Embarazo Múltiple
Embarazo Múltiple
Embarazo Múltiple
El embarazo múltiple se define como el desarrollo simultáneo de más de un feto dentro del
útero. Se considera un embarazo de alto riesgo debido al aumento de las complicaciones
materno-fetales, en comparación con los embarazos simples. Aunque no es muy frecuente,
existen algunos casos en los que puede ocurrir que haya tres, cuatro, cinco o incluso más
embriones. En estos embarazos, los bebés también pueden ser genéticamente idénticos,
diferentes o una combinación de ambos, pero se trata de casos de embarazo de riesgo, tanto
para la madre como para los bebés. Estas gestantes requieren de un control prenatal más
estricto, así como un mayor cuidado durante el nacimiento. La gestación gemelar puede ser:
monocigótica y dicigótica.
GESTIÓN DICIGÓTICA
Es cuando son fecundados dos óvulos independientes por dos espermatozoides diferentes y se
conoce como gemelos fraternos biovulares o no idénticos. Esta ovulación múltiple puede ser
espontánea o por la administración de estimulantes de la ovulación como gonadotropinas o
citrato de clomifeno. Los embarazos dicigóticos constituyen un 66% de todos los embarazos
gemelares y poseen las mismas semejanzas genéticas que dos hermanos fraternos. Los
factores que modifican la gemelaridad dicigótica son los siguientes.
La etiología (causa) no es muy clara; sin embargo, se ha relacionado con factores raciales, edad
materna, mayor paridad (embarazos) y predisposición familiar (factores hereditarios). Son más
frecuentes en la raza negra y menos comunes en la población asiática.
Los gemelos dicigóticos pueden ser del mismo o distinto sexo y no guardan mayor parecido
entre sí que lo normal para cualquier pareja de hermanos; este tipo de gemelos corresponde a
70% de los embarazos múltiples. Tal variedad de gemelos presenta cada uno su propia cavidad
amniótica y placenta, por lo que se les conoce como gemelos dicoriónicos (dos coriones)
diamnióticos (dos cavidades amnióticas) (figura 12-1B). La implantación de los cigotos por lo
general ocurre en lugares separados de la pared endometrial, pero en algunos casos ocurre en
sitios muy cercanos uno del otro, por lo que las placentas pueden fusionarse y aparentar ser
una sola, en este caso siempre existirá un tabique de separación entre ellas.
Edad y paridad. Se ha encontrado una relación constante entre edad materna, paridad
y la frecuencia de gemelaridad. La incidencia de gemelaridad aumenta conforme lo
hace la edad, de la mujer hasta los 40 años, y después de esta edad, la incidencia
disminuye (Keith et al, 1980). También mientras mayor es la paridad, mayor es la
incidencia de gemelaridad. En Nigeria, que constituye uno de los países con mayor
índice de gemelaridad, la incidencia en primíparas es de 1/50 embarazos, mientras que
en multíparas con 6 ó más partos es de 1/15 (Azubuike, 1982).
Nutrición. El hecho de que, durante las guerras, con períodos de desnutrición
marcada, hay una disminución de la frecuencia de embarazos gemelares, ha hecho
pensar que una nutrición balanceada puede favorecer los embarazos múltiples. El
factor nutritivo también es pro-bable por el hecho de que en las mujeres altas y
grandes, la incidencia de gemelaridad es mayor que en las mujeres pequeñas
(MacGillivray, 1986).
Tratamientos de infertilidad. La incidencia de embarazos múltiples aumenta con los
inductores de ovulación. En un estudio se encontró que, con el uso de clomifeno, la
incidencia de múltiples varió entre 6,8% y el 17% y con las gonadotropinas de 18% a
53,5% (Schenker et al, 1981). En las técnicas de reproducción asistida, la incidencia de
múltiples también está aumentada y son más frecuentes los embarazos de más de dos
fetos. En dos series en 502 pacientes con fertilización in vitro y transferencia
intratubaria de gametos, se obtuvieron dobles en el 20,0%, triples en el 9,23% y
cuádruples o más en el 1,53% de los casos (Aller y col, 1991).
Factores genéticos. Se ha observado que los gemelos dicigóticos están influidos por el
genotipo materno, más que por el paterno. Las gemelas procrean gemelos en 1/58
embarazos, en comparación con 1/116 de aquellas cuyo esposo era gemelo (White and
Wyshak, 1964).
GESTACIÓN MONOCIGÓTICA
El embarazo monocigótico es un hecho aleatorio, en donde se produce la fecundación de un
sólo óvulo que posteriormente se divide, dando lugar a los llamados gemelos idénticos. Se
caracterizan porque los bebés serán del mismo sexo y se parecerán mucho en cuanto a color
de los ojos, tamaño, etc.
De acuerdo con el intervalo entre la fecundación y la segmentación del embrión, pueden surgir
los siguientes tipos
Los gemelos unidos son dos bebés que nacen conectados físicamente.
Los gemelos unidos se desarrollan cuando un embrión temprano se separa parcialmente para
formar dos individuos. Si bien dos bebés se desarrollarán a partir de este embrión,
permanecerán conectados físicamente, generalmente por el pecho, el abdomen o la pelvis. Los
gemelos unidos también pueden compartir uno o más órganos internos.
Si bien muchos gemelos unidos no están vivos al nacer (mortinatos) o mueren poco después
del parto, los avances en cirugía y tecnología han mejorado las tasas de supervivencia. Algunos
gemelos unidos que sobreviven pueden ser separados quirúrgicamente. El éxito de la cirugía
depende del lugar donde están unidos los gemelos y de cuántos y qué órganos comparten.
También, depende de la experiencia y la habilidad del equipo quirúrgico.
TRILLIZOS
El embarazo triple es frecuente sobre todo en mujeres sometidas a tratamientos de
estimulación ovárica, por problemas de esterilidad, pero en el embarazo espontáneo también
puede tener lugar. En el caso de trillizos se pueden dar:
INCIDENCIA
La tasa de embarazo gemelar varía según el país que se estudie, la tasa más alta se ha
encontrado en Nigeria, con 54/1 000 embarazos y la más baja en Japón, con 4,3/1 000
embarazos (MacGillivray, 1986). La tasa de gemelaridad monocigótica es constante en todo el
mundo y se mantiene alrededor de 3 a 5/1 000 partos, mientras que la dicigótica tiene
variaciones entre 4 y 50/1 000 partos (Spellacy et al, 1990). En relación con el número de fetos,
el embarazo gemelar ocurre en 10/-1000 partos, el triple en 1/7 200 partos, el cuádruple en
1/600 000 partos y el quíntuple en 1/52 000 partos (Bello y col, 1996). Debido al desarrollo de
las técnicas de reproducción asistida ha ocurrido un incremento significativo en los embarazos
múltiples dicigóticos y por eso las cifras varían mucho.
ADAPTACIÓN FISIOLÓGICA
Metabólica.
En el embarazo gemelar está aumentada la secreción de progesterona, estriol y lactógeno
placentario humano, como consecuencia del incremento de la masa placentaria. El incremento
ponderal de la embarazada con una gestación gemelar es en promedio 14 kg, aunque las
variaciones individuales son muy amplias. Una proporción importante de este incremento
ponderal depende del aumento de agua corporal total, a expensas del incremento del volumen
plasmático, lo que puede generar complicaciones cuando seadministran soluciones
parenterales.
Hematológica
Algunos estudios han demostrado una mayor frecuencia de megaloblastos, con un 29.6% para
los gemelos y un 13% para el feto único. Por tal motivo, se ha sugerido que los cambios
megaloblásticos pueden ser inducidos por las hormonas y no son diagnósticos de una
deficiencia de hierro o folatos. El recuento de leucocitos suele aumentar a valores que pueden
oscilar entre 14000 y 16000/mlt y, en ocasiones, excede los 25 000/(lt. (Taylor et al, 1981).
Sistémica
TIPOS DE PLACENTA
Dicoriónica
Se origina de dos blastocistos implantados simultáneamente en el útero y son siempre
diamnióticas, deno-minándose “DiDi” (diamniótica-dicoriónica). Cuando los dos discos
placentarios se implantan muy cerca el uno del otro se denominan Di-Di fusionados, mientras
que si los discos placentarios están separados se deno-minan Di-Di separados (fig. 20-2). Este
último tipo tiene un menor número de complicaciones obstétricas y, con mayor frecuencia,
llegan al término de la gestación. Mientras que en los Di-Di fusionados, puede existir
competencia por el espacio (trofotropismo) que puede ocasionar restricción del crecimiento
intrauterino de uno de los gemelos e inserciones marginales o velamentosas del cordón
umbilical (Eberle et al, 1992; Bernirschke, 1992).
En placentas Di-Di, las membranas divisorias que separan las dos cavidades amnióticas están
compuestas por cuatro capas: amnios y corion de cada gemelo y, en la porción intermedia,
restos de vellosidades atróficas, de trofoblasto y parte de la decidua capsular en degeneración.
En estos casos las anastomosis vasculares son poco frecuentes.
Monocoriónica
Las placentas monocoriónicas provienen de un solo blastocisto y pueden ser: “Mo-Mo”
(monoamniótica-monocoriónica) o “Di-Mo” (diamniótica-monocoriónica). Esta última, es la
forma más común en gemelos monocigóticos y se puede acompañar de problemas graves
como el síndrome de transfusión intergemelar.
Feto papiráceo. Ocurre cuando uno de los fetos muere y se deshidrata y el gemelo
sobreviviente comprime los restos. El grado de deshidratación y compresión
dependerá del tamaño del producto y del tiempo que haya transcurrido entre la
muerte y el parto. Al nacer, se puede apreciar como una estructura momificada sin una
forma humana definida o una masa de huesos y tejidos apelotonados dentro de las
membranas placentarias que puede pasar desapercibida durante el parto y que, para
identificarla, es necesaria su disección. La radiología puede ayudar a identificar las
estructuras óseas o, menos frecuentemente, un feto calcificado que se denomina
litopediun. La incidencia es de 1/12 000 nacidos vivos o de 1/184 gestaciones
gemelares; sin embargo, se debe recordar que existen casos que no son
diagnosticados. Algunos fetos papiráceos se han observado en placentas dicoriónicas,
aunque la incidencia más alta se encuentra en placentas monocoriónicas (Livnat,
1976). Como causa de este fenómeno está la insuficiencia placentaria por vasculopatía
hipertensiva, la inserción anómala del cordón y las anastomosis vasculares entre los
fetos (Moore et al, 1990).
Se han utilizado como criterios clínicos para el diagnóstico, una diferencia de 5 g/ml en los
niveles de hemoglobina fetal y una diferencia de peso del 20% o mayor entre los gemelos (Tan
1979; Galea et al, 1982). En su forma crónica, el síndrome puede empezar en el período de vida
embrionario, donde el gemelo dador transfiere sangre al receptor, ocasionando en el primero
anemia, hipotensión, oliguria, oligoamnios y atrofia. Mediante ecosonografía se aprecia un feto
vivo sin movimiento, por lo que se ha llamado “gemelo detenido”. El gemelo receptor, por el
contrario, presenta hipervolemia, edema, cardiomegalia, ascitis, poliuria y polihidramnios. La
presencia de este último, junto con el oligoamnios del gemelo dador, son signos que orientan
al diagnóstico. La forma aguda del síndrome está asociada a cambios bruscos y rápidos de
volumen que pueden llevar a la muerte de alguno de los fetos. Luego del nacimiento el
diagnóstico se hace cuando están presentes las siguientes características.
ASPECTOS DIAGNÓSTICOS
El diagnóstico temprano de la gestación múltiple es de suma importancia para minimizar los
riesgos perinatales. En la actualidad se cuenta con excelentes pruebas de laboratorio que, en
unión con los datos clínicos, pueden hacer sospechar del mismo, pero sólo el ultrasonido
establece el diagnóstico preciso.
Clínico
Dentro de los parámetros clínicos que hacen sospechar la presencia de más de un feto
tenemos las que se enumeran a continuación.
Laboratorio
De las hormonas que produce la placenta, las que se pueden usar en el diagnóstico de
embarazo múltiple son las siguientes (Thiery et al, 1976).
Gonadotropina coriónica humana (HCG). En los embarazos gemelares, los niveles de
HCG para el primero y segundo trimestre son el doble del valor que en una gestación
simple; sin embargo, presentan fluctuaciones diarias y se pueden incrementar en
embarazos complicados con enfermedad trofoblástica, coriocarcinoma, eritroblastosis
fetal, tumores embrionarios como los teratomas y disgerminomas, así como tumores
de las glándulas adrenales.
Lactógeno placentario. Los niveles de esta hormona son proporcionales a la masa
placentaria por lo que, en caso de embarazo múltiple, el nivel se encuentra elevado en
comparación con el embarazo de feto único. Su producción no es específica del
trofoblasto y se puede ver en pacientes con carcinoma broncogénico, hepatoma o
feocromocitoma.
Alfa-feto-proteína.
En pacientes con valores elevados debe establecerse como diagnóstico diferencial el embarazo
múltiple y los defectos del tubo neural. y pared anterior del abdomen.
Ultrasonido
Las alteraciones de crecimiento entre los gemelos pueden ser debidas a una insuficiencia
placentaria o al síndrome de transfusión intergemelar, con la posible secuela intelectual y el
incremento de la morbi-mortalidad perinatal. Entre los criterios ecográficos usados para el
diagnóstico se encuentran los siguientes (Chitara et al, 1985).
El uso del Doppler pulsado en el embarazo gemelar aún se encuentra en fase de investigación y
los estudios señalan que puede ser útil para el diagnóstico de restricción del crecimiento
intrauterino, pero no en el síndrome de transfusión intergemelar (Giles et al, 1985; Farmakides
et al, 1985).
MANEJO INTRAPARTO
El intervalo entre el nacimiento de los dos fetos en el pasado se limitaba a 15-30 minutos con
el fin de evitar complicaciones como el prolapso de cordón, la inercia uterina, el
desprendimiento pretérmino de placenta y la retracción del cordón. En la actualidad, gracias al
ultrasonido y la vigilancia continua del latido fetal, el intervalo entre el nacimiento de cada uno
de los fetos no es un factor crítico y se han señalado casos de intervalos de hasta 131 días
(Simpson et al, 1984; Mikkelsen and Hansen, 1986). Entre las recomendaciones para al
atención del parto diferido del segundo feto se encuentran las siguientes.
Durante el trabajo de parto de fetos múltiples, la decisión acerca del uso de agentes
analgésicos y anestesia es difícil debido a la mayor frecuencia de complicaciones como
prematuridad, hipertensión, atonía uterina y hemorragia postparto. Por otro lado, las
alteraciones del trabajo de parto y la posibilidad de manipulación intrauterina hacen necesario
el uso de agentes que produzcan relajación del miometrio, como los usados en la anestesia
general. Se acepta que la anestesia conductiva es la mejor durante el trabajo de parto porque
alivia el dolor, permite realizar maniobras de versión externa y revisión de la cavidad uterina.
FORMAS DE PRESENTACIÓN
Existen múltiples formas de presentación en los embarazos gemelares, que se pueden ver en la
figura 20-3. La forma y vía de parto varía de acuerdo al tipo y se distribuyen básicamente en
tres grupos que se ven a continuación.
Ambos en cefálica. Se presenta en el 42% de los casos y se puede permitir el parto por
vía vaginal (Chauhan and Roberts, 1996). Después del nacimiento el primer feto, es
conveniente evaluar el latido cardíaco para establecer el bienestar del segundo feto, así
como monitorizar la actividad uterina y, de ser necesario, incrementar la dosis de
oxitocina. Si se diagnostica sufrimiento fetal está indicado practicar de inmediato la
extracción vaginal mediante fórceps, si la presentación está encajada, y la gran
extracción podálica si no está encajada. La amniotomía se practica una vez que la
cabeza del segundo feto penetra en la pelvis materna y el nacimiento se atiende de
igual manera que en el caso de un embarazo simple. Existe controversia entre la
atención del parto y practicar una cesárea cuando los fetos poseen menos de 1 500 g,
debido al aumento de la posibilidad de hemorragia intraventricular (Morales et al,
1989).
COMPLICACIONES
Maternas
La morbilidad materna se incrementa de tres a siete veces en las gestaciones múltiples (Kovacs
et al, 1989). Entre las principales complicaciones se encuentran las siguientes.
Fetales
1. Defectos congénitos.
2. Transfusión intergemelar.
3. Gemelos unidos.
4. Membrana hialina.
5. Hemorragia intracraneal.
6. Insuficiencia útero-placentaria.
Muerte perinatal. Es 3 a 5 veces más frecuentemente en los embarazos múltiples en
relación con los simples. La tasa de mortinatos varía entre 2% y 8% y no aumenta al
incrementarse el número de fetos.
La muerte de uno de los fetos complica del 0,5% al 6,8% de los embarazos múltiples y es más
frecuente cuando la placenta es monocoriónica, debido a la alta incidencia de anastomosis
vasculares que producen el síndrome de transfusión intergemelar. La muerte en gestaciones
dicoriónicas se ha asociado con trombosis vascular, restrición del crecimiento intrauterino,
desprendimiento de placenta e hipertensión inducida por el embarazo. Los accidentes de
cordón y la inserción velamentosa se han asociado con la muerte de un feto, tanto en
monocoriónicos como en dicoriónicos (Knuppel et al, 1985). Cuando uno de los fetos muere en
el útero mucho antes del término, existe la posibilidad que ocurraembolización de
tromboplastina tisular del feto fallecido al sobreviviente, que puede conducir a hemorragia
intraventricular, atrofia cortical, infarto pulmonar, esplénico, hepático y renal, leucomalacia
intracraneal y coagulación intravascular diseminada (Kilby et al, 1994). El feto superviviente
también tiene mayor riesgo de trabajo de parto pretérmino, desprendimiento pretérmino de la
placenta y sufrimiento fetal que puede comenzar a las 72 horas de la muerte. Una vez realizado
el diagnóstico, se debe hospitalizar a la paciente para monitoreo y evaluación continua por 12 a
24 horas. Se debe practicar un estudio ecosonográfico con el fin de determinar: tipo de
placentación, anomalías congénitas, restricción del crecimiento intrauterino, confirmar la edad
gestacional y peso estimado fetal.
Si uno de los fetos muere y se trata de una gestación dicoriónica con edad gestacional menor
de 32 semanas, se debe inducir la madurez pulmonar y realizar monitoreo fetal con perfil
biofísico 2 o 3 veces por semana. En embarazos entre 32 y 35 semanas con feto maduro se
recomienda la interrupción y si el feto es inmaduro la inducción de madurez pulmonar e
interrupción posterior. En gestaciones mayores de 35 se-manas con feto maduro se procede a
la interrupción. Si el embarazo es monocoriónico mayor de 34 semanas, se recomienda la
interrupción, y entre 32 y 34 semanas en fetos inmaduros inducción de madurez para luego
interrumpir el embarazo.
Existen condiciones patológicas del feto o los fetos en el embarazo múltiple que pueden
predisponer a la madre a complicaciones y que no se observan con frecuencia en el embarazo
simple. Estas complicaciones se señalan en la tabla 20-1.
Intraparto
Existe una serie de complicaciones particulares del parto múltiple, entre las que se encuentran
las siguientes (Nissen, 1958; Cohen, 1965)
Generalmente ocurre en fetos pequeños y pelvis amplia y esta indicada una evaluación
imagenológica, con el fin de precisar cual feto está menos descendido y luego, mediante un
tacto vaginal, empujar ese feto para permitir que el otro se encaje. Si esta maniobra fracasa, se
debe practicar cesárea.
Parto de gemelos unidos. Contrario a lo esperado, el parto vaginal no suele ser difícil
porque generalmente la zona de unión de los fetos es lo suficientemente elástica como
para permitir el parto, aunque con frecuencia el parto vaginal no es posible y hay que
practicar cesárea.
Estas complicaciones ocurren entre el 45% y el 65% de los casos cuando el primer gemelo está
en podálica y el segundo en cefálica, en el 25% de los casos cuando ambos están en cefálica, en
el 7% de los casos cuando el primero está en cefálica y el segundo en transversa y en el 3% de
los casos, cuando ambos están en podálica. Estas complicaciones tienen una tasa de
mortalidad fetal del 43% y el 73% de las veces ocurre en el primer gemelo (Nissen, 1958).