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Herramienta 75

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HERRAMIENTAS EUROSOCIAL

Nº 75
COHESIÓN SOCIAL en la práctica

Modelo para la territorialización


de políticas públicas nacionales
en América Latina
Guía para la implementación
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA
HERRAMIENTAS EUROSOCIAL

Nº 75
COHESIÓN SOCIAL en la práctica

Modelo para la territorialización


de políticas públicas nacionales
en América Latina
Guía para la implementación
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA
Edita:
Programa EUROsociAL
C/ Beatriz de Bobadilla, 18
28040 Madrid (España)
Tel.: +34 91 591 46 00
www.eurosocial.eu

Con la coordinación de:

FIIAPP, Área de Gobernanza Democrática

Con el apoyo de:

Red Latinoamericana de Desarrollo Regional

Con el apoyo de Sandra Bustamante, experta en políticas de género.

Imagen de cubierta: ©Tobias Jelskov

La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo


financiero de la Unión Europea. Su contenido es responsabilidad
exclusiva de los autores y no necesariamente refleja
los puntos de vista de la Unión Europea.

Edición no venal.

ISBN: 978-84-09-32819-2

Realización gráfica:
Cyan, Proyectos Editoriales, S.A.

Madrid, junio 2021

No se permite un uso comercial de la obra original


ni de las posibles obras derivadas, la distribución
de las cuales se debe hacer con una licencia igual
a la que regula la obra original.
Índice

1. Una apuesta para acercar las políticas públicas a los territorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5


1.1. El enfoque territorial como marco de referencia en los procesos
de elaboración de políticas públicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.2. ¿Por qué es necesaria la territorialización de las políticas públicas? . . . . . . . . . . . . . 9
1.3. ¿Qué entendemos por territorialización de políticas públicas? . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

2. El Modelo de territorialización de políticas públicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11


2.1. Objetivo del Modelo de Territorialización de Políticas Públicas . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2. Principios rectores que rigen la aplicación del Modelo
de Territorialización de Políticas Públicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.3. Factores transversales (políticos y de gobernanza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.4. Las fases del Modelo de territorialización de políticas públicas . . . . . . . . . . . . . . . . 23

3. Análisis del grado de territorialización de las instituciones del ejecutivo y de las políticas
que impulsan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.1. Los indicadores: análisis individual y comparativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.2. Aplicación de los indicadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
1. Una apuesta para acercar las políticas públicas
a los territorios

Una parte muy relevante de los desafíos ligados al desarrollo sostenible que se recogen en la Agen-
da 2030 impulsada por las Naciones Unidas y suscrita por los gobiernos latinoamericanos tienen
una fuerte dimensión territorial. Ya sea en las ciudades, grandes, medianas o pequeñas, o en el
entorno rural, los territorios son el escenario donde se expresan y concretan algunos de los princi-
pales desafíos económicos, sociales y ambientales, así como el lugar en el que se desarrollan las
principales soluciones e innovaciones para abordarlos.

La Agenda 2030 apunta a la necesidad de incluir en los procesos de desarrollo sostenible a todos
los actores, públicos y privados, que operan a nivel internacional, nacional y local, con el objetivo de
no dejar a nadie atrás. La contribución de todos ellos y su implicación en la definición, implementa-
ción y monitoreo de estrategias de desarrollo sostenible es clave. También de los que operan desde
los territorios más alejados de los centros en los que se toman las decisiones, de las periferias y
territorios vulnerables.

Para algunos países latinoamericanos, apostar por un país policéntrico y más equilibrado y por un
gobierno próximo a su ciudadanía, implica enfrentar los desafíos globales y el desarrollo sostenible
partiendo de las particularidades, las diferencias, las necesidades y las oportunidades de los territo-
rios; e incorporar esas características y condiciones en las políticas públicas con el fin de corregir
paulatinamente los desequilibrios presentes.

La territorialización de las políticas y de la inversión pública implica promover su construcción de


manera concertada y articulada entre los diferentes niveles de gobierno y los diferentes actores del
territorio. Esta acción concertada, permitirá construir políticas públicas en correspondencia con las
características y condiciones especiales de cada territorio, a fin de contribuir a reducir las brechas
territoriales y las desigualdades existentes, tanto al interior de cada territorio como entre ellos dentro
de un mismo país. La territorialización permite acelerar los procesos de desarrollo sostenible apro-
vechando y reforzando las potencialidades de cada territorio en línea con lo que establece la Agen-
da 2030.

El Modelo de territorialización de políticas públicas (en adelante MTPP) que se despliega en esta
Guía es una herramienta sencilla que aborda el proceso de construcción, planificación, ejecución y
evaluación de políticas públicas más eficientes, que tengan en cuenta las aspiraciones y las necesi-
dades de los territorios y de la ciudadanía, logrando así un mayor impacto en materia de desarrollo
sostenible.

El MTPP nos indica, además, todas aquellas acciones indispensables para que las políticas públicas
sean la expresión de las necesidades, apuestas, proyección y prioridades de los territorios; y el

5
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

reflejo de los intereses y toma de decisiones de la ciudadanía y de los actores locales en todas las
fases del ciclo de la planificación de la política. De esta forma se trata de garantizar la articulación de
las políticas públicas con los procesos clave que se dan en los territorios, integrando y reflejando la
realidad y las dinámicas de los mismos. Todo este proceso pasa por el eje transversal de la partici-
pación ciudadana como condición fundamental en la construcción, implementación y evaluación de
las políticas públicas.

La presente guía metodológica está dirigida a aquellas instituciones de los gobiernos nacionales, en
especial las que son de carácter prestacional, que tienen la responsabilidad de proveer servicios y
trámites a las empresas, a las organizaciones de la sociedad civil y a la ciudadanía en general. Se
trata de una herramienta de gran utilidad, también, para los gobiernos locales y regionales para la
mejora de sus procesos de elaboración de políticas públicas. Plantea una hoja de ruta simple para
aplicar la MTPP de forma efectiva.

Conceptos
La territorialización de políticas públicas en tiempos de crisis, recuperación
y transformación

La crisis generada por la COVID19 ha tenido una importante dimensión urbana. Desde las gran-
des áreas metropolitanas hasta los municipios intermedios y pequeños, las ciudades han con-
centrado buena parte de la afectación, ya sea en términos de salud pública, de recesión eco-
nómica o de emergencia social. Pero también han desempeñado un rol protagónico en su
gestión, mitigando su impacto, en especial entre los sectores más vulnerables; y lo tendrán
también en los procesos de recuperación y transformación que cobrarán cada vez mayor rele-
vancia una vez la pandemia remita.

Pero también en los entornos rurales, en los que el acceso a los servicios básicos no siempre
está garantizado, la afectación ha sido relevante y ha puesto de manifiesto las desigualdades y
brechas existentes en muchos países derivadas de la falta de inversión, de diversificación pro-
ductiva y empleo digno.

Acercar las políticas públicas a la ciudadanía en tiempos de crisis e incertidumbre tiene gran
trascendencia. Favorecer que las soluciones que se promueven respondan a las necesidades
reales de las personas y de los actores que operan en el territorio es clave. Como también lo es
movilizar todos los recursos y activos disponibles y facilitar el despliegue de soluciones innova-
doras promovidas desde la sociedad civil, la academia o el sector privado.

El MTPP puede y debe ser una herramienta de gran valor añadido para gestionar escenarios de
crisis e incertidumbre como el generado por la COVID19 así como para impulsar procesos
de recuperación y transformación que respondan de forma efectiva a las necesidades de las
sociedades apuntando al bienestar, la cohesión y la prosperidad.

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Experiencia 1
Territorialización de políticas públicas para la recuperación post-COVID19 - Chile

Apoyo a la generación y al fortalecimiento de capacidades regionales para la recuperación de


sectores productivos priorizados de la macroregión centro-sur del país, para la recuperación
post-COVID-19.

Esta iniciativa, que se inserta en el marco del Fondo Bilateral Unión Europea-Gobierno de Chile,
busca apoyar la recuperación económica de la macroregión centro-sur del país fuertemente
impactada por la crisis generada por la COVID-19. La iniciativa se orienta a la generación de las
condiciones que permitan mejorar el entorno en el que se desarrollan empresas y PYMES liga-
das a sectores productivos relevantes en la zona y que han sido afectados por los efectos del
COVID-19. Se apuesta por el fortalecimiento de las capacidades de intervención en materia de
desarrollo productivo territorial e innovación de organismos públicos, privados y de investiga-
ción, con una fuerte incidencia en la actividad económica de la macroregión.

En la iniciativa, con un presupuesto de 500.000€, participan instancias de gobierno territorial y


nacional con el apoyo de la Unión Europea. Se articula alrededor de tres componentes:

1. Plan de acción para la recuperación económica de la macroregión centro-sur. Incluye el


refuerzo de las estructuras de gobernanza en el territorio.
2. Reactivación de actividades productivas priorizadas
3. Fortalecimiento de las capacidades de los actores, públicos y privados, implicados.

1.1. El enfoque territorial como marco de referencia en los procesos


de elaboración de políticas públicas

El Modelo de Territorialización de Políticas Públicas que se propone parte del enfoque territorial: un
enfoque a partir del cual, a diferencia de lo que se plantea en el enfoque sectorial, se interviene en
el territorio a partir de una visión holística que tiene en cuenta las diferentes dimensiones de su de-
sarrollo sostenible —económica, social y ambiental— así como todos sus activos incluidos los re-
cursos disponibles y los actores que operan en ellos.

Conceptos
El territorio

Para el impulso del MTPP el concepto de territorio no se limita a una zona geográfica, se refie-
re también al espacio multidimensional sobre el que se debe aplicar la estrategia de promoción
del desarrollo endógeno, integrado, inclusivo y sostenible que debe servir para capitalizar el
potencial de los múltiples operadores, públicos y privados, implicados y que operan en él. El
territorio es un recurso en sí mismo: lo integran sus diferentes dimensiones —física, natural,
social y cultural, ambiental y económica— y sus instituciones y organizaciones. Es en suma, un
conjunto socioeconómico integrado por hombres y mujeres, recursos y conocimientos técnicos.

7
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

El enfoque territorial permite a los agentes locales y nacionales definir una política de desarrollo sos-
tenible a partir de la realidad y los activos de una zona determinada, teniendo en cuenta sus nece-
sidades, aspiraciones, desafíos y oportunidades así como también sus debilidades y todos los fac-
tores que pueden representar una amenaza. Está basado en una visión global y concertada del
territorio, que busca la integración de los recursos endógenos y pretende la mayor coordinación y
complementariedad con los compartidos con otros territorios. Tiene en cuenta las diversas realida-
des a partir de sus distintas componentes: sociales, políticas, físicas, medioambientales, culturales
y económicas.

Este enfoque considera a los actores del territorio, públicos y privados, como activos esenciales. En
este sentido, la articulación y complementariedad entre los diferentes niveles o esferas de gobierno
—local, regional y nacional— es clave para impulsar políticas eficientes. Como también lo es la ge-
neración de espacios que permitan la implicación de los actores que operan en el territorio, por lo
general a través de las organizaciones que los asocian, y la movilización de todos sus recursos y
capacidades. Se propone, pues, una nueva concepción de la relación entre la ciudadanía, los acto-
res del territorio y las políticas públicas; una relación basada en una lógica de gobernanza basada
en el diálogo, la concertación, la co-reponsabilidad y la co-creación.

Conceptos
El enfoque territorial para el desarrollo local propuesto por la Comisión Europea1

La Unión Europea lleva años apostando por el “enfoque territorial para el desarrollo local” como
marco de referencia para sus políticas, primero, a nivel interno, en el ámbito regional y de im-
plementación de los fondos estructurales, y, desde 2013, en el de sus instrumentos de coope-
ración internacional al desarrollo y de apoyo a las autoridades locales. De acuerdo con la Nota
Política elaborada por la Comisión Europea en 2013, el enfoque territorial para el desarrollo lo-
cal (TALD en sus siglas en inglés) es el marco de referencia que define las claves para traducir
los procesos descentralización en desarrollo local.

Se trata de una política nacional que promueve un desarrollo local endógeno, en el que los
gobiernos locales movilizan todos los recursos y capacidades del territorio; integrado, por
cuanto se articula la acción de todos los operadores, públicos y privados que actúan en el te-
rritorio; multi-escalar, en la medida en que los diferentes niveles de gobierno se coordinan y
complementan, cada uno en el marco de sus competencias. En este contexto y con este marco
de referencia, la responsabilidad primera de planificar, financiar y gestionar el desarrollo local
recae en los gobiernos locales. Unos gobiernos locales que deben estar dotados de las com-
petencias, los recursos y las capacidades para ello.

En 2013 la Comisión Europea impulsó la Comunicación “Capacitación de las autoridades loca-


les en los países socios en aras de la mejora de la gobernanza y la eficacia de los resultados del
desarrollo” a partir de la cual se apuesta por el TALD como metodología de referencia para el
despliegue de sus diferentes programas de cooperación, en especial en el Programa Temático
Organizaciones de la Sociedad Civil y Autoridades Locales. En 2016 se publicó la Guía “Apo-
yando la descentralización, la gobernanza global y el desarrollo local a través del enfoque terri-
torial” en la que se definían pautas para la aplicación del TALD en la implementación de progra-
mas y proyectos financiados por la Unión Europea con el objetivo de promover el desarrollo
económico, la cohesión social y la sostenibilidad ambiental.

1. https://europa.eu/capacity4dev/articles/what-territorial-approach-local-development

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Programa de la OCDE para un enfoque territorial para los Objetivos de Desarrollo


Sostenible2

La OCDE ha desarrollado un programa destinado a promover el enfoque territorial como herra-


mienta clave para la implementación de los ODS a nivel territorial. La organización plantea un
enfoque de desarrollo regional orientado a desplegar todo el potencial transformador de los
ODS. Se basa en un enfoque del desarrollo territorial que es holístico, multi-sectorial, bottom-
up, inclusivo y localizado. La metodología que propugna la OCDE ofrece herramientas para
planificar estrategias de desarrollo territorial más eficientes, en las que los diferentes niveles de
gobierno, y los diferentes actores que operan en el territorio, aportan todas sus capacidades y
recursos. La OCDE apuesta por los sistemas de monitoreo de las políticas públicas y ofrece un
sistema de indicadores destinados a medir el progreso en los procesos de implementación de
la Agenda 2030 a nivel territorial.

1.2. ¿Por qué es necesaria la territorialización de las políticas


públicas?

La territorialización contribuye a acercar la acción de gobierno a la ciudadanía, reforzando la demo-


cracia y mejorando la calidad y la eficiencia de las políticas públicas. Partiendo de la concepción del
territorio como factor de desarrollo sostenible, la territorialización constituye un acelerador de dicho
desarrollo orientándolo hacia la prosperidad y la cohesión social, la reducción de las brechas territo-
riales y el combate de la pobreza y las desigualdades, incluidas las de género.

Por otro lado, facilita el impulso de políticas públicas nacionales más informadas, que toman en
consideración las necesidades y aspiraciones de los territorios, de las personas que los habitan y de
los actores que operan en ellos. Contribuye, asimismo, a la movilización y el aprovechamiento de los
activos del territorio comprometiéndolos con su desarrollo sostenible, equitativo e incluyente.

En definitiva, la territorialización de políticas públicas contribuye, por un lado, a mejorar el impacto


de las políticas públicas nacionales en el territorio y, por el otro, a avanzar hacia un desarrollo nacio-
nal más sostenible, inclusivo y equitativo.

Desarrollo nacional sostenible

El doble impacto Política pública


de la territorialización nacional

Desarrollo local sostenible

Fuente: elaboración propia.

2. https://www.oecd.org/cfe/territorial-approach-sdgs.htm

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

1.3. ¿Qué entendemos por territorialización de políticas públicas?

La territorialización de las políticas públicas puede definirse como el diseño y la implementación


concertada y articulada de políticas públicas con, desde y para los territorios en clave nacional. Es
una metodología desarrollada para facilitar que las políticas públicas tengan en cuenta:

• Las aspiraciones y las necesidades de los territorios, de la ciudadanía que los habitan y de los
actores que operan en ellos.
• Los recursos y todos los activos del territorio.

A diferencia de los modelos clásicos de elaboración de políticas públicas, que tienden a la homoge-
nización, el enfoque territorial por el que apuesta el MTPP conlleva incorporar las características de
los territorios, su diversidad, dinámicas, procesos y actores locales. De esta forma se trata de ga-
rantizar que las políticas públicas integren los procesos claves de los territorios a fin de que reflejen
su realidad y dinámicas y, a la vez se aproveche, el potencial de recursos, conocimiento y capacida-
des de cada uno de ellos para contribuir al desarrollo nacional sostenible.

10
2. El Modelo de territorialización de políticas públicas

El Modelo de Territorialización de Políticas Públicas propone un enfoque alineado con la Agenda


2030 de Desarrollo Sostenible, se fundamenta en un conjunto de principios rectores y factores
transversales, se despliega a partir de 4 fases y se monitoriza a través de un sistema de 12 indica-
dores y un conjunto de factores de verificación. La siguiente imagen proporciona un esquema de
todo ello.

Alineado con la Agenda 2030

Basado en principios rectores

EL MODELO DE
TERRITORIALIZACIÓN
Articulado a través de factores transversales (políticos y de gobernanza)
DE POLÍTICAS
PÚBLICAS

Desplegado en 4 fases

Medible a través de 12 indicadores

Fuente: elaboración propia

2.1. Objetivo del Modelo de Territorialización de Políticas Públicas

2.1.1. Objetivo general

Proveer a las instituciones de gobierno de un enfoque alineado con la Agenda 2030 de Desarrollo
Sostenible y una metodología que faciliten el diseño, la implementación y el monitoreo de políticas,
estrategias, planes, programas y proyectos teniendo en cuenta la realidad y potencialidades de los
territorios, así como las necesidades, intereses y aspiraciones de las personas que los habitan y
los actores que operan en ellos.

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

2.1.2. Objetivos específicos

• Impulsar políticas públicas a partir de un enfoque integral del territorio en todas sus dimensiones
y con una perspectiva de género.
• Diseñar políticas públicas informadas a partir de la realidad y potencialidades de los territorios y
las necesidades, intereses y aspiraciones de las personas que los habitan y los actores que ope-
ran en ellos.
• Asegurar la adecuada coordinación y complementariedad entre las diferentes esferas o niveles
de gobierno que intervienen en el territorio.
• Garantizar la participación de la ciudadanía y la articulación con los actores que operan en el
territorio en todas las fases del ciclo de política pública —diseño, implementación y monitoreo y
evaluación—.

2.2. Principios rectores que rigen la aplicación del Modelo


de Territorialización de Políticas Públicas

El MTPP sustenta su aplicación en un conjunto de principios rectores que fundamentan todo su


potencial transformador. Bebe, por un lado, de los principios que articulan la Agenda 2030 de De-
sarrollo Sostenible impulsada por las Naciones Unidas en 2015; y, por el otro, de un conjunto de
principios específicos que asientan su dimensión territorial.

Principios rectores de MTPP

Alineados con la Agenda 2030 Específicos

• Integralidad • Proximidad
• Inclusividad • Equilibrio territorial
• Asociación • Solidaridad
• Rendición de cuentas • Igualdad
• Legalidad
• Suficiencia de recursos
• Resilencia
• Orientación a resultados

2.2.1. Los principios que alinean el MTPP con la Agenda 2030 de Desarrollo
Sostenible

Como se ha apuntado en la introducción a este documento, la Agenda 2030 de desarrollo sosteni-


ble impulsada por las Naciones Unidas tiene una clara dimensión territorial. Existe un consenso
generalizado sobre el hecho de que su implementación no será viable sin tener en cuenta lo que su-
cede en los territorios y sin tener en cuenta las aspiraciones y necesidades de los actores que ope-
ran en ellos, incluidos aquellos en situación de mayor vulnerabilidad.

En este sentido, el MTPP se ha construido teniendo en cuenta los valores y principios que estructu-
ran la Agenda 2030 y que tienen, por si mismos, una importante dimensión transformadora y capa-
cidad para mejorar la manera en que los gobiernos, de todas las esferas, realizan políticas públicas.
De forma precisa, el MTPP apuesta por articular la contribución a los ODS y a sus diferentes metas
a partir de procesos fundamentados en los siguientes principios:

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

• Integralidad.
• Inclusividad.
• Asociación.
• Transparencia y rendición de cuentas.

Integralidad

La Agenda 2030 apuesta por una aproximación integral y holística al desarrollo sostenible. En este
mismo sentido, el MTPP lo aborda en todas sus dimensiones, económica, social y ambiental, enten-
diendo el territorio como un todo, como un sistema en el que operan y se interrelacionan múltiples
actores, públicos y privados. Apela a la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible (CPDS),
a que no haya contradicciones en los enfoques a partir de los cuales se abordan las políticas públi-
cas en los diferentes ámbitos; así como a la necesaria complementariedad y coordinación interna en
el seno de los gobiernos, y multinivel, entre las diferentes esferas de gobierno.

Experiencia 2
Plan Colmena3 – Panamá

El Plan Colmena “Panamá libre de pobreza y desigualdad, la sexta frontera” tiene por objetivo
organizar territorialmente el proceso de implementación integral de las políticas públicas a tra-
vés de una oferta multisectorial articulada que garantice a la población el derecho al desarrollo.
El plan busca reforzar los gobiernos locales, las gobernaciones y las juntas técnicas ampliadas
en una clara apuesta por superar el centralismo y la planificación vertical que ha caracterizado
la gobernanza del país. Concebido como un instrumento de gestión orientando a impulsar pro-
cesos de desarrollo territorial se busca potenciar la política y la institucionalidad del Estado en
áreas de pobreza y vulnerabilidad.

El plan se desarrolla a partir de una metodología de abordaje comunitario participativo en un


grupo de corregimientos seleccionados para la intervención territorial. En todos ellos se impul-
sa un proceso planificado, guiado y encaminado hacia la detección de las necesidades priori-
zadas en las comunidades, identificadas como problemas que afectan los distintos ámbitos de
la vida cotidiana de la población. Se atiende multisectorialmente los principales problemas
identificados por las comunidades y se definen planes de acción que alinean y orientan a los
actores involucrados. La estrategia ha sido diseñada para promover la planificación territorial,
la construcción de alianzas multisectoriales, el trabajo articulado entre instituciones y la partici-
pación ciudadana. Su diseño opera en dos niveles: por un lado, busca mejorar los servicios del
estado (ej. salud, agua limpia, electrificación, otros), desarrollando prestaciones y servicios con
modelos de atención que protejan los derechos y brinden satisfacción a los ciudadanos; por el
otro, incentiva las actividades generadoras de ingreso mediante la inclusión productiva y finan-
ciera.

La estrategia Colmena, que se encuentra vinculada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), busca disminuir los niveles de pobreza, mejorar la nutrición de la población, con énfasis
en niños y niñas, mejorar los servicios de salud, educación, lograr mayor equidad de género,
promover el empleo, la autogestión y el emprendimiento, instalando capacidades en los gobier-
nos locales, en un marco de armonía entre lo social, lo económico y lo ambiental.

3. https://sustainabledevelopment.un.org/partnership/?p=36612

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Inclusividad

La Agenda 2030 apuesta por no dejar a nadie atrás como eje vertebrador de los procesos de desa-
rrollo sostenible. Se refiere a los colectivos en riesgo de exclusión social —pobres, mujeres, jóvenes,
migrantes, colectivos LGTBI, personas con diversidad funcional, etc.—, pero también a los territo-
rios más vulnerables, periferias, zonas fronterizas, territorios degradados o sujetos a riesgos climáti-
cos. El principio de inclusividad se vincula a políticas públicas que aseguren que aquellas personas
que están en riesgo de pobreza y exclusión social tengan las oportunidades y recursos necesarios
para participar completamente en la vida económica, social, cultural y política disfrutando de un nivel
de vida y bienestar que se considere normal en la sociedad en la que viven.

En este mismo sentido, el MTPP plantea tener en cuenta a todos estos colectivos en todas las fases
de la elaboración, implementación y monitoreo de las políticas públicas; y a abordar sus necesida-
des, intereses y aspiraciones como elementos articuladores de las políticas públicas orientadas a
reducir las brechas sociales, de género y territoriales y a promover la inclusividad y la cohesión social.

Asociación

La Agenda 2030 apuesta por la asociación (el partenariado, ODS 17) entre todos los actores vincu-
lados con el desarrollo sostenible en todas sus dimensiones. En este contexto, la acción de los
gobiernos e instituciones públicas, desde organismos multilaterales hasta gobiernos locales, pasan-
do por los gobiernos regionales y nacionales, es clave. Tienen asignada la responsabilidad de impul-
sar las políticas públicas y facilitar las inversiones que permitan avanzar en la consecución de los
ODS. A escala territorial esta función es clave y requiere de la adecuada articulación entre todas las
esferas de gobierno con competencias vinculadas al desarrollo sostenible de los territorios (gober-
nanza multinivel).

Sin embargo, el desarrollo sostenible no puede ser visto como una aspiración que atañe únicamen-
te a los gobiernos, ya sean locales o nacionales. Alcanzarlo no será posible si no se cuenta con to-
dos los agentes que, desde ópticas y perspectivas diversas, aportan recursos, capacidades, expe-
riencia y soluciones esenciales para definir estrategias y políticas públicas más eficaces y ancladas
en la realidad. Trabajar en una lógica de asociación con dichos agentes es fundamental en el ámbi-
to territorial. El sector privado, las organizaciones de base y de la sociedad civil, así como las univer-
sidades y los centros ligados al conocimiento, desempeñan un papel fundamental que debe ser
articulado y potenciado desde la esfera pública. El MTPP tiene muy en cuenta esta dimensión y
apela a potenciar las herramientas de participación ciudadana y de articulación con los actores del
territorio, al igual que a impulsar mecanismos de colaboración público privada.

Transparencia y rendición de cuentas

La rendición de cuentas constituye una exigencia clave en todo proceso de elaboración e implemen-
tación de política pública. La Agenda 2030 apuesta por avanzar hacia el desarrollo sostenible par-
tiendo de la experiencia, definiendo mecanismos de monitoreo y evaluación basados en indicadores
que permitan conocer los impactos de las políticas públicas. Desde la transparencia, se apuesta por
reportar y capitalizar los logros e innovaciones y extraer, igualmente, los aprendizajes ligados a las
experiencias desarrolladas ya sean buenas o malas prácticas. El MTPP se alinea de forma clara con
la rendición de cuentas y la transparencia; apuesta por disponer de sistemas de información y datos
que permitan medir los impactos de las políticas públicas; por capitalizar las experiencias positivas
permitiendo, así, extraer y compartir los aprendizajes y por reportar lo realizado asumiendo respon-
sabilidades.

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

¿Cómo alinear el MTPP con la Agenda 2030?

• Partiendo de la experiencia: un buen diagnóstico


• Orientándolo a la consecución de los 17 ODS y las 169 metas
• Asegurándose que nadie queda atrás
• Abordando el desarrollo sostenible desde una perspectiva multidimensional
• Definiendo políticas públicas integrales
• Asegurando la implicación de todos los actores del territorio, públicos y privados
• Midiendo los resultados obtenidos
• Capitalizando los aprendizajes que derivan de la implementación de políticas públicas. -
Incluyendo, en el proceso de elaboración de políticas públicas un dispositivo de complian-
ce con la Agenda 2030 (útil para la elaboración de los VNRs)

Experiencia 3
La territorialización de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible en Argentina4

En un país federal como la Argentina, la territorialización de la Agenda 2030 se construye desde


el reconocimiento de la heterogeneidad entre regiones y localidades. Resulta importante para
su concreción que los ODS se adapten a las realidades territoriales, permitiendo que cada go-
bierno local avance a su ritmo y en base a sus necesidades de desarrollo. El Consejo Nacional
de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS) ha llevado a cabo un intenso trabajo de sensi-
bilización y capacitación a nivel local, considerando los ODS y la Agenda 2030 como una opor-
tunidad para fortalecer los procesos de planificación del desarrollo local, o promoverlos cuando
donde no existían.

Con esta perspectiva, el CNCPS ha definido una estrategia articulada a partir de diferentes
acciones. En primer lugar, a partir del aprendizaje adquirido en el trabajo con gobiernos locales
de todo el país, se ha elaborado la tercera edición del Manual para la Adaptación Local de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible5, que aporta contenidos actualizados y nuevos desarrollos
relacionados con las sugerencias y aportes metodológicos. Por otro lado, se han formalizado
convenios marco de cooperación, capacitación y asistencia técnica con diferentes gobiernos
locales del país. Igualmente, durante 2021 se lanzará la Red de Gobiernos Locales para el
Desarrollo Sostenible.

En Argentina existe un fuerte compromiso territorial con la Agenda 2030. Un compromiso que
ha facilitado que muchos gobiernos locales y provinciales estén alineando sus políticas y pre-
supuestos con los ODS. Desde el gobierno federal se ha promovido que los gobiernos locales
del país conformen puntos focales locales (PFL) que se encarguen de impulsar la localización
de los ODS en cada territorio. Dichos equipos son también los responsables de elaborar las
estrategias de articulación interna que sirven para trabajar la Agenda 2030 de forma integral y
coordinada entre las diversas instancias del gobierno, producir la información para la toma de
decisiones a nivel local, seguir los indicadores locales y articular (acompañados por el CNCPS)
la participación de la ciudadanía y otros actores relevantes de la comunidad.

4. https://www.argentina.gob.ar/politicassociales/ods/subnacional
5. https://municipios.produccion.gob.ar/wp-content/uploads/2017/04/manual_ods_municipios.pdf

15
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Lineamientos para la articulación entre los Planes de Desarrollo y Ordenamiento


Territorial y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible en Ecuador6

En Ecuador los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) de los gobiernos autó-
nomos descentralizados (GAD) consideran las particularidades del territorio, definen priorida-
des de desarrollo y, finalmente, incluyen un modelo de gestión para su implementación. Esta
planificación, en primera instancia alineada al Plan Nacional de Desarrollo (PND), está también
articulada a nivel global con la Agenda 2030 y los ODS. En este sentido, la implementación del
PDOT contribuye al Plan Nacional de Desarrollo y, manteniendo una gestión articulada y soste-
nida en el largo plazo, coadyuva a alcanzar los ODS.

2.2.2. Principios específicos

Más allá de los principios derivados de la Agenda 2030, el MTPP se sustenta, también, en un con-
junto de principios específicos que lo vinculan con las formas de organización del Estado.

Los principios rectores específicos del MTPP se describen de la siguiente manera.

Proximidad

Implica la necesidad de conocer y tener en cuenta las necesidades, intereses y aspiraciones de la ciu-
dadanía que habita los territorios así como de los actores que operan en ellos. También la realidad de
los territorios, las dinámicas y procesos que se dan en ellos, sus recursos, tanto físicos como económi-
cos, sociales y culturales, así como los factores de amenaza. Para ello, es necesario llevar a cabo pro-
cesos de diagnóstico territorial y de detección de necesidades. La información juega un papel clave.

Equilibrio territorial

El MTPP sirve para avanzar hacia un desarrollo equilibrado y armonioso de los territorios, reducir las
asimetrías y las disparidades en dotación de infraestructuras y apostar por la universalización de los
servicios públicos como herramienta clave para frenar la inequidad. Para que exista equilibrio terri-
torial, los servicios básicos de calidad deben ser de acceso asegurado a toda la ciudadanía, inde-
pendientemente de donde vivan, y debe existir una igualdad de oportunidades para todos, en espe-
cial para jóvenes y mujeres, protegiendo especialmente a los colectivos más vulnerables y que se
encuentran en riesgo de exclusión social. Todo ello debe ir acompañado de unos territorios más
articulados, aspirando, en una lógica policéntrica, a una diversificación de los centros urbanos de
referencia en los diferentes territorios del país.

Solidaridad

En este contexto se entiende como la acción redistributiva que se impulsa desde el Estado asegu-
rando que toda la ciudadanía tenga asegurado el acceso a bienes y servicios públicos de calidad,
así como a todas la oportunidades, independientemente de su estrato social y del lugar en el que
habite. El MTPP debe poner el foco en los territorios menos desarrollados y vulnerables, así como
en mitigar las asimetrías y avanzar en una convergencia real entre los territorios. Debe basarse,
igualmente, en una política fiscal y presupuestaria de carácter redistributivo, a partir de la cual, en un
marco de universalidad en el acceso a los servicios básicos y de garantía de derechos, las personas
(físicas y jurídicas) con mayor renta contribuyan en mayor medida.

6. https://www.planificacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/09/Caja-de-herramientas-ODS-V6.pdf

16
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Igualdad

El MTPP se sustenta también en el principio de igualdad en la medida en que apuesta por la igual-
dad entre todas las personas, independientemente de su lugar de nacimiento y residencia, de su
estrato social, su condición étnica o su orientación política, religiosa o sexual. El Modelo se orienta
también a la promoción de la diversidad como elemento de valor añadido de toda sociedad así
como al respeto y la tolerancia hacia las minorías y los sectores más vulnerables.

La igualdad de género y la diversidad se ven reflejados en el enfoque de género y de derechos hu-


manos que adopta el MTPP. La igualdad de género se refiere a la igualdad de derechos, responsa-
bilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres y de las niñas y los niños. Implica que los
intereses, necesidades y prioridades de todos ellos se tomen en cuenta, reconociendo las diversi-
dades existentes. Un enfoque basado en derechos, por un lado, desarrolla la capacidad de los ga-
rantes de derechos para cumplir con sus obligaciones; por otro, alienta a los titulares de derechos a
reivindicarlos.

Conceptos
Transversalización de género

El término “perspectiva de género” es una forma de ver o analizar que consiste en observar el
impacto del género en las oportunidades, roles e interacciones sociales de las personas. La
transversalización de género o la institucionalización del enfoque de género en las políticas
públicas o mainstreaming (corriente principal) de género o enfoque de género y empoderamien-
to, alude a una estrategia que busca la igualdad entre hombres y mujeres y que tiene como
dimensión de referencia —en todo el proceso de formulación, ejecución y evaluación de las
políticas— la eliminación de las discriminaciones de género.

Es un proceso estratégico, sistémico y participativo. Es una estrategia, no es un fin en sí mismo.


Como proceso de cambio, requiere una perspectiva estratégica de largo plazo que tenga en
cuenta las distintas dimensiones sociales susceptibles de influencia por el mismo proceso, las
dimensiones institucionales de la organización que lo pone en marcha, las implicaciones que en
otros órdenes sociales (como los de edad, etnia, clase y otros) deberían ser considerados y
también los patrones identitarios de las relaciones de poder entre los géneros7.

7. García, E. (2008). Políticas de igualdad, equidas y ‘gender mainstreaming’. ¿De qué estamos hablando?: Marco conceptual.
San Salvador: PNUD

17
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Enfoque basado en derechos humanos (EBDH)

En la elaboración de esta Guía se ha incorporado, asimismo, el enfoque basado en derechos


humanos (EBDH), definido por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, como “un marco conceptual para el proceso de desarrollo humano que
desde el punto de vista normativo está basado en las normas internacionales de derechos hu-
manos y desde el punto de vista operacional está orientado a la promoción y la protección de
los derechos humanos. Su propósito es analizar las desigualdades que se encuentran en el
centro de los problemas de desarrollo y corregir las prácticas discriminatorias y el injusto repar-
to del poder que obstaculizan el progreso en materia de desarrollo. Desde la perspectiva de los
derechos humanos, la caridad por sí sola no es suficiente. En un enfoque de derechos huma-
nos, los planes, las políticas y los procesos de desarrollo están anclados en un sistema de de-
rechos y de los correspondientes deberes establecidos por el derecho internacional. Ello con-
tribuye a promover la sostenibilidad de la labor de desarrollo, potenciar la capacidad de acción
efectiva de la población, especialmente de los grupos más marginados, para participar en la
formulación de políticas, y hacer responsables a los que tienen la obligación de actuar”.

Con el EBDH se pretende efectuar una vinculación estrecha y efectiva entre las estrategias de
desarrollo y las de defensa y promoción de los derechos humanos que, hasta ahora, habían
tenido una escasa relación. Indica que en relación cualquier objetivo/ derecho deben identifi-
carse unos sujetos de derecho y, también, unos sujetos de deberes y que ambos deben encon-
trarse involucrados en su logro. Los primeros deben conocer, reclamar y contribuir al cumpli-
miento de sus derechos y los segundos deben disponer de las capacidades y recursos
suficientes para cumplir con las obligaciones que han asumido. Promueve asimismo interven-
ciones holísticas que, cuando menos, incorporan componentes que inciden en los sujetos de
derechos y en los sujetos de deberes, ya que el cumplimiento de cualquier derecho sólo puede
ser garantizado cuando estos dos actores actúan de manera coordinada.

Hay dos argumentos principales en favor del enfoque basado en los derechos humanos: a) el
argumento intrínseco, que reconoce que el enfoque basado en los derechos humanos es lo
correcto desde el punto de vista moral o jurídico; y b) el argumento instrumental, que reconoce
que un enfoque basado en los derechos humanos conduce a resultados mejores y más soste-
nibles en materia de desarrollo humano. En la práctica, la razón para aplicar un enfoque basado
en los derechos humanos suele ser una combinación de ambos argumentos.8

Legalidad y subsidiariedad

La sujeción al marco institucional y normativo vigente a nivel nacional y, en su caso, regional o esta-
tal (en los países federales), es consustancial a todo el proceso de territorialización de políticas pú-
blicas. Las diferentes fases del Modelo se desarrollan de acuerdo con las normas que rigen el fun-
cionamiento del estado y de la sociedad.

El MTPP basa buena parte de su operativa en la colaboración intergubernamental, ya sea entre


instancias del ejecutivo nacional y/o de los diferentes niveles de gobierno. Dicha colaboración, que
no debe ser jerárquica, combina la autonomía que viene determinada por ley, la observancia del
principio de subsidiariedad, con la imprescindible lealtad institucional.

8. Oficina del Alto Comisionado de NNUU para los Derechos Humanos 2006:16.

18
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

En base al principio de subsidiariedad, las políticas públicas deben situarse en la esfera de gobierno
más cercana posible a la ciudadanía y que asegure una respuesta eficiente al problema que se
pretende abordar.

Conceptos
El principio de subsidiariedad en la Unión Europea9

El principio de subsidiariedad se introduce como mecanismo dirigido a gobernar el sistema de


competencias de la UE. Se busca asegurar que los poderes públicos se ejerzan lo más cerca
posible del ciudadano. En este sentido, la Unión Europea, en el marco de las competencias que
no le son exclusivas, únicamente puede intervenir cuando los objetivos que se persiguen no
pueden ser alcanzados de manera suficiente a escala nacional, regional o local y se pueden
lograr mejor a escala europea. El Comité de las Regiones y los parlamentos nacionales y regio-
nales (en los estados federales) están facultados a ejercer lo que se denomina el control de
subsidiariedad y están capacitados, si se considera oportuno, a interponer recurso ante el Tri-
bunal de Justicia de la Unión Europea si se considera que la UE está legislando en ámbito de
competencia de los estados miembros o de sus gobiernos regionales.

Suficiencia de recursos

La territorialización de políticas públicas requiere de la existencia de recursos suficientes para su


implementación. El Modelo aboga por la inversión pública, ya sea de los presupuestos generales del
estado como de los de los gobiernos subnacionales, y por la movilización de recursos privados en
el marco de iniciativas de colaboración público-privada.

Resiliencia

El MTPP apuesta por definir mecanismos que sirvan para que las políticas y los gestores públicos
sean capaces de adaptarse a contextos cambiantes, de incertidumbre y gran complejidad. Para ello
es necesario incorporar la prospectiva como herramienta esencial en el proceso de definición de las
políticas públicas y la prevención y la mitigación como componentes de esta. Es necesario, igual-
mente, mapear los ámbitos de vulnerabilidad, así como los actores clave en la definición de respues-
tas ante situaciones de crisis y emergencia.

Orientación a resultados

El MTPP busca potenciar el impacto de las políticas públicas en el territorio a través de procesos de
diseño, implementación y monitoreo más eficientes y orientados a resultados. La apropiación de las
políticas públicas por parte de la ciudadanía y de los operadores del territorio resulta clave para generar
soluciones eficientes a los desafíos que enfrentan los territorios y las transformaciones que requieren.

2.3. Factores transversales (políticos y de gobernanza)

Junto con los principios rectores, el Modelo basa su despliegue en un conjunto de factores trans-
versales, políticos y de gobernanza, que habrá que tener en cuenta en todas las fases del proceso

9. https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/7/el-principio-de-subsidiariedad

19
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

de territorialización de las políticas públicas. Los factores políticos se orientan a reforzar la legitimi-
dad de los procesos de territorialización de políticas públicas y refuerzan su lógica democrática; los
de gobernanza tienen carácter estructurante y se orientan a garantizar la coherencia de dichos
procesos.

2.3.1. Factores políticos

En los sistemas democráticos, las políticas públicas que impulsan los gobiernos son fruto de su
mandato democrático. Por ello, resulta clave que respondan a las prioridades políticas fijadas por
los distintos gobiernos, sean del nivel que sean. La territorialización de políticas públicas nacionales
debe responder, por un lado, a las prioridades fijadas por el gobierno nacional y, por el otro, tomar
en consideración las que fijan los diferentes niveles o esferas de gobierno.

Si nos fijamos en los sistemas de planificación del desarrollo, los sistemas nacionales deben enmar-
carse en el ordenamiento jurídico vigente, responder a las prioridades fijadas por el ejecutivo nacio-
nal y articularse en una lógica no jerárquica con los planes definidos por los gobiernos subnacionales
(estatales, provinciales, regionales, departamentales, municipales). Éstos, a su vez, en el marco del
ordenamiento jurídico y de su autonomía, deben informar los procesos de planificación a nivel na-
cional y asegurar la debida coherencia con los procesos de desarrollo que se dan a nivel territorial.
Los planes de desarrollo, nacionales y territoriales, deben proveer un marco de referencia para la
territorialización de las políticas sectoriales (nacionales y subnacionales).

ORDENAMIENTO JURÍDICO

Nacionales
Plan Nacional
de Desarrollo
TERRITORIALIZACIÓN

COHERENCIA

AUTONOMÍA

Planes
Departamentales Departamentales
de Desarrollo

Planes Territoriales
Locales de Desarrollo

CIUDADANÍA -TERRITORIO

Fuente: elaboración propia.

20
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Experiencia 4
Sistema de planificación del desarrollo en Colombia

La Ley 152 de 1994 se establece los lineamientos para la elaboración, aprobación, ejecución,
seguimiento, evaluación y control de los planes de desarrollo a nivel nacional, regional y territo-
rial. Este proceso debe tener en cuenta, por un lado, la autonomía de las diversas esferas de
gobierno en el desarrollo de las competencias que tienen asignadas; y, por el otro, la necesaria
coherencia entre las políticas, planes y programas que desarrollan las entidades nacionales y
territoriales. En este sentido, el Departamento Nacional de Planeación, tienen la misión de ase-
gurar que dicha articulación entre la planeación de los diferentes niveles de gobierno sea efec-
tiva. Para lo cual, implementa estrategias de asistencia técnica, sobre todo, dirigidas al fortale-
cimiento de los procesos de planeación, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes de
desarrollo territorial. Dentro de estas acciones se encuentra la Estrategia Gobierno al Plan, la
cual brinda asesoría integral a los municipios con menor eficiencia en el país, con el propósito
de que los planes de desarrollo locales y regionales, por una parte, se articulen a todo el ciclo
de la política pública nacional, y por el otro, el proceso de generación de valor público a nivel
territorial esté completamente ligado a la planificación autónoma de los territorios.

2.3.2. Factores de gobernanza

Los procesos de territorialización de políticas públicas deben responder a una triple coherencia: in-
terna en el seno del gobierno nacional que impulsa las políticas públicas y su territorialización; mul-
tinivel, asegurando la necesaria coordinación y complementariedad en la acción de los diferentes
niveles de gobierno; con las necesidades de la ciudadanía y los actores que operan en el territorio.
Asegurar la coherencia en el despliegue territorial de las políticas públicas requiere de mecanismos
de gobernanza colaborativa legitimados, institucionalizados y eficientes.

Articulación
Coordinación Coordinación con actores
interna multi-nivel del territorio

Fuente: elaboración propia

La coordinación interna entre las diferentes instituciones vinculadas al gobierno nacional (ministe-
rios, organismos autónomos, agencia, etc.), en especial entre aquellos que despliegan políticas con
dimensión territorial, resulta clave para asegurar la coherencia y la eficacia de las políticas que se
despliegan en el territorio. Dicha coordinación es especialmente relevante cuando se trata de políti-
cas sectoriales en la medida en que asegurar la integralidad es más complejo y se tiende a operar
en una lógica de silos.

21
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Existen diferentes espacios para la coordinación interna de los gobiernos nacionales para una terri-
torialización más eficiente de sus políticas públicas; desde los consejos de ministros hasta toda
suerte de consejos, comisiones y mesas de coordinación. El liderazgo y la voluntad política son
clave para que dicha coordinación sea efectiva; como lo es la institucionalización de los espacios
diseñados a tal fin (centralizados en la capital y desconcentrados en el territorio) así como contar con
los recursos necesarios, en especial la información y los datos, así como los canales para compartirla.

Por otro lado, el MTPP apuesta por la necesaria coordinación entre los diferentes niveles de
gobierno, nacional y local, en los procesos de definición, implementación y monitoreo de las políti-
cas públicas. Se apunta a un esfuerzo compartido, cada nivel de gobierno en el marco de sus res-
pectivas competencias, y a la búsqueda de complementariedades, sinergias y al impulso de espa-
cios de gobernanza multinivel más eficientes. En este sentido, avanzar en la definición de estrategias
de desarrollo sostenibles en una lógica de co-gobierno puede representar una oportunidad.

Existen también formas diversas para articular la gobernanza multinivel, desde consejos y comisio-
nes ministeriales, hasta espacios interterritoriales en los que participan las autoridades del gobierno
central. Como en el caso precedente, la voluntad política dirigida a dotar dichos mecanismos de
relevancia es clave, como lo es su institucionalidad, la dotación de recursos para su funcionamiento
—aquí también la información es fundamental— y el establecimiento de sistemas para monitorear
su funcionamiento. Los mecanismos de coordinación multinivel más eficientes son los que operan
sobre la base de mandatos claros y lógicas no jerárquicas fundadas en la autonomía y la lealtad
institucional. La confianza, en este sentido, es un elemento fundamental.

Experiencia 5
Comisión Sectorial de Descentralización – Uruguay

La Comisión Sectorial de Descentralización es un órgano paritario entre el gobierno nacional y


el Congreso de Intendentes creado por la Constitución de la República (artículo 230) con el fin
de definir la aprobación de los proyectos financiados por el Programa Fondo de Desarrollo del
Interior y el Programa Caminería Rural, así como los compromisos de gestión celebrados entre
Municipios e Intendencias y relativos al Fondo de Incentivo a la Gestión Municipal.

La Comisión Sectorial de Descentralización está integrada por representantes de los Ministe-


rios de Economía y Finanzas, Transporte y Obras Públicas, Ganadería, Agricultura y Pesca, In-
dustria, Minería y Energía, Vivienda y Ordenamiento Territorial y Turismo e igual número de de-
legados del Congreso de Intendentes.

La Presidencia de la Comisión es ejercida en forma rotativa, por un plazo de un año, por un


delegado del Poder Ejecutivo o del Congreso de Intendentes. La coordinación de la Comisión
la ejerce la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la Presidencia de la República.

Finalmente, disponer de mecanismos que faciliten la participación ciudadana y la articulación


con los actores de los territorios para impulsar políticas más informadas resulta también funda-
mental. En este sentido, el MTPP se define como un modelo que apuesta en todas sus fases por la
gobernanza colaborativa y por la implicación de los actores que operan en el territorio, desde orga-
nizaciones de base a universidades y centros de investigación, pasando por organizaciones de la
sociedad civil, empresas y asociaciones empresariales, sindicatos o asociaciones de profesionales,
entre otros.

22
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

La eficacia de los mecanismos que facilitan la participación ciudadana y la articulación con los acto-
res del territorio dependen también en gran medida de la voluntad de los gobiernos, de su visión y
liderazgo. La participación ciudadana tiene un largo recorrido en América Latina y Europa, aunque
requiere de una cierta revisión. Menos recorrido tienen los mecanismos formales de implicación de
los actores del territorio cuya institucionalización, en especial cuando se trata de actores privados
(sujetos a intereses privados), es más compleja y requiere de marcos regulatorios claros.

Efectivamente, disponer de marcos regulatorios que faciliten las lógicas colaborativas, de co-res-
ponsabilidad, incluso de co-creación —como las dirigidas a la gestión compartida de los bienes
comunes— tienen, todavía, mucho camino por recorrer.

Experiencia 6
Consejos Regionales de Desarrollo (COREDES)10 – Costa Rica

Los Consejos Regionales de Desarrollo (COREDES) son instancias regionales que coordinan y
articulan políticas, planes, programas y proyectos institucionales e interinstitucionales, median-
te la participación activa de los diferentes segmentos involucrados en el desarrollo del espacio
regional. Los COREDES operan conforme a la regionalización establecida en 198511, que divide
al país en seis regiones para efectos de planificación, administración y desarrollo. Los integran
los alcaldes o alcaldesas de los gobiernos locales de la región, así como los presidentes o pre-
sidentas de los concejos municipales, representantes del poder ejecutivo, representantes del
sector privado, de la sociedad civil, de la población indígena, de organizaciones ambientales,
del sector académico, representantes de los Consejos Territoriales de Desarrollo Rural. El
Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN) los apoya ejerciendo la
Secretaría Técnica.

2.4. Las fases del Modelo de territorialización de políticas públicas


El MTPP se articula en torno a cuatro fases que componen el ciclo de elaboración de las políticas
públicas con enfoque territorial. Las cuatro fases se articulan en torno a la Estrategia Nacional
de Desarrollo Sostenible (o instrumento similar) que es la que define las prioridades nacionales.

El Modelo se centra fundamentalmente en las que se pueden denominar políticas prestacionales,


es decir, políticas públicas que se vinculan a atribuciones del órgano ejecutivo que tienen naturaleza
prestacional o de servicio público de carácter finalista.

El Modelo propuesto concibe a la política pública como un proceso y a la territorialización como un


factor inherente a ella. Una política de Estado que busca impactar en el bienestar de la ciudadanía
e incidir en el entorno en el que habitan, requiere de una aproximación territorial en su definición,
planificación, implementación y evaluación, así como una perspectiva de género adecuada.

10. https://www.mideplan.go.cr/coredes
11. Decreto 16068-PLAN de 15 de febrero de 1985

23
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

FASE 1 FASE 2 FASE 3 FASE 4

Detección de Planificación. Encaje Implementación de Evaluación


necesidades de las necesidades la política pública
territoriales territoriales en las en los territorios
prioridades
nacionales

ESTRATEGIA NACIONAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Las cuatro fases descritas dibujan un proceso de orientación temporal compuesto por tareas que
en algunos casos se repiten y en otros se yuxtaponen en el tiempo. Las tareas que se repiten son
cuatro y hacen referencia a igual número de momentos fundamentales en cada una de las fases:

• Levantamiento y sistematización de información y uso de ésta.


• Coordinación entre los representantes de las instituciones del Órgano Ejecutivo.
• Coordinación multinivel (entre el Órgano Ejecutivo y los Gobiernos locales, incluidas las asocia-
ciones).
• Participación ciudadana y articulación con los actores del territorio.

Las tareas que se yuxtaponen, por su parte, aseguran la correcta conexión entre alguna de las fa-
ses. En concreto, podemos dibujar los siguientes vínculos:

• La tarea de formulación de necesidades (fase 1) se puede aproximar en el tiempo con la de pla-


nificación (fase 2) en la medida en que las necesidades planteadas en el territorio deben apare-
cer, de una manera u otra, en la planificación de la política que se realiza a nivel nacional.
• La tarea de monitoreo (fase 3) se aproxima con la de evaluación (fase 4) en la medida en que las
evaluaciones requieren de la información que se obtiene en el proceso de monitoreo (que se da
a lo largo de todo el desarrollo de la política).
• De la misma forma, el monitoreo (fase 3), en la medida en que se haga de forma transparente,
alimenta la tarea de rendición de cuentas y capitalización (fase 4).

Las fases del Modelo se convierten en una guía para la construcción de procesos de formulación de
políticas, planes, programas y proyectos impulsados por el gobierno nacional, conectando su visión
y sus prioridades (nacionales) con la realidad y las necesidades de los territorios.

24
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

2.4.1. Fase 1: diagnóstico para la detección de necesidades territoriales

Propósito

• Obtener un diagnóstico con perspectiva de género de la problemática, las necesidades, poten-


cialidades, procesos claves y particularidades propias de los territorios relacionados con la
política pública.
• Realizar un adecuado mapeo de actores que colaboren en la territorialización de la política pública
• Generar un conocimiento pleno de los territorios que permita hacer una buena caracterización
del mismo y, principalmente, visualizar las apuestas y respuestas que la política dará a ese terri-
torio.
• Llevar a cabo un análisis de las vulnerabilidades territoriales y una adecuada gestión del riesgo.
• Realizar un ejercicio de prospectiva que ofrezca alternativas, guíe las acciones presentes, valores
y reglas de decisión para alcanzar el mejor futuro posible.

Objetivo de la fase 1: identificar y consensuar las necesidades, los intereses y las aspiraciones
fundamentales del territorio en relación con la política pública que el ejecutivo nacional plantea
ejecutar.

Actores fundamentales: representantes del ejecutivo en el territorio; gobiernos locales y aso-


ciaciones de municipios; ciudadanos individuales, y representantes de las organizaciones de la
sociedad civil, de organizaciones comunitarias de base, del sector privado y de la academia
presentes radicados en el territorio.

Resultados esperados:

• Diagnóstico de la situación del territorio


• Análisis de riesgos / Estrategia de resiliencia
• Análisis prospectivo
• Registro de prioridades fijadas, consensuadas y presupuestadas
• Sistema de información territorial alimentado

La primera fase del Modelo se centra en la detección de las necesidades territoriales.

La definición de las políticas públicas se realiza siempre a partir de una aspiración que busca dar
respuestas en una doble dirección: por un lado, a las prioridades y las estrategias definidas en los
instrumentos de planificación de carácter nacional; por el otro, a las necesidades e intereses defini-
dos por los ciudadanos que habitan en los territorios y que se recogen en los planes territoriales de
desarrollo (regionales, departamentales o locales).

Esta primera fase es, pues, clave para que las políticas públicas efectivamente tengan impacto en el
territorio, se adapten al contexto en el que deben aplicarse y respondan a las necesidades de los
ciudadanos y de los actores económicos y sociales, así como del entorno en que estos operan.

El siguiente esquema propone el proceso de detección de las necesidades de los territorios.

25
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Formulación de necesidades
- definición de prioridades - asignación
de presupuesto - Planes territoriales Diagnóstico. Situación de base
de desarrollo de los territorios

Participación ciudadana Mapeo de actores


y articulación multi-color

Estrategia Nacional
de Desarrollo Sostenible

Coordinación multi-nivel Análisis de vulnerabilidades

Coordinación interministerial Análisis prospectivo

2.4.1.1. Diagnóstico. Detección de necesidades y situación de base de los territorios

La fase de detección de necesidades del territorio parte de la elaboración de un diagnóstico de la


situación de este en el que se deben analizar el contexto y las dinámicas ambientales, sociales,
económicas, especiales y culturales, así como la incidencia de los territorios de su entorno, sean los
territorios que lo rodean físicamente u otros. El diagnóstico debe buscar comprender cuáles son las
fortalezas y las oportunidades del territorio junto con sus debilidades y los factores endógenos o
exógenos que lo amenazan. El diagnóstico incluirá, entre otras cosas, información sobre:

• Contexto jurídico-institucional.
• Planes de desarrollo sostenible (locales, supra-municipales, regionales, nacionales, etc.).
• Datos demográficos.
• Configuración del territorio, sistemas de ciudades, entorno rural, conexiones.
• Redes de transporte y movilidad, tecnología.
• Situación económica (sistema productivo, tejido empresarial, factores de competitividad, em-
pleo, turismo, agricultura, etc.).
• Coyuntura social y cultural (índices de pobreza —desagregados por franjas de edad, sexo, urba-
no-rural, etc.—, educación, salud, dinámicas de exclusión social, seguridad ciudadana, etc.).
• Contexto ambiental, entorno natural, biodiversidad y dinámicas espaciales.
• Factores exógenos o extraterritoriales (amenzadas u oportunidades) que es necesario tener en
cuenta en el proceso de definición de la polítca pública.

El diagnóstico, que se orienta a la detección de necesidades, intereses y aspiraciones del territorio


y sus actores, debe realizarse a partir del levantamiento, sistematización y procesamiento de infor-
mación y el análisis de la misma. La información puede estar ya recopilada (en sistemas de informa-
ción, cartografías, estudios, etc.) o requerir de un proceso de levantamiento (mediante entrevistas,
encuestas, estudios, etc).

Hay que tener en cuenta diversas fuentes de información:

26
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

• Oficiales (proporcionada por institutos estadísticos y de cartografía o sistemas estadísticos esta-


blecidos por organizaciones internacionales)
• Públicas (datos e información ofrecidos por gobiernos, nacionales, regionales o locales)
• Big data
• Citizen driven data
• Académica
• Privada

Es relevante contar con información desagregada por sexo para tenerel conocimiento de la problemática
e impacto en hombres y mujeres. Es importante reconocer que los Sistemas de Información con
perspectiva de género buscan, a través del procesamiento y análisis de información, evidenciar las
desigualdades entre hombres y mujeres presentes en nuestra sociedad. Además, identificar las
brechas de desigualdad permite conocer las diferencias significativas entre la situación de mujeres
y hombres en relación con el área de análisis, que puede referirse tanto a recursos materiales (agua,
vivienda, salud, educación, empleo, etc.) como inmateriales (capacidad de decisión, autonomía
personal, reconocimiento social).

El análisis de los datos y la información recopilada y procesada servirá para comprender la realidad
del territorio, las dinámicas y procesos que se dan en él, los elementos de valor añadido, sus poten-
ciales endógenos y dependencias, así como los retos que debe enfrentar y las oportunidades y
amenazas que pueden incidir en su desarrollo. Hay diversas técnicas para analizar de forma siste-
mática la información obtenida. Se recomienda el denominado análisis DAFO (o FODA) por su sen-
cillez, operatividad y orientación estratégica.

FORTALEZAS DEBILIDADES

DAFO

OPORTUNIDADES AMENAZAS

Fuente: elaboración propia

Para poder definir de forma adecuada una política pública es necesario disponer de la línea de base
sobre la situación económica, social y ambiental del territorio, de sus ciudadanos, así como de las
instituciones públicas y sus recursos disponibles. Una línea de base que se sustente en indicadores
de desarrollo territorial que puedan ser incorporados a un sistema de información territorial. Pero
también una línea de base que se refiera a la situación de la política concreta en el territorio. Por
ejemplo, la situación del empleo, del transporte o del suministro de agua potable en un territorio
determinado.

Análisis prospectivo

27
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Experiencia 7
Observatorio Regional - Chile12

El Observatorio Regional es el encargado de informar sobre la realidad económica, social,


medioambiental y territorial de cada región y localidad del país, a través de datos oficiales o
privados, recogidos de variadas fuentes, como también de elaboración propia.

Asímismo, busca aportar a la democratización del acceso a información estadística validada y


actualizada sobre la realidad económica, social, territorial y ambiental de cada región y locali-
dad chilena, considerando un total de 27 grandes variables, a través de una plataforma web
que facilita la búsqueda, manejo y utilización de estas informaciones.

En este sentido, el Observatorio elabora y difunde una serie de documentos de trabajo que se
preparan con la información mensual y trimestral recopilada desde distintos organismos, se de-
sarrollan boletines, reportes de realidad regional, documentos específicos de ciertas caracterís-
ticas regionales, entre otros.

Otros países en la región cuentan con plataformas similares. Podemos destacar el Portal Terri-
torial13 impulsado por la Dirección Nacional de Planeación de Colombia, o el Portal Municipios
Uruguay14, gestionado por la Oficina de Planeamiento y Presupuestos de la Presidencia de la
República de Uruguay.

2.4.1.2. Mapeo de actores

El diagnóstico debe venir acompañado de un mapeo de los actores que juegan un papel relevante
en el desarrollo sostenible del territorio y en la política pública que se quiere impulsar. El mapeo debe
incorporar los actores públicos y privados, así como su grado de vinculación, peso específico y el
valor añadido que pueden aportar. Sirve para determinar qué actores hay que vincular a la fase de
diagnóstico y detección de necesidades, así como al diseño de la política pública y su implementa-
ción en el territorio.

De entre los actores públicos cabe destacar a los diferentes niveles de gobierno, organismos multi-
laterales, universidades y centros educativos, hospitales, centros de salud, empresas públicas, ges-
tores de grandes infraestructuras, etc. En cuanto a los privados, van desde las organizaciones de
base y de la sociedad civil, empresas y organizaciones empresariales, sindicatos, asociaciones
profesionales, etc.

El siguiente gráfico muestra un ejemplo de mapeo de actores ligados a la territorialización de un plan


nacional de transición climática (ficticio) impulsado por la presidencia del gobierno nacional y el mi-
nisterio de medio ambiente (de un país ficticio):

12. http://www.observatorioregional.cl/
13. https://portalterritorial.dnp.gov.co/
14. https://www.municipios.gub.uy/

28
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

CEPAL
Cámara de
comercio e
Fundación Ford PNUD industria

Universidades Empresas
Presidencia UE

Centro de Gobierno
investigación Regional Organizaciones
climática PLAN NACIONAL de productores
PARA LA
Ministerio de TRANSICIÓN Cooperativa
Hacienda ECOLOGICA Energética
Gobiernos
Locales
Organizaciones Ministerio de
ambientalistas Medio Ambiente
Sindicatos

ICLEI

Fuente: elaboración propia.

2.4.1.3. Vulnerabilidad territorial y análisis de riesgos

Comprender la vulnerabilidad a la que puede estar sujeta un territorio y las personas que lo habitan;
así como conocer y analizar los riesgos a los que puede estar sujeto es clave para impulsar políticas
públicas eficientes.

Herramientas
Marco de Referencia Conceptual sobre Vulnerabilidad Territorial15 - Secretaria de
Gestión de Riesgos, Ecuador

El término “vulnerabilidad” se utiliza para comprender los estados de exposición y sensibilidad


del territorio ante determinadas amenazas. En general, la vulnerabilidad es definida como las
consecuencias o daños que pueden desencadenarse en un territorio expuesto a un evento
externo potencial. Dichos daños dependerán de factores como el grado de fragilidad de la in-
fraestructura y/o de la vivienda, las actividades productivas, la organización, los sistemas de
alerta, el desarrollo político e institucional entre otros elementos. La vulnerabilidad se reflejará
en la magnitud de los daños. Esta visión considera a la vulnerabilidad una consecuencia y a la
amenaza una probabilidad.

15. Secretaria de Gestión de Riesgos, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD y Oficina de Ayuda Humanitaria
y Protección Civil de la Comisión Europea, ECHO (2014) Marco de referencia conceptual sobre vulnerabilidad territorial. Quito: PNUD
y ECHO. Disponible en: https://www.preventionweb.net/files/submissions/43398_marcodereferenciaconceptualsobrevulnerabilidad-
territorial.pdf

29
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Para medir la vulnerabilidad, es necesario comprender la “fragilidad” de un territorio, conside-


rando varios elementos como la infraestructura, los sectores productivos de la economía o los
servicios públicos y sociales. Comprender lo vulnerable ayuda a comprender las pérdidas resul-
tantes. Este conocimiento, traducido en herramientas de decisión como cuadros estadísticos,
mapas, o zonas de intervención, permite a los gobiernos orientar mejor sus decisiones para el
desarrollo de políticas de prevención y buscar alternativas para mejorar las condiciones de
seguridad y sostenibilidad social y económica.

Por lo tanto, las condiciones de desarrollo de los territorios constituyen un punto de referencia cru-
cial para comprender la vulnerabilidad. La evolución de prácticas socioeconómicas, la antropiza-
ción del suelo, el aumento de la mancha urbana, los diferentes niveles educativos, la accesibilidad
a servicios son algunos de los factores que contextualizan un modelo de desarrollo local y por ende
de sus diferentes niveles de vulnerabilidad. La decisión política y la visión de desarrollo social y
económico por parte de las personas que toman decisiones juegan un rol importante en configurar
los modelos de desarrollo local, por ende, en la aparición o no de nuevas vulnerabilidades.

Una de las aproximaciones es la que relaciona la vulnerabilidad con la reducción del riesgo.
Esta aproximación considera la presencia de amenazas, pero no en un sentido estrictamente
espacial. Se trata de comprender las debilidades en los procesos de gestión de riesgos que
hacen a un territorio más vulnerable frente a las acciones correctivas, prospectivas o de res-
puesta (reactivas). Estos vacíos resaltan más los aspectos institucionales, poblacionales, políti-
cos y legales de las instancias territoriales que limitan los procesos de reducción de riesgo.
Algunos factores importantes que se deben considerar pueden verse en este esquema que
muestra la relación de las concepciones de la vulnerabilidad desde la exposición y los procesos
de gestión de riesgo (GR):

Esquema: La vulnerabilidad relacionada a la gestión de riesgos

VULNERABILIDAD

Desde la Desde la Desde lo Desde la


amenaza prevención reactivo rehabilitación

¿Cómo afecta ¿Cómo asegurar ¿Cómo reaccionaria ¿Cómo se


al elemento su existencia o o enfrentaría el recuperaría o
expuesto? funcionamiento? desasrte? se rehabilitaría?

Vulnerabilidad fisico-puntual Vulnerabilidad institucional


Vulnerabilidad estructural Vulnerabilidad política
de redes vitales Vulnerabilidad legal
Variable de “ocupación” Vulnerabilidad funcional de redes vitales
socioeconómicas
Capacidades
poblacionales

Fuente: PNUD – SGR (2012) en Secretaria de Gestión de Riesgos, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
PNUD y Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea, ECHO (2014), pág.17.

30
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Experiencia 8
Gestión del riesgo de desastres y del cambio climático – Colombia

El Portal Territorial gestionado por el Departamento Nacional de Planeación contiene un espa-


cio16 en el que se ponen a disposición de los gobiernos territoriales herramientas que apoyan la
toma de decisiones y la formulación e implementación de acciones efectivas para conocer y
reducir el riesgo de desastres y de cambio climático. El espacio cuenta, entre otras herramien-
tas, con:

• Un Índice Municipal de Riesgos de Desastres Ajustados por Capacidades (índice de expo-


sición y vulnerabilidad de los municipios colombianos)
• Una Caja de Herramientas para Inversiones Resilientes
• Una hoja de ruta para la formulación de planes de adaptación
• Una estrategia sobre la gestión de riesgos climáticos en el sector empresarial
• Un curso 100% virtual y gratuito sobre Finanzas del Clima

2.4.1.4. Análisis prospectivo

Otro elemento relevante a tener en cuenta en el proceso de territorialización de las políticas públicas
es la definición de escenarios de futuro. En esta fase no solo es relevante conocer cuales son las
necesidades actuales del territorio sino también proyectar cuales serán las futuras. En este sentido,
los estudios de prospectiva adquieren una relevancia y utilidad significativa

La fase prospectiva debe darse una vez realizado el diagnostico y antes de entrar en la fase de pla-
nificación de la política pública. Pueden considerarse 4 momentos:

Primero: realizar, a partir de los resultados del diagnostico, una proyección de la situación con un
análisis de las tendencias para determinar el futuro en un plazo de mínimo 10 años. Es decir, una
imagen proyectada a 10 años de lo que será el territorio si no hay intervenciones y correcciones.

Segundo: elaborar varios escenarios probables en función de las hipótesis elaboradas a partir del
análisis de los factores de cambio, lo que permite determinar los futuros probables que conforman
varios escenarios.

Tercero: compartir con los actores el resultado de este análisis con el fin de identificar los compo-
nentes de estos futuros probables: los que se ajustan con lo deseado y los que generan un rechazo.
Esto permite diseñar un futuro deseado determinando los cambios que es necesario introducir y las
políticas y las acciones que hay que impulsar para corregir las tendencias no deseadas.

Cuarto: a partir del análisis de lo que se puede cambiar o corregir y de lo que no se puede (como
tendencias estructurales, por ejemplo), determinar, a partir del trabajo de gabinete, el futuro posible
constituido por varios escenarios, de los cuales se deduce un escenario prospectivo que se acerca
lo mas posible al futuro deseado y que constituye la imagen objetivo.

16. https://portalterritorial.dnp.gov.co/AdmGesRiesgo/iGestionRiesgo

31
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Futuros Futuro
problables posible

Proyección variables Escenario prospectivo


Escenarios prospectivos Mesas temáticas
claves consensuado
con hipótesis Talleres
Encadenamientos Imagen objetivo

Futuro Futuro
tendencial deseado
Fuente: Georges Bonan, 2019.

2.4.1.5. Espacios de coordinación y de gobernanza colaborativa

La detección de las necesidades del territorio requiere de una adecuada coordinación entre las dife-
rentes instituciones del ejecutivo que operan en él; con las otras esferas de gobierno (local y regio-
nal); y con la ciudadanía y los actores del territorio. Se trata de generar espacios para compartir in-
formación, compartir prioridades y detectar necesidades, intereses y aspiraciones. La articulación
entre todos los actores que operan en el territorio, públicos y privados, permite disponer de una
aproximación integral al territorio, a sus procesos y dinámicas, sus recursos y elementos de valor
añadido, a los desafíos que enfrenta y a las amenazas y oportunidades que tiene por delante. Evita,
a su vez, duplicidades y permite maximizar los recursos disponibles-

Para optimizar la coordinación entre las instituciones vinculadas con el ejecutivo nacional es nece-
sario disponer de:

• Un registro de las instituciones del ejecutivo (ministerios, organismos autónomos, empresas pú-
blicas) que tienen presencia en cada territorio.
• Sistemas que permitan el acceso a los datos y la información de cada institución.
• Espacios institucionalizados y/o ad hoc para la coordinación en el territorio.

Los esfuerzos de coordinación no deben implicar siempre a todas las instituciones del ejecutivo
presentes en el territorio; en muchas ocasiones, en especial cuando se trata de políticas sectoriales,
debe limitarse a aquellas que tienen competencias, recursos y información relevante en el ámbito de
que se trate.

La articulación con los niveles de gobierno subnacional requiere también de espacios de encuentro,
ya sean institucionalizados o ad hoc en ocasión de un proceso puntual. En el caso de los gobiernos
locales (municipales y otros), su representatividad en los espacios convocados por el ejecutivo pue-
de generar dificultades en la medida en que pueden ser muchos. En este sentido, acudir a las aso-
ciaciones de municipios que operan en los territorios (con carácter intermunicipal, departamental o
regional) puede ser una buena opción, aunque difícilmente éstas pueden representar las diversas
realidades municipales que hay en un territorio (ciudades metropolitanas, ciudades intermedias,
municipios rurales). Es fundamental asegurar una representatividad territorial equilibrada y que tenga
en cuenta las diversas realidades que coexisten en un territorio.

También representa un desafío establecer mecanismos para asegurar la transferencia de informa-


ción y datos entre los diferentes niveles de gobierno; algo que resulta esencial en todas las fases del
proceso de territorialización, pero de forma muy especial en esta primera de detección de necesidades.

32
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Herramientas
Espacios de participación ciudadana

Los espacios de participación ciudadana y de articulación con los actores del territorio desem-
peñan un papel de primer orden para detectar las necesidades y las prioridades de todos ellos.
Son también importantes para determinar el nivel de urgencia e impacto que se podría generar
con la política pública, al determinar con claridad el tipo de problemática y el nivel de
profundización de la misma en los territorios.

Existen una gran variedad de canales para dialogar con la ciudadanía y con los actores del te-
rritorio. Desde herramientas en línea, pasando por foros, talleres y entrevistas más personalizadas.

Sin embargo, para que la participación ciudadana sea efectiva no es suficiente contar con bue-
nos canales formales que faciliten la presencia de los actores; resulta también clave que la
ciudadanía tenga conocimiento e información para poder expresar sus aspiraciones, propues-
tas, prioridades y dé insumos para la asignación de la inversión pública. En este sentido, deben
tomarse medidas para que la población participe en reuniones de diálogo o negociación en
condiciones de igualdad con otros actores que cuentan con mayor información, conocimientos
y recursos.

Dicho contacto con la ciudadanía deberá conseguirse a través de una buena estrategia de
comunicación, adecuándola a cada fase de la política pública, cada territorio y cada grupo
de población. Una relación fluida con los medios y mecanismos de comunicación es esencial
para que la conexión con la ciudadanía sea efectiva.

Es importante que se puedan incluir ciertos mecanismos en la participación ciudadana como:

• Paridad de género o cuotas de inclusión.


• Lugares y horas accesibles y cuidado de menores.
• Mecanismos de igualdad de oportunidad y tiempo para expresarse.
• Registro desagregado de las demandas.
• Comunicación inclusiva: en los documentos que se generen (convocatorias, memorias,
informes, etc.,).
• Consultas a grupos específicos, en especial los más vulnerables,.
• Metodologías adaptadas a toda la población.

El proceso de construcción y ejecución de la política pública debe poner en contacto directo al


estado con la ciudadanía para la definición de la problemática, de las propuestas de solución y
de los mecanismos y las formas de alcanzarlas. Además, a través de la participación ciudadana
se otorga legitimidad a lo que hace el gobierno y ayuda a que las decisiones y la gestión pública
sean más eficaces y se apeguen a lo que necesita la gente y el territorio.

Los espacios de participación ciudadana son fundamentales y una condición indispensable


para construir sociedades más democráticas. Estos espacios se consideran un mecanismo para
lograr un mayor empoderamiento social a través de las políticas públicas. Es importante realizar
procesos participativos transparentes y mesurados, en el sentido de no generar expectativas
que en el marco de la política no puedan cumplirse.

33
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

2.4.1.6. Formulación de necesidades, definición de prioridades territoriales y necesidades


financieras

A partir del diagnóstico, el análisis de riesgos y la prospección de escenarios futuros, se pueden


formular las necesidades que se abordarían mediante la política pública territorializada; y, a partir de
las diferentes alternativas que se pueden llegar a plantear, fijar las prioridades territoriales y determi-
nar las necesidades presupuestarias para cubrirlas. Todo ello en un esquema colaborativo generan-
do los consensos necesarios con todos los operadores del territorio (instituciones del gobierno na-
cional, gobiernos subnacionales y ciudadanía y actores privados).

Para ello resulta relevante disponer de un catálogo de las necesidades y las prioridades del te-
rritorio, el presupuesto necesario para abordarlo y los actores clave a implicar. Disponer de dicha
información sistematizada y accesible resultará de gran utilidad en la fase 2 de diseño y planificación
de la política pública territorializada así como de la inversión pública (y privada) necesaria.

Será necesario velar por que el catálogo de necesidades y prioridades, así como el presupuesto,
incorporen el enfoque de género, se orienten a los sectores más vulnerables de la sociedad y ase-
guren el equilibrio territorial teniendo en cuenta las brechas y desigualdades territoriales.

Herramientas
Sistemas de información territorial

Es importante contar con sistemas de información territorial (SIT) que integren la información
generada por todas las instituciones del ejecutivo con presencia en el territorio, así como de
otros niveles de gobierno y de los actores que operan en el territorio.

Los sistemas de información territorial apoyados en los sistemas de información geográfica


(SIG) constituyen un soporte de gestión de la información y un excelente medio para la visuali-
zación y representación espacial de los datos. Por ello, son un instrumento estratégico para la
gestión y planificación de un territorio. En este sentido, se puede afirmar que la implantación de
un SIT es, en la actualidad, un elemento clave para la gestión de programas de desarrollo local
sostenible; ya que apoya y fortalece la toma de decisiones en diferentes escalas territoriales y
contribuye a generar políticas públicas más acordes a las necesidades particulares de los terri-
torios.

Los sistemas de Información territorial con una perspectiva de género permitirán analizar las
causas que determinan las brechas de desigualdad: con el abordaje de causas inmediatas
—referidas al vínculo más obvio con el problema—, subyacentes —referidas a la escasez de
sistemas de apoyo, de servicios sociales, falta de acceso, creencias, aspectos culturales— y
estructurales —relacionadas con el sistema de organización social y económico y las relaciones
de poder, tanto en el ámbito individual como familiar, comunitario—, la distribución desigual de
recursos, etc.

34
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Experiencia 9
Información territorializada en Chile

La SUBDERE, en Chile, maneja diferentes herramientas concebidas para proporcionar informa-


ción sobre el nivel de desarrollo de los territorios y regiones del país. Se trata de información
clave en el proceso de detección de necesidades.

El estudio “Identificación de localidades en condición de aislamiento”17 (2019) busca estimar


con mayor precisión cuáles son las poblaciones del país que viven en condición de aislamiento.
Con el objetivo de priorizar y focalizar mejor los recursos públicos, la Política Nacional sobre
Zonas Rezagadas en Materia Social establece que los territorios susceptibles de ser declara-
dos como zona en rezago deben contar, como mínimo, con una comuna en condición de aisla-
miento. La SUBDERE es la encargada de determinar las localidades en aislamiento mediante
un estudio que se actualiza de forma periódica.

Por su parte, el estudio “Asentamientos Humanos Rurales en Chile. Clasificación Comunal18”


tiene por objetivo determinar grupos o clases de comunas, según el sistema de asentamientos
humanos rurales en torno al municipio, en base a los niveles de accesibilidad, costos de trasla-
do y la concentración o dispersión de la población. Conocer la complejidad de los asentamien-
tos humanos en una comuna, implica conocer la complejidad de los territorios, más allá de los
datos estadísticos consolidados a escala comunal. Este es un gran desafío, ya que se debe
cuantificar, medir y sistematizar la información espacial a escalas más precisas. Tener una me-
dición de la complejidad de la localización de la población, permite diferenciar comunas que
tienen condiciones territoriales más complejas, lo que implicaría mayores dificultades para
atender a estas localidades por parte de los municipios.

Finalmente, en 2021 está previsto lanzar el Índice de competitividad regional que ha elaborado
el Departamento de Estudios y Análisis Territorial de la SUBDERE. Dicha herramienta aborda el
concepto de competitividad desde una perspectiva integral integrando diferentes dimensiones:
productividad, calidad de vida y sostenibilidad. El índice, basado en una metodología contras-
tada, pretende lograr una mejor aproximación a la realidad de las diferentes regiones del país y
favorecer el impulso de políticas públicas más eficientes y ajustadas a la realidad socioeconó-
mica y ambiental de las mismas.

Fase 1
Factores de verificación

• ¿Se conoce la situación de base de los territorios?


• ¿Se dispone ya de un sistema de información territorial?
• ¿Se ha habilitado un espacio de participación ciudadana para que los ciudadanos puedan
plantear sus necesidades, prioridades, dudas…?
• ¿Se ha procedido a una suficiente coordinación entre instituciones del Órgano Ejecutivo?
• ¿Se ha procedido a una suficiente coordinación entre niveles de gobierno?
• ¿Se han formulado las necesidades, definido las prioridades, asignado el presupuesto y
desarrollado los planes territoriales?

17. https://bibliotecadigital.subdere.gov.cl/handle/123456789/515
18. https://bibliotecadigital.subdere.gov.cl/handle/123456789/517

35
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

2.4.2. Fase 2: Planificación

Propósito

• Retomar en el proceso de planificación de la política las necesidades detectadas en el territorio


en la primera fase y asegurar su adecuación y complementariedad con las prioridades naciona-
les.
• Considerar las acciones que den respuesta a las necesidades expresadas en el territorio en la
planificación de la política sectorial y, determinar su engranaje con las prioridades nacionales
definidas en los instrumentos de planificación del ámbito nacional.
• La misión, la visión, los objetivos generales y estratégicos, y los lineamientos que se definan en
la planificación deberán tener en cuenta el factor territorial, y encajar los resultados del diagnóstico
con las proyecciones o escenarios que se prevén para los diferentes territorios. Es necesario
diseñar las acciones con la vista puesta en los resultados a corto, medio y largo plazo.

Objetivo de la fase 2: insertar en el proceso de planificación de la política las necesidades de-


tectadas en el territorio y asegurar su adecuación y complementariedad con las prioridades
nacionales.

Actores fundamentales: representantes del ente rector de la política y sus unidades de planifi-
cación, representantes del ejecutivo; gobiernos locales y asociaciones de municipios; ciudada-
nos individuales, representantes de las organizaciones de la sociedad civil, de organizaciones
comunitarias de base, del sector privado y de la academia desde la escala nacional.

Resultados esperados:

• Política pública planificada con enfoque territorial que refleje las necesidades de las diver-
sas realidades territoriales, que incluya el análisis de la situación de partida, los objetivos a
conseguir, las líneas de acción a llevar a cabo, el sistema de monitoreo a nivel nacional y
territorial, los indicadores necesarios para la evaluación, así como el presupuesto y el cro-
nograma previstos.
• Estrategia de comunicación.
• Sistema de información territorial alimentado.

La segunda fase del Modelo focaliza en el proceso de planificación de la política pública con
enfoque territorial.

En esta fase se deben establecer los canales para que las necesidades detectadas en el territorio a
través del diagnóstico, así como los escenarios dibujados en el ejercicio de prospectiva informen la
política pública nacional. Las unidades de planificación deben trabajar con el objetivo de encajar
dichas necesidades en las prioridades nacionales definidas en los instrumentos de planificación de
ámbito nacional.

Se apuesta por un proceso de planificación de abajo hacia arriba, que atienda las realidades y de-
mandas de la ciudadanía y los actores del territorio; así como las características específicas de cada
territorio, para definir las acciones que permitan dar respuesta a la gente en sus necesidades de
atención, servicios y oportunidades, en igualdad de condiciones para todos y todas.

36
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

El enfoque territorial en el proceso de planificación implica no perder de vista el desarrollo sostenible


y el equilibrio territorial como fin último de la política pública.

El siguiente esquema muestra los elementos clave en el proceso de planificación.


Sistema de planificación

Comunicación - Equipo nacional de


transparencia coordinación interministerial

Estrategia Nacional
de Desarrollo Sostenible
Organización eficiente Equipo nacional de
en el territotio coordinación entre
niveles de Gobierno

Asignación presupuestaria Espacio nacional de


con enfoque territorial participación ciudadana

2.4.2.1. Sistemas de planificación

El proceso de planificación debe combinar las necesidades de los territorios con las prioridades
nacionales. Debe estructurar las formas de intervención para alcanzar los fines perseguidos por la
política pública y, a partir de su enfoque territorial, su contribución al desarrollo sostenible y al equi-
librio territorial. Mediante la incorporación del enfoque de género y de derechos humanos se apues-
ta por orientar las políticas en una lógica de igualdad.

Por otro lado, el proceso de planificación constituye una fase esencial para garantizar la coherencia
de las políticas que impulsa el ejecutivo; y de éstas con los planes de desarrollo sostenible que se
dan a nivel nacional y territorial.

El proceso de planificación debe tener en cuenta el marco normativo así como las disposiciones
presupuestarias que marcan las capacidades de inversión del estado. En este sentido, la planifica-
ción puede incorporar mecanismos para movilizar otros recursos, públicos —internacionales, loca-
les, etc.— o privados.

La planificación debe poner el foco, también, en los actores que es necesario movilizar y vincular con
la implementación de la política y regular su participación.

Principales elementos del proceso de planificación:

• Descripción del contexto en que se impulsa la política: a partir del diagnóstico, el análisis de
riesgo, los escenarios prospectivos.
• Retos, metas y objetivos específicos a alcanzar a nivel nacional y territorial.
• Resultados a alcanzar a nivel nacional y territorial.

37
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

• Actores clave para el impulso de la política.


• Programas estratégicos (despliegue nacional y territorial).
• Líneas de acción para desarrollar los programas estratégicos.
• Sistema de monitoreo y evaluación (procesos e indicadores).
• Indicadores de proceso y de resultado para el monitoreo y la evaluación a nivel nacional y territo-
rial.
• Fuentes de información.
• Gobernanza de la política publica: organización eficiente a nivel nacional y territorial.
• Previsión de espacios para la participación ciudadana a nivel nacional y territoria.
• Presupuesto por línea de acción a nivel nacional y territorial.
• Cronograma para la implementación de la política a nivel nacional y territorial.
• Elementos de transparencia y comunicación a nivel nacional y territorial.
• Rendición de cuentas y capitalización de aprendizajes.

Experiencias 10 y 11
Apoyo a los procesos de planificación territorial, Ecuador y Guatemala

La planificación del desarrollo territorial es percibida como prioritaria por diferentes países lati-
noamericanos. En este sentido, algunos gobiernos nacionales han puesto en funcionamiento
mecanismos para apoyar a sus gobiernos subnacionales en sus procesos de planificación del
desarrollo local o regional sostenible.

En Ecuador, la Secretaría Técnica Planifica Ecuador impulsó las Guías para la formulación/
actualización de los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT)19. Dichas guías
tienen por objeto orientar a los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) y al Consejo de
Gobierno del Régimen Especial de Galápagos (CGREG) sobre el proceso de formulación/ac-
tualización de sus Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, así como en los contenidos
mínimos requeridos de acuerdo al marco legal vigente. Presentan contenidos y procesos, rea-
lizan recomendaciones metodológicas, en especial para los responsables técnicos de los pro-
cesos de planificación en los GAD y en el CGREG. Se trata de un esfuerzo coordinado en el que
han participado diferentes ministerios del país (Agricultura, Medio Ambiente, Desarrollo Urbano,
Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias).

En Guatemala, SEGEPLAN ha impulsado una Guía metodológica para la formulación de los


planes de desarrollo municipal y ordenación territorial. La metodología establece los pasos a
seguir por los gobiernos locales para formular sus planes de desarrollo municipal y ordena-
miento territorial. El esfuerzo, en el que se han implicado diferentes instancias del gobierno
nacional ha permitido que en la actualidad el 78% de los gobiernos locales del país cuenten con
un instrumento de planificación y una estrategia de implementación.

Uno de los factores que afecta la formulación de políticas públicas de calidad es la generación de
información dispersa, aislada, desactualizada o su carencia; esto dificulta la planificación con datos
e información veraz y suficiente sobre la realidad de los territorios, que contribuya a una mejor toma
de decisiones. En este sentido, disponer de sistemas de información territorializada será

19. Provincial: https://www.planificacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/08/GUIA-PROVINCIAL-FINAL.pdf


Cantonal: https://www.planificacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/08/GUIA-CANTONAL-FINAL-.pdf
Parroquial: https://www.planificacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/08/GUIA-PARROQUIAL-FINAL.pdf
Galápagos: https://www.planificacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/08/Guia-PDOT-Galapagos.pdf

38
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

fundamental para asegurar el diseño de intervenciones más eficientes. Dichos sistemas deben per-
mitir disponer de información y datos —estadísticas, cartografía, big data, etc— a nivel nacional y la
posibilidad de desagregarlos a nivel territorial —también por género, grupos vulnerables, etc.—.

2.4.2.2. Espacios de coordinación y de gobernanza colaborativa

Como en la fase previa, el proceso de planificación requiere de mecanismos de colaboración y coor-


dinación eficientes dirigidos a construir consensos y sumar compromisos con la política pública que
se quiere impulsar. En este punto resulta clave que la implicación de los actores del territorio, públi-
cos y privados, no quede desdibujada.

Partiendo del enfoque integral y holístico de los procesos de desarrollo sostenible, el impulso de una
política pública debe tener en cuenta siempre, más allá de la institución rectora, a todas las instan-
cias del ejecutivo que puedan aportar valor y contribuir a su despliegue. En este sentido la coordi-
nación y la búsqueda de sinergias resulta clave. Como lo es no perder el vínculo con las instancias
del ejecutivo desplegadas en el territorio.

En este sentido, puede ser muy útil incorporar en las comisiones o grupos de trabajo que se creen
a representantes de las unidades desconcentradas (delegaciones de los ministerios u empresas
públicas en los territorios), junto con representantes de los ministerios u otras instancias que operan
desde las sedes centrales (en la capital).

SOCIEDAD SISTEMA PÚBLICO

Consejo de
Ministros

Institución
Instancias de rectora de Comisiones o
participación la política grupos de
pública trabajo GOBIERNO NACIONAL

Instancias de
coordinación
con otros niveles
de Gobierno

Fuente: elaboración propia

39
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Algo similar puede ocurrir con los mecanismos de articulación y colaboración con los gobiernos subna-
cionales o con las instituciones de la sociedad civil, el sector privado o la academia. La tendencia a incor-
porar a los representantes de las instancias centrales, presentes en la capital, puede desdibujar la dimen-
sión territorial de la política y la toma en consideración de las necesidades identificadas en la fase 1.

En la mayoría de los países de América Latina y Europa, los sistemas competenciales tienden a los
esquemas de competencias compartidas, incluso en los países unitarios. Es difícil impulsar acciones
eficientes en materia de medio ambiente, educación, salud o desarrollo económico, por citar algu-
nos ejemplos, concentrando toda la capacidad de intervenir en el gobierno nacional. En este senti-
do, y en un contexto de competencias compartidas, contar con los gobiernos subnacionales en las
comisiones o grupos de trabajo creados para diseñar las políticas nacionales contribuye a su eficien-
cia en la medida en que:

• Genera sinergias y complementariedades.


• Moviliza información, recursos, capacidades y saberes instalados en el territorio.
• Legitima las intervenciones del gobierno nacional en el territorio.

Algo similar sucede articulando los procesos de planificación con la ciudadanía (mediante procesos
de participación) y con los actores que operan en el territorio. Movilizar los recursos, la información
y el conocimiento y la capacidad de innovar de las empresas, la sociedad civil y las universidades
resulta fundamental para planificar políticas legitimadas y con mayor potencial transformador y
orientadas a obtener resultados e impactos tangibles.

Experiencia 12
Planeación participativa de inversiones con recursos de regalías20 – Colombia

El artículo 30 de la Ley 2056 de 2020 por la cual se regula la organización y el funcionamiento del
Sistema General de Regalías establece que “en el marco del proceso de formulación y aproba-
ción de los planes de desarrollo de las entidades territoriales se identificarán y priorizarán las ini-
ciativas o proyectos de inversión susceptibles de ser financiados con recursos de las Asignacio-
nes Directas, la Asignación para la Inversión Local y la Asignación para la Inversión Regional del
Sistema General de Regalías, atendiendo los principios de desarrollo competitivo y productivo
del territorio y de los de planeación con enfoque participativo, democrático y de concertación”.

Para apoyar el cumplimiento de dicho precepto, el Departamento Nacional de Planeación, ade-


lantó un proceso de orientación y acompañamiento a las entidades en la elaboración y aproba-
ción del Capítulo Independiente de Regalías en los planes de desarrollo territorial - PDT. Esta
acción incluyó la publicación de una Guía para la planeación participativa de inversiones con
recursos de regalías, la cual detallaba los pasos a seguir desde el diagnóstico hasta la aproba-
ción de dicho capítulo en los PDT. De acuerdo con la norma, este proceso debía realizar de
manera participativa, para lo cual el DNP coadyuvo a las entidades territoriales mediante pro-
cesos de transferencia de conocimiento, asistencia técnica y resolución de preguntas de ma-
nera remota, a los departamentos y municipios del país para que pudieran cumplir con este
proceso en un tiempo máximo de seis meses (entre enero y junio de 2020). Los capítulos inde-
pendientes de inversiones con cargo al SGR, alienaron esta fuente de financiación a los resul-
tados más importantes para el cierre de brechas económicas y sociales en los planes de desa-
rrollo territorial.

20. https://www.sgr.gov.co/Prensa/JornadasdeFormaci%C3%B3n/Gu%C3%ADadeorientacionesInversionesSGR.aspx

40
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

2.4.2.3. Asignación presupuestaria con enfoque territorial y perspectiva de género

El proceso de planificación debe culminar con la presupuestación de los programas estratégicos y


las líneas de intervención. Determinar su coste, y las fuentes de financiación, es clave para determi-
nar su viabilidad. El presupuesto de la política debe ajustarse a la capacidad presupuestaria expre-
sada en la correspondiente ley de presupuestos y, en su caso, definir otras fuentes de financiación.

Igualmente, debe definir los capítulos del gasto (recursos humanos, servicios prestados por empre-
sas, subvenciones, transferencias, inversiones, etc.) así como las fuentes de financiación. Como ya
se ha apuntado, más allá de los recursos que puede movilizar el ejecutivo, derivados de los presu-
puestos generales del estado, se pueden movilizar recursos complementarios, ya sean de la coope-
ración internacional, acceso a crédito —de bancos de inversión y desarrollo o del mercado crediti-
cio—, emisión de bonos o subvenciones internacionales.

Herramientas

La colaboración público-privada es una forma de movilizar recursos, capacidades, conoci-


miento e innovación del sector privado (ya sea empresarial o social) que puede tener una tras-
cendencia significativa a nivel de servicios prestados en los territorios (infraestructuras de
transporte, residuos, agua y saneamiento, energía, salud, educación, etc.). Avanzar en formas
eficientes de colaboración público-privada es un reto para la mayoría de los países, como lo es
reforzar su dimensión subnacional. Esta forma de colaboración puede jugar un papel clave en
la territorialización de las políticas públicas pero requiere de competencias, recursos y capaci-
dades que no todos los países tienen, y menos en los territorios. Generar marcos normativos
adecuados resulta clave, así como reforzar las capacidades de todos los niveles de gobierno
para impulsar partenariados eficientes.

Presupuestar las políticas públicas con enfoque territorial pasa por determinar el nivel de inversión y
de recursos que se destinarán a cada territorio del país. El diseño del presupuesto debe tener en
cuenta factores de equilibrio y solidaridad entre territorios, procurando focalizar en los territorios más
vulnerables, generando transferencias de los que tienen rentas más altas a los que las tienen más
bajas.

Disponer de presupuestos territorializados puede ser clave para orientarlos a resultados en la medi-
da en que los impactos se dan, y son medibles, en los territorios. Sin embargo, todavía son muchos
los países que no tienen la capacidad de desagregar su información presupuestaria a nivel territorial
(bajando a escala local) de manera que resulta complicado valorar la inversión y el esfuerzo que se
realiza en cada territorio.

41
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Experiencia 13
Fondo de Incentivo a la Gestión de los Municipios (FIGM)21, Uruguay

El Fondo de Incentivo a la Gestión de los Municipios es un instrumento que forma parte de la


estrategia nacional de descentralización, y especialmente en la línea de acción orientada al
fortalecimiento institucional del tercer nivel de gobierno (los municipios). Fue creado a través de
la Ley de Descentralización y Participación Ciudadana (Nº 19.272). La Ley de Presupuesto a
nivel nacional (Ley Nº 19.355-art.676) prevé las partidas anuales que se transfieren hacia los
programas presupuestales municipales en la medida que cumplan con la normativa. La Ley
prevé tres criterios para distribuir el FIGM:

1. Una partida anual igual para todos los municipios.


2. Una partida anual que se asigna con criterios de distribución progresiva considerando ca-
racterísticas estructurales socioeconómicas y demográficas.
3. Una partida que se accede en la medida que se dé cumplimiento de metas anuales que se
incorporan en compromisos de gestión.

2.4.2.4. Organización eficiente en el territorio

La implementación a escala territorial de las políticas públicas impulsadas por el gobierno nacional
requiere de una presencia efectiva a escala local. Revisar, en el momento de planificar la política,
cómo debe ser esa presencia es clave. Determinar los lugares de prestación de los servicios, los
recursos necesarios para ello, y la organización de procesos y sistemas de interlocución con la ciu-
dadanía y con los actores del territorio, es fundamental para obtener los resultados esperados.

Muchos países en América Latina, y en menor medida en Europa, concentran buena parte de los
servicios, en especial los de mayor calidad, en la capital o en las principales ciudades y centros ur-
banos. Trabajar la presencia del ejecutivo en una lógica de equilibrio territorial puede llevar a una más
eficiente implementación de las políticas.

Igualmente, la presencia del ejecutivo en los territorios contribuye a movilizar sus economías y a
generar oportunidades para los sistemas productivos de proximidad; algo que hay que tener muy
en cuenta cuando se planifican las políticas. El impulso de una política pública y su territorialización
puede ser una muy buena oportunidad para acercar servicios a la ciudadanía en su lugar de residen-
cia y actividad social y económica. Dicho acercamiento genera mayor confianza en la acción pública
y la legitima.

También resulta clave perfilar de forma adecuada las personas que representan al estado en el terri-
torio, que se vinculan o interrelacionan con los actores del territorio y que prestan los servicios que
percibe la ciudadanía. La territorialización de las políticas públicas puede ser una muy buena ocasión
para capitalizar el talento local.

2.4.2.5. Definición del sistema de monitoreo y rendición de cuentas

La planificación de la política pública con enfoque territorial es también el momento para diseñar el
sistema de monitoreo, evaluación y rendición de cuentas.

21. https://www.municipios.gub.uy/figm-opp

42
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

El monitoreo y la evaluación (intermedia y final) de la política pública requiere de indicadores defini-


dos para medir resultados a escala territorial. En este sentido, disponer de fuentes de información
que permitan la desagregación territorial es clave. También lo es aprovechar el proceso de diagnós-
tico para definir la línea de base (de dónde se parte) y el de planificación para determinar la proyec-
ción (dónde se quiere llegar) que medirá el indicador.

Los sistemas de indicadores deben contener un número limitado y manejable de indicadores que
deben ser:

• Fiables, vinculados a sistemas de información disponibles y oficiales.


• Relevantes a escala territorial.
• Relevantes para el desarrollo sostenible y para la política sectorial de que se trate.
• Vinculados a datos de calidad.

El proceso de planificación debe incorporar también una estrategia de comunicación (interna y ex-
terna) así como de rendición de cuentas y capitalización de aprendizajes.

Herramientas
Coherencia de políticas con enfoque de género

Para asegurar la coherencia entre la fase de diseño y la fase de implementación, desde la pers-
pectiva de género se sugiere:

1. Asegurar la sensibilización y la formación en políticas de género del personal que imple-


menta los programas. Es indispensable que de forma progresiva se lleven a cabo procesos
de capacitación para el personal que ejecuta las políticas o programas, a fin de que conoz-
can sobre los aspectos más relevantes de la perspectiva de género, y asumir este enfoque
como parte de su trabajo.
2. Difundir, bajo todos los mecanismos posibles, el compromiso del gobierno nacional con la
disminución de las desigualdades y la participación de mujeres y hombres en igualdad de
oportunidades.

43
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Fase 2
Factores de verificación

• ¿Los sistemas de información territoriales alimentan el sistema de información nacional?


• ¿Se puede acceder a la información de forma desagregada?
• ¿Se ha planificado la asignación del presupuesto teniendo en cuenta las características y
las necesidades de los diferentes territorios?
• ¿Se han tenido en cuenta, a la hora de planificar, las necesidades identificadas en los terri-
torios y las prioridades fijadas por los actores que operan en ellos? ¿De qué manera se ha
tomado en cuenta la diversidad?
• ¿Se ha procedido a una suficiente coordinación entre instituciones del órgano ejecutivo
para la planificación?
• ¿Se ha procedido a una suficiente coordinación entre niveles de gobierno para la planifica-
ción?
• ¿Se ha habilitado un espacio de participación ciudadana para que los ciudadanos colabo-
ren en la fase de planificación?
• ¿La política planificada incluye la participación de las oficinas y el personal de la institución
en el territorio?
• ¿Se ha articulado una buena estrategia de comunicación y transparencia en la fase de
planificación, consistente con los principios fijados por el órgano ejecutivo para la comuni-
cación y la transparencia?

2.4.3. Fase 3: Implementación de la política sectorial

Propósito

• Asegurar la efectiva implementación en el territorio de las políticas diseñadas, de acuerdo con los
planes acordados, en el marco de la institucionalidad definida y con la participación de los acto-
res, públicos y privados, necesarios.
• Asegurar la complementariedad y coherencia con otras políticas públicas impulsadas por el eje-
cutivo nacional o por otros niveles de gobierno.
• Activar el sistema de seguimiento y monitoreo territorial de todas las acciones e inversiones prio-
rizadas en la planificación.
• Contar con un sistema de monitoreo que permita verificar si en efecto se impulsan esfuerzos
para: a) Promover una participación protagónica de las mujeres en los distintos componentes; b)
Modificar estereotipos tradicionales sobre los roles de mujeres y hombres en la familia y en la
comunidad., c) Asegurar que ambos, mujeres y hombres, están participando de igual manera en
los procesos de toma de decisiones y que sus opiniones son valoradas de la misma forma.

44
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Objetivo de la fase 3: implementar la política a nivel nacional y en los territorios y monitorear su


correcto despliegue.

Actores fundamentales: representantes del ente rector de la política en el territorio, represen-


tantes del ejecutivo en el territorio; gobiernos locales y asociaciones de municipios; ciudadanos
individuales, representantes de las organizaciones de la sociedad civil, de organizaciones co-
munitarias de base, del sector privado y de la academia presentes en el territorio.

Resultados esperados:

• Acciones ejecutadas según lo previsto en la fase de planificación (y con los correspondien-


tes impactos y mejoras en el bienestar de la ciudadanía).
• Acciones monitoreadas y rectificadas en caso de detectarse desviaciones de lo previsto en
la planificación.
• Estrategia de comunicación y transparencia.
• Sistema de información territorial alimentado.

Después de detectar las necesidades en los territorios y encajarlas enlas prioridades nacionales a
través de un proceso de planificación coherente, la fase de implementación devuelve la política pú-
blica al territorio, es decir, la sitúa en el entorno de proximidad de sus destinatarios.

Esta fase tiene dos tareas centrales.

• La ejecución de lo planificado, incluida la inversión pública territorializada.


• El seguimiento y monitoreo con un foco puesto en el ajuste y la adaptación para asegurar que se
alcanzan los resultados previstos.

La fase de implementación requiere de una presencia eficiente y bien articulada del ejecutivo en el te-
rritorio, asegurar la complementariedad y coherencia de todas las políticas que se ejecutan en el mis-
mo y mantener la apuesta por la coordinación y la colaboración con los operadores clave del territorio.

Ejecución, incluida la inversión


en el territorio

Comunicación - Organización eficiente


transparencia en el territorio

Estrategia Nacional
de Desarrollo Sostenible
Monitorieo - mecanismos Coordinación
de ajuste interministerial

Participación ciudadana y Coordinación multinivel


articulación de actores

45
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

2.4.3.1. Ejecución de programas estratégicos, líneas de acción y de la inversión pública en


el territorio

La planificación de la política pública constituye la hoja de ruta para su implementación en el territorio.


Implica el desarrollo de los planes, programas y proyectos, con todas sus líneas de acción y actividades
concretas traducidas en inversión y en dinámicas de promoción, articulación y prestación de servicios.

La inversión se traduce, por lo general, en:

• Recursos humanos.
• Obras de infraestructura.
• Compra de suministros y equipos.
• Contratación de servicios profesionales.
• Subvención y financiación de proyectos de diversa índole.

Una ejecución eficiente requiere de procesos de contratación pública eficientes y transparentes que
respondan a:

• Un marco normativo adecuado.


• Procesos eficientes, desburocratizados.
• Recursos capacitados para su implementación.
• Marcos competitivos y transparentes.
• Fórmulas innovadoras.

Los procesos de ejecución, y en especial la contratación pública, deben incorporar el enfoque de


género y derechos humanos, así como clausulas sociales y ambientales. Éstas deben orientarse,
entre otras cosas, a promover:

• La igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.


• El empleo digno.
• Incentivos para la contratación de los más vulnerables.
• La responsabilidad climática.
• El respeto de los derechos humanos.

Herramientas
Guía para la protección y promoción de los derechos humanos en la contratación
pública22

La Guía ofrece recomendaciones y propuestas para promover la contratación y compra públi-


cas con criterios éticos por parte de las administraciones. Con la propuesta de cláusulas que
promuevan el respeto a los Derechos Humanos, se espera generar mecanismos disuasorios a
la contratación de empresas que cometan vulneraciones a lo largo de la producción o de la
cadena de suministro de sus artículos o servicios.

Esta herramienta está adaptada al marco jurídico español, pero ofrece una experiencia relevan-
te que puede servir para debates y procesos que se den en otros contextos, en América Latina
en particular.

22. http://993responsable.org/es/

46
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

A pesar de las dificultades que conlleva, sería oportuno propiciar un debate sobre la pertinencia del
enfoque territorial como instrumento de innovación en la contratación pública. Este enfoque
implicaría asegurar la contratación de empresas y servicios profesionales con criterio de proximidad
y equilibrio territorial, tratando de diversificar territorialmente la contratación y evitando la concentra-
ción en empresas ubicadas en la capital o en las principales ciudades del país. La aplicación del
enfoque territorial tiene que ser respetuosas y ajustarse, sin embargo, a la normativa orientada a
asegurar, por un lado, la libre competencia y, por el otro, la transparencia en los procedimientos de
información —que los anuncios de licitación lleguen a todos los territorios del país es clave— y ad-
judicación. Algo, por definición nada sencillo. En Europa se ha dado el debate y la jurisprudencia es
clara: prima el principio de libre concurrencia. Sin embargo, en América Latina, donde la brecha
entre territorios es, si cabe, todavía más grande, podría ser un instrumento a tener en cuenta.

Igualmente, en una lógica de equilibrio territorial es relevante que los procesos de inversión y gasto
público sirvan, no solo para financiar las acciones previstas en el proceso de planificación, sino tam-
bién para movilizar recursos y capacidades territoriales y dinamizar la economía de los territorios
mas vulnerables.

Finalmente, ejecutar las intervenciones previstas en la política pública en el marco del calendario
definido en el proceso de planificación. Cumplir con los plazos implica eficiencia en el despliegue de
la política y genera confianza en la ciudadanía.

2.4.3.2. Organización eficiente del territorio

El proceso de ejecución debe venir sustentado por una organización eficiente en el territorio. Que el
ente rector de la política, así como el resto de los operadores implicados en la misma, tengan una
presencia bien definida en el territorio resulta clave para asegurar los resultados esperados.

Dicha presencia, definida en la fase de planificación, debe sustentarse en responsabilidades y roles


claros de los diferentes operadores, públicos y privados, así como en procesos organizativos y ope-
rativos adecuadamente articulados.

La capacitación de los recursos humanos presentes en el territorio resulta clave para asegurar pro-
cesos eficientes de implementación de la política pública.

La organización en el territorio debe tener en cuenta el enfoque de género y derechos humanos.

2.4.3.3. Espacios de coordinación y de gobernanza colaborativa

La coordinación entre los actores implicados en la ejecución de la política es un elemento fundamen-


tal de esta fase. Sirve para asegurar complementariedades y sinergias, así como para la movilización
de todos los recursos y capacidades disponibles en los territorios.

La coordinación entre las diferentes instituciones del ejecutivo con presencia en el territorio debe
asegurar, además, la coherencia en las intervenciones —en el marco de la política y entre las distin-
tas políticas— y el seguimiento de las prioridades marcadas a nivel nacional. Sirve, igualmente, para
compartir información que sirva para realizar un monitoreo más eficiente y poder ajustar la política
respondiendo a la coyuntura y fenómenos sobrevenidos que pueden perjudicar su implementación.

La articulación con los otros niveles de gobierno —local y regional— deber realizarse en el marco de
los roles y las responsabilidades definidos en el proceso de planificación. Los recursos, capacidades
y conocimiento, incluida la información, que estos pueden aportar en el proceso de implementación

47
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

son relevantes de cara a ajustar las intervenciones a las realidades locales, cambiantes por defini-
ción, asegurando resultados acordes con las necesidades de la ciudadanía. Implicar a los gobiernos
subnacionales implica, igualmente, generar sinergias con las políticas que ellos implementan.

Disponer de espacios para la interlocución con los gobiernos subnacionales en el territorio es clave
para poder realizar un seguimiento compartido efectivo.

Experiencia 14
Consejos Cantonales de Coordinación Interinstitucional23 - Costa Rica

Costa Rica puso en funcionamiento en 2009 los Consejos Cantonales de Coordinación Interins-
titucional como mecanismo para asegurar la coordinación entres las diferentes instancias pú-
blicas que operan en los cantones. Se trata de un mecanismo de gobernanza orientado a po-
tenciar el desarrollo integrado y sostenible de cada cantón del país. Los preside alcalde o
alcaldesa del respectivo gobierno local y lo integran los representantes de mayor jerarquía de
las instituciones públicas presentes en el cantón o con acciones operativas en el mismo.

Se reúnen al menos cada 3 meses en convocatoria ordinaria efectuada por el alcalde y tienen
como funciones las siguientes:

1. Elaborar un plan anual de coordinación con base en las propuestas de los miembros del
Consejo, orientado a satisfacer las necesidades reales de cada cantón.
2. Conciliar los programas y presupuestos de los entes públicos con el fin de lograr mayor
eficacia y eficiencia en la acción pública.
3. Recomendar los cambios necesarios en los programas y acciones de los entes públicos
con el fin de ajustarlos a las necesidades locales. Cada representante institucional adopta-
rá las medidas necesarias para lograr la incorporación por parte de su institución de los
compromisos definidos en el Consejo.
4. Coordinar con otros Consejos de Coordinación Interinstitucional para el cumplimiento de
fines regionales.
5. Evaluar los planes y los programas establecidos en la programación anual de cada Conse-
jo de Coordinación Interinstitucional, con el propósito de garantizar la ejecución de los
objetivos y las metas propuestas para cada año.
6. Identificar debilidades en las políticas públicas de naturaleza local, con el propósito de
proveer la acción subsidiaria de otras instancias de naturaleza nacional en atención del
interés público local

Lo mismo sucede con la ciudadanía y con los actores que operan en el territorio. Los procesos de
participación ciudadana no deben limitarse a las fases de detección de necesidades y de planifica-
ción, sino que también son muy relevantes en la de implementación. Aseguran el control social de
las iniciativas impulsadas desde el ejecutivo en el territorio.

Por otro lado, disponer de mecanismos de articulación con los actores del territorio facilita realizar
un seguimiento de las acciones impulsadas, compartir información clave para ajustar la ejecución y
generar sinergias y movilizar todos los recursos disponibles.

23. https://www.mideplan.go.cr/node/1968

48
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

La implicación de ciudadanía y actores del territorio en los procesos de implementación de las polí-
ticas públicas en los territorios contribuye al empoderamiento ciudadano y a la apropiación de las
iniciativas desarrollados y los resultados obtenidos. Avanzar, en este sentido, en una lógica de co-
responsabilidad y de co-creación puede ser clave para generar los cambios y las transformacio-
nes que requieren las sociedades.

2.4.3.4. Monitoreo y mecanismos de ajuste

El establecimiento de un buen sistema de monitoreo depende de la calidad de los procesos y de los


indicadores establecidos durante la fase de planificación; así como del ajuste a la realidad de
los territorios en los que se implementa la política pública. Las realidades son diversas, de manera
que la implementación de la política pública debe realizarse teniendo en cuenta dicha diversidad.

El monitoreo en la fase de implementación de la política pública debe ser participativo y


abierto a todos los actores implicados. El proceso participativo debe realizarse con la finalidad de
enriquecer las políticas públicas, adecuarlas a la realidad de los territorios y a las necesidades de la
ciudadanía. Sirve, igualmente, para crear ciudadanía activa y comprometida que participe en la
construcción y ejecución de las políticas. Para poder ejercer su función de control social la ciu-
dadanía necesita poder acceder a la información (transparencia). En este sentido, las estrategias de
comunicación son fundamentales.

El seguimiento y el monitoreo proporcionan las pautas para realizar los ajustes necesarios en proce-
sos, acciones, inversiones, resultados, etc., articulando la revisión de lo planificado, lo ya ejecutado,
lo que resta por ejecutar, adaptando al contexto los resultados que se quiere obtener. En este sen-
tido, alimentar de manera regular, y con información fiable, los sistemas de información es clave.

Herramientas
Monitoreo con enfoque de género

En esta fase tiene importancia considerar los indicadores que miden los efectos diferenciales
de las intervenciones desagregados por sexo. Es decir, considerar cómo afectan a mujeres y a
hombres de manera específica las acciones que se ejecutan y de qué forma contribuyen a la
disminución de las brechas de desigualdad. En términos generales, para diseñar un sistema de
seguimiento y evaluación de políticas que incorpore el enfoque de derechos humanos y de
género hay que incorporar en todos los instrumentos de seguimiento los siguientes aspectos:

a. La variable sexo y edad deben ser desagregaciones indispensables en los sistemas de


monitoreo. También es recomendable incluir las variables geográficas de ámbito urbano y
rural, así como etnia y discapacidad.
b. Diseñar indicadores específicos que midan el avance en la participación de las mujeres.
c. Plantear metas que se comprometan con la reducción de las desigualdades de género.
d. Incluir en los informes de monitoreo el análisis de género como herramienta metodológica
para identificar obstáculos específicos en la implementación y mecanismos oportunos de
mejora. Para ello se deben generar instrumentos que comprendan un conjunto de indica-
dores pertinentes, oportunos y factibles, integrados en un sistema de información y regis-
tro ágil que permita medir los cambios en los indicadores periódicamente y al finalizar el
programa o proyecto

49
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

El seguimiento y monitoreo de la implementación requiere de sistemas de información activos, per-


manentemente actualizados, que dispongan de información desagregada a escala territorial. Los
datos y la información disponible y actualizada resulta clave para llevar a cabo procesos de revisión
y adaptación de la política pública, tanto en lo que se refiere a programas estratégicos y líneas de
acción como a los resultados esperados.

Resulta fundamental tener en cuenta todos los sistemas de información y datos disponibles con
información territorializada. En este sentido hay que tener en cuenta las siguientes fuentes:

• Información y datos oficial generada por sistemas ligados a organismos internacionales (Banco
Mundial, OCDE, BID, etc.), institutos nacionales de estadística y cartografía (o similares) y otras
dependencias del ejecutivo nacional.
• Información y datos generados por organismos académicos y centros de investigación.
• Información y datos generados por instituciones privadas (sector privado, organizaciones de la
sociedad civil, etc.).

También es necesario tener en cuenta los sistemas más innovadores de generación de datos como
el big data o los sistemas de datos generados o alimentados por la ciudadanía (citizen-generated
data).

El propio sistema de monitoreo, en especial los indicadores y las fuentes de información, se pueden
adaptar en función de la realidad dinámica y cambiante de los territorios.

Herramientas
Observatorios territoriales del desarrollo sostenible

Contar con observatorios territoriales de desarrollo sostenible puede resultar de gran importan-
cia para todas las fases en el ciclo de la política pública y su territorialización. Actúa como he-
rramienta para la recolección, sistematización y análisis de datos e información sobre los pro-
cesos y dinámicas de desarrollo sostenible que se dan en el territorio, en su dimensiones
política, económica, social, cultural y ambiental, y la observación de tendencias y la evolución
de factores como la cohesión social, calidad de vida, desarrollo económico o calidad de la
gobernanza democrática, entre otros.

50
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Experiencia 15
Módulo de seguimiento a Planes de Desarrollo del Kit de Planeación Territorial
(KPT)24 – Colombia

El Departamento Nacional de Planeación del Gobierno de Colombia ha impulsado un kit en el


que las entidades territoriales del país pueden encontrar herramientas conceptuales y metodo-
lógicas que le ayudarán en el alistamiento, diseño e implementación de los sistemas de segui-
miento para medir los avances en la consecución de resultados en su gestión gubernamental.

El kit apuesta por un seguimiento integral que posibilite el logro de mejores resultados de la
gestión, al permitir la implementación de acciones correctivas de manera oportuna, conforme
las demandas de ejecución que se generen en la entidad territorial. La disponibilidad de un
sistema de seguimiento integral, que permita verificar el nivel de avance de los resultados de
bienestar y los productos (bienes y servicios) planteados, es indispensable para la valoración
del desempeño y constituye uno de los ejes centrales del enfoque de gestión pública orientada
a resultados.

Actualmente el módulo se encuentra en proceso de diseño, desarrollo e implementación. La


unidad 1, se encuentra habilitada para la consulta y uso de las entidades territoriales, esta uni-
dad establece las orientaciones para la construcción de los Planes Indicativos de las entidades
territoriales, entregando insumos y herramientas que permiten identificar:

• Los principales elementos de carácter institucional, instrumental y conceptual, que se de-


ben considerar previo al alistamiento, diseño e implementación de un sistema de segui-
miento.
• Los pasos para alistar, revisar y preparar las condiciones que permitan realizar un segui-
miento estratégico al Plan de Desarrollo, a partir del análisis de la estructura y diseño del
mismo.
• Definir las pautas para establecer una estructura, sistema o modelo de seguimiento que
articule la medición de resultados con la necesidad de determinar la entrega oportuna y
adecuada de productos.
• Las condiciones metodológicas y operativas que se deben garantizar para implementar el
sistema de seguimiento al Plan de Desarrollo, con el propósito de producir información
pertinente y oportuna para los tomadores de decisiones.
• Los aspectos a tener en cuenta para la elaboración del Plan Indicativo.

2.4.3.5. Comunicación transparente

Los procesos de implementación de las políticas públicas y de inversión deben ser transpa-
rentes y llegar a la ciudadanía para que pueda ejercer su derecho a un control social de las
acciones impulsadas desde el ejecutivo nacional y el resto de operadores públicos.

En este sentido, las estrategias de comunicación deben incorporar el uso de los canales con mayor
llegada a la ciudadanía, ya sean medios de comunicación generalistas y con base territorial así como
redes sociales y otros canales más directos (sesiones informativas, talleres, etc.).

24. https://portalterritorial.dnp.gov.co/AdmKITTerritorial/KITSeguimiento

51
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Fase 3
Factores de verificación

• En tanto que la información es clave también para la implementación, ¿de qué manera la
información que se genera en la fase de implementación alimenta los sistemas nacionales
y territoriales de información?
• ¿Se ha procedido a una suficiente coordinación entre instituciones del Órgano Ejecutivo
para la implementación y, especialmente, el monitoreo?
• ¿Se ha procedido a una suficiente coordinación entre niveles de gobierno para la imple-
mentación y, especialmente, el monitoreo?
• ¿Se ha habilitado un espacio de participación ciudadana para que los ciudadanos colabo-
ren en la fase de implementación y, especialmente, el monitoreo?
• ¿Han sido eficientes las oficinas y el personal de la institución en el territorio a la hora de
implementar la política?
• ¿La inversión prevista se ejecuta en el territorio a niveles que permitan los impactos previs-
tos?
• ¿El sistema de monitoreo incorpora los indicadores establecidos en la fase de planifica-
ción?
• ¿Ha habido una suficiente estrategia de comunicación y transparencia en la fase de imple-
mentación hacia la ciudadanía, el resto de los niveles de gobierno y el resto de Los minis-
terios del Órgano Ejecutivo, mostrando los resultados del monitoreo, incluidos los resulta-
dos negativos?

2.4.4. Fase 4: evaluación y rendición de cuentas

Propósito

Disponer de una doble mirada sobre cómo se están haciendo las cosas: la institucional y la territorial

• En la institucional, interesa revisar lo planificado y lo ejecutado, así como el nivel de cumplimien-


to de indicadores, resultados y metas. Al menos deberían realizarse dos evaluaciones en el año:
la primera que permita ver el avance intermedio, ajustar, reorientar y tomar medidas para mejorar
y, la segunda, una evaluación de mayor alcance que visualice el cumplimiento de objetivos e
impactos a nivel territorial y nacional.
• En la evaluación territorial interesa conocer la percepción de la ciudadanía sobre la ejecución de
la política pública; pero además, la evaluación de los actores directamente vinculados. Esto
permitirá a las entidades del Gobierno, retroalimentarse para mejorar la ejecución de la política
pública y hacer los ajustes pertinentes.

Capitalizar experiencias y aprendizajes poniéndolos a disposición de todos los interesados a nivel


local, nacional e internacional.

52
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Objetivo de la fase 4: evaluar si los objetivos y los resultados planteados en la planificación se


han alcanzado y han logrado los impactos previstos.

Actores fundamentales: representantes del ente rector de la política en el territorio, represen-


tantes del ejecutivo en el territorio; gobiernos locales y asociaciones de municipios; ciudadanos
individuales, representantes de las organizaciones de la sociedad civil, de organizaciones co-
munitarias de base, del sector privado y de la academia desde la escala nacional.

Resultados esperados:

• Evaluación intermedia y final con enfoque territorial.


• Resultados de la política presentados y justificados ante la ciudadanía a nivel nacional y
territorial.
• Memoria anual de actividades realizadas.
• Acciones monitoreadas y rectificadas en caso de detectarse desviaciones de lo previsto en
la planificación.
• Ámbitos en los que incide la política mejorados.
• Sistema de información territorial alimentado.
• Conocimiento y aprendizaje capitalizado en base a las experiencias desarrolladas.

La última fase definida en el proceso de territorialización de políticas públicas es la que se refiere a la


evaluación, es decir, la que se centra en determinar si los objetivos y los resultados planteados en
la fase de definición se han alcanzado de la forma adecuada y se han logrado los impactos previstos.

La eficacia del proceso de evaluación, tanto a nivel nacional como territorial, depende de que en la
fase de planificación se hayan definido los indicadores adecuados y se haya establecido la línea de
base de la que parte la política en el momento en que se da inicio a su implementación. Por este
motivo, en paralelo al proceso de monitoreo —que sirve para ajustar la política— se debe dividir la
evaluación en diferentes fases, o como mínimo en dos: evaluación intermedia y evaluación final.

La evaluación sirve para impulsar:

• La rendición de cuentas.
• Los procesos de aprendizaje y capitalización.

En esta fase el foco se pone en los procesos de aprendizaje, capitalización y rendición de cuentas a
partir de los resultados obtenidos a nivel territorial a través de la implementación de la política públi-
ca concreta. Para ello, disponer de mecanismos que aseguren la transparencia y el acceso a la in-
formación pública resulta clave; como también disponer de una adecuada estrategia de comunica-
ción para acercar lo realizado y los impactos obtenidos a la ciudadanía y a los operadores del
territorio.

53
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Aprendizaje y capitalización Evaluación

Comunicación - Estrategia Nacional Espacio de coordinación


transparencia - rendición de Desarrollo Sostenible interministerial
de cuentas

Espacio de participación Espacio de coordinación


ciudadana entre niveles de Gobierno

2.4.4.1. Evaluación con enfoque territorial

En una lógica de políticas públicas avanzadas, el monitoreo y la evaluación constituyen procesos


que deberían ser ineludibles. Cumplen funciones diferentes, pero se desarrollan a partir de lógicas
similares y herramientas comunes. Como se apunta en la fase anterior de esta Guía (Fase 3: imple-
mentación) el monitoreo se orienta al seguimiento de los procesos de implementación y tiene por
objetivo definir correcciones cuando se considera que no se están logrando los resultados definidos.
Los procesos de monitoreo acostumbran a ser internos, es decir, desarrollados por el propio equipo
encargado de la gestión de las iniciativas que se están implementando.

La evaluación, por su parte, es un proceso sistemático que tiene por objetivo medir el diseño y la
ejecución de una intervención y los resultados alcanzados. Busca facilitar los procesos de rendición
de cuentas, sacar aprendizajes que sirvan para mejorar fases ulteriores a las iniciativas planificadas
y sistematizar experiencias y buenas prácticas. La evaluación representa una importante fuente de
legitimidad de la política pública, reforzando su valor y dándole visibilidad y generando confianza
ciudadana.

Los procesos de evaluación deben ser llevados a cabo por equipos externos, imparciales, que pue-
dan dar una lectura objetiva y sin condicionantes de los impactos alcanzados; y contar con la parti-
cipación de la ciudadanía y los actores del territorio.

La evaluación es una práctica profundamente vinculada a la lógica de la eficacia y existe un abanico


muy amplio de modelos y metodologías —el del CAD25 es el más común—, con herramientas pro-
pias y específicas.

Los criterios de evaluación clásicos han ido evolucionando y hoy en día, a los de pertinencia, efica-
cia, eficiencia, sostenibilidad e impacto, se han añadido los de coherencia, cobertura, innovación y
aprendizaje que son especialmente relevantes para la territorialización de las políticas públicas. Tam-
bién es importante tener en cuenta la incorporación del género como un criterio de evaluación per-
tinente a cualquier tipo de evaluación.

25. https://www.oecd.org/dac/evaluation/

54
MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Una evaluación adecuada facilita la rendición de cuentas, y la información que deriva de los proce-
sos de evaluación sirve también para obtener aprendizajes orientadas a mejorar los procesos de
elaboración e implementación de políticas públicas.26

Como se ha apuntado en las fases anteriores, los sistemas de información territorial pueden ser
herramientas que aporten un importante valor añadido a los procesos de evaluación y rendición de
cuentas. Disponer de información contextualizada con la realidad local permite lecturas más afina-
das de los procesos de implementación de las políticas públicas en los territorios y de los resultados
obtenidos.

2.4.4.2. Espacios de coordinación y de gobernanza colaborativa

Como se apunta en el apartado anterior, la evaluación debe ser realizada por equipos independien-
tes y externos al órgano gestor de la política pública, y estar abierta y contar con la voz y la mirada
de los diferentes operadores del territorio, ya sean instituciones vinculadas al ejecutivo (diferentes al
órgano rector de la política pública), otros niveles de gobierno y ciudadanía.

Medir y evaluar los impactos y los resultados alcanzados mediante la política pública no se puede
hacer de forma aislada sin tener en cuenta las percepciones e impresiones de todos los actores que
han participado en ella, incluidos los beneficiarios.

El enfoque territorial en el proceso de evaluación implica tener en cuenta los resultados obtenidos a
escala territorial, así como la valoración sobre los mismos de los actores del territorio, públicos y
privados.

Resulta clave tener la visión de las mujeres (enfoque de género) así como de los colectivos más
vulnerables, sean o no beneficiarios directos de las políticas que se evalúan.

Los mecanismos de coordinación interministerial (y con otras instancias del ejecutivo) en el territorio;
de gobernanza multinivel; y de participación ciudadana y articulación con los actores del territorio
deben ser clave también para realizar el seguimiento de los procesos de evaluación.

2.4.4.3. Rendición de cuentas

La evaluación proporciona un instrumento de gran valor en los procesos de rendición de cuentas.


Vincular la presentación de las tareas realizadas y de los resultados obtenidos en el proceso de im-
plementación de la política pública con las evidencias suministradas por un equipo independiente en
el marco del proceso de evaluación genera confianza, legitima la acción del gobierno y favorece la
apropiación ciudadana de los resultados obtenidos. Se trata de una herramienta clave para el con-
trol social.

La rendición de cuentas requiere de marcos normativos que aseguren la transparencia y el acceso


a la información pública, así como de una estrategia de comunicación que facilite el retorno a la
sociedad de los resultados obtenidos mediante la política pública. Cuando hay evaluación el esfuer-
zo de comunicación se torna más creíble y sirve para potenciar el compromiso ciudadano y la con-
fianza en el contrato social.

26. Fernández de Losada; A. (2020) La cooperación descentralizada como mecanismo para abordar las desigualdades y fortalecer
la democracia en los territorios. Observatorio de la Cooperación Descentralizada. Diputación de Barcelona e Intendencia de Monte-
video.

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Herramientas
Comunicación estratégica

Hay que tener en cuenta que, hoy en día, la valoración que los ciudadanos hacen de sus go-
biernos tiene mucho que ver con la capacidad de las instituciones de comunicarse bien y cons-
truir las percepciones adecuadas. En este sentido, gobernar bien es “hacer bien” pero también
“comunicar bien”.

Cuando se comunica, lo más habitual es hacerlo sobre resultados, donde la comunicación


funciona como una herramienta externa y no participa en los distintos ciclos del proceso. Por
el contrario, para dotarse de una comunicación que sea útil y efectiva, hace falta avanzar hacia
la comunicación para resultados, entendida como una herramienta transversal y estratégica,
que está presente en el programa o política desde su propia concepción y que participa en to-
dos los ciclos del proceso.

La comunicación debe estar orientada a establecer puentes de relación y diálogo con la ciu-
dadanía, con los actores del territorio y con el resto de los actores implicados en la política
pública.27

2.4.4.4. Gestión del conocimiento (aprendizaje y capitalización)

La gestión del conocimiento derivada de todo el ciclo de la política pública y su territorialización


(diagnóstico, planificación, implementación y evaluación) permiten extraer aprendizajes y una acu-
mulación de gran valor añadido a nivel institucional y social.

Los procesos de aprendizaje sirven para:

• Mejorar las acciones futuras que se puedan dar en el marco de la política pública en clave terri-
torial.
• Potenciar el impacto en las otras políticas que se impulsan.
• Favorecer la mejora institucional y de las capacidades de los actores participantes.

27. Fernández de Losada; A. (2020) La cooperación descentralizada como mecanismo para abordar las desigualdades y fortalecer
la democracia en los territorios. Observatorio de la Cooperación Descentralizada. Diputación de Barcelona e Intendencia de Monte-
video.

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Experiencia 16
Sistema de Gestión del Conocimiento de los Gobiernos Regionales (Colabora)28
- Chile

El proyecto impulsado por la SUBDERE se basa en implementar un sistema de gestión del


conocimiento (Red Colabora), que permita formalizar e incentivar prácticas y procesos de inter-
cambio de conocimientos y experiencias, además del trabajo conjunto entre gobiernos regio-
nales. Para su implementación, se considerarán 3 componentes: Gestión de buenas prácticas
(procesos), una Red de intercambio de conocimiento (personas) y una Plataforma colaborativa
(tecnologías), tal como se describe a continuación:

Red de intercambio de conocimiento: hace referencia a promover una cultura de intercambio y


aprendizaje entre gobiernos regionales, a través de la articulación de una red de gestión del
conocimiento. Para lo anterior, es necesario identificar las competencias críticas que deben
tener los funcionarios que participen de esta red, propendiendo a que sea integrada por distin-
tas áreas de trabajo (transversal) y al compromiso institucional de jefaturas y funcionarios.

Gestión de buenas prácticas: Hace referencia al quehacer del GORE, es decir, a las iniciativas,
metodologías, practicas, proyectos, instrumentos de planificación, entre otros, que sean facti-
bles de identificar, sistematizar, intercambiar, gestionar y difundir entre gobiernos regionales.

Plataforma colaborativa: hace referencia a la implementación de una plataforma online, que


permita documentar de forma colaborativa iniciativas, metodologías, prácticas, proyectos, ins-
trumentos de planificación, entre otros, que se sean relevantes para los gobiernos regionales.

Dichos aprendizajes se pueden extender a otros actores en lo que podríamos definir como la volun-
tad de impulsar procesos de aprendizaje colectivo. Esto requiere realizar esfuerzos para sistema-
tizar y capitalizar las experiencias con el objetivo de compartirlas utilizando los mecanismos existen-
tes para el intercambio de experiencias y la transferencia de conocimiento29.

En este contexto, la cooperación internacional y programas como EUROsociAL+ pueden jugar


un papel de gran relevancia.

28. https://colabora.descentralizachile.cl/ingresar/?redirect_to=https%3A%2F%2Fcolabora.descentralizachile.cl%2F
29. Fernández de Losada; A. (2020) La cooperación descentralizada como mecanismo para abordar las desigualdades y fortalecer
la democracia en los territorios. Observatorio de la Cooperación Descentralizada. Diputación de Barcelona e Intendencia de Monte-
video.

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Fase 4
Factores de verificación

• ¿Los sistemas de información territoriales siguen siendo alimentados en la fase de evalua-


ción, y los resultados de ésta alimentan los primeros?
• ¿Se han compartido el proceso de evaluación y sus resultados con otras instituciones del
Órgano Ejecutivo?
• ¿Se han compartido el proceso de evaluación y sus resultados con otros niveles de gobier-
no?
• ¿Se han compartido el proceso de evaluación y sus resultados en los espacios de partici-
pación ciudadana?
• ¿Cómo se articula el proceso de evaluación (indicadores definidos, número de fases –inter-
media y final)?
• ¿El proceso de rendición de cuentas y contraloría social se lleva a cabo a nivel nacional y
a nivel territorial e implica el diálogo con los ciudadanos, la justificación de las decisiones,
la asunción de responsabilidades y la voluntad de corregir los errores?
• ¿Se sientan las bases para llevar a cabo un proceso de aprendizaje y capitalización?

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3. Análisis del grado de territorialización de las
instituciones del ejecutivo y de las políticas que impulsan

3.1. Los indicadores: análisis individual y comparativo

El MTPP viene acompañado de un sistema de indicadores que permiten medir el grado de territo-
rialización de las instituciones públicas, es decir, diagnosticar en qué medida el enfoque territorial
incide en sus políticas públicas y en las funciones y los servicios que prestan. Los indicadores defi-
nidos están listados y explicados a continuación:

Sistema de indicadores de territorialización de políticas públicas

I 1: Disposición de funciones y servicios de naturaleza territorial

I 2: Sistema de planificación territorializada

I 3: Presencia y/u organización institucional eficiente en el territorio

I 4: Disposición de presupuesto/inversión territorializado

I 5: Disposición de espacios y canales de participación ciudadana y de articulación con los


actores del territorio

I 6: Participación en espacios de coordinación interministerial

I 7: Participación en espacios de coordinación entre niveles de gobierno

I 8: Disposición de mecanismos de comunicación, transparencia y rendición de cuentas eficientes

I 9: Disposición de sistemas de monitoreo, seguimiento y evaluación

I 10: Disposición de un sistema de información territorial

I 11. Disposición de políticas que contribuyan a disminuir brechas territoriales de género para la
autonomía económica de las mujeres

I 12. Disposición de mecanismos para asegurar la participación de colectivos y territorios vul-


nerables

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

Los indicadores son:

I 1: Disposición de funciones y servicios de naturaleza territorial

El primer indicador hace referencia al volumen de funciones y servicios definidos para cada una de
las instituciones analizadas cuya prestación debe darse, en mayor o menor medida, en el territorio
para conseguir las metas y los resultados esperados. Hace referencia al volumen de funciones y
servicios definidos para cada una de las instituciones analizadas cuya prestación debe darse en el
territorio para conseguir las metas y los resultados esperados. Se trata, por lo general, de funciones
o servicios finalistas de naturaleza territorial.

Estas competencias se contraponen con las que se despliegan a través de funciones de carácter
regulatorio, de coordinación, de promoción y de servicios de naturaleza estatal.

Para medirlo se computa el porcentaje del total de las funciones y servicios prestados que son de
naturaleza territorial. Para desplegarlo se han diferenciado tres grupos:

• Alto: un primer grupo lo componen las instituciones cuyas competencias se despliegan a través
de funciones y servicios un 50%, o más, de las cuales son de naturaleza territorial.
• Medio: un segundo grupo lo integran las instituciones cuyas competencias se despliegan a tra-
vés de funciones y servicios un 25%, o más, de las cuales son de naturaleza territorial.
• Bajo: finalmente, en el tercer grupo se ubican las instituciones cuyas competencias se des-
pliegan a través de funciones y servicios un 10%, o más, de las cuales son de naturaleza
territorial.

I 2: Sistema de planificación territorializada

Este indicador muestra el nivel de desarrollo de las políticas de planificación de las instituciones del
órgano ejecutivo, teniendo en cuenta los diversos niveles territoriales y los retos y las necesidades
de cada uno, así como de cada una de las unidades que conforman dicho nivel y que pueden tener
prioridades, necesidades y recursos muy diferentes las unas de las otras. En efecto, la planificación
de un país no puede hacerse sólo a nivel nacional, sino que debe tomar en consideración las espe-
cificidades de cada uno de los territorios que lo conforman, en sus varios niveles.

La puntuación con respecto a este indicador se puede establecer en base a tres rangos:

• Alto: existencia de un plan nacional que tiene en cuenta los territorios y sus prioridades, así como
las necesidades de mujeres y varones en dicho territorio de manera diferenciada y que ha sido
concertado con los diferentes actores.
• Medio: existencia de un plan nacional que tiene en cuenta las características de los territorios del
país, pero de una manera poco integrada.
• Bajo: existencia de un plan nacional que no tiene en cuenta las prioridades y características te-
rritoriales.

I 3: Presencia y/u organización institucional eficiente en el territorio

El tercer indicador mide la presencia territorial de las instituciones analizadas y su eficiencia. La apli-
cación del indicador se trabaja a partir de la cuantificación de la presencia y de la apreciación sub-
jetiva sobre la eficiencia en la organización de esta.

La presencia se mide a partir de un doble sub-indicador de carácter cuantitativo:

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

• Existencia de dependencias orgánicas desconcentradas situadas en el territorio para la presta-


ción del servicio territorializado.
• Número de efectivos (empleados públicos) situados en el territorio distinguidos por sexo.

A estos dos sub-indicadores se les suma un tercero de carácter cualitativo: la eficiencia del servicio
que se presta.

En este sentido, se ha establecido un triple rango:

• Alto: presencia muy amplia en el territorio y organización eficiente.


• Medio: presencia considerablemente amplia en el territorio y organización relativamente eficiente.
• Bajo: presencia mínima con organización insuficiente o deficiente.

Se parte de una acepción relativa del concepto “eficiente” en la medida en que la organización de
todos los servicios que se prestan es mejorable en términos de eficiencia.

I 4: Disposición de presupuesto/inversión territorializado

Este cuarto indicador tiene en cuenta la asignación de recursos presupuestarios a los diferentes terri-
torios del país y la manera en que dicho presupuesto se asigna. Se fija en la inversión realizada en los
territorios, en la gestión desconcentrada del presupuesto y en los mecanismos de participación ciuda-
dana, coordinación interministerial o de carácter multinivel para la asignación de dichos recursos.

En este sentido, se ha optado por trabajar sobre la base de los siguientes rangos:

• Alto: instituciones con un nivel alto de inversión territorializada, programada y ejecutada; presu-
puesto de gestión desconcentrada en las dependencias del órgano ejecutivo en el territorio;
mecanismos de participación ciudadana, articulación multinivel y coordinación interministerial en
la asignación de los recursos.
• Medio: instituciones con un nivel medio o bajo de inversión territorializada, programada y ejecutada;
presupuesto de gestión desconcentrada en las dependencias del órgano ejecutivo en el territorio.
• Bajo: instituciones con un nivel bajo o nulo de inversión territorializada, programada y ejecutada;
gestión centralizada del presupuesto.

I 5: Disposición de espacios y canales de participación ciudadana

El quinto indicador apunta a la existencia o ausencia de mecanismos de participación ciudadana y


la eficiencia de estos.

Para medir su aplicación a las instituciones analizadas, se ha establecido el rango siguiente:

• Alto: las instituciones que disponen de canales formales y eficientes de articulación e interlocu-
ción con la ciudadanía; de instrumentos normativos que regulan dichos espacios; que suminis-
tran información relevante relativa a los temas a tratar; que disponen de mecanismos que facilitan
que el ciudadano pueda hacer llegar sus quejas, propuestas y comentarios; y que estas sean
atendidas con celeridad.
• Medio: las que disponen de mecanismos de participación ciudadana más formales que efecti-
vos; que no están debidamente regulados; que no se suministra información relevante; y que no
se articulan canales para hacer llegar la voz de los ciudadanos.
• Bajo: las instituciones que disponen de mecanismos de participación ciudadana muy precarios
o que, simplemente, no disponen de ellos.

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

I 6: Participación en espacios de coordinación interministerial

Este indicador mide el nivel de participación en estructuras o mecanismos de coordinación intermi-


nisterial.

Se ha definido un triple rango para medir la aplicación del indicador:

• Alto: la institución participa en mecanismos de coordinación interministerial de forma activa, y


dicha participación es relevante en su actividad institucional a la hora de plantear su agenda de
trabajo en el territorio.
• Medio: participa en los mecanismos de coordinación interministerial con carácter informativo.
• Bajo: no participa en dichos mecanismos.

I 7: Participación en espacios de coordinación entre niveles de gobierno

El séptimo indicador mide el nivel de interacción de las diferentes instituciones analizadas con los
otros niveles de gobierno subnacional.

Para medir el nivel de ajuste de las instituciones analizadas se ha establecido un triple rango:

• Alto: la institución gestiona espacios formales y efectivos de coordinación con otros niveles de
gobierno (estatal, regional, provincial, departamental, cantonal, municipal, etc.)
• Medio: la institución mantiene relación con otros niveles de gobierno a través de canales formales
pero no efectivos, o a través de canales informales.
• Bajo: la relación con los otros niveles de gobierno es puntual o inexistente.

I 8: Disposición de mecanismos eficientes de comunicación inclusiva, transparencia y


rendición de cuentas

El octavo indicador se refiere a la valoración de los mecanismos de comunicación institucional, la


política de transparencia y los instrumentos de rendición de cuentas y contraloría social establecidos
por las instituciones analizadas.

Para medir el indicador se ha establecido el siguiente rango de cumplimiento:

• Alto: la institución dispone de una estrategia eficiente de comunicación institucional inclusiva, de


una política de transparencia y gobierno abierto, así como de instrumentos de rendición de cuen-
tas, tanto a nivel nacional como regional o departamental.
• Medio: la institución dispone de herramientas puntuales de comunicación institucional inclusiva,
una política de transparencia limitada, y el proceso de rendición de cuentas se resuelve con la
presentación de un informe y la realización de un evento a nivel nacional.
• Bajo: la institución dispone únicamente de los mecanismos de comunicación, transparencia y
rendición de cuentas que estipula la legislación básica que corresponda, y además presenta
cierto retraso en la presentación de la información.

I 9: Disposición de sistemas de monitoreo, seguimiento y evaluación territorializados

Este indicador se orienta a valorar los sistemas de monitoreo, seguimiento y evaluación establecidos
por las instituciones analizadas en el despliegue de sus políticas en los territorios.

Se ha establecido también un rango de tres niveles de cumplimiento referidos a:

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

• Alto: institución que dispone de un sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación territorializa-


do aplicado a toda la institución, unidades institucionales específicas para ello y empleados
asignados a las mismas.
• Medio: institución que dispone de algún sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación territo-
rializado muy elemental, con pocos recursos físicos y humanos dedicados a ello.
• Bajo: institución que no dispone de ningún sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación terri-
torializado.

I 10: Disposición de un sistema de información territorial

Este indicador se focaliza en los sistemas de información de que disponen las diferentes institucio-
nes analizadas y de la orientación de los mismos a la obtención, el procesamiento y la sistematiza-
ción de datos territoriales.

Los tres rangos fijados para medir este indicador son los siguientes:

• Alto: la institución dispone de sistema de información y procesamiento de datos territorializado.


• Medio: la institución dispone de algún tipo de sistema de información y procesamiento de datos
pero sin tener una estructura uniforme e integral ni información territorializada.
• Bajo: no dispone de sistema de información o es muy precario, sin reportar datos del territorio.

I 11: Disposición de políticas que contribuyan a disminuir brechas territoriales de género


para la autonomía de las mujeres

Este indicador se focaliza en las políticas tendientes a incrementar la dotación de activos y el empo-
deramiento de las mujeres, garantizando un enfoque diferencial de derechos en las políticas y en el
accionar del gobierno nacional en los ámbitos sectorial y territorial que permita el reconocimiento de
las diferencias y diversidades de las mujeres, así como la intersección de múltiples formas de discri-
minación y los efectos desproporcionados que ciertas prácticas y problemáticas sociales tienen
sobre las mujeres.

Los tres rangos fijados para medir este indicador son los siguientes:

• Alto: la institución lleva a cabo políticas que fortalecen la autonomía física, económica y política
de las mujeres30, eliminando las barreras estructurales que pudieren existir y que restringen su
acceso a activos productivos, y actúan sobre las dinámicas específicas de los territorios que di-
ficultan la participación de las mujeres en la esfera económica del desarrollo territorial.
• Medio: la institución lleva a cabo algunas acciones que fortalecen la autonomía física, económica
y política de las mujeres, eliminando las barreras estructurales existentes.
• Bajo: no dispone de políticas ni lleva a cabo acciones que fortalecen la autonomía física, econó-
mica y política de las mujeres ni eliminan las barreras estructurales existentes.

I 12. Disposición de mecanismos para asegurar la participación de colectivos y territorios


vulnerables

Este indicador se define en línea con uno de los principios de la Agenda 2030, no dejar a nadie ni a
ningún territorio atrás. Se refiere a la disposición de mecanismos que permitan tener en cuenta la

30. En este sentido, y según corresponda se espera que en la territorialización de las políticas nacionales se revise el cumplimiento
de las obligaciones del municipio para prevenir y atender violencias contra las mujeres, se verifique la participación política de las
mujeres y si corrrespondere del cumplimiento de la cuota de mínimo el 30 por ciento de mujeres en el máximo nivel decisorio y en
otros niveles decisorios de la Administración municipal, el dotar de autonomía económica a través de la inserción en el mercado
laboral o emprendedorismo.

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AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

voz, los intereses y las aspiraciones de los colectivos más vulnerables de la sociedad —mujeres,
jóvenes, colectivos LGTBI, migrantes, personas con diversidad funcional, minorías, etc.—, así como
de los territorios más vulnerables —periferias urbanas, territorios fronterizos, zonas rurales, etc.—,
en la definición, implementación y evaluación de las políticas públicas.

Los tres rangos fijados para medir el indicador son los siguientes:

• Alto: la institución cuenta con espacios formalizados y operativos que incluyen a los sectores
vulnerables y/o a representantes de los territorios vulnerables.
• Medio: la institución cuenta con espacios formalizados que incluyen a los sectores vulnerables
y/o a representantes de los territorios vulnerables pero su funcionamiento no es eficiente.
• Bajo: no dispone de espacios formalizados y el diálogo con los sectores y los territorios vulnera-
bles es inexistentes o basado en contactos esporádicos y poco articulados.

3.2. Aplicación de los indicadores

Para cada uno de ellos se han determinado 3 categorías establecidas en función del grado de cum-
plimiento por parte de la institución: Alto (A), Medio (M) y Bajo (B). Éstas se han descrito a partir de
un intervalo numérico, en el que 1 es la puntuación más baja y 30 la más alta. El rango numérico
varía por categorías: se ha otorgado a la categoría (B) un rango del 1 al 15; a la (M), del 16 al 25, y
a la (A), del 26 al 30 con la intención de mostrar que la territorialización efectiva y eficiente de las
políticas públicas requiere de un nivel alto de excelencia y ajustado a los indicadores establecidos.

Partiendo de la base de que no todas las instituciones deben tener el mismo nivel de territorialización
sino que éste viene marcado por la naturaleza de las funciones y los servicios que tienen atribuidos
(funciones prestacionales, regulatorias, de garantía y estratégicas), se espera aplicar el sistema de
indicadores a cada una de las instituciones a considerar.

• Por indicador: de 26 a 30
ALTO • Agregado: de 251 a 300

• Por indicador: de 16 a 25
MEDIO • Agregado: de 151 a 250

• Por indicador: de 1 a 15
BAJO • Agregado: de 10 a 150

La aplicación de los indicadores debe venir fundamentada en un proceso de revisión de la docu-


mentación de referencia que suministre la institución cuyo grado de territorialización se está midien-
do; y una entrevista con los máximos responsables de la misma dirigida a ampliar información y
clarificar dudas.

A continuación, se ofrece un guion para acompañar las entrevistas. Dicho guion puede ser usado,
igualmente, como encuesta en caso de que la entrevista no sea posible o no se considere necesaria.

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

Guion/Encuesta

1. Nombre de la Institución

2. Persona de contacto y cargo

3. Contacto

4. Legislación de apoyo (o básica)

5. ¿Dispone de Plan Estratégico o documento similar?

6. Organización (estructura organizativa)

7. Trabajadores (incluir perfiles)

8. Presupuesto anual (incluye recursos propios y de cooperación internacional). Ingresos (detallar


fuentes) y gastos

9. Sistema de fiscalización (Corte de Cuentas) y auditoría

10. Principal misión

11. Objetivos principales

12. Principales líneas de acción

13. Líneas de acción territorializadas (desconcentradas)

14. Organización en el territorio. ¿se organiza en regiones (¿cuántas?), departamentos?

15. ¿Dispone de personal localizado en el territorio?

16. ¿Participa en estructuras de coordinación interministerial a nivel territorial? ¿En cuáles?

65
AGUSTÍ FERNÁNDEZ DE LOSADA

17. Presupuesto territorializado

18. Mecanismos de coordinación con otros niveles de gobierno (asociaciones de municipios, mu-
nicipios) a nivel nacional y en el territorio

19. ¿Qué vinculo mantiene su institución con la asociación de municipios (nombre)?

20. ¿Y con las asociaciones de municipios regionales?

21. Mecanismos de coordinación con la cooperación internacional en el territorio

22. Mecanismos de participación ciudadana a nivel nacional

23. Mecanismos de participación ciudadana territorializados

24. Política de transparencia

25. Sistemas de seguimiento y evaluación y de rendición de cuentas

26. ¿Dispone de un sistema de información y de procesamiento de datos? ¿Dispone de informa-


ción territorializada?

La presentación de los resultados se realiza a partir de gráficos que muestran el grado de territoria-
lización de la institución evaluada. A continuación, se muestra el resultado final del análisis realizado
(en prueba piloto) en el Ministerio de Obras Públicas, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano del
Gobierno de El Salvador en 2017.

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MODELO PARA LA TERRITORIALIZACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES
EN AMÉRICA LATINA

También se puede ofrecer una imagen de conjunto sobre el grado de territorialización de un conjun-
to de instituciones vinculadas a un gobierno nacional. El siguiente gráfico muestra el grado de terri-
torialización de un conjunto de ministerios y organismos autónomos del Gobierno de El Salvador
(2017).

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www.eurosocial.eu

EUROSOCIAL es un programa financiado por la Unión Eu-


ropea que, a lo largo de sus 15 años de trayectoria, ha ve-
nido ofreciendo un espacio para el aprendizaje entre pares,
así como el intercambio de experiencias entre instituciones
homólogas de Europa y América Latina. EUROSOCIAL tie-
ne como fin contribuir a la mejora de la cohesión social en
los países latinoamericanos, mediante la transferencia del
conocimiento de las mejores prácticas, que contribuya al
fortalecimiento institucional y a la implementación de polí-
ticas públicas. Su acción parte desde la convicción de que
la cohesión social debe ser considerada como fin en sí mis-
ma y, al mismo tiempo, como medio para reducir brechas
porque la desigualdad (económica, territorial, social, de
género) constituye un freno a la consecución de cualquier
Objetivo de Desarrollo Sostenible. EUROSOCIAL cuenta
con una innovadora metodología para implementar la coo-
peración internacional, partiendo de un diálogo institucio-
nal horizontal, flexible, complementario y recíproco, foca-
lizando su acción en las áreas de políticas sociales,
gobernanza democrática y equidad de género.

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