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La Creatividad y La Educación en El Siglo XXI

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Artículos de Reflexión

La creatividad y la educación en el siglo XXI

Creativity and Education in the XXI Century

Lady Diana Cárdenas Martínez 1 lcardenas449@unab.edu.co


Universidad Autónoma de Bucaramanga, Colombia

La creatividad y la educación en el siglo XXI


Revista Interamericana de Investigación, Educación y Pedagogía, vol. 12, núm. 2, pp. 211-224,
2019
Universidad Santo Tomás

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual


4.0 Internacional.

Recepción: 04 Septiembre 2018


Aprobación: 03 Diciembre 2018
DOI: https://doi.org/10.15332/25005421.5014

Resumen:
El afán evolutivo del siglo XXI, trae consigo nuevas necesidades educativas, avances en la tecnología,
industria, medicina, educación, entre otras; los cuales presentan grandes retos a una generación que
inicia con desafíos económicos, ambientales y sociales. Es así como este siglo cambiante demanda
soluciones urgentes que no pueden ser postergadas.

Por consiguiente, se hace necesario realizar un cambio de raíz en el pensar, actuar y ser de
las personas, proceso que se inicia en nuestra primera escuela “la casa” y por supuesto en
nuestros primeros años de escolaridad, por tanto, es importante que la educación sea
encaminada a la búsqueda de modelos pedagógicos, estrategias y métodos de enseñanza
innovadores.

Por lo tanto, la educación se encuentra frente a un gran reto y consciente de la importancia


de la capacidad creativa como una condición necesaria que lleva al ser humano a reflexionar
sobre su saber, actuar, realidad y responsabilidad.

En este sentido, se exponen los componentes del proceso educativo relevantes para el
desarrollo de la capacidad creativa: actitud creativa del docente, creación y utilización de
estrategias pedagógicas y didácticas en el aula de clase, fomento de los espacios creativos y la
incidencia de la creatividad como un valor cultural.

Palabras clave:
educación, creatividad, contexto, proceso educativo, modelos pedagógicos.

Abstract:
The 21st Century evolutionary eagerness brings new educational needs, advances in fields such as
technology, industry, medicine, education, among others; which present great challenges to a
generation that starts off with economic, environmental and social challenges. Thus this changing
century demands urgent solutions that cannot be postponed.

Therefore, it is necessary to make a deep change in the thinking, acting and being of people, a
process that begins in our first school "home" and of course in our first years of schooling,
then, it is important that education aims to look for pedagogical models, strategies and
innovative teaching methods.

So, education is facing a great challenge and aware of the importance of creative capacity as a
necessary condition that leads the human being to reflect on their knowledge, actions, reality
and responsibility.

Accordingly, the components of the educational process relevant to the development of


creative capacity are exposed: creative attitude of the teacher, creation and use of
pedagogical and didactic strategies in the classroom, promotion of creative spaces and the
incidence of creativity as a cultural value.

Keywords:
education, creativity, context, educational process, pedagogical models.

Introducción

El mundo se encuentra cambiando a un ritmo cada vez más rápido presentando cambios
drásticos que afectan nuestro diario vivir (Tahull, 2016) y por tanto el entorno educativo, es
por ello que se hace necesario y urgente un accionar donde desde la educación se inicie el
fomento de la creatividad, se propicien espacios que permitan la generación de soluciones a
los nuevos desafíos (Konieczny, 2015).

Sin embargo, estos cambios no solo deben ser asumidos por la escuela, si no por toda la
sociedad, ya que la generación de soluciones innovadoras y no convencionales busca el
beneficio de todos (Ferreyra, 2014).

“Si el siglo XIX fue el siglo de industrialización y el siglo XX el siglo de los avances científicos y
de la sociedad del conocimiento, el siglo XXI está llamado a ser el siglo de la creatividad, no
por conveniencia de unos cuantos, sino por exigencia de encontrar ideas y soluciones nuevas
a los muchos problemas que se plantean en una sociedad de cambios acelerados,
adversidades y violencia social” (Saturnino de la Torre, 2006, pág. 12).

En consecuencia, la educación debe ser la protagonista de la metamorfosis de nuestra


sociedad (de la calle, Malaver, Gallego, Rodríguez, Flórez, Saldaña, 2014), permitiendo
impulsar la capacidad creativa de los estudiantes en todos los niveles educativos,
convirtiéndola en un reto creativo para todos y no limitándola como se ha hecho hasta ahora,
al dibujo, la danza, el canto entre otras (de Almeida, Santos, Porto, 2017).

Qué es la creatividad

Antes que nada, es necesario mencionar que el concepto de creatividad es bastante


extenso y complejo, porque constituye varias dimensiones del desarrollo y habilidades de
una persona, al igual que su relación con el entorno.

Es importante resaltar que existe un gran compendio de estudios dedicados al tema de la


creatividad, en donde se encuentra desarrollado diferentes componentes tales como: el
entorno, la personalidad, el proceso y el resultado.

Habitualmente, entre la comunidad científica – educativa los autores combinan estos


conceptos con el de creatividad, con el fin de encontrar el puente que permita mejorar los
procesos educativos (Aparicio & Ostos, 2018).

Sin embargo, en la actualidad estos componentes se encuentran inmersos en todos los


procesos que se realizan a diario, es así como se podría decir que la creatividad se inicia en el
desarrollo de las características, habilidades y capacidades; los cuatro componentes
representan el desarrollo continuo de generación de soluciones a situaciones dadas (Langer,
2016).

De acuerdo con lo anterior se hace necesario considerar la creatividad como el “eslabón


perdido en la educación”, convirtiéndola en el puente en donde a través de diferentes fases
que contribuyan al avance de la educación, sociedad, economía y tecnología; dando como
resultado un avance significativo en la sociedad (Pérez, 2014).

Algunos de los grandes autores de los estudios de la creatividad son: Mihaly


Csikzentmihalyi (1998), Manuela Romo (1997), Saturnino de la Torre (2003), Krutetskii (1969) y
Ellertoh (1986), Murray (1959), Torrance (1962), Guilford (1978), Prado-Suárez (2004), Herrán
(2008); los cuales presentan la creatividad como la base en los procesos de pensamiento y
estructuras mentales, es decir, una relación entre la creatividad y la resolución de problemas,
la cual conlleva a que la persona genere soluciones no convencionales. Por ejemplo,
Sternberg (citado por Aníbal Puente Ferreras, 1999), afirma que la resolución de las tareas
que requieren de creatividad se basa en las operaciones semejantes a los procesos ordinarios
cognitivos. Pero además de los procesos cognitivos, es necesario contar con los componentes
metacognitivos y de autorregulación, incluyendo la autorregulación emocional y motivacional.

De otra parte, Guilford en su documento Creatividad: definiciones, antecedentes y


aportaciones (Esquivias, 2004) define la creatividad como “una forma de pensamiento
divergente que se desencadena en un sujeto como consecuencia de la percepción de un
problema y que posee diversos componentes”, las cuales fueron descritos por el autor a
partir del análisis factorial:

a. Sensibilidad: es la capacidad de captar los problemas y focalizar la atención en el interés


sobre una persona, un objeto, una situación o un problema.

b. Fluidez: Es la capacidad de producir ideas asociadas sobre una situación dada.

c. Flexibilidad: es la capacidad de adaptarse rápidamente a las situaciones nuevas,


generando soluciones inmediatas.

d. Elaboración: es la capacidad que hace posible edificar una estructura de acuerdo con las
informaciones obtenidas de una situación.

e. Originalidad: es la disposición para ver las situaciones de manera diferente, generando


soluciones no convencionales.

f. Redefinición: capacidad de reacomodar ideas, conceptos, objetos y situaciones,


modificando sus funciones y utilizándolos de nuevas formas.

La creatividad en la escuela

Considerar el desarrollo de lo creativo dentro del proceso educativo requiere definir la


conceptualización de educación, identificando los objetivos propios de cada uno de estos
niveles, como preescolar, primaria o bachillerato; dichos objetivos deben estar direccionados
a fomentar la creatividad desde: planeación de contenidos, estrategias de enseñanza,
ambientes educativos, proceso de evaluación, etc.

De la Torre (2003), plantea la formación docente en creatividad y apunta que esta se refleja
en la metodología utilizada: “La creatividad docente se manifiesta en la propuesta de
objetivos didácticos, en las actividades de aprendizaje, en la evaluación, pero sobre todo en la
metodología utilizada” (Klimenko, 2008), La creatividad como un desafío para la educación del
siglo XXI).

El pensar en la creatividad no es nuevo, sin embargo, en los últimos años se han venido
realizado diversas investigaciones sobre la influencia en el ámbito educativo, lo cual con lleva
a cambiar la concepción de la relación con el campo artístico, danza y el dibujo.

Es así como la generación de ideas innovadoras y creativas que proporcionan soluciones a


situaciones problemáticas buscan mejorar los procesos educativos, lo anterior se relaciona
con lo planteado por Ferreiro (2012): “La educación creativa de los niños/niñas y jóvenes es
una necesidad, pero ante todo es un derecho de las nuevas generaciones”. De igual manera
Fuentes y Torbay (2004) indican que “la creatividad consiste en una formación que nos
capacite para afrontar situaciones a lo largo de nuestra vida”.

Lo anterior evidencia que la educación actual debe presentar un cambio (Aparicio, 2018) ya
que se encuentra enmarcada en principios, metodologías, estrategias y un currículo no
relacionado con los desafíos mundiales, debido a que se continúa con un proceso de
enseñanza – aprendizaje basado en competencias para trabajos del siglo y no para el que nos
enfrenamos.

Una de las razones por las que los sistemas de educación han sido considerados como
obstáculos para el desarrollo y "liberadores del potencial creativo en la economía" es que la
enseñanza se centra en la "adquisición de conocimiento". El conocimiento, como un resultado
de la educación se dice que ya no es suficiente, esto se debe a que es difícil saber lo que el
conocimiento que se necesitará en el futuro. (Diaz, 2014).

Es importante concientizar a la comunidad educativa del compromiso con las nuevas


metodologías y estrategias pedagógicas con el fin de potencializar los procesos creativos;
para ello se hace indispensable trabajar en los procesos cognitivos involucrando el
pensamiento creativo, así el pensamiento convergente y divergente se convierten en el
binomio generador de soluciones innovadoras.

En términos de Guilford, la creatividad es la clave de la educación y dentro de un concepto


más amplio, la solución a los problemas más importantes de la sociedad. En este sentido, se
propone a la creatividad como eje conductor del quehacer educativo, que consolide y teja un
modelo integral pedagógico desde los ambientes psicosocial, didáctico y físico, de manera
que atiendan el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades de pensamiento, la
construcción y apropiación del conocimiento, particularmente la capacidad de solución
creativa de retos y la capacidad de logro, considerando que en la formación de agentes
educativos transformadores, con capacidades del más alto orden, configuradores de sus
propios mundos y destinos, a partir de la oportunidad del medio y en las condiciones de
conflicto en la que estamos inmersos, lograremos una acción educativa de amplio impacto y
cobertura, donde las nuevas generaciones educadas con el aporte de este modelo podrán,
muy seguramente, edificar los cimientos para una sociedad en plenitud de desarrollo y
equilibrio.

Es así como Sternberg y Lubart (1991), a partir de la pregunta ¿Cómo potenciar la


creatividad en el contexto escolar?, proponen los seis elementos de la creatividad: (García
2018).

Inteligencia: definir y redefinir el problema, capacidad de proponer soluciones de manera rápida y


efectiva.

Conocimiento: El conocimiento de una disciplina, capacidad de aplicar de manera indicada lo


aprendido en una situación específica.

Estilo intelectual: el individuo creativo tiene la capacidad de ver las cosas de formas nuevas y disfruta
este proceso.

Personalidad: conjunto de características, atributos y convicciones que los llevan a creer en sí mismos.

Motivación: se divide en dos:

La motivación intrínseca: motivación que sale de uno mismo; aparece cuando hacemos todas
aquellas actividades que nos atraen personalmente y la tarea en sí misma es la recompensa.

La motivación extrínseca: motivación que proviene del exterior, aparece cuando tenemos que
hacer algo cuya consecuencia sería obtener una recompensa física. No sería por satisfacción

Contexto ambiental: el medio ambiente (o aula) necesita despertar ideas creativas, fomentar el
seguimiento de estas ideas, evaluarlas y premiarlas.

Resumiendo, las principales estrategias encontradas en los enfoques pedagógicos para


fomentar la creatividad son:

Contar con el espacio y el tiempo adecuado

Fomentar la autoestima y confianza de los estudiantes

Involucrar a niños en las habilidades de pensamiento de alto nivel

Alentar la expresión de ideas a través de una amplia variedad de medios expresivos y simbólicos

Favorecer la integración de los contenidos a través de temas que sean significativos y relevantes para
la vida de los niños.

Generar espacios dinámicos.

Maestro creativo

Los escenarios de la sociedad del futuro están sufriendo continuos cambios y los maestros
también están afectados por esta tendencia universal. Las competencias del docente han
cambiado, no es suficiente con ser un maestro, es necesario ser creativo e innovador.

Es así como el siglo XXI demanda maestros creativos, atentos a las necesidades de los
estudiantes, capaces de potenciar, generar ideas, soluciones que contribuyan al
mejoramiento de la sociedad. Por tanto, es el orientador y facilitador de las herramientas con
las que sintetiza, reinventa y reaprende con sus estudiantes.

La creatividad en la educación es de gran importancia con relación a las innovaciones, al


desarrollo del pensamiento, de los cambios curriculares, y a la actitud creadora de los
maestros. Por tanto, se debe contar con ambientes creativos donde se busque potenciar los
procesos educativos, donde se motive al estudiante a investigar, explorar, conocer, aprender,
profundizar y dar soluciones en las diversas áreas del conocimiento, aprovechando las
posibilidades que ofrece el entorno. Siendo la creatividad fundamental en los objetivos
curriculares, es labor del maestro planificar clases dinámicas y no pasivas, donde los
estudiantes deben ser imaginativos, que predominen las acciones novedosas, garantizando la
adquisición de conocimientos teórico-prácticos y con resolución de problemas.

El profesor innovador y creativo posee una disposición flexible hacia las personas, las
decisiones y los acontecimientos; posee una mente abierta, sin miedos a los cambios, está
receptivo a ideas y sugerencias de los otros, ya sean superiores, compañeros o inferiores;
valora el hecho diferencial; se adapta fácilmente a lo nuevo sin ofrecer excesivas resistencias;
se implica en proyectos de innovación. (De La Torre y Violant, 2002, p. 4).

En consecuencia, se debe tener en cuenta la implementación de actividades llamativas y


novedosas del estudiante, donde se le motive a participar; sin olvidar que el docente tiene
como actividad primordial encausar el proceso creativo de enseñanza aprendiza- je,
haciéndose necesario complementar metodologías de estudio a los efectos de comprender
de manera integral el complejo fenómeno de la creatividad.

Beneficios de la creatividad en el aprendizaje

La creatividad favorece el proceso de aprehensión de los conocimientos ya que potencializa


el desarrollo del pensamiento crítico y abstracto, así mismo la capacidad de resolver
problemas en diferentes contextos.

De igual manera fomenta el liderazgo, seguridad, participación e integración con sus pares.
Algunos beneficios de la creatividad en la enseñanza y aprensión de los conocimientos:

Al permitirse ser creativo, se fortalece la confianza, conectan- do con uno mismo para perseguir tus
sueños. (Cameron, 1992).

Aumenta la conciencia de uno mismo, al sentirse libre para expresarse, característica que estimula el
proceso creativo. (Bean, 1994).

Estimulando activamente la creatividad de los niños, se les está suministrando automáticamente


muchas maneras de expresar sus emociones. (Bean, 1994).

Mejora la habilidad para resolver problemas con lo que se encuentran y buscan soluciones a través de
distintas alternativas (Gervilla, 2003).

La autorrealización del ser humano tiene que ver con el desarrollo de sus potencialidades, por lo que,
para su máximo desarrollo, es fundamental el estímulo de una sus cualidades más específicas y
propias, como es la creatividad (Torre, 2003).

Reflexión final

Un docente creativo debe ostentar un gran desarrollo de su hemisferio derecho, creativo y


su hemisferio izquierdo, lógico. Se hace necesario esa esencia de alegría, espontaneidad,
amor, carisma, sentido humano, disfrutar la profesión.

Así mismo, se hace indispensable que el docente cuente con las características, habilidades,
aptitudes y actitud para generar un cambio de pensamiento en sus estudiantes.

El docente creativo se enfrenta a grandes obstáculos que en varias ocasiones pueden


desmotivar, pero es en este momento donde se evidencia el amor por la profesión; algunos
de los obstáculos son: la estructura del currículum, enseñanza y normas del sistema
educativo; donde se encontrará con padres de familia que continúan afirmando “la educación
antigua era la mejor” desconociendo que la actualidad demanda una educación en formación
de las competencias del siglo XXI, y para ello se hace indispensable potencializar en el
estudiante el trabajo en grupo, la creatividad, liderazgo, iniciativa entre otras y no continuar
preparando personas para el siglo XXI con concepciones del siglo XIX.

Otros de los grandes obstáculos son los cuestionamientos tales como: ¿Qué es lo que hace
falta para ser un docente creativo? ¿Para qué incluir la creatividad en la educación? ¿La
creatividad afectará mi planeación? ¿El ser un docente creativo implica más trabajo? ¿Siempre
he trabajado igual, entonces para qué pensar en creatividad?, es aquí, ante la avalancha de
preguntas, donde se resalta el amor de ser docente, ya que se cuenta con características
como: sensibilidad, alegría, imaginación, flexibilidad, sin miedo al cambio, liderazgo,
innovadores y muchas más características que se le deben contagiar al estudiante,
generándoles la necesidad de proporcionar soluciones novedosas.

El docente creativo tiene que estar listo a redefinir, reinventar y a reaprender a la par con
sus con sus estudiantes, los cuales son una fuente de inspiración que permite descubrir,
experimentar y generar nuevas cosas. En el proceso educativo es muy importante la relación
docente – estudiante, el docente no debe olvidar que se encuentra a diario con una nueva
generación; con pensamiento, actitudes y aptitudes diferentes y por ende nuevas
percepciones del mundo.

Referencias bibliográficas

Aljughaiman, A., & Mowrer-Reynolds, E. (2005). Teachers' Conceptions Of Creativity And


Creative Students. Creative Education Foundation. The Journal Of Creative Behavior, 39,1.

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