Cuentos Jayancanos.
Cuentos Jayancanos.
Cuentos Jayancanos.
(Cuento)
Todos los años, muchas personas iban a “huaquear” en las zonas del complejo
arqueológico “Jotoro” u “Ojo de Toro” (nombrado por algunos habitantes de
Jayanca), entre ellos un grupo de Huaqueros se fue a una determinada zona a
buscar objetos importantes para vender, comenzando a excavar en varios
lugares, entre todos esos lugares donde buscaban huacos, un huaquero golpeó
algo sólido, con un sonido metálico muy fuerte, los huaqueros emocionados y
curiosos a la vez, excavaron con mucho cuidado en esa zona originaria de sonido
metálico, después de media hora de excavación, lograron desenterrar algo que
no era un huaco, sino era una campaña de oro sólido, los huaqueros
emocionados discutían sobre qué hacer con esta campana, uno de ellos decía
que debían donarla a la iglesia de Jayanca, otro decía para fundir la campana y
repartir el oro, entre estas y muchas discusiones más hablaban los huaqueros,
entre estas discusiones observaron que la campana se movía, los huaqueros al
observar esto, se asustaron, cuando la campana repentinamente salió volando
con dirección al sur oeste, a una huaca llamada Huaca Rivera en Pacora. En la
actualidad, los pobladores más longevos dicen que esa huaca está maldita. Pero
que aún algunas personas van a huaquear en esa zona con la esperanza de
encontrar la campana de oro y otros tesoros
Autor Anónimo
El FANTASMA DE JAYANCA
El martes 14 de diciembre del 2004 se publicó una noticia que conmocionó a la población
y movilizo la prensa Nacional y extranjera: Fenómenos paranormales se habían
desatado en Jayanca - Trujillo.
El caso nos lleva esta vez hasta Jayanca, un pueblito situado a hora y media al este de
Chiclayo, lugar en donde los pobladores son declarados creyentes de los fenómenos
paranormales, la casa en cuestión lugar de los sucesos, queda en la calle Elías Aguirre
148 - Jayanca - Lambayeque. Hasta nuestra redacción llego la noticia de que dicho
fenómeno registrado en último 12 de Diciembre no ha sido el único en la zona, pues
algunos vecinos afirman que un policía y su hija, tuvieron que mudarse porque sintieron
que “alguien” movía objetos. No precisan el detalle del lugar ni la fecha de ocurrido el
anterior suceso.
Carlos Montes, quien trabaja como pequeño comerciante llegó con su esposa María
Elena García Lizama y su familia procedente de Jaén el 1ro de Diciembre, una vez allí
deciden alquilar un pequeño inmueble de dos pisos de la calle Elías Aguirre 148.
Aparentemente todo iba bien durante una semana, hasta que el Domingo 12, día en que
estaban además de ellos dos, sus cuatro hijos, dos de sus sobrinos y su padre postrado
en cama, empezaron a ocurrir cosas anormales en el segundo piso de la casa.
Lo primero que aseguran fue que vieron moverse por sí solos algunos objetos de uso
personal, una botella de alcohol y un paquete de algodón como si alguien los trasladara.
Enseguida llamaron al Sr. Toribio Acosta, el vecino más antiguo de la zona, quien
decidió permanecer en la vivienda para comprobar lo relatado. Bastó solo veinte minutos
para que el Sr. Acosta reafirme que hechos inusuales ocurrían en la vivienda.
Sorprendido comprobó que el sobrino de la familia Montes García, Víctor García
Sánchez, adolescente de 14 años, se había convertido en el blanco preferido de la
extraña fuerza que no se cansaba de lanzarle objetos. Incluso cerca de la medianoche
el menor despertó porque sintió que alguien lo tomaba del brazo.
A partir de allí una misteriosa fuerza se desencadenaría, como lo cuenta María García:
"Y en la noche ya se agravó la cosa, hubo apagón, comenzó a tirarnos los limones, nos
tiraba con lo que encontraba, entonces de la cocina, ya nos hemos venido para el cuarto,
pensando que ya no nos iba a seguir, a mi papá también lo atacó tirándole limones y
una serie de cosas, de un estante que tenemos nos tiró una muñeca, de allí comenzaron
a volar medias, unos shorts y una serie de objetos. Parecía algo diabólico. Nosotros no
veíamos nada, solamente los objetos, ninguna persona, ninguna sombra... ...sólo
piedras, zapatos, limones y otros objetos que iban de un lado a otro, estrellándose
contra mis hijos, mi sobrino y mi padre que esta postrado en una cama".