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Derecho Comparado

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Derecho Comparado

Tratado fronterizo: República Dominicana y Haití

La distribución de la exposición es la siguiente:


1- José Alfredo Espinal
La frontera entre la República Dominicana y Haití tiene 391 kilómetros de extensión. Del lado
dominicano abarca cinco provincias y dos docenas de municipios. Del lado haitiano existe una
cantidad similar de municipios.
Ambas partes se conectan a través de cuatro puestos fronterizos principales; de norte a sur:
Dajabón/Ouanaminthe, Comendador/Belladère, Jimaní/Malpasse y Pedernales/Anse-à-Pitre.
La frontera entre la República Dominicana y la República de Haití nació tras el reparto de la isla
la Española mediante tratados de paz firmados entre España y Francia para dirimir sus
diferencias territoriales en Europa y en el Nuevo Mundo.
Pero los problemas fronterizos entre República Dominicana y Haití, se remontan al Tratado de
Aranjuez, firmado el 3 de junio de 1777, por Francia y España, que implicaba un reconocimiento
jurídico de la ocupación paulatina de la parte Este de la isla de Santo Domingo por parte de los
franceses.
Durante la Primera República (1844-1861), la presidencia de la República se alternó entre dos
anexionistas, Pedro Santana y Buenaventura Báez, logrando el primero su objetivo, el 18 de
marzo de 1861, cuando finalmente anexionó el país a España y no a los Estados Unido, como
había tratado el presidente Báez, cuando un grupo de ciudadanos dominicanos recurrió a pedir
apoyo a la República de Haití, a fin de derrocarlo.
Cuatro años más tarde el Gobierno español da término a la anexión el 3 de marzo de 1865
mediante Real Decreto que se concretizó el 10 de julio de 1865 cuando las tropas españolas
iniciaron su retirada del territorio
Haití reclama el territorio fronterizo que era legítimamente dominicano
Cuando se logra la independencia de República Dominicana en 1844, el territorio dominicano
estaba constituido por la antigua parte española de Santo Domingo y sus límites fronterizos
acordados en el tratado de Aranjuez de 1777. Sin embargo, tan pronto se efectúa la
independencia dominicana Haití comienza a reclamar varios km2 fronterizos dominicanos.
Dentro de sus ambiciones, Haití deseaba apoderarse oficialmente de los pueblos dominicanos
de San Rafael de la Angostura, San Miguel de la Atalaya, Lares de Guaba (también conocido
como Concepción de Hincha o simplemente Hincha), Las Caobas y otros pueblos fronterizos
dominicanos que habían sido fundados en el siglo XVIII por cientos de familias españolas
originarias de las Islas Canarias. Debido a estos reclamos, los cuales siempre fueron rechazados
por los dominicanos, la región fronteriza fue motivo de fricción entre ambos países.
A partir de la independencia de la República Dominicana de Haití en 1844 y tras múltiples
reuniones infructuosas entre ambos países, fue establecida la frontera definitiva por el Tratado
Fronterizo de 21 de enero de 1929 firmado por los presidentes Horacio Vásquez y Louis Borno,
ratificado en 1936 por Rafael Trujillo y Sténio Vincent.
Para lograr esos acuerdos la República Dominicana tuvo que ceder a Haití un total de 6200 km²
del territorio que le pertenecía a España por el Tratado de Aranjuez.

El tratado fronterizo de 1929


Fernando Peña

Después de varias convenciones infructuosas de arbitraje entre República Dominicana y Haití,


una tentativa de conciliación emanante del Vaticano y el auspicio de los Estados Unidos, que
ocupó Haití de 1915 a 1934 y la República Dominicana de 1916 a 1924, llegó el 21 de enero de
1929 el Tratado de Fronteras Dominico-Haitiano firmado en Puerto Príncipe por los presidentes
dominicano Horacio Vásquez y el haitiano Louis Borno.
Los técnicos de Estados Unidos consideraron que la línea de la frontera debía ser marcada a
partir de los poblados con mayor presencia de haitianos y dominicanos.
Mediante ese tratado fronterizo y de paz, tras 85 años de fricciones desde 1844, la República
Dominicana y Haití fijaron una nueva frontera tras ceder los dominicanos el 8 % de su territorio
al vecino país, que incluía las poblaciones de Hincha, San Miguel de la Atalaya, San Rafael de la
Angostura y Las Caobas y la totalidad de la Laguna del Fondo.
Tras la firma del precitado tratado, no cesaron las disputas y choques armados en la frontera,
con más repercusión entre 1931 y 1934, años en que en Dajabón, Restauración y en otros
lugares dominicanos se reportaron la presencia de ilegales, depredaciones y robos en la
ganadería y la agricultura.
Por estos hechos se convocaron más de 100 nuevas conversaciones, de donde surgieron el
acuerdo de 17 de febrero de 1935 firmado en Puerto Príncipe por los presidentes Rafael Trujillo
Molina por República Dominicana y Sténio Vincent por Haití y el protocolo adicional de La Miel
del 9 de marzo de 1936 firmado por los mismos presidentes en la capital haitiana.
Con la firma de ese protocolo quedó ratificado el Tratado de Fronteras de 21 de enero de 1929 y
se le traspasó a Haití el 3 % adicional del territorio dominicano que había ocupado ese país
después de 1856, donde se encuentran Veladero, El Saltadero y la Miel, situados al oeste
de Restauración, Bánica y Comendador, lo que permitió que los técnicos pudieran iniciar el
trabajo del trazado fronterizo y el establecimiento de los bornes marcadores de dicha línea. Así
quedó delimitada oficialmente hasta hoy la frontera domínico-haitiana.

El protocolo de revisión del tratado fronterizo en 1936


Wanda Liz

El 27 de marzo de 1936, el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo firma el protocolo de revisión del
tratado dominico-haitiano de 1929.
En dicha revisión, se le traspasa a Haití el 3% adicional del territorio dominicano y con ello se
establece la frontera dominico-haitiana que conocemos hoy. 160 años después que por primera
vez se delimita oficialmente los territorios españoles (dominicanos) y franceses (haitianos) en la
isla de Santo Domingo, se logra otra delimitación que, si bien fue en detrimento de los
dominicanos, hasta nuestra fecha ha permanecido como la frontera legítima entre ambas
partes.
Algunos factores que incidieron en la modificación de los límites fronterizos
Es oportuno mencionar algunos de los factores que incidieron para que estos cambios se
concretizaran.
En 1929, Haití estaba intervenida por las fuerzas militares de los Estados Unidos (1915-1934).
Aunque quedó registrado para la posteridad que el tratado fronterizo de 1929 se hizo entre los
gobiernos dominicano y haitiano, hay muy buena probabilidad que hubo al menos presión
estadounidense para que se concretizara el cambio.
Los militares estadounidenses ya habían propuesto finalizar los constantes escollos fronterizos
dominico-haitianos a raíz de los terrenos dominicanos reclamados por Haití. Según la lógica de
los gringos, la frontera nueva debía de situarse en las zonas donde la presencia poblacional
haitiana se reducía y la presencia poblacional dominicana aumentaba.
Los valles dominicanos de Guaba, la Miel y otros que eran parte de la zona fronteriza original se
perdieron esencialmente por un deseo de la clase política haitiana de apoderarse de esas
tierras.
La incursión masiva, pacífica e ilegal de cientos de campesinos haitianos que paulatinamente se
fueron asentando en los terrenos colindantes dominicanos, a indirecta y sin culpabilizar a esa
población haitiana inocente y ajena a los planes de la cúpula política haitiana, complicaban el
problema fronterizo para los dominicanos.
Con el pasar del tiempo, esos asentamientos de haitianos crecieron y echaron raíces hasta que
la clase política haitiana pudo usar la presencia de los mismos para afianzar su reclamo sobre
esas tierras legítimamente dominicanas.
El valle de Guaba, en la actualidad es conocido como Plateau Central en Haití, era considerado
uno de los más fértiles de la isla.
Debido a la deforestación masiva que ha sufrido después que fue transferido a Haití, la calidad
de esas tierras se ha degradado tanto que ya el valle no figura entre los más fértiles y, de hecho,
enfrenta un aumento constante de las características de un desierto.

CONSTITUCION DOMINICANA

DE LA NACIÓN, DE SU SOBERANÍA Y DE SU GOBIERNO


Valdez Peña

Artículo 1.- Organización del Estado.


El pueblo dominicano constituye una Nación organizada en Estado libre e independiente, con el
nombre de República Dominicana.

Artículo 2.- Soberanía popular. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien


emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma
directa, en los términos que establecen esta Constitución y las leyes.

Artículo 3.- Inviolabilidad de la soberanía y principio de no intervención. La soberanía de la


Nación dominicana, Estado libre e independiente de todo poder extranjero, es inviolable.
Ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o
permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los
asuntos internos o externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la
personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta
Constitución. El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política
internacional dominicana.

Artículo 11.- Tratados fronterizos. El uso sostenible y la protección de los ríos fronterizos, el uso
de la carretera internacional y la preservación de los bornes fronterizos utilizando puntos
geodésicos, se regulan por los principios consagrados en el Protocolo de Revisión del año 1936
del Tratado de Frontera de 1929 y el Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929
suscrito con la República de Haití.

‘’Los límites territoriales entre RD y Haití fueron establecidos en el Tratado Fronterizo


Dominico Haitiano de 1929, el acuerdo fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de
Fronteras de 1936. Estos límites entre los dos países son determinantes, inamovibles e
innegociables’’, escribió el ministro.
Matanza del Masacre
Entre el 28 de septiembre y 8 de octubre de 1937, por orden del presidente Trujillo, el ejército
de la República Dominicana asesinó masivamente a ciudadanos haitianos residentes en las
zonas cercanas a la frontera del lado dominicano, estimándose su número, según las distintas
fuentes, entre 12 000 y 20 000 personas, incluyendo mujeres y niños. Esa matanza se conoce
como Masacre del Perejil.

Sentencia 168/13
ante la Primera República (1844-1861), la presidencia de la República se alternó
entre dos anexionistas, Pedro Santana y Buenaventura Báez, logrando el primero su
objetivo, el 18 de marzo de 1861, cuando finalmente anexionó el país a España y no a
los Estados Unido, como había tratado el presidente Báez, cuando un grupo de
ciudadanos dominicanos recurrió a pedir apoyo a la República de Haití, a fin de
derrocarlo. Cuatro años más tarde el Gobierno español da término a la anexión el 3 de
marzo de 1865 mediante Real Decreto que se concretizó el 10 de julio de 1865 cuando
las tropas españolas iniciaron su retirada del territorio
El 23 de septiembre de 2013, el Tribunal Constitucional de la República Dominicana emitió la
Sentencia 168-13, en la que desnacionalizó retroactivamente a cuatro generaciones de personas
dominicanas con ascendencia haitiana, que nacieron en el periodo entre 1929 y 2007.
Este sentencia fue dictada por el Tribunal Constitucional tras el recurso de amparo interpuesto
por la accionante, señora Juliana Dequis (o Deguis) Pierre, fundamenta su acción en el alegato
de que nació en el Municipio de Yamasá, Provincia de Monte Plata, en fecha 1 de abril del año
1984 hija de los Señores NELO DIESSEL Y LUCIA JEAN, ambos braceros de nacionalidad haitiana.

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