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Quinto Encuentro - EL Tiempo Sellado

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Quinto encuentro: “El tiempo sellado”

Melina Varnavoglou

“Sólo quien supiera observar su propio pasado como un engendro de la


obligación y la necesidad estaría capacitado para hacerlo valer al máximo en
cada presente. Pues lo que uno ha vivido es comparable en el mejor de los
casos a la bella estatua a la que le quebraron todos los brazos en los
transportes y que ahora no ofrece más que el valioso bloque a partir del cual se
ha de esculpir la imagen de su futuro.”
(Torso, Calle de Mano única, Walter Benjamin)

Fragmento de “Esculpir en el tiempo” (Capítulo “El tiempo sellado”)- Tarkovsky


(subido en la carpeta)

El tiempo del arte, el tiempo de la vida

Vida brevis, ars longa (Hipócrates)


La frase completa es: «Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum
periculosum, iudicium difficile».
«La vida es breve, el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, confusa; el
juicio, difícil.

Diferencia entre el tiempo en narrativa y poesía.


Entrevista a Anne Boyer: https://www.pagina12.com.ar/536075-anne-boyer-no-
hay-que-estar-solas-para-escribir

Tres perspectivas:

 El instante
 El recuerdo
 La interrogación al “yo” de ese momento.
 El tiempo como instante

who are you,little i

(five or six years old)


peering from some high

window;at the gold

of november sunset

(and feeling:that if day


has to become night
Traducción (versión mía)
this is a beautiful way)
Quién sos, pequeño yo
(de cinco años o seis)
mirando desde lo alto

de una ventana: el oro


de la tarde de noviembre
(pensando: que si el día
tiene que hacerse noche

ésta es una hermosa manera)

e. e. Cummings (1894-1963, Estados Unidos)


El umbral (Louise Gluck)

Yo quería quedarme como estaba,


quieta, a diferencia del mundo,
no en medio del verano sino en la fase previa
al brote de la primera flor, el momento
en que nada es pasado aún -

no en medio del verano, intoxicante,


sino a fines de la primavera, cuando el césped no es alto todavía
al borde del jardín, cuando los tulipanes precoces
empiezan a brotar -

como un niño que ronda un umbral, observando a los demás,


los que entran primero,
tensa fusión de brazos, atento a los
fracasos ajenos, las vacilaciones ajenas

con la brutal confianza infantil de un inminente poder


preparándose para vencer
esas flaquezas, para sucumbir
a la nada, el tiempo directamente

previo a la floración, la época de la maestría

antes de la aparición del don,


antes de la posesión.
Interrogación al Yo de ese momento

¿Yo, adolescente?
Si de repente, aquí, ahora, se plantara ante mí,
¿tendría que saludarla como a una persona próxima,
a pesar de que es para mí extraña y lejana?

¿Soltar una lágrima, besarla en la frente


por el mero hecho
de que tenemos la misma fecha de nacimiento?

Hay tantas diferencias entre nosotras


que probablemente sólo los huesos son los mismos,
la bóveda del cráneo, las cuencas de los ojos.

Porque ya sus ojos son como un poco más grandes,


sus pestañas más largas, su estatura mayor
y todo el cuerpo recubierto de una piel
ceñida y tersa, sin defectos.

Nos unen, es cierto, familiares y conocidos


pero casi todos están vivos en su mundo,
y en el mío prácticamente nadie
de ese círculo común.

Somos tan diferentes,


pensamos y decimos cosas tan distintas.
Ella sabe poco,
pero con una obstinación digna de mejores causas.
Yo sé mucho más,
pero, a cambio, sin ninguna seguridad.

Me muestra unos poemas


escritos con una letra cuidada, clara,
que no tengo ya desde hace tiempo.

Leo y leo esos poemas.


A lo mejor este de aquí,
si lo acortáramos,
y lo corrigiéramos en un par de lugares.
El resto no augura nada bueno.

La conversación no fluye.
En su pobre reloj
el tiempo es barato e impreciso.
En el mío mucho más caro y exacto.

Al despedirnos nada, una especie de sonrisa


y ninguna emoción.

Sólo cuando desaparece


y olvida con las prisas la bufanda.

Una bufanda de pura lana virgen,


a rayas de colores,
hecha a ganchillo
por nuestra madre para ella.
Todavía la conservo.

Wislawa Symborska (Prowent, actual Kórnik, 2 de julio de 1923 - Cracovia, 1


de febrero de 2012)
 El tiempo como recuerdo

Un viaje a Pátzcuaro

A los dieciséis años,


sin un motivo claro,
compré un boleto para Pátzcuaro.
Viajé toda la noche en un camión
semivacío.
Pude haber ido
a Zacatecas o a Querétaro,
o a cualquier otra parte.
Nunca viajaba rumbo al mar,
el mar era la meta de los viejos,
quitaba a un viaje su heroísmo.
Llegué al amanecer
a Pátzcuaro,
la plaza estaba sola,
desiertos los portales,
sólo se oían mis pasos,
como en un cuadro de De Chirico.
Un primer rayo se posaba
en la cabeza de la estatua
De Quiroga.
Una mujer salió a barrer
la acera, la acera de un hotel
que a mí me pareció de lujo
(porque tenía 16 años),
y me ofreció una habitación.
Estaba en el segundo piso.
Daba a la estatua,
tenía un balcón,
tenía una mesa hermosa
junto a la ventana,
era muy amplia y luminosa.
No me atreví a tomarla.
Y ése era el cuarto
idóneo para mí,
tenía la luz
de mis dieciséis años.
Tal vez ahora sería otro,
todo sería distinto,
no escribiría lo que escribo.
¿Quién volverá a ofrecerme
en el silencio de una plaza
un cuarto así, enfrente de una estatua?
Tal vez no he vuelto a tener años
desde entonces,
soy todo lo que fui a los dieciséis
o un poco menos.
En otro hotel,
oscuro y anódino,
al que me fui a meter
a tres o cuatro cuadras de la plaza,
alguien gritó que me callara
cuando empecé a tocar la guitarra.
No había balcón y la ventana
daba a un patio gris.
Cómo me odié despacio
por ese viaje
que no sabía llevar a cabo.
¿Por qué venir a Pátzcuaro, a Janitzio,
por qué cargar con la guitarra
si apenas la tocaba,
por qué tocarla, si así
sólo apuraba mi regreso
y todo me era indiferente?
¿Por qué viajar
para volver,
para probarse, tapándose los ojos?
Estuve a un pelo de tener mi edad,
tal vez,
a un pelo de tocar el fondo sin dolor.
¡El viejo vicio de los míos
de creer en la experiencia,
no en los ojos,
y no coger al vuelo nada,
como un pecado!
No estuve cuatro días en Pátzcuaro,
sólo el primer minuto,
y sólo en ese tiempo fui perfecto,
el tiempo de dar vuelta a los portales
sin nadie que me viera ni me oyera,
como en un cuadro de De Chirico.

[Fabio Morábito, Alejandría, 1955) en Un náufrago jamás se seca, Gog &


Magog, 2011]
El recuerdo de cuando te teñías

hermosa, frente al espejo


es una forma del tiempo.

Tu letra
tu delicada caligrafía inimitable
y las hojas amarillas de tus cartas
son una forma del tiempo.

El cáncer, que llegó


inesperado y furioso como un incendio
y después las cenizas
todo eso fue es será
siempre una forma del tiempo.

Nunca te dije pero me robé


-y todavía conservo-
una llave mariposa de tu cajón
que ahora me acompaña
como un talismán
y es una forma del tiempo.

¿Este poema, mamá? ¿un poema es nada?


¿nada comparado con una llave con una mariposa?
¿con tu letra o el cáncer o la furia de los incendios?
Ojalá este poema sea también
una forma del tiempo.

Patricio Foglia (1985)


 Un caso de recuerdo torcido

Vuelvo a mayo de 1937

Los veo parados frente a los portones formales de sus colegios secundarios,
veo a mi padre salir caminando
por debajo del arco de piedra ocre, los
destellos de los azulejos rojos como curvos
platos de sangre detrás de su cabeza, veo
a mi madre con unos pocos libros livianos contra su cadera
parada contra un pilar hecho de pequeños ladrillos con el
portón de hierro forjado todavía abierto detrás de ella, las
puntas de lanza negras en el aire de mayo,
están por graduarse, están por casarse,
son chicos, son tontos, todo lo que saben es que son
inocentes, no lastimarían a nadie.
Yo quiero acercarme a ellos y decirles Alto,
no lo hagan - ella es la mujer equivocada,
él es el hombre equivocado, van a hacer cosas
que no pueden imaginarse que harían,
van a hacerles cosas malas a los niños,
van a sufrir de maneras de las que nunca oyeron hablar,
van a querer morirse. Quiero acercarme
a ellos ahí en el sol de esa tarde de mayo y decirlo,
la cara ávida y preciosa de ella girándose hacia mí,
su lastimoso cuerpo virgen,
la cara arrogante atractiva ciega de él girándose hacia mí,
su lastimoso cuerpo virgen,
pero no lo hago. Quiero vivir. Yo
los levanto como a muñecos de papel
hombre y mujer y los choco uno contra otro
por las caderas como a trozos de pedernal para
que saquen chispas, digo
Hagan lo que van a hacer, y yo voy a contarlo.

Sharon Olds (San Francisco, 1942)


Versión: Inés Garland, Ignacio Di Tullio
 Un caso del tiempo como variable histórica/político/ económica

“Serie de circunstancias posibles en torno a una mujer mexicana de clase


trabajadora” de Yolanda Segura (Almadía, 2021) - Subido entero en la
carpeta
Poemario conceptual a partir del álbum fotográfico de su abuela “Eloísa”
Lectura https://www.youtube.com/watch?v=dGuFhchZDi4
Entrevista https://www.youtube.com/watch?v=IkUxWCgvIW4

 Rumbo a la consigna: Poemas con fotografias.

Mirando una vieja fotografía


No estalló una bomba.
No hubo un incendio.
Estalló la vida.
La vida se agotó como un fósforo.
Todas esas personas jóvenes
que sonríen a cámara en una boda
en esa foto que amarillea
murieron a una edad razonable
y de dolencias comunes.
"Hay una puerta que se ha cerrado hasta el fin del mundo".
Y qué rápidamente.
Estela Figueroa

Mirando una vieja fotografía

a Estela Figueroa
Con el tiempo fue cambiando
lo que más me gusta
de la mejor película de mi infancia:
primero me alucinó
la patineta voladora
pero después me enganché más
con la historia de los padres de Mc Fly
el baile de egresados y Marty
inventando el rock and roll
esta es una vieja canción
del lugar de donde vengo
Después, aparecieron más detalles
matices, revelaciones
pequeñas sutilezas. Una vez incluso leí
que la Avenida del Delorean
conduce siempre a un cine
que está en su esplendor en los cincuenta
y pasa pelis porno
treinta años más tarde
Hace poco vi
de nuevo la película
y esta vez como nunca
lo que más me impactó
fue la foto de la familia Mc Fly
y pensé en mi propia familia
y pensé ¿quién sostiene todavía
en sus manos
un portarretratos?
Hoy, lo que más me gusta
de Volver al futuro
es esa foto en donde uno a uno
todos los personajes se van desvaneciendo

Patricio Foglia
MIRA LA FOTO

No soy yo la que ríe en esa foto


ante el ojo perfecto que no eres.
Ni es la risa de mí lo que prefieres
ni es la página seis la que se ha roto.
Cuando asoma mi pétalo de loto
es al pétalo al único que hieres.
Ten paciencia de árbol y no esperes
que me vaya y regrese, qué alboroto.
Luz y sombra, ternura y egoísmo
que me das y te doy, equivocada.
La foto de la luz provoca sismo.
Para ser una foto abandonada
tiene gracia mirarse en uno mismo
y ver del edificio la fachada.

Legna Rodriguez Iglesias (Cuba, 1984)

Consigna 5: Mirando una vieja fotografía


Buscar una foto donde aparezcan ustedes mismos de alguna manera (solxs,
con alguien o en grupo) y que sea del pasado. Mirarla y escribir durante 15
minutos, un poema en primera persona, utilizando alguna de las tres
perspectivas del tiempo que vimos (instante –escribirlo en tiempo verbal
presente-, recuerdo –escribiendo en tiempo verbal pasado- o interrogación al
yo de ese momento -haciendo uso de preguntas en pasado o en presente-).
Pueden usar marcas temporales directas, como años, horas, fechas históricas.

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