Cultura Teotihuacana
Cultura Teotihuacana
Cultura Teotihuacana
Se habla de cultura teotihuacana o de cultura de Teotihuacán, para referirse a los desconocidos pobladores
originarios de la ciudad antigua de Teotihuacán, una de las mayores ciudades de la Mesoamérica
prehispánica.
Se sabe poco respecto al carácter étnico de esta cultura precolombina, aunque las investigaciones apuntan
a los totonacos, nahuas y los otomíes. Pudo tratarse incluso de alguna combinación cosmopolita de pueblos
mesoamericanos remotos.
La cultura teotihuacana es de las más misteriosas de la era precolombina americana, cuyos orígenes y
desaparición son objeto de debate entre los especialistas. Se sabe de su existencia sólo por las ruinas y
restos de su ciudad, Teotihuacán, equivalente de la antigua y enorme Roma imperial.
Su influencia se observa en los motivos claramente teotihuacanos hallados en las ruinas de otros centros
ceremoniales como Tikal o Chichen Itzá. La ciudad teotihuacana es una importante zona de monumentos
arqueológicos hoy en día, con un alto interés turístico y antropológico, célebre por sus grandes pirámides.
Se sabe que los teotihuacanos fueron una influencia importante en el desarrollo de otras culturas
mesoamericanas. Por ejemplo, Teotihuacán fue un centro de peregrinaje importante de la cultura azteca,
muy posterior, quienes vieron en esta ciudad ya abandonada un lugar propicio para las revelaciones
religiosas.
De hecho, el nombre que le damos proviene del náhuatl (significa “Ciudad del Sol”), la lengua de los
mexicas, dado que se ignora cómo se llamaban los teotihuacanos a sí mismos o a su ciudad.
Arquitectura
La gran ciudad fue abandonada gradualmente alrededor del año 750 d.C.
Teotihuacán fue uno de los primeros grandes centros urbanos de importancia en América, por eso se la
conocía como “la gran ciudad”. Llegó a albergar a una población de casi 150.000 habitantes, en más de
2000 estructuras habitacionales y a ocupar una superficie de casi 21 km2. Con estas magnitudes, es
probable que haya sido un enorme centro de intercambio cultural y comercial.
Una característica fundamental de Teotihuacán es que fue una ciudad planificada desde sus inicios. Se
dividió en barrios artesanales con mercados, grandes conjuntos habitacionales, avenidas y templos. En el
centro de la ciudad se construyeron numerosos palacios, templos, espacios religiosos y edificios de
gobierno.
Entre las ruinas actuales, se destacan las Pirámides del Sol y la Pirámide de la Luna, la Casa del Sacerdote, el
Palacio de los Jaguares, el Templo de Quetzalcóatl y el Palacio de Quetzalpapalotl. Alrededor de este centro
urbano, se construyeron cientos de casas para la población trabajadora.
También es de destacar sus desarrollados sistemas de calles, de desagües y grandes plazas.
Arte
Los murales teotihuacanos conservaron sus colores en el interior de los palacios.