Cusco en La Epoca Inca
Cusco en La Epoca Inca
Cusco en La Epoca Inca
Historia
Información Cusco. La notoriedad del Cuzco arqueológico va más allá de la Época Inca, ya que la Historia del Cusco se inició por
lo menos 1000 años antes de la era cristiana, cuando estaba vigente la Cultura Marcavalle. De allí surgió Chanapata,
contemporánea de Pucará en Puno y cuya historia se pierde a comienzos de nuestra era, hasta cuando Wari conquista la zona,
incorporándola a su imperio. Después de Wari, la región redimensionó su potencial y creció, primero con la Cultura Killke y con la
Inca después. De la Epoca Wari procede la Ciudad de Pikillacta, y de tiempos Killke la propia Sacsayhuaman y los fundamentos
de la Ciudad del Cuzco.
Cuzco, en el pasado, constituyó el centro de la Civilización Incaica. Fue la capital del estado andino del Tahuantinsuyo; fue
fundada ,según la leyenda, por Manco Capac y Mama Ocllo entre los siglos XI y XII.
Posteriormente, por orden de Francisco Pizarro, los españoles la fundaron nuevamente a la usanza española, el 23 de marzo de
1,534.
Ubicación:
La ciudad del Cusco esta ubicada al Sur este de la ciudad de los Andes del Perú a 13º latitud sur y 72º longitud Oeste a partir del
meridiano Greenwch.Cusco es la actual capital de la provincia y departamento de Cusco. ALTITUD 3360 metros sobre el nivel del
mar.
CLIMA:
No hay mucha diferencia entre las cuatro estaciones, sin emabrgo son dos temporadas específicas del año: La temporada de
lluvias de Noviembre a Marzo y la temporada de secas de Abril Octubre.
TERRITORIO:
El territorio de Cusco tiene una extensión de 76,225 Km y la provincia de Cusco asciende a 523 Km.
TEMPERATURA:
En Cusco la temperatura anual es de 11º a 13º y algunas veces 20º C en un día soleado.
IDIOMA:
El idioma oficial de Perú es el Castellano lo cual es usado en un 73 % de la población; el idioma quechua o runasimi es hablado
por un 24% de los peruanos. Algunos especialistas reconocen a específicas variaciones del quechua en el territorio nacional: el
huaihuash que es muy popular en la parte central de Perú y el huampuy hablado por el resto del país. La mayoría de los quechua
hablantes son bilingues y tiene al quechua como su segundo idioma. Lo mismo ocurre con el aymara, cuyo idioma se extingue
por el altiplano. También están los 55 dialectos hablados en el amazonas por la tribus en la selva peruana tal como:Ashaninca
Aguaruna y los machigengas.
RELIGION:
La religión oficial es la católica cubre un 80% de la población con una profunda devoción. Sin embargo existe una libertad de
culto, en este país nadie es obligado a tener o a creer en algo entre la gente de los andes y la gente de la amazonia practican la
religión católica mixta con algunas viejas tradiciones tal como el culto al pachamama ( la tierra) y los fenómenos naturales.
MONEDA:
La moneda oficial del Perú es el Nuevo Sol y su símbolo es S/. Ello esta dividido en 100 céntimos (cents): con monedas
valorizadas en S/.5, S/.2, S/1, y piezas de 50, 20,10 céntimos, los billetes en circulación son de S/.10, S/.20, S/.50, S/.100,
S/.200, la economía de Perú avanza paso a paso con el dólar americano es por eso que muchos negocios trabajan con ambas
monedas.
Dos son las leyendas míticas más conocidas de donde se hace nacer al imperio Incaico, uno de los más grandes de la tierra, los restos
de cuyas obras perduran hasta ahora sombrando al mundo.
Según la primera leyenda, Manco Cápac, acompañado por su hermana y su esposa, Mama Ocllo, salió del lago Titicaca con el encargo
del dios sol de fundar una ciudad para civilizar a los hombres; portaba un cetro que se hundió en Hauanacaure, y allí decidió fundar la
ciudad del Cuzco.
La otra leyenda dice que Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Uchu y Ayar Auca, salieron con sus con sus esposas de una cueva de
Tamputoco, y en un accidentado recorrido en el que pasaron muchas aventuras, tres de ellos quedaron convertidos en piedra y el
sobreviviente, Ayar Manco, se convirtió en el jefe único.
Como quiera que se interpreten estas leyendas y otras que se conocen, el hecho real es que llegados de otras regiones los incas
fundaron allí una ciudad que se convirtió en el centro de irradiación de un imperio que con los siglos llegó a ser más extenso que el
imperio romano.
La tradición atribuye a Manco Cápac el trazado de la ciudad, en la que se establecieron varias agrupaciones que con el tiempo se
multiplicaron y dividieron en dos sectores que se denominaron Hurin Cuzco y Hanan Cuzco, de acuerdo con las dos partes en que
fisicamente estba dividida la ciudad, el Cuzco Alto y el Cuzco Bajo, respectivamente, divididoa por el camino de Antisuyo.
Convertido el Cuzco en asiento de una nueva civilización, creció en magnificiencia y esplendor como sede del poder imperial a medida
que l imperio progresaba y se extendía por los 4 puntos cardinales hasta abarcar un territorio tan inmenso como no tuvo antes ningún
otro imperio de la antiguedad.
El Cuzco de los incas fue un Cuzco lleno de palacios en el qu el oro resplandecía haciendo contraste con la severa prescencia de la
piedra.
Los incas establecieron un gobierno teocrático. Todos estaban sujetos al inca. Al nacer cada individuo recibia un topo de tierra, que
tenía que cultivar dando una parte para el sol, otra para el inca, y otra para él.
Grandes depósitos en todo el imperio acumulaban los productos a manera de silos para aprovechar las épocas de abundancia en las
de escasez.
La tierra era la sagrada Pachamama, y se le rendía culto casi diario y se le trabajaba por medio de formidables obras de ingeniería
hidráulica hasta en los más inaccesibles lugares.
Los caminos imperiales, de los que todavía quedan algunos restos, recorrían todo el imperio que abarcaba desde Loja (Ecuador) hasta
el río Maule (Chile) y las pampas de Tucumán (Argentina).
En el imperio incaico no existía la pobreza, pero en cambio existía "una alegría triste" sin libertad, pues nadie podía moverse de su
lugar sin una orden especial.
Etiquetas: historia
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Cuzco
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Cusco
Qosqo
Cuzco
Bandera Escudo
País Perú
• Departame Cuzco
nto
• Provincia Cuzco
Ubicación
Fundación 15 de noviembre de
1533
Gentilicio Cuzqueño o
cusqueño
La ciudad del Cuzco[1] (quechua: Qusqu, Qosqo )?, o Cusco (grafía oficial en el Perú),
es la capital histórica del Perú y capital de la región homónima.
Está situada en la sierra sur del país, en la cuenca del río Huatanay, cuenta con una
población aproximada de 390.000 habitantes. Es el mayor destino turístico en Perú y
tiene una afluencia de visitantes de casi un millón de personas al año.[2] Fue capital del
Imperio Inca y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983 por la Unesco.
Contenido
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1 Toponimia
2 Historia
o 2.1 Fundación y época incaica
o 2.2 Fundación española y época virreinal
o 2.3 Época republicana
2.3.1 Condecoraciones
o 2.4 Actualidad
3 Geografía
4 Turismo
o 4.1 Barrio de San Blas
o 4.2 Calle Hatun Rumiyuq
o 4.3 Convento e Iglesia de la Merced
o 4.4 Catedral
o 4.5 Plaza de Armas
o 4.6 Iglesia de la Compañía
o 4.7 Coricancha y Convento de Santo Domingo
5 Organización política
o 5.1 Gobierno local
o 5.2 Gobierno político
o 5.3 Función judicial
6 Símbolos
7 Economía
8 Educación
9 Población
10 Centro religioso
11 Transportes y comunicaciones
o 11.1 Aeropuerto
11.1.1 Vuelos Nacionales
11.1.2 Vuelos Internacionales
12 Cultura
o 12.1 Cine en el Cuzco
o 12.2 Deporte en el Cuzco
13 Títulos honoríficos
14 Ciudades hermanas
15 Referencias
16 Véase también
17 Enlaces externos
Toponimia [editar]
Se estima que el topónimo quechua Qusqu con el cual fue encontrado a la época de la
conquista del Imperio Inca tuvo un origen aimaraico, de la frase qusqu wanka ('peñón
de la lechuza') a partir del relato de los Hermanos Ayar,[3] donde Ayar Auca ocupa el
sitio del Cuzco volando con sus propias alas para posarse sobre un peñón de la zona y
convertirse en una marca de ocupación litificándose:
"¡Ve allá volando (porque dicen le habían nascido unas alas), y sentándote allí toma posesión
en el mismo asiento donde parece aquel mojón, porque nosotros iremos luego a poblar y
vivir". Ayar Auca, oídas las palabras de su hermano, levantóse sobre sus alas y fue al dicho
lugar que Mango Capac le mandaba, y sentándose allí se convirtió en piedra y quedó hecho
mojón de posesión, que en la lengua antigua de este valle se llanta cozco, de donde le quedó el
nombre del Cuzco al tal sitio hasta hoy
“...al cual pueblo [de hasta treinta casas pequeñas pajizas y ruines] llamaban los moradores de
él, desde su antigüedad, Cozco, y lo que quiere decir este nombre Cozco no lo saben declarar,
más que ansí se nombraba antiguamente”.
Pusieron por punto o centro [del Tauantinsuyu] la ciudad del Cozco, que en la lengua particular
de los lncas quiere dezir ombligo de la tierra: llamáronla con buena semejança ombligo,
porque todo el Perú es largo y angosto como un cuerpo humano, y aquella ciudad está casi en
medio
Esta versión se ha mitificado en la folclor de la región, sin embargo toma las mismas
ideas del mito del Ónfalos de Delfos, al igual que hiciera el dominico Diego Durán en
Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme, esta vez para el
topónimo de México, para el citado autor, "el ombligo y el corazon del mundo.
La forma gráfica de <Cuzco> se mantuvo como predominante hasta mediados del siglo
XX, cuando en la misma ciudad del Cuzco, por propuesta del Instituto Americano de
Arte, con apoyo de la Academia Mayor de la Lengua Quechua, el 12 de marzo de 1971
la Municipalidad cuzqueña emitió una Orenanza donde cambió la forma oficial del
ayuntamiento por el de <Cusco>, proscribiendo la forma anterior. Este cambió produjo
que en los textos oficiales se prefiriera la nueva escritura a la antigua. Posteriormente, el
23 de junio de 1990, el Consejo Municipal del Cusco aprueba un nuevo dispositivo, el
acuerdo municipal n° 078, por el cual se dispuso: "Instituir el uso del nombre Qosqo, en
sustitución del vocablo Cusco, en todos los documentos del Gobierno Municipal del
Cusco."
Historia [editar]
Mapa de lo que fue Cuzco en la época incaica. Se puede apreciar la forma de felino que se le
atribuye, tenía en esos tiempos.
Arquitecturas superpuestas del Coricancha, el Convento de Santo Domingo y la época actual
Fue la capital y sede de gobierno del Reino de los incas y lo siguió siendo al iniciarse la
época imperial, convirtiéndose en la ciudad más importante de los Andes y de América
del Sur. Este centralismo le dio auge y se convirtió en el principal foco cultural y eje del
culto religioso.
También se cree que el diseño original de la ciudad es obra de Pachacútec. El plano del
Cuzco antiguo tiene forma de puma delineado, con la plaza central Haucaypata en la
posición que ocuparía el pecho del animal. La cabeza del felino estaría ubicada en la
colina donde está la fortaleza de Sacsayhuamán.
Los incas organizaron su división administrativa de manera que los límites de los cuatro
regiones del imperio coincidieran en la plaza principal del Cuzco.
Los sobrevivientes del Imperio incaico mantuvieron una lucha durante los primeros
años de la colonia. En 1536 Manco Inca inició sus enfrentamientos y creó la dinastía de
los Incas de Vilcabamba. Esta dinastía encontró su fin en 1572 cuando el último inca
Túpac Amaru I fue derrotado, capturado y decapitado.
Cuzco fue tomada como cabecera de la administración virreinal en el sur del país,
siendo en sus inicios la ubicación de más importancia en detrimento de las ciudades
recientemente fundadas de Arequipa o Moquegua. Su población era principalmente de
indígenas pertenecientes a la aristocracia incaica a quienes se les respetó algunos de sus
fueros y privilegios. También se radicaron un buen número de españoles. En esa época
inició el proceso de mestizaje cultural que hoy marca a la ciudad.
El desarrollo urbano se vio interrumpido por varios terremotos que en más de una
ocasión destrozaron la ciudad. En 1650 un terremoto violento destruyó casi todos los
edificios coloniales. Durante este terremoto obtuvo gran importancia la efigie del Señor
de los Temblores que aún hoy es sacado anualmente en procesión.
En 1780 la ciudad del Cuzco se vio convulsionada por el movimiento iniciado por el
cacique José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II que se levantó contra la
administración española. Su levantamiento fue sofocado tras varios meses de lucha en
los que puso en jaque a las autoridades virreinales apostadas en el Cuzco. Túpac Amaru
fue vencido, tomado prisionero y ejecutado junto a toda su familia en la Plaza de Armas
del Cuzco. Aún hoy subsiste, al costado de la Iglesia de la Compañía de Jesús la capilla
que sirvió de prisión al prócer. Este movimiento se expandió rápidamente por todos los
Andes y marcó el inicio del proceso emancipador sudamericano.
A partir del siglo XX, la ciudad inició un desarrollo urbano en un mayor ritmo que el
experimentado hasta ese momento. La ciudad se extendió a los vecinos distritos de
Santiago y Wanchaq.
En 1911, partió de la ciudad la expedición de Hiram Bingham que lo llevó a explorar las
ruinas incaicas de Machu Picchu.
Condecoraciones [editar]
Actualidad [editar]
Desde los años 1990s, la actividad turística tomó un especial papel en la economía de la
ciudad con la consiguiente ampliación de actividades hoteleras. Actualmente el Cuzco
es el principal destino turístico del Perú. Por su parte la ciudad mantiene su crecimiento
urbano, extendiéndose actualmente también a los distritos de San Sebastián y San
Jerónimo.
Geografía [editar]
Termografía promedio del aire en casilla meteo, 1937 a 2008 (NASA)
Cuzco se expande por en el valle que forma el río Huatanay y por los cerros aledaños.
Su clima es generalmente seco y templado. Tiene dos estaciones definidas: una seca
entre abril y octubre, con días soleados, noches frías y temperatura promedio de 13 °C;
y otra lluviosa, de noviembre a marzo, temperatura promedio 12 °C. En los días
soleados la temperatura alcanza los 20 °C.
Turismo [editar]
Ciudad de Cuzco1
Patrimonio de la
Humanidad — Unesco
Plaza de Armas.
País Perú
Tipo cultural
Criterios iii, iv
N.° 273
identificació
n
Región2 Latinoamé
rica
Este barrio donde se concentran los artesanos, talleres y tiendas de artesanía, es uno de
los sitios más pintorescos de la ciudad. Sus calles son empinadas y estrechas con
antiguas casonas construidas por los españoles sobre importantes cimientos incaicos.
Tiene una atractiva plazoleta y la parroquia más antigua del Cuzco edificada en el año
1563, que posee un púlpito de madera tallada considerado como la máxima expresión de
la época colonial cusqueña.
Ésta es la más visitada por los turistas. En la calle Hatun Rumiyoq ("De la Roca
Mayor") se encontraba el palacio de Inca Roca, que actualmente pertenece al Palacio
Arzobispal.
En esta calle que va desde la plaza de Armas hasta el barrio de San Blas, se puede
apreciar la enigmática piedra de los doce ángulos.
Debido a los terremotos habidos en esta ciudad, el Convento e Iglesia de la Merced han
sido reconstruidos más de una vez. Originalmente data del siglo XVI.
Sus claustros de estilo barroco renacentista destacan particularmente así como la sillería
del coro, pinturas coloniales y tallas de madera.
También se puede ver una custodia de oro y piedras preciosas de 22 kilos de peso y de
130 centímetros de altura.
Catedral [editar]
En realidad, la primera catedral del Cuzco es la Iglesia del Triunfo, construida en 1539
sobre la base del palacio de Viracocha Inca. En la actualidad, esta iglesia es una capilla
auxiliar de la Catedral.
Entre los años 1560 y 1664 se construyó la basílica catedral de esta ciudad. Para ello,
los españoles hicieron traer bloques de granito de color rojo desde la fortaleza conocida
como Sacsayhuamán.
Esta catedral, de fachada renacentista e interiores barroco y plateresco, posee una de las
más destacadas muestras de orfebrería colonial. Importantes son igualmente sus altares
de madera tallada.
Dado que en esta ciudad se desarrolló la pintura sobre lienzos en la llamada "Escuela
cusqueña de pintura", precisamente en la catedral se pueden observar importantes
muestras de artistas locales de la época. Es sede de la Arquidiócesis de Cuzco.
"Plaza del guerrero" fue llamada en tiempo de los incas. Esta plaza ha sido el escenario
de diversos hechos importantes en la historia de esta ciudad, como la proclamación por
parte de Francisco Pizarro de la conquista del Cuzco.
Los españoles construyeron en la plaza una arquería de piedra, con mano de obra
cuzqueña, que perdura hasta la fecha. Aquí están la catedral y la iglesia de La
Compañía.
Esta iglesia cuya construcción la iniciaron los jesuitas en 1576 sobre las bases del
Amarucancha o palacio del Inca Huayna Cápac, es considerada una de las mejores
muestras del estilo barroco colonial del continente americano.
Este templo posee una valiosa colección de lienzos coloniales de la Escuela Cusqueña.
El Qoricancha fue el santuario más importante dedicado al dios Sol en la época del
Imperio Inca. Este templo fue llamado el sitio de oro ya que todos sus muros habían
sido recubiertos con láminas de oro por los incas.
Teniendo esta estructura como base, aquí se construyó el Convento de Santo Domingo,
de estilo renacentista. La edificación, de una sola torre barroca, sobrepasa en altura las
otras edificaciones de esta ciudad.
En su interior se encuentra una importante colección de pinturas de la Escuela cusqueña
de pintura.
Cusco es sede de de la Corte Superior de Justicia del Cusco, ente rector del Distrito
Judicial del Cusco. De acuerdo a la organización judicial del país, en el territorio de la
ciudad del Cuzco funcionan ocho juzgados de paz (cinco pertenecientes al distrito de
Cusco, uno al distrito de Santiago, uno al distrito de Wanchaq y uno al distrito de San
Sebastián). Diecisiete juzgados especializados (dos de familia, cuatro civiles, seis
penales, uno laboral y tres mixtos) y cinco salas superiores (dos penales y dos civiles y
una mixta).
Símbolos [editar]
Al igual que varias ciudades del mundo y peruanas, el Cuzco tiene tres símbolos
establecidos oficialmente, su bandera, el escudo y el himno. El uso de estos símbolos se
da especialmente en el mes de Junio ya que el día 24 de junio, día en que se conmemora
la fiesta incaica del Inti Raymi, se celebra también el día de la ciudad.
Economía [editar]
Fotografía tomada desde la calle del medio. Al fondo, la catedral.
Educación [editar]
Colegios públicos y privados
Total: 4.302
Educación inicial: 2.008
Educación primaria: 1.743
Educación secundaria: 399
La ciudad del Cuzco cuenta con unas de las instituciones educativas más antiguas del
país como es la escuela nacional San Francisco de Borja, emplazada en una colina a
una cuadra de la Plaza de Armas. Esta escuela fue la primera fundada por los
conquistadores españoles en esta ciudad y fue destinada para la educación de los hijos
de los habitantes ibéricos. Asimismo, en los primeros años de la vida republicana, el
libertador Simón Bolívar fundó el Colegio Nacional de Ciencias que fue durante
muchos una institución paradigmática en la educación cusqueña y nacional.
Actualmente la ciudad cuenta con varias instituciones educativas que cubren los niveles
primarios y secundarios, destacando los colegios religiosos particulares San Francisco
de Asís, Salesiano, La Merced, San José Obrero, Santa Ana y La Salle.
Universidades
Población [editar]
Hasta finales del siglo XVIII la ciudad era la más poblada del continente, incluso más
que Lima. Pero con motivo de la gran revolución de Túpac Amaru en 1780, la
población blanca migró hacia Arequipa pues la consideraron más segura y a salvo de un
posible nuevo levantamiento. Así en el pasado siglo XX la población era mayormente
mestiza e indígena, sin embargo actualmente la población blanca ha crecido
notablemente en la ciudad llegando al 30% pues vive un proceso de explosión
demográfica propiciado por el auge del turismo.
La ciudad tiene una población de 390.000 habitantes al año 2008 según el INEI.
Evolución de la población de
1931 35.900
Cuzco Metropolitana*
1940 40.600
Año Población
1925 32.000
1927 33.000
3.399
Cusco 116,22 km² 108.798* 28.476 936,1 0 km
msnm
103,34 3.244
San Jerónimo 28.856* 8.942 279,2
km2 msnm
San 3.244
89,44 km² 85.472* 18.109 955,6
Sebastian msnm
3.400
Santiago 69,72 km² 66.277* 21.168 950,6
msnm
3.366
Wanchaq 6,38 km² 54.524* 14.690 8.546,1
msnm
Población menor a
Municipios Población Vivienda Densidad
Extensión un año Altitud
de censo s (hab/km²
km² natalidad censo msnm
La provincia 2007(hab) (2007) )
2007(hab)
116,22 3.399
Cusco 108.798* 1.539* 28.476 936,1
km² msnm
3.400
Santiago 69,72 km² 66.277* 1.493* 21.168 950,6
msnm
3.366
Wanchaq 6,38 km² 54.524* 828* 14.690 8.546,1
msnm
3.138
Saylla 28,38 km² 2.934* 40* 855 103.38
msnm
3.570
Poroy 14,96 km² 4.462* 83* 1.587 298.26
msnm
188,56 3.635
Ccorca 2.343* 43* 716 12.42
km² msnm
El Cuzco fue el centro del culto estatal al Sol, sede del templo principal de la religión
solar, el Coricancha (en castellano) o Qurikancha (quechua: recinto de oro), poseyendo
el principal Aqllawasi o casa de las escogidas del sol, y las sedes de los clanes
funerarios de los distintos emperadores muertos o Panakas, siendo además el lugar de
residencia habitual del Inca gobernante, un dios viviente, y del alto clero estatal,
representado por el Willka umu o sumo sacerdote. El Cuzco acogía las grandes
ceremonias multitudinarias y festividades imperiales, como el Inti Raymi o Fiesta del
Sol que sigue teniendo lugar durante el solsticio de invierno -el año nuevo solar- la cual
se celebra todos los 24 de junio en la explanada de Sacsayhuamán.
Actualmente la mayor parte de la población pertenece a la Iglesia Católica, siendo
Cuzco sede arzobispal.
Tahuantinsuyo [editar]
Artículo principal: Leyendas sobre el origen del Imperio Inca
Sobre el origen de los Incas, poco se sabe;Pero científicos colombianos creen que su
origen fue en la Sierra Nevada de Santa Martha en Colombia ,existen dos leyendas
orales, que tratan de explicar el origen del más grande imperio, que jamás se desarrolló
en la América toda. Uno de ellos es el Mito de los Hermanos Ayar; éste mito, fue
recogido de la tradición oral por Juan de Betanzos (1510 – 1576). En el Cusco, este
cronista español, casó con Añas Colque, hermana de Atahualpa, hija de Huayna Cápac y
ex conviviente de Francisco Pizarro. Betanzos tuvo acceso al mito, porque dominaba el
quechua, idioma oficial del Imperio Inca. Relata este mito y otros aspectos de la vida
Inca, en su obra “Suma y narración de los Incas”.
Muro inca en el Cusco. Piedra de los doce ángulos en la Calle Hatum Rumiyoc
Al margen de los mitos y leyendas que hemos descrito, y, ya arqueológicamente, los
incas preservaron su historia a través de la tradición oral. Los quipucamayoc, fueron los
que relataron a los españoles, la historia y vicisitudes del Imperio. Los quipucamayoc
eran los funcionarios encargados de guardar la memoria de los acontecimientos. Esta
versión pudo ser interesada y unipersonal, ya que sólo guardaban las noticias en función
del Cozco (Cusco, Cuzco o Qosqo) y no de otras ciudades del Imperio, salvo que
pudieran servir a sus fines.
Antes de los Incas, el Cuzco, estaba habitado por diversos grupos étnicos. Esta
información ha sido respaldada por los trabajos arqueológicos que han demostrado en la
zona, la existencia de una larga ocupación humana. El cronista Sarmiento de Gamboa,
menciona a los guallas, los sahuassiray, los antasayas, los alcavizas, los copalimaytas,
los culunchimas, los poques y los lares, como los grupos humanos que habitaban el
valle del Cozco antes de los Incas. Asimismo, identifica a los guallas, los sahuasiray y a
los antasayas, como los grupos más antiguos que habitaron el Cozco.
Los guayas, eran los más antiguos pobladores del Cuzco. Vivían en casas agrupadas en
pie de un cerro denominado Huaynapata, al sur de la actual ciudad del Cuzco. Su aldea
principal se llamaba Pachatusán.
Los antasayas, eran originarios de las pampas de Anta, llegaron al Cuzco guiados por su
jefe Quisco, asentándose en la parte norte de la ciudad actual. La tradición oral, cuenta
que es partir de este momento en que la zona comienza a denominarse Cuzco en honor a
su jefe Quisco. El nombre posteriormente, se extendió a todo el valle.
Los poque y lares llegaron al valle con posterioridad a los otros grupos; no se sabe su
lugar de origen. Se ubican en la parte oriental de la ciudad.
Los ayarmacas, los más conocidos y estudiados pobladores de la zona del Cuzco.
Fabricaron los ayarmacas la cerámica denominada “Killke”. Se trata de una cerámica de
baja calidad artística que predominó en la zona durante el intermedio tardío. Según
Waldemar Espinoza, los ayarmacas formaron un gran reino en las actuales provincias de
Cuzco y Anta. Se subdividían en Ayarmacas y Pinaguas. El territorio ayarmaca, se
extendía desde Quiquijana en el sur, extendiéndose hasta Jaquijahuana, en las pampas
de Anta; Ollantaytambo, en el norte. Los pinaguas dominaron desde Quiquijana hasta
Quispicanchi.
La mayoría de cronistas coinciden en que fue durante el gobierno de Viracocha que los
incas fueron atacados por los chancas, una confederación de pueblos venidos de la zona
del Apurímac y del río Pampas. Los chancas llegaron a sitiar el Cusco y quien los
derrota es el general Inca Yupanqui, quien no sólo evitó la caída del Cuzco sino que
persigue y captura a los líderes chanca mostrando a los pueblos vecinos, el poderío del
Ejército Inca, a la vez que terminaba con los afanes expansionistas de los chancas.
Esta acción y la pobre participación del Inca Viracocha, le valió a Inca Yupanqui, ser
nombrado Zapa Inca, el mismo que asume en 1438, como Pachacútec Inca Yupanqui,
apenas cien años antes de la conquista española.
Luego del ataque y la guerra con los Chankas, los Incas del Cuzco, comenzaron a
conquistar cada vez más territorio, que terminó formando la unidad política más grande
de la América pre hispánica. Esta unidad la lograron aplicando principios andinos
milenarios como el de la reciprocidad.
La palabra “Tawantinsuyo”, que significa “las cuatro partes del mundo”, era un
concepto ceremonial o religioso. Cada ciudad conquistada, o cultura en términos más
amplios, mantenían sus gobernantes, sus propias formas de organización y expresiones
culturales, pero se relacionaban con los Incas del Cuzco.
Los Incas usaron diversas estrategias de anexión territorial, una de ellas era la conquista
militar, pero no la única; la acumulación y distribución de productos diversos, el
prestigio religioso, social y cultural, las alianzas, etc., fueron otros métodos de
conquista. La consolidación de las conquistas, parece ser que se basaron en el justo
equilibrio de los factores que intervenían en la misma. Muchas de las costumbres del
hombre peruano, provienen de esta larga tradición cultural andina.
Para la conquista militar, los Incas mantuvieron un poderoso ejército, que estaba al
mando de gente de confianza del Zapa Inca; en el “Portal Fuenterrebollo”, se puede
leer: “… Los soldados tenían un entrenamiento riguroso. Tenían varios tipos de armas:
jabalinas con propulsor, boleadoras, mazas con cabeza estrellada de bronce o hachas
de filo, lanzas con punta de cuero, hondas para arrojar piedras y arcos y flechas. Para
protegerse usaban escudos y cascos de madera y corazas de algodón acolchadas”
(Portal Fuenterrebollo, Internet, 2004).
La conquista del Tawantinsuyo, se llevó a cabo en un lapso de cien años. Para ello el
Imperio Inca contó con un poderoso ejército organizado y con unidad de mando y
acción, y, evidentemente una organización política bien estructurada, al igual que la
administrativa, que incluía los tributos para sostener al Estado Inca. Sumado a lo
anterior, dieron importancia suprema a la red de caminos para uso militar y para las
comunicaciones, además de un idioma común, y una serie de expresiones religiosas que
terminaron por cohesionar el Imperio.
Existió una especie de Servicio Militar Obligatorio, para los hombres en edad militar a
los que se les denominaba “runa” o súbdito del Estado. La edad militar abarcaba desde
los 18 hasta los 50 años. En su época de mayor apogeo, el Imperio Inca contó con un
ejército de línea de 200.000 hombres.
José Tamayo Herrera, explica “que aunque no puede hablarse de un servicio militar
obligatorio en el sentido moderno, el servicio de los runas para el ejército también era
una forma de “mita” o contribución, que el súbdito estaba obligado a retribuir al
Estado en tiempo de trabajo”.
Pablo Macera, opina que “las guerras tenían características religiosas, ya que eran
estacionales, ocurrían en los ciclos entre cosecha y siembra, y rituales. Un principio
estratégico era mantener los enfrentamientos en las fronteras y así sostener la paz en el
interior del territorio”.
Y Liliana Regalado, nos dice, “Al igual que las guerras, la reciprocidad cumplió un rol
fundamental en la expansión y cohesión del tahuantinsuyo. Al inicio de la expansión
Inca, la autoridad no se ejercía directamente, sino a través de la “minka”, palabra que
según el cronista Pérez de Holguín, significa: “rogar a alguno que me ayude
prometiéndole algo”.
Todos los trabajos que el inca necesitaba los tenía que solicitar a los señores vecinos.
Para cumplir con la reciprocidad, el inca debía halagar a estos señores dándoles regalos,
comidas, mujeres, ropa, objetos suntuarios y toda clase de obsequios.
María Rostworoswski explica que "a medida que fue creciendo el Tahuantisuyo creció
también la cantidad de señores por agasajar. Por este motivo el Estado se vio obligado
a incrementar sus ingresos para asegurarse que contaba con las cantidades
necesarias”.
Algunos historiadores han sostenido que el hombre desde que es tal, ha tenido las
mismas virtudes y defectos; siempre existió por ejemplo el afán de poder, de lujos y
riquezas, la necesidad de trabajar y producir, etc.; la única diferencia es la tecnología:
siempre se complotó contra el Estado, antiguamente usando quizá el Cápac Ñam y hoy
los teléfonos móviles y por ejemplo, gran parte de los problemas de un ejército en
campaña, se presentaron en el ejército inca, como por ejemplo las deserciones.
Durante esos cien años de conquistas y consolidación del Imperio Inca, se puede
observar tres partes definidas: la consolidación y primera expansión, la segunda
expansión y la tercera expansión.
La primera expansión corresponde a los Zapa Incas Sinchi Roca y Lloque Yupanqui. La
segunda expansión, se da durante los gobiernos de los Zapa Incas Mayta Cápac, Cápac
Yupanqui, Inca Roca Yahuar Huácac y Viracocha Inca. Finalmente la tercera
expansión, estuvo a cargo de Pachacuti Inca Yupanqui, el más grande conquistador
Inca, Inca Yupanqui, Túpac Inca Yupanqui y Huayna Cápac.
Y según parece, los Zapa Incas Huáscar Inca Yupanqui y Atahualpa Inca, se dedicaron a
guerras intestinas hasta la llegada de los españoles (ver Conquistas del Imperio Inca)
Wenn*!!
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_Imperio_Inca"
EL MARCO GEOGRÁFICO
La explicación del surgimiento y grandeza del Cuzco hay que inducirla de las
permanentes sugestiones del marco geográfico. La vocación imperial del Cuzco
nace, acaso, de su posición intermedia, topográfica y atmosférica, que condiciona
las calidades del paisaje y del hombre y el destino social y urbano de la región. El
Perú es, según Squier, un país de hoyadas próvidas, en medio de mesetas
desoladas, de montañas nevadas, de gargantas profundas, murallas de cerros y de
montes, de bosques y desiertos. En el fondo quieto y tibio de esas hoyadas de la
costa o de la sierra, más templado que el árido terreno circundante, ha nacido la
civilización. El Cuzco está en una de esas hoyadas de la puna en los Andes del Sur
del Perú, entre la Cordillera Occidental y Oriental, más echado a la Oriental, entre
las hoyas del Vilcanota y del Apurímac, en un límite isotérmico, geográfico y
etnográfico que decide su destino nuclear.
Pero el territorio y el clima confabulados le dieron aún al habitante del Cuzco otra
presea de triunfo. Los suelos de la puna Sur –dice el gran geógrafo Troll– son de
gran riqueza nutritiva y de pastos chicos, de los que se alimentan la llama y la
alpaca. Debido a la llama –dice el mexicano Esquivel Obregón– el Perú avanzó un
paso más que todos los países de América en la escala de la civilización, por cuanto
la ganadería le apartó de una serie de formas rudimentarias de vida. El hombre
dejó de ser bestia de carga y con la acémila humana desaparecieron la esclavitud y
la antropofagia y disminuyeron los sacrificios humanos, rescatados en el Perú,
como en otras partes, por la presencia del ganado. El Imperio incaico vencerá los
desiertos y las cumbres al paso ligero de la llama.
A estos desiderata de orden físico habría que agregar los motivos de índole mágica
y estética: el culto de las cumbres y el de la influencia solar. Para el hombre del
altiplano, acostumbrado al rigor del frío y a la inclemencia del viento de la puna,
para el que acaso resultaba demasiado muelle y sedante el fondo cálido de la
quebrada, de las tierras llamadas desdeñosamente yunga, acaso si el sereno y
ecléctico término medio, la áurea tranquilidad buscada cerca del aire frío y
tonificante de la meseta, no estaba en la planicie demasiado abierta, sino en el
corazón hermético de la serranía, en un áspero rincón del valle, sobre las laderas
de las montañas, en las que el espíritu de la raza pudiera otear, como una utopía, a
lo lejos, la perspectiva verde y alegre del valle, pero manteniéndose asido siempre
a las rocas, en un afán de soledad y de ascetismo, como el de los nidos de los
cóndores.
Este destino geográfico ascensional, este amor de las cumbres es consustancial con
el alma del Cuzco y del hombre del Incario, que el forjó a su semejanza, que
diviniza los cerros y otea el alma de las montañas, porque ellas le han dado
lecciones de severidad y de majestad estoicas. Los cerros o las montañas formaron
alrededor del Cuzco como una silenciosa hilera de guardianes a los que el quechua
rendirá diaria y reverente pleitesía. Los nombres de los cerros adquirirán prestigio
mítico y desde el Cuzco se venerará la cumbre nevada del Ausangate y el
Sallcantay, del Pachatusan que sostiene el cielo y el Alperan, el cerro sobre el cual
se pone el sol y donde se sacrificaba diariamente una llama, o el cerro Guanacaure,
ligado a la leyenda sagrada de los Ayar.
Por ello, este afán de agarrarse a las breñas y de radicar en ellas la esencia de su
espíritu, será consustancial con el alma incaica en los días de su mayor apogeo y
cuando, en el auge de su civilización, el Cuzco abarque sierra y costa, subsistirá ese
agreste destino y la costumbre atávica y señera de considerar "por más hidalgos y
nobles" a los de la ciudad de arriba.
El Cuzco es, esencialmente, una ciudad de ladera. Rodeado de cerros por todas
partes, no se sabe si baja del cerro de Sacsayhuaman al valle o si se ha colgado a
la mole de él, en un declive. Partes del Cuzco están prendidas a la montaña y otras
descienden en terraplenes y andenes, en una arquitectura típica y originalísima.
Toda la historia del Cuzco –la del Hanan Cuzco, tortuoso y accidentado, como la del
Hurin Cuzco, llano y rectangular– estará influida por esta posición topográfica. Las
ciudades de ladera han sido establecidas principalmente teniendo en cuenta la luz,
el sol. Los sociólogos apuntan que los pueblos de montaña escogen las laderas
soleadas, las que primero reciben el sol, prefiriéndolas a las laderas sombrías. El
Cuzco fue elegido así, teniendo en cuenta la presencia mágica del sol, el milagro
cotidiano de la luz. Por eso, acaso, el transporte encendido de José María Arguedas:
"Sólo a esa altura de los Andes es posible un valle con ese horizonte y esa luz". Y la
comprobación poética del mismo, cuando habla del "cielo de ilimitada hondura,
escenario de resplandecientes tránsitos de luz, de esos cambios de claridad y
sombra, de fuego dorado y sangriento, con grandes pozos de lobreguez insondable,
propios de las regiones altas: abierto e irrenunciable camino a la meditación y a las
inmortales empresas".
El Cuzco fue, así, predestinado por la naturaleza para servir de nido caliente de una
cultura, de cruce de caminos, crisol de pueblos, acrópolis india y cuadrante de una
historia solar.
EL ENIGMA ARQUEOLÓGICO
Los viajeros del siglo XIX distinguieron en los antiguos monumentos del Cuzco y en
los de la órbita incaica dos estilos: el estilo ciclópeo o de mampostería de piedras
irregulares de gran tamaño, sólidamente encajadas en muros de aspecto imponente
y el estilo de piedras rectangulares de forma acanalada, ligeramente convexa y
cortada en sesgo hacia los bordes, de modo que se produzca una acanaladura entre
los bordes perfectamente ensamblados. Es la mampostería que Humboldt comparó
con el corte de piedra llamado bugnato por los italianos y que ostentan las piedras
del muro de Nerva en Roma y del palacio Pitti en Florencia. Hubo la tendencia a
considerar el estilo ciclópeo, indiscutiblemente más primitivo e incipiente e
indiciario de un escaso desarrollo arquitectónico, como más antiguo que el de las
piedras isógonas. Markham señaló cinco estilos: primitivo, ciclópeo, poligonal,
rectangular almohadillado y pulido isógono. Uhle sugirió que los muros de piedras
irregulares y poligonales señalarían el estilo originario del Cuzco. Muestras de esa
primitiva arquitectura serían los muros de Colcampata, llamado el palacio de Manco
Cápac, los del muro llamado de Hatunrumiyoc o piedra de los doce ángulos, el
templo de Pumapuncu –anterior al del Sol, según Cobo– y los muros y andenes de
Sacsayhuaman, que debieron ser el primitivo Intihuasi. Fuera del Cuzco
corresponderían a este estilo, según Uhle, el templo de Viracocha en Cacha, el
templo del Sol en Huaitará y algunas partes de Ollantaytambo. Pertenecerían a este
arte de aspecto gigantesco y caótico estructuras internas de prestigio sibilino y
esotérico: galerías subterráneas, terrazas superpuestas, escaleras, escondrijos
tallados, capillas e hipogeos. Pero la propia observación del área urbana subsistente
del Cuzco incaico desbarató la clasificación excesivamente rígida, demostrando que
existían construcciones muy antiguas de piedras rectangulares –como el palacio de
Coracora, del tiempo de Inca Roca– y que ambos estilos coexistieron en un mismo
edificio en la época del apogeo incaico. De estas inducciones se desprendía que el
Cuzco era una ciudad fundamentalmente incaica, sin antecedentes en el tiempo
prehistórico. Los hombres, según la tradición imperial recogida por Garcilaso,
habrían vivido, antes de Manco, entre ciénagas y breñales, en pueblos sin calles ni
plazas, "como recogedero de bestias", en el valle del Cuzco, que estaba entonces
"todo él hecho montaña brava".
EL CUZCO PREINCAICO
LOS TAMPUS
La primera onda civilizadora fue, según Riva Agüero, que coordina los datos de
Sarmiento, la de los Maras, la segunda la de los Sutic o Tampus (gente conocida),
descendientes de los Sahuasiray y los Antasayas, y la tercera la de los Ayar. Estos
les quitan las tierras y aguas a los Huallas, que se desplazan, derrotan a
Copalimayta y Sahuasiray y ocupan el área comprendida entre los dos ríos. Diez
ayllus legionarios se reparten el área del Cuzco... Según Valcárcel los Huallas
quedan en la cuesta de San Blas, los Antasayas en las colinas septentrionales, los
Sahuasiray al lado del futuro Coricancha y los Alcavizas hacia Santa Clara. Los
Tampus, indiscutiblemente quechuas, son los que quedan por vencedores. Los
himnos de los Incas dirán, más tarde, en el apogeo imperial: "Dios proteja a los
Incas y a los Tampus, vencedores y despojadores de toda la tierra". Los Tampus
son del más antiguo linaje del mundo después de Dios, dijeron al padre Acosta los
quipucamayos cuzqueños.
La segunda fundación del Cuzco se halla mezclada a los ritos de la fertilidad y del
oro que perduran en las leyendas del Titicaca y de Paccarectampu –la posada del
amanecer– y la llegada de las cuatro parejas simbólicas con sus alabardas
resplandecientes y sus hondas que derriban cerros, para implantar en la tierra
predestinada el maíz y la papa nutricios de la grandeza del Imperio.
El camino seguido por los segundos fundadores del Cuzco, ya sea la pareja
simbólica de Manco Cápac y de Mama Ocllo o las cuatro parejas de los hermanos
Ayar, viene del Sur, del lago sagrado o de las tres ventanas simbólicas de
Tamputocco o Paccarec-tampu y trae un mensaje civilizador. Los etnólogos creen
que los nombres de los Ayar corresponden a productos vegetales introducidos o
preferidos por ellos al entrar al Cuzco: Ayar Cachi representaría la sal, Ayar Uchu el
ají, Ayar Auca el maíz tostado. Betanzos aclara que en el camino hacia el Cuzco los
Ayar implantaron el cultivo de la papa en el valle de Guanacaure y hallaron en un
pueblo pequeño de los Alcavizas el cultivo de la coca y el ají. Eran portadores,
además, del providencial recurso de la llama, pues Molina habla de que usaban
adornos y vajillas de oro y de que llevaban la napa o llama con la gualdrapa o
aparejo rojo con que más tarde la sacrificarían en las fiestas del Imperio, en
recuerdo de los Ayar. Estos pueblos quechuizados –o que hablaban ya la lengua
quechua, que trasciende en todos los nombres de la leyenda– traían, por último,
como procedentes que eran de la región del Titicaca, todo el legado arquitectónico
de la épocas megalíticas de Tiahuanaco, lo que explicaría la similitud que algunos
arqueólogos encuentran entre la parte baja de Sacsayhuaman y las construcciones
del lago.
EL MARCAYOC
Todos los pueblos primitivos del Perú guardaron celosamente la memoria del
marcayoc o fundador, al que rendían culto sacro y votivo. En las relaciones de
idolatrías del Arzobispo Villagómez, se dice que todos los pueblos indios tienen
ídolos de piedra "que eran los fundadores o patronos de pueblos a quien llaman
marcayoc o marcachacra, que ellos suponen que era el primero que pobló aquella
tierra"1 .
En el caso del Cuzco, la ciudad solar y vértice del Imperio, no era posible que se
perdiese el recuerdo del marcayoc progenitor y fundador. Las tradiciones históricas
y los mitos más remotos señalan a Manco Cápac como el fundador del Cuzco y de
la primacía incaica. Algunos historiadores suspicaces le han negado existencia real
y le han considerado como personaje mítico y legendario. Riva Agüero refutó,
contundentemente, a González de la Rosa, que representa la tesis escéptica y
nihilista. No importa que la momia de Manco, como la de Yahuar Huaca, no
apareciese en la pesquisa hecha por Polo de Ondegardo de los mallquis incaicos.
Estaba, en cambio, su bulto o guauqui, como los de los otros Incas, que era
reverenciado como imagen rediviva de su figura humana o de su totem protector y
estaba, sobre todo, la descendencia misma de dicho Inca, la Chima panaca,
conservada y respetada como el ayllu primogénito o la más rancia de las viejas
estirpes imperiales cuzqueñas. Fue Manco Cápac, sin duda, personaje real e
histórico, de magnífica pujanza vital, paradigma heroico de su raza y héroe
civilizador, al que el respeto y la gratitud de su casta revistió luego, por la obra
alucinadora de la tradición oral, de relieves legendarios y míticos, que siempre
cortejan en la historia al personaje arquetípico. Manco aparece, así, en todas las
tradiciones y cantares cuzqueños con los arreos simbólicos de los héroes epónimos.
Cieza le hace surgir en el horizonte de la marca primitiva, teniendo al fondo el cerro
de Guanacaure, levantando los ojos al cielo y siguiendo el vuelo de las aves y las
señales de las estrellas, para hundir en la tierra la barreta civilizadora. Molina
refiere que el dios Sol lo llamó y le dio por insignia y armas el suntur paucar o airón
de plumas y el champi, los supremos y divinizadores atributos de los Incas. En los
cantares quechuas, que recogió Sarmiento de Gamboa, Manco lleva, en una petaca
de paja, el pájaro o halcón totémico llamado indi o inti, reverenciado como símbolo
del Sol, y el yauri o estaca de oro que hiende las tierras fértiles. En su cortejo
marchan su mujer Mama Ocllo y las tres parejas que completan el número mítico
de cuatro, llevando los topacusis o vasos de oro y el napa o llama sagrada. Manco
instituye las danzas y las fiestas rituales el huarachico y el capacraymi, la
ceremonia de horadar las orejas a los donceles nobles y el rito para llorar a los
muertos, "imitando el crocitar de las palomas". El indio Santa Cruz Pachacuti recoge
la misma figura legendaria del Inca que avanza entre prodigios –derribando cerros,
volando con alas de piedra o petrificando enemigos– desde el Collao hacia el
mediodía, portando el topayauri o cetro que le diera el dios Tonapa. Manco y sus
tres compañeros se detienen en el Cuzco cuando surge ante ellos el signo promisor
del arco iris –que sus sucesores llevarían como estandarte– y al darse con el
destino definitivo de su raza entonan el cantar de chamaiguarisca o "cantar de pura
alegría", que podría ser el himno nacional del Imperio.
Manco fue, pues, el personaje real e histórico que fundó el Cuzco y aun le dio,
según la tradición, su nombre perdurable. El Cuzco, antes de la llegada de Manco,
estaba ocupado, según el testimonio veraz de Betanzos, en gran parte por "un
tremedal o ciénaga" y no había en el valle del Huatanay sino pueblos pequeños de
"hasta veinte o treinta casas pajizas y muy ruines". Huamán Poma dice que este
caserío antiguo se llamó Acamama.
Así nació entre señales del cielo y prodigios míticos, intuiciones telúricas y faenas
humanas civilizadoras, el Cuzco de Manco, al pie del Sacsayhuaman y junto a la
laguna o tremedal que ocupaba la plaza de Cusipata –hoy día cubierta por los
portales del Poniente y por el Hotel de Turistas– y la gran hazaña urbanística de la
primera dinastía, de los sucesores de Manco, será la de vencer el pantano y, a
través de él, tender los canales y primeras calzadas por donde se expandirá el
Imperio hacia el Contisuyo.
Latcham cree que los Hurin serían los originarios y los Hanan los forasteros o
usurpadores. Baudin, máxima autoridad incanista, considera el problema muy
oscuro y cree que se trata de una supervivencia de las fratrías de las tribus
primitivas: los Hanan serían originarios del Cuzco y los Hurin inmigrantes. Von
Buschan piensa que fueron grupos exógamos en el interior de las tribus. Means
habla de vencedores y vencidos: los Hurin, los vencidos, ocuparían las tierras
menos buenas. Zurkalowski cree que es una costumbre serrana impuesta a la
costa. Uriel García, gran cuzqueñista, dice que los urai-ccosccos vinieron del Sur y
conquistaron el Cuzco; los hanan-ccosccos representan la reacción de los hombres
del Norte refugiados en torno de la fortaleza.
El criterio más divulgado es este de que los Hurin fueron en el Cuzco los ayllus
originarios y los Hanan los advenedizos. La primera dinastía se considera que fue la
de Hurin Cuzco, a pesar de que la casa de Manco Cápac se conserva por la tradición
en el barrio alto de Colcampata. Cieza refiere que Inca Roca trasladó la casa real
"hacia lo alto de la población"; pero la ubicación de la morada de este Inca –
llamada hoy de Hatunrumiyoc– no se halla en la parte alta y escarpada del antiguo
Hanan Cuzco, sino en la parte media entre los dos ríos.
El mismo número cuatro –o tres más uno– o de cuatro parejas –o sea ocho–,
decide los grandes acaeceres de la época de Pachacútec: la derrota de los Chancas
y la reconstrucción y población del Cuzco. El cantar del Inca Yupanqui, recogido por
Betanzos, relata que fueron "tres mancebos hijos de señores nobles" –Vicaquirao,
Apo Mayta y Quilliscachi Urco Huaranga– los que secundan al joven héroe Inca
Yupanqui para levantar el ánimo de los cuzqueños, abatido por la deserción de
Viracocha y de Inca Urco, el heredero del Imperio, para forjar la resistencia y abatir
a los Chancas a las puertas del Cuzco. Estos mismos tres mozos salvan a Yupanqui
de las emboscadas de su padre y su hermano. En la batalla contra los Chancas,
Yupanqui nombra como generales a sus "tres buenos amigos", tomando para sí el
mando general. Ganada la guerra, los "tres mancebos" le ayudan a repartir las
tierras, a casar a sus súbditos y asisten a la Capacocha en el templo del Sol, en la
que el sacerdote les hace una raya en el rostro con la sangre de las víctimas, como
al propio Inca y a los ídolos. Por último, al repoblarse la ciudad, no obstante la
valerosa y constante ayuda de los mancebos, por ser éstos "hijos bastardos" de
señores de su misma sangre, Pachacútec recobrando su jerarquía impar decide que
los descendientes de los tres señores sus amigos, se llamen de Hurin Cuzco y vivan
ellos y los de su linaje en el Cuzco bajo, reservando para sí y "los señores más
propincuos deudos suyos y descendientes de su linaje por línea recta" el Hanan
Cuzco. También en el mito de la segunda fundación aparecen cuatro parejas; pero,
en vez de las cuatro mujeres de los Ayar, alejado del ambiente matriarcal primitivo,
son "cuatro criados" de Pachacútec y sus amigos –Patayupanqui, Muruhuanca,
Apoyupanqui y Uxuta Urco Huaranga– los que ayudan a los héroes en todas sus
tareas. Renace, así, plenamente el mito de las cuatro parejas fundadoras y de la
casta divina dominadora.
Dos figuras de barro con el trazo de las calles predeterminaron el Cuzco imperial.
Hechas estas figuras, Pachacútec dicta las medidas precautorias de su gran plan
urbanístico, que habría de necesitar de veinte años para realizarse. Ordena
aumentar las tierras de cultivo, señala ciertas chapas y laderas para depósitos de
alimentos, hace canalizar dos arroyos y reparar el canal de agua hasta Mohina,
reparte y amojona tierras en el campo y acumula toda clase de elementos de
construcción: "piedra tosca" para los cimientos, "barro pegajoso" para las mezclas y
para los adobes, madera de alisos, cardones para untar y lustrar las paredes, sogas
gruesas, maromas y nervios de cuero de llama para el transporte de las piedras.
Hecho esto ordena salir a todos los habitantes a los "pueblezuelos" inmediatos y
haciendo traer un cordel mide con éste –como más tarde los conquistadores
españoles– el trazo rectangular de la ciudad que había dibujado, "señalando los
solares e casas de cada linaje".
Cincuenta mil indios, de todas las regiones conquistadas por Pachacútec, trabajaron
en la reconstrucción. Los cimientos los echó hasta donde topaban el agua: de ahí
sacaron caños para todas las casas y canales. Los palacios o canchas de los Incas y
de sus diversos linajes ocupaban el centro de la población. Los muros eran de
"piedra tosca" en la parte baja y cimientos, de piedra pulida y bruñida en la media
y de adobe en la parte alta, y los techos de paja. Tres grandes cercados o canchas,
"de muralla excelentísima" según Cieza, levantaron entonces su área y mole
imponentes: Pucamarca, Hatun Cancha, destinado a las vírgenes del Sol, y
Cassana. El arte supremo de la albañilería incaica se desplegó en los muros lisos y
perfectamente ensamblados de estos palacios, cuyas juntura, dice Cieza, "están tan
apegadas y asentadas que no se divisan".
El embrujo milenario del Cuzco trasciende más tarde a los viajeros coloniales y
republicanos y a los arqueólogos contemporáneos y se acrecienta por la
superposición del arte y la cultura española sobre los recios vestigios incaicos. De la
impresión del Cuzco mestizo, incaico y español, quedan huellas en los testimonios
constantes de los viajeros que renuevan durante el siglo XIX el elogio de la
legendaria ciudad incaica y de la gran ciudad del Cuzco español "cabeza de todas
las ciudades del Perú, en cuyo escudo imperial se mandó poner un castillo hispánico
sobre el que se enciende el fulgor imperial de la mascapaicha incaica". No cabe
ahora incidir sobre los prodigios de la arquitectura española, de los templos
barrocos, las casonas solariegas, con sus portadas de piedra, sus ajimeces y sus
escudos, sus patios entoldados de hiedras y jaramagos, que han descrito
admirablemente Riva Agüero, Uriel García o José Sabogal, o sobre los prodigios
ingenuos de la escultura, la orfebrería y la pintura cuzqueñas que ha indagado
Cossío del Pomar. Baste recoger de aquella onda admirativa moderna el asombro
de Humboldt, que no vio el Cuzco pero que lo intuyó a través de los templos y
fortalezas levantados por los Incas en el área de su expansión imperial y quien dijo
que el arte incaico se resumía en tres cualidades: solidez, simetría y sencillez. El
viajero y arqueólogo norteamericano Squier, el más hábil rastreador de los
monumentos incaicos en el siglo XIX dirá categóricamente: "El Cuzco fue la ciudad
más grande de toda América, sólo se puede comparar con las Pirámides, con el
Stone honge y con el Coliseo". El francés Wiener, también arqueólogo y artista
confirmará diciendo: "Es una ciudad ciclópea y tiene en sus ruinas el conjunto que
caracteriza a una ciudad eterna; fue la Roma de la América del Sur". Mackellar dice
que fue la ciudad única por su forma y color; Middendorff: "esta atmósfera donde
parece que mariposean aún los átomos del pasado". Hiram Bingham, el explorador
de Machu Picchu, recuerda, a propósito del Cuzco, el Egipto y dice que "es el
espectáculo más maravilloso y grandioso que ha visto en América del trabajo
manual del hombre". James Bryce, el famoso viajero y político inglés compara el
Cuzco a la imperial Delhi, a las grandes ciudades imperiales del mundo, Aquisgrán,
Bagdad, Upsala, Alejandría, Colonia. Es, dice, uno de los monumentos más
impresionantes de la época prehistórica con que cuenta el mundo y muy pocos son
los sitios en los que cada piedra esté más saturada de historia. El viajero alemán
Schmidt confirma: "la más fantástica ciudad prehistórica que en el mundo exista".
Pero acaso si la palma de la lisonja se la lleva el voluptuoso fraile Murúa, quien en
el arrebato de sus hipérboles sobre las riquezas miliunanochescas del Cuzco, de sus
jardines de oro y sus joyerías de piedras preciosas, exclama que el Cuzco es "la
yema y corazón de este Reyno" y que nadie podrá quitarle al Cuzco el primer lugar
en el Perú o en las Indias porque "sería como quitarle a la historia los ojos".
Se cree que Machu Picchu tuvo una población móvil como la mayoría de las llactas
incas, que oscilaba entre 300 y 1.000 habitantes[20] pertenecientes a una élite
(posiblemente miembros de la panaca de Pachacutec)[21] y acllas. Se ha demostrado que
la fuerza agrícola estuvo compuesta por colonos mitimaes o mitmas (mitmaqkuna)
procedentes de diferentes rincones del imperio.[22]
Machu Picchu no era desde ningún punto de vista un complejo aislado, por lo que el
mito de la "ciudad perdida" y del "refugio secreto" de los emperadores incas carece de
asidero. Los valles que confluían en la quebrada formaban una región densamente
poblada que incrementó espectacularmente su productividad agrícola a partir de la
ocupación inca, en 1440.[23] Los incas construyeron allí muchos centros administrativos,
los más importantes de los cuales fueron Patallacta y Quente Marca,[24] y abundantes
complejos agrícolas formados por terrazas de cultivo. Machu Picchu dependía de estos
complejos para su alimentación, pues los campos del sector agrario de la ciudad habrían
resultado insuficientes para abastecer a la población.[25] La comunicación intrarregional
era posible gracias a las redes de caminos incas: 8 caminos llegaban a Machu Picchu.[26]
La pequeña urbe de Picchu se llegó a diferenciar de las poblaciones vecinas por la
singular calidad de sus principales edificios.
A la muerte de Pachacútec, y de acuerdo con las costumbres reales incas, ésta y el resto
de sus propiedades personales habría pasado a la administración de su panaca, que
debía destinar las rentas producidas al culto de la momia del difunto rey.[27] Se presume
que esta situación se habría mantenido durante los gobiernos de Túpac Yupanqui (1470-
1493) y Huayna Cápac (1493-1529).
Machu Picchu debió perder en parte su importancia al tener que competir en prestigio
con las propiedades personales de los emperadores sucesores. De hecho, la apertura de
un camino más seguro y amplio entre Ollantaytambo y Vilcabamba (el del Valle de
Amaybamba) hizo que la ruta de la quebrada de Picchu fuera menos empleada.[28]
Mapa de la ciudad de Cuzco en la época de los incas. En él se puede distinguir la forma de Puma y los barrios de Hurin
Qosqo y Hanan Qosqo
Su legado histórico se remonta a la época de los Incas, encontrándose rodeada por los conjuntos arqueológicos de
Pisaq, Ollantaytambo, Chinchero y Moray, lo que la ha convertido en una ciudad de gran interés turístico.
Urubamba además es resguardada por los nevados de Chicón, la Verónica, el Pitusiray y el Sawasiray, que en la
época incaica eran considerados Apus poderoso en la religiosidad andina, sentimiento que perdura aún entre los
habitantes oriundos del lugar.
El acceso a la ciudadela de Machu Picchu se hace más cómodo e interesante partiendo de la estación de tren de
Ollantaytambo, el que se encuentra a 15 minutos de nuestras instalaciones. El viaje es de 2 horas
aproximadamente permitiendo que su estadía sea lo más placentera posible.
Del mismo modo nos encontramos rodeados por caminos enclavados en la naturaleza que le permitirán conocer
nuestra cultura y a los habitantes del lugar. Las actividades en el Valle Sagrado de los Incas son variadas de
acuerdo con su preferencia, Rafting, Bicicleta de montaña, Cabalgatas, Caminatas y Turismo vivencial.
DEPARTAMENTO DE CUSCO.
UBICACION
GEOGRAFÍA.
El Cusco está situado en la
zona central y sur oriental del
Perú. Ocupa gran parte del
gran nudo orográfico de
Vilcanota. Su diversidad y los
cambios abruptos de paisaje y
ecosistemas están
principalmente asociados a la
Cordillera de los Andes. Si ésta
no existiera, el Cusco y el Perú
en general, serían lugares
tropicales.
ETIMOLOGIA.
El topónimo de la ciudad fue el quechua Qusqu o Qosqo. La tradición afirma que significa
centro, ombligo, esto porque, según la mitología inca, en ella confluían el mundo de abajo (Uku
Pacha) con el mundo visible (Kay Pacha) y el mundo superior (Hanan Pacha). De este modo, la
ciudad fue y es llamada el ombligo del mundo, en referencia al universo. A la llegada de los
conquistadores españoles, su nombre pasa al castellano como Cuzco o Cusco. Ambas
denominaciones son utilizadas indistintamente desde entonces.
Se atribuye al gobernante Pachacútec el haber hecho del Cuzco un centro espiritual y político.
Pachacútec llegó al poder en 1438, y él su hijo Túpac Yupanqui y su nieto Huyana Cápac
dedicaron cinco décadas a la organización y conciliación de los diferentes grupos tribales bajo
su dominio, entre ellos los Lupaca y los Colla. Durante el periodo de Pachacútec y Túpac
Yupanqui, el dominio de Cuzco llegó hasta Quito,(Ecuador) al norte, y hasta el río Maule,
( Argentina) al sur, integrado culturalmente a los habitantes de 4.500 km de cadenas
montañosas.
También se cree que el diseño original de la ciudad es obra de Pachacútec. El plano del Cuzco
antiguo tiene forma de puma delineado, con la plaza central Haucaypata en la posición que
ocuparía el pecho del animal. La cabeza del felino estaría ubicada en la colina donde está la
fortaleza de Sacsayhuamán.Los incas organizaron su división administrativa de manera que los
límites de los cuatro regiones del imperio coincidieran en la plaza principal del Cuzco.
En 1536 Manco Inca inició sus enfrentamientos y creó la dinastía de los Incas de Vilcabamba.
Esta dinastía encontró su fin en 1572 cuando el último inca Túpac Amaru I fue derrotado,
capturado y decapitado. La ciudad se convirtió en un importante centro comercial y cultural de
los Andes centrales ya que se encontraba en las rutas entre Lima y Buenos Aires. Cuzco fue
tomada como cabecera de la administración virreinal en el sur del país, Su población era
principalmente de indígenas pertenecientes a la aristocracia incaica a quienes se les respetó
algunos de sus fueros y privilegios. También se radicaron un buen número de españoles. En
esa época inició el proceso de mestizaje cultural que hoy marca a la ciudad.
En 1780 la ciudad del Cuzco se vio convulsionada por el movimiento iniciado por el cacique José
Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II que se levantó contra la administración española. Su
levantamiento fue sofocado tras varios meses de lucha en los que puso en jaque a las
autoridades virreinales apostadas en el Cuzco. Túpac Amaru fue vencido, tomado prisionero y
ejecutado junto a toda su familia en la Plaza de Armas del Cuzco. Aún hoy subsiste, al costado
de la Iglesia de la Compañía de Jesús la capilla que sirvió de prisión al prócer. Este movimiento
se expandió rápidamente por todos los Andes y marcó el inicio del proceso emancipador
sudamericano.
Alrededores de Cusco
En la zona cercana a la ciudad del Cusco, se
ubican diversos pueblos de hermosos paisajes y
numerosos yacimientos arqueológicos.
Chincheros:
Llamado también el 'pueblo del arco iris', se
encuentra a 28 Km. al Noroeste del Cusco, en él
sobresalen sus yacimientos arqueológicos de la
época incaica como; palacios, andenes y una
fortaleza en la que se afirma hacia su aparición el
arco iris.
Los domingos se realiza el 'catu', feria en la que
se expenden productos agrícolas y artesanales,
con el sistema de trueque o intercambio de
productos, en el que no es necesario el uso de la
moneda.
Moray:
Situado a 53 Km. al NO del Cusco, en este
pueblo destaca un sistema de andenería incaico,
formado por terrazas superpuestas en forma
concéntrica que da la impresión de ser un gran
anfiteatro. Todo esto demuestra el alto nivel
tecnológico que alcanzaron los incas en el
desarrollo de la agricultura.
Salineras Maras
San Sebastián: Fotografía: PromPerú
Ubicado a 5 Km. del Cusco, en la Plaza Mayor
se encuentra una bella iglesia colonial, con
fachada de estilo barroco, construida en piedra
labrada y con abundante ornamentación. Guarda
en su interior una colección de pinturas con
pasajes de la vida de San Juan Bautista.
Cerca de esta iglesia, está la capilla de San
Lázaro, en la que se enterró a los conquistadores
Hernando Pizarro y Diego de Almagro (1538).
Piquillacta:
Zona arqueológica pre-incaica, a 38 Km. al SE
del Cusco, es considerada como uno de los
monumentos civiles más importantes.
Conocida como 'tierra de las pulgas' está rodeada
geométricamente de terraplenes y murallas de
hasta 7m. de altura, que encierran originales y
altos edificios. Se atribuye a este lugar un
carácter de defensa militar y centro de
abastecimientos, por los grandes depósitos de
granos y productos agrícolas (colcas),
herramientas, vestidos y armas de guerra, que se
hallaron.
Andahuaylillas:
Situado a 45 a km. al SE del Cusco, en el se encuentra la Iglesia de San Pedro de
Andahuaylillas construida en 1631 sobre un templo incaico; de modesto aspecto exterior,
encierra una joya del arte colonial, denominada la 'Capilla Sixtina del Perú', en su interior
se encuentra gran cantidad de hermosas pinturas de la Escuela Cusqueña, bellos altares y
marquetería de pan de oro, precioso techo policromado y abundancia de reliquias y
objetos de estilo barroco.
Paucartambo:
Se encuentra al NE del Cusco, su arquitectura es mestiza colonial española e incaica, considerado
puerta de ingreso a la zona selvática del departamento del Cusco. Es conocido como la 'capital
folklórica' del departamento, por la cantidad de danzas autóctonas de origen incaico que aún se
conservan latentes en los pobladores de esta región.