Serie Hacia Pentecostes
Serie Hacia Pentecostes
Serie Hacia Pentecostes
INTRODUCCION
Nuestro Señor Jesucristo nos enseña que en los días de Noé, el diluvio estaba a punto de
destruir a todos los seres humanos pero a ellos no les importaba.
En los tiempos que la tierra fue destruida por el diluvio universal las personas estaban comiendo
y bebiendo, casándose y dando en casamiento, es decir no se preocupaban en lo más mínimo
del juicio de Dios que sería derramado sobre ellos, solo tenían que preocuparse por entrar al
arca pero no quisieron hacerlo.
Hoy en día millones de personas en el mundo viven de la misma manera pues de lo que menos se
preocupan es de la salvación de su alma.
Algunas personas están más preocupadas por los resultados de su equipo deportivo favorito que
de su propia alma.
Hoy en día millones de personas su prioridad está en las diversiones, en los placeres, en el
deporte, en sus pasatiempos, en sus familias, etc.
Quizás tú que has venido este día a la casa de Dios eres una persona muy ocupada en tus
quehaceres, te preocupa tu futuro y el de tu familia, pero solo te preocupas por el futuro terrenal
y no has pensado en tu futuro eterno, tu futuro espiritual.
Si tú eres una persona que nunca ha recibido o aceptado a nuestro Señor Jesucristo como tu
salvador personal quisiera que reflexionaras en algunas cosas muy importantes de las cuales debes
preocuparte mientras vivas:
2.- DEBES PREOCUPARTE QUE CUANDO MENOS LO ESPERES LA MUERTE PUEDE TOCAR A TU
PUERTA (LUCAS 12:16-20)
3.- DEBES PREOCUPARTE POR BUSCAR A DIOS MIENTRAS PUEDAS ENCONTRARLO COMO
SALVADOR (ISAIAS 55:6)
4.- DEBES PREOCUPARTE PORQUE EL JUICIO DE DIOS VIENE SOBRE ESTE MUNDO Y TODOS LOS
PECADORES QUE RECHACEN LA SALVACIÓN (2 TESALONICENSES 1:5-9)
¿Son salvas estas personas? Si han hecho una verdadera confesión de fe y lo han declarado por la
fe como el salvador de sus vidas, seguramente si son salvos, porque la salvación es por fe, no por
obras, es por confesar a Cristo como Dios y salvador de nuestra vida.
¿Entonces cuál es el problema? Que han recibido la salvación, pero no ha habido en ellos una
verdadera conversión.
La conversión de una persona viene por medio del arrepentimiento, tal como lo dice el versículo
que hemos leído: arrepentíos y convertíos, esto significa que no puede haber una transformación
en nuestra manera de vivir, no podemos dejar todo aquello de nuestra vida que desagrada a Dios
si no hay en nosotros arrepentimiento.
1.- NECESITAMOS TENER CONVICCION DEL PECADO EN NUESTRA VIDA (SALMO 51:3-4)
2.- TENEMOS QUE EXPERIMENTAR EN NUESTRA VIDA LA TRISTEZA SEGÚN DIOS (2 CORINTIOS
7:10)
3.- TENEMOS QUE CONFESAR NUESTRO PECADO DELANTE DE DIOS (1 JUAN 1:9)