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CUIDA

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CUIDA

INTERPRETACIÓN DE LOS FACTORES DE SEGUNDO ORDEN

Los factores de segundo orden del CUIDA informan sobre la capacidad de las personas para
establecer relaciones de cuidado basadas en la responsabilidad, el afecto y la sensibilidad.

El Cuidado responsable (Cre) informa de la capacidad para hacer frente a situaciones que
requieren una atención eficaz y una respuesta comprometida ante las necesidades del otro.

Por su parte, el Cuidado afectivo (Caf) da cuenta de la capacidad para hacer frente a
situaciones que requieren dar o recibir afecto, con un manejo adecuado de las emociones
propias y prestando apoyo emocional.

Finalmente, la Sensibilidad hacia los demás (Sen) se refiere a la capacidad de percibir las
necesidades de los demás y está relacionado con quienes se preocupan por las personas, se
implican en los problemas de los otros y conceden una gran importancia a lo emocional.

Agresividad (factor adicional) es un estado emocional que hace referencia a un conjunto de


tendencias, sentimientos o acciones destructivas hacia algo o alguien. Está integrado por las
escalas: Asertividad, Flexibilidad, Reflexividad y Tolerancia a la frustración. Una alta puntuación
en Asertividad y baja en el resto de variables incluidas en este índice, puede señalar una
tendencia agresiva. Obtiene una puntuación alta en asertividad porque efectivamente
defiende y hace valer sus derechos y no permite que se impongan a él, pero el perfil en otras
variables es el que determina que más que un estilo asertivo resulte un estilo agresivo.

INTERPRETACIÓN DE LAS ESCALAS PRIMARIAS

Una vez comentados los resultados obtenidos en los factores de segundo orden se analizarán
las 14 escalas primarias que evalúa este cuestionario. Las escalas primarias forman parte, en
ciertas proporciones, de los factores de de segundo orden por lo que estos no son sino
combinaciones de varias de estas escalas primarias. Así, los resultados descritos en este
apartado podrán matizar o modificar ciertas afirmaciones generales referidas a los factores de
segundo orden, ajustándolas más a cada uno de los aspectos específicos evaluados con el
CUIDA. En cada uno de los siguientes apartados se describirán las puntuaciones obtenidas en
las escalas primarias. Cada apartado comenzará con una breve definición de la escala
considerada para continuar con una descripción de las puntuaciones obtenidas por la persona
evaluada y posibles hipótesis interpretativas. El profesional deberá contrastar las posibles
sugerencias interpretativas mencionadas con el conjunto de información adicional disponible y
determinar su idoneidad.
Altruismo (Al)

Esta escala evalúa la disposición de la persona a actuar en favor de sus semejantes de forma
desinteresada. Puntuaciones muy bajas reflejarían que la persona evaluada se mostraría
centrada en sí misma y reticente a implicarse activamente en los problemas de los demás e
interesada principalmente en lograr su propio bienestar. Puntuaciones muy altas reflejarían
que la persona evaluada tendería a ayudar a los demás cuando lo necesitan y a preocuparse
activamente por el bienestar de los demás.

Del análisis de las correlaciones de la escala de Altruismo con otras escalas del CUIDA se
desprende que las personas altruistas suelen ser también empáticas y abiertas.

Apertura (Ap)

Esta escala mide la actitud de las personas frente a experiencias nuevas o extrañas- la
tolerancia hacia valores, estilos, modos de vida y culturas distintos y el gusto por lo familiar o
lo novedoso. Puntuaciones muy bajas reflejarían a personas que prefieren lo conocido a lo
desconocido, que suelen adherirse a valores, ideas y comportamientos convencionales, y
tienden a aceptar lo conocido para sentirse más seguros. Puntuaciones muy altas podrían ser
propias de personas que tienden a ser tolerantes hacia valores, estilos, modos de vida y
culturas distintas, a las que les gusta lo nuevo y que son poco convencionales.

Asertividad(As)
Esta escala hace referencia a la capacidad de expresar de forma adecuada emociones tanto
positivas como negativas, hacer y recibir críticas, dar y recibir cumplidos, aceptar y rechazar
peticiones y mostrar desacuerdo. Todo ello, según las necesidades, actitudes, deseos y
derechos de uno mismo y al mismo tiempo respetando los de las otras personas. En su polo
alto se sitúan aquellas personas con habilidades para expresar adecuadamente sus emociones,
mostrar desacuerdos, hacer y recibir críticas, dar y recibir cumplidos y aceptar o rechazar
peticiones. Quienes carecen de esta capacidad por ser pasivos tienen dificultades para lograr
sus objetivos, poseen baja autoestima y dejan que los demás decidan por ellos, mientras que
aquellos que son agresivos tienen una forma impositiva de expresar sus pensamientos,
sentimientos y opiniones. Para valorar estos aspectos, esta escala debe ser interpretada con el
factor adicional agresividad.

Autoestima(At)
El concepto de autoestima que evalúa esta escala es entendido como los sentimientos,
pensamientos y actitudes favorables o desfavorables que las personas tienen hacia sí mismas.
En su polo bajo están aquellas personas que habitualmente tienen pensamientos y
sentimientos negativos hacia sí mismas, sintiéndose insatisfechas, poco valiosas y fracasadas.
En su polo alto se incluyen aquellas que están satisfechas consigo mismas, se aceptan como
son y reconocen su valía personal.
Las personas con una autoestima alta suelen ser equilibradas, capaces de resolver problemas,
asertivas y con capacidad de establecer vínculos afectivos seguros. Tiende a caracterizar a
quienes son sociables, tiene una adecuada tolerancia a la frustración y suelen ser reflexivas e
independientes.

Una autoestima positiva facilitará en los padres la capacidad para resolver mejor una situación
de ruptura. También al tener buena valoración de sí mismos, podrán transmitir al menor un
buen autoconcepto.

Capacidad de resolver problemas (Rp)

La capacidad de resolver problemas es entendida como la habilidad para identificar un


problema, estudiar las distintas alternativas, actuar de acuerdo a un plan, ser flexible y creativo
y estar dispuesto a resolverlo. Puntuaciones altas describen a personas resolutivas, dispuestas
a resolver los conflictos y a ser eficaces en situaciones cambiantes. Por el contrario,
puntuaciones bajas suelen indicar personas poco resolutivas y con dificultades para afrontar
las situaciones problemáticas y tomar decisiones.

Por parte de uno de los padres es fundamental en custodias, ya que en estas situaciones se
van a tener que ir resolviendo una serie de problemas que tendrán primero que identificar,
después planificar estrategias y por último establecer soluciones eficaces.

Empatía (Em)

Esta escala ofrece información sobre la capacidad de reconocer y comprender los sentimientos
y actitudes de los otros, así como las circunstancias que les afectan en un momento
determinado. Suelen aparecer puntuaciones bajas en personas con dificultades para
reconocer, comprender y aceptar las actitudes y sentimientos de los otros. Por el contrario, las
puntuaciones altas suelen estar asociadas a personas con facilidad para ponerse en el lugar de
los demás y comprender que actúen de forma diferente, respetando y sin emitir juicios de
valor. Esta capacidad está relacionada con la madurez personal, la apertura con los puntos de
vista de otros, la confianza y la paciencia con otras personas.

Les permitirá poder ponerse en el lugar del menor y comprender la situación emocional que
está atravesando, ayudándole así en esos difíciles momentos.

Equilibrio emocional (Ee)

Esta escala informa sobre la tendencia a controlar los estados de tensión asociados a las
experiencias emotivas y mantener el control sobre el propio comportamiento en aquellas
situaciones de conflicto o que provocan un alto grado de incomodidad. Puntuaciones altas
tienen que ver con personas que suelen ser equilibradas, tranquilas, calmadas y poco
aprensivas, mientras que en personas más volubles, ansiosas, irritables y aprensivas suelen
aparecer puntuaciones más bajas.

Que el padre que ejerza la custodia posea un buen equilibrio emocional permitirá al menor
tener una figura de referencia que le proporcione seguridad y cubra sus necesidades a nivel
emocional.

Independencia (In)

Esta escala evalúa la capacidad de prescindir de la ayuda o la protección de otras personas


para realizar las actividades habituales. Puntuaciones altas son características de personas
capaces de tomar sus propias decisiones, asumir sus responsabilidades y no necesitar la
aprobación de los demás para hacer lo que desean. Puntuaciones bajas suelen estar asociadas
a personas más tendentes a ser sumisas, a las que les cuesta tomar sus propias decisiones y
asumir responsabilidades y que necesitan la aprobación de los demás.

Flexibilidad (Fl)

Esta escala analiza la capacidad de percibir y aceptar los distintos matices que puede presentar
cada situación así como adaptarse a aquellas circunstancias de cada situación y momento
concreto. Puntuaciones altas suelen describir a personas que suelen entender que no hay una
sola forma de hacer las cosas, que son capaces de rectificar sus actitudes y puntos de vista y
tienen facilidad para adaptarse a las circunstancias propias de cada momento. Ser flexible no
significa dejarse llevar o ceder, sino ser capaz de escuchar, observar lo que ocurre alrededor,
rectificando oportunamente actitudes, puntos de vista o actuaciones para lograr una mejor
convivencia y entendimiento con los demás.

Por otra parte, puntuaciones bajas suelen aparecer en personas que tienden a ser rígidas y a
rechazar aquello que se opone a su forma de pensar, que tienen dificultades para adaptarse a
las situaciones que no tienen bajo su control y a las que les cuesta asumir los cambios.

Favorece la adaptación del menor a los cambios.

Reflexividad (Rf)

La reflexividad hace referencia a la tendencia a hablar y actuar de forma meditada. Las


personas con mayor puntuación suelen actuar después de una reflexión previa, habitualmente
toman sus decisiones teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes y disponen de
habilidades de planificación y son organizadas. Muestran persistencia en las actividades que
inician. Aquellas con menor puntuación tienden a ser precipitadas, impacientes y poco
reflexivas y a tomar decisiones rápidas sin tener en cuenta las consecuencias.

Un padre impulsivo influirá negativamente en el menor, porque al no preveer las


consecuencias de sus acciones podrá realizar conductas que perjudiquen tanto a sí mismo
como a ambos.
Sociabilidad

Esta escala está relacionada con la orientación hacia las personas, la facilidad con que se
establecen relaciones con los otros, la preferencia por la compañía de los demás y el gusto por
las actividades sociales. En concreto, las puntuaciones altas suelen vincularse a personas
orientadas hacia los demás, sociables y que prefieren la compañía de los otros. Las
puntuaciones bajas tienen más que ver con personas que prefieren la soledad a las relaciones
con los demás y que pueden tener dificultades para relacionarse.

Influirá de manera positiva en el desarrollo del menor, favoreciendo su inclusión dentro del
mundo de las relaciones sociales.

Tolerancia a la frustración (Tf)

Esta escala informa sobre la capacidad de aceptar y asimilar una situación en la que una
expectativa, un deseo, un proyecto o una ilusión no se cumplen. Las personas con mayor
puntuación suelen tener facilidad para aceptar y asimilar adecuadamente situaciones en las
que no se ven cumplidas sus expectativas, deseos, proyectos o ilusiones. Suelen ser personas
equilibradas, flexibles y poco impulsivas. Las personas con menor puntuación suelen tener
dificultades para aceptar y asimilar una situación en la que no consiguen lo que pretenden.

Permitirá al padre custodio resolver las dificultades que se presenten, sin que le suponga un
desequilibrio emocional.

Capacidad de establecer vínculos de apego (Ag)

Esta escala está relacionada con la capacidad humana universal de formar vínculos afectivos, lo
que constituye un requisito para el desarrollo evolutivo adecuado y el establecimiento de
relaciones interpersonales adaptativas. Permite valorar si las personas disponen de los
recursos y la capacidad para permitir que el proceso de vinculación afectiva tenga como
resultado un estilo de apego seguro. Las personas con puntuaciones altas no suelen tener
miedo a la intimidad ni a ser abandonadas y confían en los sentimientos que los demás puedan
mostrar hacia ellos.

Por otra parte, las personas con puntuaciones bajas pueden tener miedo a ser abandonadas,
no sintiéndose seguros de los sentimientos que los demás tienen y necesitando recibir
continuas muestras de afecto y mostrándose emocionalmente distantes.

Evalúa la capacidad de los padres para establecer vínculos afectivos seguros. Importante que el
padre custodio haya establecido con el menor un vínculo de apego seguro ya que esto
posibilitará en el menor la capacidad de establecer buenos lazos afectivos con los demás y
tener un sentimiento de seguridad y confianza en si mismo.
La existencia de un apego ansioso puede producir en el menor inseguridad, falta de
autonomía, sobreprotección y dependencia.

La existencia de un apego evitativo va a dificultar la expresión de afecto hacia el menor, lo que


puede producir en éste una dificultad para establecer lazos afectivos, ya que tenderá a evitar
las relaciones interpersonales en las que se den manifestaciones de afecto.

Capacidad de resolución del duelo (Dl)

Esta escala mide la capacidad para afrontar las distintas experiencias de pérdida que ocurren a
lo largo de la vida, las cuales deben ser elaboradas y asumidas de una manera adecuada. /as
personas con mayores puntuaciones suelen describirse como capaces de superar y asumir las
pérdidas que ocurren a lo largo de la vida, elaborando adecuadamente los sentimientos
negativos que van asociados- las personas con menores puntuaciones suelen afirmar de sí
mismas que les cuesta afrontar dichas pérdidas.

Permite apreciar como los padres han actuado ante una ruptura o dificultad de poder ver a los
hijos, cómo se pueden sentir a nivel emocional y cómo ha podido influir en su autoestima esta
situación. Una mala resolución del duelo puede repercutir negativamente en los hijos y llegar a
predisponerles en contra de uno de los padres. Esto puede dar lugar al síndrome de alienación
parental (que el vínculo afectivo de amor que existía entre un padre y un hijo se haya
transformado en odio)

ESTILOS DE CRIANZA

Inductivo: Prevalece la comunicación, la experiencia del afecto y el razonamiento sobre el


castigo será más probable en personas con una autoestima positiva, asertivas, con capacidad
de resolver problemas, equilibradas, empáticas, flexibles, reflexivas, con elevada tolerancia a la
frustración y con capacidad de establecer vínculos afectivos seguros.

Persmisivo: personas con una autoestima baja, poco asertivas, baja capacidad de resolver
problemas, poco independientes, excesivamente flexibles y con un apego inseguro.

Rígido: personas poco abiertas, con baja autoestima, escasa capacidad de resolver problemas,
poco empáticas, escaso equilibrio emocional, flexibilidad escasa y baja tolerancia a la
frustración.

Sobreprotector: poco abiertas y empáticas, dependientes, escasamente flexibles, y con


dificultades para establecer vínculos afectivos seguros.

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