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Yacimientos de Caliza en La Rep Argentina

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Nágera Ezcurra, Juan José

Los yacimientos de calizas en la


República Argentina

Humanidades [La Plata, 1921]

1923, vol. 5, p. 429-442

Cita sugerida:
Nágera Ezcurra, J. (1923). Los yacimientos de calizas en la República Argentina.
Humanidades [La Plata, 1921], 5, 429-442. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2019/pr.2019.pdf

Documento disponible para su consulta y descarga en Memoria Académica, repositorio


institucional de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la
Universidad Nacional de La Plata. Gestionado por Bibhuma, biblioteca de la FaHCE.

Para más información consulte los sitios:


http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar http://www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar

Esta obra está bajo licencia 2.5 de Creative Commons Argentina.


Atribución-Compartir igual 2.5
LOS YACIMIENTOS DE CALIZAS EN LA REPÚBLICA ARGENTINA (1)

INTRODUCCIÓN

La República Argentina es un país cuyo suelo encierra, sin


duda alguna) una inmensa riqueza de calcáreos. La posición
económica de muchos de sus yacimientos es buena; cuando no
son ríos navegables o el mar 108 que bordean estas minas de
explotación a cielo abierto, son vías férreas importantes que co-
munican entre sí ciudades de gran desarrollo, o caminos de fre-
cuente tránsito, destinados, en porvenir no lejano, a ser substi-
tuídospor ese médio de comunicación (2).
No hay una sola era geológica en nuestra república, que deje
de mostrarnos tan útil producto, ya con importancia teórica, ya
con importancia económica. A la inversa de lo que sucede con
otras substancias minerales, que requieren para su explotación
investigaci.ones geológicas precisas, casi abandonadas por nues-
tros estudiosos por la falta oficial de estímulo moral y material,
que ha sido la característica de nuestro medio científico en tal
sentido, los productos que nos ocupan no han precisado en
realidad más que su existencia señalada, agregando su capaci-
dad económica y ciertos datos sobre su calidad, que no requie-

(1) Extracto de sus clases de 1921, dedicado a los estudiantes de geo-


grafía econ6mica y política argentina.
(2) La estadística minera se lleva a cabo considerando lo transportado
por los ferrocarriles. Si bien representa un dato seguro porque el consumo
se hace en su mayor parte en los centros poblados, bien se comprende que
las cantidades han de ser algo mayores; lo cual, por otra parte, no altera
el cuadro general del movimiento en lo que a esta industria se refiere.
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Sistemas orográficos de la República Argentina


- 431 -

ren estudios profundos en la mayor parte de los casos, para que


su industrialización en varios sentidos haya comenzado, si las
condiciones de los yacimientos eran favorables, comercial y eco-
nómicamente.
Constituye la explotación de los calcáreos unos de los ren-
glones importantes de nuestra industria minera, a la cual dan
grande importancia, actualmente, la obra oficial en l() que al pe-
tróleo se refiere, la acción particular y oficial referente a mate-
riales de construcción, como granitos y rocas sem~jantes prácti-
camente, o la iniciativa particular con respecto a las sales ex-
traídas de las salinas, de vasta distribución, o a minerales como
la galena, yeso, wolframita y mica hoyo anteriormente, etc.
Cuatro son los fines principales que se persiguen en la explo-
tación de los calcáreos argentinos: 1° la cocción de los mismos
con el objet<? de obtener cales ligeramente hidráulicas, etc., o
grasas según los yacimientos; 2° la preparación de fragmentos
geométricos o irregulares, para el adoquinado de veredas, cor-
dones de las mismas, construcción de edificios, y pavimenta-
ción de calles, algunas veces, 3° la preparación de gruesos blo-
ques de gran belleza, para pedestales de monumentos o esta-
tuas, columnas de edificios, revestimientos y escaleras de los
mismos; y 4° por último, como ya lo habíamos anotado hace
años refiriéndonos a la sierra Baya, la cocción de los mismos
y otros agregados para obtención de un excelente cemento
portland.
Nuestro, objeto principal con estas palabras de hoy, es dar
una idea clara del desarrollo en conjunto de esta industria. Por
eso nos limitaremos a los yacimientos más importantes conoci-
dos, en los cuales se hayan hecho ciertas investigaciones y que
se encuentren dentro de los fines que se buscan en esta cá-
tedra.

POSICIÓN GEOLÓGICA Y OROGRÁFICA DE LOS YACIMIENTOS

Si bien muchas veces la calidad de las calizas difiere según


su posición geológica y orográfica, en otros casos suelen pre-
sentar analogías importantes en las condiciones anotadas, o di-
- 432 -

ferencias aun dentro de fenómenos semejantes ocurridos en eda-


des distintas.
Comenzaremos nuestra clasificación considerando, en primer
término, las más antiguas.

1910 1911 1912 1913 1914 19t.:i 1917 1918 1919 1920

Gráfico 1. - Producción de piedra caliza y cal. (Escala : 1 mm. = 20.000.000 kg.)

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ISIO 1911 1912

Gráfico 2. - Producción de piedra caliza. (Escala: 1 mm. = 20.000.000 kg.) (1)

Era azoica o arcaica


Calizas arcaicas en el seno de la «base cristalina» del Siste-
ma orográfico del Tandil, provincia de Buenos Aires, partido de
Balcarce, cerro Bachicha.

Ent paleozoica, o prima'ria

a) Calizas cambro? ordovicianas de] techo sedimentario que


cubre la «base cristalina » del Sistema del Tandil. Sierra Baya:

(1) La cantidad de cal que no aparece después del gráfico 2, deben ob-
tenerla los estudiantes, restando del gráfico 1, el gráfico 2.
- 433 -

lomas dentro de la cn beta sinclinal formada por los cerros Ma-


tilde, Largo, Ingeniero Aguirre y del Diablo; lomas, etc., de

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5412820Kg

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Sgo de 1 Estero
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12,500kg
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Mendoza l.orr¡enles n,CI.n,;.¡n SElnl tll .....

Gráfico 3. - Geografia de la prodr~ción de piedra caliza y cal en 1917


(Escala: 1 cm' = 4.000.000 kg. 1 mm' = 40.000 kg.)

\ .

88, 829.600 Kg

2.3~8a39o kg

fe",ocaI"I"Iles fstado

Gráfico 4. - Transporte ferroviario de piedra caliza y cal en 1917


(Escalas : 1 cm' = 4.000.000 kg. 1 mm' = 40.000 kg.)

La Providencia, de San Jacinto, de la Loma Negra, etc. Sierra


de la Tinta, ambas márgenes del arroyo de las Calaveras,
BUIIANID,¿J>ES. - T. v 28
- 434-

cerro Pintado, Oh ato, de I.Jas palomas, Partido y demás (1);


b) Yacimientos del silúrico intercalados en la « base cristali-
na » del Sistema de las sierras pampeanas : Sierras de Córdoba:
Candonga, San Antonio, Cosquín, La Calera, :l\falagueña, Alta
Gracia, Monsal vo, Quebracho, Los Cóndores, La Cruz, río de
los Sauces, San Marcos, La Cumbre, San Francisco, Serrezuela,
Guasapampa, Higuera, San Carlos, Salsacate, Ambul, Atautina,
Toma y muchas otras. Sierras de San Luis : sierra del Morro,
sierra del Gigante; etc. ;
c) Calizas ordovicianas del Sistema de la precordillera. Sierras
de San Juan: sierra de la Batea, cerro Agua NebTfa, sierra de
Talacasto, de Villicún, c~rros de Gualilán, cerro Blanco de las
cuevas, sierra Chica de Zonda, cerro del PapagaUo, cerro Blan-
co, cerro de Aloja,m iento y otros. Mendoza: cerro Cal, Salagasta,
cerro Pelado y demás.

Era mesozoica o secundaria

a) Capas mesozoicas, del Sistema de la cordillera orienta.l (in-


cluso sierras subandinas).
Sierras de Salta: sierras del río Seco, del Alto, de Aguara-
güe, cerros Cura cura, Colorado, sierras de San Antonio, de
Lum brera, de la Candelaria y otras.
J ujuy : sierras de Tilcara, Calilegua, etc.;
b) Estratos del jurásico y cretáceo, del Sistema de los AndeS'
(geosinclinal andino).
En cordilleras y sierras de La Rioja, San Juan, Mendoza y
Neuquén.

Era cenozoica o terciaria

a) Calizas eocénicas, fosilíferas o no, de la « formación pa-


tagónica ».

(1) Los descubrimientos de una serie de organismos fósiles cambro' or-


dovicianos hechos por el autor hace algunos años en el Sistema del TandU,
han resuelto definiti vamente la edad de la estructura sobre la cual reposa
en completa discordancia toda la. serie sedimentaria marina., que constitu-
ye en buena parte estas serranías.
- 435 -

Territorios del Chubut y Santa Cruz;


b) Calizas miocénicas, fosilíferas o no, de la «formación pa-
tagónica ».
Entre Ríos principalmente y Río Negro;
c) Toscas encerradas en las formaciones terrestres prepam-
peanas y pampeanas del cenozoico superior y más modernas.
Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, etc.

Era psicozoica o cuaternaria

a) Mármoles llamados impropiamente ónix.


San Luis: La Toma.
Mendoza: Los Tolditos, Las Peñas;
c) Capas lacustres del «piso platense »; capas fosilíferas de
la «ingresión querandí ».
. Buenos Aires, Santa Fe, etc.

CONSIDERACIONES GEOLÓGICAS Y ECONÓMICAS

Al tratar la posición g'eológica y orográfica de las calizas, he-


mos hecho una larga enumeración, incompleta se comprende, de
los yacimientos de las mismas. En este capítulo nos limitaremos
a tratar los puntos de interés para nosotros, es decir, aquellos
de valor dentro de nuestro programa, que consulta la situación
actual de esta gran fuente de riqueza.

.Era arcaica

Las calizas conocidas no ofrecen interés práctico.


Se presentan intercaladas en la «base cristalina» del Sistema
del Tandil, en pocos lugares (cerro Bachicha), y de ella no pue-
de hacerse otra explotación que la referente a objetos sencillos
de hogar. La observación de las distintas ·serranías que forman
este sistema no hablan en favor de una distribución grande por
lo que debemos descartar, con seguridad, la existencia de yaci-
mientos que pueden compararse con los de las serie ma,rina cam-
- 436 -

bro? ordoviciana que reposaien completa di8cordancia sobre la


« base cristalina» que las encierra. Esta consideración se hace
tanto más segura, cuanto más se extienden las investigaciones
en los cerros y en las lomadas donde las rocas de la « base cris-
talina» aparecen al descubierto, totalmente o en larguísimos
trechos.

Era paleozoica o primaria

a) Calizas cambro 7 ordovicianas del Sistema del Tandil.


Estos estratos que suelen pasar los 30 metros de espesor, se
encuentran principalmente en el conjunto de lomadas conoci-
das con el nombre de Sierra Baya y en las regiones de la sierra
de la Tinta. Son dos sus variedades, si se toma en cuenta la co-
loración dominante y espesor de sus capas, en detalle o en con-
junto. Una variedad, la más antigua, sea dicho en general, de
estratos más delgados y de color rojizo chocolate con sus diver-
sos matices; y otra negro azulada, en donde el espesor de cada
capa, que en la anterior es más pequeña, llega a varios metros,
no siendo raro una abundancia mayor de la más antigua.
A medio siglo se alejan los comienzos de la explotación, ini-
ciada por el señor don Juan Morglia. En sus principios, como
bien se comprende por la falta de vías de comunicación moder-
nas y por la poca importancia de ciudades próximas, estos ya-
cimientos, que" hoy ocupan el segundo lugar de importancia
según nuestras estadísticas, llevaron una vida industrial pre-
carIa.
En la actualidad se trabaja para todos los fines enunciados al
principio, destacándose sobre todo la obtención de cales débil-
mente hidráulicas, con la intervención de capitales más o me-
nos grandes relativamente y la fabricación de cemento portland
cuya enorme importancia y cambios· en las condiciones genera-
les de la región, hemos a,preciado con sumo placer los investiga-
dores de esas interesantes serranías.
La fábrica San Martín, de cemento portland, instalada en for-
ma modernísima, es de los establecimientos notables de nuestro
país, y muy justo es de desear que el ejemplo tenga imitadores,
porque los yacimientos de materia prima son grandes; porque
- 436 -

bro? ordoviciana que reposaien completa di8cordancia sobre la


« base cristalina» que las encierra. Esta consideración se hace
tanto más segura, cuanto más se extienden las investigaciones
en los cerros y en las lomadas donde las rocas de la « base cris-
talina» aparecen al descubierto, totalmente o en larguísimos
trechos.

Era paleozoica o primaria

a) Calizas cambro 7 ordovicianas del Sistema del Tandil.


Estos estratos que suelen pasar los 30 metros de espesor, se
encuentran principalmente en el conjunto de lomadas conoci-
das con el nombre de Sierra Baya y en las regiones de la sierra
de la Tinta. Son dos sus variedades, si se toma en cuenta la co-
loración dominante y espesor de sus capas, en detalle o en con-
junto. Una variedad, la más antigua, sea dicho en general, de
estratos más delgados y de color rojizo chocolate con sus diver-
sos matices; y otra negro azulada, en donde el espesor de cada
capa, que en la anterior es más pequeña, llega a varios metros,
no siendo raro una abundancia mayor de la más antigua.
A medio siglo se alejan los comienzos de la explotación, ini-
ciada por el señor don Juan Morglia. En sus principios, como
bien se comprende por la falta de vías de comunicación moder-
nas y por la poca importancia de ciudades próximas, estos ya-
cimientos, que" hoy ocupan el segundo lugar de importancia
según nuestras estadísticas, llevaron una vida industrial pre-
carIa.
En la actualidad se trabaja para todos los fines enunciados al
principio, destacándose sobre todo la obtención de cales débil-
mente hidráulicas, con la intervención de capitales más o me-
nos grandes relativamente y la fabricación de cemento portland
cuya enorme importancia y cambios· en las condiciones genera-
les de la región, hemos a,preciado con sumo placer los investiga-
dores de esas interesantes serranías.
La fábrica San Martín, de cemento portland, instalada en for-
ma modernísima, es de los establecimientos notables de nuestro
país, y muy justo es de desear que el ejemplo tenga imitadores,
porque los yacimientos de materia prima son grandes; porque
- 437-

falta estudiar aún otros, marcando su distribución y espesor


fuera de esa región; porque las regiones donde aparecen son
progresistas, dotadas de comunicaciones y de excelente clima, y
finalmente porque la importación del cemento portland supera
en mucho a la producción de este compuesto, tan útil y tan
apreciado;
b) Yacimientos del silúrico intercalados en la «base cristali-
na» del Sistema de las sierras pampeanas.
Son conocidas por las gentes observadoras de nuestro país,
todos los hermosos tipos que presentan estos yacimientos, cu-
yas piezas pueden verse en las con8trucciones de toda índole o
en los museos de importancia que han trabajado para que nues-
tras riquezas no pasen desapercibidas en esta poco industrial
República. Evitaremos por eso una larga enumeración (1).
La obser~ación de un mapa de la provincia de Córdoba, que
es la favorecida en este caso, muestra claramente la red ferro-
viaria y de caminos que cruza en direcciones diversas la zona
de los yacimientos en explotación. Esta provincia ocupa el pri-
mer puesto en la república en esta industria" pero no es extra-
ño que más tarde, cuando se impulse, como es de esperar, la fa-
bricación del cemento portland, ceda su puesto a la provincia
de Buenos Aires.
Las cales grasas·de Córdoba son muy apreciadas, y es seguro
que alguna v.ez con las de Buenos Aires y Entre Ríos constitu-
yan, fuera de la producción para el consumo del país, un fuerte
renglón de nuestros productos de exportación;
e) Capas ordovicianas, del Sistema de la precordillera.
Las condiciones del clima tan favorables para las regiones
anteriores, sufre un contraste desolador para estas comarcas,
de cuya situación exacta se tiene plena conciencia cuando se
las ha recorrido.
Allí falta el agua, hasta para las necesidades domésticas,
¡ tantas veces·! Parece que no se hubiera comprendido aún la
importancia de esa cuestión fundamental para nosotros, siendo
como somos un país de inmigración y en donde las exigencias

(1) E~ el Museo de la Dirección general de minas, geología e hidrología.


existe una colección que presenta un cuadro de esta riqueza..
- 438 -

científicas, que modelan este fenómeno, cuando se ll~ga a com-


prenderlas, se hace caso omiso de las mismas. Quizá existan
otros problemas de mayor importancia que relegan a segundo
término lo que nosotros colocamos en primero, y que escapen a
nuestra experiencia de gentes jóvenes ...
¡ y qué decir de la colonización!
En el Sistema de la precordiIlera~ las sierras que tienen ma-
yores yacimientos de estas rocas, muy parecidas a la cambro'
ordovicianas de Búenos Aires, se encuentran en la provincia
de San Juan.
Tanto en esta última como en la otra, tratándose de capas
cuya separación pueda .seguirse con claridad absoluta, el traba-
jo de extracción es en extremo sencillo. Basta un poco de ex-
plosivo y la barreta y muchas veces sólo ésta (1). No d~ja de
ser interesante observar en Buenos Aires las grandes cavida-
des practicadas por el hombre a veces a manera de enormes es-
calinatas, o a grandes dragas levantar en una vez de los muros
a pique de las cavidades, centenas de kilos de calizas, como si
se tratara de cosas diminutas.
Ocupa San Juan el tercer puesto en esta industria, pero, con
todo, podemos afirmar que muchas de sus largas sierras com-
puestas en huena parte de estas rocas, permanecen vírgenes a
la acción industrial.

Era mesozoica o secundaria

Los ya.cimientos de esta era se encuentran, como se ha visto,


en más de un sistema orográfico, a latitudes muy distantes una
de otras, bajo condiciones climáticas diferentes y en comarcas
destinadas a poblarse y progresar unas más rápidamente que
otras.
Lo esencial para nosotros, una vez conocida su distribución,
es que todavía estas series de calizas no ofrecen actualmente
una importancia real, si a su explotación se refiere, y que al
mismo tiempo están compuestas de materiales diversos, cuyas

(1) Esta operación ofrecerá algunas dificulta.des más en San Juan pOI."
tratarse de estratos plegados.
- 439 -

cualidades, si bien en muchos casos son buenas, en otros, por


falta da estudios, no es posible hacer una afirmación conclu-
yente (1).

E1'a cenozoica o terciaria

a) Calizas eocénicas, fosilíferas o no, de la «formación pata-


gónica ».
Ocupan una gran extensión en el territorio patagónico y a. lo
largo de su costa. Su explotación recién se inicia, pero como
en realidad el transporte o uso de las mismas no se ha hecho
con intervención de los escasos ferrocarriles existentes, no nos
es posible dar una estadística. El hecho concreto es, que cono-
ciéndolas o usándolas directamente en construcciones, han em-
pezado a llamar la atención de esas zonas de escasa población;
b) Calizas mio'c énicas, fosilíferas o no, de la «formación me-
sopotámica ».
De mucho tiempo atrás se conoce el aprovechamiento de es-
tas capas miocénicas, sobre tf)do en la provincia de Entre Ríos.
La estadística adjunta no puede ofrecer un dato exacto, por
cuanto muchos 'materiales son tranl:iportados por la navegación
de cabotaje. Lo indudable es que en Entre Ríos, esta industria
practicada con hornos continuos o no, tiene un significado de
importancia que ha de acentuarse, indudablemente, por la bue-
na ca~idad de la cal, por la facilidad del transporte en el río
Paraná, ;por la ubicación en la costa de buena porción de
estratos, y por la ausencia de minas de esta substancia en esta-
dos federales limítrofes o territorios próximos;
c) Toscas de las formaciones prepampeanas y pampeana.
Las toscas cuyos eBtudios se han practicado muchas veces con
el objeto de obtener diversos productos, entre ellos cementos,
entran en nuestra cuestión como un asunto secundario.
Se las encuentra en diversas formaciones continentales, sien-
do posible su extracción con facilidad, por cuanto las capas que
las encierran no ofrecen en conjunto resistencias apreciables.

(1) En Río Negro existe una explotaci6n que, en el año 1918, alcanz6 a
2.226.000 kilo8.
- 440 -

'Obsérvanse con extrema claridad en las barrancas de los ríos o


del mar o en el cauce de los arroyos algunas veces, pero, en rea-
lidad, podemos decir que hasta el presente no tienen un signi-
ñcado comercial en el ambiente calcáreo de la república harto
grande.

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Gráfico 5. - Producción de mármol ónix. (Escala: 1 mm. = 200.000 kg.)

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Gráfico 7. - Exportación de mármol ónix. (Escala : 1 mm. = 200.000 kg.)

Era psicozoica o cuate1·naria

a) Mármoles llamados impropiamente ónix.


De las rocaA ornamentales son las que ofrecen de los mejores
tipos, siendo alguno de ellos, el verde de San Luis, conocido en
Europa como mármol ónix del Brasil.
- 441-

Los yacimientos conocidos más explotados, no ofrecen gran-


des extensiones que indiquen en manera alguna riquezas incal-
culables. Desgraciadamente no durarán mucho, quedando de
ellos sólo el recuerdo ...
La mayor parte, fuera de la región, ha sido reservada para la
fabricación de objetos finos, conservándose en la Dirección ge-
neral de minas, geología e hidrología, algunos bloques esplén-
didos de varias toneladas de peso.
Otros estratos de menor importaneia, actualmente, son las
capas lacustres del «platense », que se observan sobre los terre-
nos pampeanos en general y las con chillas más conocidas de la
«ingresión querandí », usadas en caminos, jardines y que tam-
bién las vemos en las estaciones de ferrocarril, entre los rieles,
y demás.

CONCLUSIONES

1& La República Argentina no necesita importar esas rocas


o los productos derivados que b.emos visto:
21. Puede ser un país exportador en gran escala; ·
3& La industria del cemento portland tiene en nuestro país
extensos yacimientos de calizas excelentes para la misma yes
necesario proceder a su exacta ubicación tra,tándose de lugares
cruzados por ferrocarriles, caminos y que en sí ofrecen un me-
dio físico de primer orden;
4& No debe obstaculizarse la acción del pequeño capital en
esta industria, porque el consumo de cal es demasiado grande
en la república, haciéndose innecesarias las tentativas de ab-
sorción;
51. La menor producción durante los años de la gran guerra,
es debida, en muy buena parte, a la paralización de construccio-
nes -d e todo género en la república. A la inversa, se ha tenido
\loa mayor producción de ciertos minerales metalíferos, debido
a una mayor demanda del exterior y a cierto progreso de nues-
tra vida industrial.

JUAN JOSÉ NÁ.GERA. EZCURRA.

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