El Nuevo Repertorio de La Acción Colectiva Merklen
El Nuevo Repertorio de La Acción Colectiva Merklen
El Nuevo Repertorio de La Acción Colectiva Merklen
Desde hace más de veinte años, las clases populares argentinas elaboran
nuevas formas de acción colectiva en respuesta a las profundas
transformaciones que, desde lo alto de la sociedad, desestructuraron sus
mundos de pertenencia. Ocupaciones ilegales de tierras, cortes de ruta,
revueltas y saqueos a comercios y a hipermercados se encuentran entre las
nuevas manifestaciones que progresivamente modificaron un «repertorio».
clásico que giraba masivamente alrededor de los sindicatos y de los partidos.
Tras haber hecho referencia a las tensiones a las que se vio sometida la
democracia como consecuencia de la fractura social y a los desafíos que la
desafiliación impone a la sociología política, nos proponemos explorar más
profundamente estas transformaciones sociopolíticas desde el punto de vista
de los sectores populares.
Como hemos visto, desde el año 2000 la opinión pública mostró una cierta
sorpresa frente a la creciente movilización social, sorpresa que alcanzó
también a las ciencias sociales, tal vez demasiado habituadas a la «pasividad»
que se había atribuido a las clases populares durante toda la década de
1990. En este capítulo me propongo responder a dos tipos de preguntas. Por
un lado, trataré de dar cuenta de estos cambios en los «repertorios de acción
colectiva»1. ¿Cómo se operan? ¿Cuáles son las características de este nuevo
abanico de movilización, sin dudas heterogéneo? ¿Cuáles son los cambios
1 Tilly considera que las personas disponen de una cantidad limitada de medios aceptados
para expresar sus reivindicaciones. Este «repertorio» de herramientas para la acción se
forjó en luchas anteriores y caracteriza una época. Puede verse así que los repertorios
favorecen ciertas luchas frente a ciertos oponentes pero al mismo tiempo restringen otras
posibilidades de acción reivindicativa o de protesta. Cf. Tilly, Charles, The Contentious
French. Four Centuries of Popular Struggle, Harvard University Press, Cambridge,
Massachusetts, 1986, y Les révolutions européennes 1492-1992, Seuil, París, 1993. [Hay
versión española: Las revoluciones europeas, 1492-1992, trad.: Juan Faci, Crítica, Barcelona,
1995.]
en la sociabilidad de las categorías populares que estas movilizaciones A continuación presentaremos tres de los principales elementos que
manifiestan? ¿Cuáles son las perspectivas de evolución de estos movimientos caracterizan a las nuevas clases populares: su relación con el Estado y con
sociales y cuál puede ser su impacto sobre la sociedad argentina y su régimen las instituciones públicas, sus modos de integración fuertemente marcados
democrático? Por otro lado, intentaré volver sobre esta sorpresa de la opinión por una «inscripción territorial»2 y su matriz cultural, que caracterizaremos
pública frente a una movilización que, sin embargo, tenía lugar desde hacía como «cosmológica» y «relacional»3. Esta caracterización de las clases
largo tiempo. ¿Cuál es la responsabilidad de las ciencias sociales en la populares nos permitirá, en el cuarto apartado del capítulo, dar cuenta de su
incomprensión de una nueva relación con la política de las clases populares nueva «politicidad», de una nueva forma de política construida en la tensión
argentinas? Tras explorar la manera en la que los intelectuales argentinos entre la «urgencia» y el «proyecto» así como en la relación de las clases
piensan la movilización popular, nos dedicaremos aquí a presentar esta populares con las tradiciones políticas. En este sentido, retomaremos el hilo
movilización a partir de la imagen que ella nos ofrece desde otro punto de del primer capítulo, puesto que esta politicidad no puede ser aprehendida por
vista. ciencias sociales excesivamente obsesionadas por una concepción de la
En primer lugar, nos vemos obligados a abandonar cuanto antes una ciudadanía desprovista de contenido sociológico. Éste es el marco en el que
hipótesis basada en una «evidencia» que esconde mal el carácter mecánico intentaremos visual izar las perspectivas de evolución de los movimientos
de la explicación: enfrentadas a una crisis fatal, las personas se habrían populares.
decidido «por fin» a salir a la calle. Propongo, en cambio, la hipótesis según
la cual las respuestas a estas cuestiones no pueden ser halladas más que
sobre la base de un doble registro. Claro está que las nuevas formas de Las clases populares de una Argentina extinguida
acción colectiva responden a las transformaciones operadas tanto a nivel de
la estructura social como a nivel de las modalidades de inscripción social de Las transformaciones llevadas a cabo en la estructura social son de tal
los sectores populares. Así pues, es necesario tener en cuenta la importancia amplitud que han trastocado de forma inédita el mundo popular que la Argentina
de la desestabilización radical del modelo de integración social en el que se había conocido desde los años cuarenta. Comprender en la actualidad ese
formaron las identidades populares en Argentina. El primer apartado de este mundo popular obliga a inscribir nuestra visión en el marco de una
capítulo intenta determinar en qué medida la Argentina de hoy responde a las «problematización histórica de las cuestiones actuales».4 En otros términos,
dinámicas entrelazadas en su pasado. para volver inteligible nuestro objeto debemos dar respuesta a la siguiente
En segundo lugar, sin embargo, intentaremos no considerar las nuevas pregunta: ¿cuándo y cómo se inician los procesos en los que las clases
formas de movilización colectiva exclusivamente en términos «reactivos», es populares se encuentran circunscriptas en el presente? La problemática actual
decir, como una respuesta más o menos compleja a cambios estructurales de los sectores populares en Argentina se constituye en el momento en que
o a desarrollos históricos. Las nuevas manifestaciones colectivas que pueden
observarse entre las clases populares deben ser consideradas en su
«positividad», en tanto ellas expresan positivamente no una nación ya
desaparecida, sino una sociedad en tiempo presente en la que vive, en gran
2 Cf. Merklen, Denis, «le quartier et la barricade. le local comme lieu de repli et base du
medida, la Argentina que vendrá. rapport au politique dans la révolte populaire en Argentine», en L’Homme et la Société N°
143-144, l’Harmattan, París, 2002, pp. 143-64. [Hay edición en español: «Sobre la base
territorial de la movilización popular y sobre sus huellas en la acción», en Laboratorio on
line, año IV, N’ 16, diciembre de 2004, en http://www.catedras.fsoc.uba.arlsalvia/lavbo.htm
3 Semán, Pablo, «Cosmológica, holista...”
4 ‘’Si el presente no es sólo contemporáneo, es necesario hacer una historia del presente,
es decir reactivar la carga del pasado que se encuentra en el presente. Es necesario
entonces hacer algo como una genealogía del presente o una problematización histórica de
las cuestiones actuales.» Castel, Robert, «Présent et généalogie du présent. Penser le
changement d’une forme non évolutionniste», en Au risque de Foucault, Centro Pompidou,
París, 1997, pp. 161-9.
comienza la desalarización y el retiro masivo del Estado social, con el corolario con una disminución drástica de los obreros entre las clases populares. El
de una pauperización y una fractura social sin precedentes. El momento segundo fenómeno se refiere a la reducción del sector público, proceso que
emblemático que inaugura este período es el último golpe militar de 1976, se inicia igualmente a partir de 1976 y se acelera en los años noventa con el
pues es entonces cuando se abrió un proceso que sólo se cerraría con la programa integral de privatización de las empresas públicas y de achique
caída del gobierno de Fernando De la Rúa, en diciembre de 200l. Este período directo del tamaño del Estado. Por un lado, este retiro del Estado provocó
de «descomposición» (1976-2001) había sido precedido por un período de una importante reducción del número de funcionarios, lo que amputó
«construcción» que se extendió, no sin discontinuidades, a lo largo del siglo drásticamente su presencia de las clases populares; por otro lado, esto último
XX (hasta 1975), con momentos clave como la salida de la crisis de los años se tradujo en un cambio profundo de la relación de las clases populares con
treinta y los dos primeros gobiernos peronistas (1946-52 y 1952-55). el Estado y con la política. No debe olvidarse que desde el primer peronismo
Intentaremos identificar las razones de la descomposición.5 las clases populares se socializaban a través de la relación estrecha que
La catástrofe de una sociedad anteriormente integrada permite ver el carácter sus organizaciones políticas y sindicales mantenían con el Estado, y que
radical de las transformaciones operadas: la pobreza alcanza a más del este vínculo tenía un impacto directo sobre la organización de la vida cotidiana
cincuenta por ciento de la población, la proporción de desocupados se de esos «trabajadores” 8.
multiplicó por cuatr06 y el número de trabajadores «informales» se volvió Este último mecanismo nos revela la segunda característica de una
superior al número de asalariados formales: a partir de la crisis, la proporción Argentina que ya no existe o que «ya fue». Con el gobierno de Carlos Menem
de asalariados «clásicos» no supera el 30% de la población económicamente (1989-1999), la Argentina abandonó definitivamente el modelo de intervención
activa. Todo esto en un país que no había conocido el desempleo masivo y del Estado a través del cual se habían regulado la economía y las relaciones
donde la pobreza urbana era estimada en el 3% de la población (en 1970, sociales fundamentales. Ese modelo de regulación social había permitido
según la CEPAL). En la actualidad, los ingresos promedio del 10% más rico una estabilización de la sociabilidad de las clases populares durante cinco
son 30 veces superiores a los del 10% más pobre (quienes no perciben más décadas (1940-1989).9 En primer lugar, esta estabilización de los modos de
que el 1,8% del total de los ingresos), lo cual coloca al país entre los peores vida populares es resultado de la extensión de la relación salarial (que abarca
sistemas de distribución de la riqueza de la región, junto a Brasil o Chile, y lo a más del 70% de la población económicamente activa desde los años 194010)
aleja cada vez más del grupo de sistemas más equitativos en los que se y, en segundo lugar, refleja la construcción de un conjunto de protecciones
encontraba, junto a Uruguay y Costa Rica, hasta los años ochenta.
18
Los piquetes
Para una descripción de los primeros saqueos en la crisis hiperinflacionaria de 1989, Cf.
Prévót Schapira, Marie-France, «Pauvreté, crise urbaine et émeutes de la faim dans le Grand
Buenos Aires», en Problemes de /’Amérique latine N’ 95, París, 1990. Hacia el mes de junio de 1996, en dos pequeñas ciudades petroleras de la
19
En 1983, al final del régimen militar, la prensa publicó fotos de niños victimas de la desnutrición provincia de Neuquén (Plaza Huincul y Cutral-Co) entra en escena lo que
hospitalizados en Tucumán. Es la prueba dada en ese momento de las consecuencias
sería considerado cinco años más tarde una de las principales modalidades
sociales de la política económica de la dictadura. Sin embargo, la localización de este
fenómeno en una provincia «lejana» del noroeste limitó el impacto político del acontecimiento.
El carácter masivo del empobrecimiento se expresó por primera vez en 1989 en plena crisis
hiperinflacionaria.
20
Sigal, Silvia y Kessler, Gabriel, «Comportements et représentations face a la situation de
dislocation des régulations sociales: I’hyperinflation en Argentine», en Cultures & Conflits N’
24/25, invierno-primavera de 1996-1997.
21
“Convertibilidad’ es el nombre dado a la política monetaria asociada a una estrategia de
«currency board» puesta en práctica en 1991 por el gobierno de Carlos Menem. De manera
22
más general, se llama así al conjunto de la política económica del período menemista (1989- Sobre esta modalidad de acción colectiva, véase el remarcable análisis realizado por
1999), centrada en esta estrategia monetaria pero también en la apertura de los mercados, Marina Farinetti sobre el santiagueñazo, la revuelta de la provincia de Santiago del Estero en
con un vasto programa de privatización y de desregulación de las relaciones salariales. 1992: Farinetti, Marina, «Violencia y risa ... « y «Los significados del... «.
de la acción colectiva de las clases populares argentinas; el piquete. Frente que forman parte de esos movimientos, es reconocido por el Estado como
a la amenaza de cierre de los pozos petroleros a partir de la privatización de un trabajo de interés comunitario. A partir de entonces, el reconocimiento de
la empresa estatal YPF, los habitantes cortaron la ruta que atraviesa esos las nuevas organizaciones como actores sociales se convirtió en un hecho
pueblos (y que une las ciudades de Neuquén y Zapala) para exigir una solución instalado en la opinión pública. Madurado durante diez años gracias al trabajo
a su suerte. El corte duró varios días y los piqueteros debieron enfrentar a la de las organizaciones de base territorial, el nuevo juego político en el que las
gendarmería antes de poder negociar, primero con un juez y luego con las organizaciones populares toman parte activa comenzaba así a consolidarse
autoridades. Este método fue retomado algunos meses más tarde en otra hacia fines de los años noventa.
ciudad petrolera igualmente amenazada, esta vez en el norte del país, en la
provincia de Salta; General Mosconi. En los años que siguieron, el piquete
se transformó en un método extendido sobre todo el territorio como forma de Las claves del nuevo repertorio: inscripción territorial y políticas
protesta adaptada a las nuevas condiciones sociales. Un punto de inflexión sociales
se produciría en el año 2000 cuando un piquete cortó durante un mes la ruta
nacional 3 a la altura de La Matanza, el distrito más grande del Gran Buenos ¿Qué es lo que nos autoriza a unificar estas formas dispersas de
Aires.23 El episodio es importante puesto que a partir de ese momento el movilización bajo la etiqueta de un repertorio? Aun cuando la noción de «nuevo
método se consolidó como forma de acción y porque se produjo el repertorio» haya sido esbozada, sus usos habituales en la literatura sobre la
reforzamiento de un grupo de organizaciones identificadas como piqueteras. Argentina realizan sólo una constatación empírica del hecho de que nuevas
¿Qué es lo que se encuentra en el origen de este cambio? Los piqueteros formas de acción se agregan a la acción de los viejos sindicatos o la
llegaron a constituirse en gestionarios de políticas sociales, en un actor de reemplazan, sin que una conceptualización permita comprender por qué esas
peso sobre arenas públicas locales y nacionales, y en una de las voces de acciones constituyen un repertorio y no un simple inventario. Querría proponer
mayor resonancia en el espacio público. aquí algunos elementos de respuesta a la cuestión del repertorio. Más allá
Desde entonces, estas organizaciones administrarían una parte importante de los aspectos que las diferencian, estas acciones encuentran su unidad
de los planes Trabajar, una prestación que el gobierno entrega a los parcial en algunos atributos comunes de las nuevas clases populares, en
desocupados a cambio de un trabajo comunitario (en el marco de un programa especial en las relaciones que las constituyen y en la orientación de las
cofinanciado por el Banco Mundial 24). Este reconocimiento de la militancia acciones que ellas realizan.
piquetera constituye una innovación política importante, ya que a partir de
entonces orientaría todas las luchas: participar de una organización de
piqueteros, y en especial de una de los cientos de asociaciones barriales Desafiliación y políticas sociales
25
Puede notarse que, más allá de esta iniciativa del PAN, el radicalismo no supo establecer
26
un vínculo a través de este tipo de política pública, y de esta forma se coartó la posibilidad de Aun cuando los montos destinados a las políticas de asistencia social aumentaron (lo cual
construir una relación con los sectores populares. Cf. Prevót Schapira, Marie-France, «Du es el caso hasta 1998), se revelaban crecientemente ineficaces debido a la desinversión en
Welfare á I’assistance: la decentralisation de I’intervention sociale en Argentine», en Cahiers el conjunto del sector público y por tanto a la desestructuración del sistema de protección
des Amériques latines N° 15, París, 1994, pp. 29-50. social ya evocada.
«¿Qué hace un piquetero cuando no está en el piquete? Y ... va a trabajar distritos populares del con urbano son al mismo tiempo tierra de múltiples
todos los días en el comedor comunitario y participa en la panadería organizaciones barriales, parroquias, iglesias pentecostales, centros de salud
comunitaria [...] Acá la mayoría de la gente tiene como ocho hijos, así que es o escuelas, manzaneras29, diferentes ONG, agrupaciones diversas formadas
imposible darles de comer o vestirlos. Entonces, es una manera de enfrentar alrededor de equipos de fútbol, de la música, de la droga y de fracciones
la crisis. [...] Es por eso que los comedores funcionan, es una necesidad políticas, no solamente peronistas. Cada uno de estos grupos participa de
real de la gente. Es el único medio de darles algo de comer a los pibes. La dinámicas específicas con reglas y recursos propios, lo cual mirado con una
ayuda que nos da el gobierno es insuficiente. Ellos nos mandan mercaderías excesiva exterioridad es imposible de unificar30
cada quince o veinte días... Y cuando no hay más, salimos a cortar la calle.
Es por eso que estamos todo el tiempo en la calle.»27 La inscripción territorial
Un universo organizacional heterogéneo Esta trama social compleja no puede estructurarse más que a nivel local,
y configura lo que proponemos llamar «la inscripción territorial»31 de las clases
Un segundo elemento unificador de las experiencias populares se encuentra populares, que es el tercer elemento común a ellas. Desde comienzos de
paradójicamente en su carácter heterogéneo, en que la diversidad de los años ochenta, y en especial a partir de los años noventa, se desarrollaron
experiencias no puede ser aprehendida sólo a partir de la dimensión episodios de cooperación, movilización y protesta colectivas que encontraban
económica. La «heterogeneidad social de las pobrezas»28 se explica, por un su centro organizativo en el barrio. Esta figura de lo local se convirtió
lado, por la multiplicidad de trayectorias: en el mismo territorio de pobreza se progresivamente en el principal componente de la inscripción social de una
encuentran tanto quienes viven en una villa desde hace cuatro generaciones masa creciente de individuos y de familias que no pueden definir su status
como los habitantes de un asentamiento vecino que se vio recientemente en social ni organizar la reproducción de su vida cotidiana exclusivamente a
la necesidad de ocupar tierras ilegalmente. partir de los frutos del trabajo. El proceso de «desafiliación»32 que alcanzó a
Más allá de esto, la heterogeneidad se explica por la multiplicidad de esta parte importante de las clases populares compuesta mayoritariamente
pertenencias en las que se encuentran inscriptos los individuos, lo cual se va por hogares jóvenes encuentra un sustituto (que no es casi más que un
volviendo más y más significativo que el carácter (residual) de las trayectorias parche) de reafiliación en la inscripción territorial.
a medida que el tiempo pasa para los individuos y para la sociedad. Los
27
Este testimonio abre un Interrogante que hacemos nuestro y que es también una de las 29 Las manzaneras son delegadas de manzana de un programa de asistencia lanzado por
preguntas centrales respecto de la posible evolución política de la movilización. ¿Cómo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde. en 1994. Son alrededor de
interpretar esta situación? ¿Es un ejemplo de la situación de dependencia frente al Estado, 30.000 mujeres que distribuyen la ayuda alimentaria en 2.400 barrios del conurbano. El
situación que éste controla mejor en la medida en que el empobrecimiento aumenta? O, al programa recibía 200 millones de dólares por año.
contrario, ¿es una prueba del aumento de la capacidad de movilización de las clases 30 Es con esta «exterioridad» que las ciencias sociales observaron las clases populares en
populares y de la construcción progresiva de un «actor» frente al Estado? Volveremos Argentina en los últimos veinte años. Volveré sobre este punto en la última sección del
sobre estas preguntas. capitulo.
2B
Miguel Murmis y Silvio Feldman habían llamado la atención tempranamente sobre el riesgo 31 Merklen, Denis. Inscription territoriale ...
de homogeneizar la situación social de los sectores populares bajo la noción de pobreza, 32 Retomamos aquí el concepto desarrollado por Robert Castel en su significación más
riesgo claramente presente en las primeras publicaciones sobre la pobreza en la Argentina. general. a la vez como descomposición de un sistema de integración social (desde el punto
CI. Murmis. Miguel y Feldman, Silvio, «La heterogeneidad social de las pobrezas», en Minujin, de vista societal) y como pérdida de las inscripciones colectivas (desde el punto de vista de
A. et al., Cuesta abajo. Los nuevos pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina. los trabajadores o de los individuos), Castel, Robert, Les métamorphoses de la question
UNlcEF/Losada, Buenos Aires, 1992, pp. 45·92. social. Un chronique du salariat, Fayard, París, 1995. [Hay traducción al español: Las
metamorfosis de la cuestión social, Paidós, Buenos Aires, 1997.]
más que «un saco de patatas» (según la célebre metáfora empleada por
Un hogar de un barrio pobre del Gran Buenos Aires no vive más que Marx para describir el campesinado francés del siglo XIX), es decir, un conjunto
parcialmente de los ingresos del jefe de hogar y del de los demás miembros social conformado por elementos que no comparten ningún vínculo entre
activos de la familia. A esto agrega los recursos provenientes de las políticas ellos.
sociales bajo la forma de dinero o especies (leche, alimentos, medicamentos, Desde siempre, la ciudad ha constituido un recurso importante para
chapas o vestimentas), a los que se accede gracias a la inscripción en aquellos sectores de las clases populares desprotegidos y con salarios
estructuras de vecinazgo, en las cuales todo es objeto de intercambio. Existen insuficientes. Familias de obreros, marginales, informales, pobres o
además las actividades informales e ilegales más diversas (changas, limosnas, desocupados, han sabido hacer de la ciudad una fuente importante de
limpieza de parabrisas en los semáforos, robos o tráficos varios).33 recursos y protecciones.
Las familias logran «redondear» sus ingresos precisamente en el barrio.
Sobre esta base, participan en la vida política a través de organizaciones La cultura popular
barriales que se muestran cada vez más eficaces para obtener beneficios de
las nuevas políticas sociales. Los barrios se constituyen de. esta forma en Finalmente, esta recomposición de los mundos populares constituye un
lugares de valorización social, por la cuota de prestigio (o de estigma) que aspecto importante de la producción cultural que puede observarse a nivel
aporta cada uno. La multiplicación de las afiliaciones a nivel local funciona barrial. La expresión más clara de esta dimensión se encuentra en la nueva
como un seguro social de múltiples dimensiones que permite a los individuos y prolífica producción simbólica, puesto que en ella puede observarse cómo
hacer frente a los riesgos de un presente permanente. Este presente se se construye positivamente (y no sólo como acción reflejo de la crisis) el
estabiliza en la construcción de una solidaridad social estructurada localmente, complejo y nuevo mundo popular argentino. Es el caso de la difusión de la
en la que los círculos de pertenencia se entrecruzan como los conjuntos en nueva religiosidad, marcada entre otras cosas por la proliferación del
un diagrama de Wenn, y en el cual los intercambios se organizan bajo la pentecostalismo y en especial por la renovación de las prácticas católicas.
forma de una «sociedad de racimos» donde los granos aparentemente aislados Como lo ha señalado Pablo Semán, esta nueva religiosidad participa de la
se encuentran ligados por fuertes pedúnculos. Por último, es por esta vía de configuración de una matriz cultural «cosmológica» y «relacional»35 y se
lo local que los individuos y las familias entran en relación con las instituciones manifiesta en un primer atisbo por el desarrollo de una multiplicidad de
públicas (la escuela, los servicios públicos, las políticas sociales), lo cual sincretismos a través de los cuales las pertenencias y las prácticas religiosas
significa una transformación mayor en las formas hasta entonces comunes se articulan en un juego de reinterpretación recíproca con el rock, con la
de socialización y de ciudadanía. bailanta y con formas tradicionales de la política, como el peronismo.36 El
Dicho esto, es necesario saber que esta multiplicación de las afiliaciones carácter relacional de la cultura popular se percibe a través de la prioridad
no debe ser comprendida como el resultado de una sociabilidad caótica y que otorga al colectivo (la familia ocupa el primer lugar, los otros círculos
aun menos como el producto de una racionalidad incoherente o anómica, vienen después) sobre el que se erigen los individuos.37 Estas matrices
sino como la producción de una forma específica de solidaridad y de simbólicas permiten reordenar el mundo en un sistema de jerarquías más
normatividad. En este sentido, la densidad del territorio local en la ciudad
permite a las clases populares escapar parcialmente al riesgo de no constituir
35
Según los desarrollos de Pablo Semán, esta matriz es en realidad, además de «cosmológica
y relacional», «holista», en el sentido de que permite la armonización de principios y de
33
He realizado una descripción de las lógicas de movilización que organizan estas estrategias valores diversos, la integración de fenómenos «físicos y morales» y la prioridad del colectivo
a través de la metáfora de la «lógica del cazador». Cf. Merklen, Denis, «Vivir en los márgenes: sobre los individuos. Centro aquí mí argumento sobre dos de estas características. Cf.
la lógica del cazador», en Svampa, M. (ed.), Desde abajo. Las transformaciones de las Semán, «Cosmológica, holista y ...».
36
identidades sociales, Biblos, Buenos Aires, 2000, pp. 81-119. Semán, Pablo y Míguez, Daniel, op. cit.
34 37
La imagen ha sido acuñada por Ndione, Emmanuel, Dakar, une société en grappe, Khartala- Tenemos aquí una pequeña divergencia con la evaluación que Pablo Semán hace de la
Enda Graf, Paris-Dakar, 1993 (1° ed.: 1987). En este punto, los barrios pobres de la Argentina cultura popular en relación con el individuo. Según él, existiría tal prioridad de lo colectivo
no se distinguen en nada de los de otras sociedades en las cuales ni las instituciones ni el sobre el individuo, que este último tendría dificultades para emerger. Volveremos sobre este
mercado son suficientes para la reproducción social de los sectores populares. punto en los dos últimos capítulos.
adaptadas (es su aspecto cosmológico) y dar un sentido aprehensible a la por parte de los dirigentes sindicales de una vía de organización de todos los
multiplicación de las prácticas relacionales. que han quedado fuera del mundo del trabajo.41 Con una evolución similar,
otro dirigente barrial importante, también proveniente de los asentamientos
Las organizaciones de base territorial en la nueva relación con la de La Matanza, Juan Carlos Alderete, se integró a otra corriente sindical (la
política Corriente Clasista y Combativa, CCC42). Aun cuando poseyera menor
representatividad, esta corriente aparecía en la arena pública como uno de
Esta transformación en la sociabilidad de las clases populares fue los principales voceros de las demandas de trabajo, haciendo de la
rápidamente percibida por el Estado, que impulsó sin demora, desde 1985- desocupación el centro de sus acciones. Como ya ha sido señalado, en
87, una reorientación de las políticas sociales, entre las cuales resultaron noviembre del año 2000 se organizó un piquete que cortó durante un mes la
más exitosas aquellas que tomaron en cuenta la participación de las importante ruta 3 a la altura del distrito de La Matanza. Los dos dirigentes
organizaciones de base territorial. En este sentido, sectores de la Iglesia mencionados estuvieron en el origen de este movimiento que concluyó con
católica aparecen como el otro gran actor que comprendió esta transformación una asamblea de grupos de piqueteros, y no es por azar que los dos hayan
en la politicidad de las clases populares, en especial en su anclaje territorial. encontrado sus mejores armas y el grueso de sus bases de apoyo en este
Es así cómo los» curas de base», las capillas y las comunidades eclesiales populoso distrito del oeste del conurbano bonaerense. Los resultados
de base se encuentran presentes en casi todos los rincones de casi todos inmediatos de esta acción fueron el reconocimiento de las que en adelante
los barrios, proveyendo una buena parte de los militantes y de las orientaciones serían llamadas «organizaciones piqueteras» como actores legítimos de la
políticas.38 gestión de las políticas sociales y la unificación de la mayor parte de las
Es precisamente en esta brecha abierta a nivel barrial donde comienzan a organizaciones barriales alrededor de estos dos líderes, que se convirtieron
engendrarse algunos de los procesos de movilización que se desarrollaron a así en importantes voces del espacio público.
partir de la segunda mitad de los años noventa. Hacia 1996, uno de los Los estallidos, las revueltas y los saqueos se desarrollan sobre estas
principales dirigentes de los asentamientos, Luis D’Elía, se afilió a una estructuras organizacionales complejas, que combinan lo que queda de los
escisión renovadora de la central obrera (la Central de los Trabajadores sindicatos, de los partidos y de las iglesias con grupos de base territorial de
Argentinos, CTA39) y, al crear la Federación de Tierra y Vivienda (FTV40), un modo que puede parecer sorprendente para un observador externo (ya se
inició una acción destinada a incorporar la dimensión territorial en las trate de un sociólogo o de un periodista), simplemente porque la relación de
estrategias sindicales, lo que se unía a una búsqueda hasta ahora infructuosa exterioridad que se tiene con las clases populares (la situación de
«extranjero», en el sentido que Georg Simmel ha dado a este término) impide
38
observar esos mundos locales hasta el momento en que afloran a la superficie
No trataremos aquí este aspecto en detalle, que ya hemos analizado en otra parte (Merklen,
Denis, Asentamientos en ... e Inscription territoriale ... ). Es necesario decir, por otra parte, de un espacio público sordo a las manifestaciones de quienes ya tenían la
que no se ha realizado ningún estudio en profundidad sobre el rol de la Iglesia católica y su cabeza bajo el agua desde hacía más de una década. Esta exterioridad, y la
presencia en los barrios (los trabajos que se acercan mas al tema son los de Pablo Semán,
que tratan sobre la religiosidad de las clases populares pero en especial a través de un
41
trabajo de campo sobre las iglesias pentecostales). Un estudio profundo de esta presencia Ésta fue una de las inquietudes mayores de Germán Abdala, líder fundador de la CTA. Cf.
de la Iglesia en el movimiento popular es un trabajo que queda por hacer. Murmis, Miguel, ponencia para el coloquio «Penser les dilemmes de l’Argentine contemporaine»,
39
La CTA reúne sobre todo a los sindicatos de empleados públicos y de la educación IHEAL/Sorbonne Nouvelle, París, mayo de 2001. Debe recordarse aquí que el militantismo de
nacional. Esta central representaba el ala «progresista» de la tradicional CGT hacia fines de izquierda (de inspiración católica. marxista o peronista, y sus expresiones sincréticas) tuvo
los años 1980. Se propone mantener la independencia política (la CGT forma parte del un componente» basista» que buscó en el trabajo barrial de las villas una fuente de acción,
movimiento peronista desde los años 1940) y se opone a la ofensiva neoliberal. corriente importante en los años sesenta y setenta. Aunque el «basismo» puede ser visto
40
La FTV es la mas pujante de las experiencias salidas del trabajo militante llevado a cabo en como un antecedente de la territorialización de la política, esta estrategia no sería sino
los barrios a partir de los asentamientos de los años 1980 y 1990. Este grupo se desarrolla “marginal” hasta la segunda mitad de los años ochenta.
42
en el marco de un vinculo importante (aunque conflictivo y no orgánico) con un número La CCC une una nueva central obrera con fuerte implantación en ciertas provincias del
significativo de militantes cercanos a los curas herederos de los preceptos del Concilio noroeste y las organizaciones barriales del conurbano bonaerense surgidas de la experiencia
Vaticano II y de las teologías de la izquierda latinoamericana. En la actualidad, la FTV forma de los asentamientos. Se encuentra ligada al Partido Comunista Revolucionario, de inspiración
parte de la CTA en tanto que «sindicato territorial». maoísta.
imposibilidad de observar que le está asociada, se encuentra estrechamente Este aspecto es importante puesto que permite aprehender mejor la tensión
ligada a la concepción restringida de la política que examinamos en el en la que se encuentra la acción colectiva, en el marco de una articulación
capítulo 1. entre los términos de «urgencia» y de «proyecto». Escapamos así a la
El desarrollo de las organizaciones piqueteras y la apropiación de la alternativa errónea en la que se tiende a emplazar la relación de las clases
metodología del piquete por parte de cientos de organizaciones barriales de populares con lo político: ciudadanía versus clientelismo. Cuando la
diversos suburbios de la Argentina hicieron visible y audible a nivel nacional movilización es conducida por organizaciones que perduran, estables, éstas
una nueva politicidad que se desarrollaba territorialmente desde hacía largo se ven enfrentadas a la doble exigencia de construir un proyecto colectivo
tiempo. El desarrollo de las organizaciones piqueteras, que comenzaron a capaz de guiar las acciones y de organizar sus bases y de responder a la
manejar partes importantes de la asistencia social y a articularse como urgencia producida por el agravamiento cíclico de las condiciones de miseria
verdaderas redes en el territorio nacional, permite conjugar los sustantivos y por el hecho de que la reproducción de lo cotidiano depende de los recursos
de la acción colectiva como los verbos de un mismo repertorio: la ocupación controlados por el sistema político. En la posibilidad o imposibilidad de
de tierras y las organizaciones barriales buscan promover una solidaridad encontrar una solución a esta tensión se juega la evolución de los movimientos
local y comunicarse con el sistema político; los estallidos intentan decir sociales.
ibasta! y restablecer los límites morales frente a la corrupción, al Así pueden comprenderse mejor las dos tendencias que se han perfilado
disfuncionamiento político y los nepotismos múltiples; los saqueos constituyen recientemente en el seno de la movilización de los piqueteros, en tanto éstas
una explosión de rabia y una manifestación invertida de la fractura social; el expresan la tensión que aquí discutimos. Por un lado, existe un conjunto de
piquete, por último, procura dar expresión a una existencia social reprimida y organizaciones que emergen hacia fines de los años noventa, más o menos
articular una nueva demanda social en la cual se buscaba establecer un directamente ligadas a los partidos de la izquierda marxista más tradicional
vínculo de nuevo tipo con el Estado. o a otras variantes de la izquierda (peronista, por ejemplo, o simbólicamente
No es por azar, entonces, que la acción de base territorial haya sido la ligada a los movimientos guerrilleros de los años sesenta43), a las que se les
cuna de los principales dirigentes del «movimiento piquetero»: la lucha por el suman una constelación de pequeños grupos autónomos no ligados a ningún
«derecho a la ciudad» y por las políticas sociales los había preparado lo partido político. Este primer conjunto es claramente minoritario en el seno
mejor posible para luchar en las nuevas condiciones sociales y frente al del movimiento social y mantiene su anclaje principal en algunos distritos de
nuevo Estado que encontrarían como interlocutor. Tres rasgos comunes la zona sur del con urbano y en algunos barrios de la capital, así como en las
identifican el piquete, el estallido y el saqueo: la exterioridad respecto de las provincias del noroeste del país (en especial en Salta). Esta vertiente está
relaciones salariales clásicas, el anclaje territorial y una nueva relación con compuesta por múltiples pequeños grupos no unificados en una sola
el Estado, basada en el conflicto por la distribución de una ayuda social organización y con poca influencia sobre el resto del país (algunas encuestas
cuyos recursos son tan indispensables como escasos e insuficientes. les atribuyen cerca del 10% de las personas movilizadas en los piquetes44).
49
Se encuentran en esta perspectiva los trabajos recientes de Javier Auyero (cf. La protesta,
cit. supra, así como los de Federico Schuster y Sebastián Pereyra, op. cit. En relación con
48
Una pregunta permanece abierta respecto de las clases medias. ¿Que pasará con ellas los trabajos de Auyero, es interesante observar la evolución de su obra. De una primera
una vez que la Argentina salga de la crisis económica? Esta salida puede hacerse por la vía época en la que privilegiaba el «clientelismo» como factor central en la comprensión de la
de una aceptación de la fractura social, que ha sido la vía escogida e iniciada por el relación con la política de las clases populares, se ve un cambio hacia los trabajos más
menemismo para salir de la crisis de la hiperinflación. La evolución de las organizaciones recientes, en los que pone el acento en la «beligerancia» de la movilización. Parece así
populares depende en gran medida de su capacidad para construir una alianza con las oscilar, en alternancia, de uno a otro de los dos términos que aquí preferimos considerar
clases medias. como concomitantes y constitutivos de una tensión.
su acción (en especial los pequeños grupos ligados a las diversas izquierdas se lo moviliza generalmente en filosofía política, el concepto de «ciudadanía»
radicales). Esta perspectiva, sin embargo, olvida particularmente el hecho de opera como un «obstáculo epistemológico» que vuelve difícil la comprensión
que la movilización actual se articula alrededor de la construcción de una de la politicidad que las clases populares desarrollan al mismo tiempo que
nueva demanda social hacia el Estado. Por supuesto, en este proceso los intentan responder a las necesidades de una nueva sociabilidad. En este
actores colectivos deben prepararse para protestar, pero con la misma energía sentido, las ciencias sociales deben aún consagrarse a un trabajo de
que deben utilizar en su preparación para convertirse en actores de gestión acumulación descriptivo y problematizador del nuevo marco de relaciones
de políticas sociales. sociales en el que ingresó el país. En tiempos de la apertura democrática, ya
Más generalmente, el deterioro social y la situación de urgencia material habían cometido un primer error al creer que las nuevas manifestaciones
en la que se encuentran las familias de las clases populares las coloca en colectivas observadas por entonces (desde los movimientos de defensa de
una posición de dependencia frente al Estado, así como en la obligación de los derechos humanos hasta las ocupaciones ilegales de tierras, pasando
encontrar una vía de negociación en la arena política. Y más profundamente, por el rock nacional) constituían «nuevos movimientos sociales» portadores
las clases populares han desarrollado un tipo de relación con la política en la de una renovación democrática por oposición a un movimiento sindical mirado
que la defensa de sus estructuras de solidaridad territorial (de la familia a la con desprecio y desconfianza y calificado de «corporativo»51 Y volvieron a
vecindad, ya sea a través de los grupos religiosos, de las organizaciones equivocarse cuando se convencieron de que la acción colectiva no podía ser
barriales de todo tipo, de las sociedades de fomento, de las mutuales, de los pensada y esperada más que a partir del islote del Individuo, concebido como
clubes deportivos o de los locales partidarios, todos ellos parte de los tal con una I mayúscula. En gran medida, las ciencias sociales persisten en
«racimos» de la sociedad local) y de lo colectivo antes que lo individual se el error cada vez que esperan que los «argentinos» reencuentren la sustancia
combina con la herencia de una ciudadanía aprendida con la influencia del de la ciudadanía (por supuesto, estas visiones no permanecen encerradas
populismo (en la que otras formas de ciudadanía, en especial las provenientes en la universidad, sino que por efecto de la prensa se han extendido
de la izquierda, fueron destruidas por la última dictadura militar y por la sorprendentemente en la opinión pública de las clases medias). La politicidad
recuperación que la misma izquierda ha realizado de la experiencia de los de las clases populares es tributaría de la multiplicación de las afiliaciones y
años sesenta y setenta). de su vínculo con el Estado, mecanismos a través de los cuales esas clases
La acción colectiva es tributaria de una tensión en la que la construcción populares intentaban sobrevivir y no caer en el olvido. Esta dimensión de la
de estructuras relaciona les de base territorial se combina (de manera cultura popular corresponde a la formación de sujetos condicionados a
problemática) con la lucha por los derechos correspondientes más a un orden funcionar con principios de valor alternativos.52
extinguido y ya inexistente que a un nuevo proyecto de integración del que Nos encontramos frente al desarrollo de cosmogonías y de estructuras de
nadie alcanza a comprender cuáles serán los contornos.50 pertenencia complejas por parte de sujetos capaces de ponerse en relación
La imagen clásica de la ciudadanía a partir de la cual nos acercamos a las con un universo que exige el manejo de principios diferentes y no exclusivos
clases populares se encuentra teñida de una esencia normativa surgida en los diversos campos y en las diferentes situaciones de su participación
justificadamente de la lucha de la modernidad contra sus enemigos. Sin en la vida social. Aún más, la exterioridad con la que se relacionan con las
embargo, en Argentina esta confrontación se produce más que nada frente a
enemigos imaginados, pues nunca el combate contra la tradición tuvo aquí la
centralidad constitutiva que lo marcó en Europa. Aquí la democracia ha tenido
que luchar más bien contra sus enemigos modernos. Es así que, tal como
51
Encontramos varios ejemplos de este tipo de mirada en las importantes compilaciones
publicadas sobre el tema por Elizabeth Jelin en los años ochenta. Cf. Jelin, Elizabeth. Los
nuevos movimientos sociales, CEAL. Buenos Aires, 1985, y Movimientos sociales y
democracia emergente, CEAL, Buenos Aires, 1987.
52
La exigencia de «coherencia», que por otra parte no puede ser demandada a ningún
sujeto, es no obstante efectuada sistemáticamente por la sociología que observa el mundo
popular. Se exige así al pobre tener una visión coherente del mundo y dar opiniones
50
Merklen, Denis, «Le quartier...». Retornamos este punto en el capitulo siguiente. «racionales». con sentidos unívocos.
instituciones los lleva a proceder como «cazadores» en busca permanente
de una presa para llevar a su colectivo de pertenencia (la casa, el barrio, la
banda, la iglesia, el partido). Este punto es crucial en la comprensión de la 3
multiplicidad de sentidos con los que los sujetos se ponen en contacto con EL MOVIMIENTO DE LOS PIQUETEROS:
la política. La acción individual o colectiva es al mismo tiempo tanto SUPERVIVENCIA E INTEGRACIÓN
«estratégica» como «ideológica» o «expresiva». Es posible, al mismo tiempo,
participar en una red clientelista y reclamar por los derechos o protestar
contra la corrupción. Es perfectamente posible tratar al candidato por el que
se vota o por quien se hace campaña de corrupto, desde el momento en que
dicha elección ha sido determinada por un principio moral que defiende y
valoriza las únicas estructuras que hacen posible la supervivencia.
Podemos concluir que la democracia argentina juega su futuro en la
posibilidad de la articulación de movimientos sociales que representen a las
clases populares. Estos últimos, a su vez, juegan su existencia, por ensayo
y error, en un doble registro. Por un lado, tomando al Estado como oponente, Observaremos aquí la movilización popular a la luz de las transformaciones
luchan contra los condicionantes de la pobreza y contra los efectos de la sufridas por el mundo del trabajo y de las reformas introducidas en el dominio
desintegración social que ha destruido las modalidades tradicionales de estatal. Ellas se encuentran en el origen del cambio en la politicidad de las
inscripción colectiva. Pero, al mismo tiempo, luchan con su pasado: ¿Qué clases populares que ven así modificados sus repertorios de acción colectiva.
harán con su herencia peronista? ¿Cómo recompondrán la memoria de sus La nueva relación con lo político y las nuevas modalidades de la acción se
movimientos de izquierda? ¿Cómo capitalizarán la presencia de las iglesias descentran hacia lo local (o el barrio), donde los más carenciados encuentran
sobre el territorio barrial? Y, más profundamente: ¿qué harán con su experiencia una fuente de «reafiliación», modos de supervivencia, e incluso una base
de integración a través del trabajo? En el próximo capítulo exploraremos este para la recomposición identitaria. Este movimiento complejo es
punto fundamental del vínculo entre las movilizaciones colectivas y las particularmente visible en sociedades como la argentina, que han vivido una
modalidades de la integración social, y de los condicionantes impuestos a regresión social extraordinaria. En ese contexto, el primer objetivo de este
los movimientos sociales por las consecuencias de la desintegración social. capítulo es aportar nuevos elementos para la comprensión de la crisis general
que atraviesa la Argentina. Ellos deberían ponernos en condiciones de encarar
nuestro segundo objetivo, a saber, una descripción de las lógicas de
movilización colectiva en un contexto de descomposición acelerada de una
sociedad salarial.
A este fin, ubicaremos la movilización popular en el marco general del
problema de la integración social. Las transformaciones evocadas
anteriormente no son aquí sólo un telón de fondo o un contexto en el que
emplazar la acción. La lucha por la supervivencia, por el reconocimiento y
contra la inseguridad social dotan a la acción de un sentido cuya naturaleza
es indispensable descifrar. Ella se encuentra en el centro de aquello que
está en juego y que determina así la politicidad de las clases populares. De
un modo general, damos a leer aquí la política desde la perspectiva de la
integración social. En el caso argentino, ésta se encuentra representada con
la inscripción territorial en el centro del cuadro.