Darren Shan - Lord Loss
Darren Shan - Lord Loss
Darren Shan - Lord Loss
c om
LORD LOSS
(EL SEÑOR DEL MAL)
Demonata – 1
Autor: Darren Shan
Traducción: XxmarklendersxX
Tripas de rata
Doble historia una tarde de miércoles - ¡Pesadilla total! Unos pocos minutos
antes, habría dicho que no podría imaginar nada peor. Pero cuando llaman a la
puerta, se abre, y aparece mi mamá fuera, me doy cuenta – La vida siempre
puede empeorar.
Cuando tus padres van al colegio, sin previo aviso, sólo puede significar una de
dos cosas. O que alguien cercano a ti ha tenido un grave accidente o ha
muerto, o que tú estás en un lío.
Mi inmediata reacción – ¡por favor que nadie haya muerto! Pienso en Papá,
Gret, tíos, abuelos, primos. Podría ser cualquiera de ellos. Vivito y coleando
esta mañana. Ahora rígido y frío, con la lengua sobresaliendo, un trozo de
carne muerta esperando ser enterrado. Recuerdo el funeral del abuelo. El
ataúd abierto. Su piel brillante, tener que besarle en la frente, el dolor, las
lágrimas. ¡Por favor que nadie haya muerto! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor!
¡Por–
Entonces veo la cara de mamá, blanca de rabia, y me doy cuenta de que está
aquí para castigar, no para confortar.
Suelto un gemido, pongo los ojos en blanco y murmuro en voz baja, “¡Traigan a
los cadáveres!”
El jefe de estudios. Yo, mamá y el Sr. Donnellan. Mamá está despotricando
sobre cigarrillos. He sido visto fumando detrás del aparcamiento para bicicletas
(la más vieja típica historia). Ella quiere saber si el director está al tanto de esto,
de lo que los alumnos de su escuela están haciendo.
Me siento un poco mal por el Sr. Donnellan. El tiene que sentarse allí, como si
fuera un estudiante, arrastrando los pies y diciendo que no sabía que esto
estaba pasando y que iniciaría una investigación para ponerle fin. ¡Mentiroso!
Por supuesto que lo sabía. Todas las escuelas tienen una zona en la que se
fuma. Así es la vida. Los profesores no lo aprueban, pero hacen la vista gorda
la mayor parte del tiempo. Ciertamente los niños fuman – es un hecho. Más
seguro tenerles fumando en la escuela que fuera a escondidas en los parques
durante el almuerzo y la comida.
Mamá también lo sabe. ¡Ella debe! Fue joven una vez, como siempre me está
recordando. Los niños no eran distintos en la época de mamá. Si se parara a
pensar un minuto, vería la puñetera vergüenza por la que está pasando. No me
habría preocupado si esto hubiera sido en casa, pero uno no va a la escuela y
empieza a despotricar en el despacho del jefe de estudios. Ella está fuera de
control. Que oportuno.
Pero no es como si pudiera decírselo, ¿verdad? No puedo salirme con un, “¡Sí
madre, nos estás deshonrando a ambos así que cierra la boca!
Sonrío ante la idea, y por supuesto en ese momento es cuando mama hace
una pausa durante unos instantes y me ve. “¿Qué es tan gracioso?” ruge, y
pierde el control
el humo, que si laotra vez. Que si me
responsabilidad deestoy cavando
la escuela, queuna tumba
si que prematura
clase de con
espectáculo freak está a cargo el Sr. Donnellan, ¡bla-bla-bla-bla-bla-peñazo-bla!
¡Aburrido!
Lo que provoca que mi enfurecida madre eche chispas. ¿Quién me creo que
soy? ¿Sé cuanto se han gastado en mí? ¿Y si me expulsan del colegio?
Después el punto y final, aquel al que todas las madres del mundo les encanta
sacarse de la chistera.
"¡Espera a que tu padre llegue a casa!"
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Papá no está tan afectado como mamá, pero no está contento. Me dice lo
decepcionado que está. Ellos me han advertido muchas veces sobre los
peligros de fumar. Cómo destruye los pulmones de la gente y produce cáncer.
"Fumar es una tontería", dice. Estamos en la cocina (No he salido de ahí desde
que mamá me sacó temprano del colegio, excepto para ir al baño). "Es
repugnante, antisocial y letal. ¿Por qué lo haces, Grubbs? Pensaba que eras
más sensato."
Me encojo de hombros sin decir palabra. ¿Qué hay que decir? Están siendo
injustos. Pues claro que fumar es una tontería. Pues claro que produce cáncer.
Pues claro que no debería estar haciéndolo. Pero mis amigos fuman. Es guay.
Te juntas con la gente guay en el almuerzo y hablas de cosas guays. Pero solo
si fumas. No puedes estar en el grupo si no estás en la onda. Y ellos lo saben.
Aun así ahí están de pié, actuando como la GESTAPO, pidiéndome
explicaciones por mis actos.
"¿Cuánto tiempo lleva fumando? Eso es lo que quiero saber" Desde que había
llegado papá, mamá se refería a mí en tercera persona. Estoy por debajo de
ser mencionado directamente.
"Sí", dice papá. "¿Cuanto tiempo, Grubbs?
"No sé"
"¿Semanas? ¿Meses? ¿Más tiempo?"
"Unos pocos meses tal vez. Pero solo un par al día"
"Si dice un par, es que al menos son cinco o seis." Resopla mamá.
"¡No!", grito. "¡He dicho un par!"
Entonces aparece Gret por la puerta de atrás y también está sonriendo, pero es
una sonrisa malvada de hermana mayor, con aires de superioridad.
"¿Ya hemos resuelto todos nuestros pequeños problemas?" pregunta con voz
aguda y una falsa inocencia.
Y entonces me doy cuenta al instante – ¡Gret se chivó a mamá! ¡Se enteró de
que fumaba y se lo contó! ¡La muy vaca!
Y entonces pasa de largo, con una sonrisa angelical, imagino abrirle agujeros
ardientes de fuego en su nuca con mis ojos, y una sola palabra pasa por mi
cabeza, como el sonido de truenos impíos...
¡Venganza!
Me encantan los vertederos. Puedes encontrar todo tipo de cosas repugnantes
allí. El perfecto lugar para ir a echar una ojeada si es que quieres venganza de
tu traidora y molesta hermana.
Me subo sobre montones de basura y busco entre bolsas negras y cajas de
cartón mojado. No estoy seguro de lo que voy a usar exactamente, o de qué
manera, así que espero a que me llegue la inspiración. Entonces, en una
pequeña bolsa de plástico, encuentro seis ratas muertas con los cuellos rotos,
empezando a pudrirse.
¡Excelente!
¡Cuidado, Gret, allá voy!
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Estoy tomando el desayuno en la mesa de la cocina. La radio con el volumen
bajo. Escuchando los ruidos de escaleras arriba. Intentando no reírme. A la
espera del descojone.
Gret está en su ducha. Se ducha al menos dos veces al día, antes de irse al
colegio y cuando vuelve. A veces toma una antes de irse a la cama también. No
sé por qué alguien se tomaría tantas molestias para mantenerse tan limpio.
Supongo que es una forma de locura.
Como está tan obsesionada por ducharse, mamá y papá le dieron la habitación
con cuarto de baño propio. Se figuraron que no me importaría. Y no me
importa. De hecho, es perfecto. No habría sido capaz de preparar mi jugarreta
si Gret no tuviera su propia ducha, con su propio toallero.
Y entonces...
"¡Tú asqueroso hijo de...!"
No oigo el resto del insulto. Gret baja rápido por las escaleras que tiene
delante. Se le cae la toalla por el camino. No tengo tiempo para reaccionar, ella
está encima de mí, dándome bofetadas y arañazos en la cara.
"¿Qué pasa, Gretelda?" río, mientras esquivo sus golpes, llamándola por el
nombre que ella odia. Normalmente me llamaría Grubitsch en respuesta, pero
Mamá sube las escaleras. Papá suspira, camina hacia la encimera, arranca
varias hojas de papel de cocina y limpia algunas de las vísceras y restos de
sangre del suelo. Después de permanecer un par de minutos en silencio,
mientras estoy indeciso al lado de la silla patas arriba, vuelve su mirada de
acero
es haciade
la señal mí.que
Un está
montón de líneas
realmente bien definidas
enfadado, muchoen torno
más a su boca
enfadado de loy que
ojos
estaba conmigo por fumar.
“No debiste haber hecho eso” dice.
"Fue divertido", murmuro.
“No,” ladra. “No lo fue.”
"¡Se lo merecía!" Lloro. "¡Me hizo lo peor! Le dijo a mamá que yo fumaba, ¡sé
que fuemis
rompió ella!cómics?
¿Y recuerdas cuando fundió mis soldaditos de plomo? ¿Y cuando
Y cuando__"
"Hay algunas cosas que nunca se deben hacer", interrumpe papá en voz baja.
"Esto estuvo mal. Invadiste la intimidad de tu hermana, la humillaste, la
aterrorizaste sin sentido. ¡Y en qué momento! Tú..." Hace una pausa y termina
con un débil susurro "... la molestaste mucho." Mira su reloj. "Prepárate para la
escuela. Ya hablaremos de tu castigo más tarde."
Subo las escaleras miserablemente, incapaz de entender el por qué de la
bronca. Fue una gran broma. Me reí durante horas cuando la pensé. Y todo el
trabajo duro –Descuartizar arriba las ratas, mezclarlo todo con un poco de agua
para mantenerlo fresco y hacerlo pegajoso, levantarse temprano, ir a
escondidas a su cuarto de baño mientras ella dormía, y cuidadosamente poner
las tripas en su sitio.
Puedo bajar las escaleras para las comidas, y las visitas al baño se permiten,
pero de lo contrario soy un prisionero. Ni siquiera puedo salir los fines de
semana.
En la soledad, llamo a Gret de todo bajo la luna de la primera noche. Mamá y
Papá se llevan el peso de mis maldiciones a la siguiente. Después de eso, me
siento demasiado miserable como para culpar a nadie, y en silencio me dedico
a jugar contra mí mismo al ajedrez para pasar el rato.
No me hablan durante las comidas. Los tres actúan como si no estuviera allí.
Gret ni siquiera me mira con rencor o desprecio, como lo hace normalmente
cuando estoy castigado.
Pero ¿qué es lo que he hecho tan mal? Okay, vale que era una broma de mal
gusto y ya sabía que iba a meterme en problemas, pero sus reacciones son
demasiaaaaaaado exageradas. Si yo hubiera hecho algo para avergonzar a
Gret en público, entonces vale, aceptaría el castigo. Pero se trataba de una
broma privada, sólo entre nosotros. No hace falta hacer una montaña de esto.
¿Qué significan? ¿De qué estaban hablando? ¿Qué tiene que ver el momento
con todo esto?
Juego un montón de partidas de ajedrez. Mamá y papá son unos fanáticos del
ajedrez. Hay un tablero en cada habitación y juegan varias partidas casi todas
las noches,
hicieron queuno
Gretcontra el otro o contra
y yo jugáramos amigos
también. de su club
Mi primer de ajedrez.
recuerdo Ellos
es de estar
chupando una torre blanca, mientras papá explica cómo se mueven los
caballos.
Puedo vencer a casi cualquier persona de mi edad. He ganado competiciones
regionales, pero no estoy al nivel de mamá, papá o Gret. Gret ha ganado a
nivel nacional y puede limpiar el suelo conmigo nueve de cada diez veces. Sólo
he batido a mi madre dos veces en mi vida. A papá, nunca.
Ha sido el mayor motor de arranque de discusión durante toda mi vida. Mamá y
papá no me presionan para hacerlo bien en la escuela o en otros juegos, pero
me presionan todo el tiempo en el ajedrez. Me hacen leer libros de ajedrez y
mirar videos de torneos. Tenemos largos debates durante las comidas y en el
estudio de mi padre acerca de las partidas legendarias y los grandes maestros,
Torre blanca se come peón negro, la reina negra está amenazada. La reina
negra
muevese demueve
nuevo,asigue
zona en
segura. La Esto
peligro. persigo con mi
es algo alfil. –LaPodría
infantil reina negra
haber se
reducido
la amenaza hace cinco movimientos, cuando se hizo evidente, pero no me
importa. De una forma mezquina, este es mi contraataque. "¿Que vosotros me
quitáis el televisor y el ordenador? ¿Me dejáis más aburrido que una ostra?
Okay pues voy a aprender a jugar el peor ajedrez del mundo. ¡A ver cómo le
sienta eso a papá cabo y a mamá comandante! "
No es exactamente como Luke Skywalker volviéndose contra el imperio del mal
destruyendo una Estrella de la Muerte, lo sé, pero bueno, ¡todos empezamos
por algún sitio!
Me miro el pelo en el espejo. Duro, tieso, con tono pelirrojo. Papá también era
pelirrojo de joven, antes de volverse canoso. Dice que tenía quince o dieciséis
años cuando se dio cuenta del cambio. Por lo tanto, si sigo sus pasos, sólo
tengo un puñado de años más o menos para que mi tono pelirrojo
desaparezca.
Me gusta la idea de tener algunas canas, no una cabeza repleta de ellas como
la de papá, sólo unas pocos, y propagadas. ¡Nada de un mechón blanco! Soy
alto para mi edad, más alto que la mayoría de mis amigos y fuerte. No aparento
ser mayor, pero si tuviera algunas canas, podría ser capaz de pasar por un
adulto cuando hubiera poca luz, ¡Mi billete para ir a ver películas de mayores
de dieciocho años!
La puerta se abre. Gret, sonríe tímidamente. Llevo diecinueve días de
cautiverio. Lleno de odio por la grotesca Gretelda. Ella es la última persona a la
que quiero ver.
"¡Fuera!"
"He venido para hacer las paces", dice.
"Demasiado tarde", gruño antipáticamente. "Sólo me quedan once días de
castigo.
plástico.Prefiero
Hay algoeso
en asubesar tu...blanco.
interior "me detengo. Ella
"¿Qué es sostiene
eso?" una bolsa
Le pregunto de
intrigado.
"Un regalo para compensarte", dice ella, y lo deja en mi cama. Mira por la
ventana. Las cortinas están abiertas. La luz de la luna a tres cuartas partes
ilumina el alféizar. Hay algunas piezas de ajedrez sobre él, de cuando estuve
jugando. Gret se estremece, y luego se aleja.
"Mamá y papá han dicho que puedes salir, el castigo ha terminado. Han
decidido terminarlo antes. "
Ella se va.
Han pasado tres días desde mi libertad anticipada. Decir que las cosas son
extrañas es el eufemismo de la década.
El ambiente es como lo era cuando el abuelo murió. Mamá y papá se pasean
como robots, sin decir mucho. Gret se va a su habitación o a la cocina, se infla
a dulces y juega al ajedrez sin parar. Ella es como una adicta. Es extraño.
Me ahogo en una carcajada. "¿Es esto una broma?", Papá sonríe. "Sólo quería
comprobarlo. Tengo una gran oferta de entradas para un espectáculo de
mañana. Compré tres anticipando tu poco entusiasmo, pero probablemente
podría conseguir una extra si quieres acompañarnos."
"No tienes esa suerte", se ríe. "Creo que tienes edad suficiente para proteger la
fortaleza, pero Sharon... (Mamá)... tiene una visión diferente, y ella es la jefa.
Tendrás que quedarte en casa de la tía Kate. "
"¡No, con sin-fecha-Kate no!," me quejo. La tía Kate sólo es un par de años
mayor que mi madre, pero vive como una noventa-añera. Tiene un televisor
blanco y negro, pero sólo lo enciende para ver las noticias. Escucha la radio el
resto del tiempo. "¿No podría suicidarme en vez de eso?" bromeo.
"¡No hagas bromas de ese tipo!" me contesta papá con un inesperado tono. Le
miro, herido, y fuerza una leve sonrisa. "Lo siento. Un duro día de trabajo en la
oficina. Lo voy a arreglar con Kate, entonces. "
Se tambalea mientras sale, como si estuviera nervioso. Por un momento había
sido todo normal, yo y papá perdiendo el tiempo, y me había olvidado de todas
mis preocupaciones
punto recientes.
de palmarla, ¿por Pero tan
qué estaba ahora vienenpor
molesto todas de golpe.
la broma que Si no estoy a
hice?
Curioso y asustado, me acerco furtivamente a la puerta y escucho cómo
telefonea a la tía Kate para concretar mi estancia en su casa. Nada
sospechoso en su conversación. No habla de mí como si estuviera en mis
últimos días. Incluso cuelga con un alegre "Toodle-pip", una frase cursi que a
menudo utiliza en el teléfono. Estoy a punto de retirarme y ponerme al día con
las noticias del fútbol cuando oigo a Gret hablando en voz baja en las
escaleras.
pero lo que está claro es que no van a ver a un montón de farsantes en mallas
saltando como marionetas.
"Sé bueno con tu tía", dice mamá, recogiéndome el flequillo.
"Disfrutad el ballet", le contesto con una sonrisa hueca.
Mamá me abraza, y luego me besa. No puedo recordar la última vez que me
besó. Hay algo
"Te quiero, malo en
Grubitsch" todo esto.
susurra, casi sollozando.
Si no hubiera sabido que algo iba muy, muy mal, el miedo en su voz me habría
avisado.
Preparado de antelación, soy capaz de sonreír y girarme hacia ella, al estilo
Humphrey Bogart y decirle, "Yo también te quiero, nena".
Mamá se va. Creo que está llorando.
"Ponte cómodo en la sala," La tía Kate sonríe tontamente. "Iré a preparar una
buena taza de té para los dos. Es casi la hora de las noticias."
Llego a casa. Veo un rayo de luz en el dormitorio de mamá y papá, donde las
cortinas
una no cubren.para
luz encendida Lo que no quiere
disuadir a los decir que estén
ladrones. Voy aen casa, de
la parte siempre
atrás ydejan
miro
por la ventana del garaje. El coche está aparcado en el interior. Así que están
aquí. Aquí es donde todo esto comienza. Sea "esto" lo que sea.
Me arrastro hasta la puerta de atrás. Agachado, empujo y abro la puertecilla del
perro, me paro a escuchar los sonidos. Ninguno. Yo tenía ocho años cuando
nuestro último perro murió. Mamá dijo que no permitiría otro perro más en la
casa – que siempre acaban muertos en la carretera y que estaba cansada de
enterrarlos. Cada pocos meses, mi padre decía que tenían que sellar la
puertecilla del perro o conseguir una puerta nueva, pero lo iba dejando de lado
y nunca ha acabado haciéndolo. Creo que aún tiene esperanza de que Mamá
cambie de opinión. Papá ama a los perros.
Cuando yo era un bebé, podía arrastrarme a través de la puertecilla. Mamá
tenía que atarme a la mesa de la cocina para impedir que saliera a hurtadillas
de casa cuando ella no estaba mirando. Demasiado grande para hacerlo ahora,
así que busco
debajo de la piedra en forma de pirámide a la izquierda de la puerta y
encuentro la llave de repuesto.
La cocina
todo el díaestá
y esfría.
unaNo debería yde
agradable ser así,
cálida el sol
noche ha es
pero estado
comobrillando durante
estar parado en el
pasillo de un refrigerador en un supermercado.
El primer piso. No es tan frío como el piso de abajo. Voy a mi habitación, luego
a la de Gret. Vacías. Muy calientes. Las piezas de ajedrez del tablero de Gret
también están desaparecidas. La mías no, pero se encuentran dispersas por el
suelo y mi tablero está roto en astillas.
Me aproximo más a la habitación de mamá y papá. Sé que allí es donde deben
estar.
Me preparo para el momento de la verdad. A Gret le encanta llamarme cobarde
cuando quiere molestarme. Como soy grande, siempre he sabido evitar las
peleas. Yo solía pensar (temer) que podría estar en lo cierto. Cada paso que
doy hacia la habitación de mis padres me doy cuenta que para mi sorpresa,
resulta que estaba equivocado.
La puerta está al rojo vivo, como si el fuego estuviera ardiendo detrás de ella.
Acerco
llamas, una oreja
correr a lael madera,
a por teléfono para
para en casoalde
llamar escuchar
112. Pero noelhay
crepitar de las
crujidos. No hay
humo.
Sólo una profunda y pesada respiración... y un curioso sonido de goteo.
Mi mano en el pomo de la puerta. Mis dedos no se mueven. Mantengo mi oreja
pegada a la madera, esperando... orando. Una lágrima se escurre de mi ojo
izquierdo. Se seca en la mejilla por el calor.
Dentro de la habitación, alguien se ríe, un tono bajo, gutural y sádico. No es
mamá, ni papá ni Gret. Hay un sonido de rasgar, seguido por mordiscos y
crujidos.
Mi mano gira.
Se abre la puerta.
El infierno es revelado.