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Malinowski y Julio de La Fuente - 4

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tentaciones, es economica ro, el agente, el publicista fa difusionno se hallan de vida indigena como en efectivo,
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Ert consecuenCla, el dcber del etnologo c9nslste ep de~ terminar' el contexto exacto de las necesidadesiradidonales. Traducido esto en los tcrminos concretos quese refier-en al Valle de Oaxaca; se hallarla que:existen',sistemas!tradiciona'les'de habitaci6n, de ,vestir;' de hcibitos' dieteticos~ 1'deLcxi~ g~ilcias' ,intelectuales y esprrituales; to do 10.'el1al"produce un' sjstema de. demandas. definidas. rSe h~'tr:Itadd' cleprec~~ar lalsistema" mediante'el estudio 'de 10s'hogatestipicos' 'en 'uh poblado rural, en: una comunidad 'urbana: Y"e~' una regi~rt de las motanas. Esto ultimo fue :'posible gracias'al trabajo rlel Prof. Julio de la Fuente en la Sierra de Juarez:yen ,Ja regi6n mixe. La obra de-rSteininger y Van de Veldc' fue sugestiva y muy uti I para efectuar esa' cl~se, de estudio/ Aq~ti ~'(;citanin solo algunos detalles. Sin embargo/ :elpunto mas importante en que el etnologo debe insistir se refiel"e a que (;1 nivel de vida de una:cbmunidad indigena'o' carripesinaes ronservador por dos razones':',' ,,
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tcndd.mg'ran'demanda de cohetes con los cuales veneran a Dios,. ,glorifican su comunidad y satisfacen .su senticlo de 10 dramatico'y'isobrenatumL. Reempfazar los cohetes 0 la enorI~JC serie de objetosrmilagmsos .0 religiososl que se han mertciqnaclo; con' tanta' reGuencia, significaria la transfol"lnClcj()n (!0llw1eta deI:..uriiver:so!espiritual de 10s inclig-enas.. ,
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~:~o~l;~er\j\lti$n)oi', C,Capatta"0 "tradicional ismo" son cti-

,q\il~ta,sutilel:>J peto h1t~rpretar SU correcto signi ficado exigt: estable,cer::_q\1~,c4l:>r~n:Ja ,intdncada mterdependencia de vad<ls fu~r;~a~.lr~spir.Jtl,lales, '.habituales ,ytecnicasden,tro de caela. in!?titl,lc;tion" que .tambien representan la int~r,dey :p~ndencja de,yariFlts, !institl,lQiones dentro de cada municipaIi,dad, Gada:di;S~Jihoy' cacta"region.

El cambia de necesiclacles".cst~J!.~~ .I~.~erie d~ 'bie~ nes que ticnen que ser compraclos con regul~ndacl sobt,~ 1.<J. hase rle un presupuesto familiar defiriiclo; sehalla clefert'lilnado por tan bien organizadas Y'traclicionalmente funclaclas i instituciones como el hogar, la comunidadclel' poblado, la organizaci6n eclesiastica v las fiestas ocasionales que repre1 sentan el interesTeJigoso, inteJectual, estetico.y social de I 105 nativos. ,,' . "'"
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2) Los: renglones .t~les C01110 'Ja cflimentacion,' el, ~estido, 105 muebles y utensJ1lOs de cocma, rtopuedell ser 'cam biados a pedazos. Se insiste: mientras nOlselransfdrtt:H~h"por comph~to 105 sistemas de creencias; e1 hivef,~intelectual 'J el gusto estetico '!igado.:a eno';los' in'digenas y los 'campesincls

La i ec~nomia es 'Otro' tlctermina,nte,' cI~' igual potenCla. del "conservat'islrio~'" o"retraso cultbral", Los indig-enas acoIl1Qdaqos:d.el.Valle- viven I en .casas de' adobes y se man tiene cada ulJo:potl SllJanlilia,con alga as~ como:$ LOO al dia. Los indigenas( r.ml.s:pobr~s, de, las montanas, segUn han estimaclo j~s autores,cle,la monog-raHa citada. viven con ~'Tres Dolares ,al Ano~1. Sjin ~mbarg.Q"esto es quizas una estimacion sen .. 'saciona,I;, m.as ,quecorrecta: la, partida ,debe,ql.1cularse como "ingre~o re;;tH', n: terminos de,vivienclas gratui tas, gran proe lH))"oi6n:dt: aJimentostQ.mbiCn gratuitos y ciertos scrvicios que: noes.;neQesario pag-ar. sino en reciprocidad. Verc1acleramente, el cilculo del "ingreso real" en el Valle cle Oaxaca o en .las ~rea~ d~ estq,dio etno16gico en general, es un pro hlel~a,p'ar:~ ,~l,~u.e, "s~ 'pretende aqui tener la S?lllCion, E,sto !10 obstatlte~ S1seaSlgna <;omo valor de los ahmentos que r.~p,s~n},e)(u~'J~~ig,~~Cl'~?-pr~!de ais~erra 10 ~.o ~ centavos al cha. per cap~ta.~?etla,SI11 <!l~dauna. exageraclOn. Tales he~~O?, ~yi~~,~te$~?~.'.51. ,son' ~i~~os: Transforma'r el nivel de v1c1apol'. mecilO de laeqllcaclqn,.la ptopag'anda, 105 rec1amos c6merciai~s' 9 cualesqqier'ab,t!dS n1:edios,cl~_"clifusion libre y flotarite"',' es' sirriplemente Ilabsltrdo~

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.EI principal pre requisito de la ,difusi6rt es el poder de

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cumpr::kEsto ha sido reconoeido por los' reform adores l"evoiucionari(J)s mcxicanos, qllicncs tllvicron en meilDCd::Oll ocIa t claridad el.principio de que debia darse mas tierrasa los.~indigenas. En algunos casos, la ref<;>rmaha .sido afortunada. En otros; mas no fue fadib1e puesto que" como en.las regiones montafiosas, de Oaxaca, no existian 1atifundios'"ni~'pFOpiedad agraria ec1esiastica que pudieran distribuirse entre los nativos. Hay otros casos en que 1a refbrina tiene' que ser traducida a trabajo efectivo y operacion efitiente d~l nuevo sIstema; en estb, quizas,nada resulta tanr,necesario' como twas cuantas investig-acibnes etnol6gicas:'cbhducidasl no por partidarios del conservatismo :contra, elprogres6, 0 vice,, versa, sino por estudiosos inspi~r~ad~s.erl"una'so.l~ pasi6n: l~ completa y detallada comptenslon de' 105 meea11lSmClS In rlc producci6n econ6mica, enrelaci6n con l~ tenencia, de la tierra y con la organizaci6n so~iald~ )os gnipos.'" , , ' Dejando estadisg-resion teorica' para volver: a los hechos que se tienen a la, mano; 'sera necesario indicar con brevedad algunos de 10s mecanismos utilizados ,por el comercio con e1 exterior en la creacion de nuevas necesidades. Estas pueden encontrarse en el mercado s610 en 'Ias formas mas J'udimentarias. Quizas e1:modo mas poderoso de' inhoducit g-radualmente en la' region nuevas requefimieriios: y la venta de bienes importados. consiste 'en el proceso, de irifHtraci6n a traves de los estratos mas elevados v ricos hacia 10'"dela gente mas pobre. -,

y unos cuat1tos 'propietarios

de minas. Las' expr~pi~ciones de lat.ifundios: y de propiedades extranjeras han ehmmado a la rriayoria de 105 hacenda;dos. Los que t?davia existen.' viven en una combinacion de los niveles de vIda norteamencano y latinoamericano. Pocos tienen automoviles; la mayoria po~een grandes casas muy comodas, bien amuebladas, en ocasiones provistas de cuartos de bano; vis ten, comen, y en algunos casos, tanibiep leen y se. divierten de modo que c?mbinan los apetitos. culturales del O"ingo con los del latmoamericano cui to. Entre e1los hay algunos intelectuales prominentes como el Sr; Solanay Gutier,rez y J. F. Iturribatria, quienes intervienen en In produccion literaria de Mexico. Se hn insistido en esta dase social porque es a traves de ella que la influencia de la cultura occidental se filtra en toda la region. Si se efectua un inventario de sus compras,. se encontraria que poseeri y usan muchos articulos importados de los EstadosUnidos,sobre to do sus automoviles, maquinas de coser, radios y muchos de sus libros. Tambien se haHaria que esta clase realiza sus compras en gran proporcion. en la ciudad de Mexico y otros centros urbanos como Puebla y Monterrey. Ello no obstante. para surtir sus despensas y para obtener' ciertos articulos de consumo, ellos 0 sus sirvientes ocurren a los mercados locales.' En Oaxaca no hay una sola carniceria fuera de estos; 10 mismo las frutas, las verduras y aun los articulos de barro son ildqui':' ridos en los rriercados para tales hogares prosperos. ' Otra clase estaintegrada por los habitantes de las ciudades con ingresos que osdlan entre cinco y diez mil pesos. que difiere del grugo anterior, solo en caracteres de menor importancia; aunque esta c1ase se abastece en gran medida en las tiendas locales, respectoa vestidos y adornos personales, abarrotes y objetos de uso domestico, depenqe aun mas del mercado. " El terter grupo 10 forman los rriesti~os urbanos, los pro:. fesores de escue~a, los pequenos tenderos, los artesanos mas ricos y la cuantiosadase deempleados gubertiamentales y

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, En e1 analisis de 1a 4emanda econorriica en' general 'y de la demanda' en el mercado en particular, es preciso ,estab1'ecer ciertos' estratos y clases socia1es. En la regi6n se encuentran pocos cientos d~ familjas con' ing-resos superiores die,:, mil pesos. Estas familiaspueden c1asificarsecomo 13. bur guesia acomodada.1;'Jinguna de elIas pertenece a ,la aristocracia colonial de Oaxa~a, de 'la 'cual, segUn se, sepa,:nirtg{ln descendiente existe en: d, terreno. Son los principal,~s, inc1dstriales, 105 comerciantes a1 mayoreo-espanoles" en g~an parte-, uno ados extranjeros, los funcionarios mas 'e1e\rados

comerciales. Se efectuaron una 0 dos investigaciones detalladas sobre 105 presupuestos y niveles de vida de casos representativos dentro de este grupo. Se trata de personas cn yos ingresos varian entre dos mil a cinco mil pesos. La poblaci6n urbana pobre de Oaxaca y de las otras poblaciones quizas se mantengan con ingresos de quinientos a dos mil pesos. Son 105 pequefiosartesanos, 105 empleados y quienes, aun cuando viven en las poblaciones, obtienen la mayor parte de sus recursos mediante el cultivo de horta"lizas 0 de pequefias parcel as de tierra. Sin embargo, difieren de 105 campesinos en su modo de vida, en sus exigencias y en su manera de vestir. Tal vez sus vestidos se hallen deteriorados 0 ajados; pero constituyen la librea de la civilizaci6n occidental. Su alimentaci6n se parece mucho a Ia de los campesinos. En sus renglones de presupuesto pueden encontrarse gastos de cinel11at6grafo, algun peri6dico de cuando envez y la cuota de miembro de algu~a sociedad local. Estos renglones no podrian hallarse en lospresupuestos de los campesinos 0 de los indigenas de la sierra. Al mencionar el quinto grupo, el de 105 campesinos, es interesante anotar que en muchos poblados pequefios existe clara distinci6n entre los occidentalizados, aunque indigentes pobladores, y el resto de los campesinos; sin embargo. ~mbos sectores conviven lado a lado. En correspondencia can la distinci6n hallada por Robert Redfield entre los correctos y los tontos, se encontro una cxpresi6n corriente que define a las personas "civilizadas" como gentes de razon} y otra que se refiere a los indig-enas autenticos como 105 naturales. Tambien se indica aqui, de paso, que en Oaxaca se usa la palabra yn/'es para caracterizar a todos los indigenas. La linea divisoria se halla clara y palpablemente marcada. El gTUpOindigena habla el zapoteca-mixteco como lenguaie materno. Los miembros de la gente de razon utilizan' de mod<) exclusivo 0 predominante el espanol 0 "castellano". El prizones, calza huaraches y se dedica primordialmente. a. Ja mer grl1po viste camis6n blanco 0 coloreado y amplios cal-

agricultura. Ya se ha mencionado el caso de lei gente urbanizada de Ocotlan que se distingue de la poblacion indigena de San Antonino. Sin embargo, en estc ultimo lugar pocas personas quiza podrian ser calificadas como "razonables". En tales sitios que son semipueblos y semiciudades como Zaachila y Zimatlan, las diferenCias se manifiestan en fronteras entre barrios, suburbios, donde pueden encontrarse' grupos 0 manzanas de casas de piedra 0 ladrillos en una parte y tipicas habitaciones campesinas en la otra, cada una dentro de un solaL Este quinto grupo, sin embargovive predominantel11cnte en 105 muchos poblados esparcidos en todo el Valle. Existc cierta uniformidad en las viviendas y muebles, en los instrl1mentos domesticos y en las formas de vestir. Su dieta consiste de cafe, chocolate 0 atole por las mananas; tortillas y un platillo de carne al media dia, y son caracteristicos 10s frijoles neg-ros can ,tortillas a manera de cucharas a en tacos. Puede comerse carne dos veces 0 mas, a la semana, seg-un la riqueza del campesino. Entre 105 campesinos pobrcs ]a dicta rcsulta mucho mas sencilla. 105 vestidos mas detel"iorados y remendados y el moblaje mas simle. A grosso 1nodo. la gente de 10s poblados del Valle vive a razon de 25 centavos a $ 2.00 al dia por persona. Esta ultima eifra se refiere a los individuos mas ricos. Se sabe de algunos cuya fortuna se valua en alrededor de $ 50,000.00, y existe pOl' 10 menos un famoso campesino zapoteca autentico can reputacion de millonario. Se Ie ha dado el sobrenombre de Chin-dino y se dice que vive de acuerdo con el nivel de vicb del indig-ena medio. Segun se sabe, much as de las comunidades campesinas hablan el lenguaje indigena en forma excIusiva 0 predominante. Todavia ;existen comunidades en las que no es posible conversaf. en espafiol con la mayoria de los hombres y apenas con cilgtina que otra mujer. Al lado de tales poblados hay otro?, genuinamente campesinos, cuyos habitantes no conocen otra leng'ua que el "castellano". Entre ambas cla-

1 ses de comunidades se observan marcadas diferencias, en

costumbres, perspectivas y aun en habitos dieteticos y equi':', pas cl()mesticos. Como ya se ha clicho, Jos campesinos ,visteu 1 todos iguaJ; tienen ciertas costumbres y maneras caracteristicas. Si se come en compania de un grupo de campesinos se observa que mientras los hombres se, sientan en Jas peC}~efiassiJIas qw~ alli se lisan,. 0 en bancos, las mujeres inva* nablemente ,se Slentan en el pISO.La carne y las pesadas sal-, sas y sopas. se, sirven en escudiJIas. La tortilla es enrrollada, en forma de taco 0 usada como combinacion de trinche y, \ cuchara. El res to se hace con dedos y dientes. Los buenos' modales durante la comida incluyen repetidos eructos en senal de satisfaccion. Algunos campesinos duermen en cattes primitivos; ~in erribargo, la may~~ia I? ~ace. tan solo so?rc petates tendldos en eJ suelo. EI almo dlano slgue una rut1l1a caracteristica de naturaleza inas 0 menos' rudimentaria. En la actualidad, el uso del jabon es g~neral ylos olotes funcionan a manera de esponjas. El aparato sanitaria por 16 comun consiste en un hoyo excavado en medio del solar, 0 bien es solo un espacio conveniente del terreno reservado para ello sin demasiados miramientos en cuanto a intimidad.

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munidad se unen: para form~r un,; solo, frente hosti!. Har\~ poco tiernpo se cometio un asesinato en los ,aleclai\~s de .l<~ ciuclacl de Oaxaca durante pllgnas politicas entre dos secclClnes del poblado de Xoxo; pera la parte agraviada se opusa con granenergia ,a,que e1.asuntofuesep\lesto en manos de. Ja policia. Consideran la. institucion, tradlcional de la vew detta ,como.,.~:is did~hte,., ap,r,op~ada 'Y' honorable. En una comunidad ,enl~l.AueB. Malinows~i paso, unos 10 dias, et pueblo.,;de' San i Sebastiart", Abasolo, s,e sabia, can f recuencia de casas en .que.algu,naschicariase inmoralidades judicialcs y aUll felonias y crimenes eran perfectamenleconocidos por los habitarites; discutidos y iatribuidos ,por ,la opini6n puhlica,' y en cada cas,6 ,la' parte agraviada era. la qllepreparilba. e1 adecuado castigo. IEn: ninguncaso" cllalquierg, qne fuesc., loghabitantes'piensan en.pr:esentar .Ios asuntos ante nn juz-, gada '0 una: dependenciaadministrativa; .' . ,'" L~s pobla.dos:,~~i~~os .tienen una politica definida en sus acti tudes respecto la Iglesia y la educacion escolar. Han seguido esa politica durante anos, y ni las autoric1ades del' Estado, nh~1IG6bier'rio federal han side capaces de ejercersob're ella .presion efectiva. Aqui se menciona ese hecho porque las -observadone's' detalladas de esa naturaleza, 5i se efectuan .y-;.confirman en, otrci.s regiones de la Republ ica, ofrecerian::una importante.serie de indicaciones en materia de refonmis 'socialesl :yplaneacion poHtica. EI sentido municipal de autonomia de losindigenas en,realidad constituye un acervo democratico extraordinariamente importante para .el. pais. sto' significaque Ja' opinion publica local es en extremo uti! para.llevar al cabo cualquier sistema planeado de editcaci6n, de'mejor:as economicas: yotros elementos de cambia cultural: '.' II

SegUn se sabe, esta gente tambien es desdenada por otros grupos a causa de su ocupacion economica, que es el 1 trabajo agricola. La mayoria de los campesinos son profunc1cimente religiosos,en el sentido tradicional mexicano. La I atencion que dedican al altar domestico, aunque formal, es J observada escrupulosamente., Las festividades' de santos, sobre todo la del santo patrono del pueblo, tienen, que' celehrarse y exigen grandes gastos en dinero Y'energias. '

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1 intenso sentido de la independencia municipalesuna caracteristica sociologica importante de e5te grupo. Cada comunidad: se considera. a, si. misma como soberana y. 10 manifiesta de muchos modos. subur1bios, en los poblados mas Aunque las reyertas entreson muy grandes, como Zaachila, frecuentes y" sang-rientas, 5i llega a haber alguna jntervencion 0 interferencia foranea, todos los, miembrosde la co-

. En verdad, ello quizAs ha sido intuitivamente reconocid()'por ~l;rresiQente;.:cazafco Cardenas, cuyos exitos han sido debidos;engran:parte;: al hecho de que durante sus vicijes"por toda,s'p~rte~ de)aRep{ibl,ic~ {J,le capaz de ganilrse

y movilizar

aqllclIa las zonas indigenas.

opinion

publica

local en 1a mayoria

de

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Existe, ademas, un sexto grupode consumidores -productores que siempre se les encuentra en el mercado y que de ll1uchos modos constituye uno de los factores mcls im-, portantes de la vitalidad del mismo. Es el grupo integrado por los indigenas que viven en las montanas circundantes. EI Prof. Julio de la Fuente ya habia trabajado antes, durante un ano, en la region de Yalalag y visitado la zona (le los mixes. Sobre esta ultima tam bien fue posible obtener informacion de segunda mano aportada por uno de nuestros mas educacIos informantes, el Prof. Unda, quien durante muchos an os ha trahajado en los distintosdistritos. Es necesario disting'tlir aqui varios subgrupos. Algunos todavia apenas han sido afectaclos por 105 recientes cambios habidos en el pais, porIa educacion 0 pQr el progreso. En cierto modo. tambien han permanecido a1 margen de Ia influencia latinizante del pedodo colonial. Se comenzara aqui pOl' el grupo que es quizas el mas pOhre, el menos latinizaclo y el menos organizado economic a1Ilente: el de los incHgc:nas de la sierra sudoccidentaI."

les, estas ulitmas,les aportan vitaminas necesarias en su dieta. Su vestimenta, pobre como es, ajada y remenc~ada, tiene q1;1eser comprada con d.inero, excepto algunas pIez.as de atuendo femenino y masculmo hechas con lana en la mlsma region. La mayoria de sus utensilios domesticos, los. ~rtlculos de barro, los de cuero, los sombreros y 10s utenslltos de hierro que pueden necesitar, deben procurarselos en 10s Jl.ercados 0 en las tiendas. Si 10s mercados del Valle desaparecieran, los indigenas de los distritos adyacentes tendrian que caminar mucho mavores distancias hacia otros centros comerciales 0 padecer en algunas de sllscomodidades esenciales: en verdad, estarian al borde del hambre. Seria util discutir en este pun to la forma en que tales indigenas pueden obtener algun poder de compra como consumidores de artlculos indispensables. La region que ,habitan les permite recolectar, y.en algunos ca50S, producir artlculos que son muy necesanos en el Valle. Lena, ocotes y carbon; la lana de sus ovejas, y sobre todo. quiza, frutas tales como manzanas, duraznos, peras y tamhien amoles, ralces que crecen silvestres en las montanas y CIne se utilizan a manera de jabon. Los indigenas lIevan esos artlculos a 10s mercados para cambiarlos -principalmente con el sistema de truequepor otras mercancias que ncresitan. Mas adelante se tratant de los detalles del trueque. AIgunas de sus transacciones tienen que ser realizadas por dinero, puesto que el cafe, el azucar, el maiz y la cerimica, as! como los vestidos y los artlculos de cuero, deb en ser comprados con moneda y al contado. Facil es advertir que para esta clasecle participantes elmercadoconstituye un l1ledi~ elastico de adquirir poder de compra inmediato por medlo del trueque v de ventas en dinero. Tanto el mercado COmo las tiendas I;cales son tamhienun emporio, vasto y variado. dcsde el pUI)to de vista del nivel de vida .de los indigenas, en el cual toda la serie de sus necesidacles puede ser satisfecha con prontitud.

. Aunque el nivel de vida- de esa region es en general muy ha.lO.. alli se consumen )' se necesitan ciertos artlculos cuya prmclpal fuente de abastccimiento son los mercados del VaI lie. SllS habitantes gustan del cafe, del chocolate, del azuj car. En la region no crece suficiente maiz para el delgado ;,!o!c y las tortillas y necesitan comprar por 10 menos 10 dohie de In (jlle l~rodllccn, Ell ()c;l~joncs. tambien g-ustan de tc .. /lcr pan de tngo para consu/llIrlo durante algunas de SllS celebraciones festivas. Adclllas, tienen que adquirir importaJlle varieclad de vcrduras frescas y frutas dtricas, las cua.

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"":1 libro de: Steinillger \' Vall de Vcldc. va mellcioll<\c!O COil fr~c'ucncia, ofl ccc 1111cuadrn mleresanlc dc In, IIIdll'IdllOS mas pobres quizas dc Cste grupo. N1Icstra" nbser\"ac~olles so!>rc la vida ccour>J1liC<t de cstos jndigella~ -a quicnes hemos VIsto tal! snlo ell Ins Ilwrcados-mllCl'tran satisfactoria cOllcord;lI1cia call la, datos rccogld"s COI\ much" 1l1ayor dctallc POl' alfllclIos autores.

, Los mixtecas: desempenan en: el mercado'un papel al~o diferente. La infbt:rnaci6nl:ecabadasobre'estetema es menos completa, puesto que ningunode los investigadores visito esa parte del pais, no obstante que la situacion por estudiar es mucho mas compleja. La regi6n en sti conjunto no es rica de cierto; algunos de. sus distritos tienen que comprar unacantidad a:dicional del cereal indispensable, el maiz. Las artesanias nativas, tales como la alfareriay varios procLtctos textiles, articulos de fibras dura~ y cesteria, son ad'luiridos en el Valle. Sin elT).bargo, 1 a regi6.n de los mixtecas ~s muy vasta;, (l,lgunas de sus zonas nortenas sonabastecidas principalmente por el gran centro industrial de Puebla. '. :':',

y.esta bi~n prov~sta de ganado mayor.y de otros animales. Sin embargo, toda" elIo tan .5610 es infonnaei6n preliminar que ofrece algunos puntas de orientaci6n, obtenida de contactos con los agentes e intehnediarios establecidos en' la ciu?ad de O~xaca y sus alrededores, y con algunos de los atmgos -. sobre todo el Prof. Undaque conocen de primera mana aquella parte de 130Mixteca. " Encuanto a la region de los mixes, se ohtuvo alii un cuadro muy semejante al de los habitantes pobres de las l110ntanas occidentales. Esto se refiere, ante todo, a los mixes que 'habitariel .distrito adyacenteal. valle oriental de Mitla y Tlacolula; son ellos los principales participantes en los mercados del Valle; tienen que eompl~tar su producci6n de maiz con grandes cantidades que adquieren en cada una de sus visitas a .los ~ercados. Por 10, comun comprari tambien carne, .abarrotes, pan y verduras. 'Casi nunca abandon an .el rnercado .sin llevarse alglin Heor fuerte en el est6mago y' en susbolsas de viaje. NO,obstante que existen dos 0' tres centros mixes productores de cerainica, esos indigenas adquieren g.randes cantidade~ de buena alfareria, sobre' todo. la producldaen Atzompa y Coyotepec. . Con el objeto de eomprar tales mercancias, los mixes ~levan consigo, primordialmente, las cIases de frutas que meJor se producen en las tierras altas, duraznos en su mayori.a. Tambien venden papas y chiles que crecen en' las zonas mas teinpladas; peroestos productos son comercializados por los mixes mas pr6speros en el mercado de Tlacolula que es su principal centro de abasteeimento. Ademas, por temQoradas, venden ciertas cIases de frijol y el pixtle; nombre que se da a la semilIa del mamey. En ocasiones Ilevan al mercado el. cafe que recolectan en sus distritos vecinos de cErna .mas templado. Algunas de las ganancias de este puehlo mlxe, pobre, pero muy trabajador, provienen de servi., cios. que prestan' como acarreadores. de cargas pesadas a cambio de unos 50 centavos por dia, de los cuales tienen que deducir susgastos de alimentaei6n. Se observan aqui las

La: influericia de los mixtecaseh los' mercados de: Oa'xaca se debe a rriuchas irripor'taciones deproductos de su regi6n; productos de palma, sobre todo' sombreros, esteras IJ petates y pequenas canastas tejidas, ~iertas c'Jases de' chiles, manteles, lana en bruto, trigo y hierbas medicinales, todl) ello permitea los m:ixtecas adquirirel necesario poder d'e (. mpra para realizar sus adquisicibiles.Muchosindigenas de esta regi6n s'e'hanestahlecido en la ciudad de Oaxaca y en otras poblaciones, donde actuan cdmo agentes, en espedrll para la venta de somhreros de palma, pero tambien cor:1O "corredores" mas 0 menos impdrtantesde trigo y de ma'. terias primas y como exportadores de 105 ya mencionados productos oaxaquenos. " Se tiene aqui un cuadro en cierto modo diferente. Puede decirse que el Valle y la Mixteca son dos productores economicos 'interdependientes que cambian bienes y servicios y se complementan mutuamente. Talvez 13. mayor dJ'niplibl(ion surge del hecho de que ciertas mercandas fabricadas cn Pl.1cbla y en Mexico. asi como algunas rhaterias primas, Began a. la Mixteca a traves del Valle; perci tambien corictirren en este por las antiguas rutas comerciales que atraviesan la Mixteca. La parte norte de'esta regi6ri; dicho s~a"de paso. de ningun modo puede considerarsepobre: el. sueio' es fertil; se producen alii grandes cantidades de maiz:yde trigd,

mismas fuerzas y los mism05 mecanismos' efectivos halla7' dos en Ia partiCipaci6n de los indigenas ciccidentales en 105 H1erc~40s del Valle'. De estos qependep. tambi~t1 ,108 mixes pa,r::l.: dquirir sus subsistencias y sus pequefios luj03, tales a comQ carne, aqari-otes y licores ftiertes. Pueden ofrecer cier~ tas semillas que son de rapida venta, puesto que no se producen en Tlacolula y sus alrededores. Durante el mismo dia, en una serie de transacciones -las mas de truequeobtienen los articulos que necesitan, mas un excedente en dinero que les sirve para efectuar compras directas en el mercado 0 en sus alrededores, despues de 10 cual inician su viaje de regreso. Los indigenas de la Sierra de Juarez, quienes sin ducia se hallan en un nivel mas alto de prosperidad, hasta cierto punto tambien dependen de los inercados de Tlacolula, Etla y Oaxaca. En algunos de sus distritos ri~cesitan complementar su producci6n de maiz, y en'lli rriay6da tienen que comprar verduras frescas, cebollas, utensilios de barro, abarr6tes' y' vestidos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta una distinci6n entre los distritos adyacentes al Va,lle y las partes mucho mas distantes que han de dependet de otros mercados, entre 10s que existen varios en Ia Sierra de Juarez misma~ Sin embargo, estos ultimos gravitan sobre el sistema del Valle, en Ios que adquieren algunos de los productos mas modernos que llegan desde fuera, ademas de Ios ,articulos ya mencionados; pOl' todo ella, la regi6n nortefia paga en trigo, cafe y frntas tales como manzanas, membrillos y peras. En. esa vasta zona se tendrian que distinguir ciertos distritos especialmente fertiles que envtan excedenles de maiz hacia eJ Valle.10 Ya se vera que la clase de necesidad econ6mica que hace del mercaclo un Iugar importante '--0 mejor, 'indispensable- ~ara los incligenas de las regiohesadyacentes y circunvecmas al mismo, se aplica tambien a Ios campesinos or
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los poblados situados en tome de Oaxaca: La mayoria puccle producir y produce el alin1ento basico, el malz. Algunos,' mllY especializado$, como Atzoinpa y Coyotepec en su alfaferia, Tlacocha,huaya y Sari Antonino en sus mercados de' verduras, 0 los poblados qiIe, rode an Etla con sus eficientes panadedas y su producci6n de quesos, pueden aportar articulos irilportantes al mercado; pero tienen que venderlos 0 cambiarlos 'en trueque para poder abastecerse de los alimentos Y' productos manufacturados necesarios. Ya se ha tratado con alguri detalle sobre c6mo este mecanismo cubre una parte muy pequefia de la demanda de alimentos en Atzompa. En general, es posible estudiar los problemas del consumo en un poblado desde el punto de vista del presupuesto familiar. Asi se hallarian presupucstos de corto a1cance que varian dcsde el diario hasta el semanario de <teuerdo con la riqueza, la prosperi dad y ami la inteligencia de las familias. En tales periodos, durante el dia de mercaclo mas cercana. el cabeza de familia tiene que movilizar sus rccursos: pocqs almudes de maiz, algun Iech6n, unas docenas de hucvos en . ' cl caso de un productor agricola; 0 bien, los articulos de ba!TO tCl"lllinados en la scmana, 0 las vcrduras listas para sn venta. Todo elIo es llevado al mercado y el efer.tivo neto es gastado, antes que nada, en cafe 0 chocolate, azucar y carne. licor y utensilios neccsarios. En dos ocasioncs al ano los g-uardarropas tienen que ser reabastecidos 0 debe comprarse un nuevo sombrero, por 10 comlm con motivo de alguna festividad. EI mismo mecanismo principal del mercado -un lugar para obtener poder de compra y hallar una Jarga serie de oportunidades para utiJizar ese poder en Ia compJeta satisfacci6n de Ias necesidades corrientesmuestra cnan necesariaes esta instituci6n para el campesinado de los pohlados. S610 un as cuantas palabras pueden decirse aqut acerca de otras clases de. consumidores. La poblaci6n urbana pobre, o bien los natura.les que viven en las poblaciones m{\s

Vb.sc

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cl cstudio \I~IProf, Tulio rle laFuellle una rei art (\11 <!etalb<!a ,Ie csa ZOlla,

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la reg;,'lI! de Yalalar,-,

grandes, se atienen' a los mismos presupuestos de corto al _' can~ecar~cteJ;,isticos de los campesinos. Se, estima que la parte mas grande de las compras de esa gente se realiza en IQ~mercadQ.s. Es deCir, se haIIaria que una proporcion muy grande de sus ingresos son utilizados en comprar mercancia~ a los vendedore~ que se encuentran en los merc'ados. La' di,ferenda principal 'entre los habitantes tirbanos pobres y' los campesinos' consiste, prilnero, en que existen variantes '~ya indicadas-- entre las necesidades de ambos grupos; y segundo, 'en que los urbanos pueden utilizar el mercado a diario, si viven en la capital del Estado; en verdad, puecIen abastecerse en alguno de los cuatro mercacIos que alii funcionan t?do's Ids dias y donde pueden comprat los alimentos que neceslten, aparte de una serie de otros bienes de consumo. Una diferen<;ia secundaria consiste, en que los ~l:banos compran con mucha mas frecuencia en las pequefias tiendas que ~e hallan abiertas durante todo eldia y a muy corta distancla de sus hogares. Sin embargo, en esto hay diferencias r;specto a 10s articulos comprados, puesto que muchos artt.cu10~ del mercado no pueden adquirirse en las tiendas, 0 bIen, estas los venden a precios mucho mas elevados. La informacion que se tiene sobre esta clase de consumidores es n:my defici~nte; en realidad, hasta ahora no nos ha sida posIble estudtar esa clase, sino a traves de indicaciones ocas~onales no integ-radas dentro de algUn cuadro claro, esto sm mencionar nada semejante a datos sobre presupuestos. . Se conace mejor la clase burguesa, con ingresos supenores a $ 500.00 al ano, El Prof. Julio de Ia Fuente ha efectuado algunas investigaciones detalladas en algunos hog-a. res, Este grupo todavia depende principalmente de los merca;los para adqui,rir alime,ntos. En ellos se compran ademas aIg-unos textIles y ob.1etos de uso diario, que tambien encuentran en las tiendas tl1ClS pequefias. En cuanto a 10s articulos mas complicados que deben ser adquiridos fuera del mercado, en sus h?gares puecle. ~ab.er al[{U~a maquina de 1 coser, una 0 dos ptezas de mobthano, ql1lzas un fonogra-

fo. '.:. a~tiduI~s' en~~'que' son ,Ilevados desde fuera de la re", gion, y qpe n:oes; P9sibk encontr~! ,e~,Ips:mercad?s. ", " Yase ha escrito, mas:o menosextensamente de las cla-; sesacomodadas; yse sabe que estas dependen en muc~,o ma~! vor medidade varias productos importados a la reglOn. :" b~ben afiadir~se ,algrtnas: afirmaciones concretasa.1 ~ximen que ya se ha hecho' de Ii relaciori entre el ~?asteclmlento de 10stnercados 'y sus ,fuentes: laproducClOn l~cal del Yalle ylasimportaciones.' Aqui ,se estable~e.una Imea de distincionentre elmercado y otros estableclmlentos comer~ ciales. En,estospileden. encontrarse buena can~idad ~e ~rticulos no' producidos en el Estado de ,O.axaca, ,111 ~un slqUlera enla Republica mexicana., Automovlles, maqumas de co-, ser, fonografos y radios !legan principalment~ desde los Estados U nidos. ' Este' pais, tanto como Alemama, y en menor l11edida, laGran Bretana' y r:'rancia: a~astecen de lam~aras de petroleoy gasolina, bombllIas electncas y larga ser.l~ de mercandas relacionadas con el alumbrado, la calefacclOn y los .mas complicados, aparatos de cocina. Las ~ac~rolas y ollas de peltre -atticulos poco usados por los mdtgenas 0 los campesinos-' proceden principalmente de 10s Estad~s Unidos 0 de,'Alemania. En <manto a los textiles, la mayona son fab'ricados en lei region 0 en ottas partes de la Republi~a, y sololas calidades mas finas so~ de importacion. !ambien son :traidos delextranjero los mstrumentos musicales y cierta cantidad de productos, quimicos y fCl:r1?aceutico~. Algunos productos :enlatados y algunas exqu2slteces. cuhnarias como el' azafran, se importan de Espana; y Clertas de las'mejores tiendas de aharrotes y vinaterias :xpenden vinos, licores y aguardientes que proceden ~e Espana, Francia e Italia. La mayor parte de las mercanctas enlatadas que se venden en' la region son fabricadas en Mexico; per~ las lIay tambien de los Estados Unidos-, Francia,. Ale~ama y Espana. Impresiona)a pequefia, canttdad de obJetos Japo~eses baratos, con ,excepcion de pocos artfculos de celulotde como peines, espejos'y juguetes.

Sin embargo, es muy diffciI que cualquiera de los productos illllJortados afecte al verdadero merca'do. 'En realidac~, com.o d~~de un principio se formu16 este problema en la tnvestlgaclOn, sc puso especial interes en descubrir 10s produdos no mexicanos que se expendian en 10smercados. No {He posible registrar uno solo definidamente conectable con alguna fue,nte :xtran)era, excepto, como ya se dijo, aIg'unos de los pequenos obJetos de celuloide~ " .' No ??stante, ~l problema mas importante respecto a la: IInp?rt~clOn sereflere ~ l,as subsistencias. Los, datosrec.ogi..: dos mdlcan que en cOn(hCIOnesnormalcs la'regl6n es 'autosti~ ficienteen maiz, trigo y ganado. En,verdad; excedentes de estas mercancias son comtmmenteenviados desde e1'Estado de Oaxaca a otras partes del pais; perodunihte los alios de sequia 0 de plaRas, cuando el precio del maiz seeleva hasta 10 veces' el promedio normal, mientras' en' otros Esbi.dos .0. en el extranjero las cosechas son buenas, estealimento ba~ico tiene que ser irnportado en la region. Esto afectaria en gran medida la eC0l10mla de los mercados y de los distritos. ~urante eJ .ver~l1o en CJu~se efectuo la investigaci6n en el : ~lle: de 11111g-Ul1 modo tuc dcsastrosa lacosecha, p':'.rn SI mlcnor a la normal. EI lI1alz flle trafdo desde otros Estad~)s, Ft}c po~jble ohservar entonces -que :era vendido a pre..: etas mas ha.Jos que los del malz local.. Existe dna definicla pre~erencja de los consllmidores por este ultimo, .10 cual es debt do a que las divcrsas clases' delmafz: local' sehaIIan Ii~; g-aclas a !iUs vari.os usos: en el atole -.-bebidamuy apreCiada-. en las tortIllas y enla gran vahedadde formasenrolIada~ 0 prensa?as queel grana '0 Ia: masa:del maiz adquie:.: ren .en 105 ylattllos o. hocadilloscle la, region. A inenos que IDs habi'; 1 Ja dtferencta de preclOS Beg-ue a sermuygrande; tante~ del Valle pagarfall Cjuizei'ci1'lcO centavos '0 mas' sohrecl preCj(~d('~malz',imporya,do,eoptal,de adcju~r.ir~I~?~a}:': "'~'.; .En este punta, se desea decIarar qu~ masadelant,e se clara a conocer el estudio sobre la preparaci6n de los'variados riatillos y sus tambien variados sahores,y~lCl; relaci6n qtte

'esto ti'ene' ~on: los abaste(:itnientos; 105 precios y las transacciones enios 'inercados. Los datos recabados respecto al maiz contichen algl~nos hechos ~rtteresantes. A~enlas debe anot~rse aquique e9- esta materia deben ,c?ordmarse los trabaJ.os del etn61Qgo 0 del econoril1sta en MeXICO,con los del estudlOso ddcomercio internacional. E~ precio del maiz llevado del exterior a la regiOii depende de las tarifas ferroviaria~; .de quienes manejan ese negocio en gran escala; de los SUbSIdlOS gubernamentales, en ocasiones, as! como del desarroll,o progresivo del nivel de vida y de los gL~s~OS de los con~U1mdores. En esto, la teenologfa puede ser util al e~~nonl1st,a; per? aquella tiene que depender de la cooperacl.on de est,e, I~I problema del maiz, sin duda alguna, es de lmportancla n~cional en Mexico; es el alimento basico en la eultura meXlcana' el maiz no sera reemplazado, ni debe serlo, por otros cere;les, segun 10 indican razones de orden sentimental, historico y economico. Es eseneial est~di~r ese problem3: en detalle dentro de un pequeno hogar Il1rhgcna 0 campesll1o: esto es indispensable para colocarlo dentro del marco mas amplio de la economia nacional y del cornercio internacional. En relacion con ello, nos damos cnenta perfecta de. que los datos contenidos en este capitulo son solo una aproxtmacion al estudio economico completo. Aun no nos hallamos capacitados para presentar los aspectos economicos esenci~les de la produceion, la distribuci6n y el consumo, Es .0~vlO que esto implicaria una valoracion numerica de las actIvId~des en cad a fase. Sin embargo, proponemos que se esturhe con mayor profnndidad la agricultura en sus aspec.tos ~con6.micos, can datos sobre el valor y la cantidad de las tlerras poseidas y utilizadas por el campesino medio, y ,tambie~, quiz a, cIasificarlas de acuerdo con algunas categonas de nqueza y eficiencia. La valoracion economica de la mana de obra como factor de la producci6n implicarfa cierta forma de comparacion entre el uso de la mano de ohra dOn.1eStica, familiar, y el de la asalarrada auxiliar; de .'leI' poslble, se insiste, la comparacion se haria en terminos numericos,

11.0-

Aunque. ~e tiene una ~?ea aproximada de yar~os presupue~tos f~mlltares,. no se cuenta con datos presentables en este estudlO. Se' dl~e todo estb porque' el prop6'sit6 de 'este' informe es sug-enr y estimular, indicar los lineani.ientbscom .. pl~to~ de esta invest~gaci6n y definir los problemas te6ricos p:m,Clpales de, eS,te.tlpo de t:-abajo de. campo etno16gico, soc1010g1CO economlCO comb1l1ado en Mexico, '. y 8. LAS TRANSACCIONES DEL MERCADO EL MICROSCOPIO BAJO

Todavia es necesario observar mas de cerca algunas transacciones en el mercado, las exhibiciones de mercaneias, los metodos de atraer a los clientes, el inevitable toma y daca de los regateos, la venta y la apropiaci6n de las mercandas. En estos aspectos, nuestro metodo no consisti6 en ~reguntar precios, ni aun en discutir asuntos con los compradores 0 los vendedores. Durante un activo db cIe mercado, cuando el comercio resulta concurriclo y el visitante llama poco la atenci6n, el metodo principal fue registrar 10 que en realidad ocurria, y asi obtener datos sobre conducta y actuaci6n, mas que indicaciones verbales de intenciones y esperanzas. Esto de ningUn modo significa que no se deban discutir problemas, formular preguntas y obtener tantos comentarios como se ofrezcan sobre 10 que sucede; pero las s6lidas realidades de la transacci6n, el precio pcdido y el precio ofrecido, la surna pagada y el metodo con que el articulo es apropiado por el comprador en atenci6n a la cali dad y a la cantidad, todos ellos fueron acciones observadas antes de iniciar las conversaciones. A -ratos, un investigador se hallaria sentado en una pequefia silla, cerca de algUn comerciante amigable y bien dispuesto. Llegarian clientes; examinarian las mercandas; preguntarian precios, y se irian sin comprar. Otros, en cambio, si comprarian. En general, aunque no de

modo invariable, la transaccion sc efectua entrelazada con una prolong-ada conversacion de reg-ateos, de elogios de propaganda y o1>servaciones reprobatorias. En ocasiones, el observador seguiria al cliente en sus compras con el objeto de computar el a1cance de sus intereses y de sus necesidades c?mo consumidor. E~ta ft~e una de las mas. compl~jas y diflcultosas tareas; fue realtzada por B. MalmowskI durante \ una excursion al mercado en compania de un buen amigo vecino de uno de los pueblos cercanos. De 'eI se obtuvo un detalIado y precise relato de la forma en que el comprador 1 aprecia la calidad y la cantidad y se decide a escoger. El problema general que justifica tal observacion consiste en obtener una clara idea de la esencia del regateo en el mer\ cado. En' otras palabrasse observa en todo elIo el fundonatiliento concreto, espedfico, del rejuego entre oferta y demanda' seglin ocurre en las transacciones tipicas de un mercado regional mexicano. Fue posible a1canzar algunos principios generales interesantes y firmemente establecidos. El precio justa y correcto de cada mercancia es conocido tanto por el comprador \ como por el vendedor. En cuanto al regateo, se observaron varias importantes diferencias y distinciones conceptuales establecidas. En ciertas mercandas -principalmente y ante 1 todo en el maiz- el rejuego de la ofertay la demanday la actuacion real del regateo son una realidad economica. Esto 1es: la gente no regatea sobre el maiz por 2 0 5 cts. tan solo jpor el placer del intercambio verbal 0 por cualquiera otra razon psicologica, sino porque aun en el cursa de un dia de mercado eiprecio del maiz se 'eleva y desciende; verdad es lfJue la oscilaci?n. ocurre dentro d~ estrechos limites, p~ro de I1n modo defmtcIamente determmado par las hecesIdades de 105 consumidores y 105 requerimientos financieros de 105 prod~ctores. El mecanismo efectivo del cambia de precios consIste en el hecho integral de los indefinidamente muchos 'ypequenos actosde regateo que en rea Iidad ocurren.

).

.Por el contrario,

se haIlo que existen artieulos que son

yendidos, practicamente, a precios ~ijos. El con~~rador se acerca el vendedor menciona el preclO, la transaCClOn se re~liza 0 ~o. El regateo no se presenta. Es obvio qU,eel precl~ de tales articulos se fija desde temprano en el dla de melcado. Entre elIos se 'puede mencionar el chile, el que,so, los articulos de cuero y quizas algunas frutas como lo~ platanos. las peras y las pinas. La mayor parte de .las demas mercan: das se venden mas 0 menos dentro del myel entre la .oferta v'la cOIltraoferta, el regateo y ladisctlsion, ~ un pre~1Oque, ~in embargo, no es muy afectado por la cantldad ped!da por el vendedor, ni la ofrecida por el comprador. . Los margen~s mas amplios tal vez se encuentren en 10spreclOs de la~ ,CO])Iias de fabricacion casera local, de los rehoios y tamblen de 10s huaraches y articulos textiles. Al orientar 13.observacion bacia el regateo se ~uvo ell mente el problema de la determinacion d~ los preclos. La conclusion general es que estos se cletermman par factores economicos reales en el mercado; por la oferta y la demanda en mercandas tales como el matz, el ganado, las verdur.~s. las frutas y otras mas. En muchas. el costo de 'prod~CClOl1 senala un precio minimo de vent~,. el cual l?~ede mclUlr. costos de transporte, impuestos y utthdades. ~m ~uda, eXlste~ grandes variantes entre g~n~e como 105 co~phcados fabncantes de sarapes de Teotltlan ylos a1:farel os d~ Atzomp.a, portina parte,' y los indigenas que ,pro~ucen .carbon, cuerdas o lena. Sin embargo, aun aqui no es Imposlble calcul.ar ~os motivos economicos de cada grupo. Se etectuaron vanos 111tentos de ca1culo cuyos resultados se encuentran en las descripciones siguientes; 105 datos muestra~ que, ~o ~bstant~ 10 cercano al nivC'l de subsistencia en que viva un 1I1dlg~n~,este no rea:lizaria alglin comercio con perdidas y 10 Call1blana pOl' alguna ocupaei6n mas provechosa. . Se' tienen ya algunos datos sobre uno de 1?,s pr~blemas iuiportantes que todavia requi,eren una elaboraclOn mas completa: esel estudiode los -ca1culos que s~ hacen ~anto ~os com prado res como los vendec1ores. ConoClmos a Clertos 111-

di&"enasy call1pesinos --como nuestros amigos Manuel, Andr~s, Joaquin, ?e Abasol,o, 0 Antonio Samano, de San Juan Chl1ateca- qUlenes podlan observar de modo directo 0 conocer de oidas las fluctuaciones de los precios en todo el sistema de mercados. Con notable claridad y astucia, Manuel e:a capaz de preYer y ca1cular la tendencia probable del preClOdel maiz; podia ofrecer informacion exacta de 10 que pasada durante la siguiente semana en Zimatlan 0 en Zaachila y sus previsiones eran generalmente confirmadas. Se anotara. aql:1i, de paso, que quizas a el, mas que a nadie, se debe la rapldez en cl progreso de nuestro trabajo.ll La misma claridad, astucia y sabiduda de ccilculo puede cncont~ar~e en gran cantidad de tenderos profesionah~s, intern:edlan~s y regatones. Por otra parte, eI intermediario semlprO~eSl?nal 9-ue realiza frecuentes viajes desde alguno de los ~lstnt~s clrcundantes no es tan capaz para el cci1culo. He aqUl un eJemplo: B. Malinowski intento calcular para un regat6n de San Agustin Yatareni la aproximada ganancia neta. que obtuvo en un viaje de comercio. Para ganarse. la conflanza de ese hombre, utilizo el muy.buen truco de pre guntarle cuanto. habia pag-ado de, contribucion municipal. Cuando aI exam1l1ar la boleta hallo que a!canzaba hasta SO cent~vos, el etnolo?,o se mostro sorprendido par 10 elevado del ll11pucStO,y aSI se 10 hizo ver al comerciante. De est'~ modo resulta facilmente aceptable -puesto que el indigena

meXlcano contribuyente, como todo ser hmllano que paga impuesto, siente ql~e esta sien,do rob ado-, y ello. ofrece al llativo amplia segtiridad de ql,1en? trata co~ un a~ente, dc~ Gobierno, de los q~le can frecuenCla desconfla, y aun mas SI son gn1'WQs. Est~ procedlmlei~to permite obtener una cantidacl de. informacion veridica, que estamos seguros es el cloble a tr~ple de la que se obtendda' can tm pro cedi mien to sencillo que sunplemente podria levantar sospechas. Como se vera, 'el h?mbre procedio mas o'menos empiricamente .. Sabia que al fmal de cada jornadase habriallevado equis..pesos y que can eso bien podria vivir. Sin embargo, ignoraba verdaderam~nte que atros producl{)S erandefinitivamente l~~S lucratlvos para el, comprandolos en el mercac\o y revenc\lendolos en Sll pueblo. Los indigenas de los distritos exteriores, cua.nd,o menos aquellos que hemos caracterizado por su desconocu11lento del espanol y su extremada pobreza, pertenecen a la clase de g-entc que no. ca1cula, que no piensa en los numeros y que ;s i:acilmente engafiada y explotada. Debido a que la mayona de lasescuelasde sus pueblos son recientes, tampoco saben manejar cifras, par 10 que sus transacciones en el mercac\.o sc hasan sabre ciertos habitos tradicionales, bien establecIdos. No obstante, pudimos encontrar que su conducta no queda fuera de un marco economico accesible al o?s~rvador. aun tomando su ingenuidad, como un factor economlCO, En otras palabras considerandolos dentro del mercado, COI1:o un g-rupo y no como individuos separados, ,aportan, .cal.l1?lan y se llevan los productqs basandose en Clertos pnnclplOs de equivalencia, que el etnologo puede y debe obse,rvar y hast.a formular numericamente. Los ejemplos que slguen constltuyen algunas rnuestras de como se hizo ese ccilculo y ensenaran los principios generales sabre los que nos proponemos continuar nuestro trabajo. Dentro de esto, no hay c\uda de que el problema de la
l

11 Dur~lltc lII~a cx~ursi('l!1 o('asional a TJacochalll1aya, B. Malinowski y la Sra. dc ~ahno\;:skl sUfHcron que se preparaba una fiesta en el pucblo de Abasolo. A!h cOJ~oclcron al mayordomo de la fiesta, qllien era precisamente Manuel. Le tomo S. l:,unlltos catalogar a los senores Malinowski como "historiadores que h~lscan antlgucuades cn las costumbrcs". Comenz6 por cxplicarles 105 rasgos esenClales dc ,Ia mayo.rdomla y su importar:cia e.conomica y social. Desde esc moll1el~to fue cOl11pancro co':S!a~1te de 105 lllvestrgadores, con quiencs visit6 muchos \ ~'~I :ados y pueblos. ,SOhCltO ,Clue fllcra I!evado con su esposa y su hija alas I ~1l1,IS dc Montc Alhan QUCa~lI1. o COIlOCla.Algullas de sus hip6tcsis arqucol6n ~lcas fucron pucsta;; cn ('OIlOC:.011CI:tO Dr. AJfo~s.o Caso, qui en se impresiono r1~1 \ t<lnto como nosotros por 1a 'r:telrgcncla y cl eSplrttu con<tructivo de Mannel. JAnte dctal!cs de escultnra;s 0 plllturas mnrales, este expresaba observaciones con mayor rapldcz quc cualqllicra dc los etnologos y arquc610gos, adiestrados y profcslOna.te~, que se hallaba!l prcscntes. Manncl es el tipo dc illformante qlle un antrop?logo con slIcrte solo CllCtlClltra llna vez en la vida. (Nota de B Mali- 'nowskI). .

c-:pJotaei6n, Ia presion economica, la extorsion y ef' eng-aiio (hrecta, es uno de aquellos que no puede pasar desapercibido p.;.~ra etn610go. Pudimos poner en lista tres tipos de extor~ el ~.lOnY ,i1Ialtrat? La cuestion deimpuestos, que sera disCll.' Una mas al1lpllamente en nuestro analisis de lastransacciolies. ocupa cl pl"illler lug-al' y es denuncia<1a a voces pOl' cl mercado publico. . En seg.und~ lugar, tenemos la compra, ya mencionada, de gran~es cantl.dades de productos, a precios artificialmcnIe rcducldos, ba]o presion economica p_olitica, que consti~ tuye un abuso del que no se percatan 10s campesinos e indigenas; ,Pero que 105 afcctan incuestionablemente, en tanto que reclbcn rnenos pOl' 10 que venden y tienen que pagar mas por 10 que compran.

se aprecian cualitativamente y como se determinasu valor. de acuerdo can ciertas !,lOrmas. Exponiendo brevem.ente nuestrosresultados, diremos. que el uso de pesas y medidas cs muy limitado. El empleo de las medidas del sistema metrico ofidal y la precision para definir el peso 0 la capacidad, se ci;rcunscriben a unas cuantas carnicerias de Oaxaca y a transacciones de lnaiz relativamente raras. Algunas cosas se pesan y miden de una manera que hace que en realic1ad no tengan equivalentc nUll1crico. He1110g visto a un vendedor de incienso, pesar sus productos con una balanza completamente fuera de norma, hecha de madera, hilos y pedazos de calabaza y poniendo dos 0 tres piedras en un platillo y pedazos resinosos en el otro. La sal ele cerca de Tlacoluhi; a veces se cristaliza dentro de pequefios envases de madera,' donde asume forma solida definida: pero elificil de inedil'. Estas maneras de tasar y medir Began a ser todavianienos definidas, cuando se trata .de camarones secds que se venden en pequefios platos; de sahamontes fritos, repartielo~ en rccipientes 0 de alverjones, vendidos en medidas ele plato, arbitrarias .. La carne, que en la mayor parte de los casos se vende salada y no como pro<1ucto fresco, se divide, d~ :manera complicada, en largas tinls, que a su vez se subdividen :en piezas mas pequefias, cuya largl.1ra y grosor son conocidos tanto pOI' el comprador como por el veneleelor. Estas piezasse venden en algunos lug-arcs, principalmente en ocotlan, en forma de grandes hultos, de los cuales despll(~s se extraen muchas tiras. En Tlacolula Ja carne permanece cxtendida en largas tiras flue dcsj)ncs se suhdividen arrancanclose las piezas seg{m la canticlad que el cJiente clesee. EI producto principal, el maiz, y tambien el frijol negro, los chicharos y las alubias. se miden, todavia, en cubos de madera, que corresponden,aproximaclamente. al ualJlllld" 0 a,las diferentes subdivisiones de este. Actualmente esa medida no es legal; pero sin embargo, los compradores y 10s vendedo~es la prefieren. Este problema de "conservatismo tradidonal", nos llamo la atencion.

_ En tercer lugar entra nna explotacion sistematica y engal.losa, en peql;1e~aescala, de Jos ~ndiosm~noseducados, pOtpat te de las dlstmtas c1ases de mtermcdtarios tencleros v hasta compradores y vendedores comunes. ., . Estos e!l~anOS ~e 10s cuales vercmos alg'tmos ejcmplos .. Jlll('<1cn CO~lStstlren Simples. rooos insignificantes, "sub-rosa.", qU,elos mIxes temen espectalrnente y con justa razon. Acle1~.1C::C;, tenemos la. existencia cJ~ diferentes medidas y los engall?S en la. cantHiad, en Ia caltdad, en Ios calculos y hasta en .<:1 dmero. fodo esto dehe consiclet-arse, una vez mas como 1 a~.tor economico que afccta a ciertas transacciones ~ no a otl cIS, )0 q:lc nos enfrenta a otro problema general que sena .. le.llnosaq;1I ytl y como fue f ormulado en varias de las clisClls~~mesteortc~,s qne pllntllalizaron ntle~tro trabajo de campo. (,cl~a .0peraclO~]ofrcce dos aspectos: t?ene que haber un proccdltJ1lento pal a que el cOl1lprac1orI1ltc1a0 aprecie cuaJitatiV<lmente )a l1lercancia que se Ie ofrece y H en cambio debe de dar S~lvalor en dinero. 0 su equivalente enotra clase de mercanclas. ,~, Por 10 tanto es ,indispensable que el observador se plan.{'c la pregunta de como 10s articlllos se pesari 0 Hiiden, como

La f I'llta, las nllcces, los vegetales y otros productos de consumo directo, invariablemente se extienden y venden en "1nontolles"} pilas de tarnafio usual que permiten ver fa.cilmente la cantic1ad y la calidad, por 10 que podemos decir que se trata de una apreciaci6n puramente intuitiva. La razon pOI' 1<1 cual todo esto nolleva a un caos en el sentido econ6lI?ico ~e .la palabra, no es difieil de dar. Cada corriprador hene lImltado Sl1 poder de compra y sabe perfectamente bien la cantidad de tomates, platanos, nueces 0 pescado salado que necesi tara para. una. 0 dos comidas.. Se Ie permi te. no 1'0lamente ver los articulos, sino tomarlos picarlos con el declo y hasta olerIos. En. muchos casas, c~mo en la vent a del queso, el pan, los saltamontes 0 las nueces " el vendedor , espontanea y graciosamente, da una probadita al comprador, 10 cual es caracteristico de muchas trahsacciones. EI com~ra~o.r calmadamente,qui~a. ~asta delibera con sus amigos 0 "amllIares y adopta su decIsIon de acuerdo con factores, bien C'onocidos, de experiencia y sabiduria. Cuando se trata de carne, es regIa hacer un examen mas completo. EI comprador usa libremente los dedos, la nariz y hasta la lengua. En el caso del tocino frito, el cerdo, de la harbacoa y de otras carnes preparadas, se cortan pedacitos d~ pnt~ba. As! confirmamos que la apreciaci6n no tiene peso . nl mechdas. En tales casos, el vendec10r y el comprador conocen perfectamente el equivalente, monetario del articulo, de acnerc10 con su cantidad, tamafio, espesor, suavidad y frescllra. . Otro pun to, que nunca debe olvidarse, se refiere alas relaciones personales entre el comprador y el vendedor. La h~lena voluntcid es un factor determinante, de manera especIal en el caso de los labriegos que van de los pueblos veCi. n.os, a algun centro. Manuel, nuestro amigo, nos cont6 que slempre compraba la carne con dos 0 tres carnieeros de Tlac?lul~. A las ve~dedoras. las llamaba "comadre", empleando terr;unos de amIstad ~erson~l y nos inforrn6 'que ~sa gente sabIa perfectamente bIen cllando trataba can un cltente per-

manente y no intentaban engaiiarlo. Entre varios intermediarios 0 productores y los c1ientes regulares se obtiene, frccuentemente, reacciones semejantes. Los natura:les de las regiones cercanas son otra vez la excepci6n. Los mixes tienen que pelear contra 10s compradores; pero cuando ellos compran, su juego es limpio. Cuando venden, se defienden cubriendo la balsa que lleva la fruta, retirando al comprador que se amontona y sacando un punado de duraznos 0 manzanas para venderlo a cada comprador. Cuando compran, van de puesto en puesto de carne, revisando los articulos a distancia prudente y comprando despues de bastante tiempo y de una cuidadosa deliberaci6n. Como no hablan espanol ni zapoteco, su regateo, verbal, es limitado a menu do. Cuando se trata de una compra mas 0 menos grande de maiz, a veces son engafiados. Observamos algunas transacciones, en las que no concordaban el numero de medidas vendidas y el numero de las cargadas. En otro ejemplo de las triquifiuelas de las que frecuentemente se les hace victimas, el engafio se realiza aventando algunos granos de la medida, al levan tar esta, 0 bien, dejando caer algunos granos dentro del costal, al vaciarse la medida en la balsa del indigena. Pasaremos ahora al otro aspecto de la transacci6n: el valor monetario de la mercancia vendida 0 su equivalente en articulos, cuando se trata de trueque. EI problema de la moneda tiene que estudiarse detalladamente y con relaci6n al principio general en cada situaci6n econ6mica, siempre diferente alas nuestras, que se basan en el credito bancario, como principal medio de cambio, en los billetes de banco y en las monedas especiales, mas 0 menos perfectamente controladas. En los mercados de Oaxaca, unicamente tenemos que tratar con los billetes de banco y con diferentes clases de moneda de plata, niquel y cobre. En 10 referente al papel

Illoneda los billetes de cinco 0 diez pesos y desde luego los de may~r denominaci6n, tienen una circulaci6n n;u.>: limitada, 10 que se debe a que una gran parte del pubhc? no ncepta cl papel tlloneda, pol'que apat'entCll'11ente este no etreu la en los alredeclores, tomandose con descoIifianza y maneiandose con dificultad, hasta en los pueblos del Valle. Cuando nuestro amigo Manuel, en compafiia de Julio de la Fuente fue a comprar algo de ganado en el. gran mercado de Tlacolula el 10 de octubre, tuvo que llevarse $ 250.00 de plata en e fe~tivo, pOl'que no pudo conseguir billetes de banco en su pueblo, ni en la regi6n vecina.

dioso del mercado tiene que acostumbrarse a toda una s:,rie de expresiones que se refieren a n1oned.a~,que no. ~e acunan ahara; pero que se us~n par una tra~lClon famtltar. Tres centavos son una cuartllla y 12 y medlo un real; por 10 que veinticinco centavos vienen a ser dos reales. Se llama todavia "medio" ados cuartillas. Otra expresi6n. usada a menudo es "vito" que significa 4 reales, 0 sea 50 centavos. EI diminutivo para centavo es tambien "vito". Bubo un tiempo en que esta moneda se cor-' taba por la mitad y de esta manera se tenia una moneda mas en el mercado. Obviamente, otro de los problemas que teniamos q,ue observar y resolver, era el de la manera en que sc cumblUba en el mercado. una mercanda que tenia su valor propio declarado, por su equivalentc. En otras palabras,. ~ra necesario definir, can la mayor precision y dctalle p~slbles~ l~s tipos de transaccioncs. Encontr~mos dos categ.ona.s prmclpales; el trueque que todavia eXlste como camblO dlrecto~e satisfactores por satisfactores, 0, muy rara vez, por serv~cios. Aunque menos frecucnte quc la vcnta en la que se Utlliza tnoneda, el truefJue todavia es muy importante, encontd.ndose determinado por las necesidades econo;l1icas. La mayor parte de los indig-cnas tnuy pobres siguen llevando .a cabo sus transacciones. por tnedio del trucque que predOI1lIna, como sabemos, en cl pequcno mercado de Atzol1lpa. EI otro tipo dc transacci6n, tores pOl' dinero. es la compra de satisfac-

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Las razones par las que el papel moneda tiene poder de compr,a limitado, son hist6ricas. Oaxaca, como la .mayor parte de la Republica, sufri6 numerosas crisis financleras a partir de 1910/2 ademas de que el Estado lleg6 a declararse independiente un~ 0 dos veces dur~nte el ~nisino periodo, emitiendo su propta moneda. En vanas ocaslOnes, los oaxaquenos, ricos y pobres, se encontraron expropiados de Stl dinero, al perder estesu valor, compIeta 0 par~ialmente, pOI' una nueva edicion de papel moneda. Los mlembros de la comunidad que entienden las razones y los mecanismos economicos y que pueden aguantar las perdidas c~n mayor e:uanimidad, se hanac1aptado a la moneda actual, que es valIosa y estable. No asi 10s indigenas. Basta el extranjero que quiere habilitarse para comprar en el mercado 0 que desea hacer una excursion alas regiones vecinas, tiene que provecrse de suficiente cantidad de plata. Y aun algunas monedas de ese metal han sido privadas legalmente de su valor, convirtiendose, para Jos indigenas, en otra fuente de confusi6n. Cuando se trata de pequenas cantidades, tenemos las monedas de niquel y de cobre, todas basadas en el si.stema metrico decimal: monedas de cobre, de un centavo, cmco y aiez; de niquel: veinte, cinClIcnta, y c;en, de plata. EI estu-

Vimos muy pocos casos de credito; el que registramos se refiere a la venta de ropa en c1 mercado de Oaxaca. Como regIa general, la gente a la que el vendedor conoce personalmente, puede obtener articulos a credito, permanentemente o cuando menos en una ocasion durante la semana, pagan do sus abonos semanariamente. No senalamos aqui los casas de credito dados pOl' tenderos. puesto que s610 nos intcresa el mercado. Sabemos que cl credito se concede s610 ocasional-

tllcnte y tenemos una 0 dos obscrvaciones concretas de Etla de ~lacolula; sin embargo, nuestro material sobre este punta es It1completo. En la mayor parte de los casos, el precio se va abonando y la mercancia se entrega hasta despues de (Lueel pago quedo cubicrto totalmente.13
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hablemente habian siela mal eclucados por algunos turista~ estupidos. Pasanclo ahora a tipos mas elefinidos de trueque, veaIllOSel lado sureste del mercado de Ocotlan, donde se sientan tradicionalmente los indigenas mas pobres de varias regiones, exhibiendo sus vasij as para realizar su precario negocio. Entre ellos citaremos a un grupo, vcnido de uno de los pueblos del Este, San Miguel MinaR, que trae lena. Este articulo que se recoge libremcnte por los miembros de las comunidades, tiene el valor de la labor, mas el precio del transporte, en cargas que usualmente se hacen en burros y que e:;timamos aproximadamente en un peso por persona. Un vendedor de este articulo se sienta y pone su lena en lllontones que valen de tres a cinco centavos. A poco. vemos que, la gente se, Ie acerca llevando chile, manzanas, duraznos, saltamontes preparados y otros articulos semejantes., Primeramente, se hace una inspeccion cuidadosa de ambos lados. El, mercader ambulante de fruta 0 vegetales toma la iniciativa. Generalmente se ofrece para su inspecc:ion un pufiado de los articulos que van a cambiarse. Enti)nCes se discute su equivalencia. La transaccion se realiza rntregandose la fruta y recogiendose la lena. Cuando la madera no ha sido vendida despues de al!,,>untiempo, cs el indigena quien toma la iniciativa. El 0 clla se levantan dejando quizas a alguien a cargo de los que ha quedaelo y llevando solamente unos cuantos bultos, se dirigen a los puestos de carne. Aqui, ya avanzada la manana. se yen grandes montones ,de lena y quizas otros articulos, que se han acumulado en la calle, bajo el ojo vigilante de la mujer del carnicero. Son los artlculos que esta ha camhiado por pedazos de carne. En estas transacciones la iniciativa proviene del cambiador de lena, quien ofrece un bulto siendo 'pagado con el equivalente adecuado, en carne. El indigena recorre el mercado ofreciendo su lena por algUn otro articulo que necesitara: cebollas, sal, cana u otros vege-

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Habi~ndo senalado algunos de los principios generales t{~e.se refleren a la determinacion de los precios, a la apre\laclon de los articulos, cualitativa, cuantitativa y nt.1meri. c~mente, a la fu~cion y alas formas de la moneda y a 105 tlPOS de transacclOnes, pasamos ahora a un estudio mas detall ado de algunos hechos concretos. Podemos principiar con el trueque. En muchos mercados vimos, durante los dias ~a'1urosos, a un cierto numero de gente pobre que llevaba un Jarro grande de agua y un vaso y ofrecia sus servicios a los ve~dedores, especialmente a los de articulos de poco valor, qUlenes, por un vasa de agua, les daban una pequena remuIteracion, en mercancia 0 en dinero. "Una manzanita 0 un durazno, un par. ~e nueces 0 unos cuantos frijoles, recompen saban el serVlClOprestado. Podriamos decir que se trata de un trueque-mendingante, en el que se ofrece algo con la esperanza de una peqnena retribucion. Tambien hemos vista a ancianas que ofrecian bultitos de sal, a cambio de articulos que valen un centavo. Dehe agregarse que los limosneros aparecen poco en l.a regio.n. Nadie se acerco a ninguno de nosot~os para pedlrnos dmero, exceptuando algunos nino~ pequenos, que francamente 10 hacian como juego y que pro-

1~ .En .una elaborac!on mas deta!l~da de este ~ema. de credito, trueque e inte~camblO (1I.rest~ de artlculos ~".scrvlclO~, el estudlO~o de las condiciones econ6~mcas y soclO!oglcas de 1a region, tendna que refenrse a uno 0 dos fenomenos \ lI!teresante~: 105 regalos p~ra. pagarse despues, y el mancomunamiento de serviCIOS y artlculos. La ,Instltuclon de la .o1.fe'a[j'Uet:::a consiste en recibir regalos durante una mayordomta u otra gran festlvldad costeada por el organizador quien l1eva .una lista muy c~lidadosa de ellos. para corresponderlos cuando el d~nador orgamce, un. acto semcJante. Est;~ cosltlmbre ya 1Ia sido sefialada por varios etnologos prmclpalmente en el estudlO de la Sra. E: C. Parsons, sohre Mitla Tulio de I~ Fuente ha, recopilado mayores datos eu su anterior trahajo de ca~pci en la SIerra de Juarez. Malinowsky ,Dudo estudiarla. detalladamente, en eI pu'chlo \ de Abasolo, d~rante una t//1Iyordnmra y amhos la Vleron funcionar en Coyotepec. J en una gran fiesta.

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tales. Sospechal1los, allnquc no estamosseguros, que algo de Ja lena se ha vendi do por dinero, en la mafiana. El i'ndfgena se Jleva a su pueblo los articulos obtenidos en el trueque y los revende a mejor precio 0 los cambia pOl' los satisfaetorcs que neeesita. ' , Aunque no tenemos m~terial eOl11pletosobre este tipo de trueque, podcmos detennll1ar ciertas generalizaciones in~cn;santes. POl' raZOl1es no muy claras j)ara nosotros, estos II1d~g-enascncuel1tran el trllCfl11C prcfcrible a la venta-. Una 1l1t1Jcr de San Antonino dijo a Tulio de In Fuente: CIA In g-ente de San Miguel Ie gusta el' trueque, no Ie gusta el dinero, en Jugal' de este prefieren cambial' cosas aunquese les ofrezea moneda". La explie~ci6n mas probable que poc1e1110S .ofreeer es la de que, al Igual que eicrtoscomereiantes. prefleren adqt~irir me~'cancfa en Oeotlan, porque puedell re~ vcnderla a meJor pre~1O en su propia localidad. Este pa:tr6n 1 d~ :onducta ~s el 111151110 eneontramos' en los grandes que vlaJes eomerelales a Tehuantepee y se observa, tambien la mayo:,fa de los eomercios pcquenos y de los negociosde } esta regIOn.

tivos .. POl' otra parte, los tres centavos de sal 0 de p~lvo de camaron seran vendidos a cinco centavos en el propl0 pueblo del incligena. Este obtiene menor ganancia de la que habiaca1culado, pero de cualquier manera hay provecho. Aun mas importante e interesante resulta el hecho, bien determinado, de que la mayor parte de la ~adera es can;biada aintermediarios (regatones). La mUJer que ha traldo lefia desde un puehlo cercano, se sienta a unos cuant0s pasos de un grupo de indigenas que han traido manzanas. 0 dltrazlos nueces 0 chile y sin embargo, el trucque no se efectua ~ntre estos productores primarios, Invariable e. in evitablemente interviene el intennediario que lucra camblando algunos articulos, primero por manzanas, clur~zno.s 0 l1ueces y despues, estbs ultimos, pOl' made~a. ~or. mlstenoso q~e ello parezca, puecle encontrarse la expltcatlon mc1aganclo ma~ amplia,mente. Lagente que trae .nueces de las mOl?tafias no las cambiara por madera. que tlene en abun~anela en. s~s propios bosques. Necesita las frntas que el mtermedlano 'puede 'dar1e. As!, no hay posibilidad de trueque entre los dos grnpos que trayendo articulos diferentes, !:o pueclen encontrar una mcclida com un para la transaCClOn. Para los productores de fruta, la madera no ticne poder de compra v tam poco para la mayor parte de los productores de vegetales. De ahi que el intermediario sea indispensable. EI vive, pobremente, de su habilidad para negociar con las otras dos partes de la transacci6n tripartita. . En' el mismo m~rcado observamos otro tipo' de trueque, entre campesi'no~, de dos: l>ueblos cercanos, tambien caracteristiep,~ Parp.:tn~r un ejemplo concreto, nos paramos cerca de tJPanltij~r de ~an Pedro Gu,egorec:he, un pueblo que dista cerca 'de, una legua, del centro. La mujer vende ca! vl~a, iri'grepiente necesariopara la preparaci6n del maiz para las tortillas. Un hombre de Santa Lucia de Gcotlan se Ie ace rea, con ttna canasta de tortillas. Bacen el trueque. Cua.tro tortillas amarillas se' cambian pOl' cuatro "medidas de eal viva". Cada:medidaconsist~ en un pedazo de madera,

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La buena l11ujer de San .Antonino, tambien confiesa qJ~ ~.a tres centavos de_ sal ~ucla 0 de polvo de eamar6n, POl' cmeo ee~tavos de lena. r... nos trae a un punto interesansto O~vlame~te ,hay un,: c1iferenei,a ~n l.a apreeiaci6n que se h<1c,een la JH~pla localtdad de los mdlOs, dcl valor de los 1 :rtlc~los vendldo~ y compr~cJos en relaei6n con la que se cfectua en O,cotlan. La lena se recoge libremente. Debe calculars~ c1 tlcmpo empleado en esta actividad y en el trans~ p?rte, aSI ('omo el costo de .este que incluye laparte propor1 ('Ional de valor de Jas bestlas de carga, de su manutenci6n .v de ~os g:;~st(!s~speciales de su estancia y alimentaci6n en Ocotlall, EJ mdlgena conoce el valor, sin duda intuitivallJente, de la madera que trae a Ocotlan. Su estimaci6n dif lere de la que hace la gente de este lugar. De ahf que tres cr.ntavos de s~l com~ren cinco. de lefia. Estaproporci6n rej p! esenta la cliferencia que eXlste entre los caIculos respec-

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corto y grueso, estandarizado, can una pequefia pieza a guisa de punta. La mujer ha traido cal viva, aproximadamentc por valor de un peso, sobre un burro y la exhibe formando tres clases de medidas, por valor de uno, cinco y diez centavos. Tambien ha traido veinte 0 treinta quesitos. EI homhre nos informa que prefiere dar sus tortillas en truequc. ya que conoce sus propias necesidades y recibe un mayor valor que el que obtendria usando moneda. Examinemos rapidamente uno 0 dos ejemplos:

Asi, e1 trueque sigue sobre reglas de costumbre, bien conocidas, con valor estandarizado para ambos lados. 'En otra escena de trueque, observada con algun detalle, una mujer que vepia de San Antonio de la Cal, of red a el producto caracteristico de esta localidad, cal viva.' en trozos uniformes. Esta se exhibe en "medidas", conslstentes en piezas solidas, por valor de uno, tres, cinco 0 diez c~ntav?s; a veces se acumulan pequefias piezas en una canashta dandose envueltas en un pedazo de papel 0 en una hoja grande. Por sus mer candas puede recibir chapulines fritos medidos en pequefios platos. de b.arro con valor de u3 centa.vo. En cada transaccion ia mUJer daba una pequena cantldad de mas o"sea el "pilon", y por su parte tambien recibe un pequefio excedente de chapulines U otro articulo. Vimos que dejaba su lugar para hacer un recorrido ofreciendo su mercRnda y tratando de cambiarla por cacahuates, sin mucho exito; tambien por ocote y fruta, igualmente sin exito. Nos dijo que Ie era igual cambiar. 0 vender su mercanda, y en realidad, mas tarde com pro cacahuates, con dinero.. . Estos datos los hemos expuesto siguiendo las anotacioncs de nl1estras Iibretas de campo, siendo desde luego incompletos. Uno de los problemas que se derivan de este tipo de trueque a baja escala es que casi no hay vendedores pobres, del tipo antes deserito, sean indigenas de la montana 0 vendedores en pequeno, como la mujer de la cal, que vendan sous mercandas por dinero y sin embargo, indudablemente tienen este, pOl'que 10$ hemos visto comprando objetos en las tienclas 0 a los vendedores del mereado. El objeto principal de los indigenas de la montana, es comprar maiz, que aparentemente no pueden adquirir por medio del trueque. Por 10 pronto noshemos planteado dos o.tres hip6tesis que nos proponemos seguir. Es posible que lleven las mercanrias, obtenidas en el mercado por medio del trueque, a sus pueblos,' donde podrcin venderlas pol' dinero, con util!dad. Asi la proxima vez regresarian al mereado con algUl1 dl11ero en efectivo, sin haber16 obtenido ert aquel.

En la calle principal de Zimatlan, se forman dos filas de indi!Senas pobres, de ropas raidas y sucias, que se sientan 1 a la onlla de la banqueta exhibiendo sus manzanas, ocotes11 y duraznos. Investigamos que son de los pueblos de Santa Catarina, y 1agdalena Mi.xtepec en dondeexisten 105 indig-enas mas pobres de la Mlxteca. La gente de Zimatlan intc;mediarios y consumidores, se acercan con verduras ; c<r. Imda hecha. Entre los articulos adquiridos por 10s indios, en trueque, anotamos elotes tiernos, cocidos calabaza cocida tortillas . tamales, tambien cebollas " calab~zas crudas 1imo~ y ncs Y ~Jos. Notamos que hubo muy poco regateo en las trasacclOnes. Las legumbres y la comida se of redan a los in1 cHgenas en la palma extendicia de la mano. Una 0 dos veces rechazaron articulos como limones y cal viva. Nunca rehusaron la comida hecha 0 las leg1unbres. EI valor de una ceh~l1a (un centavo), del ajo (tres por un centavo), de las 1nrtll1as (un centavo), de los tamales (dos 0 tres centavos ne ,acl1erdo c?n el tamano), y de los elotes (un centavo), \esta estandanzado y no se discute en terminos monetarios. lpor 10 que 10s ~rticl1los ofrecidos a los indigenas tienen que v'lJorarse en dmero. yenden cuatro manzanas grandes por ctlatro centavos; vendldas por los revendedores en el merca10 principal, su valor real seria de seis a ocho ce~tavos, mientras que las chicas se realizan ados 0 tres por un centavo.

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H Trows rrsinosos rIel tronco del nino Que se 'Jtilizan para encenrler el caron. (Nota del Comitc Editorial).

. Otra posibilidad es la de que estos indigenas que prac~ bean ~l trueque vendan pOl' dinero, no en sus propios puebios, smo en sus propiedades 0 quiza en algim pequeno mer..; cado local, de su aldea. Este problema es de aquellos que se resueIven con mas trabajo de campo. Seria necesario seguir a 105 in.digenas hasta su propia localidad y observar sus transacc.lOnes e? el otro lado. Podria calcularse su ganancia, porIa dderencla en el valor de los articulos traidos y de los lI~v.ados, entre l~s dos localidades. Este tipo de pequefios VlaJes de negoclOs se asemeja bastante a los viajes mas largos que se hacen desde el Valle a varias regiones cercanas forma de comercio que hemos estudiado con mayor lujo d~ detalles y de datos unicamente en 10 que concierne a los viajes al Istmo. Volviendo a la l11ujcr de la cal, no pudimos estudiar los costos de producci6n de este articulo en Santa Catarina tarea que no es !11Uy dif.ltil puest.o que In localidad estl:\ ce:ca de la capItal dcblendo sUJetarse a una investigaci6n mas completa.

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EI caso de la l11ujer nos coloca ante otro tipo de problema economico y de observacion para el que nuestros d~tos son abundantes pero todavia no precisos ni bien asi'nlllado~ .. Nos referimos a la cantidad de productos que trae . cualqU1~r .vendedor, sea el mas pobre de 105 pobres 0 un intermedtano acomodado, y al excedente que queda sin vender. Las preguntas formuladas a los vendedores del mercado invariablerriente fueron contestadas en forma estereotipada: "se vendera, despues de toda" ("se vende';). Esto e~ natural, porque a nadie que este vendiendo sus mercandas !e gust~~ia hacerse tonto con ellas. Hay una actitud casi superstlclOsa ;en el. mer.cado, cuando quedan grandes cantidades de eXlstencla sm vender. Nuestras observaciones directas indican que hay varias manenls de conducirse con 10;<; sobrantes, que en un "mal dia" pueden ser importantes aun alas cuatro de la tarde. Cuando el vendedor es de la localidad y tiene casa y bodegas en ella, empaca sus mercan-

cias, se las echa a la espalda 0 bien llama a uno de los cargadores del. I11crcado y se las lleva a su casa. No pas a .10 mismo con los vendedores foraneos. El tipo de intermediario mas. rico, que tiene un amplio y variado surtido de cer.Nmica, textiles, o. articulos de piel, esto es, mercanda que no se destruyetan facilmente, tendra suficiente numero de receptaculos donde empacar su mercanda para despues transportarla a la estaci6n del ferrocarril, al cami6n de pasajeros, 0 a la carreta de bueyes y llevarsela a su domicilio, 10 cual es l11uy a menudo todo su capital. Las l11el'candas que se rompen facilmente, como 105 objetos de barro, frecuentemente se almacenan en un cuarto alquilado para ese fin. Sabemos de intermediarios que tienen esa clase de almacenes en Ocotlan y en Tlacolula, pOl' el que pagan dos pesos al mes, teniendo asi su mercanda lista todos 105 vierncs y domingos. Todo esto, naturalmente, entra en 105 calctilos economicos y debe ser presupuestado en cualquicr computo de utilidad. . Los indigenas pobres que llevan fruta, lefia, escobas, legumbres 0 flores al mercado, tratan de realizar las existencias no vendidas de diferentes maneras. Primero dan vueltas en el mercado, ofreciendo 5US articulos en trueque dondequiera que encuentran mercandas utiles para eUos. A menudo esto no lesda resultado y entonces recorren las tiendas locales, ofreciendo sus articulos a un precio con5iderablemente jmis" bajo que el que hubieran obtenido en trueque 0 en ve~tas dentro del mercado. Tambien pueden ir de puerta en puerta, a las casas particulares, intentando vender. Como ultimo recurso estan los intermediarios. Estos, sin embargo, prefieren comprar en el mercado al principio y no al final, porque los precios que ofrecedan entonces, sedan nom inales, debido a que a esa hora ya no tenddari oportl1nidad de revender. En 10 que respecta a la naturaleza misma del trueque, hay algunas distinciones interesantes que tratamos de establecer .. En algunos casos, especialmente en el del mercado de Atzompa, el dinero entra categoricamente como la medida

del valor~ En otras palabras, las dos partes interesadas en la transacci6n preguntan el precio de los articulos, lleguen 0 no a un acuerdo y si se hace el intercambio de mercaneia, la diferencia marginal se paga en efectivo. Por 10 tanto, si una jarrita es puesta en 18 centavos y por el otro lado se dan tres comestibles, cada uno por el valor de cinco centa1 vos, la diferencia de tres centavos tiene que agregarse en dihero en efectivo. Podriamos hablar, por consiguiente' de trueque sobre una base monetaria en 10 quecorresponde a la definici6n del valor, no obstante que la transacci6n se haya 1 efectuado sobre inercaneias, principalmente. En otros casos, la equivalencia tradicional entre las dos 1 mercancias, parece estar tan bien establecida, que el trueque I puede efectuarse sin referencia alguna al precio de lo~ articulos. En este caso, hemos notado que las dos series de articulos intercambiables tienen una variedad limitada. Hay objetos de poco valor y de una gran velocidad de circulaci6n 1 dentro del mercado, 0 sea, que son materia de un gran numero de transacciones. EI precio de las cebollas, de los ajos, de las tortillas 0 de los elotes es tan definido y fijo, 1 que tales cosas podrian servir como moneda. Caracteristica que tambien se debe al hecho de que esos articulos' son una necesidad constante y permanente del consumo mexicano tipico. Por el contrario, en Atzompa, hay una gran varieclad de articulos, especial mente de alfareria, cuyo precio Ivaria de acuerdo con el tiro, el tam:lflO, la calidad y los posil hIes c1efectos. Estos articulos, aunque de gran utilidad no son de aquellos que 10s consumidores necesitan siempre y en forma recurren te. I Para el etn6logo que haya leido las paginas anteriores, lscd. claro nuestro empeno en precisar las deficiencias de nnestras resultados prcliminares, a la vez que afirmamos alg-unos descubrimientos interesantes. La exposici6n de nuestro metoda y de sus realizaciones parciales puede interesar considerablcl1lente a aquellos que se aventuren en empresas semejantes, aun cuando centren su atenci6n sobre problemas diferentes.

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9.

DATOS' CONCRETOS DE LA COMPRA Y DE LA VENTA

Despues de haber hecho un breve analisis del trueque, pasamos alas 'transa,cciones en las que el dinero y tambien las 11lcrcancias cambian de manos. No intentaremos cubrir tado el campo, ya sea describiendo completamente cada tipo de artlclllos vcndidos 0 comprados, 0 bien discutiendo detalladamente las diferentes clases de negocios que se encuen~ tran en mercado y en sus mecanismos colateralcs. Apenas si examinamos superficialmente nuestros datos. No bllscaremos la perfeccion ni discutiremos puntos no estudiados tompletamente, ni asuntos problematicos. Tenemos datos sabre la produccion e intercambio del ma!z, sabre el ganado, la matanza y la venta de carne, los cllales ocupadan un espacio considerable si los presentaramos total mente, 10 que no podemos permitirnos. Por 10 que haremos unG seleccion de dichosdatos. con la finalidad ya indicadCl" de definir nuestro metodo de investigacion. as! como para sefialar algunos problemas de importancia primordial en las diferentes etapas de planteamiento.

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En nuestra opinion, 10 mas importante para un buen trabajo de campo es tomar en cuenta la interrelaci6n entre Ja observaci6n superficial, el registro de 10 que ocurre actualmente en el mercado, por una parte y por la otra el analisis te6rico. Deseamos destacar la importancia de dirigir el trabajo de campo por un conjunto de principios te6ricos y de

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