Libro Daniel E 2
Libro Daniel E 2
Libro Daniel E 2
ALEJANDRO CASALIS
DEMOCRACIAS
CONDICIONADAS
RIESGOS Y OPORTUNIDADES EN
UN CAMBIO DEL ORDEN MUNDIAL
DEMOCRACIAS
CONDICIONADAS
RIESGOS Y OPORTUNIDADES EN UN
CAMBIO DEL ORDEN MUNDIAL
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de Buenos Aires, Argentina.
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Correo electrónico: gestionconocimiento@flacso.org.ar
Página Web: politicaspublicas.flacso.org.ar
ISBN 978-987-8263-06-9
INTRODUCCIÓN.........................................................................................................21
CAPÍTULO I...................................................................................................................33
Poder Judicial versus el Bien Común
CAPÍTULO II..................................................................................................................55
Corporaciones versus Política
CAPÍTULO III................................................................................................................77
Nueva Cuestión Social versus Un país para todos y todas
CAPÍTULO IV................................................................................................................99
Unipolaridad versus Multipolaridad. Hacia un nuevo orden mundial
CAPÍTULO V................................................................................................................123
Sentido común neoliberal versus relato de gobierno transformador
A MODO DE EPÍLOGO.............................................................................................147
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Agradecimientos
Indagar un tema tan complejo y a la vez dinámico que enfrenta la democracia en la actualidad y
el cambio en el orden mundial y civilizatorio que incide tanto en los procesos nacionales como
regionales y globales no hubieran sido posible sin el valioso intercambio de información, ideas
y puntos de vista que realizamos con numerosas/os colegas e investigadoras/es del Área Estado y
Políticas Públicas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) sede académi-
ca Argentina: Arturo Laguado Duca, Martín Burgos, Agustina Gradin, Maximiliano Rey, Julieta
Campana, Nerio Neirotti y Alejandra Racovschik. A todas/os ellas/os, ¡muchas gracias por su
tiempo y por sus interesantes aportes realizados para este libro!
No menos valioso es el prólogo que generosamente realizó el embajador Carlos Raimundi.
Agradecemos el estar siembre dispuesto para participar en el debate de ideas, fortalecer una in-
serción internacional más autónoma de la Argentina y por ampliar las posibilidades de desarrollo
de la región.
Poder plasmar en el texto la información aquí recopilada y las numerosas y diversas fuentes
disponibles fue también todo un desafío. La elaboración de cada uno de los capítulos requirió
un trabajo detallado de escritura, revisión y corrección que se vio enriquecido por la minuciosa
tarea realizada por Julieta Campana. A ella le agradecemos tanto el cuidado del texto como su
paciencia para revisar los documentos.
Queremos darle un agradecimiento especial a la editora de este libro, Cristina Ruiz del Fe-
rrier, por el trabajo de cuidado del mismo, por el aporte de bibliografía específica que enriqueció
el texto y por la corrección de estilo realizada con extremo detalle para garantizar la calidad del
libro y, a través de ella también, al marco institucional donde se elaboró el mismo, la FLACSO
Argentina. También queremos agradecer el trabajo profesional de ilustración y de maquetación
realizado por el diseñador Ignacio Fernández. A ellos vaya entonces nuestro agradecimiento por-
que permitieron finalmente plasmar este conjunto de ideas en el libro que aquí presentamos.
Finalmente, queremos agradecer a las y los estudiantes de posgrado del Área Estado y Po-
líticas y de FLACSO con quienes compartimos en clases y actividades académicas algunas de las
ideas que presentamos en este trabajo. Sin lugar a dudas, el libro se enriqueció notablemente con
los intercambios y las reflexiones que aquí sistematizamos.
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PRÓLOGO
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PRÓLOGO
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sometidas y resultan permeables mucho más a la presión de los poderes fácticos permanentes que
a la voluntad popular. Y cuando aparece un gobierno, un liderazgo o una experiencia política
que intenta acortar esa abismal distancia entre voluntad popular y decisión política del Estado,
la prensa hegemónica -simultáneamente nacional e internacional, porque actúan en cadena- los
tilda de populistas, comunistas, autoritarios, corruptos o narcotraficantes, de modo de sumirlos
en la ilegitimidad y estimular el rechazo de parte de la población.
Y el poder que representa al capital financiero globalizado les impone sanciones políticas y
económicas, como si ese mismo poder -que está sostenido por bases militares, guerras e invasiones
y responsable de la catástrofe climática y la obscena concentración de riqueza- pueda erigirse en
el modelo de democracia que el resto del mundo y especialmente la región esté obligada a seguir.
La guerra judicial llamada lawfare, ejercicio combinado entre el poder financiero, mediáti-
co, judicial y de los servicios de espionaje internacional, es el nuevo sistema que el poder fáctico
ha encontrado para hostigar, inhabilitar, proscribir, escarmentar y desacreditar ante la sociedad
a los espacios nacional-populares. Se trata de los nuevos golpes blandos que persiguen bajo un
formato remozado, los mismos objetivos de dependencia y de ajuste estructural de las dictaduras
de corte clásico.
La otra trampa intelectual empleada por la colonización hegemónica del saber y del poder
es la excusa de la alternancia. Los mandatos limitados de la política serían, de este modo, la garan-
tía para que los gobernantes no se sientan tentados por la corrupción debido a la prolongación de
sus gobiernos. Al imponer límites temporales a los mandatos de las autoridades políticas, nuestras
constituciones serían supuestamente “más republicanas”. Pero, en los hechos, no están haciendo
otra cosa que debilitar a la política mediante su rotación permanente, frente a la perennidad y a
la falta de escrutinio popular de los mandatos corporativos. Es decir, bajo la excusa de combatir la
corrupción de la política, se allana el camino de la corrupción privada. Pero, eso sí, con el consen-
timiento del pueblo que ha sido previamente persuadido de los presuntos beneficios del sistema.
Para que la democracia sea verdadera y la república retome su verdadera sustancia que es
la protección de las cosas públicas, los bienes, los derechos universales y el patrimonio colectivo,
ningún estatuto y ningún otro sujeto pueden tener preeminencia para dar inicio y poner fin a los
mandatos gubernamentales, por sobre la voluntad popular.
En definitiva, sin renegar de los mecanismos de la democracia representativa, de lo que se
trata es de complementarla con nuevos mecanismos de democracia participativa y nuevas formas
de ejercicio del poder popular.
En Europa y en América se está comprobando el avance de las derechas más radicalizadas,
con tintes fuertemente racistas, homofóbicos e híper-individualistas. El impacto de las nuevas
tecnologías y el persistente proceso de fragmentación de nuestras sociedades ayudan ostensible-
mente al respecto. El creciente desencanto respecto de las instituciones políticas vigentes tam-
bién. Sin embargo, habría que pensar en qué medida es responsable de ello la falta de respuesta
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
de los gobiernos progresistas a las aspiraciones y a las expectativas de los sectores más plebeyos de
nuestras sociedades.
En varios países de nuestra región, como el Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia y la Ar-
gentina, los pueblos han manifestado en las calles su hartazgo respecto de las políticas de ajuste
neoliberal. Y, en consecuencia, han votado por quienes le ofrecían ser una alternativa. Por lo
tanto, quienes representamos a esas alternativas que nos obligamos a brindarles a sus vidas las
herramientas de progreso, no cumplimos con ese compromiso. Y dejamos el espacio abierto para
que cunda aquella insatisfacción social y se incline por las salidas individuales y las salvaciones
mesiánicas. Las cuales, a la luz de la correlación de fuerzas existentes, quedarán a merced de las
grandes corporaciones privadas del capital trasnacional.
Para que la política recupere su capacidad de auditar y de fijar reglas a la voracidad inagota-
ble del capital financiero y su única ratio, la reproducción y maximización de su tasa de ganancia,
las fuerzas sociales, políticas y sindicales cuya proa está puesta en la construcción de sociedades
más autónomas e igualitarias, debemos asumir que son necesarias decisiones estratégicas, a partir
de un gran coraje y un irrenunciable talante revolucionario capaz de volver a enamorar y a espe-
ranzar a las grandes mayorías populares.
Daniel García Delgado y Alejandro Casalis hacen un aporte mayúsculo con esta obra. Pero
más aún con su tarea cotidiana, con su inquebrantable voluntad de ampliar los horizontes del
conocimiento -desde una perspectiva crítica, situada, descolonizadora y liberadora- de cientos y
cientos de jóvenes.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junio de 2023.
Carlos Raimundi
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
“Lo que nos está sucediendo a los argentinos no
es un supuesto en que lo antijurídico venció a
lo jurídico, como sucedería en un abierto golpe
de Estado, sino porque, a causa de la creciente
ineficiencia legal, se fue abriendo un enorme
hueco jurídico que se agranda y profundiza.
No sabemos qué es lo lícito y lo ilícito, lo único
que vemos es que un selecto grupo de quienes
debían garantizar el derecho, pasan a usar ese
poder para hacer desaparecer el derecho.”
Raúl Zaffaroni (2022)
El título de este libro “Democracias condicionadas” suena paradojal en un año en que la Ar-
gentina celebra la continuidad de sus 40 años de democracia ininterrumpidos (1983-2023).
Sin lugar a dudas, constituye un logro que efectivamente debe ser reconocido frente a los
frecuentes golpes de Estado e intentos de imponer un régimen donde no impere el Estado de
derecho, ni la regla de la soberanía popular o las instituciones republicanas y federales. Sin
embargo, más allá de un éxito extensivo al sistema político y al conjunto de la sociedad, nos
queda un sabor amargo que recorre las derivas más recientes de la democracia en la Argentina
y en diversos países de la región (y aún del mundo) respecto del devenir de la democracia
liberal como un régimen en crisis, caracterizado por la creciente desconfianza de las y los
ciudadanos sobre la capacidad de dar respuesta a sus demandas principales y por la creciente
desigualdad.
En el caso de la Argentina, el peso del endeudamiento externo, la ausencia de un pro-
yecto de desarrollo y el deterioro de las condiciones de vida de millones de personas, sumado
a un Poder Judicial que se comporta como un partido articulado con medios de comunicación
concentrados, con los partidos de la oposición y las corporaciones económicas dominantes, han
generado una estructura decisional y un entretejido de “anillos de poder” paralelo a la estructura
institucional y a los poderes del Estado que debilitan al gobierno y condicionan a la propia de-
mocracia. Particularmente, el lawfare, en articulación con los medios de comunicación hegemó-
nicos, se ha convertido en un dispositivo destinado a disciplinar a políticos y a jueces “díscolos”
dando lugar a una configuración de poder que subordina tanto al Poder Legislativo como al
Poder Ejecutivo y que se contrapone a las demandas sociales generalizadas. Esta estructuración
del gobierno de los jueces, medios de comunicación y corporaciones ha comenzado a vaciar de
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1 Véase: García Delgado, D., Ruiz del Ferrier, C. y De Anchorena, B. (Comps.). (2018). Elites y captura
del Estado. Control de regulación en el neoliberalismo tardío. Buenos Aires: FLACSO Argentina.
2 Véase para este concepto, García Delgado, D. y Gradin, A. (Comps.). (2017). Neoliberalismo tardío:
teoría y praxis. Buenos Aires: FLACSO Argentina.
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en sociedades cada vez más fragmentadas. En ese marco, el individualismo y el sentido común
neoliberal han podido calar profundo en nuestra sociedad y han logrado fortalecer el antago-
nismo, las grietas, y una lógica schmitteana de tratar al adversario político como a un enemigo3.
Asimismo, se registran de manera inédita en la historia reciente de nuestro país derivas hacia
la extrema derecha.
Junto con este deterioro institucional, se suceden tres fenómenos concurrentes y contra-
dictorios. En primer lugar, como signo positivo, la ampliación de una segunda ola de gobiernos
progresistas en América Latina que no adhieren a las políticas neoliberales y que asumen un
ideario integracionista que se plasma en las reuniones de la CELAC, en la recreación de la
UNASUR y en la reciente declaración de Brasilia. En segundo lugar, como signo problemático
y amenazante, el avance de la OTAN sobre el este de la Unión Europea para confirmar un
orden político unipolar amenazando a la Federación Rusa y, asimismo, considerando a China
como una amenaza mundial, terminan provocando una “guerra híbrida” en Ucrania que se
va transformando en una suerte de guerra global por sus implicaciones económicas, políticas
y financieras y que desde ya no da signos evidentes de un inminente proceso de paz. Por el
contrario, el recrudecimiento de aprovisionamientos militares con más riesgos de llevar este
escenario a uno nuclear catastrófico. En positivo, también se observa el cuestionamiento del
orden mundial unipolar hegemónico por un grupo de naciones que forman las BRICs-plus,
sociedades emergentes y el sur global buscando un nuevo orden mundial más equitativo, coo-
perativo, sin sanciones y viable para las naciones fuera de los países centrales. En otras palabras,
se trata de la búsqueda de un bien común global que ponga de manifiesto los límites y la falta
de cooperación y multilateralidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
de Naciones Unidos para el 2030 tal como fueron definidos en el momento de su creación. La
pérdida de la hegemonía norteamericana manifestada entre otras cosas por la creciente desdola-
rización empieza a configurar un verdadero cambio de la estructura del orden mundial con un
final abierto. Finalmente, en tercer lugar, el riesgo de una reconfiguración del poder interno de
los países de América Latina donde el poder fáctico y la geopolítica anti-China y de desposesión
por parte de los Estados Unidos sobre los recursos estratégicos regionales desafía las soberanías
nacionales y el funcionamiento de las democracias. Sin duda, ello nos aleja aún más del para-
digma democrático tal y como lo pensaron algunos teóricos clásicos como Philippe Schmitter
y Guillermo O’Donnell (1986) por citar tan sólo a algunos y nos acercan a ciertos riesgos de
las democracias condicionadas y/o pos-democracias (sin soberanía popular ni igualdad como
señala Chantal Mouffe (2023); o a “democracias ficcionales”, que terminan legitimando los
intereses concentrados de las minorías. Por lo tanto, estos procesos vigentes nos desafían a
reconfigurar aquellas teorizaciones, promover nuevas y advertir los riesgos y las oportunidades
existentes en este nuevo contexto geopolítico mundial.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
Para algunos de los teóricos que reflexionaron sobre la democrática en América Latina,
como Lechner (1990), Laclau (2005), Mouffe (2009), Vilas (2009), entre otros, la misma no
era pensada sólo en términos procedimentales –como régimen o como competencia entre el
caudillaje (Schumpeter, 2015)–, sino asociada también a una democracia sustantiva, es decir,
a una democracia política como estilo de vida (Lechner, 1990). Algunos intelectuales incluso
la vinculaban a formas de la estatalidad específicas, como ser, al Estado de Bienestar y a los
derechos sociales (Rosanvallon, 2009). En este sentido, la democracia no puede pensarse como
tal sin justicia social, tanto conmutativa como distributiva (Aristóteles, 1997), o sin la conside-
ración con la experiencia histórica adquisitiva de derechos civiles, políticos y sociales (Marshall
y Bottomore, 2007), con las formas participativas (Lechner, 1990) o en desconocimiento de
la expresión de las demandas de los nuevos movimientos sociales y de la sociedad del cuidado
(Touraine, 2006). Tampoco puede desanclarse de su experiencia histórica en la Argentina vin-
culada a las luchas nacional-populares de trabajadores, campesinos, feministas; de la economía
popular, ambientales, así como los movimientos por los Derechos Humanos, de derechos de
tercera generación, o la búsqueda de políticas de inclusión a principios del siglo XXI que con-
formaron un espíritu de progreso, movilidad social ascendente y que hicieron de nuestro país
una sociedad resiliente a la dominación oligárquica, primero, y a las nuevas elites neoliberales,
después. Como podemos ver, ninguno de estos autores incluyó en sus análisis la problemática
de un cambio del orden mundial, es decir, el pasaje de la unipolaridad a la multipolaridad, de la
creciente desdolarización y de la generación de instituciones alternativas a las de Bretton Woods
o de alianzas regionales con otro relato al hasta hace poco hegemónico.
Las democracias están condicionadas en todo el mundo por la creciente desigualdad, por
el poder del capitalismo financiero global y por la precarización, desclasamiento de sectores
medios y por la pobreza que refuerzan las posibilidades de los populismos de derecha. En el
caso de América Latina, a lo anterior se suma el lawfare, los denominados ‘golpes blandos’ y las
operaciones del poder real para debilitar gobiernos populares, progresistas, de izquierda con
mayor autonomía en su inserción internacional. Esto que sucede con la democracia liberal en
el marco del capitalismo de financiarización, de la actual desglobalización y de la fragmentación
social está generado la desafección de la ciudadanía con la clase política, fomentado un indivi-
dualismo que se desentiende de lo público y se refugia en el ámbito privado, dejando espacio
para el avance de alternativas de derechas neofascistas.
En el marco de este diagnóstico, la hipótesis central de este libro sostiene que la democra-
cia se encuentra condicionada en la Argentina y en otros países de América Latina y el Caribe
por varios factores. Algunos ejemplos claros que podemos mencionar en esta dirección son,
por un lado, la existencia de un Poder Judicial partidizado en la Argentina, el golpe frustrado
en Brasil al inicio de la asunción del tercer mandato democrático de Inácio “Lula” da Silva; el
golpe de Estado en Perú, la prisión de su presidente y la represión salvaje contra su pueblo; las
maniobras de Guillermo Lasso en Ecuador para desmarcarse del juicio político, las amenazas de
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los Estados Unidos de invadir a México por la difusión del fentanillo, el intento de magnicidio
a las vicepresidentas de la Argentina y de Colombia; respectivamente, además del golpe institu-
cional que sufrió Evo Morales en Bolivia y del deterioro democrático-institucional que significó
el gobierno del entonces presidente del Brasil, Jair Bolsonaro. Todo ello muestra la existencia
del poder de un establishment local refractario a la democracia institucional y representativa que
articula al Poder Judicial con el poder comunicacional y a algunos sectores de la oposición, a los
grandes conglomerados económicos conjuntamente con la agenda de la potencia regional y de
la OEA, desafectadas a gobiernos de base popular y transformadores o potenciales espacios de
inversión de China en la región. Las democracias de nuestra región están condicionadas a partir
del lawfare como modo de disciplinar y de descartar adversarios políticos populares de izquierda
o progresistas, generando así inmunidad para las elites. De este modo, no tiende a primar el
bien común, ni la voluntad popular, ni la igualdad popular, ni la soberanía nacional, sino el
interés particular de las elites y de los fondos de inversión financieros globales. Asimismo, en el
caso argentino esta amenaza a la democracia se extiende a la soberanía popular al haber contraí-
do un endeudamiento ilegitimo con el FMI y al haber firmado cartas de entendimiento para
reestructurar esta deuda que, sin duda, ponen en cuestión la soberanía de las políticas públicas
y la libertad del país para fijar un rumbo de crecimiento sustentable y con inclusión social. En
definitiva, el control de su propio destino.
La segunda hipótesis que quisiéramos proponer en este libro señala que si bien la democra-
cia está condicionada también asistimos a oportunidades que debiéramos aprovechar en el con-
texto del cambio del orden mundial. Ello tanto en términos políticos como en términos del mo-
delo de desarrollo económico y social que se podría fortalecer en un formato más representativo
y expresivo de las demandas generalizadas de la sociedad. En ese sentido, destacamos la histórica
resistencia y resiliencia de los pueblos de la región a modelos económicos y políticos contrarios a
los intereses de las mayorías (que se expresa en la capacidad de movilización) y para formular pro-
puestas alternativas que tiene la clase trabajadora, los diferentes movimientos sociales surgidos en
los últimos años y los actores empresariales vinculados a las pequeñas y a las medianas empresas
favorables a la integración latinoamericana. De allí, que sea necesario tanto la reconfiguración
del escenario regional con el advenimiento de la segunda ola progresista, como la voluntad de
rechazo a las políticas neoliberales. Asimismo, al cambio geopolítico que se observa en la modifi-
cación del poder mundial actual, junto con la declinación del modelo de globalización unipolar
y hegemónico del occidente colectivo, se caracteriza por el surgimiento de la multipolaridad que
expresa el sur global y las sociedades emergentes que contraen nuevas instituciones alternativas.
Eso permite comenzar a aprovechar las ventajas de la desdolarización, donde la Argentina inter-
cambia yuanes con China, donde se produce el comercio en propias monedas con Brasil y donde
disminuye la presión de lo que hasta hace poco era el único prestamista de última instancia, el
Fondo Monetario Internacional (FMI).
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generar diagnósticos, una nueva teorización y escenarios propositivos que visibilicen oportuni-
dades, trabajen nuevos sentidos, analicen tendencias y observen los nuevos signos de los tiempos
que se están generando. Es un aporte que intenta iluminar este tiempo especial, este kairós para
la sociedad argentina y para la región. Particularmente, cuando hay elecciones presidencias in-
minentes y donde los conceptos de bien común, esperanza, desarrollo sustentable e inclusivo,
justicia social y derechos laborales, pueden desaparecer de la agenda pública y ser reemplazados
por los de shock devaluatorio, pérdida de derechos laborales y previsionales, por las lógicas del
extractivismo multinacional, y un modelo de crecimiento del PBI y de empleo que aumentan la
pobreza, la precarización y la movilidad social descendente.
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emergencia de una clase social precaria, el desclasamiento de sectores medios, la implosión social
y las tendencias hacia una sociedad insegura. También en la Argentina, como en otros países, el
crecimiento de la nueva cuestión social condiciona la democracia liberal tanto en aspectos econó-
micos, culturales y de gobernabilidad, como por la generación de frustraciones que tienden a ser
canalizadas por un ideal neoliberal anti-político y anti-derechos.
En el capítulo IV: Unipolaridad versus Multipolaridad. Hacia un nuevo orden mundial
se analiza la inserción internacional de nuestro país en un escenario geopolítico de ruptura
con el anterior poder mundial a partir del crecimiento de China como potencia mundial (y
de otros países de Asia como la India), la pandemia de COVID-19, la guerra de Ucrania, la
desdolarización y particularmente la ruptura del patrón petrodólar que aseguraba a los Esta-
dos Unidos la capacidad de tener una moneda como reserva de valor mundial. Se trata de un
conflicto abierto entre la pretensión de continuar una globalización unipolar con hegemonía
y excepcionalidad versus la multipolaridad que apunta a otro orden más cooperativo con sobe-
ranía de los pueblos y no al sometimiento de los países a una lógica imperial, o de sanciones y
condicionamientos permanentes.
En el capítulo V: Sentido común neoliberal versus relato de un gobierno transformador, por
un lado, se aborda el creciente individualismo posmoderno, radicalizado por la sociedad digital
y otras formas de percibir a la sociedad a partir de la negación de pertenencia a una comunidad
de destino. Frente a esto es importante, la construcción de nuevos sentidos y de un relato de uni-
dad y neocomunitario con programas de política pública, con un liderazgo y un rol del Estado
presente y estratégico, y por un proyecto de transformación más que de resignación. Finalmente
en el Epílogo sintetizamos los aportes principales del libro.
Referencias bibliográficas
Aristóteles. (1997). Política. Buenos Aires: Alianza.
García Delgado, D. y Gradin, A. (Comps.). (2017). Neoliberalismo tardío: teoría y praxis. Buenos
Aires: FLACSO Argentina.
García Delgado, D., Ruiz del Ferrier, C. y De Anchorena, B. (Comps.). (2018). Elites y captura del
Estado. Control de regulación en el neoliberalismo tardío. Buenos Aires: FLACSO Argentina.
Laclau, E. (2005). La razón populista. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Lechner, N. (1990). Los patios interiores de la democracia: subjetividad y política. México D.F.:
Fondo de Cultura Económica.
Marshall, T. y Bottomore, T. (2007). Ciudadanía y clase social. Madrid: Alianza.
Mouffe, C. (2009). En torno a lo político. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Rosanvallon, P. (2009). La legitimidad democrática. Imparcialidad, reflexividad, proximidad. Bue-
nos Aires: Manantial.
Schmitt, C. (1999). El concepto de lo político. Madrid: Alianza.
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CAPÍTULO I
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CAPÍTULO I
Introducción
¿Cuáles son las principales transformaciones que operan sobre la democracia en el siglo XXI en
la Argentina y en América Latina? ¿Qué factores son los que la condicionan y debilitan? Nuestras
democracias no se corresponden con el modelo ideal en su variante republicana y representativa
expresada por autores clásicos como Montesquieu (2007) o Tocqueville (2020), o en su varian-
te de democracia directa como la prefería Rousseau (2018). Tampoco con las versiones más
contemporáneas de la democracia liberal en base a reglas que formulan Sartori (2003), Bobbio
(2005) e incluso Touraine (1995) en contextos de transición desde el Estado de Bienestar al
Estado Neoliberal en la década del ´90 en las socialdemocracias europeas. No se corresponden,
asimismo, con las democracias locales ‘de baja intensidad’ o ‘delegativas’, como las denominara
Guillermo O’Donnell (1994); aquellas que estaban asociadas al supuesto de que quien gana la
elección tiene derecho a gobernar como considere apropiado y que, luego de la elección los ciu-
dadanos se desinteresan de los asuntos públicos, se dedican a sus asuntos privados y delegan en los
partidos y en la clase política los públicos. Es en todo caso otra tipología de democracia, porque
en la actualidad no sólo existe una mayor desigualdad y mayores asimetrías entre el poder fáctico
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y el democrático institucional; entre el pueblo y las elites, sino también entre representantes y
representados (Brown, 2015).
Este tipo de democracia afecta al bien común –que intenta de alguna manera responder a
intereses comunes por parte del Estado–, pues los obtura y los cancela1. Genera el predominio de
intereses parciales, corporativos por sobre los intereses generalizables, sea a través del lawfare, de
cautelares sobre leyes votadas por grandes mayorías, por medio de la judicialización de la política
sustrayendo la soberanía del Congreso y/o a través de un control de constitucionalidad que vuel-
ve muy amplio el poder de jueces para, finalmente, constituirse en un suprapoder.
Lo cierto es que luego del período 2015-2019 que caracterizamos como neoliberalismo
tardío (García Delgado y Gradin, 2017), la concentración y la configuración de los anillos de
poder fáctico que se vinculan entre sí se hicieron cada vez más estrechos. El Poder Judicial par-
tidizado (lawfare), el comunicacional (conformación de sentido común y fake news), las corpo-
raciones productivas y financieras (inflación, acumulación y presiones devaluatorias), y el poder
político opositor (judicialización y bloqueo del Congreso) se articularon en un bloque de poder
consistente, erosionando la capacidad de liderar del gobierno popular. Esto ha dado lugar a una
democracia reducida a un carácter procedimental, donde no predomina la voluntad mayoritaria,
o donde el Estado no cumple las demandas de justicia, distribución del ingreso o necesidades
básicas insatisfechas, sino las de los intereses del sector corporativo concentrado local o multina-
cionales, inmobiliarios y de los mercados financieros. El Estado no regula al mercado –no quiere,
o no puede hacerlo–, y permite que éste se autonomice, que no acepte su autoridad y se configura
un gobierno débil que carece de justicia tanto distributiva como conmutativa.
Las actuales democracias podrían ser caracterizadas como “democracias condicionadas”,
donde no es el pueblo el que gobierna sino el poder fáctico. En este modelo no necesariamente se
cumplen los contratos electorales ni existen expectativas de que la democracia mejore la cantidad
de trabajo, la distribución del ingreso y la calidad de vida de sus ciudadanos. El Poder Judicial
aparece como un partido junto al comunicacional, generando una restricción a la soberanía del
Legislativo y Ejecutivo y, asimismo, pretende reconstituir un gobierno de los jueces sobre la po-
lítica democrática lo cual no está consagrado en el marco constitucional.
1 Por Estado debe entenderse una empresa institucional política, en la medida en que su cuadro admi-
nistrativo detente con éxito el monopolio legítimo de la coacción física para la implementación de los
ordenamientos (Weber, 2021: 185-186). Ahora bien, si nos quedásemos con esta definición hasta aquí,
nos quedaríamos sólo con la violencia legítima, pero para este autor liberal, la idea de Estado contiene la
idea de bien. Es habitual pasar por alto el hecho de que Weber considera que todo Estado supone un fin
al que se aspira o un bien que se procura. Si el Estado constituye una empresa es precisamente porque
sus esfuerzos organizativos se articulan con vistas a un fin que ese emprendimiento colectivo persigue.
Ese bien, naturalmente sería un bien común, como ha quedado claro en las tradiciones y constituciones
socialdemócratas y socialcristianas en la definición del Estado (Nosetto, 2023).
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A toda esta debilidad de la política, se suman estilos de gobierno que hacen de la mode-
ración una virtud –las denominadas políticas “del extremo centro” (Laguado Duca, 2022)2–. Y
también los “progresismos moderados” que no sólo traen aparejados una fuerte decepción de
los electorados, principalmente de los sectores populares, medios-bajos y jóvenes o del núcleo
principal de la coalición gobernante que empiezan a tener expectativas en descenso sobre las po-
sibilidades de revertir situaciones de pobreza, de indigencia y de precarización; sino que también
se preguntan qué pasó con el contrato electoral de 2019. Se empoderan las derechas que, al no
sentirse reguladas ni capaces de sufrir ningún disciplinamiento financiero o judicial, avanzan para
consolidar y expandir sus intereses.
A partir de ello, en este capítulo, nos proponemos indicar un conjunto de dimensiones que
resultan especialmente relevantes para este análisis de los condicionamientos a la democracia. La
primera es una breve síntesis diacrónica de la relación democracia y Poder Judicial en la Argentina.
La segunda, sintetiza las principales restricciones al bien común que presenta un Poder Judicial
consustanciado por anillos de poder con el mediático, el político de derecha y el económico en
favor de las elites dominantes locales y trasnacionales. Finalmente, en torno a la tercera dimen-
sión, nos preguntarnos ¿cuáles serían las políticas públicas y judiciales que podrían defender la
democracia e iniciar un proceso de reformas tan necesario en por nuestro país y la región para la
existencia de una democracia menos condicionada?
“No hay en nuestra sociedad sectores más privilegiados que quienes integran hoy el Poder
Judicial de la Nación: “no son elegidos por sufragio popular sino por sistemas que no se
caracterizan por su transparencia y que siempre ha fracasado; la duración en sus cargos es
perpetua y no están sujetos a evaluación alguna respecto del cumplimiento de sus funcio-
nes; gozan de una remuneración excepcional y una jubilación de superprivilegio, a punto
tal que, conforme a estadísticas confiables, el 75% de las jubilaciones de más de un millón
de pesos corresponden al Poder Judicial. Están eximidos de pagar impuesto a las ganancias
y disfrutan de interminables vacaciones, así como de la inveterada costumbre de proponer
la designación de funcionarios interiores, que serán los aspirantes a jueces en pocos años.”
Ricardo Nissen (2023)
Reflexionar sobre la relación entre la democracia y el Poder Judicial cuando se están por con-
memorar los 40 años de su continuidad institucional en una etapa post-pandémica es particu-
2 Laguado Duca, A. (2022). El lawfare y la ruptura del pacto democrático. Sección Papeles de Coyuntura.
Área de Estado y Políticas Públicas. Buenos Aires: FLACSO Argentina. 12/12/2022.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
larmente importante. Si bien el modelo democrático liberal generó un pacto desde sus inicios
–reglas procedimentales, no violencia a los opositores y vigencia del Estado de Derecho y cons-
titucional–, y si bien hubieron problemas de gobernabilidad económica a fines de los años ‘80
por la hiperinflación (o ‘golpe de mercado’) y en la crisis del 2001; lo cierto es que esos principios
básicos que sustentaron esta continuidad del régimen, donde los derechos humanos, la convi-
vencia institucional y la no violencia política sin lugar a dudas tuvieron un papel fundamental.
En este sentido, cabe destacar algunos hitos de la evolución democrática en términos cons-
titucionales desde mediados del siglo XIX, y el proceso de instauración de una democracia con-
trolada por las elites, donde la cuestión social era considerada como una cuestión policial. Fue el
modelo oligárquico de sucesión controlada que Natalio Botana (2012) describe con precisión en
su libro El orden conservador, y que da inicio a la tradición republicana oligárquica, y a un proceso
de fuerte modernización en el sistema educativo, el ejército nacional, los correos y las comunica-
ciones, en suma, la construcción de la estatalidad (Oszlak, 2004). Pero que no fue seguido de un
proceso de industrialización, como se desarrollaba en el norte, en los Estados Unidos. Asimismo,
periódicamente este orden va a ser sacudido por luchas gremiales en la Patagonia y en la Ciudad
de Buenos Aires –la huelga de los talleres Vasena que fueran reprimidas salvajemente–. Las con-
diciones sociales allí se encontraban pobremente reguladas a fines del siglo XIX y principios del
XX –como se constata en el exhaustivo Informe de Bialet Masse (1904)–, a diferencia de otros
países como el Batllismo del Uruguay.
Además, se destaca como punto importante la apertura del proceso democrático mediante
las luchas realizadas por el radicalismo yrigoyenista contra la oligarquía que en 1914 instaura el
voto secreto, impidiendo así el control censitario y represivo de las elites. Este avance va a impli-
car un proceso de democratización sin industrialización, porque el Estado seguirá siendo liberal,
oponiéndose la clase dominante a todo cambio en el modelo agroexportador y a discontinuar
materias primas por bienes industriales con Gran Bretaña. Este cambio va a venir con la crisis
del ‘30, con el Pacto Roca-Runciman que introduce condiciones más dependientes al trade off de
bienes industriales por primarios y por el golpe militar a Yrigoyen, que va a dar lugar a la “década
infame” a partir de condiciones sociales paupérrimas para la mayoría de la sociedad.
Más tarde, el inicio de la industrialización sustitutiva como explican Murmis y Portantie-
ro (2011), va a dar lugar a otro actor y a la formación de un nuevo bloque histórico diferente,
contrapuesto al bloque dominante agro-exportador. Particularmente, esto va a conformarse con
el golpe de Estado del año ‘43, el ascenso del peronismo representando a la emergente clase tra-
bajadora, la burguesía industrial sustitutiva y el deseo de industrialización de sectores del ejército
a partir del impacto y de las regalías que la Segunda Guerra Mundial van a generar. Esta etapa
estará caracterizada por la configuración de un Estado de Bienestar y una Constitución que insti-
36
Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
tuye derechos no sólo civiles y políticos, sino también sociales hacia el año 19493. A la vez, por la
tensión creciente entre el bloque industrial sustitutivo con expresión política en el peronismo y el
bloque agroexportador con apoyo de los Estados Unidos que no veía bien la política industrialista
y autónoma de la Argentina. Como sabemos, esta situación va a tensionar política y culturalmen-
te a la sociedad y va a generar la denominada “Revolución Libertadora”, un golpe cívico-militar
en el año ‘55 con represión, masacre y proscripción, cuyo propósito era eliminar este sujeto
político que alteraba el proceso de acumulación agroexportador de la oligarquía mediante institu-
ciones como el IAPI y un proceso de mejoras sociales y salariales y de mayor autonomía nacional.
Un proceso intervencionista enmarcado en una tendencia más general, ya que se repitió en parte
del Continente, principalmente en Brasil y en México.
El golpe militar va dar lugar a la remoción constitucional –instaurándose otra de facto en
el ‘56– y a una proscripción del peronismo que va a llevar a una suerte de “juego imposible”
en el sistema político (Kvaternik, 1987), donde ni el gobierno de Frondizi ni el gobierno de
Illía van a poder terminar sus respectivos mandatos por sendos golpes. Así, la configuración del
desarrollismo intentaría continuar con la industrialización previa, captar al peronismo, pero dar
más significación a la inversión extranjera y a la intervención del Fondo Monetario Internacional
(FMI). Esta etapa está bien estudiada por Guillermo O’Donnell (1972) en su libro titulado Mo-
dernización y Autoritarismo. Allí, el autor muestra cómo en los países con alta modernización, el
avance de los sectores populares y el conflicto entre bloques van a dar lugar a crisis de balance de
pagos, y por lo tanto a otros golpes militares. Ello puede constatarse también en su obra El Estado
Burocrático-Autoritario (O´Donnell, 2009).
De cualquier forma y a pesar de estas interrupciones se había generado un modelo de
sustitución de importaciones que había aprendido de sí mismo y para 1970 se había comenzado
a lograr compensar las importaciones industriales (manufacturas de origen industrial, MOI con
la venta de casimires, caños sin costura, acero. En 1973 se obligó a las empresas automotrices a
vender vehículos y repuestos al mundo socialista. Por lo que el modelo no solo no estaba agota-
do, sino que empezaba a fortalecerse en un salto cualitativo en la producción industrial. El golpe
militar del 24 de marzo de 1976, va a comenzar a transformar totalmente este modelo, con el
aval de la Corte Suprema de Justicia que legitimó el mismo y ni siquiera se interesó en los habeas
corpus que comenzaban a lloverle y a muchos fiscales como causa de la feroz represión iniciada
a partir de entonces. De esta forma el programa de Martínez de Hoz se centró en primarizar la
economía vendiendo materia prima y alimentos al mundo en desmedro de la producción indus-
trial y del mercado interno. Se instrumentó en tres medidas básicas que son las mismas que luego
repite el plan de convertibilidad de Menem-Cavallo y el de Macri-Cambiemos: a) Retraso del
3 Véase: Vilas, C. (2009). Arturo Sampay y la Constitución Nacional de 1949. Disponible en: http://cm-
vilas.com.ar/index.php/articulos/14-estado-y-democracia/4-arturo-enrique-sampay-y-la-constitucion-
nacional-de-1949
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
tipo de cambio (la famosa “tablita” cambiaria que prefijaba el valor del dólar) muy menor al de
crecimiento de los precios. b) Baja generalizada de los aranceles y disminución de medidas para-
arancelarias de protección. c) Tasas de interés positivas y por encima del crecimiento del dólar.
De esa manera se propiciaba el ingreso de capitales especulativos atraídos por tasas de interés que
eran menores que el crecimiento de los precios y muy superiores a la evolución cambiaria, a su
vez que se encarecía el crédito a las empresas y a las personas, siendo confiscatorio de su capital
generando una brutal transferencia de la producción y del consumo a favor del sector financiero,
y todo ello conjuntamente con la pérdida de derechos procesales y constitucionales para todos los
ciudadanos y ciudadanas argentinos.4 Y posteriormente confirmada esta línea del Poder Judicial
con la corte menemista.
38
Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
situación ha empeorado en varias naciones y regiones, donde el número de presos sin condena ya
supera el cincuenta por ciento de la población carcelaria.”5
En primer lugar, en el actual Juicio a la Corte, se revela la relación servil de algunos jueces
con el poder económico y también queda al descubierto la principal herramienta política del ma-
crismo: el espionaje en su período de gobierno y el intercambio de información y de propuestas
de orientación para la oposición entre la Corte y las autoridades del Ministerio de Seguridad de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ejemplo de ello es la suspensión de la Ley del Consejo de
la Magistratura para controlar el nombramiento de jueces y asegurar así el lawfare contra los ad-
versarios políticos y la impunidad para los ex funcionarios del gobierno de Juntos por el Cambio
(JxC). Se evidencia, asimismo, prevaricato en la intervención en el Congreso para la definición
de minorías y mayorías, para el control y la presidencia no sólo de la Corte, sino también del
Consejo de la Magistratura.
En segundo lugar, la realización de un juicio contra la Vicepresidenta Cristina Fernández
de Kirchner generó su proscripción política a perpetuidad y una pena de cárcel por once años
con falta de pruebas. Se trata de un juicio que ha estado viciado de fallas, con una alocución final
del Fiscal a cargo de la acusación que asombró tanto por su espectacularidad política como por la
escasez de fundamentos jurídicos y de pruebas, resaltando que lo que vale son los “indicios”, “su-
posiciones” e “intuiciones”. Es el gobierno de los jueces contra la democracia y es la existencia de
un supra-poder que articula poder comunicacional, judicial, económico y político para terminar
de una vez con el liderazgo de la vicepresidenta y con el sujeto político que impide la hegemonía
de las elites por más de 70 años: el peronismo. Si antaño, se lo intentaba por medio de los golpes
de Estado perpetrados por las Fuerzas Armadas, ahora, en cambio, lo están intentando con “las
togas”. Ello no ocurre sólo en la Argentina, sino que están los antecedentes en Brasil, Ecuador,
Paraguay, Honduras y Bolivia, en un plan regional cuyos últimos tramos del poder llegan a una
planificación de la potencia regional para sacar a todo gobierno no confiable, o que no se allane a
sus demandas o se vincule en demasía con inversiones de chinas. La última manifestación de esta
modalidad ha sido el golpe de Estado en el Perú, con un presidente elegido por el pueblo, actual-
mente preso, y una nueva mandataria de facto, elegida por la fuerte influencia de la embajadora
norteamericana en ese país y por las corporaciones mineras multinacionales.
En tercer lugar, indicamos la negativa de investigar el magnicidio contra Cristina Fernán-
dez de Kirchner en todas sus ramificaciones, financiamiento, orientación ideológica, generación
de zonas liberadas y aparente involucramiento de algunos dirigentes de la oposición es también
una peligrosa apuesta a una violencia política futura de la derecha que quede impune. Esta nega-
5 Véase: Uranga, W. (2019). La carta que le envió el papa Francisco a un juez argentino. Página/12. 23/11/2019.
Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/232645-la-carta-que-le-envio-el-papa-francisco-a-un-juez
-argentino#:~:text=En%20esa%20oportunidad%20Jorge%20Bergoglio,ciento%20de%20la%20
poblaci%C3%B3n%20carcelaria%22
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
tiva que llevó a “resetear” a modo de fábrica el celular del principal sospechoso y, como lo señala
Irina Hauser (2023), tanto más grave, son las declaraciones en la justicia que realizó una secretaria
del diputado Gerardo Milman que reveló que le solicitaron que lleve su teléfono a una de las
oficinas Patricia Bullrich donde un perito eliminó el contenido de su aparato, el de la otra asesora
y el del propio Milman6. Todo esto se suma a la negativa de la jueza de la causa a investigar los
hechos del atentado que tienen como propósito obturar las posibilidades de que se sepa cuáles
fueron los autores intelectuales, económicos y políticos, más allá de los ejecutores del mismo. Se
busca reducir las culpabilidades al grupo apresado e impedir toda investigación que conduzca a
dilucidar el financiamiento que recibió el grupo Revolución Federal y quiénes fueron los mento-
res ideológicos porque los acercarían a los sectores más radicalizados del PRO, o algunos de los
miembros más significativos del sector seguridad del anterior gobierno.
En cuarto lugar, advertimos sobre los diversos fallos que intervienen en la vida cotidiana de
las y los ciudadanos y que van en contra de los intereses generalizables. El problema no es sólo
de lawfare, sino de fallos que atentan también contra la justicia distributiva, es decir, contra todo
aquello que impide la consolidación de políticas orientadas a satisfacer demandas de largo plazo
o que logra una mejor distribución de la riqueza, de asegurar la paz social o de colaborar para la
obtención del bien común7. Lo cierto es que una sentencia puede alterar el curso de las políticas
públicas más votadas y con más consenso, o directamente anularlas. En los últimos años, el Poder
Judicial ha dejado de ser un regulador independiente entre los otros dos poderes, para pasar a
co-gobernar con nulos visos democráticos, fallos independientes y no de acuerdo a derecho. Así
también actúa la cancelación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que recorde-
mos, fue una de las leyes que más consenso tuvo y que se votó durante el período de gobierno
kirchnerista. Lo mismo puede decirse de la cautelar que pone fin al decreto que consideraba las
telecomunicaciones como servicio público. Efectivamente, luego del Decreto 690 con el que el
presidente Alberto Fernández estableció que las telecomunicaciones serán consideradas un servi-
cio esencial y le otorgó al Estado la potestad de fijar las tarifas del servicio. Así, Telecom obtuvo
un fallo favorable, continuando la fijación de los precios del servicio en manos de las empresas
proveedoras y, por lo tanto, inaccesibles para muchos. La Corte volvió a favorecer a Clarín con
las tarifas de cable, celular e internet y le garantiza más ganancias millonarias. El máximo tribunal
6 Véase: Hauser, I. (2023). A borrar el celular a las oficinas de Bullrich. Página/12. 7-05-2023.
7 El bien común no es algo predeterminado, pero tampoco es ‘la mano invisible del mercado’, o simple-
mente un Estado que genera seguridad de contratos y de la propiedad privada. El Estado es también
la posibilidad de un consenso, una memoria histórica sobre lo que significa la justicia social. El Estado
debe responder a problemas de desigualdad, falta de oportunidades, fragmentación y exclusión. En la
misma línea que Mariana Mazzucato (2023), coincidimos en la necesidad de realizar una defensa de los
bienes comunes como requisito para la viabilidad de la democracia.
40
Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
garantiza así que el holding de Magnetto no tenga límites en sus tarifas. Desde que tiene estos
favores judiciales el Grupo Clarín repartió casi 1.300 millones de dólares entre sus accionistas.
Otros casos relevantes son la ausencia de defensa de los consumidores por parte de la justi-
cia respecto a las prepagas y el de los inquilinos con una ley de alquileres que no se ejerce8. Con la
pandemia por el COVID-19, el gobierno nacional había utilizado sus facultades para salvaguar-
dar el poder adquisitivo de los usuarios de la medicina privada. Era claro que lo hacía ante una
situación de fuerza mayor, pero eso no hizo mella en los intereses de los poderosos de la medicina
privada. Prueba de ello fue que el Juzgado Nacional de Primera Instancia bloqueó finalmente
dichas medidas garantizando la continuidad de las arbitrariedades de las empresas.
En quinto lugar, debemos señalar las maniobras fraudulentas realizadas por empresas im-
portadoras que presentaban medidas cautelares ante la Justicia Comercial para acceder a dóla-
res oficiales. Sin embargo, luego de obtenerlas, “alquilaban” dichas medidas a terceras empresas
creándose así una especie de mercado paralelo de acceso a dólares oficiales que no se usaban
para financiar importaciones sino para atesorar. Esto fue denunciado por la IGJ, mostrando esta
singular operación de pases de cautelares a otras empresas para poder conseguir dólares oficia-
les de manera espuria. También se pueden señalar las maniobras realizadas para la creación de
“empresas simplificadas” que se armaban sin contar con experiencia previa ni antecedentes en la
materia, prácticamente sin patrimonio y para realizar cualquier propósito comercial, pero que
tenían como objetivo participar de licitaciones públicas, realizar importaciones o exportaciones
para acceder a divisas a valores oficiales, entre otras estrategias, para generar elusión o evasión
impositiva, acceder a fondos públicos y a reintegros. Estas empresas simplificadas han sido utili-
zadas por narcotraficantes, contrabandistas y por todo aquel que desease tener una empresa para
cualquier tipo de emprendimiento sea legal e ilegal.
En sexto lugar, debemos mencionar la resolución de la Corte Suprema que declara inconsti-
tucional la Ley del Congreso de la Nación sobre el funcionamiento del Consejo de la Magistratu-
ra. Esta ha sido una de las más flagrantes acciones de prevaricato, de operar contra derecho que se
subrogó el Poder Legislativo. Dicha Ley había sido aplicada durante dieciséis años sin problemas
y, sin embargo, la Corte la declaró inconstitucional volviendo así a la Ley anterior que permite
al presidente de la Corte Suprema de Justicia asumir también como presidente del Consejo de
la Magistratura. A partir de allí, tiene también a su cargo la elección de jueces y la sanción de
los mismos, es decir, todo el Poder Judicial para una persona o bien la suma del poder público.
En séptimo lugar, referimos a los fallos de la Corte sobre la coparticipación federal que se
judicializan en favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, generando un golpe al federalismo
en desmedro de todas las provincias argentinas y favoreciendo el financiamiento de la CABA y
del principal candidato a presidente de la oposición. Esto da lugar a una protesta generalizada
8 Tedeschi, S. y Pochat, S. (2022). El Poder Judicial y las Políticas Públicas en los casos de vivienda.
Avances y desafíos actuales. Revista de Estado y Políticas Públicas. Año X, Núm. 18: 77-101.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
de los gobernadores por esta disminución de sus partidas y por la arbitrariedad de no haber
sido llamados a la consulta previa antes de la decisión. En ese sentido, como señala Glodowsky
(2023): “la economía tiene que recuperar aquellos ámbitos de decisión, lejos de los escollos judi-
ciales que impiden la consolidación de políticas de largo plazo para lograr una mejor distribución
de la riqueza, y no generar un democracia hueca, y una justicia sólo para los ricos; el Congreso
debe recuperar soberanía de sus legislaciones que se judicializan en favor de Comodoro Py, y el
Ejecutivo debe tener posibilidades de ejecutar políticas de bien común sin tener el cortapisas de
un Poder Judicial partidizado.”9
Adicionalmente, señalamos el posicionamiento que adopta la Corte como un actor por en-
cima de la Constitución en algunas de sus decisiones. Como la suspensión a escasos cinco días de
las elecciones provinciales de Tucumán y San Juan por la Corte Suprema de justicia de la Nación
pone de manifiesto un hecho de gravedad institucional, política y jurídica. Por un lado, da cuenta
del accionar de algunos candidatos que a nivel provincial hacen interpretaciones particularistas
de la cláusula que limita la reelección más allá de dos períodos consecutivos como lo demuestra
la renuncia de Manzur a su candidatura a vicegobernador de Tucumán o las críticas que realizó el
ex gobernador José Luis Gioja al gobernador Uñac de San Juan por presentarse nuevamente a la
gobernación. Por otro, evidencia el uso político que la Corte hace de la justicia y el rol partidizado
que adopta en connivencia con la oposición, tanto por el imprudente e intencionado manejo de
los tiempos de la justicia en que incurre al aceptar la cautelar y prohibir las elecciones, como por
haber saltado las instancias procesales anteriores de tribunales inferiores que correspondían al tra-
tamiento previo de la cuestión. La Corte aceptó una cautelar cuando el propio Procurador Casal
ya había rechazado ese recurso, y todavía quedaban instancias judiciales a nivel provincial donde
se podía apelar -aún cuando también debemos reconocer la proclividad de la justicia provincial a
fallar en favor de los oficialismos-.
De esta forma, la Corte se muestra como un actor que quiere co-gobernar, que interviene
políticamente en articulación con la oposición como lo evidencian otros fallos que ha tenido en
materia de derechos humanos, coparticipación, suspensión de la Ley del Consejo de la Magistra-
tura, entre otros. La decisión de suspender las elecciones es además un claro aviso a la candidatura
potencial de Cristina Fernández de Kirchner y se suma a las declaraciones en la Cámara de Co-
mercio de los Estados Unidos en la Argentina (AnCham) sobre la emisión de moneda.10 Además,
agrega otro motivo al cuestionamiento y desprestigio que evidencia desde hace tiempo y que se
ha hecho de domino público en el marco de las investigaciones que lleva adelante la Comisión
9 Véase, Glodowsky, F. (2023). Cogobierno del Poder Judicial. Página 12. Suplemento Cash. 26/02/23.
10 Véase: ¿Por qué Horacio Rosatti eligió la AmCham para su mensaje? Perfil. 14/04/23. Disponible en:
https://www.perfil.com/noticias/modo-fontevecchia/por-que-horacio-rossatti-eligio-la-amcham-para
-su-mensaje-modof.phtml
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
11 Véase: El Gobierno aseguró que la Corte Suprema se alineó con la oposición e intervino la autonomía
de San Juan y Tucumán. Tiempo Argentino. 10/05/2023.
12 Véase: ¿Qué dijeron especialistas jurídicos sobre la suspensión de las elecciones en San Juan y Tucumán?
Ámbito. 09/05/23.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
integrantes del poder financiero puede analizarse como una cuestión estructural de la justicia
en nuestro país. La impunidad es característica de la estructura “blindada” de la justicia federal
de Comodoro Py, pero con la revelación de los mensajes de chat intercambiados entre los ma-
gistrados que viajaron a Lago Escondido convocados por los CEO´s del Grupo Clarín, y que
luego intentaron ocultar lo sucedido fraguando comprobantes que acreditaban dicho viaje y sus
respectivos gastos. Así quedó al desnudo tanto esta configuración de lawfare, como los vínculos
estrechos entre el Poder Judicial, el político y el comunicacional.
En noveno lugar, señalamos la tergiversación del poder de revisión de constitucionalidad.
Es un control amplio que en la Argentina puede ejercer un juez interpretando aquellas normas
emanadas del Poder Judicial o de las leyes votadas por grandes mayorías. De esta forma, como
señala Aleardo Laría Rajneri (2023): “El control de constitucionalidad sobre las leyes dictadas
por el Congreso puede ser leído de muchas maneras. Para algunos puede ser la defensa de las mi-
norías frente a la “tiranía de la mayoría”. Pero también puede ser contemplado como una rémora
de la democracia cuando un reducido número de jueces se amparan en interpretaciones sesgadas
del texto constitucional para alterar, modificar o anular la voluntad soberana adoptada en sede
parlamentaria”. Al respecto, Jeremy Waldron (citado por Aleardo Laría Rajneri, 2023) afirma
que el control de constitucionalidad “es políticamente ilegítimo en lo que concierne a los valores
democráticos (dado que) al privilegiar el voto mayoritario de un pequeño número de jueces no
elegidos y que no rinden cuentas, el control judicial priva de sus derechos a los ciudadanos co-
munes y deja de lado preciados principios de representación e igualdad política en la resolución
final de cuestiones sobre derechos.”
En décimo lugar, señalamos el poder de los jueces en el fuero mercantil contra la política.
Entendemos que no se puede ser juez en lo comercial si no se conoce suficientemente cómo
funciona en la práctica una asamblea de accionistas o una reunión de directorio en sociedades
comerciales o de qué manera se presenta un concurso preventivo. De acuerdo a la postura de
Ricardo Nissen: “la falta concreta de experiencia en estos temas genera la existencia de una per-
manente doctrina judicial que, por lo general, va a contrapelo del acontecer diario de las cosas,
provocando la naturalización de la abstracción y su consecuencia directa: la adopción de dogmas,
que nada tienen que ver con la realidad, pero que, para los magistrados, tiene más fuerza y obli-
gatoriedad que la normativa legal misma.” Ello demuestra el nulo conocimiento práctico que los
magistrados tienen del funcionamiento real de una sociedad y particularmente con la actuación
de las “sociedades offshore”, “fenómenos societarios que nunca fueron comprendidos por los jueces
mercantiles, en algunos casos por ignorancia de lo que acontece en el mundo real de los negocios
o en otros supuestos, por vincular tales conceptos al enorme arsenal de herramientas -fácticas o
legales- con que cuenta la clase dirigente para organizar sus empresas o evitar sus responsabilida-
des personales” (2023).
Finalmente, quisiéramos señalar el lawfare como proceso regional que condiciona a las
democracias latinoamericanas por un Poder Judicial partidizado junto al poder monopólico de
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
13 Sobre las reformas necesarias para un sistema de justicia más igualitario y participativo, recomendamos
la lectura del artículo investigación de Alejandra Gils Carbó titulado “Reformas necesarias para un sis-
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
i) Para recuperar la credibilidad y la imparcialidad en la justicia tal vez no sea necesario simple-
mente aumentar el número de integrantes de la Corte Suprema sino convocar a una nueva
Corte, merecedora de esa jerarquía, junto con realizar una reforma integral del Poder Judicial
en un sentido democratizador. También sería necesario avanzar en el nombramiento de un
nuevo Procurador del Ministerio Público. De este modo se podría reestablecer el equilibrio de
poderes y la independencia de la Justicia tan necesaria para la democracia y el funcionamiento
del sistema republicano y federal. De lo contrario, se perpetúa la existencia de un suprapoder
judicial, estamental, que se piensa por encima de todo otro poder, y en función de favorecer
el interés de las minorías.
ii) El juicio a la Corte Suprema es una de las formas de defender a la democracia de uno de sus
condicionamientos más profundos, la del partido judicial, la institución que opera el lawfare
en sus dos caras: la acusatoria contra adversarios políticos y sociales y la de asegurar la impu-
nidad para los propios miembros políticos del macrismo y del establishment económico. La
etapa probatoria del juicio va a exhibir cómo operaron para fomentar la persecución a opo-
sitores (particularmente del kirchnerismo) y para garantizar la impunidad del macrismo. En
las investigaciones que está realizando la comisión conformada a tal efecto de la Cámara de
Diputados, el juicio político empieza a revelar que algunos de los jueces no se excusaban en
fallos porque tenían que ver con empresas clientes de sus estudios particulares, o con el mal
manejo de la obra social del Poder Judicial. Por lo tanto, se necesita encarar una reforma ju-
dicial que vaya más allá del juicio político a los cuatro miembros de la Corte Suprema, ya que
esta Corte tiene dueños que son los grandes empresarios que han obtenido fallos favorables y
los medios hegemónicos que quedaron al desnudo con el caso de Lago Escondido14. Por un
lado, se destaca la acción del Congreso y el juicio político a la Corte Suprema como acciones
para dar visibilización del deterioro de la institucionalidad generado por “los Supremos”. Por
otro lado, se produce el bloqueo declarado por la oposición a la tarea legislativa mientras siga
este juicio, no dando quorum a la normal tarea legislativa, lo que no hace más que mostrar la
complicidad de ambos Poderes que se defienden uno al otro.
iii) Generar por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) una nueva integración del Consejo de
la Magistratura, ya que el procurador provisorio durante casi cuatro años se ha vuelto vitalicio,
fruto de una maniobra destituyente por la cual se presionó ilegalmente a la anterior procura-
dora, la Dra. Gils Carbó, para que renunciara a su cargo. Este DNU, y dado su necesidad y
tema de justicia más igualitario y participativo” y también el artículo de investigación de Laura Coelho,
“Sobre el acceso a la justicia y la transformación pendiente del Poder Judicial”, ambos publicados en la
Revista Estado y Políticas Públicas, Año X, núm. 18.
14 Sobre el manejo de la Corte Suprema, véanse los libros de Irina Hauser: Los supremos (2016) y Rebelión
en la Corte (2019), ambos de Editorial Planeta.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
urgencia por la parálisis del Congreso generada por la oposición aliada a la justicia partidizada,
permitiría destrabar dicha parálisis institucional, que se maneja a gusto y antojo del actual
presidente de la Corte Suprema, que también es presidente del Consejo de la Magistratura.
El nombramiento de los jueces para cubrir las vacantes actuales, como así la ampliación de
la Corte, permitiría dotarla de una mayor especialización en los fallos mediante la división
en salas; incorporar el federalismo y, al mismo tiempo, la cuestión de género, de lo que hasta
ahora se muestra como una Corte de carácter patriarcal (Acselrad, 2022).
iv) Promover el caso del intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner, la violencia
política y el lawfare en instancias internacionales, como la realizada por la visita de la agencia
sobre violencia política sobre la mujer en la OEA o en la reunión del Grupo de Puebla en Bue-
nos Aires como riesgos a las democracias existentes en la región. También es necesario reclamar
que “jueces imparciales” integren la Cámara de Casación, en el marco de la apelación que será
presentado el fallo de la condena contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad,
del Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2).
v) Regular de algún modo a los medios de comunicación y a las redes sociales para evitar la
continua difusión de las fake news, la desinformación, los mensajes de odio y un modo de
comunicar bajo la denominación “periodismo de guerra”. En ese sentido, no es muy creíble
la voluntad de los medios de autorregularse, ni tampoco del actual gobierno nacional dado
que se impidieron acciones para retrotraer la fusión entre dos grupos multimedia principales,
Telecom y Cablevisión, que favorecen prácticas oligopólicas más que de libre competencia. La
comunicación, así, está contaminada de pos-verdad para hacer la voluntad de los CEO´s que
conducen los medios con una finalidad estratégica, la de erosionar el poder de un gobierno
popular hasta lograr una situación de ingobernabilidad o desprestigio tal que haga imposible
una competencia electoral en favor de las mayorías populares. Al respecto, recientemente asu-
mido el presidente de Brasil, Luíz Inácio “Lula” da Silva, instó a la comunidad internacional
a actuar “ahora” contra las campañas de odio que se difunden de forma on line, en el marco
de una conferencia mundial de la UNESCO sobre la desinformación y la incitación al odio.
Asimismo, el Papa Francisco apuntó contra los medios de comunicación por el lawfare y se-
ñaló que diagraman «un sumario grandísimo» que alcanza para condenar a una persona. En la
misma línea, llamó a la clase política a «desenmascarar una justicia que no es justa.” Además,
cargó contra las internas que “destruyen la afiliación política” y mostró su preocupación por
el avance de la ultraderecha. El Sumo Pontífice se refirió a la persecución política a través de
la Justicia y acusó: “El lawfare empieza a través de los medios de comunicación, que desca-
lifican y meten sospecha de un delito. Se hacen esos sumarios grandísimos y para condenar
basta el volumen, aunque no se encuentra el delito”15. Finalmente, afirmó que “hay que alzar
15 Véase la entrevista al Papa Francisco: El Lawfare empieza por los medios de comunicación. El Destape.
30/03/2023. Disponible en: https://www.eldestapeweb.com/politica/lawfare/papa-francisco-el-lawfare
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
la voz, hay que decir cuando existe una irregularidad. Los políticos tienen esa misión de des-
enmascarar una justicia que no es justa”. Y afirmó que “los resultados del lawfare se ven en
Argentina”16. Asimismo, se refiere al avance de la ultraderecha en el mundo y a la aparición de
los candidatos antisistema y de los “salvadores sin historia” de quienes recomienda desconfiar.
“La ultraderecha se recompone, es curioso, se recompone siempre. Porque es centrípeta, no es
centrífuga, no crea hacia afuera posibilidades de reforma. La derecha siempre es centrípeta. El
antídoto para enfrentarla es la justicia social. Si vos querés discutir con un político o pensador
de ultraderecha, hablá de justicia social, hablá en horizontal”, indicó.17
vi) Es preciso replantear la concepción neoliberal de la transparencia. El enfoque neoliberal cons-
truye un paradigma de la transparencia de doble estándar, ubicando a la opacidad de la ges-
tión pública de funcionarios políticos adversarios como su principal causa y, señala al Estado
interventor o “populista” como el instrumento por el cual la corrupción se produce. Parte de
los elementos legitimantes de la captura del Estado por parte de las elites neoliberales (García
Delgado, Ruiz del Ferrier, De Anchorena, 2018), y aún en golpes anteriores, se cifró en la
referencia a la corrupción y en la falta de transparencia haciendo hincapié en la corrupción de
los políticos populistas, del Estado ineficiente y de los planes sociales sin control. Todo ello
sin hacer mención alguna de la complicidad, en todo caso, de los cohechos por obra pública
con empresarios, de la corrupción del sector privado, de las operaciones económicas delictivas
que realizan los grandes conglomerados en la elusión impositiva, el manejo especulativo de
los Bancos, el endeudamiento con la tecnocracia ligada al poder financiero, la utilización de
cautelares “alquiladas”, y los negocios que los CEO´s generaron desde el gobierno en favor de
sus multinacionales de origen.18
Lo cierto es que las acciones en favor de la transparencia pública integral las trabajan coordina-
damente, ahora desde la gestión del Ministro Sergio Massa, las instituciones de control como la
Aduana, la AFIP, la AGN, UIF, IGJ, la UFI, entre otras, para resolver los problemas de elusión de
divisas, de contrabando, de la falta de pago de impuestos, de triangulaciones delictivas, de fuga
-empieza-por-los-medios-de-comunicacion--202333022350
16 Entrevista al Papa Francisco: El Lawfare empieza por los medios de comunicación. El Destape.
30/03/2023. Disponible en: https://www.eldestapeweb.com/politica/lawfare/papa-francisco-el-lawfare
-empieza-por-los-medios-de-comunicacion--202333022350
17 Entrevista al Papa Francisco: El Lawfare empieza por los medios de comunicación. El Destape. 30/03/2023.
Disponible en: https://www.eldestapeweb.com/politica/lawfare/papa-francisco-el-lawfare-empieza-por
-los-medios-de-comunicacion--202333022350
18 Es interesante la labor en favor de la transparencia que realiza el Observatorio de la Obra Pública del
Ministerio de Obra Pública de la Nación del actual gobierno.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
En síntesis
La voluntad política, la acción parlamentaria, la movilización popular, el activismo social, tam-
bién impulsan reformas para la democratización del Poder Judicial y, asimismo tratan de promo-
ver la desproscripción de la Vicepresidenta. Sin embargo, para lograrlo no será sólo posible con
iniciativas realizadas por el Poder Ejecutivo o por miembros comprometidos del Poder Legislati-
vo, sino que esto forma parte de inscribir estos hechos en la y de su lucha por el bien común que
aún perdura. Sobre todo, porque el derecho es una lucha, y porque todas las conquistas, así como
los avances democráticos y las mejoras en la vida del conjunto de la sociedad en los dos siglos
de vida independiente de la Argentina y de América Latina fueron logradas como resultado de
luchas populares, electorales, políticas y hasta revolucionarias. Pensar que estas fueron concesio-
nes gratuitas de los poderes de turno es, como poco, ingenuo. Fueron el resultado de relaciones
de fuerza, de expresiones electorales y movilizaciones que llevaron a que la democracia pudiera
sobrevivir y avanzar sobre todo en estos últimos cuarenta años luego del terrorismo de Estado
previo. Fue la lucha de los movimientos de mujeres, especialmente de las Madres y Abuelas de
Plaza de Mayo y de la voluntad de líderes políticos valientes lo que lo posibilitaron así como en
otros países de la región. En realidad, ello se inscribió en la cultura política de la sociedad argen-
tina y de allí la fuerza con la que aún perdura. Por lo tanto, a los 40 años de conmemoración de
la democracia en este año 2023 no debería dejarse pasar la oportunidad de plantear la necesidad
de una profunda reforma y democratización de un Poder Judicial partidizado que hoy es un signo
de desprestigio profundo que sufre la sociedad argentina, así como otras de la región.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
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CAPÍTULO II
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CAPITULO II
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
Introducción
La Argentina presenta problemas estructurales de larga duración que condicionan sus posibilida-
des de desarrollo es como la restricción externa, el endeudamiento externo, el bi-monetarismo,
la primarización de su matriz productiva, la pobreza y la desigualdad. No menos importante es
indagar en el comportamiento económico de las elites y de las corporaciones ya que la macro-
economía y la definición del modelo de desarrollo no es una cuestión exclusiva de los expertos
económicos sino ante todo de la política. Un primer problema, como bien lo señala Jacques Sa-
pir (2004), es que las políticas económicas han sido habitualmente secuestradas por tecnócratas
que se escudan en supuestas “leyes” inmutables del comercio y de las finanzas. Estos situados
políticamente en el neoliberalismo estarían ligados entre sí por los intereses más espurios y una
firme creencia que sentencia que “el fin justifica los medios.” El texto de Sapir (2004) titulado
Economistas contra la democracia aporta una clave de lectura interesante, dado que el autor afirma
que estamos ante una suerte de conjura destinada a lesionar gravemente las democracias ya que
estos círculos económicos principalmente de expertos ortodoxos actúan por su cuenta y riesgo y
al margen de todo control político, usurpando así espacios políticos con el argumento de que son
expertos, aunque todos deberían poder comprender la política económica.
El segundo problema consiste fundamentalmente en que los sectores del establishment,
los grandes conglomerados económicos, las corporaciones tanto argentinas como extranjeras no
tienen interés en un desarrollo nacional sustentable ni en asumir un rol de clase dirigente del
conjunto del país. A lo sumo, pueden acordar con un modelo de crecimiento exportador con
bajos salarios y extractivo, pero nunca con lo distributivo, ni con la regulación estatal, ni con un
capitalismo inclusivo e industrializador que fortalezca el mercado interno, o con pleno empleo.
Ello es así no sólo por los intereses de los actores dominantes locales, sino también por los de sus
aliados externos, Bancos, agencias multilaterales de crédito como el FMI, o el Banco Mundial,
fondos de inversión e intereses de países dominantes que cuando intervienen en forma directa o
indirecta lo hacen para condicionar políticas públicas y para generar climas de opinión negativos
a la gobernabilidad y a los procesos de desarrollo autónomos.
El tercer problema que queremos referir se relaciona a la tensión entre el poder corporativo
versus la democracia y, en relación a ella, con la autonomía relativa del Estado frente al capital.
Ello no sólo consiste en la capacidad concentradora y especulativa de estimular bajos salarios y
reformas laborales regresivas, sino también en las prácticas habituales de evasión, acumulación,
dolarización y fuga. También se vincula en gran medida con las conductas económicas delicti-
vas invisibles o naturalizadas, con los mecanismos de sub y sobre facturación de importaciones
y exportaciones, con la evasión impositiva y con sacarle dólares al Banco Central. Un ejemplo
de éstas lo representa la triangulación de exportaciones a Paraguay y a Uruguay para no pagar
impuestos. O el contrabando “invisible” que se va por la Hidrovía. Toda esta acumulación deja
de invertirse en el país, pasa a paraísos fiscales y el Estado deja de recaudar. Lo cierto es que los
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
1 Sapir, J. (2004). Economistas contra la Democracia. Los intereses inconfesables de los falsos expertos de la
economía. Barcelona: Ediciones B.
2 Llevada adelante en 1907 por inquilinos de la ciudad de Buenos Aires y de otras ciudades de la Ar-
gentina, la mayoría de ellos inmigrantes que vivían casas precarias, ante el aumento del precio de los
alquileres y la falta del acceso a la vivienda y de condiciones dignas de vida.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
muertos por la represión policial), y también conflictos rurales (el Grito de Alcorta3 y la Pa-
tagonia Trágica4).
b) El modelo sustitutivo de importaciones impulsado por el Estado argentino (1945-55): si bien había
empezado a generarse espontáneamente a partir de la crisis del treinta (Belini y Korol, 2012),
es a partir de mediados de la década de 1940 que recibe un impulso activo del Estado en la
planificación y en la regulación (Rapoport, 2020). El Estado promueve la industrialización
mediante una estrategia sustitutiva para superar la condición de subdesarrollo, en el marco
de una alianza entre una burguesía industrial y las organizaciones sindicales. Se recurre a
instrumentos e instituciones para regular el comercio exterior, se crean empresas públicas y se
nacionalizan otras. Asimismo, se reconocen y se amplían los derechos sociales. Se produce un
proceso de movilidad social ascendente tanto para sectores trabajadores como para sectores
medios y la ampliación de la ciudadanía con el voto femenino. El modelo es desarrollista,
distributivo y planificador con una institución clave como fuera el IAPI. Asimismo, si bien no
enfatizaba la lucha de clases, sí se lo hacía con una mejor distribución del ingreso entre capital
y trabajo, e incorporaba la noción de periferia y el conflicto con países centrales dentro de una
perspectiva del movimiento de no alineados para poder industrializarse. En suma, se trataba
del modelo nacional, popular y democrático.
c) El período desarrollista (1955-1976): el mismo guarda continuidad con el proceso sustitutivo
de importaciones del período anterior impulsado por el peronismo, ya que mantiene el énfasis
en la industrialización; señala conflictos centro-periferia, pero enfatiza la inversión externa y el
rol de las empresas trasnacionales como agentes de la modernización y del desarrollo. No tiene
problemas en incorporar al FMI como prestamista de última instancia. Es modernizante y no
tiene una lógica de empoderar al pueblo y a las organizaciones obreras, sino a las cúpulas em-
presarias en su tarea inversora. Promueve el crecimiento y el rol del Estado como el gran mo-
dernizador e industrializador de la sociedad. De esta manera, generó crecimiento del empleo,
pero también pobreza. La distribución del ingreso no fue enfatizada. Podían aceptarse parita-
rias o destacar el rol social de los sindicatos. No obstante, el énfasis estaba puesto en garantizar
3 Refiere a la huelga que realizaron chacareros rurales en 1912 en Alcorta, Santa Fe, y que pronto se
extendió a Córdoba y Buenos Aires. Pedían la rebaja de los arrendamientos, la libertad de contrata-
ción, contratos de cuatro años como mínimo, entro otras. La Sociedad Rural de Rosario integrada por
estancieros condenó la huelga. El gobierno provincial ordenó la represión y el encarcelamiento de los
huelguistas. Esta huelga dio lugar a la creación de la Federación Agraria Argentina en agosto de 1912.
4 Refiere a la represión realizada entre 1921 y 1922 contra trabajadores rurales de estancias que realiza-
ban protestas por aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo en el entonces Territorio
Nacional de Santa Cruz. Luego de meses de protesta, el gobierno nacional envío al Ejército. El conflicto
terminó con el asesinato, fusilamiento y encarcelamiento de los huelguistas.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
la tasa de rentabilidad de las empresas y la rendición de utilidades a las casas matrices y a sus
accionistas. Pero este modelo encontrará límites económicos, políticos y tecnológicos a partir
de finales de la década de los ´60 que le impidieron profundizar el proceso de industrialización
sustitutiva, acceder a mercados externos e insertarse en la industria de la electrónica y de la
informática. Entre otras cosas no menos importantes, la Doctrina de la Seguridad Nacional
justificaba los golpes de Estado.5
d) El neoliberalismo y el golpe cívico-militar (1976-1983): a la primera ola de financiarización le
siguió la teoría neoclásica de la primacía del mercado. Este modelo se instaló a mediados de
1970 bajo gobiernos autoritarios que rompieron el contrato social. Implementaron un pro-
grama de apertura y de liberalización de la economía y de endeudamiento externo (Canitrot,
1981). En lo económico, implicó la desestructuración del modelo sustitutivo de importacio-
nes y del bloque histórico de poder que lo sustentaba conformado por la burguesía nacional,
industrial y el movimiento obrero organizado, junto a sectores medios, intelectuales y traba-
jadores rurales (Canitrot, 1980; Schvarzer, 1983). En lo social, implicó la desestructuración
del Estado Social; y en lo político, la violación de los derechos humanos y el terrorismo de
Estado. Sus autores de referencia fueron von Hayek y von Mises, de la Escuela Austríaca y Paul
Samuelson de la Escuela de Chicago.6
e) La transición democrática (1983-1989): La orientación neoliberal tuvo un hiato con el proceso
de transición a la democrática a comienzos de los ´80. El gobierno de Raúl Alfonsín presentó
una orientación que inicialmente intentó articular una visión institucionalista de la demo-
cracia de carácter fundacional sobre el problema de la gobernabilidad, la cultura política, el
sistema de partidos, el derecho a la vida, y un fuerte criticismo a las dictaduras militares. La
orientación económica del gobierno tuvo dos momentos. En el primero, bajo la dirección del
ministro de Economía Bernardo Grinspum, donde se intentó recuperar en parte la idea del
Estado de Bienestar y poner “la piedra basal” del proceso de integración con Brasil y el MER-
COSUR. El segundo momento estuvo condicionado por la influencia de las corporaciones y
de los Bancos por iniciar el proceso de privatizaciones y pagar la deuda externa contraída por
la dictadura militar sin que ésta fuera revisada o auditada durante el gobierno democrático.
Esto culmina en una hiperinflación promovida por economistas que luego ocuparon cargos
relevantes en gobierno siguiente y, finalmente, la pérdida de la gobernabilidad y una salida
anticipada del gobierno (Torre, 2021).
5 Algunos autores que describieron este período fueron Aldo Ferrer (2022) y Marcelo Diamand (1972),
entre otros.
6 F. von Hayek (2020) en su libro Camino de servidumbre mostraba que la democracia de masas llevaría
a la perdida de libertades individuales y al socialismo.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
f ) El segundo momento neoliberal del Consenso de Washington (1989-2001): Aquí se llevó adelante
el proceso de reforma del Estado. Se desreguló la economía, se privatizaron las empresas públi-
cas y se desmantelaron las capacidades estatales (García Delgado y Gradin, 2017). Es el mo-
mento descripto como “el fin de la historia” en términos de Francis Fukuyama (1992). Con la
llegada de Carlos Menem al poder (1989-1999) se dio lo que se considera uno de los procesos
de reforma estructural hacia una economía de mercado de los más profundos en la región en
un contexto democrático, siendo comparable únicamente con el caso mexicano, caracteriza-
do por una impronta decisionista y una celeridad inusitada. Estos vertiginosos cambios, que
se conocen como la “reforma del Estado”, implicaron dos aristas bien diferenciadas. Por un
lado, una rearticulación en la relación entre Estado y sociedad, en el sentido de la atribución
de competencias entre una y otra, donde se intentó abandonar el esquema de matriz Estado-
céntrica basado en un modelo keynesiano de Estado empresario y regulador, para dar lugar a la
liberalización de las relaciones económicas en una matriz mercado-céntrica (García Delgado,
1994). En este modelo, la soberanía nacional y la justicia social desaparecen como conceptos,
así como la autonomía relativa del Estado respecto del capital. Sin embargo, el problema de
la soberanía es insoslayable porque implica una reflexión sobre los fundamentos de la legiti-
midad7. Este modelo potenció un capitalismo exportador, extractivista, de financiarización,
desregulado y concentrado, todo lo cual favoreció la evasión impositiva y la fuga de activos
al exterior. Fue hacia fines de la década del ´90 en que la soberanía popular devastada por el
mercado y las corporaciones -ya en la etapa del gobierno de la Alianza (1999-2001)- empezó
a manifestarse con puebladas en ciudades del interior del país, primero donde las políticas
públicas de apertura económica y privatizaciones habían desestructurado el tejido social y
productivo, para luego extenderse hasta los principales centros urbanos, en que llegó la crisis
final del modelo con el fin de roll over de la deuda externa, el cierre de Bancos y el “que se
vayan todos, que no quede ni uno solo” (García Delgado, 2003). En realidad, el Consenso de
Washington significó un proceso de despolitización de la política económica y naturalización
de la economía. El objetivo que se persiguió fue desposeer al poder político y en particular al
poder político democrático de la soberanía en el campo de la política económica.8
7 La soberanía hace aparecer a la democracia y a la justicia social no sólo como valores éticamente de-
seables, sino como un enfoque sistemáticamente necesario en un mundo de agentes heterogéneos, con
capacidades cognitivas limitadas, sometidas a un tiempo no reversible y en conformidad a un entorno
que no permanece inmóvil. La gobernanza global la sustituye y tampoco se atiende a los derechos socia-
les, ni al trabajo, dado que serían un estorbo para los empresarios y para su tasa de acumulación.
8 Véase: Sapir, J. (2004). Economistas contra la Democracia. Los intereses inconfesables de los falsos expertos
de la economía. Barcelona: Ediciones B.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
g) El modelo de desarrollo con inclusión (2003-2015). Este período coincide con la primera ola
progresista del siglo XXI de la que participaron junto con la crisis del modelo neoliberal del
Consensos de Washington, países como Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Honduras y Pa-
raguay. Asimismo, es contemporáneo con orientaciones económicas más heterodoxas o neo-
estructuralistas y con una suerte de crisis orgánicas de los sistemas de partidos tradicionales.
Asimismo, se potencia con el surgimiento de nuevos tipos de liderazgos políticos que recupe-
raron la política (García Delgado y Nosetto, 2006). Durante el kirchnerismo, en esta etapa
que va desde 2003 hasta 2015, se intentó cumplir con esos principios básicos de la tradición
nacional-popular, en cuanto a reconocer la primacía de la política, fortalecer las capacidades
estatales deterioradas por el modelo neoliberal (Cao, Rey y Laguado Duca, 2015), y a apuntar
a la mejora salarial, a los derechos obreros, paritarias libres, salarios extraordinarios por decreto
para elevar el nivel de vida y para expandir la capacidad ociosa de las empresas. Se incorporó
la idea de inclusión como forma de contraponer a los efectos generados por el surgimiento
de la nueva cuestión social durante el Consenso de Washington y se introdujo la idea de
un Estado orientado a derechos. Las políticas de ingresos semi-universales, como la AUH,
‘Conectar igualdad’, entre otras, intentaron incorporar a los sectores desempleados. Varios
elementos asociados a la tradición del desarrollo en su vertiente nacional-popular-democrática
caracterizaron a este período. En primer lugar, se plantea la necesidad de la equidad social, es
decir, una distribución del ingreso que como mínimo se acercara a una distribución funcional
del ingreso de 50 y 50. La segunda característica es una sociedad de derechos, que protege los
derechos sociales, humanos y de tercera generación. La tercera, se relaciona a una sociedad que
se reindustrializa y que trata de salir de la primarización y de la restricción externa, agravada
en ese momento por fuertes importaciones energéticas. Y, finalmente, la cuarta característica
es una pretensión de soberanía del Estado, de la defensa de la memoria, verdad y justicia, de
los derechos humanos en articulación con los movimientos sociales. Asimismo, esa preten-
sión de soberanía se reforzó mediante un posicionamiento manifestado en el “no al ALCA”
y en el impulso político al proceso de integración sudamericano. Fue durante esa primera
década y media de los gobiernos nacional-populares, democráticos y de izquierda cuando la
desigualdad se redujo más en la región, aumentaron los intercambios en sus países y creció la
demanda china de productos. Asimismo, la persecución política de la que fueron y han sido
víctimas sus líderes se debe precisamente a las políticas que arribaron a esa mayor justicia
social y autonomía económica. En la Argentina, la participación de los trabajadores en el PBI
fue en diciembre del 2015 del 51% igual que en el momento previo al golpe que instaurara
el terrorismo de Estado en el ´76. Se había realizado el pago total de la deuda al FMI en que
coincidió Néstor Kirchner con Inácio “Lula” da Silva, como una decisión tomada para que
ese organismo internacional nunca más pudiera dirigir la economía argentina, lo que luego
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
9 Wierzba, G. (2023). Cuando suene la hora de los pueblos. El Cohete a la Luna. 26/03/2023.
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Como síntesis de este recorrido histórico y tal como lo señalan Basualdo y Manzanelli
(2022) en la Argentina los conglomerados más concentrados tanto nacionales como extranjeros
no se caracterizan por procurar consolidar un modelo de desarrollo competitivo, diversificado e
innovador, sino por su propensión a concentrase, extranjerizarse, fugar divisas y desestabilizar a
los gobiernos populares. De este modo, queda de manifiesto la influencia decisiva de las corpora-
ciones en la ciclicidad y en un permanente retorno del país al pasado en cuanto a la implemen-
tación de teorías, de modelos económicos y de orientaciones políticas que ya habían demostrado
cabalmente su capacidad de restringir la soberanía y de condicionar las posibilidades de desarrollo
de la Argentina.
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En segundo lugar, por la aceptación del endeudamiento fraudulento por 45.000 millones
de dólares contraído con el FMI, con el aval político del entonces presidente de los Estados Uni-
dos, Donald Trump, tanto para posibilitar el triunfo del presidente Macri en el año 2019 como
por el interés de endeudar primero a la Argentina para alinearla luego geopolíticamente detrás
de la estrategia de ese país. Esta es, probablemente, la única forma de explicar el otorgamiento a
nuestro país del préstamo más grande de la historia del FMI. Dicho endeudamiento, a pesar de
los aspectos delictivos del mismo, fue “saneado” políticamente por la aprobación del Acuerdo con
el FMI realizada en el Congreso de la Nación en el año 2022; y presentado por Martín Guzmán
como de reestructuración de deuda. Pero, en realidad, fue de refinanciación con sobretasas inclui-
das, condicionalidades y revisiones trimestrales planteado comunicacionalmente al Congreso y a
la sociedad de forma dilemática como un chantaje: “es esto o es el default”.
Y, finalmente, en tercer lugar, el impacto que tuvo la guerra de Ucrania en las cuentas pú-
blicas, sobre todo por la pérdida de reservas que tuvo el Banco Central para importar gas licuado,
junto a las consecuencias en el aumento del precio de los alimentos, “la renta inesperada”, las
tarifas de servicios públicos y la inflación de tres dígitos que nunca se terminó de controlar. No
obstante, salarios formales por debajo de la línea de la pobreza, la precarización y el no control de
la inflación generaron desilusión e incertidumbre de la base electoral del Frente en las PASO en
2021, debido a la desaparición del IFE y a la no mejora de las condiciones de empleo o redistri-
butivas a la población de bajos recursos. A ello hay que sumarle los conflictos al interior de la coa-
lición gobernante entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández
de Kirchner por la orientación económica del gobierno a partir de la derrota electoral de 2021, y
sobre todo por la negociación con el FMI en 2022. En ese sentido, por la orientación impuesta
por el presidente Alberto Fernández a su gestión, un “progresismo moderado”, el diálogo con los
grandes grupos de interés resultaba la clave para un acuerdo post-kirchnerista. De esta forma,
buscaba alejarse de ese estilo político y, por ello, terminó legitimando el acuerdo con el Fondo y
las políticas de Martín Guzmán para generar un rumbo presuntamente de sustentabilidad y de
desarrollo, pero sin duda desvinculados del contrato electoral.
Un cúmulo importante de acciones estatales motorizaron una fenomenal traslación de in-
gresos públicos (es decir, del conjunto de la sociedad) a distintos estamentos del poder económico
local. En el marco del acuerdo con el FMI, ello no hace más que descargar el grueso del ajuste fis-
cal procurado sobre partidas del gasto público que podrían servir para “traccionar” el crecimiento
económico en una coyuntura (interna e internacional) por demás compleja e incierta: salarios
estatales, jubilaciones y pensiones, obra e inversión públicas, transferencias a las provincias, entre
otros. En este mismo sentido, Martín Schorr y Francisco Cantamutto (2023) señalan que: “la
implementación de tipos de cambio diferenciales para “estimular” exportaciones, una medida
que benefició en lo fundamental a los grandes intereses del sector agropecuario; la condonación
de deudas multimillonarias a algunas empresas prestadoras de servicios públicos regulados, aún
a pesar de los déficits ostensibles en que incurrieron, por caso, en lo referido al compromiso de
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10 Véase: Laguado, A. (2023). Sergio Massa en modo full monty. Artículos de coyuntura. Área de Estado
y Políticas Públicas. Buenos Aires: FLACSO Argentina.
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11 Laguado, A. (2023). Sergio Massa en modo full monty. Artículos de coyuntura. Área de Estado y Polí-
ticas Públicas. Buenos Aires: FLACSO Argentina.
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ganancias y política electorales. Esto de alguna manera ya fue teorizado por Noemi Klein (2007)
en su libro Doctrina del Shock. Allí, la autora muestra que el principal objetivo de la doctrina del
shock es desmantelar lo que queda del llamado Estado de Bienestar e instalar al mismo tiempo, el
neoliberalismo. El shock sirve para debilitar un gobierno popular y los desastres son una oportuni-
dad para llevar ese programa a su máxima expresión. El sistema capitalista, en forma sistemática,
se ha aprovechado de los grandes desastres para implementar y afianzar una serie de principios
favorables a los intereses de grupos económicos poderosos y privilegiados.”12
La debilidad del perfil oficialista no sólo en la prédica de los medios opositores contra el
gobierno “kirchnerista”, muestra niveles de concentración del ingreso inéditos en la última dé-
cada, potenciada por la inflación de precios que roza el 100% anual. En este sentido, la caída en
la participación de los trabajadores sobre el PBI en los últimos tres años supera en tres puntos
la caída inédita que imprimió el gobierno de Mauricio Macri, por lo cual no pudo reelegir y
acumula una baja de más de 10 puntos respecto del momento en que Cristina Kirchner dejó su
segundo gobierno. El esfuerzo oficialista en lo que resta del año debería modificar esta estructura
distributiva tan regresiva, mejorando con sumas fijas los salarios, las jubilaciones y las pensiones.
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No obstante, el gobierno del Frente de Todos, ahora Unidos por la Patria, requiere no sólo
esperar que los ingresos de los recursos naturales resuelvan sus problemas y las nuevas fuentes de
financiamiento, sino también medidas de corto y de mediano plazo audaces. En principio, en
términos políticos, es necesario generar una coalición política que triunfe en las PASO, junto a
un programa de transformación. Por otro lado, es preciso triunfar ante las opciones de derecha
tanto de la de Juntos por el Cambio como la de los Libertarios. En suma, se trata de una elección
en la cual se define la entrada, o no, de la Argentina al siglo XXI. Desde esta tensión se sugieren
algunas medidas para ese plan que pueden ser complementarias a los múltiples aportes que se
están realizando desde el campo nacional-popular y progresivo:
1. Frente a la actual situación económica y social, las remuneraciones deberían subir con una cifra a
determinar y por decreto del Poder Ejecutivo. Este incremento por única vez, no es algo descabe-
llado ni algo que ya no se haya hecho antes. Hay que avanzar con una suma fija, lo cual, no im-
plica necesariamente bloquear las negociaciones paritarias que por supuesto deben continuar.
2. Replantear una reestructuración de la deuda con el FMI e ir cancelando el capital para luego salir
del acuerdo. De lo contrario, difícilmente la Argentina recupere su soberanía y el control de su
propio destino. De no ser así, se profundizará este modelo de democracia ficcional que genera
apatía y desafección con la política argentina. Esto obstruye las posibilidades de desarrollo.
Uno de los mayores condicionamientos para la soberanía radica en la potestad que el FMI
tendrá hasta septiembre de 2024 como mínimo, fecha en la que se cumplirán los treinta meses
pautados. De ser aprobadas o no las revisiones trimestrales a las que está sometido nuestro
país, se mantendrá o no a la vinculación de la Argentina al sistema financiero internacional.
Por su parte, la situación que plantea la sequía indica que la Argentina deberá renegociar todas
las metas del acuerdo. Por lo tanto, la propuesta de Cristina Fernández de Kirchner es pagar
los compromisos con los saldos de la balanza comercial, cosa que todavía no es admitida por
la institución internacional.
3. Generar un plan de impuestos progresivos a las grandes corporaciones. Estas son las que tienen
más ganancias dado que, por el ajuste por inflación, disminuyen sus ganancias y aumentan
sus costos. Así se produce la paradoja por la cual los sectores medios y populares terminan
pagando más impuestos que los ricos. Esto supone reforzar la tarea y la coordinación de las
agencias de control, tales como la AFIP, la Aduana, la SIGEN, la AGN, OA, entre otras, para
reducir la impunidad de los habituales mecanismos de delincuencia económica (como de
elusión o evasión de impuestos, sub y sobrefacturación de contratos, contrabando, alquiler de
cautelares, entre otros). Más aun cuando la necesidad de divisas es tan crucial para evitar una
devaluación. Es claro que ello requiere de una futura reforma del Poder Judicial (Comodoro
Py, Corte Suprema como el Fuero contencioso administrativo).
4. Afirmar la autonomía relativa del Estado y aumentar las capacidades estatales. Ello implica, en-
tre otras medidas, la creación de empresas públicas nacionales en áreas de recursos naturales
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En síntesis
Nos resta señalar que para relacionar democracia, corporaciones y modelo de desarrollo es necesario
hacer una reflexión sobre el poder y sobre el riesgo de pensar que la resolución de los problemas
argentinos, el “empate permanente” entre bloques históricos o del recurrente ciclo de stop and go,
sea mediante una respuesta que la tienen los tecnócratas, por más buenas ideas que tengan o lo
bien intencionados que sean.
El escenario político que enfrentamos es complejo y requiere de la política y de la capacidad
estratégica tanto para bajar la inflación, disminuir la precarización y para mejorar los ingresos de
la población junto al armado de una coalición competitiva que pueda enfrentar a las propuestas
neoliberales que expresa la derecha en sus dos variantes.
La falta de una visión estratégica para revertir los problemas estructurales de la economía
argentina y responder a los desafíos del contexto mundial son evidentes. Ahora bien, no va a ser
por arte de magia cómo se revertirá el debilitamiento del campo político que debería estar llama-
do a representar a las grandes mayorías nacionales en un proceso de recuperación del bienestar y
la soberanía de nuestra sociedad. Se trata de contar con un liderazgo con audacia y con un pro-
grama consistente que abra el futuro y las oportunidades del cambio que se están produciendo.
Recuperar sentido comunitario y generar propuestas innovadoras más que reproducir retóricas
que generan bronca con la clase política, escepticismo e individualismo.
En suma, frente al poder corporativo económico y financiero, mediático, judicial y político
de las derechas se requiere fortalecer el poder político, las capacidades estatales y la democracia ge-
nerando una propuesta electoral competitiva y programática lo suficientemente transformadora
que pueda suscitar esperanza y aprovechar las iniciativas que surgen desde diversos campos de la
sociedad. Asimismo, que se pueda aprovechar la coyuntura de cambio del poder global y regional
y las oportunidades económicas y productivas que presenta el escenario económico nacional para
modificar la matriz productiva, liberándola de los problemas de la restricción externa, como para
apoyar en América del Sur un proceso de integración amplio que configure un polo de poder.
De construir un horizonte de futuro más esperanzador que convoque a las mayorías populares
para gestar un modelo de desarrollo sustentable e inclusivo y no para un modelo de crecimiento
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CAPÍTULO III
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CAPÍTULO III
Introducción
La nueva cuestión social en el siglo XXI adopta características distintas a las del siglo XIX y a las
de mediados del siglo XX, las cuales asumían la explotación y las malas condiciones de trabajo. El
capitalismo welfarista intentó superarlas con el reconocimiento y la ampliación de derechos (Rosan-
vallon, 1999). También es diferente de las características configuradas inicialmente por el capitalismo
de financiarización, la globalización y el Consenso de Washington que se tematizó como exclusión
social (Castels, 2001), o como el fin del trabajo (Rifkin, 1995). Por eso, la nueva cuestión social en el
capitalismo del siglo XXI (Piketty, 2014) a la que haremos referencia en este capítulo pone el eje en la
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sistencia del movimiento obrero, en la medida que todavía existía un capitalismo de industrialización
sustitutivo, lógicas de mercado interno y un cierto interés del consumo vinculado a la producción.
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1 El universo de los informales dio el primer gran un salto en los años de la dictadura militar, en el primer
neoliberalismo, que comenzó con una tasa cercana al 15,0%, para terminar cerca del 20,0%. Luego, el
otro incremento considerable se registró en la década de los ´90, es decir, el segundo salto, al alcanzar
el 35% en el 2001. Y después del estallido de la convertibilidad, subió al récord de 44,5% en 2004.
Desde entonces, retrocedió hasta un mínimo de 30,2% en 2015, para luego iniciar una persistente alza
con algunos períodos de retroceso, pero sin alcanzar ese umbral. Pero el último registro del INDEC fue
37,4% correspondiente al 2022 y en la actualidad sigue en ascenso.
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dores informales, independientes, sin patrón y sin derechos sociales y laborales. En la Argentina,
una porción significativa de este conjunto lo representan los trabajadores de la economía popular,
algunos organizados laboralmente en cooperativas que desarrollan vínculos con partidos políticos
y movimientos sociales u otros y se desempeñan como trabajadores independientes. Si bien, en
los primeros años del siglo XXI, se generó empleo privado, en los últimos años este proceso fue
menguando y actualmente convivimos con una alta tasa de actividad económica, pero con un
porcentaje muy alto de informalidad. Según el INDEC, para el tercer trimestre de 2022, el 37,4%,
es decir 3,5 millones de las y los asalariados, eran informales. A su vez, de la población ocupada
(44,2%), un 23,5% trabajaba por cuenta propia. Y, por último, había un 7,1% de desocupación
que entre las mujeres creció al 7,8%. Pero hoy tenemos una nueva situación en la que las y los tra-
bajadores con derechos son menos que las y los trabajadores sin derechos. Vale decir que, sacando
los planes sociales, cerca del 52% está en situación de pobreza. Al respecto, señala Martín Burgos
(2023): “nuestro mercado de trabajo muestra una paradoja. Por un lado, aparece la figura de los
trabajadores pobres, los que no llegan a cubrir la canasta básica de pobreza valuada en 120 mil
pesos para una familia, con un atraso notable del salario mínimo vital y móvil de 55 mil pesos y,
por otro lado, la tasa de desempleo es muy baja en términos históricos (6,9%), similar a los mejores
guarismos del kirchnerismo (2013-2015).” Esto quiere decir que el crecimiento económico regis-
trado luego de la salida de la pandemia no se corresponde con una baja sostenida de la pobreza y
de la indigencia. Por el contrario, los elevados niveles de inflación y la persistente puja distributiva
indican un deterioro del salario real de los trabajadores que consolida un modelo de desarrollo con
deterioro de empleo y de la distribución del ingreso regresiva. Queda así constituida una nueva
clase social a la que el economista inglés Guy Standing (2013) denomina como el precariado.
A diferencia del proletariado, esta nueva clase social no está dentro del sistema en una for-
ma estable. Tampoco remite a la categoría de “ejército industrial de reserva” (Marx, 2001) ni a la
noción de “masa marginal” (Nun, 2010), sino que se trata de un desocupado intermitente o un
trabajador ocupado (con o sin relación salarial) pero en condiciones altamente precarias. Ello des-
cribe una situación particular y novedosa que se profundiza desde el auge y la consolidación del
neoliberalismo tardío. El precario padece la desesperación de encontrar un empleo cuando no lo
posee y padece la desesperación de conservarlo el mayor tiempo posible cuando sí lo posee. El pre-
cariado ingresa y egresa permanentemente del sistema, posee trabajos temporales, mal pagos y, por
supuesto, inestables. No posee certidumbre económica ni laboral alguna. “El precario no posee un
“para sí” que implique proyectar o planificar su vida a mediano o a largo plazo porque se le vuelve
difícil. A menudo, no posee vivienda propia y es condenado a ser inquilino de por vida. Está pri-
vado de un hogar estable y de constituir una familia, pues los costos son realmente muy altos. Con
el neoliberalismo globalizado, el Estado social, ético y de bienestar se esfuma; y queda solamente la
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2 Bertoglio, E. (2023). Dialéctica de la globalización neoliberal. Resucitar a Hegel para domar a la bestia.
Página/12, Suplemento Cash. 26-02-23.
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los hechos. El porcentaje de trabajadores asalariados no registrados llegó al 42% del total de los
empleados por el sector privado cuando, en 2019, esa relación llegaba al 40%.”
El hecho de que la clase precaria no deja de crecer en la tercera década del siglo XXI, hace
difícil pensar que se pueda volver a un modelo de sociedad en donde todos tengan empleo formal
con derechos. Ello no implica que dentro de esta clase social surjan movimientos u organizaciones
sociales que sean receptores de planes, postulen soluciones progresivas para estos sectores o que
necesariamente se convierta en una clase peligrosa como fuera en su momento para la burguesía
el proletariado industrial por las potenciales implosiones sociales, sino también la capacidad de
organizarse social y políticamente. En el nuevo capitalismo, cambian las formas de organización y
de representación de lo social y, asimismo, se reformula la estructura social y el mercado de trabajo.
El impacto de la revolución digital en la organización y en la división del trabajo es por lo menos
tan considerable como la precedente revolución industrial que, como sabemos, dio lugar al Estado
social o Estado de Bienestar3. Las organizaciones de la economía popular y solidaria son algunos de
los aspectos positivos de una cultura organizacional y de propuestas en la constitución de un tercer
sector de la economía que, a diferencia del sector público y del privado, buscan formalizar lo que
genera valor a partir de una relación entre el mercado y el Estado.
El sistema previsional también es un problema global no resuelto para el precariado. Cuando se
analiza el panorama del sistema previsional y del empleo se oculta lo relevante: el mundo empresarial
es el principal responsable de la fragilidad del régimen jubilatorio por el elevado grado de informalidad
laboral. La contratación ilegal no es una elección del trabajador, sino una decisión del empresario. En
una instancia posterior, aparece la responsabilidad del Estado por la debilidad en la fiscalización en las
formas de contrataciones en el mercado laboral. Los trabajadores informales tienen empleos de mala
calidad, salarios bajos, largas jornadas de trabajo, falta de acceso a oportunidades de capacitación, difi-
cultades para acceder al sistema judicial y al régimen de protección social, incluyendo el previsional y
de salud en el trabajo (ART) y en la obra social gremial o prepaga. El empresario que contrata informa-
les no realiza aportes previsionales y, por lo tanto, el trabajador no puede contabilizar años de aportes
en el sistema para alcanzar los 30 años necesarios para acceder a una jubilación digna (Zaiat, 2023).4
Conjuntamente con este proceso de cambios en el mercado de trabajo y en las caracte-
rísticas de la cuestión social, crece otro sub-sector principalmente en las grandes ciudades: los
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5 Véase, Unicef (2023) donde en el último informe se da cuenta del deterioro de la situación de la pobre-
za y de la niñez en la Argentina. Disponible en: https://www.unicef.org/argentina/informes/pobreza-
monetaria-y-privaciones-no-monetarias-en-ni%C3%B1as-ni%C3%B1os-y-adolescentes-en-argentina
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los ciudadanos participantes por modificar una tarifa o requerir información. Por lo tanto, eso no
alcanza. Los ciudadanos organizados tampoco son escuchados en su lucha por el “derechos a la
ciudad”, la defensa del espacio público, el acceso a los espacios verdes, la naturaleza y el acceso al
río, en contra la invasión de cemento y de desarrollo inmobiliarios con fines especulativos.6 Eso
lo decide la clase política en alianza con el sector inmobiliario que configura la ciudad particular-
mente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tampoco hay posibilidades de ejercer la demo-
cracia directa mediante los instrumentos que sin embargo figuran en la Constitución del 1994.
Es un derecho constitucional que posibilitaría la revocatoria, la iniciativa popular, el referéndum,
pero está hecho con complejidades que hacen difícil que se pueda implementar.
De esta forma, la defensa del espacio público que hacen los movimientos urbanos choca
con la falta de instrumentos participativos que sean vinculantes, de manera que la alianza del
capital inmobiliario con la elite política obtura la posibilidad de canalizar estas protestas a favor
del derecho a la ciudad. Bajo este este escenario, la democracia representativa empieza a ser una
ficción porque ya no representa ni actúa en favor de las mayorías ni se cumplen las promesas elec-
torales, sino que en realidad representa a otros intereses minoritarios como son los de las finanzas,
de los medios especuladores, los rentistas y privilegiados y de las elites políticas.
6 Cravino, Ma. C. (Comp.). (2023). Derecho a la ciudad en América Latina. Políticas públicas y reforma
urbano y mercado del suelo. Buenos Aires: Ediciones UNGS.
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disponibilidad para distopías y operaciones de extrema derecha como fue el intento de magnicidio
de Cristina Fernández de Kirchner. De acuerdo con Francis Dubet (2004), si nos concentramos en
la perspectiva de Émile Durkheim, debe explicarse que lo que entró en crisis es un modelo de organi-
zación de lo social afianzado en la sacralización de lo colectivo. Aquí la desigualdad, la vulnerabilidad
y la inseguridad van de la mano del individualismo creciente. Los barrios pobres son inseguros, y los
sectores vulnerables –tanto populares como medios– tienen problemas para mantener vínculos esta-
bles. Al respecto Dubet puntualiza: “No se demanda tanto igualdad (algo específico de la sociedad de
clases) sino seguridad, es la inscripción de la ¨sociedad insegura¨.” (2021: 22). Esto abre el interrogante
sobre qué hacer con esta creciente inseguridad. ¿De dónde sacar los recursos para combatirla? Se instala
la necesidad de generar consensos en la sociedad y en la clase política de que así no se puede seguir.
Por otro lado, también habilita a preguntarnos si lo que se va a pagar en la deuda externa no
debería ir primero a eliminar la indigencia, a la reducción de la pobreza, del hambre y a apoyar la
generación de trabajo y los recursos humanos en seguridad bien formados. ¿Qué democracia se
fortalece de este modo en sociedades anómicas? La incertidumbre de barrios ensombrecidos por la
violencia, la ausencia del Estado, la proliferación de bandas delictivas, de barras bravas vinculadas
a la policía y la recurrencia de asesinatos y mensajes mafiosos promovidos por el narcotráfico como
se muestran en Rosario, por ejemplo, hacen que el ala dura de la derecha hable de militarizar el
conflicto, de la necesidad de enviar el ejército y de generar el despliegue de las fuerzas de seguridad
en los grandes centros urbanos. Pero el avance del narcotráfico no es un tema solamente militar,
sino social, económico y hasta geopolítico. Hay que revertir las causas y no sólo trabajar para
mitigar los efectos. Saber por dónde se lava el dinero de la droga; terminar con la privatización
de los puertos de la provincia donde una parte de esta fluye hacia otros destinos y salir también
del enfoque punitorio sobre las drogas que preconiza Estados Unidos a través de la DEA como
forma de terminar con el narcotráfico. El envío per se de más gendarmes o del ejército, sin un
enfoque más amplio, puede conducir al fracaso tal como ocurrió en México y Colombia, donde
se han aplicado estos métodos. Como señala Carlos del Frade (2023): “(e)n determinados barrios
de Rosario tenemos gobiernos de facto donde las bandas narco-policiales imponen las relaciones
económicas, laborales, las fiestas donde terminan capturando chicos y chicas, e incluso el ritmo de
alquileres como si fueran inmobiliarias, a través de las usurpaciones”.
3. Oportunidades y propuestas
A partir del anterior diagnóstico, nos proponemos ahora responder a algunos interrogantes en torno a
esta nueva cuestión social. ¿Se profundizará el actual modelo que genera crecimiento económico, pero
empleos por debajo de la línea de la pobreza y con alta precarización? La política social, en articula-
ción con cambios profundos en el modelo de desarrollo, ¿logrará suturar las brechas sociales, generar
inclusión? O, por el contrario, ¿seguirá siendo como hasta el momento un mero instrumento para
garantizar la contención de la pobreza y de la indigencia? O peor aún, ¿se criminalizará y se reprimirá
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la protesta social con nuevas armas y condicionamientos por parte de la derecha? ¿O se convertirá la
sociedad en un mercado donde todo, hasta las cuestiones humanas básicas, pueden comercializarse?
Entonces, frente a esta nueva cuestión social y a los muchos esfuerzos que se hacen desde
municipios, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales, o desde el propio Estado
nacional, se pueden sugerir algunas políticas a modo de propuestas:
1. En el corto plazo, se trata de subir los salarios por decreto y mejorar las jubilaciones. No alcanzan las
paritarias porque siempre van detrás de la inflación y la inflación trabaja por memoria inercial. Re-
comendamos empezar en lo inmediato por lograr una suma fija para levantar los salarios más bajos
que se deprecian mes tras mes. También se necesita aumentar el Salario Mínimo Vital y Móvil, ya
que las prestaciones de la política social están asociadas a ellas. Y disminuir el tiempo de trabajo y
dar participación a los trabajadores en las ganancias de las empresas. Asimismo, es necesario aumen-
tar las jubilaciones mínimas y medias para mejorar el poder adquisitivo de las y los jubilados. Tam-
bién aplicar instrumentos legales como sanciones, multas, clausuras y la ley de desabastecimiento
para contener el aumento de los precios, entre otros, cuando se comprueben incumplimientos
flagrantes. Por el contrario, grabar a rentistas y perseguir penalmente a evasores, especuladores y
a aquellos que generan lavado, contrabando y todo tipo de economías ilegales. Además, generar
impuestos progresivos a los sectores concentrados del capital que permitan disminuir desigualdades
y sostener políticas como urbanización de barrios, infraestructura del cuidado, obra pública, salud y
educación, entre otros, que mejoren las condiciones de vida de los sectores bajos y medios.
2. Garantizar el acceso a una alimentación de calidad y con precios accesibles. Para disminuir la pobreza
y la indigencia es preciso aumentar el consumo de amplios segmentos de los sectores medios y
bajos que actualmente están en situación de subconsumo por la falta de ingresos. Esto requiere
mejorar los ingresos de los trabajadores y sectores medios y establecer una canasta de alimentos
esenciales de calidad a precios accesibles. Para eso hay que aumentar y desconcentrar la producción
de alimentos mediante la creación de mercados de proximidad en todos los pueblos y ciudades del
país y brindar apoyo técnico, financiamiento, acceso a tierras fiscales e infraestructura para que los
pequeños productores rurales, de la agricultura familiar y de movimientos sociales de la economía
popular incrementen la producción de alimentos. También se podría crear un Ministerio de la Ali-
mentación y una empresa pública de alimentos, ya sea nacional, provinciales o municipales, para
abordar esta cuestión. No sólo incrementando las exportaciones de alimentos –más allá del aporte
de divisas que efectivamente puedan hacer– es que podremos revertir la situación actual, si además
no garantizamos la seguridad alimentaria mediante la regulación de los sectores exportadores, el
control efectivo de los precios y la generación de nuevos canales de comercialización, mercados
de proximidad y el fomento de la producción de la agricultura familiar y la economía popular.
3. Garantizar el derecho a la ciudad: es necesario reforzar la Ley de alquileres con mayores controles
públicos para posibilitar el acceso a la vivienda y dar respuestas a los inquilinos en el corto plazo.
También se requiere generar políticas para el acceso a la tierra y al suelo urbano. Es preciso avan-
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7 Véase: Cravino, M. C. (Comp.). (2023). Derecho a la ciudad en América Latina. Tomo I y II. Buenos
Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
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próximas décadas. También requiere mejorar la capacitación de las y los docentes para enseñar
contenidos tecnológicos, mejorar la infraestructura, el equipamiento y, claro, los salarios do-
centes. De lo contrario, no podremos formar a las y los jóvenes que demandará el mercado de
trabajo, ni podremos modificar la estructura productiva ni disminuir las desigualdades. La edu-
cación debe seguir siendo el principal mecanismo de movilidad social ascendente. Es preciso
también aumentar la capacitación en relación a la demanda generalizada de los nuevos trabajos
vinculados a internet, TIC´s, ingeniería de sistemas y empresas la sociedad digital. Alentar la
generación de programadores, ingenieros en sistemas y negociar con las empresas los procesos
de generación de empleo y la robotización. Esto va a requerir el poder ir más allá de los planes
como Conectar igualdad y concebir el acceso a internet como un derecho social.
7. Potenciar la economía social, solidaria y popular. Se trata de un sector que requiere ser sustentable ba-
sado en la formalización del trabajo. Es preciso generar una agencia social específica o un Ministerio
de la economía popular para su institucionalización como un actor económico y social relevante en
el marco de un modelo de desarrollo productivo, inclusivo y sustentable. Al mismo tiempo, es ne-
cesario promover su vínculo con el mercado y para eso es preciso capacitarse, mejorar su condición
económica y la formalización laboral de sus miembros. Se puede considerar que la informalidad
es parte del problema, pero también podría ser parte de la solución en el sentido de que existen
más de 5.000 barrios populares y asentamientos para urbanizar, construir casas y generar servicios.
También es necesario avanzar en la producción de alimentos orgánicos y asegurar una alimentación
saludable para los sectores populares, ya que es una condición para la sustentabilidad de la misma.
Cierre
La nueva cuestión social entendida a partir de la creciente desigualdad, precarización, movilidad des-
cendente, inseguridad y pobreza junto a una inflación estructural, implican condicionamientos para
una vida social más plena y para una democracia que no sea una mera ficción procedimental. Se corre
el riesgo de la dilución del sentido mismo de la democracia que supone asociar libertad con igualdad,
y que, a su vez, potencia la insatisfacción que genera esta situación al ser recuperada por movimientos
y partidos de extrema derecha y regresivos en derechos humanos, laborales y ciudadanos.
Asimismo, es necesario decir que la dirigencia política tiene una parte significativa de res-
ponsabilidad en esta situación, tanto en la gestión de gobierno que realizó Cambiemos, como en
la falta de cumplimientos de promesas electoral por parte del Frente de Todos.
En suma, la democracia tiene una correlación directa y negativa con la desigualdad y con
la incertidumbre sobre el futuro. A mayor desigualdad, precarización y descenso social, menos
democracia, más desconfianza de los ciudadanos sobre ésta y la política y más violencia social e
institucional. Se corre el riesgo de que los ciudadanos, con prescindencia de su cercanía al oficia-
lismo o a la oposición, concurran a las elecciones nacionales de este año 2023 con expectativas
93
Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
débiles. Este escenario implica un desafío muy fuerte para el campo popular y para la coalición
que lo represente, al demostrar si es capaz de revertir el desencanto y la incertidumbre actuales,
afirmando la posibilidad y la voluntad política de generar una sociedad más justa, con mejores
salarios, con calidad de vida y, sobre todo, con futuro para las y los jóvenes.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
CAPÍTULO IV
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CAPITULO IV
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
Introducción
La República Argentina en su inserción internacional ha tenido claros referentes en los países centra-
les occidentales. En ese sentido, tuvo una fuerte dependencia de Gran Bretaña, luego de los Estados
Unidos, con períodos en que esta relación fue atenuada por gobiernos populares y de no alinea-
miento como en los casos del peronismo en la Segunda Guerra Mundial, y en la experiencia de los
Kirchner a comienzos de este siglo. Mientras que otras donde lo neoliberal en particular reincorporó
alineamientos del país casi neocoloniales con los Estados Unidos, como fuera el caso del gobierno
de Carlos Menem en el Consenso de Washington, y el gobierno de Mauricio Macri, con su apoyo al
grupo de Lima para intervenir en Venezuela, la agenda de la OEA y el endeudamiento con el FMI.
Ahora bien, el Frente de Todos se propuso inicialmente lograr un no alineamiento activo, evitando
confrontar, pero aumentar el margen de autonomía e inicialmente vincularse también con la Unión
Europea, Rusia, las BRICS y logrando una expresión significativa en la visita del Presidente Alberto
Fernández a China en el año 2022. Después esta orientación volvió a cambiar con la guerra proxy de
la OTAN contra Rusia a través de Ucrania y particularmente con la negociación del acuerdo con el
FMI. Además, esta vinculación con China y la versión multipolaridad se mostró más débil durante
2022, y los viajes a Washington y a las instituciones bajo su hegemonía se hicieron más frecuentes
mostrando una suerte de neo-alineamiento no demasiado explícito del gobierno del Frente de To-
dos. Por último, en el tramo de normalización de la economía de este gobierno hay un nuevo viraje
en el posicionamiento internacional -tal vez impulsado por la acuciante necesidad de juntar reservas
para evitar una devaluación o de corrida cambiaria y desestabilizadora como presiona la derecha y el
FMI- con el viaje del Ministro de economía Sergio Massa a China, con la entrada de la Argentina
como miembro al Banco de Desarrollo que dirige Dilma Rousseff en Shanghai y la promesa de la
pronta entrada a las BRICS. De este modo, nuestro país se vuelve a incorporar como un actor con
alcance global, aliado regionalmente con Brasil y más equilibrado internacionalmente dificultando
que los Estados Unidos pueda ejercer toda su presión tanto para para aislar a China del Cono Sur
como para condicionar financieramente a la Argentina a su propia agenda e intereses.
Si como señala Leo Strauss (citado por Nosetto, 2022), con el advenimiento de la moder-
nidad la cuestión del poder queda colocada en el centro de la reflexión política sistemática, a ello
podríamos agregar que con el advenimiento de la posmodernidad, la globalización, la guerra hi-
brida y la crisis financiera global, la cuestión geopolítica pasa a estar en el centro de la reflexión po-
lítica. De hecho, nos encontramos en un contexto internacional sustancialmente distinto a los 30
años que siguieron a la crisis motivada por la caída del Muro de Berlín y donde se pregonaba por
entonces el “fin de la historia” (Fukuyama, 1992), “el fin del trabajo” (Rifkin, 1996) y, en cierto
sentido, la reafirmación de la hegemonía norteamericana del capitalismo, de la democracia liberal
y de un mundo en “base a reglas” a nivel mundial, luego de dos siglos de hegemonía occidental
sobre el mundo. Sin duda, se trata de un escenario totalmente distinto, de una crisis proveniente
100
Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
del desafío a esa hegemonía, la propuesta de un mundo multipolar diferente y de un nuevo orden
mundial que generan China, las BRICS y el sur global.
Lo cierto es que en este conflicto unipolaridad versus multipolaridad se define la contradic-
ción principal sobre el poder mundial que afecta y que afectará a todos los países del planeta en
este siglo. En ese escenario internacional de dos bloques antagónicos que se desglobalizan en una
‘guerra híbrida’ se contemplan todas las dimensiones -la militar, económica, tecnológica, comercial
y cultural-. América Latina se encuentra como un continente en disputa entre los Estados Unidos
y China. Así, para la Argentina, esta guerra va definiendo también los precios internacionales de
bienes esenciales en alza que produce como energía, agro-alimentos, minerales, entre otros, donde
nuestro país y los de la región recibieron el impacto de este proceso en el año 2022 por una doble
vía. Por un lado, el encarecimiento de las importaciones de combustible y, por el otro, el aumento
de los precios de las de los commodities agroindustriales y el consiguiente impacto inflacionario
sobre los alimentos. El conflicto generado por la guerra hibrida tiene una doble valencia para la
democracia. Por un lado, la negativa por el debilitamiento del crecimiento económico que genera
y, por lo tanto, de los gobiernos para poder satisfacer demandas1. Por otro lado, en su aspecto
más positivo, para fortalecer la democracia, depende de la autonomía estratégica que sepamos
desarrollar, fortalecer la soberanía nacional y con ello también encarar inversiones y un modelo de
desarrollo no reprimizador, con base tecnológica, industrial y, por supuesto, inclusivo.
De esta forma, en la primera parte de este capítulo, identificaremos las principales tenden-
cias que permiten afirmar la existencia de la configuración de un nuevo orden multipolar y la
crisis de hegemonía de los Estados Unidos. En la segunda, describiremos la dinámica que adquie-
re la geopolítica que desarrolla la potencia regional de los Estados Unidos sobre América Latina
para asegurarse del control de los recursos naturales y mantener su preeminencia en la disputa
geopolítica que mantiene con China. En la tercera parte, analizaremos cuáles son las acciones
que generan los países de la región para lograr autonomía estratégica o mayores prerrogativas
en sus políticas internacionales. Finalmente, en la cuarta parte, veremos las oportunidades del
surgimiento del orden mundial, en particular para la Argentina y para fortalecer su democracia
o, por el contrario, los riesgos para nuestro país que presenta el avance de derecha internacional
y la posibilidad de configurar una factoría reprimarizada cada vez más vinculada a las decisiones
de los sectores financieros y de acumulación concentrados.
1 Como señala la CEPAL (2023): “Las economías de América Latina y el Caribe enfrentan en 2023 un
complejo escenario externo, marcado por bajo crecimiento en la actividad económica y del comercio
mundial. A las alzas experimentadas por las tasas de interés a nivel mundial se agregaron las turbulencias
financieras observada a comienzos de marzo (de 2023), lo que ha acentuado la incertidumbre y la vola-
tilidad de los mercados financieros.” De allí que según la CEPAL, América Latina y el Caribe crecerían
en 2023 un 1,2% y América del Sur como subregión registraría la menor tasa de crecimiento de América
Latina con el 0,6% en 2023.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
2 El acuerdo entre los bancos centrales de Rusia e Irán es un paso más en el proceso de desdolarización
de la economía mundial. Todo ello está integrado al acuerdo establecido en septiembre de 2022 entre el
Presidente ruso Vladimir Putin y el Presidente chino, Xi Jimping, en Samarcanda, apostando al forta-
lecimiento del mundo multipolar. Como señala Emir Sader: “La dimensión mundial de esta tendencia
se combina con la formación y fortalecimiento de los BRICS. En 2023, profundizarán el desarrollo de
sus sistemas de pagos financieros mutuos en su propia moneda de reserva. Hay por lo menos 12 países
candidatos confirmados para unirse a los BRICS, incluida Argentina, Irán, Arabia Saudita e Indonesia”.
Sader, E. (2023). “La desdolarización del mundo”. Página/12. 22-02-23.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
otros países de que podrían sufrir una suerte similar. Vemos así que hay una búsqueda de autonomía
en este movimiento que cuestiona uno de los principales instrumentos de la hegemonía global.
La cuarta tendencia hacia la multipolaridad está comprendida en la crisis de las instituciones
multilaterales tradicionales forjadas bajo la hegemonía estadounidense-británica en la segunda posgue-
rra (Bretton Woods en 1944) FMI, BM, OMC, entre otros, y, junto a este contexto, la emergencia de
nuevas instituciones multilaterales tanto regionales (la Comunidad de Estados de Latinoamericanos
y Caribeños) como extra-regionales; la Asociación Económica Integral Regional en Asia Pacífico; la
Unión Económica Euroasiática, el Grupo de Shanghái, entre otros), como de alcance mundial (los
BRICS-plus, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura),
que expresan la nueva realidad multipolar y la búsqueda por avanzar hacia otro ordenamiento mun-
dial. Se pone en cuestionamiento la misma eficacia de las Naciones Unidas para resolver conflictos de
carácter internacional. Los países emergentes y BRICS están pidiendo ampliar el Consejo de Seguri-
dad con otros miembros. Los señalamientos críticos que hacen las BRICS a los miembros de la OTAN
muestran el uso de un derecho público internacional de doble estándar del que ha hecho los Estados
Unidos en esta etapa de hegemonía y que ahora promueve desconfianza entre los principales actores
internacionales en cuanto a las posibilidades de establecer acuerdos diplomáticos y cooperativos en
favor del ambiente cuando tienden a predominar solo las relaciones de fuerza y militares.
A partir de la enumeración de estas cuatro tendencias hacia la multipolaridad, podemos afir-
mar que se está gestando un pasaje de la unipolaridad a la multipolaridad, a la pérdida del poder
‘blando’ de los Estados Unidos y al relato civilizatorio del occidente colectivo. En consecuencia, la
emergencia de un nuevo orden multipolar, con otro relato que enfatiza la cooperación y no las san-
ciones, la paz y no el conflicto, todavía es incipiente y dinámico en sus contornos y transformaciones
operantes. También debemos señalar la resistencia de las elites globales que detentaban la hegemonía
y el excepcionalísimo que persisten en su tendencia a recuperarla apelando a los mismos métodos de
imposición. Las elites globales y neoconservadoras de Washington y Bruselas y la OTAN siguen in-
sistiendo en su proyecto de control global, dividendo las sociedades, provocan conflictos sangrientos
y golpes de Estado o sanciones a todos aquellos países que no se subordinan a su agenda.
Este cambio de las relaciones de poder que da lugar a otro orden mundial, además del surgi-
miento de China como potencia emergente en los últimos veinte años, presenta tres errores estraté-
gicos cometidos por la OTAN en su penetración hacia Europa del Este para intentar dominar a la
Federación Rusa generando un golpe de Estado en Ucrania en 2014 para sacar un presidente demo-
crático más vinculado a Rusia, para poner otro anti-Federación, y preparar al ejercito ucraniano para
atacar el Donbast sin tener en cuenta los acuerdos de Minsk. El primer error es que consideraban
que las sanciones económicas y financieras destrozarían a Rusia rápidamente, generarían turbulen-
cias políticas y harían caer rápidamente el régimen de Putin. No funcionó. Este se constituyó en un
líder más afirmado entre su propio pueblo. El segundo error fue la presunción de que esas sanciones
como el congelamiento de activos rusos en el exterior terminarían por “dinamitar” la economía rusa
y permitirán a las elites y a los grupos de intereses globales de occidente fragmentar geográfica y po-
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
líticamente a Rusia para generar allí sus propios negocios. En sentido inverso, muchos países vieron
con temor la utilización de la moneda de reserva mundial como arma de guerra, empezaron a traba-
jar con la desdolarización y a sacar sus activos de bancos de la Unión Europea y de los Estados Uni-
dos. Además, la Unión Europea se anotició de que tenía un rol subordinado en esta estrategia y que
el G-7 era en realidad el G-1, considerando a los Estados Unidos y tal vez a Gran Bretaña, es decir,
el bloque anglosajón como dominantes. Asimismo, esto generó para Europa un efecto boomerang de
las sanciones en su propio territorio, con aumentos en la energía, servicios, recesión en Alemania y
descontentos sociales en varios países, particularmente de Francia. El tercer error fue anoticiarse de
que se configuraba una fuerte alianza de Rusia con China a partir de la guerra híbrida. Sus analistas
suponían que China se mantendría aparte del conflicto o se pronunciaría contra la invasión.
¿Por qué la relación entre China y la Federación Rusa se estrechó a partir de la guerra en
Ucrania? Porque la preocupación por la seguridad en Asia Central es uno de los temas que han
llevado a coordinar acciones en la región a estos países. Para ello, se ha firmado la Organización del
Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), liderada por Rusia y la Organización de Cooperación de
Shanghai (OCS), impulsada fundamentalmente por China y conducida en conjunto con Moscú.
Ante el avance económico de la RPC en Asia Central, Rusia decidió concentrarse en aprovechar
las ganancias de este ascenso, por lo que no percibió a China como una amenaza, sino como una
oportunidad. Esto explicaría, como señala Gustavo Ng (2023) que el Kremlin haya desplegado una
estrategia de “acoplamiento por interés” mientras el costo de competir con China sería muy alto. La
conjunción de China y Rusia en Asia Central remite directamente al gran escenario trabajado por la
cumbre de China y Asia Central, y ese gran escenario es Eurasia.3 De este modo, se configuró una
alianza sólida entre estas dos potencias que se complementaban en energía, alimentos, productos
industriales, tecnología y capacidades militares. Desde ese momento, todos los intentos de distan-
ciar a China sobre Rusia han fracasado, lo mismo que detener el ascenso y la influencia de China
a nivel mundial. Esta alianza ayudó a configurar acuerdos de paz e integración de Eurasia y el Asia
profunda y Medio Oriente, lo que es parte del nuevo orden mundial en gestación. En la cumbre
del G-7 realizada en Hiroshima en mayo de 2023, los países que allí participaron explicitaron un
potencial rumbo a seguir de esa alianza: “El mensaje fue claro: la amistad chino-rusa “sin límites”
está teniendo graves consecuencias en la forma en que otras potencias perciben a China”.4
3 Gustavo Ng (2023). El ascenso de Eurasia. China y Asia Central, pulso del reordenamiento global en
marcha. El Cohete a la Luna. 28-05-2023.
4 Nouriel Roubini (2023): “America and China Are on a Collision Course”. Nouriel Roubini juxtaposes
recent developments and current trends with diplomatic happy talk about a “thaw” in tensions. Proyect
Syndicate. 04-06-23.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
2. La geopolítica de la desposesión
“América Latina está siendo sometida a una
guerra contra insurgente porque los Estados
Unidos necesita el control directo de nuestros
grandes recursos naturales y para eso creó, fi-
nancia y asesora a las nuevas alianzas de la dere-
cha. También aplica la guerra psicológica, para
lo cual controla (infiltró) las estructuras judi-
ciales, los entretenimientos, los grandes medios
de comunicación, e invirtió millones de dólares
para dirigir, financiar y ordenar a sus “dere-
chas” en toda América Latina para incidir en
los parlamentos. No necesitan golpes de Estado
al estilo de antes. Puede matar sin disparar ar-
mas a los dirigentes más populares mediante la
desacreditación, la degradación, es decir matar
moralmente (Guerra de cuarta generación).”
Stella Colloni (2023)
Una de las consecuencias de la pérdida de poder geopolítico de los Estados Unidos en Asia,
Eurasia y gran parte de África es que Norteamérica intente fortalecer sus lazos de dominio sobre
regiones “vecinas”, mediante un reverdecer de posiciones monroistas5, afirmaciones difusas sobre
la democracia y derechos humanos y un mundo ‘basado en reglas´ pero que en la mayoría de
los casos ese país modifica prácticamente a voluntad. Ello puede constatarse particularmente en
la búsqueda de apropiación de los recursos naturales estratégicos que la guerra en Ucrania y la
cuarta revolución industrial 4.0 han puesto de manifiesto, como así también en la importancia
estratégica del litio, gas, cobre, tierras raras y agua dulce para el proceso de acumulación, y gene-
rar limitaciones a promover tecnologías de punta en los países emergentes.
¿Por qué es importante América Latina para los Estados Unidos? Esa fue la pregunta que hizo
la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos en un evento del Atlantic Council, un think tank
vinculado a la OTAN. La general norteamericana realizó un listado de razones por las cuales los
Estados Unidos tiene interés en el continente. Todos los aspectos destacados derivan de los “ricos
recursos y elementos de tierras raras” y destacó el triángulo del litio, zona estratégica que comparten
5 En alusión a la aplicación de la Doctrina Monroe, política exterior de los Estados Unidos formulada
para América Latina en 1823.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
la Argentina, Bolivia y Chile. En sus palabras: “el 60% del litio del mundo se encuentra en ese trián-
gulo” y agregó que ese elemento es “necesario hoy en día para la tecnología”6. Otra de las razones por
las cuales América Latina es importante para los Estados Unidos es, como señaló esta militar, la con-
centración de “las reservas de petróleo más grandes” que posee, incluidas las de “crudo ligero y dulce
descubierto frente a Guyana hace más de un año”. “Tienen los recursos de Venezuela también, con
petróleo, cobre, oro”, continuó la general, quien también destacó la importancia del Amazonas, al
describirla como “los pulmones del mundo”. Por último, afirmó: “tenemos el 31 % del agua dulce del
mundo en esta región”. Con ese inventario, la jefa del Comando Sur dijo que al país norteamericano
le queda “mucho por hacer”. Y finalizó con un ¿objetivo?: “Tenemos que empezar nuestro juego.”7
Esto incrementaría la lógica de acumulación por desposesión ya denunciada por Harvey (2018)
como forma habitual del accionar de esta nación en todo el mundo. En este caso, para hacerse de
estos minerales en bruto sin pagar casi nada por ellos, bajo dos mecanismos. Por un lado, mediante
la acción directa, como es el golpe de Estado dado en Perú al negarse el Presidente Castillo a firmar
los contratos de explotación minera que presentaba el Congreso. Por otro, valiéndose de la escasa
regulación sobre recursos naturales estratégicos en algunos países como es el caso de la Argentina. Y
podemos agregar las agencias multilaterales de crédito para presionar a los gobiernos de la región,
como el FMI, el Banco Mundial, la OEA, Asimismo, los organismos como la DEA o la CIA gene-
ran operaciones especiales y las embajadas son la caja de resonancia más explícita de la agenda de
los Estados Unidos para nuestros países.
La restricción externa, que se manifiesta en Argentina en que cuanto más produce y crece su
economía, más necesidad de divisas requiere para financiar las importaciones que insume el desarrollo,
muestra los condicionamientos estructurales en que se encuentra el país, más aún con endeudamiento
fraudulento concertado por el gobierno del presidente Macri y el acuerdo firmado con el FMI en
2022 que promueven inflación y el ajuste fiscal. Sobre todo, cuando el país posee pocas reservas para
evitar una corrida cambiaria, los intentos devaluatorios de la derecha, y aún de dolarización con que
sueñan parte de la elite. Gisela Cernadas, explicó la peligrosa situación provocada por la dependen-
cia del dólar: “Argentina ha estado sufriendo, durante un período prolongado, una cuenta corriente
estructuralmente desequilibrada. Esto significa que el país necesita más dólares estadounidenses para
funcionar de los que tiene. Para realizar sus actividades productivas, Argentina necesita insumos in-
mediatos que tiene que importar, como maquinaria y equipos que tiene que importar en dólares. Por
6 Para acceder al discurso realizado por Laura Richardson en el Atlantic Council, véase: https://content.
jwplatform.com/previews/V7Mid7hX-buQgiLVC
7 Se trata de los dichos textuales de Richardson en enero de este año en una charla a la que fue invitada
por el think tank Atlantic Council, una organización con vínculos estrechos con la OTAN y con lla-
mativas fuentes de financiamiento. Véase: Litio, petróleo y agua dulce: Estados Unidos ni disimula sus
intereses en América latina. Página/12. 24/01/23.
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lo tanto, cuanto más quiere producir Argentina, más dólares necesita. Entonces, esta cuenta corriente
estructuralmente desequilibrada ejerce presión sobre el mercado cambiario” (Cernadas, 2023).
En ese marco, los efectos negativos de la guerra de Ucrania para la Argentina se manifestaron
en el aumento de los gastos de energía en 5.000 millones de dólares de 2022 más sobre lo presu-
puestado y acordado con el FMI. También en el aumento de los precios de los alimentos y sus
consecuencias inflacionarias. De esta forma, el optimismo inicial de la segunda ola progresiva de
gobiernos en América Latina se transformó luego en una preocupación por una suerte de acciones
de desinstitucionalización, de golpes blandos, lawfare e intentos de magnicidios, que mostraban in-
cluso la dificultad de generar gobernabilidad en situaciones internacionales complejas. A diferencia
de la primera ola de principios de siglo XXI en el nuevo escenario pareciera que, tanto los gobiernos
de izquierda como de derecha desarrollan ciclos cortos de un solo mandato, que las Alianzas electo-
rales son menos sólidas, y hay tendencias que aumentan a la desconfianza a la política.
En el caso de Chile, luego del fuerte entusiasmo despertado en la posibilidad de aprobar
una Constitución post-pinochetista, sobrevino un cierto desconcierto y desazón al perder esta
coalición el referéndum para convalidarla. Esto muestra la volatilidad del electorado chileno. En
menos de dos años se pasó de una propuesta de Constitución maximalista que quería sepultar
al neoliberalismo y que fue rechazada por los votos en septiembre de 2022, a otra propuesta
de Constitución que surgirá de un Consejo Constitucional controlado por la ultra derecha, y
que trabajará en un proyecto que será plesbicitado en diciembre de 20238. A su vez, el golpe
parlamentario-militar en Perú seguido por una fuerte represión es otra muestra9 de que las elites
extractivistas no están dispuestas a transigir en sus privilegios y libertades que habían sido instau-
radas en el modelo fujimorista y que, a la vez, los Estados Unidos busca reforzar su presión por
sacar las inversiones de China de la región y quedarse con los recursos.10
En Uruguay bajo la presidencia de Lacalle Pou predomina el neoliberalismo. El gobierno rea-
liza planes de ajuste, recorta derechos laborales con protestas del POT-CNT, e intenta desestructurar
el MERCOSUR con búsquedas individuales de acuerdos tipos TLC, sea con China o con países del
Trans Pacific Partnership, pero sin lugar a dudas contrarios al Tratado de Asunción, que estimula la
8 José Salvador Carcamo: Chile: una sociedad volátil, en Tiempo Argentino. 04-06-23.
9 Castillo fue removido del cargo gracias a una supuesta conspiración entre militares peruanos, empresarios
mineros y la embajadora estadounidense en Lima, Lisa Kenna, ex funcionaria de la CIA y cercana a Trump.
10 Como señala Mariano Fraschini: “la persistencia del modelo neoliberal instaurado por Alberto Fujimo-
ri es clave para explicar la inestabilidad política peruana. Aunque la coalición de izquierda que lideraba
Pedro Castillo fracasó, el intento del actual gobierno de recrear una alianza conservadora al estilo de los
´90 está en jaque por las inéditas movilizaciones sociales.” Véase: “Razones profundas de la inestabilidad
política en Perú. Entre el fujimorismo económico y las movilizaciones sociales”. Le Monde Diplomati-
que. Dossier. Edición 284: 4-5.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
necesidad del consenso de todos los miembros de esa Unión Aduanera. Lo cierto es que el mismo
está generando insatisfacción en su población y acrecentando las posibilidades del Frente Amplio
en una próxima compulsa electoral. Por su parte, como señala Jordana Timmerman (2023: 19) “en
América Central se observa una crisis democrática. El autoritarismo crece en Nicaragua, Guatemala
y en El Salvador. De izquierda o conservadores, todos recurren a la persecución política, los ataques
a la prensa y la militarización. Este retroceso que amenaza extenderse a otros países tiene como causa
común la frustración ante las promesas incumplidas de las jóvenes democracias.”11
La ofensiva de la Casa Banca contra China se extiende no sólo a su gobierno propiamente
dicho mediante sanciones comerciales, la competencia sobre semi-conductores, y la creación de
un arco militar de contención conformado por el AUKUS, el QUAD, la articulación Indico Pa-
cifico, e incentivas a Taiwán a su independencia para generar otra guerra proxy con China, como
se hiciera con Ucrania contra Rusia, sino que también se expresa en terceros países, como los
de América Latina, que tienen relaciones comerciales y políticas con esta potencia, como señala
López Girondo (2023)12. Condicionamientos y sanciones son parte de esta geopolítica de la des-
posesión que los Estados Unidos practica en la región y en el mundo entero.
Dentro de esta geopolítica resaltan los condicionamientos a México de promover una invasión
a su país, para detener los carteles que trafican el fentanilo, sin hacer nada en su propio país y por la
venta de armas a esos carteles que no trafican esa droga. Del mismo modo, se evidencian las presiones
para que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador abandone sus pretensiones de lograr
soberanía energética para su país y para que vuelva a comprar la electricidad a los Estados Unidos. No
obstante, estos ataques potencian políticamente a Andrés Manuel López Obrador como lo demuestra
el resultado de las elecciones en México en 2023 y el avance del partido político Morena que él lidera.
11 Al respecto la autora Jordana Timmerman señala que “aunque con gobiernos de diferentes orienta-
ciones políticas, Nicaragua, El Salvador, y Guatemala atraviesan situaciones preocupantes de regresión
democrática” (2023: 20); y afirma que “la decepción con los resultados económicos, la frustración con la
política tradicional y la violencia criminal explican esta deriva autoritaria” 82023:21). En Timmerman,
J. (2023). Los caminos del autoritarismo. Retroceso democrático en América Central. Le Monde Diplo-
matique. Edición 288: 19-24.
12 López Girondo, A. (2023). EE.UU. se enfoca en China y entre desafíos y amenazas también incluye
a la Argentina. Tiempo Argentino. 05-03-2023. Así la congresista cubano-estadounidense, María Elvira
Salazar, ex periodista y conductora televisiva republicana elegida por el 27 distrito de Florida, se permitió
amenazar a la República Argentina por la incidencia de fabricar aviones militares JF-7. Dijo: “su presi-
denta (en realidad la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner) y su presidente están haciendo un
pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas. Los Estados Unidos no se
va a quedar con los brazos cruzados porque no se puede tener un aliado que fabrique y exporte aviones
militares chinos y que los venda a los vecinos.”
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
Como signo de esta nueva realidad multipolar, el anuncio de Inácio “Lula” da Silva tanto en el re-
greso de Brasil a la UNASUR, como por su convocatoria a una próxima cumbre de mandatarios
de la región, aparece como una promesa de cambios, de unidad y también de liderazgo. El presi-
dente brasileño empieza a asumir en concreto su rol de líder a sólo meses de su asunción puesto
que ya logró reunir a once mandatarios de Sudamérica, en búsqueda de poner nuevamente en
marcha la UNASUR tras ocho años y medio de “inacción”. De allí que frente a esos condiciona-
mientos a la soberanía de los pueblos y de las naciones, la ola progresista refuerza sus encuentros
para buscar una resolución común a sus problemas y cumplir con sus mandatos electorales, como
se evidenciara en el encuentro de la CELAC en enero de 2023 en Buenos Aires, intentando
renovar sus instituciones y sus perspectivas para adecuarlas al nuevo contexto regional y global.
En ese sentido, en primer lugar, es significativa la búsqueda de liderazgo de Inácio “Lula” da
Silva en este proceso regional y en cuestiones internacionales, como un actor en la búsqueda de la
paz que contribuya a poner fin a la guerra en Ucrania. En segundo lugar, se destaca también el acuer-
do con Xi Jinping para iniciar la desdolarización de las transacciones comerciales entre China y Bra-
sil. La estrategia de crear una moneda sudamericana para acelerar el proceso de integración regional
puede constituir un poderoso instrumento de coordinación política y económica para los pueblos
sudamericanos. Es un paso fundamental para el fortalecimiento de la soberanía y de la gobernanza
regional.13 Para Brasil la globalización neoliberal liderada por Norteamérica llegó a su fin como con-
secuencia de las decisiones tomadas en torno al conflicto en Ucrania y por la guerra comercial contra
China. En este marco, las tendencias de la economía actual son el fortalecimiento de los mercados
internos y el comercio en monedas nacionales. Muestra de ello es el anuncio de China y de Brasil
de comerciar bilateralmente en yuanes y reales. La intención de la India de impulsar la rupia en el
13 Haddad, F. y Galípolo, L. (2023). Criação de moeda sul-americana ode acelerar integração regional.
Diário Folha. 01-04-2023.
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comercio transfronterizo junto a las posibilidades de crear una moneda común del BRICS, entre
otros.14 A esto se sumaría el acuerdo de la Argentina con China de comerciar en yuanes.
Estos encuentros y acuerdos podrían ser un punto de partida para la configuración de un
bloque que se beneficiaría con la empatía de la mayoría de presidentes progresistas de la región
desde la UNASUR y por la importancia que han tomado los recursos naturales estratégicos a par-
tir de la guerra de Ucrania. Lo que queda claro en esta segunda oleada de América Latina es que el
progresismo no se consolidará si no avanza. En este sentido, Álvaro García Linera (2023) aseguró
que esta “segunda oleada es territorialmente más grande, pero políticamente menos densa. (…)
Lo que hay es más una defensa de lo que se logró en la primera oleada, y eso es complicado. El
progresismo que solo se dedique a defender los logros de la primera oleada es un progresismo
débil, porque no está atendiendo el símbolo de los tiempos. Para el progresismo, detenerse en las
reformas es ceder. Y solo se consolida si avanza, no si se queda quieto. Un progresismo moderado
es un peligro porque fortalece a las fuerzas conservadoras.”
Asimismo, se empieza a configurar nuevamente la UNASUR, luego de la inacción y disolu-
ción producida por el neoliberalismo y el Grupo de Lima. Chile, la Argentina y Brasil adhirieron
nuevamente a su funcionamiento con una perspectiva renovada para no sólo abarcar dimensiones
políticas, sino también económicas, comerciales y tecnológicas. De esta forma, hay tres círculos
concéntricos a coordinar: el primero es el MERCOSUR que no sólo tiene una dimensión de Unión
Aduanera, sino también política y de ciudadanía entre sus socios miembros; el segundo círculo lo
ocupa Sudamérica, y específicamente la UNASUR; y el tercer círculo, la CELAC que integran el
conjunto de América Latina y el Caribe con excepción de los Estados Unidos y Canadá, que es inter-
locutor en el proceso de integración con otros países como es el caso de China o con bloques regio-
nales como la UE. De este modo, el posicionamiento geopolítico de la región va a requerir también
de visiones comunes e iniciativas para poder asumir los desafíos que tiene la región en su conjunto.
Los países de la región individualmente están tomando medidas para dar respuesta a necesi-
dades básicas insatisfechas de sus ciudadanos, como es el caso de Colombia y el cambio del gabinete
realizado por Petro para por darle continuidad al plan de atención pública de la salud para todos y
todas, evitando que solamente puedan tenerla quienes posean recursos económicos para atenderse en
el sector privado. De acuerdo a este presidente, el cambio por que el votaron millones de personas no
puede ser un cambio de mentiras ni de maquillajes. El canciller mexicano Elbrand señaló que desde
hacía muchos años no se daba una confluencia ideológica de países como la de México, la Argentina y
Brasil que son las economías más grandes de América Latina, señalando la continuidad de la voluntad
política entre ellos de terminar con el bloqueo a Cuba y Venezuela que promueve los Estados Unidos.
En este escenario y como círculo más cercano de aliados de la Argentina para defender sus
intereses están los países de la región, el MERCOSUR y particularmente Brasil, Colombia y México.
14 Martín Ruiz, I. (2023). ¿Será SUR la moneda de la integración regional? Mirada Multipolar.
06-04-2023.
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Brasil porque en esta coyuntura internacional brinda una oportunidad única para que la Argentina
empiece a desdolarizar su economía y porque ese país también quiere hacerlo con las transacciones co-
merciales generando una moneda común. Nuestro país anunció recientemente que adoptará el yuan
chino en lugar del dólar estadounidense para el comercio con el gigante asiático, el último avance en
un proceso global más amplio de desdolarización. La Argentina es la segunda economía más grande de
América del Sur con un potencial significativo para contribuir a las BRICS, pero el país también está
sumido en una crisis económica con una inflación alta y con baja capacidad de control hasta ahora.
Por otra parte, el segundo círculo de aliados a considerar ya no es sólo regional, sino de nivel
global y lo encontramos en el BRICS-plus y el sur global por el vínculo de Brasil con ellos. Más
aún, ante la eventual entrada de la Argentina en el grupo haría que fueran ya dos miembros de la
región dentro de uno de los bloques más influyentes tanto en la economía como en la política mun-
dial. Y, a la vez, interesado en promover la multipolaridad. Finalmente, el tercero círculo de aliados
es el sur global. Es decir, con los países emergentes de Asia, África y Medio Oriente que estén intere-
sados en aumentar los intercambios comerciales cooperativos sin condicionalidades con la CELAC.
También con aquellos países de la Unión Europea que puedan influir favorablemente en nuestras
negociaciones de reestructuración de la deuda: se podría hacer un acuerdo de libre comercio con
la Unión Europea, pero siempre que ella modifique la mayoría las cláusulas de proteccionismo que
son asimétricas e inconvenientes para nuestro comercio. Esto implica encontrar nuevas fuentes de
financiamiento de largo alcance, de intercambio comercial y posiciones comunes en las reformas
institucionales a nivel internacional que este cambio en el orden mundial requiere.
15 de Sousa Santos, B. (2023). Geopolítica de la infamia. En: Bohorquez, P. (2023). Palabras Mayores
Colombia. Canal de youtube. 23 de julio de 2023.
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nacional sin el regional y esto puede lograrse mediante la reactualización de la UNASUR, pero se-
guramente será una articulación creativa entre las diversas instituciones regionales ya existentes. En
realidad, el modelo de integración no sería el de la Unión Europea ni tampoco el del ASEAN, sino
otro que requiere innovación y adaptación a las propias particularidades. Esto presupone también
tener un cuidado especial por la institucionalidad del mismo y su articulación con el MERCOSUR,
la CELAC, el Grupo Andino y la UNASUR, sin la presencia de la OEA. Para acuñar una moneda
propia como la SUR sería preciso la creación de un Banco Central Sudamericano fondeado con
aportes de las reservas de cada uno de los países de la región y en relación directa con su PBI anual.
También podría considerarse el uso de los recursos naturales como garantía de valor para que ese
Banco Central acuñe la moneda SUR. Esa moneda tendría como objetivo: 1) garantizar la sobera-
nía monetaria nacional de cada país; 2) reducir la dependencia de divisas externas en el comercio in-
trarregional; y, 3) mejorar las capacidades de adaptación de cada país a entornos externos adversos.18
b) Profundizar el proceso de integración en diversos niveles. La Declaración de Brasilia que suscribie-
ron los países de la región en la reunión de la UNASUR realizada en mayo de 2023 en Brasilia,
justamente a 20 años del Consenso de Buenos Aires, continua y profundiza la idea de la integra-
ción regional, tal vez de forma menos declarativa e ideológica, pero de un modo más concreto.
Además, traza un rumbo para constituir un polo regional sudamericano que pueda insertarse en
la multipolaridad y en el nuevo orden político mundial que se está gestando. Dentro de algunos
de los compromisos más significativos logrados en el Consenso de Brasilia podemos destacar: i.
Colocar el ahorro regional al servicio del desarrollo económico y social; ii. Profundizar la identidad
sudamericana, también en el ámbito monetario, a través de mecanismos de compensación y de la
creación de una unidad de referencia común -como ya están haciendo Brasil y China o Argentina
y China, respectivamente-; iii. Implementar iniciativas y ampliar los mecanismos de cooperación
en servicios, inversiones, comercio, entre otros; iv. Actualizar los proyectos del Consejo Surame-
ricano de Infraestructura y Planificación, reforzando la multimodalidad y priorizando aquellos
de alto impacto para la integración física y digital, especialmente en las regiones fronterizas; v.
Desarrollar acciones coordinadas para enfrentar el cambio climático; y vi. Discutir la constitución
de un mercado energético sudamericano; retomar la cooperación en el área de la defensa19. En
realidad, el proceso de integración regional está asociado también a potenciar nuestras propias ca-
pacidades tecnológicas y productivas logradas y a lograr. En ese sentido, como señala Juan Grabois
al referirse a la importancia de relanzar y reforzar el plan nuclear, se trata de “establecer que la
Argentina sea una potencia atómica” porque “tenemos la tecnología y lo científico”. La integra-
18 Martín Ruiz, I. (2023). ¿Será SUR la moneda de la integración regional? Mirada Multipolar.
06-04-2023.
19 Giuliano, P. (2023). Las 10 propuestas de Brasil para impulsar la integración en la UNASUR. TELAM.
30-05-2023.
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con otras, podrían constituir un polo político, económico y social con un rumbo que fragmente
el bloque corporativo que habitualmente se posiciona contra los gobiernos populares tanto para
desgastarlos como para poner todas sus expectativas en la elección de gobiernos neoliberales.
d) Recuperar la soberanía sobre el propio territorio. ¿Puede un país afirmar su soberanía exterior si no
garantiza su soberanía interior? No. Por lo tanto, es necesario revertir las transformaciones realizadas
en el Estado durante el Consenso de Washington durante la década de 1990, tanto en la Ley de
Reforma del Estado, de Inversiones Mineras, la privatización de servicios públicos, las concesiones
a la Hidrovía, las privatizaciones de puertos y del comercio exterior, como también en el endeuda-
miento reinstalado por el gobierno de Cambiemos. Debemos darnos medidas de acceso a las tierras
privatizadas sobre la cordillera que configuran una zona fuera de la soberanía nacional, vinculadas
a inversiones estratégicas en energía y servicios públicos, como así también al control colonial de
Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas. En ese sentido, es necesario tener una presencia institucional
más fuerte en el Atlántico Sur para evitar la pesca ilegal a partir de la creación de un Ministerio del
Mar como ya lo tiene Francia. La Argentina tiene una importancia geopolítica y productiva en su
parte oceánica tan grande como en la mediterránea y no es lógico que sólo aparezca representada
en lo institucional en una Secretaria dentro del Ministerio de Agricultura. Como señala Llerena
(2023), mientras en el mundo el 50% de la producción comercializable se obtiene de mariculturas
y acuiculturas, en la Argentina no supera el 1%. Ello sólo hubiera significado al menos duplicar las
exportaciones y aumentar el consumo interno que es el más bajo de Latinoamérica. La exportación
pesquera en dólares está en uno de los niveles más bajos del último quinquenio; se ha producido la
concentración y desnacionalización empresaria, donde el 70% de las exportaciones está en manos
de 20 empresas y de ese 70%, el 70% son empresas extranjeras. Además de exportarse un 60% de las
materias primas sin valor agregado y reducirse notablemente el empleo registrado” (Llerena, 2023).
e) Considerar el litio y otros minerales, así como el gas, el agua y los alimentos como recursos estratégicos.
El control soberano del Estado nacional sobre los mismos va más allá del dominio sobre los recur-
sos del subsuelo de cada provincia, y deberían tratarse como una política nacional (como lo hace,
por ejemplo, YPF con el petróleo y el gas). El litio adquiere particular importancia (también el
cobre) porque es un elemento muy útil para la transición energética (PNUD, 2019); y también
es estratégico en términos del ejercicio de la soberanía sobre nuestros recursos, para el desarrollo
científico y tecnológico (Nacif y Lacabana, 2015), y para la industrialización y el desarrollo terri-
torial (Casalis, 2019). Los alimentos y los productos agropecuarios también constituyen bienes
estratégicos, ya sea para asegurar la alimentación humana a precios y con calidad adecuada, como
para agregar valor por medio de la transformación de los productos agrícolas en otros bienes (sea
en alimento de animales y carne como biomasa o en energías renovables). De allí, la necesidad
de recuperar “la renta inesperada” por el aumento en el precio del trigo, maíz y carnes (y de los
fertilizantes) que suben por la guerra de Ucrania y por la acción de los especuladores locales o
por la falta de regulación por parte del Estado a los exportadores. Sin duda, deberíamos contar
con empresas públicas en la cadena de valor de la producción agropecuaria que regulen precios y
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producción o que incida en cómo se distribuyen sus rentas, agregue valor, participe en el comer-
cio exterior -como se consideró en un momento con Vicentín- y mejoren la capacidad de control
sobre la tributación y el control frente a maniobras de evasión y contrabando sobre la Hidrovía,
de modo tal de afirmar el carácter de estratégico de los mismos.
Más allá de los entusiasmos que pueda despertar el surgimiento de un orden mundial con más
equilibrio, paz, y que fomente la cooperación y limite las condicionalidades que tenía la hegemo-
nía norteamericana sobre gran parte del mundo, también es cierto que dicho país conserva una
gran capacidad de intervención y desestabilización en los países América Latina. Las apuestas de
los actores principales de la guerra de Ucrania, la OTAN y la Federación Rusa son tan fuertes e
irreductibles que parecen dejar poco espacio a la negociación y a la diplomacia. Un error cual-
quiera puede desatar un conflicto nuclear que afectaría al mundo entero. De allí que América del
Sur, como zona de paz y que pretende ser desnuclearizada y de justicia, puede ser un actor clave
en una potencial negociación de paz como la ya encarada por Inácio “Lula” da Silva.
Conclusiones
América Latina se visualiza como una región en disputa en el actual conflicto geopolítico: por
un lado, por la voluntad predatoria de los Estados Unidos y, por otro lado, por la posibilidad de
establecer lazos de cooperación tanto con la Unión Europea, las BRICS y con el Sur Global para
ampliar los márgenes de su franquicia internacional y de su autonomía estratégica. Sin duda es
esta una etapa que está comenzando junto al inicio de la desdolarización de las transacciones entre
Brasil y China y a las propuestas de moneda común regional. No hay soberanía sin moneda propia
en el nuevo orden mundial. La preocupación de Washington sobre una actuación más dinámica
de “Lula” da Silva en las BRICS y de Dilma Rousseff como titular del Banco de Desarrollo de las
BRICS, señalan que los nuevos tiempos no están signados tanto por un conflicto armado, sino
por la posibilidad de que el dólar pierda su papel de moneda de reserva y de intercambio global, lo
cual, con las sanciones a Rusia desde el 24F de 2022, ya viene ocurriendo aceleradamente.
En el caso argentino, esto es claro. Científicos y funcionarios a través de las políticas públicas
alientan desarrollos tecnológicos para enfrentar la crisis energética (como la de la energía nuclear y otras
como la del litio y de las energías renovables). Ello choca con los intentos de los Estados Unidos de
renovar su ofensiva para tratar de bloquear los acuerdos de cooperación entre la Argentina y China en
materia nuclear, principalmente con la construcción de la cuarta central atómica con tecnología de la
potencia asiática. Los Estados Unidos ha advertido sobre los riesgos “e inconveniencia” de asociarse con
China en materia nuclear, el “interés de Washington en lograr la cooperación” y “en impedir un desplie-
gue de capitales chinos en América Latina, particularmente en sectores estratégicos” (Dellatorre, 2023).
Por último, nos resta señalar que nos encontramos en un momento singular de transición
hacia un nuevo orden mundial donde deberíamos tratar de aumentar nuestra autonomía y fran-
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CAPÍTULO V
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CAPITULO V
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Introducción
Las coaliciones que representan tanto el neoliberalismo como los ‘libertarios’ han decidido el
modelo de país que quieren implementar en la Argentina en caso de ganar las elecciones de 2023.
Saben lo que van hacer y, en caso de tomar el poder, pretenden hacer los cambios lo más rápido
y radicalmente posible. En la mayoría de los casos, las diversas facciones en sus diferentes matices
(derecha autoritaria / derecha moderada, y libertarios que radicalizan aún más el discurso) coin-
ciden en la necesidad de la reducción del Estado, de privatizar empresas públicas y de restringir
derechos. En todo caso, intentarán instaurar un modelo de país y de inserción en la región en el
contexto de un mundo subordinado a la potencia hegemónica en declinación, a las elites neoli-
berales y a las democracias que tienden a ser ficcionales o pos-democracias.
En cambio, el modelo de desarrollo en que se referencian las tradiciones nacional-popula-
res-democráticas enfatizan el rol del Estado y las políticas industriales y distributivas. Sin embar-
go, durante el gobierno del presidente Alberto Fernández, la propuesta del Frente de Todos se ha
basado en el crecimiento del PBI y del empleo, con orientación exportadora principalmente de
commodities, pero con salarios por debajo de la línea de la pobreza, crecimiento del precariado y,
a la vez, alta inflación.
Las alternativas están planteadas entre un neoliberalismo con dos vertientes, una que ofrece
como alternativa la orientación al ajuste, al disciplinamiento social y a la dependencia externa,
buscando que se elimine el déficit fiscal; mientras que la otra, la ‘libertaria’, es antisistémica y pro-
pone la dolarización, eliminar el Banco Central, comerciar libremente incluso órganos humanos
para trasplantes. Si bien es cierto que hay que normalizar la economía después de la salida del ex
ministro Martín Guzmán, y que el actual ministro, Sergio Massa tiene que redefinir las cláusulas
con el FMI, que ya ha negociado exitosamente con China compras con yuanes, o la entrada de
la Argentina en el Banco de Desarrollo de las BRICS y a esta misma institución con posibilidad
de utilizar el doble de swaps que se tenía y ampliar las inversiones y demandas; también es cierto
que aún cuesta definir una propuesta de un gobierno transformador y revertir los problemas
estructurales de inflación y restricción externa.
En este capítulo, nos proponemos mostrar cómo los cambios culturales generados por el
capitalismo global neoliberal, la posmodernidad y la sociedad digital -además de derechas inter-
nacionales-, han potenciado una subjetividad antipolítica que, a su vez, es aprovechada por las
agendas y los liderazgos de Juntos por el Cambio y por la opción antisistémica de Javier Milei.
En segundo lugar, señalaremos los núcleos del sentido común neoliberal y del individualismo
que busca potenciar una sociedad fragmentada y elites sin límites éticos de ningún tipo. Y, final-
mente, en tercer lugar, nos interesa indicar algunas propuestas sobre el relato y el programa de
gobierno alternativos que pueden aportar a dilucidar este desafío histórico en el que se encuentra
actualmente la Argentina.
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1 Hacemos referencia a Carl Schmitt (1932) quien en su obra El concepto de lo político planteó la relación
amigo-enemigo en términos antagónicos y definió al enemigo como el otro, el extraño, y que para de-
terminar su esencia basta con que sea existencialmente distinto.
2 Véase: Jorge Macri eligió a las personas en situación de calle como el primer enemigo. Página/12.
01-06-2023.
3 Véase: El CELS y Grabois cruzaron a Jorge Macri por sus declaraciones: Nadie elige ni debería elegir
dormir en un banco. El Economista. 02-06-2023.
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4 Mazzucato, M. y Jacobs, M. (2023). Otro capitalismo tiene que ser posible. Buenos Aires: Siglo XXI.
5 Calcagno, E. (2023). Malestar en la civilización. Tiempo Argentino. 09-04-2023.
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Juntos por el Cambio sino que, por el contrario, la aparición de los libertarios y de las posiciones de
extrema derecha encarnados en la figura de Javier Milei y en posiciones confluyentes con él, debería
incorporárselo para comprender la crisis de representación del sistema de partidos y el corrimiento
hacia la derecha radical. Como señala Ricardo Aronskind (2023), “(e)s un significante aún más
vacío que Cambiemos en su momento, porque ha hecho un eficaz despliegue publicitario no de
ideas o de conceptos de sentido común conservador, sino de emociones básicas. Los sentimientos
de frustración o bronca son legítimos y deben expresarse en la política, pero la pregunta es por qué
se canalizan hacia un personaje patológico en lo personal y lo político. Nuevamente el pensamiento
mágico existente en la sociedad funciona, colocando en ese candidato un conjunto de cualidades a
pedido de cada votante potencial. Una parte de sus potenciales votantes, por ejemplo, defiende y
reclama la protección del Estado.”
Desde un enfoque estratégico, político y electoral aparecen tres datos novedosos que pue-
den marcar el pulso de la contienda electoral de 2023. El primero, muestra que Javier Milei se
inscribe como un adversario electoral de relevancia como había sido anticipado por Cristina Fer-
nández de Kirchner en su aparición pública en el acto realizado en abril en La Plata: “La paradoja
es que la apuesta a la juventud kirchnerista que ella realiza, ocurre en un momento en que los
jóvenes más jóvenes, aquellos que tienen menos de 25 años, se alejan de la política tradicional,
sobre todo del peronismo y se vuelvan masivamente a la alternativa libertaria. La explicación de
este giro -de Cristina a Javier Milei- puede encontrarse en el declive socioeconómico de los últi-
mos años, las transformaciones propiciadas por el auge de la digitalización y emprendedorismo y
la tentación de probar algo nuevo como remedio a la sensación de fracaso colectivo.”6
El segundo dato es la posible modificación de algunas cláusulas del acuerdo con el FMI por
la sequía que se está renegociando para adelantar 10.000 millones de dólares, junto a la apertura
al Banco BRICS en búsqueda de yuanes, y de apoyo inversor y financiero para quedar menos
atado al plan inicial del Fondo que presupone más inflación y devaluación. Es la apuesta que
realiza el ministro Sergio Massa, que procura lograr que el FMI envíe antes de las PASO todos
los fondos que le corresponden a la Argentina por el año 2023, lo que garantizaría una mayor
estabilidad económica y política.
El tercer dato es la coyuntura conflictiva también existente al interior en Juntos por el Cam-
bio. Por una parte, ello muestra cuál es el conflicto en el principal espacio opositor al gobierno
popular, lo cual se refleja en la conflictividad desembozada en la disputa entre los principales
candidatos de Juntos por el Cambio entre Bullrich y Larreta, que le ha disminuido significativa-
mente el potencial de futuros votantes, y aún en los magros resultados obtenidos en las últimas
elecciones provinciales donde el PJ era oficialista. Esta disputa interna le es funcional a Javier Mi-
6 Natanson, J. (2023). Sobre el trasvasamiento generacional. Le Monde Diplomatique. Edición 288, junio
de 2023, pp. 2-3.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
lei e incluso al peronismo que la detectó como potencialmente beneficiosa porque aleja a posibles
electores de Juntos por el Cambio.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
económicos dinámicos e innovadores. De allí que para ese discurso y para esas políticas sea nece-
sario tomar medidas mucho más drásticas en términos de cambiar una configuración ideológica
e identitaria contraria a Estados y gobiernos parasitarios de los ciudadanos y de una clase política
que vive para sí misma. En esa perspectiva, la democracia sólo es un instrumento que reproduci-
ría los intereses de la “casta”. De allí, el poco valor que se le dé a la misma.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
(muchos de ellos las obtienen en las plataformas) donde son explotados, no tienen derechos y, a
la vez, confronta con un horizonte laboral que sólo reproduce la pobreza. Si a esto le agregamos
la falta de respuestas públicas a las demandas de la juventud y, en general, a la falta de cuidado a
la sociedad, queda claro que la representación política se aleja cada vez más de la sociedad o sólo
se activa en los lugares más extremos del sistema político.
7 A modo de ejemplo, puede mencionarse la amplia condena a un discurso de odio contra Cristina y
Florencia Kirchner: “No van a parar hasta que la bala salga.” Página/12. 09-04-23.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
cano de Geopolítica (CELAG): “El desafío hoy es no caer en la idea de un “centro” como espacio
predominante”, sino comprender que el electorado se va diferenciado en tercios y como señaló
Cristina Fernández de Kirchner, “ésta será una elección de pisos, no de techos”.8
8 Entrevista realizada por el periodista Pablo Duggan en el Programa “Duro de domar”, Canal C5N, 19
de mayo de 2023.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
monstruos que, como Godzilla, aparecen recientemente junto con los enojados con la política,
con su larga cola flamígera al lado del barco de la sociedad nacional, con sus ojos brillantes y su
cara amenazante, dispuesto a hundirla con toda su tripulación adentro.
9 El modelo de gestión pública del Estado inclusivo orientado a derechos y al consumo fue el kirchneris-
ta. Sin embargo, la crisis financiera del 2008, y más tarde el macrismo y el lawfare implosionaron este
modelo de cultura y valorización del Estado y con el macrismo introdujo otra, con una ponderación
opuesta: la del disvalor del Estado, del empleo público, de la política y su reemplazo por los valores del
mercado y de una modernización tecnocrática con lógica de negocios.
132
Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
esta estrategia no funcione, y tal como lo señala Felisa Miceli, será “necesario volver a considerar
con el Fondo el cambio en las condiciones macroeconómicas mundiales, de las cuales la decisión
de los Bancos centrales de aumentar las tasas de interés también es parte. Si el organismo se negara
a negociar, la Argentina debería volver a considerar la posibilidad de crear un fondo especial o una
reserva de divisas que le posibilite ir saliendo de esta deuda mediante la cancelación anticipada de
los vencimientos de capital. Pero mi recomendación al gobierno sería comenzar cuanto antes, in-
cluso con los dos caminos en paralelo: la renegociación del acuerdo con el Fondo y la conformación
de una reserva de divisas para cancelación anticipada de la deuda de capital.”10
En segundo lugar, establecer una lucha más eficaz contra la inflación y generar acceso a
los alimentos, promoviendo un salario complementario por el Estado. Esta lucha debe llevarla
el Ministerio de Economía y la sociedad, contra aquellos grandes empresarios que se benefician
doblemente con el aumento de precios, ya sea remarcando los precios como porque observan
un gobierno débil que no tiene capacidad de sanción o voluntad de control real. Uno de los
núcleos del problema inflacionario en la Argentina pasa por el aumento desmedido del precio de
los alimentos, y hay varios factores que explican esta dinámica: no es la emisión monetaria ni el
déficit fiscal como habitualmente se señala, sino por el contrario, la incertidumbre política que
generan tanto el clásico enfrentamiento interno dentro del Frente de Todos (ahora Unidos por la
Patria) hasta las propuestas de devaluación y dolarización que propone la derecha y que alientan
la especulación, las expectativas inerciales de remarcación y el carácter monopólico que detentan
quienes proveen estos alimentos, como así también aquellos que pueden hacer la traslación de
los costos hacia otros eslabones de la cadena de comercialización. En segundo término, el aspecto
central que genera inflación es la acción especulativa y remarcadora que realizan varias y conoci-
das empresas sobre los alimentos. Las empresas con poder oligopólico en segmentos de alimen-
tos derivados del trigo, harinas y aceites -por citar algunos ejemplos- incrementaron de manera
exponencial sus ganancias a costa de los ingresos de la población en este periodo. El método que
aplican las grandes empresas de alimentos y bebidas es la remarcación especulativa de precios por
fuera de los controles oficiales como por ejemplo en los comercios de cercanía donde envían una
lista de precios con aumentos mayores a los compromisos asumidos en el programa Precios Cui-
dados que se aplica principalmente en hipermercados y donde la Secretaría de Comercio tiene
mayor capacidad de control11. De allí, que sea imperioso controlar la inflación porque una econo-
mía que se ajusta al 7% mensual no sólo es algo disruptivo y demuestra su mal funcionamiento,
sino que altera incluso el humor social. Como señala Carlos Heller (2023), esto “pone a todo el
mundo mal, aún que le aumentan el sueldo al mismo ritmo, el tipo cuando va al supermercado
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
y ve lo que cambió de la semana pasada a esta, se enoja cuando tiene que tomar un colectivo o
cuando tiene que pagar la factura de la luz.”12 La alimentación es una variable determinante que
hay que controlar, tanto porque es un tema significativo para muchos al decidir el voto, como
porque es un imperativo ético que todos los argentinos tengan una alimentación adecuada en un
país que genera alimentos para 400 millones de personas, tanto para el presente como para el fu-
turo que proyectamos. No es aceptable que no pueda alimentar a su propia población o que esté
sub-alimentada y mal nutrida. Frente a una inflación en aumento, crece la indigencia y la pobre-
za, a pesar de la generación de empleo. De ahí la importancia de otorgar una suma fija salarial que
aumente el piso de entradas de los hogares, donde los ingresos laborales representaron el 75,7%
de los ingresos total en el tercer trimestre de 2022, y todos están por debajo de la inflación y del
poder adquisitivo real un 8% promedio.13 Otra política alternativa sería la de generar un Ministe-
rio de la Alimentación y una empresa estatal también de alimentos que promueva la producción
orgánica y de cercanía en muchas localidades, que garantice que determinados alimentos básicos
queden al margen de las variaciones de precio (estacionalidad, problemas climáticos, aumento en
el precio internacional). Esto supone fijar precios y establecer mecanismos de compensación que
no desincentiven la producción ni que afecten la exportación entendiendo que un país productor
de alimentos debe poder garantizar una buena alimentación saludable y a precios accesibles a
toda la población: lograr la soberanía alimentaria.
En tercer lugar, crear empresas públicas de nueva generación para los recursos naturales
estratégicos con alta tecnología. Se trata de la protección de dichos recursos, su valor agregado,
las relaciones público-privadas para generar incorporación de tecnología a la producción y ex-
portar. En ese sentido, un rol presente y estratégico del Estado puede ejemplificarse en empresas
públicas como YPF, INVAP, ENARSA o ENACOM. En el caso de la petrolera, sin trastocar el
andamiaje regulatorio, el Estado nacional recuperó el comando de la principal empresa operadora
de hidrocarburos respetando la participación provincial en la que cada una de ellas puede nomi-
nar directores de la nueva YPF de forma proporcional y equitativamente a partir de sus niveles
de producción y reservas, pero destacando un pacto de sindicalización de acciones que obliga a
votar en conjunto a todos los directores estatales (nacionales y provinciales). Así, se respetan los
derechos provinciales, pero se antepone el interés general.14 También puede resaltarse el caso del
INVAP que exporta reactores nucleares a Nigeria, o ENARSA, ENACOM, Y-TEC, la Agencia
de Ciencia y Tecnología y las universidades o muchas otras agencias nacionales y provinciales que
12 Véase: Bajar la inflación es imprescindible; si no se logra, no hay proyecto exitoso posible. Entrevista de Jorge
Fontevecchia a Carlos Heller. Perfil. 12-05-2023.
13 López, A. (2023). Apunten contra Kicillof. Perfil. 08-04-2023.
14 Burgos, M. y Sabatella, I. (2023). Desarrollo y ambiente. Problemas y debates desde la periferia. Buenos
Aires: Ediciones CCC.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
cuentan con empleados y profesionales bien pagos, que trabajan por objetivos donde lo público
requiere estar en las fronteras del conocimiento. Junto con ello, se generan capacidades tanto de
exportación como de innovación para potenciar energías alternativas, cadenas de valor productivas
en diversas ramas (como biotecnología, naval, salud, defensa, textil y otras) y, de esta forma, las
empresas públicas, no sólo dejan detrás una cultura burocrática y de falta de motivación y recono-
cimiento y se articulan con un proyecto de reindustrialización al que no están dispuestos a sostener
los conglomerados representados por la UIA, el Consejo Empresario Argentino, el “círculo rojo
o “el campo”. Ese programa de desarrollo, industrialización e innovación tecnológica es distinto
al que el FMI impone a todos sus deudores. De allí que sea necesario revertir la dependencia a
una economía primarizada, a la fluctuación de los precios internacional de los commodities o a los
factores climáticos. Como señala Carlos Heller (2023), “generar una alianza entre lo público y lo
privado sobre el modelo de desarrollo como lo hicieron las principales economías asiáticas en los
últimos 20 ó 30 años en torno a las actividades más dinámicas y por lo tanto mayor incorporación
de tecnología, de valor agregado y de trabajo calificado. Esta es la discusión que están esperando
la mayoría de la sociedad.”15 Se trata de hacer un Estado nacional y una administración pública
menos fragmentada, con mayores capacidades estatales, rejerarquización del empleo público y
empresas públicas que trabajen por objetivos alineados al modelo de desarrollo. Por ejemplo, ge-
nerar una empresa pública nacional sobre litio con participación de las provincias podría otorgar
un mayor control soberano sobre los recursos, fomentar inversiones en algunos proyectos estra-
tégicos, agregar valor a la producción, desarrollar proveedores y regular y/o evitar externalidades
ambientales de mejor forma de la que lo hacen las empresas trasnacionales que buscan aumentar
la rentabilidad16. YPF y Vaca Muerta demuestran cómo una industria controlada por el Estado
alcanza niveles de eficiencia productiva mayores que los de industrias privadas. “En el campo del
aseguramiento de la integridad estructural de gasoductos, YPF Tecnología (Y-TEC, 51% YPF-
49% CONICET) está desarrollando con INVAP (empresa propiedad de un Estado provincial)
y el Centro de Investigación en Métodos Computacionales-CIMEC (CONICET - Universidad
Nacional del Litoral) equipos y procedimientos que incluyen la participación de empresas pri-
vadas. En el campo de las energías no convencionales, Y-TEC está desarrollando con tecnología
propia y en sociedad con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el CONICET una planta
de celdas para baterías de litio.”17 Al mismo tiempo, deben replantearse las concesiones a las em-
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
presas privadas y de servicios públicos. Los servicios públicos en el área metropolitana de Buenos
Aires presentan problemas de cobertura, calidad en el servicio y tarifas. Posiblemente los más cues-
tionados sean los de electricidad donde con sucesivos cortes de luz se ha sobrepasado los límites
legales y de paciencia de los usuarios. También son habituales los problemas con la frecuencia y la
calidad del transporte público de colectivos y subtes y trenes metropolitanos que configuran un
deterioro en las condiciones de movilidad y en la calidad de vida de los trabajadores. De allí que
sea recurrente el malestar de la población y la predisposición a modificar la concesión de las em-
presas privatizadas, aumentar el control estatal y/o crear una empresa pública mixta para asegurar
una mayor calidad de los servicios. Desde que se privatizaron las empresas de servicios públicos
eléctricos, y aún las represas, que han tenido los concesionarios, no han redundado en inversiones
para la mejora y la expansión de sus servicios y del sistema eléctrico. En relación con esto último la
potencia instalada no ha aumentado, sino que se ha reducido del 43% al 25% de su participación
en el sistema eléctrico argentino. Es importante resaltar que las concesionarias hidroeléctricas han
tenido abultadas ganancias durante todos los años de la concesión, que han transferido al exterior
la mayor parte de las mismas y que, según informes del BCRA, han sido parte de la extraordinaria
fuga de divisas que tuvo el país durante los años 2016 a 2020.18
En cuarto lugar, replantear el mercado de trabajo, ir hacia lo productivo que se articule tan-
to en potenciar el mercado interno como el mercado exportador. La pandemia por COVID-19
modificó la cultura y el sentido del trabajo para muchos. Por lo pronto, si se combina esto con
una reducción del tiempo de trabajo puede mejorar la calidad del trabajo y la productividad del
mismo, generar más espacios para nuevos trabajadores formales. También como ocurre en mu-
chos países el hacer participar de las ganancias de las empresas a los trabajadores genera mayor
involucramiento, productividad y promueve de forma indirecta el salario de los mismos y el
bienestar. La pospandemia trajo un mayor aprovechamiento del tiempo propio de las personas,
ya que el 75% de los que viven a más de media hora de distancia del trabajo prefieren el trabajo
remoto. Además, en el plano subjetivo se configuró un sentido del trabajo diferente al predomi-
nante en la sociedad industrial que ya no está relacionado tanto a “vivir para trabajar” (como en la
modernidad), sino a “trabajar para vivir” (posmodernidad). De este modo, la sociedad comenzó a
valorar también otras cosas: el ocio, el arte, la cultura del cuerpo y del estar bien; los encuentros,
el bienestar personal, la familia y la solidaridad. Por otra parte, las modificaciones actuales del
capitalismo neoliberal y de financiarización han puesto de manifiesto la crisis del mercado de
trabajo formal constituido durante la sociedad salarial e industrial de la posguerra. No obstante,
y dado que el sistema de previsión social es una de las instituciones centrales que tenemos para
18 Finalizada la concesión de las represas del Comahue (AES -Alicurá, ENEL, El Chocón, Orazul Energy
Cerros Colorados S.A., Piedra del Águila, Central Puerto S.A. Hidroeléctrica Futaleufú y Pichi Pucún
Leufú), la gestión podría ser asumida por una empresa pública estatal a través de ENARSA o prorrogar-
se transitoriamente la concesión para que el nuevo gobierno defina el esquema bajo el cual operarán.
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
19 Para profundizar en la relación entre jóvenes, tecnología y modernidad líquida, recomendamos leer el
libro de Bauman, Z. y Leoncini, T. (2017). Generación Líquida. Buenos Aires: Planeta.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
o la explotación offshore de gas en el mar en la provincia de Buenos Aires, como así también del
litio y los minerales metalíferos de los salares y de la Patagonia y de la Cordillera de los Andes. Es-
tos fondos estructurales pueden servir para generar nuevos nodos regionales de desarrollo y mo-
delos de ciudades del siglo XXI que combinen cercanía, mayor calidad de vida, infraestructura,
servicios de calidad y una economía del conocimiento aplicada a la producción local y regional.
En sexto lugar, se trata de promover un sistema de crédito no bancario. El sistema de
crédito formal sólo opera con empresas y trabajadores formales y de ingresos altos. Por lo tanto,
no incorpora al 40% de la población que debe recurrir al sistema informal de crédito (desde
financieras, prestamistas de barrio, usureros y economías ilegales) y someterse a un interés anual
de hasta 240%. Las clases medias que ven declinar su poder adquisitivo también se endeudan a
tasas altas para pagar sus gastos fijos con tarjetas de crédito. El sistema de crédito actual genera
pobreza en lugar de contribuir al desarrollo ya que reproduce un sistema de endeudamiento de
las familias y de los productores que pagan tasas usurarias para llegar a fin de mes. Esto pone en
evidencia que el sistema crediticio argentino está agotado. Es necesario generar otro sistema que
atienda a ese 40 % de la población que queda al margen y revertir el círculo de reproducción de
pobreza y de enriquecimiento tanto del sistema financiero legal como ilegal. Al mismo tiempo, es
necesario insistir en la necesidad de una nueva Ley de Entidades Financieras, dado que la actual
no sólo es una Ley de la dictadura cívico-militar imbuida por las ideas de liberalización de los
mercados, sino que además obstruye las posibilidades de financiamiento a la producción, prin-
cipalmente hacia las MiPyMES. Es necesario una nueva ley de Servicios Financieros que proteja
a los usuarios/as y que genere crédito accesible para las empresas y para el consumo personal, lo
cual fortalecería el necesario desarrollo económico con inclusión social que la Argentina requiere.
En séptimo lugar, potenciar la gestión y la coordinación de las instituciones de control pú-
blico tanto sobre la evasión, subfacturación y sobrefacturación de exportaciones e importaciones,
respectivamente, contrabando, fuga y lavado de dinero. Revertir estas cuestiones es clave porque
si el Estado no recauda, no puede generar servicios públicos eficaces, generar infraestructura y
proteger y ampliar derechos. Ello depende de la acción y de una mayor coordinación entre la
AFIP, la IGJ, la AGN, la Aduana, la OA, la UIF y todas aquellas agencias e instrumentos que
ayudan a mejorar las capacidades de control, tanto sobre las grandes empresas y contribuyentes
como sobre los Bancos y los estudios jurídicos que avalan estas prácticas. Asimismo, es neceario
extender estos controles hacia la lucha contra el narcotráfico por los vínculos que tiene con el
lavado de dinero y la introducción en los circuitos económicos legales.
En octavo lugar, generar políticas concretas para resolver los problemas y las demandas de
vivienda, de trabajo y de la tierra. Es paradojal el tema de la vivienda, porque hay cada vez más
viviendas desocupadas, pero es cada vez mayor el déficit habitacional. Esta se explica por el factor
especulativo. La falta de respuestas a las demandas de la población plantea un problema adicional
de efectividad y de legitimidad para la democracia. El cuarenta por ciento del electorado en el
país es joven y sin embargo se presta poca atención a sus necesidades. De allí que una encuesta
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
revele que el 59 por ciento de quienes tienen menos de 35 años tenga sentimientos negativos con
la situación actual del país. Además, las encuestas agregan que las emociones que predominan
son el enojo y la decepción y que ninguna figura política tiene más de 35% de imagen positiva
entre las y los jóvenes. “Estamos tan acostumbrados a vivir en la coyuntura permanente, que
no nos damos cuenta de que muchas de las condiciones de vida de los argentinos dependen de
decisiones que tienen una duración larga” (Heredia, 2023). Por ello es importante luchar por la
actual Ley de alquileres y que estos estén vinculados al salario y haya mayor regulación publica
sobre las inmobiliarias; facilitar el acceso a la tierra con créditos blandos en un país que cuenta
con 15 millones de hectáreas de tierras fiscales, además de cara a la necesidad de revertir la ex-
tranjerización de tierras.
Asimismo, mostrar el valor que se genera en la economía popular frente a la actitud rentista
de las elites y no inversora. En algún sentido, los movimientos de la economía popular empiezan
a radicalizar sus posiciones frente a situaciones de críticas al FMI, a la alta y poco controlada
inflación y a la falta de políticas para el sector por parte del gobierno. De allí están surgiendo
iniciativas sobre la tierra, donde se piden “retenciones para desarrollar las economías locales” y
“redistribución de tierras para agricultores familiares”, convocando contra la injerencia del FMI y
el ajuste presente y futuro y por la unidad amplia de la clase trabajadora.20 Esto supone considerar
también a las nuevas modalidades de formas de trabajo y de contratación existentes en la actuali-
dad. A su vez, se da la paradoja de que haya trabajadores que tienen trabajos formales, estables y
con derechos; sin embargo, se encuentran en situaciones de pobreza. Por lo tanto, generar empleo
masivo desde la economía popular puede tener un rol importante; desde la sociedad del cuidado
y la construcción, el reciclado, lo textil que son donde mayormente trabajan los trabajadores in-
formales y, obviamente, también desde el sector privado que hace una década que prácticamente
está estancado. Crear un Ministerio de la Economía Popular que permita generar valor, capacitar,
formalizar a 5 millones de personas que actualmente están en condiciones precarias, generar
la urbanización de los 6.000 barrios populares con servicios públicos y viviendas; y combinar
sinérgicamente los cuatro sectores productivos: el sector privado, el público, el social y el de la
economía del conocimiento.
Para revertir la situación de pobreza y la falta de derechos de los trabajadores informales
es necesario discutir cuál es el nuevo modelo que permitirá reformar el mercado de trabajo y
garantizar derechos e inclusión. De forma sintética, se podría decir que hay tres modelos. El
modelo de reducción de la jornada de trabajo como plantea la Unión Europea donde se apunta
a distribuir el tiempo de trabajo asignando menos horas de trabajo por semana a cada trabajador,
pero manteniendo el nivel de salarios y de empleos. Hay sectores (los trabajadores formales y
sindicalizados) que podrían beneficiarse de este modelo en el país e incorporar más trabajadores
20 Véase: Peralta Ramos, M. (2023). El nuevo Consenso de Washington. Del neoliberalismo al mercanti-
lismo. El Cohete a la Luna. 07-05-2023.
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Democracias Condicionadas 2 Riesgos y oportunidades en un cambio del orden mundial
21 Como señala el economista Ha-Joon-Chang quien plateó la cuestión del proteccionismo y la necesidad
de la intervención del Estado en el mercado monetario y financiero y el papel de la obra pública para
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Daniel García Delgado 2 Alejandro Casalis
Cierre
Este año 2023 se celebran elecciones y con ellas dos modelos de sociedad se confrontan tanto
en su sentido común como en la programática y en los candidatos. Tanto la oposición de Juntos
por el Cambio como los Libertarios condicionan, debilitan o ponen en riesgo la democracia
buscando construir subjetividades individualistas, y en algunos casos antististémicas a partir de
un demos fragmentado y escéptico. La esperanza es precisamente lo alternativo, el construir el
sentido común opuesto al derrotismo. Es la apuesta a una subjetividad que debe promover un
programa de políticas que impidan el retorno a un pasado amenazador y que garantice un futuro
con más oportunidades de buenos empleos, equidad y sustentabilidad. La esperanza implica la
audacia para encarar otras cosas, hacer lo impensable y coordinar el sector público con los movi-
mientos sociales y los trabajadores. Mientras que una oposición incita al shock de los tecnócratas
y a las fórmulas de ajuste que eliminan derechos e ingresos ya conocidas, y algunos referentes de
otros sectores de la oposición afirman la necesidad de introducir cambios profundos y rápidos,
e incluso “dinamitarlo todo”; la coalición que conforma el espacio popular debe promover un
modelo y una idea clara de la sociedad que se desea. Su gobierno procura garantizar la mejora de
la calidad de vida, haciendo que los jóvenes de sectores medios no necesiten migrar como opción
de vida ante un país y una dirigencia que no les ofrece futuro.
A ello deberíamos agregar qué estamos celebrando los 40 años de democracia, pero pode-
mos y debemos distinguir que no lo hacemos como una mera referencia a una efeméride. Sino
a la necesidad de encararla desde una agenda de transformación en favor de todos y todas. Para
ello es necesario la reconstrucción de la idea de pueblo entendida no como algo sociológico o ya
dado, sino como un proceso de construcción político amplio, abierto, con una idea superadora
a la que apunta a la sociedad de individuos que maximizan sus beneficios. La idea de un pueblo
con un destino común está asociada a la potencialidad de poder superar riesgos y cambiar el
fatum que todavía pende sobre el destino de nuestra sociedad. Es decir, con un proyecto que
potencie las posibilidades de reconversión productiva, una reindustrialización con alta tecnología
y una integración a un polo regional de nuevo tipo que amplíe nuestra presencia e identidad en
el mundo y se asocie al cambio del poder mundial y a la multipolaridad emergente. Cambiar es
posible. Y también lo es apostar a construir un mundo que sea menos condicionante y mejor para
el conjunto de la sociedad.
el desarrollo. En los países centrales los que hablan de recetas genéricas, básicamente se desarrollaron
haciendo lo contrario a lo que proponían para acceder al lugar que ellos llegaron. Véase Fernández, L.
(2023): Ya se sacaron las caretas. Axel Kicillof compartió mesa con el economista de Corea del Sur Ha-
Joon Chang. Página/12. 13-05-23.
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A MODO DE
EPÍLOGO
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A MODO DE EPÍLOGO
En una democracia condicionada por diversos factores y en particular por el poder de las corpo-
raciones y por el endeudamiento con el FMI es donde se establece el escenario de unas elecciones
presidenciales como las de 2023 que serán decisivas para los próximos años. Actualmente, lo
que está en juego son dos modelos de país muy polarizados. En ese escenario, y ya definidas
las candidaturas que competirán en las PASO, el panorama electoral luce más competitivo que
a principios de 2023, donde las promesas electorales incumplidas del gobierno del presidente
Alberto Fernández y la alta inflación generaban el desencanto de las bases del Frente de Todos
(ahora Unión por la Patria) y casi preanunciaban un triunfo de la derecha.
El mayor activismo del ministro de economía Sergio Massa, cierto control de variables básicas,
la conformación del gasoducto Néstor Kirchner (que va a proporcionar soberanía energética en el
año 2024) y el logro de una fórmula de unidad de los principales partidos que integran el Frente de
Todos (y una interna con el sector que representa Juan Grabois) sin duda vuelve más competitiva la
nueva coalición. Ambas, tanto Unión por la Patria como Juntos por el Cambio, enfrentan desafíos
significativos mientras que el escenario nuevamente tiende a polarizarse entre ellas sin que se aviste
un claro ganador ya que pareciera abandonarse el escenario de tercios. Es que la agenda de la extrema
derecha que asumió Juntos por el Cambio, siguiendo a Javier Milei, parecería ser un arma de doble
filo. Si en un primer momento, el discurso del líder libertario llevó el debate público hacia posiciones
maximalistas antipopulares cuando las propuestas de Milei empezaron a ser escuchadas por su electo-
rado, más allá de su gestualidad, su atractivo decayó y esto descolocó también a Juntos por el Cambio
que se vio obligado a redefinir parte de su discurso. La ferocidad que alcanzó la interna debido a estos
reacomodamientos discursivos, a la falta de liderazgo, a la sombra del ex presidente Mauricio Macri
por sus legítimas ambiciones personales, enturbiaron el panorama de la oposición que anteriormente
parecía luminoso.1 Este nuevo escenario no significa que Unidos por la Patria tenga un futuro despe-
jado o que Juntos por el Cambio ya no sea competitivo, sino que el resultado de la contienda es aún
más abierto. La gran advertencia que dejan las elecciones provinciales de 2023 es el crecimiento del
voto en blanco y de abstención. Como destacan analistas de distintas vertientes políticas, la pérdida
de votos del oficialismo no implica una migración hacia la oposición, sino hacia el voto en blanco o
hacia la abstención, que también podría interpretarse como un signo de apatía y de desinterés frente
a la crisis de representación, la pérdida del valor del salario y de la calidad de la democracia. Como
señala Antonio Gutiérrez-Rubí (2023): “La desafección y el descrédito de la política crecen en todo el
mundo. Esta desconfianza, junto a miedos diversos (por el presente, por el futuro), tiene consecuen-
cias políticas y electorales. Algunas tendencias de comportamiento electoral se repiten en todas partes:
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nacional como representación democrática del pueblo de la nación?”3 El peligro se encuentra tanto
en la desigualdad como en la deriva autocrática con violencia simbólica y práctica de una derecha
insana, sin referencia ética ni política alguna que asocia orden a represión e intenta instaurar el ajuste
y las medidas de shock como único registro del cambio posible. También el peligro reside en una
concepción de la política que promueve las divisiones y el antagonismo con el oficialismo, asociando
a éste con el kirchnerismo y a la necesidad de su eliminación. De allí que si Juntos por el Cambio
llegara a capturar nuevamente el Estado esto podría significar un retroceso dado que sus principales
candidatos ya explicitan realizar recortes a la previsión social, privatizar empresas públicas, terminar
con los derechos laborales y volver a fórmulas económicas ortodoxas que no tuvieron éxito en el
pasado, haciendo de la Argentina un país cíclico.
Las oportunidades de establecer otro rumbo y de configurar un modelo de capitalismo
con un Estado más regulador y distributivo está relacionado con el resultado que se obtenga en
la competencia electoral y con la lucha del gobierno popular contra los condicionamientos sis-
témicos que no sólo se establecen en un nivel nacional, sino también con los que operan en un
nivel multiescalar (Sidler y Fernández, 2022). De allí que para fortalecer la democracia se deba
articular la constitución de coaliciones populares y de izquierda con los procesos de integración
regional que expresan los países de la nueva ola progresista, la recuperación de las instituciones
regionales -como la UNASUR-, proteger conjuntamente los recursos naturales, generar transac-
ciones en la propia moneda y establecer tratados económicos y de comercio no asimétricos con
otros bloques regionales como la Unión Europea. Entonces, la cuestión a dilucidar es: ¿cuán
relevante es América Latina en este proceso de transformación global en curso? Y ¿en qué medida
la región puede articular una voz y un discurso propio? Las respuestas a estas preguntas pueden
encontrarse, entre otras, en las expresiones de “Lula”, quien sostiene una mayor inserción regional
en las BRICS y la incorporación de Argentina al bloque, las políticas favorables a una moneda
sudamericana, la política de promover la causa de la lucha contra el cambio climático en América
del Sur, y un programa de paz para poner fin a la guerra en Ucrania. De allí que, una acción
conducente a tener más relevancia en el nuevo orden mundial y lograr más soberanía regional
y menos condicionamientos para las democracias sean parte de la conformación de un polo de
poder regional en la multipolaridad que brinde más presencia, identidad y defensa de los propios
intereses y de los valores en un mundo en transición y con fuertes turbulencias. Desde ya que no
es una tarea fácil de realizar dado que se deberán resolver previamente cuestiones básicas: la inte-
gración de Venezuela al MERCOSUR, recuperar la democracia nuevamente en Perú y conjun-
cionar voces contra los bloqueos de los Estados Unidos a Cuba y a Venezuela. En algún sentido
es lo que señala “Lula” da Silva en la 62º Cumbre del MERCOSUR al enfatizar la necesidad de
3 Cristina Fernández de Kirchner, citado por Juan Carlos Junio (2023). Un tema crucial, el programa.
Página/12. 05-07-2023.
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“no firmar ningún acuerdo que nos condene al eterno papel de exportador de materias primas”4.
Asimismo, resolver las disonancias habituales del actual presidente de Uruguay, Lacalle Pou, que
amenaza con irse del MERCOSUR en cualquier momento en un acuerdo de TLC con China.
También es necesario señalar que los procesos globales son decisivos para el devenir de las
democracias tanto en cuanto a los riesgos que entrañan, como en lo que a las oportunidades se
refiere. Esto último es particularmente relevante, sobre todo en una situación de desglobaliza-
ción, de disputa por la hegemonía a nivel mundial entre los Estados Unidos y China, donde la
existencia de bloques en conflictos (Occidente y los países que conforman las BRICS) supone
cambios significativos en la distribución del poder mundial, que requieren de América Latina la
búsqueda de una inserción regional distinta a la del pasado mediante el ejercicio de un no ali-
neamiento activo, o sea, vinculándose también a los BRICS y a la Franja y la Ruta en función de
sus intereses estratégicos. La hegemonía de occidente se encuentra en un proceso de declinación
y esto posibilita modificaciones en el orden mundial. La subordinación de la Unión Europea a la
OTAN, y a los Estados Unidos en particular, demostró ser un error estratégico para la primera
que se manifiesta en una Europa afectada en su conjunto por una “crisis de integración”, y una
Francia convulsionada por una sumatoria de demandas acumuladas económicas y sociales de
larga data; una Alemania que sufre un proceso de desindustrialización por la pérdida de compe-
titividad ante la falta de acceso al gas barato que provenía de Rusia; y una Gran Bretaña donde el
sistema de salud pasó de ser un modelo a imitar a convertirse en uno que garantiza menores pres-
taciones. Asimismo, una parte significativa de sus poblaciones realizan movilizaciones de protesta
en relación con las políticas que promueve la OTAN y Bruselas y sanciones económicas a Rusia
y a China que empeoran el nivel de vida de sus ciudadanos. Por otra parte, el endeudamiento
creciente de los países centrales de occidentales -en particular de los Estados Unidos- podría llevar
a una nueva crisis económica mundial que perjudicaría aún más la difícil situación en la que se
encuentra la Unión Europea.
Esta lucha por el pasaje de un poder mundial unipolar a otro multipolar tiene como desafío
lograr el respeto del derecho internacional y alcanzar un crecimiento sostenible a largo plazo.
Ello abre la posibilidad de una ampliación de las soberanías y de las franquicias de los países de
América Latina para salir de la subordinación y la no industrialización, volviendo a fomentar un
desarrollo sustentable e inclusivo. En el anterior modelo de poder mundial esta misma situación
era saboteada cíclicamente, tanto por las elites locales como por aquellas coaligadas con la agenda
del imperio, sea mediante la intervención de ‘las botas’ o mediante ‘el lawfare’. En cambio, ahora,
esta realidad del cambio del poder económico, comercial y tecnológico que tiene epicentro en
Asia constituye una épica posmoderna como es la modificación del orden mundial prevalecien-
te en los últimos 50 años de hegemonía estadounidense y el pasaje de la unipolaridad hacia la
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Bibliografía
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Laguado Duca, A. (2023). Reacomodamientos y nuevos escenarios frente a la campaña. En Pa-
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Sidler, J. y Fernández, V. (2022). Estados, espacios y hegemonía en la reestructuración global ca-
pitalista. Contribuciones para una perspectiva estructural, histórica y dinámica. Desafíos.
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SOBRE LOS
AUTORES
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SOBRE LOS AUTORES
Daniel García Delgado es Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires
(UBA). Director del Área Estado y Políticas Públicas (AEPP) de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (FLACSO) sede Argentina. Investigador Independiente del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Director de la Revista Estado y Políticas
Públicas de FLACSO Argentina. Director de la Maestría Políticas Públicas para el Desarrollo
con Inclusión Social y de la Maestría en Políticas Públicas y Desarrollo del AEPP en FLACSO
Argentina. Ha sido Profesor Titular de Teoría Política Contemporánea de la Carrera de Ciencia
Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Es profesor invitado en Universidades na-
cionales y regionales. Y autor de números libros propios, de capítulos de libros en compilaciones
y en revistas científicas de Ciencias Sociales y Humanidades.
Alejandro Casalis es Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Magister en Políticas Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
sede Argentina y Posgraduado en Gestión y Control de Políticas Públicas por la misma casa de es-
tudios. Actualmente, es doctorando en el Doctorado en Desarrollo Económico en la Universidad
Nacional de Quilmes (UNQ). Es investigador del IICSAL (FLACSO - CONICET) y docente,
investigador y coordinador técnico del Área Estado y Políticas Públicas (FLACSO) donde se
desempeña como Secretario Académico de la Maestría Políticas Públicas para el Desarrollo con
Inclusión Social y como Coordinador Académico del Diploma Superior en Desarrollo Local,
Territorial y Economía Social. Es docente de grado en la Universidad Nacional de La Matanza
(UNLaM), en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y en la Universidad Nacional de Tres
de Febrero (UNTREF). Forma parte del Comité de Redacción de la Revista Estado y Políticas
Públicas que edita el Área Estado y Políticas Públicas de la FLACSO sede Argentina. Es autor de
libros, capítulos de libros y artículos sobre políticas públicas, litio, desarrollo regional y territorial,
gobiernos locales, políticas sociales y economía social y solidaria.
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FLACSO ARGENTINA
Área Estado y Políticas Públicas
Programa Gestión del Conocimiento
Presentación
El Programa Gestión del Conocimiento pertenece al Área Estado y Políticas Públicas de FLACSO sede Aca-
démica Argentina, bajo la dirección de Daniel García Delgado. El objetivo principal del Programa es difundir
la producción académica que se produce desde el Área (libros, tesis de posgrado, artículos de investigación,
monografías, publicaciones, documentos de trabajo, entrevistas, entre otros) sobre el rol del Estado en sus
diversos niveles de gobierno y dependencias y sobre las Políticas Públicas de la Argentina y de América Latina.
La asesoría y la capacitación en los distintos temas y en las diversas problemáticas que se vinculan al Programa
Gestión del Conocimiento resultan un insumo fundamental tanto para la investigación como para el diseño de
políticas públicas. Asimismo, a partir de la producción de conocimientos se establecen redes de difusión y coo-
peración regional entre las distintas organizaciones sociales y estatales abocadas al estudio, la investigación y el
diseño de políticas públicas. El Programa consolida redes institucionales, universitarias, de posgrado, estatales
y científicas tanto a nivel nacional como regional.
DOCUMENTOS DE TRABAJO
DESAFÍOS PARA LA
POLÍTICA EXTERIOR
ARGENTINA Y LA
INTEGRACIÓN REGIONAL
EN EL ESCENARIO POST PANDEMIA
OTRAS EDICIONES
CONTACTO PRINCIPAL
Área Estado y Políticas Públicas
Dirección: Oficina del 2do piso – Tucumán 1966 – CP: C1050AAN – Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Página WEB: http://politicaspublicas.flacso.org.ar/
Teléfono: (54) (11) 5238-9361.
Correo electrónico: gestionconocimiento@flacso.org.ar