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Tarea Fátima

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Definición de la rubeola y sarampión

Que es la rubeola

El agente etiológico o causal es un virus de la familia Togavirus del género


Rubivirus.

¿Qué es la rubeola y a quién afecta?

La rubeola es una enfermedad infecciosa vírica que afecta fundamentalmente a la piel


en forma de erupción cutánea. Es conocida clásicamente como “tercera enfermedad
exantemática”o “sarampión alemán”. Afecta preferentemente a niños y adultos jóvenes
no vacunados.

La rubéola es una enfermedad viral contagiosa que ocurre más seguido en niños. El
virus es transmitido a través de las vías respiratorias, y los síntomas aparecen
usualmente a las 2-3 semanas después de la exposición. En niños, la enfermedad es
usualmente leve, con fiebres bajas, náuseas y erupciones transitorias.

En general, es una enfermedad leve en niños. La principal complicación ocurre en


embarazadas, durante el primer trimestre, ya que la rubéola puede dañar al feto en lo
que se conoce como “síndrome de rubéola congénita

La rubéola no es lo mismo que el sarampión, pero ambas enfermedades comparten


algunos signos y síntomas, como el sarpullido rojo. La causa de la rubéola es un virus
diferente al del sarampión, y no es tan infecciosa ni tan grave como este.

La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (triple viral) es segura y muy
eficaz para prevenir la rubéola, y brinda protección de por vida contra la rubéola.
En muchos países, la infección por rubéola es poco frecuente o incluso inexistente. Sin
embargo, debido a que la vacuna no se utiliza en todas partes, el virus sigue causando
problemas graves a los bebés cuyas madres se infectan durante el embarazo.

Rubéola

La rubéola es una enfermedad viral contagiosa que ocurre más seguido en niños. El
virus es transmitido a través de las vías respiratorias, y los síntomas aparecen
usualmente a las 2-3 semanas después de la exposición.

En niños, la enfermedad es usualmente leve, con fiebres bajas, náuseas y erupciones


transitorias. Los adultos pueden desarrollar artritis y dolores en las conyunturas. La
infección durante el embarazo temprano puede causar la muerte del feto o el síndrome
de rubéola congénita (SRC), el cual se caracteriza por defectos múltiples,
particularmente al cerebro, corazón, ojos y oídos.

La rubéola es una infección vírica contagiosa, por lo general leve, que afecta
principalmente a niños y adultos jóvenes, pero la infección en las mujeres embarazadas
puede causar la muerte del feto o defectos congénitos en la forma de síndrome de
rubéola congénita (SRC). Ésta puede dar lugar a discapacidad visual y auditiva,
defectos cardíacos y otras discapacidades de por vida, incluyendo el autismo, la
diabetes y la disfunción de la tiroides.

El virus de la rubéola se transmite por gotículas en el aire, cuando las personas


infectadas estornudan o tosen.

No se dispone de un tratamiento específico para la rubéola, pero la enfermedad es


prevenible con vacunas.
¿Qué causa la rubeola?

La rubeola está causada por un virus, en concreto un togavirus, del género rubivirus. El
virus se transmite por vía aérea a través de las secreciones respiratorias de la persona
enferma a través de la nariz y la boca, al respirar, hablar, toser o estornudar, aunque
también puede transmitirse de forma indirecta a través de objetos y personas
infectadas asintomáticas.

¿La rubeola es contagiosa?

La rubeola es considerada una infección moderadamente contagiosa, ya que la


transmisión del virus se puede iniciar desde siete días antes del comienzo del
exantema, que es un periodo en el que el niño puede estar asintomático o con
síntomas catarrales leves. Una vez desaparecido el exantema, la transmisión puede
prolongarse hasta 5-7 días después. Finalmente, tras superar la enfermedad, esta deja
inmunidad de por vida, lo que significa que no se volverá a padecer aunque tengamos
contacto directo con el virus de nuevo.

Como en la mayoría de las enfermedades víricas, el tratamiento de la rubeola es


sintomático; es decir, va dirigido a calmar o aliviar los síntomas que produce.

La mejor forma de evitar la aparición de esta enfermedad es la prevención. La rubeola


se previene con la vacunación. Actualmente, en nuestro país, se incluye dentro de la
vacuna conocida como triple vírica (que cubre sarampión, rubeola y parotiditis) y consta
de dos dosis, administradas a los 12 meses y a los 3-4 años.

Este virus solo afecta a las personas, por lo que la vacunación sistemática ha ayudado
a disminuir muy notablemente la incidencia de esta enfermedad, tal y como ha ocurrido
también con el sarampión. En España, desde el año 2013 los casos son esporádicos –
desde el 1 de enero de 2019 al 10 de noviembre de 2019 se notificaron 14 casó
Si se contrae durante el embarazo, la rubeola puede ocasionar problemas, ya que
existe un riesgo de transmisión a través de la placenta y que afecte al desarrollo del
feto, originando el síndrome de la rubeola congénita o incluso la pérdida del feto.

El mayor riesgo de que el feto se vea afectado es al inicio del embarazo. Así, cuando la
infección materna por el virus de la rubeola se produce en las diez primeras semanas
ocasiona cardiopatía congénita y sordera en el 100% de los casos.

La causa de la rubéola es un virus que se trasmite de una persona a otra. Puede


propagarse cuando una persona infectada tose o estornuda. También puede
propagarse por contacto directo con la mucosidad infectada de la nariz y la garganta.
También puede trasmitirse de las mujeres embarazadas a sus hijos no nacidos a través
del torrente sanguíneo.

Una persona infectada con el virus que causa la rubéola es contagiosa durante una
semana antes de la aparición del sarpullido hasta aproximadamente una semana
después de que este desaparezca. Una persona infectada puede propagar la
enfermedad antes de saber que la tiene.

La rubéola es rara en muchos países, porque la mayoría de los niños reciben una
vacuna contra la infección a edad temprana. En algunas partes del mundo, el virus
sigue activo. Esto es algo que hay que considerar antes de viajar al exterior,
especialmente si estás embarazada.
Que es el sarampión

El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los
niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las
personas infectadas. sarampión es una infección producida por el virus del sarampión.
El sarampión es la quinta enfermedad que se ha eliminado de las Américas, después
de la viruela (1971), la polio (1994), y la rubéola y el síndrome de la rubéola congénita
(2015). En los cinco casos, la región fue la primera en el mundo en lograr su
eliminación. La mayoría de los países miembros de la OPS/OMS introdujeron la vacuna
triple vírica contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR) entre 1980 y principios
de la década del 2000.

La enfermedad aguda se caracteriza por fiebre, tos, congestión nasal, conjuntivitis y


una erupción generalizada. Hasta la aparición de la vacuna se consideraba una
enfermedad infantil Los síntomas iniciales, que suelen aparecer entre 8 y 12 días
después de la infección, consisten en fiebre alta, rinorrea, inyección conjuntival y
pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Varios días después
aparece un exantema que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo
gradualmente al resto del cuerpo.

No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se


recuperan en 2 o 3 semanas. Sin embargo, el sarampión puede causar complicaciones
graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y
neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos. El
sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación La vacunación y la
vigilancia epidemiológica son dos de las principales herramientas para prevenir el
sarampión.

La vacunación es segura, eficaz y económica. El esquema para la vacuna triple viral


(SRP) que protege contra sarampión, rubeola y parotiditis, indica la aplicación dos
dosis: la primera a los 12 meses cumplidos y un refuerzo a los 6 años.
Los adolescentes y adultos que no cuentan con las dos dosis de la vacuna SRP
pueden recibir la vacuna contra sarampión y rubeola (SR).

Por otro lado, la vigilancia epidemiológica es fundamental para identificar posibles


casos de sarampión y tomar acciones.

En el mundo, las muertes por sarampión disminuyeron 84% del año 2000 al 2016,
sobre todo, gracias a la vacunación.

El sarampión, o rubéola, se trasmite con facilidad y puede ser grave e incluso mortal
para los niños pequeños. Aunque las tasas de mortalidad se han reducido en todo el
mundo a medida que se administra la vacuna contra el sarampión a más niños, la
enfermedad aún mata a más de 200 000 personas cada año, en su mayoría niños.

El sarampión se transmite por contacto directo con gotitas infecciosas de saliva de un


enfermo transportadas por el aire. Es muy contagioso. Los enfermos pueden contagiar
desde uno o dos días antes del comienzo de los síntomas hasta cuatro días después
de la aparición de la erupción. Son muy frecuentes los contagios en el colegio, en la
casa y en el hospital o incluso en el ambulatorio.

En 1994, los países establecieron el objetivo conjunto de eliminar la transmisión


endémica del sarampión para el año 2000, a través de la implementación de
estrategias de vigilancia y vacunación recomendadas por la OPS. Para 2002, la
transmisión endémica del sarampión en las Américas había acabado, pero se resolvió
esperar a que se pudiera declarar conjuntamente con la eliminación de la rubéola. Un
brote de sarampión en entre 2013-2015 retrasó este proceso. La rubéola fue declarada
como eliminada en 2015. El último caso de sarampión endémico en las Américas en la
era post-eliminación fue reportado en julio del 2015.

La OMS estima que la vacuna contra el sarampión previno 17.1 millones de muertes en
el mundo entre los años 2000 y 2014, con un descenso del 79% en las defunciones. El
sarampión sigue circulando en otras regiones del mundo, y los países de las Américas
reportan casos importados esporádicos.

Para mantener la eliminación del sarampión, la OPS/OMS y el Comité Internacional de


Expertos para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola recomiendan que todos los
países de las Américas fortalezcan la vigilancia activa y mantengan una alta inmunidad
en la población a través de la vacunación.

Diagnostico de la rubéola y sarampión

Diagnóstico de la rubéola
¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la rubeola suele ser clínico, centrado en observar las características


del exantema que presente el niño y de la presencia de adenopatías en cuello, nuca y
detrás de las orejas.

No obstante, existen muchas enfermedades infantiles que cursan también con este tipo
o similar afectación en la piel, por lo que, en determinadas ocasiones, el diagnóstico
puede no resultar sencillo. En estos casos, se realizará una analítica sanguínea para
confirmarlo y, a veces, también se puede aislar el virus procedente de una muestra de
la faringe o la orina.

La rubeola se caracteriza por lesiones rosadas.

Tras un período de incubación variable, de entre 12 y 23 días, se inicia esta erupción


cutánea o exantema característico de la rubeola que tiene diferentes fases:

En su inicio, el exantema se caracteriza por lesiones redondeadas de color rojo en la


cara (mejillas y área peribucal). Posteriormente, la erupción se generaliza hacia el
tronco y las extremidades con un color rosado.Finalmente, la erupción desaparece sin
descamación en el mismo orden de su aparición, tras dos o tres días, Además de los
síntomas cutáneos, suelen aparecer ganglios o adenopatías en las zonas del cuello, la
nuca y detrás de las orejas.

En contadas ocasiones, pueden aparecer complicaciones como la inflamación de


pequeñas articulaciones o problemas en la sangre, como anemia o disminución del
número de plaquetas.
Diagnóstico de la rubéola Evaluación médica Pruebas para medir los niveles de
anticuerpos en personas de alto riesgo Los médicos sospechan una infección por
rubéola en personas con glándulas hinchadas en la parte posterior de la cabeza y con
la erupción característica. El diagnóstico definitivo de rubéola es necesario para las
mujeres embarazadas, las personas con encefalitis y los recién nacidos. El diagnóstico
de rubéola se puede confirmar mediante la medición de los niveles de anticuerpos
contra el virus de la rubéola en la sangre o mediante pruebas de muestras de la
garganta, la nariz o la orina. Antes del nacimiento, se puede realizar el diagnóstico fetal
mediante el análisis del líquido amniótico o de la sangre del feto. A las mujeres
embarazadas se les realizan análisis de sangre durante las primeras etapas del
embarazo para confirmar que son inmunes a la rubéola.

La vacuna contra la rubéola se suele administrar como una vacuna combinada de


sarampión, paperas y rubéola (triple vírica). Esta vacuna también puede incluir la
vacuna contra la varicela (vacuna contra sarampión, paperas, rubéola y varicela). Los
proveedores de atención médica recomiendan que los niños reciban la vacuna contra el
sarampión, Paperas y rubéola (triple vírica) entre los 12 y los 15 meses de edad, y otra
vez entre los 4 y los 6 años, antes del ingreso escolar.

La vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola (triple vírica) previene la rubéola y


brinda protección contra esta enfermedad de por vida. Recibir la vacuna puede evitar la
rubéola durante futuros embarazos.Los bebés nacidos de mujeres que recibieron la
vacuna o que ya son inmunes suelen estar protegidos contra la rubéola por 6 a 8
meses después del nacimiento. Si un niño necesita protección contra la rubéola antes
de los 12 meses de edad, por ejemplo, por determinado viaje al exterior, se le puede
administrar la vacuna a partir de los 6 meses de edad. Sin embargo, los niños
vacunados de forma temprana igualmente deben vacunarse al cumplir las edades
recomendadas.Administrar la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola (triple
vírica) como una combinación de vacunas recomendadas puede evitar el retraso en la
protección contra el sarampión, las paperas y la rubéola, y con menos dosis. La vacuna
combinada es igual de segura y eficaz que las vacunas que se administran por
separado.
Diagnostico del sarampion

Se trata de un diagnóstico clínico. Las manchas de Koplik son características y ayudan


al diagnóstico. Además, con un análisis de sangre se pueden detectar anticuerpos
frente al virus del sarampión, lo que si fuera necesario ayudaría a confirmar el
diagnóstico. Los niños muy pequeños, los adolescentes y los adultos, así como los
inmunodeprimidos (enfermos con las defensas bajas), pueden presentar alguna de las
complicaciones descritas, pudiendo necesitar ingreso hospitalario. La mortalidad por
sarampión en países del tercer mundo es elevada.

Por lo general, el proveedor de atención médica puede diagnosticar sarampión a partir


del sarpullido característico de la enfermedad y también por puntos pequeños blanco
azulados con fondo rojo intenso Una vez que tu médico analiza tus síntomas y tu
historial clínico, te realizará una revisión física para observar el tipo de lesiones
cutáneas que presentas en el interior de la boca o en el resto del cuerpo. Sin embargo,
estas erupciones pueden deberse también a otras enfermedades, por lo que es
necesario llevar a cabo un estudio de sangre, un exudado faríngeo o un análisis de
orina, para confirmar el diagnóstico de sarampión.

Al tratarse de un padecimiento viral, no existe cura ni terapia determinada, pero suele


tratarse con analgésicos, antiinflamatorios, suplemento de vitamina A, y antibióticos en
caso de haber desarrollado alguna infección bacteriana adicional.

En el caso de que hayas estado expuesto al virus y aún no desarrollas los síntomas, es
recomendable aplicarse la vacuna, lo cual no garantiza que no adquieras la
enfermedad, pero sí ayuda a que su manifestación sea más leve y de menor duración.

Asimismo, se sugiere en mujeres embarazadas, bebés y adultos inmunodeprimidos, la


aplicación de anticuerpos por medio de la inmunoglobulina sérica para fortalecer el
sistema inmunológico, previniendo la enfermedad o aligerando la intensidad de los
síntomas.

En el Centro de Pediatría brindamos cuidado especializado a los pequeños pacientes


desde el momento de su nacimiento hasta que se convierten en adultos, a través de
nuestros servicios de atención pediátrica, oncología, neurología y cardiología al nivel de
los mejores centros médicos del mundo.

signos y síntomas de la rubéola y sarampion


Síntomas del sarampión

Una persona con sarampión puede trasmitir el virus a otras durante aproximadamente
ocho días; ese período comienza cuatro días antes de que aparezca el sarpullido y
finaliza cuando este ha estado presente durante cuatro días.

os signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la


exposición al virus. Los signos y los síntomas del sarampión generalmente son los
siguientes:

 Fiebre

 Tos seca

 Goteo de la nariz

 Dolor de garganta

 Ojos inflamados (conjuntivitis)

 Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro
de la boca, en la cara interna de la mejilla, también denominados manchas
de Koplik

 Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se


funden entre sí

La infección ocurre en etapas en el transcurso de 2 a 3 semanas.

 Infección e incubación. Durante los primeros 10 a 14 días de la infección,


el virus del sarampión se propaga por el cuerpo. Durante este período, no
se manifiestan síntomas de sarampión.

 Signos y síntomas inespecíficos. El sarampión generalmente comienza


con fiebre leve a moderada, a menudo con tos continua, goteo de la nariz,
ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta. Esta enfermedad
relativamente leve dura de 2 a 3 días.

 Enfermedad aguda y sarpullido. El sarpullido consiste en pequeñas


manchas rojas, algunas de las cuales están levemente elevadas. Los
puntos y bultos en grupos estrechos hacen que la piel se vea manchada y
de color rojo. El sarpullido aparece primero en el rostro.
Durante los días siguientes, el sarpullido se esparce por los brazos, el
pecho y la espalda, y luego por los muslos, las pantorrillas y los pies. Al
mismo tiempo, la fiebre aumenta abruptamente y a menudo alcanza de
104 a 105,8 °F (40 a 41 °C).

 Recuperación. El sarpullido del sarampión puede durar hasta siete días. El


sarpullido disminuye progresivamente; primero desaparece del rostro y, por
último, de los muslos y los pies. Si bien otros síntomas de la enfermedad
desaparecen, la tos y el oscurecimiento o la descamación de la piel donde
estaba el sarpullido pueden durar hasta 10 días.

Entre los factores de riesgo para el sarampión, se incluyen los siguientes:

 No estar vacunado. Si no te has dado la vacuna contra el sarampión, es


mucho más probable que lo padezcas.

 Viajar a otros países. Si viajas a países donde el sarampión es más


frecuente, tienes un riesgo mayor de contraer la enfermedad.

 Tener insuficiencia de vitamina A. Si tu alimentación no aporta una


cantidad suficiente de vitamina A, es más probable que tengas síntomas
más graves y complicaciones como consecuencia del sarampión.
Síntomas de la rubéola

¿Qué síntomas produce?

Los síntomas de la rubéola comienzan entre 14 y 21 días después de la infección. Los


adultos y algunos niños se sienten levemente enfermos durante unos días, con fiebre
leve y los ojos irritados. Pero en la mayoría de los niños, el primer signo es la erupción
característica.

Los signos y síntomas de la rubéola suelen ser difíciles de notar, especialmente en los
niños. En general, aparecen entre dos y tres semanas después de la exposición al
virus. Suelen durar de 1 a 5 días y pueden incluir lo siguiente:

Fiebre leve de 102 °F (38,9 °C) o menos

Dolor de cabeza

Congestión nasal o goteo de la nariz

Enrojecimiento y picazón en los ojos

Ganglios linfáticos agrandados y sensibles en la base del cráneo, la parte trasera del
cuello y detrás de las orejas

Un sarpullido tenue y rosado que comienza en la cara y se disemina rápidamente hacia


el torso, los brazos y piernas, antes de desaparecer siguiendo el mismo orden

Dolor en las articulaciones, en especial en las mujeres jóvenes.

La erupción de la rubéola es similar a la erupción causada por sarampión, pero no es


tan extensa y no se fusiona para formar grandes áreas rojas. La erupción comienza en
la cara y el cuello y se extiende rápidamente al tronco, los brazos y las piernas. A
medida que aparece la erupción se produce un leve enrojecimiento de la piel (rubor),
especialmente en la cara. Aparecen manchas indoloras en el paladar. Estas manchas
más tarde se mezclan unas con otras conformando una exte

Síntomas de la rubéola

Las personas con rubéola no suelen sentirse muy enfermas, pero algunas sufren dolor
en las articulaciones. Los adultos pueden desarrollar fiebre, dolor de cabeza e
hinchazón y rigidez de las articulaciones (artritis). Los adultos y algunos niños pueden
tener ganglios linfáticos inflamados en el cuello y la parte posterior de la cabeza. En
casos poco frecuentes, las personas afectadas desarrollan una infección en el oído
medio (otitis media) o un bajo recuento de plaquetas (trombocitopenia). La infección del
encéfalo (encefalitis) es una complicación muy infrecuente, pero en algunos casos
mortal.

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