por ser tan completamente odioso.
Eres un hombre; aguántalo.”

“Muy bien, ¡solo tendré que alabar a Amo Kaito tan dulcemente que todo se equilibre!”

“Uh… No sé si ‘balancear’ es realmente la manera en que se supone que lo mires…”

A pesar de la situación de crisis en la que estaban, el cotorreo que intercambiaron los tres
fue ligero. Kaito tuvo cuidado de hablar de la misma manera simplista de siempre.

Al hacerlo, se las arregló para lento pero seguro recuperar su compostura perdida.
Finalmente, tuvo éxito en apartar la escena que se había quemado en sus ojos.

Mi luto no va a mejorar las cosas. Tenemos que apurarnos, por el bien de Izabella,
también.

“…Hmph, es hora de cortar la charla ociosa. Vámonos de verdad. No hay ninguna escasez
de información que necesitamos extraer del Butcher, sin importar si la da sin reservas o no.
Y el tiempo es esencial.”

Sus palabras insinuaban la posibilidad de tortura. Elisabeth lamió sus labios escarlata, y
Kaito tranquilamente la siguió.

Todos salieron de la cámara. Ruidos como quejidos hacían eco a través del sótano
laberíntico mientras apresuradamente lo atravesaban y subían las escaleras al primer piso.

Fue en ese momento que el Káiser, quién había estado diligentemente acompañándolos,
hizo una pausa. Alzó su cabeza en alto y esnifó el aire. Entonces, después de sacudir su
cabeza unas cuantas veces, soltó una burla aburrida.

“…Hmph, como pensé. Ya, ¿eh?”

“¿Qué pasa, Káiser?”

49 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿No lo notas, chico? Debería pensar que es un aroma con el que tú, también,
estarías familiarizado.”

“¡¿Familiarizado…?!”

Entonces Kaito finalmente se dio cuenta de qué era diferente. El aroma herrumbroso a
sangre estaba flotando por el corredor del primer piso. Después de oler sus alrededores un
poco más, el Káiser se acercó a algo escondido en una de las sombras de las paredes.

Cuando se dio cuenta de lo que era, un shock atravesó a Kaito. La nariz del Káiser estaba
justo frente a una gran piscina de sangre. El sabueso supremo entonces tocó algo oscuro
ubicado en el medio del mar de sangre.

“Esto en particular. Su hedor es el de un demi-humano, pero más mezclado. ¿Qué


opinas, Oh indigno amo mío? Seguramente lo reconoces.”

El Káiser soltó una risa satisfecha, su expresión insinuando que cosas ominosas vendrán.
Kaito se arrodilló en silencio junto a él. Cuando vio lo que su sabueso estaba pateando, su
rostro se puso blanco.

Descansando medio sumergida en la piscina de sangre estaba un trozo de tela negra


harapienta.

“…El Butcher.”

“¡Kaito, Hina, a mi habitación! ¡Investiguen el estado de Gibbet! ¡Jeanne y Deus Ex


Machina, vayan a buscar a algún otro lado! ¡Los dos son mejores cubriendo terreno!”

“No tengo objeciones, miss. Somos al menos el doble de rápidos que ustedes
gamberros, después de todo.”

“Oh my, preciosa hija mía. ¿Ignorándome?”

“¡Tú y el Káiser, vayan a buscar también! ¡Y antes de eso, ambos necesitan armarse de
algo de determinación! ¡Especialmente tú, Vlad, holgazán! ¡Pareces bastante conforme con
solo sentarte ahí y no hacer nada!”

Vlad de malos modos se enfadó al recibir sus órdenes e insultos en el mismo aliento. Como
siempre, su expresión era extrañamente inocente. Acarició su barbilla y cruzó sus piernas
en el aire.

“Hmm, dado que ustedes son los que me asesinaron, diría que estoy contribuyendo
más que mi parte. También, dado que muy literalmente estoy muerto, quizás ‘holgazán’ no
es el insulto más amable que podrías haber escogido… Oh, ya veo—están eligiendo dar el
oído sordo a mis quejas. Ah bien, supongo que puedo ayudarlos con su investigación.”

50 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Ninguno de los presentes le estaba poniendo atención a sus quejas; todos se habían ido.
Protesta escrita en su rostro, Vlad flotó tras Jeanne. El Káiser, por otro lado, parecía pensar
que no era nada de su incumbencia. Resopló, luego desapareció. Separándose de los
otros, el grupo de Kaito fue por las escaleras al segundo.

Kaito, Hina, y Elisabeth fueron a toda prisa por el opresivo castillo en la cima de un
peñasco. Sus pasos hacían eco por el pasillo. Justo antes de llegar a las escaleras, sin
embargo, los tres se detuvieron de golpe.

“…Es obra suya, sin duda.”

“Sí…”

Ante ellos estaba una armadura manchada de sangre. Se parecía a las armaduras móviles
instaladas por el castillo, pero apenas observando desde debajo de las oxidadas manchas
de sangre en su pecho estaba un blasón muy blanco.

Elisabeth soltó un murmullo, su voz teñida de lástima.

“Hola, paladín transmutado.”

“Uorrrgh, uorrr… Gah, graaaaaaaaaaaaaaaah… Blagh, blegh, blargh— ”

Kaito y las otras no habían hecho nada aún. Pero a pesar de ese hecho, la sangre salió a
chorros a la fuerza de las aperturas en el yelmo del paladín. Parecía que toda la sangre
manchando su armadura plateada había venido de su propia boca.

Al echar un vistazo a los ojos del hombre a través de los agujeros para los ojos de su yelmo,
Kaito se quedó sin aliento. El ojo izquierdo del hombre se había quebrado, y varias
cavidades rosadas estaban colgando de su cuello y palpitando. Parecía que alguna clase de
extraña planta parasitaria estaba creciendo fuera de él. Pero la verdad era aún más
repugnante. Las cavidades estaban hechas de la propia carne hinchada del hombre.

“Uorrr… Ah, ah, ¡ahhhhhhhhhhhhhhhhh!”

Con un grito, el paladín levantó su arma. Normalmente usaban espadas, pero la suya había
sido reemplazada con un hacha de guerra rudimentaria. Parecía demasiada pesada para
que un paladín normal la usara correctamente.

Antes de cargar hacia ellos, el paladín mantuvo su hacha de batalla directamente hacia
Kaito y las otras dos. Incluso en su estado actual, todavía se estaba asegurando de
presentar respeto a sus oponentes.

“¡…!”

51 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito involuntariamente mordió su labio. Normalmente, ese era un gesto que uno realizaría
con una espada. Quizás debido a la confusión surgiendo de su hambre por dolor, el paladín
creía firmemente que estaba sosteniendo una espada. Era, en una palabra, lamentable.

“Amo Kaito…”

“Sí, no se puede salvar.”

Incluso si lo dejaban vivo, no había manera de salvar a personas que habían sufrido
transformaciones como esa. Kaito levantó su brazo, y Hina preparó su alabarda. Pero una
voz fría habló primero, burlándose del hecho de que habían vacilado incluso por un
segundo.

“Gavel*.”

[Nt: Martillo.]

¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOONG!

Un solemne ruido como de campana resonó. Una masa de pétalos de flor carmesí se reunió
magníficamente por el aire.

Un enorme martillo de hierro se balanceó hacia abajo desde el vacío aire, el mismo aire
temblando mientras caía. El paladín transformado fue aplastado, armadura y demás. La
cabeza del martillo estaba cubierta de espinas de aspecto brutal, haciendo que se pareciera
a un ablandador de carne mientras aplanaba al hombre de la cabeza hacia abajo.

Una mano invisible levantó el corto mango del Gavel. Un inquietante ruido pegajoso la
acompañó.

Líneas carmesí se estiraron hacia arriba, luego se rompieron. Debajo del martillo, placas de
hierro y carne humana estaban aplanadas todas en uno. Era un espectáculo tan alejado de
la forma original del hombre que la acción parecía retroactivamente menos cruel.

“Hmph.”

Elisabeth chasqueó sus dedos. El martillo de hierro se transformó en una nube de pétalos,
luego se desvaneció. Todo lo que quedó fue una horrible e ininteligible pila. Hizo un ruido de
chapoteo mientras Elisabeth lo pisoteaba al pasar.

Subiendo las escaleras, soltó un bajo murmullo.

“Rápido.”

“…Entendido.”

52 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

No dijo más que una sola palabra, y la respuesta de Kaito fue concisa de manera similar.
Después de pisotear el lamentable cadáver esparcido ante la escalera, los tres reanudaron
su carrera. En su camino, encontraron dos paladines transmutados y los eliminaron igual de
rápido.

Después de deshacerse de todos en su camino, los tres entonces corrieron por el corredor
donde ventanas altas proyectaban diseños ominosos sobre el suelo.

Finalmente, la habitación de Elisabeth entró a la vista. Kaito sintió un escalofrío correr por
su cuerpo mientras corría. Una escena terrible seguramente les aguardaba ahí, ya que la
puerta estaba bien abierta y el suelo alrededor de ella estaba cubierto de sangre.

“¡Butcher!”

“¡Mr. Butcher!”

Mientras Kaito y Hina gritaban, Elisabeth entró a la habitación sin decir nada.

Lo que los saludó fue un silencio arrollador.

***

Era tranquilo en la habitación. Tranquilo y quieto.

Desde que un demonio había entrado, el postigo de listones de la ventana se había


quedado roto. Una luz tenue caía sobre el suelo vacío. Los lugares en los que la simple
pero fina cama y cómoda habían estado una vez ahora carecían de muebles. Habían sido
atrapadas en la pelea de Elisabeth con el Butcher y terminaron destruidas.

La única cosa que quedaba era el mapa atestado de cuchillos en el muro. Eso y la alta y
estrecha jaula de metal colgando del techo—el Gibbet, uno de los dispositivos de tortura
convocados de Elisabeth.

Kaito alzó su vista a la jaula de hierro en silencio. Estaba vacía. El Butcher no se


encontraba en ninguna parte.

“Elisabeth…”

“…Hmm.”

Elisabeth chasqueó sus dedos. Su cadena repiqueteo, y la jaula aterrizó en el suelo.

La primera cosa que hizo fue deliberadamente inspeccionar la puerta de la jaula. Kaito
observó su trabajo desde el costado. Después de pasar sus dedos por las marcas de
rasguños en la cerradura y confirmar su dirección y forma, asintió con la cabeza.

53 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Estas marcas vinieron desde adentro. Parecería que el Butcher abrió la jaula por su cuenta,
luego huyó.”

“¿Estás diciendo que él no fue sacado por la fuerza? ¿Podría Mr. Butcher estar bien,
entonces?”

“No, imposible… Algo definitivamente pasó después de que escapó.”

Kaito se dio la vuelta para mirar hacia la entrada de la habitación. Gotas de sangre estaban
esparcidas junto a la entrada. Y no sólo hubo horribles paladines merodeando el terreno del
castillo, hubo un trozo de tela negra flotando en la piscina de sangre en el primer piso.

No había manera de que el Butcher estuviera ileso. Elisabeth suspiró, como si coincidiera
con los miedos de Kaito.

“Probablemente puedo suponer lo que pasó. Después de escapar de la jaula, tuvo la pobre
fortuna de encontrarse con esos paladines. Probablemente trajeron un número justo de
hombres aquí con la intención de capturar en mi regreso de la tumba subterránea. Sin
dudas había sacerdotes entre ellos para activar mis grilletes, también. Después de capturar
al Butcher, sin embargo, regresaron a su cuartel general. Eso nos da nuestra razón del por
qué ninguno de los que nos enfrentamos estaba en condición de pelear.”

Al escuchar la hipótesis de Elisabeth, Kaito asintió. Era verdad que todos los paladines que
se habían encontrado ya habían estado medio muertos. El personal reunido había sido
demasiado incompleto para llevar a cabo alguna clase de purga apropiada. Parecía
probable que los dejados atrás eran aquellos que habían tenido una pobre afinidad para la
carne de demonio y estaban al borde de la muerte.

Aunque no estaban tan seguros de ello como Jeanne, la Iglesia probablemente


estaba buscando al Apóstol, también… Así que tiene sentido que se llevaran al Butcher con
ellos a su cuartel general.

“¿Quieres decir que Mr. Butcher ha sido capturado? La Iglesia está… ¿Oh?”

“¿Qué pasa, Hina?”

“Mi amado Amo Kaito, mi querida Lady Elisabeth, ¿qué podría ser eso?”

Olvidándose de lo preocupada que estaba, Hina sonaba atónita. Kaito y Elisabeth se giraron
hacia donde estaba señalando. Algo había sido colocado en el punto ciego de la habitación,
colocado para que el Gibbet atrajera la atención de uno en su lugar.

Al verlo, los dos entrecerraron los ojos a la vez.

“Eso es…”

54 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Tenía una presencia preeminente, lo cual hacía del hecho de que había evadido su atención
durante tanto tiempo aún más extraño. Una vez que lo vieron por primera vez, sin embargo,
a partir de ahí era imposible de ignorar.

Colocado en el suelo estaba un enorme trozo de carne con hueso. Era tan impresionante,
prácticamente merecía una fanfarria.

“Es carne.”

“Yup, eso es carne.”

“Es carne, ¿no?”

A su pesar, los tres dijeron lo obvio. Los paladines se habían hundido en la locura, así que
tenía sentido que la hubieran ignorado. Pero su sola presencia era tal que Kaito y las otras
no podían evitar comentar sobre ella.

Los tres cuidadosamente se acercaron a la carne. Entre más de cerca la miraban, más
extraña su semblante parecía ser. Kaito y Elisabeth intercambiaron una mirada, entonces
comenzaron a darse codazos en el costado.

“Adelante, entonces, Kaito. Eres el que tiene esposa, ¿así que por qué no le muestras cuán
varonil eres, eh?”

“Oh, no, no, no soñaría con rechazar la oportunidad de ver a mi ama mundialmente famosa
en acción.”

“Permítanme, entonces. ¡Como su intrépida maid, avanzaré e investigaré la carne! ¡Voy!”

““No, no, no, no, no, no, no.””

Kaito y Elisabeth se estiraron, determinados a no endilgarle la tarea a Hina. Por pura


coincidencia, los dedos de Kaito llegaron más rápido. Le chasqueó la lengua a Kaito
mientras levantaba la carne.

Entonces algo sobre la sensación de agarrar el hueso le dio una pausa.

“¿Hmm? ¿Está…flojo? Quizás… ¡Rrrrrrrrrrrr, rah!”

“¡Rayos!”

Con un fuerte pop, Elisabeth liberó el hueso de un tirón de la carne. Cuando lo hizo, algo
cayó desde dentro y chasqueó contra el suelo. Lo recogió y mantuvo delante de sus ojos.
Era un trozo de metal, retorcido en una forma intrincada. Aunque estaba cubierto de grasa,
todavía brillaba. Después de considerar su diseño, Elisabeth ladeó su cabeza al costado.

“¿Alguna clase de llave, quizás?”

55 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Sí, y hay algo al costado, ¿verdad? Mira—ahí.”

Elisabeth le dio lo vuelta a la llave como Kaito le había indicado. Una de sus cejas se
levantó violentamente.

Las palabras Amado dragón no. 2 estaban gravadas en su superficie metálica sucia.

“Eso es…”

“Palabras familiares, ciertamente.”

Kaito y las otras comenzaron a susurrar entre ellos. Lo que sea que fuera, probablemente
tenía algo que ver con los dragones que el Butcher guardaba. Y las llaves eran, por
naturaleza, diseñadas para abrir cosas. Mientras consideraba esos hechos, Kaito recordó
algo más también.

Oh sí, Elisabeth sabe dónde vive el Butcher.

Elisabeth había enviado a Hina en un encargo allí una vez, y en otra ocasión había llevado
golems y espíritus de hielo allí como un regalo. El Butcher tenía muchos clientes, no
obstante, la mayoría de los cuales probablemente los había elegido por su falta de
conocimiento respecto al Apóstol. De ellos, sin embargo, la cantidad que sabía dónde vivía
era probablemente bastante pequeña.

De hecho, Elisabeth podría ser la única.

Elisabeth arrojó la llave al aire. Antes de que pudiera caer, la agarró de nuevo.

“Después de que nos reagrupemos con Jeanne y los otros, nos vamos al círculo de
teletransportación. Nos vamos a la residencia del Butcher.”

“Entendido.”

“Sí, ma’am.”

Kaito y Hina asintieron. Sin otra palabra, Kaito comenzó a reflexionar.

El Butcher definitivamente había dejado la llave ahí a propósito. Era imposible saber si sus
intenciones habían sido benévolas o maliciosas. Aun así, sin embargo, Kaito quería creer.

Tal vez esto nos dejará cambiar algo.

Kaito no pudo evitar desearlo mientras recordaba al Butcher y la manera contenta en la cual
contaba sus cuentos fantásticos.

***

56 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

La residencia del Butcher era hogar de ninguna pequeña porción de peligro.


Específicamente, estaba en el profundo corazón de un vasto, oscuro y remoto bosque.
Nadie se atrevía a cosechar sus raras hierbas y minerales, y el asentamiento humano más
cercano estaba al otro lado de una montaña. Gracias a eso, el bosque había sido capaz de
evadir la explotación humana. Como consecuencia, los monstruos y las plantas comen
humanos prosperaron dentro de sus confines. Había pasado mucho tiempo desde que se
había convertido en un lugar al que ningún humano se atrevía a pisar.

Sin embargo, todos en su grupo, en cierto sentido, habían trascendido la humanidad.

¡Kreeeeeeeeeeeeeeee! Kree—

Un extraño ruido salió mientras una maraña de hiedra intentó dar un mordisco a la cabeza
de Elisabeth, pero la partió en dos con sus propias manos. Mientras lanzaba la hiedra a un
lado, Elisabeth suspiró.

“Hmm, ningunas de ellas presenta mucha amenaza, pero hace desagradable caminar.
Habría sido mucho más conveniente si sólo pudiéramos haber saltado ahí directamente.”

“Está configurado para que puedas sólo teletransportarte hasta la entrada del bosque. Fue
así cuando vine aquí, también.”

“Huh. Me pregunto si el Butcher lo configuró de esa manera como preparación para cuando
todos descubriéramos su secreto.”

La voz de Kaito era suave. “No, sospecho que simplemente no estaba pensando en
absoluto,” Elisabeth gimió en respuesta. Junto a ellos, Hina gritó, “¡No te atrevas a acercarte
a ellos, patán insolente!” a una polilla venenosa mientras la atajaba por la mitad.

Liderando el grupo estaba Deus Ex Machina, que había regresado a ser un titán de acero y
actualmente estaba pisoteando algunas plantas aullantes. Las cadenas en las muñecas de
Jeanne tintineaban mientras la seguía con gracia. Vlad iba a la deriva suavemente detrás.

Todos marchaban en silencio, sólo los ruidos de gyaaahs y arrrghs de sus potenciales
cazadores se escuchaban. Con el tiempo, sin embargo, llegaron a un claro y se detuvieron.

Un adornado refugio destacaba ante ellos. Era tan impresionante, prácticamente merecía
una fanfarria.

“……………………………Es una seta.”

“Parecería ser una seta, sí.”

“Sí, y una seta venenosa, además.”

57 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Hmm? Pues, ¿dónde está la carne? Debo decir, abandonar el sentido de cohesión
me parece un crimen contra la estética.”

Kaito estaba espantado, Hina simplemente asintió, Elisabeth estaba exasperada, y Vlad
presentó una queja característicamente obtusa.

De pie ante ellos estaba una casa completamente redonda. Su techo rojo era la misma
imagen del capuchón de una seta, e incluso estaba manchada de blanco. Estaba
abundantemente claro de que el edificio estaba modelado en base a una seta—más
específicamente, una seta venenosa.

Y en lo bajo del tallo estaba una adorable puerta pequeña circular.

Kaito agarró su picaporte y tiró. Sin embargo, la puerta se negó a ceder. Debe haber sido
bloqueada. Elisabeth lo motivó a hacerse a un lado, entonces levantó una de sus bien
formadas piernas en el aire y soltó un grito casual.

“¡Hi-yah!”

“¡Vaya, buen trabajo!”

Elisabeth había soltado una patada circular magníficamente atrevida. La puerta se hizo
añicos. Dentro, sin embargo, nada parecía particularmente malo. Aunque era verdad que la
enorme tabla de cortar, los clasificados cuchillos, la sierra a manual, y los diversos ganchos
hacían que la casa pareciera mucho más peligrosa que la del mercader promedio, dada la
basta selección de carnes con las que el Butcher traficaba, todo caía dentro de expectativas
razonables. Sospechando que la habitación tenía más para esconder, Kaito y los otros se
pusieron a trabajar buscando.

Sólo Vlad se quedó quieto, todavía flotando en el aire. Kaito se dio la vuelta para presentar
una queja.

“Vlad, venga. Sé que no puedes tocar nada, pero al menos podrías intentar ayudar.”

“Me temo que no puedo, mi querido sucesor. Estoy bastante absorto, ya ves,
intentando descifrar por qué el área alrededor de estos estantes es el único lugar libre de
polvo.”

“…Huh.”

“Ya veo. Supongo que el muertito no es un holgazán después de todo.”

Vlad sonrió, y Jeanne llamó a Deus Ex Machina. Movió a un lado los estantes con gran
facilidad. Una puesta secreta estaba instalada debajo de ellos. Cuando la abrieron,
descubrieron una escalera que llevaba al subterráneo.

58 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Sintiendo incertidumbre, el grupo descendió. En la parte de abajo, descubrieron lo que una


vez había sido un lago subterráneo ahora siendo usado como un depósito.

Una vasta cantidad de cobertizos de piedra estaban alineados sobre la tierra seca. A pesar
de la ausencia de su amo, los golems y espíritus de hielo estaban gestionando
diligentemente la carne dentro.

No había nada extraño sobre eso, tampoco. Y ciertamente no parecía haber nada
relacionado con la Santa ahí dentro.

Da la impresión de que las cosas terribles que aprendimos eran solo un mal sueño o
algo.

Mientras las dudas comenzaban a invadir la mente de Kaito, sin embargo, Hina comenzó a
balancear su mano y gritar.

“¡Amo Kaitooo! ¡Hay otro conjunto de escaleras que lleva hacia arriba por aquí!”

Aparentemente, había encontrado un conjunto de escaleras diferentes a las que había


acabado de pasar. Pero dado que no habían encontrado nada hasta ahora, las expectativas
del grupo mientras ascendían eran bajas. Al abrir la puerta de madera en la cima, vieron
una tenue luz desbordándose.

Kaito asomó su cabeza por el portal. Estaban rodeados de árboles. Probablemente era un
jardín trasero de algún tipo.

“¡Hey, por ahí!”

Entonces en medio de la deslumbrante luz y los vívidos tonos de verde, Kaito lo vio.

***

“¡Ahhhhhh! ¡Ahhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Me voy a caeeeeeeerrr!”

“¡No te preocupes, Amo Kaito! ¡Tengo tu mano agarrada con fuerza! ¡Incluso si cada
engranaje en mi cuerpo se detiene, nunca te soltaré! ¿O sería mejor si simplemente
cambiamos lugares?”

“¡Nope, eso no servirá! ¡Si pensamos en ello racionalmente, es igual de probable que caiga
desde ahí, así que funciona mejor para ambos que sigas apoyando de esta manera, pero
eso no cambia el hecho de que da demasiado mieeeeeedo!”

“¡Verte tan asustado es tan desgarradoramente liiiiiiiiiiiiindo!”

Un extraño grito brotó de Hina. Habían estado en muchas situaciones estresantes


recientemente, debe haberse roto finalmente. Mientras se balanceaba y retorcía, las piernas
de Kaito prácticamente fueron dejadas flotando en medio del aire.

59 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Además, las dos delgadas alas negras junto a él estaban batiendo ferozmente por el aire.
Cada vez que lo hacían, Kaito tenía que gastar maná para mantener su estamina y evitar
ser enviado a volar.

Debajo de él, el bosque se extendía en todas direcciones. Los árboles detrás de él se


desvanecían en el mar de verde a medida que se esfumaban en la distancia.

Actualmente, Kaito y los otros estaban montando un majestuoso dragón rojo.

Al dejar la casa del Butcher detrás de ellos, habían partido a los cielos.

Todo había comenzado unas horas antes. Cuando habían entrado al jardín trasero del
Butcher, se habían encontrado con tres dragones. El primero era un dragón de acero que
anteriormente había llevado a Hina a la Capital. El segundo había sido uno femenino con
cuatro alas y un grande y delgado cuerpo carmesí. Según Jeanne, era llamado un “dragón
rojo.”

En el momento en que habían usado su llave para abrir su collar, había comenzado a batir
sus alas violentamente.

No se les había concedido un momento de duda. Jeanne, quién pareció haber esperado
este desarrollo, había montado elegantemente la montura del dragón. Elisabeth fue
después y se recostó sobre la espalda del dragón. Y yendo a la retaguardia había estado
Hina, quién había agarrado al sorprendido Kaito del brazo y saltó a bordo última.

Naturalmente, el cuerpo de un dragón rojo era afilado en la parte de atrás. En otras


palabras, básicamente no había lugar viable para sentarse cerca de su trasero. Como
resultado, Kaito había estado gimiendo todo el tiempo desde entonces.

Un grito exasperado vino de Elisabeth, cerca al frente.

“¡Suficiente de tu lloriqueo, Kaito! ¡Eres inmortal! ¡Incluso si caes, seguro vas a sobrevivir!”

“¡Diablos no, no caeré en eso! ¡Sé perfectamente bien que la pérdida suficiente de sangre
hará que mi alma se desvanezca! ¡Estoy muy asustado por aquí, y las sacudidas no
ayudan!”

60 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

61 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Tu lloriqueo realmente se está volviendo irritante, mister. ¿Por qué no haces como un
cadáver y cierras la puta boca?”

“Estás sentada en la silla; ¡no estás en posición de hablar!”

Kaito no escatimó esfuerzos en hacer saber sus objeciones. Los flequillos rubios miel de
Jeanne se agitaron mientras fingía ignorancia.

Deus Ex Machina ya no estaba a su lado. Estaba mal equipado para vuelos largos, así que
lo había desechado temporalmente. Vlad, quién estaba volando junto a Kaito, dio una ligera
risita.

“Bueno, bueno, bueno, mi querido sucesor, parece que te estás acostumbrando a


los cielos. ¿Y eso no es lo que realmente importa aquí?”

“¡Cállate! …Pero, uh, supongo que ya no es tan malo…”

Todavía temblando, Kaito le dio un vistazo al suelo debajo.

El bosque parecía una vasta franja verde vibrante. Gente bestia, demi-humanos,
humanos—era imposible decir sobre el territorio de quién estaban. Mirando hacia abajo
desde el cielo, sintió que los derechos de propiedad de terreno parecían casi baladís e
insignificantes.

El cuerpo de la dragona roja zigzagueaba de un lado al otro mientras continuaba su vuelo.


No estaba claro dónde era su destino, pero claramente parecía tener uno en mente. Su
velocidad era estable, y no mostraba señales de estar perdida.

Entonces el paisaje debajo de ellos comenzó a cambiar. El bosque llegó a su fin y fue
reemplazado por una serie de casa y edificios que se veían tan pequeños como juguetes.
Luego esos, también, fueron reemplazados con un desierto arenoso amarrillo. Mientras
miraba a la distancia, Kaito se atragantó con su aliento.

Lejos, podía ver un enorme cuerpo de agua, resplandeciente tan radiantemente como si
tuviera fragmentos de vidrio rociados encima.

“Tienes que estar bromeando. ¿Vamos a cruzar el océano?”

“A este ritmo, parece que tiene la intención de dejar el continente.”

Elisabeth se reacomodó en el asiento. Su voz llevó un entendible toque de tensión.

En algún momento, el aire había asumido una calidad diferente. Anteriormente había sido
seco y reseco, pero ahora estaba lleno de humedad y el aroma al mar.

62 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

El océano se estaba acercando más rápido de lo que podían parpadear. Entonces la


dragona roja se elevó sobre el brillante mar.

Una ráfaga de viento con un olor notablemente a pescado lamió sus mejillas. Una bandada
de aves marinas soltó gritos alarmados, luego se echaron al vuelo. Una línea de veleros
blancos corrió por encima de las olas.

En ese momento, el sol comenzó a hundirse debajo de la línea del horizonte. Las aguas
ardían de un rojo intenso.

La luz era el tono de una fruta madura, y se quemó en las retinas de Kaito. La
majestuosidad y esplendor de todo se hizo con sus ojos y alma. Era un paisaje que nunca
había tenido la oportunidad de ver en la vida cerrada que había vivido antes.

Aunque estaba ansioso en respecto a la naturaleza del destino de la dragona roja, una ola
de entusiasmo no característica corría por él.

Montar un dragón por los cielos, huh… ¡Hombre, solo mira cuán lejos he llegado!

“Hmm. Admitiré no saber por qué lo sé, mi querido sucesor, pero creo que tengo una
noción de a dónde va esta dragona.”

“E-Espera, ¿en serio, Vlad? ¿Entonces a dónde—? ¡Ahhhh!”

Al escuchar la afirmación de Vlad, Kaito había girado su cabeza a un costado con fuerza.

En el momento en que lo hizo, sin embargo, la dragona roja había entrado de cabeza a una
nube. Su visión le fue arrebatada, Kaito soltó otro aullido, ante el cual una voz emocional
gritó, “¡Amo Kaito, eres tan liiiiiiiiiiiiiiiindo!” Más allá del blanco pálido de la nube, Vlad en voz
baja murmuró su respuesta.

“El Fin del Mundo, con toda probabilidad.”

En ese momento, Kaito recordó algo que había escuchado una vez.

Es un pequeño cuento de hadas sin sentido, y uno que ha durado mucho, mucho
tiempo.

Después de primero subirse a la espalda de una dragona roja, parecía que ahora se dirigían
a una tierra sacada de una historia.

63 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

64 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

4: El Fin del Mundo


Alguien una vez dijo que el mundo no tiene fin. El mundo es redondo, afirmó, y como tal no
tiene final.

Alguien una vez dijo que el mundo tiene un fin. Es como una cascada, afirmó, una que se
traga todo lo posible.

Alguien una vez dijo que el mundo tiene un fin. Porque Dios creó ese lugar, afirmó, y lo
designó “el Fin del Mundo.”

¿El mundo, de hecho, era redondo? ¿Todos los océanos estaban conectados? ¿O no había
nada más que una cascada al borde y un abismo que se tragaba todo lo posible? Hasta
este día, la verdad aún es desconocida.

Después de todo, nadie realmente emprendió el periplo de descubrirlo por sí mismo. Aun
así, sin embargo, una de las tres afirmaciones puede actualmente ser sostenida como
definitivamente cierta. Se dice que es un lugar puro, uno creado de nieve y agua, viento y
maná.

Y es un lugar al que sólo aquellos poseedores de su locación eran capaces de alcanzar.

“‘Aunque uno fuera a recorrer toda la tierra,’ se dice. Siendo un mango, por supuesto
que había escuchado de él, pero pensar que mientras vivo y respiro… Bueno, no, supongo
que estoy muerto ahora. ¡En todo caso, nunca soñé que realmente sería capaz de llegar a
él! Pero, ahora que estoy de pie con mis dos pies…o para ser más precisos, ¡debería decir
que floto! Pero en todo caso, es bastante emotivo.”

“Esas son muchas correcciones las que estás haciendo. ¿Estás bien?”

“¡Ha-ha-ha. tan satisfecho como se puede estar!”

Tranquilamente ignorando la mirada fría de su amada hija, Vlad dio una risa afable.

Con gracia adecuada a su porte noble, Vlad le dio una mirada extensa al paisaje de nieve
ante ellos. El suelo estaba congelado y duro, y ninguna cantidad de excavación encontraría
tierra. Toda la región estaba hecha de hielo rico en maná. Por eso, todo hasta donde el ojo
podía ver era azul y brillaba débilmente. Los copos de nieve eran lo suficientemente
grandes para distinguir sus formas individuales, y se amontonaban como pequeñas
artesanías. Sobre ellos, el cielo era lechoso y blanco. Extrañamente, también estaba
cubierto de un brillo de arcoíris similar al óleo, aunque eso no parecía pertenecer a las
nubes, el sol, o las estrellas.

El cielo simplemente estaba vacío. Era como si una tapa gigante estuviera situada sobre
sus cabezas. Por consiguiente, era difícil si era de noche o de día. En cierto sentido, se

65 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

parecía al mundo de los demonios. Sin embargo, el mundo no estaba manchado como lo
había estado en ese lugar. El aire era aterradoramente limpio y puro, y la atmósfera estaba
brillando.

Era hermoso, casi milagrosamente. Pero al mismo tiempo, no había nada ahí.

Solo había absoluto vacío.

Era como un recipiente vacío, con toda la desolada soledad de todo habiendo terminado y
la tenue esperanza de que algo nuevo comenzaría.

Era un lugar verdaderamente merecedor del nombre “el Fin del Mundo.”

Y en esa tierra legendaria, Kaito Sena actualmente se estaba congelando.

***

“¡T-Tengo ta-tanto frí-frío! ¡Frío, frío, frío, frío, frí-frí-frí-frí-frío!”

“¡Por favor, Amo Kaito, recobre la compostura! ¡Oh, sí sólo mi área superficial fuera cien
veces más grande!”

“Hmm, tengo la impresión de que acabo de ver a Kaito siendo fatalmente aplastado.”

A pesar de estar envuelto en el fuerte abrazo de Hina, Kaito estaba tiritando.

Durante el último rato, Hina había estado de modo loable intentando calentarlo con su
propio cuerpo. Justo como había dicho, sin embargo, carecía del área superficial para
cubrirlo completamente. Aparte de su rostro, el cual estaba enterrado en su abundante
pecho, Kaito estaba sufriendo una derrota total a manos del frío. Mientras observaba su
semblante congelado, Elisabeth asintió con la cabeza.

“Es verdad, sin embargo. La temperatura es tal que ningún humano la soportaría
desprevenido.”

“El Fin del Mundo es un lugar de pureza. En otras palabras, este no es lugar para
criaturas respetables que intentan sobrevivir.”

“¡¿Có-có-cómo diablos ustedes dos no tienen frío con esos ri-ri-ridículos trajes?!”

Kaito no pudo evitar gritar. Elisabeth y Jeanne, en contra de lo que habían acabado de
decir, parecían estar perfectamente bien.

Vlad era un fantasma, y Hina era una autómata. Tenía sentido que los dos no sintieran el
frío. Pero el hecho de que Elisabeth y Jeanne parecían no afectadas también no tenía
sentido.

66 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Después de todo, la cantidad de tela conformando los vestidos de bondage de las Torture
Princess apenas siquiera llegaba al nivel de “escasa.”

“Permíteme plantearte una pregunta, mister. ¿Por qué algún mago debería quejarse
sobre el frío en una tierra tan rica en maná como esta? ¡¿Qué, crees que clasificas como
‘respetable’?! ¡Eres como alguna clase de pervertido masoquista que posee ropa,
pero camina por ahí desnudo de todas maneras!”

“Es justo como Jeanne dice. Usar tu maná mejor te serviría bien. ¿Estás listo? Mantén la
sensación de un fuego encendido dentro del agujero de tu estómago. Entonces forma una
capa de calor en el aire alrededor… Espera, no. Alto. Estabas al borde de la inmolación,
¿no?”

“¡S-S-Sí, así es, c-c-casi me prendo fuego! ¡Soy malo con esas c-c-cosas mágicas
complicadas, okay, y tengo frío!”

Mientras humo chisporroteaba desde la cima de su cabeza, Kaito siguió temblando.

Entonces Vlad se dio la vuelta, aparentemente ya se había aburrido de observar el


escenario. Sacudió su cabeza con exasperación.

“¿Supongo que tienes la intención de separarte, entonces, mi querido sucesor? Es


una lamentable manera de morir, sin duda, pero es lo que es. Las separaciones siempre
son repentinas y siempre tristes. Sin importar lo cómico que pueda ser un adiós, quizás eso,
también, le da un significado más profundo.”

“Escucha con atención. Cuando muera, aplastaré tu estúpida joya mientras lo hago, aunque
sea lo último que haga.”

Kaito envió una mirada asesina a Vlad a través de sus escalofríos. No estaba claro qué
encontró tan gracioso, pero Vlad respondió con una risa alegre.

Aunque estaba exasperada, Elisabeth le dio a Kaito una palmada firme en el hombro.

“Cálmate, ya. Me atrevo a decir que no estás en riesgo de realmente congelarte.”

“Qui—Qui—Quiero decir, ti-ti-tienes razón, pero tengo la impresión de que todavía sería un
problema si de-de-dejo de ser capaz de mo-mo-moverme.”

Elisabeth tenía un punto. El alma de Kaito actualmente residía dentro de un homúnculo.

Mientras no sufriera intencionalmente una pérdida de sangre severa, su cuerpo era inmortal.
De hecho, si fuera un humano normal, habría sucumbido ya a la hipotermia y muerto. Pero
si la sangre de Elisabeth corriendo por sus venas se fuera a congelar, también lo harían sus
funciones motrices. Y dada su situación actual, no estaba particularmente ansioso por
pedirle a alguien que lo arrastre como un pisapapeles.

67 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Hina apretó sus puños con determinación. Su rostro lleno de resolución, se agarró de su
uniforme de maid.

“¡Ahora lo entiendo! ¡Ahora que se ha llegado a esto, sólo tenemos una opción restante!
¡Como su esposa, encontraré extremo, extremo placer en quitar mi ropa y presionarme
contra mi precioso esposo para calentarlo mejor!”

“Tranquilízate, Hina. Es verdad que replicas el calor corporal de un humano a pesar de ser
una autómata. Pero desnudarte y aferrarte a él cambiará poco. También, intenta esconder
tus motivos ocultos un poco más completamente. Prométeme eso, al menos… En todo
caso, la dragona roja parece haberse dejado de mover. No tenemos nada que usar como
guía, y Kaito está a punto de congelarse.”

“No me-me-me gusta a dón-dón-dónde va esto.”

“El asunto ahora se convierte en: ‘¿qué hacer?’”

Elisabeth cruzó sus brazos e hizo un Hmm. Entonces miró de golpe al costado.

La dragona roja estaba tendida sobre su vientre ahí, aparentemente inalterada por el frío.
Desde que habían llegado al Fin del Mundo, de repente se había dejado de mover. En
cambio, estaba quedándose dormida, como si hubiera llegado a casa por primera vez en un
largo tiempo.

Al escuchar lo que Elisabeth tenía para decir, Jeanne se encogió de hombros.

“Una buena pregunta. Dejar que el patético mister se congele no nos hará exactamente
ningún bien. Sin embargo, caminar por ahí aleatoriamente sería estúpido. Necesitamos
evitar gastar nuestra estamina. Nuestra mejor opción es esperar buenas noticias de mis
niños. Si las cosas van bien, nos dará la dirección para nuestro siguiente rumbo, también. Y
si no, bueno, podemos solo rendirnos y dejarlo morir.”

“Mi-Mi-Mierda, eso es duro.”

Lamentó Kaito, su rostro pálido. Sin embargo, no tenía objeciones específicas a la


propuesta de Jeanne.

Después de que Deus Ex Machina se había vuelto materializado, se había divido y


comenzó a explorar. Según las órdenes de Jeanne, sus cuatro partes habían salido a
inspeccionar la vasta tierra inexplorada. Esperar a que las cuatro regresen era la mejor
opción que tenían disponible para ellos.

Después de todo, básicamente no hay nada que usar como un punto de referencia
aquí. Si comenzamos a caminar, las posibilidades son que terminemos solo yendo en
círculos. Dado que el Butcher nos invitó aquí, debería haber algo que podamos inspeccionar
antes de que nos congelemos, pero…

68 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

A pesar de su frenesí de ideas, Kaito eligió poner su confianza en las cuatro máquinas. En
otras palabras, la única cosa que había por hacer era esperar.

Pasaron el siguiente rato corto en silencio.

Emparedado entre el cielo luminiscente y la tierra, incluso la sensación del paso del tiempo
de Kaito se evaporó. Dado el hecho de que fue capaz de exitosamente soportarlo, el tiempo
que pasó esperando no podría haber sido más de unos cuantos minutos, pero para él se
sintió como una eternidad.

Entonces, con un sobresalto, miró hacia arriba. Podía escuchar el sonido de crujido de algo
raspando la tierra congelada.

Una masa deformada de plata se acercó desde la distancia, removiendo ligeramente el


hielo a medida que se movía. Bandersnatch, la bestia hecha de nada más que colmillos,
había regresado. Perforó agujeros en el hielo cuando se detuvo de golpe.

Sentada delante de su maestro con sus pies todos alineados juntos, Bandersnatch dejó que
su boca se abriera y cerrara. Aparentemente, estaba usando el traqueteo de sus colmillos
para dar su reporte de alguna manera. Jeanne respondió con un pequeño gesto teatral y
cubrió su boca con su mano.

“My, my, esto cae fuera de mis expectativas.”

“¿Q-Q-Q-Qué pasa, Jeanne? ¿Pa-Pa-Pasó algo?”

“Te alabaré por tener el coraje de hacer tu pregunta a pesar de que tus dientes tiritan hasta
sus raíces, mister, al menos. Escucha y estate asombrado. Bandersnatch encontró un
campamento de soldados de camino. ¿Quién habría pensado que alguien habría llegado
antes que nosotros al Fin del Mundo? Apenas y se siente real.”

“¿Qué? ¿Los matones de la Iglesia, entonces? Deben haber sacado algo del Butcher.”

“No es eso. La bandera que están ondeando no es la de la Iglesia. Reconozco el diseño,


pero…describirlo sería difícil. Dibújalo, si quieres.”

Bandersnatch asintió obedientemente a la orden de Jeanne. Con movimientos resueltos,


puso sus piernas de cuchilla a trabajar. Se veía a algo parecido a una máquina elaborando
datos de imagen. La plata pasó zumbando por el aire, tallando un delicado patrón fluido en
el suelo.

Las primeras cosas que dibujó fueron animales. Luego flores. Finalmente, el dibujo de un
ciervo blanco, un antiguo lobo, y un enorme halcón todo envuelto en un extravagante anillo
de flores estaba completo. Los ojos de Kaito se abrieron de golpe. Momentáneamente
olvidándose del frío, soltó un susurro perplejo.

69 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“El Forest King y los otros dos… Y espera, las flores en la cresta varían por miembro de la
familia real, y esa es específica de…”

“Sí, Amo Kaito, la recuerdo también.”

Todavía arrimada junto a él, Hina dio un asentimiento de cabeza obediente. Elisabeth
entrecerró sus ojos confundida.

Su tono serio, Kaito declaró la dueña de la bandera.

“Pertenece al ejército privado de Vyade Ula Forstlast, la tercera princesa imperial del Forest
King.”

***

Con eso, un nuevo misterio se presenta. Después de todo, Kaito y los otros actualmente
estaban en el Fin del Mundo.

Sin decirse exactamente dónde estaba, era imposible siquiera llegar aquí.

¿Así que por qué la gente bestia está aquí? ¿Y cuál es su meta?

Sin importar cuán duro se devanaba los sesos, sin embargo, Kaito no pudo pensar en
respuestas. Ni siquiera tenía información suficiente para pensar en una suposición
razonable.

Estrujó su rostro. Elisabeth respondió cruzando sus brazos e hinchando su pecho.

“Cuando pensar falla, todo lo que queda es actuar. Y de una manera u otra, necesitamos
descifrar la razón y objetivo de la gente bestia al venir al Fin del Mundo.”

“Ciertamente. Difícilmente podemos atribuirlo a la casualidad. Lo que nos deja con ninguna
opción más que descubrir por qué.”

“Sí…tienen razón. Supongo que deberíamos movernos, entonces.”

Jeanne interrumpió por el sí, y Kaito asintió también, Lo más probable era que la gente
bestia no eran sus enemigos. Kaito no pensaba en ellos como enemigos, en todo caso, y
eligió creer que se sentirían de la misma manera.

Y con eso, su curso se decidió.

Iban a ir directo al campamento de la gente bestia y hacer contacto con ellos.

Sin más demora, siguieron a Bandersnatch y partieron.

70 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras caminaban, pisaban copos de nieve. Pero justo después de partir, un problema
serio asomó su cabeza.

“E-E-Elisabeth, esto no es bu-bu-bueno.”

“¿Qué pasa? Ah. Creo que tengo el quid de ello, pero adelante y dilo de todos modos.”

“A-A-A este ritmo, voy a morir. O me-me-mejor dicho, congelar.”

“Hmm. Me temo que realmente no veo el problema, Podemos simplemente hervirte en agua
caliente luego, probablemente.”

“¿Qué cre-cre-crees que soy, gui-gui-guisantes congelados? No quiero ser una es-es-
estatua.”

Mientras estaban caminando, el calor corporal de Kaito se estaba disipando sin piedad. Por
un momento, la demente idea de meterse en el pelaje del Káiser pasó por su mente.
Después de todo, la única parte de su cuerpo que no estaba fría era su brazo izquierdo, el
cual había sido transformado en el de una bestia. Si se aferrara a la piel canina del Káiser,
estaba seguro de que lo calentaría. Pero el Káiser era un demonio orgulloso. Frotar su
suave pelaje sin duda encendería su ira. Y si vamos al caso, Kaito no estaba seguro de si
los demonios siquiera tenían calor corporal.

Muy bien, cerebro, vamos confirmarlo. Intentemos evitar hacer que nos muerdan por
la mitad.

Por un escaso margen volviendo a sus cabales, Kaito comenzó a pensar en una solución
más realista.

El plan terminó viniendo con intentar obtener tutelaje mágico de Elisabeth de nuevo.

Sin importar cuántas veces lo intentó, sin embargo, el éxito lo evitó.

“…De-De-De ninguna manera, ¿huh?”

“Hmm. ¿Cómo más dedicarme a enseñarte, me pregunto?”

Ya habiendo intentado varias explicaciones diferentes. Elisabeth golpeó un dedo contra su


frente. Pequeñas burbujas de humo estaban saliendo desde la cabeza de Kaito. Elizabeth
frunció el ceño mientras veía su lamentable apariencia.

“El problema parece yacer en el hecho de que la magia de termorregulación no usa dolor
como su apoyo. Para ti, eso hace de la sensación comparativamente difícil de entender.
Aun así, sin embargo, no sé cómo más explicarlo.”

“No te ri-ri-rindas ahora; tienes mi vi-vi-vida en tus ma-ma-manos.”

71 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“No te preocupes. Ya casi lo abandono.”

“¿Có-Có-Cómo diablos se su-su-supone que eso me ha-ha-haga sentir mejor?”

“¡Está bien, Amo Kaito! ¡Aunque ya no puedas moverte, me aseguraré de cargarte


diligentemente!”

“Hmm, transportar carga bajo nuestras circunstancias actuales parece bastante arriesgado.
¡Maldita sea, sin embargo! ¡¿Cómo puede ser que un hombre dio a luz a una espada por su
fuerza propia tenga una imaginación tan empobrecida?! Una. Vez. Más. Primero, tú—”

“¿Puedo, mi preciosa hija?”

“Lo siento, ¿la briqueta de carbón con delirios de grandeza tiene algo que decir?”

“Ha-ha-ha, tan rebelde como siempre. No te preocupes, sin embargo; soy un hombre
indulgente.”

La interrupción de Vlad se encontró con desdén no disimulado. Sin embargo, solo se rio de
su comentario sarcástico. Encontró su rostro llenó de estacas en respuesta, pero continuó
sin desalentarse.

“La razón por la que tus enseñanzas son tan inefectivas es porque están diseñadas
con una pupila sensata en mente. Si quieres enseñarle, entonces mejor reconsideras tus
métodos desde cero… Ahora bien, mi querido sucesor, quiero que liberes fuego y hielo
dentro de tu cuerpo al mismo tiempo. No intentes entender las sensaciones. En realidad,
libéralas. Y pon suficiente fuerza en ambas para matarte a ti mismo.”

“Espera, Vlad, ¿estás loco? Quiero decir, soy profundamente consciente de que estás loco,
pero eso es—”

“Cada una compensará la otra. Pero de las dos, tu talento con el fuego es más
grande, y la diferencia debería ser precisamente suficiente para calentar tu cuerpo.”

Kaito siguió las instrucciones de Vlad y cerró sus ojos. Concentró su mente, entonces
intentó incinerar y congelar sus entrañas. Su maná inmediatamente comenzó a fluir
libremente, como si toda la falta de respuesta hasta entonces no fuera nada más que un
recuerdo distante.

Oh hombre, esto es mucho más agradable.

Las dos energías contradictorias estaban chocando dentro del cuerpo de Kaito. No era sin
un grado de dolor, pero tampoco era capaz de tomar forma completamente sin ser sofocada
por la otra. Al final, el único efecto perdurable era la temperatura de su cuerpo exitosamente
elevándose.

72 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito lentamente abrió sus ojos. Entonces se giró hacia Vlad, quién estaba sonriendo
triunfantemente, y asintió con la cabeza.

“Sí, el frío es razonable ahora. Gracias, Vlad.”

“Pe-Pequeño… ¡Haz algo sobre esa naturaleza irreconciliablemente retorcida


tuyaaaaaaaaaa!

Elisabeth representó la imagen de un gato con sus pelos de punta mientras gritaba.
Mientras lo hacía, dirigió una espléndida patada circular a la espalda de Kaito.

El ataque mismo, por supuesto, no era diferente a su tratamiento usual. Su ubicación, por
otro lado, era todo menos usual.

Como resultado, el impacto de la patada hizo que Kaito perdiera su apoyo y se resbalara.

“¿Qu—?”

“¿Oh?”

El suelo congelado era casi carente de fricción. Y para agravar el infortunio de Kaito, el
suelo había comenzado a inclinarse hacia arriba poco a poco en algún momento. Sin darse
cuenta, habían escalado una pequeña colina.

Uno puede imaginar, entonces, qué le pasó a Kaito cuando se resbaló.

Su largo abrigo negro actuando como un trineo, comenzó a deslizarse por la colina a un
ritmo alarmante.

“¡Ahhhhhhhh, Elisabeeeeeeeeeeeeeth!”

“¡Kaitoooooooooooooooooo!”

“¡Mi amado Amo Kaitoooooooooooooooo!”

“Hmm. Parezco haber perdido a mi precioso sucesor.”

“No sé si realmente era tan precioso.”

Mientras los miembros restantes clamaban entre ellos, Kaito siguió acelerando sin señales
de detenerse. Frenéticamente metió su brazo bestial en el suelo. Sin embargo, no tuvo éxito
en clavar sus garras en el hielo.

¿Entonces, uh, exactamente qué se supone que haga ahora?

73 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Aunque no estaba siendo manejado exactamente por emociones negativas, la absurdez de


la situación sirvió para calmarlo igual de efectivamente. Kaito entrecerró sus ojos y dio una
mirada a sus alrededores. Cuando lo hizo, se dio cuenta de algo.

Había extraños surcos en el suelo justo al lado de dónde se estaba deslizando. Los copos
de nieve habían sido cortados, y el hielo había sido rallado. Con toda probabilidad, aquí fue
por dónde Bandersnatch se deslizó por la colina.

“Bueno, parece que me dirijo en la dirección correcta, así que… ¿supongo que esto está
bien?”

Después de todo, el pazo de Kaito había sido el más lento entre el grupo. Decidiendo que
seguir deslizándose estaba bien por él, dejó de resistirse. Por supuesto, con eso dicho, no
era como si tuviera manera de detenerse. Desesperándose un poco, Kaito cruzó sus
brazos.

Manteniendo esa postura, siguió deslizándose.

Finalmente, el terreno se volvió plano de nuevo. A pesar de eso, sin embargo, la velocidad
de Kaito no mostró señales de reducirse. Simplemente siguió avanzando por el suelo
debajo del cielo blanco leche. Entonces, de repente, se quedó atrapado en algo y se detuvo.

“¿Hmm? ¿Qué es eso?”

Kaito entrecerró los ojos. Se sentía como si hubiera sido atrapado por incontables pares de
manos transparentes.

Entonces se estiró y comprobó lo que realmente lo había detenido. Resultó ser un grueso
bulto de plantas delgadas como un alambre. Cada una de las vides estaba cubierta de
flores mullidas con forma de fresa.

Entrecerrando sus ojos una vez más, Kaito inspeccionó sus alrededores. La hiedra se
extendía por todos los alrededores.

Intentó darle un tirón a la vid. Entre más tiraba, sin embargo, más se estiraba. No parecía
que se fuera a romper, ni había un extreme de ella a la vista. Era mucho más larga y
robusta de lo que había esperado.

¿Qué está haciendo una planta aquí, sin embargo? Pensé que no se suponía que
algo fuera capaz de vivir aquí. ¿Qué está pasando, entonces? ¿Y Bandersnatch se las
arregló para evadir esta cosa?

Ante la contradictoria existencia de la planta, ladeó su cabeza al costado y volvió a revisar el


rallado en el hielo. Los rastros de Bandersnatch se detuvieron justo antes de la hiedra,
luego reaparecieron al otro lado con agujeros profundos al principio. Debe haber notado la
hiedra justo antes de chocar con ella, luego saltó para evitarla. Kaito, por el otro lado, no
había tenido tal suerte. Cruzando sus brazos de nuevo, ladeó su de nuevo al costado.

74 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Qué pasa con esta hiedra, entonces? Quiero decir, definitivamente hay cosas que me
vienen a la mente cuando pienso plantas, pero…”

“Vine a ver quién fue atrapado, ¿pero esto? Pensar que un humano llegaría al Fin del
Mundo. Parece que nosotros no fuimos los únicos invitados… ¿Quién eres? ¡Declara tu
nombre!”

“¿Huh?”

De repente, escuchó una voz ronca dirigiéndose a él. Los ojos de Kaito se abrieron de
golpe. Pero la animosidad presente en la voz de la otra parte no era a lo que estaba
reaccionando. La expresión inundando su rostro no era una de tensión y alerta, sino una de
familiaridad sorprendida.

“…Imposible.”

Conocía esa voz. Nervioso, revisó sus alrededores.

Fue entonces que se dio cuenta de que había un grupo detrás de él dirigiendo sus espadas
a su espalda. Todos los soldados acercándose estaban vestidos con armadura bermellón.
Su estética de escamas y cuero daba la misma impresión única de siempre. Además de sus
petos, sin embargo, también llevaban abrigos de invierno gruesos. Los abrigos
probablemente habían sido hechos del pelaje de sus camaradas, ya que esa era costumbre
de su gente. Justo como Kaito había esperado, rostros masculinos e inhumanos se
asomaban del interior de sus pesadas capuchas.

Delante del grupo estaba un hombre bestia con pelaje cobrizo y una cabeza de lobo. Y los
subordinados detrás de él parecían familiares también.

Kaito de alguna manera se las arregló para evitar resbalarse mientras se levantaba.
Entonces, sin hacer esfuerzos para defenderse, le gritó al hombre bestia con cabeza de
lobo.

“¡Lute!”

“¿Hmm? ¿Por qué sabes mi…? ¡Espera, eres—!”

Lute, el comandante del primer escuadrón del ejército privado de Vyade Ula Forstlast, se
quedó congelado de golpe.

En ese momento, Kaito finalmente se dio cuenta de algo. La razón por la que las plantas no
se habían marchitado en este mundo congelado era porque la gente bestia las había
llevado a ese lugar. Deben haber estado usándolas en lugar de una cerca para impedirle la
entrada a intrusos. Lo que la gente bestia carecía en destreza mágica lo compensaban en
su peculiar estilo de ingeniería. Armadura y herramientas mágicas hechas de los cadáveres
de sus camaradas y plantas que podían crecer dentro de edificios sin tierra eran solo unos

75 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

ejemplos. Tenía completo sentido que hayan desarrollado variedades de plantas que eran
resistentes al frío.

En todo caso, Kaito encontró un gran alivio de que la gente bestia con la que se había
encontrado había sido gente que conocía. Abrió su boca, a punto de preguntarles
casualmente cómo estaban. Al último momento, sin embargo, se tragó sus palabras.

No, no, no, no, no… Esta no es una situación en la que puedo simplemente
acercarme y decir, hace tiempo no nos vemos.

Esta era la primera vez que Lute lo había visto después de que Jeanne se lo hubiera llevado
por la fuerza. Y desde entonces, la situación había ido completamente mal. El diagrama de
relaciones de las personas con las que Kaito estaba involucrado se había vuelto más
enmarañado con cada minuto.

Y por encima de todo, actualmente estaban en el Fin del Mundo.

Bajo circunstancias normales, las personas no podían llegar ahí sin que se les informara su
ubicación precisa.

Y no tengo idea de qué están haciendo aquí Lute y sus hombres.

Dependiendo de cuál era su adjetivo, podrían bien percibir a Kaito como un enemigo. Y
aunque no lo hicieran, la manera en que había aparecido era sospechosa en extremo. Que
su reunión se lleve a cabo debido a que fue atrapado en su malla de protección podría
difícilmente ser considerado como deseable.

Kaito agarró su cabeza. Podía sentir un dolor de cabeza en camino.

Hombre, ¿por qué no pudimos habernos reunido bajo circunstancias más fáciles de
explicar? —Espera. ¡hwah!

“¡Ah-ha-ha-ha-ha! ¡Sir Kaito, está vivo!”

Todas las preocupaciones de Kaito fueron enviadas a volar en un instante. Una sonrisa
franca se extendió por el rostro de Lute mientras sin vacilar envolvía a Kaito en un abrazo,
sus fuertes y corpulentos brazos sostuvieron con fuerza a Kaito. Quizás dejándose llevar un
poco, Lute balanceó a Kaito de lado a lado mientras hablaba con un tono lleno de sincero
deleite.

“¡Está vivo, está vivo, gracias al cielo que está vivo! ¡Oh, ¿podría haber una reunión más
dichosa?! ¡Qué maravilloso es que sobreviviera! ¡Miren, todos, es Sir Kaito! ¡Está vivo!”

Lute bajó a Kaito y le dio un cariñoso golpe en la espalda- Sintiéndose agitado, Kaito salió
despedido hacia delante, casi cayendo al suelo. Mientras tanto, los subordinados de Lute
corrieron hacia él.

76 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Uno tras otro, colocaron sus torpes manos con guantes en la de él y la sacudieron.

“¡Lo extrañamos! El Capitán Lute tiene razón; es maravilloso verlo con vida.”

“Se ve bien. Es bueno verlo.”

“Estábamos tan preocupados por usted.”

“Oh, uh, gracias, ustedes igual, es bueno verlos a todos.”

Completamente desconcertado, Kaito hizo todo lo posible para responder su excesivamente


entusiasta bienvenida. Mientras lo hacía, sin embargo, otra parte de su cerebro analizó
fríamente cada reacción de los hombres de Lute. Sin embargo, muy para su sorpresa, ni
uno solo de ellos mostró una mirada dudosa hacia él.

Espera, ¿en serio? ¿Realmente deberían estar dándome una bienvenida tan
abiertamente?

Kaito tomado por sorpresa un poco. Al mismo tiempo, sintió una fuerte sensación
inundándolo.

Lute una vez le había dicho que la gente bestia se sentía mucho más orgullosa de retribuir
deudas que los humanos.

Pareciera que no había estado mintiendo.

***

Las palabras de celebración con el tiempo se apagaron, y todas las manos fueron
exitosamente sacudidas. El ánimo era amistoso y tranquilo. “Muy bien, muy bien.” Lute
asintió con satisfacción. Al fin, sin embargo, ladeó su cabeza con desconcierto.

“¿Hmm? ¿Pero, Sir Kaito, qué está haciendo en el Fin del Mundo?”

“Espera, no me digas que recién comenzaste a preguntarte eso.”

“Y respecto a ese asunto, ¿qué fue de usted después de que fuera secuestrado por esa
chica dorada inquietante?”

Las preguntas de Lute estaban comenzando a salir con fuerza. Kaito asintió con la cabeza.
En medio de la tormenta de saludos y sacudidas de manos, había estado trabajando
arduamente en intentar resolver toda la información en su cabeza. Abrió su boca, preparado
para empezar a explicar los detalles.

“Okay, Lute. Tienes que prometer que no te vas a alterar demasiado. Justo después de eso,
yo—”

77 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Fue en ese momento que el ruido crujiente de hielo siendo rallado comenzó a volverse
audible desde lejos.

El momento era horrible. Oh, mierda, pensó Kaito mientras se daba la vuelta para mirar
detrás de él. Pero ya era demasiado tarde.

Nuevos colores eran visibles sobre la colina de blanca nieve. El plateado, negro, y dorado
eran especialmente llamativos.

Liderando el grupo estaba una máquina plateada deformada. Justo detrás de ella estaba
una joven que usaba un vestido bondage atrevido junto a una maid, y flotando detrás de
ellas estaba un hombre vestido como un aristócrata. Y yendo con prisa, pero tranquilamente
estaba junto a él una joven que llevaba un vestido bondage blanco compuesto de poco más
que solo correas.

Cuando los ves desde cierta distancia, se ven algo raros, ¿no?

“¡Kaitoooooooo! ¿Estás bieeeeeeeeeeen? Fui un poco descuidada hace un rato—¡admitiré


eso! ¡Que mueras por mí de esta manera perseguiría no solo mis sueños sino mis horas del
día también!”

“Amo Kaitoooooooooooooo, ¿estás bieeeeeeeeeen? ¡¡Estás bien, ¿veeeeeeeerda? ¡Si no


lo estás, ten por seguro que te seguiré enseguiiiiiiiiiiiida!

“Santo cielo, qué hombre tan problemático que es. Maldición, es un milagro que
se las arreglara para conseguirse una esposa.”

“Me encuentro de acuerdo, pero espera un minuto… ¿Una esposa? Ahora que
pienso en ello, ¿mi querido sucesor hizo un juramento eterno con esa autómata que hice?
Alardear amar una muñeca es una absurdez entre absurdeces, pero supongo que lo mismo
podría decirse de una compañera humana también. El amor es lo suficientemente
agradable como una satisfacción temporal, pero es demasiado insustancial pasar toda la
vida de uno atado a un delirio. Humana o muñeca, ese hecho permanece sin cambios. Pero
esa no es la parte importante. La muñeca es una creación mía, lo que significa…que, en
cierto sentido, ¿se ha convertido en mi yerno tanto en nombre como en esencia?”

Las divagaciones del grupo eran igual de autoindulgentes como siempre. No había ruido de
fondo que los interrumpiera, así que sus voces viajaban bien. Kaito especialmente quería
declarar su acérrima objeción a la declaración de Vlad. Pero ahora no era el momento para
eso.

Oh, mierda.

Los ojos de la gente bestia se habían detenido en la chica con vestido bondage blanco
cuestionable—la Torture Princess dorada con flequillos rubio miel y chispeantes adornos
dorados, Jeanne de Rais. Sus colas estaban sobresaliendo de sus abrigos, y todas se
hincharon al unísono. La gente bestia agarró sus armas y se pusieron en alerta máxima.

78 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Elisabeth notó su cambio de comportamiento y se detuvo de golpe. Su expresión se volvió


grave, y se estiró y agarró a Hina del cuello. Hina respondió pateando y retorciéndose,
queriendo nada más que correr a toda prisa al lado de Kaito.

“¿Qué estás haciendo, Lady Elisabeth? El amo Kaito está justo ahí, Lady Elisabeth. ¡Todo lo
que tengo que hacer para estar con mi amado esposo es caminar hacia delante, Lady
Elisabeth!”

“Cálmate. Mira alrededor de él. Está rodeado de gente bestia, pero… Ya veo. Debe haberse
atascado en la malla de protección que acostumbran poner alrededor de sus campamentos.
Poco importa, eso, sin embargo… Aunque parece que llegamos un poquito demasiado
pronto para unirnos a ellos y un poquito demasiado tarde.”

Con sólo una mirada, Elisabeth ya había leído la situación como un libro.

En la tumba subterránea, Kaito le había contado a Elisabeth todo lo que había pasado
cuando era prófugo. En otras palabras, ella sabía sobre las graves heridas que la Torture
Princess dorada había ocasionado en Lute y sus hombres cuando se había llevado a Kaito
de sus tierras. Jeanne misma, por otro lado, parecía completamente despreocupada
respecto a toda la situación.

Jeanne de Rais es la opresora de esclavos, la santa, la puta…y la autoproclamada


dama de la salvación.

Según Jeanne, la salvación podía ser obtenida sólo por hazañas humanas. Y ella era más
arrogante que tanto Dios como el Diablos. Probablemente ni siquiera tenía una pizca de
culpa hacia aquellos que había sacrificado con intenciones nobles.

“Oh, vaya, ha pasado tiempo. Parecen estar de mejor salud de lo que esperaba. Qué
bueno. Todos son un montón de fuertes y viejos cachorritos.”

“¡Posiciones!”

Gritó Lute, su voz teñida de ira. Los sonidos de espadas siendo desenvainadas se podían
escuchar, uno tras otro en sucesión. Arcos estirados al límite.

Maldición, prácticamente ya están en la garganta del otro. ¡Si estalla una pelea, todo
esto habrá sido para nada!

Kaito inmediatamente se dio cuenta de que iba a tener que ser el que los detuviera.
Saltando delante de Lute y sus hombres, abrió sus brazos.

“¡Esperen, esperen! ¡Jeanne puede que sea incomprensible, y puede que sea una completa
imbécil, pero no es su enemigo!”

79 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Tengo la impresión de que se están burlando de mí. ¡No es que vaya a debatir los
cargos, eso sí!”

“¡¿Se ha vuelto loco, Sir Kaito?! ¿Por qué protegería al monstruo que sin impiedad hirió y
masacró cruelmente a nuestra gente…? ¡Maldita sea, debe haberle lavado el cerebro! O
quizás eran cómplices desde el principio… En verdad no quiero creer eso, pero…”

Lute ignoró la cómica interrupción de Jeanne mientras apretaba sus colmillos. Kaito dio un
agradecimiento silencioso a la racionalidad de Lute. Si no hubiera vacilado entonces, las
flechas ya estarían volando.

Ahora, ¿cómo debería ponerse a romper el punto muerto? Kaito frenéticamente se devanó
el cerebro.

Al final, decidió golpear a la gente bestia con la carta más apropiada que tenía.

“La chica dorada… ¡Jeanne de Rais no mató a la gente en esas aldeas!”

“¿Qué acaba de decir?”

Lute estaba visiblemente estupefacto, justo como Kaito había esperado. Soltó un suspiro de
alivio. La gente bestia eran soldados apropiados; se preocupaban más en su gente que
había caído que en las heridas que ellos mismos habían sufrido.

Podía tomar eso como que había tenido éxito en comprarles otra oportunidad de discutir las
cosas y explicarse.

Con el fin de darles tanto a sí mismo como a la gente bestia una oportunidad para calmarse,
tomó su tiempo exponiendo sus siguientes puntos.

“¿Te importaría escucharme? Ahora mismo, ella y yo estamos trabajando juntos. Y es para
evitar que el asesino que ustedes están buscando logre su meta final. Si estás bien con ello,
Lute, quiero darte una explicación apropiada de todo lo que ha pasado. ¿Tienes algún lugar
en el que pudiéramos sentarnos y hablar?”

Kaito ya sabía que habían establecido un campamento, pero decidió fingir ignorancia. Sin
embargo, la respuesta que obtuvo fue letárgica. Los subordinados de Lute parecían
inseguros también.

Parece que necesitan otro empujón. Vamos, piensa. ¿Cuánta información puedo
entregar sin riesgo?

Las terribles verdades que había llegado a aprender flotaron en su mente una tras otra.
Todas y cada una de ellas era como una bomba con el poder de sacudir a la sociedad
humana a sus cimientos. Si las dejaba salir sin cuidado, podría bien terminar produciendo
un incidente internacional. A pesar del hecho de que estaba corto de tiempo, consideró sus
opciones tan cuidadosamente como podía.

80 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Realmente quiero ser capaz de ponerme de acuerdo con Lute y sus hombres aquí.

No tenían idea de lo que estaba esperando en el Fin del Mundo. Dado que el Butcher los
había llevado allí, tenía que ser algo importante, pero estaban gravemente cortos de
preparación y personal. Ni siquiera tenían una meta de la que hablar.

Necesitamos conseguir que la gente bestia trabaje con nosotros. Porque, sobre
todo, si perdemos a Lute, perdemos nuestra conexión a Vyade Ula Forstlast.

Kaito y los otros estaban intentando enfrentarse a la Iglesia, una enorme e influyente
organización. Era vital que consiguieran alguien poderoso para respaldarlos, y no había
ninguna garantía de que tendrían otra oportunidad de negociar con la gente bestia. En el
peor de los casos, el mundo podría incluso ser destruido antes de eso.

No quiero iniciar una guerra entre ellos y los humanos. Pero ahora mismo, necesito
mantener mi relación con la gente bestia.

Kaito apretó sus puños. Reafirmando su resolución, abrió su boca.

Entonces lanzó una de las cartas más cruciales a su disposición.

Por lo que a la humanidad respecta, era una carta arriesgada ciertamente.

“Hay algo que quiero decirte, algo que la Iglesia ha estado trabajando por ocultar.”

Esa sola oración era más que suficiente para insinuar la intervención de la Iglesia con las
masacres de gente bestia.

Los oídos de Lute se sacudieron debajo de su capucha. Mientras lo hacían, miró directo a
Kaito y estudió su expresión.

Kaito respondió a la penetrante mirada fría de Lute con silencio. Se habían intercambiado
lugares ahora. Esta vez, Kaito era el que ocultaba información y pedía ayuda. Y era
perfectamente consciente de cuán egoísta estaba siendo.

Pero lo que estamos intentando hacer termina siendo lo mejor para Lute, también.

La convicción de Kaito se derivaba de su deseo de evitar que el mundo terminara. Gracias a


eso, fue capaz de evitar apartar la vista.

Los dos se miraron fijamente, la manera en que lo habían hecho la primera vez que se
conocieron.

Los hombros de Kaito se sacudieron. Sin embargo, no hizo movimientos de huir, ni se


preparó para defenderse o contraatacar. Mirándolo fijamente mientras lo hacía, Lute
abruptamente giró su palma hacia abajo.

81 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Todos a la vez, sus subordinados bajaron sus espadas y arcos. Relajaron sus posturas.

Kaito soltó un suspiro de alivio. La tensión en su cuerpo se había desvanecido tan


rápidamente que, de hecho, sus rodillas comenzaron a ceder torpemente. Mientras miraba a
Kaito, Lute entrecerró sus ojos. Entonces colocó su palma sobre su pechera bermellón.

Mientras lo hacía, habló con tono respetuoso.

“Supongo que esto marca la segunda vez, entonces, que le extendemos una invitación al
enemigo de la humanidad.”

***

Brillantes flamas rojas crujían dentro del fogón rodeado de piedras.

En cierto modo, ver la luz y el calor en ese mundo aislado de hielo y nieve era
prácticamente emotivo.

Sobre el fuego estaba una olla llena de nieve recogida. Después de derretirse lentamente,
los terrones se habían transformado asombrosamente en agua pura. Hina estaba
trabajando duro en hacer tiras los pétalos de flor y verterlos dentro. El agua hervía, y
mientras cambiaba a un tono vibrante de naranja, recogió los pétalos de nuevo antes de
que pudieran volverse agrios. Entonces los reemplazó con un poco de fruta seca troceada.
Junto a ella, un hombre lobo gris estaba presentando los tazones.

Mientras la preparación del té avanzaba continuamente, Lute, Kaito, y Elisabeth se sentaron


en un círculo.

Actualmente estaban descansando, después de ir a una de las viviendas portadas del


campamento de la gente bestia.

El interior del techo sobre sus cabezas era apoyado por una estructura similar a una
sombrilla. Compuesto de madera y pieles de gente bestia, el refugio había sido preparado
de antemano para que pudiera ser montado por cualquiera. Después de que las tablas que
montaban su suelo redondo hubieran sido colocadas, habían sido cubiertas dos veces con
lonas tejidas de varios tipos de piel. Según Elisabeth, habían sido hechas de las pieles de
magos poderosos, y los patrones tejidos dentro servían para repeler el frío.

Dadas todas las medidas que habían tomado, el interior del refugio era sorprendentemente
cálido.

Sin necesidad de preocuparse por el frío, Kaito y los otros se sentaron de piernas cruzadas
mientras hablaban.

“Después de eso, regresamos al castillo de Elisabeth por un rato. Pero el Butcher ya había
sido…”

82 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras transmitía su historia a Lute, Kaito prestó varias miradas furtivas al costado.

Jeanne estaba sentada en la esquina agarrando sus rodillas bajo los vigilantes ojos de
varios guardias. Sus adornos de cadera interferían con su capacidad de sentarse, así que
se había deshecho de ellos, pero como resultado, estaba prácticamente desnuda desde la
cintura para abajo. Si no hubieran sido gente bestia, sus guardias probablemente no
habrían sabido a dónde mirar. Originalmente, el plan había sido que fuera confinada en una
habitación completamente diferente. Pero con solo unas cuantas palabras, Jeanne misma
modificado ese plan.

“Si confinarme solo de palabra los lograra satisfacer, entonces hagan lo que deseen.
Pero si un par de don nadie vigilándome los pondrá tranquilos, entonces todos son
un montón de imbéciles sin cerebro. Parece que vivir hasta las veces no les será muy
posible.”

Sus palabras habían provocado una cantidad de disgusto nada pequeña de la gente bestia.
Por otro lado, tenía un punto.

Encerrarla lograría poco. Se necesitaba a un ladrón para atrapar a un ladrón, y se


necesitaba a una Torture Princess para pelear contra una Torture Princess. Aun así, no
querían molestar a la gente bestia más de lo que ya lo habían hecho.

Después de recibir instrucciones estrictas de parte de todos de no decir nada, Jeanne


actualmente estaba sentada en silencio. Siguiente, Kaito había desvanecido el fantasma de
Vlad y recordó la queja que Vlad había interpuesto.

“Espera, mi querido sucesor. Agruparme con ella y deshacerse de mí es bastante


injusto, ¿no? El respeto podría no ser uno de nuestros puntos fuertes, pero somos personas
diferentes, te lo haré saber. ¿Hmm? ¿Olvidaste todo lo que dijiste en la aldea de la gente
bestia? Santo cielo, ¿un hombre tiene prohibido disfrutar un pequeño comentario cada
tanto? Pero muy bien. Soy un hombre muerto, después de todo; ser olvidado parecer
bastante apropiado.”

Ahora que pienso en ello, ¿estaba siendo sarcástico en ese entonces? Eh, lo que
sea.

Entonces Kaito regresó su concentración a la explicación que le estaba dando a Lute.

Por fin, la historia llegó al mundo en que había llegado al Fin del Mundo.

“…Y, en consecuencia, básicamente, terminamos volando aquí.”

“Ya…veo. Debe admitir, todo parece bastante inverosímil.”

Aparentemente sin saber qué decir, Lute acarició su barbilla. Había acabado de recibir una
gran cantidad de información dejada en su regazo.

83 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito ciertamente podía apreciar su desconcierto. Después de todo, toda la historia se


sentía casi surrealista.

Si no lo hubiera vivido yo mismo, probablemente no lo creería de inmediato,


tampoco.

Después de recibir la aprobación de Elisabeth, había seguido adelante y le contó a Lute casi
todo.

Incluso mientras estaba hablando, tuvo la impresión de que había estado inventando alguna
clase de cuento de hadas. A pesar de eso, sin embargo, resueltamente expuso la verdad.
La única cosa que se aseguró de hacer, sin embargo, fue enfatizar el hecho de que los
culpables detrás de los asesinatos a la gente bestia fueron sólo un grupo de fanáticos
dentro de la Iglesia que habían tomado ventaja del caos de la muerte de Godd Deos para
desenfrenarse, y que sus deseos iban en contra de los de la humanidad como un todo.
Además, añadió, sentía que deberían ser tratados como demonios y sus contratistas y
vistos como los enemigos de todo el mundo.

Si la gente bestia ve eso como un “acto cometido por la humanidad” y deciden tomar
represalias, entonces incluso evitar la reconstrucción del mundo no será suficiente para
evitar que el mundo caiga en una era de oscuridad. Ambos lados sufrirían pérdidas
tremendas.

Lute había evitado darle a Kaito una respuesta firme a su solicitud. Dada su posición, hacer
eso tenía mucho sentido. Aunque supiera quiénes fueron los asesinos, la decisión de cómo
tomar represalias no le correspondía a Lute. Todo yace en los hombros de Vyade y
cualquier otro miembro de la familia imperial al que ella decidiera revelar la información.

Vyade es la Wise Wolf. * Tiene en alta estima la armonía, y desea paz para su
gente.

Kaito eligió creer que no comenzaría una guerra en represaría. Ante él, podía ver el rostro
de Lute ponerse más taciturno a cada minuto. Se veía como si hubiera acabado de morder
un trozo de carne que ni siquiera sus colmillos de lobo podrían arrancar.

“El primer demonio durmiendo en la tumba subterránea real, la verdad sobre la Santa, el
Apóstol aun viviendo… Es como algo sacado de un mito o un cuento de hadas.”

“Hombre, ni que lo digas.”

“Si no fuera por la tierra en la cual lo escuché, lo habría descartado como imaginación
ociosa.”

“Si no fuera por el lugar en que lo escuchaste, ¿eh…? ¿Así que me crees?”

84 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Parece que tengo poca opción. Verá, Sir Kaito, la manera en que llegamos aquí, al Fin del
Mundo, se nos fue dada abruptamente y por un misterioso individuo.”

De repente, Kaito recordó lo que Lute había dicho cuando había estado atrapado en la
hiedra que servía como una red de protección. Aunque había estado asombrado por la
inesperada reunión, había escuchado las palabras de Lute fuerte y claro.

En ese entonces, Lute dijo…

“Pensar que un humano llegaría al Fin del Mundo. Parece que nosotros no fuimos
los únicos invitados…”

“Dijiste que fueron ‘invitados,’ ¿verdad?”

“Precisamente. Probablemente sería más rápido mostrarle el objeto mismo. Dele un


vistazo.”

Lute sacó un pedazo de papel del costal a su espalda. Kaito lo tomó, entonces lo miró
atentamente. Elisabeth, quien estaba junto a él, lo miró también. Fruncieron sus ceños al
unísono.

“Esto es…”

“…Sí.”

Runas mágicas complejas estaban amontonadas por el lado izquierdo del papel. Juntas,
formaban una fórmula diseñada para interferir con un círculo de teletransportación. Incluso
Kaito, quién generalmente era ignorante cuando se trataba de asuntos mágicos, podía
distinguir cuán anormalmente caóticas eran.

Le recordó a Kaito la carta que el Gobernador les había dado una vez.

En ese entonces, la fórmula se disolvió, papel y todo, después de un solo uso.

Este papel, por otro lado, había sobrevivido incluso después de que Lute y sus hombres se
habían teletransportado. Aunque estaba aterrado por su incomprensible construcción,
desvió su mirada al lado derecho del papel. Unas cuantas palabras estaban escritas en él
en un garabato redondo.

El principio, el medio, y el final yacen en la palma de Su mano.

Si desean rechazar esas palabras, vayan al Fin del Mundo.

El derecho será concedido a todas las razas imparcialmente.

La invitación era casi evocadora de un poema. La obra al final, sin embargo, llamaba la
atención.

85 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Un enorme pedazo de carne con hueso dibujado en el papel. Era tan impresionante,
prácticamente merecía una fanfarria.

“…Sí, el Butcher escribió esto.”

“Yup, definitivamente el Butcher.”

“¿Lo saben en base a tan poca información? Considérenme impresionado.”

Las palabras de Lute sonaron con franca admiración. En realidad, Kaito había llegado a esa
conclusión sólo por el dibujo de la carne con hueso, pero algunas cosas estaban mejor sin
ser dichas. Su expresión se volvió dócil mientras le regresaba el papel a Lute.

Después de mirar su contenido de nuevo, Lute frunció el ceño.

“La primera vez que lo vi, parecía alguna clase de broma. Pero era imposible descartarlo
como tal, ya que las circunstancias bajo las que fue entregado fueron demasiado
peculiares.”

Al parecer, la carta había sido entregada a la tercera villa de Vyade.

Desde la invasión de Jeanne, Vyade había cambiado de residencia y fortificado sus


defensas. Pero alguien se las arregló no sólo para encontrar a dónde se había mudado,
sino que también pasó la red de protección e invadir sus alcobas.

El culpable había sido un dragón pequeño. Después de dejar la carta en la almohada de


Vyade, se había escapado.

Después, uno de los pocos magos de la gente bestia inmediatamente se había puesto a
trabajar analizando la fórmula escrita en la carta. Lo que habían descubierto fue que había
un conjunto desconocido de coordenadas grabadas dentro de ella.

Sin embargo, todavía había muchos miembros del ejército privado de Vlad que no se
habían recuperado aún de las heridas que Jeanne les había hecho.

Por eso, había escogido a Lute, quién era naturalmente resistente y profundamente leal, y lo
hizo pasar a él y sus subordinados por una ronda de curación intensiva. Mientras estaba en
eso, también había enviado exploradores a la ubicación designada y los hizo traer reportes.

Luego, armados con su información recién descubierta, el escuadrón se había preparado


para el ambiente y partió.

Al llegar al lugar ellos mismo, Lute y sus hombres se habían dado cuenta de a dónde
habían llegado. La gente bestia tenía poca devoción hacia Dios y la Santa, pero incluso
estaban versados en sus leyendas.

86 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

En este mundo, existe un lugar que Dios designó como su Fin. Un lugar puro, creado de
nieve y agua, viento y maná. Un lugar que sólo aquellos a los que se les concedía el
conocimiento de su ubicación son capaces de alcanzar.

“Dado todo lo que acaba de decirme, Sir Kaito, por consiguiente, la primera mitad de la
carta—’El principio, el medio, y el final yacen en la palma de Su mano. Si desean rechazar
esas palabras, vayan al Fin del Mundo’—se refiere a evitar que el mundo se reconstruido.
¿Pero qué es este ‘derecho’ que dice será concedido? Pues, ni siquiera está claro qué el
escritor de la carta nos habría hecho hacer con el fin de conseguirlo.”

“Sí, realmente no lo está… ¿Qué quiere el Butcher con todas las razas de todos modos?”

“En verdad, estábamos sin saber qué hacer después de terminar de establecer el
campamento y poner la red. Con sólo la carta a nuestra disposición, no podíamos entender
las cosas.”

Lute rascó su cabeza. Aparentemente, la llegada del grupo de Kaito había sido una gran
ayuda para él también. Por un momento, la conversación llegó a un momento de calma.
Kaito y Lute cruzaron sus brazos, y Elisabeth se sumergió en sus pensamientos. El silencio
llenó la habitación. Entonces una voz brillante dijo algo.

“Gracias a todos por esperar—¡está listo! ¡Adelante y beban mientras aún está caliente!”

Hina ya estaba casi brincando mientras comenzaba a pasar el té. Su sonrisa era, tomando
prestada una frase del viejo mundo de Kaito, como una bocanada de aire fresco. Kaito y
Lute le agradecieron mientras recibían sus tazones.

Kaito tomó un sorbo del suyo. Era tan dulce como la miel, y tenía una acidez dulce
mezclada también. Elisabeth, por otro lado, se quedó inmóvil, su tazón permaneciendo
posado en su mano. Finalmente, soltó un murmullo bajo.

“El principio, el medio, y el final yacen en la palma de Su mano. Si desean rechazar esas
palabras, vayan al Fin del Mundo. El derecho será concedido a todas las razas
imparcialmente.’ Dado que sus coordenadas son desconocidas para nosotros, los demi-
humanos deben haber recibido su invitación también. Y rechazar la idea de que todo desde
el principio al final yace en la mano de Dios, ¿eh?”

“¿Qué crees que significa?”

“Con toda probabilidad, algo existe aquí que serviría para dificultar la reestructuración del
mundo de Dios.”

Sonaba a que Elisabeth ya sabía qué era eso. Los ojos de Kaito se abrieron de par en par.
La sorpresa de darse cuenta de eso casi lo hizo soltar su tazón. En el momento antes de
que su contenido se derramara, sin embargo, Hina lo agarró desde su costado.

“¿Estás bien? Ni una sola gota se derramó en tu pierna, mi querido Amo Kaito, ¿verdad?”

87 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Oh? Oh sí, no, estoy bien. Gracias. Lamento eso.”

El agradecimiento de Kaito sin duda fue despistado. Por reflejo, le dio un vistazo a Jeanne.
La chica dorada era tan inexpresiva como siempre, pero las comisuras de su boca estaban
ligeramente curvadas hacia arriba. Asintió con la cabeza, afirmando sus sospechas.
Elisabeth continuó, su voz baja.

“Solo puedo imaginar que es una cosa.”

“Sí, igual.”

Kaito ofreció un breve convenio. Pero le dejó el rol de decirlo en voz alta a Elisabeth,

Lute se inclinó hacia delante con expectación. Elisabeth con reverencia abrió su boca para
hablar.

“Aquí se encuentra—”

“Pues, ciertamente, nuestra venerada Santa está aquí.”

Una dulce voz, con el timbre de una campana, habló.

A quién pertenecía la suave interrupción, nadie ahí lo sabía.

***

En algún momento, un pequeño individuo envuelto en tela escarlata de la cabeza a los pies
había tomado asiento junto a Kaito.

El largo vestido llegaba hasta el suelo, extendiéndose ampliamente como una alfombra de
pétalos de rosa. Medio oculta dentro de sus pliegues, también estaba usando vestiduras
con dobladillos dorados del mismo color.

El pedazo más sorprendente, sin embargo, era lo que se encontraba debajo de la ropa.

Su intruso repentino era una joven. Se veía menor de diez años.

Tenía un cabello rubio y ojos estupendamente claros del color del ámbar. Su corto cabello
cortado equitativamente emparejaba bien con sus rasgos faciales atractivamente
proporcionados. Su apariencia era más que suficiente para clasificarla como linda. Pero
había algo respecto a ella.

Hay algo…catastróficamente roto respecto a ella.

Sin importar cómo la miraras, no era nada más que una dulce y simple niña. Pero Kaito no
podía disipar la extraña impresión que estaba recibiendo de ella. Y el hecho de que había

88 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

aparecido de la nada sin llamar la atención de alguien servía como prueba de que no era
solo alguien cualquiera.

Debido a la intrusión de la chica, el aire en la habitación era demasiado tenso.

Lute y sus hombres se estiraron para tomar sus espadas. Sin embargo, su oponente
simplemente era demasiado joven para derribarla o interrogarla. Duda brotó en sus ojos.
Solo Hina asumió una posición lista para la batalla mientras velozmente se movía para
proteger a Kaito. Jeanne simplemente parpadeó.

Todavía con las piernas cruzadas, Elisabeth colocó su barbilla en sus manos. Entonces
habló, sin hacer ningún esfuerzo por esconder su disgusto.

“Como sospeché. Y por eso es que estás aquí, supongo.”

“Sí, exactamente. Agradable volver a verte, Elisabeth Le Fanu. Recuerdo la última vez que
nos encontramos, sabes. Puede que hayas conocido mi nombre, pero no tenías la más
mínima idea de la gravedad del papel que desempeño. Has madurado muy espléndido, Oh
ignorante oveja. Difícilmente puedo menospreciarte después de que hayas llegado tan
lejos.”

La chica se rio, claramente feliz. El ceño de Elisabeth se frunció aún más, Kaito ladeó su
cabeza al costado. Parecía que ambas se conocían, aunque su relación parecía todo
menos cordial.

¿Quién es esta chica? ¿Qué es ella?

Kaito abrió su boca, apunto dar voz a esas preguntas.

Antes de que pudiera, sin embargo, Elisabeth continuó, escupiendo sus palabras con una
mirada de extremo resentimiento pegada en su rostro.

“¿Realmente está bien que estés fuera de la Capital de esta manera, Grave Keeper?”

89 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

90 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

91 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

5: El Fanatismo de Grave Keeper


“Oh, no, no está bien en absoluto. Pero todos tenemos que hacer lo que tenemos que
hacer. Sirvo a discreción de Dios y la Santa Madre. El sello de la tumba está roto, y el fin
está cerca. Pronto, los vivos y los muertos regresarán a la ceniza. Estaremos bien dejando
un puñado de hombres para proteger a esos inútiles cadáveres viejos reales, muchas
gracias. Además, tenía otro papel tenía que interpretar.”

La voz de la chica era tan suave como la seda. Abruptamente, se levantó.

Su largo manto escarlata se ondeó, y continuó sus líneas con un todo operístico.

“Puede que sea la Grave Keeper, pero también soy la Messenger*. Soy la que sopla el
cuerpo en el fin de los días, recibiendo audiblemente al rebaño—’contemplen, porque ella
está despierta, y regocíjense, porque a los devotos se les ha concedido un milagro.’”

[Nt: Mensajera.]

Kaito entrecerró sus ojos. Su discurso era extrañamente verboso. Considerando que era
una miembro de la Iglesia y una fanática, además, el contenido real de su discurso era
bastante normal. Pero el hecho de que venían de alguien que parecía ser una niña de diez
años no tenía nada que ver. El problema más apremiante, sin embargo, era cómo se había
dirigido a sí misma.

“…¿La Grave Keeper?”

Kaito recordó los horrores que había visto en la tumba subterránea.

El dolor de personas vivas cosechado por el sosiego en la cruel habitación de cuna. Y el


vigilante de la habitación había sido un monstruo creado al tomar una criatura divina,
alimentarla con carne de demonio, y mezclar partes humanas.

La Grave Keeper había sido la responsable de todo eso.

Como resultado, Kaito había llegado a creer que la Grave Keeper carecía de algo parecido
a morales o racionalidad básica. Pero la chica ante él parecía completamente cuerda. Ese
hecho envió un escalofrío por la columna de Kaito.

¿Quieres decir que la persona que creó esa cosa, quién fue capaz de crear todo
eso, sabía perfectamente bien lo que estaba haciendo?

Kaito había asumido que habían sido las hazañas de alguien consumido por la locura, pero
esta idea era decenas de veces más horripilantes.

Entonces un ruido agudo cortó por el aire.

92 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito frenéticamente alzó su visión. Cuando lo hizo, vio la punta de la espada de Lute
descansando en la frente de la Grave Keeper desde dónde la había balanceado. Parecía
capaz de dividir su cabeza en cualquier momento. Sin embargo, la única respuesta que la
Grave Keeper dio fueron unos cuantos parpadeos. Cuando habló, la voz de Lute estaba
llena de adversión.

“¿Solo qué asuntos la carne en descomposición de la Iglesia tiene con nosotros?”

“Estoy bastante decepcionada. Parecías tan magnánimo, pero tus acciones son sumamente
deplorables. ¿Quizás te has olvidado del tercer tratado de paz? Normalmente, no seríamos
tan indulgentes con paganos como ustedes. Pero la gente bestia no es nuestra gente, ni
siquiera son humanos. Así que la Iglesia ignora sus pecados y se esfuerza constantemente
por ser buenos vecinos con ustedes. ¡Ah, pero qué pena! ¡Qué pena, me recompensan con
violencia!”

“¡No me tomes por tonto, niña!”

Gritó Lute. Las pieles que formaban los muros del refugio portable se sacudieron por las
vibraciones.

Kaito tragó saliva y volvió a mirar la espada de Lute. Afortunadamente, no había roto la piel
de Grave Keeper aún. En una impresionante muestra de racionalidad, Lute cuidadosamente
había mantenido la posición de la espada.

“¡Todos sabemos lo que le hicieron a nuestra gente, cómo los masacraron! ¡Nuestra gente
pone un orgullo mucho más alto en reparar deudas de lo que los humanos hacen! ¡Eso, y
porque un amigo mío intercedió por ti, no tengo ningún deseo de condenar a la humanidad
como el mal! ¡Pero la traición debe ser reparada con colmillos! ¡Si eres la Grave Keeper,
entonces no dejarás este lugar con vida!”

“…¿Por qué*?”

[Nt: A partir de aquí Grave Keeper comienza a hablar de manera muy arcaica, es difícil
traducirla, por eso la nota.]

“¿Qu—?”

“¿Qué derecho tiene la gente como el ejército privado de la princesa imperial de gritarme?”

Su voz tenía un timbre horripilantemente tranquilo. Concentró su clara y vacía mirada en


Lute.

Al ver su obvia transformación, Kaito perdió su aliento. Elisabeth dio una ligera burla. Lute,
como Kaito, tenía shock por todo su rostro.

La Grave Keeper siguió su diatriba sin emoción con un tono extrañamente anticuado.

93 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“No poseis derecho alguno derecho de tomar tal tono conmigo. ¿Qué evidencia tenéis de
tales masacres? ¿Malinterpretaron el testimonio del contratista de un demonio y la Torture
Princess como válido, por casualidad?”

“¡¿Me tratas como un niño?!”

“Como tal es adecuado para un chuco inmaduro como tú. Una lección, quizás, para ti. Si
deseas poner tu espada en la Grave Keeper, inventa una mejor excusa. Vyade
seguramente haría igual.”

“¡¿Qué sabes de Lady Vyade Ula Forstlast?!”

“¿Requerirá una orden antes de que lo entiendas? Qué simplón tan insufrible. Ahora,
dimite.”

“Grrr—”

“¡Dimite, dije!”

Cuando Lute escuchó el tono arrogante de Grave Keeper, su rostro se contorsionó. Sus
manos temblaron con humillación. Un rasguño apareció en la frente de Grave Keeper, y
sangre comenzó a salir. Completamente impasible por ese hecho, comenzó a hablar con un
tono completamente diferente.

“Bueno, si realmente quieres tomar mi cabeza…entonces adelante—¡vamos! ¿Ver uno de


los tres reis tener que tomar la responsabilidad? ¡Ahora, eso suena como un gran rato! ¡Y
hey, no te preocupes! ¡La reestructuración será un gran arrepentimiento, un rito de absoluta
destrucción donde todos los pecados serán perdonados! ¡Ver a nuestras razas aniquilarse
entre sí mientras tanto suena una bomba! ¡Todos van a morir de todos modos, así que hey,
memento mori!”

Esta vez, habló como una delincuente joven, y una sonrisa energética se esparció por su
rostro. Kaito se asombró de nuevo.

¿Qué diablos le pasa?

Los patrones de habla de Grave Keeper eran anormales, y en una manera diferente a la de
Jeanne. Los suyos eran incongruentes, como si varias personas diferentes se fusionaran.

La punta de la espada de Lute tembló un poco. El rastro de sangre había bajado hasta los
labios de Grave Keeper. A pesar de eso, sin embargo, su sonrisa permaneció igual.
Apretando sus colmillos, Lute levantó su cabeza por encima de la cabeza.

“¡Hrgh!”

“¡Lute, no!”

94 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito le gritó que para detenerlo. Matar a la Grave Keeper fácilmente podría tener
consecuencias drásticas. En lugar de tenerse, sin embargo, Lute regresó su espada a su
funda. Entonces cayó sobre el suelo de pieles de piernas cruzadas.

Kaito soltó un suspiro de alivio. La Grave Keeper lamió su sangre. Después de limpiar la
área alrededor de su boca de la misma manera en que un gato lo haría, habló.

“Ah, qué agradable. Y la Iglesia es muy magnánima con sus vecinos. Pasaremos por alto tu
descortesía esta vez.”

Hombre, tiene que haber un límite a cuán sin vergüenza puedes ser.

Kaito frunció el ceño. Lute hizo una mueca también, pero pasó la vista por la habitación,
aparentemente habiendo entrado en razón. Sus subordinados habían estado dirigiendo ira
asesina hacia la Grave Keeper también. Incluso ahora, todavía parecían estar listos para
saltar hacia delante e ir por su cuello. Lute dio un suspiro profundo.

Entonces, habiendo reforzado su resolución, se inclinó ante la Grave Keeper.

“Gracias por su generosidad.”

Sus subordinados apretaron sus colmillos a la vez. Su comandante se había disculpado, y


ellos no podían dejar que esa disculpa se desperdiciara. A la fuerza se tragaron su ira. Pero
entonces Lute continuó, su voz prácticamente un gruñido.

“Pero asegúrese de no olvidar. Este es el Fin del Mundo, una tierra que no le pertenece a
ninguna raza. Si todos buscamos lo mismo, entonces el conflicto es inevitable. Y el campo
de batalla es el hogar de muchas sorpresas. Puede que sea influyente, pero no puedo hacer
ninguna garantía de su seguridad. Así que tenga cuidado. Recuerde, cualquier canalla
podría disparar la flecha que tome su cabeza.”

“Oh sí, he sido consciente de eso por mucho tiempo. Pues, lo he visto yo misma. Esa
simplemente es la clase de lugar que es un campo de batalla.”

Cualquiera y todos podrían encontrarse entre las filas de los caídos. Los muertos formarán
círculos y bailarán entre los cráneos, esperando pacientemente sobre la palma de Dios el
día cuando todo regrese a la nada. ¡Tal tranquilidad, tal placer! Pero no estamos en un
campo de batalla, y no soy más que una simple mensajera.”

La Grave Keeper suavemente colocó su mano sobre su pecho.

Entonces, por fin, mostró una sonrisa inocente y apropiada a su edad.

“Ahora, ¡charlemos! Hablemos pacífica y pastoralmente para que todas las criaturas de Dios
puedan llegar a un entendimiento.”

95 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

***

“Char…lar?”

Kaito soltó un murmullo asombrado, La propuesta de Grave Keeper parecía completamente


razonable. Pero eso fue lo que la hacía parecer tan completamente irreal. Después de todo,
sus dos alas estaban trabajando bajo metas y creencias diametralmente opuestas.

Jeanne, Kaito, y los otros estaban intentando proteger y preservar el mundo como estaba.
Esa era la salvación que estaban intentando obtener.

La Grave Keeper y el resto de los fanáticos, por otro lado, estaban intentando provocar la
reestructuración del mundo. Esa era la salvación que estaban intentando obtener.

Muchos conflictos tenían alguna clase de base común sobre la que las dos partes podrían
estar de acuerdo. Pero aquí, tal cosa no existía.

No había manera de que se reunieran a mitad de camino. El abismo que yace entre ellos
era vasto y profundo.

Dada la situación, entonces, ¿respecto a qué se podría hablar?

“No tendría sentido. Y seguramente lo sabes, Grave Keeper. Intercambiar palabras no


resultaría en nada más que un desperdicio de tiempo.”

“Oh my, declaras tan afirmativamente, Entristece a mi corazón, en serio.”

“Ustedes respaldan la reestructuración, y nosotros buscamos la supervivencia. El mundo o


perecerá o no lo hará. Las dos opciones no dejan posibilidad para el arreglo, lo cual nos
otorga un raro caso de pura y absoluta oposición.”

Elisabeth le dio voz a los mismos pensamientos que habían estado cruzando la mente de
Kaito.

Todavía descansando lánguidamente su barbilla sobre sus palmas y piernas cruzadas,


continuó abiertamente.

“El entendimiento mutuo es imposible para nosotros. Uno o el otro tendrá que morir.”

“Oh my, espero que no. Al menos tenemos la posiblidad de discutir las cosas. Elisabeth Le
Fanu, tú especialmente deberías tener poca razón para querer que el mundo continué.”

La Grave Keeper sonrió. Elisabeth con hosquedad arqueó una ceja.

Kaito inmediatamente se percató de lo que Grave Keeper estaba intentando decir.

96 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Elisabeth va a ser quemada en la hoguera. Así que realmente no debería importarle


si el mundo continúa o no… Pero espera. Si logramos evitar que el mundo sea
reestructurado y le mostramos a todos cuán corrupta es la Iglesia, ¿tal vez podríamos hacer
que su sentencia se reduzca?

Era la primera vez que Kaito había considerado esa posibilidad. Pero la Grave Keeper no
terminaba aún.

“Asumamos por un momento que la reestructuración no ocurre y que todos ustedes tienen
exitos en pedir la sabiduría de Vyade Ula Forstlast y denuncian la Iglesia. Una purga se
llevaría a cabo dentro de ella, sin duda. Aún así, la existencia del primer demonio todavía
estaría oculta al público, y la verdad sería ocultada una vez más. Pues, lo apostaría. Todos
ustedes escogerían permanecer en silencio, y Vyade haría igual, también.”

Elisabeth no ofreció respuesta a la declaración audaz de Grave Keeper. Aunque estaba a


punto de objetar vehementemente, Kaito finalmente contuvo su lengua.

La Grave Keeper tenía razón.

Tiene razón… No diré nada. Y Elisabeth probablemente tampoco lo hará.

Después de todo, ¿qué pasaría si él hablara?

Si públicamente anunciara la existencia del primer demonio, el mundo descendería al caos.


Destruir los cimientos mismos de una de las religiones más prominentes del mundo tendía a
tener ese efecto. La Iglesia, sus seguidores, algunos de los aristócratas, e incluso la familia
real se convertirían en los sujetos de odio y desconfianza extremos. La historia sería
marcada por una era de ejecuciones y tortura.

La voluntad de las masas podría transformarse en una maquina asesina implacable. ¿Quién
sabe cuántos colgaría?

Además, la guerra contra los demonios había asestado un golpe grave a la economía del
mundo. Si la sociedad perdía a sus líderes también, se hundiría a un estado de desorden
sin precedentes. Y si una hambruna o plaga atacara, el desastre sería inimaginable.

Todo era demasiado fácil de imaginar. Lo cual los dejaba con nada más que una sola
opción.

No podían decir nada.

“En resumen, incluso si sus acciones permiten que el mundo continue, ningún elogio les
esperara. Porque ustedes mismos serán los que lo encubrirán. Lo cual llega a significar que
el destino de la Torture Princess no será cambiado.”

97 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Si hacemos alguna clase de trato secreto con la Iglesia… No, eso no funcionaría. La
misma Elisabeth no quiere amnistía, y las masas implacablemente demandarían la cabeza
de la Torture Princess.

El rebaño se detendría justo antes de hundirse en las llamas. Pero entonces, sin notarlo,
quemarían a su salvadora hasta la muerte.

Kaito apretó sus puños. Si ese era el caso, entonces el problema se convertía en cuál final
era más honorable; la reestructuración del mundo o arder en la hoguera.

“Como dije hace unos momentos, la reestructuración será un gran arrepentimiento. Cuando
el fin llegue, todos tus pecados serán perdonados. Ha llegado el momento de ‘rezar para
que Dios sea tu salvación.’ ¿No suena eso placentero? Es un final más hermoso que arder
hasta la muerte, en todo caso. El Señor finalmente te recompensará por tus esfuerzos.”

La Grave Keeper sonrió, como si le diera a Elisabeth sus bendiciones. Mientras lo hacía,
Kaito fue embestido por una duda particular.

Cierto, la Torture Princess es una gran pecadora. Pero…

Las masas no tenían idea de cuánto bien había hecho, ni siquiera intentaron descubrirlo.
Esa simplemente era la clase de criaturas que eran. Escuchaban sólo lo que querían
escuchar y veían sólo lo que querían ver.

Los rebaños de borregos eran, fundamentalmente, estúpidos. Y esa era la manera en que
las cosas debían ser.

…¿Pero eso no es un pecado de por sí?

Los ignorantes no tenían ni ningún derecho de culpar, ¿verdad? Todo su estilo de vida
estaba fundamentalmente mal, ¿verdad? Entonces, ¿eso no hacía de la reestructuración
solo una manera de rectificar eso?

“¿Eso es lo que crees? Entonces eres una imbécil.”

Una voz afilada hizo añicos la ensoñación de Kaito por la fuerza. Con un sobresalto, recobró
el sentido.

Ante él, Elisabeth todavía estaba sentada con su barbilla en sus manos.

“Tu premisa tiene fallos, para empezar. Las masas no fueron las que decidieron dictar ese
juicio sobre mí. Fui yo. Y los grandes elogios son la cosa más lejana de mi mente. Tu
reestructuración puede que sea más agradable para mí, pero no me importa nada. De
hecho, es muy lo opuesto.”

La mirada de Elisabeth se cernió sobre la Grave Keeper. Sus uñas negras brillaron mientras
susurraba.

98 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Cualquiera que diga que mis pecados pueden ser perdonados morirá a mis manos.
Es todo lo que hay,”

Elisabeth pasó su lengua por sus labios rojos. Entonces, con una dulce sonrisa, la pecadora
sin igual continuó.

“Tu marrullería te ha resultado contraproducente, Grave Keeper. Tu muerte llegará


rápidamente.”

Es verdad. Elisabeth es fuerte.

Kaito se acordó por la fuerza de ese hecho. Su resolución era completamente suya y de
nadie más. Él no había asimilado eso aún, ni la aceptaba completamente. Pero la manera
en que ella se negaba a temerle a la muerte definitivamente era admirable. Ahora que
pensaba en ello racionalmente, Kaito, también, se oponía a la reestructuración.

Ciertamente no quería que Elisabeth ardiera en la hoguera. Pero no veía razón para apoyar
un plan que involucraba que todos en el mundo murieran, tampoco. Llamar a la muerte
“salvación” no era nada más que una sofistería vulgar.

Al mismo tiempo, Kaito se dio cuenta de algo extraño. La descripción de la Grave Keeper
era disparatada desde su premisa misma.

La mayoría de los que quieren que la reestructuración pase creen que los devotos
creyentes permanecerán en el nuevo mundo.

Al menos, eso era lo que él había pensado. Pero Grave Keeper era diferente,

Todo el tiempo, claramente había estado trabajando bajo la suposición de que toda la
humanidad perecería.

“¿Qué…diablos?”

Palabras de duda se derramaron de los labios de Kaito. Grave Keeper ladeó su cabeza al
costado, curiosa respecto a lo que estaba intentando decir.

Mientras miraba en respuesta a la chica, las palabras prácticamente saltaron de la boca de


Kaito.

“¿Tú…tú sabes que la reestructuración va a matar a todos?”

“Oh no, no a todos. Nuestra venerada Santa seguro quedará.”

“Aún así—¿lo sabes? Pero entonces…¿cómo diablos podrías apoyar eso?”

99 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito dio voz a sus genuinas dudas. Creer que su devoción por último sería recompensada
con un milagro y les concedería la supervivencia al menos era algo que él podía
comprender. Y aunque era retorcido, buscar la validación de la devoción y justicia de uno
tenía mucho sentido como deseo.

Pero si sabían perfectamente lo que ellos, también, serían reducidos a nada…

Esa clase de devoción es demasiado vacía.

Eso significaría que todos sus deseos y oraciones habían sido para nada. Ni una sola cosa
que le pidieran a Dios terminaría significando algo. Ni una sola persona sería salvada.

“¿Eso no volvería todo carente de sentido?”

“¿Por qué buscaríamos resultados de una oración?”

Su voz tenía un extraño tono seco.

Los ojos de Kaito se abrieron de golpe. Ignorando su shock, la chica hizo una firme
declaración.

“Eso sería blasfemia.”

Kaito no tenía nada con lo que continuar. No tenía idea de qué decir. Pero entonces, de
repente, una sonrisa se extendió por el rostro de Grave Keeper. Para su sorpresa, su voz
tomó un tono más suave.

“Ah, ya veo. Tiene mucho sentido que un hombre de otro mundo tendría problemas en
entenderlo. Sabemos perfectamente bien la verdad detrás de nuestro mundo, ya ves. Por
eso es que creemos. Dios y la Santa han estado buscando esta reestructuración por
muchos siglos. Con ese siendo el caso, entonces nuestra aniquilación, también, es una
cosa de alegría.”

“¿Qué diabl—?”

“Si Dios considera nuestra existencia un error, entonces eso es lo que es justo y apropiado.”

La voz de Grave Keeper era solemne. Habló con calma, como si le hiciera proselitismo a un
borrego ignorante.

“El siguiente mundo será el reino de Dios, una tierra perfecta e ideal. Y oh, qué cosa tan
maravillosa será eso. Ahora es momento de que nosotros paguemos la Santa por el amor
que tan libremente nos dio. ‘Toda gloria a Dios.’ ‘El milagro está sobre nosotros.’ ‘No hay
necesidad de que estemos aquí.’ Eso es lo que significa tener fé.”

Kaito tembló. El cabello en la cola de Lute se levantó.

100 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Ahora Kaito finalmente se dio cuenta.

Así que ella es una de los “pastores que gustosamente se lanzarían al fuego para
presenciar un milagro” de los que Jeanne estaba hablando.

Al mismo tiempo, reflexionó sobre lo que Izabella había dicho: que la doctrina de la Iglesia
era necesaria.

“Incluso ahora, todavía sostengo que las enseñanzas de la Iglesia son maravillosas.
Usar la fé como una manera de apoyar una vida vivida noble y correctamente es algo
honorable. Las personas son débiles. Necesitan creer en algo.”

Esta chica no estaba usando la fé para apoyarse. Estaba usándose a sí misma para apoyar
la fé. Ni siquiera creía que sus oraciones alcanzarían a alguien. No buscaba nada de Dios.

Y si se le dijera que muriera, simplemente moriría. Esa era la naturaleza de su amor.

Kaito separó sus labios temblorosos. Todavía temblando, hizo su pregunta.

“¿Cómo puedes siquiera pensar así? Eres muy joven, pero tú—”

“Basta, Kaito. Pedirle tal cosa a Grave Keeper es casi cómico. Ahora eres el que tiene la
premisa con fallos.”

Sonando molesta, Elisabeth interrumpió. Hizo señas bruscamente hacia la Grave Keeper
con su barbilla.

Cuando habló de la adorable chica que estaba señalando, su voz estaba teñida de odio.

“El Grave Keeper hereda los recuerdos y personalidad de cada Grave Keeper antes de él.
Sin embargo, el rito de sucesión es una carga demasiado grande de soportar para la mente
de un bebé. Como resultado, las personalidades se combinan, y una clase de selección
natural ocurre. Al final, todo lo que queda es un solo denominador común: ferviente
devoción hacia Dios y la Santa. Puesto en pocas palabras, ella es similar al fanatismo
encarnado.”

Se ve cuerda, pero supongo que en serio, en serio no lo está.

Kaito podía ver eso claramente. Al mismo tiempo, recordó una vez más la muy arraigada
perversión de la Iglesia. Preservar los recuerdos y personalidad del Grave Keeper sin duda
era un paso necesario para que ellos siguieran ocultando el mortífero secreto que era la
existencia del primer demonio. Las personas que podían mantener su fé después de ver
esa cosa probablemente eran más raras que lo raro. Pero eso había resultado en ella.

Sabes, esa cosa que Izabella dijo probablemente está más cerca a cómo se supone
que la Iglesia sea.

101 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Pero en cambio, habían involucrado a todo el mundo y se habían hundido más y más
profundo en sus errores.

¿Qué había salido mal? ¿Cómo habían llegado las cosas a este punto? Sin importar cuán
duro pensara en ello, ninguna respuesta satisfactoria era inminente. Desde que el mundo
había sido creado, o quizás incluso antes, delgadas capas de locura lentamente habían
estado intentando tragar todo. Pero incluso con la situación tan tumultuosa como estaba, el
detonador que había iniciado el colapso era abundantemente claro. Todo había comenzado
cuando el Butcher le había vendido esa carne de demonio a Vlad.

Realmente necesitaban hablar con el Butcher directamente. Con esa idea en mente, Kaito
hizo una nueva pregunta.

“¿Dónde están resguardando al Butcher?”

La Grave Keeper lo ignoró completamente, Jeanne estaba sentada tranquilamente en el


suelo. La mirada de la Grave Keeper cambió al indefenso perfil de Jeanne. Entonces, con
voz suave, llamó a la Torture Princess dorada.

“He escuchado reportes sobre ti, sabes. La otra Torture Princess. La chica que se
autoproclama la doncella de la salvación, quien rechaza la voluntad de Dios, quién serviría
vino envenenado sobre los labios de la Santa. Eres una tonta de una clase totalmente
diferente a la nuestra… Aunque también escuché que a pesar de esa expresión mecánica
que das, le agarraste un buen gusto a nuestra Izabella Vicker.”

“Eso hice. Ella fue mi primer amor, ya ves.”

La respuesta de Jeanne fue instantánea.

Al momento siguiente, los ojos de todos los presentes excepto Grave Keeper se abrieron de
golpe.

“¿Huh?”

“¿Qué?”

“¿Disculpa?”

“¿Cómo?”

El breve comentario que había dado también podría haber sido una bomba.

Al escuchar las palabras primer amor, Kaito, Elisabeth, Hina, e incluso Lute se tambalearon.
Avergonzados por sus reacciones, todos se callaron, y un indescriptible silencio cayó sobre
la habitación.

102 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Aparte de Grave Keeper, cuya sonrisa permanecía sin cambios, todos en verdad tenían
expresiones peculiares.

Entonces Jeanne siguió con la misma voz sin emoción de siempre.

“Lo siento. Esa fue una broma.”

“¡¿Una broma?! ¡Pensé que hablabas en serio! ¡Ahora difícilmente es el momento de estar
diciendo esas cosas!”

Elisabeth golpeó su puño contra el suelo, y se hundió ligeramente en la piel de oso. Kaito
rápidamente mostró su consentimiento moviendo su cabeza. La tan llamada “broma” de
Jeanne fue fuera de lugar en extremo. Sin embargo, no terminó de hablar aún.

“Sin embargo, siento que era algo similar. ¡Pero hey, no sé! Fui elegida por los alquimistas
para salvar al mundo y criada únicamente para ese propósito. Era una princesa y un
sacrificio. Fui creada por ellos, y los destruí. Porque ese era mi contrato con ello. Ninguno
de nosotros estaba resentido con el otro. Sin embargo, tuvo poco contacto directo con los
humanos, así que estaba preocupada en cuando cómo interactuar mejor con los borregos
descarriados hasta obtener un sirviente. Así que fui con algunos bandidos en una montaña
vecina, los agarré, y aprendí de su ejemplo.”

“¡Espera, ¿así que es por eso que tu habla se vuelve vulgar a intervalos aleatorios?!”

Un misterio había sido resuelto, al menos. Ahora sabían el contexto detrás del hecho de que
la elección de palabras de Jeanne a menudo cambiaba a una increíblemente grosera. Pero
lo que no sabía era por qué había elegido compartir ese aparentemente irrelevante pedazo
de información con ellos. Ignorando la expresión de desconcierto de Kaito, Jeanne siguió
hablando.

“Así que esa fue mi primera vez.”

“¿Tu primera vez…qué?”

“Mi primera vez conociendo un ‘humano ordinario’ así.”

Esta vez, Jeanne respondió la pregunta de Kaito. Por un momento, sus ojos rosados se
vaciaron.

Entonces susurró con una voz atípicamente vaga.

“Mi damita era ingenua…pero era valiente, y tenía honor.”

Esa simple oración golpeó a Kaito como un tren. Se quedó mirando su perfil y rumió.

Sus interacciones con las personas había sido severamente limitadas. Eso fue lo que había
hecho a Jeanne de la manera en que era hoy en día, en la doncella de la salvación. Nunca

103 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

miraba atrás a aquellos que pisoteaba, ni pensaba en sus víctimas. Pero si una sola
personas que percibiera de manera diferente existía, entonces…

Si ese es el caso, entonces…eso básicamente es amor a primer vista, ¿no?

Kaito casi lo dijo en voz alta, pero contuvo su lengua. Señalarlo no les haría ningún bien.

Izabella actualmente estaba lejos de ellos. Había llevado a cabo su voluntad y regresó a la
Iglesia. Y no se sabía a ciencia cierta qué le había pasado después de ser capturada por el
grupo de personas de apariencia ejecutores.

No, espera. Hay una persona.

Había una posibilidad de que la Grave Keeper supiera si Izabella estaba a salvo o no.

Kaito instintivamente se giró para mirarla. Mientras lo hacía, una sonrisa vil se extendía por
su joven rostro.

Al verla, un escalofrío recorrió su columna. Desesperadamente, intentó preguntar sobre el


bienestar de Izabella. Pero Jeanne habló primero, como si lo detuviera. Su voz fue tranquila
hasta el final.

“Aún así, intentar usar a mi damita como carnada para negociar conmigo es un desperdicio
de tu tiempo, fanática. ¡Ya es demasiado tarde, ¿no es así? ¡Imbéciles como tú siempre
siguen el mismo maldito compendio!”

“Espera, espera, ¿’demasiado tarde’? ¿Quieres decir que Izabella está…?”

El rostro de Kaito se puso pálido. Al momento siguiente, el rostro sonriente de Izabella pasó
vívidamente por su mente. Luz blanca había estado explotando a sus espaldas, y había
estado sonriendo. Incluso con las crueles heridas talladas por su rostro, todavía había sido
hermosa.

Izabella está…

Una risita se escapó sin ser solicitada de la boca de Grave Keeper.

Kaito por reflejo intentó agarrar el cuello de sus vestiduras.

¡Skreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

Antes de que pudiera, sin embargo, un ruido estridente llenó la habitación. Mientras
reverberaba, la solapa de cuero en la entrada del campamento se agitó violentamente hacia
adentro.

Todos se giraron para mirar. Soltando un majestuoso suspiro, la Grave Keeper se puso de
pie.

104 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Su capa carmesí se arrastró detrás de ella mientras silenciosamente caminaba a la entrada


y desamarraba su nudo de cuero. Cuando lo levantó, un orbe entró volando, junto a un
misterioso aire cortante.

El orbe era uno de los dispositivos de comunicación de la Iglesia. Las alas a sus costados
suavemente caían mientras descendía sobre la palma de la Grave Keeper. Runas
aparecieron por su superficie, unas mucho más complejas a las con que Kaito estaba
familiarizado.

Parecía que el mensaje que la Grave Keeper había acabado de recibir había sido
encriptado. Después de que lo leyó, sus ojos entrecerraron.

“Buen trabajo ahí fuera. Ahora transmite esto al puesto de vigilancia*: ‘Es Yah Llodl de
nuevo.’”

[Nt: Puede ser “vigilante” también.]

La Grave Keeper suavemente lanzó hacia arriba el dispositivo de comunicación. Un par


fresco de alas brotaron de sus costados.

Entonces aletearon, y el orbe partió. Después de ser tragado por el paisaje nevado, la
Grave Keeper regresó la entrada a la manera en que la había encontrado. Dándose la
vuelta, colocó una sobre su pecho.

Su manto escarlata se agitó mientras daba una profunda reverencia a los reunidos.

“Me temo que debo retirarme. Es bastante desafortunado, pero hay algunos asuntos
problemáticos a los que me encuentro en necesidad de asistir. Aunque quizás fue
demasiado corto para obtener mucha importancia, creo que nuestro pequeño encuentro fue
uno significativo. Las cacerías de paganos y las inquisiciones son tan inefectivas, dejan
legados tan pobres, después de todo. Ni yo siquiera deseo poner en mi contra a todas las
criaturas del mundo. En cambio, deseo simplemente rezar para que todos encuentren en
ustedes un cambio de opinión, aunque no sea más que uno pequeño.”

Las palabras de la Grave Keeper fueron elegidas cuidadosamente. La cosa más aterradora,
fue el hecho de que la auténtica compasión que se vertía de su voz parecía completamente
sincera. Juntó sus manos y cerró sus ojos, como si estuviera orando.

“‘Eres libre de actuar como desees. Pero reza para que Dios sea tu salvación. Porque el
principio, el medio, y el final yacen en la palma de Su mano.’ Que Dios y la Santa los
bendigan a todos.”

Entonces la Grave Keeper levantó su cabeza y les ofreció una dulce sonrisa. Ni una sola
persona la regresó. Aparentemente indemne por ese hecho, sin embargo, comenzó a
caminar. La gente bestia le envió miradas de daga mientras levantaba la puerta de cuero
una vez más. Sin embargo, se detuvo un momento antes de salir al paisaje de nieve.

105 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Pero no se preocupen. Seremos enemigos desde aquí, justo como desean.”

Con ese tranquilo murmullo, comenzó a caminar de nuevo. La entrada se quedó quieta de
nuevo.

Y con eso, se fue.

***

Da la impresión de que un tifón acaba de pasar.

Kaito inspeccionó la habitación perplejo. No se veía diferente a hace un rato, pero se sentía
como si hubiera sido envuelta en una capa gruesa. Así de mal la entidad conocida como
Grave Keeper había arrojado el ambiente al caos. Mientras intentaba deshacerse de una
entumecedora sensación de fatiga, Kaito regresó sus pensamientos al bienestar de Izabella.

Entonces…¿qué le pasó?

La retorcida sonrisa de Grave Keeper pasó por su mente. Reconocía esa sonrisa sádica; la
había visto una y otra vez cuando estaba con vida.

Abrió su boca para hablar. Pero antes de que pudiera poner su firme sensación de ansiedad
en palabras, Elisabeth se levantó.

“Nos vamos, Kaito. Un objetivo claro se nos ha presentado.”

“¿Un objetivo? ¿Quieres decir que vamos a seguir a la Grave Keeper o algo?”

Si hacían eso, probablemente sería capaces de descubrir dónde la Iglesia había hecho su
campamento. Pero también corrían el riesgo de toparse con la fuerza principal de la Iglesia.
Kaito escogió dejar esas preocupaciones implícitas. Sin embargo, Elisabeth sacudió su
cabeza mientras respondía.

“No me conoce, y como tal, fue negligente. Desde la época de Godd Deos, he estado
robando cuidadosamente registros secretos de la Iglesia y rompiendo su código. Como tal,
fui capaz de leer ese último mensaje.”

“Espera, ¿en serio?”

“Heh, ver un código haría que cualquier mago quisiera resolverlo. Y tuve mis sospechas de
que el día en que tal conocimiento se volvería útil llegaría. Y finalmente ha llegado. Bastante
impresionante de mi parte, aunque lo diga yo misma.”

Mientras cantaba sus elogios, Elisabeth se bebió el resto del té que había estado
sosteniendo continuamente todo el tiempo. Una vez que terminó, Hina, quién estaba
esperando lista, tomó el tazón vacío.

106 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Buen trabajo, Hina. Estuvo espléndido como siempre. Tus talentos nunca decepcionan.”

“Eres demasiado amable, Lady Elisabeth. Tus palabras me llenan de mucha alegría. Pero,
si puedo preguntar, ¿cuál era el contenido de la transmisión?”

Hina hizo esta pregunta con un tono nervioso. Sus siguientes acciones como un grupo
dependían de la respuesta. Todos tragaron saliva mientras esperaban la respuesta de
Elisabeth. La respuesta, sin embargo, fue inesperada.

“‘La jaula en el cuartel general fue abierta. Los guardias estaban inconscientes, golpeados
en la parte trasera de la cabeza.’ En otras palabras…”

La escena que había visto en el castillo de Elisabeth espontáneamente apareció ante los
ojos de Kaito.

El Butcher había sido capaz de abrir incluso el Gibbet de la Torture Princess. No había
manera de que una jaula hecha por el hombre pudiera contenerlo. ¿Y qué haría después de
escapar de la jaula?

Elisabeth continuó, su voz repitiendo los pensamientos de Kaito al pie de la letra.

“En este momento, el paradero del Butcher es desconocido. Parece que ha huido a algún
lado.”

107 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

108 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

6: Buscando Respuestas
Ahora que sabían que el Butcher había escapado, tenía que actuar rápido.

Dejando el cálido y cómodo campamento detrás de ellos, Kaito y los otros se sumergieron el
mundo de hielo y nieve.

El aire brillaba y destellaba como lo había hecho antes. Los copos de nieve eran iguales,
también, todavía amontonados sobre el vasto valle de hielo. El escenario delante de ellos
era radiante y hermoso, como si hubieran entrado a un globo de nieve.

El vasto e interminable paisaje de nieve parecía el mismo de siempre.

El grupo de Kaito, por otro lado, se había expandido. Al fin de su procesión estaba Lute,
envuelto en gruesa ropa de invierno debido a su incapacidad de usar magia. Mientras el
lobo cobrizo miraba fijamente al frente, Kaito le habló.

“¿Estás seguro de que quieres venir con nosotros? No se sabe qué va a pasar después de
que alcancemos al Butcher, sabes.”

“¿De qué está hablando? Quedarse de brazos cruzados después de ser insultado sería una
desgracia a mi nombre como guerrero. ¡¿Y dice que este prófugo suyo es no sólo el Apostol
que nos llamó al Fin del Mundo, sino que puede incluso saber el paradero de la Santa?!
¡Pues, ¿cómo podría no perseguirlo?!”

Los oídos de Lute se levantaron mientras daba su determinada respuesta. Sin embargo, le
había ordenado a sus subordinados quedarse a la espera en el campamento. Había
afirmado que un grupo demasiado grande sería demasiado llamativo, pero probablemente
eso solo fue un pretexto. Probablemente tenía la intención de tomar toda la responsabilidad
personalmente si las cosas se iban a pique con la Iglesia. Kaito había estado preocupado
sobre la extención de la resolución de Lute, pero no lo había detenido.

Todos tienen orgullo, algo de lo que se niegan a echarse para atrás. Ahora mismo,
probablemente sea mejor si simplemente no digo nada.

Con Lute habiéndose unido a su grupo, Kaito había decidido dejar a Vlad sellado en su joya.
La joya en cuestión estaba sacudiéndose a intervalos regulares como si intentara expresar
su disgusto. Kaito, sin embargo, firmemente la ignoró.

Con Lute añadido y Vlad restado, los cinco avanzaron, encabezados por Gargantua.

Al final, había decidido ir al campamento de la Iglesia.

Estaban conscientes del riesgo de encontrarse con la fuerza principal de la Iglesia, pero la
cantidad de información que tenían sobre el paradero del Butcher era fundamentalmente

109 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

insuficiente. Con el fin de hacerse una idea de la manera en que había huido, había
decidido seguir encubiertamente los movimientos de la Iglesia.

Con el fin de evitar entrar en una pelea, toda Deus Ex Machina aparte de Gargantua estaba
esforzándose en buscar a sus oponentes.

Parecía que la Grave Keeper se había ido a pie. Sus pasos eran muy borrosos, difícilmente
parecían estar ahí en absoluto, pero Gargantua los seguía sin dudar. En este momento,
estaba equipada con partes extra específicamente por ese propósito. Después de tomar
vidrio retorcido de Jabberwocky. había fabricado lo que parecían ser un par de ojos.
Estaban hinchados, como si estuvieran mirando a través de lentes, y giraban y giraban
mientras Gargantua avanzaba por el suelo cubierto de hielo.

El plan había sido que Gargantua se desconectara de Pantagruel una vez que las pisadas
de Grave Keeper se desvanecieran para que pudiera seguirla por su maná. Sin embargo,
no parecía que sería necesario. Kaito y los otros siguieron detrás de Gargantua en silencio.

Sin importar cuán lejos iban, el escenario nunca cambió. Eso, de por sí, era inquietante.

Si todo de él es hermoso, entonces da la impresión de que todo en él está muerto.

Un escalofrío recorrió la columna de Kaito, uno completamente desconectado del frío. La


idea de que simplemente estaban yendo en círculos comenzó a cautivarlo. Justo mientras lo
hacía, sin embargo, Gragantua se detuvo de pronto.

Metiendo una pierna en el hielo para usarla como fulcro, la autómata dio una vuelta. Se giró
para mirar a Jeanne y movió su cabeza ruidosamente hacia arriba y hacia abajo.
Claramente le estaba transmitiendo algo, ya que Jeanne tranquilamente asintió con la
cabeza en respuesta.

“Ah, ahora lo entiendo. ¡Venga, imbéciles! ¡Sigan el ritmo!”

Jeanne y Gargantua cambiaron de rumbo. Girando al costado. partieron


perpendicularmente desde donde se habían detenido. Kaito encontró bastante difícil creer
que la Grave Keeper había viajado de manera tan extraña.

Parecía que los dos habían dejado de seguir el rastro de la Grave Keeper completamente.

¿Pero entonces a dónde van?

Justo cuando las dudas comenzaban a cruzar la mente de Kaito, sin embargo, Gargantua
se detuvo y comenzó a caminar en paralelo a su ruta original.

Kaito los otros le siguieron. Mientras lo hacían, el escenario alrededor de ellos comenzó a
cambiar poco a poco. El suelo comenzó a inclinarse hacia arriba en un ángulo mucho más
notable que la colina que habían visitado antes. Kaito se encontró al borde de resbalarse

110 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

varias veces. Cada vez, sin embargo, Hina exitosamente se las arregló para apoyarlo.
Agradeciéndole constantemente, Kaito trabajosamente subía por la colina plateada.

Copos de nieve especialmente grandes comenzaron a crujir bajo sus pies, y llamó a
Jeanne.

“¿Así que por qué dejamos de seguir las pisadas y vinimos por aquí en cambio?”

“El número de conjunto de pisadas aumento. ¿Sabes por qué es eso, mister?”

“…La Grave Keeper debe haberse reunido con sus subordinados. Debemos estar cerca de
su campamento.”

“Precisamente. Una sagaz hipótesis, viniendo del Fool. Además, los Deus Ex Machinas
comparten información entre ellos. Según Pantagruel, este acantilado es la ubicación
óptima desde de la cual observar su campamento. También, asegúrate de evitar caminar
delante de Gargantua. ¡Caer a tu muerte antes de encontrar nuestro oponente sería
una mala broma tremenda!”

Kaito ladeó su cabeza, confundido por la advertencia de Jeanne. Sonaba a que había un
acantilado delante de llos, seguro, pero ni siquiera él era tan tonto para solo caer por su
borde. Un momento después, se retractó de todo.

Gargantua se había detenido en seco. Delante se encontraba la nada.

El suelo delante de sus patas plateadas limpiamente se había desvanecido. Era como si
alguien lo hubiera cortado con un cuchillo, luego insertado un tenedor y arrastrado. Ningún
acantilado descendía tan bruscamente.

Oh hombre, totalmente habría caído de ahí.

Por poco deteniéndose también, Kaito comenzó a sudar frío internamente. Tímidamente
miró por encima del borde.

Podía ver el campamento de la Iglesia debajo. Varias tiendas estaban ordenadas en


organizados y sistemáticos intervalos. Cada uno tenía al menos dos banderas engalanadas
con lirios blancos e imágenes de la Santa. Fogatas estaban encendidas en todo el
campamento, iluminandolo en medio de la nieve. Claramente estaban teniendo que poner
mucho más esfuerzo en mantener su calor que la gente bestia.

Probablemente incluso habían puesto su campamento de espaldas al acantilado para


mantener a raya el viento frío.

La gente que se veía como puntos en el campamento estaban moviéndose rápidamente, sin
duda debido a la desaparición del Butcher. Después de recobrarse mentalmente de la
repentina aparición del borde del acantilado, sin embargo, los ojos de Kaito se posaron en
algo completamente diferente.

111 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Hey, ¿qué es…? Oh, geez.”

Había algo sobre el acantilado.

La figura se había congelado con sus brazos bien abiertos. Parecía una estatua de alguna
clase de dios pagano o quizás un espantapájaros inane. Era un hombre colgando en el aire.
Su cuerpo estaba apoyado por una gruesa estaca, la cual perforaba su trasero y salía por
su boca. Sangre congelada y heces goteaban de entre sus piernas.

Sus ojos estaban abiertos con una expresión de intensa agonía. Parecía que la estaca
había sido enterrada mientras aún estaba con vida.

Con un segundo vistazo, Kaito confirmó la cruel verdad: el hombre, envuelto en lujosas
ropas, había sido ensartado.

Luego su cuerpo había sido puesto en demostración pública sobre el acantilado.

“¿Quién es ese?”

“…Yah Llodl.”

“¡¿Qué?!”

Al escuchar la respuesta de Elisabeth, Kaito soltó un grito sorprendido.

Después de la muerte de Godd Deos, Yah Llodl había tomado ventaja de las dinámicas de
poder cambiantes de la Iglesia para unirse a sus altas esferas. E incluso solo solo la
pequeña conversación que había tenido con Yah Llodl por un dispositivo de comunicación,
el orgullo del hombre había sido abundantemente claro. Pero, ahora, este era el estado en
que estaba. Su fracaso en la tumba subterránea probablemente había sido la causa.

Y en cuanto a las personas que habían eludido las consecuencias de eliminarlo, solo una
vino a la mente de Kaito.

Después de todo, cuando había escuchado sobre el escape del Butcher, eso fue lo que
había dicho:

”Buen trabajo ahí fuera. Ahora transmite esto al puesto de vigilancia: ‘Es Yah Llodl
de nuevo.”

“…La Grave Keeper.”

No había ninguna duda en su mente de que ella era la que estaba detrás del nefasto
espectáculo ante él.

112 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito hace mucho se había acostumbrado a ver la tortura. Y aunque era reacio a admitirlo,
ver a alguien que había sido ensartado casi tenía una clase de familiaridad. Aún así, ver el
cadáver de alguien cuya arrogante risa había escuchado recién vino como un golpe.
Elisabeth y Jeanne, por otro lado, parecían observar la muerte de Yah Llodl con completo
desinterés. Quitando sus ojos del cuerpo, volvieron a mirar hacia el campamento.

“Hmph, ya veo.”

“Ciertamente. Es bastante inequívoco.”

No había razón para que Lute supiera quién era Yah Llodl, pero aún así parecía encontrar la
compostura de las Torture Princess inquietante. Sin embargo, él, también, se dio cuenta de
que retirarse no lograría nada.

Por eso, cuidadosamente siguió su ejemplo. Kaito y Hina se alinearon junto a ellas e
hicieron lo mismo.

En breve, Kaito se encontró frunciendo el ceño. El campamento de la Iglesia era aún más
caótico de lo que habían esperado.

Una revisión prudente hacía claro que estaban divididos en dos grandes facciones.

Un grupo de personas estaban usando armaduras plateadas con pieles acomodadas sobre
ellos para repeler el frío, y el otro grupo estaba envuelto en trajes escarlatas con aspecto de
ejecutores. Cada uno estaba reunido y actuando como una unidad, como dos manadas de
diferentes bestias.

“Se adecua bien a mis expectativas, pero parece que no son un monolito, ¿verdad?”

“Ciertamente, no lo son. ¡Y es una gran risa, viniendo de imbéciles sin cerebro


que no paran de hablar de reestructurar el mundo! ¡Están amontonándose en la
misma maldita tumba, ¿no es así?! Pastores y rebaño negándose a llevarse bien—
¡qué risa!”

Elisabeth entrecerró sus ojos carmesíes, y Jeanne levantó su voz con desprecio.

Kaito inmediatamente dedujo sobre qué estaban hablando.

Los paladines y los tipos de aspecto ejecutor no son exactamente enemigos, ¿pero
podía ser sr que estén en malos términos?

Los paladines parecían estar buscando un grupo de búsqueda por su cuenta. Fueron al sur,
pero su ánimo parecía bajo, y difícilmente podrían ser descritos como unificados. En lugar
de regañarlos por su pereza, sin embargo, el grupo ejecutor simplemente fue al norte.
Ningún grupo parecía tener la intención de trabajar con el otro.

De hecho, los ejecutores parecían estar evitando a los paladines.

113 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Qué está pasando? ¿Vinieron hasta el Fin del Mundo, y ahora ni siquiera van a trabajar
juntos?”

“Los paladines han perdido a su comandante. Aunque era joven, ellos ponían mucha
confianza y responsabilidad en Izabella. Intentar mantener su moral alta a pesar de tenerla
injustamente arrebatada de ellos sería un ejercicio fútil. Y este es el Fin del Mundo. A
diferencia de la Capital, la Iglesia puede hacer uso de sus paladines transfigurados
libremente. Ese montón escarlata probablemente habría preferido venir aquí con ellos
mismo y sus grotescos peones unicamente.”

“Sin embargo, aunque la secta de reconstrucción sostiene las riendas de poder dentro de la
Iglesia, su control no es absoluto.”

Jeanne tomó la explicación de Elisabeth y desapasionadamente presentó el estado actual


de asuntos dentro de la Iglesia.

“Negarse a traer a los paladines normales habría ganado la desconfianza de la familia real y
algunos de los aristócratas notables. Incluso con la atractiva oferta de escapar de la gran
carga de tener que reconstruir la Capital, la secta de reconstrucción fallará en influir muchos
de los menos devotos. Y los poderosos tienen tendencia a valorar más alto el oro que a
Dios, ya ves. ¡Ambos tienen una forma de escabullirse cuando realmente los
necesitas, sin embargo!”

Tomando las palabras burlonas de Jeanne en cuenta, Kaito le echó otro vistazo a lo que las
personas debajo estaban haciendo.

Las oleadas de plateado y carmesí se habían dividido completamente, sirviendo bien para
ilustrar el desacuerdo presente entre su campamento.

“Como resultado, los paladines normales fueron traídos, pero solo de palabra. Los
grotescos peones probablemente estén afuera buscando, y el grupo escarlata sin duda va a
unirse a ellos e intentar capturar al Butcher. Los paladines, por el otro lado, parecen haber
sido enviados en la dirección opuesta. Con eso en mente, pareciera que el norte es mucho
más prometedor. El Butcher huyó rápido, sin embargo. Tengo mis dudas respecto a si en
verdad serán capaces de atraparlo…”

“¿Disculpa, Lady Elisabeth?”

“¿Hmm? ¿Qué pasa, Hina? …¿Oh-ho?”

Mientras Hina repetidamente daba golpecitos en su hombro, Elisabeth se dio la vuelta.


Después de mirar en la dirección que Hina estaba señalando, parpadeó repetidamente. Una
expresión tonta cruzó el rostro de Kaito, también.

En algún momento, algo había tomado asiento sobre el hombro del cadáver de Yah Llodl.

114 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Era una masa pequeña color verde esmeralda, y estaba mordisqueando su oído congelado.

Sobresaltado, Lute se tambaleó hacia atrás. Mientras señalaba a la masa, un gritó se


escapó de su boca.

“¡T-Tú! ¡Eres el irreverente pequeño que invadió los dormitorios de Lady Vyade Ula
Forstlast!”

“¡Kyau!”

La respuesta que recibió sonó completamente inocente. El pequeño dragón comenzó a dar
alegras giros en el aire. Su espléndida cola, la cual parecía un podo demasiado larga para
su cuerpo, se mecía detrás de él. No parecía contrito en lo más mínimo.

¿Cuánto tiempo había estado ahí? Justo cuando esa pregunta cruzó la mente de Kaito, sin
embargo, una preocupación más apremiante le pesó.

El cuerpo fue puesto en exhibición aquí arriba.

En otras palabras, la Iglesia era perfectamente consciente de cuán bien la colina miraba
desde arriba su base. Era extraño, entonces, que no hubieran colocado guardias ahí.
Mientras cuidadosamente inspeccionaba sus alrededores, Kaito se quedó sin aliento.

“¡Hey, espera, Elisabeth! ¡Mira lo que estás pisando!”

“¿Hmm? Ah, ya veo. ¡Poco asombro, entonces, que estar aquí fuera tan cómodo!”

Elisabeth asintió. Debajo de sus altos tacones estaba un hombre enterrado en la nieve. Su
capucha escarlata se asomaba desde en medio de lo blanco. Parecía estar inconsciente.

Preocupado de que el hombre podría congelarse hasta la muerte, Kaito desesperadamente


estiró su mano. Cuando tocó la piel del hombre, sin embargo, era extrañamente cálida.
Aparentemente, había guardado piedras mágicas en sus extremidades para preservar su
calor corporal. Una joya diseñada para comunicaciones estaba instalada en su pecho
también. Con toda probabilidad, era el que había sido encargado de vigilar la cima del
acantilado.

¿Pero por qué, entonces, estaba inconsciente?

Kaito le dio una mirada de soslayo al pequeño. Sus escamas esmeraldas brillaban mientras
daba vueltas en el aire. Cada vez que giraba, soltaba golpes con su cola. Un golpe de eso
parecía ser casi tan poderoso como el de una porra del viejo mundo de Kaito. “¡Kyoon!” gritó
el pequeño mientras hinchaba su pecho.

Al ver el vigor con el cual el pequeño estaba haciendo su afirmación, Kaito asintió con
convicción.

115 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Parece que este chico es nuestro culpable.”

“Sí, sin duda. ¡Excelente trabajo, pequeño!”

“No sé si eso realmente sea algo por lo que lo deberías estar elogiando.”

“Disculpa, Mr. Pequeño*, ¿pero por qué noqueaste al guardia y luego te quedaste aquí?”

[Nt: En realidad todos se refieren a él como “whelp”, que es cachorro o animal pequeño en
inglés, solo por aclarar.]

“¡Kyoon!”

Respondiendo a la pregunta de Hina, el pequeño soltó un fuerte grito. Entonces, con un


mordisco, arrancó el oído de Yah Llodl. Después de arrojarlo al aire y atraparlo en su boca,
se tragó la carne muerta.

Kaito y Lute abiertamente pusieron muecas. Aparentemente ya habiendo terminado de


intentar animarlos, el pequeño salió disparado como una bala. Entonces, sin un momento
de vacilación, comenzó a volar en la atmósfera plateada.

Por un segundo, se dio la vuelta hacia Kaito y los otros. Parecía que quería que lo siguieran.

Le recordó a Kaito el trozo de carne con hueso que había sido dejado atrás en el castillo.
Daba la impresión de que, al igual que en ese entonces, el Butcher había predecido sus
movimientos una vez más y había enviado al pequeño para guiarlos. Claramente estaba
intentando enviarlos a algún lado.

Si eso era algo bueno o malo todavía era incierto.

En cualquier caso, nuestra única opción real es seguirlo.

Sabiendo eso, Kaito reafirmó su resolución. Dejando el cadáver y al inconsciente vigía


detrás de ellos, todos se fueron corriendo.

Entonces, siguiendo el distante pequeño, comenzaron a bajar por la perlada colina.

***

El pequeño parecía estar volando sin rumbo fijo.

Sus alas estaban compuestas de hueso delgado y membrana, y las agitaba para volar alto
en el lechoso cielo con un dejo de arcoíris. Entonces planeó por un rato. Parecía estar
disfrutando bastante sus viajes. Sin embargo, para aquellos siguiéndolo, los movimientos
derrochadores en su camino de vuelo eran la fuente de una gran cantidad de estrés. El
disgusto de Kaito estaba pintado en todo su rostro.

116 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Hey, ¿esa cosa siquiera sabe a dónde va?”

“Hmm… Le pertenece al Butcher, después de todo.”

“Y a Mr. Butcher le gusta terriblemente tontear. Supongo que sólo podemos esperar.”

Los hombros de Elisabeth se desplomaron, y Hina sonrió para intentar calmarla.

Avanzar sin parar por el invariable paisaje nevado era duro para las piernas, pero era más
difícil corriendo. Sin embargo, rápidamente se volvió claro que, a pesar del vuelo juguetón
del pequeño, sus esfuerzos no habían sido desperdiciados.

El cadáver de una criatura viva había aparecido ante ellos en el vacío mundo.

Cuando Kaito lo vio por primera vez, su reacción inmediata fue de shock.

Lo que sea que fuera, estaba conformada por fragmentos de hielo y nieve. Su cuerpo era
inquietantemente lineal, y si tuviera que compararla con algo, se veía un poco similar a un
pez. Pero incluso tras un vistazo más de cerca, era difícil para un humano realmente
entender su apariencia. Después de todo, sus cerebros se negaban a analizar algo de la
información óptica en ella. De hecho, era difícil decir decididamente si criatura viva
realmente era el descriptor apropiado para ella. La única cosa segura sobre ella era que
poseía un concepto de “deceso.”

Todos en total, había cuatro de las cosas. Estaban tendidas horizontalmente, sus cabezas
con forma de pirámide todas desplomadas.

“…Hmm. Esta tierra parece libre de invasores extranjeros, pero parecen haber sido
asesinados por algo.”

Elisabeth se agachó y comenzó a inspeccionar las secciones dañadas. Kaito hizo lo mismo.
Una vez terminaron, cosas en común surgieron. Las cuatro parecían haber sido golpeadas
por algo suave. También, había grasa atascada en sus heridas.

“Con mi ingenioso intelecto, he descifrado todos los misterios. El arma…¡fue un trozo de


carne!”

“Estaría sorprendido si fuera algo más. En otras palabras, eso significa que el Butcher
definitivamente pasó por aquí.”

Los dos se asintieron entre sí. Esta vez, los giros del pequeño parecían estar diciendo,
¿Ven?

Ahora confiando en su guía, el grupo reanudó su búsqueda del Buthcer. Cuidadosamente


caminaron entre los cadáveres desconocidos. Mientras Kaito estaba sobre un inmaculado
pedazo de hielo, sin embargo, un ruido a chasquido resonó alrededor de sus pies.

117 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Huh?”

“¿Pasa algo, Sir Kaito? ¿Hmm?”

Lute se dio la vuelta también, y sus orejas se alzaron. Los dos comenzaron a inspeccionar
el terreno a sus pies en busca de presencias. En el momento en que lo hicieron, un trozo
cuadrado de hielo directamente debajo de Kaito se rompió y explotó hacia el aire.
Resbalando se por su ahora inclinada superficie, Kaito apenas se las arregló para caer de
pie.

“¡…!”

“¡Ah!”

Un enorme trozo de hielo había atravesado el suelo. Innumerables grietas estaban pasando
por su superficie.

El trozo entonces se dividió en cinco segmentos verticales. Sus fragmentos cilíndricos


bailaron por el aire, entonces se combinaron de nuevo en una forma tridimensional. La
transformación que sufrió fue impresionante, como un solo trozo de papel siendo cortado en
una forma significativa.

Aire helado se desprendía de su cuerpo mientras la cosa completada se torcía en una forma
como de pez. Sin embargo, no tenía escamas ni boca. Balanceó su lisa y clara cabeza con
forma de pirámide sobre Kaito.

Desenvainando su espada, Lute dio un paso hacia delante, con la intención de recibir el
golpe como de martillo.

“¡Retroceda, Sir Kaito! Saldaré la deuda que yo—”

“¡Cómo te atreves a intentar golpear a mi querido esposo,


rufiáaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!”

Sin embargo, la noble declaración de Lute fue ahogada por indignación y furia. Sus oídos
cayeron, se detuvo de golpe.

Hina corrió por el hielo como una bola de cañón. Acompañada de su elogiosa alabarda, giró
por el aire.

“¡Hyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aah!”

Su uniforme de maid agitándose en el aire, levantó su arma alto detrás de su espalda.


Entonces, mientras volaba hacia delante, la balanceó hacia abajo con fuerza. Su hoja chocó
sólidamente contra el costado de la cosa.

118 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Hubo el sonido de vidrio rompiéndose. El cuerpo de la cosa se pintó de blanco, luego se


hizo añicos.

Sus fragmentos finos como una aguja se esparcieron por todas partes. Al mezclarse con los
copos de nieve, dejaron de ser siquiera visibles.

Hina entonces aterrizó con un elegante thump. Después de arreglar educadamente su traje
de maid, dio una dulce reverencia.

“Phew. Con eso, la limpieza está exitosamente terminada. ¿Cómo estuvo, Amo Kaito?”

“Perfecta como siempre, mi querida Hina.”

“¡Eek! ¡Oh, Amo Kaito! ¡No en público! ¡Vaya, qué vergonzoso!”

Mientras soltaba chillidos, Hina cubrió su enrojecido rostro. Viéndola con afecto, Kaito
asintió con la cabeza. Lute dio un paso atrás mientras comentaba, “Muy…muy bien,
entonces,” y una expresión desconcertada alcanzó el rostro de Elisabeth.

La única miembro que ignoró la conmoción y siguió avanzando fue Jeanne. Todos los
demás entonces corrieron tras ella.

Y con eso, Kaito y los otros dejaron los cadáveres desconocidos atrás y siguieron
persiguiendo al Butcher como si nada hubiera cambiado.

***

Con el tiempo, sus alrededores comenzaron a transformarse con creciente velocidad. La


nieve comenzó a caer del vacío cielo.

Los enormes copos que parecían encajes delicados se ondeaban suavemente por el aire.
Tras una inspección más cercana, cada uno de ellos tenía una forma única. Con toda
probabilidad, no habían dos iguales.

La extraña membrana arcoíris cubriendo el cielo lechoso estaba comenzando a volverse


más gruesa. Los copos de nieve caían perezosamente desde dentro de ella. Parecía que
pétalos de flor plateados eran lanzados desde el interior de una fuga de petróleo.

En cualquier otro lado, tal ventisca de pétalos habría sido inimaginable.

El área alrededor del grupo de Kaito hace mucho había tomado una cualidad etérea. Si
alguien les dijera que esto era el más allá, prácticamente lo habrían creído. Los ojos de
Kaito fueron cautivados por la intachable y sin vida belleza del paisaje.

El mundo estaba vacío y hueco, y era aterrador. Pero al mismo tiempo, también era
infinitamente fascinante.

119 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras Kaito estaba absorto por todo eso, el pequeño abruptamente se detuvo.

“¡Kyau!”

Con un fuerte grito, le dio a sus alas un poderoso aleteo hacia abajo. Después de hacer un
agudo vuelo en picada, de repente se desvaneció sin dejar rastro.

“Espera, ¿a dónde fue?”

Kaito miró hacia abajo con pánico. El escenario, el cual había tenido un vacío minio de
uniformidad, se había detenido por completo. En algún momento, una estrecha y profunda
fisura había aparecido ante ellos. En contraste con sus muros cubiertos de hielo
transparentes, el barranco estaba lleno de una penetrante oscuridad. El pequeño debe
haber volado dentro de él.

Daba la impresión de que estaba intentando decir que su tarea estaba completa.

Ahora convencido de que algo los esperaba más allá de la fisura, Kaito se dio la vuelta para
mirar hacia arriba.

La fisura se extendía más y más allá. Poco a poco, se volvía más amplia y profunda. Junto
a ella, una nueva fisura extendía su brazo distante también. Seguían como un par de
amplios ríos.

Finalmente, se encontraban y convergían en un enorme agujeron.

De repente, una extraña convicción embistió a Kaito.

Digamos hipotéticamente que todo el hielo en el Fin del Mundo se derritiera. ¿Qué
pasaría?

El agua probablemente no alcanzaría el mar. Independientemente de qué diferencias en


altura puedan haber, cada gota de él fluiría en ese agujero. Pero, aún así, el vacío
permanecería. Incluso si se tragaba todo lo demás, nada podría llenar ese abismo.

Y al mismo tiempo, Kaito recordó algo que había escuchado una vez.

Alguien una vez dijo que el mundo tiene un fin. Porque Dios creó ese lugar, afirmó, y
designó “el Fin del Mundo.”

“…El Fin del Mundo.”

Kaito murmuró esa frase una vez más. A diferencia del mundo del que había venido, en
este, había una verdadera posibilidad de que las tres historias sobre el Fin del Mundo
fueran verdad. El mundo era redondo, y no tenía final. Pero tenía un Final, uno que Dios
había diseñado. Y allí dentro había una cascada que tragaba todo lo posible.

120 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras esos pensamientos sonaban en su cabeza, la visión de Kaito deambuló.

Dado que el pequeño había desaparecido, esta sin duda era la “respuesta” que habían
estado buscando.

“Amo Kaito, por ahí.”

“Ah, ahí, ¿huh?”

Después de ver a dónde Hina estaba señalando, Kaito asintió con la cabeza. Un estrecho
camino apenas estaba entre las dos fisuras. Y alguien estaba en su extremo. La figura era
negra, y estaba de pie solo ante el agujero.

En cierto modo, se veía solitario.

Como si hubiera estado esperando mucho, mucho tiempo a alguien que nunca había
llegado.

“…El Butcher.”

Un breve murmullo se escapó de los labios de Elisabeth. Kaito estaba a punto de arrancar a
correr, pero entonces escuchó algo.

“¡Ah, qué excelente trabajo hicieron encontrándolo! ¡Ahora, por fin, finalmente he llegado a
un entendimiento completo!”

Una fuerte voz gritó detrás de él. Atascada dentro estaba una insondable cantidad de
alegría.

Piel de gallina se levantó por toda la piel de Kaito. Horrorizado desde el fondo de su
corazón, sintió su rostro ponerse rígido mientras se daba la vuelta para mirar.

“¡Bendiciones para ustedes, y bendiciones para mí! ¡Todo es como quieren!”

De pie detrás de él estaba exactamente quién había esperado encontrar.

Su capa carmesí cubierta de copos de nieve se agitó, y estaba flanqueada en todos lados
por monstruosos paladines transfigurados.

La imagen de los hombres gigantes protegiendo una adorable pequeña era casi pintoresca,
como una pintura de una doncella rodeada de monstruos. Pero en realidad, era la chica
quien era el monstruo, no los hombres transformados.

Era el símbolo viviente del fanatismo, la Grave Keeper.

Mientras menospreciaba a Kaito y los otros, una sonrisa destilando afecto extendida por su
rostro.

121 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

122 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

7: Su Primer Amor
“Fueron perfectamente capaces de seguirme. Por consiguiente, lo contrario debería ser
verdad también, ¿verdad? Encuentro muy, muy triste, saben, que nos encontremos de tal
manera.”

La Grave Keeper se lanzó a un monólogo. Las palabras salieron fluyendo de su boca sin
preámbulo o introducción. Su rostro era oscuro debajo de su capucha escarlata, pero sus
mejillas blancas estaban teñidas de rojo como las de una doncella enamorada.

“Se dijo que los derechos serían concedidos imparcialmente. Equitativamente, a todas las
razas, a todos los habitantes. Pero, eso no fue nada más que una dulce mentira blanca. El
Apóstol tomó su desición al principio, eso hizo.”

Las cejas de Kaito involuntariamente frunció el ceño. La Grave Keeper claramente estaba
inquieta respecto a algo, pero sin importar cuánto lo intentara no podía descifrar qué era lo
que la había vuelto loca.

Derechos imparciales… ¿Está hablando de la carta que envió el Butcher? Pero esta
cosa sobre el Apóstol tomando su desición desde el principio…¿sobre qué es eso?

“Fue simple una vez me lo propuse. El hecho de que el pequeño sirvió como guía fue una
prueba. El hecho de que él buscara ‘dos’ fue prueba. Y si ese es el caso, entonces
difícilmente me incumbe presentar objeciones. Es sólo correcto que el número de personas
que reciben bendiciones sea limitado. Sólo unos cuantos podrán presenciar su sagrado
despertar. Porque eso, ciertamente, es providencia*, ¿no es así?”

[Nt: Es cuidado del mundo y de los hombres que los creyentes atribuyen a Dios.]

El tono de la Grave Keeper comenzó a cambiar poco a poco. Comenzó a sonar como si ella
misma fuera a la que estaba intentando de convencer. Una indescriptible sensación de
inquietud inundó a Kaito. La reacción de Lute no parecía diferente.

Elisabeth y Jeanne, por el otro lado, parecían completamente impávidas. Parecía que las
dos Torture Princess habían anticipado una confrontación con la Grave Keeper. Aún así, sin
embargo, Elisabeth levantó una ceja.

"…¿Solo exactamente de qué estás hablando?”

Kaito fue tomado por sorpresa. Al parecer, ni siquiera Elisabeth sabía la razón detrás de la
confusión de la Grave Keeper. La expresión de Jeanne era tan inexpresiva como siempre, y
su mirada color rosa era dura.

Por instinto, Kaito se aferró a la joya dentro de su bolsillo. Calor emanaba de la piedra como
medio de respuesta.

123 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Dejar salir a Vlad podría ser una buena idea.

Como el Káiser habría dicho, Vlad era “Él Quien Sueña Con El Infierno En su mente.” Su
humor era fundamentalmente tranquilo, pero su naturaleza era retorcida y demente. Había
una buena posibilidad de que sería capaz de interpretar las divagaciones de la Grave
Keeper para ellos. Pero llamarlo aquí presentaría sus propios problemas.

De piel alrededor de la Grave Keeper estaba un grupo de gigantes paladines transmutados.


Su armadura rígida se extendía sobre sus abultados músculos como caramelo. Sus
extremidades estaban elongadas también, rodillas, codos, también. Sin embargo, sus
transformaciones eran lo suficientemente ligeras para que todavía contaran como
“humanos.”

Sin duda eran lo mejor de lo mejor, aquellos que o habían sido relativamente compatibles o
aquellos que exitosamente había sido capaces de asimilar el dolor.

Actualmente estaban en una linea, petrificados y con sus espadas apuntando el suelo como
una fila de estatuas. Sin embargo, no había manera de saber cómo reaccionarían si añadía
a Vlad a la mezcla. Habían buenas probabilidades de que una batalla antes de que Kaito
siquiera tuviera la oportunidad de pedirle a Vlad que interpretara.

Hina estaba delante de él, protegiéndolo con su alabarda lista. Lute también agarraba con
fuerza el mango de su espada.

Todos los presentes estaban preparados para pelear en cualquier momento.

Y sin duda… Ahora que hemos llegado cara a cara de esta manera, no es como si
tengamos tiempo para preocuparnos por luchas de poder o política ya.

Después de todo, el Apóstol, lo cual quiere decir, el Butcher, estaba dentro de su línea de
visión. Era sólo cuestión de tiempo antes de que comenzaran a intentar matarse en serio. Y
sólo los sobrevivientes terminarían descubriendo dónde estaba descansando la Santa. Sin
embargo, la Grave Keeper parecía haber captado recién la sed de sangre emanando del
grupo de Kaito.

Sacudió su cabeza vigorosamente de lado a lado, como para sugerir que todo era absurdo.
Copos de nieve caían libremente de su manto escarlata. Agarró fuertemente su pecho
mientras sacaba adoloridas palabras.

“No, no, cielos, no. Yo, y aquellos que comparten mis creencias, ya no tenemos intención de
empuñar nuestras espadas contra ustedes. Ahora es fé lo que se nos es requerida.”

“…Espera, ¿no estás aquí para pelear con nosotros?”

124 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Creo en todos ustedes, ¿entienden? ¡Aunque no me ofrecen los mismos sentimientos! Sin
embargo, requieren un calvario. De hecho, uno de alguien aparte de mí. Sin embargo, eso
es todo. Eso, en verdad, es todo.”

“…¿Alguien aparte de ti?”

Kaito sintió un presagio desagradable, y un escalofrío recorrió su columna. Incluso ahora, la


voz de la Grave Keeper estaba teñida con locura. Sus pupilas estaban dilatadas, sus brazos
bien abiertos, y baba volaba de su boca mientras hablaba,

“¡Por el bien del mundo, por el bien de la gente, nuestra venerada Santa cayó en un letargo
y derramó lágrimas de sangre! Eso es lo que fluye a través de las raíces de la Iglesia—¡su
amor no recompensado, su noble autosacrificio! ¡En nombre de la fé, en nombre del mundo,
se hizo a un lado! ¡¿Y qué otro rasgo posible podría ser el más deseable que posean
aquellos elegidos?! ¡He sacrificado todo, desechado incluso mi ego! ¿Pueden ustedes, los
elegidos, decir lo mismo?”

Mientras enérgicamente hacía su pregunta, la Grave Keeper levantó en alto su brazo


derecho. Un desagradable ruido metálico le siguió.

Al mirar su mano, Kaito finalmente notó algo. Agarrado dentro de su pequeño puño estaba
el extremo de una cadena plateada.

El ruido actuó como una señal, y los paladines comenzaron a moverse. Abandonando sus
puestos al lado de la Grave Keeper, partieron a la izquierda y derecha como olas. Entonces,
al unísono, los paladines transfigurados se arrodillaron.

Luego, tirado por la cadena, algo con cuatro patas avanzó entre ellos.

La cosa era una bestia envuelta en fina tela escarlata. Debajo de la tela, su carne y huesos
burbujeaban mientras constantemente se hinchaban y contraían a su forma original.

En el momento en que la escuchó, Kaito se estremeció. Reconocía esa voz.

E-Eso no es…

“¡Y aquí está! ¡Aquí está, Oh indigno contratista mío!”

Las carcajadas del Káiser hicieron eco dentro de los tímpanos de Kaito. Al mismo tiempo,
sintió a alguien mirándolo fijamente. El chico que una vez lo había salvado estaba mirándolo
fijamente, su mirada inquebrantable mirada perforando la piel de Kaito.

El chico muerto, Neue, le estaba haciendo una pregunta a Kaito con sus ojos.

¿Puedes? Preguntaba.

125 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

¿Puedo qué? Respondió Kaito en silencio. Pero incluso mientras lo hacía, sus
pensamientos naturalmente corrieron a cierto hecho.

He matado mucha gente.

Se había empapado en sangre, perdió su brazo izquierdo, y su estatus como humano


normal. Había matado oponentes, le había puesto fin a demonios, y había asesinado
subordinados. Así fue como se las había arreglado. Pero hasta entonces, nunca había
matado, ni una vez, a alguien que valoraba mucho. Había llegado así de lejos sin tener que
hacerlo.

Pero la mirada de Neue le estaba haciendo una pregunta.

¿Puedes? Preguntaba.

El Káiser, por otro lado, simplemente estaba riéndose con su risa casi humana.

“¡Parece que tienes una prueba apropiada!”

No había manera de que Kaito pudiera fingir ignorancia exitosamente respecto a lo que le
estaban diciendo. Era profundamente consciente. No había ninguna duda en su mente en
cuanto qué pregunta le estaban haciendo.

“¡Por favor muestrenme una devoción trágica que se adecue al favor que han recibido!
¡Muestrenme la, si fueran tan amable!”

Mientras hacía su fuerte súplica, la Grave Keeper arrancó la tela escarlata. La cortina al
monstruoso espectáculo había sido quitada, y todo el cuerpo de la criatura fue revelado.
Kaio instintivamente miró sus pies. Entonces soltó un violento susurro.

“........................................................................ Maldito monstruo.”

La cosa debajo de la tela una vez había sido humana.

Su cabello plateado ya no era lo que había sido antes. Se arrastraba como vides, enrollando
sus enredadas puntas alrededor de las piernas de la criatura. Toda su carne había sido
metamorfoseada y o se había hinchado como tumores o estaba hundiéndose. Por eso, las
cicatrices que una vez habían recorrido su piel eran exageradas, haciendo que se vieran
como punzadas. Su armadura había sido arrebatada, y su columna estaba torcida y
combada como la de un animal. Sus pechos se mecían mientras rasguñaban la superficie
del hielo.

Entonces ella lentamente alzó su vista. Cuando lo hizo, su desparejos ojos como gemas
azul y púrpura se posaron sobre Kaito y los otros.

Incluso ahora, sus ojos aún eran hermosos.

126 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Ah… Ah, ah, ah, ahhhhhhhh, ¡ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”

La criatura soltó un grito de agonía. ¿Puedes? Preguntó la mirada de Neue una vez más.

¿Puedes matar a Izabella Vicker? Preguntaba.

¿Puedes matarla, como a todos los paladines transfigurados que sin vacilar
decidiste que no había manera de salvar?

Kaito separó sus temblorosos labios. Entonces le dio su confesión al fantasma que sólo él
podía ver.

“No…puedo.”

Entonces la cosa que una vez había sido Izabella saltó.

Sus afiladas garras y colmillos audiblemente se abalanzaron sobre Kaito.

127 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

128 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

***

Había existido algo en lo que Kaito Sena nunca había pensado.

Era algo que tercamente había ignorado repetidas veces.

Por ejemplo, estaban todas las personas que habían sido convertidas por la fuerza en
subordinados. Por ejemplo, estaban las personas cuyo dolor había sido usado para calmar
a un demonio. Por ejemplo, estaban los paladines que había comido carne de demonio, o
por la fuerza o por estupidez.

En otras palabras, víctimas inocentes.

Kaito los había asesinado, alzando una bandera de piedad todo el tiempo. Porque había
sabido que no había otra manera de salvarlos, ni siquiera había dudado. A pesar de su
hipocresía, el hecho mismo había sido compasivo. Sin embargo, en eso hay espacio para
que una pregunta se alce. Era una pregunta relacionada a un ejemplo que aún no había
ocurrido, uno en el que Kaito adrede había evitado pensar.

¿Y si, hipotéticamente, una de las víctimas fuera alguien que Kaito conocía bien?

¿Todavía sería fácil para mí matarlo, afirmando que no habían más opciones?

¿Podría, Kaito Sena, hacer eso? ¿O la razón por la que había sido capaz de evitar dudar
simplemente fue porque las víctimas no habían significado nada para él?

…Es lo último.

Ahora Kaito podía estar seguro de eso. Esa era la simple verdad del asunto. Aún así, aún
no creía que hubiera estado equivocado. Alguien que conocías inevitablemente sería más
importante para ti que alguien que no conocías. Simplemente así era cómo funcionaba el
mundo.

Y al mismo tiempo, matar a alguien, incluso alguien que no significaba nada para tí, era
duro para una persona. No era como si Kaito fuera un maniaco homicida o algo. Con el fin
de salvar a alguien que estaba sufriendo constantemente, sin embargo, alguien más
necesariamente tenía que ensuciarse las manos.

Sufrir una eternidad de dolor era algo cruel ciertamente. Porque él creía eso, Kaito había
manchado sus manos de sangre.

¿No lo hace blasfemo si no puedo hacer lo mismo ahora, entonces?

“Le hice eso a todos ustedes, pero no puedo hacerle lo mismo a alguien que
conozco.”

129 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

¿Realmente iba a encarar la montaña de cadáveres que había amontonado y decir eso?
Sería una estupidez total.

Y sería muy, muy imperdonable.

Pero por supuesto, Kaito Sena ya sabía todo eso.

***

De regreso al mundo real, toda esa ilación había pasado por su mente en un parpadeo.

Mientras recobraba el sentido, Kaito canalizó maná en las suelas de sus pies,
propulsandose hacia atrás con solo su fuerza. No un segundo después, el antebrazo de
Izabella destrozó el suelo glacial ante él. Aterrizó por un pelo junto a Hina, quien casi
arrancaba a correr. Mientras soltaba un suspiro de alivio, una luz afligida pasó por los ojos
de Hina.

“Amo Kaito… Entiendo cómo te sientes, pero…”

“¿Huh? …Oh.”

Fue entonces que Kaito se dio cuenta por primera vez que su mano estaba extendida y lo
había estado por un rato. Agarrando su brazo derecho con su bestial contraparte izquierda,
por la fuerza lo giró hacia abajo. Entonces, con dedos temblorosos, acarició su mejilla.

Sabía que iba a terminar así. O, al menos, debía haberlo sabido.

Kaito había dejado atrás a Izabella, sabiendo perfectamente bien qué sería de ella. Aún así,
la escena ante sus ojos volvió pedazos su corazón como un martillo.

Simplemente así era cuán cruel había sido la transformación de Izabella.

Elisabeth no dijo nada. Sorprendentemente, el inexpresivo rostro de Jeanne no mostró


ningún cambio.

Lute, sin embargo, soltó un bajo gruñido, espada en mano. Entrecerró sus ojos, como si
excavara en sus recuerdos.

“Sir Kaito, ¿ese monstruo por ventura es alguien que…? No, yo, también, conozco su
nombre. Izabella. Izabella la paladín… Ese cabello plateado, el color de esos ojos…
¿Podría eso en verdad ser Izabella Vicker? ¡Vaya, esa es su comandante! ¿Por qué se ha
convertido en tal cosa?”

“Lute, ¿tú e Izabella se conocían?”

“Nos dio unas visitas de cortesía respecto a la asistencia que Lady Vyade Ula Forstlast
estaba proveyendo en la reconstrucción de la Capital. Sus modales eran raros para un

130 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

humano, y valoraba retribuir sus deudas. ¡Pues, desde su segunda visita, incluso compró
souvenirs para mi esposa! Bueno, supongo que difícilmente clasifica como conocerla. Pero,
aún así…”

Entonces Lute apretó su mandíbula, sus dientes audiblemente chirriando. Mientras miraba
la monstruosa forma de Izabella, sus ojos lupinos brillaron. Perplejo, volvió a decir lo mismo.

“Aún así…”

“Está bien, Lute. Es más que suficiente en mi opinión.”

Si fuera alguien que no hubiera conocido, probablemente podría haberla acabado por
lástima. Pero sabiendo su carácter, cuán cálido había sido su corazón, habría desafilado la
cuchilla de cualquiera. Esa simplemente era la manera en que las cosas eran. La
sensibiladería tenía el poder de cambiar radicalmente el peso de un asesinato.

Aún así, habían ocasiones en que la batalla era inevitable.

Ahora era una de esas ocasiones.

“Ah-gah-gah-gah-gah-gah-gah-gah-gah, ehhhhh, eh, ¡aaaaaAAAAAAAAAAAAAAA!”

Izabella soltó un grito encolerizado. Varios de sus huesos se habían expandido sin sentido.
En particular, sus rodillas y codos perforaron su piel. Cada vez que se movía, sangre fluía
libremente de su cuerpo. A pesar de eso, sin embargo, atacaba con un propósito claro.

Su cabello plateado se volvió violentamente desaliñado. Los trozos envueltos alrededor de


sus extremidades se desprendieron, tomando pedazos de cabellera con ellos a su paso.

“Hee-hee-hee-hee-hee-hee-hee, ha-ha-ha-ha, ¡hyaaaaaaaaaaaaaaaah!”

Aún así, seguía riéndose a todo pulmón. Recuerdos comenzaron a mostrarse por la mente
de Kaito.

Entonces, a pesar de que era la cosa más sin sentido y sentimental que podría hacer,
comenzó a filtrar sus recuerdos.

Primero, recordó lo que había pasado en la Capital, cuando la masa demoniaca había
invadido.

El liso cabello plateado de Izabella había brillado a la luz de la luna. En ese entonces, ni una
sola cicatriz marcaba su piel. Después de tomar la mano del contratista del Káiser con la
suya sin duda, había dicho.

“Eliminemos a ese demonio juntos.”

Luego, pensó en los eventos en el mundo de los demonios, el espacio donde todo moría.

131 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Sin prestarle atención al hecho de que la fuerza de su maná estaba destruyendo su piel
desde dentro, Izabella le había gritado a través de un dispositivo de comunicación.

“¡No me des esa tontería, Kaito Sena! ¡Ya es suficiente! ¡Deberías estar buscando
cualquier ayuda que puedas conseguir, incluso si viene de un monstruo! ¿No quieres salvar
a las personas sufriendo tan pronto como sea posible?”

Luego habían pasado los eventos en la tumba subterránea.

Había sido la que asestara el golpe final al guardian dentro, un monstruo que la Grave
Keeper había creando al fusionar un demonio con una criatura divina. A pesar de sus
manos temblorosas, Izabella había colocado su brazo horizontalmente sobre su pecho. A
pesar de derramar lágrimas, le había dado una reverencia.

“Ya no debes ser atado por las cadenas de tu atormentada existencia. Tus esfuerzos
vigilando la tumba no pasaron desapercibidos.”

Finalmente, Kaito llegó al recuerdo de lo que había pasado no hace mucho tiempo atrás.

Izabella se había levantado con su espalda a la luz explosiva. Incluso mientras rechazaba a
Kaito y los otros, todavía había sonreído.

“Eso somos, supongo. Idiotas, todos.”

Las laceraciones cubriendo su pálida piel se habían retorcido de manera no atractiva.

Sin embargo, aún así, Izabella Vicker era hermosa.

En verdad había sido hermosa.

Yo… Yo puedo…

Mientras intentaba pensar detenidamente en su respuesta, sin embargo, Kaito se encontró


interrumpido.

Pétalos de flor carmesí habían comenzado a ondearse suavemente alrededor de él.

***

Sorprendido, Kaito sintió que sus ojos se abrieron ampliamente. En algún momento, el
carmesí se había intercalado con los copos de nieve plateados bailando por el aire. Un
violento viento estalló, y pétalos y plumas bailaron por el aire como si intentaran eliminar el
lechoso cielo.

Aunque estaba estupefacto, a Kaito se le recordó una vez más cierta verdad.

132 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

La sensiblería tenía el poder de cambiar radicalmente el peso de un asesinato. Eso sólo era
natural.

Pero hay alguien que conozco que está completamente dispuesta a pisotear sus
propios pensamientos y sentimientos.

Era alguien que no le ponía atención a los lamentos de otros, sin importar cuán de luto o
tristes podrían ser. Y tenía el poder para destruir completamente sus propios sentimientos y
sensiblería. Los pesados pecados que cargaba en su espada no hacían nada para suavizar
la resonancia de su fuerte risa.

Ahora estaba de piel orgullosa y altanera en medio del remolino de pétalos carmesí y
plumas negras.

Era la orgullosa loba. Era la humilde cerca. Era la Torture Princess, Elisabeth Le Fanu.

Y estaba sosteniendo en alto la Executioner’s Sword of Frankenthal.

“Qué lamentable estás, Izabella. Pero, esto, también, es el fruto de tu resolución y


dedicación. Por consiguiente, no te doy ninguna compasión o desdén. Simplemente te
mataré. Y no pediré tu gratitud. La muerte es un destino que todos deseamos evitar.
Aunque es la única vía de descanso, ese sentimiento es uno que cada criatura viva
comparte.”

La voz de Elisabeth era fría y firme. Era arrogante, y al mismo tiempo, sabía perfectamente
bien lo que significaba tomar una vida. Su cabello negro se agitó cuando comenzó a
avanzar, pasando junto a Kaito en silencio.

Cuando lo hizo, ni siquiera le dio un vistazo.

No le dijo nada a nadie más, tampoco. Cuando habló, fue solo para Izabella.

“Queda resentida conmigo tanto como desees. Es tu derecho hacerlo.”

Sin vacilar, miró en esos ojos azul y púrpura. Su mirada no titubeó ni un segundo. Justo
como había hecho por Marianne y los niños que habían sido fusionados a la masa de carne,
miró fijamente a quién tenía intención de asesinar. Al mismo tiempo, Kaito sintió como si
hubiera sido golpeado por un rayo.

¿Qué estoy…qué diablos estoy haciendo?

“Ve ahora a tu descanso.”

“¡Elisabeth, espera!”

133 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

El grito se escapó de los labios de Kaito medio espontáneamente. Elisabeth se giró para
mirarlo, claramente molesta. Izabella se encorvó, luego soltó un gruñido. Manteniendo
cuidado en sus movimientos, Elisabeth suspiró.

“¿Qué, vas a insistir que podemos salvarla o alguna tontería similar? La estupidez llevada a
extremos puede rozar el pecado, sabes.”

“¡No, no es eso! Solo necesito que esperes un minuto.”

Kaito intentó dar un paso hacia delante. Cuando lo hizo, sin embargo, se dio cuenta de algo.
Aunque sus pensamientos eran claros e igualados, sus rodillas estaban al borde de ceder
abruptamente.

Hina rápidamente corrió a su lado. Suavemente tomó su mano en las suyas para consolarlo.

“Amo Kaito, tu mano… Entiendo qué estás pensando. Qué hombre tan, tan amable eres. Si
deseas hacer esto, aunque tus piernas tiemblan así, entonces te acompañaré.”

“Gracias, Hina. Cada paso que doy hacia delante es gracias a tu ayuda.”

Kaito regresó el suave apretón de Hina. Entonces, con ella a su lado, dio un paso delante
de Elisabeth. Aunque era torpe su conducta, la Torture Princess no se rió de él.
Simplemente esperó a que hablara.

La miró fijamente, reflexionó sobre algo.

En la entrada de la tumba subterránea, cuando él y Elisabeth habían cruzado espadas,


¿qué fue en lo que había estado pensando?

¿Por qué había peleado tan duro para evitar ser asesinado por la Torture Princess? No fue
por temor a la muerte. Fue estúpida obsesión.

Así es. No fue porque no quisiera morir. Fue algo mucho más importante que eso.

Con un demonio voy a dejar que Elisabeth me mate.

Con un demonio voy a dejarla matar a alguien más que le importa.

Eso era lo que había estado pasando por su mente,

¡¿No es verdad, Kaito Sena?!

La cantidad de personas a las que uno podría elegir salvar sin importar qué era altamente
limitado. Kaito era perfectamente consciente de ese hecho.

Antes de que fuera reencarnado, no había tenido ni una sola persona que fuera preciosa
para él. Precisamente por eso había decido pelear hasta el amargo final para proteger a

134 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

quienes había encontrado en esta vida. Pero este mundo atestado de demonios era duro y
cruel. Sus experiencias en su vida pasada lo habían ayudado a aprender una cosa
rápidamente: Debido a su impotencia, sus brazos sólo podrían alcanzar un puñado de
personas.

Por eso, había escogido poner a Elisabeth Le Fanu delante de todo el mundo.

Había decidido poner toda su existencia en peligro para salvar a esa espantosa y horrible
pecadora sin igual.

¿Entonces, de qué podría temblar?

“Ciertamente—uno que olvida su deseo más grande no es más que un tonto


haciéndose pasar por un santo.”

El Káiser le había dicho que pisoteara a todos los que estuvieran en su camino. Kaito apretó
sus dientes.

Aunque la sonrisa de Izabella había sido hermosa.

Aunque había sido tan radiando mientras estúpidamente avanzaba hacia delante.

Eso era algo que no podía permitir que la Torture Princess cargara.

“Yo seré el que mate a Izabella Vicker.”

Y con eso, Kaito hizo su declaración. Apretó la mano de Hina con gratitud. Entonces,
después de golpetear el respaldo de su mano para dejarla tranquila, la soltó y avanzó solo
hacia Izabella.

La Torture Princess entrecerró sus ojos carmesí. Hina cerró sus ojos, luego los abrió. Lute
bajó su cabeza.

Kaito Sena levantó en alto su mano y se dispuso a chasquear sus dedos.

Entonces, justo antes de que pudiera, un enorme puño plateado chocó contra él.

***

“¿Hmm?”

“¿Qu—?”

“¡Amo Kaitooooooooooooo!”

Elisabeth arqueó una ceja, Lute estaba perplejo, y Hina soltó un gritó.

135 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

En cuanto al propio Kaito, tomó un par de giros de su cuerpo antes de que se percatara del
hecho de que había sido golpeado. Entonces descendió en picada de caricatura. Un
momento antes de que chocara con el suelo, sin embargo, Hina exitosamente se colocó en
posición para atraparlo.

“¿E-E-E-E-E-Estás bien, Amo Kaito? No tenía idea de que terminarías disparado y


zumbando por el aire así, mi amado. Oh cielos, ¿qué habría hecho si no te hubiera
atrapado?”

“H-Hina… Ow, ow, ¿qué me pasó?”

“Pues, fue ella.”

Aunque estaba confundida, el tono de Hina cuando respondió la pregunta de Kaito estaba
lleno de inconfundible reproche.

Al otro extremo de su mirada mordaz, un solo individuo estaba caminando hacia delante. Su
cabello rubio miel bailaba lujosamente.

Era la chica dorada, su traje era tan atrevido como siempre. Detrás de ella estaba un
gigante de acero. Deus Ex Machina se había fusionado de nuevo, y fue el que había
golpeado a Kaito.

Sus ojos rosados brillaron mientras Jeanne de Rais miraba a Kaito Sena. Cuando habló, su
voz era fría.

“Como la que eligió a Izabella Vicker como mi evangelizadora, llegar al fondo de su


transfiguración es mi deber. Lamento entrometerme justo cuando generaste tu
resolución, pero voy a necesitar que te quites ahora. Esto es mío.”

Entonces Jeanne se dio la vuelta para mirar a Izabella y observar su transformada y


monstruosa forma.

Después de entrecerrar sus ojos ligeramente, Jeanne levantó un brazo. El gigante de acero
se puso en guardia en respuesta.

Grietas de telas de araña se dividen en el hielo bajo sus pies. Su voz desapasionada,
Jeanne continuó.

“Concederle la muerte será mi responsabilidad. Arrogantemente, egoístamente, y


santurrona mente bajaré el telón de su vida… No, mis disculpas. Permítanme corregirme,
que puedo decir la verdad sin lacra. Concederle la muerte será mi privilegio.”

Jeanne habló con imponente dignidad. Izabella no ofreció respuesta. Sangre y baba
goteaban de sus labios, y retrocedió, como si se pusiera en guardia. Jeanne la observó con
calma.

136 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Entonces, finalmente, las comisuras de sus labios se curvaron en algo parecido a una
sonrisa.

“Parece que las historias eran ciertas… Los primeros amores no están destinados a
ser.”

Al momento siguiente, Izabella corrió hacia delante como un león.

Cuando lo hizo, un puño de acero se estrelló duro contra su costado.

***

Kaito observó el estado de la batalla, todavía envuelto en los brazos de Hina. Lute abrió su
boca perplejo, y Elisabeth cruzó sus brazos. Sin embargo, el evento ante ellos apenas
siquiera podría ser descrito como una batalla.

Para ser más precisos, era una paliza severa.

Así era cuán poderosa Deus Ex Machina era después de retomar una forma única.

“Lo sospechaba. No necesitabas consumir algo así para obtener poder, damita.”

Jeanne comenzó a hablarle a Izabella. Mientras lo hacía, el gigante de acero siguió dando
golpes sin piedad.

Aunque se rasgaran o fueran cortadas, las extremidades y torso de Izabella rápidamente se


regeneraban. Por ese hecho, el gigante de acero limitó su ataque a golpes directos. Su
puño dibujó un arco consecutivo por el aire. Sus opciones ofensivas pueden haber sido
limitadas, pero sus movimientos superaban la percepción de un hombre y una bestia por
igual. Incapaz de evadir el golpe, Izabella fue lanzada contra el frío suelo.

El golpe subsecuente aplastó su cuerpo. Sus huesos se retorcieron, intentando regresar a


sus posiciones originales. Mientras tanto, su carne audiblemente estalló. La regeneración
había sido demasiado para ella, y sus costillas se salían por su espalda como resortes.

El hocico lupino de Lute se estrujó. Incapaz de soportar ya, apartó su mirada.

Kaito, Hina, y Elisabeth estaban en silencio mientras observaban la paliza unilateral.

“Gah… Ahhh… Argh… Geh…”

Izabella violentamente intentaba vomitar. Sangre e incontables trozos de carne se


derramaron sobre el hielo. Por primera vez, Izabella parecía tener miedo. Arrastró sus
piernas rotas mientras intentaba poner distancia entre ella y Jeanne. Jeanne elegantemente
se acercó a la Izabella huyendo, el gigante de acero detrás.

Entonces, con una calma casi aterradora, siguió hablando.

137 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Aunque estaban divididas de la forma titan, miss, una vez te las arreglaste para alcanzarme
a través de Bandersnatch y Gargantua, Y como eras antes, habrías permanecido serena
incluso delante de las partes combinadas de Deus Ex Machina. ¿Así que qué es esta
lamentable mierda? Te dije que no fueras, ¿no es así?”

“¡Graaaaaaaaaah, ahhhhhhhhhhhhhhhh!”

Jeanne recibió un bajo y aterrado rugido en respuesta. Sus palabras no parecían haber
alcanzado a Izabella.

Los ojos rosados de Jeanne se entrecerraron solo un pelo.

Todo el cuerpo de Izabella se onduló. Su carne se estaba expandiendo rápidamente.

Fibras musculares comenzaron a envolverse alrededor de sus todavía expuestas costillas.


Cuando terminaron, habían formados conjuntos de carnosas protuberancias similares a
alas. El daño de su cuerpo se estaba siendo compensado, pero imposible negar
completamente las heridas de los golpes que había recibido.

Izabella retrocedió aún más. Incluso mientras se estaba retirando, sus movimientos tomaron
una naturaleza más débil.

Jeanne miró inexpresivamente al verdadero animal herido ante ella. Cuando susurró, su voz
sonó realmente joven,

“…Te dije.”

“¡Gah, ah, ahhh, grahhhhhhhhhhhhh, gyah!”

Izabella temerariamente saltó al gigante sólo para ser apartada como una mosca por sus
molestias. El arco que pintó por el aire mientras caía al suelo fue casi cómico. Huesos y
carne se retorcían debajo de su piel una vez más. Sin embargo, su regeneración se estaba
volviendo más y más caótica. Extrañas convulsiones recorrían todo su cuerpo.

Izabella se las arregló para levantarse del suelo, soportando ninguna cantidad menor de
dolor mientras tanto. Parecía lista para saltar de nuevo.

Jeanne habló con frialdad. dirigiendo sus palabras a la espalda de la temblorosa Izabella.

“Creo que eso es suficiente, damita. Solo ríndete a tu lamentable y trágico descanso.”

“Gah, ah… ¡Gaaaaaaaah!”

Izabella soltó un gemido sin propósito. Jeanne abrió su boca. Antes de que pudiera decir
algo, sin embargo, mostró un raro momento de vacilación. Después de cerrar su boca y
abrirla de nuevo, el susurro pareció prácticamente escabullirse sin querer de sus labios.

138 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Eres una líder, aunque quizás solo de nombre, ¿no?”

Cuando lo hizo, Izabella se detuvo de golpe. Su cabello plateado se sacudió violentamente


mientras de repente se giraba para ver por encima de su hombro.

Cuando lo hizo, concentró sus ojos azul y púrpura en Jeanne, justo como lo había hecho
una vez antes.

“¿Ms…Izabella?”

“Izabella…”

Kaito y Hina por reflejó pronunciaron su nombre. No dio ninguna respuesta. Sin embargo, la
luz de razón débilmente había regresado a sus ojos. Era fugaz, sin embargo, y efímera.
Estaba a punto de ser controlada por nada más que sus instintos bestiales básicos de dolor
y hambre y el miedo a la muerte. Su rostro mutó de manera no atractiva rápidamente.

De bestia insensata a humano, de humano a bestia.

Una vez su batalla interna había terminado, las temblorosas piernas de Izabella se pusieron
en acción. Se sentó en el lugar.

Su cabello plateado suavemente se caía mientras inclinaba su cabeza y se quedaba


inmóvil.

Fue como si estuviera pidiendo que cortaran su cabeza y acabaran con ella.

***

“Imposible… ¿Cómo esto puede…? ¿Cómo puede mantener su cordura incluso después de
ser transfigurada así?”

La voz de Elisabeth estaba llena de incredulidad. Sus palabras hicieron eco en los
sentimientos de Kaito también.

Jeanne permaneció en silencio. Sus ojos rosados, sin embargo, se abrieron por completo
con lo que podría ser descrito como desconcierto. Raramente mostraba algo cercano a
emociones. Al momento siguiente, sus ojos rápidamente se pusieron en acción.

Apartó su mirada de Izabella, concentrándose en la Grave Keeper con tal intensidad que
chipas parecían comenzar a salir en cualquier momento.

La chica envuelta en escarlata, por su parte, respondió a la mirada hostil con una cálida
sonrisa.

Aparentemente habiéndo entendido algo con eso, Jeanne asintió con la cabeza.

139 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Ya veo. Así que la mierda era rara desde el principio, ¿huh?”

Así es… Ahora que lo pienso, las señales estuvieron ahí.

Cuando Jeanne habló, Kaito se dio cuenta de algo. Todas las personas transfiguradas que
habían visto habían tenido sus ojos hinchados, congestionados de sangre y a veces incluso
rotos. Pero, los ojos de Izabella había sido igual de hermosos que siempre.

Viniendo de alguien que sabía cómo se veía originalmente, Kaito sintió que el estado de su
transformación había parecido casi absoluto. En realidad, sin embargo, el grado al cual
había sido transformada probablemente era comparativamente más ligero. Con toda
probabilidad, la piel de los paladines al borde de la muerte se había derretido debajo de su
armadura.

Kaito salió de los brazos de Hina. Inconscientemente cubrió su boca.

¿Fue porque Izabella se resistió? O…¿la Iglesia lo hizo intencionalmente? En todo


caso, no debe haber comido mucha de la carne de demonio.

Pero al final, ¿qué diferencia hacía? El hecho de que ya no se podía salvar permanecía
igual.

Eso fue lo que la parte racional de su cerebro determinó. Al mismo tiempo, sin embargo,
una ola de malestar lo arrolló.

Ella…debería estar, pero… Hay algo que no encaja respecto a Jeanne.

Podría haber poca duda de que la Torture Princess dorada era aún más racional que Kaito.
En este momento, sin embargo, había dejado el ataque por completo. Simplemente
parpadeó, sus ojos rosados brillando.

“…Esta cae fuera de mis expectativas. ¿Pero no las tuyas, supongo?”

Jeanne siguió mirando a la Grave Keeper mientras murmuraba. La joven no ofreció


respuesta alguna, en cambio simplemente siguió mostrando su perfectamente sobrenatural
sonrisa. Su mirada era afectuosa, tanto que evocaba la imagen de una santa. Era una
expresión que uno difícilmente esperaría de la que había provocado esta infernal situación.

Jeanne se giró hacia Izabella una vez más. Su voz susurrada tenía un raro tono de
desconcierto.

“Parece que tengo el poder de salvarte, damita.”

“¡¿Qué?!”

140 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito no pudo evitar gritar. Cuando lo hizo, Deus Ex Machina se movió. A pesar de su
considerable masa, no emitió ruido o presencia al avanzar.

Y entonces el gigante aplastó despiadadamente a Izabella.

***

“¡E-Espera, tú, tú acabas de decir que podrías salvarla! Dijiste que puedes salvarla, ¿no es
así?”

“Sí, puedo salvarla. Y este es un paso necesario para hacerlo.”

Después de volver en sí, Kaito gritó otra vez, a lo cual Jeanne respondió con frialdad. Sin
embargo, ciertamente no pareció de esa manera para él.

Deus Ex Machina lentamente levantó su puño. Impresionantemente, el cuerpo de Izabella


estaba casi completamente aplastado. Apenas estaba respirando, pero ahora era aún más
difícil imaginarla regresar a la normalidad.

“Permíteme reiterarme. Esto es suficiente. Los trozos que aplasté no eran necesarios,
¿ves?”

“¿Innecesarios?”

“Ahora, todo lo que tengo que hacer es removerlos.”

Kaito hizo su pregunta con un tono intranquilo, pero Jeanne respondió con convicción. Su
reacción fue una de puro shock.

Si Jeanne hacía eso, Izabella definitivamente moriría. Después de todo, terminaría


perdiendo la más de la mitad de su cuerpo. Pero Jeanne de manera despreocupada
presentó un medio por el cual preservar la vida de Izabella.

“Luego podemos hacer todo lo posible para complementar los lugares en los que la carne
de demonio colocó sus raíces con partes de Deus Ex Machina.”

“Espera, ¿eso siguiera es posible?”

“Lo es. Son armas diseñadas para el combate, pero pueden alterar sus formas como
deseen. Pueden incluso actuar como órganos humanos. Sin embargo, al hacerlo,
perderíamos acceso a una poderosa arma.”

Los ojos de Kaito se abrieron de par en par con comprensión. A diferencia de Elisabeth,
quién invocaba sus dispositivos de tortura cada vez, Jeanne usaba a Deus Ex Machima
como un arma más convencional. Si alguien podía convertir el maná deambulando en las
dimensiones más altas en una forma adecuada para el combate o no dependía
pesadamente en su naturaleza intrínseca, después de todo.

141 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Deus Ex Machina fue diseñada para eludir esa restricción. Si la perdemos, la fuerza
a nuestra disposición invariablemente sufrirá. Pero…

Kaito observó el cuerpo aplastado de Izabella. Entonces su mirada regresó a la Grave


Keeper, quién estaba mirando a Jeanne como un pastor cuidando a un borrego perdido.
Kaito de repente recordó las inescrutables declaraciones que había hecho.

“¡Por el bien del mundo, por el bien de la gente, nuestra venerada Santa cayó en un
letargo y derramó lágrimas de sangre! Eso es lo que fluye a través de las raíces de la
Iglesia—¡su amor no recompensado, su noble autosacrificio! ¡En nombre de la fé, en
nombre del mundo, se hizo a un lado! ¡¿Y qué otro rasgo posible podría ser el más
deseable que posean aquellos elegidos?! ¡He sacrificado todo, desechado incluso mi ego!
¿Pueden ustedes, los elegidos, decir lo mismo?”

“¡Por favor muestrenme una devoción trágica que se adecue al favor que han
recibido! ¡Muestrenme la, si fueran tan amables!”

¿Esto es de lo que estaba hablando?

Pareciera que la Grave Keeper les estaba pidiendo demostrar su devoción al sacrificar a
Deus Ex Machina para salvar a Izabella. Sin embargo, aún habían misterios restantes por
resolver. En otras palabras, no debería haber tenido razón para querer reducir la fuerza de
la Torture Princess. Si ese era el caso, entonces, ¿por qué estaba haciéndolo?

¿Cuál era la meta de la Grave Keeper? Mientras esa pregunta resonaba en la cabeza de
Kaito, sin embargo, fue repentinamente interrumpido.

“Qué hacer; ¿qué hacer?”

Un murmullo distraído hizo eco. Los ojos de Kaito se abrieron de par en par.

De todas las cosas que podría estar haciendo, Jeanne estaba de pie ante la aplastada
complexión de Izabella con sus brazos casualmente doblados. Sus palabras y
comportamiento no tuvieron sentido para Kaito. En su mente, sólo había un camino lógico a
tomar.

Su voz se volvió áspera mientras señalaba el cuerpo agonizante de Izabella.

“¡¿En qué diablos estás pensando?! ¿En qué hay que pensar? ¡Puedes salvarla, ¿no es
así?!”

“Ciertamente. Puedo salvarla.”

“¡Dijiste que era tu primera amor, ¿verdad?!”

142 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

El grito de Kaito fue muy contundente, se arriesgó a dañar su garganta. Según él, las cosas
que Jeanne estaba diciendo eran imperdonables. No había tenido nada, y ahora finalmente
había encontrado a alguien precioso para ella. Elegir hacerla de lado era una decisión que
él se negaba a respaldar.

Se negó a aprobarlo. Diablos, ni siquiera quería intentar entenderlo.

No es posible—¡no eso!

Un gruñido como bestial se escabulló de la boca de Kaito, a lo cual Jeanne respondió con
una mirada resueltamente tranquila.

Cuando habló, su voz fue igual de tranquila.

“Permíteme hacerte una pregunta, entonces, mister. ¿Ese acto en verdad es más
valioso que provocar la salvación?”

En el momento en que preguntó, una respuesta salió disparada del cerebro de Kaito, una
que era un marcado contraste con sus emociones.

No lo era.

No había ninguna persona tan valiosa para que salvarla fuera más importante que todo el
mundo. Ese hecho era igual a como siempre había sido. No había ninguna excepción. Todo
lo que él tenía que ver era mirar hacia el pasado a todos los cadáveres que había
amontonado. Darle tratamiento especial a una sola persona estaría mal. Y ahora mismo, el
destino del mundo pendía de un hilo. Ahora no era el momento para quejarse o encontrarle
tres pies al gato. Simplemente tenían que hacer lo que tenía que hacerse. Esa era la única
respuesta correcta.

Deberías saber eso, Kaito Sena.

Sí, lo sé. Lo sé demasiado bien. ¡POR ESO NO SÉ, MALDICIÓN!

“Vete a la mierda. Cállate.”

Kaito violentamente repudiaba la respuesta correcta a la que había llegado. Jeanne


parpadeó. La respuesta de Kaito difícilmente había compuesto una respuesta. Pero, en
cierto modo, había transmitido todo.

Su compostura rompiéndose, Kaito se devanó los sesos.

Jeanne, Elisabeth, son iguales. Todo en lo que pueden pensar son respuestas
correctas.

Elisabeth, la Torture Princess de cabello negro, no mostraba señales de tener


arrepentimientos, ni intentó hacer de lado sus pecados. ¿Pero qué hay de Jeanne?

143 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Si tenía arrepentimientos, ¿con qué se quedaría después de que el mundo fuera salvado?

No tendrá nada restante, entonces…

…entonces en ese momento, ¿realmente qué siquiera había salvado?

En ese instante, un grito salió disparado de los pulmones de Kaito.

“¡No me escuches!”

“…¿Perdón?”

“¡No escuches a nadie! ¡Piénsalo tú misma! ¡Piénsalo tú misma, por tu cuenta! ¡No dejes
que alguien más decida por ti lo que es y no es más precioso que el mundo! Tienes que
escoger; ¡tienes que tomar la decisión! ¡Maldición, tú, tú no estás pensando en absoluto!”

“Estás diciendo cosas bastante extrañas, mister. ¿Qué estás sugiriendo que no estoy
pensando?”

“¡No puedes decirme en serio que no pensaste ni un poco si lo lamentarías o no!”

Al escuchar la acusación de Kaito, Jeanne ladeó su cabeza al costado. Fue leve, pero su
falta de expresión comenzó a desmoronarse un poco.

Parpadeó mientras respondía, su voz llena de completo asombro.

“¿Si lo lamentaría o no? Eso no importa una mierda.”

“¡Con un demonio que no importa! ¡Y el momento en que no pudiste decir inmediatamente


que no lo lamentarías lo prueba, maldita sea! Fuiste la que mencionó el primer amor, así
que no te atrevas a pretender que eres algún robot que no sabe lo que las emociones— Oh,
cierto, este mundo no tiene robots… ¡De todos modos, no hables como si estuvieras
pretendiendo que no tienes sentimientos! Maldición, ¿cómo puedes ser tan…cómo puedes
ser tan…?”

Kaito estaba aún más atónito que Jeanne. Incapaz de encontrar las palabras que estaba
buscando, pisó el suelo con fuerza. Entonces respiró hondo y se obligó a calmarse.

Las palabras que finalmente encontró eran sinceras e inadecuadas a partes iguales.

“¿Cómo puedes ser tan idiota?”

“Ya veo. Qué ridículo. Sin embargo, esto marca la primera vez que alguien me ha
preguntado eso.”

144 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

El susurro de Jeanne fue tranquilo y tenue. Volvió a mirara a Izabella. Las convulsiones
recorriendo su cuerpo se estaban volviendo más y más débiles. Sin embargo, Jeanne se
negó a moverse, como si estuviera congelada. El pesado silencio persistió.

Kaito estaba a punto de sacar más palabras de sí mismo.

Antes de que pudiera, sin embargo, Jeanne con vacilación abrió su boca, luego la cerró de
nuevo. Después de repetir ese proceso unas cuantas veces, finalmente se las arregló para
sacar las palabra.s

“¿Qué opinas, miss, Torture Princess Elisabeth Le Fanu?”

La pregunta tuvo un tono casi desesperado. Probablemente esperando palabras de


reprimenda, Jeanne le presentó su consulta a la Torture Princess de negro, la mujer cortada
de la misma tela que ella*.

[Nt: Es como “alma gemela”, o que son muy iguales.]

“Tu consideras a todos equitativamente. Cargas pecados pesados y algún día arderás en la
hoguera por ellos. Te niegas a traicionar a aquellos que has asesinado, y obstinadamente
continuas tu vida como una arrogante y honesta pecadora. ¿Si fueras tu—?”

“No tengo ni idea. Silencio. Estoy cansada de escucharte.”

La respuesta vino con tres comentarios cortantes.

Además, vino de una ubicación que nadie había esperado.

Todos los presentes se giraron para ver. Lute, en particular, dio un pesado soplido.

Elisabeth Le Fanu estaba ubicada en medio del aire. Mirando a su objetivo, estaba
sosteniendo en alto su espada.

Al otro extremo de su espada estaba la Grave Keeper, cuya sotana escarlata se ondeó
cuando miró a la Torture Princess apuntándole.

Todos tuvieron la impresión de que el tiempo se había congelado. La pecadora y la fanática


intercambiaron una mirada significativa.

La Grave Keeper fácilmente podría haberle dado órdenes a los paladines, quienes todavía
estaban arrodillados al costado. Sin embargo, persistió su silencio. La cuchilla carmesí se
dirigió hacia su pálido cuello, casi como si ambos estuvieran destinados a encontrarse.

En el momento antes de que la espada alcanzara su objetivo, la Grave Keeper habló como
si orara.

145 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“‘Eres libre de actuar como desees. Pero reza para que Dios sea tu salvación. Porque el
principio, el medio, y el final yacen en la palma de Su mano.’”

Su tranquila y optimista sonrisa nunca había dejado su rostro.

Mientras la Grave Keeper le hablaba a su asesina, su expresión estaba impregnada de


sincero afecto.

“Aleluya.”

Y con eso, la cuchilla de Elisabeth atravesó su joven cuello. Sangre surgió. La pequeña y
redonda cabeza de la Grave Keeper salió a volar por el aire. Entonces giró por el suelo,
eventualmente se detuvo todavía envuelta en su capucha carmesí. una piscina de sangre
silenciosamente se formó.

La Grave Keeper había sido asesinada ante sus ojos, y ella ni siquiera presentó resistencia.

146 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

147 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

***

Los paladines no se movieron. La manera en que se abstuvieron de contraatacar implicaba


que les habían dado órdenes de no hacerlo de antemano. En cambio, se levantaron a la vez
y alzaron sus brazos horizontalmente sobre sus pechos.

Girándose para mirar el cadáver de la Grave Keeper, se inclinaron. Sus posturas parecían
ser unas de luto.

De repente, Kaito llegó a una hipótesis. Los escoltas de la Grave Keeper parecían haber
tenido una compatibilidad relativamente alta con la carne de demonio, Tal vez fue por eso
que voluntariamente habían escogido consumir la carne y cuidadosamente ajustaron sus
porciones.

Sin importar qué clase de persona sea, cualquiera con una voluntad fuerte
inevitablemente encontrará admiradores.

Aunque esa personas no tuviera nada más que locura.

Siempre y cuando su convicción fuera firme.

“Tch, abominable. Mi primera victoria es muy irritante,”

Elisabeth aterrizó en el suelo sin oposición. Chasqueó su lengua con descontento.

Una violenta ola de confusión inundó a Kaito. La Grave Keeper había muerto, y ni siquiera
había intentado defenderse. Y probablemente incluso le había dicho a los paladines que no
tomaran represalias. ¿Pero por qué?

Él no tenía ni idea de lo que ella había estado intentando lograr.

¿Realmente deberíamos estarle siguiendo el juego al plan de la Grave Keeper de


esta manera?

Lleno de incomodidades, Kaito se dio la vuelta hacia Jeanne.

Todavía no había tomado su decisión. En cambio, estaba mirando a Elisabeth con ruego.

Elisabeth disipó su espada y comenzó a caminar. No parecía que tuviera intención de darle
respuestas a Jeanne más allá de las tres que ya había dado. La Torture Princess de negro
pasó junto a la Torture Princess dorada.

De repente, sin embargo, Elisabeth se detuvo. Todavía mirando hacia delante, dio un bajo
murmullo.

148 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Si fuera yo, no le preguntaría a nadie. Y si alguien se atreviera a decirme qué hacer, no les
prestaría cuidado alguno.”

“…”

“Sin embargo, preguntaste. Obtuve poder al matar a las personas mientras lloraban y
gritaban. Tú obtuviste poder al matar a los dispuesto. Una parte igual, una parte diferente—
no que yo fui informada, en todo caso. En realidad, encuentro desagradable que tal mujer
se declare a sí misma Torture Princess. Eso es lo que te tengo que decir, Jeanne de Rais,
la santa, la puta, y la doncella de la salvación.”

Jeanne no respondió. Sólo los ojos de Elisabeth se movieron mientras la observaba de


perfil.

Cuando Elisabeth habló, su voz fue increíblemente fría.

“Haz lo que quieras. Si fuera yo, la mataría. Pero no eres yo. Y la carga de tu elección sólo
tú la soportarás. Pero no tengas soberbia alguna—salvar el mundo y destruirlo no son nada
más que simples asuntos de egoísmo personal.”

“…Pareciera que ambas opciones mías son crueles. Pero demonios, esta es una
extraordinaria.”

Elisabeth dejó a Kaito y los otros atrás y se dirigió hacia el Butcher. Kaito apresuradamente
agarró a Hina de la mano y se fue detrás. Después de mirar sus alrededores ansiosamente,
Lute se unió a ellos, también.

149 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

150 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Mientras corrían, Kaito dio un vistazo fugaz hacia atrás.

Sólo Jeanne e Izabella permanecían sobre el hielo.

Sola, la Torture Princess dorada miró a la agonizante mujer en el suelo.

Miró a la primera mujer que había amado.

“Yo haré…”

El susurro de Jeanne salió ronco. Entonces su cabeza se desplomó al costado.

Por primera vez, su inexpresivo semblante se hizo añicos. Con una mirada perpleja en su
rostro, soltó un susurro infantil.

“…¿Yo…haré…”

Y entonces Jeanne de Rais,

la santa, la puta, y la doncella de la salvación artificial,

tomó su decisión.

151 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

152 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

8: La Historia del Butcher


Kaito y los otros corrían sobre el estrecho camino que estaba entre las dos fisuras. Abismos
sin fondo yacen a cada lado. Un paso en falso y serían tragados por la incognoscible
oscuridad.

Corrieron con prisa, pero con cuidado. La negra mancha en la distancia de manera lenta
pero segura se acercaba má, finalmente revelando la silueta de una espalda familiar. En
cierto modo, realmente se veía solitaria.

Da la ligera impresión de que está esperando a alguien que nunca llegará.

Mientras aceleraba su paso aún más, Kaito sintió una extraña presión viniendo de enfrente.
Era como si un viento estuviera alzándose del fondo del agujero. Sin embargo, el aire
alrededor de él no parecía estarse moviendo una pulgada.

Ahora que pensaba en ello, la nieve había dejado de caer también. La atmósfera estaba
congelada y tensa.

Se sentía como si todo el mundo estuviera conteniendo el aliento.

Supongo que este realmente es el momento que el mundo estaba esperando.

Sin embargo, no sabía qué estaba esperando en particular. No sabía qué pasaría, o qué se
volvería claro, una vez que alcanzara a al Apóstol de la Santa, tampoco. De hecho, ni
siquiera tenía pruebas de que serían capaces de descubrir dónde estaba realmente la
Santa.

Aún así, siguió corriendo. Finalmente, mientras se acercaba a la espalda de la figura, le


gritó.

“¡Butcher!”

“¡Vaya, si no es Mr. Dim-Witted Servant, Madam Elisabeth, and Ms. Lovely Maid! ¡Y el resto
de ustedes, están todos aquí!”

El Butcher dio un pequeño brinco. Su respuesta no fue diferente a lo usual, como si hubiera
estado afuera en un paseo y se hubiera tropezado con ellos por casualidad. No fue una
respuesta que alguien hubiera esperado.

Perplejo, Kaito se detuvo. Todos los demás hicieron lo mismo. La expresión de Hina estaba
tan confundida como la suya, y Lute estrujó su hocico y no hizo ningún esfuerzo por ocultar
su cautela. Elisabeth frunció el ceño con disgusto.

Jeanne, yendo en la retaguardia, tenía una expresión serena en su rostro.

153 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Sin mirar al Butcher, su mirada estaba sólidamente fijada en la mujer que estaba llevando
en sus brazos.

Era Izabella, con más del 70 por ciento de su cuerpo complementado con partes mecánicas.
Estaba a la deriva en un indefenso letargo.

La manera en que Kaito estaba cargando a Izabella le recordó a Kaito una estatua de su
viejo mundo llamada la Pietá que había visto una vez en televisión. Mientras el Butcher la
miraba, soltó un sorprendido grito.

[Nt: “Piedad”, es una estatua de Miguel Ángel, representa a la Virgen María sosteniendo a
su hijo muerto.]

“¡Ah, así que eso es lo que escogió! ¡Santo cielo, qué sorpresa! ¡Tuve una corazonada, de
alguna manera u otra, pero es una sorpresa de todas formas!”

“Pequeño…”

“Los humanos realmente son criaturas intrigantes, debo decir. Tienen sabiduría que supera
cualquier bestia, pero a veces se encuentran conducidos por sus emociones a pesar de
saber perfectamente lo ilógicos que están siendo. ¡No puedo decir que odio esa
contradicción, eso sí!”

“¿Sabías que esto iba a pasar, justo como Grave Keeper, entonces?”

La voz de Kaito estaba llena de tranquila ira, indicando su asco y furia porque los dos
hubieran jugado con él. Sin embargo, el comportamiento del Butcher no cambió. Su
respuesta fue clara y rápida.

“Oh no, solo escuché fragmentos de información de mi pequeñin. Así que imaginé, esto es
lo que pasaría si la Torture Princess dorada, portadora de Deus Ex Machina, se enfrentara a
la Grave Keeper, eso es todo. Ella era una creyente bastante devota, después de todo,
tenía una cabeza bastante sólida sobre sus hombros. ¡Pero, oh my, solo me alegro de que
esa encantadora mujer esté bien!”

“¡No puedes decir eso!”

“¡Estoy siendo completamente sincero! Cuando estaba atrapado en Gibbet, ella fue lo
suficientemente amable para mostrarme preocupación. ¡Desearle la muerte fue la cosa más
alejada de mi mente!”

“Deja las tonterías, Butcher.”

Una voz fría interrumpió el intercambio de Kaito y el Butcher. Deslizándose hábilmente por
los miembros del grupo, Elisabeth se colocó al frente. Continuó, marcando al Butcher como
un enemigo con su mirada.

154 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Te referiste a ti mismo como el enemigo del mundo. E incluso si no lo hubieras hecho, todo
este asunto comenzó cuando le vendiste a Vlad esa carne de demonio. ¿Esta tontería sobre
reestructurar el mundo era tu deseo también? Cada criatura en este mundo puede bien
morir gracias a ti. Así que puedes dejar la tonta celebración por la supervivencia de una sola
mujer.”

“Hmm, debo decir, llamarlo mi ‘deseo’ realmente es bastante erróneo. Pero supongo que
tiene razón.”

“Pero, al mismo tiempo, nos invitaste aquí. ¿Con qué fin?”

El Butcher no ofreció respuesta. En cambio, comenzó a pensar para sí mismo y a girar


distraídamente. Mientras lo hacía, su habitual costal marcado con una cruz colgaba de su
hombro. Entonces comenzó a tararear una extraña tonada.

“¡Oh-ho-ho-ho-ho, mis carnes son las más finas que hay! ¡Llenas de amor y valor, nunca te
decepcionarán! ¡Comelas y tu coraje se multiplicará un millón de veces! ¡Como siempre, soy
tu amigable Butcher local! ¡Oh-ho-ho-ho-ho!”

“¡…!”

Kaito se estremeció a su pesar. El Butcher estaba actuando igual que siempre. Dada su
situación actual, sólo la locura podría explicar eso. Y al mismo tiempo, una clase de
melancolía lo golpeó también. Era la clase de patos que uno sentía hacia un payaso sobre
un escenario, la clase de lástima que uno sentía hacia aquellos que no tenía más opción
que interpretar el papel del cómico.

¿Podría ser que ninguno de nosotros haya conocido al Butcher por quién realmente
es?

“¡Al contrario, Mr. Dim-Witted Servant!”

La mirada de Kaito aparentemente había sido suficiente para transmitir su sentimiento, ya


que el Butcher saltaba arriba y abajo en protesta. Cuando finalmente aterrizó, empujó su
dedo directo hacia Kaito.

“¡Soy muy inclinado a los relatos fantásticos, es cierto, pero ni una sola vez he dicho una
mentira! ¡Muchísimas gracias! Okay, bueno, hay una pequeña posibilidad de podría haber
exagerado un poco de vez en cuando, y podría haber dicho una mentira aquí y allá, pero…
Ahem. ¡Pero el amable, adorable y encantadora Butcher que han llegado a conocer y amar
es el real! Simplemente…no era todo.”

“Verdad, mentiras, hacen poca diferencia. El punto en que tales cosas importaban hace
mucho ha pasado.”

155 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Elisabeth no ofreció ninguna reacción a las melancólicas palabras con las que el Butcher
había terminado su discurso. Dio un paso hacia delante, como para demostrar cuán
cansada estaba. La Executioner’s Sword of Frankenthal brillaba en su mano.

“Ahora, no tengo más que una pregunta para ti. ¿Dónde está la Santa?”

Con cada paso que avanzaba, el Butcher retrocedía uno. El talón de su pie golpeó un duro y
congelado copo de nieve. Se deslizó hacia atrás un poco, luego fue tragado
silenciosamente por la oscuridad. El Butcher ahora no tenía a dónde huir.

Elisabeth empujó la Executioner’s Sword of Frankenthal hacia él, entonces siguió


presionando lo por respuestas.

“Habla. Hemos venido a matarla. Hasta el Fin del Mundo con ese fin.”

“Y cuán bien han hecho en llegar aquí. Ah, la eficacia de sus preguntas…muy similares a
usted, Madam Elisabeth.”

“Harías bien en entender esto, Butcher: La hora de la bufonería se acabó.”

La tranquila réplica de Elisabeth detuvo al Butcher. Sus comentarios simplistas se


detuvieron por completo. Ladeando su cabeza un poco al costado, el Butcher soltó un dócil
murmullo.

“…Se acabó, ¿no es así?”

“Somos aquellos que saben lo que pasa detrás de escena. Nunca podremos regresar a la
audiencia de nuevo. Ni siquiera tú seguirías actuando hasta el final, sospecho. ¿No es casi
hora de poner fin a esta farsa?”

Elisabeth presentó su pregunta desapasionadamente. Pero en lo profundo de su voz estaba


un ligero toque de simpatía, una hecho que le provocó una cantidad de shock nada
pequeña. Escuchar a Elisabeth mostrar sentimiento hacia un enemigo era una rareza entre
rarezas.

Tal vez…tal vez Elisabeth aprecia los origines de él.

Como un fiel bufón, el Butcher había continuado interpretando su papel. Pero quizás él no
fue el que había elegido convertirse en algo en lugar de solo ser alguien.

Mientras estaba ante la Torture Princess, el Butcher rasguñó suavemente su barbilla.

“Ya veo, ya veo. Hora de cerrar la tienda, ¿verdad? Sí, bueno, supongo que sí.”

“Lo es, ¿no es así? Y en consecuencia, basta de tontear. Dinos cuál era tu deber.”

156 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“En ese caso, permítame comenzar compartiendo una pequeña anécdota seria con
ustedes.”

“Muy bien. Habla.”

Todavía apuntándole con su espada, Elisabeth sacudió su barbilla. El Butcher asintió, luego
dio una reverencia.

Entonces, como si estuviera exponiendo su corazón, comenzó a narrar.

“¿Sabía, Madam Elisabeth? Los cuentos de hadas siempre surgen de las cosas más
pequeñas.”

“¿Más de tus cuentos absurdos, incluso ahora?”

“El destino es muy similar, verá… El más breve de los recuerdos puede llegar a definir toda
la vida de un hombre.”

Aunque su historia parecía tener poco que ver con su situación actual, el Butcher persistió
en narrar la. Serio hasta el final, habló su verdad. Su voz sonaba extrañamente vieja y
ronca, y su tono era firme y rígido.

Aunque debería haberlo sabido ya, Kaito se dio cuenta de algo otra vez.

El Butcher es el Apóstol de la Santa.

En otras palabras, había estado vivo desde antes de que el mundo siquiera hubiera
terminado de formarse. En cierto modo, literalmente era la persona más vieja en la
existencia. Había vivido demasiado tiempo para que la palabra vida siquiera comenzara a
cubrirlo.

A pesar de eso, sin embargo, la época del recuerdo que estaba exponiendo no lo había
desgastado en lo más mínimo.

“Madam Elisabeth, ¿tiene recuerdos de su madre?”

Elisabeth respondió con silencio. Kaito de repente recordó los hechos que sabía. Los
padres de Elisabeth habían muerto en un “accidente desafortunado.” Justo antes de él, sin
embargo, habían habido avistamientos de un enorme perro negro.

El Butcher echó un vistazo detrás de Elisabeth. Su mirada recayó en Kaito y Hina.

“Mr. Dim-Witted Servant y Ms. Lovely Maid, ¿qué hay de…? No, supongo que no. Mis
disculpas. Si uno tiene o no tales recuerdos varía de persona a persona. No es ni algo
bueno ni malo. Pero…yo los tengo. No es que ella en verdad pudiera ser llamada mi madre,
es decir.”

157 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Te refieres…?”

“En el momento en que obtuve consciencia en sus brazos, las primeras cosas que vi…
Durante el transcurso de mi larga, larga vida, ni una sola vez he olvidado ese recuerdo. Ni
una sola vez pude olvidar ese recuerdo.”

La voz del Butcher era calmada y tranquila. Kaito tragó aliento.

La persona que lo creó fue la Santa.

Cuando habló de ella, su tono permaneció ligero, pero su voz se volvió seria. Dentro se
encontraban odio; pena; una vastas e intachable cantidad de amor; y una aterradora
cantidad de pasión y emoción. Las escasas décadas de la vida de un humano nunca
podrían acercarse a obtener tal sentimiento, ni eran suficientes para entender tal emoción.

La única cosa capaz de tragar las emociones del Butcher era el aire claro como el agua.

Por fin, Kaito se dio cuenta de algo—del por qué la nieve se había detenido y por qué el
viento no estaba soplando.

El mundo está esperando a que el Apóstol cuente su historia.

“Al final, yo no era nada más que una sola semilla de mal. Un peón sin siquiera un nombre
al cual referirse. Y he entendido ese hecho por mucho, mucho tiempo.”

El Butcher respiró hondo, entonces exhaló. Se aferró a su ropa harapienta.

Entonces continuó, forzando a salir las palabras de su boca.

“Pero vi esa sonrisa… Vi esa sonrisa.”

¿Solo qué estaba diciendo sobre esa expresión que había visto?

Habló con una velocidad alarmante mientras profundizaba su respuesta.

“Fue la sonrisa de alguien que, por primera vez, había obtenido un compañero en un
desolado y solitario mundo. Fue la desesperada sonrisa de alguien cuya absoluta soledad
había sido rota. En ese momento, me saludó con inconfundible amor. Esa sonrisa fue más
que suficiente para probarme eso a mí. Y…a través de sus lágrimas, dijo…”

Entonces, solo por un momento, el Butcher dejó de hablar. Cuando habló de nuevo, fue con
una voz impregnada de nostalgia por un tiempo atrás de hace mucho, o quizás una llena de
cansancio de la incontables eras.

“‘Gracias por nacer para mí,’ dijo. Eso fue todo. Y eso fue suficiente.”

158 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

En todo su monólogo, ni una sola vez había explicado por qué había vendido la carne de
demonio. Al mismo tiempo, sin embargo, fue más que suficiente como una confesión de
motivo.

Porque había escuchado esas palabras, el Butcher había llevado a cabo el loco deseo de la
Santa.

A pesar de saber que destruiría el mundo, había tomado la carne de demonio, y la había
vendido.

Kaito entrecerró sus ojos. Las palabras de la Santa al Butcher habían sido una bendición,
una llena de alegría y gratitud. Y al final del día, sin embargo, había pasado toda su vida
atado por ellas, y lo habían convertido en el enemigo de todo el mundo.

En ese sentido, ¿no fueron más como una maldición, entonces?

Kaito estaba a punto de decir eso en voz alta, pero se detuvo. No era necesario decírselo al
Butcher. Lo sabía. Pero, aún así, esas palabras suyas le habían dado significado a toda su
vida. De no ser por ellas, habría dejado de caminar este camino hace mucho. Había
ascendido más allá del punto en el que los arrepentimiento todavía eran relevantes.

De repente, el Butcher tomó un pequeño aliento. Entonces bajó la bolsa blanca en su


espalda.

Cuando lo hizo, hizo un pequeño ruido. Habiendo dejado de lado la mercancia que había
cargado durante tanto tiempo, habló con un tono extravagante.

“Me divertí, Madam Elisabeth, Mr. Dim-Witted Servant, Ms. Lovely Maid, sumamente,
realmente, y verdaderamente. Los vivos no pueden vivir sin encontrar gozo en sus días. Y
cuando los vi a ustedes contraatacar, my, qué radiantes se veían. Pero… Pero, sabiendo
perfectamente cuán disparatada es, todavía hay una solicitud que necesito cumplir.”

Porque esa será la evidencia de mi existencia, la única prueba de mi amor por ella.

Mientras Kaito escuchaba la críptica declaración del Butcher, una cierta cita resonó dentro
de su pecho.

Es un pequeño cuento de hadas sin sentido, y uno que ha durado mucho, mucho
tiempo.

¿Era la historia de una tragedia o una comedia? Kaito y los otros no tenían manera de
saberlo.

¿Y cómo el Butcher está planeando ponerle fin?

¿Cuál era la disparatada solicitud que estaba intentando cumplir?

159 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Elisabeth movió verticalmente su espada un poco. Hizo su siguiente pregunta con una voz
completamente falta de emoción.

“¿Entonces? ¿Dónde está esta querida Santa tuya?”

“Madam Elisabeth, me traía mucha alegría cuando creía conveniente expresar cuán
delicioso era algo. Mr. Dim-Witted Servant… No, Mr. Kaito. El hecho de que usted, un
simple humano, llegara hasta aquí por solo convicción es algo de lo que estar orgulloso. Ms.
Lovely Maid…Ms. Hina. Gracias por preparar mis carnes tan exquisitamente. Y felicidades
por su boda.”

La voz del Butcher era ligera mientras obstinadamente ignoraba la pregunta de Elisabeth,

Su irritación estaba a punto de mostrarse en su rostro, pero al último momento, las


comisuras de la boca de Elisabeth se congelaron. Kaito y Hina rápidamente se pusieron
pálidos también. Lute miró a todos lados inquietamente. Jeanne no ofreció ninguna
respuesta.

Kaito y Hina arranca a correr. Elisabeth estiró su mano sin la espada.

“¡Butcher, no!”

“Ha llegado el momento de cerrar la tienda. Esto marca mi tarea final como comerciante:
entregar carne.”

El Butcher, de hecho, no se detuvo, en cambio arrancó a correr también.

La manera en que corrió no fue hacia delante sino hacia atrás. Sin embargo, no yace nada
ahí aparte de oscuridad.

“Eso dije, ¿no es así? El cuento de hadas debe llegar a su fin.”

Los ojos de Kaito prácticamente se salieron de sus cuencas.

Justo como había pensado, la última cosa que había dicho el Butcher había sido su último
testamento.

“¡Tch!”

Elisabeth chasqueó sus dedos. Habiendo visto que su brazo no alcanzaría, invocó un
vórtice de pétalos carmesíes y oscuridad del aire. Su puntería fue inestable, quizás debido a
su agitación. Sin embargo, las cadenas apenas se las arreglaron para envolverse alrededor
del brazo del Butcher.

Kaito soltó un suspiro de alivio. Al momento siguiente, sin embargo, salió sangre volando.

“¿Qu—?”

160 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Y finalmente, muchísimas gracias por tantos años de su patrocinio.”

El brazo izquierdo con garras del Butcher permaneció atado por las cadenas.

Él, y sólo él, colgaba en el aire.

El Butcher había sacado un cuchillo de los muchos pliegues de su abrigo, luego cortó su
brazo. Su cuerpo caía, como si estuviera siendo succionado. Cenefas de sangre lo
siguieron mientras el abismo lo consumía.

Al final, todo lo que quedó fue ese brazo.

***

Elisabeth se detuvo al borde del acantilado. Hina se detuvo de golpe, también. Kaito, por
otro lado, no.

Su momentum prácticamente lo llevó sobre y al abismo. Entonces, con su brazo todavía


extendido, se preparó para saltar a la vasta oscuridad. Elisabeth y Hina frenéticamente
envolvieron sus brazos alrededor de él.

Casi terminaron resbalandose también, pero las dos apenas se las arreglaron para
mantener su apoyo. Ambas gritaron a la vez.

“¡Regresa, burro!”

“¡Amo Kaito, por favor retrocede!”

“…Esto no está bien.”

Las palabras se escaparon de la boca de Kaito. Mientras iba hacia atrás rápidamente poco
a poco, intentó poner sus revueltos pensamientos en orden.

Ni siquiera sabía qué era lo que estaba intentando decir. No sabía qué era lo que
encontraba tan equivocado, tan aborrecible. Pero entonces, de repente, se dio cuenta de lo
que lo estaba llenando de tanta tristeza y enfado.

“Gracias por nacer para mí,” dijo.

Sin duda había sido algo feliz y alegre. Hasta que conoció a Hina, nadie nunca le había
dicho eso, tampoco. Pero al final, el Butcher había muerto cautivo por su papel como una
semilla de mal.

Había abandonado todo lo que había disfrutado, anuló todos los recuerdos que había
recolectado, y se tragó el dolor de cortar las emociones de aquellos que le habían gritado
que no muriera así como también su propio brazo.

161 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

¿Podrían esas palabras que lo habían atado realmente ser descritas como amor?

¿El Butcher no había acabado de morir después de ser usado sin realmente ser amado por
una madre?

Ni siquiera había sido capaz de vivir por su propio bien.

Y el Butcher nunca conseguiría otra oportunidad en la vida.

“¡Esto no está bien, maldita sea!”

Kaito gritó desde las profundidades de su alma. Las lágrimas comenzaron a derramarse de
las comisuras de sus ojos.

Sin importar cuántas veces había perdido su humanidad, sin importar cuántas veces había
saboreado el dolor de la muerte, Kaito no había derramado una sola lágrima. Por el bien del
Butcher, lloró. Soltó llantos bestiales. Pero no recibió ninguna respuesta.

Hina suavemente acarició su espalda. Elisabeth no dijo nada. Simplemente chasqueó sus
dedos. La cadena plateada se transformó en pétalos, luego se desvaneció. El brazo del
Butcher descendió, acompañado de carmesí.

Cuando lo hizo, Kaito sintió una débil presión en sus tímpanos. Alzó la vista con sobresalto.
Entonces lo escuchó.

“¡GRAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!”

Un rugido reverberó desde las profundidades del agujero, uno que rasgó los cielos y agrietó
la tierra.

***

El Fin del Mundo tembló ante el terrible grito. Siguiendo las vibraciones de la atmósfera,
grietas comenzaron a formarse por la superficie del hielo. Patrones blancos como de
telaraña comenzaron a contaminar el suelo plateado. Mientras lo hacían, la oscuridad del
abismo se invertió.

Algo ominoso estaba brillando al fondo. Al verlo, Kaito se quedó sin habla.

Un enorme globo ocular dolado estaba flotando en medio de la oscuridad. Y estaba mirando
fijamente a Kaito y los otros.

Estaban mirando al abismo, y él los miraba en respuesta. Finalmente, Kaito se dio cuenta
de qué era lo que estaba mirando.

Hay un monstruo en el fondo.

162 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Era una criatura colosal, una que desafiaba toda razón y providencia.

El monstruo entonces giró su cuerpo, y su ojo desapareció de la vista. En su lugar, una


mandíbula gigante sobresalía del pozo. Mientras lo hacía, Kaito entendió a qué carne el
Butcher había tenido intención de entregar y a quién.

Cuando cayó, no estaba llevando su bolsa.

En otras palabras, el Butcher mismo era la carne.

El Butcher había entregado su carne a la gigantesca y presumiblemente dragónica criatura.

“¿Despertó al consumir al Apóstol? ¿Qué diablos es?”

Murmuró Elisabeth, su voz baja. Mientras lo hacía, un enorme par de alas se extendieron
del agujero al cielo. Parecían enormes capullos de flores carnosos alcanzando los cielos.
Entonces, como una flor abriéndose, las alas se desplegaron.

Rechazando todas restricciones de la gravedad y el volumen, el dragón suavemente las


aleteó y despegó al cielo.

Cuando lo hizo, todo su monstruoso cuerpo se hizo visible. Comparadas con sus alas y
cuerpo, sus extremidades eran comparativamente rechonchas. Tampoco tenía escamas, lo
cual era inusual para un dragón. Su pálida y rosácea carne estaba completamente
expuesta. Entre eso y su forma redonda, traía a la mente a un feto humano. La fina
membrana roja flotando en el aire detrás de su cuello parecía estar en llamas.

Jeanne entrecerró sus ojos. Mientras contemplaba el extraño dragón, dijo casi susurrando:

“Vaya, si no es el Dragón Legendario, el dragón de carne supremo… Según la literatura, el


macho fue casado por un grupo liderado por el comerciante legendario. Esa debe ser la
hembra, entonces. Quién habría pensado que sobreviviría al quedarse aquí. Ahora,
esto, esto es un cuento de hadas.”

“Hombre… Parece que esos cuentos tuyos eran verdad después de todo.”

Kaito murmuró con incredulidad. Recordó todas las historias que el Butcher había contado
aparentemente medio en broma. Una de esas historias había sido sobre la batalla contra el
Dragón Legendario.

Aunque las había hecho pasar como cuentos de hadas, el Butcher había compartido una
cantidad no pequeña de sus recuerdos con ellos.

En ese momento, sin embargo, duros vientos comenzaron a soplar y sacaron a Kaito de su
ensoñación.

163 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

El Dragón Legendario había comenzado a doblar suavemente sus alas de nuevo. Muy pesa
a su propia masa, estaba flotando suavemente en el aire como un globo. Proyectaba una
enorme sombra sobre el suelo cubierto de hielo mientras iba a la deriva.

La manera en que lo hacía la hacía parecer casi como una isla flotante. Contaba como un
gran espectáculo, uno que superaba el reino de la comprensión humana.

La manera en que su carne rojiza palpitaba también le hacía dar la impresión de que era el
corazón latiente del mundo mismo.

Kaito se encontró una vez más en la dura palma del desconcierto.

¿Qué razón tenía el Butcher para querer despertar la Dragón Legendaria?”

Probablemente estaba planeando hacer que la Dragón Legendaria destruya el mundo, al


hacerlo estimularía la reestructuración. Aunque era enorme, sin embargo, era tan dócil
como una ballena. No mostraba señales de querer atacar sus alrededores. Y considerando
su descriptor, la razón por la que los comerciantes habían cazado al macho probablemente
no había sido para exterminar una amenaza sino cosechar su carne.

Y la Dragón Legendaria seguía yendo a la deriva.

Entonces lentamente comenzó a darle la vuelta a su enorme cuerpo. Finalmente, su pecho


entró al campo de visión de Kaito.

“¿Qu—?”

Mientras lo hacía, soltó un ruido perplejo. Finalmente entendió por qué el Butcher la había
despertado.

Un duro cristal había sido incrustado en su suave carne.

Y en el pecho de la Dragón Legendaria, revestido de cristal rojo, algo estaba durmiendo.

Una mujer desnuda estaba flotando dentro.

Dada la impresión de que había sido enterrada dentro de un ataúd suspendido en medio del
aire. Estaba horriblemente indefensa, congelada boca abajo y sumergida en el líquido rojo
intenso. Su rojo compensaba nítidamente su blanca piel.

Hina mantuvo apretado su cabello, elo cual estaba siendo volado por el viento. Parpadeó y
susurró desconcertada.

“¿Esa es…la Santa?”

“Hombre… Supongo que tiene sentido por qué nadie pudo encontrarla.”

164 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Con eso, Kaito asintió con la cabeza. La Santa había sido ocultada en el vientre de una
dragón durmiente en el fondo de un abismo en un agujero en el Fin del Mundo. No había
manera de que cualquier grupo de búsqueda ordinario pudiera haberla encontrado.

Kaito no tenía palabras; simplemente miraba a la dragón volando. La piedra en su bolsilla


conteniendo a Vlad se sacudió, pero la ignoró. No tenía tiempo para preocuparse por Vlad
ahora mismo. La Santa que habían estado buscando estaba flotando justo frente a sus ojos.

Sin embargo, Kaito no tenía ni idea de qué hacer.

¿Entonces qué se supone que hagamos con ella?

El ser ante ellos simplemente estaba demasiado apartado del sentido de escala de la
humanidad. Kaito miró a la gigante que proyectaba sombra y la mujer atascada en su pecho
perplejo. Y la Dragón Legendaria siguió yendo a la deriva.

Sin embargo, fue entonces que la tranquila y pacífica atmósfera fue destruída.

Una baja y despiadada voz resonó.

“Reenactment of the Plain of Skewers: Impaled Victim*.”

[Nt: Recreación del Llano de Pinchos: Víctima Atravesada.]

¡Stab, stab, stab, stab, stab, stab, stab*!

[Nt: Cuchillada.]

Innumerables pétalos carmesíes se esparcieron por el aire, e incontables estacas salieron


disparadas de ellos. El silencio fue hecho añicos, y la sangre volaba por el aire.

Fácilmente más de mil estacas de hierro se habían enterrado en el cuerpo de la Dragón


Legendaria.

***

El aire tembló violentamente. Kaito estaba seguro de que la Dragón Legendaria había
soltado un grito, pero no pudo escucharlo. Debe haber sido a una frecuencia que los oídos
humanos eran incapaces de percibir.

La Dragón Legendaria contorsionó su cuerpo por el aire con angustia. Las estacas cayeron
de su carne temblorosa una tras otra. Rugieron a través del cielo mientras caían al suelo y
perforaban la tierra congelada. Al mismo tiempo, enormes cantidades de sangre salieron a
chorros de las heridas de la Dragón Legendaria.

165 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

La sangre fresca formó un amplio charco sobre el suelo como un lago. Sin embargo,
algunas de las inmensas gotas se retorcieron, luego se detuvieron en el aire. Varios orbes
de sangre volaron en el lugar.

“¿Huh?”

“Hmph.”

Al momento siguiente, las sangrientas esferas se dispararon hacia Elisabeth. El camino era
estrecho—no tenía a dónde huir.

A este ritmo, Kaito y los otros serían derribados también. Pero Elisabeth era la misma
imagen de la compostura. Mientras balanceaba la Executioner’s Sword of Frankenthal,
oscuridad y pétalos de flor carmesíes se esparcieron sobre el abismo.

Cuando desaparecieron, dejaron detrás una red de cadenas que cubrían el agujero.

Elisabeth chasqueó su cuello con disgusto.

“Primero pensé en esto mientras observaba caer al Butcher. Debo decir, estoy
decepcionada de que no se me ocurriera antes. ¡Ho!”

Elisabeth dio un salto acrobático y aterrizó sobre las cadenas. Entonces, a pesar de sus
tacones altos, fácilmente corrió por sus delicados nudos de hierro. Aparentemente no
interesada en herir a nadie aparte de su oponente, las esferas sangrientas de la dragón se
lanzaron a la caza. Los incontables orbes carmesíes le pisaban los talones como una
manada de bestias.

Elisabeth interpretó una grácil y ágil danza sobre las cadenas.

Mientras miraban sus fosfenos, los perdigones de sangre se veían abajo. Cuando entraron
en contacto con las cadenas, estallaron en vapor y luego se desvanecieron en el agujero.

La Dragón Legendaria se sacudió de manera vacilante mientras soltaba un gemido. Muchas


de las estacas todavía estaban incrustadas en su carne. En su estado actual, no era nada
más que un objetivo. Kaito recordó la historia que le habían dicho recién.

El Dragón Legendario macho una vez fue cazado por un grupo de comerciantes.

Si ese era era el caso, entonces no había ninguna razón por la que la Torture Princess no
debería ser capaz de matar a la hembra.

Agarrando una cadena, Elisabeth se levantó de cabeza. Después de esquivar la sangre que
había estado apuntando a sus pies, arqueó su espalda e hizo un suave aterrizaje. Entonces
despiadadamente chasqueó sus dedos una vez más.

“Aracnofobia.”

166 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Una nueva espiral de carmesí y negro apareció alto en el cielo. Dos garras de hierro
salieron disparadas de ella.

Entonces, como las manos de una mujer de uñas largas, se dividieron en cuatro y se
abalanzaron a la Dragón Legendaria.

Cuando lo hicieron, arrancaron sus enormes alas de sus cimientos, muy similar a como un
niño inocente haría a un animal pequeño. Sus puntiagudas puntas se enterraron en la carne
dragónica mientras la levantaba alto en el aire.

Otro violento temblor atravesó el aire, los ecos de un grito inaudible. Sangre salió a
borbotones y derritió el suelo cubierto de hielo.

Las garras se congelaron en el aire, casi como si hubieran escuchado el grito. Dejaron de
moverse. Pero el peso de la Dragón Legendaria hizo que comenzara a caerse. Cada vez
que lo hacía, sus alas se desgarraban de sus bases donde las garras permanecían
atascadas. Poco a poco comenzó a caer más y más rápido.

Entonces la Dragón Legendaria cayó, sus alas se hicieron pedazos.

Cuando su carnoso cuerpo impactó el suelo, su peso hizo que la tierra temblara.

Los temblores recorrieron el Fin del Mundo. Esto, por supuesto, hizo que el camino muy
estrecho en el que Kaito y los otros estaban se sacudiera.

De no ser por el hecho de que inmediatamente se había aferrado a las cadenas extendidas
sobre él, muy bien podrían haber caído al abismo. Lute cayó sobre las cadenas, luego
desesperadamente reptó de nuevo al camino. Kaito estalló en sudor frío y lo limpió con su
puño.

“Parece…parece que lo logramos.”

“¡Sólo empeoarará desde ahora, tonto! ¡Date prisa!”

La enojada voz de Elisabeth se alzó para alcanzarlo. Un escalofrío recorrió su columna


antes de que siquiera entendiera qué significaba. Al momento siguiente, descubrió que su
premonición ominosa había sido correcta.

Grietas fatales habían comenzado a serpentear audiblemente por su estrecho sendero.

Kaito alzó la vista con shock. En algún momento, Elisabeth había terminado de cruzar las
cadenas y había llegado al lado del acantilado opuesto a ellos. Estaba balanceando sus
brazos encima del sólido suelo y gritando.

“¡Deprisa! ¡A este ritmo, serás atrapado cuando se derrumbe!”

167 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Oh, ahora que dices de repente!”

“Fue difícilmente repentino, mister. Ese peso viniéndose abajo, incluso tú


deberías ser capaz de sumar dos más dos.”

“¡Perdóname, mi amado Amo Kaito! ¡Pero no tengo intenciones de entregarte a ese


abismo!”

Jeanne estaba meciendo a Izabella en sus brazos y ya había comenzado a correr. Kaito,
por otro lado, había comenzado tarde, así que Hina lo alzó en brazos.

En ese momento, el suelo a sus pies se destruyó. Mientras lo cargaba al estilo novia, Kaito
se giró a mirar detrás de ellos. El camino había comenzado a desmoronarse. El hielo sonó
como un espejo mientras se hacía añicos.

Kaito sucumbió a su miedo primario y tragó saliva. Hina salió disparada hacia delante,
acelerando como una bala.

Lute originalmente había estado detrás de ella, lo cual significaba que ahora estaba delante
mientras corrían por su querida vida. Sin embargo, debido al peso de su atuendo de
invierno, sus pasos eran muy lentos. Hina lo alcanzó en un abrir y cerrar de ojos.

Después de pensar por un momento, colocó a Kaito debajo de su brazo.

“¡Amo Kaito, esto puede ser algo incómodo, pero te pido que lo soportes conmigo! ¡Y, Mr.
Lute, perdón!”

“¡Oh my!”

Hina estiró su brazo libre y agarró a Lute de su fornida espalda. Sorprendido por su fuerza,
Lute soltó un pequeño aullido. Luego por reflejo aplanó sus orejas y metió su cola.

El paso seguía derrumbándose fuertemente. Si disminuían la velocidad incluso un poco, el


abismo se los tragaría.

“¡Ha!”

Hina pateó duro el suelo. El dobladillo de su uniforme de maid se agitó, y el resplandeciente


hielo debajo de su pie se hizo añicos. Saltó al aterrizar, esparciendo copos de nieve a su
paso.

Los dos hombres adultos en sus brazos gritaron. Sin embargo, sus gritos fueron ahogados
por un fuerte ruido de traqueteo.

Kaito y Lute miraron hacia atrás con cautela.

168 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

El estrecho camino entre las dos fisuras se había desvanecido sin rastro. Ahora que la
obstrucción se fue, los dos barrancos se habían juntado con un solo río grande. Más allá de
él estaba el agujero con las cadenas elongado sobre las partes de él aún visibles.

Lute sacudió toda su cabeza, y el pelaje en sus mejillas se levantó.

“E-Eso estuvo muy cerca… Pensar que Ms. Hina terminaría teniendo que cargar me. Santo
Cielo, qué vergonzoso. Le agradezco, sin embargo. Nunca olvidaré esta deuda.”

“G-Gracias, Hina… Parece que siempre estás salvando mi trasero, ¿no es así? Ahora…”

Kaito miró fijamente, intentando distinguir qué estaba pasando al otro lado del agujero.

La Dragón Legendaria estaba allí, retorciéndose en un lago de su propia sangre.


Finalmente, las feroces convulsiones recorriendo su cuerpo se detuvieron. La gema roja en
su pecho seguía brillando sin cesar.

La pálida mujer todavía estaba durmiendo dentro, como un insecto atrapado en ámbar.

Aturdido, Kaito recordó lo que Jeanne le había dicho una vez.

“Nuestra salvación yace en asesinar a Diablo, asesinar a Dios, y, sí, asesinar una
humana.”

“¿Es…es el momento?”

Por ahora, la Santa había caído a un lugar en el que podrían matarla.

***

Mientras estaba sobre el Fin del Mundo, Kaito Sena pensó para sí mismo.

El final finalmente estaba sobre ellos. Todo lo que tenían que hacer era matar a la Santa.

Desde que había escuchado el solitario soliloquio del Butcher, cada pensamiento positivo
que había tenido sobre la Santa se había desvanecido. El solo hecho de que la persona que
había destruído el mundo y lo creó de nuevo todavía vivía era sobrenatural.

Ahora, la humanidad perdería a la Santa, y el mundo evitaría la destrucción. Y todos vivirían


felices para siempre.

El cuento de hadas finalmente terminaría.

¿Lo hará, sin embargo?

“¡Ahora, entonces, pretendo proceder! Siéntanse libres de quedarse ahí, ustedes; ¡serían
obstáculos como mucho!”

169 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Por favor espera. Yo, también, iré… ¡O más bien, permíteme unirme a ti, Torture Princess!”

Elisabeth gritó desde el acantilado opuesto, y Jeanne respondió. A pesar de su semblante


inexpresivo, sin embargo, parecía afligida mientras apartaba su vista a la mujer en sus
brazos. Izabella estaba durmiendo como un bebé.

Jeanne suavemente acarició su casi metálica mejilla. Entonces susurró en voz baja.

“Mi querida damita.”

Entonces, alzando su cabeza, Jeanne miró a Lute. Se había bajado del brazo de Hina y
actualmente estaba sentado de piernas cruzadas en el suelo. Jeanne lentamente se acercó
a él. Rápidamente se puso de pie, su pelaje levantándose al máximo para mostrar su
cautela. Jeanne se detuvo directamente delante de él, entonces silenciosamente tendió a
Izabella.

Lute parecía perplejo. Sin embargo, su pelaje se calmó. Entonces le dio a lute su tranquila
solicitud.

“De los tres, tus brazos parecen los más abundantes y más cómodos, mister. La dejo en tus
manos. Por favor, no la dejes irse. Es muy preciosa para mí. No es que ella lo sepa, eso
sí. Diablos, ¡probablemente lo encontrará una molestia! Pero hey, ese es el primer
amor para ti, ¿tengo razón?”

“Preciosa…dices. Entiendo. ¡Entonces por mi nombre como Lute, la protegeré hasta el final!
¿Hmm?”

Siendo un esposo devoto, Lute debe haber sido conmovido por las palabras de Lute. Sus
orejas y cola se alzaron mientras accedía. Al final, sin embargo, parecía que recordó el
hecho de que Jeanne lo había herido severamente no hace mucho.

Lute hizo hmm para sí mismo mientras estrujaba su hocico. Mientras lo hacía, Jeanne lo
miró y se inclinó profundamente.

“Tienes mis más sincero agradecimiento.”

Kaito y Hina sintieron un ligero shock. Era la primera vez que habían visto a la Torture
Princess dorada actuar tan admirablemente. La voz de Lute se quedó atorada en su
garganta por un momento antes de responder con un dócil asentimiento de cabeza.

“No hay problema. Puede que tenga resentimiento hacia ti, pero eso no tiene nada que ver
con Madam Izabella. Y rencor o no, difícilmente puedo abandonar al amado de otro. Si me
la confías, entonces me aseguraré de que permanezca a salvo.”

“De nuevo, tienes mi gratitud. Un millón de gracias, pequeño cachorrito.”

170 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Aprende a cuando dejar de hablar, ¿quieres?!”

Mientras Lute le gritaba con ira, Jeanne se dio la vuelta y arrancó a correr. Apresurándose
hacia Elisabeth, corrió junto al borde del agujero. Su radiante esplendor rubio miel poco a
poco se volvió distante. Kaito permaneció donde estaba.

Si iba, probablemente solo estorbaría. Todo lo que le quedaba a ambas era bajar el telón.

El Káiser estaba en silencio, aparentemente habiendo perdido el interés en la manera en


que estaban ocurriendo las cosas. La piedra en el bolsillo de Kaito estaba encendiéndose
como siempre, pero ahora no era un buen momento para tener una conversación con Vlad.

La mirada de Kaito estaba fija firmemente en la mujer dentro de la joya roja.

Todavía estaba muy lejos, pero gracias a la caída de la Dragón Legendaria, ahora estaba
mucho más cerca. Parecía completamente indefensa. Todo lo que tenían que hacer era
matarla, y la confusión de pesadilla sobre la reestructuración del mundo finalmente llegaría
a su fin.

¿Lo hará, sin embargo?

Sin embargo, la duda todavía brotaba sin querer en la mente de Kaito.

De repente, notó que su corazón estaba latiendo extrañamente. Sudor estaba goteando de
todo su cuerpo. Desconcertado, perdió la noción de sus pensamientos. Entonces presionó
su frente.

“¿Amo Kaito? Mi querido Amo Kaito, ¿qué pasa? Tu rostro está muy pálido.”

“No, no… Estoy bien. No es nada… Creo que no es nada.”

Hina acarició su frente con preocupación. Mientras sentía la suave sensación de las puntas
de sus dedos, Kaito respondió. En lo profundo de su mente, sin embargo, su yo infantil le
estaba haciendo una inocente pregunta a su yo racional.

¿Realmente, realmente, realmente, realmente lo hará, sin embargo?

No, tienes razón. Hay algo extraño. ¿Pero qué?

Kaito realmente no podía dar con el quid de ello. Pero esta incomodidad se propagó,
golpeando incesantemente contra el interior de su cráneo. Se encontró pérdido en la
extraña sensación. No era que quería impedirles matar a la Santa. En este instante, era la
opción correcta a tomar. Pero algo estaba mal.

¿Realmente, realmente, realmente esto llevara todo a su fin? ¿Realmente crees


eso?

171 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

¡Eres un gran tonto! se jactó su niño interior.

Piensa en ello con cuidado, murmuró la parte racional de su cerebro.

Y ahora que lo consideraba, habían varias preguntas que él y los otros más o menos habían
ignorado.

¿Por qué la Grave Keeper nos trajo a Izabella así? ¿Por qué le dio sus bendiciones
a Elisabeth, luego no ofreció resistencia y prácticamente acabó con ella misma? ¿Por qué el
Butcher nos invitó aquí? ¿Por qué específicamente esperó a que llegaramos antes de
despertar a la Dragón Legendaria?

Entonces, al notar otro hecho que había ignorado, Kaito se puso pálido.

Las varias raza habían recibido una carta, y en la carta había una cierta frase.

“El principio, el medio, y el fin yacen en la palma de Su mano. Si desean rechazar


esas palabras, vayan al Fin del Mundo.”

Pero nosotros fuimos los únicos a los que el Butcher no la envió,

Quizás el hecho significaba algo en verdad terrible.

Y al mismo tiempo, una pregunta que no había logrado considerar hasta entonces cruzó la
mente de Kaito.

El Butcher había afirmado que todo el alboroto sobre la reestructuración no había sido su
deseo. El Apóstol y los fanáticos simplemente habían estado intentando conceder el deseo
de la Santa. ¿Pero alguien había dicho alguna vez que la reestructuración misma era lo que
la Santa había estado deseando?

Ese problema fundamente ahora perforaba el cerebro de Kaito. Desesperadamente escarbó


en sus recuerdos.

Así es—¡fue la Grave Keeper!

Había dicho que “Dios y la Santa habían estado buscando esta reestructuración por muchos
siglos.” ¿Pero la reestructuración misma realmente era su verdadero deseo? ¿No era
también una posibilidad de que la reestructuración simplemente era una parte natural del
proceso que involucraba conceder su verdadero deseo?

Si ese es el caso, sin embargo, ¿entonces la Santa en realidad qué deseaba?

“¡Ah!”

172 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

En ese momento, los pensamientos de Kaito fueron interrumpidos por la fuerza. Una
increíble cantidad de calor estaba saliendo de la piedra en su bolsillo. Estaba a punto de
chasquear su lengua molesto, pero entonces se dio cuenta de algo.

Vlad nunca ha sido tan insistente respecto a querer salir antes.

¿Entonces qué podría ser lo que Vlad quería decirle?

Kaito apresuradamente pasó maná por la piedra. Pétalos cerúleos y oscuridad negra
fluyeron por el aire. Cuando se desvanecieron, dejaron atrás un hombre con atuendo
aristócrata. A diferencia de lo usual, no se movió para interpretar una pose dramática.

Las extremidades de Vlad colgaron sueltas mientras se giraba a mirar a Kaito. Al darle un
vistazo a los ojos carmesíes de Vlad, Kaito tragó saliva. Locura feroz y pensamientos en
llamas estaban arremolinándose dentro de la mirada de Vlad.

“…¿Por qué?”

“Um…”

“¿Por qué te negabas tan obstinadamente a dejarme salir hasta ahora, mi querido
sucesor?”

“M-Mi culpa. No tenía idea de que en realidad tenías algo que querías decirme.”

“Bueno, lo hecho hecho está. Y quizás está bien. Aún no he puesto todos mis
pensamientos en orden.”

Vlad ignoró la disculpa de Kaito y comenzó a murmurar para sí mismo. Agarró su flequillo
negro azabache como un hombre poseído. Mientras arruinaba su normalmente impecable
peinado, comenzó a exponer sus pensamientos.

“Si uno se pierde, no necesita más que retroceder sus pasos. ¿Dónde se originó el
malestar? Correcto, de las palabras y actos de la Grave Keeper. Parece que todos hemos
estado bailando sobre la palma de la Santa. ¿Desde cuándo, sin embargo? La Torture
Princess dorada fue creada para prevenir la reestructuración. ¿Eso fue parte de su
designio? ¿O no lo fue?”

Otro escalofrío recorrió la columna de Kaito. Eso no era algo que siquiera había
considerado.

Habían aquellos que habían trabajado para provocar la reestructuración y aquellos que
habían trabajado para prevenirla. ¿Qué había pensado la Santa de cada uno de los grupos?

“Cuando los alquimistas crearon su Torture Princess dorada, estaban conscientes de


la Torture Princess de negro y la usaron como referencia. Sin embargo. no había ninguna
necesidad de que hubieran dos de ellas. Los alquimistas podrían fácilmente haber ido a la

173 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Torture Princess de ébano y buscado su asistencia. No habían esperado que existiera, y


eligieron no depender de ella. Tenían su orgullo, después de todo. era el único fin por el que
su clan había estado viviendo. En cambio, intentaron hacer que su Torture Princess dorada
tomara a la Torture Princess de negro como una seguidora, y al hacer eso, hacer que su
creación fuera la fuerza primaria para evitar la reesctruccturación. ¿Pero y si, digamos, ella
anticipó su orgullo?”

“Si la Santa predijo que otra Torture Princess sería creada… ¿Entonces qué?”

“Entonces harían ‘dos.’ ¡La Grave Keeper incluso lo dijo! ¡A lo que necesitamos
ponerle atención es al número resultante!”

Vlad gritó como un demente. Hina reaccionó a su comportamiento amenazador al colocarse


delante de Kaito.

Kaito, perplejo, pensó en lo que la Grave Keeper le había dicho.

“El hecho de que el pequeño sirvió como guía fue una prueba. El hecho de que él
buscara ‘dos’ fue prueba.”

“Al final, aquellos que buscaron evitar la restructuración aquellos que buscaron
provocarla llegaron al mismo método—’encontrar a la Santa.’ Y el Butcher dijo que la
resistencia de la Torture Princess de negro fue inesperada. Hasta que llegó, probablemente
él simplemente estaba apuntando a la reestructuración del mundo. Pero si su objetivo
cambió tras la llegada de la Torture Princess de negro y la creación de la Torture Princess
dorada que la acompañaba, si tomó una forma más cercana al verdadero deseo de la
Santa… ¡Oh, oh, eso es!”

“¿Qué pasa?”

“El ‘significado de las dos.’”

Los ojos de Vlad se abrieron, y sus palabras sirvieron como el detonador para que los
pensamientos de Kaito se pusieran a toda marcha. ¿Por qué el Butcher, y la Santa habían
necesitado a dos personas? ¿Cuál era el significado detrás de ese número?

¿Qué pasará cuando reuna a esas dos increíblemente poderosas mujeres? ¿Qué
será capaz de hacer?

Kaito se dio la vuelta. Elisabeth y Jeanne habían llegado recién al cristal. Las dos
suavemente levantaron sus brazos, y los pétalos dorados y carmesíes comenzaron a
arremolinarse.

Mientras veía a sus elegantes espaldas, Vlad habló con voz ronca.

“Las dos Torture Princess. Dios y el Diablo.”

174 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito no entendió completamente lo que esas palabras significaban, pero su naturaleza


ominosa era demasiado clara. El murmullo de Vlad tuvo un timbre casi profético. Aunque
era torpe, Kaito podía entender eso. Algo irreparablemente malo estaba pasando, aquí y
ahora. Y una vez ocurriera, nunca se podría deshacer.

Era algo que tenía que detener sin importar qué.

“¡Alto, alto, corran, alejense de ahí! ¡Elisabeeeeeeeeth!”

Kaito gritó, impulsado sólo por impulso. Su voz avanzó rápida y violentamente por el
tranquilo y silencioso aire.

El cabello negro de Elisabeth se ondeó mientras se giraba. Sus hermosos ojos carmesíes
se posaron sobre Kaito.

Su expresión estaba molesta, confundida, y un poco apática.

Y entonces, de repente, algo agarró su muñeca desde atrás.

Kaito estaba seguro de lo que había visto. Dos brazos blancos se habían extendido del
cristal rojo.

Dedos tan pálidos que parecían casi muertos envolvieron con fuerza las muñecas de las
Torture Princess dorada y de ébano.

Los ojos de Elisabeth y Jeanne se abrieron completamente. En algún momento, la


superficie del cristal se había vuelto suave y borrosa y comenzó a vibrar. Después de que
los brazos salieron, les siguió una cabeza.

La mujer salió desde el interior del cristal como si estuviera naciendo de él. Entonces se
cayó torpemente al suelo. Sacudió su cabeza, rociando gotitas rojas alrededor de ella. Kaito
inmediatamente se dio cuenta: Eran las lágrimas que habían estado recorriendo sus
mejillas.

La Santa entonces alzó su cabeza. El susurro que vino de sus labios tuvo un eco
extrañamente dulce, y viajó como una ola, llegando hasta Kaito.

“Ahhh…finalmente han llegado.”

Mis nuevas Santas.

175 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

176 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

** ** **

Fue una declaración llena de insondable locura y un aterrador grado de volición.

Al siguiente instante, pétalos de flor carmesíes y dorados comenzaron a salir de sus


palmas. Las dos tonalidades se tragaron a las Torture Princess.

Elisabeth intentó invocar un dispositivo de tortura, pero los pétalos corrieron a sus manos y
labios, sellándolos. Los ojos de Jeanne comenzaron a deambular. Estaba buscando a Deus
Ex Machina. Ahora mismo, sin embargo, estaba sirviendo como partes del cuerpo de
Izabella. Ya no podría venir a asistir a su ama.

“Ya veo. Esto cae fuera de mis expectativas.”

Mientras murmuraba, Jeanne dio una débil risa.

Aquellas resultaron ser sus palabras finales.

Los pétalos carmesí y dorados se tragaron completamente a las Torture Princess.

Aún así, la mujer desnuda se negó a soltar sus muñecas. Tubos rojos, similares a vasos
capilares, se rasgaron mientras liberaba violentamente las puntas de sus pies del cristal.

Ahora completamente libre, miró al cielo y separó sus labios.

Sus hileras de dientes sorprendentemente blancos y bien formados entraron a la vista.

“Ha-ha… ¡Ah-ha-ha-ha, ah-ha-ha-ha-ha-ha!”

La Santa comenzó a reírse a carcajadas. El sonido de sus dementes risas atravesó todo el
espacio.

Mientras se estremecía, Kaito se preparó para atacar la. Sin embargo, se detuvo. No podía
sentir ningún poder viniendo de la mujer riendo.

Eso solo…una mujer normal.

Ya había transferidos las cosas que la habían convertido en la Santa Sufriente.

Ya las había transferido a las dos Torture Princess.

Al momento siguiente, Kaito escuchó una voz grave en su tímpano. Hina presionó sus
oídos, y Lute dio un pequeño aullido.

Estaba siendo transmitido en cada lenguaje imaginable, en palabras de los hombres, de los
demi-humanos, de la gente bestia, de los animales, de los peces, de los insectos, incluso en

177 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

lenguajes de otros mundos. Fue transmitido a cada criatura viva de una misteriosa forma
que todos pudieran comprender.

La voz pertenecía a alguien que había estado durmiendo muy, muy lejos, en lo profundo de
las entrañas debajo de la Capital.

“Buenos días.”

Kaito lo comprendió solo por instinto. Libre de la orden de su contratista, el primer demonio
se había desvanecido de su cuna.

Y cuando lo había hecho, se había transferido al cuerpo de su nueva contratista: Elisabeth


Le Fanu.

178 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

179 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

180 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

9: En Medio del Fin


Su voz solemne, Vlad comenzó a hablar.

No era un cuento de hadas. Toda la situación había sido una farsa.

“Todo comenzó cuando el Butcher me vendió la carne de demonio confiada a él por


la Santa.”

Con eso, el hombre responsable por parte de la reconstrucción del mundo puso todo en
marcha.

Al comer la carne de demonio y acumular el dolor de otros, Vlad había sido capaz de
invocar al Káiser. Luego había reunido otras personas que querían invocar demonios y las
guió en su camino. Y la fuerza del ejército de catorce demonios había surgido.

En ese momento, el objetivo del Butcher simplemente había sido hacer que el poderoso
grupo de demonios invadiera el mundo, luego despertar a la Santa una vez que el mundo
estuviera en un estado en el que ella pudiera hacer uso del poder de la reestructuración. La
razón por la que había escogido a Vlad probablemente fue porque tenía tanto el poder como
la disposición a unificar a los demonios. Pero entonces alguien apareció, alguien que se
opuso a su terrible complot.

La mujer que había comido carne de demonio, torturado a su gente, y obtenido el poder
para contraatacar.

La Torture Princess, la pecadora sin igual que era—ELisabeth Le Fanu.

Bajo las órdenes de la Iglesia, había comenzado a cazar a los catorce demonios.

Después de escuchar que Vlad había sido capturado, el Butcher fue junto a Elisabeth,
entonces evaluó la situación.

Más o menos en ese entonces, otra facción había hecho su jugada también: el clan
alquimista que se había ocultado hace mucho tiempo. Sabiendo que el primer demonio
aparecería, dedicaron muchas generaciones trabajando con el fin de evitar que el mundo
fuera reconstruido.

Al ver a los catorce demonios corriendo desenfrenadamente, se dieron cuenta de que el


tiempo estaba sobre ellos y usaron a la Torture Princess de ébano como referencia para
crear a la dorada. Sin embargo, el hecho de que su orgullo y obstinación los llevó a confiar
los asuntos a su propia obra maestra en lugar de darle su apoyo a la Torture Princess de
cabello negro resultó ser un error fatal.

181 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Una vez que el Butcher se enteró de las dos Torture Princess, cambió su plan con el fin de
tomar ventaja de la meta de los alquimistas y usarla contra ellos. Después de invitar a las
Torture Princess al Fin del Mundo, se sacrificó a sí mismo para llevarlas cara a cara con la
Santa. La Grave Keeper, habiéndose dado cuenta del plan del Apóstol, se puso a trabajar
también, y las Torture Princess fueron dejadas sin manera de evitar ser capturadas.

Y entonces, finalmente, la Santa las usó como recipientes excepcionales, transfiriendo los
contratos con Dios y el Diablo que cargaba a sus cuerpos.

“¿Cuál, entonces, era el verdadero deseo de la Santa?”

El Butcher originalmente había estado siguiendo las ordenes de la Santa e intentado


provocar la reestructuración del mundo. A último minuto, sin embargo, su objetivo cambió a
transferir los contratos reteniendo a la santa a ellas. Pero aquellos contratos eran
demasiado para que las Torture Princess aguantaran. Dentro de los siguientes diez días o
así, el mundo ni siquiera sería reconstruido; simplemente conocería su fin.

“Dado todo eso, podemos deducir que el objetivo de la Santa no era la


reestructuración misma. Con toda probabilidad, simplemente necesitaba que el mundo
sufriera daño fatal de los demonios antes de que pudiera hacer uso del poder de Dios. Sólo
a la hora de la reestructuración podía ella despertar con la capacidad de usar tanto los
poderes de Dios como del Diablo como quisiera. Y ese también sería el único momento en
que podría abandonar su fuerza.”

Si abandonaba sus contratos durante la reestructuración, cuando el mundo todavía era un


lienzo blanco, todo sin dudas perecería. Pero a cambio, obtendría un breve momento de
libertad. Pero al transferir sus contratos a las Torture Princess, extendería ese momento en
casi dos semanas.

En resumen, eso era todo.

“Poco le importaba su propia supervivencia, ni el destino del mundo. Simplemente


quería dejar su carga, aunque fuera por un momento. No había nada más, apostaría.”

Tenía la intención de dejar de lado toda la culpa y responsabilidad que una vez había
asumido. Cuando había estado llevando a cabo la reestructuración original sobre el blanco
lienzo del mundo, odio hacia toda la creación y miedo a su propia inmortalidad deben
haberse intensificado dentro de ella y finalmente se convirtieron en locura. Por eso había
establecido una bomba de tiempo en el nuevo mundo que había creado.

“El Butcher trabajó incesablemente para provocar ese día prometido,


manipulandonos hábilmente todo el tiempo.”

Mientras Vlad presentaba su teoría, Kaito no ofreció ni una sola interjección.

182 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Su cabezas estaba recogida en el regazo de Hina, y el resto de su cuerpo estaba tendido


sobre el solemne piso de piedra.

Ya habían dejado el Fin del Mundo. Ahora estaban de regreso en el castillo de Elisabeth.

Hina, Lute, e Izabella estaban descansando en la vacía habitación de la propietaria del


castillo. Lute, todavía meciendo a Izabella en sus brazos, no se movía. Parecía distraído. El
Káiser aún no había mostrado su forma.

Vlad estaba flotando delante de los tres. Sus piernas estaban cruzadas con gracia, y estaba
en silencio, su clase ahora completa. Kaito permaneció a su lado, sin decir nada. Gotitas de
sudor frío estaban brotando en su frente. Sus dientes estaban apretados con fuerza
mientras intentaba soportar las olas de dolor cruzando por su cuerpo. Cada pocos minutos,
recaía en violentos ataques de tos y escupía sangre.

Mientras Hina limpiaba la sangre para que no fluyera de regreso a su tráquea, acariciaba su
frente.

“Por favor, Amo Kaito, contrólate. Oh, ¿qué voy a hacer…?”

“¿Estás bien, mi querido sucesor? ¿O quizás mi explicación fue un desperdició?”

“…No te preocupes…por eso… La escuché…toda—¡Gah!”

Kaito soltó otro grito adolorido. Hina limpió sin parar el sudor de su frente.

Kaito intentó suprimir el dolor brotando dentro de él para que pudiera pensar en la
explicación de Vlad. Mientras lo hacía, otro pensamiento débilmente se dejó llevar al frente
de su mente. Era en lo que había estado pensando mientras Jeanne dudaba sobre su
elección.

Elisabeth, la Torture Princess de negro, no mostraba señales de cargar arrepentimientos, ni


intentaba dejar de lado sus pecados. ¿Pero qué hay de Jeanne?

Si cargara arrepentimientos, ¿con qué se quedaría después de que el mundo fuera


salvado?

Si no tendrá nada restante, entonces…

…entonces en ese momento, ¿siquiera qué había salvado realmente?

Este sin duda era un ejemplo de alguien que había se había equivocado en su elección,
justo como él había dicho.

La Santa había llevado a cabo la reestructuración mientras era incapaz de dejar de lado sus
arrepentimientos. Y por eso, había involucrado a todo el mundo y lo desmoronó. Ninguna

183 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

personas podría convertirse en la Santa Sufriente por un sentido del debe y obligación
unicamente. Pero…

Ella no merece mi simpatía. ¡A la mierda la simpatía, y a la mierda ella, maldita sea!

Escupiendo otra bocanada de sangre, Kaito rasgó la piedra en el suelo. Sus uñas se
quebraron mientras rugía dentro de su cabeza.

REGRÉSAME A MI ELISABETH.

Por supuesto, no había manera de que su insonoro y rayado grito pudiera alcanzarla. El Fin
del Mundo era remoto. Sin embargo, una voz diferente se alzó como si respondiera.

El castillo sobre la colina estaba rodeado de árboles y estaba alejado de cualquier


asentamiento humano. Sin embargo, a pesar de eso, gritos y risa llenaron el aire alrededor
de él.

Sin embargo, las voces no venían de los humanos.

El mundo afuera se había convertido en un infierno vivo.

Subordinados demoniacos se reían mientras se elevaban más arriba de la ventana. Un


subordinado parecido a un mono miró dentro.

Los ojos de Kaito todavía estaban cerrados cuando chasqueó sus dedos. Su cuchilla se
balanceó de manera precisa, cortando las alas del subordinado. Soltó un fuerte grito cuando
comenzó a caerse. En el intervalo de un instante, Kaito se olvidó por completo de él.

Elisabeth…

Mientras seguía tosiendo sangre, sus pensamientos regresaron al evento que había
ocurrido hace poco.

El devastador espectáculo se desarrolló una vez más ante sus ojos.

***

Primero, los pétalos sepultando a Elisabeth y Jeanne se desvanecieron. Las dos se repente
se encontraban libres. Y a simple vista, sus cuerpos parecían estar igual que siempre. Sus
rostros se contorsionaron con confusión.

Luego, sin embargo, sin advertencia, la horrible transformación comenzó.

“…¡Rgh!”

“¿Qué pasa, miss? Yo—¡Ow!”

184 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Un solo hilo de sangre roja oscura había comenzado a recorrer el hombro de Elisabeth, y lo
mismo le había pasado al brazo de Jeanne. Era como si cada una hubiera sido apuñalada
con una aguja afilada. Pero nadie las había atacado. Su piel había sido empalada por algo
duro y puntiagudo, al mismo tiempo, algo suave por dentro.

Una pluma negra salió de la piel de Elisabeth, y una pluma blanca hizo lo mismo de la de
Jeanne.

Inmediatamente estuvo claro que algo andaba mal. Después de todo, las plumas habían
acabado de brotar de carne humana.

“Esto es…”

“…Imposible.”

Las dos intercambiaron una mirada. Pero no tuvieron el tiempo para discutir ociosamente el
fenómeno atacándolas.

Acompañada por otro ruido de chasquido, otra pluma brotó de cada una.

Era como si las dos fueran almohadas de plumas, y su relleno estuviera saliéndose de su
tela. Las plumas comenzaron a arrancarse desde su interior, una tras otra. Manchas de
sangre roja una vez más cruzaron los cuerpos de las Torture Princess.

Kaito fue golpeado por una premonición ominosa. Un momento después, esa premonición
ocurrió.

¡Pop! ¡Pop! ¡Pop, pop, pop, pop, pop, pop, pop!

¡Pop!

Solo escucharlo fue suficiente para evocar la imagen de piel de gallina levantándose en
sucesión. Los patrones de erosión se parecían a la vegetación surgiendo. Las plumas
comenzaron a salir de todo su cuerpo, como si semillas esparcidas sin cuidado
despedazaran la tierra indiscriminadamente. Salieron de sus mejillas, espaldas, sus ojos,
sus labios, e incluso sus encías.

Los cuerpos de Elisabeth y Jeanne se retorcían sin palabras. Claramente estaban


terriblemente adoloridas. En un abrir y cerrar de ojos, las dos Torture Princess habían
llegado a parecerse a polluelos recién nacidos.

Elisabeth estaban siendo convertidas a la fuerza en algo desconocido.

En el momento en que ese hecho lo golpeó, Kaito se recuperó de su estado de shock. Lo


mismo pareció pasarle a Hina.

Soltando fuertes gritos, los dos corrieron hacia delante.

185 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Elisabeth!”

“¡Lady Elisabeth!”

“¡No se acerqueeeeeeeeeeeeeeeeeen!”

Cuando lo hicieron, se encontraron con un rugido bestial.

Mientras los regañaba, Elisabeth tosió sangre.

Kaito y Hina por instinto se quedaron congelados donde estaban. Al momento siguiente, las
incontables plumas saliendo de las Torture Princess se extendieron con fuerza explosiva,
cada una de las plumas negras y blancas creciendo a proporciones masivas. Entonces los
dos conjuntos se fusionaron, y formaron un par de alas contrastantes. Sin embargo, las alas
se desplomaron al suelo, incapaces de soportar su propio peso. Se retorcieron ahí de
manera repulsiva.

Finalmente, se rindieron en intentar volar. En cambio, las dos alas húmedas empujaron
contra el suelo como un conjunto de brazos. En su centro, Elisabeth y Jeanne se elevaron
en el aire.

Luego, apoyadas por las alas invertidas, colgaron ahí, suspendidas.

Mientras colgaban, pétalos carmesí y dorados comenzaron a descender poco a poco. Se


esparcieron por el aire, como si hubieran llegado a reemplazar la nieve que ya no caía.
Mientras contemplaba el espectáculo cruelmente hermoso, los ojos de Kaito se abrieron por
completo.

Los pétalos estaban saliendo desde el interior de los labios de las Torture Princess.

Varias de las finas hojas rojas y doradas se enrollaron, tomando la forma de flores
completas y decorando a Elisabeth y Jeanne. Entonces escaramujos espinosos se
envolvieron alrededor de sus cuerpos como serpientes, atando los cuerpos de sus amas y
negándose a dejarlas irse.

Finalmente, las espinas se envolvieron alrededor de sus cabezas como coronillas.

Las dos colgaban en el aire, crucificadas. Se veían casi nobles.

Y al mismo tiempo, se veían como pecadores, reyes superiores a toda la creación.

La Santa aún no había dejado de reír. Con su ataque de locura* como fondo, Kaito recordó
lo que la Grave Keeper había dicho.

[Nt: Es “maddened fit”, “madden” puede ser “enfadar, encolerizar, enloquecer”, no encontré
trad de “maddened”, pero creo queda bien el “de locura” en este caso, dunno.]

186 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Aleluya.”

¿Así que a esta transformación estaba aludiendo?

Mientras observaba los cambios por los que estaban pasando las Torture Princess, Kaito
entendió qué tan sobresaliente recipiente había sido la Santa. El hecho de que había sido
capaz de poner a dormir al Diablo, albergar a Dios dentro de su cuerpo, y todavía mantener
su forma humana era nada más que un milagro. Para ser sinceros, su capacidad de evitar
que los dos corrieran fuera de control era un hito muy impresionante, ningunas palabras
podrían hacerle justicia. Pero ahora, había dejado de hacerlo, y el resultado fue la escena
ante ellos.

Bien lo quería o no, Kaito lo entendió inmediatamente. Lo que estaba mirando era la
calamidad encarnada.

Esos dos pilares de negro y carmesí, blanco y dorado, le provocarían un fin a todo.

Imposible… El mundo no puede simplemente estar terminando ante mis


ojos…¿verdad?

Por primera vez en más de una década, Kaito fue asaltado por un deseo de gritar y llorar
por su impotencia. La desesperación de todo lo hizo querer simplemente caer de rodillas,
temblar, y comenzar a llorar. El terror que ninguna criatura viva podría superar se apoderó
de él y se negó a dejarlo. Pero Kaito apretó sus dientes y se tragó a la fuerza esas
emociones. Dio un paso hacia delante. Cuando lo hizo, Hina le gritó en pánico.

“¡Amo Kaito, no debes! ¡Es peligroso!”

“Lo sé. Pero no puedo solo ver que esto pase.”

Regodearse en el pánico y desesperación no lograría nada. Incluso delante de su final


general, se negaba a que quedarse quieto de manera imponente y llorar. Después de
todo…

…¿Solo quién es la que está en el medio de todo eso?

Kaito miró al cielo. Una sola mujer estaba colgando ahí, sus ojos cerrados.

La persona que lo había salvado, la chica se había reído tan inocentemente, estaba siendo
crucificada.

No era la Santa. Al principio, ni siquiera había sido la Torture Princess.

Era Elisabeth Le Fanu.

La mujer que más admiraba Kaito.

187 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Elisabeth!”

Kaito gritó su nombre. Entonces, quitándose la inquietud recorriendo su cuerpo, corrió hacia
el pilar.

Porque Kaito sabía algo. A la mierda el terror. ¿Desesperación? ¿Y el fin del mundo? ¿Y
qué?

La idea de perderte es mucho más aterradora que todo eso.

Kaito Sena había jurado que, hasta el día que muriera, se quedaría junto a Elisabeth.

Y no tenía intención de romper esa promesa.

Kaito finalmente llegó a la base del pilar. Estiró su mano para agarrar uno de los
escaramujos envolviendo su ala. Su piel se rasgó, y el dolor atravesó su cuerpo. Dio la
impresión de que estuviera aferrándose a un alambre de púas. Pero no lo soltó. Levantando
sus pies sobre el escaramujo, comenzó a intentar escalar la ala.

Su mano bestial y su mano humana se pusieron rojas mientras intentaba acercarse a la


mujer capturada.

“¡Elisabeth! …¡Rgh!”

De repente, las plumas y las espinas proliferaron, casi tragándose a Kaito. A último
momento, sin embargo, alguien lo tiró hacia atrás de la nuca y lo salvó. Kaito estuvo apunto
de gritar el nombre de Hina. Pero se equivocó.

Cuando se dio la vuelta, encontró a alguien completamente inesperado.

“…¿Káiser?”

“¡Puede que tu oponente sea el eminente Diablo, pero mientras seas mi contratista,
te prohíbo permitirte ser consumido casualmente, Oh indigno amo mío! Sin embargo,
pensar que llegaría a esto… Me había quedado al margan, pensando que la situación era
insignificante, ¡pero esto, en verdad, es prueba de que fui un tonto! ¡Ah, qué problemático!”

Mientras aullaba, el Káiser lanzó a Kaito al aire. Entonces el sabueso supremo se


desvaneció. Hina, quién se había acercado corriendo, apenas se las arregló para atrapar a
Kaito. Grandes lágrimas estaban brotando en sus ojos esmeraldas.

Porque había entendido cómo él se sentía, había sido demasiado lenta para detenerlo.

Lo apretó con fuerza, con toda la fuerza que tenía.

188 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Amo Kaito, sé cómo te sientes! ¡Yo…yo, también, desesperadamente no quiero dejar ir a


Elisabeth! Pero por favor, tienes que soportarlo. Estás muy herido…”

“Hina… Lo siento. Yo solo…”

Mientras frotaba la espalda de Hina, Kaito le dio otro vistazo a sus alrededores. En algún
momento, Vlad se había movido a donde estaban los dos pilares. Sus brazos estaban bien
abiertos, y sus ojos estaban brillando mientras miraba a las transformaciones de las Torture
Princess.

“Es magnífico… Es la cima de la belleza, la cúspide de la fealdad… En verdad,


‘magnífico’ es la única manera de describirlo.”

Su rostro era tan inocente como un niño viendo una lluvia de meteoros. Sin embargo, su
expresión repentinamente dio un giro más serio.

Mientras rápidamente volvía a la normalidad, Vlad comenzó a pensar.

“…Aún así, sin embargo… Hmm…”

Mientras lo hacía, las Torture Princess seguían transformándose. Sus abultadas alas y
escaramujos se deslizaron bajo el gélido suelo, deteriorándolo. El lechoso cielo rápidamente
se volvió turbio también. La capa de arcoíris se congeló en un gris plomizo.

Los pilares de Dios y el Diablo extendieron sus brazos, mucho más abiertos, mucho más
lejos.

“¿Este es…el fin?”

Escuchando una voz temblorosa, Kaito miró hacia abajo. Lute estaba agachándose sobre el
suelo, su cola completamente enrollada. Sin embargo, estaba sosteniendo a Izabella con
fuerza.

La percepción sensorial de los humanos era débil, así que la desesperación visceral que
Lute sentía probablemente era mucho más grande que la suya.

Las palabras cayeron débilmente de la boca de Lute mientras miraba a los horrores en
desarrollo ante ellos.

“A este ritmo… A este ritmo, todo llegará a su fin. ¿Cómo podemos enfrentar a tal cosa?”

Lute tiene razón.

Kaito estaba de acuerdo con él. Dios y el Diablo eran ambas entidades tabú, seres que con
los que la humanidad no se supone entre en contacto.

189 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Ambos transformaron la tierra en un lugar completamente inhabitable por criaturas vivas,


como si fuera sólo natural para ellos hacerlo. Con el tiempo, el mundo se desmoronaría,
incapaz de soportar la presión.

Los dos pilares crecían a paso firme. Sin embargo, de repente temblaron, y la
transformación se detuvo temporalmente.

Los escaramujos se retorcieron, y un brazo tembloroso salió de cada pilar. Las Torture
Princess habían obligado a sus cuerpos a moverse. Sus ojos todavía cerrados, rasgaron lo
que las ataba, su propia piel y demás.

Entonces levantaron en alto sus brazos, y sus voces mudas resonaron.

Váyanse de este lugar. Dense prisa.

Por favor corran, Tontos.

Al mismo tiempo, también chasquearon sus dedos. Negra oscuridad y luz blanca
destellaron, y pétalos carmesíes y dorados comenzaron a llover.

Entonces formaron un muro cilíndrico con Kaito y los otros en su centro. Un círculo de
teletransportación estaba siendo tallado en el hielo.

“¡…!”

Por impulso, Kaito intentó saltar fuera de él. Necesitaba permanecer al lado de Elisabeth.
Sin embargo, se encontró incapaz de moverse. uno de los brazos de Lute y ambos de Hina
lo estaban conteniendo.

Normalmente, cuando las emociones violentas de Kaito alcanzaban cierto umbral,


regresaba a un estado mental sensato. Sin embargo, la situación era tan anormal que esa
función suya estaba rota. Se enfureció como una bestia herida y gritó.

“¡Suéltenme! Elisabeth está—¡no puedo simplemente dejarla sola así!”

“¡Entiendo su lealtad y afecto por su ama, en verdad lo entiendo! ¡Pero aunque me odie por
ello, no lo soltaré! ¿Qué espera lograr al quedarse aquí? ¡Piense en su esposa!”

“¡Pero—!”

“…Amo Kaito, por favor escúchame.”

De repente, Hina susurró, su voz gentil y tranquila. Ya no estaba llorando.

Sus hermosos y claros ojos esmeralda estaban fijos únicamente en Kaito.

“Si esa es tu respuesta, Amo Kaito, si dices que es tu único deseo, entonces te soltaré.”

190 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Ms. Hina?”

“Pero si te quedas, entonces yo me quedaré aquí también.”

Hina hizo su declaración con calma. Entonces suavemente retiró sus brazos para decirle a
Kaito que la elección era suya.

Kaito tragó saliva. Hina dio un paso atrás, entonces le sonrió.

“Sería todo un placer quedarme con mi querida Lady Elisabeth morir junto a ti, mi amado.”

No había reproche en sus ojos, tampoco había una muestra de ira. Únicamente puro e
íntegro amor.

Si Kaito quería quedarse atrás, entonces ella sin dudas moriría a su lado sin una sola
palabra de arrepentimiento.

Y por eso, Kaito se detuvo. Por eso, fue capaz de detenerse.

Entonces deliberadamente inhaló un largo, largo suspiro. La tensa energía que había
acumulado en su cuerpo se disipó. Se volvió débil, entonces colapsó hacia atrás. Cuando lo
hizo, Hina se aseguro de atraparlo.

Mientras se encuentra en sus brazos, suelta un débil murmullo.

“…Lo siento. Ya estoy bien. Dios, se supone que soy tu esposo, pero yo—”

“No importan. Algo que sea precioso para ti es igual de precioso para mí.”

Hina acarició suavemente la cabeza de Kaito. Mientras se aferraba a su calor para


mantener su cordura, los pensamientos de Kaito daban vueltas.

Ahora mismo, no hay nada que podamos hacer aquí. Necesitamos empezar de
nuevo.

A este ritmo, el mundo realmente terminaría. El tiempo sin prisas para que las varias razas
se quedaran en guardia de la otra y buscaran ventajas se acabó. Ahora mismo, necesitaban
a cada persona posible para juntar su poder para que pudieran pensar en una
contramedida.

Y por eso Kaito y los otros tenían que irse. El mundo necesitaba personas que habían
presenciado la horrible verdad. Ahora mismo, la información era esencia. Mientras esos
pensamientos se arremolinaban en su cabeza, Kaito levantó su vista y miró através de la luz
y pétalos entrecruzados.

En el extremo lejano de su visión estaba la trágica figura de Elisabeth, sus ojos cerrados.

191 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¿Qu…?”

Aún así, parte de él todavía quería correr hacia ella.

Hina pareció haberse percatado de algo mientras lo soltaba de sus bazos. Kaito caminó
tambaleándose hacia adelante. Entonces extendió su mano manchada de sangre hacia el
borde del círculo de teletransportación y soltó un grito irregular.

“No te vayas… ¡No te vayas, Elisabeth!”

¡¿Qué diablos quiero decir con “No te vayas”?! ¡Nosotros somos los que se van!

Mientras le gritaba a Elisabeth, se gritaba a sí mismo internamente. Él era el que huía, no


ella. Incluso sabiendo eso, sin embargo, no pudo evitar que las palabras sin sentido
brotaran de su garganta.

“¡Fuiste la que me llamó, Elisabeth! ¡Fuiste la que me llamó a este mundo! Me ordenaste
convertirme en tu sirviente, ¿no es así? ¿Y vas a irte de todos modos? ¡¿Vas a irte sola de
todos modos?!”

La sangre goteaba de su puño. Lágrimas recorrían su mejilla.

Llorando con toda su fuerza, gritó de nuevo.

“¡Por favor, Elisabeth, no me dejes! ¡No quiero que te vayas!”

Kaito estiró su mano mientras le suplicaba a la persona que ya no podía alcanzar.

“Por favor no me dejes,” le imploró como un niño. “No ahora que finalmente me he reunido
contigo,” gritó.

“¡Preferiría ver el mundo ser destruído a perderte!”

Entonces, al extremo lejano de su campo de visión, Elisabeth abrió sus ojos.

“…¿Huh?”

Por un segundo, Kaito dudó de sus ojos, pensando que no fue nada más que una
fantasiosa ilusión. Pero fue verdad. Sus ojos carmesí ciertamente estaban fijos en él. Sus
labios se movieron silenciosamente. Lo que salió de ellos fue sangre. En lo qué sin dudas le
causó muchísimo dolor, contorsionó sus labios en una sonrisa.

Y cuando lo hizo, susurró.

“…………Completo tonto.”

192 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Fue una desgarradora y nostálgica voz.

Entonces Elisabeth estiró su tembloroso brazo, como si intentara agarrar la palma de Kaito
en respuesta.

Los escaramujos alrededor de ella, intentaron detenerla. Pero Elisabeth los resistió.
Extendió su mano de manera recta hacia adelante. Pero la palma de Kaito estaba
demasiado lejos. Después de mostrar otra abrupta sonrisa, Elisabeth bajó su brazo.

En cambio, ahora chasqueó sus dedos una vez más,. Sus dedos se rompieron. Su piel se
rasgó, y sus huesos se fracturaron.

Pero, aún así, sus susurros tenían un extraño calor.

“No quieres esto; no quieres eso, ¿eh? Bueno, si desprecias estar solo con tantas ganas,
entonces te lo concederé.

Es mi derrota, Oh tonto sin igual. Te dejo mi todo. Haz con él lo que desees.”

Pétalos carmesí revolotearon por el aire, entonces se fusionaron en una esfera. Se elevó
lejos del pilar del Diablo y flotó suavemente por el cielo. Entonces, los pétalos, todos a la
vez, corrieron entre los labios de Kaito. Su boca se llenó con el penetrante hedor a óxido y
el sabor a carme.

Entendiendo instintivamente lo que era, Kaito abrió sus ojos. Levantó su vista a Elisabeth.

Su voz inimaginablemente amable, continuó.

“Trágalo todo o escúpelo todo, de ti depende la decisión. Pero intenta sobrevivir, Kaito.

Y cuando lo hagas, salva al mundo. Tu fuerza está a la altura de la tarea, igual tu


superflua determinación.

Eres el más grande tonto que este mundo tiene para ofrecer—y eres mi tonto
sirviente, mi orgullo y alegría.”

Su voz sonó casi como alguien intentando animar a un niño abatido.

Kaito miró fijamente a Elisabeth. Entonces, con un trago, se tragó los pétalos.

En el momento en que lo hizo, intentó agarrar su pecho, y sus rodillas se desplomaron.


Comenzó a vomitar sangre violentamente,

“¡Amo Kaito!”

“¡S-Sir Kaito!”

193 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Geh… ¡Urgh, ugh, gah, geh, blegh!”

Mientras escuchaba a Hina y a Lute gritar, Kaito se desplomó adolorido. A pesar de eso, sin
embargo, alzó su vista. Estaba llorando y tosiendo sangre, pero miró fijamente a Elisabeth.
Levantó su tembloroso brazo.

Entonces levantó su pulgar para decir, No te preocupes. Lo recibí.

Ambos rostros estaban demacrados, pero intercambiaron una sonrisa.

Elisabeth, habiendo usado toda su fuerza, cerró sus ojos de nuevo.

En realidad, probablemente había alcanzado su límite hace rato. Rápidamente perdió la


consciencia. Los ojos de Jeanne todavía estaban cerrados también. Sin embargo, el círculo
de teletransportación se activó automáticamente. Kaito y los otros dejaron de ver sus
alrededores por los muros compuestos de carmesí y dorado, oscuridad y luz. En el
momento antes de que el mundo se desvaneciera, sin embargo, Kaito presenció algo.

Los pilares habían comenzado a sufrir un cambio aún más radical. Una bandada de pájaros
negros emprendió vuelo desde el del Diablo.

Para ser más específicos, no eran pájaros en absoluto. Tenían una variedad de tamaños y
formas, pero cada uno de ellos era un subordinado.

En medio de la creciente tempestad de dolor propagándose dentro de su cuerpo, un


pensamiento cruzó la mente de Kaito.

Oh hombre… El mundo se va a convertir en un infierno, ¿no es así?

Y por cómo estaban yendo las cosas, todo iba a terminar.

194 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

195 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

***

“Tenemos que informar a Lady Vyade Ula Forstlast de lo que hemos aprendido.”

En el castillo de Elisabeth, Lute dio un bajo murmullo. Las posibilidades estaban a favor de
que sus subordinados habían regresado a salvo y dado su reporte respecto a la caótica
situación, pero Lute era el único de ellos que había visto los pilares de cerca.

Necesitaba ir a dar un reporte preciso. Ahora estaba claro que no había estado simplemente
aturdido—él, también, había estado pensando detenidamente.

“Si las cosas continúan así, el mundo realmente dejará de existir. No puedo simplemente
sentarme tranquilamente y esperar a que encuentre su fin. Tendremos que ponernos en
contacto con los demi-humanos…los humanos, incluso, también, y pensar en un plan
juntos.”

Lute apretó a Izabella con fuerza. Todavía estaba dormida, dichosamente inconsciente de lo
que estaba pasando. Miró a su rostro complementado mecánicamente, entonces susurró
como para no despertarla.

“Y en cuanto a Ms. Izabella Vicker, estaba pensando en dejarla a cuidado de mi esposa.


Las dos están en buenos términos, y como está su cuerpo ahora mismo, Ms. Izabella podría
necesitar las habilidades de mi esposa como sanadora. Puedo prometerles que no obtendrá
ni un rasguño bajo el cuidado de mi esposa. ¿Eso suena razonable?”

“Sí, eso suena bien. Probablemente le daría a Jeanne algo de tranqui—¡Geh!”

Mientras estaba respondiendo, Kaito vomitó aún más sangre.

Los ojos de Lute se abrieron con susto. La cantidad de líquido rojo derramado sobre el
suelo de piedra no era para nada normal.

¿Los humanos realmente pueden sobrevivir después de perder tanta sangre?

Lute se encontró desconcertado. Le habían dicho que Kaito tenía el cuerpo de un


homúnculo, pero aún así, todavía necesitaba sangre para mantener su existencia. Ahora,
sin embargo, Kaito estaba boca abajo sobre sus manos y rodillas, y Hina estaba frotando su
espalda. Lute habló detrás de Kaito.

“Sir Kaito, ¿qué pasa? Desde que regresamos del Fin del Mundo, ha estado vomitando
sangre incesantemente. ¿Está seguro de que está bien?”

“Sí, sí, estoy bien… Estoy bien. Me estoy acostumbrando. Mejoraré en ello pronto.”

“¿Mejorar en qué?” Se preguntó Lute. Pero antes de que pudiera preguntar, ruidos extraños
ahogaron su voz.

196 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

¡Skreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!
¡Scraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaw!

Uno de los ruidos fue muy agudo, y el resto fueron monstruos. Tras un vistazo, era un grupo
de subordinados persiguiendo uno de los dispositivos de comunicación de la Iglesia. Todos,
el orbe blanco y los subordinados alados con cabeza de jabalí por igual, estaban cargando
hacia el castillo.

Lute desesperadamente se alejó saltando de la ventana. Mientras lo hacía, sus asaltantes


entraron volando en la habitación.

Después de cuidadosamente colocar a Izabella en el suelo, Lute desenvainó su espada.


Kaito no estaba en estado de pelear, y Hina sin dudas quería quedarse al lado de su amo.
Lute se preparó para enfrentar el grupo de oponentes solo.

¡Ha llegado el momento de que pague las deudas que he contraído!

Mientras ese pensamiento recorría su mente, Kaito, quién todavía estaba boca abajo en el
suelo, débilmente levantó su brazo. Entonces chasqueó sus heridos dedos.

“La (become).”

Y con eso, diez cuchillas aparecieron en medio del aire.

Docenas de destellos plateados llenaron el aire. Cada una de las cuchillas silenciosamente
habían viajado por la habitación varias veces.

Los subordinados fueron cortados a lazos. Su carne cortada cayó al suelo, y todos sus
órganos se esparcieron.

Delante de esa abrumadora muestra de poder, Lute se encontró sin saber qué decir.
Todavía sosteniendo su espada lista, miró fijamente a Kaito con asombro. Kaito mismo ni
siquiera había visto morir a sus oponentes. Estaba sobre sus manos y rodillas aún, tosiendo
sangre una vez más.

Lute fue superado por el shock. Hina estaba sin palabras, también. Sólo Vlad se rió.

Así de anormal había sido la hazaña de Kaito. Como él era normalmente, habría sido
completamente imposible para él.

Sin el poder a la par del de la Torture Princess, llevar a cabo esa clase de matanza
unilateral sería imposible.

“¿Sir Kaito, qué diablos—?”

“Por aquí… Ven, por aquí. Buen chico.”

197 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Kaito levantó su bestial brazo manchado de sangre y el salvado dispositivo de comunicación


obedeció sus llamados y aterrizó en su palma. Sus plumas entonces se desprendieron,
revelando su brillante superficie y las runas sin cifrar posteriormente. Históricamente, Kaito
no había sido capaz de leerlas. Ahora, sin embargo, asintió casualmente con la cabeza y se
puso de pie.

“Perfecto. Era un mensaje de la Iglesia… Parece que Vyade Ula Forstlast ya está poniendo
cosas en acción en base a los reportes que tus hombres le dieron. Y los demi-humanos que
estuvieron en el Fin del Mundo fueron a casa y comenzaron a movilizarse, también. Los
subordinados están brotando en todas partes. Y debido a la información inicial que los que
regresaron trajeron con ellos, la Iglesia está siendo bombardeada con reproche y
desconfianza. El mensaje fue sobre una cumbre que las tres razas estaban planeando tener
juntas. Parece que las cosas van rápido, lo cual es bueno. Suena a que al menos alguien
allí sabe lo que está haciendo.”

Kaito se rio. Cuando lo hizo, sin embargo, sangre salió a borbotones de su boca. Su
uniforme estaba manchado con un húmedo carmesí.

Mientras la sangre goteaba sobre todo su cuerpo, corrigió su postura. Entonces arrojó el
dispositivo de comunicación al costado. La violencia de esa acción pareció completamente
reminiscente de Elisabeth,

“La cosa graciosa ese, el remitente fue La Christoph. Lo cual es raro, porque es imposible
que la Iglesia no haya declarado a Elisabeth como traidora. Para que él le envié un
mensaje, hombre, debe haber tenido algunos pensamientos bastante fuertes sobre el
encierro de Izabella. Diablos, incluso nos envió coordenadas. Y heym si recibimos una
invitación, sería grosero no ir, ¿verdad?”

“¿Ir? ¿A dónde?”

“La cumbre, ¿a dónde más? Hora de irrumpir en una fiesta. Me encargaré del círculo de
teletransportación.”

Eso solo fue una cosa más que mencionó casualmente que no se suponía fuera capaz de
hacer. Las suelas de sus zapatos dieron un fuerte golpe cuando comenzó a caminar. El
largo dobladillo de su uniforme fluía detrás de él. En algún momento, su interior se había
teñido de escarlata.

Entonces, su voz siendo la misma imagen de la compostura, Kaito hizo su audaz


declaración.

“Nos vamos a una conferencia sobre cómo mantener a todos con vida. Entremos con
nuestras cabezas en alto, ¿vale?”

198 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

199 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

200 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

10: El Decreto del Rey Loco


El castillo real de la humanidad había sido atrapado cuando la masa de carne demoníaca
había atacado el castillo, y actualmente todavía estaba destruído.

De hecho, la Capital como un todo había sufrido daños serios, y los planes para
reconstruirlo ni siquiera habían sido formados aún.

Aún así, si uno fuera a comparar las relativas fuerzas de la humanidad, la gente bestia, y los
demi-humanos la humanidad firmemente tenía la ventaja tanto en posesión de terreno y
poderío militar a su disposición. Normalmente, por consideración de ese hecho, los
cuarteles de la Iglesia serían ofrecidos como una alternativa. En este momento, sin
embargo, la desconfianza hacia la Iglesia estaba surgiendo dentro de los miembros de la
gente bestia y los demi-humanos. Como resultado, ambas razas habían vetado la propuesta
de la humanidad.

Como compromiso, el palacio de los Tres Reyes fue elegido como el lugar de reunión.

Por sugerencia de Kaito, Vlad temporalmente había ocultado su forma, y los otros tres se
dirigieron al palacio.

Usando las coordenadas que el dispositivo de comunicación les había dejado, realizaron su
teletransportación. Pétalos de flor cerúleos se elevaron, formaron un muro cilíndrico, luego
se desplomaron. Lute entrecerró los ojos mientras levantaba su vista a la forma familiar del
palacio, y Kaito soltó un grito de admiración.

“Diablos, eso es impresionante.”

“Lo es. Tratamos de vivir en armonía con la naturaleza, y la más grande manifestación de
esa convicción es el palacio de los Tres Reyes—el Árbol del Mundo.”

Lute hinchó el pecho con orgullo mientras hablaba. Aunque era demasiado educado para
decirlo en voz alta, sin duda consideraba que el palacio de los Tres Reyes era mucho más
espléndido que el castillo real de la humanidad.

Era un enorme árbol, elevado ante ellos.

Era antiguo, y el árbol en su totalidad estaba soltando energía sagrada. Por eso, los
subordinados tendrían difícil acercándose. Sus ramas torcidas bloqueaban el cielo, su
agrietada corteza era muy rígida, era difícil imaginar que alguien viviera dentro de él. En
realidad, sin embargo, cavidades y túneles recorrían libremente todo el interior del Árbol del
Mundo. Casi se parecía a un nido de hormigas. No sólo la gente bestia sino que los
humanos, también, podían moverse cómodamente dentro de sus confines. Los Tres Reyes
vivían en su caba más baja, junto al lago que se filtraba de la base del Árbol del mundo.

201 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Después de recibir la orden de Vyade, el vigilante llevó a Lute y a los otros adentro.

Bajo circunstancias normales, sólo la gente bestia que había pasado por una revisión
especial tenían permitido quedarse dentro del Árbol del Mundo. En este momento, sin
embargo, estaba lleno de personas de cada raza. Aquellos a los que no se les había
permitido estar en la sala de juntas podían ser vistos por todo el lugar.

Varios soldados gente bestia y demi-humanos estaban disfrutando su rara reunión e


intercambiando ardientes apretones de manos. Un grupo de los exhaustos paladines
estaban colapsados sobre sillas de champiñón. Habían personas que llevaban trajes de
ejecutores, también, mirando enfáticamente sus alrededores. Los demi-humanos delante de
ellos estaban recibiendo sus miradas de frente.

“Rayos, parece que todos trajeron más gente de la que podían manejar. Y dicen que tres
son multitud.”

A pesar de la tensión en el aire, Kaito avanzó hacia adelante casualmente como si estuviera
dando un paseo.

Con cada paso que daba, la inquietud alrededor de él se volvía más fuerte. Incluso los
soldados aguerridos retrocedían en shock mientras pasaba junto a ellos. La cautela y
animosidad que sentían hacia él era demasiado clara.

¿Quién diablos es ese? ¿Qué es? Se preguntaban todos.

Eso demostraba lo anormal que era Kaito Sena actualmente. No sólo estaba cubierto de
sangre, sino que estaba envuelto en una determinación muy gruesa, era visible. Y no
obstante, a pesar de todo eso, estaba completamente calmado. Algunas de las personas
alrededor de él incluso lo reconocieron como el contratista del Káiser. Pero ninguna de ellas
pudo reunir el coraje para alzar la voz y detenerlo.

Detrás de él, Lute tembló preocupado.

Claramente no es un humano ordinario… Quiero decir, siempre fue el contratista del


Káiser, pero ahora… ¿Solo cómo cambió tan absolutamente?

Mientras miraba la imponente estatura de Kaito, Lute entrecerró sus ojos.

Se ve casi como…la Torture Princess misma.

Sin saber nada de las dudas de Lute, sin embargo, Kaito solo siguió caminando
casualmente.

De repente, algunos de los espectadores llamó a Lute.

“¡Capitan! ¡Menos mal está bien!”

202 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“¡Vaya, son ustedes!”

Eran los subordinados de los que se había despedido en el Fin del Mundo. Después de la
celebración por su exitosa reunión, Lute aprendió unas cosas nuevas. Por ejemplo, los Tres
Reyes no estaban planeando asistir a la reunión. Habían dicho que no tenían intenciones de
dejar sus habitaciones sobre la costa del lago junto a la base del Árbol del Mundo. Parecían
determinados a seguir su política de no reinar o gobernar.

Al igual que siempre, estaban dejando la reunión en manos de la familia imperial.

“Ya veo. No es que no entienda cómo se sienten los Tres Reyes, pero…”

“Sí, no me llena de confianza.”

Mientras Lute mascullaba junto a él, Kaito habló con confianza. En realidad, Lute se sentía
de la misma manera. Y todo el ejército privado de Vyade Ula Forstlast sin duda compartía
los mismos recelos. Después de todo, habían fuertes voces entre la familia imperial que
buscaban expandir sus fronteras.

La reunión probablemente ya había dado un giro peliagudo.

Mientras iban al lugar de la reunión, Lute y los otros tomaron un pequeño desvío y pasaron
por la ala del hospital.

***

Después de alejarse volando del Fin del Mundo, los subordinados habían devastado todo a
su paso-

El daño que los humanos habían sufrido había sido especialmente severo, pero las villas de
la familia imperial de la gente bestia habían sido envueltas en el ataque también. Por eso,
todo el personal médico de Vyade se había refugiado en el Árbol del Mundo.

Lute entró corriendo a la habitación que sus hombres le habían señalado. Cuando lo hizo, el
espació en que se encontró estaba lleno de flores cuyo aroma servía como un
desinfectante. Un gran número de camas estaban alineadas sistemáticamente, y un
alarmante número de ellas estaban ocupadas.

El ejército personal de Vyade había estado ausente, así que sus sirvientas y jardineros
habían sufrido heridas graves.

Lute apretó sus dientes mientras lamentaba su ausencia. Uno tras otro, sin embargo, los
heridos se sentaron y le hablaron amablemente.

“Sir Lute, felicidades por su regreso a salvo.”

“¡Rápido, alguien, alguien llámela!”

203 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Frenéticamente gritó por una sanadora particular. Sin embargo, la mujer cabra con su boca
cubierta por una tela sanitaria priorizó tratar a la paje delante de ella. Después de alcanzar
un punto de parada, con calma caminó hacia él. Su voz sonó desafectada, pero cualquiera
que conociera a la esposa de Lute podría distinguir los toques de afecto en su tono.

“Estaba segura de que estarías bien, pero verte tan completamente ileso es bastante
agradable, Lute. Parece que me casé con uno bueno… Supongo que tu regreso puede
difícilmente ser considerado perfecto, sin embargo.”

“Por supuesto, Ain, nunca soñaría con preocuparte al ser herido. Pero yo…yo he visto
cosas. Necesito darle mi reporte a Lady Vyade Ula Forstlast. Mientras estoy en eso, ¿podría
pedirte cuidar de Ms. Izabella?”

“¿Izabella? ¿Ms. Izabella Vicker? Le tengo bastante cariño, cierto, ¿pero los sanadores de
la Iglesia no estarían mejor equipados para—? Oh, santo cielo.”

Lute silenciosamente le tendió a Izabella. Mientras miraba el cuerpo medio mecanizado, la


esposa de Lute, Ain, inmediatamente sintió cuán complicada que era la situación.

Asintió con la cabeza, entonces se dio la vuelta. Su voz fue tan objetiva como sus pasos
rápidos.

“Parece haber gastado una gran cantidad de su estamina. Dejémosla descansar aquí. Bien
hecho, suavemente.”

Lute siguió sus órdenes y colocó a Izabella en una cama en una sección en cuarentena del
ala para los heridos severamente.

Entonces Ain rápidamente se puso a inspeccionar a Izabella por completo, Después de


revisar su esófago y asegurando de que estaba funcionando apropiadamente, vertió una
decocción en su garganta. Entonces comenzó a aplicar pomada en los lugares donde el
metal y la piel se juntaron.

Después de un poco tiempo, la respiración de Izabella se estabilizó. Con una mirada


amable en su rostro, Ain acarició su mejilla mecanizada. Luego, sin embargo, de repente se
dio la vuelta y miró fijamente a Kaito.

“Eso debería dejar tranquila a Ms. Izabella, pero…no se ve muy bien, tampoco, ¿verdad?”

“¿Quién, yo? Quiero decir, supongo que estoy cubierto de sangre, pero no estoy herido
realmente en alguna parte. Gracias por tu preocupación, pero estoy bien.”

“No es asunto de estar herido o no. Se ve como usted ahora mismo, pero, al mismo tiempo,
parece alguien más.”

204 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Lute se quedó sin aliento un poco. Él, también, había pensado lo mismo, pero no había sido
capaz de obligarse a preguntarle a Kaito al respecto.

La mirada de Ain se mantuvo firmemente fija en Kaito. Sin retroceder, indagó aún más
profundo.

“No puedo ponerlo en palabras, pero…encuentro ese hecho bastante alarmante, ¿no?”

Un pesado silencio descendió sobre ellos por un momento. Kaito parpadeó. Hina miró al
suelo pero no dijo nada.

La tensión hizo que la cola de Lute se hinchó. Unos segundos después, sin embargo, Kaito
se echó a reír.

“Ha-ha-ha, los dos, tú y yo. Hombre, Lute, te encontraste una buena esposa.”

“Errr, sí, soy más que consciente… ¡Ow, Ain, no me pises!”

“Ahora difícilmente el momento para esa clase de charla, querido. Y en cuanto a usted,
¿está seguro de que está bien?”

“Sí… Quiero decir, tienes razón. Pero estoy bien… Todavía soy yo, después de todo.”

Sir Kaito está esquivando la pregunta.

Lute podía sentirlo. Quizás Kaito se dio cuenta de ello, también, ya que dio una sonrisa
incómoda. Al verla, Lute sintió un ligero matiz de alivio. Esa expresión bondadosa era
indudablemente de Kaito Sena.

De repente, un pensamiento cruzó la mente de Lute.

Quizás… Quizás debería asegurarme de recordar esa sonrisa.

Sería para mejor si se asegurara de recordarla, sin importar qué pasara.

No sabía bien por qué, pero Lute estaba seguro de eso.

***

Después de dejar la enfermería provisional detrás de ellos, Lute y los otros comenzaron a
caminar hacia el salón de reuniones una vez más.

Con el tiempo, después de viajar por un largo y amplio pasillo, llegaron a su único conjunto
de puertas dobles.

205 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Las puertas estaban hechas de una parte del Árbol del Mundo mismo, y flores asociadas a
los Tres Reyes y los varios miembros de la familia imperial estaban delicadamente talladas
en su superficie. Todos musculosos hombres león estaban delante de su diseño precioso.

Al ver a Lute, los vigilantes de la puerta saludaron. Mientras lo hacían, cruzaron sus lanzas
y firmemente bloquearon la puerta. Uno de ellos le habló bruscamente a Lute.

“Excelente trabajo, Capitán Lute. Lady Vyade Ula Forstlast nos contó de su expedición. Sin
embargo, la conferencia ya ha comenzado. No podemos permitirle a nadie entrar, sin
importar quién pueda ser. Puede dar su reporte después de que la reunión termine. Hasta
entonces, puede sentirse como en casa en el vestíbulo.”

“¿Qué, ya comenzó? ¡Hey, perfecto!”

Antes de que Lute pudiera responder, sin embargo, Kaito asomó su cabeza detrás de él.

Cuando vieron su figura manchada de sangre, las expresiones de los vigilantes leones se
contorsionaron con franca sospecha.

“Espera, ¿quién e—?”

“La (take a nap*).”

[Nt: Tomen una siesta.]

Kaito chasqueó sus dedos. Cuando lo hizo, un par de cuchillas pequeñas silenciosamente
aparecieron detrás de los dos guardias, luego chocaron con la parte posterior de sus
cuellos. Golpeados en la cabeza, los dos cayeron sin decir nada al suelo.

Cuando corrió y atrapó uno de ellos en sus brazos, Lute le dirigió un grito bajo a Kaito.

“¡Sir Kaito, ¿qué cree que está haciendo?! ¡No hay necesidad de tanta violencia!”

“No te preocupes. Lo controlé bien, aunque lo diga yo mismo. Despertarán antes de que lo
sepas.”

Su voz tranquila, Kaito se acercó a las puertas. Mientras lo hacía, Lute de repente notó a las
otras figuras colapsadas por todo el corredor. Evidentemente, Kaito había tratado con todos
los guardias patrullando de la misma manera.

¿Todos en solo ese momento?

Mientras Lute intentaba asimilar ese hecho, de repente escuchó el sonido de carne
asándose.

206 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

En pánico, miró de nuevo hacia las puertas. Cuando lo hizo, descubrió que ese humo había
brotado de la mano de Kaito cuando había agarrado su mango. A pesar del hecho de que
su carne estaba ardiendo, sin embargo, Kaito tenía una débil sonrisa en su rostro.

“Diablos, tienen una barrera decente activa. Aún así, que sea capaz de quemarme… Debo
estar más herido de lo que pensé, ¿huh?”

En un abrir y cerrar de ojos, la mano de Kaito se había quemado horriblemente. Su carne


estaba chamuscada y su piel se estaba pelando. Sin embargo, la apretó con fuerza. Hina no
hizo ningún movimiento para detenerlo. Sangre hirviendo y fluidos corporales recorrían el
mango de la puerta.

Alrededor de él, pétalos cerúleos y oscuridad se propagaron como una tormenta.

El sonido de algo quebrándose se escuchó.

Cuando lo hizo, la puerta explotó desde dentro.

Las miradas de todos los presentes—humanos, gente bestia, demi-humanos, realeza,


aristócratas, y clérigos por igual—todas se posaron sobre Kaito.

“Disculpen la interrupción. Aquí estoy, el representante de la Torture Princess.”

Kaito, por su parte, respondió con una sonrisa salvaje y malvada.

***

Prácticamente todos los presentes estaba completamente atónitos. Vyade Ula Forstlast y La
Christoph simplemente asintieron con la cabeza, sin embargo, como si hubieran venir esto.

Al momento siguiente, varias espadas se desenvainaron ruidosamente y apuntaron a Kaito.


Todos los guardias habían desenvainado sus armas a la vez.

Su respuesta fue rápido, como uno esperaría. Al mismo tiempo, uno de los sumo
sacerdotes de la Iglesia gritó.

“¡Qué insolencia! ¡¿Qué asuntos el contratista del Káiser podría tener con nosotros?!”

Las miradas asesinas de los guardias se cernieron sobre Kaito. Mientras lo hacían, un ruido
estridente llenó el aire.

Una tras otras, las cuchillas de espadas y puntas de lanzas de los guardias salieron girando
en el aire. La alabarda de Hina fue mejorada mágicamente y brillaba con color azul, y la
había usado para cortarlas. Después de balancearla, se encorvó como un animal.

Entonces con calma alzó la vista. Los guardias se congelaron con sorpresa. Posó su mirada
esmeralda enjoyada en ellos.

207 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Ustedes no tienen ni idea. Ni idea de lo que él ganó, Ni idea de lo que él perdió. Qué
insolencia.”

Su voz fue baja y fría. Delante de su comportamiento severo, todos los demás se quedaron
sin aliento con miedo.

Mientras tanto, Kaito fuertemente aplaudió con sus manos. Después de obtener la atención
de todos, abrió ampliamente sus brazos.

“Ahora, si fueran tan gentiles de calmarse. La Christoph me envió un mensaje sobre esta
reunió, y Vyade me conocer también. Además, sirvo a la Torture Princess, el arma más
fuerte a disposición de la Iglesia. Tengo la impresión de que eso me califica para estar aquí.
No me voy a ir, pero tampoco voy a interponerme. Siéntanse libres de continuar.”

Kaito casualmente recitó de un tirón nombres de las figuras de autoridad que conocía.

El rostro de Lute se puso pálido, justo como había sospechado, miradas acusatorias
cayeron como lluvia en las partes en cuestión. Sin embargo, la princesa imperial del bosque
y el asombrosamente determinado santo respondieron despreocupadamente.

“Le ordené a Lute que me informara lo qué pasara en el Fin del Mundo. Los eventos que se
llevaron a cabo allí fueron la raíz de todo mal, la razón por la que nos encontramos reunidos
aquí hoy. Si él considera a Kaito Sena un testigo necesario, entonces, apoyo su decisión.”

“Es verdad. Yo, de hecho, solicité a la Torture Princess. Después del alboroto en la plaza,
se volvió evidente que ella e Izabella Vicker descubrieron algo abajo en las profundidades
de la tumba real. Después, la Grave Keeper movilizó a los paladines y partió al Fin del
Mundo. Deberían ser capaces de aclarar las sospechas que los demi-humanos nos han
presentado, y como tal tienen obligación de testificar.”

Sus respuestas fueron recibidas con varios bramidos furiosos. A pesar de la agitación, sin
embargo, Kaito frívolamente chasqueó sus dedos. Pétalos cerúleos y negra oscuridad se
arremolinaron. Esta vez, fueron los magos los que se prepararon, pero todo lo que hizo fue
crear una silla. Era exactamente la misma silla extravagante que Vlad había invocado en el
pasado. Kaito tomó asiento.

Entonces altivamente colocó sus brazos sobre los reposabrazos y cruzó sus piernas.
Cuando habló, su voz estuvo completamente carente de miedo.

“Adelante, continúen. El mundo va a ser destruído si no se apresura, ¿verdad?”

Las palabras de Kaito llevaban una cierta verdad. Además, el único santo presente había
respaldados su presencia. Y en todo caso, no era como si tuvieran alguna manera de
expulsar a alguien lo suficientemente poderoso para destruir la barrera.

La habitación poco a poco se tranquilizó. Entonces, a regañadientes, reanudaron la reunión.

208 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Y así, el contratista del Káiser, el enemigo de la humanidad, fue añadido a la discusión que
determinaría el destino del mundo.

***

“Es verdad, no tenemos tiempo. Esos dos pilares brotaron en el Fin del Mundo, y los
subordinados viniendo del de negro están destruyendo todo a su paso. A este ritmo, toda
nuestra gente perecerá. Dada la situación actual, las posibilidades de que la
reestructuración, en la que la Iglesia está tan obsesionada, en realidad se llevará a cabo
parecen bastante bajas.”

“…¿Qué, hasta ahí han llegado?”

Al escuchar el discurso del oficial gente bestia, Kaito murmuró para sí mismo.
Aparentemente, la Iglesia todavía estaba colocando su fé en la reestructuración. Pero
cuando pensó en ello, se dio cuenta de que él y su grupo fueron los únicos que han hablado
con el Apóstol o visto la locura de la Santa de primera mano.

No era de extrañar que hubieran aquellos que vieron las apariencias de los dos pilares
como un milagro divino y una señal de que la reestructuración era inminente.

Entonces, la reunión había alcanzado un impasse. La discordia entre la humanidad y su


Iglesia y las otras dos razas sólo estaba empeorando. Incluso ahora, el sumo sacerdote
estaba objetando la afirmación del oficial.

“Ustedes no comparten nuestra fé, así que les puede resultar difícil entenderlo. Pero
sabemos que el día prometido contado en la leyenda está por llegar. Los fieles devotos
serán bienvenidos al nuevo mundo. Ustedes pueden carecer de esa cualificación, pero les
pido que eviten amablemente rechinar sus dientes y referirse a ello como el fin.”

“Ya veo. Entonces supongamos que la situación actual es, de hecho, parte de la
reestructuración que ustedes tanto adoran. ¿Entonces podemos suponer que esto es lo que
querían, que ustedes fueron los que provocaron esto?”

La voz sonó con un tono espinoso. Kaito se giró para mirar a su fuente. Era una mujer zorro
con pelaje rojo y sedoso y tenía una sonrisa encantadora en su rostro. Al escuchar su
antagónica respuesta, Vyade habló para criticarla.

“Querida hermana, ¿no deberíamos estar menos preocupados en realizar investigaciones y


más en coordinar nuestras estrategias?”

“Cállate, ¿quieres, Vyade? ¿Qué crees que salimos ganando si no sabemos a quién culpar?
Y tenemos un intruso tan conveniente, también. Quizás es hora de divulgar un trozo de
información que he estado guardando.”

209 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

La voz de la mujer goteaba dulzura. Probablemente era la primera princesa imperial, la que
estaba concentrada en expandir los territorios de la gente bestia.

La ropa de hombres que llevaba le quedaba bien. Se inclinó hacia atrás en su silla,
entonces cruzó sus piernas de la misma manera en que Kaito lo había hecho.

“Ya hemos escuchado por parte de los demi-humanos sobre los cadáveres de los paladines
horriblemente transfigurados. De pura casualidad, no fueron los únicos que lo hicieron.”

“…¿Qué estás insinuando?”

“Inmediatamente después de que los subordinados comenzaran a aparecer y Vyade dio su


reporte, desplegué varios miembros de élite de mi ejército primado al Fin del Mundo. Más
de dos tercios de ellos murieron, pero sus resultados fueron más que satisfactorios.
Recuperaron los cadáveres de varios paladines transformados, además de una mujer que
no para de reír. No sé mucho sobre la mujer, pero es interesante, ¿no es así? Todo apesta
a la intervención de la Iglesia.”

“¡…!”

Los miembros en el lado de la Iglesia estaban visiblemente en shock. Pero no era porque la
primera princesa imperial los había desafiado. Por lo que a ellos respecta, la
reestructuración ya estaba en marcha. Que sus crímenes sean señalados difícilmente los
afectaría en este punto. Pero la mujer capturada, por otro lado, era una historia diferente
completamente.

Si realmente era la Santa, entonces eso significa que a la Iglesia se le había arrebatado su
persona más venerada por el enemigo. Pero así no fue cómo la primera princesa imperial
interpretó su angustia. Su sonrisa se profundizó triunfantemente mientras continuaba.

“Si esta situación, si la aparición de los dos pilares, es el resultado de que ustedes buscaran
la reestructuración…¿entonces exactamente cómo tienen intención de reparar los daños?”

“Mi hermana tiene razón. Da la impresión de que una compensación es necesaria. Ya


saben, como una muestra de buena fé.”

Una voz joven sonó mostrando consentimiento. Pertenecía a un joven con cabeza de
pantera. Probablemente era el tercer príncipe imperial. Su radiante mirada zafiro cayó sobre
los miembros de la Iglesia. Una voz aburrida habló desde su derecha.

“Eso puede esperar. Podemos resolver dónde recae la responsabilidad de las reparaciones
después de que la situación se haya calmado. Ahora mismo, necesitamos enfocarnos en
cómo evitar que los subordinados dañen a nuestra gente. La Iglesia tiene varios santos a su
disposición. Dependiendo de cómo los hagan actuar, deberíamos considerar restar
importancia a su castigo.”

210 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

“Oh hombre, ¿no nos estamos sintiendo generosos con las personas que nos metieron en
este desastre?”

“Los pura sangre entre mi gente son pocos, y uno de sus sectores cruciales ha sufrido
daños. Nuestra preocupación primordial es elaborar rápidamente una estrategia de defensa
para ello.”

“…Así que se ha colgado a su tontería de los pura sangre.”

Las palabras del demi-humano con cabeza de lagarto usuario de gafas provocaron que
Kaito murmure para sí mismo. Lute fue un reflejo de su exasperación. Ninguno de los otros
representantes de los demi-humanos parecían tener quejas, pero seguramente habían otras
cosas que deberían preocuparse más en defender.

En medio de la discusión, el rey humano simplemente estaba temblando en su silla. Justo


como Kaito había escuchado, el hombre sin duda era joven.

El rostro del rey estaba lleno de pecas y estaba rígido por los nervios, Sus consejeros,
quienes todos parecían tener buenos lazos con la Iglesia, prácticamente estaban pegados a
sus costados. La Christoph, quién estaba sentado un poco lejos al costado, fue el siguiente
en hablar.

“Actualmente estamos llevando a cabo una investigación en el abuso de poder por algunos
de nuestros miembros. Y es imposible decir absolutamente si el fenómeno actual es un
aspecto de la reestructuración o no. Creo que una estrategia pragmática sería que nosotros
los santos actuemos como un escudo y sirvamos como un frente para defender a las tres
razas. Les pido que todos por favor nos presten su fuerza.”

“…¿Hasta ahí han llegado, también?”

Kaito suspiró pesadamente. Como había sospechado, la Iglesia no había abandonado


completamente la posibilidad de que la reestructuración ocurriera. Pero mientras estaban
discutiendo, las personas estaban muriendo por todas partes. El mundo estaba llegando a
su fin, llenándose hasta el borde de dolor y gritos. Sin embargo, parecía que ese hecho
todavía no lo había entendido nadie presente.

“Lute, estuviste ahí cuando los dos pilares se levantaron en el Fin del Mundo. ¿Qué
información tienes para nosotros?”

Vyade finalmente le habló a Lute. Respondió un saludo nervioso.

Su decisión había sido una buena. Ahora mismo, lo que necesitaban más que nada era
información adecuada. Era esencial que entiendan que estaban sobre una colina
colapsando, que el lugar en el que estaban ya había alcanzado un furúnculo.

“Permítanme decir primero esto—no hay posibilidad alguna de que la reestructuración


ocurra.”

211 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Lute fue firme en su declaración. La habitación se llenó por completo de murmullos


frenéticos. Los rostros de los miembros de la Iglesia fueron manchados de rojo con ira. Pero
Lute ignoró toda la crítica que le enviaban. Con tranquilidad transmitió una descripción de
los eventos que él y los otros habían presenciado.

“Primero, respecto a lo que Sir Kaito y su grupo descubrieron debajo de las tumbas
reales…”

Una por una, expuso las dementes verdades. El salón con estabilidad se volvía silencioso
mientras un tipo diferente de tensión llenó el aire.

“…Entonces la Santa transfirió sus contratos con Dios y el Diablo a la Torture Princess. Su
objetivo era…”

…abandonar el rol con el que había cargado.

En el momento en que esas palabras dejaron su boca, el sonido de la mesa redonda siendo
violentamente golpeada resonó por la habitación. La gente de la Iglesia furiosamente se
había puesto de pie.

“¡Contén tu lengua! ¡No nos sentaremos aquí y escucharemos esos viles insultos! ¡¿Qué
mérito tiene el testimonio de un hombre que acompañó a la Torture Princess y el contratista
del Káiser de todos modos?!”

“Si no puedes jactarte de tu poder, simplemente eres débil. Si peleas sin información, eres
solo un tonto, y si te quejas vananmente, simplemente eres incompetente. Y hey, si tu
esposa no tienen ningún valor, no eres mejor que un cerdo. ¿Así que cuál eres? ¿Un
incompetente o un cerdo?”

Una voz bien proyectada sirvió para cortar la enojada diatriba del clérigo. La de Kaito sonó
casi apática. Uno de los sumo sacerdotes estaba a punto de levantar la voz para objetar,
pero a último minuto, se congeló. Los ojos de Kaito eran fríos y duros. Le dio al hombre un
advertencia silenciosa.

“Ahora, escuchen hasta que termine.”

“Errr, bueno, tengo más malas noticias, desafortunadamente. El daño de los subordinados
no es la única amenaza. Dentro de diez días más o menos, los dos pilares se derrumbarán.
Dios y el Diablo serán soltados, y el mundo será destruído.”

“Sí, y eso proclamará el comienzo de la—”

“Siete días.”

Kaito interrumpió al sacerdote una vez más. Cada ojo en la habitación se dirigió hacia él.

212 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Una vez que estaban todos en él, ágilmente levantó un dedo e hizo su declaración de forma
realista.

“El pilar del Diablo sólo durará sólo siete días. Eso es todo lo que el maná de Elisabeth
aguantará.”

“Pero, Sir Kaito, Vlad… Sir Vlad dijo que duraría diez días más o menos.”

“Seguro, si Elisabeth estuviera en plena forma. Pero no ahora.”

Kaito suavemente sacudió su cabeza. Su expresión era tranquila mientras compartía una
pieza de información que sólo él sabía.

“Porque el Diablo se ha infiltrado en su cuerpo, no puede morir. Pero mientras todavía tenía
su libertad, expulsó uno de sus órganos internos. Como resultado, su cuerpo ya no puede
regenerar nuevo maná.”

Miradas llenas de confusión impregnaron la habitación. Decir que Elisabeth había expulsado
uno de sus órganos internos era una declaración ridícula. Hina solamente estrujó el
dobladillo de su uniforme de maid. Todos los demás se giraron hacia Lute, preguntándose
de qué órganos estaba hablando Kaito.

Kaito le dio a su pecho un rápido golpecito.

Entonces reveló la extraña verdad.

“Ahora mismo, el corazón de Elisabeth está dentro de mí.”

***

Tomó unos buenos diez segundos para que Lute comprendieran completamente lo que
Kaito había dicho.

Así que esto es a lo que se refería cuando dijo que se estaba “acostumbrando” y que
“mejoraría en ello pronto.”

La sangre poseía una gran importancia para los magos negros. Su maná se originaba de
sus corazones, luego viajaba al resto de su cuerpo a través de su sangre. Y debido a las
semillas de la carne de demonio que se habían esparcido por los órganos de Elisabeth, el
suyo era un reactor con un poder sin comparación. Y aparentemente, ahora estaba en el
cuerpo de Kaito. Lute se quedó sin hablas. Si ese era el caso…

En otras palabras… Ahora mismo, Sir Kaito es…

…el contratista inmortal del Káiser y el heredero del maná de la Torture Princess.

213 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Pocos serían capaces de entender completamente la arrolladora naturaleza de esa verdad.


Sin embargo, el color se vació de los rostros de varios de los magos presentes.

Preocupándose poco por si sus palabras habían causado conmoción o no, o si siquiera
fueron entendidas, Kaito continuó.

“Y porque heredé su corazón, una nueva conexión se alzó entre Elisabeth y yo. El Diablo
arrebató su consciencia y está usando su cuerpo para crear subordinados—pero todo el
dolor y las heridas que están provocando están siendo entregadas directamente a mí.”

“…¿Qué?”

Lute soltó un grito estupefacto.

Kaito sonrió. Mientras lo hacía, sangre carmesí goteó de las comisuras de sus labios.

“Pero no es como si simplemente pueda desmayarme ahora. Lo tengo más o menos bajo
control, pero duele como una puta mierda.”

Lute podía imaginarlo. Ahora mismo, los subordinados estaban transformando el mundo en
un infierno viviente. Sus actos de brutalidad abarcaban a toda la civilización. Si todo el dolor
que estaban causando estaba siendo transferido a una sola persona…

¡Es imposible que pueda mantener su cordura! ¡Eso es locura! ¡¿Cómo puede
soportarlo?!

“Supongo que forzarme a acostumbrarme al dolor es la única cosa por la que tengo que
agradecerle a mi viejo, ¿huh?”

Una sonrisa despreocupada se esparció por el rostro de Kaito. La expresión difícilmente era
adecuada para el momento, y los ocupantes de la habitación se congelaron al verla. Cada
segundo, su cuerpo estaba recibiendo el dolor enviado. Y todo estaba pasando através del
Káiser y siendo convertido en maná.

El silencio se tiñó con miedo. El propio Kaito se encogió de hombros, entonces le dio a su
barbilla una ligera sacudida.

“¿Entonces? Continúen. Si no, el mundo va a ser destruido. Lo saben, ¿verdad?”

“Ci-Cierto, ser… ¡No, no se destruirá! Nuestra postura se mantiene sin cambios, ¡Incluso si
lo que dices es verdad, y la Santa dejó su carga, entonces la nueva Santa que tiene a Dios
dentro de ella llevará a cabo la reestructuración de todas formas! ¡Tenemos fé en eso!
Tenemos que…tenemos que creer en eso.”

“Muy bien, entonces. Si la humanidad desea sacrificarse por su fé, entonces no nos
incumbe detenerlos.”

214 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Una ronca y salvaje voz habló. La primera princesa imperial de la gente bestia lamió sus
labios.

Garras afiladas brillaron sobre sus dedos mientras golpeaba la superficie de la mesa
redonda.

“Tu propuesta para un frente de defensa unificado entre las tres razas es por la presente
rechazada. Y mientras estamos en ellos, anulemos el tratado de paz, también, Y mientras
concentramos nuestras defensas, nos moveremos a territorios humanos, también, Tenemos
el derecho a vengarnos, después de todo. Y la Santa ya está en nuestro poder. De esa
manera, podemos montar una resistencia contra los pilares y aniquilar a la humanidad, justo
como desean.”

“¡Hermana, estás tomando una decisión terrible! ¿Declarar la guerra en un momento como
este? Puede que sobresalgas en batalla, hermana, e incluso con la pérdida reciente de tus
tropas de élite, tu ejército sin dudas todavía es fuerte. ¿Pero en verdad crees que puedes
lograr ambas cosas sin sufrir pérdidas perjudiciales? Tus ambiciones dejarán al bosque
estéril. ¿Cómo no puedes ver eso?”

“¡Cállate, Vyade! ¡¿Con quién crees que estás tomando ese tono?! Hemos permanecido en
silencio por demasiado tiempo. ¡Dejar pasar esta oportunidad arruinaría nuestro orgullo
como gente bestia!”

La indignación de la primera princesa imperial calló a Vyade. Su apoyo entre las personas
sirvió como su única arma. La autoridad actual que tenía era comparativamente escasa.
Ahora no era el momento de entrar en disputa.

La delegación de demi-humanos se miraron entre sí, entonces se pusieron de pie. El


maduro lagarto que llevaba gafas habló solemnemente.

“Muy bien. La humanidad nos provocó esto. Apoyaremos a nuestros viejos amigos y
formaremos un frente unido junto a ellos, Si todos desean resignarse a la destrucción,
entonces su destino está en sus manos. Pero el desorden dentro de su Iglesia parece estar
muy arraigado. Dudo de que tengan el poder para proteger exitosamente a su gente.
Parece que este es el fin para ustedes.”

La hostilidad de las otras dos razas cayó sobre los humanos. Era verdad; la Iglesia había
sido culpable de la situación actual.

Esto podía ser visto como un resultado natural de eso. Sin embargo, los humanos carecían
de la resolución para admitir su culpa e intentaron cambiar la manera en que las cosas
estaban sucediendo. La Christoph no tenía esa autoridad. Dos de los consejeros se giraron
hacia el rey y susurraron.

“Su Majestad, ahora es el momento de que tome su decisión. Una vez que la
reestructuración ocurra, todos seremos salvados. Pero primero, debemos destruir a los

215 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

paganos. Quizás debimos haberlo hecho mucho antes. Debemos comenzar la guerra santa
del tercer rey de nuevo. Debe demostrar su fé en Dios, por el bien del pueblo.”

“Por favor, Su Majestad, de la orden de desplegar a todos los santos.”

“Yo… Yo…”

El rey claramente estaba perplejo. Las decisiones que le estaban pidiendo tomar estaban
más allá de lo que su capacidad mental podrían soportar. Era joven, y la muerte y la
responsabilidad claramente le asustaban. La Iglesia obviamente quería poner las cosas en
marcha antes de que cualquiera de los aristócratas influyentes que se habían perdido la
reunión pudieran opinar. “Todo lo que tiene que hacer es asentir,” los consejeros del rey
susurraron encantadoramente.

Mientras todo eso estaba pasando, la mirada de Lute se dirigió hacia cierto alguien.

Kaito estaba observando con calma los actos. Sus ojos estaban extrañamente serenos, y
estaban captando todo lo que estaba pasando.

Kaito soltó un muy pesado suspiro. Entonces, de golpe, chasqueó sus dedos.

“La (become).”

Cuando lo hizo, más de cien cuchillas se manifestaron en medio del aire.

Pétalos de flor cerúleos y oscuridad habían bailado suntuosamente por el aire, y las
cuchillas con forma de hacha de verdugo se habían alineado dentro de ellos. Todos los
presentes tenían acero apuntando justo a sus cuellos. Cualquiera con alguna cantidad de
experiencia de combate no podía evitar darse cuenta inmediatamente de lo que estaba
pasando.

Era una escena peligrosa, una que normalmente sería llevada a cabo con centenas de
soldados. Mientras miraba asombrado, un pensamiento cruzó la cabeza de Lute.

Normalmente, un golpe de estado no es algo que uno lleva a cabo solo.

Eso solo era sentido común. Ahora mismo, sin embargo, ese sentido común había sido
anulado.

Una voz recorrió el salón, una teñida de decepción.

“Basta de esta tontería—claramente todos son inútiles.”

Kaito Sena lentamente se levantó de su silla.

El dobladillo de su uniforme negro se ondeó con el viento cuando comenzó caminar. La


manera en que su túnica estaba teñida de escarlata en el interior realmente recordaba al

216 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

vestido de la Torture Princess. Fue en ese momento que Lute se dio cuenta de algo. Casi
como prueba de su explosivo desarrollo como mago, el brazo izquierdo bestial de Kaito
había regresado al de un humano. Kaito casualmente saltó sobre la mesa redonda. Lute
eligió no seguirlo. Una hermosa autómata, por el otro lado, resueltamente tomó su lugar al
lado de Kaito.

“¿Oh? ¿Qué es esto? ¿Finalmente has decidido tomar por la fuerza tu corona, Oh
indigno amo mío?”

Una risa como humana acompañó la aparición del horrible perro negrro. Aparentemente
pensando que él también podría, Kaito chasqueó sus dedos. Pétalos cerúleos y oscuridad
se esparcieron por la habitación, el fantasma de Vlad Le Fanu hizo su grácil aparición
dentro de ellos.

“Vaya, hola, hola. Veo que mi querido sucesor ha reunido una audiencia bastante
notable.”

Colocando una mano sobre su pecho, Vlad dio una elegante y cortés reverencia a los
miembros de la conferencia.

Los tres de ellos en fila, Laito se detuvo en el centro de la mesa. Pétalos cerúleos y negra
oscuridad se arremolinaron hacia arriba una vez más. Una larga espada negro azabache
cayó desde su interior. El grabado tallado en su hermosa hoja brillaba.

Cuando lo hizo, su significado fue sellado en los ojos de todos los presentes.

Todas las cosas me son perdonadas. Pero no soy regido por nadie.

Entonces el brillo cerúleo abruptamente se desvaneció. Pétalos de flor todavía fluyendo por
el aire, presumió su mandato sobre los que le rodeaban.

“Todo lo que quiero hacer es salvar a la mujer que admiro. Y no quiero dejar que más
personas inocentes se conviertan en víctimas. Eso es todo. No tengo ningún deseo de
dominar, ni deseo la gloria. Y ciertamente no tengo intención de gobernar o involucrarme en
política en absoluto. Me importa una mierda quién esté a cargo después de esto. ¿Pero
ahora mismo? Ahora mismo, tomaré el control del mundo.”

Kaito Sena, el sirviente de la Torture Princess, asumió su mandato sobre los nobles de
todas las razas reunidos.

Sangre goteaba de su boca. Levantó su espada, entonces la señaló a sus nuevos rehenes.

“La humanidad, la gente bestia, y los demi-humanos son todos iguales. Cada criatura viva
es ignorante, cada criatura viva es como un animal estúpido, y cada criatura viva es
preciosa. Así que les prometeré esto. Voy a mantenerlos a todos con vida. Voy a salvar el
mundo. Y es por eso que…”

217 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

218 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

** ** **

Entonces, el chico que había muerto de una manera carente de propósito o sentido en otro
mundo, hizo su gran declaración.

“…Solo por ahora, yo soy el rey. Así que obedézcanme.”

En ese momento, mientras el mundo se derrumbaba, el Rey Loco nació.

Y al hacerlo, la desesperada batalla por sobrevivir en el mundo de los dos pilares comenzó.

219 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

Afterword
Antes de que me diera cuenta, era otoño.

Y este es el quinto volumen. Aleluyah.

Muchísimas gracias a todos por comprar el quinto volumen de Torture Princess. Siento que
de toda la serie, este volumen fue el más desgarrador para Kaito. ¿Cómo lo disfrutaron?
Mientras lo estaba escribiendo, la idea de cielos, esto se está poniendo intenso pasó mi
mente varias veces, y durante el proceso de edición, me di cuenta de cielos, esto realmente
es intenso. Todo lo que hice fue seguir mi boceto del argumento, así que me pregunto por
qué pudo haber sido eso. Pretendo mantener a los impactos viniendo en el Volumen 6, así
que espero que todos lo esperen con ansías.

Por cierto, este volumen fue programado para salir al mismo tiempo que el primer volumen
de la adaptación manga de Torture Princess de Ms. Hina Yamato, lo cual, como autora*, es
algo que encuentro extremadamente emotivo. Si los compras juntos, también recibirás una
historia extra que escribí con ilustraciones de Hina Yamato y Saki Ukai, así que por favor
mírala. Ambas son brillantes artistas, y su trabajo es magnífico.

[Nt: Ah sí, el otro día siguiendo su twitter usó una función de “twit de voz” o algo así y
descubrí que en realidad es mujer, así que sorry cualquier equivocación. Como adicional,
tiene linda voz.]

La versión manga no habría sido posible sin el amor y cuidado que Hina Yamato y todos los
demás involucrados en la adaptación pusieron en ella, pero tampoco habría sido posible sin
el apoyo de ustedes, los lectores, así que les pido amablemente que sigan disfrutando tanto
la versión manga de Torture Princess como las novelas originales. Como nota extra, la
cuenta oficial de Twitter (@goumonhime) está activa, así que si gustan, por favor síganla. Si
fueran tan gentiles.

Ahora, de repente, nos encontramos en la sección de agradecimientos, así que me gustaría


agradecerle a Sai Ukai por las siempre-tan-hermosas ilustraciones que hizo para este
volumen; mi editor, oh, quién me dio todo tipo de consejos útiles; Hina Yamato y todos los
demás involucrados en la maravillosa adaptación manga; y a mi amada familia,
particularmente mi hermana mayor. Muchas, muchas gracias. Y por encima de todo, me
gustaría agradecer otra ronda de agradecimientos a mis lectores. Muchas gracias a todos
por leer mi historia hasta su quinto volumen. La única manera que se me ocurre para
realmente retribuirles es escribir las más interesantes historias que puedo, así que planeo
seguir trabajando tan duro como pueda.

Rezo por que nos encontremos de nuevo.

El Rey Loco ha nacido.

220 | P á g i n a
Torture Princess
Volumen 5

¿El mundo terminará, o no lo hará?

¿Qué será de él y de ella?

221 | P á g i n a

También podría gustarte