Brazos Abiertos IV Macabeos
Brazos Abiertos IV Macabeos
Brazos Abiertos IV Macabeos
R esumen
La proyección del tiempo mítico ha encontrado un sitio propicio para su desarrollo
en las narrativas bíblicas agrupadas dentro del conjunto de los libros históricos.
Bajo ese esquema, la hospitalidad ocupa un lugar de destacada importancia. Sobre
todo, si se tiene en cuenta el hecho de que el pueblo de Israel ha sido considerado
'extranjero' en los imperios cuyas inmensas extensiones lo subyugaron. A partir
de este contexto serán significativos los momentos en que los hebreos se enfrenten
abiertamente con ellos. En consecuencia, abordaremos en este trabajo el Libro IV
de Macnbeos dada la época histórica que ficcionaliza, de fuerte y extensa confront
ación. Entendemos que en él se conjugan tanto el procedimiento narrativo de la
circularidad de la historia como el elemento cultural de la hospitalidad para con
struir con trazos claros e inequívocos a las figuras centrales del tratado. Por ende,
intentaremos hallar en ellos rasgos que puedan ser tipificados en una escala de
oposiciones [positivo/negativo]. Dicha gradación permitirá entender la importan
cia relativa que la hospitalidad, así entendida, tendrá para clarificar la victoria final
-moral y militar- de las huestes de los hijos de Dios.
Palabras clave: Esquemas narrativos; IV Macabeos; Ficcionalización; Exegética
histórica
With Open Arms (and Fist Closed)
Narrative Typologies in IV Maccabees
A bstract
Projection of mythical time has found a favorable way to develop itself by getting
inside the group of the historical books of the Bible. ín that scheme, hospitality
takes a very important place. Specially, if we consider the fact that the people of
Israel has been considered as a foreigner into the empires which immense exten-
sions subjugate it. On the basis of this context, the moments when Hebrews openly
fight with these empires will be significant. Then, we will analyze in this work
the Fourth Book o f Mnccnbees because it fictionalizes a historie period of strong and
hard confrontation. We understand that into it both narrative procedure of histor
ical circularity and the hospitality as a cultural topic are conjugated, to build with
clear and unambiguous marks the text's central characters. That is why we will try
to find features that can be typificated in an opposition scale [positive/negative],
Such graduation will allow to understand the relative importance that hospitality
will have to clarify the final victory -m oral and military- of the sons of God's army.
K ey w ord s: Narrative schemes; IV Maccabees; Fictionalization; Historical exegesis
1. Introducción
1 Esta visión se halla en varios de los libros de la Biblia. Cf. Diana L. Frenkel, «El martirio en la
Septuaginta: II y IVMacabeos». AFC24, 201 1a, 61 -2 quien, en nota ad loe, cita como ejemplos de
la literatura de útero nó mica además del último libro del Pentateuco a los dos libros de los Jueces
(donde es particularmente característico [Diana L. Frenkel, «La institución de la monarquía en el
relato bíblico». Stylos 20, 2011 b, 11 ]), los dos libros de Samuel (o los dos primeros de los cuatro
de los Reyes, según la denominación que se prefiera) y el libro de Josué.
2 Antonio Piñero, Literatura judía de época helenística en lengua griega (Madrid: Síntesis,
2007), 69. Cf. además John J. Collins, Between Athens and Jerusalem. Jewish identity in the Hel-
lenistic Diaspora (Livonia: W. B. Eerdmans Publishing Co, 2000).
6 Richard Garner, «Law and Drama», en Law and Society in Classical Athens. (New York: Rout-
ledge, 1987), 95-130. Cf. Edith Hall, «Lawcourt Dramas: Acting and Performance in Legal Oratory»,
en The Theatrical Cast o f Athens: Interactions Between Ancient Greek Drama and Society. (Cam
bridge: Cambridge University Press, 2006), 146-169. Además, para comprender la aplicación de
semejantes categorías a un texto bíblico, cf. Diana L. Frenkel, «El martirio...», 72 y Roberto J. Sayar,
«“No es imitación de hombres [...] sino de la existencia” (Poet. 1450al 6). ¿Dispositivos teatrales en
IV Macabeos?», en Tránsitos, pasajes y cruces en las teatralidades del mundo, eds. Marcela Coria,
María Eugenia Martí, Stella Maris Moro (Rosario: Stella Maris Moro - ATEACOMP, 201 5), 351-361.
7 Jan Wilhelm Van Henten, The Maccabean martyrs as Saviours ofthe Jewish People. A study
o f 2 and 4 Maccabees. JSJSup 57 (Leiden: Brill). Los capítulos y versículos de IV Macabeos son
los únicos que, a lo largo del texto, aparecerán citados sin la abreviatura que les corresponde,
a diferencia de todos los otros tratados bíblicos. La edición desde la que traduciremos será la
de Alfred Rahlfs, ed., Septuaginta, id est Vetus Testamentum graecae iuxta LXX interpretes Vol.
1-2 (Stuttgart: Württembergische Bibelanstalt, 1971). Todas las traducciones del griego, salvo
indicación en contrario, nos pertenecen.
8 Roberto J. Sayar, «He dicho: pueblo salvado. Esquemas narrativos y jurisprudencia en IV Maca
beos», en Un milenio de contar historias II. Los conceptos de fíccionalización y narración de la Antigüedad al
Medioevo, eds. Andrea Vanina Neyra y Liliana Pégolo (Buenos Aires: EFFyL-UBA, 2020), 227-245.
9 Consistente en pan/tortas, manteca, leche y un ternero gordo y cebado (Gn 18,8). Es pre
ciso tener en cuenta que como Abraham no vivía en centro urbano alguno, le está ofreciendo lo
más costoso que puede conseguir entre sus posesiones y, por tanto, elevando el grado de hospi
talidad (Agradecemos a la Mg. Carina Perticone [UNA-UNSAM] la aclaración de este último punto).
10 «La hospitalidad es una de las principales virtudes del orden natural. Significa que todo
hombre, en condición de tal, debe ser respetado. [...] Lot practica esta hospitalidad hasta el he
roísmo» afirma Jean Daniélou, Los santos paganos del Antiguo Testamento (Buenos Aires: Carlos
Lohlé, 1960), 92-93 y por ello resalta su rescate en tanto santo por los primeros cristianos (Le
1 7,32-33; 2 P 2 .7 ; Ireneo de Lyon, Adv. Haer, 4.31.1 -3; Orígenes Ho. Gen. 5.1-5).
«[...] se acercó por sí mismo y adoró aquel Nombre y se postró primero ante
el Sumo Sacerdote. (332) [...]. Los reyes de Siria y el resto estaban sorpren
didos de lo que había hecho y supusieron que el rey había perdido la razón.
(333) Sólo Parmenio se acercó a él y le preguntó cómo, si todos sé postraban
ante él, él se postraba ante el Sumo Sacerdote de los judíos. A lo que respon
dió: "N o ante él, sino ante el Dios que lo honró con el Sumo Sacerdocio" ».
16 Diana L. Frenkel, «Una visión del Egipto Ptolemaico según la Carta de Aristeas a Filócrates».
Circe 10, 2005-2006, 157-175). Cf. para el caso de Filón los análisis de Paola Druille «La situación
cívica de los judíos en los tratados de Filón». Synthesis 22, 201 5, 125-38 y, sobre todo, «Filón y las
inscripciones griegas de los siglos ll-l a.C.: la existencia de la gerousía en Alejandría». Circe 20,
2016, 131-145, donde, para fundamentar esta existencia se basa en testimonios arqueológicos
como SGE 34.1 532 y SB 1.2100.
1 7 Así, Jerusalén podrá ser entendida como una «ciudad griega» con un ordenamiento cívico
particularmente ajeno, pero con yepoucría, asamblea y órganos de gobierno plenamente helenís
ticos. Cf. Paola Druille «“Nuestro consejo de ancianos”: Filón y la institución administrativa de la
comunidad judía de Alejandría en Contra Flaco». Stylos 27, 2018, 80-91 y Luciana Gallegos, «Las
normas sociales y el vínculo de syngéneia: la legitimación de Alejandría en Argonáuticas», en Ei
nomos transgredido. Afectaciones poéticas de la normatividad en el mundo griego antiguo, eds.
Emiliano Buis, Elsa Rodríguez Cidre y Alicia Atienza (Buenos Aires: EFFyL-UBA, 2006), 41 8.
20 Cf. Umberto Eco, Construir ai enemigo y otros escritos (Buenos Aires: Sudamericana,
201 3a) para la noción de «enemigo interno».
21 Es Steven Weitzman, «Plotting Antiochus’s persecution» Journal o f Biblical Literature
123/2, 2004, 219-34 quien explicitará las características de esta persecución, su particular viru
lencia y los intertextos que contribuyen a construirla.
22 Robert Renehan, «The greek philosophic background of Fourth Maccabees», RhM 1 1 5/3,
1972, 227 ha explicitado y aclarado el entramado metafísico de este texto como partes de una
koiné filosófica permeada particularmente de estoicismo, lectura que siguieron en su mayoría los
demás estudiosos (Ínter alia John J. Collins, Between Athens... 205; Antonio Piñero, Literatura
Judía... 70 y Diana L. Frenkel, «El martirio...» 67 y nota ad ioc).
2 3 Serge Kolm Reciprocity. An economics o f social relations (Cambridge: CUP, 2008), 1 18.
24 Christopher Gilí; Norman Postlethwaite; Richard Seaford eds., Reciprocity in Ancient
Creece. (Oxford: Oxford University Press, 1998).
helénico, dejó de lado. Para lograrlo, evocará punto por punto las
virtudes de la Ley de Moisés (5,23-24) aclarándole que es por propia
convicción que la saben venida de lo Alto (5,16) y, por lo tanto, nor
ma insoslayable en el ordenamiento cívico-jurídico de Palestina. Y
si bien no se le exige estrictamente que la cumpla ni que se apegue
a los dictados que ella tiene con respecto a los extranjeros (cf. Nm
15,16; Dt 24,22), sí se le recuerda que su aplicación corresponde a
todo el Pueblo de Dios, cuyo santuario ha profanado con sus ídolos
(4,20; cf. 2 M 6,2; 1 M 1,54) y las normas que a estos les caben.25
Por ello, las palabras que pronunciará antes de su muerte, además
de un llamado a la misericordia divina, son un modo insustituible
de mostrarse hospitalario con quien es, como dijimos, el verdadero
y último dueño de la tierra y de todas sus criaturas (l:o 25,23) en
tanto Israel es extranjero aún en su propia tierra, como claramente
afirma el salmista cuando escribe «soy forastero en tu casa y, como
mis padres, peregrino» (Sal 39,13). Por todo ello es que el anciano
sacerdote afirmará, en sus momentos finales que (6,27-29):
«o ú o io G a , G e é , n a q ó v p o i otúqEcrGai |3acrávo ic K a u c m K a ic á7TO0víjcrK&i
&ia tó v v ó p o v . 'I A eo c y e v o ü rey e Gv e l crou ü q k e o G e I c t í) rjpgTÉQqt v t íe q
íyutcov hÍK.1). K a G á p c n o v a Ü T ¿iv TCOÍqcrov tó c u ó v c a p a K m a v T Íp u x o v
a Ü T ¿iv A a p é t i) v É p q v p u x fjv »
«Tú sabes, Dios, que, pudiendo salvarme, muero por causa de la ley con
torturas cáusticas. Sé misericordioso con la nación de tu pueblo, nuestra
condena acepta en lugar de la de ellos. Mi sangre haz su purificación y toma
mi alma en lugar de la de ellos».
2 5 BóéAuypa épqpcdaecdi;, dice el texto, referencia que retoma Daniel en su profecía (Dn
9,27). De qué constaba tal cosa es algo discutido. Lo más plausible es que se tratara de una
estatua de Zeus considerando por un lado los datos aportados por 2Ma. 6.2 (en que se habla de
un altar de Zeus Olímpico en el Templo de Jerusalén y otro de Zeus Xénios en el templo del Monte
Garizim) y por otro las numerosas aristas comunes entre la construcción discursiva de este dios
con la del propio Yahvé de acuerdo con lo planteado por Bernardo Perea Morales, «Ciertas conno
taciones entre Yavé y Zeus», EClás 35/103 (1993): 7-26.
5. A modo de conclusión
26 Serge Kolm Reciprocity. An economics o f social reiations (Cambridge: CUP, 2008), 193.
2 7 Tal y como la explícita Umberto Eco «Sobre el símbolo», en Sobre literatura (Buenos Aires:
Sudamericana, 201 3b), 1 58 y ss.
28 Cabe destacar a este respecto las descripciones homéricas del fenómeno, que no solo
afectan a los hombres (con el conocido caso de Glauco y Diomedes de 6.1 19-236 [v. Pablo Cava-
llero, Leer a Homero. Ufada, Odisea y la mitología griega (Buenos Aires: Quadrata, 201 4), 89-90
y notas ad loe y Ángel Hoces de la Guardia «La hospitalidad en Homero» Gerión 5, 1987, 43-56),
sino también a los dioses (puesto que, de hecho, es una deuda de hospitalidad la que pone en
marcha la |3oüAq de Zeus, cf. Mariel Forciniti «Gobernar...» 73).
Bibliografía
29 Diana L. Frenkel, «Las muertes de Antíoco IV», en Los estudios clásicos ante el cambio de
milenio. Vida, muerte, cultura, eds. Rodolfo Buzón, Pablo A. Cavallero, Alba Romano y María E.
Steinberg (Buenos Aires: EFFyL-UBA, 2002), 509-1 8.