Templos y Basílicas
Templos y Basílicas
Templos y Basílicas
EL TEMPLO DE VENUS Y ROMA
Este templo, situado entre la Basílica de Majencio y el Coliseo, ocupa una
vasta plataforma artificial, obtenida gracias a la ampliación de la colina Velia. Fue
levantado sobre los restos del monumental atrio de la Domus Áurea, el palacio de
Nerón. Iniciado en el año 121 d.C. e inaugurado catorce años más tarde, el Templo
de Venus y Roma fue proyectado personalmente por Adriano, emperador apasionado
por el arte y la arquitectura. El edificio formaba parte de un pórtico con columnas
que le dejaba libres las fachadas y que tenía al centro de los lados más largos dos
propileos de acceso. En conjunto el edificio era de grandiosas proporciones (145 x
100 metros).
EL TEMPLO DE SATURNO
En la parte central se encuentra el Templo de Saturno construido en los
primeros años del siglo V a.C. Se constituyó en el símbolo de la naciente República
que quería conectarse con la Edad de Oro, cuando Saturno reinaba sobre el
Capitolio, acogiendo en su interior al Erario, el Tesoro del Estado. De este primer
edificio no se ha conservado nada y el podio que se ve se debe a la reparación
realizada por Lucio Munacio Planco a partir del año 42 a.C. Fue reconstruido
después del incendio del año 283 d. C. A la derecha del Templo de Saturno aparecen
tres columnas de mármol que pertenecen al Templo de Vespasiano y Tito, terminado
por Domiciano con la forma de un templo con pronaos provisto de seis columnas en
el frente y dos en coincidencia con los lados largos. El edificio fue restaurado por
Septimio Severo y Caracalla. Sobre las columnas todavía se mantiene un trozo de
arquitrabe. Detrás de ellas está el Tabularium, edificio destinado a albergar los
archivos públicos del Estado.
TEMPLO DE LA CONCORDIA
TEMPLO DEL DIVINO JULIO
Nos encontramos en el lado meridional del Foro. A la derecha tenemos tres
columnas corintias con arquitrabe que pertenecen al Templo de los Dioscuros. A la
izquierda, entre los árboles, los restos del Templo del Divino Julio y detrás de ellos el
Arco de Tito. En la parte de la derecha nos encontramos con el monte Palatino y en
su ladera una serie de grandes construcciones de ladrillo que lo rodean. En la parte
central se observan restos de la Plaza del Foro. Las columnas del centro pertenecen
al Templo de Vesta.
TEMPLO DE ANTONINO Y FAUSTINA
BASÍLICA FULVIA-EMILIA
La Basílica Emilia, situada en la misma plaza del Foro tuvo como fin ofrecer
a los que asistían al Foro un acogedor lugar cubierto, capaz de alojar durante la
estación invernal por lo menos una gran parte de las funciones que normalmente se
desarrollaban al aire libre, sobre todo aquellas vinculadas a la administración de la
justicia y a los negocios. En el pórtico de la planta baja, situado en la fachada sur,
llamado también Pórtico de Gayo y Lucio Césares, habría algunas tiendas abiertas
llamadas Tabernae Novae (recintos destinados a la actividad de los banqueros y
cambistas, llamados también argentarii). Este pórtico estaba formado por dieciséis
arcos entre pilastras con semicolumnas y en la planta superior había otro análogo.
La Basílica Fulvia-Emilia (situada a la derecha) se construyó en el año 179 a.C. por
los censores Marco Fulvio Nobilior y Marco Emilio Lépido ocupando el lugar de una
construcción anterior. Fue restaurada varias veces durante la República. Su última
reconstrucción corresponde a la primera mitad del siglo V, siendo dañada por un
incendio que tuvo lugar durante el saqueo de Roma por Alarico en el año 410 d.C
Es la única Basílica de época Republicana que ha perdurado con el paso del
tiempo, pues las demás de esta época (la Basílica Porcia, la Sempronia y la Opimia)
fueron destruidas por construcciones posteriores. Entre sus elementos decorativos
destacan relieves de finales de la República con escenas míticas conectadas con los
orígenes de la ciudad y de la familia de los Emilios: tal es el caso del rapto de las
Sabinas y el momento crucial de la historia de Tarpeya, la joven que había prometido
a los sabinos que abriría las puertas de la ciudad a cambio de las joyas que estos
llevaban en su brazo izquierdo, que sin embargo fue sepultada por los escudos que los
soldados llevaban en ese mismo brazo. A la derecha se observa el solar que estaría
ocupado por la Basílica y que limitaría con el edificio de la Curia que se observa en
la imagen. A la izquierda se aprecia el Arco de Septimio Severo. A la derecha y
delante del arco de Septimio Severo está el solar que un día fue la Basílica Julia.
BASÍLICA DE MAJENCIO
Majencio, que fue emperador entre los años 306-312 d.C. no logró ver
terminada su Basílica. Murió en la batalla del año 312 d.C. contra Constantino,
ahogado en el río Tíber al que cayó cuando huía con su ejército. Fue Constantino
quien inauguró la última y mayor de las basílicas romanas después de haberle hecho
algunas modificaciones. La Basílica de Majencio es uno de los más grandiosos
edificios de la Roma imperial y se extiende por gran parte del cerro de la Velia,
dominando al este el área del Foro. La Basílica tenía una gran nave central que
terminaba con un ábside en el lado oeste y estaba flanqueada por dos alas menores.
Las tres naves fueron cubiertas por bóvedas con arcos de crucero apoyadas en
pilares. Esto permitió a la nave central elevarse a una altura de 35 metros con una
gran claridad de espacios, hasta alcanzar los rosetones de los alféizares. En el ábside
occidental se erguía una estatua colosal de Constantino de mármol y bronce dorado.
A la izquierda vemos una parte del recinto circular del Templo de Vesta. Este
templo es uno de los más importantes para la ciudad y sus habitantes pues está
dedicado a la diosa del Lar público del pueblo romano. Según la tradición fue
atribuido al rey Numa Pompilio y en él las Vestales custodiaban el fuego sagrado
perenne, expresión y símbolo de continuidad de la vida de Roma. La forma del templo
era redonda porque había sido diseñado como una cabaña, símbolo del más antiguo
lar doméstico y estaba abierto por la parte superior para facilitar la salida del humo;
fue reconstruido por última vez a finales del siglo II d.C. por Julia Domna, esposa del
emperador Septimio Severo. Frente al templo de Vesta precedido por una pequeña
fuente circular de mármol blanco, se levantaba al Arco de Augusto o Arco Actiaco.
Fue construido por el Senado para celebrar la victoria de Augusto contra Antonio y
Cleopatra, en Accio, en el año 31 a.C. El arco tenía tres cimbras con el paso central
abovedado. Junto al arco está el Templo de los Castores y al fondo los edificios de los
Palacios imperiales del Palatino.
Las tres columnas del centro pertenecen al Templo de los Dioscuros. Los
restos que aparecen a la izquierda de la imagen pertenecen al Templo de Vesta. En el
interior del edificio sagrado no estaba colocada como era normal la estatua de la
divinidad que sin embargo era simbolizada por el fuego perpetuo. Había un lugar
recóndito en el complejo, sólo accesible a las Vestales donde se conservaban objetos
de particular antigüedad y veneración. Entre estos estaba el Paladio, la pequeña
imagen de Minerva que según la tradición Eneas había salvado de Troya y traido al
Lacio como muestra del dominio universal prometido a Roma. Detrás de este Templo
estaba la Casa de las Vestales, restaurada muchas veces entre época de Nerón y
Septimio Severo.
Junto al Templo de Vesta, la Casa de las Vestales era la residencia y sede
oficial de las sacerdotisas encargadas de la custodia del fuego sagrado que ardía en el
templo y de los ritos vinculados al culto del dios Lar. Está organizada en torno a un
patio porticado en sus cuatro lados, con estanque y fuentes. Las Vestales eran seis;
ingresaban como aspirantes entre los seis y los diez años, haciendo voto de castidad y
permanecían en el sacerdocio durante treinta años. Eran elegidas por el Pontífice
Máximo, quien sorteaba las novicias entre veinte doncellas aspirantes pertenecientes
a las familias patricias en un principio, pero más adelante también a las plebeyas.
Restos del patio de la Casa de las Vestales que estaría rodeado por un
pórtico en la planta baja y otro en la segunda y última planta. A él darían las
estancias de las Vestales. A la derecha estaría el Templo de Vesta que tenía forma
circular y del que quedan tres columnas con un pequeño arquitrabe. Las tres
columnas del centro de la imagen pertenecen al Templo de los Castores.