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¿Qué es un SIG?

Introducción
La mayor parte de la de la información que manejamos en cualquier tipo de
disciplina está georreferenciada. Es decir, se trata de información a la cual
puede asignarse una posición geográfica, y es por tanto información que
viene acompañada de otra información adicional relativa a su localización.
Si bien esto no es un hecho novedoso, la situación actual es más favorable
que nunca para el desarrollo de herramientas que permitan el
aprovechamiento de toda esa información, al tiempo que se consideran los
datos relativos a su posición en el espacio. Hoy en día no solo trabajamos
con gran cantidad de información referenciada geográficamente, sino que
somos cada vez más conscientes de la importancia que esa componente
geográfica tiene.
En ese contexto, un SIG es, fundamentalmente, una herramienta para
trabajar con información georreferenciada. Dentro de esta definición
entran un gran número de tecnologías y de otros elementos no
tecnológicos, los cuales veremos a lo largo de este libro.

Un pequeño ejemplo
Para comenzar a tener una idea correcta de lo que representa e implica un
SIG, veamos un sencillo ejemplo. Supongamos el caso de un organismo o
empresa cuyo trabajo incluye la gestión de una masa forestal. Este trabajo
de gestión implicará algunas actividades como las siguientes, en las cuales
se utiliza en mayor o menor medida información georreferenciada.
• Delimitación de las distintas zonas inventariables y unidades de gestión
(montes, cantones, rodales, etc.)

• Diseño de inventarios

• Realización de inventarios y gestión de sus datos para la obtención de


resultados tales como estimaciones de volúmenes maderables.
• Gestión de infraestructuras del monte tales como vías de comunicación,
torres de vigilancia contra incendios, etc.
En un contexto en el que no existen medios informáticos para la realización
de estas tareas, gran parte de ellas se desarrollarán con el apoyo de
cartografía clásica. Así, las zonas inventariables se delimitarán sobre un
plano, y sobre este mismo pueden medirse sus superficies con la ayuda de
un planímetro. En ese mismo plano se localizan las parcelas a muestrear en
un inventario, y los operarios encargados de llegar hasta esas parcelas y
realizar las mediciones pertinentes se ayudan de él para localizarlas y
desplazarse sobre el terreno.
Los resultados del inventario se almacenan en estadillos, y las operaciones
correspondientes al análisis estadístico de estos se realizan de forma
manual, así como la comparación con inventarios anteriores que permiten
estudiar la evolución del monte.
La presencia de medios informáticos facilita estas tareas, mejorando por
una parte la gestión de los datos, y por otra las operaciones que pueden
realizarse sobre estos. Una sencilla hoja de cálculo, por ejemplo, es una
herramienta imprescindible para la gestión de los datos de un inventario,
haciendo que todo el trabajo con ellos resulte más eficiente y adecuado.
En lo relativo a la cartografía, la situación, aunque con un desarrollo (y
especialmente una implantación de usuarios) más reciente, no es muy
distinta. Ventajas similares a las que aporta una hoja de cálculo pueden
encontrarse en una aplicación que permitiera utilizar mapas y
planos dentro de un ordenador, con la consecuente ganancia en
productividad, eficiencia y precisión. Esta aplicación destinada al manejo de
cartografía es el concepto básico de un Sistema de Información Geográfica,
y la idea fundamental a partir de la cual comenzó el desarrollo de estos.
Con un SIG, la cartografía de esa masa forestal puede visualizarse y
almacenarse en un ordenador personal, y pueden realizarse sin dificultad y
de forma instantánea cálculos tales como mediciones de cada una de las
entidades. La creación de nueva información cartográfica se lleva a cabo en
el propio SIG, del mismo modo que la edición de cartografía ya existente.
Modificar el límite de una unidad de gestión o el trazado de una vía, o crear
la cartografía correspondiente a las parcelas de inventario, son tareas que,
en nuestro caso de ejemplo, se realizan hoy en día empleando un SIG.
Las ventajas que esto tiene son muchas, especialmente las relacionadas
con una mejor gestión del conjunto de distintos datos que se manejan, así
como las relativas a la sencillez con que pueden modificarse estos datos}.
Otras de las labores donde un SIG demuestra su utilidad es en el análisis.
Los datos geográficos pueden ser objeto de gran número de distintos
análisis, y la capacidad de cómputo de un ordenador es necesaria para
muchos de ellos. La herramienta idónea para implementar esos algoritmos
y operaciones de análisis espacial es el SIG, pues ya contiene los elementos
necesarios para el manejo de los datos de partida, es decir, aquellos que
contienen la información georreferenciada.
Y, por supuesto, un SIG conectado a un periférico de impresión permite
generar una versión analógica a partir de la información con la que se
trabaja, teniendo la capacidad de crear cartografía en papel cuando así se
requiera.
En otras palabras, un SIG es una herramienta que brinda a las labores de
uso y manejo de información geográfica toda la potencia de un ordenador,
pues ha sido diseñada específicamente para trabajar con este tipo
particular de información.
No obstante, más allá de todas estas tareas antes mencionadas, el
concepto de SIG ha evolucionado hasta convertir actualmente a estos en
sistemas complejos que buscan dar solución a todas las necesidades que
se presentan en situaciones similares a la del ejemplo anterior. Con la
tecnología actual, la incorporación de elementos propios de los SIG puede
llegar mucho más allá, y uno de los pilares más sólidos de los SIG en la
actualidad es su capacidad de mostrar que existe una componente espacial
susceptible de ser gestionada con la ayuda de un SIG en la práctica
totalidad de contextos posibles.
Como sistema, un SIG puede gestionar la cartografía necesaria para la
gestión integral del monte, y hacerlo además de forma centralizada. De
este modo, se garantiza el rigor y la robustez de los datos base, ya que el
SIG es el encargado de canalizar la utilización de estos por parte de todos
los usuarios. Esto es de especial importancia en caso de que se editen los
datos, ya que esta edición también está centralizada, y un usuario ve
reflejarse en su cartografía de forma inmediata los cambios realizados por
otro, teniendo siempre a su disposición la versión más actual y, por tanto,
más adecuada. A esto puede añadirse la utilización de SIG móviles en
dispositivos portátiles, que permiten que el SIG se incorpore también a las
fases de trabajo de campo. Esa misma cartografía centralizada pueden
utilizarla los operarios en campo a través de sus dispositivos para
desarrollar su trabajo, ayudándose además de sistemas de navegación
para la localización de las parcelas de un muestreo o de cualquier otro
punto de interés al que deban desplazarse.
Gracias a la tecnología SIG, la información espacial puede ser aprovechada
en mayor medida, y en muchos casos pasa de ser una información
inherente a los datos pero sin una verdadera aplicación, a ser un elemento
sumamente enriquecedor y clave para muchos análisis.
En nuestro ejemplo de gestión forestal, los propios datos del inventario,
que antes eran fundamentalmente datos sobre las propiedades de los
distintos árboles medidos (altura, diámetro, etc.), ahora ofrecen muchas
más posibilidades si se considera que cada uno de estos árboles ha sido
medido en una parcela dada, la cual lleva asociadas unas coordenadas
concretas.
El trabajo que se desarrollaba en la hoja de cálculo con estos datos se
puede incorporar al SIG, el cual además de las funciones de análisis
estadístico incluye funciones de análisis espacial. De este modo, los
resultados numéricos que se obtenían de esos análisis (volúmenes totales
estimados, alturas medias, etc.) se amplían mediante resultados con mayor
componente espacial, como puede ser la creación de nueva cartografía
referente a las variables principales (mapas de densidad media de
arbolado, altura dominante media, etc.).
En resumen, el SIG en su concepción actual es una herramienta integradora
que busca abarcar en su ámbito todas las funcionalidades que se requieren
para el trabajo con variables y elementos espacialmente localizados,
incorporando para ello capacidades variadas que serán las que vayamos
viendo progresivamente a lo largo de esta obra.
¿Qué es un SIG?
Partiendo del ejemplo anterior, podemos dar una definición más precisa y
formal de lo que realmente es un SIG. Básicamente, un SIG ha de permitir
la realización las siguientes operaciones:
• Lectura, edición, almacenamiento y, en términos generales, gestión de datos
espaciales.

• Análisis de dichos datos. Esto puede incluir desde consultas sencillas a la


elaboración de complejos modelos, y puede llevarse a cabo tanto sobre la
componente espacial de los datos (la localización de cada valor o elemento)
como sobre la componente temática (el valor o el elemento en sí).

• Generación de resultados tales como mapas, informes, gráficos, etc.


En función de cuál de estos aspectos se valore como más importante,
encontramos distintas definiciones formales del concepto de un SIG. Una
definición clásica es la de [ Tomlin1990Prentice ], para quien un SIG es un
elemento que permite «analizar, presentar e interpretar hechos relativos a
la superficie terrestre». El mismo autor argumenta, no obstante, que «esta
es una definición muy amplia, y habitualmente se emplea otra más
concreta. En palabras habituales, un SIG es un conjunto
de software y hardware diseñado específicamente para la adquisición,
mantenimiento y uso de datos cartográficos».
En una línea similar, [ Star1990Prentice ] define un SIG como un «sistema de
información diseñado para trabajar con datos referenciados mediante
coordenadas espaciales o geográficas. En otras palabras, un SIG es tanto un
sistema de base de datos con capacidades específicas para datos
georreferenciados, como un conjunto de operaciones para trabajar con
esos datos. En cierto modo, un SIG es un mapa de orden superior».
Ambas definiciones recogen el concepto fundamental de los SIG en el
momento en que fueron escritas, pero la realidad hoy en día hace
necesario recoger otras ideas, y la definición actual de un SIG debe
fundamentarse sobre todo en el concepto de sistema como elemento
integrador que engloba a un conjunto de componentes interrelacionados.
Como apunta [ Tomlin1990Prentice ], software y hardware son dos elementos
primordiales del SIG, pero no son sin embargo los únicos. En el contexto
actual, otros componentes juegan un papel igual de importante en la idea
global de un SIG.
De igual modo, un SIG puede considerarse como un «mapa de orden
superior» entendiendo que se trata de una forma más potente y avanzada
de hacer todo aquello que, previamente a la aparición de los SIG, se llevaba
a cabo mediante el uso de mapas y cartografía en sentido clásico. Es decir,
los SIG representan un paso más allá de los mapas. No obstante, esta
definición resulta en exceso simplista, pues mapas y SIG no son conceptos
equiparables en el contexto actual de estos últimos.
Un mapa es una representación de un conjunto de datos espaciales y,
aunque esta representación resulta de enorme importancia, en el entorno
de un SIG no es sino un elemento más de una serie de componentes (tales
como el software y el hardware que antes mencionábamos). Más aún, un
SIG contiene no solo los datos y la representación, sino también las
operaciones que pueden hacerse sobre el mapa, que no son ajenas a este
sino partes igualmente de todo el sistema conformado por el SIG.
De la misma forma que los textos han pasado del papel al ordenador (antes
leíamos libros, ahora podemos leer libros impresos, libros digitales, páginas
Web, etc.), los mapas también han dado ese salto cualitativo con la
aparición de los SIG. Sin embargo, el SIG es mucho más que una nueva
forma de cartografía, y no invalida en absoluto formas anteriores. De
hecho, una función muy importante de los SIG es ayudar a crear mapas en
papel, y estos se siguen utilizando hoy en día en todos los ámbitos. Y junto
con esta funcionalidad, encontramos otras que hacen que en su conjunto
un SIG sea una herramienta integradora y completa para el trabajo con
información georreferenciada.
Debe entenderse, pues, un SIG como un elemento complejo que engloba
una serie de otros elementos conectados, cada uno de los cuales
desempeña una función particular. Estos elementos son, como iremos
viendo más adelante, los datos, los procesos, la visualización, la tecnología y
el factor organizativo. Baste por el momento citarlos, ya que más adelante,
y a lo largo de todo el libro, se irán describiendo pormenorizadamente
todos ellos.
Con lo anterior, una definición más precisa es decir que un SIG es un
sistema que integra tecnología informática, personas e información
geográfica, y cuya principal función es capturar, analizar, almacenar, editar
y representar datos georreferenciados [ Korte2001Autodesk ].

SIG como integrador de información


Si bien un SIG tiene una inherente naturaleza integradora y esta puede
enfocarse desde muchos puntos de vista, el elemento más relevante es la
propia información que un SIG maneja y las características de esta.
Conceptualmente, el verdadero pilar de esa naturaleza integradora del SIG
reside en la información geográfica con la que se trabaja, que provee la
amalgama adecuada para que un SIG sea un sistema sólido y cohesionado.
Muchas disciplinas trabajan con información de distinta naturaleza. En
ellas, no siempre resulta sencillo buscar elementos en común para poder
unir y coordinar toda esa información bajo un único punto de vista
conceptual. En otras ocasiones, disciplinas que en la práctica presentan una
interacción real (puede decirse que, de un modo u otro, todas las
disciplinas están interrelacionadas) resultan difíciles de integrar desde el
punto de vista teórico, y no es sencillo ponerlas en un marco común de
trabajo.
Por ejemplo, información de tipo sociológico como la tasa de analfabetismo
e información de carácter físico o biológico como puede ser la acidez del
suelo, no parecen sencillas de combinar para la realización de algún análisis
común. De existir alguna relación entre ellas (o de no existir, y pretender
demostrar que son variables independientes), es necesario buscar un
punto de enlace entre ambas informaciones para poder estudiar esta. Un
nexo que las une es el hecho de que están asociadas a una localización en
el espacio, ya que una serie de datos de tasa de analfabetismo
corresponderán a una serie de lugares, del mismo modo que lo harán los
valores de acidez del suelo.
El hecho de que ambas informaciones tienen a su vez carácter geográfico
va a permitir combinarlas y obtener resultados a partir de un análisis
común. Puesto que una gran parte de la información está
georreferenciada, esa georreferencia va a representar un punto común
para enmarcar el análisis. El SIG es, en este contexto, el marco necesario en
el que incorporar esa información georreferenciada y trabajar con ella.

SIG como integrador de tecnologías


Puede pensarse que los SIG son meramente herramientas informáticas y
que la única tecnología que reside tras ellas es la propia tecnología
informática. Sin embargo, el papel integrador de los SIG hace que sean la
herramienta elegida para la gestión de resultados y elementos producidos
por otras tecnologías, muchas de las cuales se encuentran actualmente en
pleno desarrollo.
La popularización de los SIG y su mayor presencia en una buena parte de
los ámbitos de trabajo actuales han traído como consecuencia una mayor
conciencia acerca de la importancia de la componente espacial de la
información, así como sobre las posibilidades que la utilización de esta
ofrece. Por ello, una gran parte de las tecnologías que han surgido en los
últimos años (y seguramente de las que surjan en los próximos) se centran
en el aprovechamiento de la información espacial, y están conectadas en
mayor o menor medida a un SIG para ampliar su alcance y sus capacidades.
Por su posición central en el conjunto de todas las tecnologías, los SIG
cumplen además un papel de unión entre ellas, conectándolas y
permitiendo una relación fluida alrededor de las funcionalidades y
elementos base de un Sistema de Información Geográfica.

SIG como integrador de personas


Ya sabemos que la información georrefenciada es muy numerosa y variada.
Esto significa que son muchos los tipos de personas que pueden emplearla
y, por tanto, que pueden emplear un SIG para el trabajo con ella. La
presencia del SIG como puerta de acceso a esa información es un punto
común a todas esas distintas personas, y un Sistema de Información
Geográfica es también un elemento integrador a nivel humano y
profesional.
Dentro incluso de un mismo campo de aplicación, son varios los grupos de
personas que van a estar implicados en el desarrollo de una tarea dada con
la ayuda de un SIG. Desde la creación del dato geográfico hasta la
obtención de un resultado final, son muchas las operaciones que se llevan
a cabo, y estas las desarrollan profesionales de distinta especialización y
con herramientas adaptadas a dichas operaciones. En nuestro ejemplo, y
en la etapa previa a la aparición de los SIG, las herramientas que empleaba
el cartógrafo para generar un mapa eran diferentes de las que empleaba el
gestor para analizar dicho mapa, y estas a su vez distintas a las que podían
emplearse para la elaboración de resultados.
Con la aparición de los SIG, todos los profesionales dentro de esa cadena
que va desde la creación del dato hasta las operaciones finales que se
realizan sobre estos tienen una herramienta común de trabajo, pues un SIG
puede utilizarse para desarrollar parcial o totalmente las tareas
correspondientes a cada uno de ellos. El SIG es empleado para crear
cartografía, para almacenar, gestionar y consultar esta, así como para
realizar análisis más complejos en base a ella y crear resultados.
Las funciones básicas que un SIG ha de cumplir, que ya vimos en el
momento de dar una definición de estos, cubren en realidad un rango
amplio de trabajo, y engloban las necesidades de usuarios que con
anterioridad no tenían entre sí un marco de trabajo común tan definido.
Esto tiene como consecuencia que existe una mejor coordinación entre
ellos, pues es la propia herramienta quien establece las características de la
relaciones existentes, y estas no dependen ya únicamente del propio
ámbito de aplicación.

SIG como integrador de teorías y fundamentos. La


Ciencia de la Información Geográfica
La evolución conceptual que se ha producido en el ámbito de los SIG,
pasando como ya hemos visto de ser considerados simples programas
informáticos a sistemas completos con múltiples componentes, ha tenido
lugar también en la ciencia que los rodea. Los SIG no solo han contribuido
al desarrollo de las ciencias afines, sino que en muchos casos han
modificado estas o han contribuido a la formación de nuevas ramas.
Conceptos básicos y hasta ese momento sólidos, como por ejemplo la idea
de lo que es y lo que significa un mapa (una idea fundamental para el
trabajo en muchas disciplinas), han sido literalmente redefinidas desde la
aparición de los SIG.
Desde un punto de vista muy simple, podemos entender un SIG como la
unión de dos ciencias: la geografía y la informática. Visto así, un SIG es una
herramienta informática para ayudar al trabajo en el ámbito geográfico.
Esta concepción tan simple dista, no obstante, mucho del concepto real de
un SIG, pues este incorpora elementos de muchas ciencias distintas como
pueden ser las siguientes[ webGoodchildNCGIA ]:
• Disciplinas relacionadas con la tecnología y el manejo de información. Se
incluyen aquí las ciencias de la información, la informática, el diseño de
bases de datos o el tratamiento digital de imágenes, entre otras. Muchas de
estas, a su vez, derivan de otras o toman importantes elementos de ellas. La
estadística o la matemática son algunas de esas ciencias fundamentales.

• Disciplinas dedicadas al estudio de la Tierra desde un punto de vista físico.


La geología, la oceanografía, la ecología, así como todo el conjunto de
ciencias medioambientales, forman parte de este grupo.

• Disciplinas dedicadas al estudio de la Tierra desde un punto de vista social y


humano. En este grupo se incluyen la antropología, la geografía o la
sociología, entre otras. Las ciencias de este grupo, así como las del anterior,
son todas ellas potenciales usuarias de los SIG.

• Disciplinas dedicadas al estudio del entendimiento humano, en particular


en lo concerniente a la interacción con máquinas. Las ciencias del
conocimiento, la psicología en general o las ramas que estudian y
desarrollan la Inteligencia Artificial también juegan su papel en el contexto
actual de los SIG.

• Disciplinas que tradicionalmente han realizado una integración de


conocimientos de otros ámbitos distintos. La geografía es la principal
representante de este grupo.
En el contexto presente, podemos entender la Ciencia de la Información
Geográfica como todo el conjunto de disciplinas y conocimientos que
residen tras los SIG, tanto en su desarrollo y creación como en su utilización
y aspectos prácticos. Esta ciencia se enmarcaría a su vez dentro de ese
último grupo de disciplinas integradoras, llevando más allá la idea de la
geografía como área de conocimiento que engloba elementos de muchos
otros ámbitos.
El término geomática , formado a partir de los
vocablos geografía e informática , se emplea con frecuencia para hacer
mención a todo ese grupo de ciencias relacionadas con los SIG. No
obstante, no se refiere exclusivamente a esas dos disciplinas, sino que
simplemente toma nombre de los dos bloques principales de conocimiento
a partir de los cuales se ha desarrollado la ciencia de los SIG.
Si los SIG deben ser entendidos a día de hoy como un sistema, la ciencia
que los define y en la que se fundamentan debe no solo describir y servir
de soporte a su elementos, sino también atender a una de las
características fundamentales de todo sistema: las interrelaciones
existentes entre dichos elementos. Por esta razón, disciplinas tales como
las ciencias del conocimiento juegan un papel importante en el ámbito de
los SIG, pues son fundamentales para estudiar las relaciones entre sus
componentes.
En este libro desarrollaremos elementos provenientes de distintas
disciplinas, centrándonos en aquellas ramas que tengan mayor relevancia
desde el punto de vista del usuario de SIG, y con independencia de cuál sea
la funcionalidad que este pueda buscar. Dejaremos de lado algunos
aspectos sin duda importantes pero que atañen a otros enfoques distintos,
como pueden ser, por ejemplo, el desarrollo de aplicaciones SIG o el diseño
de entornos SIG corporativos.

¿Qué no es un SIG?
Es obvio que, pese a que su propia denominación indica específicamente
que los SIG desarrollan su actividad con información geográfica y esta es
necesaria para el trabajo con ellos, existen otras tecnologías que también
pueden hacer uso directo de esa información y explotarla de formas
alternativas. A medida que se ha ido redefiniendo el concepto de SIG,
muchos elementos han ido entrando en el amplio paraguas actual del SIG,
así como distintas disciplinas, según hemos visto y veremos más adelante.
No obstante, esas propias disciplinas no han desaparecido como tales, y
siguen existiendo de forma autónoma. Y cada una de ellas dispone de sus
propias herramientas, las cuales pueden incluir también tecnologías o
sistemas más complejos similares a los SIG pero con un enfoque distinto.
Dos son las principales soluciones que deben conocerse por su relación
directa con el ámbito SIG: Diseño Asistido por Ordenador (CAD) y AM/FM.

Aspecto de una aplicación CAD.$$\label{Fig:CAD}$$


Las aplicaciones CAD (Figura \ref{Fig:CAD}) permiten el diseño
informatizado de elementos muy diversos, que pueden ir desde una pieza
industrial o la carrocería de un automóvil (tareas con poca relación con los
SIG) a un edificio (con mayor relación con los SIG). El uso de herramientas
CAD en disciplinas como la arquitectura para la creación de planos tiene
cierta similitud con el uso de un SIG, y ambas herramientas se han nutrido
la una de la otra en cuanto a sus funcionalidades. No obstante, siguen
existiendo grandes diferencias que hacen que cada aplicación responda a
unas necesidades concretas pese a la existencia de características
comunes. De entre estas diferencias cabe destacar las siguientes
[ ESRI2002GISCAD ][ Baguena1995Mapping ]
• SIG y CAD han sido diseñados para propósitos diferentes. El del SIG es
reflejar la realidad, mientras que el del CAD es diseñar algo que no existe
todavía. La creación es el elemento fundamental en el CAD, mientras que el
estudio de una realidad ya creada constituye la base del SIG.

• El almacenamiento de datos es diferente debido al distinto enfoque. En los


SIG se da mayor peso a la gestión de los datos, mientras que en el CAD la
parte visual es preponderante, y el almacenamiento así lo refleja. Un dato
SIG se almacena como un dato geográfico complejo, mientras que en un CAD
se almacena básicamente como un «dibujo», pues es ese el enfoque
fundamental de trabajo.

• El volumen de datos en un SIG es ordenes de magnitud mayor, y ello implica


una gestión de datos distinta y unas necesidades más elevadas en ese
sentido. La escala de trabajo también alcanza dimensiones mayores, ya que,
mientras que con ambas herramientas puede trabajarse en una extensión
limitada, un CAD no esta pensado para gestionar datos de una superficie
como la de un país, un continente o el planeta entero.

• No todos los tipos de datos de un SIG se pueden incorporar en un CAD. Los


datos procedentes de la teledetección, por ejemplo, no forman parte del
abanico de datos que un CAD puede manejar.
El CAD puede resultar suficiente para desarrollar algunas tareas propias de
los SIG, en particular las relacionadas con el diseño cartográfico. Aun así,
una herramienta CAD no puede sustituir completamente a un SIG, ya que
no ofrece una respuesta a requerimientos tales como:
• Análisis, modelización, y gestión avanzada de datos espaciales.

• Trabajo con datos que cubren una gran superficie geográfica.

• Necesidad de utilizar diversos sistemas de proyección.

• Edición de datos por usuarios de distinto perfil y de modo concurrente.


Por su parte, las siglas AM/FM( Automated Mapping/Facilities Management )
de uso poco habitual en nuestro idioma, hacen referencia a aplicaciones
diseñadas para la gestión de infraestructuras generalmente de carácter
público, tales como redes de alcantarillado, conducciones de gas o vías de
circulación, entre otras.
Las aplicaciones empleadas para estas tareas tienen dos bloques básicos:
un bloque gráfico de visualización y otro de gestión de datos. Este último
almacena los atributos asociados a los elementos gráficos, que son
principalmente de tipo lineal (tuberías, redes de alumbrado, etc.). Otro tipo
de elementos, tales como elementos poligonales, son difíciles de manejar
en estos sistemas, ya que su diseño obedece a las necesidades existentes
en su ámbito de utilización, y estas se sitúan mayoritariamente alrededor
de las infraestructuras lineales.
Sin embargo, incluso con este tipo de elementos las capacidades de una
aplicación AM/FM no igualan a las de un SIG, ya que no incorporan otro tipo
de información como la relativa a la topología (que describiremos con
detalle en el capítulo Tipos_datos ). Esto es así debido a que el subsistema de
análisis, fundamental en un SIG, no tiene presencia en estas herramientas,
y por tanto sus características no incluyen aquellos componentes que sean
necesarios exclusivamente para procesos de tipo analítico.
Puede decirse, por tanto, que este tipo de aplicaciones representa un
subconjunto de los SIG, pues sus funcionalidades principales son más
reducidas que las de estos, y su ámbito de aplicación es menos generalista.
En cierta medida, las aplicaciones AM/FM se asemejan también a las
aplicaciones CAD, poniendo un énfasis especial en la componente gráfica,
aunque con una mayor adaptación a la naturaleza geográfica de la
información con la que se trabaja.
Al contrario, sin embargo, de lo que sucede con las aplicaciones CAD, en la
actualidad las labores propias asociadas a los productos AM/FM se pueden
llevar a cabo en un SIG genérico, o bien en una adaptación de este que
tenga en consideración las características particulares del ámbito de
trabajo. En este sentido, la gestión de servicios no es una aplicación más
específica que otras a la hora de emplear un SIG, y este en la actualidad
engloba de forma casi completa las funcionalidades de una herramienta
AM/FM.

Componentes de un SIG
Como ya hemos visto, en su concepción actual los SIG son sistemas
complejos que integran una serie de distintos elementos interrelacionados.
El estudio de todos y cada uno de estos elementos es el fundamento para
el estudio global de los Sistemas de Información Geográfica, y de ese modo
se aborda a lo largo de este libro, mostrando las propias características de
cada elemento y los conceptos necesarios para entender las relaciones
entre ellos.
Una forma de entender el sistema SIG es como formado por una serie de
subsistemas, cada uno de ellos encargado de una serie de funciones
particulares. Es habitual citar tres subsistemas fundamentales:
• Subsistema de datos . Se encarga de las operaciones de entrada y salida de
datos, y la gestión de estos dentro del SIG. Permite a los otros subsistemas
tener acceso a los datos y realizar sus funciones en base a ellos.

• Subsistema de visualización y creación cartográfica . Crea


representaciones a partir de los datos (mapas, leyendas, etc.), permitiendo
así la interacción con ellos. Entre otras, incorpora también las
funcionalidades de edición.

• Subsistema de análisis . Contiene métodos y procesos para el análisis de los


datos geográficos.

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